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Lawan Nguyen Thanh

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Mensajes publicados por Lawan Nguyen Thanh

  1. El Vietnamita esbozó una sonrisa al escuchar a Kaori aceptar la prueba final. Las sonrisas no eran de lo más propio de su comportamiento, y sin embargo en ese momento la sintió con total sinceridad: el progreso de la muchacha a través de la habilidad había sido largo pero verdadero, honesto bajo cualquier estándar ya que no había estado exento de las dificultades que cualquiera atravesaba al tratar de comprender una especie tan radicalmente distinta a la propia. Y, sin embargo, era ese camino recorrido – con todos sus aciertos y desaciertos – la que la hacían estar preparada. Lawan concertó la fecha y hora con la muchacha y la observó partir por el sendero que se alejaba el rio que bordeaba su morada.

    No se había alejado mucho de su bungalow para hablar con ella, al punto que desde donde estaba podía ver a sus dos alumnos restantes trabajar en las tareas que les había encomendado. Mientras que Alessa aún tenía que dejar que la serpiente la instruyese en la delicadeza con la que debía manipular los pescados y utensilios, Hades parecía haber tenido éxito en comenzar la conversación con su Agkistrodon que permanecía enroscada alrededor de su muñeca, oyendo atenta lo que él tenía para decir. << ¿Acaso... >> se preguntó << ... era hora de presentarle el próximo desafío? >>

    Aprender pársel, en muchos sentidos, era idéntico a aprender a pescar. Así como la lengua de las serpientes no se limitaba sencillamente a reglas de fonética, pescar era más que tirar el anzuelo y esperar. Para empezar, la paciencia era elemental en ambos, aunque lo fuesen por razones distintas. Las serpientes vivían el tiempo en una relatividad distinta a los humanos: no tenían prisas ni apuros, por lo que comunicarse con ellas no debía ser tomado a la ligera y, al contrario, debía ser un acto meditado en todas sus fases. Quizá por eso era que él prestaba tanta atención a sus palabras incluso cuando conversaba con humanos. En segundo lugar, hablar pársel iba más allá de conversar con las serpientes, era menester comprender como ellas pensaban y operaban, tal y como había que saber de aguas y carnadas para saber cuál anzuelo era mejor.

    Hades. – lo llamó, tras haberse acercado un poco. – Ven, por favor, y tráela contigo. – agregó haciendo referencia a la serpiente con la que había estado conversando. El vampiro comenzó a caminar en dirección opuesta a la que había venido, más siempre manteniéndose al borde del río. – Si sigues por este sendero, llegarás a un pantano en el que encontrarás tu temor más grande. Quiero que la lleves contigo y escuches lo que ella tiene para decir, que probablemente sea mucho. Noto que está bien predispuesta hacia ti y probablemente intentará ayudarte a zafar de lo que te espera, pero recuerda lo que te dije: el pársel no deja de ser una lengua como cualquier otra, y el peso de sus palabras muchas veces queda supeditado a los oídos del receptor.

    Prefirió no mediar otra palabra con él, no quería confundirlo. Tan concienzudo como era del peso de sus palabras, era igualmente considerado con el significado de los silencios.

    El siseo de múltiples serpientes al unísono interrumpió su tren de pensamientos, más de ellos poco podía interpretar dado que no tenían coherencia alguna y su discurso estaba completamente alterado por la emoción que algo les provocaba. Curioso, comenzó a caminar en dirección a ellas; no había muchas cosas que pudiesen generar aquella respuesta y si bien años atrás, cuando apenas comenzaba a dar clases para la Universidad, sus serpientes se comportaban como tal siempre que un nuevo alumno aparecía en los terrenos de su morada, con el paso del tiempo se habían acostumbrado al flujo de magos que entraban y salían de ella y sus exabruptos eran significativamente menos frecuentes.

    ¿Qué, entonces, había pasado como para que se pusiesen así? Lawan decidió dejar a Alessa trabajar con la serpiente un rato más – todavía había mucho que corregir en la técnica y procedimiento de su labor manual – y se dirigió a la entrada de su bungalow donde dos muchachas se habían aparecido, una de las cuales gritó en sorpresa llevándose las manos hacia la boca ante algo que la otra le mostraba. El vampiro frunció el ceño, indignado ante la falta de respeto y consideración que interrumpió el silencio que de otra manera siempre había allí para lo sofisticado de su arte: pesca o pársel. << Humanos >> rezongó, dentro suyo. << Tan carentes... siempre. >> Avanzó hacia ellas en silencio salvo por unos cuantos siseos que se perdieron entre todos los otros, comandando a sus compañeras un poco de tranquilidad hasta que él pudiese disponer de las recién llegadas: pronto la tranquilidad estaría re-instaurada. No fue hasta que estuvo a menos de dos metros de distancia de ellas que notó la razón por la cual una de ellas había gritado y, aún más, por qué sus ofidias se mostraban tan exaltadas.

    No. No podéis pasar. – contestó este, ante la pregunta de una de ellas. – Dime que te han tratado bien. – siseó en un pársel fluido y rápido al basilisco que una de ellas cargaba, casi escondido. Este aún era joven, su mirada lejos de ser letal. ¿Qué hacía bajo la tutela de alguien que ni siquiera podía conversar con él? Lawan negó con la cabeza ante la desidia que los magos infligían a veces contra las otras especies.

    << Deberéis aprender el valor del silencio y el respeto por su sonido antes de ello. >> continuó, esta vez en una lengua que ellas pudieran comprender. << ¿Queréis explicarme qué les hace pensar que tienen la potestad de venir a gritar por aquí? Y, aún más, ¿para qué lo has traído aquí? >> dijo, haciendo un ademán con su cabeza hacia el basilisco.

    Era consciente de su exabrupto pero, templado y prudente como era, a veces la desconsideración de los magos le resultaba demasiado.

    Asumo que estáis aquí para aprender pársel, ¿no? ¿por qué? ¿qué queréis sacar de ella? – inquirió, mientras pasaba por al lado de ellas y se dirigía nuevamente a la mesa de trabajo donde la Delacour se encontraba; asumía tendrían la decencia de seguirlo – Advertidas quedáis, estaréis aquí un largo tiempo si no sois capaces de demostrar respeto.

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  2. Si bien la dedicación de Kaori había sido suficiente para que decidiera enviarla a la isla, lo que allí sucediese no dependía de él o de la voluntad de la chica. Era una suma de cosas y si tendría o no la capacidad de utilizar el pársel para poder hacerse con el poder de llegar a la pirámide. Eso, ella también lo sabía muy bien.


