☀ ｡.:* Castillo Lestrange *.:｡☀ (MM B: 97133)

[Sol Lestrange Black]

Levanté la ceja escuchando el comentario de lo fácil que había sido el hacerme bajar, tenía razón, había cedido demasiado pronto, pero aquello no era difícil de remediar…

 

-Puedo ahora subirme a un árbol Evil, la verdad es que no me agrada estar tan cerca- Admití sinceramente, su presencia y cercanía me ponían los cabellos de punta sin saber exactamente en qué sentido.

 

Continuamos algunos pasos en silencio, hasta que volvió a hablar, soltando los motivos de su visita, aquello me causo gracia, vaya ahora me consideraba su “amiga”, aquello era lo más bizarro que había salido de su boca en los últimos minutos.

 

-Yo no sé qué si la palabra “amiga” aplique para mí, creo que es un término demasiado arriesgado- lo miré con aversión, sabía que no podía confiar en él y mucho menos exponerme a sus “encantos” nada bueno había resultado nunca de mis momentos de debilidad a su lado.

 

Caminé más rápido hasta llegar a la terraza, con un ademan de mi parte pequeñas luces se encendieron haciendo el ambiente menos sombrío, camine hasta la mesa y tome una de las sillas, mientras le indicaba se sentará en la del extremo contrario, lo más lejos posible.

 

Se lo pensó con aquella sonrisa cínica nuevamente, negué suavemente con la cabeza, mientras ocupaba mi silla y cruzaba la pierna algo incomoda. Chasqueé los dedos y mi querida Haydie apareció a mi lado, hizo una reverencia, para después abrir los ojos desmesuradamente ante el “invitado”.

 

-¿Encantadora sorpresa verdad querida?- Ironice mientras rodaba los ojos y ella nos seguía mirando entre sorprendida y asustada.- Todo está bien, quiero suponer que será una visita rápida, tráenos un par de copas, brandy para el caballero y una crema irlandesa para mí, por favor…

 

Se hizo el silencio tras el inmediato Plop de mi elfina, la cual tampoco parecía feliz con la visita. Mire las pequeñas luces que cintilaban entre los árboles, quizás algún hada había venido a visitar el jardín.

 

-¿Así que piensas quedarte mucho tiempo por acá?- pregunté rompiendo el silencio y cual lo temía se sentó justo en la silla a mi lado, mirándome fijamente, me removí nerviosa, odiaba aquella forma en que me miraba, como si pudiera entrar en mi cabeza y leerme los pensamientos

[Nicte Snape Evil]

No muy usualmente, se puede observar a un demonio entretenerse por más de un par de minutos, pero esta era una ocasión singular, en donde tal evento podría contemplarse, para un ser que ha vivido varias centurias sin observar algo novedoso y que todo le resulta repetitivo y banal la escena que se desarrollaba frente a ella era de lo más divertido que había visto en años, protegida por la oscuridad que la acompañaba y que contrastaba con su impecable traje blanco de chaleco y tirantes haciendo juego con su cabellera, la demonio espiaba aquella conversación. La escena era desarrollada por su padre y la esposa de este, mujer que se había granjeado el cariño de la peliblanca no sin mucho esfuerzo.

Hace pocas semanas la demonio decidió dejar de jugar con humanos normales en las inmediaciones de Belfast y buscar nuevamente algo de aventura mágica en los terrenos mágicos de Inglaterra, eso supuso un gran esfuerzo de su parte pues había logrado establecerse y tener a su servicio a un par de pelirrojas que idolatraban sus pasos, junto con ellas dio inicio a un prospero negocio de Bares de alto nivel que ayudaban a la peliblanca en su búsqueda de almas y le permitía mantener una postura publica sin más miramientos que el de una excéntrica dueña de bares.

• ¿Reunión familiar y no me avisaron?
  

 

[Mefistofeles Evil]

El ver a Haydie de verdad me causó mucha gracia, aún recuerdo como gozaba torturar a ese insignificante ser, nerviosa y servicial, nunca le agradé, a mi me era indiferente, solo que era de esos seres que tu ves nervioso y en en vez de compadeserte te da más ganas de gritarle por la espalda.

