Jump to content

León Crowley

Magos Expertos
  • Mensajes

    1.275
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    31

Todo lo publicado por León Crowley

  1. —Uffff ¿de nuevo? —indagó el holandés al ver la presencia de los que se hacían llamar defensores del bien, pero que a la larga solo deseaban generar más caos y confusión del ya reinante—. Deben tener unas vidas demasiado aburridas. Vayan a un bar, tomen algo. Consigan una vida. La mano del holandés se deslizó hacia adelante con la punta de la misma varita en dirección hacia una de las que pretendían atacar el lugar(Helen). Sin dudarlo mucho espetó: —Sectusempra El accionar de su varita, generaría unas serias y profundas heridas en su rival que no sortearía fácilmente y tendría que curarse lo más pronto posible. Antes de que pudiera apuntar d enuevo, un brilló cegó su mirada, Seguro fruto de algún hechizo de la orden. Apuntó a si mismo volvió a espetar. —Episkey Su visión comenzaba a ser mejor, y pese a que había escasa luz, podía diferenciar lo suficiente como para saber que algunos más habían decidido acompañar su napoleonica misión. —Nada mal.
  2. Su cuerpo se encontraba ya del todo recuperado por las herida causadas a mano de James Morán quien había dejado Londres, consiente de que León iría tras el en cuanto se recuperara. Estaba un poco avanzada la noche cuando escuchó voces no propias al interior de los terrenos. Una visita casual tal vez, pero no era precisamente esperada y menos a esa hora de la noche. Salió por la ventana y pudo apreciar como los que se hacían llamar portadores de luz, se acercaban hacia las orillas del bosque negro con la intención de capturar a su hermana. —Ohhh no, no en mi castillo —refunfuñó y desenfundó la varita, con la cual materializó una máscara de plata en su rostro. Desapareció al instante, apareciendo donde se encontraba su hermana, que parecía no entender lo que estaba pasando. No permitiría que se la llevaran y mucho menos sin dar un poco de pelea. —Buenas noches. ¿No creian que la tendrían tan fácil o si? —su cuerpo estaba casi desnudo, cubierto únicamente por un pantalón corto de color oscuro que llegaba un poco más arriba de las rodillas.
  3. El narrador (? Semanas, meses habían pasado ya desde que el cuerpo de León había aparecido casi sin vida y ensangrentado en la reja de la honorable familia Crowley, víctima de un viejo enemigo de la familia. Francine Adler, la mujer que en el pasado se hubiera aliado con el enemigo del rey Mathias para matar a la familia, había sobrevivido por más de 1500 años, con la sed de venganza y de avaricia por quedarse con la riqueza que se ocultaba en las ruinas del viejo castillo en Rumania, donde vivía la familia inicialmente. La mujer, había quedado embarazada antes de la boda, dia en el que rebanara la garganta de su prometido Viserys Crowley, el menor de los cuatro hijos del rey y hubiera permitido que las fuerzas de Lord Coward -enemigo juramentado del legado Crowley- ingresaran al castillo y acabaran con el linaje. Lo que Francine no sabía, y no se enteraría hasta mucho tiempo después, era que el mismo Mathias Crowley, antes de morir, la había maldecido, y con ella a la criatura que crecía en su interior. Un maldición que no le permitiría tener paz ni salud, hasta que los herederos de los 4 hijos del rey se reunieran y la sangre de los cuatro fuera impregnada en la espada negra con la cual había muerto Viserys. Mathias, astuto como él solo, sabía que pasaría mucho tiempo antes de que eso pasara, delegando la responsabilidad de guardar la información sobre la maldición a Rorschach, un elfo de la familia que viviría por décadas, hasta que el momento llegara. Así pues, la verdugo de los Crowley, había desaparecido de la faz de la tierra con su vástago y su maldición a cuestas llena de rencor y odio por no haberse podido apoderar de las riquezas de la familia. El niño que llamó James, creció entrenado y adecuado por la Adler para acabar con la vida de cada uno de los herederos Crowley, que según algunos elfos torturados, habían escapado de la masacre gracias a Ayacos, el mayor de los herederos, que moriría al poco tiempo. Francine se había casado con un acaudalado burgués de apellido Morán, que le dio el apellido a ella y al niño de cabello blanco y ojos violeta, que parecía no conocer la felicidad. Sus labios pocas veces dibujaban una sonrisa y sus ojos inexpresivos y melancólicos, que no se sabe si fue por la crianza o por la maldición. Los niños Crowley por su parte, habían sido dispersos por el mundo y habían crecido y tenido familia hasta nuestros días. León Crowley, Claudia Rambaldi Crowley y Andrés Greyback Crowley eran los tres herederos del legado de la familia y James, ya adulto y engañado por su madre, buscaría acabar con la vida de ellos, empezando por León. Sin tener claro el paradero de Andrés, Claudia y los demás Crowleys empiezan una búsqueda de explicaciones que develen el misterio del mensaje dejado por León antes de perder el conocimiento, cuyas heridas no curaban pese a los cuidados de los elfos Rhyfs