Robo de fragmento desconocido del Libro de Thot

[Zoella Triviani]

Dentro del edificio del Reichstag.

 

La Triviani siguió al pie de la letra el plan del Linmer, logrando escabullirse dentro de la sala donde sus hermanos estaban amordazados. Sin escuchar al Linmer se acercó a ambos e intentó despertarlos poco a poco, a cachetadas y tomó su varitas y esos extraños libros que llamaron su atención, guardandolos en su monedero de Moke.

 

Observó como el Linmer llegaba pálido, y el olor a sangre llegó a su nariz. Sus ojos se oscurecieron de la sed pero logró controlarse, tomando a sus hermanos que poco a poco recuperaban la consciencia. Lo observó guardar del fragmento y sacar una jaula con un Diricawl adentro. La mujer no entendió aquello y simplemente negó ante las palabras del castaño que prosiguió a explicar.

 

La mujer siguió sin saber a ciencia cierta qué movimiento realizaría el mago, sin embargo, decidió en confiar en sus habilidades para solo observarle, mientras el olor a su dulce sangre aún revoloteaba por sus fosas nasales.

 

Vió al Linmer alejarse con la jaula y esperó, no sabía qué pero esperó a que el Linmer realizara aquel escape que tenía planeado.

 

@@Sean -Ojo Loco- Linmer

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Dentro del edigicio del Reichstag

 

Bien, ya oia pasos del otro lado de la puerta trabada. Sin lugar a dudas ante la imposibilidad de abrirla por metodos convencionales utilizarian la fuerza. A fin de cuentas estabamos por llevarnos algo que habian custodiado celosamente. Asi pues me puse en medio de los tres Triviani. Ni dea de como poder mantenernos unidos en este acto final. Respire profundo, puse el Diricawl bajo el brazo. Con el otro aferre a Matthew que aun no despertaba (deberia dejarlo para que lo torturasen?? sin duda era un pensamiento agradable.) y me gire a Zoella.

 

-Sosten tu a Jeremy -indique -y pegate a mi

 

Fui bastante enfatico enb esto ultimo, preparaciones listas y ya oyendo voces alteradas del otro lado supe que ya era el momento. Como Zoella estaba a mi lado noi me quedo mas que hacer lo obvio para unirnos los 4. La bese. Y justo en ese momento un bombarda hizo volar las puertas, el diricawl se asusto y pum, desaparecio y nosotros juntos a el. Increible poder el de estos animales. Claro esta vez no terminaria como otras en la vivienda Macnair, sino en una de las calles aldañas al Reichstag, aun en Alemania, aun en peligro. No habia magia para movernos a todos mas lejos.

 

Por un momento me separe al incorporarme.

 

-Lo siento pero era por medidas extremas. Hay que revisarse- no lo sentia para nada y lo de revisarse era para desviar la atencion...comence a mirar mi cuerpo y??? -Ohh no me faltan dos dedos de la mano derecha -mas especifico el meñique y el anular por suerte aun no me habia casado o hubiese perdido el anillo.

 

@@Zoella Triviani

[Zoella Triviani]

Dentro del edificio del Reichstag.

La Triviani observó como el Linmer se colocaba en posición y tomaba a Matthew de la mano mientras la criatura aguardaba dentro de la jaula en su mano contraria. Escuchó la respiración profunda y percibió su orden, la bruja tomó a Jeremy por el torso y una sonrisa traviesa surcó su rostro cuando escuchó lo último. Con gran picardía, pegó parte de sus pechos al brazo del Linmer, mientras tomaba con la mano su muñeca.

 

Y sin aviso alguno, la mujer sintió los labios del castaño tocar los suyos en una suave caricia. La mujer escuchó el estruendo pero hizo caso omiso mientras se dejaba llevar por aquel sorpresivo beso que le fue plantado. El mago se separó, dejando a zoella plantada en su sitio, en el callejón contiguo al edificio donde anteriormente estaban. Escuchó las palabras del Linmer e inmediatamente comenzó a escanear su cuerpo y el de sus hermanos. La mujer no observó nada fuera de lugar hasta reparar en la mano del hombre, lugar donde faltaban dedos.

