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Matthew Black Triviani

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Todo lo publicado por Matthew Black Triviani

  1. Matthew Black Triviani Sonrió con melancolía mientras tomaba de su baúl un hermoso traje verde oscuro adornado con pequeños brocados. Siempre le había parecido perfecto y amaba como se ceñía su cuerpo dándole ese toque elegante. No fue difícil colocárselo y sonrió complacido de ver su reflejo en el antiguo espejo de cuerpo completo que adornaba una de sus paredes; sin duda había heredado de su padre el perfecto físico y aquella elegancia que lo caracterizaba. Recogió su cabello hacia atrás y lo adorno con un poco de pomada para que permaneciera en su lugar mientras paseaba por la mansión. Black se encontraba dentro del cuarto que había reservado en la Riddle, tenia bellos recuerdos de cuando paseaba a menudo por sus pasillos y los gritos desgarradores de los torturados por sus ex vasallos. [suspira al recordarlo] Dedico una ultima mirada a su reflejo y con una sonrisa desapareció hacia las puertas, tal como decía el pedido de ambos Lugartenientes, ¿Quiénes eran ellos para darle ordenes al gitano? ¡Un descendiente de Gryffindors! [su tic nervioso apareció en su globo ocular derecho] Y una mujer... ¿Aquella era la Sacerdotisa que traiciono a la Orden del Fénix por unirse a las filas tenebrosas? ¡Ella me agrada, que buen gusto! una disputa interna ocurría en sus adentros mientras se tambaleaba en su lugar antes de ingresar por la puerta de la mansión. Una pequeña brisa corrió hacia él, haciendo que su cuerpo se girase casi intuitivamente hacia los jardines, o lo que antaño lo fueron, la insulsa cantidad de olor a sangre que emanaba del arco con las vivas serpientes era repulsivo... Cenizas y columnas de humo que sobre antaño habían sido un hermoso césped verde, dándole el respeto y la majestuosidad que la Riddle impone; ahora solo era un refugio para neófitos intentando jugar a ser malvados. Dio unos cuantos pasos hacia donde las serpientes estaban, rodeando al gitano, les habló y ellas respondieron de manera grata, pidiendo una ofrenda para permitirle el ingreso a la Mansión, por un momento titubeo, y pensó en asesinarlas como simples cucarachas, pero estaba de acuerdo, ya que su veneno serviría para elaborar pociones en su clandestino laboratorio, después de todo, el Sanatorio Mental era un excelente lugar para realizar pruebas en muggles inocentes. —¿Quieren mi sangre?—preguntó con un tono ludibrio. —Se las daré, pero solo por un pequeño precio, claro, ¿pensaron que era gratis? podría simplemente controlarlas y armar una carnicería pasando las puertas de la Riddle, pero estoy seguro que Sagitas y Mael me perseguirán hasta los confines del mundo intentando hacerme pagar—revoleo sus ojos al entender que arruinaban las cosas emocionantes—Les daré mi sangre de Licántropo a cambio de unos cuantos frascos de su poderoso veneno. —Invocó su daga del sacrificio, y con su afilada hoja de hueso humano y flecos de cuero de anciana, cortó su muñeca, dejando caer unos cuantos milímetros en sus cuencos de mármol blanco; pasado unos segundos aquellas serpientes volvieron a su estado inicial, piedra. Su corte había sanado rápidamente gracias a lo que todos llamarían, su maldición. (su condición de licantropo permite que se cure más rápido que un mortal, y más lento que un vampiro). —Una alfombra verde, que lindo detalle—sonrió, aunque la sonrisa no llego a sus ojos. Caminó sobre ella con su capa de viaje adornando su ancha espalda, y en sus hombros unas cadenas de hierro simulando ser plata, aquello seguramente daría que hablar para los demás presentes, algo que lo tenia sin cuidado, ya que con un simple movimiento de Frida, más de uno se quedaría sin lengua. Dejó los ojos en blanco al ver las indiscretas miradas y busco una barra, la más cercana posible, sentía la necesidad de empapar sus finos labios carmín con Ginebra... La luz bañaba el respaldo de un elegante sofá perdido en los confines del salón, tomó una de las copas y se volteo observando las mesas extensibles, ¿Dónde podría sentarme? consultó con su alter ego; que no sabia si respondería. —¿Y Malfoy?—musitó haciendo bailar la bebida en la copa, las sombras proyectaban monstruos en la paredes. —Sus mirada lapislázuli era tan mortal como un sutil movimiento de sus envidiables curvas. ¿Dónde estaría su Ángel Caído favorita?. Parecía una característica de los Mortífagos, a ninguno le gustaba admitir que tenían sentimientos. Y todos sabían que decir en el momento adecuado.
