Primer Caso // Acompañantes Encubiertos. (M.M.I)

[Cillian Haughton]

Ciertamente no espera que Illidian aceptara así que quedo un tanto sorprendido en que no pusiera resistencia a su propuesta de infiltración.

— ¿Y por que supones que soy un experto en el tema? —sí, Cillian conocía ese mundo, se sentía a gusto en él pero nunca había utilizado un vestido. No pensaba hacerlo en aquella ocasión, era bienvenido en aquel lugar sin problema alguno y de hacerlo seguro que levantaban algún tipo de sospecha—. No...

No alcanzó a negarse a la petición de Illidian hacia Santagio de ir a su lugar para utilizar su ropa, Cillian no conocía a la agente pero por su aspecto podía deducir que toda su ropa sería igual de aburrida. En fin, tendría que apañarselas ya que en algún lugar aparte de Amy solo había otra mujer, que parecía estar siempre de mal humor y que en aquel momento vestía completamente de negro.

Ninguna de las dos tenía lo que necesitaban, pero en fin... Para ese momento ya estaban en la habitación de Santiago y la chica parecía bastante entusiasmada ya que ponía todas sus pertenencias a disposición de Cillian que no pudo evitar realizar una mueca de desaprobación al observar el armario de la chica. Ahí no había nada que les fuera a hacer realmente de ayuda así que tendría que recurrir a algún hechizo para alterarlos momentáneamente.

Le llevo poco más de una hora el que Illidan estuviera perfecto y eso por que utilizó magia en el proceso, pero al final estaba conforme con el resultado. Que Cillian no se hubiera vestido nunca en su vida, no quería decir que no sabía como hacerlo.

— Creo que estamos listos.

@ Illidan Black Lestrange  @ Ludwig Malfoy Triviani

[Ludwig Malfoy]

Joseph quien a duras penas había logrado salir de aquel establecimientos se encontraba lleno de maquillaje y con una enorme peluca negra la cual le doblaba el tamaño de la cabeza y parecía pesar una tonelada. Se sentía incomodo y semi desnudo, necesitaba un atuendo lo antes posible o su sueño de convertirse en la próxima estrella drag queen se vería destrozado. Comenzó a caminar por la calle y pudo ver que la calle estaba casi vacía por lo que se sintió mas tranquilo por andar libremente.

-¿En que estaba pensando? – se preguntó – debí parecer un idi*** al pensar que me aceptarían – una pequeña lagrima salió de sus ojos y se la limpió rápidamente pues no quería que su maquillaje se le corriera. Sus labios de color rosa pastel hacían juego perfecto con su piel y ahora solo necesitaba el atuendo perfecto.

Para ello encontró una tienda de túnicas y ropa de segunda mano justo a la esquina y decidió que no tenía mas nada que perder y mucho que ganar, ingresó al lugar y empezó a ver todos los vestidos que había, no tenía mucho dinero por lo que debería regatear, fue ahí donde encontró a una amable anciana que le ofreció ayuda.

-Perdone buena mujer, se que esto es algo difícil de explicar pero me gustaría un vestido y no tengo mucho para pagar, quisiera ver si usted me podría prestar y mas tarde lo respondré.

El joven Del Rio quien había sido muy educado sabía que tenía buenas oportunidades si ponía una linda sonrisa y abría y cerraba los ojos varias veces. Como por encanto la dulce anciana le sonrió y no solo le prestó el vestido rosa más hermoso que podría existir en esa tienda, le prestó unas hermosas zapatillas y un moño rosa para combinar. Ahora Pepe dela Creme estaba lista para su audición.

[Illidan Burke]

Miro aburrido mientras cillian rebuscaba en los armarios, su rostro no mostraba más que decepción, mientras revisaba los cajones y prendas que pertenecían a la agente santiago, la cual por cierto, no dejaba de observar a su jefe, esperando que este se desprendiera de sus vestiduras. 

- No pienso usar tangas...- Diría firme. Comenzado a desvestirse, tiraría su saco al suelo, su corbata, su camisa y pantalones, hasta los calcetines quedaría en el suelo. El atlético cuerpo de Illidan quedaría a la vista de la agente santiago, al cual se mordía el labio a verlo, Cillian se quejaría poco después, tras haber seleccionado un vestido algo corto para su gusto, pero horripilante, eso seguro.

Se calzó con dificultad aquella prenda, parecía un desastre. Odiaba su existencia en todo su apogeo. Con varios toques de magia y agregando otras prendas más a los movimientos de varita, quedaría vistiendo como una estrella fugaz a punto de estrellarse contra algún planeta. Se dejaría caer en la cama para que tanto Amy y Cillian se encargaran del maquillaje. 

