Khufu

Aquetzal PV: 100 PP: 9 La ceguera fue instantánea, el guardián de las aguas apenas tuvo oportunidad de ver como el cielo sobre sus cabezas cambiaba de color y sobre el campo los espectros protectores del aprendiz se manifestaron ante su llamado. Después de eso los efectos de las arenas de hechicero le provocaron un ardor inmediato en sus ojos y fue irresistible oponerse a ellos por más tiempo, su cuerpo era fuerte, pero la hechicería guerrera estaba diseñada para doblegar hasta el muro más sólido al que tuviesen que enfrentarse, y Ludwig tenía que derribar cada obstáculo en su camino si quería hacerse con estos poderes. El guardián respiró profundamente, los efectos del hechizo fueron eficientes y certeros, pero no se convirtieron en un verdadero obstáculo para Aquetzal que, aun ciego, no tardó en invocar con áspera voz, como si de un siseo bajo el agua se tratara la vara de cristal en su mano. El arma mágica mutó entonces, se transformó en un bastón cristalino de punta afilada como los colmillos de un depredador y de la empuñadura le crecieron dos palas escamadas a los costados, y brillaba de un verde tan claro como los ojos del guardián. Esto era una clara advertencia para el aprendiz. —Vitae-, conjuró entonces apuntando en dirección a donde debía estar el estanque, de inmediato un grupo de rocas del río cercanas a la orilla tomaron la forma de arañas y rápidamente comenzaron a formar una línea alrededor del mago con el único propósito de trepar sobre él insistentemente hasta llegar a tumbarle su varita de la mano. —Morphos-, dijo despues en clara voz, esta vez apuntando sobre su pecho, donde lleva un antiguo collar de caracoles y astillas, obsequio de una de sus hermanas, y lo transformó en una serpiente de cascabel que cayó pesadamente al suelo y se escabulló entre la fresca hierba de la noche hasta acorralar al rubio para propinarle una mordedura con la que inyectaría veneno en el torrente sanguíneo del mago Malfoy. El cascabeleo perdiéndose a la distancia fue la señal para Aquetzal, era tiempo de su siguiente movimiento, era tiempo de bajarle los escudos al muchacho aprendiz. —Aura de Confusión - curación-, Aquetzal se lamentó de no poder verlo con sus propios ojos, sin embargo en su conexión con la magia de las auras pudo sentir como sobre el campo de batalla se manifestaba amenazadoramente la neblina grisácea característica de esta aura, llevandose a su paso los fantasmas protectores invocados por el aprendiz de Khufu. A su vez, el muchacho quedaría confundido bajo los efectos de esta aura haciendo que, aun si no lo requería, Ludwig se aplicará una curación sobre sí mismo. Podría no ser un movimiento muy letal, pero reducirle las opciones al brujo aprendiz también contaba como un golpe eficaz si resultaba.

Itemu. PV: 100 PP: 7 —Itemu será tu oponente, muchacho-, es lo primero que Khufu dice cuando el aprendiz del libro de la sangre finalmente se presenta ante ellos. —Luce joven tal vez, pero al igual que con los poderes de este libro de hechicería, no debes confiarte jamás-, advirtió mientras cada uno de los brujos tomaba su lugar en el campo de batalla. Itemu fue por mucho tiempo aprendiz guerrero, entrenado por diferentes artes y disciplinas de los pueblos Uzza, sin embargo, desde hace ya bastante tiempo que suele acompañar a Khufu durante los encuentros para las pruebas finales de los aprendices de los libros de hechizo. En un tiempo le pareció molesto tener que enfrentarse a magos y brujas que pagaban por adquirir estos poderes, no obstante, y con el tiempo, el joven Itemú (solo considerado joven entre sus hermanos) ha cambiado de perspectiva tras cada encuentro que ha tenido con los aprendices de Khufu y su particular magia solo un poco mas contemporánea. El rayo salió con fuerza reventando el espacio en un estallido de la varita de su atacante, pero apenas el chispazo se reflejó en la punta del opositor, el guerrero pensó en salvaguarda mágica. Inmediatamente su cuerpo se hizo intangible ante los efectos de este hechizo y el rayo del oponente lo atravesó impactando de lleno con un puñado de rocas detrás de él que cayeron al vacío. Y antes de que la calma de aquel feroz ataque volviera a asentarse en la cima de aquellas cumbres, Itemu no perdió más tiempo pensando en invocar la daga del sacrificio en su mano libre, inmediatamente el arma mágica se manifestó en su diestra y le maniobró con práctica de sobra entre sus dedos callosos. Itemu era en apariencia un brujo silencioso, pero la sonrisa que le dedicaba al brujo Malfoy le amenazaba con intentar algo mejor si es que no quería que las cosas se salieran de control antes de que Khufu realmente considerara que el aprendiz ha conseguido fortalecer su vínculo con esta magia. —Vitae-, conjuró finalmente el guardián Uzza Itemú, apuntando su varita a una roca del tamaño de una rueda grande de camión arrumbada sobre la hierba mala que crece en estas zonas de la montaña. De apoco la roca comenzó a animalizarse, cada forma sobresaliente de la roca, incluida la hierba que había crecido a su alrededor, mutó hasta tomar la forma de algo parecido a una tortuga, solo que un poco más alta y veloz, y que no tardó en lanzarse contra el Malfoy con toda la intención de embestirlo hasta hacerlo retroceder al acantilado más cercano, a su vez intentaría enredar sus raíces sobre los brazos y piernas del brujo para entorpecer y hacerlo caer más pronto.

Debía ser que era su segunda o tercera vez enfrentándose a los poderes del libro de la sangre, podría ser solo que el aprendiz se sentía suficientemente capaz de dominar los poderes sin la necesidad de presentarse al resto de sesiones teóricas prácticas de este libro o, seguramente, el aprendiz había sopesado los riesgos de enfrentarse sin experiencia a esta magia y había optado por retractarse de continuar su camino dentro de la antigua magia guerrera Uzza. Fueran cuales fueran los motivos que orillaron al aprendiz a ausentarse por el resto de su guía en la búsqueda de estos poderes, lo encaminaron a este momento, a la peor de las catástrofes que podría sufrir hasta ahora dentro de esta enseñanza guerrera. La obligación cómo antiguo guerrero Uzza dicta a Khufu enfrentar a los aprendices a duras pruebas para demostrar sus habilidades, su entendimiento y destreza al manipular de esta magia sus hechizos y objetos mágicos durante la adversidad, pero con tan poca preparación de por medio, al guerrero apenas si le quedan ganas de enfrentarse al aprendiz, y es que Khufu apenas puede poner sobre una balanza las características, buenas o malas, del brujo Malfoy. En un encuentro tan breve había pocas cosas que considerar, ciertamente. La cita para la prueba final fue cerca del Uagadou, sobre las montañas de la Luna, tan serenas y letales cómo lo podrían llegar a ser los poderes de este libro de hechicería Uzza, un mal paso, un error mínimo podría incluso costarle la vida. Ahí arriba es un buen lugar para simular mejor los riesgos de un campo de batalla, aun si no tenias rayos y lluvia de fuego y rocas cayendo y viniendo de todas direcciones, pues las fuertes corrientes de aire que de tanto en tanto se desataban hacían que perder el equilibrio fuera fácil y el suelo astillado, filoso e inestable haría de un mal paso un largo viaje hasta el fondo de los acantilados. Khufu surgió de entre las nubes más altas que quedan por debajo de los altos montes de la Luna, nuevamente Itemú lo acompaña, sagaz, feroz, astuto, para enfrentarse al aprendiz de la Sangre. —La confrontación iniciará apenas él llegue-, Khufu informó a Itemú. —Prepárate, porque aunque ausente, el chico demuestra bastante sagacidad-, advirtió. @ Tazz CONDICIONES No existen límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 20 al 30 de Abril. Nos guiaremos por las Reglas Nuevas de Duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro de la Sangre) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic del Libro de la Sangre.

