Regularización del Sistema Judicial en la Inglaterra Mágica

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja se habia apoyado en el exterior de la oficina de su hermana a sabiendas de que esta en aquellos momentos tenía visitas

Quería hablar con ella al respecto de lo que estaba escuchando por entre los vecinos y sobre lo que había leído en los anuncios; generalmente ella iría de primera mano a apoyarla en lo que fuera que estuviera haciendo pero en aquella ocasión realmente el "PORQUÉ" le venía como ecos a la cabeza. Lo que fuera que estuviera haciendo ya estaba comenzando a crear demasiados grupitos entre las personas que veía a los alrededores y ahora que regresaba a trabajar, se sentía inquieta ante la información que estuviesen compartiendo y dela que ella no tenía constancia.

Así que como siempre, lo mejor era ir directamente a la fuente y era una suerte en cierta manera el poder acudir aunque...

Sonrió un poco muy a su pesar, dos guardias que nunca la habían visto y no la conocían habían intentado detenerla pero bueno... ahora sí que la conocían y seguramente que cuando despertaran no la olvidarían, especialmente por que se irían a quejar con su hermana; pero y Babila?... a él era el primero al que hubiera esperado ver por los alrededores si no recordaba mal, iba a ser el rompe-huesitos oficial para proteger a esa bruja tan loca

Aún apoyada en la pared, golpeteó con los nudillos la puerta para hacerles saber a las personas en el interior que ella se encontraba afuera, con uno de sus zapatos apoyado en el muro sobre el que se recargaba de espaldas.

-Han terminado con sus tertulias o se puede interrumpir por unos momentos?

[Helike R V PB]

Pasante en el Bufete Vladimir

Hacía mucho tiempo que no ejercía la profesión como de Becaria, que llamaban los muggles. Había ido allí a sacarle algo el polvo, pero el lugar estaba más limpio que de costumbre. Los empleados del mismo se ocupaban de que el local estuviera en perfectas condiciones a pesar de no ir en demasía a mi despacho. Es cierto que había aprendido un montón sobre leyes, pero tampoco las había estudiado en profundidad, como llegar al nivel de 'abogada'. No es que fuese un tema que me atrayera, pero en Estados Unidos, los muggles jueces tenían también poder político y eso sí me interesaba más. 

Había escuchado algunos rumores de los clientes que pasaban de largo del negocio. Pero tampoco podía confirmarlo. Debía visitar a la Ministra de todas maneras, para que firmara unos documentos que tenía pendientes del Bufete. Bufé, no me apetecía nada, pero al menos, en el despacho mirándome al espejo estaba lo suficientemente elegante, como para no desentonar demasiado; llevaba un traje pantalón chaqueta, con una camiseta blanca de tiras y unas botas de piel de dragón, además de la capa, todo de color negro. Eso daba más seriedad a los asuntos que se trataban allá... Cogí la capa y me la coloqué en los hombros, además de la carpeta que tenía en los documentos y los guardé en el morral de moke, junto con la varita. Salí al exterior y haciendo un giro con mis talones, me desaparecí del callejón hasta ir a la entrada principal del Ministerio.

Ministerio de Magia, en dirección al despacho de la Primera Ministra

Tuve que cerrar los ojos, uno de los rayos del sol casi me había deslumbrado. Tras unos breves segundos mis ojos se acostumbraron a lo que veían y con un ligero movimiento de mi cabeza, me encaminé hasta la zona de seguridad de la entrada. Traspasé todos los controles, tomé el elevador y me dirigí hasta el despacho de mi suegra... Seguía dándole vueltas. Podía optar por una plaza en el Wizengamot, aunque no sé si me la darían por ser una simple pasante. Pero claro, los mejores abogados también habían empezado desde más abajo, hasta llegar a un nivel claro de poder. Mientras mis pasos resonaban con fuerza por las botas de piel de dragón que llevaba puestas, no dejaba de darle vueltas. Si mi suegra no conseguía ser reelegida en septiembre otra vez, tendría que necesitar apoyos por si le acusaban de algo, y más le valía tener apoyos suficientes ahí dentro, para que no fuese condenada si por alguna vez se abriese la cárcel de Azkaban.