y Arthur. Todas las pistas, llevaron a los miembros de la familia hasta las ruinas del castillo Crowley original en Rumania, donde se encontraron con el elfo, Rorschach que les contó toda la historia y cómo James había atacado a León en Hungría. Por otro lado, la figura de un hombre ingresaba en los terrenos de la familia en Ottery. James Morán, usando una poción multijugos con cabellos de Andrés, ingresaba en el castillo y sacaba el cuerpo de León, lastimando a los elfos en su proceso por ordenes de la misma Francine. Apareció luego en Rumania, con el cuerpo ensangrentado del Crowley, que se había debilitado aún más por el movimiento del peliblanco. Cuando James llegó a las ruinas del viejo castillo Crowley, hirió a varios miembros de la familia con tal de llegar a Claudia y acabar con su vida, librando una batalla con ella que casi termina en tragedia, de no ser por la intervención del verdadero Andrés que apareció en el lugar, luego de ver los desastres que James habían hecho en Ottery. Cuando Claudia contaba la verdad al ya derrotado James, Francine apareció enterrando la espada negra en el vientre de Andrés. La mujer se burló de lo est****o que había James al creer toda la historia y ahora se podría librar de la maldición de una vez por todas y reclamar como suyo, el tesoro que se ocultaba bajo las ruinas del castillo. Todo estaba ya acabado para los Crowley: Andrés y León estaban heridos por la espada, Claudia y los demás miembros de la familia habían quedado malherida por la batalla con James y Francine se acercaba a tomar la sangre de la misma Claudia para acabar con la maldición. Fue el mismo James quien tomó su varita y atacó a su propia madre, por haber jugado con él y haberle mentido. Agarró la espada negra y decapitó a la Adler, rompiendo así la maldición que se cernía sobre él mismo. Su cabello se tornó castaño y sus ojos oscuros se volvieron, tal y como los de su padre. El objetivo con el cual la espada negra había herido a León y a Andrés, moría con ella y las heridas de ambos magos comenzaban a sanar; la de Andrés mucho más rápido por ser reciente, pero las de León cicatrizaban lento, dado la cantidad de sangre que ya había perdido. Rápidamente, Fokker y Joa aplicaron escencia de dísctamo sobre las heridas de León para que no perdiera más sangre. Claudia se recuperaba al tiempo que lo hacía James que no sabía como mirar a quienes había querido matar. Rorschach, el anciano elfo, mostró a Claudia un salón secreto en las ruinas, donde reposaba toda la historia y algunas riquezas de la familia, que debía reposar en Ottery, en el nuevo castillo. La familia volvió a Ottery, a recuperarse y a sanar sus heridas. León pasó algunos días más inconsiente y se recuperó para regocijo de sus hijos y sobrinos. James, por su parte, emprendió su camino por su cuenta, buscando algo de paz para si mismo, con la promesa de los Crowley, de que cuando volviera, podía hacerlo, al fin y al cabo era un autentico Crowley. Fin. Off: Chicos, así damos por terminado el exteeeeeeenso trama familiar. Ya pueden rolear sus cosas y sus visitas normalmente. Aprovecho para compartir la noticia de que Fokker nos acompañará a Claudia y a mi en el patriarcado de la familia. Bienvenido patencio. Espero haber llenado las líneas (? xDDDD
  4. —No fui exactamente el mejor de los compañeros, pero no tuve problemas con casi nadie— susurró el pelinegro antes de dar larga y profunda calada al cigarro que se terminaba de consumir. Apagó lo que quedaba de la colilla contra el cenicero y volvió la mirada a la ojiverde—, y si, traición. A mis castos oídos llegaron comentarios grotescos sobre mi repentina partida. Supongo que Pascual tendrá algo que ver. Ya arreglaré cuentas con él. Su mano derecha se deslizó al bolsillo y de inmediato sacó otro cigarro que no tardó en prender y recomenzar así el vicioso ciclo que consumía sus pulmones. El café ya no le hacía efecto y necesitaba algo más fuerte. Debía aprovechar que el intenso de Arthur no estaba cerca y podía darse gusto con algo de licor. Se puso de pie y pasó la mano por el hombro de Goshi muy suavemente que acababa de rozar su tobillo con el pie bajo la mesa.. — ¿Te gustaría algo un poco más fuerte? —indagó levantando la ceja izquierda y con una sonrisa a medio dibujar en los labios—, de tomar por supuesto. La brisa apenas ondeaba de un lado a otro la copa de los pocos abedules que rodeaban el local y arrastraba a su paso una que otra basura que había quedado del turno anterior. El oscuro cabello del joven bailaba al son del viento mientras se acercaba a la puerta y hacía una seña a Marion para que se acercara un poco. La aún sonrojada pelirroja hizo lo propio y acercó su esbelto cuerpo hasta la puerta de vidrio. Fue imposible para León no contemplar su fino y elegante caminar, haciendo que cada paso que la pelirroja daba, valiera la pena el sueldo que devengaba. — ¿Necesita algo jefe? —indagó la mesera con las mejillas coloradas. —Tráeme una botella de vodka de la bodega por favor, un par de copas y algún pasabocas. Muero de hambre. —Enseguida.
