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Joaquín Granger

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Todo lo publicado por Joaquín Granger

  1. Por alguna extraña razón, en el correr de la noche habíamos llegado a un punto extraño en el que no terminábamos gritándonos nuestros puntos de vista de manera irracional e intolerable, y casi no se notaba ya que cada uno ponía de su parte para que hubiera paz. Quizás todo aquello se terminara en cuanto saliéramos de aquel local rodeado de misticismo y magia antigua, o quizás habíamos tenido un cambio radical en nuestra forma de relacionarnos gracias al mismo flujo de esa magia que sabía más que lo que queríamos, lo que necesitábamos. Hablar de Seishiro era sin duda el tema más delicado, más delicado que hablar de su pasado, del amor, más delicado que hablar de Sil, era hablar del niño. Aunque la joven lo ligara, yo sabía, o al menos quería creer que ella era consciente de que el niño estaba ligado a ambos por decisiones de su madre, al fin y al cabo si yo lo había absorbido para mí, es porque la joven de cabello negro y ojos violetas no había querido hacerse cargo de la parte que le tocaba. Aunque siendo brutalmente honestos ¿le habría dado yo ese lugar? No podía menos que dudar de mí mismo. Por lo pronto, al menos había prestado atención a mi crianza, aquello ayudaba a quitarme la venda de los ojos de algo que si bien sabía, no había querido reconocer del todo. Sincerarse era incluso una necesidad inmortal. Sus palabras eran bruscas, pero tampoco era que pudiera quitarles verdad, por más que quisiera sabía que la atención en exceso podría resultar asfixiante, si yo mismo me había asfixiado hacía años y ya siendo un adulto hecho y derecho, no me imaginaba alguien que en pocos años sería un adolescente. Naturalmente no estaba en mis planes doblegar su carácter y su voluntad para que fuera un esbirro obediente. -Sí... yo mismo pasé por eso en algún momento de mi vida, y no quisiera que él sintiera lo mismo -comenté amargamente- entiendo tantas cosas, a su vez entiendo a la persona que supo asfixiarme, y comprendo que lo hizo sin maldad... pero eso no quita el sentimiento de uno. Piénsalo... creo que vuelco mis frustraciones en él, el abandono de mis padres, no quiero que él note el suyo y me descontrolo. Consideraré de verdad la educación formal para el niño. No necesitaba que ella me dijera que era preferible soltarlo un poco ahora para no alejarlo toda la eternidad, era de esos casos de perder para ganar. Pensar que si necesitaba ayuda recurriría a mí antes de buscar a otras personas con tal de no verme la cara y no vuelva a encarcelarlo en una jaula de oro. Quizás Valeskya me ayudara a encontrar un buen lugar; es más, quizás a partir de aquel día, mi hermana pudiera mostrar más intereses en que no destrozara la vida de su ahijado. Así menos ella ya había visto que no era un completamente cerrado. -Aceptaré tu ayuda y asesoría si quieres dármela -respondí antes del cambio de tema- No sé mucho de esa materia, sólo conozco los números que reflejan mi patrimonio -reí ante el mal chiste- pero estoy dispuesto a que interpretes los números para mí. -Miré hacia arriba, el cielo aclaraba cada vez más. Esperé que me invitara a entrar
  2. Disfruté de la canción que cantaba Valeskya, en especial cuando tocó una parte de la vieja conocida "I will Survive", canción que por cierto se me hacía sumamente poderosa y me encantaba, por lo que la coree por lo bajo, mientras otros magos y brujas descontrolados lo habían hecho a viva voz. Bebí un sorbo de mi copa, por puro decoro porque bien podría haberla vaciado como había hecho casi toda la noche y me arrepentí un poco de no haber ido a cantar aquella partecita con ella, aunque sinceramente cuando empezó la animada canción no me la había esperado. Clavé los ojos en mi hermana, de pie allí, inmóvil antes de acercarse, primero fruncí el entrecejo y después sonreí. ¡Qué mujer más desconfiada! si bien no había tenido tiempo de disculparme por tocar aquel tema aunque me había dicho que no, ya no volvería arriesgar; yo era de los que sabía admitir una derrota en justa causa. En cuanto estuvo a un par de pasos llené una copa para ella y se la tendí, pero también me vi tentado atenderle la botella, por lo que al menos la dejé al borde de la mesa para que la tomara si así lo deseaba. -Hablemos de los negocios, si te apetece ¿Qué tal va la vida empresarial? -pregunté haciendo ademán para que se sentara. Luego de escuchar su respuesta me levanté y me fui al escenario. No había querido comentar nada sobre la canción que elegiría para jugar con el efecto sorpresa. Miré a todos mis conejillos de indias armando escándalo y jolgorio, y di un ultimo vistazo a la de ojos violeta. Estaba seguro que criticaría la canción que elegiría a aquellas alturas, pero no podía negarme a experimentar aquello. "Quiero dormir cansado" Quiero dormir cansado Para no pensar en ti Quiero dormir profundamente Y no despertar llorando Con la pena de no verte Quiero dormir cansado Y no despertar jamas Quiero dormir eternamente Por que estoy enamorado Y ese amor no me comprende Durmiemdo Vivir durmiendo Soñando vivir soñando Hasta que tu regreses Y te entregues en mis brazos Prefiero Vivir durmiendo No quiero Vivir llorando Hasta que tu comprendas Que yo sigo enamorado Quiero dormir cansado Para no pensar en ti Quiero dormir profundamente Y no despertar llorando Con la pena de no verte Quiero dormir cansado Y no despertar jamas Quiero dormir eternamente Por que estoy enamorado Y ese amor no me comprende Durmiendo Vivir durmiendo Soñando vivir soñando Hasta que tu regreses Y te entregues en mis brazos Prefiero Vivir durmiendo No quiero Vivir llorando Hasta que tu comprendas Que yo sigo enamorado https://www.youtube.com/watch?v=vLyl3H7fRsE Bajé esbozando una sonrisa pícara, la canción había sido radicalmente diferente a las que se habían elegido a aquellas horas, y los ebrios alegres se habían convertido en ebrios melancólicos, coreando, pasándose los brazos tras los hombros la canción elegida. -¿Te gustó el experimento? -pregunté descaradamente mientras tomaba la copa y la bebía con una sonrisa. Si aquella canción significaba algo más, nunca se enterarían
  3. Cuando abrí los ojos no estaba tumbado en el blanco piso del gimnasio, sino en una cama, una cama suave, una cama cálida, así era, sorprendentemente estaba sintiendo la sensación térmica. me puse de pie y me di cuenta que estaba ataviado con mi pijama de seda esmeralda favorito. Reconocía aquella habitación, aquel desnivel octagonal en el que estaba aquella cama, los muebles de roble tallados, y la chimenea de mármol. Y allí sobre el escritorio, en la pared empapelada, había una pintura y recordé quien, pero no por qué. Salí de la habitación y emprendí el camino al salón, tenía que estar allí. Una sonrisa embobada se me pintó en la cara, habían pasado tantos años desde que lo había intentando, desde que me di cuenta lo divertido que podía resultar y volvía al lugar donde todo había comenzado. ¿Qué diría cuando le tuviera frente a frente? Había tantas cosas que contar, que explicar y que exigir, y aun sabiendo lo complicado que era, no podía dejar de sonreír mientras bajaba las escaleras. Se empezaban a distinguir una voces que se acercaban. Por el arco que daba al salón principal, cruzaron dos figuras distraídas, conversando animadamente, pero con notas de solemnidad en la voz. él un muchacho joven, apuesto, con cabello intensamente dorado, suelto y largo. Sus rasgos por demás admirados en el pasado, seguían inmutables, barba de tres días, unos penetrantes pero risueños ojos verdes, una nariz recta y unas mandíbulas bien marcadas al igual que el resto de sus rasgos, que le daban presencia, sin quitarle ternura y masculinidad a su rostro. Estaba vestido con playera negra y jeans blanos, descalzo. Ella, con cabello color platinado a la altura de los hombros, del lado derecho, caía sobre su hombro bella como siempre lo fue, de una manera natural, no necesitaba maquillaje para verse bien, porque sus helados ojos grises le daban el toque perfecto, pero que la hacían sonreír y derretían lo que fuera, y no podía estar ataviada con otra cosa que no fuera un vestido negro, largo pero sencillo. Ambos parecían no ser conscientes de que yo estaba allí parados atónito de verlos juntos, atónito de verlos simplemente. Habían abandonado este mundo, al menos de ella tenía cierta seguridad... Se detuvieron frente a la puerta, y él con la cortesía del dueño de aquel lugar, le abrió la puerta. Los labios de uno y otro se movían, pero yo no podía escucharles mas, sentía los sonidos de las fuentes que había en el jardín tras el ventanal que había allí en el descanso. Me acerqué sonriendo radiante, aquello era confuso, pero era tranquilizante, era todo lo que quería, la oportunidad de hablar, de verlos, y no me sentía incómodo por tenerlos en un mismo lugar, era pacífico. Pero ella atravesó la puerta... -¡Espera! -grité tratando de alcanzarla, pero ella solo me sonrió con una dulzura nada propia pero no ajena a mí, y fue engullida por aquella luz. El solo me miró con un gesto compungido justo cuando le miraba suplicándole que la detuviera, antes de que aquel exterior también me tragó, y volví al piso del gimnasio, tragando aire a bocanadas y abriendo los ojos como platos. Pero a mi lado solo estaba una elfina que me miraba un tanto temerosa un tanto preocupada. La ignoré, y levanté los ojos a mi hermana. Quería lanzarle una mirada acusadora por obligarme a hacer la poción a pesar de mi falta de experiencia, pero no pude. Me llevé la mano a mi cabeza, me sentía débil. -¿Qué pasó? -pregunté con voz queda, para luego incorporarme.
