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Helike R V PB

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Todo lo publicado por Helike R V PB

  1. Anabelle Isabella Rambaldi Di Sforza (Hermana melliza de Heliké) - Oh, gracias cariño -le sonrió la bruja al chico pelirrojo, Heliké la miró rara.. ¿eran celos? Seguramente... - Vamos hermana, ya sabes mis preferencias - y sin poder evitarlo, soltó una sonora carcajada que se expandió por el eco de la zona en dónde estaban. Negó con la cabeza divertida, parecía mentira que su hermana Heliké como la conocía pusiese morros, y eso que era un comentario de lo más amable, ya que le había traído lo que había pedido hacía tan sólo unos minutos. Desmenuzó la lavanda y con ella en un puño, se levantó y la repartió alrededor del cuerpo de la chica, para que se relajase completamente. Aspiró los aromas que desprendía aquella planta: - La lavanda, es mi planta natural favorita para aromatizar cualquier habitación y el alma -sonrió contenta. - ¿A casa? -Preguntó dudosa- porque si hay algo maligno aquí no puede entrar, este es un lugar santo, si vamos a su casa, allá puede atacarla con más facilidad -dijo preocupada- además éste lugar es un muro de protección ideal contra fuerzas malignas externas.
  2. No me di cuenta de que además de Hayame también estaba Xell y eso era raro, se suponía que tenía el don de la empatía, pero no entendía qué había pasado con él, otras veces daba tan fuerte y otras veces, como ahora, estaba como "apagado". Quizá los poderes de un vampiro como yo, se reflejaban con las emociones, pero aún así... Debería de descontrolarse y en ese caso no lo había hecho. Negué con la cabeza, confusa... Volví en mi ensoñación cuando mi prima rubia me habló: - Oh, prima Xell, no te he sentido -hice una sonrisa de medio lado, pero salió una mueca grotesca. No lo pretendía pero tenía el día raro. No sabía si comentarle lo que había hecho Argentus (creo que fue xD) porque si había padres por ahí cerca, quizá no quería que sus niños estuviesen con uno que congelaba a otros porque sí. - ¿Tienes un momento? - Le comenté dudosa, no me atrevía... Y mira que a pesar de ser una bocazas sabelotodo, tenía temor de contarle algo que seguramente a ella le provocara risas, por el simple hecho de no poder controlar a un crío. - Te estaré esperando fuera, en los jardines -me despedí de Matt dándole un suave beso. Sentía otra vez el pecho oprimido, como si hubiese algo malvado por ahí rondando, quizá al aire fresco me encontraría mucho mejor y así explicarle a Xell lo que había pasado.
  3. Anabelle Isabella Rambaldi di Sforza (Hermana melliza de Heliké) La bruja arqueó las cejas ante el comentario de la dependienta del negocio... Parecía que al final no quería que fuese con ella a buscar esos dichosos ingredientes que con tanta urgencia necesitaba... - Sólo pido que alguien me acompañe, tomar lo que necesite y regresar -se encogió de hombros. - Belladona y díctamo -le ayudó la sacerdotisa a la bruja que en esos momentos parecía que se debatía en pensar qué era a lo que había ido allí a buscar. - Son necesarias para pocines y a mí se me han acabado -informó a la joven vampira que acababa de llegar. - ¿Vieja? -Preguntó asombrada- no me lo parece, en verdad -asintió con la cabeza, alabándola. Como se enterase la amante de Annabelle, habría más que problemas, rió por lo bajo con tan sólo de imaginárselo. - Pero comprendo que tenga que atender el negocio y no es grato dejarlo sólo para ir buscar lo que preciso (necesito) -volvió a asentir con la cabeza.
  4. Escuché atentamente la explicación que me estaba dando mi tía Hayame. La verdad es que no lo creía posible pero al ver "sus síntomas" eso parecía... - Pues sí, te explicas perfectamente -asentí con la cabeza, y aún así, dudando - aunque en verdad, no creía que un vampiro, a éstas alturas se quedase embarazada -me encogí de hombros. - Entonces, yo podría tener la posibilidad -maquié un momento... pero seguramente a Sagitas no le haría ni pizca de gracia- ¿te imaginas que me quedase embarazada y que salga un metamorfomago en la familia? -pregunté divertida- porque claro, no podría ni salir ni vampiro ni hombre lobo, supongo -menudas tonterías estaba diciendo.. - Pero bueno, por el momento, no tengo pensado en tener familia -negué con la cabeza, sonriente- pero -dudé un momento y proseguí - me gustaría ser madrina de ese niño, o niña -le dije a Hayame con ilusión en mis ojos -bueno, si aceptas claro -otra sonrisa... Definitivamente que alguien trajese un crío a éste mundo era para celebrar. Pero yo no me sentía aún con "ganas" de ser madre todavía, ya habría tiempo para eso.