  5. Buenas noches. Cómo ya lo había hablado con Kathe, con todo el gusto paso a recibirla como mi hija. Ya actualizaremos su ficha y su bóveda cuando tengamos los datos completos. Así pues, quiero manifestar que no tengo intenciones de adoptar más hijos o hijas. Así que solicito a los demás miembros de la familia que lo desee, adoptar a los siguientes inscritos xD. Bien sea como sobrino o algo así. Creo que no es más. Bienvenida a la familia Kathe
  6. Sira Conociendo los motivos que te llevan a tomar esta decisión, vengo a aceptar la dimisión de la familia. Mucho éxito en todos los proyectos que tengas. Clau Tenemos que ponernos de acuerdo para actualizar los árboles del registro, castillo y bóveda. Por que veo algunas personas que ya no están, otras que no deberían pero aún figuran en algún árbol. Bueno, creo que es todo y ya he llenado las líneas, así que me retiro.
  7. Rhyfs - Elfo Mayordomo del Castillo Crowley —Su padre se encuentra terriblemente malherido en un piso superior. Pero por más gruñón que fuera, jamas ha faltado al respeto a ningún elfo de este castillo, señorita Crowley —respondió enfático el elfo ante la respuesta de la señorita—. Por ahora, nadie lo puede ver, pero si me acompaña, con gusto le asigno una habitación para que pueda descansar de su viaje. Los demás miembros de la familia no tardan en llegar con buenas noticias para el maestro. El elfo hizo una sonrisa de respeto a la elfina que acompañaba a la impetuosa mujer y tomó las maletas para asignar una habitación. Por fortuna, al momento de reconstruir el castillo Crowley, León previó que en algún momento habrían de buscarlo sus hijos, y creó habitaciones adicionales. Tomó las maletas, mientras la bruja de cabellos oscuros se deslizaba hacia la biblioteca del castillo en compañía de su elfina. En el segundo nivel, exactamente en el ala oeste del castillo, el viejo elfo dejó el equipaje de la mujer. Haciendo uso de sus avanzados conocimientos de magia, una placa dorada aparecería con el nombre de la mujer, pese a que él no lo supiera. Bajo de nuevo la escalera e hizo una reverencia a Sira, indicándole que su habitación ya estaba disponible en el segundo piso en el ala oeste. Se retiró al escuchar el timbre principal del castillo, dejando a la mujer inmersa en su lectura. Abrió la puerta y saludó cordialmente a la mujer que se presentaba. —Buenas tardes señorita, ¿en qué puedo ayudarle?
  8. La batalla se complicaba más de lo que se hubiera imaginado. Sangre, cuerpos e intestinos decoraban el lugar. Sabía que debía salir de allí, y si podía llevarse a alguien con él, muchísimo mejor. Los portadores de la luz impetuoso y altaneros cómo no debían serlo, lanzaban hechizos a los pocos que quedaban con vida en el lugar. Una ola de ataques le cayeron encima como una pesada ola sobre su espalda. Se apuntó a si mismo, tratando de librarse —Episkey Susurró y sintió como los cortes en su cuerpo dejaban de arder y sangrar. Se pauntó nuevamente y repitió el conjuro —Episkey Eran pocas las fuerzas que le quedaban, pero no dejaría que le llevaran sin intentar dar batalla. Su mirada estaba más que perdida y sus fuerzas se alejaban de su cuerpo, pero mientras sus piernas les respondiera, seguiría adelante.
