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Mackenzie Malfoy

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Todo lo publicado por Mackenzie Malfoy

  1. En medio de la oscuridad, dos luceros amarillos brillaban como estrellas en el cénit de un espacio vacío. No podía apartar la vista de ellos, como si un poderoso imán atrajera su mirada y, con ella, toda su mente, hasta sumergirla en un océano de claridad infinita. Y de pronto, sintió que sus pies corrían por un pasto a una velocidad increíble. En su carrera, cortaba el incesante viento con tal fuerza que podía sentirlo aferrándose a su piel hasta erizarla. Y entonces, cayó en la cuenta de que su piel, la que sentía suya, era en realidad la piel de un lobo. Se paró jadeante, las fauces abiertas, llenas de espuma... La luz... la luz amarilla retornaba, la sentía penetrar en su mente, de nuevo. Cerró los ojos. Era tan pequeño, que apenas le llegaba a su madre a la rodilla. Su cabello, negro azabache, brillaba a la luz de la luna, tan blanca y grande como los globos que los elfos le habían traído en su última fiesta de cumpleaños. Y mientras miraba la luna, sintió que sus huesos se estiraban y crecían y, de pronto, ya no era tan niño y su madre ya no estaba allí. En su lugar, la figura imponente de su padre se alzaba a su lado, con una pequeña en brazos. Era su hermanita Mackenzie. Algo andaba mal, realmente mal. Mackenzie lo sabía, pero no lograba identificar el qué. La luz amarilla volvió a atraparla, pero esta vez la dejó flotando en el oscuro vacío. Se acercaba más y más, como rayos que quisieran horadar en lo más profundo de su mente. Flotaba en medio de la nada, los luceros amarillos habían desaparecido y también la sensación de su propio cuerpo. Sólo era una mente varada en algún lugar oscuro y estrecho. Tenía la sensación de encontrarse en el interior de un gusano gigantesco y de llevar allí mucho tiempo. Quizás años, no podía estar segura. Un lugar en el que nada sucedía, como si la vida misma se hubiera quedado paralizada en un instante eterno, infinito y vacío. Nada sucedía, nada había sucedido. No recordaba apenas nada y a duras penas conseguía recordar quién era. Su consciencia de sí misma era tan precaria que perfectamente hubiera podido convertirse en una minúscula partícula de la oscuridad que la rodeaba y no notar la diferencia. Un estruendo en medio de la nada. Unos ojos amarillos apartándose de ella a gran velocidad. Y ella caía, caía, caía hacia el fondo de un abismo. Como un tropel que quisiera alcanzarla in extremis en medio de su fulgurante caída, la consciencia penetró en ella de nuevo y la atrapó. Quiso gritar, cuando notó que algo tiraba de ella hacia arriba. Y entonces vio la luz y el prado verde y reconoció a su hermana a lo lejos y supo que la había salvado. ¿Pero de qué? ¿Dónde había estado? ¿Cuánto tiempo había pasado? Confundida como jamás antes lo había estado, escuchó las reconfortantes palabras de Lyra, que se deshacía con ella en atenciones y cuidados. - Gracias. - Comentó en voz baja. - Ya, ya lo sé que era en plan de broma. No te preocupes. - Sonrió, haciendo un esfuerzo sobrehumano por intentar sobreponerse de una de las más extrañas experiencias de su vida. Escuchó al profesor, aunque poco lograba comprender lo que decía. Tenían que cerrar la fosa, ¿pero qué fosa? ¿quiénes? Poco a poco conseguía atar cabos de una memoria que parecía pertenecer a otra persona y tan lejana en el tiempo, que le costaba recordar. Era como si... como si el tiempo transcurrido se hubiera dilatado para ella. ¿Acaso no era aquello lo que había estado buscando? No estaba segura. ¿Pero porqué tenía también la sensación de haber estado dentro de la mente de otras personas? ¿Pero de quienes? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Cuánto tiempo? ¿Qué había sucedido? Miró hacia el abismo y reprimió un escalofrío. ¿Qué clase de criatura habitaba aquella fosa? ¿De verdad era una trampa para gigantes como creyó en un principio? Todo eran preguntas. Cuando el profesor se lo indicó, Mackenzie se reunió con sus compañeras, todavía muy confundida para rechistar. Y entonces vio llegar a Lisa, decidida, hacia ella. A duras penas, la reconoció. Una parte de sí misma sabía quién era y qué cargo ocupaba y muchas más cosas de ella. Pero era una parte tan lejana... que casi carecía de importancia. Hacía demasiado tiempo de aquello. ¿O no? - Mi, mi segundo apellido -replicó indecisa y confundida a las palabras de Lisa. - Mi segundo apellido es Yellbridge. Bueno, no es mi segundo apellido, en realidad, pero es una historia muy larga. ¿Porqué no te basta con el Malfoy? -Su voz era apenas un murmullo inseguro al terminar la frase. Tuvo la sensación de que había dicho algo muy incorrecto cuando escuchó al profesor hablar de la Vice-Ministra. ¿Ella era la Vice-Ministra? ¿Cuánto tiempo hacía de eso? Le parecía que había ocurrido mucho tiempo atrás. Siguió al profesor en el más absoluto silencio, oyendo a medias sus indicaciones y centrándose en la urgente tarea de reconstruir los últimos momentos de su vida. Una clase de encantamientos... sí, era un recuerdo muy vago, pero podía afirmar que era real. Pero el profesor tenía razón, ¿para qué necesitaba ella apuntarse a una clase de encantamientos? Sacudió la cabeza, como intentando tirar de los hilos invisibles que ocultaban sus recuerdos, como intentando traspasar una niebla de eternidad que cubriera lo anteriormente vivido. ¿Si usara un evanesco, lograría hacer desaparecer aquella masa de eternidad que cubría su mente? No lo creía, no funcionaba así. La barrera que le impedía recordar no era algo físico. Escuchó al profesor hablar de su hermano Jocker. ¿Estaba encantado? ¿Qué había sucedido? ¿Porqué simplemente no lo desencantaban? Un Finite Encantatem bastaría. ¿Porque estaba dando a entender el profesor que no sería así? Algo había pasado también con él. Algo grave. ¿Estaría ella también encantada? Mackenzie no lo creía. Casi tenía