Sira Loveless Haughton

Bueno pues habia pospuesto esto cosa que no debi pero andaba ocupada y ahora me voy poniendo al dia de todo, y tambien decir que me pongan como mortifago ya v.v ya deje de ser aspirante *-* sean buenitos XD y aqui mi fichita: Nick:Sira Loveless Haughton Nombre:Raquel Edad: 27 Fecha de cumpleaños: 7-05-87 País: España Skype: siragranger@hotmail.com

Hola hola XD, bueno yo vengo a darle el si a todo a mi recien estrenado esposo *lo muestra como un muñeco* y bueno voy a parecer una coneja pero no importa, yo los quiero igual y amm una duda que tengo, ¿cuando se vuelve abrir el topic de la familia??? Pues eso, me voy a seguir roleando a mis hijos cuando quieran pueden ir a buscarme y agregarme al skype! *deja chocolates*

Rick Nowak http://i.imgur.com/gnYzEo3.jpg El moreno después de semanas de ausencia, había vuelto a Londres para acudir, aunque fuera de incognito, a la boda de su hija Sira. La boda había terminado hacia unos días, pero él no se había presentado delante de la castaña que estaba gozando de unos días de tranquilidad con el que ahora era su marido. Iba a volverse de nuevo a Polonia, cuando se acordó de Anne, aquella castaña con la que había tenido un pequeño idilio y del que no había podido olvidarse, ya fuera porque fue raro o rápido, o simplemente porque le gustaba la castaña, pero de eso no tenía la menor duda. También quería ver como sus hijos estaban ya de grandes, los bebes de pequeños cambiaban de un día para otro y seguro que ahora estarían ya bastante grandes. Vestía unas bermudas vaqueras en color claro, con una camiseta en manga corta, azul marino con el cuello blanco haciendo que pareciera tener otra camisa bajo la azul. Sus pasos se pararon frente a las puertas del castillo Gaunt, el cual ya conocía y dio unos golpes esperando la respuesta mientras se pasaba sus manos por los cabellos revolviéndolos nervioso.

Lo había decidido, tenía demasiados galeones y a veces no sabía en qué gastarlo, se pasaría por la planta de pociones después de terminar con aquella transacción. Desde siempre había querido tener un perrito, un Yorkshire Terrier era su ilusión, nadie sabía de aquel sueño de tener un perrito que poder llevar en sus brazos. Por lo que llegó de nuevo a la planta donde los animales podían ser adquiridos. Nunca se cansaba de ver aquel magnifico Mall donde los magos se concentraban para realizar sus compras y gastar los galeones que, a veces, costaba tanto ganar, ¿pero que era la vida sin permitirse caprichos? Y Sira era de lo más caprichosa, lo tenía asumido desde hacía mucho tiempo. Con una sonrisa en su rostro se acercó al mostrador nada más llegar a la trastienda y conociendo los trámites tomo uno de los formularios: Entregó el formulario y espero que todo estuviera en orden, a veces se confundía demasiado con tanto formulario.

Yo vengo a llevarme a mi hija conmigo para mimarla y darle dulces y todo lo que ella quiera *se lleva a su hija antes de que llegue otro y la rapte* en fin bueno pues eso que es mi hija y bienvenida a la familia, luego le dire a Kritzai que se pase tambien para darte la bienvenida, sera tu padre y sino quiere pues para mi solita XD na seguro que dice que si. Monica muchas gracias si entendiste bien era la misma que Kritzai ahi lo encerrare y lo mantendre cautivo XD

*Se va con su mami ahora legal* Ahora si que puedo decirte Mami!!! que bien que aceptaras mami amorosa aunque mi hermana Valky sea mi mami pervertida que lio todo!!!pero bueno no pasa nada ( he de decir que estoy comiendo una patata y me he quemado la lengua v.v) En fin despues de este inciso estoy feliz de que mi mami sea Juve *se sopla la lengua* creo que me ire a beber agua fresquita XD.

Holaa bueno como lei una vez que Monica le dijo a Kritzai que me diera una pocion para venir aqui...pues aqui estoy pero sin pocion, sino por mis medios XD y bueno pues aqui traigo mi ficha: Espero le guste la habitacion que elegi para los dos XD y bueno eso es todo* deja culebrillas*