  5. http://i.imgur.com/4gxgTI0.gif off: últimos posteos como funcionaria accidentosa Entré con varita en ristre al lugar. Todo estaba en silencio, había demasiado silencio, era bastante tenebroso y eso que yo estaba acostumbrada a eso como mortífaga. También sentía miedo. A pesar de haber tenido ese sueño tan vívido, tenía un poco de pánico que fuese a ser real y más aún que no quedase ningún miembro de la Tercera Planta vivo para reparar aquél desastre. Me empezó a temblar las manos. A pesar de haber creado ese muro gracias a mi magia, no había aguantado lo suficiente... - ¿Hay alguien? - Me atreví a preguntar. Dudaba que hubiese... Pero el aroma de Hayame me llegaba a mis fosas nasales y al parecer aún "viva"... Negué con la cabeza. No, no podía ser... Si me pareció verla zombificada (?). Rápidamente subí a uno de los pisos en dónde se encontraba el laboratorio... Por lo demás, sólo veía sangre en las paredes y mucha destrucción. Camas destrozadas, medicamentos y pociones derramadas... Pero nadie muerto. Suspiré un poco aliviada... Fui caminando, despacito, olfateando el aire para ver si encontraba a alguien más... Hasta que me pareció ver a un sanador vesido de color verde... Tenía sudor en la frente. - Señora, hemos encontrado el antídoto -mis ojos se llenaron de lágrimas por la alegría - habéis tardado demasiado, pero buen trabajo -felicité. Varias enfermeras salieron de su refugio con un botecito de color azul. - Con un par de gotas será más que suficiente introduciéndolas en un vaso de zumo -me informó una de ellas. ¡Casi me daban ganas de llorar de la alegría!
  6. Aún seguía algo molesta pero no enfadada, poco a poco se me iba pasando el cabreo. Pero no entendía el porqué de esa manera el niño me había atacado de ese modo. Pero aún así, noté como Matt me cogía de las manos, sentí como el corazón me daba un vuelco y ciertas mariposas en el estómago (qué vomitivo xDD) lo miré a los ojos, risueña... Ahora sí que podía decir que se me había pasado el enojo completamente. - Claro que tengo fe en ti -y aún con las manos agarradas le di un suave beso... Después de ese instante, me separé de él y asentí con la cabeza a sus palabras... - Si, será mejor que vayamos. - ¿Capturaron a Fenrir? -Pregunté asustada y después me reí- diablo de niños -negué con la cabeza mientras sonreía... - Bueno, aunque no es que piense tener pequeños... -me rasqué la cabeza como si tuviese un tick -espero que al menos los que tengan salgan tranquilos -y solté una pequeña carcajada. Fuimos hasta la guardería y mi primo llamó a Hayame.. - Hola tía Hayame -le saludé con una gran sonrisa. Casi se me había olvidado lo de que hacía unos minutos, había tenido las manos en el hielo. off: @@Matt Blackner, avísame chico xD, que tu posteo se pierde entre muchos.. menos mal que se me dio por venir a mirar a éste hoy xDDDD
  7. Me metí en el baño de la habitación y me di un buen duchazo, sobre todo para sacarme el cloro de la piscina y que el pelo no se me estropease. Con la varita en mano, sequé todo mi cuerpo y enseguida puse mis prendas... Al menos en el tiempo que había estado el monedero de piel de moke en los vestuarios mi elfina aprovechó la ocasión, para cambiarme la ropa. Sonreí. Había sido un acierto más que notable al hacerla trabajar para mí. Saqué un pantalón vaquero, zapatillas de deporte, una camiseta blanca... Obviamente me las coloqué después de poner mis prendas interiores. Después de colocarme un jersey fino, coloqué mi varita detrás del bolsillo del pantalón. Até mi pelo en una cola de caballo y salí a la habitación principal de la suit. Me fijé en que Ithilion dormía cómo un bendito, el día de piscina lo había dejado agotado. - Oye -le dije con cariño al oído- ¿te parece bien, pedir comida china? No sé si tenéis por aquí y la verdad es que me apetece -comenté con una sonrisa. - Y luego, no sé, incluso podemos beber un poco de cava, me apetece -asentí contenta.. Iba a ser una velada interesante.
