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León Crowley

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Mensajes publicados por León Crowley

  1. Yo esperando a que me avisaran para hacer el libro y hasta ahora me desayuno que debo veir a inscribirme acá :facepalm:

    Nick: León Crowley
    ID: 113891
    Libro de Hechizos: Libro de la Fortaleza
    Justificante de compra del Libro (Link al post del Concilio de la bóveda trastero): Acá
    Rango Social: Dragones de Plata
    Nivel de Magia: X
    Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): (._.') Diciembre 2011
    Link a la Bóveda: Un Link!
    Link a la Ficha: Otro Link!

     

     

     

    Y Sha-ron

     

    tenor.gif

     

    *Cucharea agresivamente y sin compasión a Candela*

     

     

    Edit! (OhYeah)

     

    No tendría ningún problema en que me metan en la clase de Junio, soy activo y traigo gomitas B)

  2. Hola @ Acá vamos con el post. Voy a dejar entre Spoilerls todo el post completo, como debe quedar. Muchas gracias.

     

    http://i.imgur.com/Dz2TZ.png

    http://i.imgur.com/ZGeG2eW.png



    Roca por roca, el Castillo Crowley, fue llevado a Londres desde el interior del Bosque de Panonia, en las grises tierras del centro de Rumania. Al costado oriental de la emblemática calle Ottery, justo sobre la colina que colinda con el bosque negro londinense se levanta imponente el castillo de piedra perla caliza. Desde la entrada de reja metálica, que se levanta cuatro metros metros encima del suelo, el castillo se logra divisar en la cima, imponente y majestuoso. Protegidos, por un muro de tres metros de altura a lo largo de la calle; los terrenos de la familia comprenden desde el interior del bosque, por una extensión de kilómetro y medio cuadrado del mismo por el norte, el muro de roca volcánica negra de seis metros de altura, que limita con otra familia por el norte. Al oriente, dándole la espalda al castillo, una ladera que desemboca al lago Alkhali, el cual brinda al terreno una iluminación natural, utilizando el mítico lago como espejo de luz.

    De la reja que da a Ottery a la puerta principal del castillo se extiende un jardín, cuidado y guardado por la elfina Cattelyn y los Greenmans que habitan en él. Cultivado con amapolas, tulipanes y pequeños pinos, que rodean y custodian, un camino de piedra gris hasta el castillo. Algunas de las criaturas nobles de la familia caminan y conviven en dicho jardín y en gran parte del bosque negro. A la mitad del trayecto la imponente estatua de Mathias Crowley y sus cuatro hijos, Aiacos, Raehgar, Lothius y Viserys.

    http://i.imgur.com/JBEjYzr.png



    El castillo, al final del camino de piedra, es una estructura clara de forma cuadrada, con una torre de seis niveles en sus vértices y sus aristas de cincuenta y seis metros de largo se levantan del suelo a cuatro niveles, de casi tres metros cada uno. El vestíbulo del castillo da una cálida bienvenida a los invitados. Justo al lado derecho se encuentra la enorme biblioteca que provee a los familiares una fuente inagotable de conocimiento.

    Al interior de la estructura, donde convergen las caras internas de los muros, una pequeña fuente de agua natural, bordeada por césped y algunas sillas, brinda a los Crowley, un espacio de tranquilidad y regocijo. Al otro lado de la fuente, en el muro sur del castillo se encuentra el salón de baile, enorme y majestuoso que recibe a las grandes familias de Ottery y sirve de centro de muchas reuniones familiares. No muy lejos de allí, la enorme cocina en donde el elfo Bran deleita con platos suculentos y deliciosos a la familia; y el comedor, cortesía de la familia Greyback, donde se departe y comparte en familia.

    http://i.imgur.com/B9VJ9fu.png

    León Crowley

    Andy Greyback

    Claudia Crowley

     

    http://i.imgur.com/22wV9.png

     

    No oficial*Sanguíneo Adoptivo

     

    http://i.imgur.com/0Ylsx.png

    León Crowley

    FichaB. 94122

    Claudia Crowley

    FichaB. 92822

     

    Fokker

    FichaB. 94684


    http://i.imgur.com/52bt2.png

    ► Hermanos de León Crowley y Claudia Crowley◄

    Andy Greyback

    FichaB. 94945

    GoshI

    FichaB. 92152

     

    http://i.imgur.com/QJwEy.png

    ► Hijos de Claudia Crowley ◄

    Aicitel Lëw Crouchs B.

    FichaB. 81712

    Nicole Evans Crowley

    FichaB. 105107

    ► Hijos de León Crowley ◄

    Fokker

    FichaB. 94684

    Valent

    FichaB. 96426

    Marissa A. Black Crowley

    FichaB. 96206

    Joa Macnair Crowley

    FichaB. 96461

    ► Prometida de León Crowley ◄

    Mía Black Lestrange

    FichaB. 78345

    ► Pareja de Valent ◄

    Alex Dominus

    FichaB. 98775

     

    http://i.imgur.com/gbjR6.png

    ► Hijos de Fokker ◄

    Nats Rambaldi Crowley

    FichaB. 97509

    ► Nietos de León Crowley ◄

    Roman A. Gaunt

    FichaB. 105154

    http://i.imgur.com/q8U3t.png


    Conexión a Red Flú: Conexión a:

    • Academia de Magia y Hechicería.
    • Ministerio de Magia
    • Doyle´s
    Hechizo Anti-Aparición:
    • Los patriarcas de la familias pueden aparecerse en cualquier lugar del castillo.
    • Los miembros de la Familia Crowley y amigos de la misma, se podrán aparecer en los dos primeros niveles del Castillo, Jardines externos y plazoleta interna.
    • Todas las personas fuera de la familia y amigos, deberán aparecerse tras las rejas.
    Elfos: Rhyfs, Cattelyn & Bran

     


    http://i.imgur.com/YQnxOlC.png

    ►Lord Viserys Crowley◄

    http://i.imgur.com/YzTRI.png

    ►Centro De Adiestramiento Crowley V.2◄

    http://i.imgur.com/zfIRGcl.png

    http://i.imgur.com/XQD7Nqc.gif

    http://i.imgur.com/xcLm9MX.gif

    http://i.imgur.com/bsOlo.png

    ►Bóveda Crowley◄

    http://i.imgur.com/URczk.png

    ►Registro Crowley◄

    R4FGfw4.png

     

    Nuevamente, muchas gracias.