- Si alguien dice algo de esto lo mato... - Soltaría. Amy por su parte iría al cambiador y buscaría el vestido más provocativo que encontrase, claramente cillian tuvo que volver a hacer uso de su varita, Amy su secretaria era un desastre a la hora de vestir... -El plan es este, Cillian será mi representante, Amy la secretaria de Cillian... Vamos de una vez, nos queda poco tiempo... - Diría.

Tras una aparición conjunta, se posarían sobre el lugar. En las afueras se cruzarían con otra mujer, o hombre, no sabría decirse, sus ojos eran azules, y resultaba ser sospechosamente atractiva. - También vienés al casting veo... - Diría Illidan con voz de quinceañera.

@ Cillian Ryddleturn  @ Ludwig Malfoy Triviani

[Cillian Haughton]

— Claro que todos se enteraran de esto.

Mientras Santiago se ocupaba de dar los últimos toques al maquillaje de Illidan, Cillian sacó su pequeño monedero de piel de moke de su bolsillo y rebuscó dentro del mismo hasta encontrar su cámara de fotos mágicas con la cual logró capturar una fotografía del Director del Departamento de Seguridad Mágico Italiano una vez que la agente diera el último toque y antes de que este pudiera impedirlo. 

— Espero que el flash no te haya dañado la vista —comentó al tiempo que mantenía la fotografía que acaba de tomar en mano esperando a que esta se volviera un poco más nítida—. Has salido maravillosa, ¿quieres ver? No, creo que lo mejor será que la resguarde.

Si le daba la oportunidad a Illidan de que le diera vistazo quizá perdía aquella fotografía y con ello la única oportunidad de tener una prueba de todo aquello. Le llevó solo un par de segundos el guardar de nuevo la cámara y junto a ella la fotografía que quizá después publicaría en algún sitio ya que seguro ganaba un poco de dinero por ello, ¿no? En fin, el rubio no estaría tranquilo.

¿Y ahora todos eran rubios? Quizá debía dejar de teñirse, pensó Cillian en el momento en que desaparecían de la habitación de Santiago para su posterior aparición en aquella oscura y concurrida calle que daba paso a Gatitas Melosas. La música que se escuchaba en el lugar estaba a un volumen alto, por lo que Cillian estaba seguro de que quienes fueran que vivieran alrededor de ese lugar no tenían una vida del todo feliz.

Cillian por lo menos no lo sería. Era una persona sociable, sí, pero el ruido no era algo que disfrutara y por esa razón evitaba aquel lugar. Aparte, claro esta, de que quedaba en otro país. El pequeño  y peculiar grupo avanzó poco a a poco al tiempo que un par de hombres se acercaban para saludar a Cillian. No podía negarlo, era más popular fuera que dentro de su propio país.

Pero para ese momento Cillian ya estaba cansado de su empleo, quería un cambio y todo ello se debía gracias a la aparición de Ludwig en su vida. Ya que de no haberlo conocido, su futuro hubiera sido bastante incierto. Se detuvo por un par de segundos para señalar a un hombre que esa noche vestía un llamativo traje color amarillo, Jony.

— Ahí esta nuestro hombre —Jony estaba en la entrada dando indicaciones al guardia y en ese momento ni siquiera reparó en la presencia de Cillian y sus acompañantes así que estos solo se limitaron a esperar un par de minutos para que volviera al interior de la agencia—. ¿Creen que debimos ir directo a él?

Santiago parecía un poco ansiosa en aquel lugar y dicho sea de paso no parecía bastante cómoda con la vestimenta que debía portar para aquella misión. Cillian pudo escuchar un comentario sobre la situación por parte de la agente, pero no le tomó real importancia. Quizá ella podía ser la experta en el tema, pero aquel lugar era su territorio.

— ¿Te has dado cuenta que Santagio intenta obtener su aprobación por todos los medios? —preguntó a Illlidan al tiempo que cruzaban la entrada de la agencia, el guardia era un viejo conocido suyo así que no tuvieron mayor problema—. Creo que hasta esta un poco enamorada de ti, pero es realmente insulsa... Creo que no es para ti.

