☀ ｡.:* Castillo Lestrange *.:｡☀ (MM B: 97133)

[Sol Lestrange Black]

Los ánimos parecían haberse calmado, algunos comentarios de parte de Nicte algunos otros de parte de su padre, que parecía haber entendido bien la mecánica que tendríamos en aquella oportunidad. Era raro volver a estar ahí y con aquella compañía, un pequeño y sutil suspiro escapo de mis labios, pero de inmediato respire profundamente y aparte de mi mente todo sentimiento de melancolía, no podía darme el lujo de tenerlos, no con él.

 

Escuché aquel último comentario, muy cerca de mi oido, lo cual me hizo removerme “incomoda” pero complacida, solté una suave y cantarina risa, ante su confesión, pese a que había querido disfrazarla después con un dejo de indiferencia colectiva. Estaba descubriendo que pese al tiempo y los rencores compartidos aun teniamos aquella "chispa".

 

 

-Interesante Señor Evil ¿Sigo estando en su lista de vigilancia permanente? – A veces su sinceridad no era tan desagradable. Me mordi el labio provocandolo, sabia las reacciones que tenian en su persona aquellos "detalles", no deje de notar que tambien cambiaba de posicion buscando que el espacio entre nosotros creciera.

 

 

- Ahora entiendo porque de pronto el ambiente se volvía algo “incomodo”- Admití en tono de broma- Sabes que tus aires de caballero andante en brillante armadura en pro de su dama, ya no funcionan conmigo…- confesé intentando convencerme mas a mi misma- La verdad es que creí que nunca te volvería a ver, quizás por eso fui tan poco educada en un principio, aunque tomando en cuenta la forma en que lo nuestro termino no debería ni dirigirte la palabra. – Admití frunciendo el ceño y trayendo a mi memoria momentos demasiado tristes, la imagen de dos pequeños rostros me hizo sentir un fuerte nudo en la garganta.

Editado 14 de Septiembre del 2018 por Sol Lestrange Black R

[Mefistofeles Evil]

Se podría decir que ya estábamos totalmente distendidos, ya que incluso la vi sonreír, en mi vida me he preparado para muchas cosas, he enfrentado demonios terribles, ángeles poderosos, pero esta mujer, tenía una asombrosa habilidad de saber cuándo me encontraba con la guardia baja y con gestos o palabras, el simple hecho de verla reír, me robaba las palabras y me dejaba sin argumentos, odiaba eso.

Aquello era una de las razones por las que siempre terminaba alejándome o alejándola, no puedo concederme el lujo de estar tan vulnerable, aquello nos ponía en peligro a todos, lo mejor era hacer que me odie, y creo que para aquello si desarrollé una gran habilidad.

-Tu no necesitas estar en una lista...-

A veces como demonios no medimos la magnitud de nuestras acciones, menos yo, a pesar de ser un humanista porque si existe alguien que sea un admirador del ser humano ese soy yo. Herir a Sol fue lo más duro que he hecho en mi larga existencia, pero las matemáticas espirituales no son perfectas y más conmigo ya que yo jamás he sido de los que doy, sino de los que quito.

-Creo que te falta conocerme querida, te faltaría vida para saber de todo lo que he sido y soy capaz, lo que menos quisiera es hacerte daño nuevamente, yo siempre evoluciono, siempre traigo cosas nuevas, tan agradables como terribles y el problema es que mi naturaleza no me da para elegir que o a quien le corresponde mis acciones, odiaría lastimarte...-terminé el trago de mi copa y la coloqué en una pequeña mesa que se encontraba a mi lado...-pero tienes un imán, una fuerza que me atrae siempre a ti, que me devuelve de donde esté, por eso no creo que hayas pensado que jamás me volverías a ver, ya que sabes que no puedo estar lejos de ti...-

[Sol Lestrange Black]

Negué suavemente con la cabeza, definitivamente aquello estaba tomando un camino que no estaba segura si estaba dispuesta a tomar, empezaba a sentirme ligeramente acorralada, pese a que no era nada propiamente físico. No me gusta sentirme así, y menos tomando en cuenta las circunstancias extrañas de nuestra situación, no me atreví a llamarle relación, aquella palabra era demasiado grande.