  3. Wait tantico, logré encontrar un respaldo en el caché del computador, voy a tratar de salvarlo de allí.

     

     

     

    @

     

    Nos salvamos por dos pelos de ranna calvas. Había en mi equipo un caché del 25 de mayo y logré salvar el codigo html completo, solo tengo que pasarlo en limpio y ya está, no sufrimos demasiado. Hubiera sido una linda extorsión a tu bóveda, pero no, no lo fue.

     

     

    Mañana pongo el texto tal cual como estaba.

    • Me gusta 1
  4. No, no, no xD

     

    Me niego a creer que eso es todo lo que se puede hacer. Estaba toda la historia del castillo y demás.

     

     

    En serio no hay forma de recuperarlo? Ni con Administración?

     

    Cómo bien pudiste darte cuenta es un post de Claudia, no tengo copia ni respaldo de eso.

     

     

    Por fa Sagitas, comenta en administración a ver si se puede hacer algo. Tengo la esperanza de que si.

  5. Oh no, no pedí que fuera todo Sagitas.

    Me pedista que pusiera lo que había que que editar, y en el mensaje pedí que se editara únicamente el árbol genealógico.

    @León Crowley

    Cambio de iniciador hecho, ahora eres tú el iniciador.

    Sobre tus preguntas, te remito al posteo 1 de este mismo topic:



    El resto puedes modificarlo a tu gusto.

    Sobre el topic de rol en Ottery, no se hacen cambios de iniciador al menos que quien tenga el posteo 1 lleve mucho tiempo sin entrar en el foro. Por lo que he comprobado, entró hace dos días. Si realmente necesitaras un cambio del posteo 1, pon aquí lo que hay que cambiar y el link y nosotros lo cambiaríamos.

     


    Y pues.. eso fue lo que puse, lo único que había que cambiar.

    Entendido Sagitas.

    Iré a darle látigo a la Sra Claudia para que cambie su contraseña y no la recuerde en un buen tiempo o que se active.


    Como es usual, muchísimas gracias por la pronta gestión.

    Edit:

    @, para no hacer doble posteo, edito el último post. Tomaré tu palabra y pediré por acá la modificación, simplemente del árbol Genealógico, el cual ya quedó depurado y verificado contra las respectiva bóvedas. Muchas gracias.


    Castillo Crowley

     

    http://i.imgur.com/22wV9.png

     




    Y claro que había más, todo lo que el registro de familias pide xD

    Fichas, historia, links etc etc....

     

     

    Ay, espero que el miedo sea infundado y que haya algo que se pueda hacer, no importa si toma algo de tiempo xD

  6. El amor bonito <3


    Bueenas, vengo a solicitar modificación a la bóveda de mi familia:

    Nombre de la Familia: Crowley
    Link y N° de la bóveda familiar: 96477
    Trámite a realizar: Actualizar el árbol

     

     

    http://i.imgur.com/22wV9.png

     

    No oficial*Sanguíneo Adoptivo

     

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    León Crowley

    FichaB. 94122

    Claudia Crowley

    FichaB. 92822

     

    Fokker

    FichaB. 94684


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    ► Hermanos de León Crowley y Claudia Crowley◄

    Andy Greyback

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    Valent

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    ► Prometida de León Crowley ◄

    Mía Black Lestrange

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    Alex Dominus

    FichaB. 98775

     

    http://i.imgur.com/gbjR6.png

    ► Hijos de Fokker ◄

    Nats Rambaldi Crowley

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    ► Nietos de León Crowley ◄

    Roman A. Gaunt

    FichaB. 105154

     

     

     

     

    Gracias!

  7. Entendido Sagitas.

    Iré a darle látigo a la Sra Claudia para que cambie su contraseña y no la recuerde en un buen tiempo o que se active.


    Como es usual, muchísimas gracias por la pronta gestión.

    Edit:


    @, para no hacer doble posteo, edito el último post. Tomaré tu palabra y pediré por acá la modificación, simplemente del árbol Genealógico, el cual ya quedó depurado y verificado contra las respectiva bóvedas. Muchas gracias.

     

     

    Castillo Crowley

    http://i.imgur.com/22wV9.png

     

    No oficial*Sanguíneo Adoptivo

     

    http://i.imgur.com/0Ylsx.png

    León Crowley

    FichaB. 94122

    Claudia Crowley

    FichaB. 92822

     

    Fokker

    FichaB. 94684


    http://i.imgur.com/52bt2.png

    ► Hermanos de León Crowley y Claudia Crowley◄

    Andy Greyback

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    GoshI

    FichaB. 92152

     

    http://i.imgur.com/QJwEy.png

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    Aicitel Lëw Crouchs B.