  8. http://i.imgur.com/4gxgTI0.gif - ¡Estate quieta prima Xell! -le pedí yo con urgencia a mi prima.. - Si te muerde, te conviertes en zombie -pero menos mal que se había largado antes de que mi prima, la rubia hiciese alguna de sus "tonterías". - Que tienes pareja, mi hermana -le gruñí yo- ¿se puede saber qué diablos estás haciendo? -volví a gruñirle. - Ni se te ocurra hacer locuras ¿entendido? - Pregunté mosqueada. - No -negué con la cabeza- no voy a disfrazarme de nada. Ya soy vampira y no voy a ponerme el típico traje de nuestra raza -hice girar mis ojos en blanco. - Bueno, al menos estás a salvo, ni se te ocurra ir detrás de él, ¿entendido? -le pedí ahora, con más amabilidad... - Oyes, ya que estás aquí y eres revertora -mordí el labio, me daba un poco de apuro, pero podía aprovechar la ocasión de su visita al Ladurée y que reparase la ventana destrozada por Sean. - Mi querido empleado al saltar destrozó un ventanal del negocio, al ver que se cerró la puerta -chasqueé la lengua, enfadada- ¿te molestaría hacerle un reparo, por favor? -le hice ojitos -y hasta te puedo invitar a eso que estás tomando -comenté para ver si con eso podía sobornarla (?) Y por ende ya que mi trabajo allí casi estaba finalizado, me saqué la insignia que me caracterizaba como empleada del ministerio y la guardé en el bolsillo. off: mi último posteo en éste lugar. @ ahora puedes continuar tú reparando el cristal roto por Sean *-* Ahora te pido mil perdones por tardar tanto en responderte!
  9. Provocación eso era lo que eran las palabras dichas por Sagitas. Negué con la cabeza y entrecerré los ojos. No iba a permitir que me enfadase, no señor. Pero su gesto altanero había conseguido que casi me echase a llorar de la rabia y su comentario, había dolido. Lo ignoré y mostré la cara más neutra que podía tener en esos momentos de rabia. - ¿No crees que exageras un poco Hayame? -comenté divertida al oírla... - Tranquila, yo no haré nada de esas cosas, seré todo lo buena profesora que pueda. Mientras cumplas con tus obligaciones de alumna, no tendrás problemas en aprobar, ya verás -le guiñé el ojo y le mostré mi mejor sonrisa. Iba a ser interesante darle clase, tanto, que hasta no dudaba en que yo podía aprender de ella. - ¿Estallar el castillo? -negué con la cabeza- no, mejor no. Básicamente medio equipo de la tercera planta tendría que ir a reparar allá y no sería buena idea -comenté con una risilla. Pero como no podía seguir ignorando a Sagitas, le respondí únicamente a lo último que había dicho: - Puedo enseñarle muchas más cosas de lo que tú en tu pequeña cabecita -le dije señalándole la frente- jamás se podría imaginar -y entrecerré los ojos, molesta.
  10. Anabelle Isabella Rambaldi di Sforza (Hermana melliza de Heliké) Parecía que antes de que nos fuesemos de viaje alguien había interrumpido la marcha de Annabelle y también de la bruja vendedora de plantas. La bruja arqueó una ceja al escuchar las palabras de la chica de pelo rojo. Murmuró: - Em, buenos días señorita -asintió con la cabeza a modo de cortesía, porque no quería parecer maleducada. Aunque su dicho de "malévolos" días no le había pasado desapercibido a la semi-sacerdotisa. Entrecerró los ojos durante un momento, intentando escrutar su aura, pero esta parecía "apagada y fuera de cobertura en esos momentos" (XDDDD). Porque no le llegaba ninguna energía especial. Quizá sería por ser vampiro, no tenía ni idea. - ¿Qué le trae por aquí? -Preguntó con curiosidad, pero aún así, sin poder evitar recordar lo que había pasado la última vez en ese negocio en dónde casi había sido "quemada" viva.
