Familia Granger (MM B: 86794)

[Mica Gryffindor]

La primera en llegar fue Arabella, su prima. Reprimió el impulso de ponerse de pie y abrazarla puesto que dudaba tener las fuerzas para hacerlo.

-Me da gusto verte- dijo con los ojos empañados. -Ojalá esta reunión se pudiera hacer en otro contexto... pero la vida es una mier**- agregó resignada y desvió la mirada para dar otro trago antes de tenderle la botella -¿Quieres?

No creía que fuese a aceptar, su prima siempre había sido tan correcta, tan distinta a ella. La admiraba, la veía como un referente a seguir... con el tiempo se había resignado a que nunca lograría se como ella, sino un triste y desastroso intento. No podría cambiar, no podía esconder sus errores.

 

-Annick, hola- saludó a su cuñada. -Sophie debe estar por salir, supongo. La convoqué igual que a ustedes- agregó mirando hacia donde se emplazaba antes la mansión, de la cual quedaban ruinas. imaginaba que su prima se encontraría dentro.

 

Pronto estuvieron las tres allí con ella y no se sintió tan sola. Sabía que la relación con cada una de ellas había mutado a lo largo del tiempo, pero eran los pedazos de familia que le quedaban, solo le quedaban ellas.

-Sophia, lo siento, solo me senté a esperarlas...- se disculpó mientras se ponía de pie. Dentro de su morral el ruido de botellas fue inevitable. -Vayamos a un sitio más resguardado si así prefieren. Solo las cité porque hace mucho tiempo que no estamos las tres por acá... y necesitaba verlas. No tengo más que a ustedes en mi vida...

[Arabella Gryffindor]

Mica se giró sentada en el césped sin intentar levantarse, y me saludo, la tristeza estaba instalada en su rostro, una tristeza profunda, de las que sentíamos en todo el cuerpo. Me ofreció la botella que tenía en la mano, alce una de mis bancas cejas, antes de encogerme de hombros y asentir, pero no iba a beber directo de la botella, ello no era propio de una dama. Mientras con un movimiento de mi varita hacia aparecer dos vasos, sentí que alguien más se encontraba junto a nosotras.

 

-Annick- dije saludándola con una sonrisa algo forzada, me resultaba difícil en esos días mirar a los ojos a la pelirroja, sentir su dolor acrecentaba el mío.

 

Mica fue quien contesto a la pregunta de dónde se encontraba nuestra prima, en tanto yo hacia aparecer dos vasos más y servía el líquido de la botella, en ese instante Sophia se acercaba desde la parte de la mansión que aún se encontraba en pie, lanzando un comentario acido sobre por qué nos encontrábamos allí, no pude evitar sonreír ante lo que mi prima decía, mi primer sonrisa autentica en días. Mica se disculpaba con nuestra prima, me dolía el corazón verla tan cabizbaja y abatida.

 

 

- Vamos Sophie- dije mientras hacía que uno de los vasos flotara hacia ella, otro haca Annick y el ultimo hacia Mica- sabes que a las Gryffindor nos encanta estar al aire libre, está en nuestra naturaleza- mientras tomaba el mío y alzaba la copa al cielo- creo que deberíamos brindar ¿No les parece?- dije mientras pensaba en Elvis, quien era el lazo que nos unía, además de la sangre.

Editado 13 de Febrero del 2021 por Arabella Gryffindor

[Sophie Elizabeth Granger]

Se agarro sus multicolor melena en una coleta y se sentó en el césped junto a Arabella y Mica encogiéndose de hombros y tomando el vaso el cual vació de golpe. Si las chicas querían estar al aire libre así seria entonces, levanto el brazo hacia donde tenían la botella para que rellenaran de nuevo el vaso de vino.

 

- Bien, si aquí quieren estar aquí nos quedamos, y si a alguien le molesta le metemos un avada por lo oscurito - dijo mientras volvía a acabar de golpe con su bebida. Le hizo señas a Polo para que trajese mas bebida de la casa, porque comenzaba a pensar que aquella botella de Mica no les iba a durar mucho. El elfo trajo enseguida lo que le pedía y algunos cojines para que estuviesen mas comodas.

 

- Brindemos por las mas bellas de Ottery ósea, nosotras - dijo intentando relajar un poco el ambiente y alegrar aunque sea un poco a sus primas. El golpe recibido había sido devastador y podía ver como su familia se estaba desboronando lentamente y no podía ni quería pensar en ello por lo menos unas horas.

[Mica Gryffindor]

Sonrió débilmente al ver el gesto de su prima, quien no pudo beber simplemente del pico de aquella botella, sino que sirvió vasos para todas. Ella había sido siempre así, mucho más refinada y afín a las costumbres. Sin dudas la crianza era distinta, a pesar de ser de la misma familia, el tiempo en su niñez en que habían sido criadas en diferentes hogares era evidente.

El argumento de su prima pareció convencer a la involuntaria anfitriona del encuentro, quien de un momento a otro ya había vaciado ya dos vasos de vino. No necesitó trasladarse, lo cual era bueno, ya que no estaba segura de poder lograrlo.