Dentro la música sonaba aún más fuerte, si es que eso era posible y hombres iban y venían de un lado a otro. Sí, en Gatitas Melosas raramente se podía ver a una mujer y aquella noche, la única era Santiago. Cillian se adentro un poco más hasta llegar a una zona que parecía bastante más tranquila que la entrada y desde la cual pudieron observar la magia del lugar. Gatitas Melosas tenía la estructura de una simple taberna con un gran escenario justo en el medio, eso en su primer piso, pero el lugar estaba completamente iluminado por una tenue luz roja y las decoraciones eran mucho más que simples flores y cuadros.

— ¿Y bien, por dónde empezamos?

[Ludwig Malfoy]

Pepé dela Creme

Al fin había conseguido el hermoso vestido que le llevaría a su primera presentación, tenía miedo pero estaba entuciasmado por aquel gran paso que había dado, le agradeció con todo el corazón a la hermosa anciana y salió del lugar todo para darse cuenta que nunca en su vida había usado zapatillas y menos de un tamaño tan grande. Mientras caminaba se veía como una adolescente ridícula dando sus primeros pasos. Daba un movimiento y se tambaleaba, hacía el otro y se volvía a tambalear. Se intentó agarrar de la pared mientras casi se caía de bruces y temió que no estaba preparado para hacer algo así.

Se relajó un poco y pudo ver entonces a un par de chicas que iban caminando hacia el bar, pudo observar como contorneaban sus caderas, como parecía que levantaban los glúteos pero mantenían la espalda recta, levantaban el busto y sacaban los hombros. Se veían perfectas. Entonces Pepé comenzó a imitar sus movimientos y sorprendentemente logró caminar un poco mejor. Le dolían en el alma los juanetes y no podía entender como las mujeres usaban esas herramientas de tortura todo el día.

Llegó finalmente a la entrada de Gatitas Melosas y el guardia al reconocer que era una drag le permitió el paso sin problema, sabía que la audición era en el primer piso así que se decidió subir con mucho cuidado las escaleras. Justo antes de ello Cillian e Illidian habían entrado para hacer su misión. Se aferró como pudo a cada escalón que parecía más difícil que el anterior, era doloroso y peligroso para el, además que la inmensa peluca le pesaba cada vez más. Sin embargo estaba ahí. Llegó hasta una puerta y tocó, ahí se presentaría.

[Illidan Burke]

Pasado el circo de las fotos, Illidan haciendo poco caso a lo que pudiera pasar con su imagen, se dispuso a comenzar aquella misión. Era cierto que cualquier persona perdería la compostura. Pero él tenía una fama un tanto peculiar, no le importaba el que dirán, y se le daba cierta seguridad con ese tipo de cosas. Incluso pensó al verse en el espejo vestido de esa manera, que le resultaba gracioso, de estar Thanathos ahí, seguro se sumaba a la misión sin problemas. 

- No, ir directos a él no es lo que necesitamos... - Le diría por lo bajo a Cillian. Venimos por pruebas del polvo de unicornio, tras tenerlas organizaremos una redada. Analizó detenidamente al hombre vestido de amarillo, todo un cholo, excéntrico. Escucho las palabras sobre Santiago, sin bien era lo que parecía, Illidan tenía una explicación para su comportamiento.

- Ella tiene una obsesión con el trabajo, si tú fueras su jefe, te trataría como me trata a mí... Aunque en realidad tiene una relación de amor odio con Peralta... - Confesaría, desligándose de toda responsabilidad sobre los intereses emocionales de su subordinada. 

- Vamos arriba, el casting... - Diría. - Santiago tomate algo en la barra y no pierdas de vista al de amarillo... - Diría evitando decir su nombre. Se acercó a la escalera y pidió la mano de Cillian para que le ayudase. - Esto de los tacos debimos haberlo practicado... - Le diría. Delante de el, otra dama subía con dificultad. Todos estaban conectados con Tecnología muggle, algo que los magos nunca esperaban, incluso rechazaban este tipo de objetos. 

 

@ Ludwig Malfoy  @ Cillian Ryddleturn

[Ludwig Malfoy]

Pepé dela Creme
 

El ruido del lugar daba a entender que el bar había abierto y que dentro de poco empezarían las presentaciones de las drag queens, el piso vibraba debido a los tonos bajos que emitían las bocinas y al menos cinco empleados entraban cargando cajas de botellas de vino y otro tipo de bebidas alcohólicas, parecía que se esperaba una excelente noche para todos y Pepé tendría que dar todo de si para ganar un puesto dentro de aquella compañía.

