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Aaron Black Yaxley

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Todo lo publicado por Aaron Black Yaxley

  1. Aaron Augustine Black Yaxley Observé el despacho por última vez, con vista hacia los jardines pues y como era sabido, las instalaciones ministeriales tras la guerra y caída del estatuto de secreto habían quedado abandonadas para ser correspondidas en el palacio Buckingham. A vista de todos los muggles, brujas y magos, que deambulaban por el sector custodiado y repleto de inquisidores. Era día de elecciones y por más que se me hubiese ocurrido perpetuarme en el poder, no era algo que tuviese como prioridad hoy en día. -Señor, el viejo Toloveous ha llegado con su cayado... Charles, general y comandante del ejército que había vencido en la guerra contra Bulgaria e Italia, se cuadraba como un tablón rígido bajo el umbral del despacho. Me observaba con cierto nerviosismo que pasé por alto ingenuamente cuando nuestras miradas se cruzaron en un desliz de indiferencia. Me observé en el reflejo del ventanal con un marco a cuadros y ajusté el cinto de cuero donde se encontraba envainada mi varita. -¿Quiénes?...- pregunté. Él comprendería que hablaba de los candidatos- ¿quienes pasaron a segunda vuelta?... -Uh... -Uh...¿uh?- respondí inquietante, cuestionando la duda en el que fue uno de mis hombres más confiables en aquél mandato- ¿Qué te sucede Charles?... ¡pareces un elfo! -¡Señor!...- volvió a cuadrase el hombre; ¿quién imaginaría que estaría dispuesto a traicionarme más adelante?; me observó sereno y respondió- El nombre que más se lee en éstos momentos es de la bruja de cabellos lilas, la dueña de ese fastidioso circo. Luego tenemos a su hijo... -¿Matthew?... -Jeranne, señor. También se lee el nombre de la gitana, de un Weasley y una bru... -Espera...- sostuve con calma, desviando la mirada hacia los dos cuadros que albergaban portales a distintos lugares. Uno al castillo Black y el otro al viejo ministerio. Divagué entre mis ideales y bufé una sonrisa- ¿Un Weasley?... -S..Sí, señor. -¿El Weasley de cabello castaño?...- hice un gesto para que me dejase hablar- tampoco es que sea muy difícil de reconocer. ¿En qué nos hemos convertido, Charles?- cuestioné mientras recordaba a la madre de mi difamador- ¡si hasta los Weasley han dejado de tener el cabello rojizo!. Sin embargo, debo reconocer que el chico tiene la determinación de su madre; sí, tuvo las agallas suficientes. Aún así, somos pocos los que comprendemos el verdadero principio de la supremacía, salvo de aquellos que atentaron contra la integridad de mi hogar, claro...- inferí con una ceja arqueada y la inquisitiva mirada gris reflejando otra mueca de nerviosismo en su semblante- debiste haber estado más al pendiente de tus delegaciones para con la seguridad del Castillo Black... -Lo sé, señor. ¡Me disculpo otra vez por ello!- expresó en un tono cuadrado y marcial mientras observaba un punto ciego al fondo del despacho. -Déjate de esas cosas, Charles...- respondí con una mano en su hombro para encaminarme hacia el pasillo de salida que me llevaría al salón donde, se supone, estarían brujas y magos escogiendo a su próximo representante internacional- Quiero pensar que fuiste un buen soldado... -¿No tiene nada pensado, señor?, ¿entregará el poder así sin más?...- me preguntó a viva voz, mientras que a mi espalda se notaba la franja de cabello, delgada y blanquecina, que nacía desde mi nuca hasta perderse en el cuello. Elevé la mano y negué una sola vez. Esto era un secreto entre yo y la madre de mis hijos, no por querer perpetuarme en el poder, sino por querer marcar otro hito aquel día. Un asesinato a sangre fría. Un séquito de escoltas me siguieron sin más mientras me encaminaba a paso firme y sereno por los pasillos de Buckingham.
  2. Aaron Augustine Black Yaxley Había oído sobre aquél día, pues últimamente los rumores aleteaban más rápido que una snitch. No había sido difícil mantenerme oculto ante la multitud, no por temor, menos por cobardía, sino más bien para dejar que aquél mago se explayase de la mejor manera posible; mis cabellos eran largos y de un color púrpura, aún así, mantenía una franja de cabello blanco que nacía desde mi nuca, entrelazado en una trenza con tres argollas doradas que rozaban el trasero en un traje de etiqueta varonil. No era difícil de descifrar, para quien supiera lo que ello significaba. Hasta ahora solo Zoella sabía el secreto. El viejo y acabado ministerio guardaba el mismo aspecto desde que lo dejé para instalar los nuevos centros políticos en Buckingham - incluso antes del ataque del inquisidor- habiendo quedado para la mera expectación de intrusos, criaturas que eran violentadas por muggles supremacistas y uno que otro vago sin un lugar a donde ir. Así estaban las instalaciones tras la guerra, los ataques del inquisidor y los no mágicos. De hecho las chimeneas no funcionaban, estaban cortadas, con la salvedad de aquellas que habían sido ilegalmente intervenidas para seguir con su mediana utilidad (a veces te mandaban muy lejos). Abrí ambos ojos como platos circulares, amarillos y feos a mi gusto, ¿matarlo?, quizás su tuviese la oportunidad lo haría ahora mismo, pero no le había visto en persona desde hace muchos años. Los flashes de las cámaras me hicieron pestañear ¡que mala vista debió de haber tenido!- ¿No podrían haber encontrado otro mago?-. Si tuviese el color de ojos que me precedía digno de una casta pura como lo eran los Black, no habría tenido problemas con las cegadoras luces que expedían las aparatosas y molestas cámaras fotográficas. Los únicos que pudiesen haberme reconocido serían mis más cercanos, por el simple hecho de la coleta con el contraste de la franja blanca en mi cabello, la pequeña cicatriz bajo el ojo izquierdo o la que rodeaba el cuello en media luna, vestigios de la magia oscura. ¿Igor Malfoy?, ¿un Malfoy trabajando para un Black? ¡¿Maida estaba al consciente de ésto?!, digo, después de todo ella había asumido la asesoría extracurricular, entre ellos la elección de asesores. -Un Malfoy...- murmuré recordando a Lucrezia. Mera similitud de doradas cabelleras. Y le seguí oyendo, tras algunos cotilleos tanto de aprobación como desaprobación, hasta que el muchacho replicó un memorándum que jamás llegó a mis manos; no le culpaba, había una pila de cosas que jamás leí. Lo tomé de las manos de un mago de mediana edad y sonreí torpemente cuando le pegó otra de las copias en su rostro; me encogí de hombros y leí. -Vah... políticas muggles...- comenté hacia el mismo tipo a quien había robado el comunicado y le pedí la hora. -Medio día, ¿señor... -¡Black!...- le dije con soltura, sintiendo como mi cuerpo comenzaba a vibrar. El cabello comenzaba a recogerse hasta el clásico peinado del Londres de los años 30. El tipo me observó incrédulo, hasta que dio un par de pasos hacia atrás mientras intentaba agarrarse de brujas y otros magos que finalmente le sostuvieron, formando un gran espacio al darse cuenta de quien tenían en frente- Aaron Black Yaxley...- me presenté. Algunas cámaras dieron un vuelco, las libretas de vuelapluma parecían sacar humo y otros anotaban rápidamente en sus libretitas. Allí estaba, finalizando mi figura original mientras reflejaba a la multitud que me rodeaba con la indiferente mirada gris que tanto me caracterizaba. Me observé con el feo traje que llevaba y tras un gesto de sarcástica impresión desenvainé mi varita para darle unos toques; la misma tomó la fiel túnica de gruesa tela azabache y bordados en relieve que se movían por toda su expansión, de cuello prusiano y cortes victorianos. El cinturón de color roble oscuro demostraba que era un mago esbelto. Enarbolé la varita a mi alrededor y las mismas sombras del lugar parecieron recogerse a mi alrededor en una nebulosa que iría mostrando un genuino recuerdo que yo mismo aprecié cuando tan solo era un empleado de seguridad mágica. La revelación de una banda de sensacionalistas, ¡destructores del conservadurismo mágico!, concepciones que nos llevarían a la extinción si es que no les poníamos un freno. ¡Un Weasley de cabello castaño!, facciones joviales y muy parecido a mi desaparecida amiga, Felicity, se enfilaba a rostro descubierto con miembros de la afamada Orden del Fénix: >>...mi nombre es Nathan Weasley y soy un orgulloso miembro de la Orden del Fénix...