 

Soltó una carcajada y tomó su estómago - No siempre todo sale como se desea - comentó sin más. Dió un rápida mirada a su alrededor y tomó las llaves de su ford Anglia, que descansaban en su bolsillo para activar la alarma y hacer quitar el escudo de invisibilidad que guardaban los vehículos - A nuestro próximo destino - incentivó al Linmer, mientras ella recostaba a sus aún inconscientes hermanos en el asiento trasero para posicionarse detrás del volante.

 

@@Sean -Ojo Loco- Linmer

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Mis ojos no se quitaban de mi mano dañada. Podia decirse que dolia...pero no era para tanto. Por lo pronto tendria que encontrar un poco de pocion crece-huesos para que mis dedos regresasen a la normalidad. Mientras meditaba sobre la perdida de mis amados dedos (que mira que tenian mas usos que sostener la varita en la mano) Zoella se encargo de buscar el medio de transporte que nos sacaria de ahi. Admito que me sorprendi de que fuese un Ford Anglia, en estos dias parecia moda el tener uno, pero lo cierto era que nos podia trasladar a los cuatro fuera de ahi. Asi ubicamos a los inconsiente en el asiento trasero, con algo de cuidado aunque despues cuando inicio el vuelo se apilasen como sacos de papa, Zoella tomo el volante y yo el asiento a su lado.

 

A pesar de todo este vieje habia sido productivo. Teniamos el fragmento, habiamos pateado traseros bulgaro-alemanes, habia probado un nuevo metodo de exfiltracion conjunto y claro, habia besado sin querer queriendo a Zoella en post de marcharnos del lugar. Aunque admito que si cercania y roce habia sido muy sugerente, relegandome a recuerdos del CRAA.

 

-Lo de siguiente objetivo tendra que esperar algo -dije mirando al asiento trasero- no podemos cargar con peso muerto y yo necesito una pociion crece-huesos. Ademas de un baño.

 

No podia dejar de notar que restos de ollin o polvo negro de la oscuridad peruano, como se quisiese llamar habian hecho hoganr en partes de nuestra cara. Al menos habia servido y aun seguiamos en la carrera. A saber si los bulgaros publicarian la noticia que les habia robado en las narices. De hacerlo los dejaria muy mal como en su momento habia quedado el gobierno Italiano. Sin mas enfilamos hacia Londres.

 

@@Zoella Triviani

[Zoella Triviani]

DÍAS DESPUÉS. LONDRES.

Días habían pasado desde que el grupo robó el fragmento guardado en Berlín. La guerra día tras día amenazaba con empezar, y la Triviani ya tenía su arsenal preparado para defender sus posesiones y planeaba recolectar todos los fragmentos para así usar la poderosa magia antigua que albergaban los pergaminos a su favor. Lo que la detenía, era la presencia de Sean Linmer, quien guardaba el fragmento de Berlin y ella había intentado mil formas de seducción para distraerlo, sin embargo, siempre terminaban en otras cosas.

 

Por su parte, el castaño había recuperado sus dedos y Zoella le había citado a una reunión pequeña, a solas en su oficina nuevamente, con el fin de trazas su próximo movimiento. Aquel día la bruja llevaba unos shorts cortos y una blusa que dejaba a la vista su abdomen plano, unos largos tacones de aguja y su larga melena suelta.

 

Esperó sentada sobre el escritorio, manteniendo las piernas cruzadas y tomando una copa del vino que producía el linaje Di Medici. Escucho la puerta sonar y tras contestar un suave "Adelante", vió al Linmer entrar a su oficina - Hola, colega - soltó suavemente, como un pequeño ronroneo.

 

@@Sean -Ojo Loco- Linmer

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Aquellos dias despues de los de Berlin habia sido interesantes y dolorososa. Admiraba la tosudez y los atractivos metodos que tenia la Triviani para intentar sacarme el Fragmento del libro de Thot que poseia, algo que no podia negar era un sentimiento mutuo ya que ella tenia otro en su poder que ya habia intentado, infructuosamente, tomar. Por lo que en ese sentido estabamos en tablas. La parte dolorosa venia del crecimiento de mis dos deditos perdidos y de la colleja que habia recibido por parte de mi futura suegra al enterarse. A fin de cuentas, a que novio se le ocurre extraviar el dedo donde tenia que ir la alianza de casado?. Por suerte fue una colleja y no una flecha lanzada a mis partes por cierta bellesta. O muchas lagrimas correrian por Ottery.

