Jump to content

Khufu

Magos Expertos
  • Mensajes

    443
  • Ingresó

  • Última visita

Todo lo publicado por Khufu

  1. Khufu

    Libro de los Ancestros

    Esperó unos segundos para ver si Zahil seguía sus indicaciones, al ver que no era así simplemente negó con lentitud. Estaba como en un shock, algo de lo que esperaba se recuperará pronto, para de esa manera poder continuar con su aprendizaje, el cual estaba a punto de llegar a su final, Estaba tan cerca, pero a la vez tan lejos, que fijó sus ojos en el rostro de la bruja, intentando evitar usar la legelimancia para leer su mente y comprender que era lo que le ocurría. Sacando esa idea de su mente, devolvió su atención a Heliké, la cual estaba cumpliendo con todo de acuerdo a como lo tenía planeado. Se introdujo con ella a sus recuerdos, buscando el adecuado, aquel que respondiera a la pregunta que anteriormente le había hecho. Si, vio y sintió parte de lo que la bruja tenía bien guardado en su mente, quizás por el hecho de poseer algunas habilidades mágicas legendarias, pudo sentir un poco más profundo su dolor, pero no le molestó, porque le hizo convencerse de que era digna de continuar con su aprendizaje. En cuanto volvieron a la realidad. Observó, a las dos brujas y les regaló una pequeña sonrisa. No iba a responder a la protesta de la Rambaldi, no era el momento, además, le quedaba poco para concluir con su proceso de enseñanza y nada mejor que enfocarse en eso. Meditando un segundo, detuvo el ataque del cíclope a la Granger, porque si bien, ella sabía usar el Kasho, era momento de la primera de aprenderlo. — ¿Sabes que es el Kansho? Es momento de que lo pruebes, y de que Zahil, sepa si esta preparada para usarlo. —comenzó a hablar—. Invocalo y lanza de paso un par de hechizos contra ella, y es justamente lo mismo que deberá hacer Zahil en tu contra. Las palabras fluyeran de sus labios, mientras con un movimiento de su varita mágica lograba que se desapareciera la criatura del Libro del Caos, no la necesitaba más. Solamente, un hechizo más y las dos brujas, estarían listas para comenzar con la prueba, o eso era lo que pensaba. Todo dependía de su desempeño en esos próximos minutos. Alejándose unos pasos, otorgando espacio, las miró con tranquilidad y esperó los movimientos de las dos.
  2. Khufu

    Libro de los Ancestros

    ¿La Rambaldi creía que era un crédulo? Al parecer así era, y por más irónico que pareciera, no le sorprendió en absoluto porque a lo largo de los años en que se había visto obligado a honrar el contrato, por su enseñanza habían pasado muchísimos alumnos que creían que podrían engañarlo y aprovecharse de su buena voluntad por el simple hecho de tener el aspecto físico de una persona de la tercera edad, pero no, eso no era así. El paso de los años, le otorgaba sabiduría, la cual intentaba trasmitir a las nuevas generaciones, pero tenía claro que unas cuantas no lo deseaban, por lo que medidas drásticas es lo que tendría que tomar. —Heliké, ¿en serio quieres hacer el buen por la comunidad mágica? —preguntó de manera retórica, mirándola fijamente, al notar como esta explicaba su punto al guerrero sobre una reliquia familiar— De no ser así, no podrás cumplir con mi siguiente prueba para ti. —añadió con una sonrisa. Desviando su atención hacía Zahul, logró escuchar los pensamientos de la bruja. Ella decía la verdad, los Granger tenían cierto secreto y un acertijo que los ayudaba a protegerlo, tal y como en esos momentos lo escuchaba con fuerza en su mente. Intentando, eliminar los pensamientos de la bruja, respetó su privacidad y prestó atención al cíclope que continuaba esperando su orden, la que sin duda no tardaría en llegar. —Este anillo, me permite ver todo lo que ocurre al rededor de las personas y en cierto momento o lugar —explicó tomando el anillo de presencia— Así, que también colócalo en su mano, vamos a usarlo juntos. —ordenó, viendo sus movimientos, en cuanto se acercó hasta ella. Sacando un pequeño botecito, sopló delante del rostro de la mortífaga arena del desierto, la cual comenzó a empañar la vista de la bruja, sinque ella pudiese evitarlo, por lo que tuvo que cerrar sus ojos, esperando pronto recuperar la visibilidad. —Cuando abras los ojos, sentirás que te encuentras dentro de un remolino de recuerdos y únicamente los dos, podremos visualizar uno en concreto, aquel que muestre los verdaderos sentimientos y razones por los cuales, deseas adquirir los poderes de los libros. —explicó con tranquilidad— El pensadero, que poco tiempo atrás use con Zahil, será también de ayuda, así que espero lo consigas. Tras dar su indicación a la bruja, regresó su atención a la primer pupila que había llegado. —Exactamente, el amuleto anti-robo tiene esa finalidad, proteger aquellos tesoros que son de gran valor sentimental y monetario para nosotros, ¿cómo funciona? Fácil, nos lanza un pequeño aviso que nos permite saber, que algo no va del todo bien y allí, es cuando debemos actuar, pero dime ¿con qué otro podemos combinarlo para una mejor ejecución? ¿Cuál utilizarías para saber, si todo va bien o es una falsa alarma? Las preguntas que dijo, fueron seguidas de la orden del cíclope, de volver atacar a la fenixiana, necesitaba saber si había aprendido claramente la lección anterior, ¿lo había hecho? Esperaba que si, porque de eso dependería su avance al siguiente y casi último saber del libro. Porque, en esos momentos la criatura, comenzaba nuevamente a lanzarle hechizos, a diestra y siniestra, los cuales pretendían herirla.
  3. Khufu

    Libro de los Ancestros

    Kufhu miró un segundo a Zahil, esperando que la bruja hubiese captado la esencia del como se utilizaba el kasho y las implicaciones del mismo, para poder pelear contra el ciclope y no morir en el intento. Desviando su atención, se concentró en la llegada al punto de inicio de la clase, de una bruja, ¿otra alumna más? Sin duda, pasaría una larga temporada antes de que pudiese tener un poco de calma. Sin hacerla esperar más, apareció delante de ella y la miró fijamente. — ¿Quién eres y qué deseas? —preguntó sin inmutarse— Asimismo, ¿por qué piensas que eres digna de obtenerlo de mi? Tras sus preguntas, espero solamente un segundo sus respuestas. Al no obtenerlas y tener que medir el avance de la anterior alumna, chasqueó su lengua y le indicó que lo siguiera, a través de un par de metros, hasta el sitio en el que se encontraba la primer llegada, peleando aún contra el ente y con el deseo de terminar con él, pero lastimosamente sus intentos eran totalmente en vano, por lo que ordenó mentalmente al cíclope que detuviera el ataque. Indicándole a la segunda bruja, que en ese momento esperaba conocer la respuesta a sus planteamientos, la miró fijamente, mientras pensaba en la manera correcta de explicarle a la Granger, porque todo lo que había hecho contra su creación, no había funcionado en absoluto. —Las criaturas y entes del Señor del Caos, adquieren únicamente la forma que se les da, pero no tienen las mismas propiedades, es magia mucho más avanzada, de tal manera que nunca podrán ser derrotadas más que como se establece. Por lo tanto, los rayos, maldiciones e invocaciones que les lances, realmente nunca les van a afectar —explicó con un poco de condescendencia—. Por lo que, son básicamente inmunes y todo, lo que les lanzaste como puedes ver, no le afectó al cíclope y únicamente lo enfureció. Tras su explicación, posó su mirada nuevamente en Heliké, esperando su respuesta. —Así, que si tienes los hechizos guardados que te envió el cíclope, pero si se los regresas a él, no le causaran daño alguno. Mirando, el segundo anillo que tenía entre sus manos, supo que quizás era momento de mostrarle algo más teórico antes de continuar con la practica. — ¿Tienen algún tesoro mágico que desean proteger incluso con su vida? ¿Cuál es ese? —tras su pregunta, las miró a las dos.
  4. Khufu