Rick Nowak http://i.imgur.com/gnYzEo3.jpg Seguía al lado de la castaña tras presentarse a su hermano y la bruja rubia. La conocía e iba a decir unas palabras cuando aquel fastidioso fantasma volvió a hablar haciendo que la Gaunt lo mirara con ojos de odio respondiendo de tal manera que el fantasma desapareció de su vista. También tenía ganas de contestarle pero se contuvo, no quería dar una mala imagen delante de la familia de la ojigris. Siguió callado, para su sorpresa estaba algo nervioso de encontrarse bajo la mirada acusadora del hermano de ella:- Espero que si nos acompañen- Dijo simplemente mirando a la pareja que tenía delante. El hermano se presento estrechando la mano del Nowak con un leve apretón que el correspondió del mismo modo, de una manera amistosa. Rodeo la cintura de la rubia presentándola como Juve, su novia y madre de su hijo. - Enhorabuena por la feliz noticia-Añadió con una sonrisa sincera, un niño siempre era bien recibido, había pasado lo mismo con su nieta Scarlett, la cual vivía con él desde que nació. Las palabras del hermano eran las más normales. Se notaba que el vampiro era muy protector con su hermana y así lo hacía notar con su tono de voz y sus palabras. El Nowak sonrió:- ¿Qué hago?, bueno vine a hablar de un tema con ella y se presentó el parto de sus hijos- Comenzó a decir tranquilo, parado aun en el mismo lugar:- La ayude junto con Bodrik, la sanadora y bueno estaba por marcharme a Polonia, donde tengo mi castillo, pero no pude rechazar su invitación a comer- Dijo esperando a ver respondido a las dudas de Emmet. Aunque sentía que aun no estaba demasiado convencido. Ahora la mano de Juve estrechaba la del castaño de una manera más delicada y sonrió, iba a besar la mano de ella pero decidió dejarlo en un simple apretón, no sabía que podría hacer su novio si demostraba aquella muestra de caballerosidad: - Sí, nos llevamos bien, aunque el comienzo fue algo tenso, ¿verdad?- Dijo esta vez mirando a Anne que de momento permanecía callada. Las últimas palabras de la Malfoy le hicieron pegar un pequeño respingo, ¿conocerlo? Estaba seguro de que no la había visto en ningún lado antes. Pero… ¿seria verdad aquel parecido con su hija?: - Señorita Juve, no creo que nos hayamos visto pero…bueno según Anne me parezco bastante a mi hija Sira- Dijo con una sonrisa pensando en su hija, la cual parecía ser muy conocida:- Sira Loveless. Dijo terminando mientras Anne comenzaba a responder a los interrogantes de su hermano y los invitaba a seguirla para comenzar con la comida, cosa que Rick hizo sin objeción, le encantaba la compañía de Anne: - No sabía que mi hija había sido alumna tuya- Dijo en voz baja hacia Anne.

Sintió la caricia del castaño en su vientre y se acomodo dejando su espalda amoldarse al pecho del futuro padre:- No claro…ahora no, pero lo has sido- Dijo dándole otro pellizco en la mano que acariciaba su vientre, todo Londres sabia de las andanzas del castaño, y ella, como no, lo sabía también, nada quedaba oculto en aquella ciudad de magos. Zeta felicito a Kritzai y ella sonrió, la que se merecía más la felicitación era ella que sería quien traería al mundo a la pequeña criatura:- Oye que pasa ¿a mí no me das la enhorabuena?- Preguntó de manera sarcástica mirando ahora aquel vaso que le había puesto delante, no era que no se fiara de lo que él le decía, pero no le hacían gracia otras bebidas que no fuera aquella que había pedido, podría saber igual, aunque lo dudaba ya que la receta de la coca-cola era un secreto muy bien guardado, pero lo que más le gustaba era el gas y ese trago no tenia. Mientras la castaña se debatía en si beber aquel mejunje o no, Anne y Kritzai hablaban poniéndose al día de sus cosas. Sira decidió entonces no tomar aquello:- Zeta, te agradezco enormemente esto, pero de verdad se me antoja una coca-cola- Su voz sonaba como si de una niña pequeña se tratara, no podía negar que a veces podía serlo. Anne entonces se hizo la enojada y se apoyo sobre la barra:- No, no tranquila, nada contra ti- Subió sus manos ante ella y las movió de un lado a otro sonriendo, sabía que estaba de broma:- Pero no me vas a negar que las tienes- Ambas carcajearon así como Zeta y Kritzai que se unieron a ellas. En ese momento la puerta se volvió abrir y Tejo entró en el local, al parecer estaba dando una ronda por el Callejón: - Mi amor, quiero chocolate- Le susurro tras las palabras de él:- Yo también te amo y mejor no me veas enojada- Sonrió.