  9. El campo era un tragedia en si mismo. Brillos verdes y escarlata surgían de las varitas por doquier y los brillos de las máscaras plateadas y de las luces invadían el lugar. León vio como dos estatuas se aproximaban a el sin piedad alguna. Apuntó a los pies de una y espetó —Incarcerus —De la punta de Marié, su varita, tres cuerdas salieron disparadas a una de las estatuas (Hercules) inmovilizandola. León, una vez más apuntando a la otra estatua (zeus) sin retirar la mirada de los pies de la misma, levantó la varita y con una fluritura pronunció —Incarcerus De la misma manera que había hecho, tres cuerdas salieron disparadas a los pies de la otra estatua, dejandola inmovil completamente. Había pasado mucho tiempo por fuera de los asaltos, incluso teniendo un rango lo suficientemente considerable para hacerlo, no lo hizo. No dejaría pasar la oportunidad, y mucho menos dejar que burlaran a la MArca. Miró a su alrededor, presto a contra-atacar.
  10. No había notado, cómo un lobo conjurado por algún portador de luz, había sorteado los hechizos y los rayos y había llegado hasta donde el mortífago, mordiendo su mano. León gruñó, y tomó la varita con la otra mano viendo como la criatura se lanzaba hacia otra mortífaga. Con la mano contraria, tomó la varita y se apuntó a la mano mordida. —Episkey De inmediato, su mano se liberó, dejando que el dolor desapareciera lo cual fue un alivio para él, aunque no tuvo que esperar mucho para ver como una araña, que venía de la misma dirección hacia donde se dirigía el lobo, le picó. Mandó la araña lejos y tomando una piedra del suelo, y concentrandose antes de que la acción del veneno hiciera efecto en él, espetó. —Morphos La piedra de inmediato se transformó en un bezoar que el holandés se apresuró a tragar antes de que fuera demasiado tarde, apaciguando así el veneno de la misma.
  11. Consiente de sus acciones, debía buscar la forma de cubrir sus flancos o cubrir el de los demás. Divisó no muy lejos que alguien más necesitaba su ayuda, un hermano mortifago. Apuntó su varita a un bloque de concreto que no se hallaba muy lejos de él. Sin esperar mucho espetó. —Morphos —de inmediato, el bloque se transformo en un enorme búfalo Americano que se interpuso entre el mortífago (Hades) y los rayos que lo atacaban. Levantó su varita una vez más y apuntando a apuntó a uno de los que atacaban a su compañero. Infiló su varita a la del fenixiano (Groter) y sin pensarlo, espetó —Sectusempra —un brillante rayo de color salió disparado de su varita en dirección a su oponente, con la firme intención de rebanar su cuerpo y que el desangre del mismo acabara con su triste exsitencia.
  12. Era tarde ya para estar afuera de la cama. La brillante luna se alzaba imponente sobre su cabeza y pese a que el cielo estaba espeso, algunas travisesas estrellas se dejaban entrever por los espacios que dejaban nube y nube. La pálida luz iluminaba el castillo Crowley, en donde la mayoría de las luces estaban ya apagadas, indicando el descanso de la famiia. —Extrañaba el ardor— susurró León al sentir como la piel de su antebrazo izquierdo quemaba. Su familia lo llamaba y era su deber contestar, sin importa que fuera el motivo o el lugar donde se le necesitara. Saltó del arbol en el que estaba trepado haciendo ejercicio y tomó su varita que reposaba sobre una rama del abedul en el cual se ejercitaba. Su cuerpo estaba cubierto solo por un pantalón corto negro que llegaba un poco más abajo de sus rodillas y después de materializar la máscara de plata que identificaba su bando, desapareció del lugar. Sus pies tocaron tierra nuevamente en los terrenos de la mansión Malfoy en donde se libraba una poco amigable batalla. León sabía que no hacía mucho se había inaugurado y por lo visto, los portadores de la blanca luz en el rostro no habían dejado pasar la oportunidad para hacer de las suyas. Avanzó hacia el interior del castillo, dejando tras de si la reja destruida hasta el lugar donde se llevaba a cabo la batalla. Desenfundó la varita, listo para atacar.
  13. Buenas buenas. Paso por acá gustoso a aceptar a mekare como hija adoptiva. Te cuento en que estamos en el castillo, para que busquemos la manera de unirnos a la trama. Por ahora, actualiza tu ficha y tu bóveda con los datos de la familia. Te invito también al Centro de Adiestramiento Crowley en las tres escobas, para socializar y conocernos un poco. Y si manejas facebook, también puedes unírtenos. Mi facebook es: https://www.facebook.com/leon.c.crowley . Me agregas y te uno al grupo. Bienvenida Mekare!!
