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Sajag

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Todo lo publicado por Sajag

  1. Sajag

    Videncia

    — Kelian, adelante —hacía tan solo unos segundos que a Sajag le había advertido su tercer ojo de la llegada de su tercer alumno. Había tenido un par de flashes que interrumpían el comienzo de la conversación con Matthew y Ludwig, con la escena de una bruja de cabello azul y el rostro del joven que ahora se encontraba en el umbral de la puerta. Sajag había dicho aquellas palabras para darle la bienvenida y que el dúo pasar a ser un trío. Asi las aventuras iban a ser mejores. Sajag le hizo una señal de disculpas a sus dos primeros muchachos que tan dispuestos a hablar habían empezado sus palabras. — Recién comenzábamos con la clase. Ludwig y Matthew aceptaron tomar algo. Si lo deseas puedes tomar una copa y un asiento donde te apetezca —el Arcano de Videncia acomodó un poco la tela de su kurta que se había arrugado por encima de su gran barriga. Y llevó su largo cabello hacia atrás, mientras consultaba a sus visiones en cómo proseguir. Relamió sus labios y bebió de su te, dejando luego su taza para aferrarse a las palabras que se le arremolinaban menos en su boca que sus visiones—. Ya te pondrás al día. Debo admitir que muchas de las cosas que creen no son realmente así. Y muchas cosas que subestiman, desgraciadamente para ustedes, sí que lo son. Sajag se puso de pie esperando que los tres se bebieran su te, primero para relajar un poco la mente de Ludwig, segundo para apaciguar los sueños de Kelian y tercero para despejar el ojo dormido del señor Matthew. El Arcano admiró el panorama a través de los cristales de su ventana mientras que se daba pequeños golpecitos en su sien derecha. Luego se dio la vuelta para mirar a los tres muchachos ¿Qué tan bueno era con las palabras? — Olvidemos todo lo que conocen de antes. Este es su propio camino, cada uno construirá su propia experiencia, en base a lo que el Universo tenga para decirles. ¿Estarán más decididos? —Sajag miró a Ludwig—. ¿Su ojo se abrirá a las visiones? —ésta vez miró a Matthew—. ¿O sus sueños podrán interpretarse? —concluyó mirando a Kelian—. Sólo ustedes lo sabrán. Si puedo asegurarles que me encargaré de enseñarles todo lo que necesitan. Solo deben estar dispuestos a hacerlo. ¿Qué es la videncia? Es un medio de trasmisión del universo y de percepción que logramos captar. Es información que puede llegar a tomar cualquier forma. ¿Entienden? Lo que los magos y brujas mas conocen son las bolas de cristal, las tazas de te o las cartas de tarot. Pero si utilizan la videncia con todo su esplendor, será algo a nivel extrasensorial, con la capacidad de obtenerla y poder conocer todo sobre objetos, personas, lugares o acontecimientos. Sobre el pasado, presente y futuro. Sajag volvió a espiar por la ventana. Aún tenían unos minutos más antes de empezar. ¿Se habrían terminado el té? — En éste camino, ustedes lograrán descubrir de qué manera logran llevar a cabo la Videncia. Una vez, un alumno lograba realizarla desde las hojas de los árboles. Otra muchacha lograba capturarlo desde el viento y otra sólo cuando dormía. Otro chico, hace muchos años, lo veía desde la tripa de los animales… —Sajag frunció su rostro en tan solo un mismo punto, ensombreciendo por completo sus facciones. Aquello no había terminado para nada bien… ni hablar de la magia negra que poseía y que el Arcano no había podido concluir. Se había perdido dentro de portal—. Entonces, luego de tanta cháchara podemos intentar probar si logran descubrir algo. Lo que sea. Quiero que dejen su mente en blanco, que respiren y se dejen llevar por su intuición. Si no lo logra, vuelvan a tomar más té y vuelvan a intentarlo. ¿Qué ven, que sienten, qué escuchan? @ Kaori M. @ Ludwig Malfoy Haughton @ Matthew Black Triviani
  2. Sajag

    Videncia

    Si de algo estaba orgulloso Sajag, era de su habilidad para mantener a raya sus visiones. Hacía algunas décadas que éstas aparecían repentinamente ante cualquier situación, amedrentando la cabeza del Arcano con todo tipo de imágenes. Su vida era bastante tranquila en Mahoutokoro ¿Qué podría pasar dentro de sus enseñanzas? Pero el mundo estaba enloquecido con todas las situaciones que rodeaban al Arcano y las videncias que lo alertaban desde todos los ángulos posibles. Veía dos figuras. Dos sombras, una más fuerte que la otra. La primera se sostenía mucho más firme en el suelo, aunque parecía que buscaba sorpresas que encontrarse. El otro era una que se estaba formando cada vez más nítida. Muchos sentimientos lo envolvían y la incertidumbre era su peor enemiga. Veía un destino para cada uno y sabía que ambas tendrían que transitarlo al mismo tiempo. Sajag los esperaba dentro de su hogar, con una taza de té para cada uno, en una gran habitación invadida por almohadones de todo tipo, tanto colgando en el techo como para sentarse en el suelo. Había un aroma que inundaba el sitio, con hornos encendidos y velas aromáticas. Algunas plantas decoraban la parte superior de las ventanas y la luz entraba atravesándolas, iluminando los cristales que había en aquellas bibliotecas llena de libros. Cuando la madera de la puerta sonó, está se abrió sola. — Matthew… Ludwig… era hora que se presentaran a mi hogar. Pasen pasen —el Arcano les insistía que se adentraran y tomaran asiento donde quisieran. Les señaló su taza de té y la puerta se cerró, comenzando aquel camino a la par de ambos magos, aunque de momentos tendrían que caminar solo y nuevamente tal vez juntarse. Sajag tomó asiento sin esperar y hundió la nariz en su taza, aquel té estaba delicioso, lo ayudaba a cerrar su mente y a mantener la calma—. Creo que ya conocen lo necesario de mí. Me gustaría saber sus intenciones. ¿Qué esperan de la videncia? ¿Qué saben sobre ella? ¿Conocen a algunas personas que tengan el don? ¿Creen que podrán llegar al final? Tomen su té o se enfriará. @ Matthew Black Triviani @ Ludwig Malfoy Haughton Off: Disculpen la demora. Fue todo mi culpa en no responder. Sajag promete estar pendiente de Videncia.
  3. Sajag le había dado todas las herramientas a Mica Gryffindor para corroborar si estaba lista para enfrentarse a las pruebas que le deparaba el portal. Para el Arcano de la Videncia siempre creía que faltaba un poco más, pero los rumores decían que eso se asemejaba a lo que eran las visiones, cambiantes y peligrosas. Pero sutiles para quien no supieran captarlas. Aún así, Mica había cumplido con todas las expectativas. — Si intentaste ver qué sucedía hoy con la prueba, lamento decepcionarte, porque seguramente no habrás podido ver nada —las bienvenidas del Arcano no se caracterizaban por ser demasiado amables, pero ya se conocían y habían llegado al último tramo de la prueba—. Y esa es la particularidad de estos retos que te llevarán a través del portal, donde está contenida la verdadera prueba. En ésta oportunidad la prueba se adaptará a ti, dependiendo de tus visiones. ¿Estás lista? Te podré acompañar hasta el portal. Luego estarás sola. El Arcano continuó con la explicación: — Hay 4 áreas de acá al portal: Cruzar el lago, llegar a los arbustos y atravesar el laberinto, la pirámide y el Portal. Las primeras tres podré acompañarte, en el portal no —Sajaz le hizo un gesto para que se fueran acercando cada vez más al borde del lago. Esperaba que la joven comprendiera a lo que se refería—. Gracias a tus visiones sabrás qué prueba deberás efectuar en cada área. Estoy seguro que lograrás hacerlo. Te espero dentro de la Sala Circular dentro de la Gran Pirámide. Y Sajag desapareció dejando una estela de humo anaranjada. --- @ Mica Gryffindor
  4. Sajag