<< Mismo mensaje se repetía en varios rostros de brujas y magos que más de alguno recordaría, que podrían reconocer si mirasen con más atención en su cotidianidad- intercalando una y otra vez en el joven que osaba difamarme en público- y otros que por diversas razones habían desaparecido sin dejar rastro, como madame Delacour o la señorita Riddle. Esbocé una ligera sonrisa de sorna, ¡una Riddle con principios totalmente contrarios a los que predicaba el sangre sucia de Tom!...¡Ese era el problema de nuestra sociedad!... la mezcla insensata e imprudente. -¡Oh!, sí... sí...- asumí con falso asombro ante algunas pifias, apaciguando el bullicio de los vitoreos con ambos brazos en alto. Hice una leve reverencia y me acerqué hasta el mago. Elevé la varita hasta mi cuello y tras un amplio sonorus elevé aún más la gruesa voz con un perfecto acento inglés. Tomé la papeleta que se había replicado y la lancé al aire, apuntándole con mi varita para que agrandara unas veinte veces su tamaño, en vista de todo público- ¡Esto es lo que ocasiona la mezcla con los muggles! políticas egoístas con las que solo algunos aumentan su fortuna. ¿Adquirir otros activos, líquidos y no líquidos?, ¿recambio de monedas...viejas? ¡¿dañadas?! ¡¿EL ORO DE LOS DUENDES?! - cuestioné mientras una fina chispa se expedía lentamente hasta el gran comunicado, incinerándolo y desintegrandolo en un polvillo de cenizas que se disipó de inmediato- ¡Bolsa mágica!, ¿saben de dónde sacaron eso?, ¿saben siquiera desde cuándo los duendes se dejaron gobernar por un humano?. ¡IDEALES MUGGLES! prosperidades de una sociedad infantil como lo son aquellos que no poseen nuestra habilidad, nuestra cultura; y son ellos ...- sostuve con una genuina parsimonia tras dejar caer la mano en el hombro del mago- ... la orden del fénix, los que defienden tales principios. >>¡Suerte la nuestra de que Alemania o Egipto hayan sentado cabeza al respecto!, ¡Que Japón se haya mantenido con el mismo ideal desde la guerra! y que el conservadurismo de la magia, ¡por fin!, esté logrando lo que deberíamos haber instaurado desde hace muchas décadas: regocijarnos en nuestra sociedad, defenderla, ¡forjarla en libertad! y no tener que depender el ingenio muggle para nuestra subsistencia!!! El estallido fue ensordecedor, no por la cantidad de gente, sino por el eco de los célebres aplausos y gritos de los supremacistas mágicos que allí pudiesen encontrarse. Fue que aproveché la oportunidad... -Si de verdad eres hijo de Felicity Weasley, deberías haber pensado ésto dos veces...- comenté tras soltarle e inclinarme hacia su puesta auditiva mientras sonreía falsamente a las cámaras para la fotografía.
  3. ID:115687 Puntos: todos los que tenga al momento de la gestión.
  4. Aaron Black Yaxley & Kalevi Rosier. Llovía incesantemente. En el castillo Black los charcos de agua ya formaban posones en el jardín, se oía el golpeteo de unas ramas y las gotas deslizar en el ventanal a cuadros, única habitación con luz a esas horas de la noche, un despacho, un salón con una chimenea encendida, un escritorio con papeletas apiladas y un cenicero sin utilizar; algunos libros en la estantería terminaban por decorar el ambiente con un toque de la esencia victoriana. Fue entonces que por el umbral de la puerta abierta entró un avecilla de papel, la cuál se posó sobre la fotografía de Kalevi en su primer año, marco que reposaba sobre el sacado de la chimenea. Yo estaba de pie ante el fuego, oyendo su crepitar y ensimismado en mi propia serenidad. Había asumido un liderazgo del cuál mucho no me creyeron capaz, incluyendo a mi madre y su soberbio carácter- su figura, una bruja de lindas facciones, sonreía ligeramente junto a mi padrino, el viejo Yaxley, y sus demás hermanos y hermanas-. Quise incinerar el recuerdo vivo, pero no lo hallé necesario y si en algún momento de la historia me volviese a encontrar con ella, de seguro sería yo su propio temor. Las sombras bailaban entre las facciones de mi rostro, fiel reflejo de la pura y noble casta de los Black; ahora con una pequeña cicatriz en paralelo al párpado izquierdo y otra muy fina que bordeaba la mitad del cuello como media luna; observé la avecilla acomodar las alas y desarmarse como pergamino abierto, por lo que la alcancé en mis manos y sonreí ligeramente ante su amenaza llevando mi diestra hasta la nuca, lugar donde nacía una delgada franja de cabello blanco, contraste absoluto al castaño que mantenía con vigor y que nacía desde el remolino en mi nuca hasta bajar al cuello en forma recta. Era el cambio que había sufrido tras aprender nuevas artes que me llevaron a crear mi primer horrocrux. -¡Nius!- exclamé en la soledad de la estancia, sabiendo que podría estar a cien metros bajo tierra y que el elfo acudiría a mi llamado. No tardó en aparecer. -Amo... -Despierta a Kalevi, su madre está en la isla y quiere verlo... ***** No podía mentirme, le había tomado cariño al muchacho- y es que fuera de que hoy en día presidiera a la noble casta mortífaga, mis principios e ideales eran románticos para con la sociedad mágica, la alcurnia y su conservadurismo- quien ya estaba convertido en todo un adolescente o al menos su carácter si había sido forjado, no a golpes y maltratos ¡no era necesario!, sino que el chico comprendía perfectamente el discernimiento entre la pureza, traición e impureza de la magia. Por otro lado, me veía muy reflejado en él de pequeño. Quizás ya estaba cayendo en sentimentalismos baratos como el oso, patriarca de los Yaxley, pero no. Aún sabiendo que la familia era mi máxima debilidad, no encontraba otra manera de preservar mi propio secreto para la subsistencia de magos y brujas, que no era más que el hecho de educar a las nuevas generaciones sobre nuestra prestancia ante el resto. ¡Eramos superiores! y Kalevi lo sabía. -No he visto a mi madre por mucho tiempo tío Aaron, ¿crees que me reconocerá?... - Kalevi...- sostuve al joven Rosier, quien no me llegaba ni al codo pues era todavía un crío. Esbocé una ligera sonrisa. -No te burles tío, no estoy temeroso de que interfieran mis sentimientos, es solo que... -¡Muchacho!. Cada quien es dueño de sus sentimientos, lo importante es controlarlos y saber que con ellos puedes acaparar la mirada del resto. Solo mantén tu convicción de que deben ser utilizados para preservar a nuestra gente y no regalar los conocimientos a gente que no comprende nuestra cultura... -Al muggle...- murmuró. -Al traidor y al sangre sucia...- agregué en advertencia y tras posar mi mano en su hombro, desaparecimos para reaparecer en los jardines de los terrenos del viejo Armand. Me reflejé en el muchacho cuando éste salió corriendo tras su madre, con la única diferencia que cuando yo era niño y venía hasta acá, no era a mi madre a quien abrazada sino a la de Juliette. @@Juliette Macnair OFF: Soy de los primeros en postear, que emoción(?) ! *O* jajajaja. No te pierdas ¬¬ ! con éste rol al menos jajaja
  5. En vista de que hay varios nombres que suenan muy fuerte con mucha probabilidad de que sea un fenixiano, vengo a editar la ficha en pro del rol. Con permiso jeje AY ! ¿puedo editar? de lo contrario, posteo nuevamente ante la negativa; solo es agregar "bajo el seudónimo de Caelum" Nick: Aaron Black Lestrange Link a la bóveda: Bóveda Rol del personaje: Líder Político y miembro del Wizengamot- Partido del Conservadurismo Mágico (PCM) Información Adicional: Inglés de clase, mortífago por idealismos y grindelwalista por esencia, EX Ministro de Magia, EX Director de Seguridad Mágica, amante de la sangre pura, hoy miembro del distinguido Wizengamot y Presidente del PCM, guarda con celo la tradición de la cuna mágica ¡para brujas y magos que deseen devolverle a sus linajes lo que les corresponde por derecho!. Se dice que preside al nuevo círculo de los Sagrados Veintiocho bajo el seudónimo de "Caelum".