Aquella noche la había pasado sola en la Loveless pensando en todo lo que había descubierto, o al menos lo que Fyre le desvelo haciendo recordar lo que tenía guardado en su subconsciente. Kritzai, el que era su prometido, hacia años la había conocido, si, se habían conocido y tras dejarla sin siquiera una explicación, después de todo lo que le había prometido, la había vuelto a conquistar sin decirle nada. Lo que más le dolía en aquel caso, era que había tenido una hija, una hija que ella, bajo el mando de Fyre la había dejado en un orfanato de Mónaco. ¿Dónde estaría su hija en aquellos momentos? ¿Por qué no le había dicho nada? Todo ahora era mentiras, todo lo que le había dicho y hecho, seguramente tenía la intención de volver a desaparecer: - ¿Y porque sigues con él?- Se pregunto para sí misma. Caminaba por el Callejón, y llego hacia un nuevo local que despedía un dulce olor a cacao, café y chocolate. Aquello podría hacer que se tranquilizara, ya que tenía ganas de matar a Kritzai por hacer lo que había hecho. Empujó la puerta del local y aquel olor se hizo más intenso, un poco más y su boca se hace agua, aquel olor le encantaba. No había muchas personas que conociera aunque si se fijo en una joven castaña que estaba solitaria en una de las mesas, la miraba de reojo y se sentó en una mesa no muy lejos de ella, pero sin saber por qué.

Rick Nowak http://i.imgur.com/gnYzEo3.jpg Vio la sorpresa de la castaña a sus palabras, era verdad que no se pasaba el día de flor en flor, no le gustaba aquello, ya había tenido bastante tantos años bajo el yugo de aquella mujer que su hija terminó por matar hacia años. La muy vieja se había mantenido con vida más años gracias a las pociones que lograba hacer, además de mantenerlo en un sueño constante, logrando que se evadiera de la realidad y seguir bajo sus faldas. Pero no era momento de pensar en aquello: - Bueno…no por ser…atractivo, tengo por qué ser uno de ellos- Apretó su mano con cariño para dejarla bajar los últimos peldaños sin dejar de mirarse a los ojos, aquellos ojos eran más poderosos que la poción que Lana, aquella mujer, le había dado durante años: - Tranquila, sería solo descansar, de eso, puedes estar segura- Le bastaba con quedarse cuidando de la bruja el tiempo que necesitara para recomponerse, no iba a intentar nada de lo que ella estuviera pensando al mirarlo con aquella picardía. De nuevo la voz del hermano resonó entre las paredes de aquel pasillo que los conducía hacia las cocinas. La noto nerviosa al escuchar la voz al parecer algo molesta por la insistencia pero a la vez feliz por la llamada de su hermano. Tan solo aquella puerta los separaba del joven que gritaba su nombre: - Tiene ganas de ver a su hermana- Dijo el Nowak encogiéndose de hombros sin soltar aun la mano de la Gaunt, por la que ahora describía pequeños círculos con la yema de sus dedos por ella:- SI, me pregunto si no es mejor que me vaya…no quiero incomodar- No tuvo respuesta alguna a ello, estiró de su mano para dirigirse hacia las cocinas, la verdad comenzaba a ponerse nervioso de estar allí. Las cocinas aparecieron delante de sus ojos y en ellas se encontraban dos jóvenes, una rubia embarazada y un joven, seguramente el hermano de Anne. Ambos magos tomaban sangre como alimento, pero lo que más le sorprendió fue el fantasma, volvía a estar allí y lo miraba con cara de pocos amigos, a saber qué les diría a la pareja sobre él, pues sabía que no le hacía gracia su presencia. Como había predicho, aquel joven era su hermano, ya que el abrazo que le dio fue revelador. Lo mismo hizo con la joven bruja rubia, al parecer pareja del hermano de la Gaunt. Aun en el umbral de la puerta, la castaña lo señalo:- Rick Nowak, un placer- Se acercó con paso firme para estrechar la mano del hermano de la ojigris y de la rubia.

Anne tras la sorpresa de ver a Sira abrir la puerta, se separo rápidamente de Zeta y se fue hacia la barra para ponerse tras de ella y prepararse un vodka, así como hizo el encargado que tomó el vaso que ya llevaba tiempo servido por la sudoración del vidrio, al menos eso pensaba la castaña que portaba una sonrisa en sus labios: - Si, ya se ha pasado la pena, todo eran pensamientos míos – Kritzai apareció tras de ella y la rodeo con su brazo por el hombro. Sira entonces lo miró con ojos de ensoñación y entrelazaba su mano a la de él que colgaba sobre ella y daba la noticia a Anne, que ya sabía, ya que ella misma se lo había dicho minutos antes. Carcajeo ante el comentario de la madre de su prometido, sabía que se llevarían bien, no se preguntaba cómo lo sabia pero lo sabía: - Bueno Zeta, te presento al padre- Se habían sentado en unas banquetas frente a Anne y Zeta que tenían una tensión evidente entre ambos. Kritzai se sentó después de ella tras de sí y la abrazo por dentaras, dándole más mimos de los que ella hubiera imaginado tener al saberse embarazada. Besó la nuca de ella y sonrió, la Loveless acaricio las manos de él que la rodeaban con cariño y suavidad: - Amor, si tu quieres puedes beber alcohol, yo quiero un refresco de cola- Aunque le había ofrecido la especialidad de la casa, a la castaña lo único que le gustaba y se podía decir que era adicta era a la Coca-Cola, por muy extraño que pareciera, aquel refresco muggle era su adicción, no podía pensarse un día sin aquel refresco, era adictiva y no podía ser de otra marca que no fuera Coca-Cola, sino no la quería: - Zeta, ¿seguro que quieres una cita con Anne? Cuidado y no saque las garras- Dijo soltando una carcajada haciendo referencia a su condición de licantropa:- Si, menos mal que se endereza este mujeriego- Terminó diciendo tirándole un pellizco en la mano al castaño.