  11. - Tía Hayame no estábamos haciendo nada malo - y era cierto, ella nos "recriminaba" pero con humor. Si Sagitas hubiese despertado en esos momentos, nos acabaría echando una buena bronca, no lo dudaba. Tenía cara inocente, pero es que la verdad desde que había llegado al confesionario tampoco había hecho ninguna "maldad" ni siquiera enfadar a mi tía pelivioleta. No sé que pensaba que era lo que íbamos a hacer en un lugar sagrado... Mientras, observaba como mi hermana iba "controlando" las constantes vitales de Jessie. Parecía bastante cansada. Aún no daba signos de despertarse. La vi además usar varias cosas, algo de lo que yo, no tenía ni idea. Mi hermana era la especialista en esas cosas. En un susurro le comenté a Hayame: - Te puedo decir que Annabelle es mejor que yo, mucho mejor. Créeme que harás bien en confiar en ella. Es la mejor en su campo -asentí con la cabeza y lo afirmé con mis ojos. Esperaba que al menos no siguiese sintiendo esa cauta necesidad de no aproximarse a una desconocida sobrina como lo era Annabelle.
  12. Sentí la voz de Hayame cerca, después de darle ese beso a Matt que lo tendría colorado durante un buen rato. Suponía, aunque últimamente no se ponía de ese modo, siempre me hacía gracia al ver como dos manchas rojas, se le ponían en los coloretes. -Ehhh -era lo único que había podido articular, mi tía pelirroja me había pillado infraganti y noté cómo se me subía un poco la sangre a la cara. Ahora era yo la que me ponía roja... - Estábamos en privado hasta hace unos momentos, tía Hayame -le dije en esa ocasión después de tragar varias vece saliva durante unos minutos para poder hablar y que se me entendiese. Me había quedado sin habla al escucharla. Pero no sabía porqué, ella parecía que nos entendía, es decir, comprendía que quería ser la chica de mi primo Matt, y eso me daba más confianza en hablar con ella que con Sagitas, a pesar de que a veces nos la "jugaba" para que nos cabreáramos más profundamente. - Espero que en ésta ocasión, no se te ocurra hacer ninguna travesura -le advertí- luego quien tiene que aguantar la mala leche de tu hermana, soy yo (xD) -comenté cansinamente, porque la verdad ya me estaba empezando a hartar de tanta pelea.
  13. - Estoy más que harta -exclamé con impaciencia y con un arrastre en mis palabras en dónde también se mostraba furia. A pesar de que estaba bien vestida para la ocasión y de negro, no iba a permitir que saliese la sangre si es que tenía del cuerpo de ese chico. Lo agarré de un brazo fuertemente, y forcejeó un poco: - Será mejor que no te resistas querido -le dije al oído y esperando a que Matt me escuchase para ponerse en acción. Con un gesto de mi cabeza, le indiqué que saliésemos al exterior, mientras veía por fin, aparecer a Sagitas dentro de la Taberna. Hayame también estaba cerca y parecía que hacía algo con su varita, era mejor que la muerte se quedase en el exterior y no provocar la huída de los clientes y mucho menos aún, aguantar la bronca de Sagitas. - No te creas la mejor con la magia - me miró con una sonrisa maquiavélica y yo hice lo mío propio, si empezábamos con provocaciones íbamos a acabar muy mal... Me separé unos cuántos metros de Matt y mirando a mi alrededor esperando que nadie me escuchase, le dije al oído: - Cariño, soy mortífaga, será mejor que no juegues con fuego, porque saldrás quemado. Y te aseguro que no es grato recibir la magia de un señor oscuro -le comenté en un susurro y en su oreja, esperando que captase el mensaje. - No me das miedo, ni tú, ni los tuyos -arqueó las cejas, burlón eso hizo que me saliese el mal genio. - Soy señor de los embalsamadores, el que guarda la balanza en dónde se pesan los corazones -arqueé las cejas, risueña al escuchar sus "títulos". - Sí, sí, sí, lo que tú digas querido -forcejeando un poco más conseguimos llegar al empedrado callejón. La luna estaba en lo alto y la Taberna de la Tía, era uno de los pocos lugares que estaban abierto a esas horas, había pocas luces en esa zona encendidas. Aunque eso sí, había una suave brisa que hacía mecer mi cabello. Era ahora o nunca, ya veríamos si era de cierto, que era un gran "señor de los muertos" del panteón egipcio.