 

Escuché sus palabras y por raras que fueran casi lograba convencerme de que eran sinceras, lo conocía lo suficiente para distinguir la verdad de la mentira y el sarcasmo de la razón. Pero algo dentro mío me decía que no podía bajar la guardia al cien por ciento.

 

-Señor Evil, si no lo conociera tan bien pensaría que se está poniendo romántico-solté un poco en broma y otro tanto en verdad- Eres realmente increíble, nunca dejas de sorprenderme aun después de tantos años, estamos aquí sentados como si nada hubiera pasado.

 

Volví a beber, y solté una nueva risa, era impresionante como hasta en nuestra forma de pelear éramos compatibles.

-¿Así que volviste por negocios o por qué querías saber de mi?- Solté ya sin darle mas vueltas . – Sabes que puedes confiar en mi…

[Mefistofeles Evil]

Sentía que estaba bajando la guardia, pero en esta ocasión si quería hacerlo, aquel flirteo era propio de nuestras conversaciones y por costumbre siempre terminaban en un solo lugar, y a pesar de que aquel sitio era muy tentador de visitar, los acontecimientos pasados están frescos todavía, aunque en aquel lugar siempre limábamos hasta las más grandes asperezas.

Sus preguntas venían cargadas de un dulce veneno que me dejaba casi sin salida, todos mis argumentos se iban al piso, todas las murallas que construí antes de entrar a aquel jardín se iban cuarteando con peligro grave de desmoronarse. Si cedía sabía perfectamente que iba a pasar, pero no lo podía permitir, esta sería una de las pocas ocasiones en las cuales no piense en mí.

Caminé un poco alejándome de ella y rompiendo el contacto visual que prácticamente se había convertido en un campo magnético y me puse a acariciar con las yemas de mis dedos las hojas de un manzano.

-Negocios Sol, solo negocios...-mentí, aunque no creo que fui muy convincente...-Para saber de ti no necesito volver porque como te dije, siempre sé de ti...-

Tenía que de alguna manera salir de aquella burbuja cálida que había formado, asi que intenté cambiar de tema.

-Y tu familia Sol, ¿cómo están? ...-regresé a verla y sonreí...- ¿No han preguntado por mí?, deben haber estado preocupados por mi desaparición tan repentina, siempre fueron entre ustedes tan...……….unidos...-

[Sol Lestrange Black]

No hice nada por detenerlo, dejé que escapara un poco, por raro que pareciera en aquel momento el juego del gato y el ratón parecía estarse poniendo a mi favor, lo cual me hizo sentir poderosa. Debia disfrutar aquello lo más que pudiera. Nicte con aquella prudencia que le caracterizaba se excusó un momento para ir al tocador, por lo que nos quedamos solos.

 

 

El repentino cambio de tema, me hizo fruncir el ceño, ambos sabíamos que en ese tema siempre habíamos tenido los mayores problemas, obviamente mi familia siempre había tenido mejor sentido común que yo y desde luego mejor memoria.

 

 

-Mi familia, la verdad es que la mayoría del tiempo la paso sola en el castillo, cada quien anda en sus cosas, por lo que dudo mucho que si de mi apenas se acuerdan , en algún momento piensen en ti… - Admití encogiéndome de hombros.- Los que quedan están bien…viajando siempre… de hecho tienes suerte de encontrarme aquí, se que puedes sentirme, pero para verme necesitas estar presente¿ no?

Editado 14 de Septiembre del 2018 por Sol Lestrange Black R

[Mefistofeles Evil]

Quise enfriar un poco las cosas topando el tema de la familia de la Lestrange y surtió efecto, ya que de la exaltación y la adrenalina a mil que vivimos hice que todo bajara su temperatura a bajo cero. Sentí su corazón entristecerse por recordar a su familia, ella siempre fue muy apegada a ella, y justamente por ese tema es que tuvimos un sinnúmero de discusiones y peleas, ella siempre salió en su defensa, algo admirable en ella, pero lo que me molestaba es que aquello no era recíproco, no dudo que no la quieran, pero algo que me enseñó la vida es que no puedes querer a algo que nunca vez.