 

-Azazel te manda saludos Haydie…- avancé de decir antes de que la elfina desaparezca para traer esos tragos que buena falta hacían ya que el ambiente estaba empezando a ponerse algo polar.

 

Sentía como Sol se encontraba a la defensiva y la verdad era algo que en mis ultimas visitas fueron una constante, uno de nuestros defectos juntos es que hablábamos poco, nuestros cuerpos se encargaban del resto, para bien o para mal.

 

-Pues quiero reactivar mis negocios por acá, tu sabes lo preciadas que son ciertas almas, las mágicas sobre todo y la ultima vez que viene me dediqué más a abrir sucursales más que a atender mis negocios, creo que debe existir un tiempo para todo y este particularmente es de trabajo, asi que no te emociones cariño...-

 

Sus ojos me traspasaron con ira, entendí que mi lengua me había jugado una mala pasada y estaba en mal predicamento, mi gran defecto con ella era ese, no mantener la boca cerrada cuando debía, decir lo preciso cuando podía y actuar cuando sabía que ella quería, esas tres pequeñas reglas jamás las pude aplicar con Sol, pero ese dia la diosa fortuna estaba de mi lado.

 

De entre la sombras emergió mi primogénita, Nicte, nunca me caracterice por ser el padre mas amoroso del mundo, especialmente con ella, siempre fui duro y eso es bueno, le ha dado carácter, lo que se necesita por si en algún momento faltase, aunque eso no va a ocurrir, pero siempre hay que estar preparado.

 

-Vaya, vaya que sorpresa, Nicte por acá...-fingí una sonrisa...-creo que debimos avisar con anticipación para dar tiempo a nuestra anfitriona a preparar bocadillos...-luego volviendo los ojos a Sol le dije...-Creo que esto de aparecer de improviso es de familia, lamento mucho este espectáculo, pero creo que necesitaremos otro trago mas...- me acerqué a la demonio y le di un beso en la frente...-Bienvenida nena-

[Sol Lestrange Black]

Escuche sus palabras entre molesta y divertida, ¿De verdad pensaba que después de todo lo vivido moría por volver a sus brazos? Estaba más que equivocado. Negué suavemente, no le iba a dar el lujo de que me viera enojada.

 

- No te emociones tu “cariño”…Sabes a donde tienes que ir si esperas esa reacción, y no me hace falta tu presencia, tengo cubierto ese aspecto al 100%- Alcance a decir soltando una cantarina risa, antes de que una verdadera grata sorpresa apareciera también en el jardín.- ¡¡Por Merlín, esta si es una hermosa y GRATA sorpresa!! Bienvenida a tu casa mi niña, que alegría volver a verte…

 

Me puse de pie y corrí a su encuentro atrapándole en un efusivo abrazo, hacía años que no sabía de ella, era momento de ponernos al día, su presencia no pudo llegar en mejor momento, así podría distraerme de los “atinados comentarios” que su flamante padre soltaba sin el menor filtro.

 

-¿Te quedaras en casa verdad? ¿Quieres algo de beber? ¿Ya comiste?- Soltaba una pregunta tras otra emocionada observándole de pies a cabeza- Adoro el don que tiene ustedes los demonios de permanecer siempre hermosos…- admití besando su mejilla.

[Mefistofeles Evil]

Por unos instantes me sentí cómodo, los mas cerca a una familia para mi estaba reunido en ese instante en el Castillo, la llegada de Nicte había reducido a casi cero el ambiente bélico que predominaba en esa casa, los ánimos dejaron de estar caldeados y la conversación empezó a ser más distendida.

 

Sabía que Sol quería mucho a mi hija, pero esta vez vi atenciones más allá de lo cordial, por lo que deduje que era una manera de hacerme notar claramente que no era del todo bienvenido aún en su casa y que necesitaría hacer muchos esfuerzos, muchísimos esfuerzos para poder lograr por lo menos un vaso de agua con algo de generosidad. Extrañaba un poco este tipo de cosas mundanas, pero es algo que nunca he podido llevar bien, tenía esa innata habilidad para volver incómodos hasta los momentos más perfectos.