    Lawan decidió darle unos días para que pudiera prepararse. Sería un tiempo en que, además, la muchacha podría compenetrarse mejor con la compañera que él había permitido que marchara con ella, Mawar. Conversar, entablar un mejor lazo de confianza, eran tan solo los pasos iniciales. La serpiente bien podría significar, allí dentro, la diferencia entre la vida y la muerte.


    Quizá ella o sabía o quizá no, eso no importaba. Tendría que llegar al embarcadero a las siete en punto y desde allí, abrirse paso entre las brumas del lago. Éste no sólo estaría atestado de serpientes, si no que algunas de ellas eran más que capaces de constreñir la endeble barca con sus cuerpos. En el agua, más allá de todo peligro, habían incluso aquellos que eran mucho más antiguos que cualquier cosa que Kaori hubiese conocido. Hasta el punto de ser llamados vestigiales.


    Ese solo era el inicio, el agua no era lo único que tendría que superar. El bosque que la recibiría del otro lado también tendría otras novedades. Si la muchacha ya lo conocía, al verlo una vez más, entendería que para llegar a la pirámide, el bosque sería prácticamente un lugar nuevo por descubrir: lleno de formas ocultas, de espacios engañosos y sensibles a los cambios de la magia y el calor.


    Más adelante, encontraría un guardián, un laberinto y luego, tendría que resolver un enigma. Si había entendido lo suficiente durante su formación, sería capaz de superarlo. Si no… tendría que rendirse. Lawan no iba a ser permisivo solo por el hecho de que hubiese considerado que estaba lista. Nadie más que aquellos que estaban del todo preparados eran los que podían ingresar a la pirámide, recibir el anillo del neófito y probar suerte con la prueba.


    Por supuesto, todo eso todavía no estaba dicho. Lawan aguardaría, paciente. Kaori tendría que superar todos los obstáculos, uno a uno, sin apresurarse o intentar adelantarse antes de tiempo, pues el apuro podría significar también cometer un fallo irreversible. Con paciencia, si todo conjugaba para ello, conseguiría su objetivo.

  3. A Lawan casi se le escapó una sonrisa cuando notó que el recién llegado no le temía al trabajo de mano. Eso, al menos, empezaba a indicarle hacia qué rumbos podía encaminarse su aprendizaje. Escuchó sus palabras con atención, intentando no perderse los matices. Parecía un hombre articulado, de esos que piensan dos y hasta tres veces lo que dirán. En las muchas vidas que Lawan había decidido llevar a lo largo de casi trescientos años en el mundo, varias veces había optado por ese modo de comunicarse, sobretodo durante las épocas que debía ausentarse de las zonas pantanosas o ríos donde sus oyentes no necesitaban de muchos modales. Aun así, sintió que dentro de su formalidad se ocultaban fragmentos de su personalidad que serían necesarios de explorar.

     

    - Es verdad, las serpientes pueden llegar a ser grandes consejeras - iba diciendo a la par que extraía los ojos de las cuencas de un pescado -. Pero no te confíes. El que puedas acceder a su lenguaje no las examine de su condición como seres vivientes y pensantes. Su influencia puede ocasionar maravillas o estragos dependiendo del oído que las interprete. ¿Por qué consideras que sus consejos podrían ayudarte a proteger a tu familia? ¿De qué peligros has de defenderlos? - hizo una pausa para sacudir sus manos -. Si en verdad deseas que tu conexión con ellas se libere y crezca, el primer paso es dejar que ellas te conozcan a ti.

     

    El hombre siseó una palabra de invitación hacia una de sus amigas. Pasaron unos pocos segundos hasta que una Agkistrodon contortrix, más conocida como Cabeza de Cobre, ascendió por sus piernas y recorrió su torso hasta deslizarse por el brazo izquierdo, el que luego extendió hacia Hades. La criatura extendió medio cuerpo en el aire a la espera de que la recibiera.

     

    - Cuéntale, sin miedo. Ella ama las historias - dijo Lawan en Pársel -. No importa si usas tu idioma humano al principio, estoy seguro que poco a poco encontrarás la manera.

     

    Para cuando giró al encuentro con Alessa, Lawan alzó las cejas cuando se percató de la sangre. Pese a considerarse una tarea sencilla, él tenía muy en cuenta lo complicado que podía llegar a ser una tarea si las manos desconocían el material. Por eso llamó a otra de sus compañeras, una Malpolon monspessulanus, y le pidió que subiera por la pierna de su aprendiz hasta enrroscarse en el brazo donde sujetaba el cuchillo, sin apenas presionarla.

     

    - Pídele que te ayude - recomendó Lawan -. Dices que intentó enseñarte, tal vez allí empezó el error. La naturaleza de este lenguaje no se alberga en las páginas de pesados volúmenes de una biblioteca europea, ni tampoco en los pizarrones de clase que usan sus castillos. En realidad, ningún idioma debería ser aprendido de esa manera. Tú aprendiste inglés porque tu entorno así lo hacía, como en el caso mío con el vietnamita. Nuestros oídos inconscientes y liberados de toda estructura o molde no dudaron en dejar entrar nuevas palabras y sonidos que poco a poco fueron construyendo conceptos y doctrinas - carraspeó -. Nuestra lengua materna está conectada con nuestra emocionalidad precisamente por la ausencia de regla - señaló a la serpiente en su brazo -. Permítete sentirte libre como ella, que va por la tierra tan despreocupada y aprendiendo cada día. El trabajo en equipo suele traer consigo buenos resultados.

     

    Al final, cuando decidió levantarse, la cubeta estaba repleta. Lawan se sacudió y usó magia para extraer agua del lago e intentar quitarse el olor a pescado de las manos, pero aún lavadas tenía el presentimiento de que sería imposible. Llamó a Kaori en Pársel y le invitó a caminar lo suficiente para obtener privacidad. Había observado su labor y dedicación, y aun más importante, parecía que el don se manifestaba de manera cada vez más natural. Su avance le daba razones de sobra para considerarla preparada para el siguiente gran escalón.

     

    ´Me imagino que sabes por qué te llame´ - comenzó a decir en pársel, sin detener la apaciguada caminata frente a las aguas calmas del río -. ´Ellas me comentan que estás listas para la prueba definitiva, esa que te mostrará el camino hacia la conexión total con su mundo, pero la decisión es tuya. No tengo problemas en que me ayudes unos días más a pescar y quitar entrañas´

     

    Lawan debía ofrecer ambas opciones, pero en su interior, al igual que sus compañeras y sus siseos, estaba convencido de que Kaori debía ir al encuentro de la Pirámide.