No podía estar más entusiasmada ante la respuesta y la reacción de Kritzai. Aunque al principio lo había tomado por sorpresa, al igual que a ella, no era que supiera al cien por cien que estuviera embarazada pero Fyre ya se había encargado de decírselo ya que ella compartía su cuerpo y sabía que era lo que pasaba o no, algo extraño pero así era. Ya no tendrían que esperar a después de la boda para hablar ahora sí que tendría que pensar más en la familia cuando se dispusiera a morir, algo que le encantaba al castaño. Seguía acariciándolo con ternura, pronto tendría que compartir los mimos con el pequeño que crecía dentro de ella, algo que esperaba al castaño no le importara demasiado pues él debería hacer lo mismos. Ahora lo tenía al lado, sentado junto a ella, pegado como si aquel niño los hubiera unido aun más: - Lo sé mi amor, pero espero sea un varón- Sabia que él, de relaciones anteriores solo tenía niñas, ella por el contrario no tenia ninguno, al menos no en Londres, ya que Scarlett se había vuelto a marchar con su padre a Polonia. Aquel niño o niña sería bien recibido en la familia estaba segura y Eve, necesitaba a alguien con quien jugar: - No es que no quiera que se sepa cariño...bueno tu sabes- Aclaró descubriendo que él pensaba que era porque no habían anunciado ni su boda, acontecimiento que ya todo el mundo sabía gracias a ella. En su familia aun no había comentado nada sobre su aborto, aunque seguro que algo habrían notado ya que su panza no había crecido, y ahora estaban demasiado ocupados con la boda como para pensar en otra cosa. Movió su anillo sobre su dedo y sonrió: - Seguro que se lo toma…bien- Dijo con un deje irónico en sus palabras ya que había compartido una pequeña velada con la que sería su suegra y la reacción fue la esperada, había puesto el grito en el cielo y poco más y se desmaya al enterarse que iba a ser abuela. Comenzó de nuevo a acariciarle el vientre, tenía la impresión que a partir de ahora eso sería muy común. Ahora las palabras iban dirigidas al feto que se gestaba tranquilo dentro de ella, aquella visión de un padre hablándole a un hijo era verdaderamente tierna y ella sonrió y volvió a acariciar el cabello de su amado: - Sabes que no suelo beber alcohol- Arrugó la nariz y se levanto para abrir la puerta y buscar a Anne mientras el elfo salía de nuevo en busca de la carta que había pedido Kritzai:- Amor, vamos fuera con Anne – Le dijo con una sonrisa. Al girar al pomo y abrir la puerta encontró una escena algo cómica que Anne y Zeta compartían:- Que bonita escena- Dijo con una sonrisa dejando la puerta del reservado abierta y que el castaño saliera.

Sabía que sus palabras no eran claras, que no había sido demasiado precisa, pero su prometido era listo y sabría a que se refería la Loveless que se mantenía seria y nerviosa a la respuesta de él. Iban a tener un hijo y no sabía cómo se lo iba a tomar, apenas si estaban comenzando una nueva vida juntos, ni se habían casado y ya esperaban una gran responsabilidad, un niño no era un juguete tendrían que poner todo de su parte para que fuera bien y no se desviara... Por fin había caído en lo que ella quería decirle, con aquella frase había esperado que el entendiera que tendrían un bebe en unos meses. Pero la primera reacción de él era confusa. Parecía nervioso, pero a la vez alterado, callado y sin saber que decir, todo aquello se reflejaba en su rostro en pocos segundo. Al final el sonrió abiertamente, con ganas y expectante. La tomó en sus brazos para estrecharla contra su pecho algo más fuerte de lo que estaba acostumbrada. La sonrisa y su felicidad resonaron en sus oídos ahora que la tenia apegada a su cuerpo:- Amor, si, si es verdad…pero cuidado y no me estrujes como una naranja- Le dijo haciendo que este la soltara un poco pues comenzaba a quedarse sin respiración ante aquel efusivo abrazo. Los gestos efusivos fueron acompañados de palabras igualmente efusivas. Ahora sus labios se juntaron en un apasionado y tierno beso, esta vez abrazándola con menos fuerza y más ternura. Lo sentía feliz, las dudas se habían despejado no la iba a dejar sola estaba segura ante su reacción que juntos combatirían lo que pronto llegaba aunque sí que debería cuidarse y ahora sí que lo haría. Ahora las caricias iban a su vientre y aquello le hizo sonreír dejando que hiciera, de momento no notaria nada, apenas si estaba de unas semanas:- Yo también te amo…al principio pensé que no te alegraría la noticia- Se volvió a sentar pensando en la conversación con Anne, esperaba que Kritzai mantuviera su emoción controlada, aun no era el tiempo de decirle a su familia la buena nueva, al menos hasta que no se sintiera segura de ello: - Si lo seremos y espero que sea un varón amor- Le dijo confesándole sus deseos pues deseaba que fuera un niño fuerte como el padre:- Amor…pero de momento no se lo diremos a nadie ¿si? Solo Anne lo sabe- Acariciaba la cabeza de su prometido que la tenía sobre sus piernas, seguramente intentando escuchar algo que le dijera que su hijo se encontraba ahí.

