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Khufu

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Todo lo publicado por Khufu

  1. Lingur PV: 100 PP: 10 Lingur respondió en silencio la reverencia del mago aprendiz, la cueva sin embargo hizo eco de sus movimientos rígidos y resonó como una respuesta no hablada por parte del guardián Affar del templo de Dallol. Lingur, había estado sirviendo a los guerreros Uzza como guardián desde hace cientos de años, era casi tan viejo como alguno de los hermanos de Khufu, y casi tan fuerte como un mismo guerrero, conocía de las artes la magia de los pueblos Uzza así como también técnicas de hechicería menos sofisticada de los brujos afar, él era, en pocas palabras, toda una eminencia entre las tribus afar, por supuesto, era ideal que alguien como Lingur, custodiara con toda esa sabiduría el templo de los uzza. Con la misma paciencia que ha estado esperando por años algún visitante digno de acceder al templo y aprender de los secretos y tesoros uzza que ahí se guardan, el guardián esperó por el primer movimiento del aprendiz que, de buenas a primeras, no lucía realmente prometedor. No obstante, Khufu, que observaba el encuentro desde el pie de las escaleras, parecía demasiado atento a los movimientos del hechicero. Y eso podría ser algo bueno porque era un indicador de que el niño realmente prometía, o algo realmente malo porque Khufu podría creerlo no apto para este vínculo. —Protego-, conjuró de todas formas para detener el rayo, aun cuando sabe que el hechizo, para nada era eficiente. El encantamiento absorbió los restos del rayo, y del ataque sólo quedó una neblina de ventisca helada que lo rodeó. Demasiado frío para su gusto. De reojo pudo ver a Khufu negar, pero Lingur se adelantó, levantó con paciencia una de las manos, pidiéndole algo de tiempo, tenía mucho tiempo que no hacía algo cómo esto, después de todo, era algo emocionante, incluso para él. —Muchacho-, la voz de Lingur era tan áspera y vieja cómo la apariencia de su piel. —No te engañes por las apariencias, soy, como tu, un hechicero, una persona, que hay algo de magia que me mantiene aun entre los vivos, si, pero los efectos de los hechizos me afectan igual que a ti, igual que al maestro Khufu allá. —Semillas de Hielo-, interrumpió Khufu. -Es un hechizo de tipo rayo, no verbal, que causa que de la varita surja un viento helado que paraliza cualquier criatura, recubriéndola de hielo, durante un turno-, citó los textos de las páginas en el libro del Equilibrio, no estaban aquí para aprender de esto. —Por lo tanto, no es eficaz cuando se usa contra las personas. —Intentemoslo de nuevo-, Lingur sonrió, una larga y fea sonrisa torcida. —Cinaede-, conjuró esta vez apuntando su varita al muchacho. El hechizo también pertenecía a los poderes del equilibrio, el veneno gaseoso de este hechizo se colaría en las vías respiratorias del brujo, dificultándolas, provocando sangrado, paralización del sistema nervioso y circulatorio y finalmente la muerte. Y dado que Lingur era un hechicero de alto nivel, el muchachito iba a requerir de mejores técnicas para sobrevivir al ataque del guardián. PV: 100 PP: 9
  2. El interior de Dallol era físicamente como cualquiera se lo hubiera podido imaginar, extremadamente caluroso, salvaje y, en esencia, magnifico. El mago aprendiz habría logrado con éxito abrir el portal hacia el valle al interior del volcán, los lirios de fuego florecían ahí a plenitud, eran un espectáculo con todas esas rocas de salitre calcinado que iluminaban el camino hacia el interior de un antiguo templo. Era, a pesar de las altas temperaturas, un momento de paz, de calma, antes de que finalmente dieran inicio a la última prueba. Khufu fue quien se encargó de guiar al muchacho esta vez después de que ambos cruzaran el portal invocado por el aprendiz. Hasta ahora Sean había demostrado gran entendimiento de la magia de este libro, sin embargo, como en toda magia guerrera la gran prueba contra la adversidad era lo que garantizaba (o no) el vínculo con el libro. El camino que los lleva hacia abajo es oscuro, iluminado naturalmente por los minerales que yacen ahí enterrados o quizá por algún antiguo encantamiento mágico que se encarga de preservar los templos en tan buen estado en una ubicación tan caótica como aquella. Y después de bajar por un túnel escalonado, al menos unos diez o quince metros, finalmente dieron con un amplio claro, estaba también adornado con lirios de fuego que nacían desde las rocas mas filosas al rededor de una explanada circular, parecía sostener todo el peso de arriba con solo seis columnas de gran tamaño de piedra gris azulada la cual contenía escrituras similares a la del pergamino. Tiene mas bien la forma de una caverna, pero al mismo tiempo contiene demasiados detalles humanizados, mágicos que la conforman. Y de lo alto de uno de sus muros hay un hilo de polen que cae como una cascada formando un rió que se pierde en la oscuridad de aquel lugar. Hace falta un par de movimientos de varita para mejorar la iluminación ahí abajo, no hay muchas cosas en realidad, pero ahí la magia es fuerte. —Aquí podrás adquirir el polen de lirios de fuego que te hace falta para llenar tu frasco, Linmer-, explicó Khufu, aun conservando la distancia al pie de la escalera. —Pero antes, deberás mostrarte capaz de adquirirlo, al igual que el resto de los poderes de este libro-, advirtió junto con un ademan de la vara de cristal, que mejor era que el muchacho no se moviera aun de su lugar junto a él. —Maestro Lingur, por favor-, al rededor de ellos la Cueva se sacudió por casi un minuto entero. Y entonces apareció, desprendiendo su piel pegada como adherida a una de las columnas mas grandes que sostienen el techo, era un alto hombre gris, con grietas como tierra y piedras en su piel, con ojos oscuros pero brillantes y un gesto somnoliento y taciturno que, a pesar de su apariencia dura y salvaje, le restaban agresividad. —Él es Lingur, guardián Afar de los tesoros que guarda el templo de Dallol. Este maestro,conocedor también de la magia guerrera, sera tu oponente, Linmer. Prepárate, vence a Lingur, gánate ese polvillo y fortalece tu vínculo con esta magia. CONDICIONES No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 17 al 28 de Mayo. Nos guiaremos por las reglas Nuevas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro del Druida) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic del Libro del Druida.
  3. El mago aprendiz había sido rápido, preciso, cuidadoso y, sin embargo, el amanecer lo alcanzó cuando regresó ante él con el pergamino en mano, confiadamente creyendo que no ha despertado la atención de los nativos, que no ha levantado sospechas entre ellos, casi un verdadero logro haber conseguido aquel tesoro saliendo limpio, sin ningún rasguño siquiera. Desde luego, Khufu tampoco lo premiará por esto, después de todo, dominar hábilmente sus poderes mágicos, incluyendo aquellos que no requieren de varita, es parte de su preparación, el guerrero no le confiaría mas los conocimientos de un libro a alguien que no pudiera entender esto. Esta vez, a diferencia de otras, Khufu había permanecido estacionado en la periferia del pueblo, esperando por el regreso del brujo aprendiz, no lo habría seguido de cerca como hace otras veces, los Afar son casi amigos, y podría incluso decir que, estando aquí, el guerrero tiene ojos en todas partes contando con ellos a su favor. Así que cuando el aprendiz esta de vuelta, y el calor corporal del longevo hombre se ha elevado con el sol del amanecer, Khufu conoce cada una de las acciones del muchacho ahí adentro. Por mero instinto el guerrero echó un vistazo al interior del pergamino que el aprendiz entregó, no esperaba que cometiera nuevamente el error de omitir información importante, o que se olvidase de tomar las instrucciones correctas hacia el santuario de Dallol. Adentro del pergamino las explicaciones están escritas en alguna lengua antigua de la región, no obstante, el papel también cuenta con ilustraciones que son de mucha ayuda; ahí se muestra entonces que el santuario es una cámara oculta a varios metros bajo la tierra, por debajo del volcán de Dallol, al ser un lugar tan importante para los nativos el acceso se encontraba únicamente en el interior del volcán, atravesando los caminos sobre las paredes interiores de este se encontraba una especie de pequeño valle ardiente, cubierto por lirios de fuego y resguardado por magia antigua. Ese punto, ese pequeño y peligroso oasis dentro del volcán (por así decirlo), era el punto mas cercano al que se tenía acceso, si se conseguía llegar hasta ahí, la entrada al santuario entonces estaba garantizada. —No necesito este pergamino-, responde tranquilamente, sin moverse de su lugar dejando al brujo aprendiz con la mano estirada. —Yo conozco el camino hacia el santuario-, continuó diciendo, existía algo de arrogancia o quizá ofensa si el muchacho pensaba que lo había mandado a hurtar la información para él. —Pero tu no-, a la distancia el llanto de un ave local se escuchó rompiendo la calma y el último viento del día antes de convertirse en tormenta hizo tintinear la cadena sobre el pecho del guerrero, devolviendole la paciencia. —Será mejor que lo ojees bien, Linmer, aprende de el lo que creas importante, revisa bien el camino, piensa en el recorrido como si estuvieses ahí, saltando cada roca, surcando cada trampa. Entiéndelo como si no lo hubieras visto en un pedazo de papel, sino mas bien, como si tu mismo lo hubieras visto con tus propios ojos. No dio mucha mas explicaciones luego de esto, y bajo el calor de un fuerte sol de un abandonado desierto, dejó que el muchacho hiciera lo indicado. —El Haz de la Noche es una invocación no verbal que te permite abrir portales y desaparecer hacia otro destino-, comenzó a explicar nuevamente después de un par de minutos. —Requiere un alto grado de concentración y cuidado al abrirlo en otra dirección, cuanto mas lejos y conflictuado sea el destino requerirá de mas esfuerzo. Sin embargo, es posible cruzar el portal fabricado si se esta herido, aunque si se necesitan episkeys de urgencia y no los haces, morirás tras haber cruzado el portal-, volvió la mirada al aprendiz en busca de comprensión. —¿Lo entiendes?-, preguntó pero no espero tampoco una respuesta pronta y antes de que pudiera protestar el guerrero señalo con su mano libre de la vara de cristal hacia el horizonte que había estado vigilando desde que el sol salio. Era hora de probarlo. —Prepara tu varita, aprendiz, usa el Haz de la noche y ábrenos paso hacia la entrada al santuario de Dallol, al valle donde crecen los lirios.