    Libro de los Ancestros

    —Bien, —responde —ahora toma tu anillo. Khufu saca el propio y deposita una gota sobre una hoja, pidiéndole a Zahil que repita el procedimiento. Le explica que sirve para ver un lugar lejano, que las imágenes llegarán a su mente como un torbellino y que dependería de su capacidad para estar tranquila el controlarlo. —Guárdala, la usaremos más adelante. Ahora…te enseñaré algo útil para escapar o desorientar, te dará ventaja. Pero es mucho mejor en pociones, ya veremos si llegas a hacer una. Da unos cuantos pasos hacia para un segundo después soplar la arena mágica del desierto, que tomó del pequeño frasquito que cuelga de su collar. Zahil debía aprender de la experiencia. Espera unos segundos a que regrese su visión y continúa como si nada hubiera pasado, invocando con facilidad una daga que parecía amoldarse perfectamente en su mano. –Y este es el Kansho – dice –extremadamente peligrosa y poderosa, puede absorber y devolver ataques mágicos, además de que sin su componente mágico es un arma letal. De color plateado y lleno de piedras preciosas, el kansho parecía más una pieza decorativa que una verdadera arma. Muchas veces durante sus años de juventud, Khufu había utilizado aquella daga para abrirse paso en los escenarios más difíciles; el recordarlo le causa satisfacción, la misma que crece cada que rememora experiencias durante las enseñanzas de la sabiduría de su pueblo. Khufu estaba acostumbrado al aprendizaje por práctica, así que desaparece el pensadero y, aunque es Bakari quien prefiere usar las fuerzas del caos, invoca los poderes de Anubis. Tras el humo negro aparece un cíclope, que con su altura y su sed de pelea se apresura a correr tras Zahil, lanzando un rayo tras otro. –Es todo tuyo… Era hora de empezar a demostrar si tenía lo suficiente para llamarse una guerrera.
  5. Khufu