    Videncia

    De alguna manera, Sajag sabía lo que iba a suceder. En realidad, sabía todo, pero por un bienestar mental, decidía mantener su tercer ojo encerrado, porque en la mayoría de los casos las visiones no presagiaba cosas buenas. El Arcano de la Videncia observó detenida a Mica Gryffindor, demostrando algo realmente valioso, sus ideales. De alguna manera estaban demostrándole que era una bruja diferente, no necesitaba de la habilidad para saberlo. — Creo que ha llegado el momento, todo depende de usted, señorita Gryffindor. ¿Está lista para la prueba? Hasta la pirámide podré acompañarla y continuar con el aprendizaje, ya luego todo será su problema —le preguntó el Vidente a la Gryffindor, ya sabiendo la respuesta, porque Mica sabía que estaba lista. Aunque ninguna habilidad te adelantaba cómo iba a ser dentro de la pirámide, la prueba era única cada vez, había gente muy poderosa que había quedado allí dentro, muerta. Sajag esperó una respuesta, sabiendo que sería afirmativa, él la veía atravesando el portal—. Solo dependerá de su mente y su varita. Te espero al anochecer en el lago. Todo volvía a la normalidad. Ya no importaba por lo que habían transcurrido, porque ahora solo importaba que habían llegado a la meta, solo dependía de ella que diera el siguiente paso. El día avanzaba tranquilamente, esperando darle la bienvenida al portal para realizar la prueba. ¿Que le deparaba a Sajag? Algunas visiones en particular invadían su cabeza, había algo que se estaba revolviendo muy pronto en el mundo mágico, siendo lo más prioritario aquello un choque intenso de luz y uno oscuro de sombras constantemente. ¿Qué sucedería? @ Mica Gryffindor
  5. Sajag

    Videncia

    — ¡Excelente, Gryffindor! Has avanzado mucho. Estoy seguro que estas a punto de terminar con todo esto. Creo que hemos avanzado en cada uno de los aspectos que deben aprender para poder enfrentarte a la prueba. Solo uno más, el último paso —el Arcano Sajag había visto las imágenes que Mica había visionado. Entendía que la mente de la joven tenía muchísimas más vueltas que antes pero ahora estaba un poco más fortalecida, quizás la palabra mejor era con objetivos establecidos sin morir en la deriva. — Quiero que intentes modificar tus visiones de alguna manera. ¿Sabes cómo hacemos eso? Tenemos una visión, modificamos algo en el mundo real, para que las visiones cambien. No puedo asegurarte que cambien para bien o para mal, pero debes ser capaz de lograr observar qué cosas puedes modificar para que cambien tus visiones. O cuales no debes tocar. Cuando gustes… El Arcano le hizo una seña para que ella empezara. Tenía muchas visiones dentro de su cabeza, seguramente, solo debía dejar pasar una de ellas observarla en cada detalle y luego enfocarse en la realidad, de tal manera que afecten sus visiones. Eso iba a abrir nuevos caminos para las cosas que veía. ¿Qué haría Mica? @ Mica Gryffindor
  6. Sajag

    Videncia

    Sajag miró detenidamente a Mica Gryffindor que intentaba descifrar cada centímetro de aquellas visiones. El Arcano de la Videncia también lo veía, veía tanto las de su pupila actual como de cualquier persona que habría estado en contacto con él. E incluso más, porque una persona nueva era como una rama de un árbol que se bifurcaba en más ramas. Y cada rama en más ramitas. Sagaj incluso hasta podría reconstruir hechos enormes uniendo algunas visiones. Esperó a que la chica se desenvolviera por completo. — Muchas veces las personas se oponen a nuestros caminos pero lo importante es que las decisiones son tuyas. A ti te tiene que gustar —comentó el Maestro mientras ella terminaba de comentarle lo que había visto. Éste asentía lentamente—. Tienes un lindo camino que continuar, Gryffindor, tiene mucho para hacer. Pero quiero darte dos indicaciones que deberás cumplir. De ello valdrá la oportunidad para darte acceso a la pirámide. Empecemos con la primera. Quiero que aprendas a silenciar las visiones, a cegarlas. Deberás llegar al punto de una concentración máxima para localizar algunas visiones de los demás. Es un trabajo el doble de pesado pero muy eficaz si llega a funcionar. ¿Podrás? Quiero que lo intentes y además, busques entre dos personas para traerme algunos ejemplos —Sagaj claramente que vería todo lo que Mica descifrara, pero ella no lo sabía asi que el Arcano se aprovecharía cada vez que podía. @ Mica Gryffindor
  7. Sajag

    Videncia

    — No tengas miedo, Gryffindor. Deja de pensar. Deja de preocuparte por el futuro. Para los videntes, las visiones deberían ser su espadas y su escudo, no su peor temor —incentivó a Mica al verla que estaba entornando su puerta y no abriéndola por completo como le estaba exigiendo, porque ya había dejado de ser un pedido—. Debes cerrar tu mente, como otras habilidades. Debes dejar de preocuparte. Debes hacer que las visiones sean tuyas. Debes dejarte llevar. ¿Tienes miedo? ¡Enfréntalo! ¿Dónde está la leona Gryffindor? ¿O también tienes miedo de ser una? Somos lo que realmente la vida nos hizo, y si uno tiene miedo, debe enfrentarlo. Luego, habrá maneras de que ésa visión tenga sus debilidades. Oh, sí. ¿Quieres que te enseñe a eso? Entonces primero debes dejarte llevar, luego veremos si ésa Mica guerrera es capaz de ello. Sajag sabía que Mica necesitaba un empujón, o tal vez dos, para que se anime a abrir ésa puerta y que el viento le pegue de una sin dudarlo. Las visiones podrían darnos miedo pero también lo importante era ver los detalles, lo que decoraba alrededor, lo que se encontraba hasta el minúsculo centímetro de algún hueco más oscuro. Y no se lo diría a ningún estudiante pero a veces las visiones no eran únicas ni tampoco eran fijas. A cada paso que dábamos podían alterarse, era solo una brisa que te empujaba a una opción entre tantas opciones. Mica debería ver qué más había, solo se había concentrado en un solo detalle, ni siquiera había dado un paso.
  8. Sajag

