Dovakhin Haughton

Desde el inicio de los tiempos el ser hombre había buscado huir, quizás buscar su lugar en el mundo fuese lo único importante en la mente de aquellos seres tan extravagantes. Claramente haciendo honor a su especie Dovakhin era un digno representante del género masculino debido a su condición nómada. Hacía algunos meses que había regresado de su largo viaje y ahora no podía mantenerse un día entero en su hogar, siempre buscaba la manera de escapar de allí ya sea para alguna obligación o responsabilidad, o simplemente ocio y distracción. Luego de tantos sentimientos encontrados, familiares y errores del pasado que aún en el presente lo atormentaban, el Haughton decidía tomarse su tiempo y su espacio personal para reflexionar a solas. Como era costumbre en él, había afianzado un gusto por recorrer lugares inexplorados. Era frecuente su visita a negocios emergentes pues no era un secreto que cada semana aparecía un nuevo local en el Callejón Diagón, y extrañamente con el correr de los meses, el descubrir nuevos aposentos se había vuelto un pasatiempos bastante llamativo para el patriarca de la familia Haughton. No necesitaba carta de presentación, el tempestad se abría camino entre los transeúntes como si él tuviese aún más derecho que los demás de circundar por aquellas calles. Claramente no era así, pero para la mentalidad obtusa de nuestro mago la absoluta verdad sólo era pronunciada por sus labios y quien contradijera su palabra era poco menos que un hereje insulso con aires de grandeza por contrariarlo. Quien observara a Dovakhin detenidamente podría pensar que poseía un perfil típico y casi trillado, el clásico hombre tenebroso amante de la sangre y el odio, que despotricaba insultos a diestra y siniestra sobre los muggles e incluso sobre compañeros mágicos que no siguieran sus ideales. Pero el asunto era un poco más extenso de lo que cualquiera podría pensar. Todo tiene un motivo y para su personalidad aquello no estaba exento. Quizás era el hecho de haber sido criado por su madre, una mortífaga de pies a cabezas, o tal vez su comportamiento era culpa de los demonios, Belfegor -pecado capital de la pereza- y Athos -Guardián de las puertas del infierno- que poseían su cuerpo con frecuencia y provocaban un agotamiento mental y estrés inminente en Dovakhin -quien desconocía aquella situación- Posiblemente era más una víctima que un verdugo aquél rubio de ojos color esmeralda que se imponía ante cualquier ser como el amo y señor del universo, a quien le costaba demasiado acatar órdenes incluso de sus superiores. Pero por suerte el pasar del tiempo lo hizo madurar y había perdido un poco aquella altanería que lo caracterizaba en su adolescencia. Ahora por lo menos podía disimular un poco. El demonio avanzaba con un paso firme, ni lento ni rápido. Sus ojos observaban cada rincón del callejón pero no divisaba nada interesante hasta que leyó un cartel que llamó su atención. "La Mazmorra". Parecía agradable e interesante por lo que sin pensarlo mucho decidió entrar. Atravesó un extenso pasillo y mientras lo hacía pudo notar fotografías de una gran variedad de personalidad de la magia. Diferentes Magos y Hechiceras cuyas hazañas los habían puesto en los libros de historia. Algunos eran gratos a su vista, otros los despreciaba con tan solo mirarlos de reojo. Finalmente luego de ingresar y atravesar todo se topó con una barra. Se sentó y esperó a ser atendido. Se encontraba animado por lo que se sacó el sobretodo negro que cubría la camisa blanca y el pantalón negro que llevaba puesto y lo apoyó sobre su regazo. Quería tomar algo, estaba sediento tras tanto andar. —Hola— Se limitó a decir. —Un Licor de Chocolate— Exigió