  6. Conocimientos de Bando Julio Aprobados Conocimiento 1 Discípulos de Nosferatu Feyre Rhiannon Macnair Zoella Triviani Kraven Von Alexandros Caballeros de Walpurgis Arya Macnair Senescales de Caronte Aaron Black Lestrange Conocimiento 2 Senescales de Caronte Hades Ragnarok Desaprobados Conocimiento 1 Discípulos de Nosferatu Kamra Ashryver R. Delacour Keaton Ravenclaw Jeranne Triviani Caballeros de Walpurgis Anne Gaunt M. Lucrezia Di Medici Senescales de Caronte Demian Luxure ** Juv Malfoy Croft Candela Triviani **(Nota: no poseía el tiempo de actividad dentro del bando necesario para cursar el conocimiento)
  7. Descuento por Inscripción a Conocimientos y Habilidades de Bando Mes de Julio CONOCIMIENTO DE BANDO II Nick: Hades Ragnarok ID: 109828 Bóveda: Bóveda N° 86948 Conocimiento: Conocimiento 2. Temporis Galeones: 500 G Estamos aprendiendo, tengan paciencia pues nos enredamos con "Solo Líderes y Equipo". ¿Pueden postear los Lugartenientes o equipo se refiere meramente a los duendes? dejo la duda, porque no sé dónde referirme al tema y de paso la acreditación de Hades por mi parte en caso que no sea aceptada la posteada por Feyre. Disculpen la falta de solemnidad y la demora por parte de la Marca Tenebrosa.
  8. ¿Quién dijo que soltaría el mando? ............. jeje Ajajajajaja ! Nada!. Feliz de haber participado con Ministro, aunque tampoco es que no esté disponible para una reelección. Sin embargo, jamás he votado por mí en elecciones (será una cábala (?)) . Por mi parte estoy satisfecho de haber roleado con grandes usuarios, de mentes muy ingeniosas y tramas divertidas a más no poder!! ... Agradecido de cada uno de los que siguió mis locas ideas y pues nada... enhorabuena por todos. Quiero nominar al puesto, sino qué gracia tendría, a las siguientes personas: 1.- Sagitas: Una vez leí... "...because Sagitas!..." Y pues tenía toda la razón. Siempre he dicho que su amor por el rol supera el del resto, sus ideas son extravagantes y divertidas y no le molesta rolear con tal y tal (o al menos yo jamás he tenido un drama). Por otro lado es ODF y mi personaje debe tener un juicio en algún momento ¿verdad?... de lo contrario pa qué jugamos a ésto (?) :V 2.- Jeranne Triviani: Bueno, en vista que mi primogénito no quiere el puesto y la dinastía no nos vendría nada mal, le sigue su hermano. Un chico con buena narrativa, prolijo y proactivo. Hasta yo mismo le pasaría la bandita, esa que se cruza al pecho (?). Siempre te he querido hijo ^^ podrás con ésto y mucho más ... ah que soy tierno (?) ... *le empuja con cierta ansiedad* un paso adelante muchacho, podrás con ésto sin duda alguna. 3.- Elvis: Así es, el mismísimo ... es que de verdad busco un rol donde se persiga al Black por sus crímenes. Aunque espero jamás intenten imponer el estatuto nuevamente porque eso es guerra de seguro (?) :V. Elvis fue uno de los primeros usuarios con los que rolee, su perfil, su personaje, la narrativa que expresa, ¡está pintado para el puesto!. Sin más, los dejo! Que tengan lindo día.
  9. Me presento nuevamente ante ustedes, porque quiero la unidad, la amabilidad y el compañerismo del OFF, como así también los ánimos del ON. Estamos en tiempos donde la comprensión hacia tal y tal, o mejor dicho la relación entre usuarios, es crucial para llevar a cabo un buen juego, con tramas inclusivas y acordes al contexto del foro que nos convoca: Wizarding World. Ambiente potterrico, con políticas que nos unan más y más al fandom de Harry Potter y cia. jeje. Es por ello que vengo a otorgar mi voto al buen ¡Hades Ragnarock!... puesto que de otra manera, todo lo que siempre me han oído mis más cercanos o leído más de algún amigo, amiga, usuarios en general, sería en vano y sin justa convicción de que el juego, lo hacemos todos. Yo le tengo fe al foro y a su gente, a la que sanamente inicia sesión para jugar y desconectarse de lo mundano. Un abrazo serpientes...diría semper fidelis pero a mí me marca más el ¡TOUJOURS PUR!
  10. Buenas tardes gente ! Cómo van? Espero que bien. Vengo, como el resto de los mortales a dejar mi voto, manteniendo mi convicción en que esta persona merece el puesto de Líder por su dedicación al bando y el apoyo que al menos yo he encontrado siempre a disposición. Por ello mi voto es para : Arya Macnair !! Dicho tal, me esfumo entre llamaradas de fuego oscuro que flamean latigueando violentamente a quien quiera anticiparse en mi contra. Jujujuju Abrazos y saludos. PD: agradezco a la gente que deposita su confianza en mí, créanme que me siento feliz y orgulloso de ser postulado a este cargo. De ser electo, daré calidad.