    FichaB. 81712

    Nicole Evans Crowley

    FichaB. 105107

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    Fokker

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    Valent

    FichaB. 96426

    Marissa A. Black Crowley

    FichaB. 96206

    Joa Macnair Crowley

    FichaB. 96461

    ► Prometida de León Crowley ◄

    Mía Black Lestrange

    FichaB. 78345

    ► Pareja de Valent ◄

    Alex Dominus

    FichaB. 98775

     

    http://i.imgur.com/gbjR6.png

    ► Hijos de Fokker ◄

    Nats Rambaldi Crowley

    FichaB. 97509

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    Roman A. Gaunt

    FichaB. 105154

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  8. Buenas Tardes/noche/días según corresponda a su uso horario

     

    Vengo de la manera más humide y formal a pedir cambio en el iniciador del topic de registro, toda vez que la bella matriarca que tiene mi familia, que la adoro con todo mi corazón, está absorta en su complicada labor de médica general. por tal razón y en uso de mis facultades legales ante el departamento de magia como co-patriarca, solicito sea modificado el post iniciador, para poder realizar las pertinente correcciones.

     

    Acá hay un link

     

    Aprovecho la oportunidad para preguntar:

     

    Cuales son las modificaciones que puedo hacer en el registro sin autorización de moderación?

     

    Cómo puedo realizar el mismo procedimiento, pero en el post inicial del castillo?

     

     

    Muchas gracias.

    • Me gusta 2
  9. No quiero perder mi libertad Mía —respondió y su voz casi parecía temblar. Por supuesto que había contemplado la negativa de la rubia, por lo que se permitió esperar a que se tomara su tiempo para dar la sílaba definitiva—, quiero compartirla contigo.

    Sabía perfectamente el enredo que eran en ese momento los pensamientos y los sentimientos de Mía. Había pasado por la misma situación, unas semana antes, al despertar solo en la fría habitación del Castillo Crowley. Por razones que se escapaban de las manos a ambos, Mía había tenido que trabajar más de la cuenta en el Banco y el holandés estaba realizando algunos trámites ministeriales, por lo que les fue imposible encontrarse en la Mansión Black Lestrange. No sabía a ciencia cierta desde hacía cuantas semanas no iba a su propio castillo, por lo que por primera vez desde que había vuelto a Londres, se había sentido ajeno a aquel lugar.

    La noche fue fría y un tanto vacía, extrañaba la presencia de la rubia más de lo que León quería admitir en ese momento. Ocupó su mente en cosas propias del castillo como fastidiar a Rhyfs por el jardín o preguntar si algún familiar había vuelto; un sin fin de cosas innecesarias y absurdas que bien podía hacer el otro o día o simplemente no hacerlas. Así, y con una botella de vodka, pasó la noche entera y se quedó dormido hasta que la mañana lo golpeó con todo el peso de la soledad y se dio cuenta de cuanto la necesitaba. El miedo a reconocer que por primera vez en su vida dependía de alguien más para sentirse completo lo abrumó de una forma que no pudo describir, se apoderó de él un terror irracional y armó un debate consigo mismo que nunca iba a poder ganar. Se había enamorado de la Black Lestrange y no había nada que consiguiera revertirlo.

    El silencio de Mía empezó a romper, bloque por bloque, el muro de tranquilidad que había armado incluso desde antes de ir a recogerla a la mansión. Nunca había sido bueno para dar sorpresas, o por lo menos no para sorpresas agradables. El sitio, el anillo, la noche. Toda había jugado tal cual como lo había pensado hasta ese momento. El "si", o el "no" se había prolongado más de lo necesario, lo cual evidenciaba que, si bien Mía ya podría tener una respuesta, le costaba darla. Bien fuera para bien o para mal, esa noche la relación de ellos iba a cambiar. León alcanzó a notar el leve movimiento de negación que hizo la cabeza de su novia, o ex-novia según estaba viendo Se borró lentamente la sonrisa que se había mantenido en su rostro y comenzó a retirar el anillo que seguía frente a ella.

    Fue un segundo el que pasó entre el instante en que se creyó que todo había sido en vano y el momento en que la rubia aceptó ser su esposa con un beso. La respuesta entró como una droga que se disipó por todo su cuerpo y fulminó de tajo la desagradable sensación que se había apoderado de sí. Sus brazos se lanzaron hambrientos a rodear el cuerpo de su prometida y se entregó a ella en un beso, intenso y honesto. El primero de la nueva faceta de su nueva relación. Cuando terminó el beso, lo primero que vio fueron los ojos verdes y vidriosos de Mía, un cabello rebelde a merced de la brisa, y una sonrisa delicada y perfecta, justo lo que quería seguir viendo todas las mañanas.

    Yo también tengo miedo mi amor —susurró acariciando su mejilla y limpiando la lagrima que escurría por ella—, es apenas normal que ambos lo tengamos. Pero te aseguro que voy a hacer todo lo posible porque superemos esos miedos, juntos.

    Sus cuerpos se fundieron al fin en un abrazo como muchos otros que les quedaban por delante. Las dudas que ambos tenían eran apenas justas si tenían en cuenta por como había iniciado su propia relación. Si bien el episodio de la oficina de la academia había sido hace mucho tiempo, fue esta la primera piedra que armó el resto de la estructura ante la cual estaban. El corazón del holandés latía fuerte, con un extraño ritmo, como con una especie de eco. Pero no era un eco, era su par, el corazón de Mía, el que latía a su lado.

    Uff, no tienes idea de cuanto te estoy queriendo en este momento—, respondió dejando que su cuerpo sirviera de base para el de ella, y por la tibia espalda dejó deslizar la mano que se fue metiendo entre el espacio de había entre su vestido y la suave piel—, ¿Trajiste todas tus cosas? espero que si —preguntó deslizando los labios por su cuello y antes de esperar una respuesta, desapareció del lugar con ella en brazos.

