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Dorothy Anne

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Mensajes publicados por Dorothy Anne

  1. ~ Varita: Madera de avellano con núcleo de pluma de fénix. Con una longitud de once pulgadas.

     

    Es una varita sensible. El avellano refleja a menudo el estado emocional de su dueño y con el que mejor funciona es con un amo que sepa comprender y dominar sus propios sentimientos. Otro tipo de amos debería tener mucho cuidado a la hora de manejar una varita de avellano, si estos acaban de perder los estribos o han sufrido una seria decepción, puesto que la varita absorberá esta energía y la dejará salir de forma impredecible. Las varitas de avellano también tienen la habilidad de detectar agua bajo tierra y soltarán nubecitas de humo en forma de lágrima de color plateado si se pasa por encima de manantiales o pozos escondidos.

     

    En cuanto al núcleo de fénix encontré lo siguiente:

     

    Este es el tipo de centro más raro. A veces actúan independientemente, una cualidad que a muchos magos y brujas no les gusta nada. Las varitas de pluma de fénix son siempre las más quisquillosas a la hora de escoger un dueño, puesto que la criatura de la que han salido es una de las más independientes y distantes del mundo. Estas varitas son las más difíciles de dominar y personalizar, y su fidelidad es difícil de conseguir.

     

    Me gustan estás combinaciones porque si bien Dorothy es una persona extremadamente sensible, que se maravilla con el simple hecho de sentir y de tener el don de encontrar la belleza en todo, también tiene la tendencia de distanciarse. Pasar mucho tiempo con una persona le puede parecer agotador. Su varita y ella se conectan a la hora de estar juntas, porque ambas puede sentirse, pero también pueden vivir bien la una sin la otra. Por otra parte Dorothy no suele usar la magia cotidianamente, es decir, si puede conseguir algo usando sus manos y pies, entonces usará sus manos y pies. Ve a la magia como un entretenimiento, como algo que explorar y de la que se siente maravillada. Es por eso que necesita una varita con cierta independencia.

     

    ~Patronus: Libélula.

     

    Desde pequeña Dorothy se ha sentido atraída por ellas. El simple hecho de que puedan brillar en la obscuridad sin ser criaturas mágicas, lo considera mágico. Además las libélulas representan introspección y madurez emocional, y una de las principales creencias de Dorothy es que las personas deberían conocerse mejor a sí mimas para ser personas sanas, y si son personas sanas no querrán dañar ni perjudicar al otro. Las libélulas también se relaciones con la multi-perspectiva, debido a que poseen una de las mejores vistas que un animal podría tener. Dorothy, al ser tan reflexiva, puede ver las cosas de muchas maneras distintas, de darle significados diferentes a las cosas.

     

    ~Temores

    Esta pregunta es bastante difícil, porque Dorothy en el plano emocional (me refiero al área social) es muy indiferente, quizás por lo mismo de que es aislada. Puede sentirse completamente afligida al contemplar un paisaje, escuchar una buena melodía, o al sentirse en contacto con la naturaleza, pero cuando se trata de sus seres queridos la cosa cambia un poco: Dorothy aprecia y se preocupa por las personas que la rodean, trata de hacerlas sentir bien, pero no siente que los ame. ¿Qué es el amor? En medio de todas las preguntas que se hace se sigue preguntando eso. Teme nunca poder amar, quizás porque nunca se sintió realmente amada. Se visualiza en algunos años y se ve sola, y cuando por fin cree que está cerca de poder llegar a sentir amor, entonces la invade una completa indiferencia y sigue pensando que es mejor la soledad. Queen y Barrabás (sus mascotas) son las criaturas con las que mayor conexión ha tenido, y tal vez las únicas a las que realmente ame, aunque ella no lo sepa.

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  2. Michelle

    Caminaba por los pasillos del piso principal, mientras observaba el espléndido jardín interno del local. Nunca, en sus veinte nueve años de edad, hubiese imaginado que su lugar de trabajo le transmitiría tanta paz. Debía admitir que al principio se sentía un poco tensa al contemplar la parsimonia casi inmunda de sus dueñas, pero con el tiempo, poco a poco se fue contagiando de aquello que llamaban paz.

    Claro está que en ningún momento descuido sus obligaciones, seguía con el sin fin de pergaminos en su escritorio, donde además tenía lugar la recepción. Sus lista de ‘’proyectos por terminar’’ seguía igual de larga que de costumbre, sin embargo sus manos y pies no se movían con la misma velocidad de antes. Lo interesante e incluso confuso, era que terminaba sus tareas con mayor facilidad y rapidez. Empezaba a creer que era cierto eso de la magia de las libélulas, que en la noche dejaban algún polvo especial o vaya usted a saber qué, y que por ello resultaba más fácil hacer sus deberes. Algún día lo descubriría.

    Vio a lo lejos a un par de amigos. Dos jóvenes que entablaban una conversación. Como la recepción estaba vacía se apresuró hacia ellos y saludó formal, como de costumbre.

    —Buenos días. Bienvenidos a la libélula encantada. Mi nombre es Michelle y será un placer para mí atenderlos el día de hoy. ¿Ya habían visitado anteriormente el lugar?, ¿o es la primera vez que vienen?

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  3. Dorothy no estaba segura de cómo sentirse en aquel momento. No hacían falta las palabras para darse cuenta de que había una atmósfera tensa en el ambiente. Dennis la saludó con la misma familiaridad y dulzura de siempre, pero se pudo percatar de que antes de cerrar la puerta lanzó una mirada furtiva en el pasillo, ¿habría visto al hombre de cabellos castaños? Esperaba que sí.

     

    Cuando mencionaron el nombre de Scavender la recordó del evento que tuvo lugar en el hogar de la familia Lockhart, de su familia, para ser más precisos. Había muchos rostros ese día, por lo que le costaba identificarlos con claridad. Le sonrió, sintiéndose alegre por saber que ella tampoco se había olvidado. Hubiese sido una situación muy incómoda hecho de que alguna de las dos no recordara a la otra. Ella ya había pasado por circunstancias similares. Empezaba a sudar frío y a reírse de manera nerviosa. Nada agradable.

     

    —Es un gusto verte aquí —le respondió a Scavender, luego se giró hacia Dennis. —. Sí, en el cumpleaños de Noah, tú también estabas allí.

     

    Guardó silencio cuando vio que Dennis tomaba la palabra. En efecto, eran dueñas de otro local. Si se encontraba allí en ese momento era meramente por curiosidad, sí. Aunque claro estaba que no les explicaría a las dos jóvenes que tenía de frente que mientras caminaba en el Callejón habita decidido perseguir a una madre neurótica y aun niño indefenso. Era mucha explicación para un tema tan poco relevante y sin sentido. ¿Pero debía mencionar entonces al señor que observó en la segunda planta?