Tendría un poder más... ¿Desde cuándo me había vuelto tan ambiciosa? No lo sabía, pero eso significaba otro sueldo más y más oro, por supuesto. El oro era el motor que movía al mundo y cuánto más poder político se obtuviera, mucho mejor. Además que mi familiar sin tener apenas conocimientos de justicia (que yo supiera) había dirigido un juicio hacía ya tiempo, así que, esperaba que me comprendiera... pero seguro que me lo negaba, con tal de fastidiarme. Pero tampoco se podía saber que era contrabandista y muchas cosas más, debía tener mucho cuidado de ocultar ciertas cosas que no se podían saber. El prestigio también estaba en juego, pero una vez ya dentro del Wizengamot tenía inmunidad y el cargo era vitalicio. Pensar en eso, hizo que sonriera con ganas, sería interesante...

Me llegó un aroma conocido, un vampiro estaba cerca y eso que ni siquiera había llegado todavía, pero cuando doblé la esquina, vi a mi tía Hayame. 

- ¡Tía Hayame! - dije con alegría al verla. Me sorprendía, ¿ella también quería entrar ahí dentro de ese órgano legislativo? Mejor, la ministra tendría más apoyos, o eso esperaba. 

- No pensaba encontrar a nadie por aquí... he venido a traerle unos documentos para que los firme, del bufete - aclaré con una sonrisa, pensando en cómo pedirle un puesto ahí dentro. Esa era parte de la excusa y esperaba que no se notara nada en mi cara. La verdad, no me apetecía responder a preguntas que fuese un tanto incómodas - ¿qué haces tú por aquí? - me temo que la señora ministra debe tener mucho trabajo. Los británicos deben estar contentos con ella. Está velando por la seguridad y el bienestar de nuestra gente - dije, con cierta sonrisa maliciosa. Vaya mentira había soltado!

[Luna Gryffindor Delacour]

Luna Gryffindor Delacour- Jefa del departamento Auror de Gran Bretaña. 

Aún seguía pensando que algo debíamos de hacer, me sentía atada de pies y manos y como si Sagitas hubiera decidido por nosotros algo del todo improbable y feo, como si la persona que conocí y quise por tanto tiempo estuviera errando el camino adecuado para todos. 

 

- Primero que necesitamos a alguien en el Wizengamot, no me volví loca o quizás si, pero quiero hacer algo, hasta tendrá a los poderes de su lado, pero se olvida que el pueblo la puso ahí, así que el mismo pueblo podría sacarla no? Tenemos que hacer algo y con suma urgencia - Dije con más seguridad de la que en realidad tenía en esos momentos -

 

Lo cierto es que nunca había entendido mucho sobre política y economía, solía ser bastante floja en esas cosas, prefería las pociones o los encantamientos, antes que eso, así que era lógico que me costará saber de que hablaban en realidad, pero de algo si estaba segura, el Wizengamot tenía que ser libre del todo y debía de ser para ayudar al mundo mágico no para hacer todo lo contrario.

 

- No pueden permitiselo, alguien tiene que oponerse a este desastre, debemos ver cómo evitando que la ecatombe nos lleve por delante las instituciones de nuevo, ya pasó una vez y no puede ser que suceda de nuevo, debemos buscar algo para evitarlo de alguna forma, no lo creen? - Pronuncié con más impetu y energía de la que en realidad tenía generalmente - 

 

Tener a Darla conmigo me hacía sentir segura y feliz, aunque si era cierto que el mundo seguía yéndose a pique y con estas nuevas reglas y la intención de tener al Wizengamont del lado de Sagitas, teníamos que tener un frente común en contra de lo que hiciera y cuánto antes lo hagamos mejor. 