    * * * * * *

    El Douce Tentation hotel había sido el lugar ideal para lo que León había maquinado esa noche no solo porque fuera propiedad de Mía y su hermana, o porque la playa tranquilizara a la rubia más que cualquier otra cosa. Era también porque estaba muy bien ubicado y dotado no todo de lo necesario para la cena en la playa y para el resto de la velada. Dentro de sus grandes ventajas, el hotel cuenta con pequeñas islas privadas que pone a disposición de sus huéspedes por unos cuantos galeones de más y que brindan la privacidad perfecta a la pareja de recién comprometida. Allí, en la arena de una de esas islas, apareció la pareja, inmersos en el mismo abrazo en el cual habían desaparecido. Atrás de ellos una pequeña cabaña iluminada únicamente por la luz cetrina de una fogata eterna a un costado de donde estaban, y la luz que brindaba la luna, inmaculada en la noche despejada.

    Junto al fuego, pero no tan cerca como para absorber el calor, una cubeta de hielo esperaba por la pareja, provista del licor que pudieran llegar a necesitar y que se recargaba sin la interferencia del personal del hotel, lo cual agradeció desde el momento en que le ofrecieron el servicio.

     

    Ahora si —retomó sonriente acercando sus labios —¿Me decías algo?

    Al interior de la cabaña, sobre la cama, otra pequeña caja negra igual de grande a la que contenía el anillo, esperaba por Mía.

    • Me gusta 1
  10. El amor bonito :love:

     

    Por supuesto que te aceptamos encantados. Ya sabes cual es el negocio que tenemos con las bóvedas >_> . Tú decides si quieres habitación propia o compartida :rolleyes:

     

    Da un poco de cacharro ver que esto no se movía desde hace casi dos años. Y se suponía que la supermatriarca estaba activa en esas fechas :nono: jajaja

     

    Olvidaba cuan complicado puede ser a veces hacer dos líneas para que los pitufos con poderes no lo perjudiquen a uno :(

    • Me gusta 1
  11. ¿Y crees que acá serás el centro de atención? —respondió girando la mirada a las hipnóticas caderas de Joan—, creo que vas a tener muy seria competencia Sole —se sentó frente a ella, haciendo un ademan a Liam para traer una cerveza.

     

    Al sitio aún no llegaba nadie y no era para menos, ya que seguramente León no había sido la única persona que vio el estado deplorable en el que estaba. Cualquier que se intrigara por el contenido y mirara el interior dudaría de cualquier alimento que se hubiera preparado en el lugar. Tenía que tener paciencia, al menos lo suficiente para que el local levantara o hasta que Tauro volviera. En cualquiera de los dos escenarios, no podía hacer nada más que esperar. Afuera, la calle se mostrada caliente, espesa. Un clima perfecto para tomar un café helado o un granizado.

     

    Aceptaré encantado ese día de spa, no te llevaré la contraria en que lo necesito —, apuntó León dando un largo sorbo a lo que quedaba en la primera botella— Si te hubieras quedado un poco más, te habrías enterado el porque de mi condición, pero te ganó la vanidad.

     

    ¿La señorita Lestrange desea ordenar algo? —interrumpió el camarero Liam luego de entregar la cerveza al pelinegro mientras con sutileza guiñaba un ojo a la pelinegra.

     

    Bueno, parece que para alguien si vas a ser el centro de atención —bromeó dejando la botella sobre la mesa.

    • Me gusta 1
  12. <<A la espera>>

    Las últimas palabras de la pelirroja habían quedando girando en la cabeza de León como las alas de un billywig, levitando en el horizonte de sus pensamientos. Muchas personas, aparte de las presentes en la sala, estaban esperando una luz en el caso. O una sombra, un rayo blanco o verde. Algo que pudiera dar continuidad a lo que había mantenido viva la comunidad mágica británica desde tiempos que no nunca fueron registrados. Es como arrancar un órgano vital de un sistema dinámico: puede que funcione por un rato, pero con el tiempo se va degenerando ese sistema, se va pudriendo y al final ya deja de ser funcional. Una botella decorada y elegante llena de nombres pomposos e innovadores, con una etiqueta de "Malas Decisiones" en el frente, de la cual toman embelesados los dirigentes del ministerio.

    ¿Cenar? —volvió al presente mandando la mano al bolsillo del pantalón para sacar el reloj de plata, evidenciando cuan rápido había pasado el día la tarde—, ¡Pero si ni siquiera he comido! —bromeo colocándose de pie y dejando un rápido beso en los labios de la matriarca Black Lestrange—. Por supuesto que las acompaño mi amor, solo deja me arreglo un poco, estos trapos están fatales —apuntó señalando los rastros de sangre en su remera de Helloween que esperaba la reportera hubiera pasado por alto en su informe.

    Se alejó de las hermanas y subió por la esquiva escalera tan rápido como su escasa fuerza se lo permitió y una vez en el segundo nivel no fue difícil identificar la puerta de la habitación de Mía. Recordó las palabras de Sunev en la mañana, antes de que empezara la entrevista y entró a la habitación contigua a la de su novia. Como lo había aclarado el elfo, la habitación había sido adecuada para que fuera lo más parecida a la suya en el Castillo Crowley. Aunque algunos detalles no eran propios de su gusto, ya tendría tiempo de aclarar eso a Irene, su elfina, que al fin de cuenta era primeriza con el demonio, pero que había cumplido la consigna principal del demonio: La poción herbovitalizante que lo había mantenido vivo los últimos meses. Tomó un largo sorbo del vaso que reposaba en la mesita de noche junto a la cama y abrió el armario en busca de algo decente.