     

    —Quizás oculten algo…—fue lo único que se atrevió a decir. ¿Por qué otra razón no dejarían a los aurores participar? Podía imaginarse los responsables de todo aquel lío, no había que tener cuatro dedos de frente para saberlo. ¡Y todavía el Ministerio era capaz llenarse la boca diciendo que vivían en una comunidad transparente! Bufó.

     

    Se entretuvo viendo los pergaminos que descansaban sobre el escritorio, tal vez por eso no respondió en el momento que Scavender se ofreció a acompañar a Dennis, sin embargo, cuando vio que ambas brujas se dirigían a la salida se apresuró a seguirlas.

     

    En cuanto estuvo fuera de la oficina todo lo vio muy confuso: las paredes tenían ondulaciones que antes no tenían, el piso estaba desnivelado, los colores se veían tan nítidos y brillantes que encandilaban. Las lámparas de lágrimas que antes creyó que pendían del techo, ahora parecían estar sobre su cabeza. Intentó tocarlas, mas no las sintió. Cerró y abrió sus ojos unas cuantas veces, ¿era real o estaba en un sueño? Sus orbes verdes estaban irritados, se podía apreciar en la tonalidad rosácea que aparecía alrededor de su iris.

     

    Sus compañeras intentaron hacer algunos hechizos, nada funcionó. ¿Sería magia oscura?, ¿en qué juego macabro estaban y porqué eran ellas las víctimas? Sintió la voz de Scavender retumbar sobre sus oídos, estaba lejos, y de pronto cerca otra vez, y lejos nuevamente… Como si el lugar fuese una liga que se estuviese encogiendo y ensanchando repetidas veces. Trató de acercarse, de tocar su cuerpo, aunque por más pasos que diera se mantenía a la misma distancia. Se giró hacia Dennis. Su voz era débil, estaba aturdida.

     

    —El museo…—miró de nuevo a su alrededor. —¿No hay algún pasadizo que nos saque de aquí? Tenemos que caminar solo y únicamente cuando el sitio se encoge, si caminamos cuando se alarga es como si no hubiésemos avanzado nada, nos alejaríamos.

     

  4. De no ser porque sabía que tenía que llegar al final de la Torre, Dorothy se hubiese quedado durante horas divagando en los pasillos fríos y oscuros, que la llevaban a lugares remotos jamás conocidos, a escenarios de batallas, de tristeza, aventura y desasosiego. Se maravillaba al observar los rocosos muros, cómplices de historias escondidas, de amores perdidos, de llanto contenido y sonrisas apagadas.

     

    Mientras caminaba se preguntaba qué papel hubiese tenido ella durante la Guerra Mágica, ¿la heroína que dio su vida por todos?, ¿la que decidió huir siendo invadida por el pánico?, ¿la que quedó con tantas cicatrices en el cuerpo como historias que contar? No, ninguna de esas: su ayuda hubiese sido sutil, desde la clandestinidad hubiese animado al más indefenso, tratado de mantener la paz, de implementar el diálogo. Su nombre no hubiese aparecido en El Profeta, porque no hubiese usado la magia para atacar, a menos que fuese necesario.

     

    Inició su ascenso por las escaleras, pudo contemplar un cuervo que la veía desde el marco de la ventana, como si fuese una intrusa, ¿lo era en realidad? Tantos años sin pisar aquellos terrenos y de pronto estaba ahí, como si nada, indagando, acudiendo a un llamado, ¿para qué?, ¿para quién? Habrían personas, la mayoría del tiempo lo habían. Dorothy suspiró, era lo que hacía cada vez que se reunía con otros, como si formara parte de su propio protocolo social.

     

    Al atravesar una de las puertas se encontró con un espejo y lo miró extrañada. Después se sonrió sí misma y se impresionó al notar el cambio en su rostro. Se veía más atractiva. Pero estar sonriendo todo el día era agotador, especialmente para los músculos de sus mejillas. Además tenía que recordarlo todo el tiempo, era como mantener la espalda erguida siempre, no muchos lo lograban. Quiso inspeccionar con detenimiento su sonrisa, pero ella ya no está.

     

    Corrían por los pasillos de Hogwarts, era tarde y debían regresar a la sala común antes de que el prefecto hiciera su ronda nocturna en los dormitorios. Delante de ella estaba Maggie, su compañera se desplazaba a una velocidad envidiable, dejando con sus cabellos flotaran como seda doraba en el aire. ¿Cómo le resultaba tan fácil? Dorothy ya empezaba a sudar. ‘’No fue una buena idea visitar el Bosque Prohibido. Ni siquiera encontramos lo que buscábamos’’ le dijo jadeante, las palabras salían golpeadas en medio de la sofocación, una tras otras. Maggie no respondió, sino que más bien se detuvo bruscamente. Con una señal en su boca le pidió a Dorothy que guardara silencio.

     

    Detrás de las columnas un grupo de niños de segundo año molestaban a otro de primero. ‘’No te queremos acá’’, ‘’lárgate con los tuyos’’, ‘’¿creen que pueden venir a contaminarnos con su sangre sucia?’’. Maggie hizo un sonido con su garganta como acto de presencia, y el trio de jóvenes se alejó alarmado. Aunque no poseían ningún tipo de autoridad, pertenecer a quinto año les daba un poco de poder con los grados menores. El más joven también se marchó, no sin antes susurrar un débil ‘’Gracias’’. Maggie siguió caminando, como si no hubiese ocurrido nada, y esta vez fue Dorothy quien se detuvo con sus cejas fruncidas y brazos entrelazados.

     

    —¿Qué fue lo que pasó? —sabía que Maggie estaba informada acerca de todos y de todos, era como un libro de consulta andante. A veces la consideraba una hermana mayor, pese a que ambas tenían la misma edad.

     

    Ella bufó, a veces olvidaba lo ajena que era su amiga con respecto a su entorno.

     

    —¿Crees que los mortífagos se marcharon al concluir la Guerra Mágica? Pues no. Se dice que aún hay peleas clandestinas entre miembros de la Orden y lo seguidores de la Marca Tenebrosa. Mucha gente ha muerto, Dorothy. Mi tío Tom trabaja en el Ministerio, siempre le comenta a mi papá las decenas de cuerpos que se encuentran. Yo los escucho a escondidas, aún creen que soy muy pequeña para entender lo que ocurre. No son cifras oficiales, claro está. Lo último que quieren es que el pueblo mágico entre en crisis otra vez. ¡Una nueva guerra! No somos lo suficientemente fuertes para pasar por algo así. Esos niños que vimos—hizo una pausa, mientras se percataba de que no hubiese nadie—, digamos que no me sorprendería que fueran hijos de quienes siguen la secta oscura…. Es una historia de nunca acabar. Se avecinan más muertes y debemos prepararnos.

    ¿Más muertes?, ¿acaso no había sido suficiente con todos los caídos en años anteriores? Le hubiese gustado poder detener aquellas batallas. ¿Había algún hechizo para hacer entrar a la gente en razón? Al parecer la comunicación no era suficiente, cada miembro velaba por lo que quería, o lo que le convenía. Se preguntó si algún día podría hacer del mundo un lugar mejor. Si podría hacer que todo el odio y resentimiento abandonaran los cuerpos que habitaban. Pero para eso había que tener influencia, ser un líder, y aunque la consideraban muy amable y lista, no era suficiente.