 

Miré a mi hija y acariciando su rostro le dije:

 

-Es excelente que estés por aca princesa, luego tendré una larga charla contigo, grandes negocios nos esperan y te quiero en ellos...-quité la mano de su rostro y caminé hacia Sol...-Me alegro Sol que tus necesidades genito-afectivas estén mas que satisfechas, y que estén "cubiertas" al cien por ciento...-aclaré un poco mi garganta y continué...-como te indicaba mis fines son otros, de que en un futuro puedas ser un medio no lo se, pero por el momento mi brandy es lo que más deseo en esta noche...- ven lo que dije, no puedo mantener la boca cerrada.

[Nicte Snape Evil]

Dando unos pasos insonoros se acero a la puerta de la residencia, mirando de hito en hito a la pareja que aguardaba en la puerta, la mujer sonreía cálidamente a la demonio, mientras su padre no dejaba de observarla tal vez con un dejo de orgullo al saberla su creación, sin duda el infierno estaría en excelentes manos en caso que el faltara en algún momento. Los labios de su padre se posaron en la frente de la chica, mostrando así el cariño que le profería el demonio a su creación, logrando que la chica sonriera a la vez que dirigía sus pasos hacia la entrada de la residencia.

 

Las cálidas palabras de Sol eran un alivio momentáneo para la situación que minutos antes se presentaba en aquel lugar, pero mucho se temía la peliblanca una lucha de titanes entre esta pareja por la “tutela” momentánea de la demonio y no tardaron mucho tiempo sin que sus sospechas se hicieran ciertas al escuchar las palabras de su padre, que la hizo recordar una frase leída en algún libro “Mas temo al demonio bueno que al ángel malo”

 

-Ya abra tiempo para ello papa- Dijo la chica respondiendo así la invitación de su padre.

 

- ¿Qué tan buenos son los hoteles por estos rumbos Sol? No quiero incomodar realmente, solo estoy de paso buscando nuevos aires y saludando a la familia – respondió la demonio con una sonrisa al alud de interrogantes de la esposa de su padre.

 

Con un ágil movimiento un banco apareció de la nada materializándose justo debajo de la peliblanca segundos antes que cayera.

-Tranquilos no me caeré.

 

[Sol Lestrange Black]

No pude dejar de notar que el también estaba feliz de ver a su hija, seguramente tampoco la había visto en mucho tiempo, apenas unos minutos de calma se habían presentado con su llegada, hasta que nuevamente aquella gran boca echo todo a perder. El ultimo comentario me cayo como balde de agua fría, definitivamente su filtro había desaparecido.

 

 

-Eres un…- respire profundamente intentando no perder los modales y ponerme en su mismo nivel, aquello había sido un comentario bastante desagradable y fuera de lugar, más aun tomando en cuenta que ya no estábamos solos. –Me temo que no tendrás ni si quiera eso, me parece que ese tipo de expresiones están fuera de lugar Evil, así que por respeto a Nicte, no te contesto como debería.

 

 

Para su fortuna Haydie llego con las bebidas, resople y volví a tomar asiento , indicándole a Nicte el lugar a mi lado, mientras aparecia su propio banco.

 

- Gracias querida...- acaricie sus largas orejas, mientras dejaba las copas sobre la mesa

 

- ¿Quieres algo en especial pequeña?- pregunte a Nicte antes de volver a centrarme en el patan de su padre.- No me incomodas cielo, al contrario, me encantaria tenerte aqui por un tiempo...

 

 

 

Lo mire directamente antes de continuar-Te voy a pedir que si un poquito de educación te queda, cuides tus comentarios, si quieres salir de pie de mi casa…No me vuelvas a hablar asi …¿Entendiste Evil? No estas en casa de tus amiguitas…Esta casa la respetas, y me respetas a mi o te puedes devolver por donde veniste...

Editado 13 de Septiembre del 2018 por Sol Lestrange Black R

[Mefistofeles Evil]

Escuche detenidamente cada palabra que de la boca de la bruja salían, todas cargadas de ira y resentimiento, pero con razón, esta vez y de largo se me había ido la mano, en ocasiones puede ser muy visceral, sobre todo con ella, nunca soporté de ninguna de las formas que sea feliz, mucho menos sin mí, no sé si por ego, no me atrevería a decir que es amor porque está casi científicamente comprobado de que carezco de todo tipo de empatía, que no fuera a mi conveniencia, con algún ser humano, pero es un sentimiento intenso, algo que siempre ha sacado lo peor de mí.