Rick Nowak http://i.imgur.com/gnYzEo3.jpg Lo sentía, el castaño podía sentir como ella luchaba con su fuero interno para no acercarse a él, lo que no entendía era el porqué de ese rechazo cuando minutos antes estaban tan pegados. Algo había cambiado en la actitud de ella y no era por su hermano. Avanzaban hacia las cocinas, estaban ahora en el vestíbulo y ella aun lo llevaba agarrado de la mano. Se dirigían hacia una de las puertas que se situaban a la derecha para aparecer de nuevo en otras escaleras. Estaba esperando a que la matriarca abriera la puerta cuando sus ojos se quedaron parados en el reflejo de su rostro en un espejo. Aquel espejo describía perfectamente las facciones fuertes y sensuales que el castaño poseía, así como una mirada penetrante de sus ojos negros. Se dio una sonrisa seductora pues seguro ella lo veía, y entonces lo supo. Sus ojos, aquella sonrisa…era la viva imagen de su hija, Sira era tan parecida a él que estaba seguro que la castaña que tenia agarrada de la mano se había dado cuenta: - No, no te creas que soy un Don Juan que se pasa el día de flor en flor, querida- Le dijo bajando ahora las escaleras, él de una forma más pausada, disfrutando del momento con ella, el lugar estaba menos iluminado que el castillo, pero era normal ya que comenzaban a llegar a un lugar profundo del mismo:-Solo que…no por mi parecido con Sira, evites acercarte a mi- Dijo sin más pasando ahora delante de ella llegando al final de las escaleras. Se giró para verla bajar y extendió su mano hacia ella:- Lo sé, sé que necesitas descansar y no me negaría a ayudarte con ello- Aquella invitación lo había pillado por sorpresa no se lo esperaba después del esfuerzo que hacía por no acercarse a él:- ¿Segura que quieres descansar conmigo?- Preguntó mirándola.

Rick Nowak http://i.imgur.com/gnYzEo3.jpg La voz que había resonado por todo el castillo pareció ilusionar a la bruja que momentos antes mantenía sus labios pegados a los de él. Se sentía contrariado por tantas interrupciones que impedían pasar una velada tranquila y posiblemente apasionada con ella. Además de aquellas interrupciones, sabía que algo más recorría los pensamientos de la castaña, pero aun no conseguía descifrarlos: La cara le brillaba, parecía que aquel hombre que la llamaba era muy importante para ella, tanto como para desprenderse de él y que su cara resplandeciera. Torció el gesto pensando en que ya era de desaparecer hasta que ella aclaro que quien la llamaba era su hermano: - ¡Ah! Tu hermano…- Al escuchar las palabras de ella, siguió entonces acariciando lo que momentos antes describía en círculos tras de ella. Se sentía bien haciendo aquello por lo que al ser de nuevo desprendió de ello y tomado de la mano para ir a conocerlo volvió a torcer el gesto, ¿Por qué se empeñaba en hacerle todo aquello?: - Me gustaría más si dejaras de moverte para poder hacer más cosas…-Dijo en un susurro con una voz seductora y sexy al oído de ella:- Bueno…no estoy haciendo nada que dañe a su hermana, ¿o sí?- Se separó de ella lo justo para caminar a su lado rumbo a lo que parecían ser las cocinas del castillo, seguramente desde allí el tal Emmet la estaría esperando.