  4. El guerrero frunció el entrecejo en un intento de comprender mejor las explicaciones del brujo que a su parecer, son algo inciertas, incompletas o quizá difusas. Khufu alzó la vista por encima solo para cerciorarse de que el muchacho estuviese leyendo los textos correctos o para estar seguro de que no le hacían realmente falta páginas a su libro, tal como el muchacho lo habría mencionado al comienzo de su exposición. El aire refrescó por última vez en la noche antes del amanecer, la cadena sobre su pecho tintineó una vez más con emoción y Khufu tuvo que ordenar sus ideas, algo dispersas después de la explicación del brujo, antes de responder, no como una corrección, si no más bien como un complemento a la explicación del aprendiz. —Como podrás reconocer, con cada libro que has adquirido a lo largo de tu aprendizaje dentro de la magia guerrera se te otorgan, ademas de los poderes, algunos objetos de calidad de los pueblos Uzza que complementan este aprendizaje. Con la magia del libro del Druida se encuentran: el anillo salva guarda contra miradas indiscretas que te protege de miradas curiosas en un área considerable de aproximadamente cincuenta metros cuadrados. También se te ofrecen los poderes del amuleto contra defensas carcelarias, que te asegura inmunidad contra fuerzas carcelarias, permitiéndote escapar de cualquier cárcel, celda o prisión. A este ultimo debe emplearle cuidadosamente pues su aplicación requiere de demasiada energía, que deberá esperar un mes entre uso y uso. Khufu ojeó al muchacho nuevamente con recelo antes de continuar. —El frasco que acabo de entregarte justamente es el tercer objeto que acompaña al libro del Druida, y sirve para resguardar en su interior el polen de lirios de fuego, este polen, al igual que el hechizo que conjura con su varita, sirve para soportar de altas temperaturas. Con el; si lo esparces sobre la piel aguantaras las llamas de un intenso fuego, si lo respiras puede ayudarte a elevar la percepción olfativa y sensitiva con respecto a las fuentes de calor más cercanas. El libro dice, y cito, este puede usarse como ingrediente para elaborar una pomada de manos que permite que estas se adhieran a cualquier superficie. Este polen se agota si se usa muy seguido, pero se va reponiendo conforme pasan las horas, para eso es el frasco. Aunque ahora, esta vacío. Hizo una pausa meditativa. —Estos objetos son útiles ante la adversidad, incluso una cotidiana, pero, y como al igual que el resto de los libros, las joyas, amuletos o talismanes que se le otorgan con el poder de los libros, no te serán convenientemente útiles en una batalla o duelo como tal. De igual manera es importante que sepas que tras conseguir este vínculo tienes también el dominio de estos poderes. Sobre los hechizos explicados por parte del aprendiz aun le quedan cosas por decir, pero Khufu considera que hay noción por parte del brujo aprendiz, sin embargo, era tiempo de seguir avanzando, si los textos no ayudaban, quizá la práctica le esclarecería la mente. —Continuemos entonces-, el guerrero se giró apenas sobre si, una cuarta parte para volver a contemplar el pueblo Afar que antes guardaba a sus espaldas. —¿Ves ese camino de ahí? Es el sendero que lleva al templo de este pueblo; ahí ellos rezan a sus dioses y protegen sus más preciados tesoros y conocimientos-, de soslayo le dedicó una mirada nada agradable al muchacho sentado bajo una sombra. —Infiltrate ahí y extrae el pergamino con las indicaciones de como acceder al santuario de Dallol. Se extremadamente cuidadoso, los Afar son pueblos humildes, de gran gentileza, pero no toleran la usurpación-, explicó Khufu. —Y no uses tu varita a no ser que sea de vida o muerte-, no dijo los porque, pero se escuchaba convencido de que eso era lo mejor. —Ahora, adelantate de una vez, baja ahí, que en unos minutos comienza la primera reunión del día.
  5. Se detuvo unos instantes para observar mejor al mago que ante él se presentaba, Khufu no era de entre sus hermanos el que se apropiaba o se quedaba con la primera impresión de las brujas y hechiceros que venían a aprender de él, cada uno con razones o intenciones diferentes de estar ahí, sin embargo, eso no evitaba que sintiera recelo de ellos, del modo tan fresco y natural con el que se sentían de algún modo merecedores de hacerle frentes a estas pruebas tan solo por haber sabido costear a tiempo el curso. No obstante, el guerrero no estaba aquí ahora para juzgar al brujo por sus intenciones, motivaciones o falta de ellas, si no para probar, ante la adversidad, la comprensión y habilidad que habría sabido obtener Sean tanto de los libros vinculados con anterioridad hasta ahora también de estos nuevos conocimientos del libro del Druida. Khufu respondió con una venia apenas inexistente al saludo del aprendiz y por un instante volvió su mirada hacia atrás, donde los primeros locales comenzaban sus excursiones a las minas de sal, preparándose para un duro día como el anterior a este, como el que seguramente tendrían mañana también. ¿Qué tan difíciles eran entonces los días de estas personas que buscaban el conocimiento de los antiguos pueblos Uzza? —Soy Khufu, guerrero de los ancestros, pero hoy, Sean Linmer, seré tu guía en la búsqueda de tu vinculo con la magia del Druida-, con un movimiento de su brazo tan elocuente como sus palabras materializó equipada la vara de cristal y en su otra mano el pequeño frasco de cristal en forma de colgante que alguna vez debió contener el Polen de Lirios de Fuego, uno de los tantos amuletos u objetos que el libro del Druida ofrecía a los practicantes de su magia, pero que ahora solo estaba vacío. —Me parece que el mercado olvidó empacarte esto entre tus cosas a la hora de adquirir tu libro-, el guerrero estiró el brazo para entregar el colgante al muchacho. Khufu esperó el tiempo suficiente para que Sean entendiera la trampa, aunque si no lo hacía, tampoco era un problema para el guerrero. —Abre tu libro, aprendiz, contempla y razona sus textos una vez más. Háblame sobre los hechizos y estos objetos que se te otorgan tras este vínculo-, el guerrero hizo una pausa, y volvió su mirada al aprendiz, a menudo los magos y brujas se preparan con anterioridad para presentarse ante él, pero algunas veces corría la desgracia de tener ante él algún incapaz de tan siquiera encontrar los textos correctos. —Haz tus preguntas ahora, Linmer, porque la mañana está casi sobre nosotros y con ella, tu primera prueba.
  6. El amanecer es sinónimo de tranquilidad en los desiertos de África, son solo un poco más frescos que el resto de sus noches o quizá deben ser solo menos abrasadores que el mediodía; cuando el sol sobre sus cabezas arde con intensidad. El punto medio entre el final de la noche y el comienzo de la mañana es todo calma a su alrededor, aunque el guerrero sabe que a sus espaldas las actividades diarias han comenzado desde hace un par de horas entre los nativos para aprovechar el poco buen tiempo que el agresivo sitio les puede ofrecer a los locales. Es ahí, a los pies de un naciente pueblo Afar, que Khufu espera al aprendiz de magia guerrera para guiarlo a conseguir su vínculo hacia con los poderes del libro del Druida. Situado en el cuerno de África, el desierto Danakil es mayormente conocido por sus altas y extremas temperaturas, la extracción de sal como industria principal, y su región volcánica que lo convierte en un lugar de muy baja hospitalidad sobre todo en épocas de sequía, no es para nada un lugar al que se visite por mero gusto, pero eso, piensa Khufu, y su naturaleza hostil, es lo que hacía de Danakil el lugar ideal para poner a prueba a los aprendices, sobre todo tratándose de la magia del Druida, considerada por Khufu como una de la más sustancial entre la naturaleza y la mano del hombre entre las magias guerreras Uzza. Imagina que el aprendiz no debe tardar en presentarse ante él, a pesar de los obstáculos que supiera presentarle el contexto del lugar, después de todo, a estas alturas de su aprendizaje de magia guerrera, los aprendices de Druida ya deberían estar lo suficientemente preparados para algo como esto, y si no, bueno, sería una prueba mas que afrontar para demostrar al guerrero que no esta perdiendo su tiempo con ellos. El momento de la cita es justo y claro en la carta que el guerrero ha solicitado que la administración del Uagadou envié a los inscritos a este curso, y si quieren aprovechar del tiempo, mucho antes de que el mismo calor del sol del mediodía sea un inconveniente más en esta hazaña, sería mejor que el muchacho sea puntual. Khufu por otro lado no se impacienta, después de todo, los pueblos Afar son afables con él, y aunque no es como estar de nuevo en casa, el longevo guerrero cree que igualmente puede quedarse un largo rato mas en este lugar, recordando viejas proezas en compañía de sus hermanos que alguna vez ayudaron a librar batallas a estos pueblos cuando el deber de los guerreros Uzza iban algo más allá de solo impartir conocimientos a todo aquel que pudiera costear una plaza en el Uagadou. Sobre su pecho, la cadena que permanece pesada colgando desde su cuello, tintinea con un movimiento suave, como un murmullo y trae a Khufu de nuevo al presente. En el cielo el astro lunar ha desaparecido, pero aún es suficientemente oscuro cómo para que pueda ver en la bóveda celeste algunas estrellas brillando, como si quisieran mostrarle el camino correcto al aprendiz que ante él debería estar por llegar. @Sean -Ojo Loco- Linmer
  7. Khufu

