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Danny Lestrange

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Todo lo publicado por Danny Lestrange

  1. Planilla de Compra​s Normales para Personajes: ID: 121413 Nick (con link a la ficha): Danny Lestrange Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla): Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda 114343 Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Fecha: 2020-07-01 Objeto: Recordadora Puntos: 10 Precio: 500g Objeto: Nimbus 3000 Puntos: 20 Precio: 1000 Total de puntos: 30 Total de Galeones: 1500
  2. El muchacho seguía corriendo sin detenerse a pensar en que haber incumplido las indicaciones le podría traer peores consecuencias que un millar de acromántulas deseosas de comerse a un mago junto con su mascota como postre. Se sentía desesperado mientras buscaba a Bram llamándolo a gritos, gritos que él era incapaz de oír al igual que aquellos que la dueña del lugar emitía no muy lejos de ahí. ―¡Bram! ―sigue gritando. Quizá Danny no se daba cuenta, pero sus gritos eran tan fuertes que eran capaces de resonar a muchos metros a la redonda, haciendo correr a las pequeñas criaturas que se albergaban en los matorrales y algunas aves en las ramas de los árboles. Seguía corriendo hasta que se queda sin aliento cerca de un árbol contra el cual casi choca, luego levanta la mirada para descubrir al pobre gato en una de sus ramas erizando el pelaje de su lomo por el terror. Danny exhala, sonríe y extiende los brazos para comenzar a trepar. Había mirado detrás de él y no había visto ningún rastro de las criaturas, así que se sintió a salvo para llegar hasta donde se encontraba su gato. Lamentablemente no había revisado el lugar por el que su mascota había llegado. ―¡Fuera de aquí! ―exclama al darse cuenta de que las acromántulas que habían llegado primero, comenzaban a trepar al tronco del árbol sin problema así que rápidamente toma al felino de la parte de atrás de su cuello, así como lo hacían las madres a sus pequeños gatitos, y de un salto aterriza en el suelo de rodillas ―vámonos. Mete nuevamente a Bram en el interior de la mochila, quien esta vez no se resiste mientras que Danny mira a su alrededor con la varita en alto, luego voltea hacia arriba descubriendo luces de colores en forma de pequeñas extrellas, ¿Esto se trataba de algún tipo de función? De ser así se veía muy real y el chico solo deseaba que se terminara ya. Había prometido no dañar a los animales de la reserva pero tenía miedo de terminar en el estómago de los mismos si no se defendía, ¿Qué podía hacer? ―¡Inmóvilus! ―se pone de pie, recita el hechizo dirigiendo la varita hacia algunas decenas de acromántulas que se habían vuelto una especie de matorral enredado ―por Merlín... ―se encoge un poco al notar un movimiento extraño, como algo que acababa de rodar en el suelo. Al ver una especie de sombra que se acerca, el muchacho retrocede un par de pasos temeroso de que fuese algún animal, pierde el equilibrio y se cae sentado en el suelo @@Sagitas Potter Blue
  3. ―Muchas gracias ―responde el mago cuando sigue al elfo por el pasillo. El chico se había dado cuenta de la forma en la que le miraba, lo cual al principio le extraña pero no lo suficiente. Danny estaba acostumbrado a ser observado por las personas, quizá la incomodidad que aquellas sentían por la fijeza delos ojos del muchacho a sus rostros, acto que no podía evitar debido a que era la única forma de entender lo que le decían. Pero deja sus pensamientos a un lado para concentrarse en las obras que estaba a punto de ver ya que tenía que elegir muy bien y con mucho cuidado las pinturas que pensaba llevar. Seguramente sus padres adoptivos estarían muy contentos de recibir una obra así y él se alegraría por haberles cumplido su promesa. ―Es increíble lo que las emociones y sentimientos son capaces de expresar cuando se plasman de alguna manera ―pronuncia con voz medio alta prestando atención a una de las pinturas que se encontraban en exhibición. Danny mira al elfo, sonríe y se acerca con confianza a otra de las obras cuyos trazos le habían llamado mucho la atención. Se para frente al cuadro, camina un paso a la derecha, luego vuelve al centro para hacer lo mismo esta vez hacia la izquierda. El chico se extraña, mira a su alrededor y retrocede un par de pasos mirando la pintura nuevamente. ¿La pinturas eran mágicas, el lienzo en el que se plasmaba la obra o era acaso el ingenio y la magia del pintor el que lograba semejantes efectos en sus obras? Ya tendría tiempo de preguntar en algún momento. ―Si mis ojos no me engañan, yo diría que eso se movió ―dice señalando la pintura con una risita divertida. Era el mundo mágico y el mago lo sabía, así que muchas cosas increíbles y sin explicación lógica podían pasar. @@Anthony Ryvak Dracony