Finalmente había llegado el momento que esperó durante tanto tiempo. Ni bien se enteró de que una nueva camada de libros habían llegado a la tercera planta del Magic Mall, casi volando sin escoba Dovakhin se dirigió hacia allí para adquirir su primera entrega. Aquél libro de aprendiz de brujo por el cual había juntado dinero y estuvo tantas veces maldiciendo por no poseerlo estaba a nada de tocar sus manos y eso lo alegraba bastante. Luciendo su túnica y por primera vez en muchos, muchos años, una sonrisa esbozada expresamente en su rostro se abrió paso hacia su destino. Una vez llegó, subió a la tercera planta con una velocidad envidiable y se dispuso a hacer la fila con el formulario en la mano. Se acercó al mostrador y cuando fue su turno casi olvidándose de saludar dejó el formulario de compra esperando la misma rapidez por parte del empleado del negocio. —Buenas, me llevo ésto y pronto vendré por los demás— Comentó a la velocidad de la luz. Definitivamente no parecía ser Dovakhin Haughton aquél hombre que se comportaba como un niño en una dulcería. Había esperado demasiado tiempo para hacer esa compra y finalmente, por fin podría hacerla. Eso lo alegraba bastante. ID: 115358 Nick: Dovakhin Haughton Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero N° 109636 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda N° 98337 Nivel Mágico: Fecha: 2017-01-22 Nombre del producto: Libro del Aprendiz de Brujo Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Nivel (del libro): I Precio: 1000 G Precio total: 1000 G

Había omitido el comentario de Arya. ¿Quién se creía para mandarle a cuidar a su hermana? Después haber irrumpido en la habitación en aquella despedida de soltera no podía perdonar su atrevimiento, de hecho si pudiese la atacaría (???) De todas maneras no era importante, sabía que no había que cuidar a nadie porque nadie defendería el lugar. El perro estaba haciendo destrozos, era aburrido así que sacó una lata de pintura y al llegar a la puerta del castillo comenzó a hacer graffity. Puso "Pollo frito" por todas partes y escribió algunas iniciales como "KFC" luego de eso se quedó un rato. Ingresó al castillo, se metió en la cocina y se preparó un café. Se sentó en el sillón y comenzó a tomar el café con tranquilidad mientras las compañeras de bando hacían destrozos. —Creo que están de vacaciones— Comentó. —Con ésto de la temporada deben haberse ido a veranear a algún país donde no haga frío como aquí... — Mencionó mientras el café caliente llegaba a su fin. Al terminarlo arrojó la taza al suelo partiéndola en mil pedazos. —Uy que malo soy— Bromeó. Hoy estaba muy bromista.

Rodeado de mujeres el Haughton estaba lejos de sentirse cómodo. ¿Dónde estaban los hombres valientes de la Marca? parecía ser el único. Pensaba en Orión y en Nathaniel pero no los veía hace un siglo y eso lo preocupaba, después de todo debían imponer un poco de orden en aquella dominación femenina. Rápidamente llegó una nueva compañera y una de las que ya habían llegado comenzó con un ataque bastante agresivo que se dispuso a quemar todo a su paso. Él, por otro lado, se limitó a caminar en dirección al castillo de la familia Lenteric a paso lento sabiendo que nadie defendería. —Ni los negocios, ni sus casas... nada, éstos pollos no pelean por nada— Murmuraba al caminar con desgano mientras se replanteaba ¿por qué acudía? de alguna u otra forma era participativo, ¿pero qué sentido se le encontraba a ir a causar desastre si nadie se metía a luchar? Ninguno, pero allí estaba y no pensaba quejarse. —Incendio— Musitó y prendió fuego una gran zona de verde mientras avanzaba en su camino. De pronto divisó una gran roca de un tamaño considerable como para hacer lo que efectivamente realizó a continuación. —Morphos— Y la roca se transformó en un perro de raza Pitbull con su mandíbula bien musculosa y afilados dientes, un cuerpo bien robusto. El Perro comenzó a correr en dirección hacia el castillo. —Orina todo, Firulais. Muerde lo que encuentres y si ves a algún enemigo atácalo— Esa eran sus órdenes y el perro lo hizo. http://i.imgur.com/smpbOff.png