  2. ID: 121315 Habilidad (en caso de que se trate de la habilidad de Animagia, especificar preferencia de animal): Videncia Nº de conocimientos que se poseen: 16, creo. Link a la Bóveda: https://www.harrylatino.org/forums/topic/111237-bóveda-de-matthew-b-triviani/ Link a la Ficha: https://www.harrylatino.org/forums/topic/111218-ficha-de-matthew/
  3. Hola, vengo a lo mismo, se realizó un tramite posterior al pedido, y éste aún queda pendiente. Moderadores han trabajado en este subforo pero no han realizado un tramite pedido para nuestro negocio. ¿Se debe volver a postear, o enviar mensaje privado al equipo para que revise?.
  4. Matthew Black Triviani Sacó su varita, aquel fue el primer impulso. La oscura vara negra contrastó con su agarre firme en su tatuada mano, increíblemente apuntaba hacia el suelo y no directamente al pecho de la blonda. Sentía aberración por no poder hacerlo, jamás antes hubo sentido para no asesinar a alguien a sangre fría, pero por un momento lo dudo. La miraba sin ver y los relámpagos se transformaron en truenos augurando el quiebre del momento. Al contemplarla por un momento la odió, no había momento en que uno notase más la ausencia de su familia que cuando aquellos que la causaron volvían. —¿Black?—En ese instante el interrogante de si estaría preparado mentalmente y físicamente para semejante encontronazo de la vida volvía a su sistema nervioso, porque ésta misma se la había arrebatado una vez y quizás lo volviese a hacer, típico de los Black, irse prematuramente sin importarles nada. Aquella noche no era azul, ni mágica... Tétrica y apagada. Nada allí se asemejaba a un reencuentro inesperado o ansiado, a nada que se pudiese anhelar desde lo más profundo del corazón. La rabia se materializó escurriendo por sus mejillas sonrojadas, no se trataba del frio, sino de aquel maremoto de sentimientos que revolvían su estomago centrifugo, necesitaba un trago, y revisar la pared familiar, para entender quien era esa mujer y porque había aparecido ahí, casi al mismo tiempo que él. —No estas en problemas, solo tengo curiosidad... ¿Quieres pasar?—observó al cielo, la tormenta se estaba anunciando—, eres la primera que ha aparecido luego de años, por no decir siglos en éste Castillo. Su tono carecía de calidez, la oscuridad del firmamento hizo mella en sus negros ojos, posiblemente la mujer frente al gitano se preguntaría por qué ya no eran amables, no merecía saber todo, el resentimiento por sus familiares era demasiado grande, pero antes de precipitarse, necesitaba entender, al menos a una persona. Levantó su varita e hizo mover la verja, invitándolos a pasar hacia los jardines, estiró su mano izquierda, invitándola a tomarla, para poder aparecer dentro del hall. —No temas, no te hare daño... Después de todo, somos familia. @ Tessa Brower
  5. Matthew Black Triviani Tocar la madera retorcida de la puerta de su propia casa se sentía muy familiar y extraño a la vez, como si la magia que vivía en ella lo reconociera y reprochara el que hubiera estado ausente durante tanto tiempo. No pensaba en volver, eso se lo había planteado cuando había dejado atrás a su familia de forma prematura, augurando su propia muerte a manos de la media alma que llevaba amarrada su existencia gracias a la magia primigenia. Su presencia se había atormentado por años, casi que lo hubiera matado en unas cuantas ocasiones y, ahora que estaba separado de ella, casi hubiera reído al decir que la extrañaba. No, no extrañaba su voz chillona dictándole acciones o, su mente imponiéndose sobre la suya e incitándolo a llevar a cabo acciones que no quería. Definitivamente no extrañaba perder los estribos y convertirse en un lobo cuando menos lo esperaba o desatar su ira en momentos inoportunos y convertir a extraños. Pero si había algo que extrañaba; su familiaridad. Patricia se había vuelto parte de él, y él de ella, y la distancia temporal no le estaba sentando bien. Se bajó del techo entre una espesa bruma negra hacia la puerta de entrada, donde pudo notar a lo lejos una mujer de cabellos claros que estaba observando hacia los terrenos de los Black. Le generó curiosidad... Por lo que decidió ir a investigar. Empujó la puerta levemente y ni siquiera crujió, moviéndose con suavidad al invitarlo a entrar en su propio hall. Amagando una acción que no iba a realizar, desapareció al cerrar la puerta y a pocos metros de la mujer desconocida se materializó. —¿Patricia?—preguntó algo desorientado aún por su aparición. La muchacha solía cambiar de apariencia drásticamente, después de todo, era una Metamorfomaga. @ Tessa Brower