  4. Escuché en silencio pero atentamente la respuesta de la joven de cabello y ojos negros. De cierta manera su deseo de independencia me recordó a mí mismo hace ya muchísimos años, y la tranquilidad con la que hablaba al respecto también me lo recordó, sin embargo yo me podía dar aquel lujo porque sabía que era fácil solucionar los problemas con mi condición, pero ella... solo era un ferviente deseo, testarudez y decisión de demostrar su valía por ella misma, y aquello, aquello era sumamente respetable. La jovencita no hacía más que ganarse una secreta admiración. Di un sorbo a la taza que recientemente había rellenado con aquel espeso líquido. Tenía que admitir que aquello no sería nada fácil, incluso si lo pensaba fríamente, con la regulación que pesaba sobre las criaturas mágicas últimamente, ni yo mismo podría lograr lo que logré por aquellos años, y seguramente seguiría atado a la mujer que me había convertido, con quien si bien no había tenido una mala relación, y le debía la vida, literalmente, había pagado con creces su regalo, sus afectos y sus enseñanzas. Tenía que escribirle a Madeimoselle Gabrielle. Valeskya intervenía, haciendo de mediadora pero sin dejar de echar gasolina al fuego, con sus comentarios. Yo, en tanto me obligaba a mantener la calma mientras pensaba que decir, aunque no pude dejar de esbozar una pequeña sonrisa y una mirada divertida a mi hermana cuando mencionó lo del Tarot. Aquella noche que se había alargado más de lo previsto, había sido advertido de alianzas internacionales de ayuda mutua. Tanto Valeskya como yo pensamos en aquella joven que compartía la mesa con nosotros, y el destino se las había apañado para hacernos coincidir. -Siguiendo la idea de mi hermana -dije mirándola levemente- y respetando tu decisión de hacer las cosas por ti misma -acepté asintiendo una vez, dando a entender que no insistiría con mis dones personales- puedo ofrecerte el dinero que necesites para abrir tu negocio en China, naturalmente como un préstamo que pagarías según tu cómodas posibilidades, ya que no lo aceptarás como un obsequio. Piénsalo cuanto haga falta. -di otro sorbo a la bebida- y si me permites el consejo: Escandalízalos triunfando en lo que ellos jamás de los jamases te lo permitirían, o por el contrario, en lo que ellos mismos son buenos... Valeskya sumó ayudando a la joven ofreciéndole un lugar donde dormir allí, y donde poder trabajar y desarrollarse. No me opuse, al fin y al cabo era cierto que Valeskya tenía tres locales de los que ocuparse y Li Xue parecía tener la disciplina suficiente como para ocuparse de aquel lugar, además, aunque aceptara mi oferta monetaria, un negocio no se levantaba de la noche a la mañana, necesitaba una delicada planificación, porque si bien podía sostener un negocio con pérdidas, dudaba que la menor de aquella mesa se prestara a locas pasiones comerciales. -¿Me vas a vetar del local? -reí divertido y sacudí la cabeza fingiendo indignación. Lo cierto es que la creía capaz de hacerlo y me dirigí a Li- El gimnasio es un negocio familiar, pero podemos ofrecerte una membresía honoraria, para que tengas algo en que ocupar tu tiempo libre... y si te interesa el arte de la fabricación de varitas, mi socia se ha marchado y con el trabajo en el Ministerio, el gimnasio y la familia, casi no tengo tiempo de ocuparme de todo, no me vendría mal una mano -no creía que fuera a aceptar, pero yo cumplía con ofrecer todas mis posibilidades.
  5. Tomé un par de las tollas que ofrecía la criatura, pero no me sequé con ella, me gustaba sentir la humedad en el cuerpo, por lo que en cambio tendí una en el suelo y usé la otra enrollada como almohada y allí me tendí; contemplando la grandeza de la noche que no tardaría en desaparecer. Me sentía sumamente relajado, no solo físicamente sino emocionalmente, y no sabía si debía atribuirlo a las aguas misteriosas, a la sangre de gallina o a la charla extremadamente sincera que estaba teniendo con aquella mujer que era y a la vez no era mi hermana. Aquello era un tema para retomar otro día, no tenía caso desatar una guerra ahí, pero sin duda era algo inmenso como para no pactar el secreto, yo quería además más garantías de que Luna estaría bien. Además... la familia ¿estaba bien mentirles así? que llamaran prima y tía a alguien que solo esperaba el momento para una venganza que ni siquiera era personal... También podía entenderse cómo una forma de protegerlos, sería muy doloroso enterarse de aquello. Reconocía que yo lo toleraba porque había tratado con un caso similar, ¿pero ellos? un par eran humanos y no habían vivido nada en comparación con los inmortales. Una pregunta de la pelinegra me sacó de aquellos pensamientos. Sonreí un tanto resignado. No la culpaba por no creerme del todo, yo tampoco lo haría, y ella me conocía demasiado bien. Si bien siempre fui bastante introspectivo y supe analizarme a mí mismo, consciente de las cosas que hacía bien, las que no, y las que creía que hice bien cuando no era así y viceversa, al final siempre daba otra firmeza cuando otra persona reafirmaba aquello. Por muy solitario que hubiera sido en el pasado siempre existió alguien con esa función, y parecía que en aquel momento de mi vida aquella tarea le tocaba a ella, aunque que lo reconociera a aquellas alturas no quería decir que no llevara haciéndolo durante años. -No lo sé -terminé por admitir- ¿has sufrido las diferencias entre la teoría y la práctica? Bueno, es lo que me pasa, imagino, creo y desarrollo la idea de que las personas que he conocido serán mi nuevo y flamante gran amor y en la práctica se da todo lo contrario. No he pensado si es que sigo aferrado o no son las personas correctas -me encogí de hombros allí acostado- Las personas hoy en día son bastante menos conservadoras que hace algunos años, pero... ¿quién crees que se va a prestar cuando le diga "hey, tengo un gran amor que no sé si superé o no, y quiero comprobarlo probando contigo"? Se huele el corazón roto a distancia. Como una revelación, llegó a mí la idea de que quizás lo que necesitaba era una persona que por voluntad propia quisiera someterse a aquella tormentosa idea y lo dejara todo por mí... pero lo deseché, la simple idea de tal entrega a mí causa me hacía sentir incómodo, me haría sentir comprometido y seguramente me sentiría un ser desagradablemente despreciable en cuanto me sintiera ahogado. Simplemente no podía imaginar qué clase de persona pudiera interesarme e importarme tanto como para advertirle de aquello y que siguiera intentando llegar a mí. ¿Una persona con mi mismo tormento quizás? No, ni siquiera podía asegurar aquello. -No me siento sólo, justamente porque tengo a Seishiro conmigo, y a ustedes claro. Una relación afectiva no está en mis prioridades, no sé si quiero dedicar mi tiempo y mis atenciones a eso. Tampoco es que pueda decirse "se te hará tarde" el tiempo no corre para nosotros -reí un poco pero enseguida se convirtió en una sonrisa frustrada, me senté y rasqué con furia mi nuca.- Ya... Ya sé que no estoy haciendo las cosas bien con el niño -comenté frustrado- Sé que su poco contacto se reduce a los hijos de Za, Helena y muy eventualmente los hijos de Ariane; sé lo que es ser una persona solitaria porque yo mismo lo fui o lo soy, y no lo quiero para él, de verdad. Incluso he pensado enviarlo a un internado... pero tengo miedo, por su naturaleza demoníaca, no sé cuándo va a despertar y el desastre que será... Yo estaba preparado para ser padrino y asistir a su madre, no para volverme padre de un día para otro -Pero -suspiré- lo que me da tremendo pavor es que desaparezca de un día a otro, o incluso menos que eso, por qué sé que en el Internado no le pasará nada... tengo miedo por mí mismo, si he volcado toda mi atención a ese niño y llenado mis vacíos, ¿qué pasará cuando quede a cargo de otros? Enloqueceré pensando en él durante todo mi tiempo libre. -Solté aire y me dejé caer en la toalla enrollada- Intento hacerlo lo mejor posible, pero estoy siendo egoísta y nocivo...
  6. Ni yo podía creer el descaro de mi propio jefe, y eso que yo solía creerme llevar el mundo por delante; tampoco iba a negar que aquella arrogancia me daba cierta nostalgia y ¿por qué no? algo de envidia, pero al final primaban los buenos modales y la compostura. Además bastó la reprimenda que dio la profesora bastó para quitar de mi mente ideas extrañas y devolverle la atención que su puesto le acreditaba. Ahora era un padre de familia y miembro respetable y más o menos activo de una sociedad, ya no un solitario sin responsabilidades. Me disponía a responder la pregunta de la profesora, cuando una mujer ataviada con una túnica irrumpió en la clase, y entregó un no sé qué a la profesora titular, quien terminó por marcharse de allí. La situación me resultó por demás incómoda y tensa, incluso fruncí el ceño. Pero tampoco tuvimos tiempo de mucho más porque la implacable mujer no tardó más de un segundo en esperar que la profesora hubiera salido para comenzar a hablar, con lo que a mí me parecía una definición perfecta de lo que eran las leyes, o más bien, las normas y las leyes. Ni tiempo a considerar aquello cuando ya había atacado a la señorita Black con una pregunta; luego de desaparecer las balanzas ¿Sería que ni siquiera creía en la equidad? No me permití sonreír por aquello, en cambio, observé cada movimiento con rostro inexpresivo, si me atreviera a decir algo, podría afirmar casi con seguridad que al acercarse al pupitre resultaba intimidante y toda una amenaza si se la provocaba, incluso podría decir que si uno contestaba algo que ella pudiera considerar algo innegablemente imposible, contraatacaría con una ironía. No pude evitar pensar en Orión y su impredecible mente. ¿Fascinaría a Leah o la haría enfurecer? Quizás fue porque me vio distraído, o simplemente amaba el factor sorpresa que detuvo a Goshi y su siguiente pregunta fue a mí. Sí, en efecto resultó un tanto intimidante, pero nada que me hiciera perder la compostura. Sostuve su mirada mientras me tomaba unos respetables segundos para ordenar la respuesta; al fin y al cabo cómo ella lo había dicho hacía un momento todos habíamos crecido con ese insufrible estatuto, y por lo menos debíamos tener nociones. El problema era que si uno nunca lo había roto y enfrentado a un juicio, podía olvidar detalles sobre la pena. -El Tribunal deberá como siempre, pedir la formalización del presunto delincuente, -comencé a decir con voz calma,- al mago en cuestión se le retirará la varita mágica, se destruirá, y se le impedirá volver a utilizar magia. Sin una buena defensa, y dependiendo de la magnitud del caso, puede que incluso le espere una estancia en Azkaban. Claro que eso queda en manos del honorable Tribunal. Preferí no agregar nada sobre los procesos de extradición en caso de que el suceso se diera en un país extranjero ni las obligaciones de uno y otro Estado; tampoco consideré que hiciera falta agregar que se convocaría a los desmemorizadores en cuanto se recibiera la denuncia para que la "noticia" no se extendiera. Aquel siempre había sido tomado con demasiada delicadeza, sin embargo había que ser conscientes de que el mundo muggle avanzaba y aquellos que lo habitaban ya no eran tan escépticos como antes. No me correspondía a mí decirlo, en cambio presté atención al tercer interrogado.