No tenía armas para hacer de menos a su familia ya que siempre he sido mucho peor, siempre que asomaba en la vida de Sol era para ocasionar grandes daños en su vida, siempre le advirtieron que no era nada bueno y por mucho que no lo soy.

- Hay muchas formas de verte, no necesariamente debes estar presente, muchas veces lo único que tenía que hacer era cerrar los ojos y ahí estabas, tengo gravado en mi memoria cada centímetro de tu piel, todos mis sentidos te conocen de pies a cabeza...-sonreí y si tuviera algo de vergüenza en la vida me habría sonrojado con los miles de recuerdos que pasaron por mi mente, pero literal, no tengo sangre en la cara...-Tu familia nunca fue de mi agrado y yo tampoco fue de ellos, pero solo quería protegerte de lo que a la final era cierto, eso no le quita que sean mejores a mí, para muestra...-señalé todo a mi alrededor...-un botón...-

Sonreí un poco y caminé jugando con el líquido ámbar que se encontraba en mi copa, viendo como su textura que quedaban pegados en las paredes del cristal, demostrando la gran calidad del licor.

-Pero bueno, no nos pongamos sentimentales, estoy de vuelta y eso es para festejar...-había algo que si era más grande que yo y ese era mi ego...-Cuéntame que tenías pensado hacer antes que este demonio viniera a ponerte de nuevo tu maravilloso y perfecto mundo de cabeza...-

[Sol Lestrange Black]

Suspire un poco al recordar a mi familia, definitivamente siempre habían tenido la razón, no los había escuchado a tiempo o había hecho caso omiso de sus consejos, por mi necedad de aferrarme a algo que perfectamente siempre supe que no era bueno, incluso aun ahora lo tenía claro y estaba frente a aquel hombre bebiendo como si nada hubiera pasado.

 

Solo que en esta ocasión era totalmente diferente, ahora los dos sabíamos lo que éramos y a lo que nos enfrentábamos, y si hacíamos algo ya no sería por error o inocencia, seria por el puro gusto. Lo mejor sería tomarlo con precaución.

 

Sonreí divertida al escucharlo hablar de los recuerdos, si bien había infinidad de malos recuerdos, no podía también reconocer que habíamos pasado muchos buenos también, teníamos algunos detalles en los que siempre existiría esa compatibilidad absoluta y ambos sabíamos cuáles eran. Imágenes comenzaron a pasar por mi mente, sacudí la cabeza alejándolas, no era buen momento, y menos tomando en cuenta que a veces sentía que podía leer mi mente como un libro abierto.

 

- La verdad es que mi idea era irme a dormir- admití sonriendo- Pero ya que los aires del tiempo te trajeron por acá…- Sus ojos tenían un brillo travieso que me obligo a decir- No me mires así, no sea que me convenzas- dije riendo, con un aire de admisión disfrazado de broma- ¿Por qué no me llevas a un lugar lindo a disfrutar de la noche?

[Mefistofeles Evil]

Las cosas poco a poco iban dando un peligroso rumbo, el frio polar de un principio estaba ya convirtiéndose en clima de verano, con peligro de que la temperatura con el paso del tiempo empiece a elevarse y sabía que en momento que eso ocurría entre los dos podríamos derretir lo que se encontrara cerca, quería salir de ello, pero a cada paso que daba en vez de alejarme me adentraba más en ese torbellino, me succionaba y me arrastraba, tenía que ser más fuerte.

-La verdad es que para mí no hay lugar más hermoso que este, además el lugar no es el que hace especial sino las personas con las que los compartes...- fui muy sutil, la verdad no quería llevar esto a un ambiente romántico, no estaba dispuesto ceder...-además Nicte regresa en instante y no quisiera que la nena se sienta abandonada...-ese papel de padre preocupado definitivamente no me quedaba.