    Libro de los Ancestros

    Está despidiendo a los magos cuando la figura de una mujer aparece, no muy lejos de donde se encuentra. Siente deseos de ignorar a la nueva y dedicarse a descansar, pues la sombra del árbol que está unos metros atrás de repente le parece muy atractiva, sin embargo, sabe que no debe rehusarse, por muy hastiado que esté de enseñar las artes uzzas a aquellos extranjeros. Le hace una seña diciendo que espere. Con solo mirarla un segundo puede saber que se trata de una anciana en el cuerpo de una jovencita, por lo que no espera nada menos que sabiduría de su parte. Le da la espalda y camina hacia sus otros alumnos, haciéndolos desaparecer. Ellos ya habían cumplido su ciclo, era el turno de... —¿Cuál es tu nombre? Muy pocas veces sus aprendices habían sido tan educados, lo cual le concede cierto interés a Khufu. Muchos magos y brujas iban hasta allí prácticamente exigiendo ser enseñados por los uzzas, a cambio de los galeones que intercambiaban con la dirección de aquel lugar. Espera a que la mujer responda y lanza otra pregunta: —¿Qué tanta tolerancia tienes al dolor? —sus ojos la examinan un momento, empezarían pronto a practicar. Con un movimiento de su varita mágica entre ellos aparece un pensadero. Es rústico y su color es el mismo del suelo que los rodea, como si se hubiera formado recientemente. En sus manos, Khufu tiene su anillo de presencia. —Este anillo que te permitirá ver el presente, puede ser aquí o al otro lado del mundo por lo que necesitas concentración. Al inicio sentirás mucho dolor hasta separar tu presente del que ves gracias al anillo... así que para practicar, depositarás en el pensadero un recuerdo que debe ser el momento en el que más dolor has experimentado, físico o emocional, solo tu puedes saberlo. Legilimantes y oclumantes tenían esta tarea mucho más sencilla, sin embargo, tiene altas expectativas en la mujer, solo espera no decepcionarse como tantas otras veces.
  6. La determinación de la muchacha frente a él le llama la atención. Desde el inicio de la clase, la ha visto pasar de tímida a determinada en fracciones de segundo. Aquella era una de esas ocasiones, tal vez porque su espíritu se llenó de optimismo al ser favorecida por Anubis o, tal vez, porque ve que tiene por fin un buen manejo de la magia uzza. La arena del hechicero que tira hacia sus ojos no le cae por sorpresa. Esperaba una reacción así, de limitarlo de la forma que fuera posible. Y si Bodrik era una contrincante digna, para ese momento ya debía haberse movido del sitio en que se encontraba, para despistarlo totalmente. —Vara de cristal —invoca el guerrero, sintiendo el poder fluir desde su interior hacia la varita mágica, que cambia para tomar la forma única que Khufu le había dado. Cuando la tiene en sus manos, enroscándose en su brazo cual serpiente, siente un renovado ímpetu para seguir —...desmaius. El uzza debía admitir que la estrategia de Bodrik de limitarlo era buena, sin embargo la muchacha olvidaba el poder enorme que tenía con la vara de cristal. Con el poder ancestral, el desmaius era inmediato. Le sorprende que al momento, Bodrik no haya conjurado su propia vara de cristal, cuando sus compañeros a esas alturas ya lo habían hecho varias veces. Una vez más, es algo que le llama la atención. Mira alrededor un segundo, suficiente para vigilar a sus otros estudiantes. Los ve inmersos en su duelo y se despreocupa de ellos; ahora, debe atender las heridas causadas por Bodrik. Piensa en un episkey para terminar de curarse del cinaede y su cuerpo agradece el cerrar las heridas.
  7. @ Muy buenas. Como Hades queda avisado, no se invalidará ningún post, tranquilo por esa parte. Sobre tu consulta la respuesta es no. No se puede usar la vara de cristal con invocaciones,ya que la definición especifica que convierte en efectos los rayos. Espero que @@Hades Ragnarok tenga en cuenta este detalle a futuro. Como has aceptado el movimiento de tu rival, el duelo puede continuar como hasta ahora sin problemas. Por cierto y aunque no debería, les recuerdo (@Bodrik) que en la prueba "Cada dos turnos, el estudiante deberá rolear una barrera rolística y la forma en que se deshace de ella, sin afectar los tiempos del duelo." Saludos.
  8. Las fuerzas del caos son impredecibles. Ni siquiera guerreros que han entrenado toda su vida, como los uzzas, han podido controlarla. La incertidumbre al invocar las ruedas o los señores del caos son algo que a Bakari le apasiona, pero a Khufu, en cambio, le encantan las cosas certeras, lo que puede controlar a su totalidad. Se alegra por Bodrik cuando la buena fortuna la acompaña. Eso le permitirá al guerrero saber si la muchacha era de las que se confiaba al manejar gran poder o si era de las que lo aprovechaban de la mejor forma posible. Ciertamente, en esta ocasión no se decepciona. —Cinaede —dice, imitando a su rival, moviendo su varita a la vez. Al igual que Khufu, Bodrik tendría que realizarse algunas curaciones. Para el guerrero, estar en igualdad de condiciones hacía que los eventos se tornaran más interesantes. Sin embargo, en aquel duelo el guerrero había empezado con algo de desventaja. Solo han pasado unos cuantos segundos cuando el aire empieza a faltar en sus pulmones. Los efectos del gas extraído de los pétalos de pensamientos es letal. Sabe, por experiencia, que no debe retrasar más su curación respectiva. El anapneo que piensa es suficiente para recuperarse y permitirle respirar normalmente otra vez. Empuña la varita mágica en el brazo que lleva el tatuaje con firmeza, evitando los temblores propios de la edad que en ocasiones lo afectan al punto de quitarle la energía; algo que no puede permitirse en enfrentamientos como ese. Por un instante, se percata de Elvis y Hades, confirmando que había hecho lo correcto al emparejarlos en el enfrentamiento. Sus alumnos y él aún tiene un largo camino que recorrer y los "extranjeros" tendrían que demostrar sus capacidades para manejar la magia ancestral. Por lo pronto, todo parece marchar bien. «Curación» invoca, librándose de algunas molestias. Normalmente, no suele usar aquel hechizo de emergencia tan pronto, pero esta vez no quiere perder tiempo.
  9. Cuando ve que Jank intenta controlar una criatura a través del orbis no se preocupa. En aquella dimensión, muchos de los animales mágicos y no mágicos difieren de como son en la dimensión real. Por eso, cuando el león alado que pasa a su lado es envuelto por el anillo del orbis no sucede nada, al no ser una criatura que se pueda controlar. El humo causado por la estrepitosa caída del metal se ha disipado casi por completo cuando Khufu invoca unas flechas de fuego en dirección a Jank, quien ya se había realizado las primeras curaciones del veneno del cinaede, letal y silencioso, que causaba daños en su sistema y se había defendido de otro de los leones alados comunes en aquella dimensión extraña a la que Badru los había enviado. El anciano uzza nota en su pecho un par de quemadas de las flechas impactadas sobre su cuerpo. Decide que tiene suficiente margen de tiempo tanto para seguir atacando como para curarse. Tras evaluarlo por una fracción de segundo, piensa en un episkey que termina por cerrar cualquier herida que luego pueda causarle algún tipo de complicación. Cuando todo parece estar tranquilo, siente que el aire se vuelve denso, como si el volcán en cuyo interior se encuentran estuviera dándose a notar ante los duelistas. Descarta que Jank sea el causante, pues seguramente también notaría el cambio en la situación del aire. La respiración del guerrero es lenta y no pretende esperar más tiempo para actual al respecto. —Anapneo —conjura, y toma una bocanada de aire, inflando su pecho con calma. Y aunque sabe que el aire afectará también a Jank, no baja la guardia.
  10. En cuanto encontraran a Peeves y al libro de los ancestros protegido por el amuleto anti robo, los tres magos serían trasladados lejos, muy lejos de la plaza del árbol de fuego. No sería necesario que toquen un objeto en particular, pues en algún momento el remolino característico de los trasladores los llevarían hasta donde se encontraba esperándolos el guerrero uzza. Se encontraban sentado en posición de loto sobre una piedra en medio de la selva, justamente en el punto donde los árboles crecían más separados, pero el terreno debajo continuaba siendo irregular. El canto de las aves y el viento golpeando las hojas le agregan sonoridad al escenario, cada vez más calmado. Solo abre los ojos cuando la visión de Bodrik, Elvis y Hades se materializa. Ya no los ve con su tercer ojo, ni con la gota que puso en el castillo para poder observarlos; ahora están allí, frente a él, que espera no decepcionarse ante la oportunidad que les está brindando. Les da tiempo para descansar bajo la sombra de los árboles que los rodean, refrescarse e incluso para que tomen alguna poción que los revitalice. Luego, de repente, rompe el silencio. —Su camino ha sido largo, jóvenes, pero ya saben lo que tienen que hacer. —Se incorpora lentamente, como si le costara moverse, y apunta a uno de ellos con la varita mágica. *** @ vs @@Hades Ragnarok @@Bodrik vs Khufu REGLAS: 1.- Deben rolear en la clase hasta el momento exacto en que se encuentran con el libro de los ancestros y son trasladados a la prueba. 2.- Los hechizos permitidos son los hechizos neutrales neutrales graduados y los poderes hasta el libro de los Ancestros, siendo primordial que el estudiante utilice hechizos utilizables en duelos y asaltos dentro de la prueba. 3.- Pasadas 24 horas sin respuesta, los hechizos se considerarán impactados. Pasadas 48 horas sin respuesta, el alumno será reprobado. 4.- Ambos deben complementar el escenario, sin embargo ninguno de los dos puede contradecir lo que ya establecido o lo que establezca su contrincante. 5.- La prueba tendrá una duración de una semana. 6.- Cada dos turnos, el estudiante deberá rolear una barrera rolística y la forma en que se deshace de ella, sin afectar los tiempos del duelo.
  11. Cuando el uzza nota que sus palabras son interrumpidas solo respira profundo, como si el aire entrando por sus pulmones fuera a marcar alguna diferencia. No le gusta que lo silencien, que se adelanten a su estrategia. Por ese mismo motivo, o quizá por la terquedad propia de un guerrero de avanzada edad como él, no desiste en su idea, se mantiene firme. —Cinaede. Esta vez, Jank no tiene escapatoria alguna del gas, que ya para entonces ha entrado en sus pulmones y empezado a corromper su sistema; poco a poco afectaría su salud, obligándolo a liberar sus vías respiratorias y a curarse si es que no quería sufrir una dolorosa y lenta muerte por envenenamiento. Por su parte, Khufu debe lidiar con las quemaduras provocadas sobre su anciana piel, que empezaba a cubrirse de sangre por donde los filamentos habían impactado. De alguna forma, el que ambos estuvieran con algún tipo de lesión hacía que, para él, el encuentro fuera un poco más interesante. Eludir y protegerse todo el tiempo no era su estilo, atacar sí. —Aguamenti —conjura, y el agua que sale de su varita mágica lo llena de calma al apagar cada una de las llamas, aliviando las quemaduras y dejando atrás el rastro de las flechas de fuego. Aun así sabe que no es suficiente, pero calcula que tendrá mucho tiempo más adelante para poder tratarse. Espera unos momentos de calma mientras el rival se cura, pero algo lo sorprende. O, al menos, intenta sorprenderlo. Con su don de ver el presente, la salvaguarda mágica es conjurada un segundo antes de verse cubierto por el metal. Intangible gracias al hechizo, se mueve con agilidad alejándose del peligro, llegando a perderse entre el humo y los escombros levantados cuando el pesado metal cae y se estrella en el suelo. Cuando vuelve a aparecer, tangible, está casi a tres metros del lugar del impacto, pero continua a seis o siete metros de Jank, quien ahora estaba a punto de ser atacado por uno de aquellos leones con alas que habitan la dimensión. Seguramente intentaría desgarrarlo aprovechando su ventaja de vuelo y probablemente solo se alejaría del mago si encontraba algo más con qué entretenerse. Khufu solo observaba.
  12. Al recibir el llamado de Badru no siente ninguna emoción. Cuando recién llegaron con los extranjeros, esperaba que en algún momento los otros uzzas decidieran marcharse. Ahora, si bien su pueblo siempre va a sentirse indiferente, ya no espera aquello, de cierta forma se han acostumbrado. Incluso, a realizar las reverencias al iniciar un duelo. Khufu aparece a través del portal para encontrarse con Jank. Ya lo había visto desde la distancia y, aunque su vestimenta le causa sorpresa, su semblante se mantiene estático mientras se acerca al hombre, que se ubica a siete metros. Le da curiosidad, pero sus ojos se enfocan principalmente en el escenario a su alrededor. Una sonrisa aparece en su rostro al observar el coliseo, que tiene características de Badru por donde se mirase, consciente de haberlo llevado hasta el interior del volcán. Las altas temperaturas no son un problema para el guerrero, sometido a pruebas físicas en condiciones extremas desde niño, pero el aire es pesado; hasta su vestimenta compuesta por un pantalón de tela se siente poco adecuada. En condiciones como aquella, Jank es quien debe poner más de su parte para salir airoso. Las armas que los rodean le hacen pensar en la sangre y en lo primitivas que fueron civilizaciones. No muy lejos se encuentra lo que cree son los restos de una catapulta. y un pilo de escudos de madera y metal. Cierra un poco más el puño con el que agarra la varita mágica, que se pierde con el tatuaje que recorre su brazo, momentáneamente apreciando lo sublime que era la magia. —Protego.—dice con calma, alzando la varita lo suficiente. El escudo mágico absorbe el sectusempra enviado por el aprendiz de Badru. Es un movimiento simple y lo realiza porque nota que su rival piensa y le interesa comprobar qué tan rápido puede desesperarse. —Cinaede A esas alturas de su formación en las artes uzza, Jank debía conocer lo letal del gas que entraría por sus vías respiratorias. Los pétalos de pensamientos eran proveedores de uno de los más letales conocimientos con los que contaban en su pueblo. Hasta ese momento, nada extraordinario había sucedido, lo cual solo aumentaba sus expectativas sobre el desarrollo del encuentro.
  13. Khufu