Finalmente la noche ocupó cada espacio sobre el cielo y la tierra en el Uagadou, en aquel campo rodeados de nada más que naturaleza las estrellas sobre sus cabezas se sienten tan cerca, brillando con la singularidad de querer guiarlos hasta el siguiente paso. Alrededor del lago la vegetación que crece parece fortalecerse ante la magia que la noche despierta en aquellos campos y sobre el estanque las luces de colores dibujadas cómo escasas líneas coloridas en el cielo se reflejan adoptando un color similar sobre la superficie cristalina. Todo un espectáculo que más allá de ser visualmente atractivo era capaz de proyectar una magia tan espléndida que no había forma de pensar que proviniera del mismo plano terrenal al que tanto Ludwig cómo Khufu pertenecían. Y, sin embargo, ahí estaban. El escenario estaba puesto. —Es tiempo, muchacho-, con otro movimiento de su varita Khufu hizo desaparecer cualquier rastro de la fogata. Y con un silbido que bien pudo solo haber sido el viento, convocó al siguiente oponente del Malfoy. Las aguas sobre el estanque se iluminaron entonces con las luces del aurora boreal en el cielo, de pronto la superficie apenas se abrió dando paso a una pequeña y fortificada figura antropoide, con ciertas características anfibias en sus gestos que desaparecieron hasta formar un rostro más humano conforme pasaba el tiempo fuera del agua. La extraña figura se abrió paso desde el estanque hasta quedar frente al par de brujos, tenía toda la apariencia de un ser joven y fuerte, severo en su mirada oscura y totalmente inflexible en cada uno de sus gestos. Sus ropas eran parecidas a los atuendos de los pueblos indígenas que se esparcieron escondidos alrededor del castillo pero se adaptaban también al mundo al que pertenecía, debajo de las aguas. El brujo proveniente del estanque aun escurría brillante y cristalina agua por todas partes cuando finalmente dedicó una reverencia demasiado cortés al guerrero Uzza y después a su aprendiz. —Aquetzal es un antiguo guardián de los templos bajo las aguas en los desiertos-, Khufu explicó brevemente. —Serán oponentes en este encuentro para fortalecer tu vínculo con la magia guerrera de las auras-, manifestó mientras que con movimientos oscilatorios de su varita sobre su cabeza preparaba el campo de batalla para ambos. Aquetzal el guardián mientras tanto caminaba sobre el terreno cómo si midiera cada pulgada que lo separaba de Ludwig. —Escuchame, Malfoy, solo por esta ocasión, con el fin de que logres demostrar que has entendido correctamente la función de cada una de ellas, se podrá invocar más de un aura en este encuentro, ¿entendido?-, esperó alguna respuesta por parte de los batientes. —De acuerdo, pueden iniciar. @ Ludwig Malfoy Haughton CONDICIONES No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 20 de Abril al 30 de Abril. Nos guiaremos por las Reglas Nuevas de Duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro de las Auras Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic del Libro de las Auras En esta unica ocasión se acondicionará una parte del a regla No.8 que dice: Un mago o bruja sólo podrá convocar un aura durante un asalto/redada o duelo. Pudiendo hacer uso de más de un aura para este duelo.

Se tomó el tiempo para reformular su explicación, era evidente que ante el cambio en la modalidad de como es que se empleaban las auras, a diferencia de los demás poderes de hechicería Uzza aprendidos hasta ahora, las dudas al respecto surgieran en todas direcciones, incluso desde algo tan básico como lo eran las reglas de duelo ya conocidas. Khufu al menos apremiaba al aprendiz y su entusiasmo de querer cubrirlo todo antes de tener que enfrentarse a los poderes de este libro para conseguir un vínculo con la magia de las Auras. El guerrero terminó el contenido del cuenco en sus manos cuando aún humea de lo caliente y negó suavemente ante los cuestionamientos disparados por el aprendiz. Podría ser solo una advertencia, o una señal de que no era el momento para seguir disculpándose cada vez que tiene la oportunidad. Aunque ciertamente, a estas alturas hubiera esperado más suspicacia del aprendiz Malfoy, tanta disponibilidad entre los aprendices ya no era tan común en estos días. —Un aura a la vez, muchacho. La invocación de auras son hechizos de área que abarcan todo el campo de batalla, por lógica no puede haber más de una en todo el campo. Cuando se invoca un Aura, del equipo que fuera, se activa esa y se desactiva la anterior. Considerando eso y el hecho de que solo se puede invocar a solo un aura por asalto o redada, el uso de las auras en el campo debe ser pensado estratégicamente para poder sacar una verdadera ventaja. El viento sobre sus cabezas silbó después de la explicación del guerrero y con él dibujó sobre sus cabezas las primeras líneas onduladas de colores en el cielo que casi ha oscurecido por completo. —En cuanto a los turnos contados por grupo no estás tan desorientado-, continuó el guerrero. — Pero no son veinte acciones, son diez turnos tal cual, recuerda que puede haber turnos de una sola acción. Sin embargo, así como lo has dicho asi es como funciona, ten en cuenta solo que no necesariamente son turnos equitativos, quiero decir, que no porque sean cinco personas en tu equipo son respectivamente dos turnos para cada uno, sino que se contarán los primeros diez turnos de tu equipo, sea cual sea el orden que salgan luego de haber invocado el aura en el capo. ¿Es clara esta explicación para ti? Khufu se sintió tentado para servirse un poco más de esa infusión que había preparado antes de terminar con la última de sus explicaciones. —¿Únicamente se verán afectados los hechizos de magia blanca o negra? ¿Has leído bien la definición de todas las auras de tu libro?-, casi alertó un regaño. —Busca bien en tus páginas y lee la descripción de cada una de ellas, muchacho-, con un ademán de su varita las hojas del libro de hechizos del brujo se movieron violentamente como si fueran empujadas por una corriente de aire hasta quedar en la página correcta, aquellas que detallan un poco mas sobre las características y funcionamiento de cada uno de los poderes de estas auras. —Notarás entonces que las auras no afectan hechizos de magia negra o blanca, si no a sus invocadores. Y solo en el caso de aura de la llama del Fénix y el aura de Muerte son aquellas que impiden al usuario el uso de magia tenebrosa o blanca en condiciones normales causando que todo aquel que la utilice se vea obligado a usar hechizos de un rango inferior al que ostentan-, casi citó de los textos. —Estudia los efectos de ellas, el campo está casi listo para enfrentar el camino que nos lleva a tu vínculo, si hay algo que aún no entiendas, esta es tu última oportunidad antes de iniciar el viaje.