Sus más profundas heridas se resentían y aquellos músculos contraídos estaban prácticamente rojos del frío detrás de la ropa que cubría el cuerpo del demonio, quien mostraba un inexpresivo rostro, como si no sintiera absolutamente nada. Aquella noche era demasiado tranquila y, como todas las noches tranquilas, se percibía en el aire un augurio de desastre y violencia. Luciendo su sobretodo negro, junto sus pantalones y zapatos del mismo color, al igual que la camisa, el Haughton caminaba por Ottery como si la vida misma lo hubiese puesto allí por azar del destino. Casi no había gente en las calles y para el solitario Mortífago, aquél devastador silencio era el mejor sonido, irónicamente. Fue poco el tiempo que disfrutó en soledad viendo pasar a los gatos negros cazando ratas por las calles y callejones hasta que un llamado ardió en su diestra en señal de que había trabajo que hacer. Para su fortuna estaba cerca, relativamente cerca de donde tenía que llegar. Subiendo por una colina, las piernas de Dovakhin se forzaban a mantener la velocidad óptima. Aquél aburrido examen de aparición ahora sería de utilidad pero como siempre su orgullo le impedía repetirlo después del desastroso final de la última vez. Para su fortuna ya había llegado y se terminó topando con un escudo, el escudo de la familia que visitaría. Aquél escudo resultó ser un traslador que al tocarlo transportó de inmediato al tempestad a una colina como en la que estaba, pero ésta se hallaba en República Checa. Lindo país, ¿no? Bufó. Allí hacía aún más frío. Al parecer a los pollos les había entrado el amor por los frigoríficos y si no había un clima helado no podían conservarse. —Solo falta que duerman en bolsas— Bromeó. Se encontraba a los pies de la colina, y junto a él se habían presentado algunas compañeras de bando. Claramente gracias a las máscaras que él y las chicas portaban nadie sabría quienes eran, pero de todas maneras trató de disimular su identidad aún ante quienes pertenecían a la marca. Le gustaba dar sorpresas.

Consumibles en Batallas Nombre: Descripción: Tarjeta Categoría: Precio pagado: Fecha de compra: Link a la certificación: enlace Nota: No se permiten más de 5 consumibles en inventario.

Poderes de Criaturas Tipo de Poder: Descripción: Tarjeta Precio pagado: Fecha de adquisición: Licencia de uso:

Libros de Hechizos Nombre: Libro del Aprendiz de Brujo Descripción: Tarjeta Nivel: 1 Precio pagado: 1000 Puntos obtenidos: - Fecha de compra: 22.01.2017 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: No

Criaturas Mágicas Nombre producto: Descripción: Tarjeta Categoría: Precio pagado: Puntos obtenidos: Fecha de compra: Link a la certificación: enlace Criaturas en la Reserva:

Pociones Mágicas Nombre producto: Esencia de Díctamo Descripción: Tarjeta Categoría: AAA Precio pagado: 2000 G Puntos obtenidos: 40 Fecha de compra: 05.09.2016 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Poción Animalis Descripción: Tarjeta Categoría: AA Precio pagado: 1000 G Puntos obtenidos: 20 Fecha de compra: 05.09.2016 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Poción Envejecedora Descripción: Tarjeta Categoría: AA Precio pagado: 1000 G Puntos obtenidos: 20 Fecha de compra: 11.01.2017 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Poción Incorpórea Descripción: Tarjeta Categoría: AAAA Precio pagado: 4000 G Puntos obtenidos: 80 Fecha de compra: 11.01.2017 Link a la certificación: enlace Total de Puntos: 160

Objetos Mágicos Nombre producto: Varita Mágica Descripción: Tarjeta Categoría: AA Precio pagado: Gratuita Puntos obtenidos: 20 Fecha de compra: 22.02.2012 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Vuelapluma Descripción: Tarjeta Categoría: A Precio pagado: 500 G Puntos obtenidos: 10 Fecha de compra: 05.09.2016 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Ajedrez Mágico Descripción: Tarjeta Categoría: A Precio pagado: 500 G Puntos obtenidos: 10 Fecha de compra: 05.09.2016 Link a la certificación: enlace Total de Puntos: 40

Indice de Bienes Objetos Mágicos: Objeto: Varita Mágica Clasificación: AA Puntos de poder: 20 Objeto: Vuelapluma Clasificación: A Puntos de Poder: 10 Objeto: Ajedrez mágico Clasificación: A Puntos de Poder: 10 Pociones Mágicas: Objeto: Esencia de díctamo Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Poción Animalis Clasificación: AAA Puntos de Poder: 40 Objeto: Poción Envejecedora Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Poción Incorpórea Clasificación: AAAA Puntos de Poder: 80 Criaturas Mágicas: Criatura: Categoría: Puntos de Poder: Criaturas en la Reserva: Criatura: Categoría: Puntos de Poder: Libros de Hechizos: Libro: Libro del Aprendiz de Brujo Nivel: 1 Poderes de Criaturas: Tipo de Poder: Consumibles en Batallas: Nombre: Descripción: Categoría:

Que bueno es verte por aquí Ligia querida!!!! @@Emilia Malraux te esperé bastante e.e al fin te dignaste a aparecer jajaja en fin, me alegra mucho que seas Haughton! espero que roleemos mucho y te lleves bien con tus sobrinas e.e que tengo dos hijas bien complicadas (?) jaja pero bueno Bienvenida a la familia y espero que pase Mónica a agregarte al árbol así ya oficializamos todo de una vez :3

Lo que más llamó la atención de Dovakhin fue la insistencia de Mónica con las preguntas que hacía, llegaba a tocarle un poco la moral el hecho de que se interese tanto en eso siendo que siempre le ocultó la información de su padre y ahora que era un hombre adulto, también le molestaba que se hiciera cargo de sus responsabilidades. No quiso interrumpir a su madre por lo que accedió con las invitaciones y tomó asiento, sin embargo poco duró pues se puso de pie cuando Rose comenzó a contar su historia. Dándole vuelta al sofá escuchaba atentamente cada una de sus palabras hasta que mencionó algo que no debía. "¡Muggles!, que deshonra..." pensó para sus adentros, pero no hizo comentario alguno. Simplemente se limitó a esperar su turno para hablar. Luego de Rose, fue Alegna quien tomó la palabra y comenzó a contar su parte, sin embargo no estaban dando nada por sentado, era como que lo responsabilizaran de ser su padre sólo porque su madre había escrito Dovakhin Haughton en un cuaderno. Ésto lo molestó un poco. Finalmente el demonio habló. —Bien, entonces tenemos una niña que fue "Muggle" toda su vida y otra que por leer un nombre en el diario intimo de su madre cree que ese nombre le pertenece a su padre y se presenta en su casa, se lo dice y espera chocolate y galletas para merendar— Fue fulminante. Cada palabra era producto del enojo, con sus hijas, con su propia madre y con la madre de sus hijas. Incluso enojo con él mismo por no saber cómo había pasado aquello. —He perdido la cuenta de cuantos años tengo, vivo hace mucho y no envejezco y tampoco sé por qué... sin embargo toda mi vida he desconocido la identidad de mi padre y jamás me vi obligado a violar la intimidad de mi madre para conocerlo—Comentó posando su mirada ahora en Mónica. —Jamás necesité nada de nadie para ser quien soy y créanme, no necesito un libro para ver mis ojos en los suyos o mis expresiones en sus rostros— Aseguró mientras volvía la mirada a las hermanas —Pero son débiles... No son dignas hijas de Dovakhin Haughton y eso es porque nunca las conocí antes... Quizás sea su padre biológico, pero deberán pasar otros 23 años para que sean mis hijas de verdad— Exclamó y ahora se centró en Alegna —Recuerdo nuestro duelo, no heredaste mis habilidades pero puedo enseñarte.— Miró a los ojos ahora a Rose —La palabra Muggle no se repetirá nunca jamás en ésta casa. Si eres mi hija eres una Haughton y la familia Haughton es una de las más importantes y poderosas del mundo mágico— Volteó para ver a Mónica —Madre, por favor haz que alguno de los Elfos les de una habitación a cada una— De alguna forma esa era su manera de aceptarlas. Su personalidad colérica era característica en el mal genio de Dovakhin Haughton, sin embargo a pesar de su dureza era un hombre de principios y si tenía hijas se haría cargo de ellas. @Mónica Malfoy Haughton @@Alegna Black @