    Libro de los Ancestros

    No se inmuta ante los comentarios de Gryffindor, bastantes parecidos a los de Ragnarok cuando se enfrentaron. Los ingleses tenían costumbres respetables, en especial cuando de enfrentamientos se trata, sin embargo, Khufu suele ahorrarse las reverencias para cuando siente que sus alumnos son lo suficientemente dignos. Los observa con detenimiento y, por un instante, está por perder la paciencia que tanto lo ha caracterizado durante su larga vida. Elvis comete el mismo error que Hades: atacar con las semillas de hielo a una persona; Bodrik, creyendo que utilizó bien el kansho, se nota satisfecha al verse ilesa. El guerrero piensa que tal vez debe volver a explicarse, justo cuando Hades hace aparición. —Ragnarok, justo a tiempo —saluda al hombre cuando éste se acerca hasta el guerrero —. Justamente ibas a explicarles un par de cosas antes de enviarlos a una importante misión de la cual serás parte. »Gryffindor, las semillas funcionan solo contra criaturas, debes escoger mejor tus ataques, pero lo atribuiré al cansancio por el que pasaste. Muchacha, no puedes devolver efectos con el kansho, es poderoso, pero no puede ir contra el tiempo, tenlo en cuenta y evitarás problemas; recuerda que solo lo puedes usar una vez por enfrentamiento. Hades, tu también recuerda bien estos conceptos, en sus libros encontrarán la sabiduría suficiente. Ya lo han aprendido aquí, ahora lo pondrán a prueba, trayendo el ejemplar del libro de los ancestros que reposa en el lugar al que los enviaré. Abre un portal que los llevará a un castillo de piedra, a varios kilómetros de allí. La edificación consta de tres estancias, y para acceder a la primera, cada uno de los magos debe vencer a una estatua, ubicadas en los jardines delanteros, mismas que actuarían con un poder similar al de la hechicera del libro del caos. El primer salón es una habitación vacía, pero tan pronto como pusieran un pie, un cíclope aparecería para atacarlos, con la orden clara de lanzar rayos e invocaciones en contra de Elvis, Hades y Bodrik por igual. Si lo vencían, accederían a un subterráneo en el cual encontraba el libro y, junto a él, a Peeves. Bakari encontraría aquella misión particularmente entrentenida, sin embargo no eran las fuerzas del caos lo que hacía que aparecieran dificultades en el camino de los magos, sino el amuleto anti robo. En cuanto lo encontraran, sabrían de su particular funcionamiento y lo imposible de su misión. Los magos en cuestión podían trabajar juntos o por separado, siendo aquello lo que menos le importaba al guerrero Uzza.
  14. Khufu

    Libro de los Ancestros

    El Uzza no se inmuta cuando Bodrik invoca su vara de cristal; es lo menos que puede esperar de ella, considerando que Bakari le había dado su aprobación. Sin embargo, cuando ataca a Elvis se siente decepcionado al ver su elección, pues estaba desperdiciando el gran poder de la vara de cristal. Exasperado, el Uzza hace aparecer dos frasquitos en su mano libre y se los ofrece a Bodrik y Elvis. Nota el cansancio en ambos, quizá provocado por las largas horas de entrenamiento a las que han sido sometidos, y unas gotitas de poción vigorizante podía ayudarlos, sin darles algún tipo de ventaja adicional. Requería que los extranjeros estuvieran en condiciones óptimas sin tener que hacer que se vayan y volvieran otro día. —Intenta lanzarle un rayo ahora, muchacha, vas a notar que se hace efecto de inmediato. Primero, Vara de Cristal —Khufu invoca su propia vara de cristal, que parece fundirse con su brazo como el tatuaje que lo cubre y apunta hacia Elvis—...Desmaius. En seguida, Elvis yace en el suelo inconsciente. Para cuando se recupera del aturdimiento, Khufu los deja beber la poción, curarse de ser necesario y practicar lo suficiente mientras puedan mantener la vara de cristal invocada. —El Kansho se invoca de forma similar. Si les lanzara un desmaius ahora, sin tener la vara de cristal invocada, podrían utilizar el kansho para absorber el rayo y lanzarlo inmediatamente en mi contra. Podían intentarlo si ellos quisieran, solo esperaba que sus estudiantes manejaran a la perfección estos dos instrumentos, porque tendrían una misión muy importante donde debían poner a prueba sus conocimientos. Para entonces, la vara de cristal de Khufu ya ha desparecido. —Langlock —lanza el rayo hacia Bodrik sin previo aviso, queriendo probar qué tan rápido podía reaccionar la joven.
  15. Khufu