Khufu asintió observando detenidamente como la sangre de su cuerpo recorre la herida de su mano y deja un rastro hasta que gotea sobre la arena del desierto. El aprendiz había acertado en todo lo que ha dicho, al guerrero sólo le queda hacer una que otra aclaración al respecto, que más allá de corregir es para prevenir que el aprendiz no hubiera confundido términos tan importantes del libro, pues un error de este tipo, en un duelo o batalla, podría afectarle significativamente. —No tan mal-, respondió finalmente el Uzza mientras piensa en una curación para detener la hemorragia y sanar su herida. —Tal como lo has dicho, es necesario pronunciar el conjuro verbalmente para que este sea capaz de infligir el daño deseado en el oponente, de lo contrario, te habrás herido en vano, y tu sacrificio habrá sido inutil. Por lo tanto, asegúrate siempre de pronunciarlo correctamente y considera que, de ser intervenido (intercalado), puede resultar contraproducente. Usar este poder en batalla requiere siempre de llevar una buena estrategia bajo la manga-, aconsejó. Por arte de magia, el guerrero invocó su vara de cristal para la siguiente explicación. Aún no emplearía demostraciones, pero la invocación advertía al aprendiz que se preparara para cualquier cosa. —Por otro lado, has dicho que al herirme con los efectos de tu daga has dejado en mi la llamada “marca de sangre”-, parecía más bien una pregunta, como si al guerrero no le quedara del todo claro esta última explicación del aprendiz. —Los términos pueden parecer iguales, pero los efectos no lo son. Al herir a alguien con los efectos de la daga del sacrificio te permite posteriormente hacer una promesa con ese otro usuario a través del juramento de la sangre. Es muy diferente a la marca de sangre, donde es necesario tocar directamente a tu objetivo. Khufu comenzó a moverse lentamente por el campo. —El juramento de sangre, como ya te lo dije, toma como objetivo a una persona que lograses dañar con la daga del sacrificio, y los une a ambos en una promesa para evitar acciones con ciertas características durante su siguiente turno. Ya fuera para prohibirle atacar, defenderse, desaparecer, lanzar hechizos de tipo rayo, invocaciones o efectos, o para evitar realizar hechizos verbales o no verbales, es igualmente necesario conjurar estos poderes con la frase “Yo juro…” antes de especificar los parámetros del hechizo. La pausa fue solo para recapitular, quizá dejar que el aprendiz discierne sobre la información ya acumulada en su paso previo a este conocimiento y la versión que Khufu le ofrece ahora. —Ten en cuenta que al hacer esta promesa quedarás vinculado exactamente a los mismos efectos del hechizo, es decir, si prohibís lanzar rayos, tú tampoco serás capaz de hacerlo hasta que los efectos de este juramento terminen. Cualquiera de los dos que incumpla con esta promesa, recibirá como castigo un corte en el cuerpo que necesitará de atención casi inmediata-, advirtió. El guerrero hizo un elegante movimiento con la varita y se propuso atacar al muchacho. —Veamos si ha quedado clara esta explicación-, con un ademán lo apuró a tomar su lugar en el duelo. —Expelliarmus-,

Hay algo de familiaridad en este encuentro con el Malfoy, Khufu no le da más importancia al hecho de si es por la frecuencia con la que ha estado guiando los pasos del aprendiz para vincularse con la magia guerrera o por tal vez el escenario tan ordinario que ha armado para esta ocasión. Esta vez no se han citado en un sitio a las orillas del fin del mundo, ni están rodeados de sitios exquisitos de magia ancestral, ni tampoco ha expuesto al aprendiz a una localidad letal desde su periferia. No, si no que han terminado reuniéndose en los campos abiertos del colegio algo a lo que tampoco está acostumbrado, pero encuentra adecuado para esta vez. Ya sería el trabajo de Ludwig llevarlos más allá de estos páramos a través del desarrollo de sus poderes. —No es a mi a quien tengas que impresionar, aprendiz, preocúpate por decepcionar a la Diosa Guerrera Uzza-, con una seña el guerrero le indicó que tomara asiento frente a él, del otro lado de la fogata donde el agua en la olla hierve. —Pero escúchame, esta es la única reflexión personal que voy a compartirte-, Khufu sirvió dos cuencos con la infusión de la olla preparada. Uno para él, otro para el Malfoy. —Aprende a la perfección esta magia antigua, explórala una vez que consigas dominarla, adáptala a tí cuando la desarrolles más allá de sus límites, y trasciende junto con ella a través de las adversidades del tiempo-, el agua en el cuenco aun sigue casi hirviendo cuando el hombre le da un largo sorbo, pero su exhalación de alivio, que llena de vaho su alrededor, parece reconfortarlo. —Solo así mi enseñanza habrá valido la pena. Como si sus palabras hubieran sido hechizadas el tiempo sobre ellos cayó de prisa y las primeras estrellas de la noche comienzan a pintarse en un cielo aún claro, el sol no está más en la puesta, sin embargo, su luz aún tiñe de matices rojos el horizonte. Khufu sabe entonces que es tiempo de comenzar el viaje hacia aquel plano de las auras. —Habeis leido tu libro con anterioridad, me imagino-, los aprendices de libros tan avanzados siempre son mucho más suspicaces, el guerrero no puede imaginarse, ni esperarse, a estas alturas de la enseñanza, más torpezas de su parte. Él solo no las tolerará más. —Si lo has notado, tal como en el vínculo con la magia del Caos, las Auras funcionan muy diferente a la mayoría de libros de hechicería con los que te has enfrentado hasta ahora-, advirtió y esperé a que Malfoy diera el primer sorbo del té, que no era más que una potente infusión para relajar cada músculo de su cerebro. —Lo primero y más importante que debes saber y considerar al emplear la magia de las auras en un campo de batalla son las reglas en cuanto al tiempo de invocación y sus efectos. Ahí está el truco para dominar este poder-, hizo tiempo para que Ludwig se preparara con su libro en mano, ahora más que nunca debía entender como es que funcionaban estas reglas. —En un duelo o batalla, estamos acostumbrados a que un hechizo sea completamente inmediato, y hasta cierto punto, tambien que sea capaz de ser intervenido, sea un efecto, rayo o invocación. Pero lee aprendiz, las reglas de la octava hasta la décima segunda de tu manual. El libro dice; —Como podrás ver, estos poderes están más inclinados a batallas grandes, con más usuarios en el campo en lugar de un duelo de uno contra uno-, explicó. —Pero para que consigas entender esto, en esta ocasión, lo adaptaremos según las condiciones, ¿me expliqué?-, hizo una pausa esperando a que el muchacho terminase de leer las páginas del libro. —En resumen y lo más importante que debes recordar de estas normas y reglas para invocar estos poderes en el campo es; Solo se puede invocar un aura por duelo/asalto/redada. Invocarlas no te consumirá acción. Las auras no pueden superponerse. Cualquier aura que se establezca eliminará a cualquier otra que estuviera operativa antes. Estos hechizos son grupales o de equipo, que afectan a varios magos y brujas a la vez. Los turnos se consideran por equipos. Cuando se dice que un aura dura 10 turnos, se refiere a 10 turnos del equipo. Son espectros de luz de diferentes aspectos y tienen un alcance amplio. Lo que quiere decir que pueden afectar a varios oponentes a la vez. Las auras no pueden intercalarse. Sus efectos siempre serán a partir de la última acción del turno en que se invocó. Es decir, siempre afectan a los posteos posteriores a aquel en el que son lanzadas, nunca a los anteriores o al propio posteo en el que se lanza. —¿Todo en orden hasta aquí? ¿Hay algo que no quede claro de esto?