  14. http://i.imgur.com/4gxgTI0.gif Sean parecía que aún estaba zombificado pero el mensaje que me había dejado de nuevo en la tablilla me indicaba claramente que quería que lo retuviera, el encantamiento tarantanegra no había surtido el efecto deseado. Porque parecía que se había puesto más nervioso de lo que ya estaba. Al menos se había esforzado en dejarme el mensaje. Pero, ¿cómo detenerlo, si sus ansias de carne eran mucho más fuertes que él mismo? Tenía aún la varita en la mano, Vianne había conseguido cerrar la puerta, pero, sabía que eso no era suficiente, no del todo. Me di cuenta que llevaba el bozal, pero sabía que eso a un zombie y pervertido como Sean le daría lo mismo. Me fijé de nuevo, otro mensaje... Intenté mover la varita pero en ésta ocasión no había salido nada, nada porque el zombie Sean había salido por la ventana, destrozándolo todo... - ¡maldito seas Sean! ¡Vas a pagar los desperfectos en cuánto te recuperes! -protesté enfadada, al menos, Xell parecía que estaría sana y salva, de momento. Ahora fui hasta dónde me habían indicado mis empleados en dónde se encontraba mi prima, llegué hasta la zona del local en dónde estaba y apurada, pregunté: - prima, prima ¿estás bien? - pero al parecer sí lo estaba, porque estaba saboreando uno de los pasteles sin percatarse de lo que había pasado hacía tan sólo unos minutos. off: @ en cuánto puedas continuamos tú yo yo, si puedes xD
  15. Me sorprendió lo que había dicho Hayame ¡estaba embarazada! ¿Pero, cómo podía ser, si el padre estaba muerto? No lo entendía del todo hasta que ella rebeló cierta información. Abrí los ojos como platos. No sabía que eso podía hacerse... La charla entre las dos hermanas continuaba mientras Xell preguntaba si podía seguir siendo hermana de Akira... - y, ¿qué nombre le vas a poner? -pregunté curiosa, pero claro apenas se le notaba y aún era "temprano" para saber si era niño o niña- si quieres, puedo hacerte una ecografía en la clínica, cuando vayas a hacerte las revisiones -le comenté, contenta. Iba a ser la primera si me dejaban en sabe el sexo del bebé... - Lo que yo no me explico es que aún siendo vampira, pudieses quedarte embarazada -negué con la cabeza, lanzando ésto último en un susurro. - Bueno -me encogí de hombros- sea como fuere, si necesitas ayuda con cualquier cosa, no dudes en pedirla tita Hayame, recuerda que soy jefa de enfermeras en la clínica y algo podré hacer -comenté con una sonrisa.
  16. http://i.imgur.com/4gxgTI0.gif ¡¡ Maldita sea!! No había conseguido contener la infección el tiempo suficiente, a pesar de crear; gracias a la magia oscura, una pared lo suficientemente ancha y alta para que mis compañeros zombies no se escapasen... Era bien cierto que la cuestión es que duraba poco tiempo, exactamente la magia desaparecía al cabo de dos horas, aproximadamente. Aunque en "batallas" eso duraba mucho menos, según los especialistas, un turno. Me senté enfrente de la clínica, estaba desesperada y a punto de echarme a llorar. En el interior parecía que no había nada, ni vivo ni "zombie". Todos se habían marchado o eso parecía porque apenas había movimiento en su interior, al menos lo que mis ojos notaban. Había algunas luces rotas, con lo cuál daba la sensación de que el lugar era más tétrico todavía. Aún tenía encima la ropa de enfermera, ¿para qué cambiarme? Rogaba al menos que quedase alguien "vivo" sin zombificar para conseguir el maldito antídoto... Ahora tendría que ir a mirar si al menos alguien era lo suficientemente inteligente para quedarse a salvo e investigar el antídoto.. Esperaba y rogaba al cielo que así fuese.
  17. - Hum, bueno. Está bien -cedí ante el comentario de mi primo. Si el no lo veía que actuasen de esa forma intentaría "relajarme" un poco, pero no confiaba. No del todo, porque aunque conocía del poco tiempo a Hayame, sabía que buscaría alguna forma de "liársela" a su hermana. No me cabía duda. Al final, la perrita desconocida para mí, resultaba ser que era de Jessie. Lo que no tenía ni la menor idea era cómo había ido a parar allá. Suponía que había olido el aroma de su ama por otras ocasiones que había visitado la tienda... Matt se acercó y acarició a Estrella y aprovechó ese instante para hacer como que me tiraba. Lo miré con picardía y sin evitarlo, le planté un largo beso agarrándolo de la cara y atrayéndolo hacia a mí... Seguro que eso no se lo esperaba y se pondría todo colorado. Después de terminar, le pregunté divertida: - ¿Decías algo cariño? - entrecerré los ojos pero mostraban alegría.