  11. Hola gente! ¿cómo van?, espero que muy bien. Vengo a dejar a mis candidatos para el liderato de la marca, agradeciendo a la todavía actual líder, Anne, por su entrega y disposición a los usuarios y adeptos al juego de bandos. Considerando que el cambio siempre es bueno y que ya he leído algunos nombres arriba, vengo a invitarles para darles la oportunidad a tres brujas que ganaron mi co...cacola <3: .... ¡Arya Macnair!, una bruja que está siempre dispuesta para resolver nuestras inquietudes, para guiar el OFF y con un potencial más que evidente en el ON rol, con una escritura, una narración pulcra y concreta, más allá de la imaginación con la que nos puede envolver para lo que significa el liderato del bando tenebroso y su gente, el perfil y el legado, que nos deja el villano más revolucionario de la literatura contemporánea, cuestiones que a mi gusto, importan de sobremanera para el foro que nos convoca (Wizarding World). También quisiera poner sobre la mesa a una carta indispensable para un buen juego, una determinación objetiva en cada rol, con cada acción y con un desarrollo- de giros y sobregiros- que al menos yo, no he leído en ningún otro. Sus personajes distinguen en cada tópico y sin duda alguna representan un gran respeto y admiración ¿qué más esencial que eso para un buen liderato?: ¡Castalia Macnair! Por otra parte, también me gustaría postular a una usuaria con la que llevo roleando hace poco, pero con quien he creado y desarrollado aspectos de mi personaje y su vida en el ON rol, que creí jamás haría... ¡Gryffindor! ...vah! xD por un momento creí ser el sombrero seleccionador (?) xDD. ok ok bad joke :V !!! ... Me gustaría ofrecer para el sacrificio anual que nos compete a la inigualable ¡Candela Triviani! ... es la madre de mis hijos, de mi hija, mi descendencia ... ¿qué más esperan? jajajaja.
  12. Aaron Augustine Black Yaxley. -¿Y tú quién eres?...- pregunté a una bruja de unos veinte y tantos años, con una tenida que le condecoraba como parte del grupo que se encargaba de la plantación y cosecha del invernadero de plantas para pociones. La bruja, que se encontraba agachada de espalda a mi erguida postura bajo el umbral de entrada, dejó lo que estaba haciendo y se presentó como Millie Grape. Su cabello rubio se ataba en una perfecta cola de caballo, sus pómulos rosados por la vergüenza o el trabajo se adornaban con pecas que cruzaban por su nariz; la tenida: vestimenta larga de una pieza y guantes hasta los codos para la manipulación de las plantas. -Buen trabajo, señorita Grape...- sinceré sin mayor expresión hasta acercarme a un arbusto rojizo y de hojas puntiagudas. Era un arbusto de semillas de fuego- creo haber visto de éstas en Hogwarts cuando era un chiquillo...¿sabes quién pidió comprarlas?... -No, no lo sé señor...- respondió titubeante, en cuanto fijó su mirada en la cicatriz bajo mi ojo izquierdo. -Son escasas, espero no se mueran. Si logras averiguar quién ordenó plantarlas, avísame ¿sí?... -Claro señor... Pero lo último no lo oí, pues y dando media vuelta me dirigí de vuelta al castillo por el pasaje de abedules y álamos, enseñando la delgada franja de cabello blanco que nacía desde el remolino centrado en mi nuca hasta la base del cuello. La mañana era radiante, el cielo estaba despejado como nunca antes en Londres y luego del ataque de los fenixianos, parecía que todo volvía a estar en orden por el ala norte del castillo Black. Fue entonces cuando un ave de papel se posó en uno de los bancos que adornaban el camino para vociferar el mensaje de Maida. Allí, entre el verde de los árboles, el cielo azul y la gravilla blanca bajos mis calzado, mi figura distinguía desde lejos con prendas oscuras como el azabache y una parada casi perfecta, manos atrás y mentón altivo mientras oía que tenía que lavar los trapos sucios o me castigarían. Fue por lo último que bufé una sonrisa, y tras una ligera e indiferente floritura de mi varita incineré el mensaje. Maida sabría que de no contestarle prontamente, es porque estaba en el castillo de la familia. @
  13. Mientras me erguía lentamente con las gafas en una de mis manos y la otra sujetando la varita, me volteé rápidamente por los pasos que se oían; Zoella se acercaba con una daga- ¿Habría sido muy paranoico si creía que me atacaría por la espalda al verme elaborar mi propio horrocrux?- y me observaba con intervalos al cuerpo inerte frente a mis pies. Envainé mi arma mágica y guardé las gafas en uno de los bolsillos del short. - ¿Para qué quieres ir al Ministerio?... Pero la pregunta había quedado en el aire, siguiendo a la bruja sin más mientras pasaba sobre el muerto evitando pisarle. Fue cuando llegamos hasta la cabaña donde Anthony había encontrado el punto del ritual cuando volvía sacar mi varita para invocar a la Marca Tenebrosa en el cielo. -¡Morsmordre!- había exclamado con el brazo en alto, viendo como una chispa de luz se elevaba lentamente para explotar en un off de luz que dibujó a la calavera con la serpiente sobre el pequeño poblado. Luego busqué entre los presentes- ¿dónde está Candela?...- miré a Jeranne- ¿viste a tu madre?... El haz de la noche invocado por la calva hizo que la mayoría cruzara el portal, menos yo, pues no me iría sin la gitana. Fue desde el otro lado que la lugarteniente me pidió guiarles hasta los inquisidores. -No dejaré a la madre de mis hijos atrás, Zoella. Averigüen sobre el área nueve, recuerda que el ministerio de hoy es el palacio de Buckingham, así que procura que los muggles que ronden por allí no te oigan...- le di la espalda al círculo vacío que nos dividía y paseé la mirada por la niebla- vamos, vamos...-murumuraba sin que nadie más que yo me oyese- ¿dónde estás maldita gitana?...