Khufu apremió la puntualidad del aprendiz con un respiro después de su largo viaje por los desiertos de Namibia. Puede ser que con el paso del tiempo el viejísimo guerrero se haya ablandado aunque sea un poco, o por lo menos lo suficiente para dejar que los aprendices, más allá de explotarlos, realmente comprendan el significado y la utilidad de la magia guerrera. Es eso, o puede ser solo que se ha cansado de la monotonía en la que se ha envuelto su vida y la de sus hermanos en el Uagadou. Quizá debía ser un poco más como Gahiji, quizá debería aprovechar la capacidad de los aprendices para desahogar algo de estrés y desquitar un poco lo que las nuevas generaciones de magos y brujas han hecho con la magia guerrera. —Anda aprendiz-, el guerrero llamó al muchacho después de algunos minutos de silencios contemplando la unión del mar y el desierto, y le indicó con una seña serena para que lo siguiera en una caminata que los llevó a nuevamente a adentrarse en el desierto, ahí donde se pierde de vista finalmente el mar, pero el sonido de la marea aún suena de fondo, lo suficiente cerca para mantener los sentidos del traumado hombre más relajados. Khufu esperó a que el brujo caminara a su lado para guiar el camino hasta una plataforma de arena mucho más llana, con las dunas de arena rodeandolos como si de una explanada se tratase. —Os felicito por saber llegar hasta aquí-, comenzó. —No cualquiera se enfrenta más de dos veces a la travesía que conlleva adquirir los poderes del libro de la sangre-, comentó con neutralidad a la vez que apenas palpaba sobre el brazo del muchacho como si quisiera darle ánimos por su buen trabajo. Lo cierto es que sus palabras no concuerdan del todo con su pensamiento y en cambio ha dejado sobre ese breve y escaso tacto, en el hombro del muchacho, una marca de sangre que quizá, si todo sale bien, podría explicar al aprendiz más adelante. —Quisiera conocer un poco más sobre lo que sabes ya de este libro de hechicería guerrera-, Khufu se movió hasta quedar nuevamente delante del aprendiz. —Quisiera saber qué tan lejos has llegado en tu último intento para adquirir este poder. Era una perspectiva diferente, pero a menudo los guerreros Uzza, por lo que ha escuchado, suelen pensar que los aprendices de hoy en día a menudo son indignos de cargar consigo estos conocimientos, por otro lado, la idea de que quizá entre algún hechicero extraordinario de estas nuevas generaciones sea capaz de hacer trascender a su manera esta magia tan longeva que ellos han estado resguardando a lo largo de sus vidas, es lo único que hace que Khufu no desquite todo ese estrés que carga contra ellos y, por el contrario, se da su tiempo de escuchar la versión que cada uno de ellos pueda ofrecerle de esta magia. —Háblame entonces muchacho, sobre la daga del sacrificio-, a su vez, Khufu invocaba con el pensamiento su propia arma magica que se manifesto en su diestra.

Siguiendo una pista de su último gran interés a las orillas del desierto de Namibia, Khufu termina por citar a los nuevos aprendices hasta el corazón de aquellas tierras áridas, ahí donde las arenas encuentran un respiro de la interminable fuerza del sol y se unen al mar. No hay muchas cosas hoy en día que puedan despertar en el guerrero la admiración y el placer como lo es la restauración y rehabilitación de antiguos templos y santuarios de la gran Diosa Uzza escondidos bajo las arenas de los desiertos africanos. Esta era, desde luego, una actividad mucho más honrosa y mejor uso de su tiempo que el hecho de tener que seguir cumpliendo con esos absurdos contratos de alianza que hay entre los pueblos Uzza y el ministerio internacional de educación mágica. Como fuera el caso, las razones que mayormente consiguieron que Khufu accediera en primer lugar en tan absurda premisa ya ni siquiera eran vigentes en estos tiempos. No obstante, como todo guerrero, y al igual que sus hermanos que aún permanecían en las instalaciones del Uagadou, él es un Hechicero de palabra. La calma del amanecer, interrumpido solo por el sonido de la marea a lo largo de aquella frontera, hace que el guerrero pueda centrarse mejor en su misión aquí. Guiar el camino hacia el vínculo con la magia de la sangre es solo un poco más difícil porque no todo el tiempo los aprendices de esta magia consiguen entender, con el verdadero peso que conlleva, el sacrificio constante que hay que hacer para no solo obtener el poder de esta hechicería, sino saberle sacar provecho y una ventaja en el campo. Era por razones como estas que las pruebas del libro de la fortaleza debían aprobarse con éxito antes de intentar querer comprender y maniobrar un conocimiento tan oscuro como lo era este, pues más allá de poner a prueba los límites de los aprendices, el libro de hechizos de la sangre sometía constantemente la capacidad de estrategia y planificación desarrollada bajo toda la presión que puede existir en un campo de batalla. Un libro con hechicería tan letal como cada uno de los pasos que te llevan por el sendero del aprendizaje de esta magia guerrera. Comenzar la teoría de este libro en un lugar tan relajado como este a Khufu le recuerda a esa fracción de espacio y tiempo en la tierra antes de una violenta y feroz batalla. La brisa del mar golpeó una vez más sobre la piel curtida del longevo hombre, despertando de su meditación advirtiéndole a la vez que los aprendices no deben tardar en llegar. @ Tazz

El cambio de estación sobre los terrenos de Uagadou apenas se sintió cómo un breve respiro en los nativos de estas tierras áridas, tan acostumbrados a los climas extremos tanto en verano cómo en invierno que los equinoccios son de pronto algo tan irrelevante más allá de aquellos que estudian las estrellas o aran las tierras. Pero para Khufu, que ha estado en los sitios más remotos y olvidados de la tierra y ha visto crecer sobre el musgo las nuevas ciudades, casi cualquier extensión del colegio de magia y hechicería ubicado sobre las montañas de la luna es lo más cercano en mucho tiempo que tiene de encontrar un lugar en el mundo donde pueda sentirse en lar. Es por eso quizá que hoy esta mucho mas relajado en todos sus sentidos de que lo que ha conseguido en sus últimos encuentros con los aprendices de magia guerrera, y era mejor así, pues para manipular y controlar el poder de las Auras se necesitaba desarrollar en el individuo un entendimiento de la semiótica del entorno, ya fuera un campo o solo un reconocimiento del terreno, y que muchos aprendices aprenden a dominar, pero que contados eran los que realmente comprendían y aprendían a abrir ante ellos los caminos ocultos entre el plano que habitan y aquel en el que se encuentran las auras. En las orillas de un estanque dentro de los terrenos del colegio, donde algunos picos de las montañas aún rebasan el nivel del suelo rompiéndolo discontinuamente, Khufu espera a los siguientes aprendices, sentado sobre un tronco junto a una fogata, con la clara mirada puesta en la quietud y la calma que hay en el campo abierto alrededor de él antes de que la tarde comience a caer en tierras africanas. Y la larga exhalación que guerrero deja escapar llena el ambiente de todo el humo que en una bocanada puede dejar escapar, al mismo tiempo la vieja cadena que siempre carga consigo golpea su pecho descubierto con un tintineo suave, cómo si fuera este el más suave de los toques, advirtiéndole que debe prepararse mentalmente, pues los aprendices no deben tardar en llegar. A la espera de ella, él, o ellos, Khufu deja la pipa descansando sobre sobre el tronco y rebusca entre sus contadas cosas una olla vieja de metal que pacientemente llena con el agua clara del estanque y pone sobre el fuego a hervir. —Espero que este sea un viaje largo-, dice cómo si ya estuviera acompañado. @ Ludwig Malfoy Haughton

Libro de la Sangre Marzo 2022 Aprobados -- No aprobados noe_snape Libro de los Ancestros Marzo 2022 Aprobados Ludwig Malfoy Haughton No presentó Keaton Ravenclaw