  4. ―Ah no, no es mi primer vez ―le responde con un poco de vergüenza. Al parecer su tío tomaba aquella maldición como si nada ―pero sí le tengo miedo a la luna llena ―responde con el rostro rojo de la vergüenza. Y le temía debido al intenso dolor que implicaba la transformación en licántropo. Le mira un momento y desvía su rostro hacia un lado restregándose las manos. No quería volverse vampiro, no quería volverse demonio. Esas cosas de transformaciones le acarrearían más problemas que soluciones así que, aunque tampoco le gustara su lado lobuno, prefería quedarse así para no arriesgarse. Ya con el paso de los años quizá disminuiría el dolor que tenía que soportar cada que salía la luna en todo su esplendor. ―Y tampoco me gustaría que tuviésemos una pelea si decido un camino distinto al tuyo, ¿Sabes? Prefiero beber ese horrible brebaje para no lastimar a nadie ―continúa después de fijar la vista en él para entender lo que le decía ―y... no sé... Finaliza bajando la vista al suelo. Se mantiene quieto sin decir ni una sola palabra, sin levantar la vista. Danny odiaba ponerse sensible pero hablar de todo lo relacionado con esa maldición le recordaba el momento exacto en que sus padres adoptivos le habían revelado la verdad. El como había tomado el mago la noticia y había salido corriendo de la casa hacia el bosque, en donde ese hombre lobo le mordería y pasaría la licantropía que conservaría por el resto de su vida. ―¿Me enseñarías el lugar en el que podría encerrarme para no ser un peligro? Necesito prevenir con tiempo y revisar algunas cosas, por favor tío. @
  5. ―Lástima que dejé la cámara con aquel señor ―se dice a sí mismo, mira a su gato y avanza admirando el paisaje sin perder detalle ―pero, ¿Te imaginas Bram lo que podría pasar si... Se queda pensativo sintiendo lo de la cámara, pero sabía que había sido lo mejor. Danny era cuidadoso con sus cosas pero no podía fiarse de los ladrones que pudieran hacerse con la cámara y ver las fotografías de los animales. Las criaturas estaban protegidas y quizá algunas ya se creyeran extintas, ¿Qué pasaría si alguien con malas intenciones se daba cuenta de la existencia de todos esos animales? Danny jamás se perdonaría por ser el causante de semejante desastre y además, perdería la confianza del señor guardián y de las dueñas para siempre. ―Aunque supongo que un dibujo no hace daño a nadie ―saca un trozo de pergamino y una pluma especial para dibujar cuya tinta no se corría. El mago había pensado luego de algunos minutos que, aunque alguien encontrara los dibujos si se le llegaran a perder jamás imaginaría que los animales plasmados en aquellos trazos podían ser de verdad. Existían cientos de libros que retrataban y pintaban a todos los animales hasta el momento conocidos y bien podrían creer que los había copiado de ahí. Aún si fuesen desconocidos, ¿No podrían ser obra de alguna persona que gustaba de la fantasía? Pensando todo aquello, el chico se pone a dibujar los trazos de una criatura voladora que estaba posada a unos cuatro metros más allá. ―Oye, ¿Prometes portarte bien si te pongo en la mochila? ―pregunta sosteniendo a su gato frente a él, y después de verle maullar, el chico sonríe y lo introduce dentro pero con la mochila abierta para que también pudiera mirar el paisaje. Danny no se daba cuenta de que de pronto el ruido de pasos sigilosos comenzaban a aumentar de intensidad a cada segundo. Tan ocupado estaba que tampoco había hecho caso del movimiento de matorrales que comenzaba a notarse detrás de él hasta que su gato se comienza a mover maullando inquieto. El mago no hace caso y continúa con su trazo, cambiando de posición de vez en cuando para captar algunos detalles del ave que de pronto emprende el vuelo rápidamente. ―Por favor, Bram, ¿No te puedes quedar quieto? ―pregunta quitándose la mochila y girando un poco su cuerpo ―¡¿Qué es eso?! ―grita sorprendido fijando su mirada a aquellas acromántulas que corrían rápidamente acercándose a él. En ese momento el gatito salta aterrado y corre perdiéndose entre los arbustos ―por Merlín, ¡No! ¡Bram, por todos los cielos! ¡Vuelve aquí! Y corre atravesando los matorrales olvidándose de las indicaciones del viejecito. Lo único que pasaba por su cabeza era escapar de aquellas criaturas y también rescatar a su mascota. @@Sagitas Potter Blue
  6. ―¿De verdad? Yo solo fui en una sola ocasión y me llevé el susto de mi vida ―le responde riendo un poco. La voz del chico era un tanto enronquecida, hablaba con un volumen ligeramente alto debido a que no se escuchaba a sí mismo para ser capaz de modularla: Danny era sordo. Sin embargo a pesar de serlo, al chico no se le dificultaba mucho conversar con los demás debido a la capacidad que tenía para entender sus expresiones faciales y el movimiento de los labios al hablar. Era por ese motivo que el mago prestaba mucha atención al guardián, para ser capaz de entender lo que le decía, era importante darse cuenta y también demostraba su cortesía y educación. ―Entiendo muy bien que cuiden bien este lugar y más teniendo toda clase de criaturas, y de verdad prometo que no haremos daño a ninguna de ellas, como le decía, solo queremos mirarlas, ¿Cierto Bram? ―pregunta a su gato y este emite un maullido como respuesta. El chico era muy hábil para darse cuenta de que aquél hombre estaba nervioso por algo, y de pronto le recordaba un poco a él en cierto sentido, cuando tenía que dirigirse hacia alguna persona para entablar una conversación. Si se trataba de magos y brujas se complicaba un poco más, y en caso de demonios, de vampiros la cosa era verdaderamente aterradora para él a pesar de que su propia familia poseía ese linaje de sangre. ―Bueno Bram, ven aquí ―extiende los brazos para que el felino suba y así entra cargándole con cuidado ya que la idea de que fuera devorado le parecía verdaderamente aterradora ―pensaba tomar fotografías, pero ahora prometo que no lo haré, ¿Quiere asegurarse guardando mi cámara? ―baja al gato, se descuelga la