  14. -Capisco...- respondí con un acento cargado y fiel al inglés. Era ministro, tenía conocimiento sobre algunos idiomas, pero no me era tan perfecto como el nativo - espero que ninguna ¡maldición!, les impida su objetivo...- proseguí alzando y realzando la voz ante el efecto del libro de la sangre, uno que si bien no era necesario expresarlo verbalmente, podía de por sí, atenuarse de manera asolapada. El resultado sería genuinamente divertido, pues ¿qué mejor que liarle el paso a la joven Candela, carente de conocimientos sobre los nuevos hechizos de su lejano futuro?. Seguramente no daría de inmediato con la biblioteca o tal vez llegaría al lago, tal y como había planteado desde un principio. Quizás nunca diese con la bóveda que buscaba... ¿quién sabe?...maldiciones. Entonces el joven Triviani se adelantó al grupo para dar aviso de nuestra ida hasta el lago negro... -¿Te percataste verdad?...-pregunté para luego guiñar un ojo y extender la mano hasta su nuca en una inadvertida muestra de cariño. Era mi hijo- ... tenemos ventaja de que tu madre no conozca todo lo que sabe en nuestra época, en fin...- se oyeron unas ramas a lo lejos, sintiendo como si alguien nos observara desde lo profundo del bosque. Enarbolé la varita en dirección a los troncos más oscuros y dirigí un revelio sin resultado. Me volteé hacia Jeranne quien manchaba su rostro con sangre- ¡inteligente!, exclamé en mi mente con una sonrisa que evocaba la sutil calificación- más yo no sabía si me tenía mucha confianza o no, pero así y todo no estaba de más mezclarse con la época. Fue así, dando un toque de mi arma mágica a las prendas que me vestían y a las de mi hijo, las necesarias para formalizar la vestimenta de los viejos aurores. -Es una fecha difícil, sabes. El día de ayer cayó Lord Voldemort, la varita de sáuco lleva un día de extravío y seguramente, muchos aficionados a su poder viajan hasta éste día para encontrarla...- comenté mientras nos abríamos paso entre arbustos y troncos aledaños-... es por eso que debemos estar atentos, Jeranne. **** -Entonces con ésto, y si quiero, ¿podría viajar hasta la guerra mágica?- pregunté a la anciana que se escondía bajo tres abrigos y una gruesa bufanda apolillada. -Después de varias vueltas claro- soltó la viejita, queriendo comprender que mi comentario había sido una jocosa insinuación- porque no pretenderían viajar hasta esas fechas ¿verdad?... Y así era. En escena, una joven versión de mí: misma estatura, cabello más largo con un peinado en rebeldía, rostro jovial y sin cicatrices pero aún así distinguiendo la gélida mirada gris de los Black, unos jeans negros, bototos y una chaqueta de cuero color negro sobre una ramera blanca. Estaba cercano a los veinte, tal vez diecinueve años, con un empleo en el cuartel general de aurores bajo la jefatura de Seba Granger y la dirección de Enrick Ryddleturn. -Confiscarlo...- murmuré con los ojos puestos sobre el giratiempo y una de mis manos a punto de tomarlo. -¿Verdad?- repitió la anciana, recogiendo el giratiempos tras volver a cobijarlo en su mano huesuda, arrugada y empuñada. -Claro que no... -¿y la ficha que debo llenar?- preguntó, pues y con lo delicado que eran tales artilugios, todo debía quedar bajo historial mágico para el ministerio. -¿Ficha?- pregunté de inmediato, anonadado e intrigado aún por lo que podría hacer con tal objeto- ¡claro!, la ficha...- sonreí y busqué en el bolsillo trasero, sin notar que cualquiera no fuese mago creería que me estaba rascando el traste- veamos...aquí está. Firme aquí... **** Y así fue como había conseguido un giratiempo. Aquella hoja ministerial nunca fue oficial, pues y tan solo había sacado una hoja cualquiera. Mi yo que ostentaba el poder del ministerio sabía sobre esos viajes, sabía que esa noche yo llegaría hasta los terrenos de Hogwarts para buscar alguna de las reliquias o decirles a los más fieles que la noble casta aún se mantenía firme en un futuro de trifulcas políticas, pero no podía contárselo a nadie, ni siquiera a mis hijos, pues el más mínimo cambio podría ser letal para todos nosotros. Sin embargo y por lo que aún había una que otra versión de mí en los limbos del espacio tiempo, era por la gitana y del cómo había logrado que olvidase el haber concebido a mis hijos... ¿no creo haberlo hecho tan mal o sí?... >>Se capisci cosa intendo... capisco... me reencontraré con ustedes en veinte minutos...tenemos ventaja de que tu madre no conozca todo lo que sabe en nuestra época, en fin...<< -¿Qué demonios me pasó?...- me pregunté tras observarme junto a un mago. Tenía una cicatriz en el rostro y una delgada franja de cabello blanco desde la nuca hasta la base del cuello. Era yo, ¿cómo no reconocerme?, teniendo el giratiempo en mi poder era algo que seguramente viviría muchas veces. Me apuntan, me esfumo. -¡Revelio!... Quizás haya sido la época en dónde comenzó mi afán político por la primacía mágica. El poder ir a tales fechas y contarles a los fieles que no estaba todo perdido era un gran afán de poder hacer las cosas bien para un futuro, uno donde las brujas y los magos serían libres de las ataduras cobardes del muggle. Siendo considerablemente más joven- de tal manera que nadie que no me haya conocido en esa fecha se daría cuenta de que era o no el futuro ministro de magia de su época-, di unos toques a mi varita para cambiar las apariencias de las prendas a unas propias de la casa de Slytherin, ropas que me harían ver como un golpeador del equipo de quidditch. Fue cuando me crucé con quienes se acercaban a las bibliotecas. -¡Profesor! ¿qué tal?- mentí ante los presentes, con un saludo lanzado a la suerte pues no sabía quiénes eran los que estaban frente a mí (Zoella, Candela y Demian). -
  15. -mi**... La fractura en la muñeca se hizo notar como quien pisa ramas secas; el dolor fue intenso y las ganas de lanzar una maldición asesina hacia la bruja estaban al alcance de mi varita, más no podía matarle pues y no arriesgaría la vida de mis muchachos ni de la consentida de Orianthi. ¡Más aún ante las dudas que tenía sobre Zoella!, pues sus existencias habrían de ser borradas en tal caso; Fue mi hijo quien utilizó su amuleto de curación para sanarme la muñeca. -¿Lago negro?...- cuestioné en un genuino murmullo mientras la gitana les indicaba otro camino- ¡Hey tú!...- le llamé. En cuenta de oídos sordos- ¡hablo a la Zíngara!, ¿verdad?...- sostuve agitando mi varita nuevamente para modular verbalmente un incárcerus, con tres gruesas cuerdas que le tomarían por tobillos, muñecas apegadas al tronco y la última en la boca sin mucha presión para no dañar un bonito rostro- no quiero excusas. Tu naturaleza te hace vulnerable a mi confianza, gitana...- concluí sin saber si le había dicho un halago o no. Con otro movimiento de mi arma mágica la elevé del piso para que levitase a mi espalda, siguiendo el camino hacia el emblemático lago de Hogwarts. Hice una seña a Jeranne para que nos siguiera. Ya si los demás lo hacían o no, no era mi problema. Seguramente la joven Candela, cargada de orgullo y vanidad, se movería de todas formas para intentar zafarse. -Tranquila... si prometes no quebrarme la muñeca nuevamente, podrás caminar junto a nosotros... de forma civilizada- aseveré- ¡es más! te podría contar que no estamos en el dos mil veinte; de otra manera, la sangre sucia de Hermione Granger sería la cabeza política de Londres...- sostuve ladeando la cabeza hacia mi muchacho- ¿no lo crees así Jeranne?. Quizás Zoella perdió el hilo con tanto viaje por el tiempo...- me volteé hacia la gitana- y la calva tampoco es tu hija... Lo último había sido una mentira, aunque con el chico llamándole madre, él a mí diciéndome padre y la guía de la clase diciendo la verdad, era algo que debía hacer. No los podía exponer a la inexistencia misma.