  7. -Te entiendo -dejé escapar una risita llena de vergüenza y un poco de auto desprecio- no fui especialmente un caballero, sino bastante cobarde. Pero ya me castigué bastante por eso, no hace falta que también lo hagas tú. Supongo que no estaba del todo listo, pero tampoco llevo prisa ¿verdad? Lo cierto era que sabía comportarme como todo un cabrón, al principio todo era agradable, todo me gustaba, me sentía cómodo y alegre, pero poco a poco, el afecto que recibía se iba transformando en una soga al cuello que me ahorcaba. Hasta ahí no podía reprocharme gran cosa, me gustaba quien me gustaba y si al final aquello no era amor, tampoco podía forzarme. Era digno apartarse para que aquellas personas que no superaron mis expectativas al final, tuvieran el camino libre para encontrar a la persona que les correspondiera en cuerpo y alma y les brindara la felicidad que yo no podría sin sentirme mal. Sin embargo lo malo de aquello era la forma en la que me había apartado. No lo había dicho con sinceridad, no había explicado los verdaderos motivos. Joaquín Granger en esos casos, el directo y sin filtros Joaquín Granger, solía simplemente irse. Irse sin más. Era algo fino y paulatino, las visitas eran cada vez más dilatadas en el tiempo, la agenda cada vez se volvía más apretada, las charlas más cortas, y por último los compromisos internacionales parecían haber surgido todos al mismo tiempo, por lo que me tenía fuera largo tiempo y repetidas veces, y claro... los obsequios no compensaban mi ausencia. Lo peor no era aquello, sino que al poco tiempo de que al final se vieran obligadas por su dignidad y su corazón roto a terminar la relación era que yo me veía atacado por el afecto hacia ellas nuevamente; era víctima de aquel "cuando ya no lo tienes lo quieres". Sólo una vez había cometido el imperdonable error de hacer caso a aquel confuso sentimiento creyendo que aquella vez todo iba a ser diferente. Nada había cambiado en realidad y en cuanto logré mi comedido me vi en la necesidad de volver a emplear mi estrategia para liberarme. Fue la cumbre en sentirse todo un i******. De ahí en más me prometí no otorgar segundas oportunidades en casos así. Todo aquello no debía saberlo quien yo llamaba hermana. Sería un arma para mi destrucción. -Sinceramente no sé si hablabas con Selene o Ariane, supongo que en aquel momento también habrá sido Ariane -me encogí de hombros- sin embargo ellas se turnan para ocupar el cuerpo, así que no puedo asegurarlo. Ariane se hace con el control cuando Selene está débil, aunque ya lleva bastante tiempo entre nosotros. -No recordaba si aquello era un secreto, pero Valeskya era de confianza. Comenzaba a dudar otra vez si Valeskya no tenía alguna especie de legeretmancia. Pero igual que horas antes lo descarté, los vampiros éramos inmunes a aquello, y no creía que hubiera magia, ni siquiera la arcana, que pudiera modificar aquello, aunque tampoco lo descartaba. En efecto, la conclusión a la que había llegado era que no estaba del todo decidido a superarlo, o bien aquellas chicas no habían sido las indicadas para que lo consiguiera. Nunca me había dispuesto a conocer a alguien para forzar enamorarme, todo se había dado de forma espontánea como debía ser. ¿Hubiera cambiado en algo si lo hubiera hecho de otra manera? -Gracias, supongo... tampoco me caes especialmente mal -sonreí un poco- y respondiendo a tu pregunta... todo se dio sin que me lo propusiera, al principio sentía indicios de que podían ser las indicadas, pero simplemente no lo eran. Quizás es que no estaba preparado para dejar el pasado atrás, o quizás es una mezcla de ambas cuestiones: Necesito alguien tan especial que consiga que me termine de decidir de desprenderme de un pasado que no volverá. Soy consciente de que tampoco pongo mucho empeño, solo espero que las cosas pasen... pero forzarlas, al menos para intenciones puras, no serviría de nada ¿no crees?
  8. Primero esbocé una indescifrable sonrisa que oculté tras la copa de aquel burbujeante brebaje, al escuchar la descripción que Valeskya hacía de su ultima conquista. Sin dudas no esperaba que la mujer de ojos violeta y cabello negro buscara la dulzura en las personas, resultaba opuesto, chocante, tan descabellado que hasta podría funcionar y me llenaba de unos fuertes deseos de ser insecto para poder espiarlos y ver cómo se comportaba la fría matriarca Granger con quien le había robado el corazón, algo que no sabía que todavía tenía. -Oye, ¡si! -compartí su risa mirando alrededor, la mayoría de los magos y brujas de aquel lugar ya tenían los sentidos muy nublados- no podrás negar que esto es un beneficio de nuestra condición. ¡Salud! -Alcé la copa, para vaciarla de un sorbo consciente que no me afectaría. Mi hermana subió al escenario y yo dejaba que su canción llenara mis oídos mientras pasaba mi dedo sobre el filo de la copa flauta, para salir de mi ensimismamiento y beber un poco más. Era una canción triste de esas por las que todos, o casi todos, habíamos pasado alguna vez. Por alguna razón, aquel tipo de canciones dolorosas eran las más elegidas, al menos por nosotros, que éramos los acaparadores. -Justo eso pensaba... -respondí a mi hermana luego de aplaudirle hasta que tomara asiento- las del pasado resultan un tanto tranquilizadoras, incluso sanadoras, pero remueven emociones; las del presente son liberadoras, y las del futuro son una esperanza que impulsa ¿no lo crees? -nos serví una copa más, y tomé un sorbo de la mía antes de ponerme de pie- pero esta noche estamos bastante aferrados al pasado -comenté en su oído para luego ir al escenario. "Invincible" Nights were young I was invincible I was living for myself My survival, suicidal, cool You can't live that way And I found myself begging you I'd pretend I was good to you That you were always on my mind And for a moment you believed it too But I can't lie forever And you found the truth haunting you Haunting you I know you're leaving Cause I always take too long Cause I always get it wrong I'm a fool. I'm not defeated You're the only one I love I've got to find a way To make things right with you I never wanted you to save me Another question holding you We're late, it makes you mad. Every day I see him beside you Is he treating you alright? The things I'd do if I was in his shoes No more taking for granted Everything I get from you Get from you I know you're leaving Cause I always take too long Cause I always get it wrong I'm a fool. I should've seen it It's gonna be a lonely, lonely road ahead If I can't find a way To make things right with you Yeah, I admit it But before you walk away I only need a chance to tell you how I feel I'm not defeated You're the only one I love I've got to find a way To make things right with you You were never gonna save me Don't see the difference in a maybe Maybe I missed the point the answer was a lesson Too late I know you're leaving Cause I always take too long Cause I always get it wrong I'm a fool, I should've seen it It's gonna be a lonely, lonely road ahead If I can't find a way To make things right with you Yeah, I admit it But before you walk away I only need a chance to tell you how I feel I'm not defeated You're the only one I love I've got to find a way To make things right with you https://www.youtube.com/watch?v=0PhBqUSSxqI Volví entre los habituales aplausos, aunque ya eran menos los oyentes que lo hacían. En su estado no se les podía reprochar. -¿Sabes? voy a tomar un riesgo, y comentarte lo que llevo pensando hace un rato, aunque todo esto se vaya a la basura, pero ya va en como lo tomes tú... -di un sorbo como para juntar valor- jamás hubiera esperado que te conquistara la dulzura en las personas, pero supongo que es lo que nos hace caer ¿no?
  9. Contando con el visto bueno de otra inexperta en pociones, me di por satisfecho, ya había colaborado en el local tanto como me lo habían requerido, dando lo mejor de mí, pero lo más importante era que mi hermana no podía llamarme zángano, inútil ni nada por el estilo. Teníamos el resultado en el caldero aún un tanto caliente, al que no dejaba de mirar con cierta desconfianza, a pesar de que Valeskya quería por todos los medios justificar aquello, cosa que aunque le agradecía, pues era como una especie de tregua, no me inspiraba confianza y la ignoré. Ni loco probaba aquello yo sólo. -Si... -respondí dubitativo- mejor que falte y no que sobre. Las galletas olían estupendamente, y cuando se salpicaron con aquella mezcla que era mi obra, por lo pronto no cambió su olor, tampoco se deshicieron por la humedad, tan solo la cubierta tenía unos pequeños destellos cómo si se le hubiera echado purpurina. Desde mi punto de vista, aquello sumaba a la presentación y haría que los clientes se sintieran tentados a tomar una. Nadie se resistía a las cosas brillantes y gratis (?) Acerqué la galleta a mis ojos y la di vuelta, queriendo forzar el hecho de que aquella galleta no estaba tan perfecta como parecía serlo. -Bien, aquí vamos... -musité, tras un suspiro. Di un pequeño mordisco y la mastiqué tantas veces que en mi boca no quedó rastro de la suave masa que se deshacía, abrí los ojos sorprendido, asentí satisfecho y terminé aquella obra de la repostería y el arte de las pociones. Se notaba a leguas que aquello no era bajo en calorías, pero nada que un cartelito en la bandeja en que las ofreciéramos no hicieran creer lo contrario a los ilusos clientes. De todas formas con los efectos de la poción vigorizante quemarían las calorías de haberla consumido y nadie sospecharía de la artimaña que los Granger habíamos planeado con brillantez. El problema fue que a los pocos minutos sentía que mi cuerpo se cementaba por dentro, desde los pies, reptando como una serpiente, la pesadumbre empezó a apoderarse de mí. Logrando entender lo que sentían las víctimas de "Medusa" Me comenzó a ganar un insano sueño, por lo que mis párpados empezaron a caer sin control. ¿Qué demonios pasada? Tan cansado que no podía ni siquiera desesperarme, llevé pasmosamente una mano a mi cabeza para frotarme los ojos, pero perdí el equilibrio y caí de espaldas tirando unas cuantas cosas y haciendo sacudir peligrosamente al caldero. Pero ni el estruendo de las cosas al caer al suelo me espabiló. -Valeskya... -clamé sin poder alzar la voz, pero a juzgar por su atontamiento, dudaba que me pudiera ayudar. De repente el suelo era una delicia.
