Tienda P.B. de Material Escolar (MM B: 96638)

[Helike R V PB]

- ¡Claro que sí! - protesté yo, con una media sonrisa al ver cómo nos avisaba de si podíamos estarnos calladitas sin armar follón. La verdad es que a veces me daba pena...

 

- Cariño - enfaticé la última palabra. No podía evitarlo, picar a Sagitas siempre me había gustado sólo esperaba que no me armase bronca- no tardes mucho anda - le había enviado una mirada picarona pero esperando que mi suegra no lo viese.

 

Pero parecía que mi prima rubia se interesaba más porque no hubiese un incendio dentro de la tienda. Algo que agradecí.

 

- Bueno hay algunos docentes que prefieren enseñar lo básico. A mí me gusta ir más allá. Que mis alumnos experimenten y si pueder ser en una situación real, mejor que mejor - le sonreí a mi prima.

 

- Y además me gusta mucho el eso de experimentar en casa - me encogí de hombros- si en El Profeta veis en algún momento que hubo una explosión en el pueblo, ya sabéis de dónde proviene - sin poder evitarlo, estallé a carcajadas.

 

Pero Matt no había tardado demasiado y ya había traído los libros. Me fijé en el mío, por la cubierta parecía de lo más interesante...

 

- Ya tengo ganas de verlo Matt - le sonreí de oreja a oreja. Eso era una de las cosas que me hacían más ilusión, la verdad. Investigar a fondo sobre todo tipo de magia y si era en pociones, mejor.

[Matt Blackner]

Dejé los libros sobre el mostrador. Pociones para Heliké, meteorología para Xell y herbología para Sagitas. Cada una daba una clase y venían a buscar información. Sonreí levemente, encantado de qeu la familia impartiera clases en la academia, ya que Xell tenía razón, había demasiados cambios en los profesores de la academia, y no siempre llegaban a las expectativas de las clases o los alumnos.

 

- Investigar siempre es muy interesante. - dije, sonriendo levemente a Heliké.

 

- En una clase de Sagitas puede pasar casi cualquier cosa...miedo me daría ser un alumno suyo. Y más aun si no le entregan los deberes a tiempo! - comenté riendo, aunqeu rondando una vez más esa idea en la cabeza de que algún día acabaría cursando estudios muggles en la academia, era algo qeu tenía pendiente hacía mucho tiempo.

[Helike R V PB]

En cuánto mi pareja puso los libros encima del mostrador enseguida lo cogí con las manos. Tenía una bonita cubierta y por arte de magia el caldero que tenía dibujado, parecía que cobraba vida. Se me iluminó la cara, contenta.

 

- ¡Es precioso! - exclamé, contenta. Pero seguro que me costaba un riñón... Bueno esperaba que no, aún así, tampoco es que me importase mucho.

 

Ojeé las hojas mientras Matt hablaba...

 

- La verdad, en mis clases no hay ni exámenes ni deberes - comenté con una sonrisa- sólo una serie de pruebas, con instrucciones. Si las superas tiene el conocimiento - me encogí de hombros - es más fácil así. Los alumnos aprenden y yo también puedo aprender de ellos...

 

- ¿En una clase con Sagitas? - sonreí - bueno su principal materia es Estudios Muggles. Así que, hay que arreglárselas sin magia... Un poco tonto, pero bueno - moví mi cabeza, negando.

 

- Ya me dirás lo que te debo cariño - le dije con una sonrisa, sabiendo que así, picaría a su madre.

[Sagitas E. Potter Blue]

Enarqué una sonrisa ante el comentario de mi hijo, pues era más que claro que yo no podía evitar acabar mandoneando en todos los negocios que habían sido míos en su momento. Los había cedido y, a pesar de eso, seguía paseándome por ellos como si fuera la reina de la casa.

 

-- ¡Qué me vas a contar a mí, hijo! Llevo meses haciendo sustituciones de Herbología porque no encuentran a nadie que quiera esa plaza. Y mira que he presionado a Reena para que la recobre, pues ella fue profesora en la antigua Academia... Pero empiezo a cansarme de traer cada noche el abono de las macetas dentro de las uñas.

 

Miré a Heliké, esperando alguna respuesta rara porque antes me había llamado gruñona y seguro que no dejaba escapar algún comentario sobre la kk de dragón. Así que antes de que dijera nada, le pregunté:

 

-- ¿Nuevos brebajes? Miedo me das, a saber si tus alumnos no acabarán con alguna urticaria.