  16. Planilla de Compra​s Normales para Personajes: ID: 115687 Nick (con link a la ficha) Aaron Black Lestrange Link a la Bóveda Trastero: Trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Fecha: 2020-07-16 Poción: Destilado Borra recuerdos Puntos: 80 Precio: 4000 Poción: Filtro de Bestialidad Puntos: 80 Precio: 4000 Total de puntos: 160 Total de Galeones: 8000
  17. ID: 115687 Nick (con link a la ficha): Aaron Black Lestrange Link a la Bóveda Trastero: http://www.harrylatino.org/topic/110350-boveda-trastero-de-aaron-black-lestrange/ Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: http://www.harrylatino.org/topic/96937-boveda-de-aaron-black-lestrange/ Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: XIII Fecha: 2020-07-17 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): -- Criatura: Kneazle Puntos: 40 Precio: 2000 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): -- Criatura: Hipogrifo Puntos: 40 Precio: 2000 Total de puntos: 80 Total de Galeones: 4000
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  20. ID: 115687 Nick (con link a la ficha): Aaron Black Lestrange Link a la Bóveda Trastero: http://www.harrylatino.org/topic/110350-boveda-trastero-de-aaron-black-lestrange/ Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: http://www.harrylatino.org/topic/96937-boveda-de-aaron-black-lestrange/ Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: XIII Fecha: 2020-07-16 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): -- Criatura: Kneazle Puntos: 40 Precio: 2000 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): -- Criatura: Hipogrifo Puntos: 40 Precio: 2000 Total de puntos: 80 Total de Galeones: 4000
  21. -¿De qué año?- cuestioné a Zoella en un intervalo de miradas que compartía con ella y con la joven gitana hasta soltarle el rostro con desdén, pero aún así, manteniendo la mirada en los genuinos grises que nos distinguían. Hasta que finalmente pregunté- ¿me has visto antes? ... Debía saberlo, pues parecía que la memoria en la que ambos concebíamos a nuestros hijos había sido borrada...¡ja!... ¡como por arte de magia!. De hecho ella los había escondido de mí, sin saber de sus existencias hasta que Matthew y Oriánthi me buscaron en los terrenos de los Yaxley... Magias gitanas...¡estaba seguro!. Entrecerré los ojos mientras estudiaba la intriga que escondían los suyos. De todas maneras, el Aaron que ella pudo haber conocido habría cambiado un poco, sin la cicatriz que yo mantenía bajo el ojo izquierdo ni tampoco la media luna del cuello o la franja de cabello blanco que nacía desde el remolino perfectamente centrado en mi nuca hasta la cola del cuello. Una apariencia más madura sin duda alguna. -Quiero decir, ¿tene...¿tienes hijos?- corregí inmediatamente sin envainar la varita aún, hasta que Zoella habló nuevamente- preferiría buscar la quinta y así mantener el secreto de su ubicación- observé a todos- si están de acuerdo claro está...
  22. Fue entonces que la bruja calva relató una cátedra de sucesos que tan solo podría darme lujo de detalles si tuviese la habilidad de viajar al pasado- los giratiempos habían sido confiscados mucho antes del mandato de Malfoy, en el gobierno de la sangre sucia-. Yo solo tenía conocimiento de que Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, había fallecido a manos del príncipe mestizo a causa de la innata debilidad de los Malfoy; de hecho y tan solo había oído el rumor de que el mismo Severus había sido elegido para llevar a cabo el asesinato del anciano. En cambio Zoella, parecía saber el dedo en que el viejo director de Hogwarts había llevado el horrocrux de Tom y quizás la lencería de Bellatrix. Comenzando a caminar por los viejos y reconstruidos parajes junto con los demás y a la par de Luxure, apareció Candela llevando una vestimenta extraña; enarqué una ceja y ella me guiñó un ojo. En ello se nos unió Jeranne, el otro varón de mi descendencia, preguntándome si su madre estaría fuera de foco e insinuando que tendríamos el tiempo y la baja razón de cambiarle la vestimenta. Cuestión que a su vez me recordaba el cambio de prendas que le había hecho hacía un par de semanas atrás en Tinworth... ¿le habría quedado gustando el acto?... -¡Ah! la osadía de Regulus Black...- comenté ante las palabras de Demian. Bufé una sonrisa- ... Historia familiar. Lástima que haya sido un traidor a nuestro linaje, de otra manera, hubiese celebrado la valentía de haber sido tan est****o como para enfrentar al señor tenebroso... Y entonces la nación del fuego atacó Candela pareció sobre exaltarse por el hecho de que Jeranne se haya referido a mí como su padre. Fue cuando calzó casi todo... -Potter...-respondí tajante a nuestra guía, desenvainando la varita de ipso facto para plantarla en el cuello de la supuesta Zíngara y exclamé, con la intención innata de querer dañarle; cuestión que de por sí le había faltado al predilecto de Dumbledore para perfeccionar el maleficio- ¡Crucio!... Tal vez todos quedarían atónitos por mi actuar, pero yo no tenía motivos, hechos o argumentos para descubrir hasta ese entonces, que tal bruja no era quien yo conocía. ¿Qué había hecho con la gitana o qué enredo había con los viajes en el tiempo? ¡ni la más mínima idea!... -¿Ocupando ropa muggle después que me silenciaste por el mero capricho de haber cambiado tus prendas?... ¿Quién demonios eres niñita?...- cuestioné sujetando su mentón con la mano vacía, mientras que con la otra amenazaba al resto de no acercarse o actuar en contra. >>¿Bóvedas malditas?<<... Yo tampoco había oído hablar de ellas.
  23. Tinworth Aaron Augustine Black Yaxley >>¡¡Por Merlín Candela, cuál es la idea de dejarme mudo por ponerte algo de ropa muggle. Ni que... -... te hubiese dejado desnuda!! ...- se oyó de mi voz alterada en cuánto pude volver a articular las palabras. Me quedé un par de segundos en silencio, con la boca entre abierta y un tonto titubeo en off. La bruja se había llevado las manos hasta el rostro, sin saber si era por lo que había oído de mí o por un cotilleo que comenzaba a ser más audible. Quizás fuese porque la madre es madre y jamás se equivocan sobre sus hijos, porque lo que es yo, jamás me hubiese dado cuenta si era o no, alguno de mi descendencia; de todos modos me sentí aliviado de que haya pasado en banda el comentario, así que le seguí hasta ver a Jeranne y Zoe, junto con Anne y un mago de mechas verdes que se me hacía algo conocido. -¿Ustedes han hallado algo en particular?- pregunté en cuanto la gitana terminaba su comentario, deteniendo la mirada con genuino énfasis en mi hijo- nosotros teníamos a uno del cuello, listo para generar el primer horro...-comencé a decir con ligereza, haciendo gestos de sostener a alguien en el aire, hasta que miré a la Zíngara- ¿no?, entonces no. Era broma, no tenemos nada aún...- concluí llevando ambas manos a los bolsillos al mismo tiempo que me encogía de hombros- sin embargo, hay que sincerar que éste pueblo está algo callado, ¿no creen?... Fue entonces cuando el chico de mechas verdes pareció salir algo alterado, por lo que le seguimos o al menos yo lo hice- caminando claro estaba- hasta que dimos con una vieja cabaña con ventanales rotos; parecía reciente. Dentro había una especie de altar rústico, con velones casi enteros (cuestión por la que había deducido lo actual de la situación) y un tipo tendido en el suelo del comedor, con los ojos blancos y el pecho abierto. >>¡Fanáticos religiosos, puaff!