  6. Nombre de la Familia: Black Link y N° de la Bóveda del Familia: https://www.harrylatino.org/forums/topic/97834-bóveda-familia-black/ - Nº97834 Trámite a Realizar: Edición de Bóveda, actualización de miembros e imágenes. Patriarcas / Matriarcas: Glenin Black Ficha | Bóveda - 10% Aaron Black Lestrange Ficha - Bóveda Nº 96937 - 40% GoshI Ficha - Bóveda Nº 92152 - 10% Matthew Black Triviani Ficha - Bóveda Nº 111237 - 40% Registro de la Familia: Registro Actual Black Registros Anteriores Black: 74739, 84495 Hogar de la Familia: Castillo Actual Black 101404 Castillos Anteriores: 97865 - 91612 - 79965 Miembros de la familia con link a sus bóvedas personales.: Patriarcas/Matriarcas Glenin Black (Ficha | Bóveda) Goshi (Ficha | Bóveda) Aaron Black Yaxley (Ficha | Bóveda) Matthew Black Triviani (Ficha | Bóveda) Hogar de la Familia: Castillo Black El apellido Black significaba muchas cosas, pero entre ellas grandeza, linaje y nobleza. Cualquiera que ostentara la sangre de los Black debía estar orgulloso de serlo, de ser parte de una ancestral familia de magos de sangre pura, que podía remontarse hacia el Medievo. Poseer la frialdad y la arrogancia propia de la familia no eran objeto de defectos, sino de cualidades que lo hacían diferentes al resto. Cualquiera que supiera los principios que regían a estos nobles podría darse cuenta al instante si se encontraba frente a un Black. El estilo que dominaba a sus miembros se reflejaba en cada huella que dejaban. Entre ello podemos encontrar su antigua residencia, Grimmauld Place n° 12, que a pesar de estar en medio de la ciudad de Londres, poseía el aire refinado propio de la aristocracia mágica. Lamentablemente, por lo hechos sucedidos años atrás, se terminó convirtiendo en un juntadero de basura y la familia desistió en habitar algo que no vaya para su altura. Por ese motivo, se trasladaron a Ottery St. Catchpole, posicionándose muy pronto como una de las familias más distinguidas. Luna Farien Black* - Lord Michael Black - Laura Black - Hop Black Lord Michael Black Fernando Black | Tikis Black Luna Farién Black Glenin Black | Shona Black Laura Black Perenelle Black Hop Black GoshI | Alexia Black Fernando Black Orión Black | Aths | Mahía Black | Gabrielle Delacour | Luisitha Black M. Glenin Black Alyssa Black Triviani | Aland Black Triviani | Animaga Black Shona Black Mel Black GoshI Otto Black Orión Black & Gatiux Malfoy Schönheitt Black | Kya Black D'Lecroix Orión Black Aziid Black Gabrielle Delacour Akiza Ravenclaw H. | Martin N' Roses Mahía Black Evarela Black | Hugo J. Haughton | Aaron Black Yaxley Luisitha Black M. Maida Black Yaxley Alyssa Black Triviani Galery Grindelwald Malfoy | Mia Black Lestrange Gabrielle Delacour & Mahía Black Jessie Black Lestrange Aland Black Triviani Candela Triviani Aaron Black Yaxley Matthew Black Triviani | Oriánthi Black Triviani Arcanus Martin N' Roses Phineas Albireo Black ** Cornelia Black Martin N´ Roses & Evarela Black Bridget Wenlock | Blackimse Black Martin N´ Roses Jon Grange *: Integrante sanguíneo. *: Integrante adoptivo. **: Personajes ficticios.
  7. Hola, vengo a pedir una edición del árbol, ya que Aaron no se encuentra disponible. (Ya lo hablé por whatsapp con él para llegar al acuerdo). Link al registro: https://www.harrylatino.org/forums/topic/93280-familia-black-mm/ Caso de que no se pida así, me avisan... Tengo mucho tiempo sin pedir una edición de familia xD Gracias! 0/
  8. Hola @ Eterno Black Triviani , procedo a realizar la baja de la familia. Saludos 0/
  9. Matthew Black Triviani La madrugada pincelaba el cielo de un tono violáceo melancólico. Black permanecía petrificado con la vista perdida entre la curvatura de las nubes tempestuosas con la espalda recostada en la pared de una alta torre, su castillo se encontraba sumido en un silencio filoso desde que sus miembros habían decidido desaparecer sin dejar rastro uno por uno, así que, allí solo, su respiración era lo único que podía oírse en toda la explanada seca. Arrugó la nariz cuando no fue capaz de divisar una pequeña porción de cielo en donde no se vislumbrara tormenta —al igual que en su interior— los relámpagos servían de advertencia para que corriese a resguardo y sin embargo prefería hincar los codos y talones en las muecas del tejado para no deslizarse y caer como un tonto, la altura era demasiado peligrosa y amén de ser conocedor de primeros auxilios, podría romperse un hueso seguro. En el interior, la única luz encendida pertenecía a su habitación donde todo estaba perfectamente organizado y un dulce felino de cuatro cientos años descansaba entre mantas y mullidos almohadones, velando su sueño un inmenso huargo de pelaje negro y ojos amarillos. Rumania siempre sería uno de los más aguerridos recuerdos que el mismo se hubo impuesto quizás de manera inconsciente. Inhalaba el vicioso aroma a tierra mojada que anunciaba la proximidad de la lluvia, aquel era para el gitano uno de los pequeños placeres de la vida. El verano se acercaba silencioso escondido detrás de una dorada primavera que arañaba los árboles florales arrancando una que otra hoja mientras teñía sus copas de tonalidades bronce, caoba y muerte. Palpó su pecho a la altura del corazón sintiéndose vacío más no se trataba sino de la singular falta del bolígrafo, no existía prenda u ocasión en que no la llevase consigo como aferre al olvido o la negación al mismo. —Muchas cosas se hacen problemáticas por una sola razón: el descontento con uno mismo. Su grave voz parafraseó aquella frase seguido de un golpe debajo, quizás, proveniente del salón.