Itemu. Lv.45 PV: 30 PP: 9 Agotado rápidamente por el encantamiento de su atacante, Itemu tuvo que recurrir a un anapneo que pudiera ayudarle a respirar a causa del veneno producido por el encantamiento del brujo aprendiz. La herida causada había sido grave, demostrando una vez mas que el mago Malfoy estaba aquí para devorarlo a toda costa, más allá incluso de encontrar un vínculo con esta magia, o eso es lo que diría, pues Khufu por otro lado, tan silencioso cómo habitual mientras contempla la batalla de los aprendices, no ha intervenido siquiera con alguna trampa que complique aún más las cosas para los batientes. No parecía necesario, la cámara que albergaba cientos de conocimientos en su interior, estaba además llena de trampas y obstáculos que ponían a prueba la fortaleza y el carácter de los aprendices, pero Ludginw ya se había enfrentado a ellas, y el templó respondió a cambio. Aun si no era con la sagacidad con la que Khufu lo hubiese apremiado, Malfoy al menos había demostrado dominio en la materia, y aun si sus ideas compartidas frente al altar no eran del todo compatibles, el brujo complia con su papel de transportar, generación tras generación, los conocimientos adquiridos de los ancestros Uzza. Su encuentro con Itemu lo demostraba. Ya pudiendo respirar, un poco más recuperado, necesita recurrir sin opciones al pensamiento nuevamente, pero esta vez piensa en un episkey que supiera sanar sus heridas internas que comenzaba a llenarle la cabeza de agua. O en este caso, sangre. De inmediato sus heridas se cierran y siente incluso que ha recuperado energía. Con ese empuje, Itemu no se permite bajar la guardia nuevamente, aún si se trata de un aprendiz. PV: 60 PP: 9

Khufu. PV: 100 PP: 7 Aun de pie firme cómo si un brote más de aquel monte se tratase, y con una dura y fría mirada, el guerrero observó detenidamente cada acción de la bruja Malfoy. Khufu pensó entonces en un salvaguarda mágica que lo protegerá del ataque de la muchacha, la intangibilidad que le otorga aquel hechizo cómo efecto hizo que el rayo le atravesara sin problemas. Después de eso el guerrero se aclaró la voz para hablarle por lo alto, para que ella le escuchara a pesar de la distancia que los separa en aquel casi acantilado. —El tiempo y las circunstancias para vincularte con esta magia Uzza de la sangre no están del todo a tu favor, Malgoy, deberás demostrar que no solo has memorizado los encantamientos del libro, sino que tienes la audacia y la capacidad para saberlos usar con sensatez-, advirtió. Luego de eso, a viva voz invocó la daga del sacrificio, el arma mágica se manifestó nuevamente en su mano reluciente y altamente letal. —Immolo oppugnare-, conjuró el encantamiento antes de con mucha fuerza clavar el objeto cortopunzante sobre su propio hombro. Un dolor intenso se extiende a lo largo de su brazo y parte de su pecho y torso descubierto. La Malfoy sufriría exactamente las mismas consecuencias, restando energía vital y provocandole una herida igual de profunda dolorosa sobre su propio cuerpo que repercutirá gravemente en su salud si no sabía cómo aliviar o enfrentarla pronto. Khufu por su parte, no se lo pensó dos veces y, aunque sintió que fue aún más doloroso extraer el arma de su cuerpo, recurrió a curación, para que los efectos del hechizo calmaran su dolor. Y de inmediato su cuerpo sanó.

Itemu PV: 80 PP: 9 El contundente ataque del mago aprendiz golpeó al instante el delgado cuerpo de Itemu, lo que le provocó un gruñido sofocado mientras la piel se le abría al instante, dejando escapar su sangre por las aberturas que casi lo ensordecieron por el dolor. Sin embargo, tan rápidamente como las lesiones invadieron su cuerpo, Itemu pensaba además en una curación para sanar las laceraciones provocadas en su cuerpo, si bien el hechizo sanaba de inmediato sus heridas evitando que se desangrarse, no terminaba de recuperarse completamente del daño. Pero Itemu es un guerrero, que aunque ostenta el título aún tiene mucho que demostrar a la diosa Guerrera Uzza, por lo que no va a dejarse intimidar por un aprendiz, aun si este ha comenzado la batalla con una fiereza inesperada. —Vara de cristal-, invocó en un gruñido feroz, y la invocación se equipa sobre su varita mientras los claros ojos de Itemu observan cuidadosamente como es que el brujo aprendiz está terminando de curar su visión en un movimiento que el guerrero considera un desperdicio de recursos. Su varita entonces se transformó en una alargada pieza que parecía fungir cómo una especie de exoesqueleto alrededor de su brazo. Era su turno de hacer batallar al muchacho, al menos encuentra algo bueno de haber dejado que curara su visión, y es que así podría ver con sus propios ojos el siguiente gran desastre que se aproxima. Por encima de aquel campo de batalla, el guerrero Khufu observa cuidadosamente el duelo. —Expelliarmus-, conjuró Itemu con la vara de cristal ya equipada en su varita y el rayo esta vez cómo efecto golpea sobre el aprendiz desarmandolo al instante. La varita de Ludwing salió desprendida del mago, giró dramáticamente por los aires y cayó a unos tres o cinco metros de la posición de su dueño. —Accio-varita-, invocó el arma de su oponente a su mano antes de que el aprendiz pudiera recuperarla.

Tarde, pero finalmente la respuesta de la aprendiz llegó. Khufu contempló las opciones para que una hechicera cómo Noeline, que parecía más concentrada en pensamientos ajenos a esta enseñanza, pudiera despertar el verdadero esmero que se requiere para aprender mejor de la magia de la sangre que ofrecía un libro cómo este. Khufu por su parte le habría mostrado a la bruja mucha de su paciencia esperando por su lección, sin embargo y quizá, ella aún no esté preparada para vincularse a este conocimiento, tal vez era demasiado pronto para que ella continuara adelante en su aprendizaje de magia guerrera. De todas formas, no dispuesto a dejar que la hechicera abandone Sinaí con las manos y la mente vacía en este encuentro, el guerrero se puso de pie, todavía, aun en el fracaso, podría enseñar, podría mostrarle, aunque fuera superficialmente, lo letal que podría ser esta hechicería si es que no se estudiaba y practicaba con porfía. Así que, con un ademán de su varita equipada con vara de cristal, el guerrero consiguió restablecer cualquier magia que había sido invocada por ambos brujos hasta ese momento, e invitó a la niña a que se pusiera de pie. El viento corrió una vez más sobre la cima de aquella montaña, amenazando su estabilidad para mantenerse de pie por mucho tiempo. Ahora ya estaban cubiertos con los rayos del sol de la mañana y la temperatura comenzaba a elevarse en el campo que dejó ver mejor el terrero descontinuado del acantilado a un costado y las filosas piedras del otro. —No sé si es que no te queda claro todavía, muchacha, pero para enfrentarte a la magia guerrera de la sangre debes estar consciente en todo momento de que aprender de memoria cada palabra de tu libro no será suficiente para dominarla en el campo, pues esto consiste no solo en el conocimiento que eres capaz de retener en tu mente, sino también en la destreza y la habilidad de saberlos aplicar adecuadamente en la práctica-, floreó la varita pero solo produjo un silbido en el aire. —Prepara tu varita. El duelo ha comenzado. CONDICIONES No existen límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 21 al 30 de Marzo. Nos guiaremos por las Reglas Nuevas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro de la Sangre) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic del Libro de la sangre. @ noe_snape