 

Vale, vale, nos quedábamos a solas, aunque Xell se ofrecía a evitar las peleas mutuas.

 

-- Pero si no nos peleamos. En el fondo nos queremos mucho, Xell...-- sonrisa medio verdadera medio exagerada. ¿Cariño? Me miré las uñas y las froté contra el pecho, como si las estuviera preparando como si fueran garras y después sonreí a Heliké. -- Cariño... No tardes con mi libro -- le dije a Matt.

 

Heliké mencionó que si en El Profeta decían que habían volado una casa, sería ella. Volví a reírme, pero esta vez en serio.

 

-- Pues mientras sea la Rambaldi... No te acerques a la PB con ningún potingue raro, por favor, al menos que sea con una botella de cava fresca para celebrar alguna cosa....

 

Matt decía algo a lo lejos de que era una profesora que daba miedo. Fruncí el ceño.

 

-- Pues aún no se me ha muerto ningún alumno en las clases, que lo sepas. Como mucho, alguna contusión y no estoy segura de si lo que había en el fregadero del invernadero era un esqueje de Mimbletonia o parte de un dedo humano, pero como nadie se ha quejado... lo planté en una maceta. Si nacen manos, es que era el dedo de alguien.

 

Pero no me gustó que Heliké se metiera con Estudios Muggles y volví a fruncir el ceño.

 

-- Sí, algún día haz mi clase y tal vez plante cabezas en una maceta -- refunfuñé-amenacé a mi sobrina.

[Matt Blackner]

Entré de nuevo dentro. Heliké parecía encantada con la vista de su libro nuevo, con un caldero brillante en la portada que comenzaba a moverse en cuanto lo cogía. Era bueno qeu el libro le gustara tanto, porque al final iba a ser ella quien diera las clases con él.

 

Tras revolver un poco, di con un libro de meteorología, con una portada en la que aparecían distintos climas, cambiando de uno a otro cada poco tiempo, un sistema parecido al de pociones. En la siguiente caja, al fin los de Estudios Muggles, en los que aparecían algunos objetos de la comunidad no mágica.

 

Los llevé al mostrador, dejando el de meteorología para Xell y dando a Sagitas el suyo.

 

- Pues a mi me parecen interesantes los Estudios Muggles. En realidad...bueno, en cierto modo me he tenido que apañar muchas veces con objetos muggles. Son muy curiosos. - aunqeu sabía bien qeu a Sagitas no le gustaba demasiado hacerse cargo de las clases de herbología, hacía las sustituciones pero sabía que estaba deseando que encontraran un profesor definitivo.

 

- No te preocupes, cuando venga a la Potter Black traerá cava...de eso me encargaré yo

 

"porque del restod e cosas me haré yo cargo y te aseguro qeu no las van a ver... - pensé, sabiendo que solo mi prima lo oiría.

[Sagitas E. Potter Blue]

Matt entró con un libro para Heliké. La portada era atractiva, he de reconocerlo, pero no me gustan las pociones porque siempre tiendo a poner más gotas de lo debido con eso de que "es mejor que sobre que no que falte", un refrán que no sirve para las mezclas exactas de esa asignatura. Por eso tendía a extralimitar su potencia y tenían unos efectos secundarios imprevisibles.

 

El libro de Xell parecía también muy interesante, aunque como era ella quien lo compraba, tendría que conformarme con pedir que me lo dejara cuando lo acabara de leer. Así que tomé el mío de las manos de Matt.

 

-- Los Estudios Muggles son magníficos. Y no porque yo sea la profesora, que también soy magnífica, sino porque nos acerca a un mundo desconocido y desdeñado por muchos cuando en realidad, la imaginación de los muggles no tiene límite. Estoy deseando que haya algún profesor en herbología, llevo cuatro clases seguidas y ninguna de mi especialidad. No quiero que piensen que me gusta más la tierra que los muggles y me quede con esa asignatura para siempre.

 

Suspiré, nadie quería estudiar a los muggles hoy en día.

 

-- Bueno, ¿cuánto te debo?

[Helike R V PB]

- La verdad es que Reena es una buena opción para ser profesora de esa asignatura - sonreí- me consta que es buena en ese campo si además es sacerdotisa, mejor que ella para comprenderlo todo, como tú, Sagitas - ¿alababa a mi suegra? Bueno, no teníamos porque estar siempre peleándonos ¿no? A veces es mejor dejarse llevar y que tenga lo que tenga que ser.

