El Dragón Verde (MM B: 108933)

[Mica Gryffindor]

La noche pasada habían llegado a tierras escocesas, para visitar un palacio con dudosa actividad. No había sabido lo que habían encontrado en el interior, pues la Gryffindor se había mantenido afuera, dejando el trabajo importante a su líder y una de sus Lugar Tenientes. Ella se había quedado en el exterior, junto con algunos ingresantes a la Orden. Ellos se habían comportado como leales miembros de la Orden, aunque sus modos tal vez no fuesen del todo los esperados de su bando. Le inspiraban un poco más de confianza, pero debía aún conocerlos mejor. 

Esa noche era distinta, y también lo era su objetivo. Esta vez se dirigirían a una hostería a unos tres kilómetros de Ottery. 

La Gryffindor arribó al lugar caminando, haciendo poco sonido con sus botas bajas. Una brisa cálida acariciaba su rostro y jugaba con la liviana tela de su túnica gris topo. Llevaba sus castaños cabellos trenzados en forma descuidada y la varita firmemente afirmada en su mano izquierda, la cual ocultaba en un bolsillo amplio de la túnica. 

Llegó pronto a los jardines que bordeaban la hostería, los cuales estaban bordeados por una blanca cerca. Sus pasos se dirigieron hacia el camino de piedra que indicaba la entrada más adecuada hacia la redonda puerta. Allí se detuvo, mirando el camino, desde allí invocó a la plateada leona que era su patronus, ella se encargaría de buscar a los miembros del bando que la acompañarían en esa ocasión. 
 

[Illidan Burke]

Una noche espléndida para el vampiro, el cielo estrellado sobre su cabeza, mantenían al joven hipnótico, centrado en los astros. Exhaló el humo de sus pulmones, creando una nube frente a él, que poco a poco se desvanecería, arrastrada por una suave y cálida brisa. Se encontraba a medas, cuál espectador de la noche por un lado, y filosofo de la vida por el otro, pensando los grandes pasos que había dado los últimos días. Su ingreso a la Orden del Fenix, Su nombramiento a director del departamento de seguridad Italiana. 

Vestía nuevamente de manera casual, esta vez ropa deportiva, unos chandals negros, una remera blanca, y sobre esta una campera con el cierre a medio pecho, llevaba una coleta a la altura de la nuca, dejando apenas caer unos mechones por el costado de su rostro. El cual con expresiones serenas apuntaba al cielo. Daría una nueva calada al cigarrillo, echaría la cabeza hacia atrás. Estaba escoltado por grandes árboles a su espalda, un barranco frente a él, y delante desde lo alto, las calles de Ottey y sus inmensos castillos. 

Un destello de luz se hizo visible a un lado, nuevamente aquella leona se acercaba a él a paso tranquilo. - Mica Gryffindor...-  susurraría al ver el patronus, que le daría indicaciones, con la voz de su creadora. Adelanto su diestra, con un movimiento de sus dedos, la varita se apareció, y con firmeza fijó el lugar en su mente. En un destello de luz llegaría al destino, impactando junto a Mica, la luz que lo envolvía se disiparía en una especie de ráfaga artificial que sacudiría sus rubios cabellos. -¿No vas a darnos noches libres? - Preguntaría a el lugar teniente. 

[Mica Gryffindor]

Contempló unos momentos la fachada del local, aparentaba estar tranquilo ¿todos dormían temprano o acaso habían llegado a un lugar que se mantenía vacío? Tal vez tendrían esa suerte y tiempo para requisar sin ser molestados.  

Un destello de luz la sorprendió, se mordió los labios para guardarse las palabras que podría haber lanzado al rubio que parecía haber olvidado todo intento de discreción. No pudo evitar una risita al ver aquella especie de brisa contraria a la que corría en forma natural. 

–¿Noches libres? Creí que buscaban acción... pero bueno, lo tendré en cuenta antes de hacer el próximo llamado... –respondió divertida, pensando que tal vez había arruinado algún plan de su compañero. –O puedes optar por no responder al llamado y seguir jugando con tus gatos tranquilo... - agregó poniendo los ojos en blanco y volteando nuevamente a mirar hacia el recinto en que ingresarían. –¿Nadie más?