     

    @@Hades Ragnarok @ @


  4. -El veneno tiene grandes poderes curativos si sabes prepararlo con la dosis adecuada, caso contrario es letal -Dijo Lawan poniéndose al trabajo de abrir con el cuchillo la pescado por debajo de su hoja hasta casi la cola, luego quito las entrañas y lo aparto a un costado en otra cubeta. Era un trabajo manual muy recomendable para forjar el carácter, pocos podían apreciarlos de aquella forma - La fonética tiene palabras desconocidas. El pársel parte de allí, pero a lo largo del tiempo se fue modificando para ir evolucionando hasta ser lo que conocemos hoy en día. Es una pena que no pudieras tener una conversación mas profunda con él. Te habría servido de ayuda, una vieja leyenda cuenta que escuchar el sonido que produce al hablar durante mas de cuarenta minutos, te confiere la sabiduría de su especie. ¿Si estuviera en tu poder, lo harías diferente? Sé que extrajiste veneno de más, ¿Porque?


    El Arcano hizo un ademas al mago que había aparecido por la puerta, para que se sumara al trabajo manual de limpieza. Hizo un movimiento perezoso de su varita para que una nueva vasija con su respectivo cuchillo aparecieran a un lado de ellos. No espero a que el alumno se sentara antes de empezar hablar.


    -Para que sean buenas las tardes debe de tener un motivo. ¿Cual es? -Preguntó - ¿Que lo trae aquí? -Lawan solía hacer esa pregunta para saber los motivos que inspiraban a un mago aprender la habilidad. Durante el tiempo que daba clases había escuchado motivos absurdos hasta algunos que daban cuenta lo peligroso que podía llegar una persona con magia rondando en su sangre.


    -¿Cree que entendiendo el Pársel habría cambiado el desarrollo de los acontecimientos? ¿Porque habría influido en lo que ocurrió? -Preguntó a su vez a Alessa - ¿Que es lo que sabes del Pársel?
  5. El Arcano vio marchar a la bruja con el Grimorio sospechando que no volvería a verla. No era la primera vez que un alumno hacia promesas en vano y jamas volvía aparecer. La preocupación por el libro tampoco era algo que pudiera despertarse dentro de él, todos sus objetos al salir del oasis tenían un hechizos de permanencia que haría que volviera aparecer en aquel sitio a los pocos días. Esperaba que el conocimiento que encerraba en sus paginas, fuera rápidamente leído y comprendido.


    Lawan utilizo su magia mas primitiva para someter al clima a calmarse y volver a encontrar motivos de paz. Las serpiente serian despedidas con honores, como merecían por cumplir con su deber. Los días siguieron pasando hasta que la alumna volvió a pisar el oasis para cumplir con su misión. Realmente la había mandado con un objetivo casi suicida. El Grootslang era cruel y despiadado, ademas de no tener contacto con nadie por fuera de esas cuevas. Debería de prestar atención por si se precisaba de su ayuda.


    No hizo falta, la aprendiza logro hechizar al Grootslang con ilusionismo, y este, preso de la confusión no logro darse cuenta lo que ocurría hasta que no fue muy tarde y la bruja ya habia logrado robarle el veneno necesario para cumplir con su objetivo. Un logro impresionante, sin dudas. El Arcano amarro la red de pesca con un nudo antes de ponerla sobre sus hombros. Los pescados frescos aun se movían a medida que iban perdiendo la vida en el camino al Bungalow.


    -¿Les gusta el pescado? -Preguntó pasando de largo a las mujeres subiendo los peldaños de la entrada a la vivienda donde había una cubeta de madera con agua donde empezó a desenredar a los pescados de la red para posteriormente ponerlos dentro del agua - Cuéntame del Grootslang. ¿Era como lo imaginaste? ¿Su fonética era muy antigua como parece? -Se detuvo a mirar a la otra bruja, unos segundos antes de decirle - ¿Tienes experiencias con ofidios? ¿Que te trae aquí? ¿Para que quieres ser una hablante de Pársel?


    Una vez que termino de liberar los pescados de los hilos, tomo la cubeta e ingreso con ella a la vivienda. Allí había tres fuentes esperando con sus respectivas cuchillas para que se pusieran a destripar los peces.

  6. -Bienvenido de regreso, Aprendiz -Dijo el Arcano cuando el Luxure recupero la conciencia. Habia estado unos cuantos minutos dormido el tiempo suficiente para que el anillo del aprendiz se materializara en su mano mientras el portal, en la pirámide, se abriera para dar paso a un misterioso vórtice que le daría aun mas lucha - ¿Estas preparado para probar que mereces la habilidad? -Preguntó, antes de dar un paso hacia atrás señalando el agujero temporal.


    Demian debería decidirse a cruzarlo, si estaba listo para probarse y ganarse el derecho a portal la habilidad. En caso contrario el portal se cerraría y el alumno tendría la posibilidad de volver en algún otro momento cuando su mente y cuerpo, estuvieran preparados. El anillo de aprendiz también sufriría una trasformación al aprobar la prueba, volviéndose una copia hermana del Arcano que simbolizaría la habilidad ganada. Lawan espero paciente para que Luxure respondiera, tenían un pequeño margen de tiempo para acabar allí.


    Del otro lado del portal, Demian experimentaría sus propios miedos mentales. Tendría que demostrar una sola vez que su capacidad de aprendizaje había funcionado. Lawan no podía ver lo que el alumno vería dentro del vórtice, pero si estaría acompañándolo a través de su propia mente, viendo detrás de los ojos del alumno, por las dudas que tuviera que intervenir o recuperar el cuerpo del mago. Todo era posible.

  7. Lawan estaba vigilando todos los movimientos del aprendiz a cada paso. Aunque suponía que ya tenia un plan armado a la hora de ingresar a la prueba, lo molesto que sus compañeras aceptaran alimento a cambio de ayudarlo. Era un método extraño para las ordenes estrictas que solía imponer. Mas no interfirió en el desempeño del alumno. Sabia que llegar hasta ahí era un logro, pero mantenerse en pie y soportar toda clase de situación adversas era muy distinto.



    Sin embargo, sin interferir en el resultado de los obstáculos del aprendiz, podía evaluarlo con precisión, sabiendo que pensaba a cada paso que lograba dar. Tuvo la suerte de sobrepasar el río y llegar ciego hasta la orilla, donde la visión volvió a ser un sentido mas en el cuerpo. Ahora debería de pasar por el laberinto, para poder llegar al centro del mismo y subir hasta la pirámide. Se concentraría en observar con mas intensidad lo que ocurriera dentro de las paredes del laberinto, y como lograría desenvolverse con los obstáculos que allí había. Muchos ofidios pocos colaborativos, eso era un hecho.