mochila y la abre para sacar su cámara y extenderla hacia el hombre ―con verlos será más que suficiente para mí, ah... ―continúa ―y no hay por qué tener miedo, y menos de mí ―menciona con calma. Luego se cuelga la mochila ya cerrada, abraza a Bram y vuelve a ver al hombre con curiosidad, sonríe y emprende el camino para deleitarse con todo lo que prometía mostrar ese lugar. Danny se sentía muy emocionado, el solo aroma del aire ahí se sentía muy diferente y de haber sido capaz de escuchar, habría disfrutado del viento que sonaba al chocar con las hojas de los árboles y los trinos de algunas especies que vivían en el lugar. Afortunadamente el mago no lo lamentaba, tenía el resto de sus sentidos para disfrutar del mundo y sentirlo completamente suyo. ―Muy bien Bram, ¿Quieres ir al circo? ―pregunta y sin esperar respuesta emprende la caminata para dirigirse hacia allá. A Danny se le había olvidado el pequeño detalle de preguntar la dirección a la que había que ir, pero en ese momento llevado por la emoción no estaba nada preocupado. @@Sagitas Potter Blue
  7. Una vez más se había lanzado a explorar por las calles del pueblo para conocer lo más que pudiese del mismo, ya que habían pasado muchos años sin que pusiera un pie en él, y la ansiedad que le causaba mantenerse en un lugar desconocido y con su verdadera familia le incomodaba demasiado. Por esa razón hacía todo lo que estuviera en sus manos para familiarizarse tanto con las personas desconocidas que ahora sabía, se trataban de sus familiares, como de aquél pueblo que sabía era testigo de sus verdaderos orígenes. ―Mira, una estación de radio ―habla dirigiéndose a su gatito blanco de nombre Bram, el que había adquirido en un negocio donde vendían todo tipo de artículos y criaturas. A Danny no le importaban las miradas de la gente que le prestaba atención y no tanto por la conversación con su gato, puesto que sería de lo más normal siendo el pueblo mágico que era. Lo que realmente les llamaba la atención era el afán del mago de vestirse con ropas muggles todo el tiempo, lo que provocaba que fácilmente le reconocieran como un extranjero en su propio lugar natal. Ante esto, el chico los observa frunciendo el entrecejo, ladea un poco la cabeza y entra al establecimiento sin decir nada. ―Algunos son escalofriantes... ―pronuncia mientras recorre el área de entrada llevando una mochila al hombro con algunos libros en su interior. Bram caminaba a un metro de él, revisando de un lado a otro, olfateando para familiarizarse ―hola, perdón... ―comienza el chico con nerviosismo a dirigiéndose a la recepcionista ―me gustaría saber si es cierto que los magos tenemos un espacio en su emisora para comunicar cualquier cosa que pudiera ser de interés al público que escucha, ¿Es así? Se sentía un poco intimidado, como siempre que tenía que acudir a pedir informes, apoyo o cualquier cosa que se tratara de presentaciones formales por primera vez. Mientras esperaba su respuesta, se descuelga la mochila, la abre y saca un libro que consistía en una novela clásica de terror. La intención del muchacho era proponer su lectura a los oyentes de la radio para que pasaran un momento entretenido.
  8. ―No, no conozco a Sagitas, aunque a Xell una vez la miré en el bosque prohibido, ¿O era en otro lugar? ―se pregunta a sí mismo al recordar la experiencia en un laberinto extraño que ahora le parecía que había sido emocionante y hasta un poco graciosa al final. Se queda pensando sin dejar de mirar al hombre que tenía frente a sí. Danny no tenía idea de que hubiese lugares restringidos en ese pueblo, siempre había pensando que las reservas se podían visitar y de pronto se preguntaba si había ocurrido algo malo por el que las reglas se hayan modificado así. Quizá les habían faltado el respeto a los animales, o tal vez contaminado con basura el interior del lugar. Como todo era simple especulación al chico le parecía más sensato preguntar. ―¿Por qué no se permite entrar? ―indaga ladeando un poco la cabeza sin dejar de observarle ―no haremos daño, lo prometo. Solo queremos mirar ―sonríe al mismo tiempo que Bram emite un maullido mirando al guardia con sus grandes ojos felinos ―¿Cómo puedo conseguir un permiso si no puedo entrar así nada más? ¿Ellas están aquí? Finaliza quedándose pensativo mientras se lamentaba un poco. Había caminado mucho con la esperanza de poder entrar a mirar ese lugar, en el que seguramente habría muchas maravillas que le dejarían con la boca abierta. Aunque ahora que lo pensaba, quizá esa reserva natural nunca había sido un zoológico con acceso libre al público en general... Danny suspira mientras esperaba la respuesta de aquél hombre, esperando no haberle invadido de tantas preguntas que le terminara confundiendo. Siempre había provocado ese tipo de situaciones desde que tenía uso de memoria así que no estaría descabellado. ¿Le dejaría entrar? Por un momento la idea de saltarse la reja si recibía una negativa le hace sonreír divertido pero la descarta de inmediato: debía respetar y no ponerse en peligro ni a él ni a nadie más. Por algo las reglas eran así. @@Sagitas Potter Blue