    Una remera vinotinto, un pantalón negro y unas Chuck Taylor All Star clásicas no era precisamente la vestimenta más adecuada para cenar con su recién enterada cuñada, pero ya lo había visto en peores fachas. Además, pese a que apenas conocía de la relación entre Mía y Arya, tenía bastante confianza con esta última, la suficiente para no complicarse por su apariencia. Bajo al comedor tan pronto como fue posible, contrariado porque aún no habían ordenado nada pero complacido de que ya habían dispuesto los suficientes bocadillos para apaciguar un poco al Longhorn Rumano que tenía por estómago y que empezaba a rugir del hambre. El no haberse encontrado a nadie más en el caminó se preguntó si eran los únicos que estaban esa noche en la mansión. Ni siquiera Jessie y Otto habían vuelto a aparecer. Iría a buscarla más tarde.

    ¿Quien es Amber? —preguntó de sopetón mientras se aseguraba de tomar un ejemplar de cada bocadillo en la mesa: empanadas, pastelitos, rollitos de jamón y queso, trozos de tarta de zanahoria —Vas a tener que tenerme paciencia mientras me actualizo de los últimos 15 años, "cuñadita" —apuntó antes de mandar a su boca la primera de muchas empanadas que pensaba comer.


    @ @@Arya Macnair

    • Me gusta 1
  13. <<Hace veinte años no era yo mismo>> —pensó en responder pero considerando que ya habían tenido la charla sobre lo que habían hecho y desecho en el pasado, no creyó oportuno decirlo. Eran personas diferentes, con prioridades distintas que habían confabulado en más de una noche para arrastrarse en cuanto oscuro rincón podían para disfrutar de los mundanos placeres de la carne, cubiertos siempre por el manto invisible que les proporcionaba el completo anonimato. Nunca despertaron con la inmejorable sensación de amanecer abrazados, nunca desayunaron juntos o se dieron un beso que no fuera el derivado de las artes amatorias.

     

    Al castillo de mi familia le queda grande esa descripción —confesó llevando un tomate cherry hasta su boca—, difícilmente soy el único que pasa por allí, así que no tiene mucho que ofrecer. Pero si, tienes razón al lanzar el ladrillo, no hemos ido aún al "castillo" Crowley, pero sospecho que eso podría cambiar pronto.

     

    No había sido fácil para León admitir lo que acababa de decir. En los tiempos en que era un miembro activo y vital de la comunidad mágica, el Castillo Crowley había sido centro de todo tipo de eventos, reuniones de bando, visitas de importante miembros del ministerio, incluso de ataques de los detestables miembros de la Orden del Fénix. Ahora no era más que una vieja y lúgubre edificación, golpeada por el paso del tiempo y por la falta de atención de aquellos que se decían ser patriarcas. Nunca había más de dos miembros de la familia al mismo tiempo y a duras penas se recibía la visita de uno que otro amigo cercano a la familia. Una mueca de desagrado se dibujó en los labios del pelinegro que de inmediato desapareció. No era el momento ni el lugar.

     

    La ensalada se había terminado casi tan pronto como la habían pedido y empezaban ya la segunda botella cuando el mesero se acercó a retirar el menaje de la comida y depositar otra botella sin necesidad de pedirla. Antes de retirarse hizo un gesto disimulado y extraño al holandés que interpretó a la perfección. La brisa había perdido fuerza evitando que las llamas de la fogata se movieran más de lo necesario y permitiendo que la luz se proyectara más en la inmensa playa que tenían por delante, donde en un determinado punto, alguien había cumplido con lo que el demonio había pedido una semana atrás. Los nervios que le habían invadido toda la noche y que lo habían intentado traicionar en más de una ocasión, se habían esfumado al escuchar las últimas dos palabras de la rubia.

     

    <<Te quiero>>

     

    Las dos palabras se quedaron dando vueltas en su cabeza el tiempo suficiente para que se asentaran en lo más profundo de si mismo y le terminaran de dar el empujón que esa noche necesitaba. Necesitaba responder algo y debía hacerlo antes de que los sentimientos que se agolpaban en su interior le dieran una mala jugada, por lo que tan pronto terminó el beso, se puso de pie y la invitó a hacer lo mismo. Sabía que si decía una sola palabra iba a lanzar por la borda lo que había estado haciendo toda la noche por lo cual la guió en silencio por la playa, a unos cuantos metros del sitio donde estaban. Tenía la adrenalina a tal borde que podía sentir cada uno de los granos de arena que se filtraban entre los dedos de los pies, podía sentir el efecto de rotación de la tierra y escuchar el lejano canto de las criaturas del agua que bordeaban el arrecife del hotel.

     

    La persona correcta —se atrevió al fin a repetir un poco más elocuente cuando llegaron frente a un pequeño montón de arena que parecía cubrir algo en su interior—. La persona correcta fue algo que creí que nunca iba a encontrar. Que la idea de dedicarle cada día posible a una persona diferente a mí mismo era algo imposible, que era un invento, que era otro de los cuentos de Beedle El Bardo —se sentó en la arena frente al montículo e invitó a Mía a hacer lo mismo—. Un cuento que no creí hasta hace tres años, tres meses y catorce días.

     

    De la arena desenterró una pequeña caja negra de madera de caoba que tenía el emblema en plata de un cuervo negro adornado con dos pequeñas esmeraldas emulando un par de ojos verdes en una clara referencia al objeto que guardaba. La mano del pelinegro hacía un esfuerzo para no temblar al momento de abrir la tapa del cofre que reveló el contenido en su interior: Una diminuta pluma de oro blanco con detalles negros, doblada en forma de anillo y que terminaban en la forma inconfundible de la cabeza de un zorro con dos diminutas esmeraldas como ojos, que mezclaba los emblemas de los apellidos de ambos. Hubiera creído que era suficiente referencia tanto la caja como el anillo, pero no queriendo dejar nada al azar, continuó.