 

[Darla G Dumbledore]

 

Darla con Kimberly Black y @ Luna Gryffindor Delacour en su Despacho en algún momento previo a reunirse con Sagitas

Darla no solía ser tan poco amable, pero su mente se había quedado barruntando el tema de la misiva devuelta en el mismo papel. Había hecho un juego muy sutil y había resultado a m medias, podía tener acceso a algo, pero la sutil gota de presencia que había quedado manchada en el escritorio de la Potter Blue le hacía apenas justicia a la magia antigua que había utilizado.

«…ocasionará un levantamiento en masa de todos los ciudadanos..» «…no sé hasta qué punto Sagitas entiendo que lo que hace la hará perder más adeptos…» «…Aaron parece un gatito tierno al lado suyo…»

Darla sacudió la cabeza y apoyó las manos sobre el escritorio. La voz de Luna aún resonaba en la habitación y Kimberly le respondía con pequeñas frases y monosílabos, notando que la pelirroja había estado perdida como en ensueños o más bien concentrada en el uso de la magia uzza. La realidad es que ella no había podido acceder a más movimientos que los de la Potter Blue invocando a los miembros del Wizengamot actual.

—¿Unicornios? —preguntó Kimberly en ese momento y los ojos de la Potter Black se elevaron de la mesa de su escritorio ¿de qué estaban hablando?

Pero lo de los unicornios quedó en segundo plano cuando mencionó lo de la muerte de Sagitas.

—Las cosas que hace no son exactamente mis favoritas pero no podemos permitirnos que alguien le toque un pelo o pierda la cabeza, llegado el momento se le enjuiciará si corresponde, pero mientras tanto como… —acudió al anillo de salvaguarda contra oídos indiscretos activándolo para no ser oídas por nadie más —como fenixianas debemos verla por la seguridad de todos aunque no sean de nuestro agrado, lo dijimos cuando lo del inquisidor… y como miembros de la Seguridad Mágica, si algo le pasara a Sagitas, yo sería la primera en asumir responsabilidades y renunciar tras la investigación pertinente —agregó la bruja poniéndose de pie y buscando algunas de las tazas mágicas que había en una repisa —¿alguna quiere beber algo? —Kimberly negó con la cabeza y Darla esperó la respuesta de Luna.

Sin embargo las palabras de Luna sobre el memorando, la carta o algo que les permitiera hacer algo la hizo recordar que no había comentado la respuesta de la pelivioleta a su mensaje.

—Por lo pronto le he pedido recuperar mi antiguo puesto como Jueza del Wizengamot, me ha dicho que vaya y hablaremos del tema, si llegara a aceptar tú quedarías a cargo de la Seguridad Luna, yo no podría con tantas cosas a la vez, no si quiero seguirle el paso a los miembros del juzgado mágico y ver qué es lo que realmente planean —su taza mágica se había llenado de té verde y vainilla, su favorito.

—Tranquila Luna, no vamos a permitir que nadie haga locuras pero tendremos que jugar el mismo juego que ellos juegan quizás sea mejor que me apresure a hablar con ella antes de que se arrepienta —comentó Darla mientras se sentaba junto a las otras un momento más.

 

Darla con Sagitas, Sean, Matthew, Juve (y no se quién más) desde el Despacho de la Ministra al Wizengamot -3 vueltas de giratiempo después... y una pizca de magia gitana...-

Un tiempo después, tras acordar con las dos compañeras de la Seguridad Mágica la Potter Black iría al despacho de la Ministra, para encontrarla, como casi siempre, reunida con el Linmer.  Aquella maldita magia los movilizó a todos y ya no estaban solos, los ojos de la Potter Black recorrieron el recinto, parecía que hubieran sido trasladados al tribunal del Wizengamot desde aquel lugar.