  9. ―Eres muy amable, hermanita, pero la verdad es que ya estás haciendo suficiente con ayudarme con la adaptación a este pueblo como para también estar dando problemas con cosas como esta ―le responde fijando su mirada en el rostro de la bruja ―tengo que aprender a usar esta escoba sí o sí. Ríe un poco mientras la sostiene con una mano y la levanta un poco. La alfombra no era mala idea, pero en realidad Danny pensaba que necesitaba aprender ciertas técnicas que le podrían ser útiles para el plan que tenía para más adelante. Era por eso que se empeñaba tanto en aprender precisamente aquello que hasta ese día le costaba más trabajo y el chico sentía también que necesitaba dejar el miedo que tenía por cierta experiencia de su pasado en la que estaba involucrada una escoba. Debía quedar atrás. ―Ah, oye Alessa, creo que tus niños... ―pronuncia al ver cómo algo se rompe a varios metros de ahí ―...olvídalo, no pasa nada ―finaliza cuando se da cuenta de que Hades había reparado todo el daño. Ser mago definitivamente tenía grandes ventajas hasta para los detalles más insignificantes ―seguiré mirando, ¿Necesitas que te traiga algo aprovechando que voy a ir a revisar? Una vez que se decide totalmente por aquella escoba, la deja junto al mostrador y se disculpa con Hades y con Alessa para dirigirse esta vez al área de equipo de protección para buscar lo que necesitaba. Rodea a un par de personas que revisaban en un exhibidor frente a él y sigue su camino sin prestarles atención. El mago se tardaría un largo rato ahí, pues debía encontrar lo que le funcionara más y no solamente por estética o por moda. @@Ada Camille Dumbledore @ @@Hades Ragnarok
  10. ―A ustedes les parecerá tierno pero a mí no ―les responde tranquilo. Aquellos niños no parecían ser desagradables y se veían amistosos, quizá no estaría mal tomarles la palabra y seguir conviviendo con ellos, podría entenderse mejor con ellos ya que después de todo, Danny a veces parecía ser un chico de la misma edad que aquellos con los que estaba platicando. Un momento más y levanta su varita para conjurar el mismo hechizo de levitación que había realizado anteriormente y las cajas regresan a flotar en el aire justo detrás del chico a la altura de su cabeza. Observa muy bien las expresiones faciales de los niños, en especial el movimiento de los labios. Se había quedado sin nada para decirles, su cabeza proponía cierto tema pero por educación y prudencia no podía preguntarles aquello. ―¿Que si yo qué? ―pregunta con asombro a aquellos pequeños en respuesta a la pregunta que le acababan de hacer. Luego se le escapa una risita divertida: sabía que por sus ropas y algunas actitudes podía parecerlo ―no, no soy muggle y mis padres tampoco lo son. Pero viví mucho tiempo entre ellos y conozco muchas de sus costumbres y su forma de vida. También me gusta la ropa que usan. Les responde con total calma, olvidando el miedo que había sentido minutos atrás, luego se queda pensando. Si ellos podían preguntar las cosas tan directamente siendo los niños que eran, quizá sería más fácil hacer lo mismo sin reparos, ya que fluiría mejor la conversación. Por ese motivo Danny no se reprime y pregunta aquello que se estaba guardando desde hacía unos minutos. ―¿Ustedes son demonios? ―pronuncia mirándoles con fijeza para no perderse nada de lo que pudieran decir. @
  11. ―¡Excelente! ―responde el mago a la sugerencia del elfo mientras vuelve a erguirse para buscar las escaleras con la mirada. Se queda pensando un poco y luego le responde ―una novela de terror gótico estaría perfecto para mí ―le responde sin dejar de mirarle ―creo que cualquiera me gustará, a mi parecer todas deben ser muy buenas. Gracias Tommy. Danny asiente con agrado y se despide del elfo para dirigirse a las escaleras que daban a la primera planta, sube despacio disfrutando desde ahí el aroma del café. Moría por beber una humeante taza de esa bebida acompañada con un poco de leche, y quizá algunas galletas de mantequilla, sus favoritas. Mientras se hacía planes en la cabeza, el muchacho llega a donde quería, observa a su alrededor y se dirige a uno de los estantes para buscar un libro que fuese de su agrado. ―¿Poesía? ―pronuncia tratando de que fuese en el volumen adecuado para que nadie le escuche, y afortunadamente era así ―novelas históricas, me gusta ―se dice a sí mismo mientras que alarga su brazo para tomar el libro con cuidado y se dirige a uno de los asientos que se encontraba vacío, se sienta en él y comienza a revisar el índice del ejemplar. Un minuto más, Danny se pone de pie para servirse un poco de aquella bebida que no podía resistir probar y disfrutar mejor de la lectura. Y es así que el chico termina en su lugar nuevamente, su taza de café con leche sobre la mesita frente a él mientras que se enfrasca en las líneas del libro que había elegido para entretenerse. @@Darla Potter Black
  12. ―Librería, tienda de deportes, juguetería, galería de arte ―nombra a los lugares en los que se había entretenido cuando el callejón Diagon ―ya casi recorro todo, quizá solo me falten los bares y ese tipo de lugares que sinceramente prefiero pasar de largo ―menciona refiriéndose a que no le atraía entrar. El chico llevaba un trozo de pergamino en el que iba marcando con su pluma cada uno de los locales que había visitado. Señala también la tienda donde había adquirido a su gatito blanco que ahora le acompañaba, caminando a su lado. El mago lo voltea a ver de vez en cuando y sonríe inclinándose un poco para acariciarlo. ―¿Y esto? ―se pregunta al darse cuenta que se había terminado el callejón y él no se había dado cuenta por andar de distraído ―nos perdimos... Pronuncia mirando a su alrededor. Su gato, de nombre Bram, no se preocupa y continúa su camino, corriendo en momentos mientras olfatea la inminente naturaleza que Danny decide seguir detrás de su mascota hasta que un enorme portón con una decoración de dragón se interpone en su camino, se inclina para abrazar a su gatito y recorre de un lado a otro dándose cuenta de que se encontraba cerrado. ―¿Quieres entrar? ―le pregunta a su gato, el que era capaz de entender y le responde con un maullido. Danny se estira, por lo tanto, y mira hacia el interior esperando encontrarse con alguien que les autorizara el ingreso a lo que parecía un enorme parque natural. @@Sagitas Potter Blue