     

    —Yo te quiero a ti, no alcanzas a imaginar cuanto y por eso quiero que ese cuento que creí imposible, lo escribamos juntos.—tomó el anillo y lo ubicó justo frente al dedo anular de su mano izquierda— Mía, ¿Me harías el honor de ser mi esposa?

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  14. El sonido de la puerta hizo que casi perdiera el equilibrio que llevaba mientras balanceaba la silla de un lado a otro, detrás del mostrador. La alta barra impedía que cualquier que entraba viera como perdía el tiempo y holgazaneaba pero si le permitía ver muy claramente el contonear de las caderas de Joan cada que iba de un lado a otro, esperando que algún cliente ingresara. Tanto Liam como Joan habían accedido a volver a administrar el local con la única condición de que se remunerara todo el tiempo que el local estuvo sin clientes no por falta de servicio de ellos, sino por atención de sus propietarios. La bóveda de León contaba con unos cuantos buenos galeones luego de su partida así que no tuvo problema en pagarles.

     

    Ya no era propietario del café pero si que le había traído muy buenas ganancias cuando tenía la mitad de las acciones de la franquicia, así que no tuvo problema en devolver un poco de esa ganancia. Ya vería la forma de cobrarle a Tau por el chantaje. No se molestó en ponerse de pie. El trato de los administradores consistía en que si el cliente era mujer, o la mayoría del grupo que llegaba eran señoritas, él se encargaba de atenderlas y dado el caso contrario, Joan se encargaba. No se podía negar que el encanto natural de ambos era un gancho considerablemente importante en a clientela que arrastraba el negocio. La primera vez entraban solo por el café, de la segunda en adelante, por verlos a ellos.

     

    Buenas tardes Señorita, bienvenida a Juan Valdéz Café —escuchó León por encima de la barra el ensayado y coqueto saludo del rubio.

     

    Cuando escuchó la respuesta de la cliente que acababa de entrar, si tuvo que ponerse de pie. Reconocía la dueña de esa voz, lo haría en cualquier lado. La había visto incluso unos pocos días atrás pero un exabrupto la sacó del Castillo Crowley sin muchas explicaciones para ninguno de los presentes. Aún tenía la ropa sucia del mugre inicial que había en el local, pero sabía bien que no era problema para la castaña. Ubicó el origen de la voz y se acercó a la bruja por la espalda, sin dejarse ver aún.

     

    —¿Esta vez te piensas quedar más tiempo o saldrás corriendo como en el castillo?

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  15. —Salud —respondió al brindis y antes de que pudiera llevar dejar la copa nuevamente en la arena, ya estaba fundido de nuevo en sus labios.


    Los brazos de León envolvían el cuerpo de Mía en un beso que adquiría intensidad a cada segundo, con cada contacto de los labios, de la lengua. La mirada incomoda del mesero parecía importar poco a los novios que casi se dejan caer en la arena tibia a la merced de sus deseos y sentimientos. El bailar de la brisa llevó unos cuantos cabellos rubios a interponerse en el rostro de ambos, lo que pareció indicado o no habrían llegado vestidos a la cena.


    —La ensalada me parece perfecto —respondió entregando la carta al mesero— y otra botella de vino, gracias.


    El sentir el cuerpo de la rubia sobre él y el largo beso habían causado un poco de estragos en su cuerpo que se complicaron un poco más en el momento en que el viento dejó levantó un poco la falda, como en una descarada invitación a lanzar por la borda todos los planes y tomarla ahí, en medio de la nada. Un poco de respiración pausas y auto-control bastaron para que la cabeza tomara el timón y relegara al deseo de la carne a un papel secundario. Necesitaba tranquilidad y serenidad esa noche, no podía dejarse llevar. Cualquier otra noche si, pero esa no.


    —No hay ninguna razón en especial mi amor —mintió—, se que han sido días difíciles en el banco y quise darte un poco de descanso sin ningún tipo de preocupación —llevó la mano derecha al rostro de Mía y acarició de forma suave sus mejillas—. Además sé muy bien cuanto te tranquiliza el mar, así que no fue muy difícil hablar con Juvencia para separar este sitio.


    Si bien había sido un poco complicado el explicarle a Juve, la hermana de Mía, que habían decidido formalizar la relación, ya una vez aceptada la idea de que nada podía hacer para cambiarlo, había dado su brazo a torcer y se resignó a reconocer a León como su legitimo cuñado. No era para menos su negativa; siempre que había una botella de vodka abierta, ambos terminaban en el mismo lugar y ella bien conocía de primera mano el oscuro pasado del Patriarca Crowley. Una vez explicada la verdadera razón de la reserva del lugar, no podía negarse.


    —Aparte de eso, desde la boda de Jessie que no hacemos algo fuera de alguna mansión —continuó viendo complacido que el mesero se acercaba con la entrada y el vino—, que mejor ocasión que celebrar tres años, tres meses y ya no recuerdo cuantos días juntos.

  16. La conversación había tomado un camino que desconocía por completo y en el cual, dadas las negativas reacciones que causó en las facciones de la pelirroja el tema, no tenía mucho interés. Por el contrario, si tenía interés en la leve mueca que había hecho la matriarca de la Black Lestrange ante su respuesta. Si bien sus palabras posteriores daban base y apoyo a la opinión del pelinegro, no había pasado desapercibido para este que Mía esperaba otra cosa. El pensamiento se dispersó en cuanto pudo a volver a participar de la conversación. Pero solo el pensamiento, la idea quedó dando vueltas, como un trompo que nunca se detiene.


    — ¡Agh! sigo sin entender como una mujer con tu belleza y encanto fue engendrada por un ser Pik Macnair —bufó con el solo recuerdo del ladrón de cuervos—. Pero bueno, algo bueno tenía que hacer con su vida y eso fue unirlas a ustedes dos —sus palabras salían con un falso enojo y no era que en realidad detestara a su excompañero de bando, simplemente no le perdonaría nunca hubiera robado su animal espiritual.