     

    —Ahora vamos, que se darán cuenta de que no hemos entrado— sugirió la chica de cabellos rubios.

     

    Ambas siluetas se perdieron de vista en las oscuridades del pasillo.

     

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  5. Hola a todos!

     

    Primero que todo disculpen por la tardanza, me emociona mucho el tema de las tutorías pero las abrieron en un momento complicado T.T En fin empezaré con la descripción.

     

    Dorothy es analítica, introspectiva, curiosa, y extremadamente sensible. Tiene la tendencia de culparse por todo lo que ocurre en su entorno. Dorothy es adoptada, fue criada por una señora mayor, que se encargó de inculcarle los principios como la bondad, respeto y empatía, y hacer plenamente consciente del mundo que la rodeaba, tanto así, que a veces prefería poner un lugar los deseos de los demás antes que los suyos propios. Prefería ofrecerle su trozo de pastel a su primo menor, solo para evitar que este se sintiera mal, a decirle que no. Creció con el miedo de lastimar a los demás, y reprimió sus propios deseos.

     

    Las acciones de Dorothy son impulsadas por la curiosidad, aunque esté aterrada, es capaz de lanzarse desde un acantilado solo para experimentar sensaciones nuevas y conocerse a sí misma. Es idealista, cree en la bondad, en la meditación, en que el conocimiento de uno mismo puede llevar a las personas a mejorar su bienestar y por lo tanto, a mejorar su trato con los demás. Sueña con el mundo ideal, donde exista respeto y empatía, tal cual la enseñaron.

     

    ¿Por qué está en la Orden? Esta es muy buena pregunta. Hace algunos años hubiese dicho que se debe a su sentido de justicia, pero hoy en día no es así. Dorothy está en la Orden por el simple hecho de que tiende a distanciarse, a alejarse de las personas y de encerrarse en su propio mundo, el problema es que al aislarse tiende a caer en la melancolía. Es consciente de aquella tendencia, así que busca herramientas que incrementen su bienestar, y una de ellas es la Orden. La Orden del Fénix para Dorothy es una distracción, un recurso, un lugar para buscar cobijo. Se siente feliz cada vez que participa en ella, como si tuviese su propia voz, como si se sintiese apreciada.

     

    Mi personaje tiene pocos amigos, muy pocos a decir verdad, los únicos con los que realmente se permite ser ella misma son algunos familiares y amigos en su etapa de la Academia.
    Cualquiera que vea Dorothy pensaría que es una chica humilde y sencilla, pero no, en realidad tiene un gran concepto de sí misma, aunque esto jamás se atrevería a admitirlo. Su narcisismo se ve reflejado, quien lo diría, en su timidez, de forma inconsciente que solo pocos tienen la fortuna de llegarla a conocer bien, ya que es muy selectiva con sus amistades, esto lo hace porque además, teme a que las personas identifiquen sus defectos. Además de eso se niega rotundamente a pedir algún tipo de ayuda, prefiere hacer las cosas por ella misma. En el fondo tiene miedo a verse como una molestia para los demás.

     

    Se enorgullece de su soledad, aunque puede ser un arma de doble filo, ya que el exceso de reflexión la ha llevado a sentirse abrumada en muchas ocasiones. Se cuestiona absolutamente todo, incluso el tener que decir los buenos días al entrar a un lugar, la razón de tener que acudir a ciertos eventos con vestimenta formal, incluso el tener que usar una capa. Se inclina siempre en ayudar a los demás, incrementa su autoestima, pero, como ya lo repetí anteriormente, detesta pedir ayuda. Se desespera al estar rodeada de muchas personas y escuchar sonidos fuertes, prefiere los lugares solitarios y silenciosos.

     

    Bueno, por ahora creo que eso es todo.

     

     

    Saludos!

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  6. El local no tenía mucho tiempo de su inauguración. Michelle se sentía afortunada de haber encontrado el empleo de recepcionista en un sitio que le brindaba tanta paz como aquel. Aunque su neurótica personalidad la obligaba a moverse de un lado a otro, de revisar pendientes, cobros, facturas, recorrer los pasillos en busca del más mínimo indicio de desorden, de encontrar las palabras adecuadas y practicar durante horas, frente al espejo, el mejor discurso para dar a los clientes que llegaban.

     

    Podía decirse que a veces se sentía exasperada por la actitud de las dueñas, quienes aunque preocupadas, manejaban el negocio con una parsimonia envidiable. ‘’Aún no hemos conseguido un profesor de escultura’’, ‘’no ha llegado la pieza que estaba programada para hace tres días’’, ‘’necesitamos conseguir relaciones comerciales, son muy importantes para cualquier local…’’ frases como esas eran pan del cada día. En ocasiones Dorothy a miraba extrañada y le pedía se que tranquilizara, que una de las claves del éxito era la paciencia, pero Michelle asentía sin escuchar y seguía ordenando pergaminos y ampliando su lista de ‘’cosas por hacer’’

     

    Un día, mientras se encontraba, redactando unos mensajes, escuchó los pasos de unas personas. Al alzar su vista se encontró con una pareja: una mujer pelirroja y otro hombre de cabellos obscuros. Michelle se sintió entusiasmada y nerviosa a la vez. Eran clientes, en su local, si quedaban con una buena impresión probablemente pasarían la voz a sus amistades y conocidos. Se aclaró la garganta y esbozó la mejor de sus sonrisas.

     

    —Bienvenidos a la libélula encantada. Mi nombre es Michelle y estoy aquí para servirles. ¿Hay algo en que los pueda ayudar?

     

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  7. El Callejón se encontraba tan bullicioso como siempre. Dorothy no sabía que era peor: la sensación de vació en su estómago cuando se giraba sobre sus talones y se aparecía en otro lugar, o la opresión sosegada de caminar entre tantos magos y brujas. Ese día, por alguna razón optó por usar sus pies, quizás era la tendencia de usar la magia solo cuando fuese estrictamente necesario. Existía cierta satisfacción en jadear, en sentir los latidos de su corazón acelerarse y percatarse de las gotas de sudor que le resbalaban por la frente. Había leído en algunos libros que el ejercicio liberaba hormonas que producían felicidad, y desde ese entonces lo ponía en práctica.