  18. Me había puesto un poco nerviosa, el chico ciertamente miraba con un aire muy tenebroso y a pesar de que yo era mortífaga, no iba a dejar que nadie se burlara de mí tan fácilmente y mucho menos por una persona que se creyese "un dios". El karaoke iba avanzando poco a poco, con actuaciones de las personas que se animaban a ir a subir al escenario. El ambiente estaba bastante tranquilo aunque yo me sentía un poco "alterada". Sujetaba la varita con bastante fuerza, tanto que los nudillos se me habían puesto demasiado blancos. Seguía pensando en si debía de avisar a Sagitas. El muchacho tenía una sonrisa altanera. Parecía que creía en sus "posibilidades". Jessie no decía nada y eso me preocupaba bastante... Le envié un mensaje mental a Matt << Hay que hacer algo, y rápido. Sabemos que es maligno, así que, hay que tener cuidado>> era irónico que yo le enviase eso, cuando yo era una mortífaga, pero yo lo había hecho para proteger mejor a la familia de los impuros que infestaban nuestra sociedad. En éste caso, quizá los poderes de magia oscura, podriamos expulsarlo.
  19. Anabelle Isabella Rambaldi di Sforza (Hermana melliza de Heliké) Anabelle arqueó una ceja y al mismo tiempo formuló en su cara una sonrisa un tanto enigmática. - No hay problema. Yo puedo pagar lo que sea necesario por esos ingredientes -siguió con la misma sonrisa y sin dar muchos más detalles. - Por mí estupendo, vayamos entonces a por esos ingedientes -asintió con la cabeza, contenta. - Entonces ¿a dónde tenemos que ir? -Preguntó Annabelle- cuánto antes recogamos esos específemenes mejor, como te he comentado, a pesar de que sus efectos con el tiempo son más grandes prefiero recogerlas en su momento óptimo.. - Espero que nadie nos ponga impedimento ¿no? -Inquirió un poco preocupada deseando ir a recoger esos ingredientes.
  20. Anabelle Isabella Rambaldi Di Sforza (Hermana melliza de Heliké) - Lo más raro de todo ésto es que ésta chica aún no se despertase -comentó resignada Anabelle, no lo entendía. Se suponía que si era cansacio ya debería de al menos despertarse y recuperar energías. Tocó la frente de la chica ya que no conocía su nombre, bueno, al parecer Matt había dicho que se llamaba Jessie. Al menos la aliviaba que no tuviese fiebre. - Habrá que preparar lavanda, para que su cuerpo se relaje. Si es cansancio unas horas de sueño le ayudarán a recuperarse, si es otra cosa -negó con la cabeza- no lo sabremos hasta que "despierte" -qué complicado era todo, una buena bruja como lo era ella, suma sacerdotisa de la Orden del Dragón y sin poder hacer mucho más. Pero sabía que las cosas sucedían por alguna razón y esa no era menos.