    >>Cómo te dije hace un momento, no descarto en absoluto la idea del matrimonio —soltó acariciando el dorso de la mano de Mía con el dedo pulgar—, estamos enamorados y eso es lo que suelen hacer las personas que se aman. Simplemente esperamos que el momento llegue solo y no apresurarlo, a fin de cuentas ya esperamos tres años.


    Se sorprendió. Tenía claro que ya llevaban un buen tiempo saliendo pero no había dimensionado cuanto y para el momento en que se preguntó si la reportera sabía ese pequeño detalle, el vuelaplumas garabateaba desesperado sobre el cuaderno con la complicidad de la sonrisa de satisfacción de Arya. Negó sonriente, avergonzado de si mismo por caer en su trampa de forma tan infame pero ya metida la mano, metido el brazo. Un largo sorbo a lo que quedaba de jugo en el vaso y continuó el interrogatorio disfrazado de entrevista.


    Se siente bien regresar, debo admitirlo. Pasé cerca de diecisiete años viajando y el regresar a casa te cubre como con un manto invisible de alegría, de tranquilidad. Sin embargo encontré todo muy cambiado, no reconozco el sitio que dejé. La institución a la que dediqué gran parte de mi vida no existe, el ministerio ha cambiado y por ende sus procedimientos. No hay buenos, no hay malos. Todo parece mecanizado, automático, carente de vida —parecía uno de esos adultos mayores que se quejan de todo, anhelando los tiempos de antaño mientras alimenta las palomas en el parque. Volvió a dibujar una sonrisa en sus labios abandonando el tono gris que le estaba dando a sus palabras—. Hasta ustedes han cambiado. Las dejé siendo ilustres profesoras y ahora son la Directora de Gringots y la Reportera estrella del Profeta. Supongo que algunos cambios si son para mejorar.

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  17. La expresión de tranquilidad en el rostro y la sonrisa que dibujaban los delicados labios rosa de Mía era lo que necesitaba para comprobar que el objetivo principal de la noche había sido alcanzado. El viento parecía encantado de jugar con su cabello rubio y lo levantaba a su merced, lo que hacía más épica la imagen que se quedaba grabada en la mente de León que aceptaba el ofrecimiento y se sentaba a su lado, convencido de que ocultaba sin problema los nervios que parecían invadirlo.


    No era para menos. Nunca había sido la persona más detallista, ni siquiera con sus propios hijos y mucho menos era el más romántico, pero debía darse crédito por lo que había hecho. No lograba entender si era la ausencia de Baphometh o la forma de ser de la Black Lestrange, pero sentía una química especial y diferente con ella, un fuerte impulso que lo llevaba a estar cerca de ella, a preocuparse, a verla sonreír. Las últimas semanas, pese a que sus labios jamás le negaron un beso o una sonrisa, sus ojos denotaban un gran cansancio, una mueca de desagrado se pintaba en su rostro con el solo mencionar el banco y algo debía hacer.


    —Claro que era necesario —comentó recibiendo una botella de vino blanco, el menú y dos copas que el mesero acercó en cuanto se sentaron, tal y como se lo habían indicado—, siempre es necesario escaparnos de vez en cuando, tu yo solos, sin nadie más. Y tal vez el mesero. —bromeó justo antes de soltar un beso en sus labios.


    La tarde había terminado de caer y daba paso a una impecable noche que parecía haber sido diseñada en función a la cita que tenían; la ausencia de nubes permitían una panorámica inmejorable de la bóveda estrellada iluminada por la luna menguante a un costado del panorama, como si el mismo Van Gogh se hubiera permitido replicar su célebre obra en el cielo. El reflejo del mismo cuadro en el vaivén intermitente de las olas emulaban un centellar más de estrellas que se prendían y apagaban al ritmo del sonido arrullador del inmenso mar que se postraba ante ambos.


    —Me alegra y tranquiliza que te gustara, la verdad no sabía si era demasiado o muy poco —confesó luego de servir el vino y entregar una de las copas a Mía—. A mi también me basta con tenerte a mi lado o arriba o abajo o como sea, siempre que sea contigo.


    Una mirada lasciva y poco disimulada al pronunciado escote de Mía siguió las últimas palabras del holandés que derivaron en un largo e intenso beso que había estado conteniendo desde que la vio en la mansión. La tibia arena proveería un lecho natural a cualquier deseo pecaminoso que se les cruzara por la mente, pero no era ese el plan que él tenía para esa noche, o al menos, no para esa parte. Terminando el beso en un suave mordisco del labio inferior, tomó otro sorbo de vino y presentó el menú de la noche a su novia.


    —¿Deseas comer? —la sonrisa pícara que se marcaba en sus labios marcaba la pregunta con un doble sentido bastante usual entre ambos.

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  18. Afueras de la Mansión Black Lestrange



    El inclemente sol que anunciaba el verano se escondía ya en el horizonte dando por terminada la tarde y abriendo paso a la muy necesaria noche que traería consigo la brisa refrescante del norte, una brisa suave que arrastraba consigo el inconfundible aroma del bosque que rodeaba el castillo Black Lestrange. Como suele pasar al iniciar el verano, estaba aún bastante claro el cielo para la hora, el reloj de plata en el bolsillo del pantalón blanco de León marcaba cerca de las siete de la noche cuando este se apareció en frente a la puerta de la enorme edificación. Podía perfectamente haberlo hecho al interior de la misma y no habría ningún problema, pero había optado por mantener la formalidad del asunto y hacerlo afuera. Recorrió las escaleras de la mansión ahora que las conocía un poco mejor y un par de golpes en la enorme puerta de roble de la habitación fueron suficientes para llamar la atención de la matriarca.