    Videncia

    — Si, Mica. Has sido tú la que bloqueaste tu ojo. A veces los magos y brujas están estresados o con problemas y cierran su videncia. Pero creo que eres capaz de retomarlo. De hecho, te has dado cuenta cómo, yo lo sé —le dijo Sajag ésta vez serio. Mica jamás entendería su posición, porque el Arcano se fortalecía con cada persona que practicaba su habilidad. Una persona vidente más era un camino nuevo por el que él podría transitar libremente. Eso le daba más poder—. Imagina como si ése “paso” fuera una puerta. Y ábrela. Y deja pasar al viento. Y podrás notarlo estando consciencia o inconsciente. Ahora, practiquemos. Intenta ver algo del presente. Algo reciente. ¿Qué puedes ver, qué puede ocurrir? Lo que sea. Sagaj sabía lo que significaba la Videncia y una vez abierta ésa puerta ya no se podría cerrar. Una cosa era que una persona tuviera esas visiones esporádicamente y otra cosa era vincularse a la habilidad. Pero lo que tenía que enseñarle a Mica era a saber elegir cuándo hacerlo, porque uno sino se volvía loco. Y así, el Arcano también tendría paso libre por allí. Era como sumar una puerta a su hotel, era una habitación extra para él. Miró a Mica pacientemente. Sabía que la bruja había pasado por mucho pero era capaz de mucho más.
  9. Sajag

    Videncia

    El Arcano Sagaj era demasiado paciente y se deleitaba mucho con las cosas que ocurrían en su presente. Tenía que admitir que su mente no paraba un segundo de mostrarle las cosas que podrían llegar a ocurrirle. Porque para agregarle al asunto, Sagaj o era solo vidente de su vida, sino de todas las personas con las que se había cruzado, se cruzaba y se iba cruzar. El Vidente recordaba a modo de anécdota como cuando era un principiante había intentado escapar de las visiones y había sido totalmente imposible. Miró a Darla y luego a Mica. — Veo que ambas brujas tienen el mismo problema. Y debo enseñarles como dar el primer paso. ¿No es así? Me gusta ver sus caras al intentarlo por primera vez —dijo Sagaj con una carcajada demasiado sonora que se extendió más allá de su casa. El Arcano repitió las palabras de ambas: — ¿No saben cómo mirar dentro de ella? ¿Cómo debería verse? —el Arcano se puso lo más serio que pudo y carraspeó su voz: — La Videncia es la capacidad que tienen los magos y las brujas para conseguir información. Conseguir información pero desde un objeto, una persona, un lugar o un acontecimiento. ¿Me siguen? —los ojos de Sagaj se posaron en ambas alumnas—. La Videncia es mucho más que la adivinación. Que es lo que acaban de hacer. La Videncia es algo que pasa más allá. Un medio que se puede distinguir desde la trasmisión del futuro a la percepción del presente. Y la habilidad que están cursando, es la necesaria para “pescar” eso. Sagaj volvió a reír a carcajadas. Sus caras eran demasiadas graciosas para la situación. — Veámoslo así. Siéntense, siéntense —ordenó el Arcano con determinación. Se paró frente a las muchachas y se sentó a medias en una butaca que parecía haber aparecido de la nada misma—. Tal vez encuentren parecido a cómo se debe hacer ante otras habilidades. Lo primero que deben hacer es poner su mente en blanco. Y respirar. Y como bien pensó Mica, “abrir su ojo”. Deben permitir el paso de ésa energía. Deben dejarse llevar. La Videncia es todo, Darla. Es buscar información, es dejarse impactar por las visiones, es volar mentalmente y atrapar esas trasmisiones que el universo les envía. Son como pensamientos dentro de un pensadero. Como luciérnagas en un bosque, como fantasmas en un castillo. Están ahí. Solo debemos activar nuestro ojo y confiar en el mensaje del universo, que lo hará solo. Quiero que lo intenten, de la mejor manera que lo crean. ¿con un objeto, persona, lugar? ¿Qué depara el futuro? ¿Cómo ven esas visiones? ¿Qué creen que pueden hacer? Muchos magos y brujas difieren incluso en las maneras que tienen las visiones. Una vez, un pupilo me contó que la única manera de verlas era dibujándolas. Y otro, que solo podía verlas en el fuego. ¿Es loco todo, no? @ Darla Potter Black @ Mica Burke
  10. VIDENCIA Suspendido por decisión moderativa Azrael Lycan
  11. Sajag