Había que sortear diferentes obstáculos en aquél interminable sótano ubicado en el banco mágico de Gringotts para llegar hasta allí. La Bóveda de Dovakhin estaba ubicada en la profundidad más oscura que uno pudiese imaginar, y el Lumos era el hechizo necesario para poder ver sus propios pasos en tal punto. Podían verse diversas trampas hechas para los intrusos o despistados, en fin para cualquier ser que no estuviese autorizado a ingresar al recinto. Claramente Dovakhin era el único ser sobre la tierra que tenía derecho de entrar a su propia bóveda y era lo lógico. Un detector de retina y un complejo reconocimiento de voz del propietario eran el complemento a la llave de la puerta para poder abrirla e ingresar a donde se resguardaban las pertenencias del Haughton. Diferentes muebles, cuadros, utensilios y joyería eran la fachada perfecta en caso de que algún extraño ingresara a husmear, obviamente no sabría que se debía dar dos golpes secos en la pared derecha, un golpeteo con el pie en el piso y levantar levemente uno de los cáliz de la mesa redonda ubicada en el centro, para desmantelar la fachada y que se abriera paso entre todos los muebles ficticios para dar con el paradero con el cajón real que escondía las pertenencias del hombre. Éste cajón se abría solamente al tacto de la mano de Dovakhin con su madera color caoba lo reconocía inmediatamente con aquél proceso. Era sin dudas casi imposible que alguien entrase a robar y lograra con efectividad cumplir su cometido. Allí estaba el patriarca de la familia Haughton ultimando los últimos detalles, levantó el cáliz, golpeteó el suelo con el pie y dio dos golpes secos en la pared para volver a poner la fachada en su lugar. Curiosamente la apertura y el cierre se hacían con el mismo proceso pero con el orden opuesto para cada una de las acciones. Finalmente habiendo terminado todo el joven se retiró de la bóveda y se alejó en la oscuridad dejando aquél lugar protegido con magia y trampas. Perfil de Comprador del MM: 248 Indice de Bienes Objetos Mágicos Pociones Mágicas Criaturas Mágicas Libros de Hechizos Poderes de Criaturas Consumibles en Batalla Fecha de Próxima Actualización:

Pasaba la mayor parte de su tiempo luchando contra su mal genio e intentando no aborrecer a las demás personas, sin embargo cada vez que intentaba ser amable algo le quitaba las ganas de aquello, como si fuese víctima de una maldición que le impedía ser una buena persona. En éste caso la culpa fue de un error propio que el pobre empleado le señaló al Haughton, quien devolvió una mirada llena de desprecio hacia su interlocutor. Entrecerró los ojos mientras su boca gesticulaba una mueca de descontento, contó hasta diez interiormente y procedió. —Oh, ya veo... entonces déjame hacer un pequeño arreglo... a esa compra le sumaré éstos artículos— comentó guiándose con el catálogo que le había facilitado el vendedor. —Ésta... y también ésta.. bien, listo.— Devolvió el formulario nuevo agregando dos productos más a su compra. Es decir, además de la poción de envejecimiento llevaría otras cosas más para compensar la falta de la multijugos. —Espero que esté todo bien— Agregó dedicándole una mirada fulminante a aquella persona, no quería dejar salir su ira a flote, pero su falta de paciencia le jugaban muy en contra en ese tipo de trámites. ID: 115358 Nick : Dovakhin Haughton Link a la Bóveda Trastero: Pendiente Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda N° 98337 Fecha: 2017-01-12 Poción: Poción Incorpórea Puntos: 80 Puntos Precio: 4000 G Poción: Poción de matalobos Puntos: 40 Puntos Precio: 2000 G Total de puntos: 120 Puntos Total de Galeones: 6000 G

Se abría paso entre la multitud en el Callejón Diagón, Dovakhin iba en busca del que sería su primer libro de hechizos. Si quería ser realmente fuerte debería ponerse en campaña para incrementar todas sus posibilidades, de hecho no era sólo su habilidad en duelo lo que lo volvía un ser poderoso, sino también el ser culto en todo tipo de aspecto generaba poder para cualquiera y eso lo sabía bien. Con sus característico sobretodo negro se protegía del frío otoñal con el que había amanecido el mundo mágico, estaba seguro de que su trámite sería bastante largo así que se armó de paciencia. Al ingresar al Magic Mall comenzó a observar la cantidad de gente que concurría para hacer sus compras allí mismo, bufó un poco tras darse cuenta de que tendría que hacer una cola lo suficientemente extensa como para sacar de las casillas a cualquier persona que sólo fuese por un producto, por ese motivo decidió cambiar de planes y comprar otras cosas antes de buscar su deseado libro. Subió hasta la segunda planta, buscó entre los diversas ofertas lo que quería y finalmente lo encontró. Algunas pociones interesantes que le servirían en el futuro para hacer alguna que otra maldad. Se acercó a la ventanilla y esperó hasta ser atendido. —Buenas, me llevo éstas hermosuras.— Mencionó y esperó para pagar. ID: 115358 Nick : Dovakhin Haughton Link a la Bóveda Trastero: Pendiente Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda N° 98337 Fecha: 2017-01-11 Poción: Poción Envejecedora Puntos: 20 Puntos Precio: 1000 G Poción: Poción Multijugos Puntos: 160 Puntos Precio: 8000 G Total de puntos: 180 Puntos Total de Galeones: 9000 G