 

Fue Arabella la que propuso hacer un brindis, pero no sabía si hablaba en serio. ¿Brindis por qué? ¿Por el final de todo? No entendía nada. La propuesta de Sophie fue más una broma que un brindis real, se dejó llevar por el momento y alzó el vaso para brindar "por las más bellas" como ella había dicho. Tomó de su bebida como si se tratase de una poción para olvidar, deseando que el motivo de reunión se desvanezca para simplemente disfrutar de la anhelada compañía.

Unos elfos trajeron más botellas y almohadones para más comodidad. La Gryffindor, un poco avergonzada, sacó a su vez de su bolso varias botellas que había llevado, disponiéndolas en el centro del grupo, como si fuese un improvisado fogón, aunque sin fuego. Volvió a llenar su vaso, necesitaba algo más fuerte, tomó una botella de vodka, tal vez fuese un mejor bálsamo.

[Annick McKinnon]

Al estar reunidas las cuatro, Annick supo, por los sombríos rostros que las acompañaban, que todas intentaban sobrellevar la pérdida de Elvis. Por eso no se sintió fuera de lugar; al contrario. Quizá la compañía de ellas era el único sitio en el que podía encajar en ese momento.

 

Disfrutó ver las reacciones de cada una de sus acompañantes. Eran tan propias de ellas: Arabella con sus acciones de dama refinada; Mica con la sencillez de una mujer que había pasado por mucho pero que había aprendido a salir adelante; y Sophie con una actitud alegre que lograba arrancar una sonrisa aún durante un momento tan triste como el que vivían.

 

―Salud ―respondió ante el brindis que proponía su prima. Bebió todo el contenido del vaso casi de un trago, pero al instante se arrepintió.

 

El líquido le provocó una sensación de quemazón en la garganta y en el esófago que la hizo comenzar a toser.

 

―¿Qué es? ―preguntó carraspeando y refiriéndose a la bebida que le habían servido y que había tomado sin antes preguntar. Sonrió por primera vez desde que había regresado a Ottery; y, aunque no era una sonrisa alegre como en pasadas ocasiones, al menos sí era la primera sonrisa auténtica que se le escapaba.

 

Estiró la mano con la que sostenía el vaso en dirección a Polo para que volviera a llenarlo.

 

―Supongo que la segunda vuelta ya no me tomará desprevenida ―dijo refiriéndose al pequeño episodio de tos que le había provocado el primer trago―. Por los que se nos han adelantado… ―dijo volviendo a levantar la copa y bebiendo con rapidez antes de que las lágrimas rodaran por su rostro.

 

Annick pensaba que en ese momento no era la mejor compañía para nadie, pues ante el más mínimo detalle que le recordara a su esposo ella era incapaz de evitar que los ojos se le anegaran de lágrimas; pero al mismo tiempo consideraba que solo quienes habían amado a Elvis (tanto como ella) podrían comprenderla. Y esas personas sin duda eran ellas tres.

 

[Arabella Gryffindor]

Sonreí al escuchar a Sophia, a pesar del dolor que transitábamos las cuatro, ella siempre podía arrancarnos una sonrisa, aunque no quisiéramos. Observe mientras el viejo elfo de mi prima nos acercaba más bebida y unos cojines. Mientras me acomoda en uno particularmente lindo de suave terciopelo violeta, escuchaba a Sophia brindar por nosotras, alce la copa.

 

La siguiente en hablar fue Annick, sus ojos tristes, se llenaron de lágrimas por un momento, todas entendíamos por que, por que a todas nos pasaba lo mismo. Es ese momento Mica sacaba de su morral, unas cuantas botellas más para agregar a las que Polo había traído.

 

La pelirroja propuse un brindis por aquellos que habían partido antes que nosotros, asentí y choque mi vaso con el de ella, tras lo cual, Annick vacío el contenido de su vaso. Mire a Mica quien estaba más callada de lo habitual, apoye mi mano sobre la suya, y le di un breve apretón. Nuestros caminos hacia demasiado tiempo se habían separado, por momentos nos sentíamos extrañas, pero muy en el fondo, ambas sabíamos que nos queríamos y que siempre estaríamos para la otra de manera incondicional.

 

-Por aquellos que quedamos atrás, por que encontremos paz hasta que volvamos a encontrarnos con nuestros seres amados- dije cuando llego mi turno de brindar, acerque mis labios y bebí un bue trago del líquido ámbar- es tu turno Mica ¿Porque deseas brindar? – le pregunte a mi prima, siendo ella la que había convocado esta reunión, seguramente quería decirnos algo, o simplemente deseaba compañía.

Editado 15 de Febrero del 2021 por Arabella Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Vio a su cuñada en ese pequeño momento de incomodidad y la sonrisa en su rostro le resultó la más triste del mundo. Sabía que todas ellas estaban sintiendo el mismo vacío que tenía en su pecho y que, de no ser por el hecho de encontrarse allí juntas, todas estarían acurrucadas en algún rincón ahogándose en sus lágrimas.