  10. -Así es -confirmé, bajando la cabeza para ocultar una sonrisa- es mi prima. Toda un personaje ¿no cree? -no pude evitar ese comentario ni una risita; Za era una de las personas más divertidas que había conocido, aunque no tuviéramos tan estrecha relación. No me había parecido oportuno preguntar de dónde se conocían, aquello tampoco era el té de la cinco de la tarde para hablar de la familia y viejas amistades, aunque no negaba que tenía curiosidad, una que saciaría en cuanto volviera a la mansión, y con el entusiasmo de un chiquillo en su primer día de escuela, comentara a la familia lo que había sido mi primer día. Al menos esa era la ilusión. Siendo bastante más realista, con lo dispersa que era la familia, seguro llegaría y no se sentiría ni un alma en aquella mansión. Así había sido desde siempre y no tendría por qué cambiar aquel día. Pensaba en que a pesar de llevar varios años en aquel lugar, conocía muy poca gente, pero a nadie debía extrañar, sin esfuerzo alguno era una persona retraída y reservada. Pero cómo solía ocurrir cada vez que pensaba aquello apareció el primer rostro conocido, y posiblemente el único, del día. Nada más y nada menos que mi jefe había irrumpido en la clase y sin decoro alguno comenzó a soltar sus pensamientos mientras se acomodaba como si fuera un chiquillo rebelde y no un director de un departamento tan importante como el que estaba en sus manos. Cuando aquellas consideraciones llegaron a mi mente no pude menos que fruncir el ceño. Entendía que la prole común no tuviera que tener mayor conocimiento más que leer, escribir y un raciocinio mínimo para clasificar y archivar montañas de papeles, pero... ¿El Director del Departamento de Cooperación Mágica Internacional no sabía de Leyes Mágicas? ¡Aquello sí que era una sorpresa! Cualquiera hubiera dicho que aquel hombre tendría que estar versado no solo en la legislación interna, sino también en los tratados internacionales, además de un conocimiento sólido de la legislación de los países vecinos y con los que tuviéramos más contacto. Pero no me correspondía a mí juzgarlo, eso era cosa del Ministerio que lo había aceptado en su puesto, además bien sabía yo que no tener un certificado no significaba no tener conocimientos. Considerando aquello al tiempo que convertía bolitas de pergamino en pesas para jugar con la minúscula balanza que tenía en el pupitre, me di cuenta que tampoco era el empleado ejemplar y solía procrastinar mis tareas, pero nadie me había llamado la atención. Lo mejor era tener un bajo perfil allí para no refrescar memorias. Comencé a jugar con el equiliebrio esperando a que la profesora reclamara nuestra atención para empezar la clase.
  11. Jugar con el factor sorpresa era algo que me encantaba hacer y no solamente cuando salía a cazar, cómo acababa de hacerlo a mi hermana en aquel momento. Eché un vistazo a la caja de botellas que había traído el empleado en un afán por tenernos entretenidos un rato y así no lo tuviéramos pendientes de nuestras señas. Aquello era poco decoroso, pero el decoro lo habíamos perdido ya paulatinamente a lo largo de la noche. Tomé una botella y sonreí; además aquello de cierta forma detentaba poder adquisitivo; no era burda cerveza, era champagne de calidad. Lo cierto es que no podía borrar la divertida expresión de sorpresa de Valeskya de la mente. Sabía que aquello no se lo esperaba, había conocido parejas mías, pero habían sido chicas y nunca se había inmiscuido en mi pasado para saber más, así como yo siendo un perfecto caballero me guardaba mis impresiones sobre las personas para mí mismo, por lo que nunca le había comentado nada. Al final yo era de los que de la noche a la mañana aparecía con una pareja y para todos aquello era lo normal. Aplaudí la desgarradora canción que cantaba Valeskya, un poco extrañado que viniera justo luego de una que había usado para declararle a un montón de magos y brujas medio ebrios que estaban allí. Por si acaso llené su copa y le dejé la botella allí junto por si prefería beber directo del envase de vidrio. No había pensado nada ingenioso pero tampoco había hecho falta, yo ya lo tenía naturalizado. -Me extrañó tu elección luego de tu declaración, pero te creeré. Me agradaba como se desgarraba tu alma cuando entonabas el "a quieeeen" -y alcé la copa,- ahora saciaré tu curiosidad: Gustos variados es la descripción perfecta, hermanita -admití con una sonrisa que empezó siendo recatada y se fue deformando en una pícara- tengo un montón de años en esta tierra, me he sentido atraído por más de un hombre. Algunos somos seres maravillosos. Ahora si me disculpas, voy a cantar -me puse de pie y vacié mi copa-. Dudo que quieras detalles, pero si no aprovechas el champagne de esta noche, ya no se me ocurre otra chance. "Miss you" Forget your problems Lay down and start up Innocence of what you are Is what I want I bring my colors Drip down and drained out Tried a million things But my hearts been shy Well I hope you try and find me I'm most tired of pacing And I know what you want to say So say it Forget the words speak it just want to rearrange So I just say it Oh I really miss you Miss you Say Smile at the chance just to see you again I really miss you miss you say Yeah, yeah, yeah Heat stroke this like Things I think are right I never knew I could go as far as this I took your problem greasly forgot him I know who I had been before I slipped Oh I want to change it I will live a life that makes you smile When I'm done here in long long Fever is peaking just want to see your face Oh whatcha say, whatcha say? Oh yeah I really Miss you Miss you Say Smile at the chance to just see you again I really miss you miss you say So look at me now Before I walk away You might just miss me miss me One day Yeah yeah yeah https://www.youtube.com/watch?v=g9M4cWrvPR4 Bajé del escenario con una sonrisa distraída, con la cual volví a donde Valeskya y la bebida. -No te diré nada porque no quieras llevar a tu hombre misterioso a la mansión, ni te preguntaré quien es, ni cómo se conocieron, pero... ¿es también un hombre maravilloso? -una pregunta tan vaga como subjetiva.
  12. -Entonces, lo que logro rescatar de esto es que te apiadaste de la dueña del cuerpo que portas. Qué... irónico. Con una sonrisa incrédula, miraba los ojos violetas que eran de mi hermana pero reflejaban el alma de una intrusa a quien ya nos habíamos acostumbrado. Porque ¿Qué sentido tendría ahora iniciar una guerra? Aquello no acabaría bien y al parecer Valeskya cuidaba de Luna, de una forma que ninguno nosotros podría hacerlo jamás ni con el más efectivo maleficio Imperio. Ella podía sentirla, sus angustias, sus dolores, cuando los que la rodeábamos solamente podíamos imaginar la pena tan grande que cargaba la Granger, y por mucho que hubiéramos estado dispuestos a compartirla, sólo sería una ilusión. Cuando habló de venganza fue el punto clave para que me creyera aquella historia, a la que tampoco me negaba. Había visto muchas cosas en mi vida como para que guardara escepticismo, y lo poco que tenía, lo había perdido con el tarot de Valeskya. Luna nunca se habría vengado, ella aguardaba callada, sufría en silencio y perdonaba. Sin embargo había cosas que no me cerraban ¿Si quería vengarse, por qué se negaba a rebuscar en el pasado y descubrir a aquel desdichado que había convertido a Luna en aquello que nunca había querido ser? -Me gusta la venganza -respondí con una sonrisa cómplice- de más está decir que cuentas conmigo -me di vuelta y nadé dándole la espalda- ¿Encontrarás también la manera de vengarte de quien convirtió a Luna? Sé que ha sufrido por eso. Volví hacia donde estaba ella, salí del agua y me senté en el borde, para luego tomar y masticar una galleta lentamente. No había pasado por alto lo de Ariane, pero me sentía sumamente traicionado. Éramos socios, amigos y teníamos una confianza excepcional... sacando las cuentas, aquel suceso tendría que haber sido en el tiempo en el que habíamos roto por segunda vez. Solté un suspiro con la vista ausente. No quería pensar que todo aquello había sido por rencor, prefería pensar que había sido para ayudar a Luna, sé que se agradaban. De todas formas no haría una guerra con ella, teníamos una hija en común y por su bien, debía reinar la paz entre nosotros. -¿Ariane y tú se conocían de antes? De cuando ambas tenían cuerpo propio quiero decir... -Pregunté sin ocultar mi curiosidad. -Y si, ya sé que a tu manera me adoras -le guiñé un ojo y sonreí burlón Al principio me costó entender la pregunta de Valeskya, si luego de Silverlyn yo había seguido saliendo con gente, pero claro, siendo yo reservado con mis cosas y ella desaparecida por el mundo, no había habido oportunidad de que se enterara. Mas había algo en lo que más o menos había acertado: El temor a la soledad. Yo había vivido muchos años sólo, pero luego de que había conocido a personas especiales, me había mostrado sumamente dependiente. Me había costado mis buenos años superara a la persona anterior, pero al final siempre lo conseguía. Hasta ahora... -Ay Valeskya -comenté riendo- ¡Claro que salí con más personas! Con Ariane lo intenté dos veces, también tuve una corta relación con May Malfoy, y aquí entre nos, no me negué a los encantos de Mizu, la hija mayor de Sil... pero al final con ninguna funcionó, dos de ellas simplemente no eran para mí, y la tercera pues desapareció -me encogí de hombros.- Silverlyn dejó muy alta la vara, y en cierto punto llegué a considerar que nadie se merecía que yo me aburriera y las destratara con frases esquivas y excusas. Digamos que me mantuve al margen hasta no estar seguro de que está superado, para no comportarme como un i******. Sabía que no había raza, condición ni edad para ser víctima del sufrimiento por amor, y habiéndolo experimentado en carne propia, decidí tomar aquella justa decisión. No me importaba causar dolor físico, pero ya lo sentimental eran terrenos demasiado crueles para entrar sin una justa razón.