—Veo que la magia está cada vez más avanzada, no esperaba que nuestro coloquio fuera con todos los actuales miembros del Wizengamot presentes Sagitas hubiera esperado más intimidad, quizás tu yerno que parece tu sombra pero bueno, supongo que por qué no, vengo a reclamar el puesto que me pertenece por derecho, así haya declinado de él cuando partí hacia otros rumbos —vaya eufemismo para decir que cuando abandonó la Orden del Fénix e ingresó a la Marca Tenebrosa decidió dejar de ser jueza del Wizengamot por el bien mayor.

El Linmer sin embargo discutía con Matthew Triviani  los motivos del enjuiciamiento a Aaron, Darla mordió su labio y miró al hombre al que el secretario se dirigía, preguntándose quiénes eran más leales al líder mortífago en ese momento.

Aquello era un marementum y el rostro de Darla giró hacia una figura femenina harto conocida por ella. Lanzó un prolongado suspiro, podía sentir la magia fluyendo por el lugar y en verdad el Linmer se arriesgaba demasiado al pensar que podía contra magos cuyo poder era superior incluso que al del propio líder de la Marca. Darla se cruzó de brazos y su varita quedó más al alcance de su mano que antes. ¿Por qué demonios no se había quedado en su casa aquella mañana?

 

@ Sagitas Ericen Potter Blue  @ Sean -Ojo Loco- Linmer  @ Matthew Black Triviani  @ Juv Macnair Hasani

 

Editado 29 de Agosto del 2021 por Darla Potter Black

[Kahlan Blackthorn]

 

Linmer sin duda tenía agallas, retando de una forma tan artera a la Nigromante. Vaya que las nuevas generaciones tenían un poco más afiladas las garras, pero eso no era suficiente arma como para intimidar a la fémina. Malfoy era todo menor cobarde, el cortarle la lengua a todo aquel que solía pasarse de listo, no era menos que un placer para la hija del admirado Crazy Malfoy.

— No me han pillado, porque no poseen el poder para hacerlo—encogiéndose de hombros, restaba importancia al comentario del hombre. La presencia de Darla dentro de ese sitio, no le generaba la mayor extrañeza. Solamente pudo recordar el momento en que su afilada hoja tomará como alfiletero el cuerpo de la pelirroja— Un placer verla nuevamente, señorita Potter Black—aquel tono estaba aderezado con unas profundas ganas de batirse a duelo con la mujer. 

Pocas veces tenía la oportunidad de enfrascarse en un duelo con una persona como ella, naciendo entre ambas una rivalidad que se complementaba y se repelía el mismo tiempo. La presencia de la Ministra Sagitas, apaciguaba un poco sus ínfulas de lanzarse a matar como la desquiciada que era dentro del campo de batalla. El respeto por la Potter Blue era demasiado, aunque su sangre fría como el hielo, deseaba estallar contra alguno de los presentes, reculaba analizando con calma las consecuencias de su testarudez. 

— Me mantengo en lo dicho, no hay ser humano muggle o mágico, que pueda ponerle una sola mano encima al Señor Black Yaxley—afirmaba sintiendo su varita en su surda, si la provocaban era capaz de incendiar todo el recinto en un abrir y cerrar de ojos, importándole poco verse refundida en una celda de Azkaban. Nurmengard y Abbadon, vivían intactos en sus recuerdos, prisiones que eran peores que sentir el beso de un dementor arrancándote el alma de raíz. Ella fue celadora dentro de una de ellas, torturas interminables que le brindaban dulces cavilaciones de madrugada. 

— Señor Linmer cuide su lengua, no sea que un basilisco se la arranque de una mordida. Los accidentes pasan, no culparía a esa criatura, si la misma tiene hambre y usted es lo único que tiene delante para saciar esa necesidad primaría—la sonrisa crecía detrás de su máscara. Aquel gesto que siempre desencadenaba los peores horrores que azotarían a la comunidad mágica, trayendo consigo devastación y muerte. El verlos caer delante de sus ojos, siempre era un placer acompañado por una buena copa de bourbon. 