[Hannity Ollivander Evans]

Hannah Rambaldi 

 

Esa noche era distinta a las anteriores, aquella era espléndida, estrellada y luminosa, aún así se sentía como las anteriores y ella estaba atenta a lo que pudiera pasar, salió al pórtico de la edificación rosa, sacó un estuche plateado, delgado, un poco elegante. Sacó un delgado cigarrillo, lo puso delicadamente sobre sus labios y con un encendedor de plata lo prendió. Su mirada estaba atenta en el cielo, pero no veía las estrellas, sus sentidos estaban alertas, sabía que algo pasaría aquella noche.

 

Tras dar la última calada al cigarrillo, un vicio humano que no había podido dejar aún en la inmortalidad, sucedió, un patronus brillante se acercaba hacia ella, una leona plateada se paraba frente de ella, sabía que aquello era un llamado de Mica Gryffindor,  una de las compañeras de la orden, ¿a dónde los llevarían esta noche?

 

Se acercó su capa de viaje con un accio, inmediatamente tocó al patronus y esta le llevó al lugar en donde ya se encontraba Illidan -Buenas noches,- inclinó su cabeza hacia ellos -espero tengamos una noche movidita.

[Invitado Arcanus]

El joven Arcanus Junior, era algo inexperto en cuanto a las redadas se refería pero se había animado a asistir una junto a unos compañeros de la Orden del Fénix. Iban a registrar un lugar llamado "El Dragón Verde" que si tenía que juzgarlo por la originalidad de su nombre, seguramente se llevaría una decepción. Decidió que lo mejor sería llegar unos minutos más tarde cuando sus compañeros estaban allí. Como solía decirse, lo mejor llegaba al último.

Al llegar al lugar notó que varios de sus compañeros se encontraban allí. El local estaba vacío salvo por ellos, asi que por el momento, no había mucho para  hacer. El joven llevaba una larga túnica negra, y por supuesto la varita en la mano listo para usarla en caso de encontrar algún artefacto o mago tenebroso. Aunque algo le decía que sería una noche tranquila. Cruzó la puerta y alcanzó a escuchar unas palabras

- ¿Alguien dijo gato? - Exclamó el joven sacando unos cubiertos del bolsillo de su túnica. Siempre estaba preparado por si se armaba una buena gateada. - Podemos usar unas sillas para preparar el fuego. - Dijo al tiempo que con un movimiento de varita incendiaba la silla más próxima a él.

[Illidan Burke]

La dama a su lado mostraría por primera vez para el joven una sonrisa, parecía que poco a poco su relación se volvía más fraternal. Poco a poco en él despertaba recuerdos dormidos, imágenes borrosas de su adolescencia. - Negar la llamada y perderme de ver como te muerdes el labio cuando llego... Jamás -Diría sonriendo ladino. Su atención sería captada por un nuevo integrante que se hacía presente. Illidan asentiría con la cabeza en forma de saludo,  y volvería la mirada a Mica, ahora intentando darle más claridad a las imágenes borrosas en su mente. 

- Hablando de gatos, creo que te me haces familiar... - Diría, haciendo con el paso de los segundos, más lucidas las imágenes. Fue allí donde una Mica un poco más baja y vistiendo la túnica de Slytherin se le vino a la mente, clara como el agua. - Cursamos juntos la academia... - Soltaría en fin, más que nada pensándolo en voz alta. Negó con la cabeza y abrir los ojos de par en par, cuando el calor del cigarrillo que había olvidado, comenzó a quemar sus dedos. Lo dejo caer al suelo, y piso el mismo apagándolo. 

Un cuarto en cuestión aparecería, se le hacía extrañamente familiar, aunque estaba seguro de que no lo conocía de nada. - Bienvenido... - Soltaría para notar, como el muchacho comenzaba a tener actitudes mortifagas con el mobiliario. - ¿Entonces vamos a registrar este cuchitrill? - Preguntaría en general, un tanto ansioso en empezar a hacer algo productivo. Haciendo uso de su varita apuntaría a la puerta, como la noche anterior. - Morphos - Susurraría, y la puerta tomaría la forma de un Gato Montes, de gran tamaño, el cual se acercó a su creador. 

 

[Ludwig Malfoy]

La noche anterior la suerte no estaba de su lado, desafortunadamente la redada organizada no había tenido éxito al no encontrar mortífagos presentes. Ahora nuevamente se preparaban para capturar a algun enemigo por lo que con sus colegas se dispuso a prepararse para atacar aquel establecimiento de nombre "El dragón verde", al igual que los anteriores negocios y manciones, desconocía.