Mientras iba caminando con dificultad para subir aquellas escaleras pudo ver a otra chica que también subía con dificultad y le comentaba sobre haber practicado con tiempo el uso de los tacones. Fue entonces que cayó en cuenta que nunca había interactuado con alguien vestido de mujer y por un momento se sintió entre desnudo y tímido. Tenía que ser confiada pues nadie querría contratar a una novata por lo que ver a alguien en la misma condición podría no estar tan mal.

-Tranquila nena – dijo y no podía creer sus palabras – saca el busto hacia en frente y el trasero hacia atrás, pon la frente en alto, hoy venimos a arrasar – escuchar sus palabras le dio ese empoderamiento que necesitaba y sonrió y comenzó a subir las escaleras con más facilidad, tenía preparada una presentación y estaba seguro que le encantaría al dueño – ¿tu también vienes a las audiciones? Mucha suerte pues la necesitarás si vamos a competir por un lugar.

Le sonrió y guiñó el ojo no quería parecer una queen problemática pero también sabía que en ésta clase de trabajos era necesario siempre darse a conocer y nunca dejarse de nadie. Así la mayoría de las presentadoras defendía su carrera y su trabajo. Entró a la oficina del jefe y se presentó.

-Hola mi nombre es Pepé dela Creme y vengo a la audición – el dueño del lugar se le quedó viendo como analizando a la chica, su cara sin expresiones no ayudaba a nada y Pepé comenzó a sentirse nerviosa, sin embargo el silencio duró poco y le pidió que hiciera la rutina que tendía preparada a lo que la chica de peluca negra respondió con…

 

 

[Cillian Haughton]

Tomó la mano de Illidan para ayudarlo a subir. ¿Cómo iba a infiltrarse aquel hombre en un lugar como ese si ni siquiera podía subir aquellas escaleras por él mismo? Dejó escapar un suspiro, sí, debieron haber ensayado un poco más lo de usar tacones. Pero en aquel momento lo que menos tenían era tiempo así que tendrían que arriesgarse sin más a quedar en ridiculo.

- ¿Y eso del polvo de unicornio es grave? - Cillian había bajado la voz, sabía que las escaleras de aquel lugar eran un lugar seguro, pero siempre existía la posibilidad de que alguien llegase a escucharlos -. No es que este a favor de las drogas, tampoco en contra... Pero, bueno.

No continuo hablando, estaban ya en el segundo piso del local en el cual parecía estarse llevando la audición. Cillian no estaba del todo relacionado con todo aquello así que a partir de ahí estaban en blanco. Buscó la oficina del Panfilo, quien sabía bien se encargaba del reclutamiento de las "chicas" que ponían el ambiente en aquel lugar. Y al encontrarla, señaló a Illidan el camino.

- Ahí es donde tenemos que ir.

Comenzó a caminar por delante hasta que logró escuchar otro tipo de música dentro del lugar. Otra persona se les había adelantado al parecer.

 

@ Illidan Black Lestrange  @ Ludwig Malfoy

Editado 23 de Septiembre del 2021 por Cillian

[Ludwig Malfoy]

Pepé DelaCreme

 

La audición había sido un éxito, había preparado aquel acto durante meses encerrado en su habitación, siempre con la música baja para que nadie lo escuchara y nunca había tendido la oportunidad de hacerlo en tacones y pese a todo estaba tan confiada gracias a que una amante chica le había ofrecido un polvo para ayudarle con sus inseguridades.

-Tranquila con esto tu audición te saldrá de maravilla, te sentirás con mucha confianza confía en mi - había dicho aquella misteriosa mujer en los baños, Pepé quien sabía muy bien que no debería confiar en extraños también sabía que necesitaba un impulso para relajarse y aspiró toda la sustancia en menos de un segundo. Al principio se sintió un poco mareada pero después tuvo una confianza que nunca más antes había tenido y logró hacer la presentación de su vida.

Don Pánfilo la contrató de inmediato e incluso le ofreció presentar su número ésta misma noche por lo que los nervios le invadieron, estaba muy feliz y sabía que daría un maravilloso trabajo saldría cuanto antes a pedir un poco más de aquel polvo para que se presentara de la mejor manera. Al salir de su audición vio a la chica con la que había subido las escaleras y a otro apuesto caballero, lo miró y le sonrió.

-Mucha suerte querida, no estés nerviosa si necesitas algo de ayuda en los baños una chica me dio una medicina que me hizo sentir mucho mejor, le pediré algo más – dijo a la otra chica y a su apuesto acompañante. Acto seguido se fue hacia los baños para buscar más de aquel milagroso polvo.

 

@ Cillian  @ Illidan Black Lestrange .