    Libro de los Ancestros

    —Bien, muchacha, inténtalo pero enviando la hoja a algún lugar lejano, expande tu mente e imagina los lugares que podrías observar solo con una gotita. Pero cuidado, recuerda que todo gran poder como éste trae consigo consecuencias en tu estado físico. Khufu se aleja un instante, observando a su alrededor. La juventud de la muchacha le recuerda que los guerreros de su pueblo se forjan desde muy pequeños y que muchos de los más respetados eran ancianos, como él, por lo que la edad no es un factor importante al momento de dominar las artes de los Uzzas. En ese instante, escucha la voz de Elvis. Las horas transcurridas desde la última vez que lo vio, sin la ayuda de su anillo o su ojo que ve el presente, se reflejan en el cielo sobre ellos. El guerrero asiente al verlo, como dándole la bienvenida a su aprendiz, satisfecho con la forma en que se había desenvuelto. No obstante, no le dice nada, no quiere que piense que ya tiene todo ganado. —Oh, joven Gryffindor, el Kansho es una poderosísima arma que la mayoría de magos que han aprobado éste entrenamiento pueden usar solo una vez en un enfrentamiento —dice, pero lo observa durante unos instantes, evaluándolo —. Pero existen magos que pueden invocarla hasta dos veces, magos muy poderosos por supuesto, pero en ningún caso existe límites en cuanto a distancia. Llama a Bodrik para que no se pierda las explicaciones, ya que fue uno de ellos quien mencionó los siguientes poderes que debe enseñarles, le parece un buen momento para explicar lo que debe. —La vara de cristal, como bien lo menciona, no se puede afectar con ningún hechizo; es más, es una evolución de sus varitas mágicas actuales, es algo único. Se puede usar la misma cantidad de veces que el Kansho debido a que demanda mucha energía por parte del mago, o la bruja. Las invocarán ahora, ¿listos? » Primero, recuerden lo que sentían al invocar un señor del caos. Esta vez, utilicen ese mismo poder pero concéntrese en canalizar la energía a sus brazos, sus dedos y finalmente a la varita mágica, que pasará a ser una vara de cristal. El color, la forma, el largo y cada detalle es único en cada mago; dependerá del núcleo, la madera e, incluso, de las vivencias que hayan tenido juntos. Si logran invocarla, tendrán tanto poder que harían que un rayo hiciera efecto de inmediato, pruébenlo entre ustedes, atáquense. Pero tengan sus amuletos de curación junto a ustedes. Da dos pasos atrás. La invocación de la vara de cristal y su correcto uso es uno de los pasos fundamentales para concluir el entrenamiento. Si Elvis y Bodrik podían atacarse, entonces podrian enfrentar retos mucho mayores.
  16. Khufu

    Prueba de los Ancestros #7

    Observa los movimientos de Hades con atención, pues Khufu considera importante la forma en que sus alumnos reaccionan ante las dificultades. Puede notar el enojo en su expresión facial, pero le agrada que se recompone lo suficientemente rápido como para continuar el duelo. El Uzza asiente, como reafirmando su decisión de darle una oportunidad más al hombre. No se sorprende cuando Hades invoca en su mano la vara de cristal. Encuentra fascinante las diferentes formas que éstas toman, cada una era única, con el sello característico del mago o la bruja que la portasen. Sonríe muy levemente, dejando ver que le tiembla ligeramente el labio. Tal vez realmente su envejecido cuerpo le pedía descanso, pero su mente, en cambio, estaba fascinada ante la situación. Casi no nota la sangre que empezaba a brotar de las heridas provocadas por el sectusempra; durante su vida de guerrero se había acostumbrado al dolor. Sin embargo, no subestima el poder del hechizo, que contrario a su forma habitual, había hecho efecto de inmediato. «Curación» pensó el guerrero de edad avanzada, cerrando las heridas que Hades había provocado.Se mira la ropa empapada con sangre y por un instante se siente más joven, rememorando con brevedad aquellas épocas en que todavía era un aprendiz en su pueblo. Con la vara de cristal todavía invocada, siente que es momento de dejar de jugar. —Sectusempra — dice, devolviendo la jugada que su contrincante hizo sobre él. Las heridas provocadas en el cuerpo de Hades eran similares a las que habían aparecido sobre el uzza. Levantó una ceja, evaluando qué podía hacer a continuación. —Cinaede — su voz era calmada y baja, quizás por efecto del viento que golpeaba sobre su rostro. Tenía mucho interés en saber cómo iba Hades iba a defenderse, o cuál sería su estrategia. Baja la mano con la que empuña la vara de cristal, notando que tiembla más de lo normal.
  17. Khufu

    Libro de los Ancestros

    Khufu no necesitaba estar en el mismo lugar que Elvis para conocer sus movimientos. El tiempo y la sabiduría de su pueblo le habían permitido desarrollar aquella habilidad. Está satisfecho por cómo se desenvuelve Gryffindor, su accionar y el correcto uso de los poderes que tan reacio estuvo de enseñarles a aquellos extranjeros. Se desconecta un momento del escenario que muestra Elvis y presta atención a su realidad más cercana: Hades atravesando el portal y Bodrik quedando atrás. Ve potencial en la muchacha, ve que tal vez deba presionarla un poco para que demuestre su valía, que es digna de poseer el conocimiento ancestral. Lo había demostrado al invocar el poder del caos para evitar la muerte, pero no era suficiente. Ahora la escucha diciendo que ella también posee los amuletos. El uzza calla por un instante, meditando sus palabras, sopesando si son o no adulaciones sin sentido. Le indica que lo siga. Y en silencio, caminan, durante horas. Las mismas que Elvis ha estado fuera. Atraviesan las vastas extensiones, Bodrik siendo atacada de vez en cuando por pequeñas criaturas venenosas; nada que no pudiera controlar. Cuando han pasado ya muchas horas, llegan a un oasis alejado del árbol de fuego. —Esperaremos aquí, muchacha. Quiero que aproveches este instante de descanso bajo la sombra. Intenta despejar tu mente y tranquilizar tu ritmo cardiaco. Le dio unos instantes para que meditara y solo rompió el silencio cuando vio que Elvis atravesaba una etapa particularmente difícil junto al erumpent. Habían pasado ya varias horas desde que se separaron. Las dificultades no habían terminado para el hombre, pero lo veía en buen camino. Casi podría decir que valía la pena el dolor de cabeza que le causaba el observarlo constantemente. —Usarás el anillo de presencia. Solo tienes que poner una gota en algún lugar y será suficiente. Con la mente hecha un caos, verás el presente pero no sus detalles. Con la mente vacía, podrías nombrar cada libro en una biblioteca. Inténtalo y descríbeme a detalle lo que ves. Mientras tanto, con un simple movimiento de su varita mágica, hizo aparecer un mensaje en el aire dirigido hacia Elvis: en cuanto terminara su misión tendría que reencontrarse con Bodrik y con el Uzza en aquel oasis, para continuar su entrenamiento.
  18. Khufu