la certeza de que lo que le estaba ocurriendo sólo tenía que ver con la fosa y con aquellos ojos amarillos, los ojos de una criatura que Mackenzie no había visto jamás. Mientras el profesor hablaba, la joven se acercó a la laguna. Era un lugar precioso, rodeado de cascadas de aguas cristalinas que se vertían en el lago con un sonido tan cadencioso que casi parecía una melodía. Podía sentir la fuerza del agua, vibrante, magnética y profunda. La límpida superficie de las aguas tranquilas de la laguna le devolvieron la imagen de su rostro y, al mirar su reflejo, la confusión volvió a socavar su mente. ¿Era ella? ¿Aquella mujer era ella? ¿Porque sus facciones parecían más redondeadas? ¿Porqué su cabello estaba tan corto y tenía aquel tono tan oscuro? -Metamorfomagia. -Se respondió a sí misma, desde lo más recóndito de la memoria. Sí, recordaba tener la habilidad, eso también era real. Se agachó para tocar su reflejo en el agua, pero se contuvo. El agua estaba helada. Lo sintió en el vaho que se formó en su aliento al acercarse, en el gélido frío que rozó su mano cuando intentó aproximarla al agua. Con cuidado, lentamentamente, como si aquello fuera un ritual sagrado que debía de cumplir, fue cambiando su aspecto, mientras veía los efectos en el reflejo del agua. Volvía a ser ella misma, sus facciones clásicas y serenas, su pelo castaño, incluso podía adivinar sus ojos verdes, casi brillando con la misma intensidad que las pequeñas luces dispersas sobre las superficie de la laguna. Necesitaba aquella energía. El profesor les había dicho que la tomaran para realizar con éxito el Finite Incantatem que pudiera desencantar a Jock. Pero Mackenzie también la necesitaba para ella misma. La eternidad... la eternidad era demasiado pesada para vivir con ella, debía dejarla atrás. No supo porqué. Habría habido otras formas, probablemente más sencillas, pero a Mackenzie le pareció que aquel lugar, Jocker y su propia mente, no requerían exactamente un hechizo, sino más bien un verso mágico, una canción sutil que los despertara. - Flagrate - Murmuró, tres veces seguidas. Unas líneas de fuego surgieron de su propia varita, Solveig, y tomaron la forma de gigantescos aros en el cielo: rojo, verde y azul. Con lentitud deliberada, Mackenzie los fue guiando en el aire, sin mirar, con los ojos cerrados, escuchando tan sólo el sonido del agua murmurarle al viento su canción sagrada. La melodía guiaba a su varita, nota a nota, hasta el lugar exacto, en el centro del lago. Y allí, temblaron un momento, y se posaron, vibrantes y luminosos, encajando a la perfección con el mágico paisaje. El fuego calmó el frío de las aguas, sin mancillarlas, uniéndose a ellas, pidiéndoles permiso, un permiso susurrado. Y ellas lo acogieron en su seno, alegres y dadivosas. - Ascendio. - Más que pronunciarlo, Mackenzie lo cantó. Como la nota que una brisa cálida le da a la primavera. El agua del lago, ahora cálida por el efecto de los aros de fuego, comenzó a ascender hacia el cielo, convertida en vapor. - Luctus. - Suave, muy suavamente. No quería cambiar nada, todo debía regirse bajo el signo de la aceptación, así era el simbolismo del agua. Sin cambiar un ápice el clima de la superficie, lo envió despacio, poco a poco, a las capas altas del aire, creando una diferencia de presión y temperatura. Debía ser natural, ante todo. Ningún hechizo ni encantamiento directo funcionaría igual. - Avifors - Una nota de estribillo, mil veces repetida. Y las rocas del fondo de la laguna salieron de las aguas convertidas en preciosas aves de todos los colores. Cuando varias de ellas se acercaron a su mano, Mackenzie pudo notar ya la energía del agua prender en ella. Pero no era suficiente. Todavía no. Tomó a una de las aves y le susurró unas palabras al oído. Sólo cuando Mackenzie estuvo segura de que las aves lo aceptaban, pronunció el siguiente hechizo. - Oppugno. -Éste había sido el más difícil, pues de no haber sido por el consentimiento otorgado, habría roto la cadena del verso. La melodía se habría hecho pedazos. Hizo que las aves formaran tres círculos apretados y las condujo hacia las cascadas, donde la fuerza del agua, cayendo en desnivel, ya proporcionaba una energía mayor. Las aves comenzaron a girar con fuerza, movidas por la fuerza de las aguas al caer. La melodía mágica ascendió in crescendo, ágil y armoniosa, vibrante y sofisticada. Mackenzie sabía que, si en aquel preciso momento hubiera creado un imán, la fuerza cinética provocada por el agua de la cascada al hacer girar los círculos de aves, habría podido producir lo que los muggles llamaban electricidad. Pero no era eso lo que pretendía la bruja. Necesitaba igualmente un conductor para la energía que el agua estaba creando, pero quería un conductor natural. Necesitaba la propia energía del agua, sin transformar. Llamaría al viento, pero aún no. Cuando la canción estallara en su nota más límpida. Entonces, sería el momento. No tardó en ocurrir. El vapor de agua se había ido condensando en el cielo, al compás de los Ascendio cantados por Mackenzie. Golosas nubes de algodón, suaves y tiernas, como el paisaje que los rodeaba, se habían formado sobre ellos y, por fin, habían alcanzado la bolsa de presión y temperatura creada por el Luctus. La lluvia descargó sobre ellos. Torrencial, pero vivificadora. Agua de la laguna convertida en lluvia, pura energía y verso y canción. Mackenzie alzó el rostro al cielo y dejó que la energía del agua la inundara. Se sentía viva, pletórica, cargada de poder mágico. Y entonces lo llamó. Y, aunque jamás lo había hecho antes, supo que acudiría. - Accio viento. Una suave brisa recorrió la laguna. No era un viento huraño, ni gélido ni despiadado. Era un viento que cantaba una hermosa canción de energía. El viento y la lluvia marcaban un contrapunto, dos melodías superpuestas, en perfecta armonía. Mackenzie dejó que se ocuparan de su hermano querido. Ahora era el momento. Ella tenía que arreglar su propia mente.