    Videncia

    Con @ Ellie Moody (Rhiannon Kincade) @ Mica Gryffindor y @ Darla Potter Black Sajag sonrió. Una sonrisa encubierta, poco notoria, porque algo le había dado un tirón en un rinconcito de su barriga diciéndole que él tenía razón y que Rhiannon no deseaba ensuciarse. Aún así, la jovencita parecía dispuesta a hacerlo si eso significaba ganarse las enseñanzas del Arcano. -No sólo considero que sea una actividad saludable, señorita Kincade, también considero que es una actividad que libera la mente tanto como un buen té o un libro. Hacer jardinería mantiene ocupadas las manos y le da a nuestra cabeza la posibilidad de liberarse del estrés del día a día... Pero no necesita saber mucho al respecto, sólo vamos a limpiar mis begonias y seguiremos con la clase en un entorno menos... sucio- sonrió, mirando de reojo a Mica, que parecía no tener problemas con su labor. Las palabras habían comenzado a brotar de una aturdida Rhiannon mientras Sajag la observaba y tuvo que inclinarse y colocar una mano sobre la enguantada de la bruja para contenerla en sus movimientos repetidos de colocar abono. La otra mano ya había tomado las tijeras de podar pequeñas, pero Sajag se las quitó y le tomó la mano entre las suyas, con firmeza. -Niña, definitivamente enseñarte no será una pérdida de tiempo- sentenció el Arcano, que tiró de ella hasta ponerla de pie. Se giró para ver a Mica que se había quedado absorta en el medio de su labor, ya con la cubeta vacía y la mirada perdida entre la casita, las flores, el cielo y la gente a su alrededor-. Será momento de entrar a mi residencia, señoritas, tenemos trabajo que hacer... Señorita Potter Black, si es tan amable- el anciano había esperado a que Darla se acercara para invitarlas a las tres a pasar. Le indicó a Rhiannon dónde dejar el delantal, los guantes y el sombrero de paja, antes de dirigir a las tres hacia la zona de almohadones coloridos que descansaban en el suelo alrededor de una mesa. Como si la casa misma tuviera vida, el fuego se encendió en la chimenea, donde una pava de cobre llena de agua flotaba. -Todas han venido aquí por distintos motivos... Sean estos encontrar su propio camino, comprender mejor por qué ahora se despierta la habilidad o intentar dominar algo que simplemente ya llevaban con ustedes todo este tiempo. Sea cual fuere el motivo de su visita, las casualidades no existen y están todas aquí reunidas porque así se quiso- realizó una pausa breve y luego hizo aparecer una enorme bola de cristal frente a las tres mujeres-. Señorita Potter Black, si es tan amable, ¿podría relatarnos cuál fue su primera experiencia mediante la adivinación con la bola de cristal?- solicitó, mirando de reojo a las otras dos mujeres-. Luego de la señorita Potter Black, me gustaría que ustedes intentaran obtener algo de la bola de cristal... Daremos pequeños pasos antes de correr- sonrió de forma afable y esperó.
  12. Sajag entrelazó los dedos de sus manos y las dejó caer delante su prominente barriga, mientras inclinaba ligeramente la cabeza hacia adelante y miraba al aprendiz de forma condescendiente. Si Azrael Lycan creía que él no conocía ciertos aspectos sobre el mago, estaba complementamente equivocado, pero no sería él quien lo sacara de su equivocación. No, iba a dejar que el mago se tropezara una y mil veces con la misma roca que él se había colocado en su propio camino, aquella que él creía que era intangible o falsa, pero allí estaba, en medio del pasaje, cubriéndolo por completo, sin dejar que Lycan avanzara. ¿Y qué representaba esa piedra? Pues el propio ego del mago, que se creía inalcanzable, topoderoso. Ningún ser que él hubiera conocido era todopoderoso... y Sajag había conocido muchos seres, muchos magos y brujas que se creían importantes, únicos... Azrael sólo era uno más del montón. Sólo demostraría su valía una vez atravesara el portal y si el reto que éste le planteara era superado. El Arcano no ofreció ninguna palabra de aliento, consuelo o ayuda a su discípulo, él tampoco la quería, así que no iba a gastar saliva. Simplemente esperaba que el enorme ego que Lycan cargaba sobre su espalda no lo aplastara dentro del mismo portal, porque eso sí le daría pena a Sajag, que había dado su tiempo y conocimientos a aquel mago. Miró la amplitud de la sala circular y esperó, ansioso. Él no podría entrar en el portal, pero sí vería todo lo que pasaba dentro de él y en base a eso, el portal le indicaría si Azrael Lycan o como fuera que le gustaba llamarse, era digno de obtener el anillo de Videncia.
  13. Sajag había visto al mago pasar una a una las pruebas y en cada ocasión negaba con la cabeza, acresentando su determinación de que era un error vincular a aquel mago con el anillo de la Videncia, algo que requería cierta empatía que Azrael Lycan no poseía. Pero también había tenido una visión sobre el futuro, sobre el porvenir del autoproclamado Archimago de la Muerte, y esa faceta de mago oscuro que se creía el rey del mundo terminaría de forma abrupta de un momento a otro, porque nadie era todo poderoso, ni siquiera los Arcanos, que eran muy superiores al resto de los magos. A él se le olvida que es un pupilo y yo el Maestro... Es triste realmente, porque mientras más alto suba alguien, más dura y terrible es la caída. Pocas veces Sajag perdía la tranquilidad que lo caracterizaba. Azrael dejó sus recuerdos en el pensadero, que desapareció de donde se había ubicado frente a él y apareció justo en el centro de la sala de los Siete Portales, dentro de la Pirámide. Cuando el pensadero se desvaneció, frente a Lycan apareció la Gran Pirámide, que momentos antes parecía haber estado oculta por algún conjuro de la isla. El lugar invitaba al mago a acercarse para comenzar su prueba final, aquella que tendría que hacer sin ayuda, pues Sajag no podía entrar en el Portal nunca más luego de haber superado él mismo su propia prueba, la magia que había en la Gran Pirámide se lo impedía. -Ya has llegado hasta aquí- la voz del Arcano rebotó en las paredes vacías excepto por los jeroglíficos ancestrales, y fueron sus palabras dirigidas a Lycan, quien había ingresado en la Gran Pirámide luego de concluír su último hito en la isla-. Ahora deberás recuperar esos recuerdos que has dejado en el pensadero y adentrarte en el Portal de Videncia. Pero antes, deberás llevar el anillo de aprendiz, que sólo se vinculará cuando hayas concluído tu prueba dentro del portal. ¿Estás listo?- preguntó, tendiéndole el anillo sencillo y esperando a que Lycan lo tomara. Luego de ésto, la sala giraría hasta colocarles frente a la Puerta de la habilidad, por la que Azrael debería entrar para llevar a cabo su vinculación. @ Azrael Lycan
  14. Sajag