    Prueba de los Ancestros #7

    Khufu aprecia el silencio del lugar. La nieve cayendo, el viento golpeando las ramas irregulares y la expectativa de ver a Hades enfrentándose a las pruebas que tenía que superar para ser poseedor del poder de los ancestros. Ese punto de la enseñanza era el que más disfrutaba, pues solo quienes estaban realmente preparados salían airosos. El guerrero Uzza no exigía nada menos que mentes y cuerpos correctamente preparados. Una leve sonrisa burlona aparece en su rostro cuando ve a Hades perdiendo la visión, en un escenario ya de por sí difícil, mientras evita con éxito que roben sus posesiones. Desde donde está, no necesita usar su habilidad de ver el presente para detectar cada movimiento, aprecia la astucia de su estudiante, pero sospecha que no será todo lo que necesite cuando se enfrenten. No se sorprende cuando lo ve frente a él; su raza dándole una ligera ventaja frente a otros pupilos del pasado. Vara de cristal babosas había dicho, siendo respondido de inmediato por un finite incantatem de Hades. Khufu apreciaba el silencio, pero había durado demasiado poco. —Expelliarmus Vocifera el Uzza a la vez que Hades invoca unas semillas de hielo. Su sonrisa burlona se acentúa ante la irónica selección de su alumno, en un lugar copado por la nieve y con un poder que solo afecta criaturas. Los guerreros eran diferentes a los extranjeros, pero ciertamente no eran criaturas, por lo que las semillas no lo afectan en lo absoluto; en cambio, la varita mágica de Hades se escapa de sus manos, cayendo aproximadamente cuatro metros a su derecha. —Accio varita de Hades No necesitó más para que la varita mágica se encontrara ahora en su mano izquierda. Era una pena como se podía perder algo tan preciado en tan poco tiempo. Empuña con más fuerza su propia varita mágica, dispuesto a seguir luchando. —La relación del mago y su varita mágica debe cuidarse, joven aprendiz. El poder del mago o la bruja no surge de la varita, pero es un arma muy poderosa. El poder ancestral te ha enseñado a evolucionarla a una vara de cristal, a conferirte más habilidad que otros solo pueden soñar. Iniciaremos otra vez. Esta vez, realiza la reverencia, indicando que es Hades quien puede continuar.
  19. Khufu

    Prueba de los Ancestros #7

    El portal de Khufu llevaba a un bosque lejano y helado, en la oscuridad de una noche que acababa de empezar y que amenazaba con ser una de las más frías el año. La nieve llegaría a las rodillas de un hombre adulto y cualquiera sin un poco de habilidad, sucumbiría ante la fría ventisca. Pero, ¿sería ese el caso de Hades? Khufu lo dudaba, ahí donde esperaba, viendo hacia abajo desde la cima de la montaña que el Ragnarok tendría que subir, usando sus conocimientos para poder alcanzarlo. Era un camino largo y despiadado, pero lo mejor empezaría en la cima donde ellos dos se enfrentarían en una batalla para demostrar que había aprendido lo necesario. Abajo, no obstante, las cosas parecían menos optimistas. Los grandes troncos parecían negros en medio de la oscuridad, sólo visibles por la constante caída de la nieve que rozaba la madera con violencia antes de hacer lo propio en la cara de Hades. El camino hacia arriba era una cuesta inclinada que tendría que subirse con precaución y que él sabría que tenía que subir, en lugar de bajar, solo porque el domo donde esperaba Khufu brillaba en la oscuridad como una barrera mágica. Pero subir no sería lo más difícil. Todo en la prueba estaba destinado a confirmar que Hades había aprendido y por ello, tendría que enfrentarse a obstáculos varios para que Khufu le permitiera un encuentro bélico. Se enfrentaría a la ceguera, a una criatura y a la codicia humana, que intentaría hacerse con los pocos bienes que Khufu había permitido para la prueba: los objetos de los libros Uzza y poco más. ¿Llegaría Hades arriba? En ese caso, el guerrero lo recibiría en su domo, un terreno de batalla plano y lleno de nieve, con poco más que troncos secos, con un movimiento de varita: —¡Vara de Cristal... —esperaría un momento, hasta que el hechizo equipable hiciera efecto y lo haría— Babosas! Y entonces Hades empezaría a vomitar. Solo con astucia lograría enfrentarse al guerrero. Reglas Antes de completar el escenario del guerrero y enfrentarse a él, el estudiante deberá sortear las tres barreras rolísticas descritas en el rol usando todos los elementos rolísticos del libro de los Ancestros. Los hechizos permitidos son los hechizos neutrales y neutrales graduados. Los libros de hechizos permitidos son todos hasta el libro de los Ancestros, siendo primordial que el estudiante utilice todos los hechizos utilizables en duelos y asaltos dentro de la prueba. Pasadas 24 horas sin respuesta, todos los hechizos se considerarán impactados. Pasadas 48 horas sin respuesta, el alumno será automáticamente reprobado. La prueba tendrá una duración de una semana, lo que quiere decir que cerrará el día 28/06. Mucha suerte @@Hades Ragnarok.
  20. Khufu

    Libro de los Ancestros

    Un Salvaguarda Mágica impidió que el ataque de Hades impactara en su cuerpo y, con un asentimiento, le indicó que pasara hacia un portal que había abierto solo para él. Sin palabras, sin contemplaciones, simplemente la elección de entrar a la prueba o quedarse un poco más. Su ira lo tenía un poco sin cuidado, era él quien decidía cuándo estaba listo y no había sido hasta el uso del Kansho, con aquella habilidad, que decidió que era correcto enviarlo a la prueba. Sin embargo, antes de ocuparse de él tendría que responder a Elvis, el hombre que hablaba con suma seguridad. —Mi libro es más que un libro, señor Gryffindor —explicó, acercándose a él—. Mi pueblo no plasma solo conocimientos, hechizos que somos capaces de aprender. Los Uzza plantan en las páginas toda una cultura y la transforman en artes mágicas, guerreras, que estoy dispuesto a enseñarle. En cuanto a usted... Khufu desvió la mirada a Bodrik. No había respondido su pregunta y no esperaría por ella. —Tal vez después. Sígame. El Guerrero despidió a Hades con cierta indiferencia, puesto que ya lo vería más tarde, pero llevó a Elvis a un sitio apartado y tomó asiento, cruzando las piernas bajo la sombra del Árbol de Fuego. Aún ahí se podía respirar el calor pero era impresionante cómo el poder mágico sobrepasaba todo lo demás, dejando en claro que estaban en un sitio importante, tan cargado de historia como su libro o la familia Gryffindor. Esperó hasta que su nuevo estudiante tomó asiento frente a él y se limitó a observarlo. —La carga de poder que conlleva el aprendizaje de este libro sobrepasa la cantidad de conocimientos que se puedan adquirir aquí, en comparación a otros tantos de la lista. Encontrará que sólo hay dos hechizos que aprender y aún así, podrá ver que los dos son excesivamente poderosos y, por tanto, poseen una importancia impresionante. Para usted como mago, para el que decida enfrentarlo —lo instó a sacar el tomo—. Pero antes, nos concentraremos en otras cosas. Tiene un colgante como éste. Khufu estiró la fina tira de cuero que sujetaba un frasquito con arena y esperó hasta que Elvis hizo lo propio. —Estas arenas, usadas con velocidad, permiten a cualquier mago escapar. En una poción, provocará escozor e inducirá el sueño. Cómo la use, es su decisión. Ahora bien, el anillo de presencia, que también lo encontrará dentro de sus posesiones, le otorga una gota que permitirá que vea todo lo que sucede, si la coloca en alguna superficie. No podrá escuchar, solo podrá ver, pero seguramente sacará provecho de lo más inofensivo, tan solo con una gota —Khufu extendió el brazo y cortó el aire, creando un portal similar al que había provocado con Hades—. Su misión será adentrarse a este bosque, buscar y encontrar al Erumpent que vive ahí y burlar sus ataques con los objetos que acabo de nombrarle. Tiene doce horas y las instrucciones para la poción, la encontrará en su libro. El guerrero colocó la punta del índice en su propio anillo de presencia, inclinando la mano como si quisiera recoger algo. Una pequeña gota transparente brilló en su piel y el hombre, estirándose un poco, la colocó en el hombro del Gryffindor. —Estaré observando sus movimientos.
  21. Khufu