  21. - Me pareció oler su aroma -le comenté a Matt intentando otear el lugar, pero no sabía dónde podía meterse esa condenada mujer, pero si lo pensaba mejor era así. Tener un día tranquilo con Matt e Ithilion, ya habíamos tenido suficientes broncas para escribir un diario (?). - Pero no sé tanta gente que hay por aquí, quizá se fue hace tiempo, ni idea -me encogí de hombros. - Oh, qué galante -le lancé una sonrisa radiante. La tomé y me la puse por encima, sí, grande me quedaba bastante, que me llegaba hasta la cintura y un poco más, pero no importaba. - La verdad es que yo también, un día tan fantástico como hoy y se aprovechó bastante -pensaba en esos instantes en dónde me había cogido por sorpresa y dado un beso, Ithilion y haciendo de las suyas tirándose por el tobogán y luego que si éramos novios. No pude evitarlo y solté una risilla esperando que Matt no se diese cuenta y pensase que me estaba riendo de él. - Venga vamos -tomé el monedero de piel de moke, la varita y la toalla y me la coloqué al hombro. - Tengo mis cosas en el vestuario, pero si me esperas, vengo enseguida -y para allá fui corriendo. Tomé las prendas que me pertenecían y en un periquete ya estuve a su lado. - Eso sí, en cuánto lleguemos a dentro te la pones. Que empieza a refrescar, aunque no pueda sentir las bajas temperaturas (extremas), tú si las notas y no es bueno que pesques un resfriado, luego tu madre me echarará la bronca -negué con la cabeza y la agaché. Si cuando quería la suma sacerdotisa de Ávalon podía ser una bruja de armas tomar ante un simple catarro. - Pero con una poción pimentónica y ya está ya verás -le dije guiñándole un ojo. Nos encaminamos hasta el hotel llegamos hasta la última planta y en cuánto la abrió me quedé sorprendida: - pero, ¿y ésto? ¡Qué maravilla! -alabé por semejante lugar en dónde nos encontrábamos. Menos mal que no llevaba a Ithilion en brazos, que seguro que se me caía por la sorpresa... - La terraza seguro que me gusta... En la Rambaldi, cuando quiero evitar a gente, salto de la terraza de mi habitación y aterrizo en el suelo y me voy por ahí - y sin poder evitarlo, lancé una carcajada... Si mi padre Deiwan se enterase de semejante situación seguro que me reñiría pero ahora ya no estaba. El rostro se me esombreció un poco pero cambié el ánimo por los chicos: - Bueno cariño, ¿pedimos algo de cenar? Pide lo que quieras, seguro que me gustará¿Te imaginas la cara de Sagitas si piensa que estamos haciendo cosas que no deberíamos? - Y En ésta ocasión no pude evitar estallar a carcajadas. - Mientras voy a cambiarme, no es plan comer en bikini -y casi sin contenerlo lo miré con cara provocativa llendo hasta el baño que me había indicado para cambiarme de ropa.
  22. http://i.imgur.com/4gxgTI0.gif En el negocio Ladurée las cosas se habían puesto un poco feas, pero aún así había intentado por todos los medios contener la infección. Aunque en este caso era Sean quien era el que estaba zombificado (?) y había al menos podido "controlar" para que no mordiese, el problema ahora era la clínica. El lugar, tenía que ser refugio para el que estuviese enfermo se curase sin ningún problema, pero ahora se había vuelto un lugar peligroso por culpa de unas pociones derramadas y que habían vuelto "loco" a todo el mundo. Después de aparecerme a cinco metros de la entrada, aún tenía puesta encima la ropa con laa que había salido de enfermera, varita en mano, era hora de contener a los zombies y que no siguiesen causando estragos... Con la varita en la mano derecha me concentré y olvidé todo lo demás, tenía que conseguir que fuese el hechizo lo suficientemente poderoso para que rodeara toda la clínica... Cuando estuve lista, exclamé: - ¡¡fortificum!! -el hechizo había funcionado había conseguido invocar una muralla de ladrillo fuerte, de cuatro metros de ancho, por diez de alto, y en los laterales de la entrada de la clínica del mismo grosor. Estaba separado del hechizo antiaparición por una distancia de cinco metros. Esperaba al menos que ningún zombie se hubiese escapado. Incluso dudaba que Sagitas no me regañase por usar magia oscura, pero si era necesario al menos que fuese útil.
  23. http://i.imgur.com/4gxgTI0.gif -¡¡ aaaaaaaaaaay!! -exclamé al ver como el maldito zombie Sean había conseguido zafarse de mí, dándome una buena patada en mis partes traseras. ¡¡Maldito sea!! Aunque la ventaja que tenía yo, era que quizás él no me considerase tan nutritiva como un humano, al ser vampira. Sí, era una persona muerta "revivida" por la ponzoña vampírica, pero no sabía qué hacer ahora, parecía que mi empleado se las había ingeniado para "andar" a pesar de tener el encantamiento de las piernas bailongas. No podía evitar sonreír al ver como intentaba morder y con las extremidades descontroladas completamente. Me fijé por el rabillo del ojo en como su pizarilla cambiaba por un "lo siento" con letras grandes... Ésta vez, chillé a grito pelado dentro del local, esperando que mi prima me escuchase: - ¡¡Xeeeeell cuidadoooo Sean va a por tiii!! - ¡Cierra la puerta! -Le pedí a Vianne, la recepcionista fue corriendo y cerró la puerta con llave, poniendo el cartel de "cerrado" del local. ¿Sería capaz de controlar la situación? No lo sabía, pero debía de calmarme y razonar para dar mi siguiente paso.