    Tablón de Calificaciones

    LIBRO DE LA SANGRE Marzo 2020 Aprobados: Ernest Macnair Wilfred No aprobados: --
  8. Khufu

    Tablón de Calificaciones

    Libro del Caos Marzo 2021 Aprobados Hessenordwood Crouch Juv Macnair Hasani Mica Gryffindor Rory Despard David James Dumbledore Reprobado -
  9. Sokar PV: 70 PP: 9 De mala gana el guardián de Guiza debe pensar en una curación que le ayude a sanar su brazo de la herida que el joven brujo Ernest le ha conseguido propinar con su daga del sacrificio, no es necesario voltear para darse cuenta que la mirada de Khufu se ha agudizado ante lo que va a suceder a partir de ahora, Sokar no es tonto y conoce tan bien al viejo guerrero que sospecha que, inclusive, de fracasar aquí ante Ernest, el guerrero Uzza seria capaz de ofrecerle su puesto de guardián de los muertos al aprendiz de magia guerrera. Pero era muy pronto para perder el combate, era muy pronto para fortalecer los vínculos hacia la magia de la sangre. Emocionado, Sokar limpió con una larga y moreteada lengua el rastro de sangre que escurría por entre sus dedos, y nuevamente apuntó con su varita. Tiene la daga en la mano, pero se da cuenta de que sus posibilidades, a estas alturas, no son necesariamente las mejores. -Morphos-, lanza en cambio apuntando a los pies del brujo, justo atinando a una lápida casi enterrada en arena bajos sus pies. La roca maciza mutó hasta enrollarse en los pies del brujo hasta terminar transformándose en una serpiente de cascabel que no dudó en clavar sus colmillos venenosos en el tobillo del brujo. Sokar parecía orgulloso de su creación, pero al mismo tiempo el veneno de la serpiente intoxicando el torrente sanguíneo del muchacho; no parecía ser suficiente. -Immolo oppugnare-, conjura de todas formas, con aspereza en su voz y de acción inmediata clava su daga en el pecho. Está perdido, lo sabe, pero tiene que dar escarmiento de igual forma. La herida es tan profunda que rápidamente la sangre brota desde la herida en su pecho, desde luego, también lo hacía desde el cuerpo de su oponente. Sokar PV: 70 PP: 9
  10. Dado: 1 PV 100 PP 10 El guerrero había esperado paciente que el mago atravesara el portal, pero al notar que no había manera de que ello ocurriera había recurrido a un medio que solo su cercanía a la ex viceministra podía haber permitido. Nadie sabría cómo a pesar de que hubiera sido otorgado en préstamo él había accedido a un giratiempo, aunque también podría ser que tras terminar su duelo con Rory hubiera aprovechado sus conocimientos de Runas Antiguas e Historia de la Magia para abrir un fulgura nox hacia el pasado. No importaba, estaba allí para enfrentar al joven impetuoso. Su desnudo torso se estremeció ante la diferencia de temperatura y humedad que había entre el oasis que había abandonado y aquella pradera en el Parque elegido para el duelo. La brisa y los pastos acariciaron su pantalón de lino y bajo las plantas sintió pequeñas rocas, pero no era eso lo que atrajo su atención, sino el cambio de calzado y su actitud. El Uzza observó con frialdad al adolescente. —Me temo joven Quintel que será a mí a quien te enfrentes —dijo mientras hacia una inclinación de cabeza, aún con gesto reprobatorio y extendía velozmente su vara de cristal. « Obsistens», pensó invocando un cerco luminoso de color naranja apagado, indestructible e inmune a la magia que lo protegió absorbiendo los filamentos dirigidos a él. El enojo se veía reflejado sin disimulo en su rostro cuando volvió a hablar. —No estás aquí para ganar a cualquier costo, estás aquí para demostrar que sabes utilizar los hechizos que te he intentado enseñar, ¡demuéstralo pues! Vara de Cristal —espetó exigiendo al mago utilizara los hechizos del libro del caos, cosa que él mismo igualmente no hizo, para obligar al joven a defenderse o soportar las consecuencias, de hecho había confirmado en su vara de cristal el hechizo que lo equipaba, había sido una advertencia para que el joven supiera que su próximo ataque se había convertido de un rayo a un efecto y que debería utilizar la magia del caos si no quería mutliplicar los daños del «Embrujo Punzante», el rayo, convertido en efecto, le desconfiguraría el rostro, como si de una reacción alérgica se tratase, el dolor agudo en el rostro y la herida leve le impedirían una visión clara durante su siguiente turno si la suerte no lo ayudaba. —Haz lo que yo digo, no lo que yo hago —gruñó Khufu a su joven rival, recordándole que más allá del duelo era una lección del caos. @Hessenorwood Crouch PV 100 PP 9
  11. Dado: 1 PV 100 PP 10 El guerrero estiró sus brazos y todo su cuerpo, como afianzándose a los nueve metros en que había quedado del Despard, en su mirada fría y reprobadora se notaba que no veía correcto que el mago frente a él no supiera las mínimas normas de cortesía en un duelo. Aceptaba que no supiera que responder cuando le cuestionaban su “fe” pero que no fuera capaz de cumplir con la norma ancestral de caballerosidad de saludar a su rival y pasara al ataque sin más. Ni los nervios por el enfrentamiento lo justificaban, ni que hubiera fallado antes para aprobar el libro y estuviera tan ansioso para terminar. —Invoco las Fuerzas del Caos para invocar a un Señor del Caos —en el lugar pareció de repente detenerse todo, hasta el viento cálido del desierto, las fuerzas del caos parecieron hacer brillar más el sol sobre sus cabezas, hasta el sonido del agua pareció apagarse en la fuente a metros de ellos dos hasta que a la derecha del Uzza se hizo presente un Cíclope sobre el cual pareció brillar unos leves segundos un dado con un número uno destacándose en él. El Uzza asintió mientras el cíclope dio un paso para alejarse de él dispuesto a servirle. «Anapneo» pensó Khufu para abrir sus vías respiratorias y evitar que el veneno avanzara por su sistema, ayudándose con un «episkey» para sanar el daño que sufriera en función del nivel mágico original de Rory y el Cíclope finalizó los efectos duplicados por la rueda del poder que el mago invocara mediante otro «episkey» que aplicó, como el mercenario que era, sanando por completo al Uzza, que extendió su vara de Cristal apuntando a Rory. —No está mal para un principiante iluso como tú Despard, pero despierta y no seas clásico, no he visto hasta ahora ningún mago que no pretenda envenenar al Uzza al que se enfrenta. Eres más que eso, busca en tu interior, ahí está la fuerza que buscas fuera de ti –Khufu acarició distraídamente la cadena de la cual colgaba su amuleto, intentando recordar si alguna vez él había sido tan ingenuo como el mago al que se enfrentaba.
  12. Sokar PV:100 PP: 10 Sokar hizo un extraño ruido con la garganta antes de responder la venia respetuosa del brujo, el muchacho parecía distraído, alguien soñador si al guardián se le preguntaba y eso quizá explica porque Khufu se mantenía atento a cada acción del brujo aprendiz desde que los había alcanzado a ambos en la necrópolis. -Que curioso muchacho-, habría dicho después al longevo guerrero, tal vez cuando ellos estén a solas nuevamente, quizá una vez que derrote al muchacho en este duelo. Pensar en un salvaguarda mágica consigue hacer que el rayo que el aprendiz ha invocado lo atraviese tan simple como si Ernest hubiera tratado de cortar el viento en dos. Resultaba bastante útil la intangibilidad para cualquier adversidad, en un campo de batalla o no, aunque Sokar sentía también que era demasiado abusivo de su parte haber empleado de esta magia tan pronto para algo tan simple cómo esquivar un rayo. —Necesitas algo más que solo fuerza si quieres vincularte con esta magia, muchacho, usa la cabeza un poco, y defiéndete-, el guardián dio un paso al frente empuñando su varita con fuerza, pero lejos de atacar hizo uso de su invocación para hacer aparecer la daga del sacrificio en su mano libre. —Khufu dice que esta es tu prueba hacía con la magia del libro de la sangre, entonces ¿estás dispuesto a pactar con sangre este vínculo tuyo? Sokar era un mago frívolo, que simpatizaba mucho más con los muertos con los que había convivido por tantos años en su guarda, que en realidad disfrutaba más de la compañía de ellos que de los vivos. Hacerse de uno más que custodie en su compañía, de los muertos y sus tesoros ahí enterrados, no le parecía una mala idea tampoco. —Mirada al frente muchacho, que si fracasas, las estrellas no te van a ayudar-, esta vez, el guardián pensó en un embrujo punzante, el rayo salió disparado de su varita con fuerza en contra del brujo aprendiz. De llegar a impactarle le provocaría un fuerte dolor agudo en el rostro al desconfigurarlo como una lesión alérgica que, además, limitaría su visión y provocaba que el nivel de puntería redujera a tal grado de mejor no recurrir a hechizos que dependieran de ella. Sokar PV:100 PP: 9
