Tienda P.B. de Material Escolar (MM B: 96638)

[Anthony R. Dracony M.]

Tenia a mucho una semana que pensé en adquirir varias cosas necesarias para usar en mi tiempo libre. No era mucho, porque batallaba leyendo lo de las clases, asistiendo a la universidad, donde la profesora me retaba por no leer...pero si leía, lo que no podía era comprender tantas reglas y eso de efectos y quien sabe dios cuanta cosa más. Pero la profesora Arya de generales me lo dijo, son solo tropezones, tienes mucho tiempo para prepararte, no corre prisa.

 

Tenía intención de comenzar un diario, así que busque entre los locales y hallé el apropiado. Entré y saludé apresuradamente, pues debía volver a la librería a redactar mi tarea:

 

---Buenos días, perdón pero quiero hacer el siguiente pedido: un diario, un paquete de pergaminos o unos pliegos, plumas, tinta, negra y de colores, un juego de plumillas, lápiz carbón o de bibujo, borrador, una vuela pluma y si pudieran un estuche de acuarelas. Gracias, por favor envíen lo vía lechuza al gran salón, tengo que irme ahora, no he hecho mi tarea y esta apunto de iniciar mi clase por lo que no puedo quedarme, aquí dejo estos veinte galeones si es más el monto manden el total que lo haré llegar a vuelta de lechuza. Nuevamente muchas gracias y perdón pero debo correr o no estaré a tiempo para la clase.

 

Salí precipitadamente mortificado por no tener nada de la tarea, ni siquiera algún intento de borrador...otra vez empezaba muy mal en la clase....

Editado 17 de Enero del 2015 por Antoni Tonks

[Matt Blackner]

Estaba en la parte de atrás, salía con otra caja, esta vez de pergaminos de distintos tipos, tamaños, colores y formas en dependencia del uso qeu le quisieran dar, cuando entró Antoni.

 

- Buenas! que q... - pero ni me dejó hablar.

 

Venía con prisas y en un momento dijo una ristra de cosas, una lista de materiales seguramente para su estancia en la academia de magia, en cuanto terminó salió corriendo, pues al parecer llegaba tarde a algún lado.

- Adios? - murmuré, negando después con la cabeza.

 

Antoni iba a tener qeu relajarse un poco o acabaría en la cama enfermo.

- Me pondré con ese pedido. - dije. - POr cierto mamá! sabes si puedo usar una de las lechuzas del emporio para el pedido de Antoni? - dije a voces, porque había perdido a Sagitas de vista y no sabía donde estaría o si me oiría.

[Helike R V PB]

Y Xell nos dejó, sí, después de comprar el regalo, diciéndonos de que, si nos mataba no iría al entierro de ninguna. Hice un gesto con la boca, de disgusto. Tendríamos que tranquilizarnos un poco, sobre todo, por el bien de los clientes.

 

En esos momentos, un joven había entrado a comprar y Matt se apresuró a atenderlo.

 

Fui anotando en un bloc lo que iba pidiendo.

 

- Tranquilo, te lo llevaremos a dónde lo necesites -le dije con una sonrisa, mientras Matt, gritaba a su madre si podía usar una de las lechuzas del emporio.

 

Mientras veía al joven salir apresuradamente del negocio.

 

- Los jóvenes de hoy en día - dije con una sonrisa y negando con la cabeza. Consulté la lista y me fijé en que le saldría bastante cara. Al menos, esperaba que tuviese suficientes galeones para pagar lo que había pedido.

[Sagitas E. Potter Blue]

¡Maldita sobrina! Y me refería a las dos, a Xell porque se había ido con su carita de niña buena, diciendo que no nos matáramos, pero también me refería a Heliké, a quien no le importaba faltarme al respeto. A mí siempre me habían enseñado que a los mayores hay que respetarlos (Vale, no es que hubiera hecho mucho caso, pero me lo habían enseñado); ella se empeñaba en plantarme cara con cierta soberbia, algo que me cabreaba muchísimo.

 

Tal vez si ella no hiciera eso, no me importara que salieran juntos, pero pensar que Matt estaba con alguien que me faltaba al respeto, me revolvía las tripas. Iba a contestarle cuando sentí que entraba un clientes. Era Antoni. Le iba a saludar cuando salió corriendo, en estampida.

 

-- ¿Qué le has hecho a tu primo? -- le dije a Matt. -- Pues supongo que sí, aunque...

 

Me toqué la nariz, algo nerviosa. Pero no se lo había dicho a Matt y tal vez ahora era un buen momento.

 

-- Si quieres usar una lechuza del Emporio... hum... tendrás que... hem... pedírselo a Felicity. Ya no soy la dueña.

 

Miré al suelo como si hubiera una gran mota de polvo a mis pies que fuera muy interesante.

 

-- Me obligan a dejarlo. Ya sabes, órdenes ministeriales.

 

Ignoré a Heliké, no hubiera soportado que se estuviera riendo de mí, aunque lo dudaba. Era una gritona, pero no una mala persona.

[Matt Blackner]

Heliké entró, pero como Antoni no se paraba, ni siquiera escuchó. Ella se iba encargando, tras haber anotado el pedido, de comenzar a buscar las cosas...que por cierto, siq ue le podían salir ago caras. pero era de la familia, y ahí siempre se podía hacer algo.

 

- Yo? no le he hecho nada mamá. - me quejé ante la acusación de Sagitas. - Ha llegado y se ha ido....creo que si llega a pararse le da un ataque.