Hola! Muy buenas! Bueno, tengo una cuestión... cuando me gradué en su momento pedí mis dos conocimientos gratuitos, pero no hice jamás los dos que son pagos, quería saber si en ésta ocasión puedo cursar esos conocimientos que me correspondían por graduarme así que dejaré las fichas correspondientes a continuación. Cualquier inconveniente díganme, espero poder cursarlos n.n gracias de antemano!!!! Nick: Dovakhin Haughton ID: 115358 Conocimiento: Cuidado de Criaturas Mágicas Nivel de Magia: II Link a la Bóveda: Bóveda N° 98337 Link a la Ficha: Ficha N° 96231 Nick: Dovakhin Haughton ID: 115358 Conocimiento: Encantamientos Nivel de Magia: II Link a la Bóveda: Bóveda N° 98337 Link a la Ficha: Ficha N° 96231

Las hermanas parecían molestarse ante las preguntas de Dovakhin quien toda su vida la había pasado dentro de una burbuja, sin saber cosas sumamente importantes como su raza o incluso las novedades del mundo mágico. Sin ir más lejos el día que conoció a Arya no tenía idea de que era una de las brujas buscadas, cosa que había sido publicada hasta en el profeta. Pero como siempre, el Haughton iba a su bola. Desde su punto de vista no era algo descabellado querer saber más información acerca de quienes llegaban diciendo ser sus hijas, de hecho lo veía como algo lógico y no pensaba salir corriendo a buscarlas cuando las muchachas intentaron retirarse del castillo, sin embargo antes de que ésto pudiese pasar su madre llegó a la sala y se presentó. Entonces Dovakhin supo que la cosa empezaba a tornarse un poco más dramática. Minutos antes habían tenido su primera conversación en tres largos años y ahora pasaba aquello... era todo muy repentino hasta para él. —Dicen que son mis hijas— Contestó a la pregunta de la Matriarca. —Sin embargo no conozco a la mujer que dicen que es su madre— Reparó de inmediato posando su mirada ahora en las hermanas. Era cierto, eran sus hijas pero él no lo sabía y tampoco recordaba a aquella mujer que le mencionaban porque como era característico en Dovakhin, uno de sus demonios había tomado posesión de su cuerpo durante el acto del coito. Quizás ese era uno de los motivos por el cual no envejecía y nunca tenía idea de nada de lo que sucedía, pero era un problema del cual el hombre no estaba enterado. Durante tanto tiempo había estado ciego y ahora era muy difícil ponerse al corriente de las cosas que le sucedían. El no conocer a su padre, el tener constantes cambios de actitud y ánimo o incluso sentirse débil o perder la noción de las cosas, todos eran producto del eterno enfrentamiento que dos seres demoníacos llevaban a cabo en su interior sin que el Haughton lo supiera. —Pero les creo— Sentenció después de una pausa bastante prolongada. Algo en ellas le reflejaba sinceridad y le hacía sentir que no le estaban mintiendo, sin embargo era solo un simple presentimiento, no había pruebas. —Si tienen alguna prueba será mejor que me lo muestren ahora, no pienso aceptar hijas sólo por creer una historia.— Exclamó con serenidad. A pesar de todo era despreocupado y tampoco le importaba demasiado si aquellas mujeres se iban y no volvían a aparecer nunca más. Así era él.