Al entrar se percató que era un hostal, de alguna manera le agradaba y se sentía acogedor, ingresó por los jardines y se reunió con sus colegas para ponerse de acuerdo en como se distribuirían. Su uniforme iba muy acorde al de un viajero por lo que podía pasar como un huesped del lugar, unos shorts de color marrón y una camisa hawaiana le daba un excelente atuendo debido al caluroso verano que estaba viviendo, para finalizar unas sandalias cafés combinaban perfectamente con la ocasión.

Pudo ver a Illidian quien ya estaba conjurando algunos hechizos y sabía que debería hacer lo mismo, sin embargo, decidió esperar. Sonrió y con guardia en alta comenzó a inspeccionar el lugar en busca de actividad sospechosa.

[Mica Gryffindor]

 Una muchacha bajita de cabello color arena se hizo presente, la había visto en un par de ocasiones, pero no habían compartido mucho. La saludó tranquilamente con una sonrisa mientras. Su comentario sobre esperar una noche movida le dio un poco de gracia, sinceramente esperaba que no fuese así, poder realizar las tareas rápidamente y sin problemas. Ya había pasado por demasiadas cosas…

No esperaba el comentario del rubio por lo que no pudo evitar sonreír levemente aunque duró poco tiempo, puesto que su siguiente comentario ¿acaso la había llamado “gato”? Prefirió no hacer caso al comentario.

Fue entonces cuando otro muchacho llegó, algo más impulsivo. Se dirigió sin miramientos al interior y se dispuso a incendiar algunos mobiliarios. 

–Aguamenti– dijo con calma apuntando un poco al incendio y un poco al muchacho –no lo veo necesario… –agregó simplemente. Justo entonces llegó otro de los recientes ingresantes al bando, un poco rezagado.
 

[Ludwig Malfoy]

De momento todo permanecía sereno y apreció que uno de los compañeros comenzaba a incendiar el lugar, afortunadamente Mica ayudó previniendo más destrozos, ya tenían muchos enemigos para ganarse aún más. Aún así, Ludwig sabía que necesitaba protección por lo que tomó unos preservativos de cortesía que se encontraban en el mostrador y luego pensó en la protección necesaria en caso de la llegada de enemigos. No decidió esperar más, caminó por el lobby y decidió que necesitaba protección en caso de ocuparla, de aquella manera vio uno de los sillones que se encontraban decorando la hermosa posada y con varita en mano conjuró un:

-Morphos – el sillón se transformó inmediatamente en un oso polar de dos metros y medio, el cual tenía la indicación de permanecer alerta y atacar en caso de ser necesario. No obstante con eso, el mago nuevamente dijo – morphos – apuntando a otro de los sillones, al ser más pequeño éste se convirtió en un lobo gris, con feroces colmillos y garras enormes. De igual manera lo cuidaría y atacaría a la menor provocación.

El Malfoy siguió caminando y buscando evidencia, sabría que tendría que indagar más a fondo por lo que permaneció alerta ante cualquier eventualidad.

[Illidan Burke]

Se adentró en el hostal y comenzó a revisar los papeles del mostrador, buscando quien sabe que, desistió al no ver nada interesante, más que un registro de hospedaje el cual decidió llevarse. Dando otra que otra vuelta tomo un de las botellas de cerveza más caras, y golpeando la chapa con el filo de una de las mesas la abriría, le daría un trago tranquilo, mientras paseaba por la sala principal, mirando de tanto en tanto a sus compañeros. 

- Encontré bebidas en ese mueble de ahí... - Diría para sus compañeros, mientras que con la punta de su varita escarbaba en un librero, dejando caer alguno que otro, a la par que un segundo trago aliviaba su sed. - Aquí no tendremos mucho más que hacer... - Diría el rubio buscando con su verde mirar a Mica, la cual pareció ignorar su comentario anterior de haberse conocido. 

Aún podía sentir el olor a madera quemada, aunque el incendio ya había sido apagado, no pudo evitar pensar que no habían cambiado muchas las cosas entre estar en un bando uh otro. Aun así sus ideales actuales le gustaban mucho más, haciéndolo sentirse más cómodo consigo mismo. Analizo nuevamente a sus compañeros, ahora centrándose en Lud, este parecía cada vez más feliz, aunque no lograba sacar cuentas.