  13. Nuevamente había llegado el momento de que Joaquín Granger expandiera sus conocimientos. Tenía bien sujeto sobre los pergaminos que llevaba entre los brazos, la nota que había recibido el día anterior con las indicaciones de la hora y y el lugar donde se impartiría la clase. Llevaba pluma para tomar apuntes taquigráficos de lo que la profesora tuviera que decirnos acerca de las leyes que reinaban el mundo mágico que por momentos tanto distaba del muggle y por momentos tanto se llegaban a parecer. Al fin y al cabo las leyes tenían un punto en común: Orden. Esbocé una sonrisa confiada, lo era que mis conocimientos fueran especialmente nulos, aunque prefería las áreas del Derecho Privado, más específicamente la contractual, en donde podía depositar por escrito mi más desquiciada desconfianza, no negaba que era bueno conocer cómo funcionaban los juicios, o bueno... como deberían ser los juicios. Siempre había sostenido que la dama de la justicia hacía trampa y miraba por debajo de la venda que le cubría los ojos, así como que su balanza no estaba del todo equilibrada. ¿Quién podía culparme de mi falta de fe si había pasado gran parte de la vida sintiéndome por encima de la ley? Pero según mi reloj aquel momento, y a cinco minutos para las ocho de la mañana, debía dejar las ínfulas de grandeza y buscar el aula; gracias por haber recibido aquel don que me permitía grandes distancias en tiempos increíbles, porque en cuanto emprendí la marcha y quizás por mi propia arrogancia que no me permitía preguntarle a nadie por donde era mejor acceder al aula que seguro estaba en el primer piso de aquel antiguo edificio, incluso me había perdido un par de veces, pero al final había dado con la dichosa aula 105. Me detuve frente a la puerta, consciente de aquel dicho «A tiempo es tarde» pero aun así me tomé unos momentos para observar mi atuendo aquel día: un traje chaleco de raya diplomática color gris oscuro, y tanto la corbata como los zapatos de punta cuadrada eran negros. Sobrio, quizás demasiado y hasta anticuado, pero ¿qué más daba? aquello me resultaba cómodo, no iba a ningún desfile de modas de la última colección otoño-invierno. Además en mi opinión algo muy llamativo desentonaría con la clase y me postura al respecto. Esbocé una confiada sonrisa, pasé la mano por mi cabello, y entré. -Buenos días -dije a la mujer tras el escritorio y a la otra joven vestida un tanto más informal que ocupaba un pupitre.- Mi nombre es Joaquín Granger, y si no me equivoco esta es la clase de Leyes mágicas -sonreí al ver las pequeñas balanzas en algunos pupitres y ocupé uno de estos. Entrelacé mis dedos y los puse sobre la madera a la espera de instrucciones.
  14. -Denme un poco de crédito -dije bajando la cabeza cansinamente- no es que haga esto seguido... No recordaba, o no quería recordar quizás, cuando había sido la última vez que había ofrecido mis dones para ayudar a otra persona. Habían pasado muchos años desde aquel entonces, quizás medio siglo, tal vez más... La gente que a mis ojos resultara merecedora de mi ayuda por libre voluntad, no era gente que se presentara ante mí habitualmente. Mucho menos recordaba de alguien que rechazara de plano semejante propuesta. Aquella chica sí que era una caja de sorpresas. En su afán de ser independiente solamente lograba complicarse la vida. -En mi defensa, si no hubiera llegado la familia en ese momento, te hubiera borrado la memoria y no tendrías ni marcas ni recuerdos de lo sucedido -alegué a la joven asiática,- con tu familia, tu prometido, y la familia de él estoy dispuesto a hipnotizarlos para que se olviden del compromiso. Puedo hacer que tu madre sea más... dócil y no, no les tocaría ni un pelo. Sería natural para ellos. Tu solo piénsalo, no voy a obligarte. Por mucho que ella no quisiera escucharlo, igual había explicado vagamente el procedimiento, no tanto para que ella cambiara de opinión sino en un intento de que vieran de que mis intenciones eran no dañar a nadie, pero parecía que no sería fácil borrar mi imagen del pasado; por ahí en uno de mis tantos viajes a lo largo del mundo, en algún lugar perdido, había escuchado un dicho popular que rezaba «Crea fama y acuéstate a dormir» y aquella era la insufrible representación práctica. Di un sorbo a la taza de chocolate y pensando en lo delicioso que estaba aquello, dejé de prestar atención a la joven de cabello y ojos negros para dirigirme a la dueña del local. Ni siquiera le había felicitado. -Respecto a los chocolates... siempre hago lo que quiero -reí consciente de que era una vil mentira- por cierto, ¡Felicidades por el local! -alcé la taza a falta de una copa con alcohol- ¡Mucha prosperidad para la caja y la bóveda del local! -le guiñé un ojo.- Lo cierto es que las más importantes las que compré a nombre del local tienen el logo de la tienda, es solo un detalle formal, las que compré por móviles personales son comunes, pero es una buena publicidad. Si quieres date gusto y las decoras en casa -me encogí de hombros- pero llevaré algo para Helena, y un pastel o chocolate para Seishiro y los hijos de Za, puedes ayudarme a elegir -di otro sorbo a la taza- Y no te preocupes por el pago, los personales los pago acá, y los de la tienda te emitiré un vale para que lo cobres en el banco. -Claro, como si yo no tuviera nada mejor que hacer como para ir a la maldita China a hipnotizar a unos desconocidos que me son indiferentes -dije aquello con el más puro sarcasmo pero con el ceño fruncido- disfrute me daría devorarlos, y ya dije que no les tocaría -ahora con un tono más serio.- Si no quieres aceptarlo, tampoco es que vaya a dejar de dormir plácidamente. Disculparme, redimirme no es algo que atormente, cuando se tienen otras posibilidades. Deberías tener eso en cuenta todo esto antes de acusarme de que me ofrezco por diversión, que si fuera así, ya te habría sacado la información deseada. -Aclaré un poco indignado. -A todo esto ¿Qué tienes planeado para salir de tu situación? -di un sorbo a la taza. Había evitado mencionar que lo que la convertía en alguien interesante era que había resistido a mi hipnosis, con la esperanza de que el comentario de Valeskya pasara desapercibido.
  15. Refunfuñando, había desaparecido del local para aparecer en los terrenos de la mansión Granger. Como si fuera un simple sirviente y por algún motivo que no terminaba de entender ya que yo era tan dueño del local como ella, había acatado las órdenes de mi hermana; y aunque todavía estaba a tiempo de desobedecerla, había una fuerza superior que me lo impedía, quería creer que era una maldición por parte de la mal habida pero bien sabía que no era así . Solté un suspiro resignado ¿Qué había sido del Joaquín del pasado? Fui directo a la inmensa biblioteca de la mansión, que por aquellos milagros de la vida se mantenía ordenado en aquel caos. En la sección de habilidades, no hizo falta más que buscara la "P" para encontrar la serie de libros que buscaba. Había más antiguos y más modernos, pero la poción vigorizante era un clásico, por lo que suponía que estaría en cualquiera de ellos. Dudé un segundo y en un criterio un tanto descuidados tomé cuatro libros, dos modernos y dos reliquias con tapa. Me senté en el escritorio para buscar la poción en cuestión y no fue nada complicado a decir verdad, estaba en el primero que abrí, una copia de "Filtros mágicos y pociones". Lo cerré y tomando nuevamente los cuatro libros, salí de aquella habitación. -¡Kraven! -llamé, y la criatura apareció, un tanto sorprendida, pero sin emitir sus pensamientos- quiero que rebusques en los cacharros de la familia si hay algún caldero de peltre, un mechero, una cuchara de madera, lo que sea que se necesite para una poción, y lo lleves al gimnasio de la familia -le entregué tres de los libros- también estos libros. Puedes consultarlos para ver que equipo necesitamos. No tardes. De nuevo en los terrenos de la mansión desaparecí para aparecer en el bulliciosos y serpenteante pero amado Callejón Diagon, debía conseguir los ingredientes, que no eran especialmente complicados. Torax de Dragón volador, alas de hadas, caballitos de mar voladores y huevos de doxy. Era una poción bastante cruel al parecer. Sonreí con malicia, no me había puesto a pensar en aquello hasta aquel momento. Con entusiasmo renovado, retorné al local y fui como rayo a la cocina donde ya estaban los libros y el resto de los insumos. -Bien hermanita, empecemos -me quité el abrigo y doblé las mangas de la camisa. Contrario a lo que yo pensaba de la vida, las pociones no cederían a mi imperio, por lo que por falta de practica, testarudez, o lo que fuera había llevado por lo menos dos intentos, en los cuales peligramos ser victimas de una euforia insoportable, o un sueño casi mortal, para acabar con un caldero lleno de un liquido que quizás, era de un dorado bastante cuestionable... "Color oro" decía el libro, pero ya de ahí no se sabía si era un oro nuevo, un oro viejo, o que demonios. Me encogí de hombros y miré a Valeskya. -¿Tú que opinas? -pregunté, desconfiado de mi labor- al menos, empeño le puse... pero ni creas que voy a probarla yo solo.
  16. La respuesta que me había dado Valeskya sobre nuestro comportamiento aquella noche había sido más que suficiente para que simplemente riera y pudiera exclamar en un tono despreocupado «Nah, ¡bebamos más!» y así lo continuamos haciendo, acumulando botellas vacías más rápido de lo que el Elvis pudiera recogerlas. Tan solo por poner un ejemplo, en aquel momento teníamos una aguardando a ser retirada, y casi íbamos por la segunda; desaparecerían de allí en cuanto llegara su incauta hermana a ser vaciada igual que las otras pobrecitas. -Creo que puedo imaginar que seremos zombies -comenté riendo- las canciones más sórdidas, las bebidas más fuertes, una noche sin niños. Seguro será algo tan legendario que no querremos ni recordarlo, pero aun así, repetirlo una vez al año. Luego de volver de dar mi magno espectáculo, y siguiendo un cómodo orden tácito aquella noche, Valeskya se dirigió al escenario, mientras yo me servía una copa. Lo que no me esperaba y me hizo romper la copa ante la desconcertante sorpresa, fue que dedicara aquella canción a la persona que estaba enamorada. ¡Qué mujer tan valiente! ¡Ni yo me había atrevido a tanto! Escuchaba la canción romántica, mientras el mesero, con mala cara, limpiaba el desastre que había hecho, pero no podía ni siquiera disculparme. Pensaba que decirle. Cuando la señorita de ojos violeta y cabello negro volvió y dijo con un tono que dejaba en claro que aquello no era una simple broma para que yo probara límites, por lo que simplemente asentí con una media sonrisa y levanté mi copa, brindando en secreto por su nuevo amor y su felicidad, porque por mucho que me gustara fastidiarla, quizás enamorada, dejara de ser tan... brusca... por decirle de alguna manera. -Quizás puedas llevarlo a la noche que planeamos. Si tolera a un puñado de Granger casi en coma etílico, aullando en un micrófono sin pena ni decoro, tolerará cualquier cosa -solté una risita y me fui al escenario. Cumplí su consigna, no pregunté nada. "I kissed a boy" This was never the way I planned Not my intention I got so brave, drink in hand Lost my discretion It's not what, I'm used to Just wanna try you on I'm curious for you Caught my attention I kissed a boy and I liked it The taste of his cherry chapstick I kissed a boy just to try it I hope my girlfriend don't mind it It felt so wrong It felt so right Don't mean I'm in love tonight I kissed a boy and I liked it I liked it Yes, I do know your name It does matter You're my experimental game Just human nature It's not what, good boys do Not how they should behave My head gets so confused Hard to obey I kissed a boy and I liked it The taste of his cherry chapstick I kissed a boy just to try it I hope my girlfriend don't mind it It felt so wrong It felt so right Don't mean I'm in love tonight I kissed a boy and I liked it I liked it I kissed a boy and I liked it I kissed a boy just to try it I hope my girlfriend don't mind it I kissed a boy and I liked it The taste of his cherry chapstick I kissed a boy just to try it I hope my girlfriend don't mind it It felt so wrong It felt so right Don't mean I'm in love tonight I kissed a boy and I liked it I liked it and i liked it https://www.youtube.com/watch?v=UhCdAq3hCas Bajé del escenario con una amplia y nada buena sonrisa y luego de tomar mi copa y dar un largo sorbo, guiñé un ojo a Valeskya: -Esa no te la esperabas ¿eh?
