.: Castillo Triviani :. (MM B: 78361)

[Matthew Black Triviani]

Sonrío.

 

Extranjero, como todos, pensó en sus adentros. Reservo sus emociones para otra ocasión, por lo que solo le demostró un reflejo leve y fugaz de su sonrisa. Le dio un poco de pena el escuchar la respuesta de éste; ¿Acaso no sabia en que lugar estaba hurgando? le dio una palmada en el hombro al joven y busco con sus ojos a Zoella. Se dice que uno, por más que intente lo contrario, siempre termina volviendo a su hogar, aunque éste no sea un lugar en especifico, más bien un conjunto de dementes individuos que lograrían sacar de quicio a cualquier otra persona que se atreviera a acercarse.

 

Termidor apareció, al fin, con una botella de Ginebra y un vaso. Se acercó a él para tomar la botella que parecía no tener dueño -todos rotulaban su alcohol- y de no ser así, no pediría disculpas. Dio un sorbo con los ojos cerrados y sintió la agradable sensación recorrer su cuerpo, sacudió los hombros y abrió los ojos. Dio unos cuantos pasos, alejándose de ellos para recargarse en la pared más cercana. Entonces tuvo tiempo para pasar su mirada por ambos. Hizo un gesto con dos dedos de su muñeca, apuntando la cien, como saludando junto con un guiño y una arrogante sonrisa. Llevó la mano izquierda a su nuca, acomodando un poco su alborotado cabello cuando al mismo tiempo se encogía de hombros sin saber qué más decir. Pasó nuevamente a mirar a Blaise, desviando después su mirada hacia el suelo al mismo tiempo que negaba con la cabeza con su típica sonrisa aún acompañándolo.

 

Se demostró indiferente, antártico, como siempre. Empujo a Termidor y se dirigió hacia las escaleras, mientras al aire soltó un comentario, luego de escuchar al joven murmurar... Si, lo que vivía dentro de él -Patricia- le permitía tener aquella ventaja de escuchar a difusos metros.

 

Aún estas a tiempo de cambiar de opinión, y correr por tu vida. desapareció entre el umbral que conectaba las mazmorras y la sala.

 

❛Ahí estaba la bruja con piel de porcelana, a quien parecía que el tiempo no le afectaba.❜

 

Miró de forma suspicaz a la Yaxley. ¿Aún seguía parada admirando los cuadros? ¡Son personas muertas, Maida! gritó entre sus pensamientos. Elevó la botella y dio un corto sorbo de ella. Hace unos minutos, estaba tomando café, y ahora un poco de etílico. Apuntó a la sien con su varita, extrayendo un pensamiento plateado de lo que había pasado el día que descubrió sus raíces con los Yaxley, lo coloco en la botella y se la extendió a su madrina.

 

Si, lo sé. comentó revoleando sus ojos Es temprano para beber alcohol, pero tengo las costumbres de mi padre. se excuso.

 

 

@@Zoella Triviani @@Blaise Zabini @

 

PD: Cuando te dignes a aparecer corazón -Maidis-, Matthew te contara como descubrió que era Yaxley, y su madre una ebria fiestera. (?)

 

 

 

 

 

[Zoella Triviani]

La mujer escuchó las palabras del Zabini y terminó de dar el cuarto sorbo a su trago antes de responder, pero su hermano fue más veloz dándole un pequeño aliento al rubio para que huyera del castillo. La Triviani le lanzó un beso a su hermano antes de verlo partir a las mazmorras de la familia. Reposó el vaso entre sus manos que descansaban en sus piernas cruzadas y miró detenidamente a Blaise, comparando sus facciones con las de su padre.

 

- Ludovico y yo estuvimos manteniendo un trato empresarial en el pasado - comenzó a relatar la Triviani con cierta melancolía, recordando a un joven Italiano que decidió empezar en los negocios turbios mientras esperaba el crecimiento de su puesto político. La ambición era algo que resaltaba en el Zabini, que ante todo su prioridad era cerrar los tratos que mantenía en sociedad con Zoella. La mujer realizó una pausa y miró suavemente directo a los ojos de Blaise, quien le recordaba a Thomas, su hijo - Soy líder de una amplia red de prostitución, contrabando de productos mágicos y drogas artesanales - soltó sin discreción alguna - Tu padre te encomendó a mis enseñanzas bajo la experiencia de los peligros que la vida tiene, no todo es color de rosas y el mundo no es un cuento de hadas - espetó la Triviani, dandole el ultimo trago a su vaso.