  13. REGLAS Duración de la Prueba: del 15 al 24 de Marzo. No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Nos guiaremos por las nuevas reglas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro del Caos) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al tópic del Libro del Caos. ​@Rory Despard Habiéndose ocupado de despedir a los otros cuatro alumnos hacia donde cada uno de ellos debía mostrar su valía en un duelo para poder vincularse al Libro del Caos, Rash miró fíjamente hacia el último hombre presente, a quién le tocaría enfrentarse a él en aquel oasis. No creas que no sé de tus dudas, la fortuna te fue adversa no porque tu Dios no acepte lo que haces aquí el alto guerrero se movió unos pasos hasta quedar a nueve metros del mago frente a él él de lo informe y vacío, de las tinieblas obtuvo luz, pero no te creas que aquello surgió del caos, el caos vino luego y si no sabes verlo claramente es porque te ciegas con tus creencias el Uzza se mantuvo en silencio unos segundos para luego apuntar su varita hacia Rory. Te doy una nueva oportunidad de demostrarme que sí puedes utilizar el Libro del Caos y tener los conocimientos necesarios para elevarte sobre ti mismo, demuéstrame que eres el hombre de fe capaz de dominar el caos y dominarse a sí mismo sin temor, comienza Despard, tú y yo nos enfrentaremos hoy acá el Uzza tocó con su mano libre su amuleto y luego apuntó con su vara de cristal hacia Rory, tomando una postura relajada.
  14. REGLAS Duración de la Prueba: del 15 al 24 de Marzo. No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Nos guiaremos por las nuevas reglas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro del Caos) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al tópic del Libro del Caos. ​@@Hessenordwood Crouch + @@David James Dumbledore Tras despedir a las dos mujeres del lugar, el Guerrero se volvió inmediatamente clavando sus grises ojos en Quintel. Los tres hombres frente a él habían demostrado tener distintas actitudes y ambiciones o falta de ellas ante el uso del Libro del Caos, lamentablemente para ellos aún no lograban convencer a Khufu de que eran dignos de aquel conocimiento. Aunque la práctica es la que hace al maestro, y por ese motivo extendió hacia el adolescente su vara de cristal mientras volvía a pronunciar Fulgura Nox. —Señor Guillam, espero me demuestre esa valía y sed de conocimiento algo poco común en un hombre tan joven como usted y que lo haga enfrentando al otro lado del portal al caballero australiano —su fría mirada se desvió hacia David para agregar —demuétreme que es tan bueno como dice y esta vez no se haga esperar o le aseguro que el caos lo consumirá, andando y no crean que porque no me vean no estaré al tanto de lo que hagan allá —dijo el Uzza, dejando que la pareja de hombres tomaran su rumbo hacia la frontera sudeste del Parque Nacional Queen Elizabeth.
  15. REGLAS Duración de la Prueba: del 15 al 24 de Marzo. No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Nos guiaremos por las nuevas reglas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro del Caos) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic del Libro del Caos. ​@@Juv Macnair Hasani + @@Mica Gryffindor El Uzza se sentía relativamente satisfecho, los magos y brujas que llegaran a él para aprender del Libro del Caos habían mostrado más interés y ambición que capacidades de comprender en lo que se metían. Y aunque no estaba convencido de lo que hacía, aplicó un viejo adagio que indicaba que nada se aprende mejor que con la práctica. Sinceramente esperaba que aquellos magos y brujas demostraran que eran capaces de manejar el caos, ya que él no estaba dispuesto a permitirles vincularse definitivamente a libro si no mostraban su propia valía. —Muy bien, vamos a ver si son capaces realmente de poder manejar el caos, aunque no me vean estaré con vosotros y espero que seáis capaces de mostrarme que sí sois dignos de quedar vinculados al Libro del Caos. Khufu extendió su vara de cristal hacia sus alumnos y pronuncio un fulgura nox creando un portal frente a la Macnair. —Señorita Macnair, Señorita Gryffindor, espero que sean dos feroces damas al enfrentarse y que no escatimen esfuerzos en demostrarme que estáis preparadas para haceros cargo de este poder que se os brinda —dicho esto el Guerrero señaló con su vara a las dos mujeres para que entraran al portal creado frente a la Macnair, apenas estas lo atravesaran se encontraría en el Parque Nacional Queen Elizabeth, cerca de la frontera Noreste del Parque.
  16. Khufu

    Libro del Caos

    El Uzza observó al primer estudiante que había reaccionado a su ataque y se permitió un asentimiento al ver su rapidez pero el rictus en su rostro mostraba una cierta desaprobación mientras se acercaba a él a paso lento sobre la tierra y arena cubierta por la escasa vegetación del oasis acariciando sus plantas descalzas. No basta con que se luzca con su bonita voz en la invocación joven Quintel la mano del Uzza se sacudió en el aire y las aguas del único pozo a unos cinco metros de ellos fluyeron para convertirse en letras brillantes bajo el sol, que volvían a marcar frente a los ojos del muchacho lo que antes le había mostrado en arena más claro que el agua ¿acaso creer que lo que escribí antes con arena no es para que usted utilice con inteligencia y su adversario sepa a lo que se enfrenta? dijo reclamándole el que hubiera lanzado a medias el dado de la rueda del tiempo sin usarlo con todos su poder [todo el code incluyendo el nombre] [roll]1d3-2[/roll] Rueda del Tiempo Nada ha cambiado, pero ten en cuenta dos cosas muchacho, un cinaede de un mago con un nivel de más de 30 te provocará una herida crítica (-50) y un episkey, así como un curación te sanarán un daño grave (+30) pero seguirás necesitando un episkey para terminar de sanar [no quedas en +10 sino tu nivel de PV] el Guerrero observó con seriedad al magoasí que no olvides en tu próxima oportunidad [turno] utilizar el segundo episkey que necesitas. No quiero que me vayan a reclamar que los estudiantes se mueren en medio de mi clase la seriedad del Uzza era evidente y no tengo tiempo para andar reviviéndo a cada uno. El Guerrero se alejó unos pasos y agregó mientras lo hacía sin darse la vuelta hacia @@Hessenordwood Crouch: Y lo otro es que has tenido suerte porque de salir +1 hubieras tenido necesidad del doble de episkeys, o sea, por si no entiendes los efectos se multiplican por dos, en tu caso, el gas venenoso tendría el doble de efectos perjudiciales y serían necesarios más episkey. Con un Anapneo sería suficiente porque la obstrucción de las vías se resuelve solo con uno. Así que sería un Anapneo y cuatro episkey o una curación y tres episkeys. Espero que quede claro, para todos dijo con voz helada antes de volverse a ver a sus estudiantes.
  17. Khufu