     

    Era una lástima que estar el rodeada de tantos humanos no le produjera el mismo placer. A su lado caminaban una madre y un pequeño que era bruscamente jalado del brazo. ‘’ ¡Niño malcriado, niño inútil!, ¿cuántas veces tendré que decírtelo?’’ murmuraba la señora afanadamente. Dorothy se atrevió a mirar al crío durante unos segundos. Usaba una boina beige que no dejaba apreciar sus ojos, pero sus labios y pechos se movían agitadamente mientras sus pies seguían el ritmo que marcaba su madre. Ella también aceleró sus pasos, atraída por su instinto curioso. La señora no dejaba de decir cosas, llegarían tarde a un lugar, ¿pero a qué lugar? Indefenso niño, si los padres tuviesen consciencia del impacto que sus acciones tienen sobre ellos probablemente actuarían con más tacto. ¡El mundo… el mundo necesitaba más reflexión! Jamás se cansaría de decirlo.

     

    ¿Y ella que hacía ahí?, ¿a dónde se dirigía antes de tomar la decisión de seguir a ese par de extraños? Ah, sí, al negocio que había abierto recientemente. ¿Realmente era necesaria su presencia en el lugar? Tal vez, pero quería seguir indagando, preguntarles sus nombres, saber a qué se dedicaban, poder hacerse una idea de sus personalidades. La madre: una neurótica de pies a cabeza. Seguro que sí. ¿Pero el niño?, ¿qué le deparaba en unos cuantos años al ser víctima de las reprimendas de una mujer frustrada?, ¿cómo se formaría su propia esencia? La imagen de Isaac interceptó sus pensamientos por unos instantes. Nada bueno.

     

    Entraron a un local, museo, al parecer. Dorothy perdió de vista a la pequeña familia. Sus orbes se movían de un lado a otro, no estaba. Y ahora se encontraba ahí, ¿se trataba de los azares del destino? Pensaba que era inmaduro culpar al presente, existían viejos ‘’sabios’’ que decían que todo estaba escrito en el libro de la vida, que hiciéramos lo que hiciéramos no podríamos escapar de lo que nos tocaba. Dorothy lo negaba y se empeñaba en afirmar que uno estaba donde quería estar, consciente o inconscientemente.

     

    El museo estaba vacío, lo que era curioso, tomando en cuenta el gentío de afuera. Dorothy subió las escaleras, maravillada ante lo que veía: grandes obras, pisos relucientes, paredes impecables, destellos de lámparas doradas…. Sin embargo, lo que llamó su atención fue la figura de un hombre de un cabello ondulado, con una tonalidad similar a la suya. Parecía un hombre importante, de esos que visitan los museos para comprar sus piezas por cantidades inimaginables de euros, de esos que acuden a las subastas y se sientan a fumar tabaco durante horas para discutir el impacto de los grandes artistas en los tiempos modernos. De esos que no perderían su tiempo para voltearse a ver a una joven curiosa que lo inspecciona con detenimiento. Pero se equivocaba, el hombre sí se percató de su presencia, y sí volteó a verla.

     

    Dorothy dio un respingo y fingió demencia, por decirlo de alguna manera. Caminó hacia la dirección opuesta, ya había olvidado por completo el asunto de la madre déspota y el niño frágil, y toda esa historia de fantasía que se había hecho en su mente durante los minutos anteriores. Mientras caminaba pasó al lado de unas oficinas y escuchó una voz que le resultó familiar. ¿Se trataría de Dennis? Estaba casi segura de que sí. Se detuvo, la puerta estaba a punto cerrarse. Había otra chica. ¿Era correcto interrumpir? El hombre de cabello arenoso aún la seguía con la mirada.

     

    —Dennis—dijo en forma de saludo. Su tono fue más alto de lo normal, lo que era bastante raro en ella, debían de ser los nervios. —. Lamento interrumpir…

     

    La otra bruja con la que se encontraba su compañera le resultó familiar, aunque no supo identificarla. No sabía qué decir. No podía decir: ‘’Hola, mis rasgos paranoicos me hacen creer que un hombre que me observa quiere hacerme daño. Necesito una excusa para parecer ocupada’’

     

    —¿En lugar está cerrado?—preguntó lo primero que se le asomó en la cabeza. Estaba extrañada de ver su socia en ese local, pero no le pareció apropiado preguntarle en ese momento.

     

     

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  8. A Dorothy le resultaba divertida la conversación que estaban teniendo Dennis y David. Jamás, en sus veintitantos años, se había detenido a pensar la importancia que tenía la letra ''D'', era la cuarta letra del abecedario, si pensaban con lógica la letra con mayor valor sería la ''A'. Era una lástima que Dorothy no tuviese ninguna ''A'', aunque su segundo nombre sí: 'Anne. ¿Con que intención se lo habría puesto Celia?, ¿para volverla una persona importante? Y si no se lo puso como primero fue porque, quizás, quería que fuese importante pero no presumida. O simplemente se escuchaba bien y ya. Lamentó no haberle preguntado eso a su madre.

     

    Siguió escuchando y pensando. De estar embarazada no le pondría a su hijo David, sino más bien Matías, Nicolás o Tobías. Matías porque así se llamaba el primer chico que le había gustado en la Academia. Nicolás y Tobías sonaban bien, nada más. Todos tenían en común que terminaban con ''As''. Y otra vez, la letra ‘’A’’ presumiendo su presencia en los buenos nombres. Casi se ríe por aquello, pero no lo hizo. Se imaginó en la situación incómoda de tener que explicarles a los demás su chiste interno, y la poca gracia que encontrarían en él.

     

    —Debemos de tener alguno en la biblioteca. Es por acá…—con un gesto en su mano invitó a Dennis y a David a que la siguieran. Su compañera sabía muy bien el camino, pero el otro joven no.

     

    Ya en el salón se detuvo enfrente de una de las repisas y deslizó su mirada sobre ella hasta dar con la letra ''L'', nuevamente se preguntó por el significado de dicha letra. Cuando vio la palabra de libélula sonrió. Estaba segura de que no podrían tener un local llamado ‘’La libélula encantada’’ sin textos que se relacionaran. El libro se encontraba a una altura considerable. Dorothy deseó subirse sobre la mesa, ponerse de puntitas, estirar los brazos hasta que le dolieran y tomarlo, pero en lugar de eso sacó su varita y lo hizo flotar hasta ella.

     

    —Aquí hay uno—dijo mientras se lo entregaba al mago. —, ¿qué tienes en mente?, ¿las invocarás?

     

    ¿Debía confiar en aquel joven? El negocio ni siquiera estaba oficialmente abierto. Lo último que deseaba era algún tipo de catástrofe. Observó a Dennis, ¿ella también estaría de acuerdo? La curiosidad la consumía. Primero miraba el libro, luego a David, luego a Dennis. Repitió el ciclo varias veces.

     

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  9. Instantes después de que guardara silencio Dennis tomó la palabra. Fue una suerte, porque Dorothy temía los silencios incómodos, lo que contradecía mucho su gran inclinación por la muda y callada paz. Se dedicó a asentir ante las palabras de su compañera, seguramente con eso el joven ya no tendría ningún tipo de dudas. También se preguntó si realmente tenía algún tipo de curiosidad por conocer el origen del nombre, o sencillamente hizo la pregunta como una forma de anunciar su presencia.