  2. Mi personaje necesita un conocimiento urgentemente, porque no puede ser que sea Animaga y no tenga transformaciones Nick: Mackenzie Malfoy ID: 12497 Conocimiento: Transformaciones Nivel de Magia: XXI (21) Link a la Bóveda: Bóveda Link a la Ficha: Ficha
  3. - Me va a perdonar usted, Sr. Hawthorne, pero ¿nos está acusando de robarle a la Vice-Ministra de Magia? - Mackenzie, en su papel de boba, hizo caso omiso al sarcasmo del profesor y se lo tomó en serio, como correspondía a la ingenua chiquilla que pretendía aparentar. - Sólo existe una Varita de Sauco y está vinculada a ella. Sería muy difícil que ninguno de nosotros consiguiera tal varita. ¿No cree? Sonrió, pero en el fondo estaba airada. Tanto, que tenía que hacer un esfuerzo sobrehumano para poder contenerse. En primer lugar, estaba airada consigo misma. Había acudido a aquella clase con la intención de obtener una información para su última investigación de arqueomagia que, le habían asegurado, poseía aquel hombre. Un vampiro que antes había sido licántropo y que ahora daba clases de encantamientos. ¿De verdad podía haberse equivocado de hombre? No, no lo creía. La realidad es que Mackenzie tenía la prueba de que no se había equivocado ante sus propios ojos. Era un mago más poderoso de lo que daba a entender y con un cierto don, como demostraba aquel Partis Temporus que acababa de lanzar o la fuerza con la que había convocado a los duendes. Por lo tanto, debía interpretar que no era un hombre fácil de convencer o manipular. Pues muy bien, ella tampoco lo era. Pero lo que la enfurecía aún más era la acusación injusta de haber creado aquel foso y haber traído a los gigantes. Eso le tocaba una de sus venas más sensibles: su sentido de la justicia. Y fue por ello que terminó por perder la compostura. - Por lo demás, profesor. Ni yo, ni creo que la señorita Ainé Malfoy, según lo que han visto mis ojos, hemos traído aquí a los Gigantes ni hemos abierto ninguna fosa en el suelo. La fosa estaba aquí y se abrió solita porque la señorita Ainé tiró de algo sin querer. ¿Todavía no se da cuenta de que es una trampa? Probablemente era una trampa para los gigantes, pero se abrió por accidente al llegar nosotros aquí. Conforme hablaba, su enfado aumentaba y su tono iba subiendo, sin que su furia y sus emociones desbocadas le permitieran contenerlo. - Y en cuanto a los gigantes -lanzó a Lyra una mirada acusadora, a la vez que al profesor, pues no había olvidado la sacada de lengua de ésta, como si Aine y ella fueran culpables de algo- es bien conocido que hay gigantes en esta zona. ¡Por las barbas de Merlín! ¿En qué se basa para pensar que los hemos traído o atraído nosotras? Le diré algo, no tengo ni idea de cómo solucionar lo del foso -mintió Mackenzie, con los ojos incendiados de furia- pero aunque lo supiera, no lo haría. Si había una trampa tan descomunal como para tragarse a todos estos gigantes, por algo será, ¿no cree? Además, alguien que con un sólo Diminuendo logra convertir a 100 gigantes en la antítesis de sí mismos, me parece que no tendrá muchas dificultades para solucionar el problema. Mackenzie se alejó a zancadas hacia la fosa. Prefería estar dentro de aquel abismo que seguir aguantando que la acusaran injustamente. -¡Ah! Y si quiere suspenderme, me importa tres pimientos - Gritó Mackenzie desde el borde de la fosa. - Pero tendrá que pedirnos disculpas a Ainé y a mi, si quiere que vuelva con usted a la Universidad. Si no, aquí me quedo. Mackenzie no lo vio. Había llegado al borde del abismo demasiado enfurecida como para fijarse en nada. Cuando la criatura abismal tiró de ella, perdió el equilibrio y cayó. La negrura la rodeaba.