    Libro de la Sangre

    El guerrero escuchó con alto grado de paciencia las dudas del aprendiz, sin duda, estas tenían un aire de simpleza en el modo tan descuidado en las que el muchacho las decía, por un momento a Khufu incluso le dio la impresión de que, si alguna vez había leído el libro, el brujo aprendiz no le había echado siquiera un vistazo nuevamente antes de presentarse ante él, o quizá su memoria no era tan buena, aunque después de varios intentos, el guerrero esperaba algo más de familiarización con los hechizos del libro. No obstante, Khufu entiende también que, lejos de no haber consultado el libro, el muchacho pudiera estar más bien expresando ideas que no le parecían claras aún. Al menos había preguntado a tiempo antes de la gran prueba. —La daga del sacrificio como arma mágica no puede ser afectada por algún otro hechizo como un Evanesco o un Morphos-, explicó. —Así mismo, la daga podrá utilizarse una vez por turno, tendrá una duración de tres turnos y se podrá invocar solo una vez por duelo. La primera ronda de preguntas es algo repetitiva, más que solo con Ernest, el orden y tiempo de los hechizos es una pregunta recurrente entre los aprendices, sin embargo, los libros expresan claramente, en casi su totalidad, esta información. —Es bastante peculiar su razonamiento en cuanto a la marca de la sangre, no obstante, no debe olvidar que el efecto de este hechizo es capaz también de afectar a criaturas e invocaciones con forma física. Todo dependerá del contexto en el que se encuentre, recuerde que tanto en el campo de batalla como la intervención del oponente, o en el caso de una batalla que involucre a más de dos, las posibilidades de que algo sea más o menos arriesgado se vuelven casi infinitas, así que no descarte nunca esta herramienta que, aun en la peor de las circunstancias, puede incluso hasta salvarle la vida. Las preguntas con relación al juramento de sangre, sin embargo, ante los oídos del guerrero le eran algo más dispersas, Khufu se preocupa de que el muchacho pudo haber leído mal sus definiciones anteriores, por lo que debe ser cuidadoso para volver a explicarlo. —El libro es claro al respecto, él dice que al momento de hacer uso del juramento de la sangre, se tomará como objetivo a la persona que se haya cortado anteriormente con la daga, contabilizando a aquellos que hayan sido objetos del efecto Dañar de la daga del sacrificio, quiere decir que si ha usado la daga una vez para Dañar y otra para Proteger, el efecto del juramento solo caerá sobre aquellos que haya conseguido lastimar con la daga. Si durante una campaña (que involucre a más de dos oponentes) se ha utilizado la daga para dañar a dos o tres, entonces los efectos del juramento de la sangre los unirá a todos, incluyendo al invocador (usted) a la misma promesa. Es esto lo que lo vuelve algo más complicado. —Ahora, el juramento de la sangre es un hechizo de tipo efecto/invocación, verbal, no es necesario que haga otro corte con la daga si ya ha causado daño anteriormente con ella, el invocador tendrá solamente que conjurar la frase “Yo juro…” seguido de la prohibición que decida emplear sobre su oponente. Así que, aun cuando el oponente se hubiera curado las heridas, bien ejecutado el juramento funcionará. No olvide tampoco que los efectos de este hechizo sólo durará un turno en un duelo de 1 vs 1. En su siguiente pausa, el guerrero intenta ordenar el resto de preguntas que fueron lanzadas por el muchacho. —El hechizo Maldición, afecta directamente a los hechizos de tu oponente, siempre y cuando sean verbales, porque su objetivo es precisamente entorpecer los encantamientos para obtener un resultado ridículo y por ende inútil, que no afectará a ninguna parte, por lo tanto no funciona en libros, animales o cualquier otro objeto inanimado, ya que estos son incapaces de hablar o de conjurar hechizos. —En general, la varita se requerirá para hacer el uso de la invocación/efecto del juramento de la sangre, al mismo tiempo, al ser un hechizo del tipo invocación, necesita tener su varita en mano para poder invocar de la daga del sacrificio, aun cuando no consuma una acción. Una vez invocada, no es necesario más que la pronunciación de los conjuros para que haga efecto. Para emplear la marca de la sangre no será necesario utilizar la varita, ni siquiera cuando conjure el -Obedire- luego de dejar la marca tras el contacto. Por último, la maldición también es un hechizo del tipo invocación/efecto, por lo que igualmente se requiere de su varita para apuntar al objetivo que desea ser afectado, aun cuando el hechizo sea no verbal. —Con esto en orden, ¿está listo para continuar, señor? @@Ernest Macnair Wilfred
  18. Khufu

    Prueba del Libro de la Sangre

    Por mucho, el cementerio de la gran Guiza es para Khufu el escenario favorito cuando imparte la magia de los ancestros, aquella que originalmente enseñaba para lo que él mismo consideraba como cumplir un capricho, si era para la ex viceministro de magia inglés o para él mismo era algo que el guerrero no se cuestionaba a menudo, mucho menos ahora que, si habían viajado hasta ahí no era precisamente para explorar la magia de los ancestros, sino más bien para conseguir cerrar el vínculo del aprendiz Ernest hacia con la magia del libro de la sangre. El cambio de escenario no fue nada más para darle algo de trabajo extra al muchacho, el sitio tenía alto valor mágico y significado para el pueblo Egipcio y, tal vez obstinadamente, Khufu pensaría que incluso lo tendría que ser para el mundo mágico entero, pues, debajo de los monumentos, entre sus pasadizos llenos de trampas que conducían a catatumbas profundas, se guardaban también, junto a sus muertos, los secretos de una de las magias más antiguas, ancestrales, “la primera de todas”, diría el longevo guerrero. Y tal como lo había explicado anteriormente, la magia del libro de la sangre requería de un sacrificio mayor, tanto del alma como físicamente por parte del usuario que la empleaba, por lo tanto, esperaba que el muchacho aprendiz encontrara un significado de mayor peso en su enseñanza al intentar forjar su vínculo en un lugar tan lleno de la magia olvidada de muchos que yacen enterrados aquí, que se sacrificaron por su pueblo o incluso, solamente, por el poder del conocimiento que ahora trasciende entre generaciones. El lugar donde deben reunirse es silencioso, casi a los pies de una gran esfinge que vigila imponente al horizonte, y a diferencia de las Montañas de la Luna el cielo es algo más oscuro aún, aunque igualmente el amanecer vendría pronto. Sobre sus cabezas aún hay estrellas pintando la bóveda celeste y el calor podría comenzar a sentirse pronto, acompañado de la picazón que causa la arena al levantarse con las corrientes de viento y, que a su vez, podrían dificultar la vista de cualquiera. Inspirado al volver a un lugar que le resulta mucho más familiar, Khufu esperó por que el aprendiz no se demorara más en seguirle el paso, él se le había adelantado, desde luego, pero había sido por una muy buena razón. —¿Sokar?-, llamó el guerrero en la sola y tranquila penumbra del casi amanecer. —¿Está usted aquí? Un hombre huesudo apareció detrás de una roca que sobresalía del piso arenoso, seguramente, si se le escarbara algo increíble podría encontrarse ahí abajo. Aquel personaje lucía cansado, como si hubiera permanecido en la misma posición por demasiado tiempo, agotando su cuerpo hasta dejarlo rígido. No obstante, a pesar de lo demacrado que es su rostro parecía bastante contento de que el guerrero finalmente se apareciera. —Hermano Khufu, aquí estoy-, tocio un poco, ásperamente, como si sus pulmones estuvieran llenos de arena del desierto. —Comenzaba a creer que no vendría. Y ¿dónde está el muchacho? o ¿es que solo eres el mensajero?-, el hombre, que no debe aparentar más de los treinta años a pesar de su condición, sonrió largamente. —Él estará aquí pronto, prepárese guardián del Guiza, por favor, porque la prueba final del muchacho debe ser dura-, el hombre guardián asintió una sola vez, tosiendo aún, antes de preparar su varita. —Nos enfrentaremos usted y yo, señor-, la voz de Sokar es ronca y dolorida, pero entusiasta cuando Khufu le confirma que la figura de la persona que se acerca hacia ellos se trata del aprendiz.. —Mi nombre es Sokar y por mucho tiempo he sido protector de los tesoros que el pueblo Uzza resguarda en esta necrópolis-, se presentó con orgullo ante el muchacho. —Desenfunde pronto, que el día se acerca y mi tiempo en esta tierra se agota-, una inusual sombra cruzó su rostro. Del otro lado del campo de batalla, Khufu no dijo más, pero su mirada gris estaba atenta a cada movimiento que ocurriera en el campo. CONDICIONES No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 15 de Marzo al 24 de Marzo. Nos guiaremos por las reglas Nuevas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro de la Sangre). Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias en el topic de consultas del Libro del libro de la Sangre.
  19. Khufu