  10. Hay más gentío en la comisión que online. (?) ¿Los Illuminati del foro? :ninja:

  11. ¡Hola! tenia mucho tiempo que no me pasaba por el club a molestar y espiar por las rejillas de las puertas que estaban haciendo ¿andan activos por acá? no vaya ser que después nos quieran cerrar el club por falta de actividad o alguna de esas cosas extrañas que sacan a ultimo momento 😧
  12. Matthew Black Triviani Habían pasado unos cuantos minutos para Matthew en su mente, las cosas podrían decirse que pasaron rápido, un momento a otro su mente se sentía confundida, quizás por tanta magia utilizada en vano en un lugar donde el juicio parecía tardarse más de lo que habían mencionado, analizó todo a su alrededor y decidió que era hora de partir de aquel salón, volver a sus aposentos y continuar embriagándose como lo estaba haciendo hasta ese momento. Los dementores que estaban sujetos por alguna especie de conjuro sobre el techo estaban algo inquietos, Black nada podía hacer contra ellos, solo intentar espantarlos o crear invocaciones para defender a los presentes mientras él se retiraba. Sabia que ellos no atacarían si estaban desmayados (?) por lo que tomo de entre sus pertenencias un pequeño frasco transparente, con Pétalos de Pensamientos. Tomo unos cuantos y los coloco en un pocillo de metal sobre una de las velas que estaba posada en la mesa junto a Boss. —Fumos Duo Menciono y creó varias pantallas de humo negro para proteger la ubicación de los demás, una táctica de la Defensa Contra de las Artes Oscuras. —Haz de la Noche— un portal se creo desde la nada misma, y Black lo atravesó para desaparecer de Castelobruxo. Quito post del conocimiento Defensa contra las Artes Oscuras.
  13. Matthew Black Triviani Hizo caso omiso a lo que había sucedido momentos atrás, no le apetecía entrar en un circulo del cual luego iba a ser complicado salir, sabia que el castaño tenia novio, y seguramente de estar rondando por los pasillos lo vería, lo ultimo que necesitaba era asesinar a alguien frente a un jurado mágico, era un pase directo a Azkaban... O a juzgar por su largo historial, la muerte. —El collar, si, posiblemente tenga todo que ver con esto... ¿Por qué motivo masacraría un pueblo muggle? —jugo con sus dedos un momento mientras pensaba y giraba sobre sus pies—. ¡Exacto! por diversión. —señalo con su dedo como si lo estuviera acusando. —Espera... No haz dicho nada, me disculpo —intento sonreír—. Las voces de mi cabeza. —Protego Diabolica Pronuncio mientras giraba en un circulo, alrededor del salón un gran aro de fuego azul se había creado, un escudo que cumpliría la función de Defensa contra las Artes Oscuras, todo aquel que no sea invitado y tenga intenciones malignas, se quemaría en el. —¿Qué hay de él?—clavo su mirada en Boss Herr. Cuarto post del conocimiento Defensa contra las Artes Oscuras.