  4. Consumibles en Batallas Nombre: Link a la certificación: enlace Nota: No se permiten más de 5 consumibles en inventario. Consumibles especiales: Nombre: Llave Maestra (2) Link a la certificación: enlace Nombre: Llave de Ilvermorny Link a la certificación: enlace Nombre: Llave de Gryffindor Link a la certificación: enlace Nombre: Llave de Ravenclaw Link a la certificación: enlace Nombre: Llave de Slytherin Link a la certificación: enlace Nombre: Llave de Hufflepuff Link a la certificación: enlace
  5. En los libros de hechizos no se pide esperar 5 niveles. Cada libro se puede adquirir a partir de que se alcanza el nivel del libro y únicamente no se pueden hacer dos cursos de libros a la vez, hay que hacer un curso y luego el siguiente. Sea como sea, sí, si ya tienes nivel 22, puedes adquirir los libros de nivel 1, 5, 7, 10, 15 y 20. Si te fijas, salvo los libros primeros, a partir de nivel 10, hay 1 libro nuevo cada 5 niveles. Se esperan 5 niveles, porque desde el 10 al 15 no hay ningún otro libro, pero no va como las habilidades. Otro tema específico de los libros es que no se puede adquirir el libro de nivel 5, si antes no tienes el de nivel 1. Es decir, si llegas a adquirir el libro de nivel 20, será porque antes hayas comprado todos los libros anteriores de los niveles 1, 5, 7, 10 y 15. Alguien que llegue a tener el libro de nivel 40, el de Merlín, tendrá en su poder todos los libros de hechizos operativos hasta ahora. En cuanto a las batallas, pues no estamos hablando de batallas de bandos, sino más bien de simulacros o batallas dentro de la universidad, pero no específicamente de bandos. Yo no descarto la idea de batallas reales (no de bandos), pero la verdad es que estábamos pensando más en simulacros cuando pusimos la regla. Y esto es, más que nada, porque para que los hechizos funcionen y de verdad sean útiles, es necesario probarlos y aprenderlos en todo tipo de batallas. Con los libros de hechizos, la realidad es que las batallas ya no tienen porqué ser siempre "batallas de bandos". Piensa que alguien que tenga todos los poderes, va a tener mucha capacidad para atacar o defenderse, con independencia de que pertenezca a un bando o no. En cualquier caso, por concretar tu duda, serán tipo simulacro las batallas que se hagan en la universidad para aprender los libros. Si bien, tampoco se puede ser rígido del todo al principio, porque piensa que no hay tantos usuarios en niveles altos. Veremos cuanto tiempo pasa hasta que haya bastantes usuarios en una clase de libros altos para poder hacer un simulacro en condiciones o si habrá que ver la manera de poder hacerlo.
  6. ¡Qué poca fe! -Pensó Mackenzie- cuando oyó a Lyra pronunciar el famoso Peskipiski Pesternomi. Se lo había advertido, había que pronunciarlo con las últimas "i" tan abiertas que casi parecieran "a" - Peskipiskai Pesternomai -. Ese había sido el error de Lockhart, años atrás. Su padre, Crazy Malfoy, se lo había explicado a Mackenzie, entre risas por el tonto error de Lockhart, cuando ella era apenas una adolescente a la que todavía le gustaba jugar a atrapar duendecillos. Estaba claro que Lyra no la había creído. El Skurge que lanzó Lyra a los duendes resultó más efectivo y éstos se asustaron y comenzaron la desbandada en todas direcciones. Pero algo los retraía, no se iban del todo. O bien el profesor había utilizado mucha energía al convocarlos y, por ello, no eran fáciles de espantar o bien algo o alguien les asustaba lo suficiente para cortarles la retirada. Tal vez, incluso, pudieran estar ocurriendo ambas cosas. Mientras Mackenzie esperaba la respuesta del Sr. Hawthorne a la pregunta que le había planteado, ocurrió lo que nadie había previsto. La cesped bajo ellos se abrió y un enorme foso, que se iba agrandando a cada instante, surgió ante ellos. Vio a su hermana Aine tratando de esquivarlo y escuchó a Lyra, la más alejada del creciente foso, gritar unas palabras de alerta. ¿Qué podía hacer? Si hacía algo muy llamativo, podía ponerse al descubierto. Mientras Mackenzie pensaba, el foso se agrandaba y avanzaba hacia el lugar en el que se encontraba, junto a Darla y al profesor. Y, entonces, sumida en un rápido revoloteo de pensamientos confusos y contradictorios, Mackenzie vio, a pocos pasos de ellos, el porqué los duendes y duendecillos no habían terminado por huir despavoridos. Unas criaturas tan enormes como las propias mesetas circundantes, surgían de todas partes. Más de cien enormes masas de carne y músculo avanzaban hacia ellos y sus pasos retumbaban en la escasa tierra que aún no había sido tragada por el foso. Portaban armas en sus enormes manazas y gritaban en una lengua extraña. En sus rostros, se pintaba la furia y el deseo de batalla. Eran gigantes. Los gigantes se lanzaron a correr y los pocos duendecillos que aún quedaban eran espantados por enormes manotazos, hasta no quedar ni uno. Los duendes, no muchos ya, trataban de apartarse como podían, mientras en el Bosque de Hadas todo era caos y gritos. El foso seguía avanzando bajo nuestros pies. Los gigantes gritaban enfurecidos.