     

    —Cada cultura le da un significado distinto…—se limitó a contestar. En cuanto a lo de querer parecer interesantes o no prefirió guardar silencio.

     

    Ella misma se quedó reflexionando acerca del impacto que podría tener el nombre en los demás, ¿lo considerarían intrigante también? Luego dibujó una leve sonrisa en su rostro, eso era lo que hacía cuando no encontraba nada que decir pero tampoco quería mostrarse indiferente. Era de pocas palabras, especialmente con extraños. Se imaginaba la escena del elfo de David eliminando las libélulas, y en seguida las libélulas en peligro de extinción. Si todas las libélulas del mundo desaparecieran… ¿qué pasaría con esa materia? ¿Se convertiría en luz?, ¿esperanza?, ¿cobijo?

     

    Dennis se encargó de presentarlas, cuando introdujo su nombre levantó su mano con timidez, como si estuviese diciendo “Hola, soy yo”, su intención era demostrar que seguía el hilo de aquella conversación un tanto inesperada. Cuando el joven las llamó perdedoras se sobresaltó un poco, pero en cuanto vio que solo bromeaba su ceño se relajó nuevamente. ¿La letra D tendría algún significado especial? De ser así entonces podría decirse que ellos tres tenían algo en común. Lo dejó anotado en su lista mental de cosas por investigar, quizás obtendría la información en algún libro de la biblioteca.

     

    —Dos “D” en un nombre de tan solo cinco letras. Todo un logro. —terminó por decir cuando el mago tocaba su hombro, mitad sarcástica mitad reflexiva.

     

    Observó a Dennis por unos segundos cuando el otro se alejaba unos pasos. Por un momento creyó que era amigo o conocido de la bruja, o que se trataba de uno de los instructores que habían solicitado. Pero no: era de su primer ¿cliente?, ¿visitante? No le gustaba catalogar con el nombre de clientes a todos los que entraban. Automáticamente relacionada esa palabra con dinero, ingresos, frivolidades, y para ella cualquiera que entrara significaba mucho más que eso.

     

    —Vendrán al anochecer, o bueno, eso creemos. Realizamos un encantamiento que las atrae, esperemos que funcione.

     

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  10. —Es un sueño. Se siente mucha calma al entrar—corroboró mientras seguía observando su entorno. —. Espero que los otros también puedan ver lo que tú y yo vemos en este lugar. Seguramente mañana estarán llegando los instructores y demás, debemos empezar a establecer el horario.

     

    Dorothy hizo aparecer uno cuadros, y los dejó descansar sobre la pared. Las obras estaban rigurosamente envueltas con papel periódico, no quería que se fuesen a estropear. Caminó hasta ellas y tomó una, para después quitarle la envoltura. Fue apareciendo un lienzo plasmado de colores neutros y estilo surrealista, o al menos eso fue lo que consideró. Se preguntó si se trababa de algún artista famoso, tal vez Miró, pero después desechó la idea: obras así se encontraban en los grandes museos alrededor del mundo, no en su centro cultural. Sabía que tanto Dennis como ella se encargarían de dar a conocer piezas de arte clandestinas, pintadas por algún artista anónimo o desconocido.

     

    — Quedaría muy bien en el salón de lectura, sobre esa pequeña mesa con sillas grises—en cuanto hubo dicho esto Gary, su elfo, apareció. Tímido y callado como siempre lo había sido, esperando cualquier orden para ponerse en marcha.

     

    Si el negocio prosperaba en unos cuantos años, quizás el viejo Ailbert podría ver su sueño aflorar nuevamente. Nada le daría más gusto a Dorothy que ver la cara del anciano iluminarse nuevamente. A una edad como esa, solitario e incapacitado por el mismo cuerpo gastado, pocas cosas podían animarlo. Tal vez, y solo tal vez, le darían una última razón para morir feliz: ver su negocio prosperar otra vez.

     

    De pronto un joven apareció, o posiblemente ya se encontraba ahí, solo que no se había percatado de su presencia. El mago hizo una pregunta directa, sin siquiera saludar. Dorothy era una de las primeras en cuestionar las normas sociales establecidas, como darle una razón a tener que decir buenas tardes o buenos días a un completo desconocido. Sin embargo, estaba tan acostumbrada a los protocolos habituales que no pudo evitar sentirse descolocada ante la pregunta. Miró a Dennis por unos segundos, quería ordenar las ideas en su cabeza, esperando que su compañera ya las tuviera claras. Otros segundos más y contestó.

     

    —Pues… las libélulas representan madurez emocional y conocimiento de uno mismo, además de pureza y equilibrio—hasta ahora iba bien—. Creemos que el establecer un vínculo con el arte y conocer el mundo que nos rodea permite una mayor introspección y reflexión. Y bueno, eso es lo que queremos lograr aquí.

    Guardó silencio cuando creyó que la duda del joven había sido contestada.

     

    Ella podía explayarse mucho más, podía decir, por ejemplo, que cuando una persona se conocía realmente, sus debilidades y fortalezas, sus miedos y deseos, era más consciente de él y del mundo que lo rodeaba, que era más consciente de cómo sus acciones podían impactar en los demás, o porqué decidía hacer lo que hacía, pensar lo que pensaba, o decir lo que decía. Si existiera ese nivel de consciencia en todos probablemente harían del mundo un lugar mejor. Pero claro que eso no lo dijo, lo consideraba demasiado idealista como para ser tomado en cuenta. Era una pena que Cassie, la recepcionista, no hubiese llegado aún, probablemente sabría qué hacer.

     

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  11. Dorothy se sentía muy ilusionada ese día. Después de su regreso a la Orden, se podía decir que su vida se había vuelto algo monótona, lo cual le aterrizaba, porque temía regresar a los oscuros años en los que estuvo divagando por el mundo. Fue por eso que cuando vio un anunció de una vieja y olvidada casa a la venta, que anteriormente había sido un centro cultura, no dudó en visitarlo. Fue junto a Dennis, una de sus compañeras del cuartel, ambas compartían el mismo espíritu soñador que la impulsó a realizar la compra.

     

    Pasaron unas cuantas semanas para que el lugar estuviese habitable otra vez, con la ayuda de la magia y de unos cuantos elfos poco a poco se le fue dando vida el lugar: las paredes se pintaron de blanco, el piso se pulió, las plantas se regaron hasta hacerlas sonreír nuevamente y se inundó la casa con muebles y obras traídos desde diferentes partes del mundo. Era un centro cultural, debía tener un poco de cada rincón del mundo, cualquiera que entrase en el –sea cual fuese su proveniencia- se sentía acogido. Se sentiría como en casa.

     

    Entró al lugar rebozando de alegría, podía decirse que La libélula encantada era para Dorothy algo así como burbuja de paz, en donde reencarnaba toda esperanza de hacer el mundo un lugar mejor, en donde podía creer que algún día existiría la paz existencial para todos. Se sentía protegida bajo las columnas imponentes que se alzaban alrededor del jardín interno, y acariciada tiernamente por los bambúes y las petunias.