 

Estiró la mano con el vaso a Malario, su elfo que sostenía la botella de Ginebra para recargar la bebida de su ama - Evaluaré tanto tu actitud física como mental ante las diferentes situaciones de riesgo, me acompañaras en cada negocio y reunión. Y serás pieza clave en cada decisión que tome dentro de ellos. Si algo falla, deberás hacerte cargo de las consecuencias que pueden acarrear. Intentos de asesinato a tu persona, asaltos, estafas y robos - mencionó la bruja, calmadamente.

 

- Contarás con mi tutela en la academía, deberás sacar notas sobresalientes. Y no, no soy de estár detrás de las personas pero mantendré un ojos puesto en tus espaldas - sentenció la mujer, tajante - Y no me hagas enojar - finalizó, para evaluar la respuesta del Zabini ante todo lo mencionado.

 

 

@@Blaise Zabini

[Blaise Zabini]

Mantenia la bebida dada por el elfo en mi mano, moviendo el recipiente en circulos sobre la palma de esta, evidentemente no me retractaria de mis palabras ahoras. Aunque ganas no me faltaban. Matthew me habia dado unas palmaditas condescendientes en el hombro para despues instarme a hiur antes de que fuese tarde. Respire profundo y mire a Zoella que se aprestaba a continuar la charla una vez que el otro inquilino del Castillo tomaba rumbo a otra zona del lugar. Tome la bebida y me la lleve a los labios para beber, si, mi primera vez tomando algo decente, como todo un mayor de edad. Y Zoella comenzo a hablar, o mas bien a contar de que iba la cuestion de mi tutelaje.

 

De mas esta decir que casi me atragante con la bibida a medida que mi tutora hablaba. Era la sorpresa o aun no me acostumbraba a tener liquidos tan calientes rodando por mi ragarganta hasta mi estomago. Claro, intente que el exabrupto no pareciese causado por mi inexperiencia. -Vaya, creo que he descubierto mas cosas de mi padre en medio minuto que en todo lo que llevo de vida. -acote aun sintiendo el efecto de la bebida en mi boca.

 

Para cuando Zoella termino de hablar ya tenia una vision completa de lo que se pretendia hiciese. Y no me habia quedado corto en cuanto a que seria todo un periodo interesante. Evidentemente cada palabra agragaba una presion nueva en mi, pero ya estaba acostumbrado a la presion a que me sometia mi padre en cuanto a estudio y preparacion. No sabia como se me daria eso de ser un gamberro problematico, pero pondria todo mi empeño en hacerlo bien.

 

-No te preocuepes, imagino que enojarte es peligroso, asi que trabajare de que te sientas orgulloso de mi. -dije para alzar despues la copa y dar otro sorbo que ya me parecio mucho mas delicioso, aunque comenzaba a tener cierto calor en las orejas.

 

@@Zoella Triviani

[Zoella Triviani]

Una corta risa brotó de los labios de la Triviani ante las últimas palabras del rubio. Se tomó lo que quedaba de su segundo trago de ginebra y se levantó, en silencio y bajo la atenta mirada del Zabini, se le acercó para sentarse en el reposabrazo del sillón donde estaba. La mujer mantuvo el silencio, no recordaba lo tanto que había extrañado a Ludovico y tener a su hijo, quien mantenía un gran parecido al mago, le traiga muchos recuerdos.

 

Levantó su mano y la acercó al rostro del rubio, regalandole una suave caricia en la mejilla - ¿Estás consciente de que corres un gran peligro conmigo? - indagó la calva, quien mantenía el contacto visual con el mago. Retiró su mano y se levantó, le hizo una señal con la mano a Malario de que se retirara.

 

- ¿Tienes varita? - se giró, para observar al mago, que se mantenía sentado. La Triviani se sentía levemente desconcentrada, percibiendo como la frecuencia cardíaca del Zabini iba en aumento y percibió el palpitar de su yugular. El joven muchacho estaba empezando a tener los efectos iniciales del alcohol y la bruja sospechaba de la poca resistencia en cuanto al licor que en su vaso tenía.