  14. El narrador (? El tiempo pasa sin clemencia y los hechos lamentables y trágicos que se ciernen sobre la legendaria familia Crowley, parecen no tener fin. Desde que el patriarca León, llegó ensangrentado al portón del castillo, una ola de acontecimientos siniestros cubrió el castillo. El tiempo cursaba su ritmo normal, segundo y minutos que hacían a León cada vez más debil. Bajos los cuidados de Bran y Catheline, elfos de la familia Crowley, el cuerpo del mortífago pierde cada vez más sangre. Nadie sabe a ciencia cierta que le deparará el futuro al patriarca, pero de lo que están seguros es que deben llegar hasta el fin del asunto. Tras haber descifrado la mayoría de los acertijos dejados por León en el lecho de su muerte, cada uno de los integrantes de la familia se dirigieron a diferentes partes del mundo en busca de información que pudiera salvarle la vida. Una de las hijas de León, Julienne, y una amiga cercana a la familia,Sol, partieron en dirección al oscuro bosque de Gemenc al oeste de Hungría en busca de algún detalle útil. Joanna, otra de las hijas del mortífagos, había partido rumbo a Holanda en busca de Aura Corvinus, hermana de León y que de seguro tendría algo de información sobre los Adler. A su vez, el mayor de los hijos del agonizante y su hermana Claudia, habían viajado a Diagón en busca de Deiwan Rambaldi, hermano adoptivo de León y gran conocedor de artes oscuras, para después escarbar en el pasado de la Familia Adler en Ottery y encontrar pistas reveladoras que llevarían a todos y cada uno de los miembros de la familia a encontrase en Rumania, lugar donde reposan las ruinas del Castillo Crowley original y donde se llevó a cabo una masacre que casi acaba con los Crowley. Rhyfs - Elfo Mayordomo del Castillo Crowley —¿Qué desea la señorita? —Indagó el elfo Rhyfs a la recién llegada, sacando un ojo por la rendija de la puerta. No era el momento más adecuado para recibir visitas y el recelo no estaba de más. —Soy Sira, el apellido no importa, no tengo—respondió de inmediato la mujer al otro lado de la puerta, Vestía demasiado elegante para ser una bruja, pero la presencia de la elfina que la acompañaba, revelaba su condición mágica—, vengo en busca de León C. Crowley, espero que este aquí. —El amo León no se encuentra en condiciones de atender visita, si gusta puede volver mas tarde o.... —Rhyfs se quedó mudo un momento. De repente abrió la puerta de par en par y se quedó mirando fijamente a la mujer que tenía en frente. Ojos oscuros y profundos y pequeñas líneas roja en el iris que reflejaba su condición demoníaca. El sutil aroma a azufre que desprendía y el cabello oscuro, fue suficiente evidencia para que el elfo, todo un experto en los detalles de los Crowley, notara que era sin duda otra hija de León. La invitó a pasar y cedió una silla. —No tengo que ser adivino, señorita Sira, para saber que usted es una hija del amo León. Es por eso que está acá ¿verdad? ¿Para conocer a su padre?
  15. —Vaya vaya —susurró el pelinegro con una sonrisa al ver la reacción de Goshi— la feroz mortífaga, el azote de los solteros de Ottery, la más temida de las periodistas, doblegada ante la presencia de un simple león. Se sentó frente a ella y dio una larga calada a su puro que ocasionó una larga bocanada de humo que tardó un buen tiempo en desaparecer. La brisa era leve y las hojas de los jóvenes cerezos que adornaban el lugar, apenas se movían entre corrientes de aire débiles que hacían bailar las antorchas y las sombras que estas proyectaban. Aún no sabía muy bien cual era el favor que quería pedirle, ni siquiera él lo sabía. Solo tenía que buscar las palabras adecuadas que no las iba a hallar en las nubes, por más que se quedara mirándola. —No podría decirte con quien te debes acostar, robar o matar. Podría ser el mismo tipo sin suerte. Aunque podrías llevarlo a la cama, drenarle la sangre y quedarte con su billetera. Tomó la taza y llevó un poco de café a sus labios, dejando que el sabor le embriagara y le tranquilizara por completo, aunque no tenía razón alguna para no estarlo. Volteó a mirar fijamente a la mujer, que mantenía sus ojos verdes clavados en él. Sonrió consiente de que seguramente la mujer estaría demasiado intrigada por saber qué favor le pediría. Se acomodó frente a ella y abrió la boca simulando empezar a hablar, pero lo hizo para dar otra larga calada a su puro que ya llegaba a la mitad. Tuvo piedad de la mujer y finalmente se decidió a hablar. —Averiguame como están las cosas adentro de la familia. Sabes bien que me fui sin mucho ruido, sin muchas explicaciones más que a las personas que se les debía dar. Llegaron a mi algunos rumores de que se me acusaba de traición y que mi salida fue algo extraña, teniendo en cuenta que en poco tiempo iba a ser promocionado —Hizo una pausa y dio otra calada a su puro—. Quiero volver. Tengo que volver. Y quiero saber que será seguro.