     

    Divisó a Dennis a lo lejos y le sonrió. Su personalidad tímida la obligaba a mantener cierta distancia con las personas, sin embargo la bruja se había vuelto muy especial para Dorothy en los últimos días, especialmente por su arduo trabajo y ayuda con el establecimiento del nuevo local. Los trámites resultaron sencillos, a diferencia de lo que ambas pensaron, solo tuvieron que recopilar unos cuantos documentos y acudir al Ministerio de Magia para que se los aprobasen.

     

    —Dennis, que bueno verte aquí. Pensé que no habría nadie.—confesó ella, para romper el silencio. Luego recordó algo. —Oh, he traído los últimos cuadros que faltan por colgar, ¿te gustaría ayudarme a conseguirles un lugar? Todo luce tan… perfecto, que me da miedo arruinarlo.

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  12. Link del tópico de la ficha del o los dueños y links a sus respectivas bóvedas personales:

    Dennis Delacour - Bóveda

    Dorothy Anne - Bóveda

     

    Link del tópico de registro del negocio aprobado:

    La libélula encantada

     

    Link del local aprobado:

    La libélula encantada

     

    Link de las familias del o los propietarios:

    ~Familia Delacour.

    ~Familia Lockhart

     

    Link de la bóveda de las familias del o los propietarios:

    ~Bóveda de la familia Delacour

    ~Bóveda de la familia Lockhart

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  13. http://i1048.photobucket.com/albums/s366/dorothyc2/BANNER_zpssksnfoij.png?t=1536266439

     

    En el corazón del callejón Diagon entre los grandes locales comerciales y modernos que se ubican a lo largo de sus calles sobresale la arquitectura de un edificio construido en el siglo XIX que da lugar al centro cultural La libélula encantada. Un tesoro de la arquitectura que ahora es el hogar de diversas actividades que se realizan dentro de sus muros. Fue construido al tradicional estilo de las casonas de abolengo de Irlanda antigua.

     

    Como dato histórico curioso se puede mencionar que todas las piezas de maderas fueron elaboradas con roble canadiense, mientras que las piedras y otros materiales utilizados fueron extraídos de canteras en Escocia. Fue Ailbert, de origen escocés, el que tuvo la idea de crear un centro cultural en las calles de Ottery. Años atrás el negocio prosperaba, pero al pasar en tiempo y con el cambio de la ideología social, el centro fue decayendo poco a poco. La personas ya no le daba tanta importancia al conocimiento, pues estaban enfocados en las novedades del momento. Unos meses antes de morir, con las energías apagadas de un viejo y al ver que su local era caso perdido, Ailbert lo puso en venta a muy bajo costo. Sus compradoras fueron dos brujas optimistas, ansiosas de brindar al pueblo un ambiente diferente, e ilusionadas de poder cambiar nuevamente las exigencias del mundo por aquellas que sí eran importantes: el amor por el conocimiento.

     

    Las actividades que se llevan a cabo en este centro cultural tienen como objetivo expandir a creatividad del individuo y desarrollar ese lado humano que muchas veces se ve opacado por las banalidades del día a día. El centro brinda un entorno agradable que resulta deleitante para cualquiera que lo presencia. Los sentidos se encuentran en armonía: los colores son suaves y pacíficos, el olor que emanan los inciensos agradable y neutro, y los fondos musicales tienen la capacidad de calmar y acariciar como bálsamo a las mentes más agotadas.

     

    Cuenta con varias salas para llevar a cabo los diversos talleres que se dictan en el como pintura, literatura, escultura y música. Cada una de las salas a cargo de un instructor. Una sala dedicada a los niños en donde podrán encontrar juegos de todo tipo tanto mágicos como muggle para liberar su creatividad. Un hermoso patio en donde se realizan eventos, un vestíbulo en donde se realizan pequeños conciertos de cámara, una biblioteca abastecida de libros y pergaminos que abarcan gran cantidad de temas desde siglos atrás.

     

    640px-Biblioteca_de_la_Academia_de_Artil

    Hay una galería de arte con las obras más importantes de los alumnos de La libélula encantada. Las obras varían desde lienzos con diferentes técnicas, hasta escultura de barro y papirotecnia, o cualquier creación que nazca de la mente del artista. Se cree firmemente en la capacidad del arte y del conocimiento como portal para aquellos que quieren trascender y elevar su espíritu y autoconcepto de sí mismo.

     

    En cuanto al café, se escogen los mejores granos provenientes de Sudamérica y se seleccionan con detenimientos. Hay unos que poseen un aroma a rosas, otros a vainilla o de canela. El cliente puede elegir el grano de su preferencia y decidir si lo quiere en frappé, helado o caliente. El área de panadería tampoco se queda atrás: las masas son hechas con el mejor trigo de la cosecha y no contienen levaduras, sino que se dejan reposar durante días para dar con la textura y el aroma tan característicos de un buen pan. Se ofrecen además croasanes, galletas, muffins, entre otros tantos. Se encuentra en uno de los jardines adjunto al patio principal en donde se tendrá la mejor atención a manos de Katy .

     

    Todas las semanas se coloca una cartelera con los eventos que se llevarán a cabo. Además de eso se les envía una lechuza a los clientes suscritos para informarlos de las nuevas novedades. Los horarios puedes variar y esta sujetos a cambios. Para registrarse a alguna clase los clientes deberán anotarse en una lista, esto puede hacerse directamente en la recepción, o por correo. Este centro ofrece a sus pacientes una experiencia mágica, y no precisamente por el uso de hechizos y encantamientos, sino por la gran armonía y conexión que se crea con el arte.

     

     

    http://i1048.photobucket.com/albums/s366/dorothyc2/BANNER%201_zpsrfmvhqab.png?t=1536266443

    Instructores y empleados

    Pintura - Pier

    Literatura - Gabriel

    Escultura - Miguel Angel

    Música - Charles

    Cafetería – Katy

    Biblioteca - Magda

    Criaturas

    --

    Objetos

    --

    Elfos

    --

    Propietarios

    Dennis Delacour

    Dorothy Anne

    Topic de registro

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  14. http://i1048.photobucket.com/albums/s366/dorothyc2/BANNER_zpssksnfoij.png?t=1536266439

    Nombre del negocio:

    La libélula encantada

     

    Nombre de los propietarios:
    ~Dennis Delacour

    ~Dorothy Anne

     

    Rubro al que se dedicará:

    Diversión y entretenimiento.

     

    Descripción:

    En el corazón del callejón Diagon entre los grandes locales comerciales y modernos que se ubican a lo largo de sus calles sobresale la arquitectura de un edificio construido en el siglo XIX que da lugar al centro cultural La libélula encantada. Un tesoro de la arquitectura que ahora es el hogar de diversas actividades que se realizan dentro de sus muros. Fue construido al tradicional estilo de las casonas de abolengo de Irlanda antigua.