Nick: Dovakhin Haughton Conocimiento que quiere dar: Pociones Motivo: Desde el momento en el que entré al foro y tuve mis clases en la academia, donde todavía daban generales y demás, me fascinó la idea de ser profesor. No voy a mentir, mi objetivo desde el inicio fue ser profe de duelos y por ese motivo nunca me había postulado para otro tipo de clase, ya sea en el Ateneo o en Hogwarts. Me gusta rolear cuando la historia atrapa y la gente está comprometida y no bajo presión, sin embargo a pesar de que de por si, ser profesor es una presión si se quiere, sé que puedo lograr que tanto mis alumnos como yo disfrutemos al máximo de las clases. Pociones es un conocimiento que hasta los menos interiorizados en el mundo de HP conocemos gracias a nuestro querido Snape. "Ocupar su puesto" sería más que un honor y una experiencia que sin dudas amaría tener. Cargos y responsabilidades desempeñadas con anterioridad y actualmente en el foro: Actuales: •Patriarca Familia Haughton •Empleado Departamento de accidentes mágicos y catástrofes •Tempestad de la Marca Tenebrosa Anteriores: •Base de la MT •Inefable en Oficina Coordinadora de Investigaciones alternas. •Encargado de la Trastienda. (Concilio de Mercaderes - Planta del Magic Mall) Estado del plan de estudio: (Enviado)

@ obvio que estás más que aceptada hijita <3 Gracias por elegir a la Haughton como tu familia!!! Espero que podamos rolear mucho y divertirnos entre todos mientras hacemos que la familia crezca!!! cualquier cosa que necesites habla conmigo o con tu abuela Mónica!!!!! Nos vemos por el castillo

Las jóvenes se mostraban dubitativas y 'atemorizadas' en cierto punto, parecían estar buscándolo sin una finalidad específica más que una lejana idea sobre lo que en realidad intentaban encontrar. Dovakhin se sentó en uno de los grandes sillones y momentos después las palabras que surgieron de la boca de Alegna lo dejaron congelado. Con la mirada fija hacia la nada intentaba hacer memoria pero nada sucedía, no lograba recordar aquello que le habían revelado segundos atrás. —¿¡Su qué!?— cuestionó atónito. Quizás ellas no lo habían notado, pero su condición Demoníaca ralentizaba su vejez y eso hacía que físicamente Dovakhin pareciera un joven de vientytantos años. ¿Acaso aquello no les daba un indicio de su error? ¿Quién en su sano juicio creería que su padre tenía la misma edad que si mismo?. Había solo dos opciones, o era una broma de mal gusto a la que el patriarca reaccionaría mal, o realmente tenían fundamentos y razones para afirmar aquella idea que, aunque intentaba buscarle sentido, encontraba por demás descabellada. Desde cierto punto de vista el Haughton jamás se había percatado antes de todo el tiempo que había vivido, incluso apenas minutos antes había entablado una conversación con su madre que se mostraba desmejorada y cuasi enferma mientras que él poseía la viva imagen de su juventud sin haber cambiado casi nada su apariencia, pero ¿cómo explicaba tener hijas ya crecidas cuya existencia había desconocido hasta entonces?. Era poco probable. Fue entre pensamientos y recuerdos que reparó en Alegna. La conocía de algún lado, de hecho la había enfrentado anteriormente. —Tú... tu eres Black ¿o me equivoco?— Preguntó señalando a la joven —¿Quién se supone que es su madre, y de dónde sacaron la idea de que son hijas mías?— Preguntó tratando de esclarecer todo. Era realmente confuso e incómodo para los tres. Entre más lo pensaba más se convencía de que se trataba de una broma, sin embargo algo dentro de él le impedía darle la certeza a esa idea. Parecía como si por dentro supiese que aquello que le planteaban era tan cierto como la realidad que yacía entre aquellas cuatro paredes. No era un sueño ni una pesadilla, no había motivos para ser víctima de una broma ni un engaño, entonces ¿qué era todo eso? Dovakhin aún intentaba descifrar la verdad.