  16. —No creo que una elfina pelirroja en delantal, pueda atraer tanto clientes como lo hace ella —contestó León esbozando una sonrisa antes el comentario de Goshi. Si bien era cierto que un elfo era mucho más practico y efectivo que esa chica, no conseguiría de ninguna forma, darle la popularidad que esa chica había logrado. Si no fuera tan moralmente incorrecto, la pondría en ese mismo uniforme, a invitar a los clientes. Pero los moralistas de la comunidad mágica no lo verían nada bien. Aparte de que también tendría que poner al favorito de Tau o no lo verían bien. Volvió clavarse en los ojos verdes de Goshi y soltó un suspiro ante su comentario. Las palabras que le dedicaba su amiga, no solo eran reconfortantes, si no que le hacían bien en medio de los problemas —No creas que no lo sé. El solo hecho de que estuvieran ahí, fue de gran ayuda pese a que ya no soy uno de ustedes. Y no me malinterpretes, no creas que no lo extraño. Pero sabes las causas de mi salida y sabes también que no me quedaba de otra. Hizo un pequeño silencio mientras jugaba con su mechón. Lo hizo a un lado y volvió a su sitio inicial. Miró a Marion que se acercaba ya con el pedido, justo cuando su acompañante hizo el comentario del cigarrillo. Hacía algunas semanas que no fumaba y el estar entre cuatro paredes le agobiaba mucho puesto que de inmediato se puso de pie y le indicó a la pelirroja para que esperara en la barra. —Acá no, pero podemos ir al patio de atrás. Y con todo el gusto te recibo uno —tomó la caja de cigarrillos y caminó hacia el mostrador, tomando las bebidas que habían solicitado. En su camino, besó la mejilla de Marión quien se sonrojó, aunque no sabía si por el beso o por la risa burlona que la vampiro hacía tras de él. Avanzaron por un corredor amplio que comunicaba con la escalera del segundo piso y el salón posterior. El pelinegro abrió una puerta de vidrio sencilla a ingresaron a un patio, relativamente amplio, que tenía algunas sillas rodeando una mesa con parasol. La tarde estaba ya cayendo por lo que el sol no dejaba mucho de sus rayos. León sacó su varita y encendió las antorchas que rodeaban el lugar. Se llevó una gran sorpresa cuando vio acostado, al fondo del lugar y con el hocico sobre sus patas delanteras a un león, probablemente de unos dos años, que tenía aspecto de llevar algunos minutos allí. Se acercó tranquilamente y acarició su melena. La imponente criatura levantó la cabeza, dejándose acariciar del holandés que nunca había tenido problema con los felinos. Lo dejó en su lugar y se volvió a la puerta de cristal gritando desde allí. —¡Marion! ¿Qué hace un tocayo mío en el patio? —El del cliente, jefe —respondió riendo la chica desde el mostrador. —Ahhh. Ok. Que por favor nadie nos moleste. No esperó a que la pelirroja le respondiera y cerró la puerta con la varita, espetando uno que otro hechizo que evitara que lo que se iba a hablar en ese patio, saliera de allí y estaba seguro que el león no diría nada. Se sentó en la silla e invitó a Goshi a que hiciera lo mismo. Sacó un cigarro del paquete y lo encendió con la antorcha, invitando a la mujer a hacer lo mismo. Dio una larga calada al cigarro y respiró profundo antes de seguir. —Acabas de decir que solo tenía que pedirte un favor si lo necesitaba. Y de hecho si necesito uno
  17. —Y a mi me alegra ver un rostro amigo —contestó al tomar asiento—. No han sido semanas fáciles. Nunca me ha gustado estar bajo un ojo observador. A donde salgo hay alguien vigilandome y la verdad.. —hizo una pausa cuando vio que Marion se acercaba. León había contratado a esa mujer, unica y exclusivamente para deleitarse con su belleza cada vez que fuera al local. No era una mujer inteligente y mucho menos tenía experiencia alguna, pero la perfecta armonía entre sus ojos verdes, sus cabellos rojos y su encantadora sonrisa, eran un imán para los hombres, que no se resistirían a pasar, así no les gustara el té, lo arrojarían a una matera por ser atendidos por ella. Con la habitual alegría que