  8. El Arcano no estaba satisfecho con la explicación de la alumna. El Oasis era un serpentario inmenso y coexistían, en su mayor parte, serpientes de todas las clases. Se daba por entendido que todo aquel que intentara tomar la habilidad sabría que debería enfrentarse a rispideces en el ingreso a un hábitat diferente. Era ella quien había irrumpido en un territorio habitado, y no la serpientes, quienes como cualquier animal defendieron su posición de un intruso. Habiendo visto todo aquello no había podido bajar su cólera.


    -No lo sientes, entraste a un territorio desconocido y habitado por especies diferente a la humana. Las serpientes actuaron en consecuencia. Ya muertas, no sirven de nada y vivas por medio de fuerzas oscuras tampoco -Sentencio, antes de poder ver las grandes olas invadir la playa y las ráfagas de viento se ensañaban con las plantas, arrancándolas de cuajo. El olor a ozono impregnaba cada partícula del oasis.


    -Entra -Ordenó mientras abría la portezuela de madera para ingresar al interior del bungalow.


    El ambiente ahí dentro era como el de una casita de pescador, simple y funcional. Habia anzuelos, cañas, un pequeño fogón que le permitía cocinarse y varios libros, entre otras cosas. Lawan permitió que la bruja se sentara cerca del fuego e invoco al fuego para que llameara sobre las brazas, con la intención de calentar el lugar. Por la ventana podía verse el caos mágico que había formado el asesinato a sangre fria de los ofidios.


    -En sudafrica existe una serpiente llamada Grootslang... -Empezó a relatar Lawan -Se dice que tiene la misma cantidad de años que la creación del propio mundo. Se le adjudican la propia creación de los elefantes y las serpientes. Vive en una cueva que se llama La Fosa sin Fondo en aluna zona de Richtersveld. Su hábitat es muy oscura y tiene miles de diamantes en sus paredes que reflejan la poca luz del sol que llega a ingresar. Similar a un sistema de espejos. El aspecto de esta colosal serpiente es muy particular, porque tiene rasgos de elefante en su cabeza tales como trompa, orejas y colmillos mezclados con el habitual físico de los ofidios, su largo cuerpo cilíndrico, el sentido de orientación y un potencial veneno aun no estudiado -el Arcano hizo una pausa antes de continuar - Hace muchos años... no puedo precisar la cantidad. Traje un espécimen de aquel ejemplar, que hoy es adulto y habita en una de las cuevas cerca del arrollo cruzando el bosque. ¿Crees que puedas intentar ir a entablar una conversación con aquella serpiente? Quiero un poco de su veneno para estudiar, y de seguro su fonética antigua, te puede ayudar a entender mejor las palabras en Pársel -Hizo entrega de uno de sus preciados libros, tan antiguo que en su tapa ya no se leía el nombre - Este es un grimorio con correcciones en la forma correcta de emitir el sonido que entona la habilidad. Solo con practica podrás sacarlo por completo de tu mente, es como una tecla que debes activar.

  9. Lawan espero al aprendiz en tierra firme. Podía verse detrás de él, un cruce de agua dulce que parecía en calma a pesar de la tormenta que se veía en el cielo plomizo con relámpagos que iluminaban por momentos el tétrico ambiente. Debajo de la superficie apacible del mar, no se podía ver a ojo humano, las cuatro grandes serpientes marinas que vigilaban el camino a la isla, donde se encontraba la entrada al laberinto y en el medio, la gran pirámide.


    El Arcano una vez que sus ojos observaron al recién llegado, se dispuso a hacerle una seña para que abandonara su varita dentro de una caja de piedra con un mullido almohadón de terciopelo en su interior. Una vez que el alumno cumplió con su pedido, lo siguió observando en silencio antes de quitar de uno de los bolsillo de la oscura túnica, un frasquito que contenía una espesa mezcla de color blanco.


    -Debes cruzar con la barca el rio, pero para eso, deberás encontrar una forma de que las serpientes no den vuelta el bote a medio de camino. No le gustan los intrusos, y no te sera fácil convencerlas de que te dejen pasar. Usa la sabiduría y tus sentidos -Le entrego el frasco - Toma esto antes de ingresar al agua, la barca aparecerá a los cinco metros de ingreso al sentir tu presencia. Esto te ayudara a verlo.


    Lo que Lawan no estaba diciéndole al Aprendiz, es que el propio lago tenia un encantamiento en su agua que dejaba ciego a las personas que ingresaban para cruzar. El frasco solo le daría inmunidad los primeros dos metros para que lograra guiarse a donde estaba la barca, luego de eso, ya no podría ver y debería de dejarse llevar por su sentido de supervivencia y lo aprendido en la propia clase.


    Una vez que llegara a tierra, el alumno debería pasar por el laberinto lleno de serpiente que querrían arrancar cada parte de él. Eran completamente salvajes con poco alimento con el cual mantenerse, lo que las hacia el doble de peligrosas para los aprendices que cruzaban por los caminos errantes del laberinto. Sin varita, Demian debería encontrar una forma de manejarse durante todo el camino recibiendo ataques a diestro y siniestro. Solo pocas serpientes se dejarían convencer para ayudarlo a utilizar el camino, menos concurrido, pero aun así, peligroso en su extensión.


    Sin embargo, si Demian lograba sortear esos dos objetivos, se encontraría con la gran pirámide donde Lawan estaría esperándolo para volver a preguntarle una vez mas, si estaba preparado a cumplir con la ultima prueba.



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  10. Para Demian Luxure.

     

    -A veces no debes interpretar una pregunta sencilla como un motivo para justificar las intenciones internas-Respondió Lawan con voz neutral. El Aprendiz había demostrado que estaba preparado para cumplir un reto mayor, aunque se equivocaba en lo referente al corazón puro. El mismo Arcano tenia un pasado oscuro que prefería dejar para sus fantasmas - Un corazón puro o intensiones de luz no van hacerte entender el Parsel de la mejor forma. Esta habilidad nace contigo cuando llegas al mundo, aveces cuesta que despierte, pero otra veces es muy sencillo y se desarrolla de forma natural a lo largo de la vida.

     

    El Arcano no estaba molesto por las ansias de poder que Demian demostraba, ni tampoco estaba impresionado con la soberbia que el mago parecía despedir en cada gesto corporal que emitía. Una suave brisa le trajo mas noticias importantes a Lawan sobre el desarrollo del aprendiz durante esa segunda parte de su evolución dentro del oasis. Parecía haber mutado su comportamiento a uno mas afable para entender el lenguaje de las serpientes, y aunque se equivocaba en los motivos por los que los magos y brujas llegaban a ganarse la habilidad, había demostrado que podía pasar por pruebas mas duras.