Rick Nowak http://i.imgur.com/gnYzEo3.jpg Había aceptado la invitación sí, pero ahora lo que le mantenía ocupado eran los labios de la mujer que se habían juntado con lo de él en una danza lenta y armoniosa. Sus labios no tenían la intención de separarse de los de la Gaunt. La sentía cerca, acariciando su pecho y alborotando su cabello mientras él seguía apretando su cintura contra su cuerpo y sus manos recorrían su espalda de arriba abajo, con delicados roces. Sus labios se separaron por un segundo pero tan solo para dirigirse hacia su cuello lentamente para rozarlo con sus labios y después besarlo… La sentía tan cerca y la deseaba de tal manera que al escuchar el llanto de Sarah su pequeña nube se vino abajo ya que ella pronto se separo de él para acudir al llamado de su hija que dejo de llorar al tomarla: - Parece ser que no podremos permanecer tranquilos ni un momento- Dijo el Nowak cruzándose de brazos mirándola de arriba abajo mordiéndose el labio. La tensión entre ellos era evidente, pero había algo en la bruja que parecía detenerse ante sus impulsos. Se paso la mano por la nuca, donde momentos antes tenía la mano ella y aun sentía el murmullo de sus roces y caricias. - ¿Enserio te estás cansando? O… ¿hay algo más?- Preguntó después de que los mellizos desaparecieran en manos de los elfos y las ordenes fueran dadas para la comida. Sentía que algo le pasaba por la mente que no le quería decir. Un gran grito se escuchó en la estancia y aquel grito iba acompañado de un nombre, y ese nombre era el de la Gaunt: - Parece que te reclaman, creo que te he tenido demasiado tiempo retenida- Se acercó a ella y sin pensarlo dos veces su mano pasó por su espalda para bajar lentamente hasta la parte más baja y acariciarla describiendo sus curvas.

Dama lo había estropeado todo, no entendía porque la rebelde elfina se había dignado a ir en busca de su prometido, no hacía falta que hubiese ido, aquella noticia se la querría dar en otro momento, pero ya estaba allí y aunque feliz de su presencia, por otro lado se sentía atemorizada por la respuesta de el. Aun de la mano volvió a preguntar por la elfina que había desaparecido: - Pues no sé, es culpa de Cadmus, la tiene atolondrada y hace lo que quiere- Fruncía ligeramente el ceño para terminar poniendo los ojos en blanco. Tras la pregunta de la castaña, el rostro del castaño cambio, además permaneció unos segundos como en otra cosa, ¿no le interesaría lo que quería decirle? Estaba segura que si le decía de su supuesto embarazo se escandalizaría y saldría huyendo, el Haughton ya tenía una niña pequeña de dos años con su anterior pareja, no estaba segura de si querría otro. Sabía que había sido algo prematuro, no se habían cuidado y ahora eso traía consecuencias, sus labios se volvieron a posar en su mano que la hizo temblar por escasos segundos. La castaña retiro la mano de al lado de su futuro esposo con timidez, estaba claro tras sus palabras que aun no tenia pensamiento de ser padre, seguramente pensaba antes en hablarlo y entonces proceder a tenerlo, pero ahora la charla aquella había quedado obsoleta: - ¿Recuerdas las advertencias de la sanadora?- Preguntó ahora sintiéndolo a su lado: -Deberíamos esperar para poder quedarme embarazada de nuevo- Le recordó las palabras de Bodrik al darle de alta:- Pues creo que su consejo ha sido…en vano- Le dijo esperando se diera cuenta de lo que quería decirle.

Rick Nowak http://i.imgur.com/gnYzEo3.jpg - No te preocupes, aunque no te lo creas, este viejo sabe mover la varita- Le dijo a la castaña mientras seguía acariciándola apegada a él. Los dos abrazados, su mano pasando por el cabello de ella. Aunque llevaba años sin utilizarla, el Nowak en sus tiempos había sido un mago reconocido en Polonia, solo que desde que su hija se había ido de su castillo y se había quedado solo, se había limitado a cuidar de su hogar si bien utilizaba la varita seria por verdadera necesidad, pues para lo demás tenia a sus sirvientes que a veces incluso le preparaban el baño, ahora que lo pensaba se había convertido en un demonio acomodado. De nuevo el fantasma apareció realizando el informe de lo sucedido. Conocía a los fenixianos por las lechuzas que Sira le mandaba y los periódicos, la verdad que aquellos brujos y brujas no eran de su agrado. Suspiro profundamente haciendo que su fornido pecho se levantara a la vez que el rostro de Anne, que ahora miraba al fantasma con el ceño fruncido, le tentó el besarle el rostro, pero al parecer aquel pirata muerto no lo vería con buenos ojos: - ¿Comer? Si, si estaría bien- No se había dado cuenta de que su estomago también rugía ya que las emociones lo habían embriagado. Apego mas a él a la Gaunt aferrándola fuerte de la cintura, apretó una de sus manos sobre ella mientras que con la otra subía por el torso de la castaña, sin llegar ni a rozarla hasta llegar a su rostro. Ahí si llegó a acariciarlo con lentitud, apoyando el dorso de la mane en su mejilla sin dejar de mirarla a los ojos. Llego a su cabello pasando su mano por detrás de él y posarla en su nuca. Entonces bajo la mirada de aquel pirata, el Nowak se acerco a sus labios de nuevo para besar con lentitud aquellos labios que tanto le habían traído desde el primer momento.