Esta vez mi propia lengua me hizo una jugada casi de mate, no quedaba otra alternativa que el gran Mefistofeles extienda una disculpa, tenía que ser más listo y no caer en provocaciones, ya que seguramente en toda la velada tendremos un puñal apuntado al costado, hincando al punto de herirnos, pero no de matar.

-Lo siento Sol...-le dije mirándole a los ojos, a pesar de mi vergüenza nunca agacharé la cabeza ante nadie ya que hasta para disculparse hay que hacerlo con altivez...-no sé qué me pasó, creo que hay cosas que cambian y otras que no, estas en todo tu derecho de molestarte conmigo, creo que me conoces y sabes cómo reacciono cuando me topan ciertos temas, mi intención al venir aca no fue pelear, ni marcar ningún tipo de territorio, simplemente fue el venirte a ver, nuevamente lo siento...-

Tomé mi bebida y apresuré el trago, las disculpas siempre me sabían a vinagre y necesitaba pasar rápido aquel mal rato.

[Sol Lestrange Black]

Escuche con atención, su disculpa, aquello si que me había tomado por sorpresa, si bien sabía que era un caballero cuando así le convenía, lo sincero que parecía en esta oportunidad me había dejado perpleja.

 

Di un sorbo a mi bebida intentando asimilar todo aquello, habían sido muchas sorpresa aquella noche y empezaba a sentirme algo abrumada por todo aquel despliegue de emociones encontradas.

 

-Acepto tus disculpas, yo tampoco quisiera que esta visita terminara en tragedia…- admití sonriendo- Creo que si algo sabemos es justo donde y como atacarnos, asi que por el bien de la humanidad intentemos ser prudentes y por amor a Merlín cuida lo que dices…que yo intentare hacerlo también.-prometí mas relajada.

 

Nicte miraba la escena muy entretenida, podía casi sentir como gozaba el ver a su padre atacar y luego recibir mi contra ataque, era algo a lo que estaba completamente acostumbrada, por lo que no la intimidaba y mucho menos le preocupaba, sabía perfectamente la mecánica de aquel “juego”.

 

Me estremeci un poco por la brisa, y quizas tambien un tanto por los nervios, aquella velada pintaba para ser intensa por llamarle de alguna manera. Miré a aquel hombre frente a mi, parecia el mismo de siempre, nada en el había cambiado, seguia odiando lo que en el odiaba y me seguia gustando lo que me gustaba.

 

-¿Así que vienes por negocios? Vaya veo que algunas cosas no cambian…

[Mefistofeles Evil]

Parecía que al final o por lo menos por ese instante las tensiones bajaron de una manera notable, creo que fue útil aquel sacudón ya que tanto ella como yo caímos en cuenta de que estábamos siendo muy hostiles el uno con el otro y sacamos banderas blancas tratando de entablar una conversación que sea en la medida de lo posible civilizada.

Si algo debía alabar de Haydie es que siempre sabía la cantidad y la temperatura exacta en la que deseaba mi brandy, sentado en ese jardín viendo a mi hija y a Sol, por un instante me sentí en una poderosa máquina del tiempo, como nunca me hubiera ido, como que todo era igual, tal vez en el fondo y por unos pequeños instantes deseé que aquello fuese asi, y es más, tenía el poder para que aquello ocurra, pero tenía completamente prohibido hacerlo, eran leyes naturales que no debía quebrantar. Lo hecho, hecho estaba y jamás me arrepiento de lo hecho, no soy ser de remordimientos.

-Dicen que lo bueno de los malos es que en verdad nunca cambiamos, si podemos aplicar el término del bien y mal, tu sabes que estoy sobre ello...-sonreí y le di otro sorbo a mi trago...-más que negocios querida he venido a poner la casa en orden, hay demonios de cuarta vagando en la comunidad mágica aparentando lo que no son, asi que hay que ajustar cuentas...-le miré fijamente a los ojos y acercándome a su oído susurre...-el hecho de que no me hayas visto no quiere decir que no haya estado presente, lo sé todo, siempre estuve pendiente de t...-dudé por un segundo en utilizar ese pronombre por lo que lo llevé al plural para salir del aprieto que nuevamente mi lengua me iba a llevar...-de todos y de todo...-