    La vestimenta que el pelinegro había elegido para noche distaba mucho de los particulares atuendos que solía vestir y dado el lugar al que iban, un enorme gabán de cuero negro no habría sido lo más adecuado. Una ligera camisa blanca acompañaba el ya mencionado pantalón del mismo color completaban su despreocupado atuendo que carecía por completo de algún tipo de calzado. Cargaba en la mano derecha una de las pashminas de tela ligera que Mía solía llevar sobre la ropa y la otra mano completamente libre para recibirla. Echó una rápida mirada en el enorme espejo que reposaba en la pared del hall de las habitaciones antes de que ella saliera a su encuentro.

    —Hermosa como siempre —saludó a su novia con un beso en los labios luego de recorrer su cuerpo de arriba a abajo con la mirada, casi devorándola —disculpa tanto misterio latente esta noche pero quiero darte una sorpresa. Espero hayas traído lo que te dije.

    La mañana anterior, justo antes de que la directora de Gringots saliera en dirección a su trabajo, había ocultado un ruiseñor mágico en el bolsillo de su gabán con la única instrucción de cantar su misiva cuando el stress de la jornada la tuviera completamente agobiada. El mensaje era una invitación la noche siguiente a un exclusivo lugar. Gentilmente se le solicitaba vestir de forma cómoda e informal, sin zapatos, llevar ropa de cambio y si lo consideraba necesario, pijama. Sabía que no la iba a necesitar, pero no estaba de más sugerirlo.

    —Bien, ¿nos vamos? —preguntó extendiendo la mano para luego desaparecer del lugar, no sin antes cubrir los ojos esmeralda de mía con la pashmina—, te dije que era una sorpresa.


    *******


    El dulce aroma del bosque que el viento arrastraba había sido reemplazado por el del mar que invadía todo cuanto alcanzaba a cubrir y era la única pista que Mía tendría del lugar en donde estaban junto con la tranquilizante sensación que da la arena al caminar sobre ella. La imponentes playas del hotel Douce Tentation habían sido reservadas para una tranquila cena que León había ideado para la Black Lestrange que había manifestado en más de una ocasión el stress manejado en la oficina de la entidad bancaria más importante de todo el Reino Unido.

    Ten cuidado de caerte que después no te vuelvo a recoger —bromeó mientras la guiaba a un pequeño espacio organizado para la velada. Algunos cojines en el piso al rededor de una pequeña fogata que parecía ignorar por completo la brisa del mar que los rodeaba gracias a un sencillo hechizo. Un viento lo suficientemente fresco para amenizar la noche pero no lo suficiente para agobiarlos con el frío. No muy lejos del lugar, un mesero y una mesa provista de todo tipo de bebidas y snacks aguardaba por la pareja. La ubicó al fin frente al fuego y se alejó, intencionalmente de ella.

    —Felices tres años, tres meses y catorce días —susurró en su oído justo antes de soltar la pashmina y sentar un beso en sus labios.

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  19. Bueeeeenas tardes!

     

    Hola @ vengo con una pedido así como inusual porque no me había terminado de animar a abrir el club pero dadas las recientes novedades del juego creo que si se necesita el espacio. Y pues nada, lo siguiente:

     

    -Emergencia firmera-
    Diseño [Firma | Avatar | Banner]: Banner
    Texto: Pokemon-Dont-GO
    Especificaciones [Forma | Colores | Fonts |Características del personaje]: Pues es un banner para el Club de Pokemon Go de las tres escobas. Sé que hay fuentes de la Letra de Pokemon y el GO no sé si haya fuente o lo puedes tomar de esta imagen que tiene muy buena resolución. Depronto si pudiera aparecer uno que otro pokemón, como el infaltable pikachu, Tiranytar o cualquier otro pues mucho mejor.
    Muchas gracias de Antemano.
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  20. -Es lo que te mereces por abandonarme la última vez que no vimos -respondió a su alegato al tiempo que se puso de pie para recibirla.

     

    Un profundo abrazo fue todo lo que necesitó para hacerle saber a la Black que simplemente estaba armando una tormenta de drama en un vaso de agua. Si bien era cierto que aquella velada había terminado un poco mal, no era razón alguna para guardarle algún tipo de rencor. Al contrario estaba feliz de verla aunque no hubiera planeado hacerlo. La soltó al fin para contemplar sus mejillas un poco coloradas y un más arriba de donde las recordaba, prueba infalible del tiempo que había pasado sin verla. La invitó a tomar asiento luego de que Sol se excusara para retirarse a un trámite ministerial.

     

    -Qué alegría verte Goshi-wan -exclamó ofreciendo una de las mandarinas que tenía la intención de desayunar -. ¿Me encogí o creciste?

     

    No tenía intención alguna de ver a nadie esa mañana, por lo que su vestimenta seguía tan escueta e informal como se podía. Le daría pena alguna con la recién llegada si no fuera porque tenían una amistad que había perdurado por años y había resistido uno que otro traspié. Sin embargo había algo de lo que estaba seguro y es que la cocina no era precisamente el lugar adecuado para recibirla y teniendo en cuenta que había pasado más de la mitad de la mañana, era un poco tarde para invitarla a desayunar y muy temprano aún para un almuerzo. Pocas personas sabían que él había vuelto a Ottery así que no era una visita la razón por la cual ella estuviera allí.

     

    -Me pareció escucharte decir que necesitabas usar la biblioteca -apuntó invitándola a salir del comedor-. ¿Te importa si te acompaño un rato? llevo mucho tiempo sin caminar por mi propia casa.

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