 

Ya repuesto solo quedaba volver al ruedo. Todo respecto a los fragmentos estaba en demasiado suspense para mi gusto. El que se habia adelantado en la carrera parecia haber desaparecido o tenia un plan macabro aun no revelado para que hiciesemos el trabajo sucio por el. Por otro lado no habia tenido mas noticias de Derhorm lo que acrecentaba mis sospechas de que de alguna forma estaba ligado a todo. Meditando sobre el asunto y teniendo en cuenta que solo quedaba un fragmento, el de Paris, no sabia que pensar. Lo cierto es que tendriamos que ir con pies de plomos. Lo malo que lo haria junto a una chica con la que compartia alguna aficiones pero en la que no confiaba para los negocios, algo que por desgracia compartiamos tambien.

 

Y al llamado de esta colega iba yo ahora sumido en una buena cantidad de pensamientos de como deshacerme de ella de una forma amigable. Uno no comparte aventuras para buscarse de por si una enemigo y Zoella a pesar de todo me caia bien y se veia bien, un combo letal para no odiarla. Asi llegue a su guarida, aviso por medio y abriendo la puerta fui recibido por la vampira.

 

-Hola Zoe, lista para nuevas emociones???? -dije para tomar asiento junto a ella.

 

@@Zoella Triviani

[Fengari M.]

Museo de Louvre

Francia

 

 

La hechicera caminó por las calles parisinas con fingida tranquilidad, las gruesas monturas de sus gafas cubrían sus tiernos ojos y la mirada preocupada que la aislaba del mundo, pues su mente estaba llena de inquietudes, y solo una de ellas eran de vida o muerte. Pocas veces se animaba a caminar entre los muggles, pero había intuido que era más seguro estar entre ellos que entre los magos, pues llevaba algo de valor que no le convenía a ninguna de esas comunidades que se supiera.

 

Atravesó la Rue de Rivoli hasta llegar al Jardín des Tuileries, pasando por un par de humanos que retrocedieron al verla caminar; su disímil belleza la hacía ver como una ninfa pálida de esbelta figura, cuyos labios rojos seductores atraían aún más las mirada de los mortales y mágicos. La hechicera, mitad vampira y mitad vella, era una especie hibrida, única y poderosa, un depredador quimérico, y ella lo sabía, por ello confiaba en sí misma como la guardiana de una pieza peculiar de gran poder.

 

Había guardado con recelo el fragmento del libro de Thot en una urna de bronce, no más grande que una caja de zapatos, pesada para su tamaño, que únicamente se abría a través de una llave mágica que la hechicera portaba en el cuello, y cuya ubicación exacta solo era conocida por ella «y estoy lista para cuando vengan por ti» pensó mordiéndose los labios, haciéndola ver como una traviesa niña indefensa, mientras observaba a lo lejos el cristal del Museo de Louvre.

[Zoella Triviani]

LONDRES.

El suave perfume embriagador de la Triviani inundaba la oficina, colándose por el sistema del Linmer apenas diera un respiro. Dicho perfume contenía un hechizo oculto, del cual Zoella se apoderaba en su debido momento. El perfume, tatuaría prácticamente el interior del Linmer con el hechizo sin él darse cuenta, por lo suave del aroma el cual pasaría fácilmente. Una suave sonrisa apareció en el rostro de la bruja, quien levantó su copa y tomó un trago, manteniendo sus profundos ojos grises clavados en los azules de su colega.

 

Dejó la copa y se bajó suavemente del escritorio, con un pequeño salto quedó parada en los tenis que cargaba aquel día - Iremos a París, ahora - soltó, caminando hasta quedar a escasos centímetros del brujo - Tengo un traslador preparado, solo hace falta que lo tomemos entre nuestras manos - susurró, pasando la yema de sus dedos por el pecho del Linmer, en un suave recorrido, sonrió apenas, con picardía. Un par de suaves parpadeos fueron soltados y se giró, caminando lentamente hasta su escritorio - ¿Un poco de vino? - ofreció, mirándolo por sobre su hombro.