 

- Deberíamos empezar con nuestro trabajo. Una de las principales cosas es saber beber - pronunció, lanzando una sonrisa Traviesa al mago - Sigueme - comentó, caminando a pasos calmados a las escaleras y subir de ellas. La Triviani llevaría al Zabini a su alcoba, para darle un buen trago de alcohol destilado, por ella misma y quizás le haría probar unas pocas cosas de la mercancía que distribuía la calva junto a sus hermanos - Veré si conseguimos algo más fuerte en mi habitación - informó, girando en uno de los pasillos hasta llegar a su puerta y abrirla, dandole la bienvenida a Blaise.

 

@@Blaise Zabini

[Blaise Zabini]

Aun pude percibir la sonrisa que se formaba en el rostro de la vampira al terminar mis palabras, al parecer estaba satisfecha con mi disposicion. Me rasque la cabeza y busque algo en que fijar la vista, en esencia mis zapatos, por lo que al azar de nuevo la mirada o la habitacion daba un poco de vueltas o algo me habia perdido: Zoella habia avanzado y estaba acomodada en el reposabrazo del sillon donde estaba. Que me habia perdido en un pestañeo? Y ahi llego la sorpresa. Una caricia? Si en encuentros anteriores e incluso hacia unos segundos Zoella habia parecido amezante, distante y exigente ahora parecia bastante cariñosa?. La mire y cai en un contacto visual algo incomodo que comenzo a teñir de un tono bien rojo mi rostro, siendo que apenas oi lo que dijo.

 

-decias algo???- dije alejado del contacto de mis sentidos, era la bebida o la comoda incomodidad.

 

Subitamente el entorno cambio y despues de despedir al elfo, solo me quedo asentir ante la pregunta de si tenia varita. En unos de mis bolsillos estaria. Pero la declaracion que siguio me puso mas rojo todavia. Me habian descubierto. No podia tener las orejas mas rojas que ahora, como se habiadado cuenta que nunca habia bebido algo de alcohol en mi vida???. Acaso ya parecia tener los ojos desenfocados y perdidos en la distancia, habia hablado tropelozamente. Que verguenza.

 

-Empezaremos ya???- dije algo sobresaltado mirando el vaso donde antes habia estaod la bibida que habia tomado. Claro sus palabras no dejaban lugar a reparos asi que la segui dejando que fuese delante, aunque evidemente descubri que eso puede ser una mala idea, y mas uno alcoholizado que puede ver o imaginar muchas cosas en diferentes tamaños y proporciones.

 

Asi llegamos a la habiatacion de Zoella, espere abriese la puerta para entrar y mirar la decoracion.

 

-Como que esta bonito esto aqui -confirme lo obvio- y bien, alguna regla especial para saber beber??- continue alzando el vaso esperando que iniciase la leccion.

 

@@Zoella Triviani

[Maida Black Yaxley]

Su sobrino se había ido a verificar acerca de unas voces, ella prefirió quedarse un momento a solas, pero pronto se vio perdida entre los pasillos y reconociendo rostro de gente que realmente no había conocido. ¿Por qué estaba ahí? Ah, si, por sus sobrinos. ¿Cómo era que alguien tan cuadriculado como Aaron había resultado con, no uno, sino tres hijos abandonados prácticamente? ¿Y por qué estaba ella de nuevo en medio? No es que él lo hubiera pedido realmente, y sus funciones como asistente no debían ir tan lejos. El rostro de una mujer que sólo escribía y escribía le llamó la atención, se parecía mucho a ella físicamente, pero estaba ochenta por ciento segura que no tenía relación sanguínea con los Triviani, es decir, no se podía estar del todo segura en Inglaterra, parecían tiempos medievales dónde todos se metían con sus primos y hermanos, así que prefería no apostar. La voz de su sobrino la sacó del pensamiento absurdo, le sonrió.

 

Aunque la sonrisa se desvaneció reemplazada por un gesto de confusión al verlo con una copa en la mano. Se cruzó de brazos mirándolo.

 

— El bourbon lo único que tiene de bueno es justamente que me recuerda a él —dijo escuetamente—, Aaron Black Yaxley es quizá el hombre que más me ha interesado conocer en toda mi vida, desde pequeños ha sido una interminable caja de sorpresas, y pocas de sus sorpresas me han disgustado, para ser sincera —se aclaró la garganta y señaló el cuadro—, ¿tienes idea de quién es? Me causa gracia, pero creo que nos parecemos.

 

Mathew era, de lejos, su sobrino favorito, aunque tuviera los mismo desbarajustes mentales que sus hermanos y sus primos de la Yaxley, seguía teniendo una dulzura poco descubierta, era una caja hermética, aunque Maida suponía (porque ni siquiera con ella lo había demostrado); que era el más similar a Aaron. Quien tampoco era expresivo, sin embargo, siempre estaba ahí. El centro de su tridente. El rostro de Mathew parecía a punto de burlarse de ella, así que deshizo el nudo de sus brazos.