 

Torcí el gesto al oir que había dejado el emporio...y es qeu como en tantos otro negocios, estaba cediéndolos o traspasándolos....malditas reformas.

 

- Bueno, no te preocupes. Antoni es familia, seguro qeu puede pasar por casa a recoger las cosas. - le dije

[Sagitas E. Potter Blue]

Apreté la mandíbula con rabia. Claro que sí, Antoni podría pasarse por casa pero ...

 

-- No, Matt, mejor que se pase por aquí. Puede que el Ministerio me obligue a dejar de ser la dueña del negocio de la Tienda PB pero no puede evitar que sea la madre del dueño. Esta tienda es nuestra, es el orgullo de la mansión Potter Black, lleva su nombre. Si yo como matriarca no puedo hacerme caso por las restricciones ministeriales, tú, como patriarca, seguirás al mando de ella.

 

Había bastante rencor en mis palabras, pero eran todas ciertas.

 

-- Le diré a Antoni que se pase por aquí en otro momento a buscar su pedido. La tienda no cierra ni sufrirá más cambio que el meramente burocrático. Además, estoy demasiado acostumbrada a mandar, así que entraré por aquí para mangonearte siempre que me apetezca. Legalmente no es mi negocio pero... ¿me van a impedir que entre a ver qué tal lo llevas y si tonteas con Heliké?

 

Sonreí. El presentar batalla siempre me hacía sentirme fuerte.

[Helike R V PB]

Escuché todo lo que decía Matt y Sagitas. Desde luego, estaba convencida de que, era una aberración lo que estaba haciendo el Ministerio, pero claro ante una orden ministerial, la gente tenía que callarse... Aunque, quizá haciendo algo de ruido.

 

Negué con la cabeza. Mejor no, no vaya a ser que fuesemos detenidos, pero siempre era buena idea mostrar nuestras diferencias...

 

- Me alegro de que así sea Sagitas -le dije con una sonrisa.

 

- ¿Tontear? - Pregunté confundida- yo he venido aquí a ayudar a tu hijo, no a tontear - dije rechinando los dientes. Aunque fuese en parte cierto, no me gustaba nada que nos espiase.

 

Suspiré, debía de tranquilizarme, básicamente por el bien de mis nervios.Ya habíamos sufrido una pelea no hacía mucho pero yo ahora, sólo quería paz.

[Anthony R. Dracony M.]

Caminaba cabizbajo, pero esta vez podía perder al lado de una tortuga. Mi mente la sentía doler con aquel tumulto de pensamientos... si tuviera un pensadero...

 

Me toque la frente y luego masaje un poco, ¡que bueno seria deshacerse de pensamientos molestos!

No tengo algo así pero tengo esperanza que pueda empezar a dibujar y esa actividad me calme. Si no hago algo...me transforme en asesino.

 

Suspiro sumido en recuerdos antiguos, la ira amenaza asomando en un rincón de mi ser, tomo la asa de mi mochila y la acomodo en mi hombro, tengo en ella mis nuevos libros...podría elegir una de aquéllas imágenes para mi primer dibujo...¡oh si!¡un fénix! ¡un dragón!

 

La idea de dibujar me calma un poco, llego nuevamente al local y creó la puerta. Se escucha la campanilla y avanzo al mostrador.

---Buenos días.

[Matt Blackner]

Me eché a reir al escuchar a Sagitas. Había pasado de la tristeza a la batalla, decidida a no dejar de mandar en el lugar, aunqeu legalmente había pasado a ser mio.

 

- No te preocupes, ya tenía asumido que vas a pasarte a mandarme de vez en cuando....creo que es imposible evitar que des órdenes a la gente. - aunqeu eso de que vendría para vigilar que Heliké y yo no tonteáramos hizo que me pusiera rojo, mientras qeu la prima empezaba a quejarse porque había venido a ayudar.

 

- Creoq eu será mejor preparar el pedido de Antoni para cuando venga. Como dices, es la tienda de la familia y cumpliremos con ella como siempre hemos hecho.

 

pasaron un par de horas, todo más tranquilo y el pedido listo, esperando que Antoni pasara. Aparte de un par de curiosos no habíamos tenido demasiado trabajo, una vez qeu los nuevos materiales estuvieron colocados. Sagitas, Heliké y yo permanecíamos en el pequeño cuarto tras la trastienda que servía como sala de descanso, bebiendo café.

 

- Buenas Antoni, vienes a por tu pedido? - pregunté al chico, observando qeu parecía descontento por algo.

[Anthony R. Dracony M.]

---Hola Matt, si precisamente, he venido a ver , pues ni siquiera pude darme una vuelta por el gran salón, como había planeado. Me llevo tiempo estar en mi clase de duelo y en la biblioteca. No he parado en líos aquí y allá, pero en fin, ahora si culmine la clase, cumplí con lo básico y logre aprobar, aunque sigo en contra en eso de los duelos...en fin, ¿no hubo problema por lo que pedí?¿si me tienen las acuarelas y los pinceles? Ya necesito algo de calma, quiero dibujar y dejar de sentir este malestar que me tiene mal.

Lo siento si antes no tuve la atención de comportarme mejor. No debí venir tan a la carrera y luego...¡ah, dios! Solo hablar tan atropellado y la grosería de dejar los veinte galones así sobre el mostrador, tan...tan maleducado yo. Disculpa Matt, no tengo cabeza. Ya no se ni que hago, no pienso las cosas...soy un desastre.