     

    -Antes de preguntarte lo que ansias escuchar desde que llegaste la primera vez, quiero que quede en claro que no importa los motivos de pureza que tengas para aprender la habilidad. Magos oscuros o de luz, son lo mismo aquí y se rigen por las mismas reglas -Terminando de aclarar eso Lawan dejo pasar unos minutos para que el Aprendiz pudiera meditar sobre aquello - ¿Estas listo para presentarte a la prueba?

  11. Para Demian Luxure


    Lawan observo a través de los ojos de las serpientes, como Demian, por fin se esforzaba en conseguir los dos objetos que le había pedido. El hombre parecía mucho mas comprometido ahora que había retomado el aprendizaje de la habilidad, que la primera vez que piso el oasis. Sin embargo, Lawan no se alegraba de ello. Aun podía escuchar las palabras del Luxure hablando sobre el poderío y el sometimiento que quería impartir a las personas. Aquello era algo a tener en cuenta.


    Se apareció frente al aprendiz con el semblante imperturbable. Sabia que estaba interrumpiendo la búsqueda del ultimo objeto que Demian debía traerle, pero antes que eso quería darle unos consejos al hombre. Podía ver el esfuerzo en sus ropas desaliñadas y sucias, en el aroma que despedía su piel. Olía a muerte de animales.


    -¿Aun consideras que la combinación de habilidades te pueden llegar a dar un poderío sobre otras especies? -Preguntó y agregó - Puedes pensar la respuesta mientras terminas de buscar el objeto que te falta. Te esperare en la entrada del Bungalo.


    Terminado su comunicación, el arcano desapareció en un pestañeo.




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    Para Roxanne W.


    La muerte de las serpientes se sintio como un el estallido de un volcan dentro del oasis. El suelo empezo a temblar y requebrajarse. Los pajaron emprendieron vuelo, escapando del peligro y abandonando sus nidos. El aguan empezo a formar grandes olas que empezaron a comerse la playa, provocando una inundacion sin precedentes dentro del lugar magico. El viento empezo aullar de forma ensordecedora.


    Lawan, tranquilo, esperaba en la entrada a su bungalo a la aprendiza. No estaba para nada contento con su forma de desempeñarse. Habia roto una regla sagrada al matar un ofidio dentro del habitat donde vivian. Era como que un invitado ingresara a una casa ajena para matar a los inquilinos del lugar. No era aceptable. Bajo ningun tipo de vista. Espero a que la bruja se acercara a donde estaba.


    -¿Crees que puedes venir a mi tierra y matar a mis compañeras? -Preguntó dejando que la furia se trasluciera en el sonido de sus palabras - Es mejor que tu explicación me parezca valida.


    El Arcano no estaba dispuesto acepar ese tipo de comportamiento. Ni hablar de utilizar una habilidad diferente a la que enseñaba dentro de sus limites. No iba aceptarlo. El techo de la vivienda hizo un sonido extraño cuando el viento intento levantarlo y no tuvo éxito. Su anclaje estará asegurado por la magia del propio Lawan.


    -¿Cuales son los motivos que tienes para aprender el Pársel?
  12. "Lawan, volvió uno de tus viejos aprendices" Siseó una cobra con nerviosismo.
    "¿Posee el anillo?" Pregunto el Arcano mientras tensaba el sedal de la caña de pescar.
    "No, señor. No concluyo su aprendizaje"
    "Ya sabes lo que tienes que hacer" Agrego Lawan después de un breve silencio.
    La cobra dio la vuelta y regreso con sus congéneres. Ya tenia la orden titilando en su cabeza. Se alejo por la playa donde el Arcano estaba metido hasta la cintura, pescando y disfrutando de la suave brisa del caluroso dia. El ofidio no tardo en trasmitir la orden de su amigo por un grupo de serpientes variopinto. Irían por Demian y le mostrarían un poco de humildad. No eran rencorosas, pero el Arcano le había dado una orden que el hombre había desobedecido... en sus propias tierras.
    Al juntarse unas veinte serpientes de todos los tamaños, llegaron con rapidez a la cabaña donde el mago esperaba. Lo rodearon formando un perfecto circulo para que no tuviera la opción de huir de ellas. La cobra real, se adelanto unos centímetros para demostrar que la comandancia del grupo era llevada por ella.
    "Le fallaste a Lawan la ultima vez, Joven" Siseó con reproche "¿Te acuerdas sus ordenes? Aún siguen escondidos esos objetos en el oasis. Encuentralos. Te dejaremos pequeñas pistas en el camino" Replicó con dramatismo, antes de que rompieran súbitamente el circulo y empezaran una carrera hacia el bosque, otras hacia el pantano y un reducido grupo hacia la playa. Demian debería de intentar tomar la mejor decisión posible para averiguar donde estaban esos objetos.

     

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  13. *Para Kaori


    Las serpientes no se esperaban el brutal cambio de forma de la mujer. Vieron cómo su cuerpo humano se deformaba hasta adquirir el cilíndrico que los representaba. Aquello no les gusto en ninguna de sus formas, no podían entender los siseos que producía y llegado al caso, tampoco querían hacerlo. Los humanos con dones, como eran los brujos, siempre querían demostrar su poderío y superioridad por sobre todas las especies.


    No pude morder” Siseó una de ellas.


    Tenía cuero animal en sus ropa” Respondió la otra sin dejar de mover la lengua de forma amenazante.


    Ella ya no es humana” Interrumpió la serpiente que mandaba al grupo y que impedía el paso de la aprendiz.


    ¿Que está diciendo?” Se escucho que preguntaron al unísono.


    Está intentando comunicarse con nosotros” Molesta la jefa del grupo, se acercó con determinación a la Mamba Negra “Ahora nada la protege del veneno” Replicó con felicidad.


    Las serpientes de los costados no tardaron en echarse encima de la Mamba Negra para atacarla e inyectarle su veneno. Luego se alejaron dispuestas a llevarla por el camino más largo al Bungalo donde estaba el Arcano. Querían que el veneno hiciera efecto mucho antes de llegar a la vivienda. Solo así, estaría en problemas para poder seguir con su objetivos y les dejaría de invadir su hogar. La molestia de los ofidios podía sentirse en el aire, en sus expresiones y en sus colas que no dejaban de mover de un lado para el otro.