     

    Las actividades que se llevan a cabo en este centro cultural tienen como objetivo expandir a creatividad del individuo y desarrollar ese lado humano que muchas veces se ve opacado por las banalidades del día a día. El centro brinda un entorno agradable que resulta deleitante para cualquiera que lo presencia. Los sentidos se encuentran en armonía: los colores son suaves y pacíficos, el olor que emanan los inciensos agradable y neutro, y los fondos musicales tienen la capacidad de calmar y acariciar como bálsamo a las mentes más agotadas.

     

    Cuenta con varias salas para llevar a cabo los diversos talleres que se dictan en el como pintura, literatura, escultura y música. Cada una de las salas a cargo de un instructor. Una sala dedicada a los niños en donde podrán encontrar juegos de todo tipo tanto mágicos como muggle para liberar su creatividad. Un hermoso patio en donde se realizan eventos, un vestíbulo en donde se realizan pequeños conciertos de cámara, una biblioteca abastecida de libros y pergaminos que abarcan gran cantidad de temas desde siglos atrás.

     

    Todas las semanas se coloca una cartelera con los eventos que se llevarán a cabo. Además de eso se les envía una lechuza a los clientes suscritos para informarlos de las nuevas novedades. Los horarios puedes variar y esta sujetos a cambios. Para registrarse a alguna clase los clientes deberán anotarse en una lista, esto puede hacerse directamente en la recepción, o por correo. Este centro ofrece a sus pacientes una experiencia mágica, y no precisamente por el uso de hechizos y encantamientos, sino por la gran armonía y conexión que se crea con el arte.

     

    Afiliados:

    No se aceptan

     

    Criaturas:

     

    Objetos:
    En la ficha inicial de negocio, no podrá tener criaturas u objetos nuevos. Recuerda que esos los deben de comprar en la Tienda Ministerial. Conforme los compres en la tienda, deberás añadirlos al topic de registro.

    Elfos:
    Los elfos no tienen costo alguno y no dan puntos al no ser considerados criaturas.

    Nick con link a las fichas de personajes:

     

    ~Dennis Delacour

    ~Dorothy Anne

     

    Link a la ficha de tus familias:

    ~Familia Delacour

    ~Familia Lockhart

     

    Link a la bóveda del negocio:

    Bóveda N° 111815 Negocio La Libélula Encantada

     

    Link al local del negocio:

    Local

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  15. Buen día!

     

    Vengo a añadir a la familia Lockhart como mi familia adoptiva. Les comparto el link con el topic de registro donde ya aparece mi nombre.

     

     

    Dice así:

     

     

    Familia(s):

    ~Familia 1: --
    ~Familia 2: --

     

    Debe ser:

     

    Familia(s):

    ~Familia 1: Lockhart
    ~Familia 2: --

     

     

    Links de interés referentes al personaje. Dice así:

     

     

    Link a Bóveda Familiar 1: --

    Link a Bóveda Familiar 2: --

     

    Debe ser:

     

    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda de la familia Lockhart

    Link a Bóveda Familiar 2: --

     

     

     

    Edito para preguntar algo: ¿no se puede cambiar el nombre del topic por Ficha de Dorothy Anne?

     

    Saludos

  16. Uno, dos, tres, cuatro… ¿Cuántos invitados habían llegado ya? Dorothy miraba su panorama con curiosidad a medida que iban apareciendo ‘’Pronto tendremos para formar un ejército’’, pensó divertida caminaba sobre el pasto para buscar una bebida. El día era agradable, los rayos del sol bailaban suavemente sobre su piel como caricias de seda cálida. Cerró los ojos por un momento, quería sentir el esplendor del cielo que en esa ocasión brillaba para ellos.

     

    Entonces una queja alarmada la hizo abrir sus orbes intrigada. Dorothy inclinó su cabeza, ¿qué sucedía? La bruja de cabellos morados que anteriormente la había saludado empezaba a caminar y aseguraba el tener que marcharse del lugar. En el largo viaje que había hecho vio muchas veces actitudes parecidas. Personas que padecían de ansiedad, de fobia, de ataques de pánico… que tenían que recurrir a métodos de respiración para poder calmarse.

     

    ¿Será que le digo?se preguntó antes de perseguirla con su escoba, tras Dennis.

     

    Sí, sí, unas cuantas bocanadas de aire era lo que necesitaba. Respirar profundo, inhalar, exhalar, contar hasta cinco mientras el aire sale de los pulmones y el estómago se va relajando. Contraer los músculos, luego relajarlos. Había escuchado tantas veces a Celia impartiendo la clase de Yoga que casi casi se sentía con el conocimiento suficiente para dar algo así.

     

    Pero no hizo falta la explicación ni los pasos detallados, porque de un momento a otro la situación se había controlado. Eso sí, en medio del aire apareció un portal, producto de Bodrik, que los trasladaría a otro lugar. ¡Y Dorothy que había pensado que la fiesta se llevaría a cabo en el jardín! Tenía tanto tiempo sin atravesar ese tipo de puertas mágicas que se preguntó cuál sería la sensación. Se detuvo, irresoluta, para luego se dirigieron al portal. Antes de atravesarlo logró ver el rostro de Bel, junto con otro señor, su pareja, debía ser. Otros magos también se acercaban, entre ellos Noah, el cumpleañero.

     

    El lugar en el que se encontró después la dejó asombrada, maravillada, extasiada. Se alzaban ante ella montañas rocosas, árboles altos que tenían forma de pinos, una pequeña casa de piedras que se erguía al final de un camino zigzagueante, y a la que muros altos protegían. Lo más agradable de todo era, sin duda, el fino riachuelo de recorridos curvos que los rodeaba, parecía una serpiente de agua.

     

    Los latidos de su corazón empezaron a retumbar más fuerte, el vello de sus brazos se erizó, y su mirada inquisidora y reflexiva se tornó acuosa y enrojecida. Últimamente cualquier apreciación de belleza le ponía lo sentimientos a flor de piel. Cuando recuperó la compostura divisó a Cye, a Ezra, otros magos y brujas que no reconoció y a unos cuantos elfos. Dennis también estaba ahí.

     

    —¡Qué lugar tan bonito!, ¿en dónde estamos?

     

    Ya se había bajado de su escoba, así que caminó hacía la zona donde estaba el picnic, se sentó y cogió una manzana. Tenía hambre. También se preguntó por Barrabás y Queen, esperaba que no estuviesen causando problemas dentro del castillo. Segundos después apareció Noah, había olvidado felicitarlo. Se colocó nuevamente de pie.

     

    —Feliz cumpleaños, Noah. Yo soy Dorothy, vivo en el castillo desde... hoy. —sin más tendió su mano.— ¿Eres hijo de Cye?

     

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  17. Cye y Bodrik no tardaron en darle una calurosa bienvenida, al igual que lo hicieron Alexander, Ezra y otros presentes. Los elfos se movían de un lado a otro, estaban muy concentrados en la organización y decoración del lugar. Tenía entendido que se celebraría un cumpleaños, aunque no tenía el placer de conocer al protagonista de la fecha. Cye la había adoptado como su hija, así que probablemente se tratara de algún hermano.