@ Sean -Ojo Loco- Linmer  @ Darla Potter Black @ Matthew Black Triviani  @ Sagitas Ericen Potter Blue  @ Helike R V PB

[Darla G Dumbledore]

 

Sí, las palabras de Sean habían alterado sin duda los egos y el espíritu de alguno de los miembros del Wizengamot impuesto por el Black Yaxley. Darla sonrió, la memoria de la bruja que hablaba debía ser algo floja o no tenía idea de que en el pasado  si habían tenido miembros mortífagos bajo juicio. Era verdad que Fernando Black había colaborado para que aquel primer intento de juicio contra una Malfoy y una Spinett terminara en nada más que otra burla al sistema judicial. Como cada uno de los intentos fallidos del corrupto Wizengamot. Era injusta, lo sabía, había habido miembros que no habían sido corruptos, como la viceministra, no tanto al menos, y quizás ella misma.

—El placer es mutuo Madame —Darla hizo una delicada reverencia con la cabeza en señal de respeto más no de sumisión a la Malfoy.

En cuanto a su afirmación sobre Aaron, la Potter Black decidió mantenerse al margen, la realidad mágica era que ella misma había salvado el cuello del mago en más de una ocasión y mal que le pesara a la lugarteniente fenixiana, era la única persona fuera de su bando a la que le mantenía una mínima lealtad a pesar de todo. Sin embargo su mano seguía rozando su varita, si las cosas se salían de control ella no pensaba dejar que ocurriese algo malo.

—Madame, el Señor Linmer podrá tener una lengua filosa y fuera de lugar a veces y sus formas no siempre son las mejores, pero nos guste o no, es el secretario privado de la Ministra, aún, y es casi su segundo al mando, por más independencia que tengamos los miembros del Wizengamot, le hablo como Directora del Departamento de Seguridad, las amenazas no se tolerarán ni hacia él ni hacia nadie  —hizo una pausa y sonrió con delicadeza, intentando mantener la lógica y la coherencia de la situación, a pesar de que se preguntaba si todo aquello lo tenía.

—No sé cuál ha sido el motivo por el cual Madame Potter Blue ha permitido que miembros de la Marca Tenebrosa muestren sus máscaras en el recinto, antaño eso hubiera sido intolerable, pero dadas las circunstancias… y que ella las tolera… acataré por esta vez esa decisión que ha tomado la Ministra, pero lo que no toleraré, como ya dije, es que amenace a alguno de los presentes, si se cree capaz de sostener sus palabras, será fuera de este recinto —con  un rápido movimiento Darla había aparecido el amuleto Caudex y lo pasó por sobre su corazón dos veces antes de clavarlo firmemente en su pecho y mirar a su tía —tú ya sabes lo que esto hace, si la reunión se va de las palabras a los hechizos no dudaré en usarlo sobre cada uno de los presentes, te solicito que impongas la autoridad que puedas tener sobre ellos para mantener esta reunión en paz.

Los ojos de la Potter Black despedían pequeñas chispas de color esmeralda que cuando volvió su vista hacia la bruja de la máscara se habían apagado mostrando su intención de, por ahora, mantener la paz. El ópalo en su pecho tenía la iridiscencia del mar.

 

@ Sagitas Ericen Potter Blue @ Sean -Ojo Loco- Linmer @ Matthew Black Triviani @ Juv Macnair Hasani

Editado 29 de Agosto del 2021 por Darla Potter Black

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Sinceramente me agrado el epíteto de lengua filosa...si...y apenas esa era la punta del iceberg, pues como buen jugador y embaucador en los juegos de azar siempre guardaba mis ases bajo la manga. Claro ya los tonos se estaban alterando y quien sabe si haría falta un poco mas de concordia. Me resultaba raro que alguien con la reputación de la mortifaga o incluso con la imagen que proyectaba fuera así de impulsiva. Al menos como torturador en mis años mozos (cuando aun no me había salido la cana) tenia total constancia que para realizar esa labor la paciencia...la lentitud y la meticulosidad eran grandes pilares para obtener buenos resultados.