    Videncia

    Con @ Ellie Moody @ Darla Potter Black @ Mica Gryffindor Sajag recibió el saludo de Rhiannon con algo de extrañeza. Quizás debería estar acostumbrado a que la gente aún hiciera reverencias, pero lo cierto es que se le hacían algo anticuadas. Aún así, hizo un gesto amable con su mano, notando que la joven era muy educada y le sonrió con la paz que lo caracterizara. -No interrumpe nada, señorita Kincade. Me encontraba haciendo una de las labores que más me ayudan a desplazar los malos pensamientos o encausarlos a algo positivo- lo dijo como si esperaba que ella calase lo que intentaba poner entre líneas, pero realmente no podía entender muy bien las motivaciones de la joven que se presentaba frente a él. Normalmente Sajag era muy bueno descifrando las intenciones de sus pupilos sin usar siquiera su habilidad, sólo porque el haber tenido tanto contacto con la gente le había enseñado algunas cosas. Pero Rhiannon... ella, su actitud, era extraña y medida a la vez, como si cada paso que daba o palabra que decía estuviera estudiada con cuidado. El Arcano se preguntó si aquel razgo no tendría algo oculto que él tuviera que develar antes de proceder a impartirle sus conocimientos, si es que finalmente decidía que ella merecía aprenderlos. La escuchó con atención, sopesando sus palabras, la postura de su cuerpo al hablar sobre sus asuntos o su deseo de aprender. Y, claro, ahí estaba el motivo por el cual él había sentido esa tristeza profunda al verla. -Oh...- la expresión afable en su rostro desapareció y un dejo de comprensión la reemplazó, mientras estiraba las manos encantado con el regalo. Le dedicó una sonrisa invitante-. Muchas grandes señorita Kincade, pero no es un inconveniente entrenar a mis pupilos, jamás lo ha sido- hizo una breve pausa-. ¿Sabe usted algo de jardinería? Otra de mis nuevas pupilas, la señorita Gryffindor, me está ayudando mientras comenzamos con sus estudios... Quizás ayude al esclarecimiento de su mente ayudarnos con las begonias- la invitó, aunque viendo lo recatada que era, quizás ensuciarse las manos con tierra no era lo que ella esperaba del comienzo de su entrenamiento. -Cuénteme un poco más sobre estas visiones que la inquietan y que quiere controlar, ¿de qué se tratan? Y, sobre todo, ¿por qué quiere bloquearlas y no comprenderlas?- el Arcano puso la cajita de madera sobre el alféizar de su ventana, que estaba a escasos dos metros de distancia, y luego regresó con Mica y Rhiannon. Otra figura apareció entonces por el camino empedrado y el Arcano levantó una mano para llamar la atención de la bruja, vestida con un traje azul, que avanzaba con una mochila a cuesta y el rostro lleno de asombro, como si fuera la primera vez que veía Mahoutokoro. Aunque claro, para muchos siempre era así, porque aquel colegio en las nubes era hermoso. -Señorita Potter Black- llamó a la bruja. A ella sí la había estado esperando. La había visto tomar la decisión de aprender Videncia hacía unos días y se había encontrado a sí mismo ansioso por conocerla, porque sabía que aquella bruja era alguien conocido en la comunidad de magos de Londres.
  15. Azrael parecía ser un mago que necesitaba poder, lo quería con todas sus fuerzas y no le importaba qué desastre dejara a su paso. Sajag lo sabía, lo había visto cuando el mago se había acercado para comenzar su entrenamiento, pero él quería darle la oportunidad de redimirse, de demostrar que podía ser alguien más o de que enfocara ese deseo de poder en algo que cambiara el mundo, quizás para bien. Podía ser que fuera un tonto, después de todo, un anciano con ilusorias ilusiones de ver cambiar a la gente, pero si no tenía eso, ¿qué más le quedaba? Así que vio a Azrael entrar en el lago y pasarlo mientras observaba a sus seres queridos -y otros no tanto- aparecer en las aguas oscuras, intentando atraerlo como kelpies a una muerte segura. Lo miró llorar, suplicar, sentir que la vida de sus seres queridos se hacían agua en sus manos, que luego se escurrían entre sus dedos, pero eso no pareció hacer mella en su deteriorado corazón y, mucho menos, en su alma fragmentada y casi inexistente. Quizás ya no había esperanza para el mago, se dijo el Arcano. Pero aún quedaban algunos hitos por delante que, quizás, cambiarían a Lycan tal como Sajag esperaba.
  16. Es un placer poder informar que el mago Mael Blackfyre ya es uno con el anillo de Videncia, al haber pasado de forma satisfactoria la prueba en la Gran Pirámide.
  17. @ Azrael Lycan Era ya tarde cuando Sajag había abandonado sus aposentos para dirigirse al lago que rodeaba la Gran Pirámide donde se llavaría a cabo la prueba final de Azrael. ¿Creía él que el mago estaba listo para enfrentar las dificultades? Por supuesto. ¿Sabría manejar el don? Sí, desde luego. El problema sería cómo lo haría, con qué propósitos y cómo ello iba a afectarle hasta la locura. Sabía de primera mano que a Azrael eso no le quitaba el sueño, no parecía ser la clase de mago que le importa su propia salud más que el poder que iba tomando. La certeza del Arcano estaba en que ya conocía cuál era el final de Azrael Lycan, porque ya lo había visto. -Buenas noches- lo saludó cuando el mago hizo acto de presencia a su lado-. Creo que ya has sorteado otras veces la Gran Pirámide para obtener otras habilidades y estoy seguro de que conoces el camino, más los obstáculos cambian y es a ellos a los que deberás enfrentarte- realizó una pausa y extendió una mano hacia el lago. Sobre éste apareció una neblina espesa que no permitía ya ver hacia la otra orilla. -Para iniciar, debo decirte que deberás sortear cuatro pruebas antes de llegar a la Gran Pirámide y que debes hacerlas todas. La magia de la isla no te permite aparecerte, ni usar el Haz de la Noche o tus conocimientos de clan. Sólo podrás atravesar las pruebas con tu varita, tu mente y tu espíritu, así que espero estés listo para verte desprovisto del resto de tus poderes- y, como si eso fuera una orden, la neblina extendió un tentáculo blanquecino que rodeó a Azrael, le quitó sus amuletos Uzza y bloqueó sus conocimientos y habilidades de clan. El mago sólo podría hacer frente a las pruebas con los hechizos convencionales (neutrales), con sus habilidades ya obtenidas en Mahoutokoro y su astucia. -La primera prueba consiste en atravesar el lago que tienes enfrente, en la balsa que se encuentra por alli. La neblina penetrará en tu mente y te hará ver tus peores pesadillas, que serán tan vívidas que clamarán porque regreses por donde viniste. Si lo haces, perderás la oportunidad de seguir adelante. Pero, si sorteas el lago y tus pesadillas, vas a llegar al otro lado y podrás continuar- Sajag hizo otra pausa y el tentáculo de neblina que había sostenido a Azrael un momento antes regresó a formar parte del resto, sobre el lago. -Tu siguiente prueba la encontrarás en la otra orilla. Antes de llegar al laberinto deberás cruzar una zona empantanada repleta de kelpies, los que adoptarán las formas de personas que conoces y aprecias e intentarán conquistarte para que les sigas al fondo del pantano. Si los sigues, morirás. Si los vences, podrás seguir adelante- de nuevo, otra pausa para ver si el mago había comprendido los pasos a seguir. -La tercera prueba la tendrás al llegar al laberinto... Allí, la magia pondrá todo de cabeza y confundirá tu mente para que creas que has llegado al final de la Pirámide. Deberás usar tu astucia y controlar tus pensamientos para avanzar o, de lo contrario, te perderás en el laberinto y éste te dejará en esta orilla...- miró hacia el cielo y dijo-. Finalmente, al salir del laberinto, habrá un recipiente... un pensadero... donde deberás dejar los recuerdos de aquello que más amas y anhelas... Si no lo haces, perderás la oportunidad de entrar en la Gran Pirámide. Con eso, Sajag golpeó el suelo con su vara de cristal y, acto seguido, la niebla se llenó de pequeñas lucecitas. -Nos vemos en la Gran Pirámide, joven aprendiz... si es que llegas- sonrió-. Ah... y sabré si no eres tú el que está haciendo las pruebas, joven Lycan... Y no te permitiré continuar si me faltas el respeto- agregó, para luego desaparecer.
  18. Sajag