  17. -Y por eso mismo puedes inmiscuirte en la mía, si así lo deseas, Estaríamos en igualdad de condiciones para la próxima pelea -respondí a la compartida afirmación de Valeskya. En realidad estaba un poco cansado de pelear, de verdad estaba disfrutando aquella paz fraternal, y me cuestionaba le seria posibilidad de estallar menos con ella, en la medida de lo posible, pero tampoco le pasaría por alto todas las insolencias por alto. Quizás aquel pensamiento se esfumaría en cuanto saliera de aquel estanque, de aquella carpa blanca inundada con olor a copal; al fin y al cabo, debía reconocer que pelear aunque cansado, sí, también era divertido, era "lo nuestro". El problema era que ahora las herramientas se estaban volviendo más punzantes, o peor... eran bombas. -¿Qué...? -No daba crédito a lo que escuchaba. Musité aquello sin interrumpirla. A cada palabra, me resultaba más doloroso y más increíble, y era extraño, porque no era el primer caso al que me enfrentaba, a decir verdad estuve muy ligado a uno, y a decir verdad nunca me liberaría. Pero aquello no me importaba, en cambio, mi hermanita... A todos nos había resultado extraño el abrupto cambio de actitudes que la dulce Luna había tenido, sobre todo para conmigo, pero supe adaptarme a ella; yo al igual que todos lo adjudicamos a una serie de eventos traumáticos que ella había sufrido, la boda fallida, la partida de su mejor amiga. Eran cosas muy dolorosas. Si bien en su momento me cuestioné que al final Luna no fuera tan fuerte como yo la veía a pesar de sus maneras suaves, me decepcionó un poco que se dejara vencer aunque nunca perdí las esperanzas de que pudiera volver a ser lo que era. Ahora sabía que no podría ser aquello y una mirada a la impostora que se hizo pasar por mi hermana todos estos años me dio la sensación de que Luna seguiría muy débil para hacerla resurgir, o peor aun... Que Luna, nuestra Lunita, no podría soportar el dolor de vivir su vida y que todo acabaría peor. Aquello debían resolverlo entre ellas. -Bueno... -dije carraspeando para aparentar naturalidad- ¿recuerdas a Selene, mi socia? Ella sufre un caso parecido cuando menos, últimamente era la demonio Ariane con la que convivíamos. Por ende, tu caso no me es del todo extraño. Pero Valeskya, ¿por qué nos adoptaste como familia? una vez liberada simplemente pudiste huir, volver a tu antigua vida o lo que quisieras. Sin embargo te quedaste, sigues compartiendo con nosotros, sigues llamándome "hermano" -Aquello lo dije sintiéndome un tanto traicionado. -Recuerdo esa tiara... -dije con aire ausente, ante una gran revelación- yo estaba en el bar de Luna cuando un muchacho, un ex alumno de ella o algo así, apareció con la desvencijada caja. Nunca me hubiera imaginado que estabas tú ahí dentro... No estaba seguro de cómo proceder a continuación. De nada serviría exigirle información sobre la tiara, mucho menos preguntarle si destruyendo la tiara ella se iría, no tanto porque aquello desataría una pelea, sino porque de conseguir la información tampoco estaba del todo convencido de poder actuar; no tendría la seguridad de que Luna estaría bien. Bajé la cabeza, y escuchando las palabras de Val, sonreí amargamente, volviendo a lo anterior, todo indicaba que Luna no resistiría dominar su cuerpo, y yo no me perdonaría traerla para sufrir por un mero deseo egoísta. -Debo reconocer -ocultando mi tono derrotado- que a su manera, salvaste a mi hermana, así que no puedo menos que agradecerte por tomar su lugar. No hace falta que te lo diga, pero sin ella, sin ti, sin ustedes, yo estaría incluso más solo. Así que debo agradecerte por todo lo que has hecho y como soy un hombre de palabra, aunque nunca podría usar estas armas contra ti por el bien de la familia, puedes preguntar lo que quieras. -No estaba seguro de que aquello fuera una buena idea pero lo dicho, dicho estaba.
  18. Otro día comenzaba en el oculto paraje de Ottery, y en aquella mansión reinaba el silencio, pero no por eso menos disfrutable. Era sumamente extraño despertarse en tal estado de calma, por lo general todos nos veíamos sobresaltados por algún grito, o cualquier otra clase de insólito disturbio que estaba casi seguro, el resto de las familias de allí no vivían. La verdad mal por ellos, porque hasta había sido instructivo, por ejemplo, para evitar empobrecernos más, habíamos decidido aprender a reparar las cosas por nosotros mismos con resultados óptimos. Era temprano, los niños seguramente dormían, y yo tenía por costumbre despertarme antes de que el sol comenzara a salir, pero hacía ya bastante rato que las cortinas de terciopelo verde se habían cerrado protegiéndome del sol, y las luces se habían encendido. Tenía puesto mi salto de cama de seda verde, pero a pesar del invierno, estaba abierto indecorosamente, como si la chimenea encendida que tenía enfrente me diera un abrumador calor que nunca sentiría. Disfrutando como si fuera un riquillo sin tener la bóveda familiar vacía, bebía una copa de aquel espeso líquido vital y leía por enésima vez "Seis personajes en busca de un autor" una obra de teatro escrita por Luigi Pirandello, no hacía tanto, en 1921. Habiendo terminado en un par de horas la centena de páginas que contenía el drama con tonos modernos, supuse que era momento de bajar al comedor y llenarme de ruido. Miré el traje marrón que usaría aquel día, pero decidí que no quería vestirme aun, ya lo haría cuando subiera a por Seishiro más tarde, pero tuve la mínima decencia de atar aquella liberadora prenda antes de salir de mis aposentos privados. Al poner un pie en el pasillo, todo seguía igual de tranquilo, y aquello ya despertaba en mí un sentimiento de extrañeza. ¿Todos se levantarían tarde? Continué el camino, mirando de un lado a otro, las puertas cerradas de las habitaciones de mi familia al tiempo que, por meras cuestiones de seguridad, y preparado para cualquier cosa, agudizando el oído para ver si sentía algún tipo de sonido desde el interior de ellas. Pero no sentí nada. Cada vez más extrañado, bajé las escaleras, casi arrastrando los pies, como si de verdad estuviera cansado. Afortunadamente, allí junto, en el salón, obtuve señales de vida, nada más y nada menos que Valeskya y Za, que estaban en una pasmosa tranquilidad. Casi asustaba su falta de intensidad. -Buen día, bellezas -dije con voz tranquila, como siendo incapaz de romper el silencio reinante en la morada, y di un beso a cada una- Que tranquilo está todo ¿no? Casi da miedo -comenté fallando en mostrarme distraído y dejando salir toda mi extrañeza. Me acerqué al ventanal por donde miraba la ojivioleta y me paré a observar el día, poniendo las manos en mi espalda. Incluso el clima parecía tener algo extraño, era un día demasiado lindo como para no desconfiar. Por mi mente pasó la idea de comentar aquello también, y comencé a incomodarme ¿Por qué diablos sentía la necesidad de contar todo lo que pasaba por mi mente? Los días en los que me asaltaba la transparente sinceridad nunca resultaban buenos para mí.
  19. -Sup... -comencé a acepta sonriendo con cierta resignación- Me vi interrumpido por una dueña del local de lo más animosa, que no ocultaba su sarcasmo. Levanté una ceja un tanto incrédulo por su actitud pero al final terminé aceptando que quizás había tenido alguna sobredosis de chocolate con licor y aquello la tendría tan feliz, no podía dejar de recordar aquella extraña noche en el que acaparamos el escenario en el karaoke de nuestra prima y acabamos botella tras botella, de champagne, teniendo como resultado una noche de distendida convivencia fraternal como hacía años no teníamos. -Te llevo ventaja, hermanita -dije acercándome para darle un abrazo y susurrar en su oído:- ¿Tú la trajiste? -y continuar con tono normal al soltarla- acabo de hacer un pedido grande. Ya sabes formalidades y atenciones para mis proveedores, clientes y amigos. Espero que tu elfina se esté ocupando. ¡Ah! felicidades por el negocio, creo que ha sido una excelente idea -sonreí amablemente. Que Li Xue aceptara la invitación para comer de Valeskya fue toda una sorpresa. No terminaba de entender por qué la asiática se sentía tan segura en presencia de ella, como si yo me controlara o le tuviera que rendir cuentas, o me castigara si yo me malportaba. Ignoré su comentario sobre controlarme, si de verdad quería que escuchara mi propuesta debía comportarme, y mi hermana sería posiblemente la única persona que lograra de una forma más o menos imparcial, que la chica escuchara mis palabras. Al fin y al cabo, a la Granger ya le había contado mis intenciones. Supuse que nos guiaría al área de la cafetería, por mucho que nos conociera de ambientes no comerciales, había que reconocer que un local en el que había clientes llamaba a más clientes, y no me opondría a ello. Además estaba seguro que la de ojos negros no se sentiría segura si no había un enorme ventanal que daba a la calle, por si alguno de los dos nos tentábamos con su cuello, que hubiera testigos que al pasar por allí casualmente vieran la sangre. Era una tontería pensar que en cualquier caso aquello la salvaría, pero todo fuera por la paz. Al llegar a la mesa que ocuparíamos para aquella informal e improvisada comida, dejando mi gabardina y mi saco en el respaldo de la silla, justo en el momento en que la criatura que había despachado con mi orden, volvía con una montaña de cajas. Observé que estuvieran tal cual las solicité, con el logo y con todo el atrevimiento del mundo, dictaminé que las enviara a Ollivander's y que dijera a los elfos de allí que se encargaran de su correcta conservación. El pago ya lo arreglaría con Valeskya al rato, pero seguro sería un pagaré por orden y cuenta del local, la especie de cheque que usábamos los magos y brujas. y las que fueran de mi uso personal las pagaría allí mismo. -Mientras Valeskya decide con qué va a agasajarnos -dije, volviéndome a las jóvenes, en especial a la asiática- y sin dar lugar a que cometas la descortesía de no escuchar, mejor te digo mi propuesta de una vez y ya: Te propongo una solución a tus problemas de prófuga de familia: Propongo utilizar mis poderes en tus padres, en tu prometido, y en cualquier persona que consideres necesaria, para romper definitivamente y sin rencores el matrimonio arreglado que te ata. En otras palabras, te propongo la libertad completa y absoluta para que recorras lo ancho y largo de este mundo, sin rendir cuentas ni vivir escondida. Es mi forma de redimirme por el mal rato que pasaste en la mansión. Piénsalo, no voy a presionarte. -Naturalmente, no le diría lo que pensaba sobre ella en realidad.