De alguna u otra forma, y con ayuda de sus habilidades obtenidas y vinculadas a la magia guerrera, Ludwig había finalmente conseguido llegar hasta el altar, y aunque ha sido admirable de cierta forma cómo consigue librar los obstáculos y oponentes, su actuación no termina de llenarle el ojo al guerrero, no porque el aprendiz hubiera sido deficiente, sino que esté, el libro de los ancestros, es una magia que el longevo guerrero Khufu lleva custodiando por tanto tiempo que los estándares que acostumbra para las pruebas de este conocimiento, aunque pacientes, son altos, y en su criterio, aunque el brujo aprendiz no estaba del todo errado, daba la impresión de que a menudo no se detenía a pensar antes de actuar y por lo tanto había torpeza en sus acciones. Si Ludwig hubiera estado frente a Gahiji seguramente la imprudencia del muchacho y la vehemencia de su hermano guerrero ya habían terminado hace mucho con el aprendiz. Khufu vuelve aparecer junto al Malfoy cuando el mago consigue colocar el amuleto antirrobo. Contemplando el altar con la quietud de quien añora el pasado. Luego dio una breve explicación sobre el amuleto que el brujo acababa de colocar: —Este es un obsequio para los ancestros-, le dice al aprendiz en su calma. —Les has ofrecido paz en su descanso para que no tengan que preocuparse por nada mientras trascienden a su siguiente vida, ellos se irán con la seguridad de que sus pertenencias se quedaran con ellos para siempre-, aunque precipitado, esto era lo más cerca que Khufu estaba por apreciar la valía del aprendiz. El guerrero volvió a invocar su arma mágica y la levantó hasta que la punta de su varita tocó un muro liso junto al altar e invocó la magia del haz de la noche. Ahí, abrió un nuevo portal que los trasladaba a un templo funerario dentro de la mismísima pirámide. No había otra forma de acceder a este recinto sin magia, por lo que con un ademán impaciente apuró al aprendiz a cruzar el portal. La cámara circular donde se encuentran está suspendiendo un pesado techo con delgadas y gastadas columnas de piedra caliza, hay bultos de arena esparcidos por toda la explanada y algunas raíces de lirios de fuego que crecen apenas donde el sofocante calor de esa camara es mas insoportable. Sobre las paredes hay agujeros y signos jeroglíficos que cuentan el relato de un antiguo sacerdote egipcio que ante su abuso de poder conspiró contra el faraón, cómo castigo fue encerrado en esta cámara donde fue consumido por los misterios y la locura que guarda esta piramide. Cuando atraviesan el portal e ingresan a este templo, una figura es quien los espera del otro lado. Lleva puestas vestimentas de los pueblos Uzza, es delgado pero de forma atlética, está armado con una varita rústica y su bronceado hace resaltar brillantes ojos verdes en su rostro. Es un hombre adulto, pero conserva una jovialidad que no es común en los nativos Uzza. —Él es Ítemu-, presenta Khufu al siguiente obstáculo que Ludwig debe enfrentar para vincularse con la magia guerrera. —Un guerrero Uzza joven. Pero que su juventud no te haga confiarte de más, concentrate aprendiz, y piensa cuidadosamente cada uno de los movimientos que te llevarán a vincularte con esta magia guerrera de los ancestros. El joven guerrero formó apenas una reverencia ante la presencia ded Khufu y el aprendiz, con una amplia sonrisa en el rostro y sin quitarle la mirada de encima a Ludwig, Itemu floreó energéticamente su varita. —Arena de Hechicero-, conjuró contra su oponente. El efecto ocurrió de inmediato y afecto a Ludwig, reduciendo las opciones del aprendiz al cegarlo y dejándolo solo con la capacidad de realizar hechizos de tipo efecto e invocaciones que no requieran puntería hechizos que no fueran necesariamente invocados con la voz. Itemu. Lvl 45 PV: 100 PP: 9 C O N D I C I O N E S No existen límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 21 al 30 de Marzo. Nos guiaremos por las Reglas Nuevas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro de los Ancestros) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic del Libro de los Ancestros.

Lo había advertido antes de verlo internarse en la pirámide, sin embargo, nada había dicho al respecto. Khufu permanece atento a las acciones del aprendiz, corroborando en la forma como él está llevando la misión que le ha encomendado, el uso que el muchacho le está dando a los amuletos Uzza, que es muy atinado a emplearla en su mayoría, aunque la inexperiencia también es evidente en él. Pero igualmente, a pesar de sus advertencias, la imprudencia del jóven ha hecho que, a pesar de haber intentado escapar de las miradas de los ladrones, tarde que temprano el mago aprendiz deberá enfrentarse a los ladrones y no únicamente a las trampas de protección que aquella necrópolis encierra, y es que, aunque astuto, su hazaña no resulta tan eficaz y no detiene el ingreso de los también preparado grupo de asaltantes. No obstante, el mago aprendiz tiene dos opciones por ahora, llegar al altar antes que ellos o enfrentarlos. Por supuesto, esto no es una preocupación para Khufu, sino más bien uno más de los aprendizajes que Ludwig debe enfrentar, que es obtener la paciencia y sagacidad para esperar por el momento oportuno de hacer las cosas, guiado de la antigua sabiduría de sus ancestros. Las paredes mismas del interior de la pirámide grafican en sus frescos, que mantienen sus colores vivos pese al tiempo transcurrido, no solo la magia de la vida sino también lo que sigue a la muerte y los poderes capaces de proteger el descanso de quienes volvieron a ser uno con la diosa. A medio camino de su destino final, es más probable que el mago esté entendiendo mejor lo que ha significado para el pueblo uzza, y sus más antiguos hombres que ya descansan bajo la tierra, el valor de un legado de magia y el por qué le ha encomendado que proteja las reliquias de esa necrópolis particular. —Este muro es muy importante-, el guerrero apareció en la cámara contigua hasta donde ha logrado entrar el aprendiz.—En sus marcas nos relata sobre una antigua magia capaz de proyectar de vuelta la fuerza de este plano terrenal que impida, anclando a este, a los difuntos que intentan pasar a su siguiente vida. ¿Esta magia te recuerda un poco a algo?-, detrás de ellos los asaltantes ya recuperados y más experimentados a enfrentarse a estas trampas de lo que pudiera ser Ludwig, comienzan a adentrarse también a la pirámide. —Mira, aprendiz, este es Kansho-, invoco su propia daga, en la mano de Khufu el objeto se movió suavemente, era altamente filosa y resplandecía cómo ningún otro tesoro encontrado hasta ahora. —Es la invocación no verbal de una daga capaz de absorber la magia de los enemigos, para devolverlo inmediatamente o contener en ella los hechizos que puedan ser usados cuando sea más conveniente, aún si no eres capaz de conjurar dichos encantamientos por cuenta propia-, explicó. Es a estos poderes protectores de los recintos funerarios, con magia antigua que Ludwig quizá ni siquiera sabe de su existencia, a los que se deberá enfrentarse una vez que el mago ingrese al siguiente corredor en el interior de la pirámide, pues se activarán en cuanto él esté en la antecámara dónde reposan los tesoros que debe proteger de robos, los hechizos cómo ataques de las trampillas que active le llegan de todas direcciones sin mencionar que detrás de él el escuadrón de ladrones no están dispuestos a compartir el botín del tesoro con uno más. —Continúa tu recorrido muchacho, el altar de la gran Diosa guerrera os aguarda-, cómo si de arena se tratase, khufu desaparece tan rápido cómo había aparecido.