  7. El Sr. Hawthorne terminó su explicación sobre los encantamientos y Mackenzie se removió inquieta en la silla, planteándose la mejor manera de preguntar al profesor, sin que su pregunta pareciera demasiado precisa o inteligente. Cuando iba a alzar la mano, sin embargo, el profesor se dio la vuelta y la pregunta de Mackenzie quedó en el limbo de las palabras pensadas y no expresadas, pues instantes después el profesor creaba un traslador y seguía con sus indicaciones. Se reprochó a sí misma la lentitud y las dudas y se prometió que no volvería a ser tan cuidadosa. Después de todo, por la forma en que la miraba el profesor, estaba segura de que había logrado convencerle de su escasa inteligencia y nula importancia para la clase. Mackenzie tocó el traslador, siguiendo las indicaciones del profesor y sintiendo contrariedad porque la sacaran de la Universidad de esa forma. Cuando se deshizo de la inevitable sensación del viaje en traslador, su contrariedad aumentó al verse rodeada de una tierra musgosa y verde que conocía bastante bien, pues no se hallaría a más de 100 millas del lugar en donde se encontraba el Parque Natural de High Flights que ella misma regentaba. ¿Escocia? ¿De verdad me he apuntado a una clase de encantamientos para que me traigan de excursión al campo a cazar haditas? Sí, ya sé que estamos en Escocia, no necesito que me lo recuerden -pensó cuando el profesor les ubicó sobre el lugar en el que se encontraban-. El pueblo se llama Uig y estamos en la Isla de Skye, en las Hébridas interiores. Obviamente se guardó sus pensamientos para ella y puso especial cuidado en que sus emociones no pintaran su rostro de púrpura o algo peor. Sin embargo, cuando el Sr. Hawthorne se puso a hablar de la energía que involucra a la magia no pudo evitar enarcar una ceja. Después de todo, aquel hombre no era un ignorante. Con una floritura de la varita hizo aparecer una emboscada de duendes. No, haditas no, duendes. Los había traído allí a cazar duendes. Y no de cualquier manera, no, sino al estilo del torneo de los tres magos o de un partido de quidditch, compitiendo. Encima se desaparecía con aquella Potter Black. En fin, iba a ser un poco difícil coger al profesor por banda para poder preguntarle. De momento, tenían que deshacerse de los duendes con un encantamiento. Bien claro se lo había dejado. Lyra se dirigió hacia Mackenzie y Aine para formar el grupo que les había organizado el profesor. La Malfoy, que se presentaba sólo como Yellbridge, no pudo evitar un tono exasperado cuando contestó a la pregunta de la Selwyn. - Claro que te puedes llevar uno a casa. Por mi, nos los llevamos a todos. Tampoco sería tan complicado. Aunque yo mejor los dejaría en el aula de encantamientos a ver si terminaban de arreglar la humedad y las grietas. ¡Mejor todavía! A ver si terminaban de agrietarla y hundirla en agua y así, de una vez, nos ponen un aula decente, que se supone que se han gastado una fortuna en la nueva Universidad. Justó terminó de hablar cuando a la emboscada de duendes convocada de la nada por el profesor se unió una bandada de duendecillos que revolotearon a su alrededor. Un instante después un Inmobilus de Lisa, una de las compañeras de clase que había sido asignada al otro equipo en liza, los paralizó en el aire. Los otros duendes, los convocados por el profesor, seguían en su avance hacia ambos grupos de competidores, mientras el profesor se había parado a hablar con Darla unos metros más allá. - ¿Habéis visto que verde es todo esto? - Preguntó Mackenzie a sus compañeras de equipo, volviendo otra vez a su apariencia de niña boba "nomeenterodenada"- Es tan... tan... verde... No terminó las palabras. Se giró alrededor como si contemplara las amplias millas de verdes y desnudas mesetas y se deleitara en ellas. En realidad, lo que estaba haciendo era concentrar con los brazos abiertos el máximo de energía de aquella zona de alta capacidad telúrica, uniéndola a su propia energía vital. Y cuando supo que concentraba un poder difícilmente igualable, siguió girando, empuñando su varita con la mano izquierda, que no usó para nada, y metiendo disimuladamente la mano derecha debajo de la sudadera para empuñar con fuerza la oculta varita de sauco, una varita especialmente útil en encantamientos. - ¡Es tan... tan... verde... Ver-di-MILL-i-ous! - Gritó la última palabra y se abrazó el pecho con los brazos, como si sólo se deleitara con las millas verdes que contemplaba, obviando por completo todo lo demás y con el gesto de mayor inocencia dibujado en sus ojos que, sin embargo, vieron con toda claridad el efecto del potente encantamiento que acababa de lanzar. La varita de sauco encantó la energía verde con tal intensidad que pudo verla en acción duranteunos instantes con sus propios ojos. Vio como esa energía encantada recorría las mesetas y surcaba el pasto a toda velocidad en haces de intensa luz verde. Luego se concentró en un blanco fogonazo que cegó a todos los duendes a la redonda, los de la emboscada y los voladores, aún paralizados por el Inmobilus de Lisa. Por último, unas chispas verdes y una enorme descarga eléctrica embistieron a las criaturas. Era el momento que Mackenzie había esperado. Miró al profesor y lo vio en la distancia. - Acordaros de .... -muy bajito, al oído, les dijo algo a sus compañeras de equipo. Luego, salió disparada a la carrera para alcanzar al profesor. - ¡Profesor! ¡Eh, profesor! ¿Qué ha sido eso? ¿Lo ha visto? Yo... yo no hice nada, sólo estaba admirando el pasto. -Anunció Mackenzie, jadeante, cuando alcanzó al Sr. Hawthorne a la carrera. Tomó aire varias veces, haciendo que pareciera que se sentía mucho más exhausta de lo que en realidad se sentía. - Verá profesor, quería preguntarle. Es que se me ocurrió que una forma de deshacernos de los duendes sería utilizando el tiempo, encantándolo. Por ejemplo, dándole la propiedad de alargarse, para que el tiempo en el que están las criaturas ahora se volviera eterno o, al revés, acortándolo, para que su vida pudiera pasar en un instante. O sea, igual que se puede encantar el espacio y hacerlo más grande o más pequeño, tiene que haber un encantamiento que permita alargar o acortar el tiempo, ya sabe. Pero el caso es que no conozco ninguno. Un chamán de una tribu aborigen de Australia dijo que se podía hacer. ¿Usted cree que es posible? Esperaba que la pregunta sonara ridícula, pero no tanto como para que el profesor pudiera obviarla. Las criaturas aún seguían ahí, demasiado confundidas, cegadas y doloridas para molestar durante unos minutos, pero aún no habían acabado con ellas. Eso esperaba que quedase en manos de sus compañeras de equipo, mientras ella tan solo ganaba un poco de tiempo para sus propios fines.