    Lawan observaba a través de los ojos de la serpiente todo lo que estaba ocurriendo. En ningún momento se le ocurrió interrumpir la escena. Sabía que sus compañeras tenían ciertas reglas dentro del hábitat que manejaban libremente sin su autorización u opinión. La libertad era uno de los principales beneficios que tenían al aceptar convivir en aquel paraje mágico con tantas personas entrando y saliendo.

  14. Nadythen desentrelazaba los siseos de Garry convirtiéndolo en palabras en su mente. Podía entender al joven aunque algunas de las palabras se le escapaban. Más allá de eso, el marco general de lo que quería comunicarle estaba siendo comprendido, pero no cayendo a gusto en las propias serpientes que lo escuchaban. El solo hecho que no tomará la postura que ellas querían que tuviese estaba subiendo la ansiedad del grupo. Algunas de los bífidos que estaban fuera se asomaron por las rendijas de bungalo, esperando la fiesta que se avecinaba.


    No te alimentas de carnes pero justificas que otros nos maten y nos pongan en sus ensaladas” Siseo enfurecida Nadythen “No mezcles nuestra alimentación contra el asesinato injustificado que los humanos nos hacen


    Lawan escuchaba con tranquilidad toda la conversación sin interrumpir y sin intenciones de hacerlo. El aprendiz parecía estar metiéndose en problemas, pero no estaba en sus manos ayudarlo más que a comprender la habilidad. No podía crear lazos de amistad entre ellos, porque no llegarían a entenderse. Ellas interpretarían todas las palabras del joven como si fuera una especie de código a descifrar, que muchas veces, desviarían hasta encontrar lo peor de ellas. Muchas serpientes en un mismo lugar, solo era signo de muchas mentes pensando de forma similar para con un único enemigo que las uniría todas. Garry estaba poniéndose en ese lugar de forma inocente.


    Si no tienes cuidado, te atacaran” Interrumpió el Arcano “Ellas están buscando un motivo para que seas su cena, y tu estas dándoselo con tu honestidad. Aveces, no hace falta ser honesto para hacer lo correcto


    Él esta justificando a nuestros asesinos” Se quejó Nadythen.


    Responde sus preguntas” La reprendió con suavidad Lawan.


    Que dejen de cazarnos y podamos vivir en paz. Eso haría que mi hábitat fuera segura para reproducirme y perpetuar mi especie” Siseó en respuesta Nadythen moviendo la cola de forma alocada.


    Un cazador está en las oasis. Encuentrenlo. Lleven al aprendiz con ustedes” Volvió a ordenar Lawan, dándole al alumno un pequeño frasco que contenía un líquido color azul “Toma esto cuando estés pasando el límite del bosque. No te harán daño. Procura devolverles el favor” Recomendó dejando ir al alumno que sabía tendría más dudas que certezas.






    ***********************----------------------------------------------------**********************


    Las serpientes sintieron a la intrusa llegar por las arenas del oasis. Se quedaron lejos de ella, viéndola pasar e intentar encontrar el bungalo. Un portal mágico, jamás podría ser abierto directamente hacia la vivienda del arcano. La magia que rodeaba la construcción no permitía semejante intromisión de parte de nadie sin ser invitado por el propio Lawan. El camino hasta encontrar el lugar donde estaba el Arcano, era visible por los surcos engañosos que dejaban las serpientes en el suelo arenoso.


    La alumna no pasaría del límite de la arena a los pastizales que debía cruzar en el camino al bungalo. Las serpientes, tres de ellas, estaban escondidas muy quietas esperando que pasara. La atacarían lanzándose a los talones para intentar morderla e inyectar veneno, una de ellas se le plantaria al frente con intenciones hostiles si osaba seguir avanzando. Las palabras de la mujer determinarían el comportamiento de las siguientes acciones por parte de los ofidios.


    No eres bienvenida aquí” Siseo amenazante una de ellas.



    @

  15. Lawan deja que el silencio se extienda lo suficiente para que el aprendiz pueda sentir los cambios a su alrededor. Cuando se estimulaba la parte del cerebro donde regia adormilada aquella habilidad, la forma de ver el mundo cambiaban dramáticamente. Todos los pequeños susurros sibilantes pasaban a tener un significado diferente convirtiéndose en un palabras conectadas que formaban un idioma, un sentido al sonido. No era algo que todos poseyeran, y el Arcano estaba seguro que aquella poción no abría funcionado si no existiera un gen resistente que se negaba a desaparecer, trasmitiéndose de generación en generación. Siempre estaba ahí, a la espera de activarse por algún medio. A veces lo hacia de forma natural cuando el mago era pequeño, y ya empezaba a tener comunicación con los ofidios desde edad temprana, otras veces, había que estimular la zona para que "despertara" y empezara a funcionar.

     

    -Mientras el tiempo se extiende, tu cerebro esta asimilando la nueva información -Explicó en tono calmo y en el lenguaje común el Arcano al ver la pequeña confusión del hombre. Sabia que escuchar su lengua habitual traería mas confusión a su mente - Esa sensación de que no eres tu, pronto va a desaparecer. Un aprendizaje consta de ejercitar la mente.

     

    "Ven aqui, Nadythen" Llamó a una de las Cobras que miraban en silencio el intercambio entre los magos "Quiero que hables con él para ayudarlo a comprender"

     

    La Cobra aceptó la oferta. Arrastro su largo cuerpo hasta quedar cerca del Aprendiz. Su lengua bífida entraba y salia de su boca en una danza sin final, mientras eso ocurría por fuera, por dentro detectaba las vibraciones que producía el hombre por ese medio. Intentando interceptar todo lo que pudiera sobre el extraño. Lo contemplo unos minutos en silencio, produciendo que la se escuchara los sonidos de afuera del bungalo con mas fuerza.

     

    "Mi nombre es Nadythen, soy del Nordeste de Vietnam, un sitio llamado Yên Bái donde nos cazan y nos comen fritas al limón" Siseo de la forma mas lenta que pudo, para que el mago entendiera lo que decía "Nguyen me salvo la vida invitándome a trasladar mi hábitat a este lugar. Aquí no corremos peligro de ser alimento para otros mamíferos. ¿Eres esa clase de animal?"

     

     

    @@Hessenordwood Crouch

     

     

     

     

     

  16. Las serpientes se quedaron a observar el intercambio de palabras de los hombres. Sus siseos habían reducido la intensidad del sonido dentro del bungalow. Allí el ambiente era seco, con reducida luminosidad y perfumado por plantas que relajaban al que las olía, sometiéndolo a reducir los nervios de forma inconsciente. El Arcano disfrutaba de su tiempo de ocio leyendo libros o haciendo pociones de curación para alguno de los males que solían aquejar a sus amigas. Aunque no solía interrumpir el ciclo natural de la vida del serpentario, si ayudaba a con pequeños detalles a que fuera más sano. Era su aporte al oasis y también creía, el deber que tenía como mago cuidador de aquel hábitat.