  14. Matthew Black Triviani La verdad es que no veía demasiado conveniente certificarse en el arte de las Defensas contra las Artes Oscuras, sinceramente lo veía sin sentido, por qué alguien debería saber defenderse de ellas y no aprender a utilizarlas, con todo el potencial que ellas tenían. El vacío de los ojos de Herr, era muy similar al que la expresión de Black tenia la mayor parte del tiempo, Boss se vio reflejado en los profundos ojos negros del gitano y justo cuando parecía que podían entenderse, Ryddleturn rompe esa pequeña conexión entre sus mentes. Le lanzó una mueca de desprecio al ver que levantaba su varita —Déjalo que se cure, dudo que pueda realizar más que simples conjuros sin su extensión. Para estar seguro de que no haría nada est****o, decidió invocar nuevamente una de sus Auras, para tener Defesas contra las Artes Oscuras, o encantamientos que Herr intentara realizar, después de todo, Cillian lo necesitaba vivo, pero, claro, Matthew se iba a divertir un poco antes de eso... Aura del Escudo Fantasmal, murmuró, y de su varita surgieron fantasmas que rodearon al posible mago tenebroso. Aquellos impedirían que jugara sucio, al menos por un tiempo. (tres posteos luego de éste). Mordió su labio inferior por el sabor que le daba la agonía de otros y asintió al pedido del Haughton. —Collar de Ópalo, ¿tienes conocimiento sobre aquel esquisto artefacto? —no había terminado de formular su pregunta, que los labios del mago se plantaron en los de él. <<Las pálidas manos del castaño se aferraron a sus finas facciones tatuadas, eran cálidas, como las de un humano... Sus labios finos se posaron con delicadeza sobre los de él, y por un momento, había bajado la guardia.>> Levantó la surda suavemente pasando su palma por su brazo, hasta llegar a su muñeca, dejando una pequeña marca de sangre con forma de lobo. Aquella Marca era imborrable, pero si desaparecía cuando Matthew cumpla su cometido con ella. —¿Qué haces?—carraspeo, intentando aclarar su garganta, después del numerito que se había montado frente a todos. No podía decir que no lo había disfrutado, pero no era el lugar... O si. (?) 🌚 Tercer post del conocimiento Defensa contra las Artes Oscuras.
  15. Matthew Black Triviani Se limito a observarlo. —¿Quién a pedido una confesión? esta demasiado lejos de mis intereses el que te declaren culpable o inocente, si fuera tu verdugo, ya te hubiera ejecutado de la forma más sádica y dolorosa que posible —hizo una breve pausa y se acerco hacia la mesa de böser Herr—. No se confunda conmigo, no somos iguales, para mi usted es un simple mago más, rebelde y sin disciplina que solo masacro un pueblo con poderosas criaturas que tenían más potencial que unos sucios muggles. No lo iba a negar, se había sorprendido de la sagacidad de Herr, pero no confiaba en lo absoluto en él, no lo conocía, y así mismo se proclamaba un mago tenebroso, ¿acaso formaba parte de las filas? intento en un descuido observar su ante brazo, y el tatuaje no estaba... ¿Podía ser capaz de ocultarlo con magia negra? podía averiguarlo con algún encantamiento, pero, eso solo dejaría en evidencia lo que estuvo tratando de evitar. El chasquido que nació detrás de si lo hizo voltear la cabeza para ver a sus espaldas, revelando que un paquete pequeño esperaba detrás de él. Frunció el ceño y torció sus labios, no había momento más inoportuno que aquel. Extrajo su varita y la atrajo sin tocarla, también en medio de la levitación sus lazos fueron deshilándose y cayendo hacia el suelo al tiempo en que ascendía continuamente hacia sus manos. Al abrir la caja, una bandada de Duendecillos de Cornualles salieron de ella, Black soltó la caja dando manotazos al aire. —Si antes te odiaba sin conocerte, ahora te odio con motivos... —expresó a Herr, pensando que había sido el culpable de aquella broma. —¡Immobulus!. Apuntando hacia las diabólicas criaturitas, dejándolas inmóviles flotando en el aire. Ese conjuro era una buena Defensa contra las Artes Oscuras. —Ahora, dime... ¿Dónde esta el collar? podemos negociar tu escape. —no le interesaba el poder utilizarlo, si no, el dinero que ganaría con el. Segundo post del conocimiento Defensa contra las Artes Oscuras.
  16. Matthew Black Triviani Aquella sensación había vuelto, algo malo estaba a punto de suceder. Giró su cabeza al verse interrumpido por Cillian, —Puedo asegurar que mis propósitos son meramente educacionales. —intento no reírse ante la mentira que había dicho, estaba en busca de ese maldito collar, lo necesitaba, su valor era demasiado alto como para que se desperdicie dentro de uno de los museos mágicos, o vuelva a manos de su madre en Borgin & Burke. En la surda, su anillo encantado que contenía todos los amuletos de los Guerreos Uzza que había recibido por la aprobación de sus míticas clases, recordó uno de los conjuros que protegían a los magos sobre cualquier ataque a sus sentidos y en caso del acusado, los restauraría, por estar bajo la maldición Imperio. Solo la agitó mientras recito el encantamiento, que serviría como una de las Defensas contra las Artes Oscuras; —Cantar de Eleboro. Ahora, durante cuatro tiempos, estarían protegidos, tanto el acusado, como el propio gitano. Primer post del conocimiento Defensa contra las Artes Oscuras.