 

Los hermanos de la bruja mantendrían a flote sus negocios, y Blaise había sido enviado a una reunión con Constantino, quien lo ayudaría a terminar la negociación con los Alemanes. La Triviani estaba creciendo internacionalmente, forjando lazos con diferentes países y desviando barcos encargados por el Concilio para su distribución. La mujer deseaba a toda costa aquellos fragmentos, de los cuales anhelaba el poder y el gozo que aquello le otorgaría a su hambre interna. Esperó la respuesta del Linmer, mientras servía dos copas de vino y se giraba, entregando uno a su colega.

 

 

@@Sean -Ojo Loco- Linmer

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Solo fue una vez sentado sobre la butaca frente a la mesa que me separaba de Zoella que me percate del embragador aroma que llenaba el lugar. Supongo que estaba mas atento a otras particularidades de mi anfitriona y de la habiatacion. No podia negar que multiple opciones se amontonaban en mi cabeza. Pero estaba ahi para negocios asi que solamente fui cortes para regresarle la sonrisa al tiempo que la veia beber un trago pero no sin quitarme esos ojos que parecian intentar hurgar dentro de mi. Yo valoraba la intimidad de mi interior, y aunque acostumbrado a ser examinado asi, habiamos vivido bastante como para que me comiese asi con la vista. Sin mas dejo la bebida para agilmente acercarseme y apoyando las manos en el guardabrazos de la butaca comenzar a exponer el plan.

 

Si, Paris, ese era el siguiente lugar. Y no hubiese habido nada de que recelar hasta que me percate de un detalle. En serio habia dicho yo el destino de este proximo encuentro???. Una rapida revision mental no me daba la certeza de eso, mas bien lo contrario. A fin de cuentas el saber los detalles de la ubicacion de los fragmentos era mi baza de vida, lo que podria hacerme alguien con valor, para no ser desechado en cualquier momento. paranoias aparte esta sospecha tenia sus lados buenos y lados malos. Si de verdad ya conocia de antemano el objetivo eso indicaba que no me habia eliminado por algo, interesante. Y en cuanto al aspecto negativo, es que ya casi seguro que seria el ultimo fragmento asi que, supongo que ambos sabiamos que una vez obtenido dejabamos de ser colegas. Ante mis pensamientos mantuve mi rostro sin revelar nada, toda una mascara perfecta. Esto no duro mucho porque fue a servirme un poco de vino.

 

-Pues aqui tienes la mia -dije extendiendote la mano. -Nos vamos cuando gustes- Claro primero beberia de algo. tome la coma y la alce para un brindis -Por los negocios.

 

@@Zoella Triviani

[Xell Vladimir Potter Black]

En la librería de La Hermana Quisquillosa:

La explosión había sido cerca, no mucho pero sí lo suficiente para que la Librería hubiera temblado. Estuve tosiendo todo el rato que estuve recogiendo los libros que habían caído. Estaba preocupada por lo sucedido pero la suerte me acompañó: uno de los libros se había abierto en una página que hablaba sobre aquel maldito Libro de Thot. Me senté en una de las sillas, sin importarme que tuviera polvo que había entrado por las ventanas, empecé a tomar nota. Uno de los elfos que estaba ayudándome se acercó a mí, interesado en lo que hacía.

- Tengo que llevar esta información a la tía Sagitas - le dije, como si él me hubiera preguntado algo. - O a Sean. Ambos estarán interesados en esta información.

Ahora fui yo la sorprendida, cuando me dijo que uno de los elfos había dicho a otro elfo que se lo había comunicado al elfo de la familia, en una larga cadena élfica que yo no sabía que existía, que la Tía Sagitas estaba en el Ministerio, a punto de ser detenida, o al menos retenida, por su implicación en el robo de los Zabini.

- ¿Pero qué dices? ¡Es imposible!

Esto lo tenía que saber la tïa Hayame, así que le mandé una lechuza, preguntándole si sabía lo que estaba sucediendo y por el estado anímico de la tía Sagis. Esperaba que no estuviera enfadada. Cuando se enfada, todo explota a su alrededor...

Miré el estropicio de la librería y decidí que la tía era más importante. Mandé una lechuza a la tía Hayame para que me dijera donde estaba y poder reunirme con ella.