-Venga, venga.....porque tanta tensión -dije mientras me recostaba después de oír a @ Darla Potter Black  discutir con la mortifaga cercana a mi persona, @ Juv Macnair Hasani -Darla tu tranquila....que la sangre no llegara al rió....y si me preocupara por cada amenaza que recibo....pues ya sufriría de colapsos nerviosos. Ademas no soy tan importante. Así que halla paz. -Respire profundo- Puede que resulte raro nuestras formas de hacer...pero como muestra tenemos esta reunión, que  haya voces discordantes dentro del nuevo Wizengamont no resulta un problema...de hecho es productivo...Así que señorita mortifaga...expresese libremente...y cuando sea el juicio de Aaron pues vote en contra de su condena...esta en su derecho.

Si...porque sin duda habría juicio...y claro..mis palabras era exactas, bien calculadas y muy políticas. Sabia que el hecho de que Sagitas ampliara la cantidad de miembros del Wizengamont tenia como fin pues tener como resultados aquellos que le fuesen beneficiosos...O sea quien se negaría a una jugosa pensión y a un puesto de poder en un mundo como este??? Sin duda seria un favor dispuesto a pagarse con solo...como se decía....a si...desde la Antigua Roma llegaban los ecos....LEALTAD al Emperador...bueno aquí no emperador..sino Ministra. Julio Cesar sin duda era un genio. Lastima que no fuese mago.

-En fin....pero creo que nos vamos por las ramas....-me acomodo en la silla y continuo.- Creo que lo que mas a afecto al Wizengamont de antaño es esa inmunidad que tienen. -De ahí que en su momento lo habíamos eliminado- Incluso algunos se acomodaban en un asiento para evadir la justicia. Y creo que ese es el asunto...principal que deberíamos tratar. Porque no hay justicia si alguien esta fuera de esta de forma vitalicia. Así que considero que esa parte debería tomarse como piedra angular...NADIE...esta por encima de la justicia.

Ojo...que se manipulase en Wizengamont de acuerdo a ciertos intereses ya formaba parte del juego político...y claro..el asunto era que no te atraparan...

@ Sagitas Ericen Potter Blue @ Matthew Black Triviani  

[Kahlan Blackthorn]

 

 

Los tacones de sus bota anunciaban su llegada al recinto, ajustando la capa de viaje que llevaba sobre los hombros se adentraba al sitio donde había varios magos congregados. Dedicándoles una ligera reverencia, respondía como Ministra de Nueva Zelanda, al llegar hasta sus oídos que su protegido Aaron Black Yaxley, estaba siendo buscado por la ley mágica. Esa idea loca jamás sería concebida o aceptada por la Vidente, nunca lo considero verdaderamente peligroso para la comunidad mágica, porque ella misma convivió de cerca con su adiestramiento en las Artes Oscuras.

— Primero debe realizarse una exhaustiva investigación, basándose en eso. Considero pertinente que se saquen diversas conjeturas, acusarle de lo que sea culpable y exonerarle del resto de los crímenes que no han sido perpetrados por su mano—aconsejaba guardándose un as bajo la manga. El comportamiento de Hysy, siempre estaba alentado por sus ansías de causar caos y devastación, pero delante de esa máscara iba la imagen de una mujer que a pesar de no respetar las reglas, exigía que se tratará conforme a derecho a todos los posibles criminales que pululaban dentro de Londres.

— Tengo años conociendo al Señor Black, no lo creo capaz de matar de una forma artera y salir corriendo sin más—desviando sus ojos hacia Sean. Escuchó los ataques de Darla en contra del lienzo blanco— Nadie en su sano juicio es capaz de atacar por atacar, esto a menos que se vea amenazada su integridad física o psicológica—asintió sintiendo su varita cerca del agarre de su surda. No fue a buscar pelea y mucho menos sembrar la discordia, simplemente se amparaba en defender a un hombre que era inocente ante sus ojos. 