  17. Matthew Black Triviani Luego de haber tomado la varita del mago, que aun no podía saber su proveniencia, su situación se tornaba un poco más interesante. ¿Por que se había tomado el tiempo de masacrar a todo un pueblo de Alemania? Según los recuerdos del mago sin identificar, había un collar maldito, ¿Se trataría del mismo collar que se comerciaba en el Concilio de Mercaderes? aún recordaba sus tiempos como miembro de la exclusiva Logia Eligentium, uno de los más cotizados por sus compañeros en las filas tenebrosas, de ser ése mismo, era muy peligroso que se encontrase en manos de los muggles en un pueblo rural, el Collar de Ópalo, poseía una de las maldiciones más poderosas de todo el mundo mágico, según recordaba, se había cobrado la vida de diecisiete magos, incrédulos, que lo tocaron con las manos sin protección. Una época oscura de la historia en esa tierra, avanzó con una mano en su mentón, aún fanatizado con aquella historia, con aquel motivo, tanto que había olvidado su verdadero objetivo. Pudo notar que había utilizado una Poción de cuerpo rudimentario, era una muy rara, y pocas personas se habían atrevido a utilizara, Black, gracias a su Conocimiento de Maldiciones, la conocía, y sí, todo lo considerado como una "maldición" era aquello relacionado a las Artes Oscuras, practica en la que se consideraba diestro. Quinto posteo del conocimiento Conocimiento de Maldiciones.
  18. —Hola de nuevo, Arcana. Estamos listos para enfrentar la prueba del portal —alzó la barbilla, expectante, mientras esperaba. Se mantuvo tranquilo mientras escuchaba a la anciana, sin mover la expresión en ningún momento. No se arrepentía de haber atravesado todo lo que paso hasta el momento, ni de haber sido insensible con lo que vio. Fue por ello que agradeció cuando Sauda dejó el tema de una vez por todas, esbozando una ligera sonrisa al ver el anillo que usarían en la prueba final. —Estoy listo. Había un aro junto al anillo de compromiso que poseía un único color y una piedra preciosa que reflejaba la luz como un tornasol, fue ahí donde agregó el anillo de Oclumancia; años atrás, cuando habían empezado a cursar los libros de hechizos, había unificado todos sus anillos en uno solo mediante un encantamiento complicado y justo encima, más delicado, estaba el anillo de Hablantes de Parsel. Con las dos habilidades juntas, sería más fácil asumir lo cerca que estaba de terminar con la clase. Compartió la última mirada con Hess, así como una sonrisa y avanzó hacia el portal, perdiéndose en un pequeño remolino de colores. Abrir los ojos fue una mala idea, tomando en cuenta la cantidad de luz blanca que había y cómo esta atravesaba su delicada retina como si quisiera hacer lo miso con su cabeza. Tuvo que pestañear varias veces hasta que por fin logró mantener los ojos entreabiertos, centrados en un punto más blanco. Al girar la cabeza, todo lo que podía ver era blanco de aquí a allá, sin nada más relevante que lo vacío del ambiente. ¿Estaba de pie? Al mover la mano, comprobó que en realidad estaba tendido en el suelo y se puso en pie con mucha dificultad, como si estuviera metido en un bote de crema. Un músculo era más pesado que otro, así que cuando intentó caminar, no avanzó mucho más que un paso a medio camino. La prueba no podía ser esa, a menos que Sauda encontrara divertida su limitación. No obstante, pronto volvió caer de espaldas al suelo y el golpe en la cabeza la dejó desorientado. Lo habían movido como a un muñeco y habían logrado que quedara pegada a la superficie blanca. Apretó los dientes en cuanto pudo enlazar dos ideas similares para formar un pensamiento decente y trató de ponerse en pie... ¿De verdad estaba tratando? Recordaba la movilidad de su cuerpo complicada al despertar, pero no imposible como en ese momento. Lo único que parecía responderle eran los ojos, que se movieron lentamente hasta enfocar su mano derecha, donde empezó a poner toda su fuerza de voluntad en mover el índice. Nada. Una y otra vez, por los minutos más desesperantes que había pasado en mucho tiempo, trató de mover el dedo y no pudo hacerlo, preso de lazos invisibles que lo mantenían sujeto a la nada. Pestañeó ante esa idea y fue entonces cuando recordó qué era lo que estaba haciendo ahí. Con la misma aparente parsimonia, llevó los ojos a la mano contraria y comprobó que el anillo seguía ahí, justo abajo del anillo de la habilidad que ya poseía. Como un recuerdo presente en lo más profundo de su dolorosa inmovilidad, las palabras de Sauda llegaron a su cabeza como un remolino de esperanza "Protege tu mente". Cerró los párpados y empezó a hacer una especie de auto-reconocimiento corporal, donde