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Mensajes publicados por Melrose Moody
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llego a los 5700?
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khé
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sisisisi
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jajaja
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Pero cual regaño, no le temas al éxito (?
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andamos lento (?
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AHHHHH LLEGOOOO
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- Familia a la que perteneces: Moody
- Link a la reliquia encontrada: Reliquia Moody ;O;
- Reto escogido, dependiendo si es Reliquias Familiar o Antigua: Cuernito
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Reporte de juegos: Reliquias
Dados:
Reliquia #98
1ra reliquia #1002da reliquia #100EDIT: A ver si esta vez tengo mejor suerte t.tFicha para reportes reliquias:
Familia a la que perteneces: Moody
Link a la reliquia encontrada: Reliquia antigua -
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@ Hessenordwood Crouch belosa ya está otra vez con la herramienta ratona #denuncia
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f (?
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hay algunas personas que están viviendo el spam en serio (????
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fgnghjghjhk
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sí cierto antiflood t.t
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hasta la página yolo diceeeee eskjfhkjdsnfdh
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Familia Moody - Rescatando a Ellie Moody, Kaori Moody y Hobbamock Graves
~Melrose, Catherine y Richard Moody en Central Park
Luego del repentino hallazgo y de haber inmovilizado y atado al muchacho bajo una de las largas mesas con caros manteles que llegaban hasta el suelo, el grupo de magos se dirigió con rapidez hacia el reservorio. Catherine no entendía cómo los magos del G.R.I.N.C.H. se las habían arreglado para hacerse con instalaciones bajo el agua justo en las narices de los muggles y el MACUSA pero eso ya eran preguntas para después.
Guiados por Melrose, se dirigieron hacia allí a toda velocidad y cuando ya se encontraban a menos de 50 metros, el divine intelect de la muchacha les permitió localizar el emplazamiento específico gracias a que fue capaz de detectar los campos de fuerza de los Moody secuestrados en un santiamén. Lo único que tardó en realizarse, fue localizar la entrada hacia las instalaciones bajo el agua. Se trataba de una puerta mágica, que la muchacha fue capaz de ver debido a que se encontraba invisibilizada con magia. La puerta no cedió ante ninguna de las amenazas, las cosquillas o la navaja mágica multiusos pero apenas Melrose se lo pidió por favor, empezó a ceder por lo que luego de un cúmulo de súplicas ridículas, terminó por abrirse.
Intentando disimular lo mejor que pudieron su desaparición escaleras abajo, el grupo de magos y brujas se zambulló directo en los recovecos del laberíntico subterráneo, cuando les pareció escuchar el sonido de voces. Habían algunos guardias transitando y cuando se deshicieron de ellos, también encontraron a dos apostados frente a una puerta. Catherine estaba pensando justamente que era poco probable que la primera que encontrasen era la que buscaban y ya estaba preparándose para atacarlos al doblar el último recodo, cuando la puerta salió volando por los aires y hasta ella llegó la luz y el sonido de la explosión.
La ola expansiva no llegó a dañarlos pero sí a tirarlos al suelo y dejarlos con un pitido incómodo en el oído. En el caso de Melrose, a desorientarlos hasta el punto de la inconsciencia, tal vez porque sus sentidos agudizados le habían jugado en contra. Catherine se aseguró de sentir el pulso de la chica, antes de incorporarse, limpiarse el polvo y atisbar hacia el pasillo de la explosión. Tuvo que dar varias zancadas antes de escuchar algo que sonaba como la voz de Kaori. Entonces, ya sin un ápice de sigilo pues la explosión debía haber delatado a todos allí que algo estaba sucediendo, vociferó.
—¿Ellie? ¿Hobbamock? ¿Kaori?
Cuál no sería la sorpresa de la bruja, al ver a Kaori no solo bien y en pie frente a ella cuando parte del polvo se disipó, si no además aferrando con fuerza un colgante que no podía ser otro que el de la familia Moody. Por eso mismo, tal vez, fue que tardó en advertir a la bruja, de la oscura figura que se materializó como salida de la nada, detrás de ella.
—¡Kaori cuida...!
El hechizo aturdidor pegó de lleno en Catherine, que había gastado sus energías en alertar a Kaori, en lugar de protegerse. La figura se lanzó entonces hacia la bruja, para arrebatarle el colgante que acababa de recuperar.
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Holiii aprovecho el puente para dejar más hallazgos 😧
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- Nick/Familia: Familia Moody
- Números a comprar: 3 - 5 - 11 - 16 - 17 - 23 - 46 - 66 - 69 - 86
- Total de galeones gastados: 10.000
- Bóveda personal: 90471
- Total de números comprados hasta el momento por usuario/familia: 10
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Catherine lleva en su bolsillo la invitación con forma de reno. Se trataba de un origami impecable, con algún encantamiento que lo hacía tridimensional. Había querido acercarse antes pero todo el enredo de los Moody secuestrados la había mantenido cautiva por un buen rato. Al final, había conseguido llegar, si bien no tan pulcra como antes y bastante más cansada. Al alcanzar el jardín de Shakespeare, encontró encargados a la entrada, a quienes les entregó la invitación y esperó. Antes de dejarla pasar, le preguntaron color era de su preferencia y ella eligió el rojo sin prestar atención, solo porque le pareció más navideño. Ellos no tardaron en ponerle un brazalete rojo y así, ella pudo pasar.
Fue conducida a una de las sillas todavía libres por un agradable muchacho de smokin, que le entregó una paleta también roja. Catherine se dio cuenta además de que el chiquillo le había deslizado un papel en la mano, junto con la paleta. En ese momento, no le prestó atención, distraída como estaba con el escenario, los grandes carteles en colores verde y rojo y los adornos brillantes.
Más adelante, cuando se dio cuenta de que estaba llevando a cabo una subasta y ni más ni menos que Rory Despard era uno de los que pujaba por el objeto (y un sujeto por demás extraño, totalmente transfigurado en un personaje de una película muggle) Catherine terminó leyendo la nota: allí, en una letra pulcra y clara, que la bruja jamás habría sospechado que le perteneciese a un delincuente, se podía leer con claridad:
CitaLa paleta puede ser de color rojo o verde, por el precio correcto.
Catherine cayó en cuenta entonces, de que la división por colores no era aleatoria. Estaban así distribuidos y cada quien llevaba ya fuera una paleta roja o una verde, porque representaba su posibilidad de pujar. Desde luego, no era más que otro de los sistemas que el concilio utilizaba para otorgar mayor dificultad y sensación de estatus a sus compradores. Ya no valía la pena intentar lamentarse por no haberlo pensado mejor; el empleado le estaba ofreciendo la posibilidad de poder pujar por uno u otro objeto de manera indistinta, por el precio correcto. Se trataba de una posibilidad de soborno.
Suplicando en su fuero interno no tener que pagar demasiado ya que no contaba con tanto dinero, la bruja plegó la nota y siguió con ojos fijos la feliz conclusión de la última puja ¿estaría su turno cerca? Además, también estaba el hecho de que si ella había recibido ese ofrecimiento, sin duda los otros compradores también ¿O era acaso una forma sistematizada por el Concilio de Mercaderes que obligaba a sus trabajadores a tomar la culpa para poder recibir dinero libre de impuestos?
Black Jack
en Castillo Belvedere
Publicado
Ahhh