—Camina muchacha, este no es un buen lugar-, interrumpió los pensamientos de la bruja, palpando su hombro para invitarla a caminar a su lado mientras que a su vez dejaba dibujada con disimulo y discreción una marca de la sangre sobre ella. Silenciosamente Khufu había logrado desplazarse a los alrededores de la bruja casi sin ser notado, podría haber sido su apariencia o que ella estuviera tan absorta en el paisaje, cierto que la aparición del longevo hombre tan repentina y cercana a ella también le había facilitado las cosas, pero ahí es donde él encuentra la gracia en ese hechizo que explicará más tarde. El camino en compañía fue silencioso, Khufu no dijo ni una palabra más hasta que llegaron a una zona algo menos mortífera y peligrosa, un espacio cerca de una caída larga y complicada, pero con una planicie más llana que los dejaba despreocuparse solo un poco de los vientos de las alturas que constantemente amenazaban con tumbarlos. Una especie de oasis en el desierto, solo que a las alturas del monte Sinaí. Ahí, finalmente Khufu observó a la aprendiz con pálidos ojos. —La magia de la sangre es constantemente como intentar cruzar una montaña tan peligrosa como esta por primera vez-, comenzó, sentándose con apariencia agotada sobre una roca casi al nivel del suelo frente a la bruja, y esperó a que ella hiciera lo mismo. —Debes ser siempre consciente de que, como toda magia de la sangre, está es sumamente letal, y requiere de mucho esfuerzo y sacrificio de quien desee dominar estas habilidades-, explicó. —Se recomienda una mente estratega y serena para sobresalir victorioso de un enfrentamiento contra esta magia. Era casi como una advertencia, el libro de la sangre para khufu era uno de los más importantes para iniciar dentro de la magia guerrera, pues representaba el sacrificio constante que un brujo guerrero tenía que hacer para enfrentar las adversidades. Y si los aprendices no eran capaces de entenderlo, no tenía caso continuar estos aprendizajes. —Abre tu libro y escucha bien mis palabras, muchacha, porque debe quedar todo esto muy claro antes de que los daños que seas capaz de hacer con esta magia sean irremediables-, con tan solo pensarlo -daga de sacrificio- el arma se materializó en su mano. —La daga del sacrificio es un arma que se utiliza para el ritual de la sangre. Su objetivo es conectar dos almas para compartir dolor y sufrimiento. Los textos explican; Cada uno derramará exactamente la misma cantidad de gotas de sangre y sufrirá el mismo dolor-, citó. —Este sacrificio puede también ayudarte a proteger a alguien más, sufriendo en su lugar el daño que pueda recibir. No necesitas haber tocado con ella antes a tu oponente o a quien quieras proteger, ni es necesario que la invocación inicial sea verbal, sin embargo, lo que es muy importante y que no debes olvidar jamás, es que para hacer que el ritual funcione debes decir las palabras correctas antes de lastimar tu cuerpo. Por ejemplo…-, con otro gesto de sus manos apuró a la niña a invocar su arma mágica y poner a prueba sobre sí misma los efectos de la daga del sacrificio.

Las horas cómo minutos pasaron a la espera de los nuevos aprendices que, según la información enviada desde el Uagadou, más de uno debían presentarse esta noche a la orillas del Cairo sobre la necrópolis de Saqqara, sin embargo, la noche sobre ellos comenzaba a abandonarlos y era crucial continuar o tiempo les faltaría para aleccionar si no comenzaban con esto pronto. A su reunión había solo acudido un mago, por supuesto que esto no pudo molestarle menos. No era extraño, a estas alturas de la enseñanza el que se encontrara de vez en cuando con algún rostro familiar, aunque hubiera alguno que otro de quien lograba sorprenderle que supiera llegar tan lejos. Las palabras del joven mago son escuchadas por el guerrero, pero le advierten también que a pesar de su nivel mágico quizá el niño ha estado pasando algo muy importante por alto todo este tiempo. —Pero no lo hiciste, no moriste. Luchaste y resultaste victorioso-, no era del todo una felicitación por haber llegado hasta este libro de conocimientos, porque Khufu no soporta la capacidad de hoy en día que tienen los aprendices de quejarse delante suyo por absolutamente todo, incluso de un mal clima, no obstante, el libro de los ancestros era un conocimiento avanzado dentro de la magia guerrera, suficiente para que considerara capaz de comprender esta magia a quienes se enfrentaban a él. —Ten en cuenta muchacho que el aprendizaje de estos poderes no es un juego o una clase de manualidades, los antiguos pueblos uzza forjaron por años con esta magia guerreros capaces de enfrentarse a cualquier adversidad, eso implica también evitar la muerte durante la batalla-, con un ademán suave invita al individuo a caminar junto a él. La calma del lugar es acogedora y lúgubre en estas tierras casi olvidadas, pero la presencia de magia se encuentra ahí, dormida entre los sepulcros de antiguos brujos guerreros que ahora descansan. Khufu guía a Ludwig a través de la necrópolis por el camino que los lleva directo a los pies de la pirámide. —La magia de los ancestros se caracteriza por fortalecerse a través de los vínculos con nuestros antepasados-, comienza Khufu sin más preámbulos. —Al vincularse con estos poderes nos convertimos en un reflejo de los conocimientos y habilidades que se han acumulado por años y que son transmitidos por generaciones, transformándose y adaptándose a las circunstancias. Entre más consigas fortalecer tu vínculo con esta magia, más eficiente te resultará en el campo, incluso, cuando te tengas que enfrentar a aquellos poderes que aún no seas capaz de dominar, ya fuera por nivel o falta de conocimiento-, explicó. —Espero que traigas contigo los amuletos y te prepares. De entre las escasas cosas que Khufu carga consigo sacó un amuleto anti robo, ese con la forma de Hermes y su casco alado, y luego, con la ayuda de su vara de cristal y algunos conocimientos adicionales, abrió un portal a través del tiempo que teletransporta al Malfoy a una necrópolis de hace casi más de cien años atrás. —La pirámide guarda en su interior una gran cantidad de tesoros y secretos que, por alguna razón, no deben jamas de salir a la luz, así lo ha demandado la Diosa Guerrera. Por su puesto, hay muchas personas que pretenden robarlos-, aun del otro lado del portal el guerrero señaló al mago la entrada desde los pies a la pirámide. —Ve ahí, a lo profundo de la pirámide, enfréntate a las trampas y a los saqueadores que ya merodean codiciosos sus adentros, y coloca este amuleto anti robo en el altar Uzza antes de llegar a la cámara funeraria. Y, muchacho, hagas lo que hagas, procura no ser visto por nada ni nadie-, advirtió.