  8. Observó a Lyra, sumida en sus pensamientos durante unos instantes, hasta que de pronto reparó en el polvo que aún le cubría la ropa tras la aventura del pasadizo. - El polvo es un incordio, a mi me da dentera. Y a mi hermano le pasa como a ti, también es alérgico. Por cierto, ya lo dije, pero me llamo Mackenzie, Mackenzie Yellbrige. -Sonrió ampliamente y le tendió la mano a Lyra, tratando de intimar un poco más. - Espero que seamos amigas, apenas conozco a nadie en Inglaterra, ¿sabes? Llevo varios años viviendo en Australia y he perdido el contacto con la gente de acá. Se cortó de pronto cuando en la puerta aparecieron dos figuras a quienes no había esperado encontrar. Sus dos medio hermanos, Aine y Jock acababan de irrumpir en el salón de clases. Ella con gesto entre divertido y furibundo, él con gesto embobado, como si acabara de salir del mismísimo paraíso de las cien huríes musulmanas. Obviamente, no esperaba confundir a Aine con su metamorfomagia, la había utilizado mil veces con ella en múltiples trastadas compartidas. Por muy experta que Mackenzie fuera con la habilidad, Ainé y ella se conocían casi desde la misma cuna. -Maldita, hermana -refunfuñó en voz baja, dándole un pizco por debajo de la mesa, cuando la otra le confirmó sus sospechas- ya sé que me guardarás el secreto, pero más vale que no se te note. ¡Disimula! Aine no perdió tiempo en lanzar la primera puya. ¿La estaba poniendo a prueba para ver hasta dónde llegaba su camuflaje? - Los del Ministerio están locos -replicó con la voz lo suficientemente alta como para que la oyeran- ¿Un tanto? ¿Cómo se van a apuntar un tanto con esta estupidez? ¿Para qué se necesita crear una réplica de Egipto en el mismísimo corazón de Inglaterra? Además, estas ideas renovadoras no le hacen ningún bien al mundo. ¡Necios dirigentes! Nunca hacen nada a derechas. Se apoyó con los codos en la mesa, tratando de disimular una sonrisa. Aún le estaba dando vueltas a la idea de cómo conseguir que Aine y Jock, si también se daba cuenta, le siguieran la corriente con el camuflaje que se había preparado, cuando otra alumna saludó a la clase y anunció que Seba Granger llegaría tarde. Un instante después, entró otra alumna más. Algo no marchaba como debía. De pronto se dio cuenta de que todos parecían reaccionar como si en la clase sólo estuvieran los que ya habían hablado. ¿Y los otros? Mackenzie los había visto llegar. Con retraso y más imputuales que ella, pero al menos un buen número de ellos habían llegado. Los había visto entrar por la puerta verde en una rápida sucesión, poco después de que llegara ella misma a la clase. Giró la cabeza con aprensión... Se frotó los ojos y volvió a mirar a su alrededor.... Allí estaba el profesor, Liam y también podía ver a Lyra, Ainé, Jock y a las otras chicas que acababan de llegar. ¿Y los demás? ¿Los había imaginado antes? ¿Un encantamiento? ¿Pero qué tipo de encantamiento? No quiso preguntarle al profesor, tenía miedo de lo que pudiera responder o de que realmente le confirmara que su mente había visto visiones. Mejor ser prudente y callar.
  9. Poderes de Criaturas Tipo de Poder: Licencia de uso:
  10. Libros de Hechizos Nombre: Libro del Aprendiz de Brujo Nivel: 1 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí Nombre: Libro de la Fortaleza Nivel: 5 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Si Nombre: Libro de la Sangre Nivel: 7 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí Nombre: Libro del Equilibrio Nivel: 10 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí Nombre: Libro del Druida Nivel: 15 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí Nombre: Libro del Caos Nivel: 20 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí Nombre: Libro de los Ancestros Nivel: 25 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí Nombre: Libro de las Auras Nivel: 30 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí
  11. Criaturas Mágicas Clasificación X: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación XX: Nombre producto: Aethonan (3) Puntos obtenidos: 20 x 3 = 60 Link a la certificación: enlace Clasificación XXX: Nombre producto: Granian Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Ashwinder Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Fwooper Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Streeler Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Gorros Rojos Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Crup Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Crup Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Dugbog Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Hipogrifo Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Billywig Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Doxy Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Clasificación XXXX: Nombre producto: Thestral (3) Puntos obtenidos: 80 x 3 = 240 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Unicornio Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Thestral Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Unicornio Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Kelpie Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Fénix (2) Puntos obtenidos: 80 x 2 = 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Kelpie (2) Puntos obtenidos: 80 x 2 = 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Occamy Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Swooping Evil Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Demiguise Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Ave del Trueno Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Erumpent Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Esfinge Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Tebo Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Runespoor Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Demiguise de Usul Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Baby Fénix Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Clasificación XXXXX: Nombre producto: Abraxan (3) Puntos obtenidos: 160 x 3 = 480 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Pegaso Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Colacuerno Húngaro Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Quimera Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Bola de Fuego Chino Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Colacuerno Húngaro Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Hébrido Negro Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Galés Verde Común Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Ironbelly Ucraniano Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Opaleye de las Antípodas Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Vipertooth Peruano Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Ridgeback Noruego Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Dragón Zombie (2) Puntos obtenidos: 160 x 2 = 320 Link a la certificación: enlace Criaturas en la Reserva: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Total de puntos en criaturas: 4740