     

    Dorothy se sentía embelesada con la actitud del pequeño Ezra, él no tan tímido chico tomó su mano y la jaló hasta un hipógrafo que los acompañaba. Dorothy tocó su frente, sintiendo el poder que transmitía le animal, la sutilidad y magnificencia, su calma… Finalmente miró al pequeño otra vez ¡los niños transmitían un aura tan pura!, ¿por qué no podían los adultos mantener ese espíritu? La mayoría estaba lleno de superficialidades, de frivolidades que los ayudaban a abrirse paso y resaltar dentro de una sociedad. No veían más allá de lo material y tampoco transcendían.

     

    —Jamás lo he hecho, pero supongo que esta podría ser la primera vez. Pero sí he montado un aethonans, ¿los conoces? —le preguntó a Ezra antes de llamar a Cye para subirse a la criatura.

     

    Minutos después llegan Sagitas, a quien ya había tenido la oportunidad de ver en una ocasión, y una chica llamada Scavender. Dorothy le sonrió, le gustaba la energía que transmitía. Difícilmente podía decir eso de alguien, especialmente por los insabores que se había encontrado a lo largo de toda su vida, especialmente después de su llegada al mundo mágico. Se aclaró la garganta y habló, no sin antes llevarse un mechón de cabello detrás de su oreja.

     

    —Si, Dorothy. Lindo nombre el tuyo, por cierto. Un placer.

     

    Los invitados se habían instalado rápido en la estancia. A medida que pasaban los minutos el bullicio se iba haciendo cada vez más fuerte. Había gestos de sorpresa, de diversión, de curiosidad y hasta de enojo; además se podía apreciar el llanto de un bebé, el ronroneo de un gato y la risa de risueña de Ezra. Dorothy los contempló absorta, podía pasar horas sintiéndose intrigada por el comportamiento de la gente, por saber qué los llevaba a actuar cómo actuaban. A lo lejos vio a Dennis, otro miembro de la Orden del Fénix y con un gesto en su mano la saludó.

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  18. Criaturas Mágicas

    Nombre producto: Perro
    Descripción: Tarjeta
    Categoría: X
    Precio pagado: 500 G
    Puntos obtenidos: 10
    Fecha de compra: 14.08.2014
    Link a la certificación: enlace

     

    Nombre producto: Osito mediador

    Descripción: Tarjeta

    Categoría: X

    Precio pagado: 500 G

    Puntos obtenidos: 10

    Fecha de compra: 22.02.2019

    Link a la certificación: enlace

     

    Criaturas en la Reserva:

     

     

    Total de Puntos en Criaturas: 20

  19. Pociones Mágicas

    Nombre producto: Solución para Encoger
    Descripción: Tarjeta
    Categoría: A
    Precio pagado: 500 G
    Puntos obtenidos: 10
    Fecha de compra: 28.06.2018
    Link a la certificación: enlace

     

    Nombre producto: Filtro de la Paz

    Descripción: Tarjeta
    Categoría: A
    Precio pagado: 500 G
    Puntos obtenidos: 10
    Fecha de compra: 28.06.2018
    Link a la certificación: enlace

     

    Nombre producto: Poción Olvidamores

    Descripción: Tarjeta

    Categoría: AAA

    Precio pagado: 2000 G

    Puntos obtenidos: 40

    Fecha de compra: 22.02.2019

    Link a la certificación: enlace

     

     

     

    Puntos en total de Pociones: 60

  20. Objetos Mágicos


    Nombre producto: Varita Mágica
    Descripción: Tarjeta
    Categoría: AA
    Precio pagado: Gratuita
    Puntos obtenidos: 20
    Fecha de compra: 02.03.2012
    Link a la certificación: enlace

    Nombre producto: Cámara de Fotos Mágica
    Descripción: Tarjeta
    Categoría: AA
    Precio pagado: 1000 G
    Puntos obtenidos: 20
    Fecha de compra: 27.06.2018
    Link a la certificación: enlace

    Nombre producto: Nimbus 3000
    Descripción: Tarjeta
    Categoría: AA
    Precio pagado: 1000 G
    Puntos obtenidos: 20
    Fecha de compra: 27.06.2018
    Link a la certificación: enlace

    Nombre producto: Moto Voladora
    Descripción: Tarjeta
    Categoría: AAAA
    Precio pagado: 4000 G
    Puntos obtenidos: 80
    Fecha de compra: 30.06.2018
    Link a la certificación: enlace

    Nombre producto: Pensadero
    Descripción: Tarjeta
    Categoría: AAA
    Precio pagado: 2000 G
    Puntos obtenidos: 40
    Fecha de compra: 05.04.2019
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    Nombre producto: Espejos Comunicadores
    Descripción: Tarjeta
    Categoría: AAA
    Precio pagado: 2000 G
    Puntos obtenidos: 40
    Fecha de compra: 05.04.2019
    Link a la certificación: enlace

    Nombre producto: Puertas Mágicas
    Descripción: Tarjeta
    Categoría: AAA
    Precio pagado: 2000 G
    Puntos obtenidos: 40
    Fecha de compra: 16.04.2019
    Link a la certificación: enlace

    Puntos en total de Objetos: 260
  21. Índice de bienes


    Objetos Mágicos

    Objeto: Varita
    Clasificación: AA
    Puntos de Poder: 20

    Objeto: Cámara de Fotos Mágica
    Clasificación: AA
    Puntos de Poder: 20

    Objeto: Nimbus 3000
    Clasificación: AA
    Puntos de Poder: 20

    Objeto: Moto Voladora
    Clasificación: AAAA
    Puntos de Poder: 80

    Objeto: Pensadero
    Clasificación: AAA
    Puntos de Poder: 40

    Objeto: Espejos Comunicadores
    Clasificación: AAA
    Puntos de Poder: 40

    Objeto: Puertas Mágicas
    Clasificación: AAA
    Puntos de Poder: 40

    Pociones Mágicas

    Objeto: Solución para encoger
    Clasificación: A
    Puntos de poder: 10

    Objeto: Filtro de la Paz
    Clasificación: A
    Puntos de poder: 10

    Objeto: Poción Olvidamores
    Clasificación: AAA
    Puntos de poder: 40

    Criaturas Mágicas

    Criatura 1: Perro
    Clasificación: X
    Puntos de poder: 10

    Criatura: Osito mediador
    Clasificación: X
    Puntos de poder: 10

    Criaturas en la Reserva

    Criatura:
    Clasificación:
    Puntos de poder:

    Libros de Hechizos

    Libro: Libro del Aprendiz de Brujo
    Nivel: 1

    Poderes de Criaturas

    Tipo de poder:

    Consumibles en Batallas

    Nombre:
    Descripción:
    Categoría:

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

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