Habitualmente Khufu prefiere explanadas más amplias que le recuerden en ocasiones los campos de batalla donde libró cada guerra en compañía de sus muchos otros compañeros y hermanos, le gusta recordar como es que la tierra tiembla bajo sus pies ante el más potente y letal rayo y el sonido de los cielos rugiendo tras el choque de armaduras en combate. Era por eso mismo que durante su formación, según el poder que ellos estuvieran dispuestos a buscar, solía citar a los aprendices en sitios que supieran evocar y empujar en los magos y brujas esos mismos valores y sensaciones que al estar en una verdadera arena de combate, y de esa manera fortalecer sus vínculos con la magia guerrera. No obstante, el viaje que está por realizar en esta ocasión, guiando a un nuevo aprendiz en la magia de la sangre, tiene características que Khufu considera mejor asentarlas a un lugar con mucha más serenidad que la que hay en un campo de batalla. Esto no significa que esta magia fuera menos letal que las demás para la guerra, lo era, la magia de la sangre se encontraba entre una de las mas mortales, tanto para el oponente como el usuario que empleaba de estos poderes si no aprendía a usar con el cuidado que requería, y era por eso mismo que Khufu ha solicitado la presencia del aprendiz en turno en uno de los santuarios Uzza resguardado bajo las tierras más calmas del monte Horeb, pues aquel mago o bruja que quisiese intentar vincularse con esta magia de la sangre, tenía que venir más que preparado para lo que estaba apunto de experimentar con este nexo y para eso iba a necesitar fortalecer su cuerpo y mente. —Llévale al punto más alto de la loma más grande de todo Sinaí-, indicó y el águila real, que sobrevoló a su alrededor antes de proferir un alarido, llevó entre sus garras el traslador que ayudaría al aprendiz a su encuentro. Mientras tanto, el guerrero se preparó para partir de las tierras del Uagadou. —Ahí le esperaré. @ noe_snape

Acude a la cita de hoy respetuosamente, sobre la necrópolis de Saqqara Khufu aparece tras una última corriente de viento fresco cuando el amanecer golpea el Cairo, ante su aparición la arena que se ha levantado casi hasta por los cielos comienza asentarse nuevamente, recubriendo de más polvo y olvido los caminos, las tumbas y la antigua pirámide. En cuestión de solo segundos la calma de la pasada noche vuelve a la antigua necrópolis, acompañada ahora del suave tintineo de la cadena que Khufu lleva sobre su pecho descubierto y la solemne presencia de un longevo guerrero que ha visto, con esos pálidos ojos suyos, a todos esos compañeros de batalla perecer. Los años han pasado y los recuerdos de todas esas batallas, sobre todo si se detiene a considerar los acontecimientos que circulan en el mundo mágico actual, parecen tan lejanos, que a menudo siente el flujo de la magia guerrera de los nuevos aprendices como algo casi inexistente. Hoy sin embargo, está depositando nuevamente su confianza en los iniciados en la magia guerrera que saben costear una cuota en Uagadou y que no deben tardar en presentarse ante él, buscando formar y fortalecer un vínculo con la magia de los ancestros, poderes que el mismo Khufu ha estado custodiando durante su larga existencia. —¿Qué clase de magos vendrán hoy a visitar a nuestros antepasados?-, se cuestiona con la mirada fija sobre la pirámide. Ha visto y conocido hasta ahora de todo tipo de aprendices, cerrado a menudo de que no son más diferentes los unos de los otros, aunque en el fondo, Khufu sabe mantener todavía la esperanza de que exista aunque sea solo uno de ellos que logre trascender a través de estos nuevos aprendizajes. Un nuevo espasmo involuntario lo atacó en su cavilación, devolviéndole el semblante rígido y orgulloso sobre sus hombros, con el que esperó de pie firme sobre el borde de la necrópolis de Saqqara, por la presencia del o los aprendices. @ Keaton Ravenclaw @ Ludwig Malfoy Haughton

Libro del Druida -Septiembre 2021- Aprobados Cillian Alyssa Black Triviani No aprobados -- Libro de los Ancestros -Septiembre 2021- Aprobados Rory Despard || Ficha No aprobados --

Libro de la Sangre -Septiembre 2021- Aprobados -- No Aprobados Monica Malfoy Haughton Libro del Equilibrio -Septiembre 2021- Aprobados Arcanus Ernest Dumbledore Hannity Ollivander Evans No Aprobados

Khufu. Lvl 45 PV: 100 PP: 8 A Khufu le toma toda una acción de su tiempo en esta batalla recuperar su varita, un movimiento osado ya que el hechizo que lanzó golpeo de todas formas el rostro del aprendiz deformándolo y limitando sus posibilidades de atacar con hechizos que requieren de una buena puntería. Evidentemente, esto no exenta a Khufu de sufrir algún otro ataque por parte de Rory, mucho menos cuando continúa con su varita equipando la vara de cristal que, precisamente, tiene el poder de convertir los hechizos rayo en efecto. Entonces, quizá no había sido un movimiento suertudo después de todo, y detrás de aquellos movimientos meramente defensivos se encontraba maquinando algún método más sutil de desarmar y someter a tu contrincante. No era el estilo de los guerreros Uzza, pero igualmente lo hacía más interesante. Para su pesar el guerrero continúa bajo los efectos de babosas y mientras alcanza nuevamente a empuñar su varita escupe dos de esos animales de un solo esfuerzo. Podría aprovechar la falta de visión temporal de Rory para quitarse de encima los síntomas del hechizo, sin embargo, ya ha soportado suficiente, además de que escupir estos animales, por más asqueroso que fuera, tampoco le arrebataba la vida. Por lo que, finalmente, Khufu opta por continuar poniendo a prueba la comprensión de los poderes de esa magia guerrera del aprendiz, de otra forma no culminaría este aprendizaje y el vínculo que ha conseguido formar hasta ahora, se rompería. -Crece-uñas-, pensó esta vez, aun con el habla impedida. El rayo salió desde su varita con fuerza en dirección a Rory, si el aprendiz no conseguía evadir o detener su ataque las uñas de sus manos crecieron tan rápido que no le dejaría maniobrar su varita con la habilidad de una buena puntería y, si al cabo de un tiempo no detenía el crecimiento excesivo, perdería también la capacidad de sostener su varita.

Itemu. Lvl, 12 PV: 100 PP: 5 Itemu hizo su mayor esfuerzo por auxiliarse contra el ataque del aprendiz de Khufu, -Anapneo-, pensó para que sus vías respiratorias se recuperara y pudiera volver a respirar. Fue un alivio que el nivel del mago no intensificara los efectos de este hechizo o, de lo contrario, al guardián le iba a costar más de una acción sanarse por completo de aquel veneno. De todas formas, Itemu no pasa de largo el entusiasmo del aprendiz que, a pesar de haber empleado magia tan ofensiva contra él, se muestra firme ante los los efectos de estos poderes. Mantener el control era fundamental para forjar este vínculo, sin embargo, no se trataba solo de fuerza y poder, el brujo necesitaba de más astucia si quería terminar con el guardián de una vez. Por otra parte, Khufu continúa vigilando el encuentro entre el aprendiz y el guardián, Ernest había demostrado conocimiento y comprensión durante la primera etapa de esta enseñanza y, aunque había comenzado con tropezones al comienzo de esta batalla, se ha sabido controlar y recuperarse con la frivolidad con la que se necesita para liar una verdadera contienda. Claro, el guerrero es consciente de que tanto Itemu cómo Ernest saben que esto es solo una prueba, que no es posible que ninguno de los dos termine muerto al final de este encuentro, sin embargo, espera que, por lo menos el aprendiz, aproveche este encuentro para forjar su nexo con esa magia de la mejor forma. Apenas se ha recuperado del último ataque el guardián no pierde su tiempo para volver a agitar su varita en contra del aprendiz, esta vez, pensando en una -arena de hechicero-, el efecto ocurre de inmediato sobre Ernest, los efectos producidos por las cenizas de lo huesos cristalizados de algún desdichado mago, provocan ceguera en el aprendiz de magia por lo menos dos turnos más en este encuentro, lo que le daría una ventaja a Itemu al reducir las posibilidades de ataque de Ernest a solo hechizos tipo efecto y, evidentemente, invocaciones que no requieran de puntería. Itemu. Lvl, 12 PV: 100 PP: 5