Entrelazo su mano con la de él, la apretó más aun como queriendo que no se soltara de ella. Antes de que Anne se fuera, el castaño la saludó evitando así que ella se sintiera ignorada por su prometido, a veces podía ser muy atento, al menos cuando se lo proponía. Sira seguía nerviosa, por mucho que tratara de ocultarlo en su mente seguía pensando que se sorprendería de tal manera que saldría huyendo por el lugar por donde había entrado: - Yo no le dije tal cosa a Dama- Miró entonces a la pequeña elfina que en aquel momento salía corriendo del apartado del local sabiendo la reprimenda que podría caerle si se quedaba:- No es que no quisiera verte, pero no hacía falta que vinieras hasta aquí- Su voz al igual que la de él sonaba cariñosa, intentando que no se notara su nerviosismo: - Amor… ¿Que opinarías si volvieras a ser padre?- Ahí estaba la pregunta. La había soltado rápido, no le valía la pena seguir mareando aquel tema. Sus ojos la miraban detenidamente, su mano se apretaba mas a la de él para después comenzar a acariciarse mutuamente con sus dedos, describiendo pequeños círculos. Para que el temblor de esta no se le notara tras decir aquellas palabras que escribirían su futuro.

Se preguntaba donde Dama hubiera podido ir, desde que se había hecho amiga del elfo del castaño estaba algo más rebelde, aunque no la descuidaba: - Dama es muy buena, no me puedo quejar, y eso que me la encontré al llegar a Londres…mejor dicho ella me encontró a mi- Sonrió por primera vez en toda la tarde, la conversación con Anna la había relajado y eso se lo agradecía. La respuesta a las preguntas curiosas de la castaña no se hicieron esperar y la historia comenzó. Sus ojos se centraron en los de ella, escuchando cada palabra, todo lo que ella le contaba se le hacía sumamente interesante, la verdad que había vivido grandes experiencias:- Bueno… hay veces que los “hombres”, si se les puede llamar así a ellos, no quieren complicaciones ninguna con lo que es suyo por derecho- Se encogió de hombros, ¿y si Kritzai fuera como aquel jugador del cual Anna se había enamorado? Su rostro se volvió de nuevo tenso hasta que la puerta se volvió abrir para dejar paso al castaño que con cara de preocupación se acerco hacia donde estaba ella tomándola de la mano dándole todo su apoyo: - Cariño… ¿Qué haces aquí?- Dijo sorprendida, abriendo los ojos de par en par. Ahora sabia donde Dama había ido, a buscarlo, pues ella aparecía tras de él. La Loveless sonrió nerviosa y apretó la mano de su prometido viendo como Anne se iba dejándolos solos. Por un lado no quería que se fuera, sería un gran apoyo si al final Kritz decidía dejarla con aquel bebe en sus entrañas: - No…no pasa nada…de verdad que no…- Su voz sonaba dubitativa, no sabía cómo decirle de sus sospechas, temía que no se lo tomara bien y la dejara a las puertas de la boda además de derrocar todas sus ilusiones para con él.

Rick Nowak http://i.imgur.com/gnYzEo3.jpg Aquel comportamiento de niña pequeña que ahora tenía la Gaunt le hizo reír moviendo la cabeza de un lado a otro:- Claro, serás bienvenida cuando lo desees, tanto tu como los mellizos, obviamente- pasó su mano por su mentón, acariciando su perfilada barba de tres días, rascó su mentón sin dejar de mirarla hasta cruzar su mirada con la de ella de nuevo, sus mejillas estaban sonrosadas y eso le estaba comenzando a encantar: - Con magia o no, tu belleza inunda el castillo- Escuchó la risa angelical de la castaña:- Y nadie puede negar eso- Señalo entonces al fantasma aquel que para una vez que lo necesitaba no lo encontraba:- Ni siquiera aquel amigo tuyo fantasma- Esta vez fue él quien rio sin dejar de mirar a los niños:- Mejor si, tenme confianza, no te juzgare, te escuchare y comprenderé. Agarrándola de la cintura la quería apegar mas a él, quería de nuevo juntar sus labios con los de la castaña, solo que esa vez los ojos asombrados de ella le hicieron detenerse y mirarla. Ella estaba algo agitada, pero sentía como las ganas de ir crecían en ella. Llamo al fantasma y él le cercioro sus palabras, estaban intentando pasar al hogar de la ojigris. Mientras Jack se iba a ver qué pasaba, Anne fue la que acorto la distancia y apoyó su cabeza en el pecho del Nowak, lo que hizo que el acariciara su cabello de arriba abajo, con lentitud mientras con la otra mano la apretaba mas a el de la cintura:- Tranquila, no me iré hasta que este seguro que estas bien- Dijo tajante el castaño.