Fue Annick quien realizó el segundo brindis, con palabras que solo profundizaron el dolor que sentía, obligándola a encorvarse, como si así sus pulmones pudieran funcionar mejor. Luego Arabella, con un motivo similar. ¿Acaso era lo único que les quedaba esperar? ¿Simplemente que llegara la hora de un reencuentro? ¿Y mientras? ¿Qué haría mientras?

Su prima finalmente la invitó a dar su motivo para alzar las copas. La miró sin comprender sus palabras, inmersa en ese mal de preguntas, solamente llenó su vaso y bebió hasta vaciarlo. Imaginaba que frente a las demás estaba haciendo una actuación patética, pero ya no tenía motivos para aparentar ser algo más que lo que era.

-No tengo nada… -murmuró en respuesta- ¿brindar? ¿para qué? ¿por qué? Solo quiero vaciar estas botellas y que deje de doler… es todo.

Abrazó sus piernas intentando contenerse, no quería ser maleducada, no quería lastimar a aquellas mujeres que eran más que importantes en su vida. Solo no encontraba palabras ni motivos para seguir adelante.

[Sophie Elizabeth Granger]

Sus ojos negros miraron con tristeza a Mica, desde el sepelio no estaba controlando la oscuridad dentro de ella o la rabia que se reflejaba en el rojo y sabía que tenia los dias contados, si ella seguía de esa manera. Pero ahora no tenía cabeza ni corazon de decirles a todas que se iba lejos, donde el dolor no la atormentara tanto y donde no fuera un peligro para quienes la rodeaban.

 

- brindemos para que el dolor desaparezca algún día, entonces - dijo llenando su vaso de nuevo y alzándolo para brindar con sus primas. Ella no se iba a poner borracha, desventaja por ser vampira pero igual podía ponerse a tono con las otras.

 

- pongámonos al día mientras acabamos con las botellas, dime Arabella, como están las sobrinas, deben estar enormes - pregunto para distraer un poco la atención hacia un terreno seguro. Además realmente le interesaba de verdad pues había perdido contacto total con ella y las gemelas

[Arabella Gryffindor]

Suspire ante las palabras de mi prima, ojala tuviera el poder de hacer desaparecer el dolor, pero eso era imposible, el dolor nos acompañaría por siempre, solamente nos acostumbraríamos a él, pero eso era algo que no pensaba decirlo e voz alta. tome una de las muchas botellas que había en el césped y volví a llenar el vaso, si mica quería emborracharse, así seria, tomaríamos hasta perder la conciencia, esperando que el alcohol aturdiera nuestros sentidos. Sophia interrumpió mis pensamientos al preguntar por mis niñas, sonreí al pensar en ellas.

 

- Ellas se encuentran muy bien, están crecidas, ya aparentan unos 18 o 19 años- le conté a mi prima- Zahil será una gran botánica, tiene un don con las plantas, aun mas desarrollado que el mío y Aranel con los animales, ambas han crecido hermosas tanto por dentro como por fuera, estos años viviendo en escocia les ha servido para ponerse en contacto con sus raíces.

 

Hablar de mis hijas, me llenaba de orgullo, sabia que como cualquier ser humano ellas tenían defectos, pero mi mirada de madre, los pasaba por alto, ellas eran mujeres hermosas e inteligentes, y se tenían una a la otra. Dejarlas había sido muy duro para mi, pero sabia que su vida estaba por comenzar y era tiempo de darles el espacio para que ellas decidieran el camino a seguir, y si ese camino las traia de vuelta a Inglaterra sabia que las tres mujeres allí reunidas, estarían mas de dispuestas a ayudarlas, pero todavia no era momento de revelar sus deseos, por lo que sacudiendo la cabeza, volvió a dirigirse a Sophia.

 

- ¿Los niños donde se encuentran? También deben estar crecidos, unos hombres hechos y derechos- agregué, al recordar que ellos siempre había crecido a u ritmo mas acelerado que Zahil y Aranel.

[Sophie Elizabeth Granger]

Sonrió ante las palabras de su prima, sabía que igual que sus hijos, las niñas se desarrollaban a velocidad de la luz por su naturaleza mixta. Oscurus y Mitdraug se habían desarrollado primero que sus primas al igual que sus poderes por lo que no era seguro tenerlos en ese plano de existencia.

 

- los chicos están con su padre en el inframundo, suelo visitar a los tres muy seguido, sus poderes eran peligrosos para los simples mortales, aunque ahora los dominan mas, gracias a los dioses, pero aun así decidimos que debían permanecer la mayor parte del tiempo ahi - dijo en respuesta a la pregunta de Ara. Tomo una botella y volvió a llenar su vaso, acto seguido se lo paso a Mica para que hiciera lo propio. Se recostó en el césped y miro le cielo sobre sus cabezas.

 

- recuerdan cuando todo era mas simple, cuando éramos mas jóvenes, ya saben, cuando éramos estudiantes? - les pregunto mientras recordaba la primera vez que había visto a las Gryffindor y a Annick. Cuando Elodia aun rondaba por ahi y cuando las otras Granger que llegaron después de ella solían estar ahi tambien.