    Libro de los Ancestros

    Podía sentir la ira de Hades, era comprensible que estuviese molestó. Porque, a pesar de haber llegado con solo unas horas de diferencia a sus anteriores alumnos, él seguía en ese proceso de aprendizaje, sin embargo, la paciencia era una virtud que también debía ser cultivada en esas clases, por lo que esperaba que pudiese soportar al menos un poco más y que hubiese aprendido algo, de lo que le había visto hacer a sus ex compañeros de clase. —Estás en lo correcto Hades, para eso nos sirve la arena del desierto. Lo cual, puede ser bastante útil si es necesario que salgamos discretamente de algún sitio. —aceptó las palabras del mago— Ahora, espero que hayas visto y aprendido algo de lo que antes le enseñe a Zack y Mia, porque es tu turno. Fue la única prevención que pudo haberle dado, porque lo que ocurriera en los siguientes momentos, no iba a ser fácil de librar, a menos, que fuese alguien diestro en el uso de la magia y tuviese buenos reflejos. —Sectusempra —siseó en dirección del Ragnarok, logrando que un rayo verdoso comenzará a viajar hasta su pecho y el cual, no dudaría en impactar en su pecho, causándole heridas significativas. Pero que eso ocurriera, dependía totalmente de él, porque tenía toda la posibilidad de pararlo, claro estaba, si había prestado atención hasta el momento. Sin detenerse mucho tiempo, a esperar a ver la reacción del mago, prestó atención a las palabras de la Bodrik, una nueva alumna, algo que le alegraba a decir verdad, aunque sí pensaba que sería sencillo aceptar que le mostrará su poder, estaba totalmente equivocado. — ¿Por qué piensas que eres digna de poseer los saberes del libro de los ancestros? —preguntó, con calma, sintiendo como su cuerpo comenzaba a resentirse un poco, por la ajetreada jornada laboral que estaba teniendo— ¿Por qué habría de aceptarte como alumna? —completó. Notando la presencia de alguien más, volvió hasta el árbol de fuego y una vez allí, le indicó a Elvis, que lo siguiera, de tal manera, que al menos así la bruja tendría algunos segundos para meditar sus palabras. Al ver, que se trataba de un mago, que anteriormente había sido director de la institución mágica, supo que sería sencillo que entendiera que había un proceso a seguir, antes de demostrar que se era un digno pupilo. — ¿Quién eres hombre? ¿Qué buscas en el poder de los ancestros? — fueron sus cuestionamientos para el Gryffindor, mientras esperaba la respuesta, volvió su atención a Hades.
  22. Cuando aparecí en el sitio que había escogido para el enfrentamiento de Mía contra Zack; me percaté que ambos seguían bajo los efectos de la arena que, instantes atrás, soplé fuertemente con tal de otorgarles el factor sorpresa luego de que sus respectivos portales los absorbiesen hacia un destino desconocido. Se trataba de una cueva subterránea llena de estalactitas colgando desde el cielo rocoso; formaciones terrestres que, cada cierto tiempo, se desprendían; dejándose caer sobre una única superficie cuadrada dividida en 64 casillas de las mismas dimensiones, cuya distribución 8x8 se basaba en una combinación alternante de blanco y negro; pues era un enorme tablero de ajedrez con todas sus piezas, a excepción de dos. La señorita Black Lestrange estaba situada en la posición de la reina nívea, mientras que Ivashkov permanecía de pie donde debía estar el rey azabache. Ambos tenían por delante una fila de ocho peones que servían de barrera ante un eventual ataque, o de materia prima para conformar alguna cosa que les ayudara a salir del paso con el afán de salvaguardarse y no salir dañados. Torres, alfiles y caballos eran parte del conjunto de figuras de concreto bruno y blanquecino; verdaderamente era un culto a uno de los juegos más famosos de todo el mundo mágico, y que a mí me agradaba bastante para mejorar mis capacidades intelectuales. ~Bienvenidos a la prueba final, muchachos. Ante ustedes tienen el perímetro donde podrán batallar tranquilos a la espera de un ganador o hasta que el tiempo se agote... naturalmente. Confío en vuestros conocimientos. Estoy seguro que me demostrarán que han aprendido lo suficiente como para considerarse "dignos" del arte Uzza de Los Ancestros. Pero antes que nada, debo advertirles que no será fácil... ¡Estén atentos! Hay muchas cosas que pueden suceder frente a sus ojos... obstáculos a sortear o limitaciones temporales~ comencé diciendo, posterior a que ambos ya hubiesen recuperado su sentido de la vista en lo absoluto. ~Pero antes que empiecen... les tengo un regalo. ¡Qué comience el juego!~ exclamé sonriendo mientras alzaba mi varita al cielo; gesto que se acompañó con el brillo de su extremo distal, el cual hizo vibrar tanto a la varita de Mía como a la de Zack (con un propósito que desconocían), a su vez que el peón que estaba justo frente a ellos se transformó en una quimera que les atacó. http://i.imgur.com/IpbY2lS.gif Reglas El duelo se regirá por las reglas de Duelos y Asaltos 1 v/s 1 Los hechizos a utilizar son: Neutrales Graduados y Libros hasta Ancestros (Excepto Caos). Pasadas 24 hrs sin respuesta del contrincante, los ataques se considerarán impactados. Pasadas 48 hrs sin respuesta en el duelo, se considerará abandono. La prueba durará aproximadamente 1 semana a partir de la apertura del tópic (Hasta 26/05/2018). Las dudas sobre la prueba podrán ser realizadas en el tópic de dudas y consultas del propio Libro. Queda prohibido el uso del hechizo "Cinaede" del Libro del Equilibrio contra su rival. En el post de entrada, tendrán que rolear cómo se libran de la quimera (podrán usarla a su beneficio). En el 4to. turno, el brillo de la varita de Khufu los confundirá, y deberán auto-lanzarse un Cinaede (consumiendo cualquiera de las dos acciones del turno correspondiente). En el 6to. turno, Kansho quedará inhabilitado hasta finalizar la prueba. Recuerden usar los hechizos del Libro... es lo primordial.
  23. Khufu