  20. Mientras la alborotadora matriarca trataba de organizarse, yo debatía mentalmente si me convenía más quedarme callado y asistir sin reproche a lo que mi hermana suponiera que era el arte delicado de cocinar, o en cambio si debíamos unir nuestras mentes para intentar evitar un desastre. Un desastre que se veía cada ves más inminente, como si yo fuera un marinero y aquellas galletas una tormenta grande que no se podían evitar. Aquella era una Valeskya tan dispuesta que no me gustaba nada. El espíritu navideño le hacía mal, y posiblemente a todos nos repercutiera. Cuando llamó a su elfina, creí que había una posibilidad de que al final me hubiera estado precipitando y que tal vez, la Granger se hubiera dado cuenta de que aquello era una locura. Pero con la necedad de una persona ebria, la aparentemente sobria mujer, exclamó acallando a la criatura, a quien, por primera vez en mi vida miré con compasión; ella también lo entendía, ella conocía a su ama tanto o mejor que yo, y sabía que si los envoltorios no tenían letras muy grandes, podría incluso llegar a confundir la sal con el harina, y eso, en el mejor de los casos. Usar las tazas medidoras no era tarea fácil. -No sé que te ha hecho pensar que estoy incómodo con mi inutilidad, si hasta la reconozco y la celebro... -mascullé entre dientes, de manera arrogante mientras pasaba una mano por mi cabello, cuando en realidad aquello era un insulto a mí mismo, pero como estaba en paz con mis demonios, no lo percibí. Las galletas avanzaban sorprendentemente bien. A pesar de que mis órdenes habían sido encargarme de la poción, las ignoré olímpicamente y aguardé allí atrás, viendo por encima del hombro de la joven de cabello negro, como elaboraba aquel manjar. Di las gracias al universo de forma silenciosa cuando permitió que la elfina interviniera en momentos claves de la elaboración, evitando cualquier clase de error fatal. Una mirada a la incomodada criatura y pude darme cuenta que sería la primera en su servil especie en necesitar vacaciones. Pobrecilla... -La poción puede salir mal -dije tajante, eliminando su optimismo- fuera de no haber preparado alguna, como te dije momentos antes, ni siquiera tengo un libro de pociones. Tendrás que trabajar el doble y ayudarme -miré las galletas y asentí a lo que proponía- Está bien, probaremos una, es nuestra responsabilidad como dueños. Somos inmortales ¿qué es lo peor que puede pasar?
  21. -Es una gran idea, Val -asentí efusivamente- al fin y al cabo, no podemos negar que al tomar el micrófono, lo que queremos es sentirnos como si la canción fuera nuestra ¿o no? -bebí un trago largo, en caso de que su respuesta fuera negativa, y yo fuera el único ridículo que lo sintiera así. Justo cuando pensaba que las representaciones de las canciones que elegíamos iban a ser puras lágrimas por corazones rotos, hasta que presté atención a la despreocupada y pasional canción que había elegido Valeskya y tuve que tragarme mis palabras. Quizás no todas las canciones que elegíamos eran tan así, mirando al escenario como mi hermana se aferraba al micrófono, se me ocurrió como toda la pantalla atrás se encendía fuego, al igual que su atuendo, con llamas mágicas obviamente. Para una noche temática sería de lo más interesante. -¡Salud! -exclamé vaciando mi copa, al ver como mi poco decorosa hermana terminaba la botella, y reí,- tendríamos que organizar algo así con el resto del Granger, es distendido, divertido, y todo el alcohol está tan justificado como el ridículo. -Me puse de pie y le dediqué un guiño.- ¡Pide otra! ¡O dos más! ¡Yo invito! Esta vez sabía exactamente lo que quería representar, un deseo, un remordimiento, una desesperación. Algo que no iba nada bien con aquellas horas en las que lo mejor era levantar ánimos. Pero ya que, nadie estaba tan sobrio como para prestar atención. "If I ever feel better" They say an end can be a start Feels like I've been buried yet I'm still alive It's like a bad day that never ends I feel the chaos around me A thing I don't try to deny I'd better learn to accept that There are things in my life that I can't control They say love ain't nothing but a sore I don't even know what love is Too many tears have had to fall Don't you know I'm so tired of it all I have known terror dizzy spells Finding out the secrets words won't tell Whatever it is it can't be named There's a part of my world that' s fading away You know I don't want to be clever To be brilliant or superior True like ice, true like fire Now I know that a breeze can blow me away Now I know there's much more dignity In defeat than in the brightest victory I'm losing my balance on the tight rope Tell me please, tell me please, tell me please If I ever feel better Remind me to spend some good time with you You can give me your number When it's all over I'll let you know Hang on to the good days I can lean on my friends They help me going through hard times But I'm feeding the enemy I'm in league with the foe Blame me for what's happening I can't try, I can't try, I can't try No one knows the hard times I went through If happiness came I miss the call The stormy days ain't over I've tried and lost know I think that I pay the cost Now I've watched all my castles fall They were made of dust, after all Someday all this mess will make me laugh I can't wait, I can't wait, I can't wait If I ever feel better Remind me to spend some good time with you You can give me your number When it's all over I'll let you know If I ever feel better Remind me to spend some good time with you You can give me your number When it's all over I'll let you know It's like somebody took my place I ain't even playing my own game The rules have changed well I didn't know There are things in my life I can't control I feel the chaos around me A thing I don't try to deny I'd better learn to accept that There's a part of my life that will go away Dark is the night, cold is the ground In the circular solitude of my heart As one who strives a hill to climb I am sure I'll come through I don't know how They say an end can be a start Feels like I've been buried yet I'm still alive I'm losing my balance on the tight rope Tell me please, tell me please, tell me please If I ever feel better Remind me to spend some good time with you You can give me your number When it's all over I'll let you know If I ever feel better Remind me to spend some good time with you You can give me your number When it's all over I'll let you know If I ever feel better Remind me to spend some good time with you You can give me your number When it's all over I'll let you know https://www.youtube.com/watch?v=ub36ffWAqgQ Bajé entre aplausos, como las veces anteriores y regresé distraídamente a la mesa. -¿Cuantas botellas llevamos ya? -pregunté riendo impresionado de nosotros mismos, pero no por eso dejé de servirme.
  22. -Al menos estamos de acuerdo en que conocer el pasado que se nos arrebata es una necesidad -dije tras dar un sorbo a la infusión- la diferencia de hasta qué punto saciarse, va de la mano con la personalidad de cada uno, supongo. Te detuviste cuando creíste que fue suficiente, buscaste tu consuelo, y te ha servido así que lo respeto, no tengo reproche alguno a tus métodos. Mientras masticaba una de esas suaves galletas que la elfina había traído, mientras encantaba el aire más inmediato a mi barbilla, para que las migajas quedaran suspendidas y no cayeran al agua, evitando desde una mala mirada de mi hermana hasta la fractura de la paz que estábamos teniendo; no dejaba de pensar en lo intransigente que era, pero que era conmigo mismo. Era algo que la gente solía malinterpretar, consideraba que podía imponer mis métodos como regla máxima, cuando en realidad, la sugería cuando la o las personas en cuestión no tenían un método efectivo para sus cosas. Aquello me desesperaba. Pero en el caso de Valeskya parecía tener todo bajo control. Sorprendido con la respuesta de la joven de ojos violetas, dejé la galleta y la taza y me tomé unos momentos para reflexionar. No esperaba que mostrara curiosidad cuando momentos antes se había mostrado conforme con lo que conocía sobre su inexistente pasado, pero había cosas innegables, que ella lo hubiera borrado no quería decir que el resto de las personas de aquellos tiempos también hubieran olvidado, y un desconocido simple, que bien podría haber sido un tercero sin relevancia en el drama vivido por quien fuera Luna, podría desatar una bomba en la vida de la vampira actual. ¿Sería ella consciente de eso? -Tengo entendido que hay diferencias dependiendo si se borraron los recuerdos con un encantamiento, en cuyo caso no estoy seguro de que se puedan recuperar, por medios propios al menos. Estudié encantamientos y no he encontrado alguno que lo anule, al menos de momento. Por lo que sería algo para hacer con un giratiempos, y evitar el encantamiento. Claro que sería peligroso hacerlo uno mismo, lo ideal es enviar a otra persona. Yo hipnotizaría a alguien neutral, un desconocido, para que lo hiciera. Amigos y familia, no es seguro, entran en juego las pasiones, al ver al agresor ¿me explico? -No soy muy versado en las pociones -admití con cierta pena- pero la hipnosis no borra los recuerdos, los oculta, los cubre con velo negro, es relativamente fácil borrar sus efectos pero también es peligroso. Imagínate que en la hipnosis hayan establecido como condición algo como «si intentan hacerte recuperar tus recuerdos, te quitarás la vida en ese instante» Es tan drástico cómo delicado, hermanita. ¿Te doy un consejo? Si algún día alguien te lo pide, siempre hipnotízalo como borrando todos los efectos algo como «eliminarás de tu mente todos los efectos de cualquier hipnosis anterior» si eres más fuerte que el vampiro anterior, se hará tu voluntad. No podía evitar dar consejos, que tal vez ya se los imaginaba, y aunque era bien sabido que ella intentaría negar utilizar sus poderes salvo caso de la más imperiosa necesidad, me gustaba creer que la ayudarían en un momento así. Al fin y al cabo, no por nada había tenido tantos años para conocer y escudriñar en tantos ámbitos de mi ser, aunque aparentemente no tanto como hubiera debido hacerlo en mi mente, en mis actitudes y en mis maneras de proceder. No me había dado cuenta qué tanto se habían vuelto, o se estaban volviendo, obsoletas. Aquellas aguas realmente penetraban profundo en cada uno. Solo esa explicación encontraba a la forma en que estaba considerando todo. -Oye, Val... aprovechando esta tranquilidad... ¿crees que pueda hacerte algunas preguntas más personales? -pregunté con curiosidad, pero proseguí- por ejemplo sobre, tu confusa boda... sobre transformación en Valeskya. No tienes que responder si no quieres, pero no me hubiera perdonado no intentar saciar mi curiosidad. @@Valeskya Granger
  23. A pesar del tono de broma que había usado Zahil para referirse a no matar a nadie con las galletas, yo tenía mis miedos al respecto. No tenía idea que tan hábil era Valeskya con las pociones, pero esperaba que fuera una maestra, ya que en mi caso mis conocimientos no se habían cultivado mucho todos estos años, yo era más de los encantamientos mas en aquella ocasión, no serviría, necesitábamos que el efecto desapareciera, y los encantamientos bien podían ser permanentes. Había que arriesgarse, ya tener un negocio era un riesgo. Acompañé a Zahil a colgar el cartel que había improvisado en unos minutos. Y le di toda mi aprobación, si me hubiera dicho que el modelo existía hubiera ido a buscarlo a cualquier parte del mundo, porque me gustó de sobremanera. Lo único que me preocupaba de contratar gente de forma tradicional era que nos exigieran un pago digno, o cualquier pago de carácter monetario, la verdad. No estábamos en condiciones de aquello, así que había en confiar en las habilidades de Za para librarse de pagar o que consiguiera arreglos en especie. Por aquel mismo motivo era que no me había atrevido a sugerir que compráramos pociones vigorizantes en lugar de hacerlas nosotros por iniciativa propia, porque nos desequilibraría los números, y una pequeña intoxicación era gratis, pero las pociones no. Ya había que descontar los materiales que esperaba mi hermana supiera cuales eran, o tuviera un libro de pociones a mano... De lo contrario todo aquello nos daría prensa, pero una muy mala, ya leía los titulares en El Profeta "Una inmovil Navidad: Las muestras gratis de un negocio local envenenaron a varios de sus clientes. San Mungo abarrotado" -Bien -dije confirmandolo todo- Za, confiamos en tu gusto exquisito, y si tienes que decidir en caso de empate, no dudes en buscarnos -le guiñé un ojo, deseando que hubiera un empate- esta bien Val, ya que la música va al final, te asistiré; no tengo idea de cómo hacer una poción vigorizante, pero te ayudaré en todo lo que pueda, y confío en que tú si puedas. En todo caso serán unas cuantas gotas... -dije tratando de inspirar tranquilidad, a mí mismo más que a nadie.