  12. Pociones Mágicas Clasificación A: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AA: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AAA: Nombre producto: Poción Matalobos Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Poción Reabastecedora de Sangre Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Filtro de los Muertos Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Poción para Olvidar Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Poción crece-huesos Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Poción Agudizadora del Ingenio Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Clasificación AAAA: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AAAAA: Nombre producto: Zumo de Mandrágora Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Amortentia Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Felix Felicis Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Amortentia Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Elixir de la Vida (2) Puntos obtenidos: 160 x 2 = 320 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Félix Felicis Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Poción Multijugos Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Veritaserum (3) Puntos obtenidos: 160 x 3 = 480 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Zumo de Mandrágora Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Lágrimas de la LloronaPuntos obtenidos: 160Link a la certificación: enlace Total de puntos en pociones: 2320
  13. Objetos Mágicos Clasificación A: Nombre producto: Caramelos Petrificantes (2) Puntos obtenidos: 10 x 2 = 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Bola de Cristal Puntos obtenidos: 10 Link a la certificación: enlace Clasificación AA: Nombre producto: Varita mágica Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Daga recortadora de recuerdos Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Anillo con un caducéo grabado Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Reloj Mágico Familiar Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Varita Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Varita Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Cámara de fotos mágica Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Nimbus 3000 Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Anteojos Alfa Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Cartas del Tarot Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Astrolabio Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Clasificación AAA: Nombre producto: Puertas Mágicas Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Pensadero Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Puertas Mágicas Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Espejos Comunicadores Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Pergamino de Poción Olvidada Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Kfatan Malkuth Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Clasificación AAAA: Nombre producto: Águila de la Sabiduría Puntos Obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Gema de la Desaparición Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Moto Voladora Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Águila de la Sabiduría Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Gema de la Desaparición (2) Puntos obtenidos: 80 x 2 = 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Moto Voladora (2) Puntos obtenidos: 80 x 2 = 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Flauta de Sheena Ktam Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Clasificación AAAAA: Nombre producto: Copia de Myrtle la Llorona Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Grimorio de Ravenclaw Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Grimorio de Slytherin Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Surtidos Saltaclases Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Salvajes Magifuegos Weasley Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Espada del Invierno Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Escudo de Krygten Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Guantelete de Nefir Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Ánfora Nessedy Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Cristal de Enara Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Pergamino de creación de Horrocrux Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Caleuche Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Total de puntos en objetos: 3130
  14. Índice de Bienes Objetos Mágicos: Clasificación A: Caramelos Petrificantes (2) Bola de Cristal Clasificación AA: Varita mágica (3) Daga recortadora de recuerdos Anillo con un caducéo grabado Reloj Mágico Familiar Cámara de fotos mágica Nimbus 3000 Anteojos Alfa Cartas del Tarot Astrolabio Clasificación AAA: Puertas Mágicas (2) Pensadero Espejos Comunicadores Pergamino de Poción Olvidada Kfatan Malkuth Clasificación AAAA: Águila de la Sabiduría (2) Gema de la Desaparición (3) Moto Voladora (3) Flauta de Sheena Ktam Clasificación AAAAA: Copia de Myrtle la Llorona Grimorio de Ravenclaw Grimorio de Slytherin Surtidos Saltaclases Salvajes Magifuegos Weasley Espada del Invierno Escudo de Krygten Guantelete de Nefir Ánfora Nessedy Cristal de Enara Pergamino de fabricación de Horrocrux Caleuche Pociones Mágicas: Clasificación A: Clasificación AA: Clasificación AAA: Poción Matalobos Reabastecedora de Sangre Filtro de los Muertos Poción para Olvidar Poción Crece-huesos Poción Agudizadora de Ingenio Clasificación AAAA: Clasificación AAAAA: Zumo de Mandrágora (2) Amortentia (2) Felix Felicis (2) Elixir de la Vida (2) Poción Multijugos Veritaserum (3) Lágrimas de la Llorona Criaturas Mágicas: Clasificación X: Clasificación XX: Aethonan (3) Clasificación XXX: Granian Ashwinder Fwooper Streeler Gorros Rojos Crup (2) Dugbog Hipogrifo Billywig Doxy Clasificación XXXX: Thestral (4) Unicornio (2) Kelpie (3) Fénix (2) Demiguise Ave del Trueno Occamy Swooping Evil Erumpent Esfinge Tebo Runespoor Demiguise de Usul Baby Fénix Clasificación XXXXX: Abraxan (3) Pegaso Colacuerno Húngaro (2) Quimera Bola de Fuego Chino Hébrido Negro Galés Verde Común Ironbelly Ucraniano Opaleye de las Antípodas Vipertooth Peruano Ridgeback Noruego Dragón zombie (2) Criaturas en la Reserva: Libros de Hechizos: Libro del Aprendiz de Brujo Libro de la Fortaleza Libro de la Sangre Libro del Equilibrio Libro del Druida Libro del Caos Libro de los Ancestros Libro de las Auras Poderes de Criaturas: Tipo de Poder: Consumibles en Batallas: Nombre: Consumibles Especiales: Llave Maestra (2) Llave de Ilvermorny Llave de Gryffindor Llave de Ravenclaw Llave de Slytherin Llave de Hufflepuff