 

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[Zoella Triviani]

La Triviani cerró la puerta detrás de sí, pasando el pestillo sin que el Zabini se diera cuenta. Escuchó sus palabras y una sonrisa apareció en sus labios, retiró sus zapatos, quedando descalza y estiró un poco su cuello. Caminó hasta el minibar que había dispuesto en una esquina de su cuarto y vertió el licor artesanal en dos vasos de vidrio, colocando dos cubos de hielo a cada uno. Los dejó ahí y se giró a Blaise - ¿reglas? ninguna. Siéntate en la cama - ordenó, para tomar los vasos y tender uno al rubio. Tomó un poco y empujó de la base del vaso que sostenía Blaise, para que este lo llevara a sus labios y bebiera de él.

 

- Para lograr vender con éxito aquello de lo que dispones, debes de conocer el producto - comentó, caminando suavemente, bajo la atenta mirada del mago hasta su peinadora. Abrió una de las gavetas que mantenía cerrada con magia y extrajo de ella unos pequeños paquetes coloridos. Los agitó ante Blaise y fue a su lado, sentándose a su lado e invadiendo un poco de su espacio personal. La Triviani sintió el palpitar de su corazón y algo vibró en su cabeza, el mago tenía una sangre bastante más joven de lo que la bruja acostumbraba a consumir, y la curiosidad de conocer el sabor de aquel líquido le consumía sin ella percatarse.

 

- Estas pequeñas bolsitas, son una muestra de lo que vendo, venderemos y te invito a probarlas. Son de la mejor calidad y totalmente artesanales y naturales - susurró, acercando sus labios a la oreja del mago, para alejarse, no sin antes regalarle una suave caricia con su lengua en el borde de su oreja. La mujer notó la leve coloración que estas llevaban y sonrió, intrigada por lo que la mente del Zabini guardaba.

 

@@Blaise Zabini

[Blaise Zabini]

Mire una vez mas el vaso vacio y me adentre un poco mas en la habiatacion. No preste mucha atencion a los movimientos de Zoella que dejo la puerta a mis espaldas, para tomar mi vaso para concentrarse en preparar la bebida de la que habia hablado. La segui con la vista y espere solo para que cuando tuvo preparado todo indicarme que me sentase en la cama. Un rapido vistazo me indico que aunque habia otros lugares donde sentarme el mas comodo sin duda era ese. Escaso de malicia hice caso y tome asiento. Ya ahi llego Zoella con la bebida de la cual bebio y me animo a hacerlo. Como era una leccion para aprender a beber me lleve el vaso a los labios y al probar la bebida supe que estaba ante otra cosa. Si el trago anterior me habia quemado bastante en la garganta, este parecia una bomba de tiempo ardiente esperando a estallar en mi estomago. Claro, este habia sido el primer trago, asi que supuse que a lo mejor el segundo no seria tan fuerte, asi que repeti. Error, se sentia mucho mas fuerte.

 

Mientras hacia esfuerzos para no revelar en mi rostro el ardor en todo el tracto digestivo ocasionaba la bebida Zoella tomo la palabra. Y no se porque aquello me sonaba pero tal vez no en ese sentido. -Ufff si que esta bueno, bien fuerte, al menos mucho mas que el anterior- sentia el calor subir por mi cuerpo y ya comenzaba a sospechar cierto color rojo en mis mejillas- aunque no era que un buen traficante no prueba de su producto??? Ahora mismo no sabia de donde habia oido lo ultimo pero ese era el menor de mis problemas, pues me notaba pezado y escasos de reflejos y con la mente algo difusa.

 

Y en ese entorno Zoella tomo asiento a mi lado, demasiado cerca tal vez, agitando unos sobrecitos de colores frente a mi. Me sentia incomodo pero no tanto como antes, supongo que era por efecto de la bebida que animaba a uno, mientras no vomitase estaria bien, ademas lo rojo de mis orejas podria achacarsele a la bebida. Rapidamente la Triviani dejo bien claro que ahi, en esas bolsitas estaba el producto para la venta. Claro las formas fueron cuando menos escalofriantes, senti su voz tan cerca de mi oido y algo humedo tocando mi oreja, asi tan intimo, dandome un escalofrio que recorrio todo mi cuerpo. Me gire solo para tener a la vampira en frente y tragar en seco. Era incomodo, y mas mirarla a los ojos que tenian un brillo bien raro. Cambie la mirada y, no, ahi peor. Porque tenia que mirar sus pechos???. Trague en seco y regrese la mirada.