<< Oí mientras recorría la pequeña estancia. Cuestión que hubiese elogiado de inmediato si no hubiese sido por media cabeza que se asomaba desde fuera, por la ventana al fondo de un pasillo. Desenvainando mi varita lancé un par de hechizos en su dirección mientras veía como echaba a correr... no fue difícil orquestar en mi mente un punto lejano para desaparecer y reaparecer frente a él, sin saber si alguno de los presentes se había percatado de lo que yo había visto. El tipo no paró por ningún segundo, tacleandome de lleno para caer sobre mí y rascar la tierra con sus manos para intentar un escape inmediato. -Maldi...-¡maldición!...concentré en mi mente mientras veía como se tropezaba con una verja al intentar saltarla mientras me ponía de pié rápidamente para echar a correr en su búsqueda-...¡detente!...- vociferé mientras sacaba el frasquito de semillas de hielo una vez que me acercaba al desconocido. Lo vertí aún corriendo para formar un sendero de hielo que en definitiva nos desestabilizaría a ambos, agitando mi varita en el desliz para alcanzar su cuello con un látigo mágico que sujeté con fuerza. -GRRRahhhgsuelgggtame ... ggg...(tose por las asfixia mientras intenta zafarse con ambas manos). Acercándome con la varita aferrada, lo atraje hasta mí como quién sujeta fuertemente las riendas de su caballo y le patee con fuerza el abdomen, intentando no perder el equilibrio. -¡Dónde está el Santo!...-le grité, sin importar que alguien cercano me escuchase. El tipo rió entre medio de su dolor, por lo que dí más tensión a la cuerda- ¡no tengo problemas en matarte! ¿que no lo entiendes?... ¡quién es el Santo!...-entonces el hombre volvió a reír; su cara era la de un tipo joven pero con rasgos de adicción a quizás qué cosas; le dí un poco más de tensión y su rostro tomó algo de temor al sentir como la cuerda se incrustaba en al primera capa de su piel. Podía ver sus ojos de asombro o más bien presión- no me dejas excusa... -ghhhahggg ¡NO! ggg ¡NO!...- gritó desesperado, a lo que aflojé un tanto la presión del látigo- él me matará, me matará si te lo digo... -La verdad no creo que tengas mucha opción. Te mataré si no lo haces...- aseveré con la intención de tensar nuevamente la cuerda mágica. -¡El apóstol, el apóstol!...él es el único que conoce al Santo en persona. -¿Quién mi.er.da es el apóstol?...- cuestioné sin oírle- ¡dame un mal.dito nombre! -Deberías...de...deberías inda...indagar entre tus...inqui..inquisidores... -¿Mis hombres?...- tensé nuevamente el látigo mágico. Oía que alguien se acercaba; quizás Candela o con quienes nos habíamos reunido- ¿qué tienen que ver? ¡son fieles al ministerio!... El tipo soltó una risa quejosa y de sorna. -Área nueve...-dijo. Pero mi temperamento era tan frágil que en vez de darle soltura al látigo mágico, lo tensé con tanta determinación que terminé decapitando al chico. Sentí un ardor distinto al tatuaje de la marca, sosteniendo la mirada en el antebrazo contrario para ver como se dibujaba una especie de cicatriz con forma de un bote a vela. ¿Sería el momento?... -Contigo haré mi primer horrocrux...-le dije al inerte cuerpo del tipo. Una nebulosa color lila se desprendió de su cuerpo y un dolor intenso se apoderó de mi pecho. Llevando la mano a mi pectoral, posando una rodilla en el suelo y sintiendo cierta falta de aire, otra nebulosa color gris que salía de mi cuerpo, se mezcló con la lila del muchacho y se absorbió en las gafas que llevaba puestas: ¿sería aquél el primer horrocrux de mi vida?... alcé la mirada para ver quién sabría de ésto. Después de todo, tenía que conocer a los testigos de tal acto. Sin darme cuenta, un pequeño mechón de mi cabello, que se extendía desde el remolino en la nuca hasta la cola del cuello, tornó en un color blanco. Sí, era el primer horrocrux. @Aaron Black Lestrange @@Zoella Triviani @ @@anne Gaunt M @@Anthony Ryvak Dracony
  24. Aaron Augustine Black Yaxley Tras voltearme con vaso en mano, esbocé una ligera sonrisa pues la hija de papi estaba en casa. Oriánthi saludó mientras se acercaba hasta la mesita tras de mí para servirse su propio trago luego de guardar su varita; bebió y besó mi mejilla después de algunas palabras de afecto para terminar sentándose en el sofá. Llevé la copa hasta mis labios para beber la mitad del ambarino licor y lo rellené para sentarme en un sitial frente a la bruja. -Mientras no sea por los galeones...- bromee- ¿cómo estás hija?, no te veo desde que nos cruzamos en el local de mi nieta...- de pronto se sintió un temblor muy fuerte, uno que logró que la lámpara en el techo se moviese de lado a lado. Confiaba en mis hombres hasta ese entonces; observé el reloj en la pared y me percaté que era la hora del cambio de guardia- ¡vaya! ¿qué ha sido eso?... en fin, lo que sea. Dime Oriánthi, ¿qué te trae de vuelta a casa?... >>¡...hora...ron...ack...gue...nes!<< un eco confuso. >>Hora de que Aaron Black pague por sus crímenes<< El castillo era gigante, tanto así, que muchas veces y de niño me había perdido por horas o mañanas y tardes completas en un solo nivel. Achiné la mirada intentando oír sin mucha concentración pues tener a mi hija en el castillo después de varios años me era más primordial. Volvió a temblar, por lo que quise llamar a Nius nuevamente para que me pusiera al tanto, pero de eso me desvió la entrada de Matthew y Maida al salón. -¡La familia reunida!, el viejo Yaxley estaría feliz como una perdiz...¿no crees Maida?- ironicé en un sarcasmo innato, pues y a pesar de considerar a mis hijos junto con mi prima y casi hermana, no era del sentimentalismo familiar de Orión. Me levanté y teatralicé a un oso con ambas manos enaltecidas, cara de gruñón y una caminada pesada sin soltar la copa; mi voz sonaría más gruesa que de constumbre- ¡GRRR! tal vez, andaría por ahí de animago ¡tirando todo a su paso y buscando a tía Gatiux para que le prepare su cena!... Finalicé riendo por mi est****a actuación y bebí la nueva mitad de mi bourbon. ¡De pronto las alarmas se activaron!, Nius apareció de imprevisto bajo el cuadro vacío de Luna Farien Black y me miró con el usual temor de su semblante mientras su oreja caída a la mitad tiritaba intentando erguirse de la misma forma que la otra. Titubeó, saludó como buen elfo doméstico a los demás de "jovencito- señorita" y "madame" para luego dirigirse a mí. -La orden del fénix señor...Nius los vio en los terrenos del norte, destruyeron gran parte de los establos señor... y de esa zona del castillo...- comenzó a informar mientras mi rostro se desfiguraba en una rabia absoluta- Nius quiso venir de inmediato amo Black, pero Nius no contaba con las criaturas con las que amenazaron cada rincón del ala norte...- prosiguió mientras una neblina oscura comenzaba a desintegrarme lentamente, esperando la información completa para salir disparado a defender mi hogar- ...¡ya se han marchado señor!... -¿Qué hay de los inquisidores?- cuestioné a secas, respirando pesado y sin ánimos de cambiar las duras facciones de mi semblante mientras se difuminaba la espesa niebla a mi alrededor. Me había vuelto a sentar al lado de mi hija cuando le pregunté- ¿dónde estaba Emiliano?... - Un cuerno de erumpent, amo Black.... -¡¿Un maldito cuerno?! ¡ésto debe ser obra de la italiana!- exclamé sin sentido, exaltado y recordando su amenaza en el palacio Buckingham, olvidando que Di Médici era tan mortífaga como yo. -Eran... fenixianos...señor- respondió el elfo inmediatamente, recalcando cada palabra para que recordara no salir de mis casillas. Dubitativo, largo lo siguiente de una sola vez- ...sellevaronalmuggleyalodiosodeharpo... Apreté tan fuerte la copa que se quebró en mi propia mano, ¡aguantando una sacada de quicio de aquellas!. ¿Quién me habría traicionado?, ¿cómo habrían tenido idea del cambio de guardia?; sin duda alguna era ésto lo que había estado buscando: ¡sabía que la maldita orden de impuros y traidores no estaba extinta!. ¿Seguiría Delacour a su cabeza?