    Libro de los Ancestros

    Todo lo que aconteció alrededor de la plaza del Árbol de Fuego me puso expectante y subió mi adrenalina a niveles que hace bastante tiempo no experimentaba; llegando a desconocer por completo aquella fase tan "humana" que tiene que ver con la emoción de estar frente a algo que no direccionaste del todo. Desde el primer instante en que ataqué a Hades a modo de demostración de la Vara de Cristal, sentí que Zack y Mía disfrutaban su entrenamiento; hecho que cultivó en mí una semilla de satisfacción muy agradable que me dio a pensar que mis alumnos comprenderían mucho más los hechizos del arte de Los Ancestros viéndolos en la práctica misma en vez de leerlos en las viejas páginas del libro que fue concebido bajo el segundo contrato que el pueblo Uzza firmó con el reconocido mago Merlín; el mismo que nos obligaba a enseñar nuestros poderes místicos a los hechiceros londinenses. ~Muy astuta, Mía~ expresé al percatarme de que la blusa de Bodrik se volvió un horno. La tonalidad del cayado de Black Lestrange me llamaba mucho la atención; no por el color verde opaco (casi azabache) de éste, sino que porque aquella gama era muy vinculada a su propio bando; organización ilícita que, al igual que La Orden del Fénix, funcionaba sin el permiso del Ministerio y de las actuales autoridades. Ragnarok, por otro lado, no tardó en sanar sus heridas provocadas por el efecto enviado desde mi Vara; ayudado obviamente por Ivashkov, el mismo que no tardó en usar el arma más poderosa que sería vinculada pronto a su repertorio ofensivo de ser considerado digno tras el duelo contra su amiga. ~¿Qué sigue? Pues, lo verán ustedes mismos... o mejor dicho, no lo verán hasta unos segundos después~ respondí a la interrogante del warlock; para posteriormente soplar un puñado de Arena Mágica del Desierto contra mis dos alumnos más avanzados, haciendo que su visión se cegara en lo absoluto justo en el instante en que conformé dos portales (uno tras Zack y otro tras Mía) que los absorbieron tal como si una corriente eólica los hubiese arrastrado hacia un agujero negro, perdiéndose en la oscuridad de la brecha que prontamente se consumió en una lluvia de estrellas ante la mirada expectante de Hades y una beneficiada Lockhart que, además de invocar al Señor del Caos, logró restaurar su blusa (afectada por la maldición mortífaga). ~Lo siento, muchacha... Espero que los hechizos no te dañaran lo suficiente como para querer regresar en otra oportunidad ¿No es así?~ saludé a la bruja con ironía, a sabiendas que había sido yo quien impulsó el ataque en su contra por mera diversión propia. ~Yo soy Khufu... Guerrero Uzza de las artes de Los Ancestros. ¿Quién eres tú y qué es lo que haces en mi lugar de adiestramiento?~ consulté a la mujer, esperando una respuesta atingente. A Zack y a Mía pronto los vería, debido a que su gran prueba los esperaba una vez que ambos recuperasen la vista y viesen el panorama que les había preparado; pero ahora era Hades junto a la recién llegada, quienes debían complacer mis expectativas para poder optar por una batalla épica. ~Hades... ¿Puedes decirme qué es lo que ha cegado a tus antiguos compañeros de clase?~ pregunté mientras trenzaba aún más mi barbilla.
  24. Khufu

    Libro de los Ancestros

    ~¡Excelente!~ exclamé al ver la escena que mis tres aprendices realizaron a la perfección; logrando comprender el verdadero poder que la daga tenía en situaciones de batalla, y cómo ésta podía servirles de gran ayuda como un método defensivo como ofensivo a la vez. ~Recuerden todas las restricciones que Kansho tiene. No les vaya a jugar una mala pasada al forjarse falsas expectativas contra hechizos que... bueno, ya se los nombré~ agregué; notando que Hades también había decidido invocar su arma, moviéndola entre sus dedos como si de una simple varita se tratase. Ya era hora de pasar a la última enseñanza con Mía y Zack, por lo que me acerqué hasta ellos a pasos sigilosos y les sonreí agradecido ante el gesto que ambos tuvieron con su compañero recién llegado; lo que hablaba muy bien de ellos sobre el nivel de camaradería y respeto que proyectaban. ~Jóvenes... Ivashkov y señorita Black Lestrange. Están a pocos minutos de enfrentar una gran prueba donde se batirán en un duelo sin límites, donde la amistad no existe... sólo el deseo de crecer en sabiduría... pero antes, deben conocer el majestuoso poder de... ¡Vara de Cristal!~ dije sin esperar más; haciendo fluir toda mi energía a través del tatuaje de mi brazo, dando paso a un hermoso cayado azulado que se enroscó sobre si mismo como una arista más del Árbol de Fuego pero en tonalidades zafíreas. ~Admiren la belleza de este bastón mágico que nace del núcleo de sus propias varitas, muchachos... es la máxima expresión del nexo entre el mago y su leal arma. Es irrompible y posee características propias e individuales. No son todas iguales... siempre se diferencian unas con otras... pueden transformar en efecto el poder de un rayo a excepción de la conocida Maldición Asesina~ expliqué con cuidado, al mismo tiempo que caminaba por el desierto con mi cayado como ayuda para no tambalearme. ~De este hechizo... Hades, no vas a poder arrancarte... Sectumsempra~ fue lo que susurré en la última frase, apuntando hacia el pecho del vampiro; el cual se abrió en profundos cortes sangrantes sin que el típico rayo recorriese la trayectoria hasta él con tal de impactarlo. ~Puedes sanarte, ¿Vale?. Perdona por haberte dañado... sólo quería que Mía y Zack tuviesen una demostración~ finalicé con una cuota de diversión que no sentía habitualmente durante los entrenamientos con afuerinos. Justo cuando estaba por pedirles a mis alumnos que invocaran su Vara de Cristal; sentí una nueva presencia en las proximidades de la plaza central, así que esperé a que Hades sanara por completo sus heridas para solicitarles a los tres estudiantes que me siguieran hasta el sitio donde permanecía la estatua que el pueblo Uzza veneraba. Ahí, sentada en una de las bancas, permanecía una bruja de cabello negro ondulado que nos daba la espalda; así que era imposible que nos viese llegar. ~Zack... Mía... Invoquen su vara y atáquenla. Si quieren matarle... pueden hacerlo. Es responsabilidad de ella andar con su amuleto de la resurrección cargado. Será su conejillo de indias~ ordené a mis avanzados aprendices, para luego desviar mi pálida mirada hasta Hades. ~Tú... sólo observa~ musité expectante hacia el sanador jefe de San Mungo, pues deseaba ver lo que sucedería.
  25. Estimado @@Hades Ragnarok; perdona la tardanza en mi respuesta... he estado muy atareado con mis labores en el desierto. Tu pregunta es muy sabia; y, si bien es cierto, que la definición rolística de Kansho habla sobre: "absorber la magia de los enemigos y retener los hechizos para ser usados en el futuro"; creo que sería un tanto "abusivo" poder "acumular" magia por mucho tiempo y luego ser utilizada de la nada. En cambio, sí soy partícipe de que en el rol podemos navegar en un sinfín de posibilidades que puedan brindar una mejor trama... así que creo que puedes experimentar, eh... pero ten cuidado con crear un desequilibrio al transcurrir mucho tiempo; la daga es muy poderosa y puede jugarte una muy mala pasada si es que no sabes utilizarla como es debido. Saludos alumno.-

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.