 

-bien, provemos que hay aqui -dije decidido y con ganas de terminar esta incomodidad que sentia. No sabia por que pero me afectaba ese exceso de cercania y mas si eran chicas bellas. Algo que tendria que aprender a manejar pues, literlmente, estaba rodeado de eso. Sin mas abri el sobre y lleve una muestra a mis labios para probar - y exactamente que es esto???

 

@@Zoella Triviani

[Zoella Triviani]

La Triviani agrandó su sonrisa cuando el Blaise comentó lo del buen traficante, y asintió ante las palabras del brujo. Recorrió la mirada del mago y rió un poco, notando el nerviosismo que inundaba al Zabini en estos momentos, la sangre recorría veloz el torrente sanguíneo del hombre, sonrojando sus mejillas y orejas al máximo. La Triviani relamió sus labios y se dispuso a hablar, mientras se incorporaba para quedar arrodillada sobre la cama, aún manteniendo la cercanía con el cuerpo de Blaise.

 

La mujer quedó levemente embelesada por el rostro rojizo del mago, recordando a los primeros encuentros con Ludovico, su pecho se apretó y la nostalgia inundó su mente. Desplazó los pensamientos y se concentró en la situación, queriendo mostrarle el inicio de los negocios a quien sería su nuevo pupilo.

 

- Somos artesanos, probamos nuestra mercancía para medir la calidad de ellos y sus efectos - susurró, como si de una suave caricia se trataran sus palabras, que llegaron a los oídos del mago. Se removió, ansiosa y abrió levemente sus labios, observandole abrir el sobre de color amarillo, intenso - Lo que tienes en manos, es un fuerte estimulante - pronunció, retirando el sobre de las manos del joven para tomar una pequeña porción con sus dedos y chupar de él. Nuevamente, tomó otra porción del polvo y la llevó a los labios de él, para que probara - hacen que estés con sensación de gran energía, ya que aceleran las funciones del sistema nervioso central. - agregó, esperando alguna acción del mago.

 

Mordió su labio, expectante mientras sentía el dulce sabor recorrer su boca, en miles de explosiones. Sintió el fuego del placer subir por sus piernas y la euforia aparecer en sus sistema. Con la mirada incentivó al mago a probar, regalándole una pequeña sonrisa con picardía oculta. Sintió su garganta seca y con su otra mano tomó del trago, dejando menos de la mitad de lo que antes tenía.

 

@@Blaise Zabini

[Blaise Zabini]

Podria estar un tanto mareado y ofuscado pero no me estaba gustando el cariz de lo que estaba viendo. Podia ser todo un mozalbete pero mas de una vez habia pasado de contrabando, burlando la inspeccion de mi padre, algunas revistas muggles playboy, y esa pose de ella de rodilla sobre la cama ya me estaba dando un ti mas de escalofrios. Y claro, despues de explicado el cometido de lo que teniamos enfrente, o sea con el producto dentro de los sobres coloridos, llego la hora de probar. Para mi desgracia, Zoella parecia intentar llevarme a mis limites y es que habia que pagar para encontrar una forma mas sensual de llevarse el estimulante a los labios. Sin duda perderia la cordura de mantenerme consiente.

 

-Veamos a que sabe este estimulante. -tome una muestra y mirando a mi tutura me la lleve la los labios dejando que la llema del dedo indice, cubierta del producto entrase dentro de mis labios para dejar sus rastros en mi lengua y papilas gustativas. Tenia un ligero sabor a uvas asi que me resulto sumamente agradable, o acaso era la union de ese estimulante con la bebida??.

 

Tal vez un poco mas de investigacion me llevase a definir el porque sabia asi, pero al hacerme efecto el producto supe que eso ya no tenia importancia. Sumamente avergonzado y colorado sabia que habia hecho mal en consumir aquello, porque las sensaciones estimulantes que causo fueron a vergonzosos lugares. Sin mas no dude en desviar la atencion me tome de a una el resto de bebida en mi baso mientras tomaba un almohadon para ponermelo encima del regazo.

 

-Este creo que ya deberia irme.

 

@@Zoella Triviani