la caracterizaba, la mesera saludó. —Buenas tardes jefecito, buenas tardes señorita —Hizo una pausa mirando a León y seguidamente a Goshi. Se alisó el delantal y prosiguió—. ¿Que les puedo ofrecer? El comentario de la Rowle, hizo sonrojar el rostro de Marión casi tanto como el color de su cabello. Agachó la mirada y se quedó con la vista fija en su libreta de notas, esperando las palabras del Crowley. León miró con un aire de reproche a su acompañante y posó la mano sobre el brazo de la apenada camarera. Los intentos del pelinegro por calmarla, hicieron que por el contrario, esta se pusiera aún más nerviosa. León sonrió y se limitó a hacer su pedido. —Un Caramel Macchiato para mi por favor. Muchas gracias. —Se quedó mirando a la mortífaga mientras Marión se alejaba— ¿Era eso totalmente necesario? Se tomo un tiempo para mirar a su alrededor. No veía ni al administrador ni al compañero que debería tener la pelirroja dada la hora que era. Un vago chico que Taurogirl había contratado por el tamaño de sus glúteos. No podía decir nada o sacaría también a Marion. Un cliente nada más, al otro lado del local. Podía hablar en confianza. —Todo esto me hizo ver que estoy demasiado vulnerable. Que no tengo el apoyo ni la fuerza necesaria. Que no puedo dejar que mi familia esté en problemas nuevamente. Y solo hay un lugar en donde puedo volver a tener ese apoyo.
  18. Buenas buenas, paso por acá a aceptarte adorada hija mía como nueva Crowley *o* ahora a luchar por el cambio de Nick para quitarte el Granger del nick y quedar con los apellidos que son. Bueno, creo que no es más. Un saludo a todos... ¿Ya hice dos líneas? Rta: No. aún no las hacía, así que volví xD
  19. Bueeeeenas. Vengo de carrera a aceptar a mi adorada Sira, o si no el patriarca me arranca o un brazo o algo más importante. Esto.... yo aún no estoy legalmente en el arbol de la Rambaldi, no he vuelto a colocar a la familia en mi ficha ni bóveda, así que espero que no haya problema por ahora, la otra semana hago eso. Abrazos varios. *Patea a Dei*
  20. —Muggles.... —refunfuñaba el holandés caminando con las manos entre los bolsillo de su gabán. El paso obligado por la estación de King Cross esa mañana le desagradaba terriblemente, pero no había logrado cambiar la cita con el comerciante de antigüedades, así que tenía que tomar el tren de vuelta a Diagón. Ese día tenía una importante cita que había estado postergando por semanas, no por que quisiera hacerlo, si no por que su estado de salud no se lo permitía del todo. Aún en ese instante, sus fuerzas no estaban del todo recuperadas, pero al menos, podía darse el lujo de invitar un café a una buena amiga. Alguien que de cierta forma, había colaborado con su familia a descubrir el misterio que envolvía su heridas. Aún caminaba algo cojo, era cierto, pero el largo gabán que llegaba hasta sus tobillos, cubría a la perfección su irregular caminar al punto que, de no ser por las cicatrices en su rostro y brazos, no se notaría que si vida estuvo al borde de ser una historia. Había dejado a un lado los habanos y el cigarro mientras se recuperaba por eso cuando llegó a la puerta del Juan Valdez, le fue imposible evitar el movimiento reflejo de apagar el cigarro que no estaba allí. Hacía bastante tiempo no pasaba por el lugar, pese a ser el propietario, y había olvidado cual administrador estaría a cargo y aún peor, si este le reconocía. Sacó las manos de los bolsillo e ingresó al local, justo para encontrar a si cita preguntándolo. —Pues muy bien lo ha buscado que ya lo encontró, señorita Rowle— apuntó León al tiempo que se acercaba a la mujer para besar su mejilla—. Me alegra mucho que vinieras y perdona no haber ido a buscarte en persona, pero no ando del todo recuperado. Por cierto, gracias por estar allí esa noche, así mi familia no te haya dado el igual agradecimiento. Son un poco recelosos en lo que a la sangre refiere. Le indicó una mesa y se sentaron, llamando la atención de la pelirroja mesera que aguardaba detrás del mostrador.