    Libro de la Sangre

    El guerrero observó detenidamente las características del mago que se presentaba ante él, ante los viejos ojos del uzza el brujo Ernest parecía un muchacho demasiado joven, demasiado distraído, pero evidentemente en él las ganas de aprender florecían con entusiasmo. Cosas de la juventud, seña de la inexperiencia, pero que no por eso significaba que era algo malo. —Immolo oppugnare; que significa “me sacrifico para agredir” e Immolo ad protefendum” que se traduce como “me sacrifico para proteger”, estas son dos de las funciones que la daga del sacrificio puede cumplir para usted si sabe como hacerlo -, a estas alturas el muchacho ya debe saberlo, pero de igual manera el guerrero lo explica de nuevo. —Para ejecutarlo es necesario invocar la daga del sacrificio, si bien no es necesario decirlo, ni tampoco le consumirá acción durante una batalla, siempre hay que dejar bien claro, en un enfrentamiento, que se ha invocado esta arma mágica-, el guerrero le dedicó una mirada significativa y Khufu consiguió sonreír apenas de medio lado. —Lo ha hecho bien señor, pero ¿ha sido suerte o habilidad?-, provocó. —En un duelo hay que saber en que momento nos será útil recurrir a ella, hacer la invocación y cuando emplear sus efectos, pues como algunos de los hechizos uzza que ha aprendido a dominar hasta ahora, solo le funcionará un máximo de tres veces en un duelo, sumando por igual acciones de daño y de protección y que será utilizable una vez por turno-, citó del libro. Apoyándose nuevamente en la utilización de su amuleto, Khufu recurre a una curación para sanar la herida que Ernest ha sabido propinarle. Ahí era fácil, cuando se tenía cara a cara al oponente, sin hechizos previos, sin contexto físico más allá del frío y la oscuridad de la madrugada que los ofuscara. —La marca de la sangre, tanto como el juramento de la sangre, en cambio, son solo algo más complejo porque…-, hace una pausa antes de tocar con la palma de su mano el hombro del joven brujo. —Porque se necesita haber alcanzado a tocar al objetivo para conseguirlo, lo que lo vuelve a su vez algo tan arriesgado considerando la cercanía de la distancia entre los oponentes. —No obstante, para realizar un juramento de la sangre se podría considerar como afectado a aquellas personas que hayan sido objeto del efecto de dañar de la daga de sacrificio anteriormente-, hace una pausa para buscar entendimiento en los gestos del mago. —"Yo juro..." tendría que recitar antes de ligar a una promesa a su oponente. —"Obedire", tendrá que ser para conseguir que la marca de sangre tenga efecto sobre su objetivo después de haber sido tocado. La mañana está por tocar el punto más alto sobre las montañas de la luna, lo que significa que deben avanzar a la siguiente etapa, porque aunque el muchacho parece mostrar cierto dominio teórico (quizá por sus intentos anteriores) hacía falta que consiguiera demostrarle al guerrero el vínculo que ha formado hasta ahora con la magia de la sangre. —¿Lo entiende ahora señor? Si es así, una maldición no tiene mayor dificultad de entendimiento, pues el hechizo, a diferencia de lo anterior, resulta ser no verbal, no requerirá de recitar tampoco ningún tipo de conjuro extra para que, con tan solo pensarlo en el momento correcto, consiga que el hechizo de su oponente sea mal pronunciado y no consiga afectar a ninguno de los lados. Tras la última palabra del guerrero el cielo sobre sus cabezas se tiñó de un anaranjado amanecer. —Si no hay dudas, es mejor que continuemos con tu prueba, muchacho, tendrás que compensar el tiempo que hemos perdido-, espero por alguna consulta extra que pudiera estar pasando por la cabeza del aprendiz. @@Ernest Macnair Wilfred
  20. Khufu