— Tal y como lo citará el Señor Linmer, nadie esta libre de haber cometido alguna falta. Sea grave o no, falta al fin y al cabo...—regodeándose ante su mención saludaba a la Potter Black con una lóbrega sonrisa en sus labios. Viejos pasajes fueron andados por el par de féminas, vivencias que sin duda quedaron tatuadas en sus cuerpos y mentes. Ella era especialista en colarse en los pensamientos de las personas, no precisamente gracias a sus dones como Oclumante. Sino que poseía ese venenito que se inyectaba en las venas y enfermaba poco a poco al huésped que lo albergaba. 

— Ejerzo mi derecho como Primer Ministra de Nueva Zelanda, brindando mi apoyo incondicional al Señor Aaron lBlack Yaxley—indicaba mirando a todos los presentes— Haciéndome responsable de las penas que puedan recaer sobre su persona, asegurándome de darle la protección y un equipo competente que lo defienda de todo este teatro que desea armarse entorno a su persona—increíblemente se mantenía serena y calmada. Ajustándose el traje de politica activa dentro de la sociedad mágica, ya era hora de que la nación que representaba se dejará sentir con todo su poderío dentro de ese mundo. 

@ Sagitas Ericen Potter Blue  @ Sean -Ojo Loco- Linmer @ Darla Potter Black @ Helike R V PB @ Matthew Black Triviani

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Y asi...en medio de una conversacion tan prolifera aparecio alguien que creo habia visto en todo el asunto la Orden de la Hydra @ Juv Macnair Hasani . Lastima que tan buenos intentos hubiesen quedado descabezados antes de empezar. O al menos en hibernacion latente. Es que incluso para mi este año habia sido misteriosamente tranquilo. Del Inquisidor ni pio...los muggles habia aceptado de alguna que otra forma la separacion unilateral que habiamos tomado..y los magos poco o nada se habian manifestado contra los edictos. Bueno supongo que no estaba yo en la oposicion o ya habria armado jaleo. En fin....dejando esos pensamientos a un lado mejor regresar al meollo de la cuestion. Asi que la Ministra noezelandeza hablo y me permiti escuchar. 

-A ver...las investigaciones ya fueron hechas....y salvo el retraso a la hora de juzgar al ex-Ministro Aaron. Se han seguido todos los protocolos del debido proceso. -bueno salvo la mordida dada por @ Darla Potter Black en medio del interrogatorio.- Asi que no se preocupe....tanto en denigrar lo que hacemos llamandolo teatro....usted misma constatara que todo se hace con el maximo respeto de la ley.

Sin mas saque un pergamino con las lineas basica de la regularizacion que traia Sagitas y que en medio del intercambio habiamos perfilado adecuadamente. O eso queria creer yo. Solo faltarian que algunos de los presentes firmacen como testigos del acto...y claro la Ministra como autoridad.

Regularizacion del Sistema Judicial Magico.

Por medio del este medio se reinstaura el Sistema Judicial Magico en forma del tradicional Wizengamont. Aunque permanece el nombre este organismo presentara nuevas formas de organizacion y estatutos. A continuacion se citan las principales modificaciones.

1-El Wizengamont aumenta la cantidad de miembros a 50.

2- Sus miembros se decidiran entre magos de prestigio de la comunidad.

3- Sus miembros seran vitalicios en sus puestos...pero su inmunidad parlamentaria sera revocada en casos donde existan evidencias de actos criminales cometitos o asociados al miembro en cuestion. Nadie esta por encima de la justicia.

4- En caso de votacion dividida el Ministro de Magia tendra la ultima palabra. 

5- El presidentel del Wizengamont sera elegido por el Ministro de Magia. Y sera un cargo meramente de protocolo y organizacion de la institucion.