    Videncia

    Con @ Mica Gryffindor Sajab ladeó la cabeza al ver el gesto de Gryffindor de confusión. ¿Quizás era demasiado para ella? No debía indagar, entonces, quizás la bruja había perdido la memoria sobre su paso por su estancia... En ese caso, iba a tener que comenzar de nuevo con ella y su enseñanza. Eso le agradaba. Sajag veía en la mujer un potencial increíble, grandes cosas que podrían cambiar el rumbo de la comunidad mágica, pero parecía que ella no lo notaba y eso, al viejo Arcano, le parecía que era muy importante, casi de suma urgencia. En sus años enseñando había aprendido a cultivar la paciencia, sobre todo con personas delicadas. Y no delicadas porque fueran frágiles, sino porque su don superaba su nivel de comprensión... al menos hasta que él comenzaba a enseñarles a canalizarlo. Tomó la cubeta con caracoles y se la tendió a Mica, mientras él se ponía de pie y se sacudía los restos de barro que habían quedado en sus rodillas. -Con tomar los caracoles y repartirlos por los pastos altos de allí será suficiente, sospecho- indicó, mientras la veía trabajar y escuchaba con atención lo que ella decía. Casi sonrió, anticipando aquellas palabras. Por supuesto, la muchacha se preocupaba por los otros, más parecía ser ajena a sus propias emociones-. Tienes una gran responsabilidad sobre tus hombros, joven, pero eso no significa que no debas enfocarte en cosas más cercanas y que te dejan en el centro del asunto- bajó la cabeza y la observó entre sus cejas-. Me temo que poco puedes hacer por las personas de tu familia que ya no están, resta enfocarte en las que aún dependen de tí. Pero, para eso, primero debes fortalecerte- la guió hasta los pastos que antes le había indicado y tomó la varita para, con un movimiento de ésta, alejar a los gnomos que había merodeando-. ¿Qué quieres hacer de tu vida?- la consultó-. ¿Crees que el puesto que has asumido es para tí?- parecía que Mica Gryffindor era una persona que "daba" todo de ella, sin embargo no parecía que estuviera "recibiendo" lo mismo que daba y las preocupaciones se asentaban en su rostro. -O quizás sea aquel sueño extraño que has tenido- murmuró el arcano, como si hubiera leído la mente de Mica-. Dime, realmente, ¿qué te preocupa?- insisitó. ------------------------------------------------------------------- Con @ Ellie Moody (Rhiannon Kincade) Sajag miró hacia el camino empedrado frente a su residencia al notar a una figura femenina que se acercaba con paso decidido pero, al mismo tiempo, algo enfermizo. Enarcó una ceja y colocó ambas manos en su cintura, como si fueran las manijas de una jarra y, acto seguido, relajó de nuevo el cuerpo. Se había sentido repentinamente triste y no comprendía por qué, como si ver a aquella joven avanzar hacia su residencia fuera un augurio de algo que le causaba un profundo dolor. Hizo un mohín con los labios, del lado izquierdo y luego miró a Mica, quien estaba en aquel momento ayudándolo con los caracoles. -Señorita... Kincade- saludó el anciano arcano a la joven mujer que se acercaba-. Realmente no la esperaba- se sinceró. Era normal que él tuviera pequeñas visiones de aquellos magos y brujas que tomaban la decisión de ir a verle, aunque no sucedía siempre, sólo cuando se encontraba en la labor de prepararse. Pero la presencia de Rhiannon era rara, como si él no hubiera podido sentirla sino hasta que estuvo en los terrenos del colegio. Y, luego, estaba aquella pesadez que se había asentado repentinamente en su pecho, una tristeza que no podía describir en palabras-. ¿Qué la trae por mi residencia, jovencita?- preguntó, realmente intrigado. ----------------------------------------------------------------- Con @ Azrael Lycan Las palabras del mago eran las esperadas, más lo que a Sajag le preocupaba era el deseo de poder que el mago tenía y cómo éste lo iba a destruir de a poco. No era un temor, no era una probabilidad, era casi un hecho que el final de Azrael Lycan se acercaba poco a poco, porque nadie podía obtener tanto poder sin que éste no se le fuera de las manos. En lo único que el Arcano confiaba, era en que el mago iba a probar todo lo que tuviera a su alcance y luego se ahogaría en ello. -Entonces, si estás listo, te veré el anochecer en la Pirámide para realizar la prueba- confirmó Sajag.
  19. — La mente es más poderosa de lo que crees, Mael—la voz de Sajag era un vago eco en la cabeza de su alumno. Estaba dando pasos certeros y seguros hacia su vinculación con la alianza de Videncia, no se esperaba el tirón que le diera el portal y lo engullera dentro de su centro cargado de energía. El tiempo apremiaba y los dos hitos restantes iban de la mano, sujetando con firmeza su anillo de Videncia le trasmitía el poder para unirse al que llevaba en su mano el Blackfyre. Dando fuertes zancadas sobre el suelo, Sajag se veía así mismo afectado por el daño que la Inquisidora causará en su persona. Aunque ella no contaba con la habilidad que poseía en anciano, bloquear toda clase de pensamiento por medio de la habilidad de Oclumancia. Oclumens movió los labios pero nada salió de ellos, no deseaba echar a perder el factor sorpresa, la barrera se elevó sin problemas, protegiendo los pensamientos que le podrían servir a Azrael contra Mael. Nada de juegos sucios, el se había negado a darle una oportunidad a la Videncia. Ahora parecía que ese conocimiento poseía vida y no le daba acceso al mismo—Algunos aprenden de los errores, otros siguen tropezando con la misma piedra—ladeaba la cabeza anunciando los dos últimos hitos—Mata a la inquisidora, al menos dentro de una de tus visiones. Una vez que hayas concretado esa tarea, deshazte de todo lo que conoces sobre ella—le aconsejaba frotándose la frente de forma frenética. — El quinto hito es borrar la mente de todos los seguidores de esa mujer y destrozar tu nexo apócrifo con el Señor Lican. El te conoce y vos a el, pero al romper ese lazo, no perderás nada que no vayas a echar en falta—siseaba— Recuerda que las piezas que hemos dejado caer al suelo, ya no forman parte de nuestra vida. Conoces los medios para cumplir con lo que te he pedido, no falles. Estás a un paso de salir de ese sitio como todo un Vidente—perdiéndose en una nueva oleada de visiones. Espejos de diversos tamaños rodeaban a su alumno y a el mismo. Eran las proyecciones de lo que ambos dejaban como prenda, ya que al entrar dentro de los terrenos de la pirámide. La misma podía reclamar lo que le viniera en gana, todo quedaba en manos del joven que de un momento a uno se ganó el respeto y admiración de Sajag. Algunos pasaban por sus manos sin pena, ni gloria. Pero otros se iban de ahí con algo más que una simple alianza en su dedo y eso lo dejaba más que satisfecho., tras ver como su alumno quedaría vinculado con éxito a la Habilidad que el impartía.
  20. Sajag

    Videncia

    Con @ Azrael Lycan El Arcano bebió el té junto con Azrael, aunque en esta ocasión él no se involucró en las cosas que su aprendiz estaba viendo, sino en las suyas propias; le gustaba hacer aquello para mantenerse al tanto, pero lo agotaba muchísimo. A él, el té le supo delicioso, pero eso se debía en gran parte a las visiones que posteriormente tendría. Su cabeza viajó hacia el pasado, a los momentos cuando aún era un niño y su habilidad estaba apenas apareciendo, de modo que había veces que tenía la sensación de haber estado soñando despierto. Se pudo observar a sí mismo recogiendo aquellas visiones, que él llamaba "sueños", en un diario, uno de muchos, que aún conservaba en alguna parte de su vivienda. Luego, la visión se transformó y se encontró, tan anciano como era, bajo un cielo teñido de rojo y verde, donde las luces blancas y negras chocaban en el aire y soltaban chispas. Despertó sobresaltado de su ensoñación y tomó una pluma y un papel, mientras Azrael aún permanecía en sopor. Anotó todo lo que había visto, cada detalle, cada color, cada silueta, así fuera simplemente la ubicación de un árbol o una roca, pues ese tipo de visiones eran las que luego debía analizar viendo el contexto político del mundo. Sajag no era ajeno a que La Marca Tenebrosa y la Orden del Fénix volvían estar a la orden del día y, aunque ninguno de los Arcanos se involucrase, él debía saber qué podía llegar a acontecer para mantener a los demás Arcanos al tanto. Finalmente, Azrael volvió en sí cuando Sajag estaba concluyendo su escrito y el mago lo observó un instante, notando los lugares por los que Lycan había pasado para llegar, finalmente, a su residencia. -Creo que has logrado mucho, joven Lycan. Aunque temo un poco por tu salud mental debido a las fuertes visiones que tienes, creo que es momento de que te enfrentes a la Pirámide y veamos si es posible que obtengas finalmente el vínculo con la Videncia. ¿Te sientes listo para enfrentar la prueba?- consultó, totalmente atento a lo que el mago pudiera responderle.
  21. Sajag