    Libro del Caos

    El guerrero puso los ojos en blanco al escuchar las palabras del alumno más retrasado, aunque tanto en él como en su compañera podía ver en los ojos de la ambos el deseo de poder y conocimiento, bien, eso era lo que todos buscaban, pero seguía siendo necesario demostrar que tener un poder tan inestable tenían más que ansias de poseerlo, también el temple para dominarlo. Khufu negó con la cabeza mientras su pálida mirada notaba un gesto afectuoso entre los dos discípulos. Resopló, negándose a recordar su pasado y caminó despacio, escuchando la consulta de la bruja. —Eso es lo grandioso del caos y lo terrible a la vez, necesitas tener un nivel mágico para poder obtener los conocimientos que este libro te brinda, pero no importa si eres un mago tan poderoso como yo o uno tan insignificante como algunos de ustedes, el azar se burla de todos y los iguala en el mismo nivel, la suerte será, por ejemplo, si los dados están contra ti, la potencia de tus hechizos podrían reducirse a la mitad, la acción contra ti se multiplicaría o, si alguno de ustedes perteneciera a un bando, sería como si olvidaran parte de sus conocimientos ya que no recordarían más que los de un rango inferior al vuestro. Los señores del caos son igual de caprichosos para cualquiera a favor o en contra y las fuentes a favor, abrirán tu mente a poderes superiores si eres de un bando, utilizando el rango superior o los hechizos se debilitarían a la mitad en sus efectos. El guerrero lanzó un bufido mientras sus alumnos comenzaban a elegir su suerte. Obviamente no tan conscientes como él esperaba de cómo utilizar el Libro del Caos, cosa que en el fondo no le sorprendía. Su vara de cristal dio un golpe en la arena y luego se elevó levantando una cantidad que se elevó como un rocío, hasta formar letras brillantes y doradas frente a él que iban cambiando constantemente. —Observad bien con atención, no se trata de lanzar o tomar los dados a la ligera, la suerte, el azar, el caos, son eso, nada más que eso, pero debes saber jugar con ellos, si no pronunciáis bien los nombres de estos hechizos caprichosos no podréis hacer que la suerte les juegue a su favor, si es que lo quiere hacer. [roll]1d10[/roll] Rueda del Poder —Invoco las Fuezas del Caos para obtener Poder —dijo el Uzza tras que las primeros números se formaron —como dije, esto servirá para los que se atreven a pertenecer a alguno de los bandos mortífagos o fenixianos, sus hechizos podrán ser de un rango superior si los dados les regalan un par pero si es impar sus conocimiento desaparecerán y deberá utilizar hechizos del rango inferior. Como verá señor “Bueno que se hace esperar” su elección solo le será útil si ha elegido cubrir su rostro con una máscara o ser el enemigo mortal de los que la usan, un mago o bruja que no pertenezca a un bando no vería utilidad en su elección. Interesante si pensamos en que busca el poder –agregó mientras se alejaba del hombre. [roll]1d3-2[/roll] Rueda del Tiempo —Invoco a las Fuerzas del Caos para disponer del Tiempo—la arena mostraba ahora una forma diferente tras la invocación —cuidado cuando juegue con el tiempo señor Quintel, en su cultura hay numerosas muestras de lo que un mal manejo del mismo puede hacer, pero en este caso, las fuerzas del caos pueden permitir que si sale menos uno (-1) la acción anterior de su oponente contra usted quede anulada y no tendrá efecto alguno pero si sale más uno (+1) esa acción tendrá el doble de efecto y tendrá que curarse de ella con el doble de hechizos que si fuera una acción normal, una suerte neutral con un cero hará que nada cambie y usted deba defenderse de la acción sin más ni menos efecto. Los frios ojos del anciano cambiaron de objetivo mientras que un movimiento de su vara de cristal volvía a conjurar el movimiento de las arenas. [roll]2d50[/roll] Rueda de la Fortuna —Invoco las Fuerzas del Caos para obtener Fortuna –esta vez su sonrisa se hizo muy fría y apuntó a la mente de los magos frente a él, —mis palabras son dirigidas ahora a lo más interior de ustedes, a su esencia, al desconocido que mueve su corazón y sus acciones. Cuando ponemos nuestras palabras y acciones en movimiento lo hacemos en un espacio en particular [un post] ese espacio tiene coordenadas [número del post] si las dos coordenadas que marcan su espacio coinciden con las coordenadas de la rueda de la fortuna las dos acciones [1 turno] de su enemigo no tendrá efecto alguno sobre ustedes, si solo la última coordenada [último dígito del post de 1 a 0] su fortuna solo será a medias, la última acción de su enemigo no tendrá efectos sobre ustedes y si no coinciden para nada de las coordenadas será como si nada hubiera pasado –dio unos pasos —es curioso como nuestro quinto alumno elige perderlo, al tiempo, y dejar que otros decidan su fortuna por él —agregó molesto por la no intervención del pelirrojo. [roll]1d10[/roll] Rueda del Caos —Invoco las Fuerzas del Caos mediante la Rueda del Caos, como veréis las fuerzas del caos actuarán ahora sobre vuestros hechizos, sin importar si sois o no de un bando o neutrales, si fuere igual o mayor a siete doblaréis la potencia de vuestros hechizos, mientras que los menores o iguales a cuatro los llevarán a la mitad de potencia, un cinco o un seis tendrán un efecto neutro que no afectará vuestra potencia —se giró hacia la joven de las pecas y con una expresión neutra le dedicó unas breves palabras —su elección Señorita Gryffindor es muy conservadora, aunque práctica. Khufu giró una vez más y sus ojos se posaron en la alta rubia y su sonrisa se volvió helada y con un dejo inusitado de diversión en él. —A veces señorita Macnair ser los más veloces no nos hace los más afortunados y tener al auténtico Señor del Caos no nos garantiza tampoco su verdadera ayuda —la mano del mago se movió con la velocidad del viento y frente a él un dado de siete caras se materializó. [roll]1d7[/roll] Señor del Caos —Invoco las Fuerzas del Caos para invocar a un Señor del Caos –la sonrisa de Khufu se hizo más amplia mientras los números se variaban y la arena dibujaba a cada uno de los señores del Caos con su número brillando sobre su pecho, como si jugadores de algún equipo de quidditch se trataran. —Si tenéis la fortuna de que el 1 los favorezca, un cíclope será vuestro mercenario con los conocimientos de un Mago Oscuro o un Templario y él lanzará para ustedes un hechizo extra en cada uno de vuestros turnos, si la fortuna cae en 5, una Ninfa se pondrá a vuestro servicio, para curar todo lo que os aqueje al aparecer y será como un episkey o una curación ya que no consumen acción vuestra, sino que ella lo hace, hasta os ayudara en caso que debáis defenderos de la Hechicera —Khufu clavó su vara de cristal en el suelo para señalar con su brazo tatuado hacia el primero de los que atacarían a sus invocadores. —Si sale un 3 tendréis entre vuestras manos a un Trol que lo único que hará será atacar a su invocador con mobilicorpus o mobiliarbus y perderéis mientras esté una acción para defenderos de él, y si os sale un 6 la criatura más oscura y de malvada belleza los acosará, la Hechicera buscando que la beséis, un finite incantatem en cada turno la detendrá porque si os besa, moriréis, por eso podéis curaros con la ninfa. —Hablemos ahora del Señor del Caos, si él, viene de dos formas distintas a ustedes, mediante un 2 y allí os quitará un conjuro, hechizo o aura protectora que tengáis, luego los obligará a en cada turno a volver a jugar con la suerte —las arenas se arremolinaron y formaron un nuevo dado. [b][roll]1d3[/roll][/b] —Durante tres oportunidades [turnos 2 a 4] tendréis que ver cómo os afecta: con el 1 solo podréis usar hechizos bando contrario ninguno neutral, con el 2 solo hechizos rango superior y si no sois de ningún bando tendréis una acción más por turno que ataquéis y con el 3 solo podréis utilizar hechizos de defensa —Pero no os preocupéis que si tenéis la fortuna de sacar un 4 al invocarle tendréis en esta entidad demoníaca, caprichosa y egocéntrica un momentáneo aliado, que en su aparición curará todas vuestras heridas, tal cual lo haría la ninfa, pero que de nuevo con el mismo azar, jugará con ustedes en los próximos tres turnos igual que lo hizo antes. [b][roll]1d3[/roll][/b] —Ah pero no creáis que me he olvidado de que es un dado de siete caras el que este hechizo pone en juego, el séptimo señor del caos,7. Peeves, a ese le conocéis muy bien, este poltergeist al menos no os obstaculizará, pero no esperéis que os ayude tampoco —el uzza hizo una mueca similar a una risa —pero hasta vosotros mismos [manejando a Peeves] y cada rival que esté con ustedes bromearán sobre ustedes, a aguantarse las bromas [no bulling] aunque si hubiera otro señor del caos, ahí tendréis se irá, o mala suerte si os curaba, nadie aguanta a Peeves, pero si hay más de un señor de caos invocados solo uno de ellos [a vuestra elección] desaparecerá del escenario. —¿Sigue pensando que la suerte la acompaña Señorita Macnair? Eso que tenéis en vuestra mano no es más que arena del desierto —sentenció el Uzza con un sacudón de su vara de cristal sobre la arena que había bajo sus pies y los dados de la rubia se desvanecieron y quedó de nuevo un dado de hueso de siete caras para invocar a un Señor del Caos. —¿Siguen estando conformes con sus elecciones? Veamos pues cómo les ayudan —la vara de cristal del mago se movió rápidamente mientras atacaba a cada uno de sus cinco alumnos con —cinaede –y seguidamente pronunciaba un —sectusempra —dirigido únicamente al mago que había quedado con la rueda de la fortuna, Rory. El Uzza esperaba que cada uno supiera defenderse, o no, con la elección que habían hecho y las explicaciones que les había brindado.
  21. Khufu