  13. Luego de presentarse con el dueño del establecimiento mira a su alrededor una vez más al notar que Ada les entregaba a los niños un par de pequeñas escobas para que se entretuvieran un poco, dirige la vista hasta el lugar del que había salido para descubrir con alegría que las escobas se encontraban exhibidas ahí. Más adelante podría encontrar el equipo de protección necesario, pero lo primero sería revisar su escoba. ―¿Puedo echar un vistazo? ―pregunta curioso. Después de saber que tenía permiso se aleja a paso acelerado y de inmediato toma una de las escobas para adultos que se encuentra a su paso y la comienza a revisar. Seguramente tendría una etiqueta donde tenía todas las especificaciones, y ya de leerlas podría pedir opinión al experto. El mago en ocasiones se comportaba un poco infantil, cosa que solía incomodar a sus compañeros de clases pero aquello tenía a Danny sin pendiente, él se divertía a su manera y ahora volvía esa actitud de emoción cuando levantaba la etiqueta de otra escoba que también le había gustado, por lo que revisaba los precios. Ese era un punto que debía cuidar mucho debido a que Danny todavía no contaba con muchos galeones en su bóveda. ―Esta es mía ―se dice a sí mismo tomando una de las escobas: de adulto, ideal para trato rudo y de velocidad media. Cómoda de manejar y muy obediente, no era nada difícil que obedeciera indicaciones, cosa que al mago le beneficiaba totalmente. Un minuto después regresa para mostrarle la escoba a su hermana ―¿Qué te parece? Resistirá mis torpezas, ¿No crees? Además me gusta mucho el diseño. @@Ada Camille Dumbledore @ @@Hades Ragnarok
  14. Danny había estado esperando algunos minutos sin saber lo que estaba pasando más adentro del castillo, el elfo doméstico quedaba de volver después de recibir las instrucciones del patriarca pero no volvía y al mago le ganaba la curiosidad. Él no se imaginaba que la tardanza se debía a un cruciatus bien puesto que había recibido el pobre de Pastelero así que decide entrar para explorar por su cuenta esperando que no se enojara nadie por pasarse sin avisar. Había dejado su maleta en la sala para que no le estorbara en su recorrido y emprende su marcha, Danny era sordo, así que no se había dado cuenta de la conversación de los miembros de la familia, ni siquiera de los gritos que proferían aquellos que recibían la maldición, así que camina sin miedo hasta llegar a la entrada de las mazmorras en donde descubre a varias personas conversando. ―Ahí estás... ―le habla al elfo sin saber que su volumen de voz había sido tan fuerte que todos podrían darse cuenta, luego se cubre la boca se pega a uno de los muros para no ser visto y se queda callado. Lamentablemente no se encontraba tan cerca como para leerles los labios y enterarse del tema de la plática, así que se le había hecho fácil acercarse cosa que después se había arrepentido. El ver a un mago que imponía cierto respeto con la varita en mano y cierta expresión le perturbaba un poco. Realmente no era poco, le asustaba tanto que ahora tenía deseos de salir corriendo para marcharse por donde había venido. Danny no sabía que todos eran familiares, quizá podrían ser intrusos de los que defendía el castillo, así que por si acaso saca su varita también y la mantiene en alto mientras trata de controlar su respiración que se había acelerado por el miedo. @@Keaton Ravenclaw @@Lady Luxure Grindelwald @ @ @
  15. Se frota la cabeza y mira el suelo a su alrededor para buscar aquello con lo que se había tropezado. Cuando los niños se acercan, el mago los observa con curiosidad después de enrojecer de la vergüenza. Odiaba que le sucedieran esas cosas, por lo regular era muy común en él tropezar, no medir espacios en pasillos angostos y terminara chocando con el hombro al irse demasiado a la izquierda, o demasiado a la derecha. Danny siempre había pensado que era por no contar con un oído en buenas condiciones, pero la mayoría de las veces le ocurría por bromas como aquella, de las que el mago ni se daba por enterado. ―Hola, pues... no lo sé ―responde a la pregunta del porqué de su caída. No se atrevía a decir que ni cuenta se dio, no deseaba más risas. Aquello era verdaderamente vergonzoso y más estando frente a un par de niños ―hola, un placer. Yo me llamo Daniel pero me gusta que me digan Danny. Se presenta mirando con detenimiento los rostros de los niños y prestando especial atención a movimiento de labios de los mismos. Y es en ese mismo momento en que se da cuenta de que uno de ellos, la niña, llevaba una muñeca. Una muñeca a esas que el muchacho les tenía un especial temor, por lo que presta total atención cuando de pronto cambia de manos quedando en poder del niño. ―No me gustan, eso es todo ―le responde al chico, se pone de pie con cuidado y se arregla la ropa para tomar las cajas de juguetes que se encontraban tiradas al lado de él. Danny no era bueno socializando con nadie, incluso con niños, ¿Qué más podría decirles? Al quedarse en blanco, el mago solo calla mientras los mira con curiosidad y aparente calma, ya que no podía entender cómo ese horrible muñeco se hubiese movido. De estar poseído, debería venderse en alguno de los tantos negocios del callejón Knockturn y no ahí. @