Rick Nowak http://i.imgur.com/gnYzEo3.jpg Le acercó las pequeñas botellas a Anne, que las tomó tras asegurarse que su hija estaba bien cómoda sobre su cama. Su mirada se clavo en la del Nowak haciendo que su cuerpo se estremeciera, la verdad que aquella mujer lo tenia embelesado. Sonrió a su pregunta haciendo un ruido, como una especie de risa resoplada: - Bueno…tengo un castillo en Polonia del cual tengo que hacerme cargo- Llevaba ya más de un mes en Londres, aunque había confiado las llaves a su más fiel mayordomo, tenía que estar presente para realizar las diferentes tareas que solo él como dueño debía realizar:- No dudo en que vuelva, posiblemente antes de lo que imaginas- la vio tomar las pociones que le había entregado. Lo hizo rápido, al parecer no estaban del gusto de la castaña:- Venga, tu decidiste tomarlas, ahora no pongas esa cara- La tomó y las fuerzas y vitalidad parecieron volver a ella ya que se cambio de ropa, frente a él, aunque no pudo ver nada cosa que hizo que se imaginara por el mismo lo que ella le había privado de ver:- Te ves muy bien para acabar de tener dos hijos- Una sonrisa picara apareció en el rostro del castaño. Su mirada ahora se desvió hacia los niños que representaban una tierna imagen, tomados de la mano, tan unidos como habían estado dentro de la matriarca: - Si, la verdad son una ternura, Sira también me dio bastantes alegrías cuando era bebe- La imagen de la pequeña Sira tomando su dedo en las primeras horas de vida…era una sensación que nunca olvidaría:- ¿Algo que quieras compartir?- Preguntó acercándose a ella para tomarla de la cintura. Una cintura que había vuelto a ser delgada y describiendo unas curvas que con el embarazo habían quedado ocultas.

La castaña se estaba tranquilizando, lo que decía Anne era cierto, Kritz seguro que la trataría como una reina al enterarse de aquella noticia, aunque también sabía que se tomaría demasiado a pecho el tema de los cuidados, cuando supiera que el embarazo, esta vez, seria de riesgo: - Tienes razón…la verdad no se dé que me preocupo- Bebió entonces de trago el poco batido que le quedaba, lo que dama aprovechó para rellenarlo de nuevo, introduciéndole un hielo que lo refrescaría: - La señorita ahora se tiene que cuidar, ¿verdad señorita Anne? Dama se ocupara de ello- La elfina ya había preparado en su mente todo lo que la castaña debería hacer para que su hijo llegara sano a estar en sus brazos:- La señorita se cuidara, yo me encargare de ello y ahora…- Dama chasqueó los dedos y desapareció de la zona V.I.P en busca del castaño, según ella, debería de saber todo lo que le estaba sucediendo: - ¿Dónde vas Dama?- Pero las palabras de Sira se quedaron en el aire ya que la pequeña se había ido:- A veces, hace lo que quiere- Le dijo a la ojigris mirándola:-¿Cómo que has estado sola? ¿Quién es el padre de los mellizos?- Preguntó curiosa alzando una ceja. Nunca se había preguntado por la pareja de Anne, la veía como una mujer fuerte, decidida, no había pensado que seguramente también querría a alguien para compartir su vida.

Rick Nowak http://i.imgur.com/gnYzEo3.jpg Sus pasos le habían llevado de nuevo al lado de la ojigris que lo miraba con el ceño fruncido hasta que llego a su lado y le saco la lengua, lengua que le dieron ganas de morder, pero se contuvo y solo la miro con una sonrisa al escuchar sus palabras: - Umm posiblemente lo sea porque tú, me haces serlo- Seguía sonriendo mientras acunaba a Sarah en sus brazos que permanecía despierta y con sus pequeñas piernas pateaba al aire. Miro de reojo al varón que dormía plácidamente:- Bueno, me gusta cuidarte y obedeceré lo que órdenes- Dijo en tono serio, como si de un mayordomo se tratara para después dejar escapar una sonrisa burlona de medio lado. Haciendo caso a las apalabras de la Gaunt, se levanto de mala gana de al lado de la Gaunt dejando a Sarah en los brazos de la madre que acunaba al mellizo de la bebe. Avanzo hacia el armario que ella le indicaba. En ese momento la voz del fantasma de la familia resonó en sus oídos afirmando con veracidad donde ese encontraban las pociones. Rebuscando en el último cajón haciendo caso a las palabras del fantasma, encontró dos pociones, cada una contenía un líquido diferente además de tener una forma diferente cada una. Miro a la ojigris con ellas en las manos y las movió, haciendo que el líquido emitiera un pequeño ruido fluido: - Deberías descansar- Dijo acercando las pociones a la Gaunt. Acababa de tener dos hijos se merecía un buen descanso:- Cuando te vea en plenas condiciones…me temo…que si me tendré que marchar- Su voz sonaba seria, así como su rostro que se había convertido en una mueca triste.