Empecé a caminar un poco, rompiendo un poco el campo visual, relajando un poco más las cosas, definitivamente con ella solo manejábamos dos extremos, el término medio no iba con nuestra forma de ser, era fuego o hielo, amor o guerra, siempre fue asi desde el inicio, tal vez por eso es que éramos tan compatibles, yo era y soy el infierno, y ella no teme estar en él.

-Como te decía tengo que estar mucho tiempo por aca, deberé buscar un lugar donde quedarme...-le sonreí de manera sarcástica y me puse la mano en la barbilla...-no temas, no te pediré posada, pensaba ir a un hotel por lo pronto, aunque no creo que las solicitudes de asilo no tarden en llegar, sabes que hay gente que a pesar de años de desaparición aun me son leales...-

[Sol Lestrange Black]

Me divertía la manera en que intentaba desesperadamente escapar, aquello me hacía sentir fuerte y poderosa, la forma en que intentaba escurrirse me hacía tener más ganas aun de acorralarlo y ver cuánto duraba su “fuerza de voluntad” .Tampoco pensaba ceder fácilmente, había demasiadas cosas por las que yo también debería intentar huir, pero por el momento tener la sarten por el mango me hacía sentir más fuerte que vulnerable.

 

Me rei ante el comentario de su supuesta preocupación, por nuestra hija, sabia que lo que menos era, era un padre amoroso, pero bueno aquella era su forma de intentar mantener la distancia, se aparto nuevamente intentando escapar, no se lo dejaia fácil, por lo que también me puse de pie y lo seguí, era momento de usar mi ventaja.

Haydie apareció nuevamente, trayéndonos un recado de la propia Nicte.

 

-Akra, el ama Nicte pide la disculpen, tuvo que salir a arreglar un asunto urgente de negocios, pero promete volver en cuanto lo solucione…

 

-Gracias querida…-le sonreí y volví a mirar al demonio frente a mí con una mirada de triunfo. Sus pretextos estaban esfumándose.

 

Me mordí los labios mientras me acercaba, dispuesta, no pensaba quedarme en casa, había venido a sacarme de mi zona de confort ahora se atendría a las consecuencias de ello. Mi elfina desapareció nuevamente.

 

-Asunto resuelto, la niña no se preocupara por ti - Solté una suave risa y volví a encogerme de hombros- En cuanto a lo del asilo, no dudo que te sobren brazos en los cuales caer esta noche…- admití quitándole importancia- Espero que encuentres un lugar “cómodo”. Sonreí de medio lado- Anda salgamos, te prometo que no intentare ultrajarte, ni abusar de ti- bromeé divertida viendo cómo se ponía nervioso- Si no vas conmigo tendré que ir sola….ya después podrás ir a donde te lleve el viento…¿Subo a cambiarme? ¿A que le tienes tanto miedo Demonio?

[Mefistofeles Evil]

Lo de Nicte lo tenía más que sabido, el trabajo pendiente era precisamente un encargo mío, no lo había completado por lo que al verme en casa no tuvo más alternativa que ir a terminarlo antes que le haga cuentas y eso no hubiera sido agradable, más en casa ajena, no era el momento ni el lugar y muy perceptiva mi bella primogénita lo entendió.

-Créeme que lo que menos siento es miedo y sabes eso de sobra...-adopté aquella pose de suficiencia- Te tengo cariño y si yo quiero algo sabes que lo voy a conseguir, por más que luches, a menos que te encapriches en no hacerlo, pero ahora te veo jugando, avanzando, insinuando, pensando que en el primer resbalón caeré, pero siempre terminas cayendo tu su Sol, siempre ha sido así, quien más ha perdido, quien más ha sufrido, quien termina perdiéndolo todo siempre has sido tu...-

Le di la espalda y caminé con las manos cruzadas, mirando la belleza del jardín, siempre admiré el buen gusto de mi anfitriona.

-Sabes que te tengo un cariño especial y lo que menos quiero es lastimarte nueva nueva nuevamente, insisto querida, no tengo miedo por mí, si quieres vamos a donde tú quieras, si quieres jugar con el diablo, estas en todo tu derecho, pero recuerda que la única que terminará quemándose eres tu...-la miré a los ojos...-tú debes conocer más lugares que yo por acá, tu ordenas a donde ir...-