estudió su anatomía de principio a fin hasta detectar cuál era el problema. Black creía estarse moviendo pero la verdad era que no, no había intentado moverse. Porque alguien o algo en sí, le hacía creer que se movía cuando en realidad la orden era que se mantuviera quieta en el suelo. —Oclumens. —Primero lo murmuró, muy lo bajo y después, recordando que no era necesario, simplemente alzó el muro que había aprendido en clase. Fue mucho más sencillo que antes por la ayuda del anillo y por sencillo, fue que no funcionó del todo bien. El índice se movió al fin y luego se pegó otra vez al suelo, puesto que había sido muy débil para la fuerza mental que ejercía sobre el gitano En cuanto lo hizo, la tarea empezó a tornarse más complicada. Ya no era sólo su cuerpo el que se veía afectado, sino su mente en sí. De pronto imágenes que lo distraerían empezaron a aparecer ante sus ojos. Su primer encuentro con Keaton, la última batalla que había tenido, recuerdos. Alzó el muro otra vez dentro de su cabeza y se empeñó en mantenerlo, olvidando momentáneamente cuál era su tarea principal: levantarse. A diferencia de otras veces en que había atravesado un portal, no hubo torbellinos de colores ni la molesta sensación de mareo. Solo hubo silencio, oscuridad y un par de ojos abiertos que no enfocaban nada en absoluto. Después de unos minutos de incertidumbre, se atrevió a mover las piernas para andar, comprobando que estaba de pie. Con un movimiento de varita, encendió la punta de ésta y trató de iluminar su camino, logrando ver únicamente los zapatos moviéndose en un piso uniforme sin un destino fijo. Con la mente libre de la molestia e sus recuerdos siendo invadidos, era mucho más fácil concentrarse en lo que quería lograr. Tenía que ponerse en pie y para ello debía impulsarse hacia arriba, usando brazos y piernas con un par de movimientos certeros. Nunca había pensado tanto en levantarse. La jaqueca se había reducido considerablemente en los últimos minutos pero había una pequeña punzada a la altura de su sien que estaba matándolo, a la par en que intentaba mover una vez más el índice. Curiosamente, lo logró a la primera sin mucho esfuerzo. Probó tres veces más y las tres veces apuntó hacia arriba, sin ningún tipo de inconveniente. Su cerebro empezó a trabajar. Había roto el poder que tenía el entorno sobre su dedo antes de que este respondiera con la intromisión en su memoria y había roto el lazo, de modo que ahora podía mover el dedo con normalidad. Cerró los ojos, tratando de mantenerse lo más sereno posible en aquél lugar infernal y empezó a concentrarse. Esta vez quería mover el brazo entero y eso le costaría mucho más que antes, a lo que recibiría posiblemente una respuesta por parte de la sala extraña donde estaba atrapada. Cada inhalación iba acompañada de un Oclumens y con ella la punzada se hacía más fuerte, pero lo ignoró hasta el final. Lentamente, fue alzando el brazo del frío suelo hasta que el hombro por fin giró, dejándola libre. La punzada se hizo insoportable y fue ahí cuando pensó en el nuevo Oclumens, esta vez centrada en el anterior muro que había construido para impedir que se metiera en su cabeza. Funcionó. La punzada se detuvo y con ella, una sonrisa apareció de pronto en el rostro del gitano, el cual aprovechó de limpiar con la manga de su camisa. Si se ponía a pensar... ¿Cuántos muros había alzado en pocos minutos? Aumentó la apuesta sin detenerse a pensar en si podía o no, olvidándose del dolor de cabeza y simplemente pensando en la meta, que era ponerse de pie, queriendo mover no sólo los brazos sino el torso entero. Apoyó la palma bajo su control en el suelo y empezó a empujarse hacia arriba, poniendo todo su empeño en la orden que tenía que seguir su cuerpo. Supo que había ganado en cuanto la nuca empezó a despegarse del suelo y ahí apretó un poco más, ésta vez sintiendo más dolor en lo que era la zona frontal de la cabeza. Uno solo, para ambas exigencias del entorno y logró estabilizarse, sentándose. —Arriba, Black, no te detengas ni por un segundo. Agarró todo el aire que había, abriendo los ojos ésta vez para tener la meta fija en sus piernas, que era lo único que le faltaba y se preparó. —Ahora —gruñó, dispuesto a no caer en la prueba. En ese momento, juraría que el anillo de oclumante brilló ligeramente. Esta vez no necesitó recitar el hechizo de Oclumancia como había estado haciendo, sino que centró todo su poder mental en las piernas rígidas y el objetivo: separarse del suelo. Soltó el aire de un sólo golpe y rodó sobre sí misma en una especie de vuelta involuntaria, la cual terminó en el arrodillado y agotado con la cara apuntando