    El mago que ingreso era a todas luces diferente a lo que Lawan esperaba. Se notaba en su cuerpo las marcas de batallas pasadas, tanto ganadas o perdidas, con marcas en la piel o en la mente. Era estimulante tener esa clase de alumno que hacía un desafío más interesante el enseñar a controlar la nueva habilidad. Pero se estaba adelantando en su mente, aun el mago no había demostrado ni un gramo de poseer conocimiento previo o alguna muestra de interés de aprender a manejarlo. Las manos ásperas del Arcano entregaron el pocillo con la espesa mezcla al chico, luego de invitarlo a sentarse frente a él en el suelo. La poción tenía un olor particularmente rara a menta y ácido.


    -Aquí espero ayudarte a encontrar la respuesta o acercarte a ella lo más posible -Respondió luego de un minuto de silencio entre ambos - Para eliminar el miedo a lo desconocido hay que ser valiente y muy sagaz. Aquí aprenderás el idioma de las serpientes, comunicarte con ellas tan solo es una parte del camino. También debes comprender sus costumbres para entenderlas y apreciar su forma de vida, que diferencia mucho del que solemos conocer en otras especies -Lawan indico con un gesto en la mano, que era hora de que el hombre bebiera del cuenco caliente - A tu salud, joven. Veamos qué tanto puedes aprender desarrollando tus sentidos y quitando otros.


    Los primeros tres tragos le sabrían amargos al brujo, pero más absorbiera el líquido, mejor gusto empezaría a tener en su garganta. Al terminar, podría sentir un leve mareo que destacaría por el aumento de los siseos de las serpientes. El Arcano estaba intentando abrir los sentidos del aprendiz para que pudiera empezar a interpretar lo que escuchaba, formando un lenguaje coherente en su mente.


    "¿Que sientes?" Pregunto Lawan con tranquilidad en Pársel.




  17. Frente al portal.

     

     

    Lawan esta vez vio a la bruja estar preparada para la prueba final y no hizo ningún comentario. El portal estaba abierto y ella había vuelto aceptar cumplir el ultimo paso, el mas difícil de todos, el que demostraría si estaba verdaderamente apta para ganarse el anillo de habilidad o si debía esperar hasta poder madurar su aprendizaje para volver a intentarlo. Era una decisión difícil que traía muchas exigencias mentales y físicas. Dentro del portal, podía pasar cualquier cosa, y el aprendiz nunca estaba seguro de si su decisión era la mas acertada. Debía apelar a la concentración y entregarse de lleno a lo aprendido durante su estancia en el oasis.

     

    Dentro del portal había un lugar que el Arcano no podía ver, a menos que Zoella ingresara. Él solo debía mirar como la bruja sorteaba todos los obstáculos y encontraba la forma de regresar de nuevo al portal. Estaría atento para involucrarse solo de ser muy necesario, pero sin ayudar a resolver nada. Era el momento de volcar el conocimiento de la habilidad aprendida. La bruja estaba prácticamente sola para desarrollar la prueba final. Lawan no le deseo suerte, esperaba que aquella bruja encontrara la respuesta por la que había ido allí, en primer lugar.

  18. Lawan no perdió detalle de todo lo que Zoella estaba haciendo, evaluó con ojo critico cada movimiento y cada pensamiento que cruzaba por la mente femenina. La resistencia al veneno le sorprendió al Arcano, que había esperado que la bruja sucumbiera en los primeros minutos bajo el agua. El éxito de sortear el primer obstáculo, tal vez le generara cierto autoestima a la alumna que podría llevarla a pensar que lo difícil ya había pasado. Pero las cosas estaban lejos de ser de aquella forma. Una vez que ingresara al laberinto, nada volvería a tener sentido. Las indicaciones estaban dadas, el Arcano solo debía esperar por ella ante el portal que determinaría el verdadero fracaso o derrota de la prueba.

     

     

    En la Piramide frente al portal.

     

     

    -¿Estas preparada para cruzar el portal? -Dijo cuando vio a la bruja llegar.

     

    Si la respuesta era afirmativa, no tenia mas nada que cruzar y enfrentarse al reto final. Lawan había intentado darle las herramientas para que la bruja pudiera defenderse. Su mente ya tenia activado el Pársel, pudiendo entenderlo y replicarlo. Ahora tan solo le quedaba utilizarlo con presteza para demostrar que era digna de llevar el anillo de habilidad. El tiempo, estaba empezando a escasear, y el portal no se mantendría abierto eternamente.

  19. Lawan espero que llegara su aprendiza a la isla dónde debían partir para empezar su prueba final. Aquella que demostraría que era merecedora de portar la habilidad de hablantes de Pársel en su vida, por siempre. La calma del agua no demostraba el infierno que había debajo de ella. Todo parecía estar por de más tranquilo. Por debajo de la superficie un mundo marino de serpientes esperaba por la presa que debía llegar de un momento al otro.


    En el medio del lago, una barca de color blanco, resplandecía como una si tuviera luz. Estaba amarrada, esperando por su pasajero para llevarlo hasta el inicio del laberinto. La cadena que le impedía moverse, encontraba su cerrojo en lo más profundo del lago.


    El laberinto, por su parte, tenía dos grandes misterios que resolver. Uno era el camino y el otro el serpentario que parecía ser. Todas las serpientes hablaban y todas confundían a las personas que cruzaban. Algunas hasta tenían el atrevimiento de morder e infundir el veneno que poseían en sus dientes. Hasta una pequeña dosis resultaba como una consecuencia que podía ser mortal.


    El arcano esperaría en el medio del laberinto, donde estaba la pirámide y el portal con la prueba final. Acompañaría de forma visual a su aprendiza en aquel recorrido. Apenas dándole los consejos que merecía en un principio para que pudiera resolverlos a su forma. Todo dependía de su inteligencia a la hora de usar el Pársel.


    -El lugar posee un fuerte encantamiento que mantendrá tu varita en silencio, no podrás usarla para nada, aunque si haces las cosas bien, no lo necesitarás - Le dijo con calma -El agua del lago puede tener algún otro encantamiento que borre un sentido de tu cuerpo, te recuperarás con la poción que se encuentra en la balsa, y el laberinto tiene la capacidad de confundirte y hacer que tu visión sea el doble de lo que realmente es. Esperaré por ti en la pirámide que está en el medio del laberinto.