 

- Mejor traer abono de un conocimiento útil que ... - mordí la lengua para evitar decir << de esa basura de Estudios muggles>> con lo cuál terminó en pensamiento. Lo último que quería tener era una buena bronca. Ya había días que no nos peleábamos y a decir verdad, lo agradecía.

 

- ¿Urticaria? - reí por lo bajo- no te quejes si luego van a la Clínica Santos Mangos a curarse -seguí riéndome... - pero además de eso les enseñaré precisamente cómo hacer las cosas sin acabar con alergias extremas...

 

Sabía que había cabreado a Sagitas con el mote dado a Matt y no pude evitar sonreír de lado.

 

- No te preocupes no llevaré nada. Para eso es mejor las cartas bombas - y estallé en carcajadas sin poder evitarlo. Seguro que la pelivioleta me lanzaría algún gruñido.

 

<< básicamente tendrías que hacer un seguro escolar. Para evitar precisamente eso y asegurarle a los padres si son menores de edad de que van a una clase peligrosa - seguía metiéndome con su asignatura, no podía evitarlo, tal parecía que iba en busca de bronca, pero no, sólo pensaba en divertirme un poco a su costa.

 

<< y lo de celebrar seguro que sí. Tal vez, cuando venga la llegada de algún nieto - yo seguía chinchando, pero no podía evitarlo. Aunque no me sorprendería que fuese a darle un síncope y a Matt ponerse rojo. La verdad es que estaba en mi salsa... Un poco contradictorio cuando no quería broncas.

 

Una sonrisa burlona se formó en mi cara en cuánto escuché las palabras de Matt en mi cabeza...

 

<< más te vale que no las vea, porque entonces más que una bronca, habrá guerra >> y lancé una carcajada por lo bajo, pero seguro que Sagitas pensaba que era por otra cosa.

 

Y mi suegra seguía a lo suyo...

 

- No dudo que tu especialidad sea buena Sagitas. Pero los muggles son sucios. Matan a animales por placer, no les importa el dolor ajeno. Se crecen con su propio ego con el poder del dinero y no saben que nosotros -enfaticé esa última palabra - tenemos el poder para subyugarlos - es que al final, me había cabreado - son capaces de crear una catástrofe mundial sin importarles nada. No niego que haya buenos muggles, pero son escasos, los demás parece que son como un virus que hay que eliminar...

 

Bufé porque sabía que al final la tendríamos. Me fijé en la cantidad que había en la portada de mi libro y puse la cantidad encima de la mesa. Intentaba tranquilizarme pero el genio me salía hasta por las orejas. Después de la diversión de picar a la madre de Matt vino el enfado y estaba segura de que habría bronca al final.

Editado 1 de Agosto del 2015 por Helike Rambaldi Vladimir

[Luna Gryffindor Delacour]

Salía de mi mansion y me dirigí rauda y veloz hacía el local donde encontraría lo que quería ¿allí lo venderían? esperaba de todo corazón poder tener un perrito dalmata para mí y seguía saltando contenta aunque no tuviera trabajo aun seguía pensando que todo esto era muy divertido y que cada vez estaba más insertada en mi trabajo para conmigo misma, seguía pensando en todo esto y me pregunté si podría comprar un animalito o no ¿podría hacerlo? esperaba de todo corazón que sí y que Sagitas me recibiera como siempre, tiempo atrás yo iba casi siempre solo que con mis horarios nuevos no me pude pasar más además de mis muchos viajes por el mundo poco tiempo me quedaba para los amigos sinceros.

 

Mi traje violeta claro, mi pantalon violeta claro y mis zapatos de tacon alto violeta me daban el aspecto de toda una ejecutiva importante, aspecto que me había acostumbrado a llevar cuando trabajaba en el Ministerio, lugar al que algun día volvería con nuevos brios, por lo pronto solo quería saciar mi desazon con algun animalito y esperaba que mi amiga Saguitas la tuviera en algun rincon de aquel bello lugar.

 

Mis cabellos pelirrojos estaban sujetos en un rodete por mi prendedor del fenix dorado y una sonrisa portaba en mi rostro palido y blanco, nadie dudaba de lo que era, era una hija de la noche, una caminante oscura, una vampireza de pura sepa y aquello hacía que mi piel fuera más blanca de lo habitual y mi rostro estuviera palido casi todo el tiempo, mis ojos azules claros resplandecian como el azul del mar y tenían una mirada tierna y divertida a medida que cruzaba el umbral de la puerta con el habitual sonido de campana que anunciaba mi llegaba a tan hermoso sitio.