  16. ―Hola mucho gusto ―extiende la mano para saludar al mismo tiempo que responde a la presentación que había hecho Alessa para con el dueño del local ―pues yo busco una escoba, no importa que no sea muy rápida... Comienza mientras se queda pensando para tratar de describir a detalle las características que necesitaba que tal medio de transporte tuviera. Al echar un vistazo al local se daba cuenta de que había gran variedad, desde aquellas aptas para principiantes como para profesionales. Incluso sonríe al descubrir algunas de tamaño pequeño, ideales para los niños. ―Lo principal es que sea resistente ―aclara. Definitivamente debía de soportar lo que sufriría el mago una vez que comenzara a utilizarla: choques, caídas. Danny no era nada bueno volando, al menos hasta la fecha y esa era la razón por la que había destrozado su primera escoba de entrenamiento ―ah, y también un buen equipo de protección, con casco y todo. Al decirlo siente un poco de vergüenza ya que le recordaba a sus años preescolares cuando manejaba un pequeño triciclo muggle, el cual siempre montaba después de llevar encima protección para rodillas, para codos, casco, etc. Pero se conocía, así que era mejor prevenir un accidente en lugar de no prepararse por temor a que se rieran de él. @@Ada Camille Dumbledore @ @@Hades Ragnarok
  17. ―Poción Matalobos... ―responde con sorpresa. Él había escuchado de esa poción y sus padres adoptivos le habían dado a beber en algunas ocasiones cuando el encierro no era lo suficiente para evitar que se lastimara a sí mismo o lastimara a alguien más. Ese era el principal temor del mago: perder la conciencia y hacer algo de lo que podría arrepentirse durante el resto de su vida, en pocas palabras, Danny no se lo podía permitir. Ríe un poco con la descripción que le da su tío ya que él estaba de acuerdo en que el sabor era terrible y siempre que intentaba beberlo, el primer sorbo terminaba siendo escupido en el suelo por el asco que le causaba. ―Será lo más prudente, ¿Verdad? Beberla... ―responde cabizbajo y le sigue con la mirada viéndole sentarse en el suelo y él hace lo mismo ―además de tomarme esa cosa horrorosa ―comienza diciendo mientras se restriega las manos. Se sentía algo cohibido ―¿Contaste con un lugar seguro de donde no pudieras escapar? Pregunto porque... El chico se queda callado volteando a verle. Se sentía en confianza con ese mago, sí, pero aún había ciertos temas a los que Danny no solía tocar y mencionarlos le hacía sentirse un poco incómodo y nervioso. Lamentablemente debía hacerlo para no causar problemas más adelante, ya que sería desastroso. ―Me da miedo pensar que algún día me convertiré en demonio, eso no es posible, ¿Verdad? ―pregunta pidiendo internamente que la respuesta fuese un "no, no pasará". El mago creía que si tales poderes no se hacían notorias durante su nacimiento y tampoco habían dado indicios de existir a lo largo de su vida hasta ese momento, ya no sería posible que los poseyera. Luego agrega nervioso ―no quiero convertirme en lo mismo que mi padre... @Demian Luxure
  18. Vagar entre estanterías llenas de libros era algo muy entretenido para él, la sensación que le llenaba era casi indescriptible, simplemente disfrutaba en un paraíso y por esa razón no hacía mucho caso de las personas que caminaban entre los anaqueles y él los observa desde su sitio con curiosidad. Danny era sordo, y por esa razón no se había dado cuenta de la llegada del elfo hasta que lo tiene muy cerca como para darse cuenta, así que baja un poco su rostro para mirarlo. ―Hola Tommy, vine para comprar un libro, leer un rato y tomar una bebida caliente ―se explica con facilidad, había leído los labios de el elfo y había entendido perfectamente sin ningún problema, y esto no siempre había sido así ―¿Se podrá? Después de la explicación, el chico se queda mirando a su alrededor mientras mantenía sus manos a la espalda, una postura que era muy común que tomara. No sabía qué más decir, no se le ocurría pedir algo en específico puesto que había encontrado el lugar por casualidad. Quizá habría estado bien llevar una lista de libros que le parecieran interesantes y preguntar por ellos ahí, aunque no era tan malo, al menos sabía de esa librería y podría llevar esa lista otro día. @@Darla Potter Black