    Videncia

    Con @ Azrael Lycan Sajag podía ver todo lo que Azrael veía, aunque éste no lo supiera. Por eso, aunque Azrael había dudado en confesarle su visión del pasado, el Arcano lo tenía muy en claro. La atadura que había forzado al mago a no poder usar su habilidad en videncia poco a poco se iba aflojando y ahora, con las tres esferas en sus manos, Azrael podía contemplar cosas que antes habían estado cerradas a su mente. La esfera del futuro se desplazó y brilló con intensidad. Momentos después, estalló en cientos de pedazos tal como Azrael había visto que sucedería, aunque al principio no hubiera entendido que lo que estaba viendo era claramente un augurio y no un sueño. El Arcano levantó la mano para detener las astillas que volaron a su alrededor y, con otro movimiento, las mismas regresaron a su antigua posición, convirtiéndose nuevamente en una pequeña esfera de cristal. -Te recomiendo no utilizar tu poder con tanta inseguridad- señaló la esfera reconstruída-. Tu tercer ojo es sensible a tus propios sentimientos y podrías dañarte o a otros. Si bien no es posible viajar con cuerpo a las visiones del futuro, sí hay una pequeña brecha de magia que puede afectar las cosas, diminuta e indomable. Deberás tener cuidado o tu mente será presa de la locura- advirtió el Arcano. -Muy bien, ya has abierto tu ojo. Ahora pondremos a prueba tus visiones bebiendo algunas infusiones y veremos si estás listo para enfrentarte a la Pirámide- hizo un ademán y la tetera y las tazas se movieron hasta posicionarse frente a él y Azrael. Ambas tazas poseían un infusor de metal que desprendía un aroma delicioso, con una mezcla de yerbas que eran utilizadas para relejar el cuerpo y la mente y, así, poder acceder a mejores visones. -Vas a beber la infusión y comenzaremos un ciclo de meditación. Poco a poco tu cuerpo caerá en sopor y podrás acceder a visiones mejoradas, nítidas, que cobrarán mayor fuerza. Sólo ten cuidado de no involucrarte tanto en ellas que te olviden que son visiones- agregó seriamente el hindú. Luego, vertió agua caliente de la tetera en ambas tazas. ------------------------------------------------------------------------------ Con @ Mica Gryffindor Sajag contempló a la bruja caminar hacia su residencia y tocar la puerta. En aquel momento se encontraba inmerso en su labor de cortar las malas hierbas que el otoño estaba dejando cerca de sus begonias y, aunque a éstas no les molestara la hojarasca que se acumulaba debajo, a Sajag le parecía que era hogar suficiente para que los caracoles se sintieran libres de alimentarse de ellas. Como no le gustaba maltratar a la naturaleza, pasaba una parte de su día reacomodando a los moluscos en algunas hierbas que dejaba justamente para evitar que se comieran el resto de tu jardín. -Estoy por aquí, señorita Gryffindor- comunicó a la joven bruja el anciano, levantando la cabeza para que Mica pudiera verlo-. Veo que ha regresado luego de un largo período de reflexión- le costó un poco ponerse de pie, ya fuera por su edad o por su peso. Colocó sus manos embarradas en su barriga y luego sonrió con benevolencia, como era característico de él-. ¿Está lista para continuar sus clases conmigo?- su sonrisa amena invitaba a cualquiera a sentirse relajado en su presencia, incluso alguien como Mica, cuya cabeza bullía en preocupaciones que Sajag pronto intentaría disipar, pues sus tés, así como podían inducir a visiones, también tenían la característica de tranquilizar a quienes los bebían. -¿Desea ayudarme a hacer un poco de jardinería mientras me cuenta sus preocupaciones?- consultó, señalando con una mano el recipiente con caracoles que había estado sacando de sus preciosas flores-. Debo reubicar a estos amiguitos en plantas nuevas, lejos de mis begonias al menos- hizo una mueca, mirando algunas hojas machucadas y llenas de agujeros. Había estado tan ocupado impartiendo sus enseñanzas que había descuidado un poco su jardín.
  22. — Se reconocer aún Vidente nato—siseó enviando ese mensaje mentalmente a Mael. Sorprendiéndolo tras aparecer en el dedo corazón de su aprendiz, aquella alianza que lo vinculará con la habilidad de Videncia. Esto si cumplía con los tres hitos que restaban, al menos el primero ya estaba siendo efectuado con éxito por el Blackfyre— Cada detalle por más elemental que sea, puede marcar una senda incorrecta—le advertía cerrando sus ojos. El mismo estaba siendo abordado por visiones, imágenes que le revelaban como la Ministra jugaba con la mente de los que no le apoyaban. — Algunos fragmentos suelen proyectarse en dos versiones distintas, elija la correcta—su voz sonaba perdida en medio de una bruma espesa. Estaba ahí para acompañarlo en cada paso que daba, pero no estaba permitido que le diera más información de la debida. Esa era la prueba de Mael, aventurarse era la única vía para dar con el verdadero culpable. El nombre de un mago escapaba de los labios de su alumno, Azrael era el otro joven que estaba cursando. ¿Cómo era posible que el asesino de esos inocentes, estuviera libre a sus anchas?. Sajag no era un hombre violento, pero empleaba otra clase de armas, para castigar esa clase de faltas. Posiblemente la negativa del Lycan estuviera conectada con su nula relación con la Videncia— La culpa no lo deja ver sus verdaderos crímenes y los esconde detrás de una vida recta y sin remordimientos—soltaba el anciano. El segundo hito se hizo presente ante el Blackfyre, encontrar la forma de limitar el dominio del asesino enviado por la Ministra. La siguiente misión era hacerlo caer delante de la comunidad mágica y neutralizar sus fuerzas por el medio que fuera necesario— El segundo hito es debilitar las alianzas que este hombre adquirió con las naciones que le apoyan, busque en el fondo de sus recuerdos. Escarbe hasta que las visiones emerjan de la tierra, imagine que son raíces que darán un fruto que alimentará los conocimientos que adquiera—volvía hablarle. Extrañado por estar viendo cosas que solo debían aparecer en la mente del mortifago, dándole luz verde para que procediera de la forma que considerará más apta. Quedándose en silencio, se perdía una vez en ese mar de visiones confusas y por momento erráticas. Era un as bajo la manga de todo aquel Vidente nato, pocos sabían emplear con inteligencia la ayuda que inesperadamente les llegaba de quien menos lo esperaban. @ Mael Blackfyre
  23. Sajag