La conversación con Mónica daba para largo, luego de tres años de ausencia era su deber poner al corriente a su madre de su situación actual, sin embargo el reencuentro se vio interrumpido por el sonido de la madera de la puerta de entrada siendo golpeada y tras ésto abierta. Dovakhin miró a su madre y pospuso la charla para retomarla más adelante. —Iré a ver quien es— Exclamó justo antes de atravesar la puerta de entrada de la habitación de Mónica y dirigirse hacia la sala de estar del castillo. Sus pasos firmes resonaban en todo el recinto ni muy fuertes ni muy débiles pero sin perder la presencia de su andar cuando finalmente vislumbró a escasos metros de su posición a dos mujeres que preguntaban por él. ¿Quienes serían? —Yo soy Dovakhin Haughton, ¿qué necesitan?— Preguntó con expresión seria en su rostro sin sacar los ojos de encima de aquellas jóvenes. El mortífago dejó su túnica en manos de la elfina que había atendido a las muchachas y con un chasquido de dedos le dio a entender que debía llevarla a su habitación. Ahora vistiendo una camisa con tirantes y un pantalón largo de color negro, ya con una imagen más informal se puso cómodo. Se acercó a la pequeña bodega de la sala donde escogió la mejor botella de Whisky que encontró y se sirvió una medida. —Vamos, ¿les comieron la lengua los ratones? No tengo todo el día— Exclamó impaciente por saber el motivo de aquella inesperada visita. @ @@Alegna Black

El trabajo que había conseguido hacía casi un mes atrás lo impulsó a guardar las apariencias para con el resto de las personas, tratando de disimular al máximo su sed de caos y destrucción siendo ahora un trabajador encargándose de accidentes y catástrofes y limpiando lo que su propio bando generaba cuasi constantemente. Era de suponer que se trataba de un buen negocio, el ir a atacar lugares y luego cobrar por refaccionarlos sin dudas le daban una buena razón para causar el mayor daño posible la noche anterior. Dovakhin estaba tranquilo en su casa cuando recibió el llamado que le indicaba la necesidad de su presencia en el circo, sonrió y dejó escapar una breve y sutil carcajada producto de la ironía provocada por ser victimario y juez en el mismo juego, nada podía salir mal. Era como estar lavando dinero, de hecho podría asumirse que era eso. Se acercó a pie hasta el lugar -ya que aún no poseía licencia de apariciones y no la tendría jamás luego del papelón que protagonizó en su examen la última vez- y una vez llegó se presentó cordialmente ante sus compañeros y los propietarios damnificados. —Dovakhin Haughton— Exclamó expresando su nombre. —¿Qué fue lo que pasó?— preguntó simulando no saber absolutamente nada del caso. Tenía ganas de reírse, quería reírse en la cara de esas personas pero sabía que tal acto imprudente sólo lo perjudicaría innecesariamente. Con la mayor de las seriedades observó el lugar. Ahora con la luz del día y sin máscara puesta el Haughton podía notar todo el lío que había causado con su equipo mortífago, sin embargo aún tenía el mal sabor de boca de saber que los odefos no fueron capaces de llegar a defender el lugar. Aquello le molestaba realmente —No puedo creerlo— Mencionó. A los ojos de sus interlocutores, Dovakhin estaba indignado por el desastre que estaba presenciando, pero el motivo real de su comentario fue generado por el reiterado sentimiento de impotencia al no tener un par de pollos que desplumar en el momento del acto delictivo. —En fin, ¿por dónde empezamos?— Cuestionó con tranquilidad.

Se acercó a Arya cuando vio que aquello no daba para más. Estaba seguro de que nadie entraría a luchar y que nuevamente había ido en vano con sus compañeros a buscar problemas. Comenzaba a pensar que jamás se defenderían, aquello se tornaba aburrido cuando no había respuesta por parte del bando contrario. Miró a la Macnair y extendió su brazo para salir de allí. —Luego tenemos que hablar— Musitó con seriedad mientras la miraba atentamente. Arya de Base estaba más sexy a como normalmente acostumbraba verla (?) Ahora si el nuevo y flamante tempestad se dispuso a irse con su compañera luego de hacer desastre en el local de vaya a saber quien era, pero al Haughton le gustaba el caos así que estaba contento y tarareaba en su mente canciones ofensivas hacia los poshos ;D Malditos odefos arruinaron la odf (?) Antes de desaparecer con su pareja arrojó al suelo el último CD de los Pimpinela. —Sufran malditos— Les deseó la muerte. Finalmente Esperó a que Arya lo sacara de allí.