  19. ―Oh... ―emite el muchacho sin dejar de mirarle desde el suelo ―esta familia está compuesta de muchísimos rasgos, ¿Verdad? Criaturas, poderes sobrenaturales heredados, eso sin contar la sangre mágica que corre por nuestras venas y que, por suerte, yo también poseo. Pronuncia pensativo mientras se rasca un poco la nuca con la mirada fija en el suelo, levanta la cabeza y vuelve a dirigir la vista hacia él. Después de enterarse de todo aquello Danny se daba cuenta de que poco podía hacer para evitar convertirse en algo que le causaba desagrado, como por el ejemplo la sangre de licántropo que también se encontraba en sus genes aunque, de alguna manera, de forma recesiva. ―Finalmente no pude escapar a mi destino, aunque impuesto ―se frota los ojos, sonríe y se apoya en el suelo con las manos para levantarse de ahí ―yo me preocupaba por lo que debía hacer llegada la luna llena, ya es un motivo menos para estar asustado ―finaliza. Camina de un lado a otro frente al Luxure con las manos a la espalda, en silencio, solo dejando oír uno que otro suspiro. No tenía que adaptarse, ya había comenzado con su camino... ¿Qué pasaría luego? Danny se sentía más confuso cada vez, jamás se había imaginado que esa familia fuese tan complicada para él, quien solo se había enterado de su sangre demoniaca, sangre que agradecía no hubiese heredado él. ―Pero puedo molestarte haciéndote preguntas, ¿Verdad? ―le responde sintiendo un poco de dolor de cabeza, era demasiado para él en su primer día ―te advierto que soy muy fastidioso, ¿Estarías dispuesto a lidiar con algo así? ―finaliza sonriendo mientras lo ve. Por fin se había roto la tensión y Danny se sentía seguro y libre para conversar del tema que se le ocurriera. @
  20. Niega con la cabeza a medida que continuaba leyendo los labios de aquél, ¿Acaso ese mago le estaba intentando provocar? Porque esa era exactamente la sensación que experimentaba Danny al descifrar sus palabras y no entendía el porqué. El chico simplemente cumpliría con presentarse como el miembro que era, pero sin entrometerse demasiado en cuestiones de poderes, de habilidades dignas de los demonios que componían esa familia. ―No había conocido a ningún licántropo antes, y mucho menos a alguien que llevase esa condición por medio de la herencia ―le responde quedándose frente a él, leyendo sus expresiones y el movimiento de sus labios. Un par de segundos después el mago se sienta en el piso con las piernas flexionadas en posición de medio loto. Se acomoda los anteojos y le mira curioso. Por un lado le extrañaba la tranquilidad con la que su tío se refería a temas que a Danny le parecían de sumo cuidado y que le creaban demasiada incomodidad. Afortunadamente, al parecer, en aquella familia todo lo que abrumaba al joven mago sería considerado como normal. Había llegado con el temor de que se revelara su condición de licántropo y sufrir el rechazo por segunda ocasión, pero al parecer no sería así y eso le aliviaba por completo. ―¿Corsario? ―se pregunta a sí mismo con la mirada fija en el suelo, luego la dirige hacia el mago que tenía enfrente ―¿Qué anhelo? Conocerme a mí mismo, descubrir mis habilidades y perfeccionar las mismas al punto de poder utilizarlas a mi favor. Lograr autocontrol, autorregulación... Finaliza dando un suspiro. Esta vez Danny no levanta la mirada y así, con sus ojos cristalinos mirando el suelo, su mente evoca una vez más el día en el que había sido transformado en la criatura que era. ¿Fervor? ¿Deseo? ¿Oscuridad? En ese momento lo único que quería era tranquilizarse para no romper a llorar. @
  21. ―Sí, seguramente todavía no encuentro ningún aspecto positivo de ser una criatura maldita ―responde sin cambiar su posición, aún con los brazos cruzados ―pero créeme que el tema de las pasiones salvajes me tienen sin cuidado, no siento haber cambiado mucho desde que me mordieron hasta la fecha, a excepción de la transformación cada luna llena, claro. Danny se estaba confundiendo un poco, no comprendía muy bien el porqué de la preferencia de ese hombre por esa tortura pero quizá con el paso del tiempo viviendo con esa familia a la que pertenecía, podría entender y cambiar de opinión. Mientras pensaba aquello, presta atención a cada uno de los movimientos de Demian y se sorprende cuando siente la mano de este tocándole el rostro. Exhala sin decir nada ciertamente nervioso, como si estuviese siendo analizado. ―Uh.. tengo un don, claro... ―pronuncia con su tono medio alto natural ―y sí, pertenezco a los Luxure aunque todavía no me siento parte de la familia. El tiempo se encargará seguramente, dejaré de tener miedo y se aclarará mi mente, disipará todas mis dudas, ¿Verdad? El mago aceptaba que estaba mal, pero cada que leía el nombre de "Alaric" de los labios de su tío, sentía como se revolvían sus entrañas. Quizá era miedo a no estar a la altura que un demonio habría esperado de su descendiente, rabia y resentimiento por haber sido dejado a manos de una excelente pareja de magos para hacerle volver nuevamente. En realidad todo aquello era tan... ―Mientras te sientas feliz también ―comienza con esa tendencia a hablar demasiado directa, aquella que a veces le traía demasiados problemas ―yo no me pareceré a ese demonio, yo soy yo. Tú lo has dicho, soy diferente desde el mismo instante en el que nací. No soy como mi padre ―finaliza mientras camina de un lado a otro, justo frente al lugar en el que se había sentado Demian. @