  21. Hola Aziid. Bienvenido a la familia Crowley. Pues, si, es mortífaga, pero no tenemos restricciones para con los miembros de la orden del fenix. Vengo yo, en calidad de patriarca a recibirte formalmente en la familia. A Claudia le queda un poco complicado venir ahora a aceptar ser tu madre si así lo desea, dado que tiene algunos problemas de conectividad. En todo caso, puedes pasarte por el Topic en Off, el C.A.C. (Centro de Adiestramiento Crowley) y presentarte en suciedad, perdón, sociedad. Te diría que te pasaras por el castillo, pero andamos en la mitad de una trama familiar que esperamos terminar pronto por que se ha prolongado por varios meses jajaja. Y pues nada, bienvenido \o/
  22. Mi hermosa Tauliana. Lo intenté de las tres maneras. Por el my Media, por cuadrito de "Special BBcode" y manual. Y en ninguna de las tres opciones me salió. Así que no me llevas ññ porque aún no tengo respuesta xD me quedaré acá a esperar a que algún responsable me conteste. No vayas a pensar que te digo irresponsable, sería incapaz
  23. Hola hola señores(as) y señoras moderadores(as) y administradores(as). Estaba yo en día pasado haciendo un posteo, en el cual necesitaba, quedara evidenciado un vídeo, pero me llevé la sorpresa de que no funciona el bbcode de [media] Sin embargo, en algunas publicaciones veo que con solo el link de Youtube, el vídeo queda incrustado. Les agradecería enormemente si pudieran, o reparar el bbcode de [media] o comentarme si hay alguna alternativa eficiente para que el vídeo quede incrustado. Muchas gracias.
  24. Marion Smith - Mesera Era consiente que tenía un cuerpo envidiable y que el mover de sus caderas había corrompido a más de un cliente que pedía su nombre, su numero y hasta su estado civil. Pero ella con una sonrisa, los dejaba sin palabras. Sin embargo, cuando se giró, se llevó la sorpresa de que el chico no la estaba mirando. Se frustró bastante y con un gesto de enojo regresó a su lugar. —Que chico tan raro —susurró sacando una bandeja de abajo del mostrador. Había notado que mantenía las manos ocultas, y que todo lo hacía por intermedio del elfo. No era algo común. El piso del local estaba algo sucio. No sabía como era posible que Sheyla, siendo su mejor amiga, no dejara el local organizado por las noches. No era mucho lo que tenía que hacer, realizar el cierre, limpiar el piso y dejar las cosas en su sitio, lo cual no era tan complicado teniendo en cuenta que ambas eran brujas y podían perfectamente utilizar la magia. No solo eso, Leonard, su compañero de turno, estaba terriblemente enamorado de ella y haría, con todo el gusto del mundo, sus quehaceres. Pero a ella solo le importaba que le comprara ropa. Marion cayó en cuenta que ya eran más de las 7:30 y Frederich aún no llegaba. No le dio importancia y se acercó de nuevo al chico. — ¿Y bien? ¿Que desean tomar en esta hermosa mañana?
  25. Marion Smith - Mesera —<<No lo soporto. Sencillamente no lo soporto>> —pensaba Marion enojada mientras acomodaba el delantal en su cintura. No solía llegar tarde al local, puesto que vivía a menos de 10 minutos caminando del callejón Diagón pero justo ese día, se había tomado algunos minutos de más frente al espejo arreglando sus brillantes risos. Si de algo estaba orgullosa Marión era de su pelirroja cabellera y la cuidaba y organizaba cuanto podía; era por sus rizos que la habían contratado en ese lugar, por eso y por sus ojos verdes esmeralda que hacían conjunto con su sonrisa. De atender mesas no sabía mucho, de café menos. Pero si algo sabía era encantar a un hombre o mujer con una sonrisa y un guiño. Se miró al espejo algunos minutos y salió del baño perfectamente arreglada. — ¿Para qué madrugar si nadie viene tan tempra...— sus palabras fueron interrumpidas por la entrada se un cliente poco particular. Un chico bajo de cabello negro ingresaba con un león y un elfo. Tenía que reconocerlo, para ser el único cliente tan temprano, era muy peculiar. Se alisó el delantal y se acercó al chico. —¡Hola!, Bienvenidos al Juan Valdez Café —saludó enérgica al chico y al elfo. Se tomó un minuto mirando al animal que los acompañaba. Parecía calmado pero era mejor prevenir que lamentar. Miró al chico con la sonrisa pícara que la caracterizaba—. Disculpa la pregunta ¿está completamente controlada tu mascota? Si gustas puedes dejarla en el jardín posterior. No correrá ningún peligro allí, mientras tanto, puede escoger algo para tomar. —entregó la carta al chico sonriendo mientras se alejaba.

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.