  24. http://i.imgur.com/4gxgTI0.gif A Sean parecía que le costaba expresarse en el modo "humano" me fijé que llevaba una pizarilla colgada al cuello, me quedé estupefacta. ¿Pero qué era lo que estaba pasando? Sabía que esas pócimas causaban estragos, pero ¿hasta ese límite? No lo entendía... Miré al objeto que tenía colgado y unas letras rojas y brillantes aparecieron en ella. Abrí de nuevo los ojos como platos ¡¡vaya, ahora sí que mi subordinado y amigo me pedía ayuda!! Pero, ¿cómo podía ayudarlo? Lo único que se me ocurría era maniatarlo y que no siguiera mordiendo y por ende que no se extendiese más la infección... De nuevo otras letras volvieron a aparecer, agarré la varita fuertemente... - ¡¡No hagas que te detenga Sean!! - di unos cuántos pasos atrás... - Si no quieres que haga que te cuelguen tanto las bolas como para no seguir, ¡será mejor que te estés quieto! -intentaba reírme por mi ocurrencia, pero por primera vez en tiempo, estaba un poco asustada. ¿Le cabrearía la amenaza? Sabía ciertamente que eso no le iba a gustar pero seguramente no le gustaría tener eso ahí colgando de la entrepierna... Pero el 'zombie' Sean parecía que había detectado el aroma de Xell, olisqué el aire, sí, también estaba ahí dentro... ¡maldita sea! Se suponía que era jefa, bruja y mortífaga, debería de contener las ansias de ese mago pervertido... Hice un giro con mi muñeca, esperaba al menos que eso lo relantizase y sacar a todos los clientes de ahí: - Tarantallegra - el rayo plateado salió de mi varita mágica y le dio de lleno en las piernas... Éstas le empezaron a bailar rápidamente... - ¡Es por tu bien! - grité asustada y fui hasta la Bibliotéque... - ¡Xell! -llamé a mi prima que estaba tomándose algo, al parecer observaba un poco roja al camarero, no pude evitar soltar una carcajada... - No es momentos de ligoteo, ¡recuerda que tienes novia! Aunque no me haga gracia, tengo que sacarte de aquí viva y cuerda, y si no lo hago, no quiero enfrentarme a mi propia hermana -gruñí, esperando que entendiese la situación. off: hechizos decorativos
  25. http://i.imgur.com/4gxgTI0.gif Corrí como si me llevasen los diablos, pero no podía detenerme. El primer lugar al que iría sería al Ladurée no sólo porque era un negocio compartido con mi padre, sino que éste recién había abierto sus puertas tras el caluroso verano, y necesitaba saber que estaban las cosas bien. En menos de cinco minutos ya había llegado a la entrada. Dejé que el aire fresco del otoño pasara por mis pulmones, pero antes de entrar ya me dio mala espina ¿debía de temer algo? Esperaba que Vianne, la recepcionista me dijese que estaba todo bien... Abrí la puerta de un sopetón y ahí lo vi, Sean, parecía "transformado". - Sean... -me giré sobre mis talones y me aparecí dentro del local. Una joven esperaba a ser atendida... - Disculpa -con un chasquido de mis dedos hice que Vianne la recepcionista viniese. - ¿Hay alguien aquí del Ministerio? - Pregunté. Ella me miraba rara como si no supiese - sí, a lo mejor vino Xell, es una chica alta, de pelo rubio -ésta asintió con la cabeza y me indicó que en la Bibliotéque ahí se encontraría, asentí con la cabeza. Había una joven que estaba esperando a ser atendida... - Perdona -(me dirigía a Adryane (Louise) - será mejor que te vayas, no quiero echarte pero quizá corras peligro y por tu bien, será mejor que te alejes del callejón Diagón -le pedí con urgencia, esperando a que entendiese. Luego vi a Sean, parecía que estaba ido, con mi varita en la mano la bajé... me dirigí a él... - Sean -llamé despacito, pero no sabía cómo se iba a comportar y mucho menos sabía si me reconocería- amigo, ¿estás bien? -parecía que tenía los ojos de otro tono de color, pero no debía confiarme, debía tranquilizarme y evaluar la situación.

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