hacia el suelo. Pero se había movido. Sonrió como señal de victoria final y logró ponerse en pie, sin dolor de cabeza ni necesidad de enfocar su mente en cada movimiento corporal. No obstante, lo que fuera que lo había pegado al suelo en primer lugar dio un golpe en su pecho -o así lo sintió-, tratando de lanzarlo hacia atrás. No había acabado. Confió en la fortaleza corporal que había adquirido con los años, por el entrenamiento constante que mantenía en el bando y estiró las piernas, usando los brazos para impulsarse hacia arriba. Una vez estabilizado, inclinó el cuerpo hacia delante y empezó a correr en contra de la fuerza que quería frenarla, usando la misma táctica de antes. Ya no necesitaba repetir una y otra vez el hechizo, sólo necesitaba saber lo que quería lograr mientras algo casi tan natural como su respiración protegía su mente. Eso era todo. Paso tras otro, se empujó cada vez con menos dificultad hacia adelante. Ya no estaba luchando, sino que parecía estar venciendo a lo que sea que la mantenía allí. Apretó el paso, dando pisadas firmes y cuando menos lo esperaba, algo se la tragó. En este caso, el anillo se había accionado para bien y la estaba sacando de la tortura en plena carrera. Y tanta había sido su determinación que nunca había dejado de correr, ni siquiera mientras atravesaba el portal, por lo que a diferencia de otros el no llegó en pie como se suponía que debía haber hecho sino que rodó sobre sí mismo tres veces en el duro suelo del templo. Maldijo por lo bajo, lleno de tierra y se puso en pie, con las piernas raspadas ligeramente. —He estado tanto tiempo en el suelo que estoy seguro de que soy un azulejo más —gruñó de mala gana, ladeando el cuello hasta conseguir que crujiera. Cruzó una mirada con la anciana, más plácido y luego se fijó en su compañero—. ¿Estaría bien? Olvidando sus propias heridas superficiales y el dolor de las articulaciones, se acercó un poco hacia él y la revisó visualmente, viendo que estaba "bien". Miró el anillo y luego regreso la atención a la Arcana. —Hemos pasado la prueba... ¿no? —tocó el anillo con la mano contraria, esperando haberlo conseguido de una vez. @ Aailyah Sauda
  19. Matthew Black Triviani Una ligera sonrisa se dibujo en su rostro ante lo que estaba escuchando, la sensación del peligro que se acercaba; su cuerpo comenzaba a prepararse, algo extraño recorrió sus vertebras, sus extremidades, llenándolo. Se irguió en su asiento y movió el cuello en varias direcciones, produciendo un sonido seco al tronar sus articulaciones proporcionándole un sentimiento de libración que no podía describir. Observó con el rabillo del ojo que uno de sus profesores, Cillian, lo estaba observando, y tomo la sabia decisión de no irrumpir sus pensamientos ni su manera de aplicar aquellos conocimientos. No iba a intentar ser amable, no le apetecía, pero sabia que pronto seria necesario, al menos hacerle algunas preguntas... Busco con la mirada a quien debería estar enseñándole Maldiciones, pero al parecer se había perdido por los pasillos de Castelobruxo. Utilizo la Legilimancia y se inmiscuyo en la mente del acusado, desde la comodidad de su silla. Se sorprendió al escuchar lo que estaba pensando, aún se encontraba bajo la maldición Imperios que anteriormente lo había lanzado, con ello fue mucho mas fácil acceder a su mente y poder entender lo que había sucedido con aquel pueblo de Alemania. <<¿Todas esas criaturas liberadas generando caos por un collar maldito? ¡POR UN MALDITO COLLAR!?>> Golpeo sus puños contra la mesa, respiró e intento calmar su furia. Todo un potencial desperdiciado por nada, pudo haber logrado muchas cosas con todo ese armamento de bestias... La varita del mago, era una clave fundamental de la investigación, por lo qué se paró de su cómodo respaldar y fue hacia donde se encontraba, allí, saco a Frida -su varita- y con un encantamiento la analizó. —Ya veo... Sectusempra Aplicó su erudición en los Conocimiento de Maldiciones. Pudo identificarlo gracias a que Black era un fiel empleador de ella. Y la lista no terminaba ahí, simplemente continuaba. Cuarto post del conocimiento Conocimiento de Maldiciones.
  20. Hola, una duda. ¿Es válido hacer cinco roles con ambos conocimientos aplicados en el rol? O es imprescindible que sean si o si, cinco roles para cada uno, por separado? Es una regla que no se termina de comprender. Gracias. Vi la respuesta de Kahlan anterior, y efectivamente, se deben hacer 10 posteos en total para poder aprobar ambos conocimientos, así qué, pido que mi profesor pase a hacer puentes para poder terminar a tiempo la clase. 0/

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