 

- ¿Saguis? ¿Saguitas? Hola Saguis soy Lunita Gryffindor, Luna ¿me recuerdas? en fin... yo quiero un animalito un perrito dalmata ¿crees que lo tendrás? pues y ¿que tal andas? hacía mucho que no me pasaba por aquí y pues extrañaba pasarme estuve ocupada y recien pude venir por estos lados ¿que me cuentas? y esto creo que es todo - Le comenté alegre y feliz esperando que mi amiga me atendiera pacientemente -

 

Moví mi pie alegre y feliz, estaba muy impaciente y recordé las palabras de mi padre, Elvis, "paciencia hija, todo a su tiempo" pero yo era muy impaciente así que me mantuve quieta sin dejar de mover mi pie de los nervios y sonreí amablemente esperando que me atendiera y que todo me saliera bien, solo intentaba aparentar que estaba tranquila y era paciente, mi paciencia escondia un alma inquieta e indomable, que vivia de aquí para allá con mucha energía y nunca se quedaba quieta así que simplemente sonreí y me dije que toda Gryffindor tenía su chispita de locura diaría y eso era lo mejor de absolutamente todo.

[Matt Blackner]

Noté qeu mi madre observaba el libro de meteorología para Xell con especial interés. Sonreí divertido, poruqe parecía morirse por poder echarle un buen vistazo.

 

- Si quieres también puedo darte uno de esos mamá - le ofrecí, a pesar de qe ella me preguntaba lo que costaba el libro de herbología. - Pues según esto es un galeón - terminé.

 

Sagitas era buena en herbología, pero sabía que su verdadera pasión eran los estudios muggles, la verdad es qeu a mi me resultaban llamativos, Jack me había obligado a aprender algunas de sus costumbres, qeu ponía en práctica bastante a menudo.

 

Pero mi linea de pensamiento se cortó de golpe al oir como Heliké decía en voz alta, para picar a Sagitas, qeu llevaríamos cava a casa para celebrar la llegada de un nieto. la miré alarmado mientras el calor me subía a la cara, sabiendo qeu a mi madre le iba a dar algo.

 

- Va..tengamos la fiesta en paz. - dije, intentando recuperar la voz al ver el nuevo tono de la conversación. - En todas partes hay gente qeu no es buena, pero eso no puede significar qeu generalicemos...y no te preocupes, en cuanto pueda me apuntaré a cursar estudios muggles...es algo qeu tengo pendiente!

 

No tardó en entrar una joven al local. No la conocía de nada, pero me resultó evidente qeu ella conocía a Sagitas, ya qeu se dirigió directamente hacia ella. Asi qeu esperé a ver qeu pasaba.

[Helike R V PB]

- Pues cuando puedas me dices cuánto te debo Matt - le dije con una sonrisa.

 

Sabía que a pesar de que Sagitas todavía no había dicho nada, seguro que estaba que trinaba, sobre todo porque mi primo había intentado que mantuviésemos la paz dentro del negocio. Algo que a veces a decir verdad, era un poco imposible.

 

Y se me ocurrió...

 

- ¿Tienes alguna pluma de águila real? Lo digo para firmar las invitaciones de la boda, para cuando estén listas - le dije al pelirrojo con una sonrisa de oreja a oreja.

 

Y por supuesto tan bueno como era, había defendido a los muggles. Yo en mi caso, me encogí de hombros y negué con la cabeza, ya había dicho lo suficiente.

 

Y en esos instantes había entrado una joven que me sorprendió por su vestimenta... Toda de color violeta. Me la quedé mirando porque la verdad es que estaba acostumbrada a ver en Sagitas ese color (por lo del pelo) pero no a una persona así toda vestida.

 

- ¿Gryffindor? - Inquirí en cuánto se presentó...

 

No pude evitar murmurar por lo bajo:

 

- panda de traidores a la sangre - sabía que de parte de Matt recibiría una mirada de advertencia. Pero ante ciertas "familias" era mejor no llevarse, al menos, así yo lo pensaba.

 

Carraspeé:

 

- Bienvenida al callejón Diagón - sonreí- soy Heliké Rambaldi - me presenté, ya que era de mala educación quedarse mirando a una persona cuando la otra había dicho su nombre y su apellido- y pareja de Matt Blackner.. - reí por lo bajo, al menos así tendría el terreno cubierto (?)