- aún tenía a sus hijos, fuera de Londres claro y bajo la custodia de una familia de confianza que les criaría con los ideales correctos y totalmente contrarios a los que la fenixiana les había alcanzado a inculcar. ¿Habrían venido por ellos?...¡que est****o!... me acababan de decir que se habían llevado al ministro muggle y al elfo de Sagitas. Me puse de pie y comencé a pensar, resolviendo en voz alta mientras frotaba con la yema de mi índice el anillo contra oídos indiscretos, dejando que solo mis hijos y mi prima, junto con mi elfo, me oyeran. -El muggle fue bien atendido, le borré la memoria y solo le utilizaba para conquistar masas de muggles. Harpo no debió haber visto mucho, y siempre tuve el cuidado de no enseñar mi vínculo a la noble casta, al menos no como Aaron...- comentaba mientras me paseaba de un lado a otro, sosteniendo la mirada a mi hijo ante mis últimas palabras. El chico era hábil y de seguro ya se había dado cuenta que yo era el tal Caelum (párrafo 4°, estrofa 7) que les llevó a las tierras del olvido hacía días atrás-... pero ya sabe que en éste castillo merodean los mortífagos, por lo tanto los ataques no cesarán, y de seguro será la puerta para otras familias amigas. Aunque tampoco es que les convenga enseñarlo a la comunidad...la sociedad está muy dividida y ésto es como una guerra fría con asaltos y redadas que volverán al igual que mucho tiempo atrás...- concluía punto por punto, deteniéndome en cada esquina de la habitación y a veces, dedicando la mirada a los presentes- debo avisar a los Macnair, a los Rosier, ¡a vuestra madre!...- les dije tanto al chico como a la chica-... los Yaxley ni luces. No les veo hace mucho tiempo ¿tú sabes algo de ellos?- comenté en seguidilla a Maida y empuñé aún más mi mano- debemos devolver el golpe.... aunque, me fue útil, sí...-acerté con el tono áspero de mi voz- Harpo me contó sobre la historia de la daga del deseo más preciado, pero ¿para qué es que me serviría?...¡no puedo recordarlo!... Y me detuve observando el piso. Siguiendo con la gélida mirada gris la hilera de gotas rojas que caían de la mano que aún no curaba. -¿Emiliano?...-pregunté -Moribundo señor, es un vampiro. Está tirado y mal herido en los jardines... -Debo interrogar a cada uno de los inquisidores, de otra forma- observé a mi muchacho- tendremos que matarlos uno por uno y conseguir nuevos fieles...- me volví a mi elfo-... ve por Emiliano, déjalo en su habitación. Se curará solo. Ya tendré una conversación con ese Black... La criatura desapareció y allí nos quedamos los cuatro, mirándonos las caras. El golpe había sido certero, duro y bajo. -Necesito otro trago... OFF: Soy un maniático de hilar las cosas para que tengan algo de coherencia xDDD. Sagitas me ofreció rol respecto a su elfo, pretendo y propongo que lo hagamos de la siguiente manera, así le damos actividad a ambas familias y vinculamos el marco de la historia foril con éste sector del foro ¿les parece?. Sería algo así: -Sagitas cuenta a sus presentes la famosa historia de la daga y así la conocemos todos, pues podría etiquetarme y yo traerles el LINK para que vayan estando al tanto. Hagamos el juego y el rol de forma ligera para que no olvidemos labores foriles y muggles jejeje... así no estancamos el juego y en eso me incluyo pues me estreso si debo mucho (?) xD -Yo cuento la historia, con palabras de Aaron, a sus presentes en el castillo Black para que de la misma manera el ON rol tenga vida y no nos quedemos con el link de una u otra familia ¿me explico? -Harpo podría decir que los Black ocultan a los mortífagos lo que abriría coherentemente y de cierta manera, el juego de bandos (como hizo la orden con el asesinato de Aries BL). Supuestamente quien le torturaba (a Harpo) era un tal Caelum Black, que es el seudónimo que Aaron utiliza bajo la apariencia mortífaga. Si quieren saber porqué el nombre les cuento, sino ... ni modo :V xD ... de hecho y se me ocurre- luego de haber escrito todo, releer y agregar más cosas en éste off :V- que Aries habría descubierto la identidad mortífaga de Aaron y fue por lo mismo que fue asesinado. - Y es lo que se me ocurre de minuto: Etiqueto a @@Mackenzie Malfoy y a @@Sagitas Potter Blue para ver qué opinan. La idea es unificar roles de ambas familias para que no se dé el enredo de ir allá, ir acá y hacer un nudo con tentáculos de pulpo (?) así los leemos y uds nos leen. -De la misma manera, el juego de bandos se generaría con rol (como lo hizo la ODF al seguir un asalto con los conocimientos de su bando) y también con asaltos y redadas cuando se dé la oportunidad. Ésto por ejemplo, podría ser parte de esa guerrilla más rolística que duelística (?) xDD a Maida no le gustan los duelos -.- ! y bueno, tampoco es que tengamos siempre el tiempo disponible para ello ¿no?. Así no dejamos los futuros y eventuales asaltos o redadas en la nada; ¡les damos base rolística!. Como la orden lo hizo con la muerte de Aries. - @@Darla Potter Black ... *O* Darla recordó ésto en la redada que hicieron xD que cool! ni yo me acordaba! jajaja me encantó ese rol, lo busqué y es de Septiembre del 2017!!!! : Dejo Link, aunque lo dejé también en el ON rol jaja - @ @Oriánthi @
  25. Tras aparecerme en los terrenos de Castelbruxo, pude oír idiomas que al menos yo no había escuchado jamás: "¿Oye mi helmano qué destellito aprendiste hoy?- ¿Qué hay broda? ¡vamos por unas partiditas de Quidditch! ¿te apuntas?- Vos sabés que me sacaron del equipo ¡forro!" fueron algunas de las frases que distinguía a lo lejos, en diversas acentuaciones y tonos de la voz de un trío de chicos que pasaban junto a Zoella. Quise hacerle una seña de que no entendía nada de lo que hablaban aquellos niños, pero no me fue tan trascendental. Fue entonces que la bruja se presentó, correspondiendo de mi parte una ligera venia a ojos cerrados; llevaba una vestimenta ligera pero acotada a mi forma de ser: una camisa de lino de un tono claro que arremangaba a tres cuartos, pantalones oscuros y unos suspensores que los sujetaban innecesariamente pues la talla era a la medida. El calzado era el de siempre, unos zapatos oscuros y muy cómodos. La varita la traía envainada en paralelo al cinturón; Triviani abrió un portal y nos ofreció cruzar primero, siendo ella la última para que se cerrara a sus espaldas. El cielo estrellado sombreaba mi rostro, iluminando en forma tenue la cicatriz bajo el párpado inferior izquierdo y parte de la media luna en el cuello tras sonreír al firmamento. Voldemort había caído, la varita de sáuco llevaba su primer día de extravío y la serenidad del ambiente marcaba una paz absoluta. Inspiré y agarré de vuelo la pregunta de Zoe, esperando a su vez, que Demian terminase de responder; aprobé con un genuino gesto de asombro. -¿Relevantes?- musité mientras me cruzaba de brazos y alcanzaba mi barbilla con una de las manos- la muerte de Albus Dumbledore en mil novecientos noventa y seis... ¡miento!, mil novecientos noventa y siete..- corregí inmediatamente para proseguir, llevando ambas manos a los bolsillos mientras daba un par de pasos para apreciar el castillo de Hogwarts-... y la caída del Ministerio de Magia en Agosto del mismo año...- respondí sin mirar a nadie. Me volteé y agregué- aunque no le llamaría una caída o toma, sino más bien una proclamación del poder que nos corresponde ¿no?...Rufus demostró ser muy incompetente en esos entonces.

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