    Videncia

    Sajag podría parecer un mago muy tranquilo y paciente, en lo más superficial de su persona eso se podía notar, pero no quería decir que él no tuviera temperamento aunque rara vez lo sacara a relucir. El mago que tenía frente a él parecía ansioso por poseer más poder, mas no por comprenderlo y era su tarea como Arcano, como maestro del arte de la Videncia, ayudarlo a llegar a esa comprensión. Quizás otros arcanos hubieran sido más benevolentes y le hubieran dejado tomar el curso que él quería, pero eso no estaba en la naturaleza de Sajag, que pretendía dejar una marca en la enseñanza que impartía. -El tercer ojo es capacidad que poseen algunos magos de ver más allá de lo evidente- lo explicó de manera simplista. En realidad, la adivinación era mucho más que leer borras de café o la palma de la mano-. Cuando un mago o bruja despierta su tercer ojo, lo que está haciendo es abriendo su mente, cuerpo y alma a la capacidad de embeberse de conocimientos más allá de los que ven el ojo normal- hizo una pequeña pausa mientras observaba al mago frente a él, aquel que parecía exigir a todos que les dieran sus conocimientos sin ofrecer nada a cambio-. Todos los magos y brujas poseen la capacidad de abrir su tercer ojo, más dominarlo es algo que ciertamente no todos lograrán a lo largo de sus vidas. Para ello se requiere constancia, disciplina y habilidad. No es como tomar un martillo y clavar un clavo. Abrir el tercer ojo requiere del esfuerzo de liberar los sentidos para poder percibir tanto el pasado, como el presente y el futuro- hizo un ademán con una de sus manos sobre la mesa que tenía frente a él y en ella aparecieron tres bolas de cristal del mismo tamaño. Sajag se las ofreció a Azrael. -Una te permitirá ver el pasado. No necesariamente será tu pasado, pues quizás sea el de alguien cercano o el de alguien que aún no conoces- tomó la segunda bola de cristal y la puso junto a la primera-. La segunda, te mostrará el futuro. De nuevo, puede que no sea tu futuro, sino el de alguien que conoces o que conocerás- ahora, tomó la tercera bola de cristal y la colocó junto a las otras dos-. Con esta podrás ver el presente, cosas que están aconteciendo en este mismo instante. Puede que no sea tu presente, pero estará vinculado a tí de alguna forma- se cruzó de manos sobre su propio regazo y ladeó un poco la cabeza, haciendo que el cabello cayera a un lado. Su gesto parecía el de alguien que intenta oír algo que suena muy lejano, e intentar dilucidar desde dónde viene el sonido-. Las visiones no son sólo imágenes. No acudirán a tí como fotografías o películas en movimiento. Puede que sean olores, colores, sonidos... Dependerá de tí interpretar las señales que vayas juntando. Y, de no saber cómo interpretarlas, podemos recurrir siempre a hacer una inspección un poco más... profunda- el arcano sonrió mientras se señalaba con un dedo la sien. -Te invito a intentar, joven- concluyó.
  24. El antiguo ministerio de Magia había caído de forma inminente, colapsando severamente a la sociedad mágica. Aquello que se conocía como control de las masas o gobierno, ya no funcionaba de la forma adecuada para todos los habitantes de Londres, encontronazos entre jefes políticos de diversos países derivaron en la perdida de la confianza en las leyes actuales que regían de forma desigual a los bloques sociales. Sajag nunca había presenciado visiones tan reveladoras y determinantes, el cambio estaba solo a un par de pestañazos. Uno de sus alumnos se destacó de forma brillante dentro de su enseñanza, alterando todos los parámetros empleados por el Arcano, aquella clase de talento era poseído solo por unos cuantos que fácilmente se contaban con los dedos de la mano. — Espero que no se haya precipitado en su respuesta—expresaba el Vidente. Recorriendo con paso decidido el camino que conducía hacia la pirámide, diferentes sendas conducían al mismo objetivo. Pero para Mael las cosas no serían tan sencillas, justo antes de cruzar el primer paraje, debía detenerse a controlar el desastre causado por un ataque perpetrado por parte de la Ministra. Iniciaba su mandato haciendo de las suyas, dando un golpe certero contra la vida de los que infructuosamente se oponían a que ascendiera al poder. — Vea lo que su tercer ojo tiene para mostrarle, no sirve de nada emplear sus ojos físicos. Recuerde que las visiones, no puede ser apreciadas por esos que no poseen el poder de vislumbrar el destino que marcará su llegada a la pirámide—el Arcano le hablaba desde la lejanía—Deberá enfrentar cuatro hitos, antes de poder acceder a la pirámide y cruzar el portal, donde dará inicio su verdadero examen de vinculación con la habilidad de Videncia—agregaba sentándose cerca de la entrada de la imponente edificación. — El primer hito es descubrir, ¿Quién mató a los detractores de la actual Ministra de Magia?. Vea y aprenda a descifrar hasta el más mínimo detalle—le aconsejaba quedando en silencio. Nada se escuchaba dentro de ese terreno, todo estaba sumido en una calma relativamente apacible. Pero nada podía darse por sentado, no cuando se trataba de la Videncia. @ Mael Blackfyre
  25. Sajag

    Videncia

    Sajag con @ Azrael Lycan Sajag era un hombre sabio, aunque muchos le habían montado el mote de “anciano”. Aquello no le incomodaba en lo más mínimo sino todo lo contrario, el tiempo paso a través de sus facciones, dejando la marca de arrugas y uno que otro rastro inclemente que no pasaba desapercibido a las visiones que solía tener el Arcano. Escuchar la insistencia del Señor Lycan, ya no le generaba ninguna clase de contrariedad o molestia, simplemente dejaría que la Videncia que le heredará su madre hiciera lo que fuera necesario para demostrarle que las personas como el hombre que estaba ahí para enseñarle todo lo referente a la habilidad. Era todo menos charlatán, pero el alumno parecía estar empecinado en realizar pruebas fuera del parámetro permitido por el Vidente— La única prueba que tiene validez es la que se presenta dentro de la pirámide, tras cruzar el portal que se encuentra en su interior—intentó sonar compasivo y razonable. Le había permitido elegir el modo de cursar la habilidad, pero eso no incluía pasar por alto las indicaciones del Arcano. Aprender a ver con su tercer ojo, analizar con cuidado los fragmentos de acontecimientos que el mismo proyectará antes de acontecer dentro de su vida o de alguien que perteneciera a su circulo. — Entiendo sus ansías por aprender, dominar y controlar. Si desea llamarlo de algún modo, pero la Videncia va mas allá de solo ver lo que se cree que es evidente y no determinante en la vida de un ser humano o sociedad—la serenidad poco a poco volvía a reinar en el anciano. La sabiduría brotaba de su boca con la misma calma que lo hacía una gota al emanar de un grifo mal cerrado— Dele la oportunidad de mostrarle un mundo diferente, anticipándose en parte a lo que puede ser un desastre que de ser necesario, tendría la posibilidad de evitar—asentía dejándolo un momento para que meditará lo expuesto por el Arcano. Sajag con @ Mael Blackfyre Mael parecía satisfecho ante la aprobación de Sajag, no debía verlo como una complacencia en si. Sino como algo mucho más complejo que le estaría esperando dentro de la pirámide. Las expectativas de todos los magos y brujas que llegaban a sus manos, siempre estaban enfocadas de forma errada y mal interpretada, no solo era ver lo que la mente mostraba a través del tercer ojo. Era enfrentarse a lo que el destino tenia predestinado para cada Vidente, encontrar las piezas exactas del rompecabezas y desechar las que se habían caído en el camino que andaron antes de presentarse en el hogar del anciano. — Agradezco la sinceridad, tú mismo te diste cuenta de lo que debes hacer. La misión que está en tus manos y no puede esperar más para ser llevada acabo—la voz del Arcano se acentuaba un poco. Dejando de ser solamente un susurro lejano, le acompañaría dentro de su prueba, pero no le dictaría lo que tenia que hacer o decidir. Todo quedaba en manos del Blackfyre, seguir dando los pasos correctos o en el peor de los casos, perderse entre visiones alucinógenas que le llevarán al fracaso inminente. — Cree en cada fragmento que consideres que sea útil, no permitas que la inseguridad te aborde. Confía en lo que te ha enseñado tu tercer ojo, desde la primera vez que decidiste prestarle atención y tomar en serio cada vivencia por más descabellada que pudiera resultar—reconocía que el aventurarse de forma tan decidida, no siempre daba los frutos anhelados por sus alumnos. Poco a poco todo lo visualizado por el hombre que aspiraba a vincularse con la habilidad de Videncia, quedó reducido a un mero recuerdo que se albergará en las memorias de su alumno. — Descansa y recupera tus fuerzas, nos veremos por la mañana para iniciar con tu prueba—rompiendo el vinculo con Mael. Sajag alistaba todo para la prueba, esperando que su aprendiz no cometiera un solo error en el desarrollo de su examen final.

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