    Sin más, el arcano dejo que la alumna pudiera defenderse sola para sortear todos los obstáculos que tendría en el camino. Una cosa era segura... Zoella debería de usar toda su capacidad para aguantar hasta el final.




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  20. El Arcano desde una posición cómoda del otro lado del portal, observo todo el empeño de Madeleine al resolver cada obstáculo. Hacia años que no se sentía impresionado con un aprendiz, pero ciertamente en esos momentos, es lo primero que siente al ver la lucha entre las dos mujeres y la consecuente victoria. El anillo de aprendiz rápidamente cambio al de la habilidad de Hablantes de Pársel, el mismo que compartían todos los que habían superado las pruebas del portal.

     

    -Te has ganado la habilidad con esfuerzo y sacrificio. Espero que sepas aprovecharla al máximo y encuentres las respuestas que estas buscando -Dijo Lawan entregándole la caja de madera con las pertenencias de la bruja dentro.

     

    Al instante la madera que envolvían las pertenencias, desprendió un aura azuleado que lo convertía en un traslador con destino al lugar desde donde Madeleine había llegado al oasis.

  21. ¿Que dice” siseo una de las que sostenía el brazo del mago.

     

    No sé qué dice, habla la lengua común” Respondió la Pitón impaciente “Lo llevaremos con Lawan ahora mismo. Debe darle una lección de humildad” sentenció.

     

    La orden estaba dada y las demás Boas no tardaron en acatarla. Liberaron al mago de las presiones de sus cuerpos, para poder vigilarlo de cerca sin tocarlo. Estaban impacientes por ver qué ocurría con aquel extraño. Les gustaba observar como el Arcano convertía a muchos magos que aparecían por el oasis en personas que pudieran comunicarse con ellas. Algunos no eran capaz y se quedaban en el camino, pero otros pasaban a tener conversaciones interesantes e instructivas.

     

    Los ofidios escoltaron al mago hacia donde estaba Lawan. La arena apenas dificultaba el andar de las serpientes. Se deslizaban por el terreno dejando surcos serpentinos que señalaban el camino. La velocidad a la que iban era rápida, provocando que el mago tuviera que trotar. Dos de ellas le pellizcaba los talones si aflojaba el paso. El bungaló no estaba tan cerca de donde había aparecido el mago. Los minutos volaron hasta llegar a la vivienda donde el Arcano esperaba.

     

    Lawan estaba terminando de servir en un cuenco el líquido espeso, que había cocinado en el caldero. El recipiente de madera humeante, fue depositado en el suelo, frente a donde el nuevo aprendiz se sentaría. Un movimiento de varita aplaco las llamas debajo del caldero para que estas no ocasionaran que la mezcla burbujeante, se pasara de cocción.

     

    -¿Qué haces aquí, joven? -Preguntó sin saludos previos. Esperaba no recibir las típicas respuestas de aprendizajes para no perder el buen humor con el que había amanecido.

     

     

    @@Hessenordwood Crouch

     

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    -Las serpientes de vientre amarillo tienen un veneno mortal…-Respondió el Arcano a los pensamientos de la bruja - Las toxinas invaden el sistema nervioso y tendrás un paro cardíaco o tus pulmones fallaran a la hora de intentar contener el aire. Morirás. No hay cura.

     

    Lawan dejo que Zoella sintiera el miedo de sus palabras. En su mente llevaba la cuenta del tiempo que le costaría al veneno recorrer todas las venas de la bruja, para terminar matándola. Unos segundos antes de que el corazón empezara a fallar, intercedió. Utilizó su varita de cristal y hechizos en una lengua muerta para ir sacando de a gotas el veneno, por los poros de la piel pálida. Cuando terminó su trabajo, unió todo el líquido en un frasco y lo tapó con cera caliente. Antes de entregárselo a la temblorosa mujer.

     

    -¿Estás preparada para cursar la prueba? -Preguntó, dejando en la palma de la mano femenina, el anillo de aprendiz que debería utilizar en la prueba.

     

     

    @@Zoella Triviani

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  22. Lawan tenía en el rostro una mirada evaluadora, se fijaba los detalles con los cuales la aprendiz iba resolviendo los obstáculos. Algunos nunca llegaban a percibir las frecuencias vibratorias que emitían los ofidios para comunicarse entre ellas, además, de los siseos. Era difícil interpretarlos, o que la mente se acostumbrara a decodificarlos. Lo había hecho bien. No de forma ejemplar como esperaba, pero sí lo suficiente para sortear el problema y reencontrarse con él, en la entrada del portal que la llevaría a la prueba final.

     

    -Tu varita solo responderá a hechizos en Pársel, y está dentro del portal en algún lado -Dijo con voz pausada para que lo entendiera - Cruzar el portal significa que estás poniéndote en riesgo mortal. Yo no iré ayudarte, esta vez, aunque lo precises.

     

    Madeleine se encontraría en un terreno hostil, donde el aire era extremadamente escaso, como si tuvieran en la cima de una montaña muy por encima del mar. Parecía un pequeño bosque quemado, seco y sin vida. Los cadáveres de los árboles se mantenían en pie como petrificados por el tiempo. Una niebla espesa cubría los alrededores, dejando libre el centro del lugar donde un monolito tenía una protuberancia en su estructura de piedra que formaba una varita mágica. Si la bruja arrancaba la piedra, rompería su propia arma y no tendría como defenderse.

     

    La bruja no sería la única en ese lugar. Una serpiente de tamaño descomunal familiar del basilisco, pero extremadamente venosa al roce con su piel, estaría hambrienta esperando por su comida. Las toxinas que despedía en sus escamas, provocaban entumecimiento en las zonas que tocaba, y si no se recibía ayuda, en pocos minutos paralizaba todo el músculo y seguía viajando a otras zonas del cuerpo. El ofidio protegía el Monolito de quien se atreviera a tocarlo y robar la varita.

     

    Por otro lado, un reflejo de la propia Madeleine con varita, anillos, amuletos Uzzas y conectada a la original en pensamiento, estaría esperando su turno para aparecer. Lo haría cuando la aprendiz quisiera volver a pasar por el portal con la prueba concluida. El reflejo no lo dejaría hacerlo. Se lo impediría con todo lo que poseía.

     

    Con un ademán de cabeza, Lawan despidió a Madeleine. Para la bruja pasarían minutos, pero el Arcano sabía que el tiempo era caprichoso dentro del portal y que podían pasar días hasta que saliera… si es que lo lograba.

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