    Libro del Caos

    El primer alumno había llegado, pelirrojo, con un aire irlandés, una seguridad que no estaba seguro el mago realmente sintiera y unos modales relativos, había hecho una reverencia frente al anciano Uzza pero no había pronunciado palabra, manteniéndose a la espera de lo demás. El crucifijo en su cuello le llamó la atención, él había visto en el pasado la cruz ankh pero hacía muchas décadas o centurias quizás, que no conocía a un verdadero hombre de fe. No le evaluó mucho más porque un nuevo alumno hizo acto de presencia, esta vez fue una mujer que con elegancia y aspecto rozando lo muggle y lo exótico puso pie en el oasis llegando como caída del cielo. No podía negar que los magos seguidores de Merlín tenían actitudes de las más extrañas y variadas, lo cual quedó claro al presentarse solo con su linaje familiar, aunque para algunos eso tenía un cierto mérito. No ha terminado de evaluar a la rubia frente a él cuando un joven adolescente hace su aparición, con el ímpetu de quien es joven y quiere aprender. Ese era un hecho que tendría que demostrar, por su acento podía dilucidar que no tenía las mismas raíces que el resto. Su reverencia sin embargo había tenido la misma pomposidad que la del pelirrojo. El joven es verborrágico y arranca un carraspeo a la garganta del Uzza. —Guarda tus ansias joven Quintel —pronuncia mientras hace su aparición un nuevo discípulo, otra mujer, pequeña y robusta Al contrario del muchacho de los ojos claros la bruja no dice nada, ni se presenta, ni saluda, y sin embargo en ambos se nota el deseo de adquirir conocimientos. Kufhu se pregunta si ese grupo de magos y brujas realmente está preparado para lo que él les va a transmitir, ¿serán dignos de vincularse con el libro del Caos? Pronto, con la llegada del último alumno espera que lo puedan demostrar, otro amante de los deportes muggles. —Ahora que se ha dignado a utilizar el traslador sí lo estamos —respondió secamente al comentario antes de introducirse de pleno en la clase. El alto guerrero posó su pálida mirada en cada uno de los alumnos que habían ido llegando al oasis seleccionado para darles la clase. Un hombre, acostumbrado como él al estudio y al conocimiento siempre le había parecido que dejar al azar la suerte de este libro era algo que iba más allá de su aceptación. Los magos que se aventuraban a jugar con la suerte y la magia debían en verdad tener un temple extraordinario, o eso esperaba de ellos. Ni siquiera poner en juego el tercer ojo tenía sentido con esa ruleta rusa que el libro que enseñaba ese día significaba. —Sean bienvenidos, espero más que excelencia de parte de vosotros al manejar este libro que pone en juego vuestra suerte y vuestro destino —volvió a recorrer con la mirada a los presentes, buscando ver en ellos algún signo de debilidad que debiera corregir —invocar las fuerzas del Caos es someterse al puro azar, ya sea en un duelo, el asalto al enemigo o en la vida mágica diaria, sin embargo será vuestro nivel mágico quién determine cuántas veces podáis tentar a la suerte. Los de más nivel podrán manejar dos veces ese azar en un día y los de un nivel inferior solo una vez, el azar no es algo con lo que se pueda jugar sin consecuencias. Caminó con paso lento alrededor de los cinco magos y brujas, observándolos con detenimiento. Había fuego en ellos, un cierto potencial, que él estaba dispuesto a hacer brotar hasta que el conocimiento estallara como un volcán. Esperaba que sus discípulos fueran dignos de lo que se les estaba por enseñar o ese mismo volcán de sabiduría los consumiría como la lava a los habitantes de Pompeya. —Hemos empezado con la misma suerte quizás, cinco son ustedes y cinco son las fuerzas que podemos invocar, cuatro ruedas que traen las fuerzas del poder, del tiempo, de la fortuna y del caos, la quinta no es una rueda de fuerza sino la invocación de los propios señores del caos —fue tocando los hombros de cada uno con la vara de cristal y frente a ellos comenzó a flotar una esfera plateada. —Lo que debéis notar de diferente en este libro respecto a los otros es que no trae ni amuletos, ni anillos, ni frascos u objetos que se le parezcan, solo dados —hizo una pausa reflexiva, los estudiantes tendían a engalanarse como novia el día de su boda con los objetos de los libros, pequeñas muestras que canalizaban el verdadero poder de lo que les transmitía —ahora iréis eligiendo cada uno, una de las ruedas o a los señores del caos, cuando lo hagáis la esfera frente a ustedes se transformará en aquel objeto que les permita invocar la fuerza elegida. Espero que me digáis el porqué de vuestra elección y yo os contaré sobre la versatilidad de dicha fuerza, los pro y los contras de dicha elección. Se detuvo con un suave temblor de piernas frente a ellos y se cruzó de brazos, tras dejar que la vara de cristal se ofuscara mientras el tatuaje de su brazo pareció reptar suavemente y cambiar unos segundos de forma, o quizás fuera pura imaginación y sombras provocadas por el sol. Cruzado de brazos sobre su encanecido y marcado pectoral, esperó las elecciones de los alumnos, el tiempo para él no era nada, pero esperaba que demostraran que sabían aprovecharlo. —Recordad ser sabios en la elección, rápidos para la misma y que ninguno puede repetir la fuerza o los señores del caos ya elegidos por su compañero —el viento volvió a sacudir las arenas del lugar y los vellos de su piel se erizaron con la magia que comenzaba a surgir, no necesitaba provocarse un dolor de cabeza para ver que había potencial, pero también había mucho para dominar —recordad que la rapidez en la varita es necesaria, pero la rapidez mental para saber reaccionar a la adversidad o la fortuna que el caos puede provocar es mucho más necesaria aún, todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos como en una tirada de dados y la suerte es una dama que necesita mucho más que mimos para sonreírle a quién la busca en el azar.
  22. Khufu

    Libro del Caos

    Sentado bajo uno de los árboles de aquel vergel observaba en silencio el horizonte mientras una brisa movía las hojas sobre su cabeza y hacía correr la arena del desierto por el borde de aquel oasis que había elegido para enseñar a sus alumnos. Su vara de cristal descansaba apoyada junto a su cuerpo curtido contra el mismo tronco rugoso. Los años habían pasado pero a pesar de ello, con cicatrices y todo, se podía decir que aquel guerrero conservaba su esencia perfecta. Un ave surcó los cielos siendo apenas visible su contorno al venir desde donde surgía el sol, al acercarse a donde el Guerrero Uzza estaba fue descendiendo hasta que fue claro se trataba de un halcón que dejó caer sobre la palma extendida del mago un pergamino enrollado. Khufu deshizo el nudo de la tira de cuero que sellaba el escrito mientras el ave se alejaba hacia el pequeño lago ubicado en el oasis de setenta metros cuadrados. La clara y sabia mirada del mago recorrió el escrito, no había demasiada información y juzgar a la gente por sus nombres no era algo a lo que él estuviese acostumbrado. Cuando llegasen allí los analizaría mejor. Se puso en pie, sacudiendo el polvo y arena de sus pantalones y con su vara en la mano conjuró cinco piedras del tamaño de un dragma, las cuales transformó en trasladores que aparecerían donde estuvieran sus futuros alumnos. Sobre cada una de ellas se grabó un nombre: Apep , esperaba que los estudiantes supieran entender a qué se los citaba y porqué. Cuando pronunciaran el nombre del dios egipcio activarían el traslador hacia el lugar en que él los esperaba. Un destello azul marcó la desaparición de las rocas en busca de sus futuros discípulos. El guerrero se mantuvo de pie, apoyado ahora en su vara de cristal, observando hacia el horizonte una vez más, a la espera de la llegada de los que esperaban fueran dignos aspirantes para obtener los conocimientos que el Libro del Caos les podía dar. Una nueva ráfaga de viento atravesó el lugar, sacudiendo su cabello trenzado, su barba blanquecina y su pantalón suelto de lino, era imposible decir si el suave temblor en su cuerpo había sido causado por sus dolencias o por el propio viento. @@Mica Gryffindor @@David James Dumbledore @@Juv Macnair Hasani @@Hessenordwood Crouch @@Rory Despard
  23. Khufu

    Libro de la Sangre

    La daga se hundió profundamente en la piel curtida sobre su antebrazo cortando una delgada línea, inmediatamente hilos de carmín pintaron un camino a lo largo, surcando como ríos en las líneas bifurcadas de la pálida palma de sus manos, inundando los huecos con su propia sangre y entrelazándose por sus dedos como si le abrazaran. Es una cálida y conmovedora sensación, y el tintineo de la cadena que el longevo hombre carga entre sus hombros no son más que un recuerdo de la eterna soledad en la que ha estado viviendo. Su propio sacrificio, su condena. Khufu respiró en el frío de la noche, es demasiado viejo, ha vivido demasiado tiempo en esta tierra como para dejarse impresionar por noches tan maravillosas como esta. Ahí arriba, en lo alto de las Montañas de la Luna donde Uagadou se alzaba orgullosamente, la luna es tan grande en el firmamento que parece de pronto que su peso sería atraído por la gravedad de la tierra. Era imposible desde luego, pero ¿no eran esas cosas las que hacía la magia? Lo imposible. ¿Hace cuanto tiempo que no convoca él la magia del libro de la sangre? incluso a un viejo guerrero de antaño, como lo es Khufu, el recuerdo lo pone algo melancólico, puesto que la magia de la sangre trae a su memoria todas esas cosas horrendas y desagradables que es capaz la humanidad de convocar con tal de ganar una guerra o, simplemente, complacer un capricho. El guerrero ha perdido la cuenta desde hace mucho, de cuantos magos y brujas de la mejor madera han sucumbido fácilmente ante las deliciosas maldiciones que la magia de la sangre trae consigo. Y el libro de la sangre de los antiguos guerreros Uzza, desde luego, no era una excepción. Con un movimiento tosco de su parte consiguió que la herida en su mano se sellara y salpicó de su sangre por todas partes, sin importarle si incluso manchaba sus ropas. —Es una alta prueba la que se exige para aprender del libro de la sangre, se requiere constantemente de sacrificio para conseguir este vínculo, eso es lo que debe saber usted joven brujo-, dice cuando reconoce finalmente al alumno acercarse. —Pero no solo un sacrificio superfluo, no señor, cuando se adentra a las turbias aguas que conducen el camino de la magia de la sangre, debe ser más que consciente de que siempre debe pagar un precio, por más insignificante que sea. Y dispuesto o no, debe saldar su deuda hacia con ella. No es una bienvenida cordial, incluso para alguien como el Uzza el tiempo era efímero y de la sangre aún había muchas cosas por delante que aprender. —Espero se haya preparado previamente, aunque por lo que dice su expediente...-, el guerrero chasqueó la lengua, comenzaba a pegarsele esos malos hábitos por pasar demasiado tiempo con uno de sus hermanos más jóvenes, Badru. —¡Invoque, señor! invoque su siguiente sacrificio y ejecútelo con convicción y adecuada pronunciación o la magia no funcionará, pero de igual manera exigirá su pago a cambio-, invitó al aprendiz de uzza a que hiciera un primer movimiento astuto, y con su propia daga en mago Khufu vacilaba sobre su piel que apuntaba a la altura de su tórax. @@Ernest Macnair Wilfred
  24. Khufu

    Tablón de Calificaciones

    Libro del Equilibrio Enero 2021 Aprobados David James Dumbledore No aprobados Kraven Von Alexandros

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