  24. No pude menos que asentir riendo, aceptando sus palabras, cuando dijo que con todos los géneros tan variables tenía una obsesión, pero era un tema que a todos nos hacía sentir comprendidos, suponiendo que se tratara del mal de amores. Tampoco pude dejar de notar que Valeskya estaba más animada de lo que normalmente se la vería en cualquier situación medio normal. Opté por no echárselo en cara para no estropear la convivencia. -¡Cuidado! -exclamé muerto de risa cuando la matriarca trastabilló, y hasta me puse de pie para ayudarla, pero con toda la elegancia que el apellido le confería por naturaleza, solita se las arregló- ¡Ve! ¡Deslumbranos! -dije aún de pie, con la copa en la mano, por si debía socorrerla. Aprecié la energía con la que cantaba aquella canción sobre una ruptura, y no tenía nada que ver con la Valeskya del principio, esta estaba más desatada. Tomé la ultima botella que estábamos compartiendo, y la miré haciéndola girar, tratando de encontrar algún aditivo secreto que el pícaro Elvis haya echado en la botella, también la olfatee con disimulo por si acaso, pero tampoco descubrí nada. Seguro era que ya estábamos ya en la cuarta botella sobre otros alcoholes anteriores. -¡Esa es la energía que me gusta! -dije mientras ponía la botella en su mano- veremos que encuentro yo. - Sonreí expectante de mi mismo. "Policy of Truth" You had something to hide Should have hidden it, shouldn't you Now you're not satisfied With what you're being put through It's just time to pay the price For not listening to advice And deciding in your youth On the policy of truth Things could be so different now It used to be so civilised You will always wonder how It could have been if you'd only lied It's too late to change events It's time to face the consequence For delivering the proof In the policy of truth Never again Is what you swore The time before Never again Is what you swore The time before Now you're standing there tongue tied You'd better learn your lesson well Hide what you have to hide And tell what you have to tell You'll see your problems multiplied If you continually decide To faithfully pursue The policy of truth Never again Is what you swore The time before Never again Is what you swore The time before... https://www.youtube.com/watch?v=M2VBmHOYpV8 -Era tiempo de cambiar un poco la temática -comenté satisfecho volviendo con mi hermana.
  25. No quería salir del agua con aroma a menta, era sumamente relajante, siempre me había gustado estar en el agua, era una experiencia tan relajante, y para ser sincero, aquella alberca natural era una delicia bien valía quedarse si además prometía curas, aunque fuera cierto o no, era igualmente disfrutable. Comenzaba a preguntarme por qué no hacía uso de la alberca de la mansión o del estanque natural tan bonito que parecía en el claro de un bosque encantado (?) Sin dudas no era por la falta de aroma a menta, algo tan fácil de solucionar. Al final decidí que no era más que la idea de que estando en casa, nunca tendría la paz que tenía en aquel lugar. -Es una decisión difícil, Val -dije aceptando la infusión de hierbas. -Deliciosa -musité.- Sin dudas es más difícil cuando te ves obligado a hacerlo, no te lo deseo para nada. Es una situación que te llena de ansiedad, y cuando ves los ojos chispeantes con el último anhelo de vida, rogando una oportunidad, no importa que tan despiadado quieras ser, sale a la luz todo tu rasgo de humanidad y es... desesperante sentirse entre la espada y la pared... Claro que no cuenta si uno mismo le quita la vida, hablo de situaciones en las que son víctimas de otras injusticias -hablé mirando a la nada. Sin dudas era muy responsable en cuanto a convertir a alguien. Di un sorbo más a la taza, me gustaba aquella taza. Cerré los ojos un par de segundos, reorganizando mis ideas, trayendo a cuento las palabras resentidas de mi hermana, que extrañamente no eran para mí, pero que no me daban tranquilidad, no las disfrutaba. El resentimiento que me gustaba era el que generaba en ella con comentarios inoportunos, palabras hirientes, o cualquier cosa para molestarla; pero siempre sabía que ella sacaría su filo para intentar defenderse, era todo un espectáculo, sin embargo cuando no eran para mí, la joven parecía sin oportunidad de defenderse. -Te voy a dar un consejo, hermanita, que espero nunca tengas que verte en la encrucijada de seguirlo o no -la miré muy serio.- Nunca conviertas a nadie por amor. Si bien entre creador y creado se crea un lazo que este último no puede ignorar y siempre tiene que acudir a tu llamado, sentirás que cargas con la responsabilidad de velar por un niño, sentirás su sed, su dolor, su agonía y lo más peligroso, puedes hasta revivir algunos de sus recuerdos. Con el tiempo, si no es la persona correcta se sentirá sofocado por ese lazo, y te rogará que lo liberes. Y ahí ya no podrás controlarlo ni sentir sus necesidades o peligros, pero tampoco olvidarlo, y sumarás no solo un amor que ya no es correspondido, sino una preocupación paternal. Yo rogué que me liberaran, así que lo entiendo de ambos lados. -Si... -no pude evitar reír- se vuelven insoportables, los reyes del mundo, capaces de dominar todo y a todos, que no necesitan nada ni a nadie -puse los ojos en blanco- la mayoría muere pronto y no de buena manera, mueren por meterse en aventuras más grandes que ellos, porque hacen una masacre a la vista de todos y hay que desaparecerlos, o porque se meten con superiores de poca paciencia. Muchas veces creo yo, caen en cuenta de que su inmortalidad es limitada cuando están al borde de la muerte y alguien los salva. Por lo general su creador. Es como que... -busqué las palabras correctas- empiezan a valorar un poco más la segunda, o más bien la tercera, oportunidad de vivir. Esa es otra de las cosas a tener en cuenta cuando conviertes a alguien. Pero muy pocos quieren escuchar. Evité mencionar que yo fui de esos últimos idi***s que llegó a creer que podría todo con tan solo unos días de convertido. Si la Granger de ojos violetas y cabello negro no lo preguntaba, me lo guardaría, pero seguro se imaginaría que fui así, calzaba perfecto en el perfil que tanto ella como yo acabábamos de describir. Lo cierto de todo aquello era que no había terminado de convencerme de todo aquello cuando llegué a aquella tierra en la que estaba llena de magos y brujas vampiros, entre otras criaturas, y dejé de sentirme tan único en el mundo. Di otro sorbo dejando ir aquello. Sentía ganas de golpearme. -Es extraño, -terminé por admitir- cuando tienes tantos años como yo, y se supone que disfrutas de la vida, vas coleccionando recuerdos, pero al final son tantas cosas buenas, que hay que clasificarlas, y te das cuenta que al final pierden significación y no genera nada el evocarlas. Hay que rebuscar mucho para encontrar un puñado de buenos recuerdos que me hagan sonreír al traerlos a mente. Te confieso que eso hace que me pregunte si vale la pena una vida tan larga para al final sentir tan poco sobre tantas cosas... Luego pienso la cantidad de recuerdos buenos que puedo seguir generando y desecho cualquier duda. -Sin dudas, Seishiro es el que ocupa un lugar central en mí, es la persona con la que paso más tiempo... No me malinterpretes, adoro a Helenita, pero no he tenido la cercanía que tengo con el pequeño. También ustedes, todos los Granger, han sido una fuente de buenos recuerdos -comenté con una sonrisa nostálgica- ¿Recuerdas cuando encontramos a Zahil con un tipo en la sala? ¡Todavía no lo supero! Sigo creyendo que la trusa de elefante de la venta de garaje salió de sus gavetas -comenté riendo. -Val... -dije suavemente. No había olvidado su comentario sobre perder la memoria- Dejando de lado mi postura sobre los grandes momentos que se vuelven irrelevantes, y aunque parece que al final controlaste la situación con nuevos recuerdos... ¿Nunca te has planteado intentar recuperar tu memoria? Me imagino que es peligroso, los recuerdos buenos de las personas que al final nos hicieron daño, siempre vienen acompañados con una puñalada de nostalgia, a veces duelen y frustran también. Te imaginarás que yo también tengo de esos, pero igual pregunto... ¿No te da curiosidad? -Di un sorbo a mi té desviando la mirada para no presionar.

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