  22. ―¿Prefieres la licantropía a tu estado de demonio? ―le pregunta con curiosidad y asombro ―pero ser licántropo, transformarse cada luna llena es doloroso, horrible ―comienza a describir lo que él experimentaba al transformarse ―a veces yo siento que no podré soportar una nueva transformación. Se sincera mientras le mira con ojos tristes, expresión que cambia nuevamente a los pocos segundos para volver a sonreír mientras continúa leyéndole los labios. Danny no comprendía por qué prefería sufrir cada mes a ser un demonio con poderes, ¿Acaso serlo era más doloroso que la transformación que él sufría con la luna llena? ―No todos... es cierto Demian ―le responde sosteniéndole la mirada con expresión serena ―y precisamente la carencia de tales atributos, además de los poderes de la familia fueron los que arrastraron a Alaric... a mi padre... y también a mi madre a deshacerse de mí. Se cruza de brazos experimentando una leve sensación de enojo. Ya no le dolía saber que había sido entregado a una familia adoptiva con la encomienda de cuidarlo como si fuese suyo sin revelarle sus verdaderos orígenes, sino el dolor que había experimentado al separarse de ellos a los cuales amaba tanto como lo amaban a él. Ese momento en el cual sus familia sanguínea había decidido recuperarlo... ―Pero créeme que ni me pesa, ni lo lamento, ni siento culpa ni nada ―finaliza exhalando en un gesto de mal humor. Danny no sabía si sería capaz alguna vez de llamarlo padre. @
  23. No cabía duda de que aquél hombre estaba lleno de sorpresas que dejaban al mago con la boca abierta. Había hablado sobre su ser demonio y eso obviamente ya lo podía saber por la conversación que había tenido con sus padres adoptivos cuando le revelaron la verdad pero... ¿Licantropía? Aquella noticia sí le dejaba sin palabras, aunque deseaba mencionar algo al respecto no podía emitir ni un sonido de su garganta. ―Sí claro, uno mismo crea sus vivencias, experiencias y oportunidades en la medida de lo posible, tienes razón ―le responde mientras lo mira acercarse con extrañeza. Al estar desarrollando confianza a medida que conversaban, Danny no se preocupa por el acercamiento de su tío sino al contrario, le dedica una sonrisa de simpatía. A decir verdad Demian le había agradado desde la primera conversación que había tenido con él, por lo que se abría más a cada momento y se le facilitaba expresarse con soltura. Era esa la razón por la que no se imaginaba los pensamientos que pudiera tener. ―¡Cierto! Ese lema que a veces se me olvida, olvido que las familias como esta siempre tienen una frase que les caracteriza, poco a poco iré dándome de lo relacionado a los Luxure ―le responde en relación a lo que había pensado algo totalmente errado, y no pasa mucho cuando a Danny se le escapa una risita ―¿No te gusta estar solo? Le pregunta sonriendo divertido, ¿Siempre tenía compañía pasajera? Quizá eso sí hablara sobre algún amigo o amiga suyo. Mientras lo pensaba, se queda preguntándose si acaso... en que si Demian había estado abriéndose y contando cosas importantes sobre él, Danny podría hacerlo sin problema también. ―¿Sabes? Yo también soy un licántropo ―confiesa restregándose las manos, no sabía lo que iba a pasar y aquello le incomodaba al punto de no ser capaz de levantar la mirada que segundos antes había dirigido al suelo. @
  24. El chico se entretenía tanto entre la cantidad de estantes llenos de juguetes que se le pasaba el tiempo sin darse cuenta. Para él, las personas que recorrían los pasillos no existían de tan concentrado que estaba. Además de las librerías, museos y galerías de arte, las jugueterías eran su debilidad. Aunque lamentaba no contar con muchos galeones para gastar, por lo menos ese juguete que llevaba siguiéndole con ayuda de la magia era algo que se podía permitir llevar sin problema. ―Rompecabezas... memoramas... uh, aquí hay un pizarrón mágico que anota todo lo que uno puede dictarle ―piensa que sería muy útil para sus notas de actividades diarias, como una especie de agenda mágica, aunque lamentablemente su tamaño no le era nada práctico. Por esa razón se decide a seguir buscando algo más, quizá entre sus paseos entre estanterías le sirviera para encontrar algo que le fuese útil. En aquél pasillo se podían ver filas de anaqueles llenas de muñecos de todo tipo y Danny decide pasar de largo. Los muñecos no le gustaban y ciertamente le parecían algo tenebrosos, por lo que no tarda ni un minuto en pasar el pasillo y dar vuelta hacia otro en el cual había otro tipo de juegos más a su gusto. ―Juego de pociones ―pronuncia con asombro y toma la caja en la que describía el juguete. Era muy parecido a los juegos de química muggle, salvo que estos contenían además pequeños calderos y un pequeño libro de recetas para crear pociones inofensivas ―es mío. Y con ayuda del mismo hechizo anterior, la caja comienza a seguirlo justo detrás de la primera. Tan emocionado estaba que no se había dado cuenta de que había un par de niños que le seguían muy de cerca, ni tampoco había notado el muñeco que corría hacia sus pies hasta que se había estrellado contra sus piernas, Danny intenta mantener el equilibrio pero la sorpresa no lo logra, así que segundos después el chico cae al suelo, el efecto de la magia se termina y las cajas que le seguían vinieron a caer encima de su cabeza. ―¡Ah! @
  25. ID: 121413 Nick (con link a la ficha): Danny Lestrange (http://www.harrylati...anny-lestrange/) Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla) Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: http://www.harrylati...anny-lestrange/ Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: Fecha: 2020-06-27 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): link a la certificación del Concilio Criatura: Gato blanco del recuerdo Puntos: 0 Precio: 0 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): link a la certificación del Concilio Criatura: Puntos: Precio: Total de puntos: 0 Total de Galeones: 0

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