  15. Ahora era el turno de otra alumna. Se llamaba Lyra Katara Selwyn y, mientras se presentaba, Mackenzie tuvo la impresión de que la conocía. Repasó mentalmente los registros del Ministerio de Magia, ayudándose un poco con un hechizo amplificador de memoria, pero sólo un poco. Realmente, la memoria de Mackenzie era muy buena. Sin embargo, lo que constaba en los registros de aquella bruja no le daba ninguna pista sobre la razón de porqué creía conocerla. Tal vez fuera el nombre, Katara, igual al de alguien que conoció en la Academia. Alguien muy cercano a Mackenzie que incluso había criado a una de sus hijas, pero de quien hacía mucho tiempo que no sabía nada. En otra vida, tal vez. Fueron las palabras que escribió sin querer en el margen del pergamino que había extendido para tomar notas. Mientras Lyra Katara Selwyn explicaba los obstáculos que había tenido que superar para acceder a la clase, Mackenzie volvió a hacerse una pregunta que la preocupaba desde hacía días. ¿Se puede encantar el tiempo? Aquella era una cuestión que formaba parte de su última investigación sobre las dimensiones probables del espacio-tiempo. Estaba claro que el espacio podía ser encantado. La misma alumna que continuaba hablando en aquel momento, acababa de poner un ejemplo de ello. Si se podía aumentar o reducir el espacio, ¿por qué no se podía aumentar o reducir el tiempo? Llevaba tiempo intentando investigar el único giratiempos que quedaba en el mundo, un objeto legendario, -como su propia varita de sauco-, pero aquel objeto no parecía actuar directamente sobre el tiempo. Por lo que había podido descubrir, el giratiempo era un medio de transporte. Permitía atravesar el tiempo, pero no lo encantaba. Lo cierto es que aportaba muy poco a la línea de investigación de Mackenzie, basada más en las dimensiones espacio-temporales y los universos paralelos, que en los viajes en el tiempo, aunque colateralmente, la bruja tenía la intuición de que todo ello estaba relacionado. Dejó su mente vagar un instante, mientras su mano garabateaba sobre el pergamino de forma inconsciente. No se puede abrir la puerta al infinito. Mackenzie se preguntó porqué le había venido a la mente todo aquello, en aquel preciso momento, y se dio cuenta de que había pensado en un universo paralelo en el que, realmente, ella hubiera conocido a aquella bruja. Suspiró y centró de nuevo su atención en la clase. Lyra Katara Selwyn acababa de terminar su exposición. Afuera, tras la puerta verde por la que habían accedido se oían ruidos.
  16. No se van a hacer registros de ese tipo en las fichas de personajes secundarios, Keaton. Al menos, de momento, no es la intención. Se pretende que los personajes secundarios sean más simples y sirvan como extensión del rol del personaje principal, pero no como un personaje principal en sí mismo. Otra cosa es que el trámite no se pueda hacer. Por poderse rolear, se puede rolear igual, pero si el trámite lleva a una anotación en ficha, cuando se refiere al personaje principal, en el caso de los personajes secundarios los moderadores no van a gestionar ese tipo de trámites en las fichas. Eso sí, el usuario podría añadir en su historia los comentarios que quisiera hacer, cuando se actualice la ficha. En definitiva, se puede rolear el trámite con un secundario, pero no será incorporado oficialmente a la ficha del secundario. ****** No puedo pasar por alto lo que pasó dos posteos atrás. Yo creo también que no es tema del topic. Pero también coincido con Cillian en que, ya que Juve lo ha traído a colación aquí, y puesto que el mensaje sigue estando aquí, es difícil obviar el comentario y entiendo perfectamente que surja ese comentario cuando las alusiones son claras. Lo que plantea Juve es un tema tan viejo como este foro, incluso más, tan viejo como el rol. Evidentemente que no se puede obligar a nadie a rolear, aunque también es lógico que, si te has comprometido con un rol, te insistan. En cualquier caso, siempre será decisión de uno mismo seguir o no con el rol. A partir de ahí, también hay que comprender que cuando tu personaje se queda "atorado" en un rol es lógico que el resto de roleros trate de darle una salida a esa situación para que el rol pueda seguir adelante. Y también suele ser normal que para llevar hacia esa línea de rol, los personajes tengan que hacer uso de la ausencia en rol. Nadie puede extrañarse que le regañen on rol, si la situación resulta coherente. Uno es libre de rolear o no, pero también es libre de comprometerse o no en un rol. Cuando uno abandona a su personaje en mitad de un rol, se desentiende de él y, por tanto, puede ocurrir de todo. Como me dijeron a mi una vez, el que abandona un rol, es el primero que muere xD Sin necesidad de llevar las cosas a tales extremos, pensad todos que cualquiera es libre de abandonar un rol, pero por la misma regla de tres, cualquiera es libre de comprometerse o no. Si uno falta a un compromiso, lo lógico es pedir disculpas y poner facilidades para que el rol pueda seguir. Y, al mismo tiempo, también es sano que los demás comprendan la situación, acepten el abandono y sigan con el rol.
  17. En medio del caos, una tímida lechuza daba vueltas sobre los escombros, parándose a mirar aquí y allá y alzando el vuelo, desconcertada, cada vez que su evidente búsqueda de algo o de alguien le llevaba a descartar a un herido tras otro, a un superviviente tras otro. Mackenzie no se había dado cuenta. Todavía bajo los efectos de la multijugos, intentaba ayudar en lo que podía, que lamentablemente, no era demasiado. Y de pronto, la tenía encima. La lechuza empezó a ulular de júbilo y Mackenzie la apartó de un manotazo. Tenía cosas más importantes que hacer que atender a una lechuza. Pero ella volvió a posarse en su hombro y esta vez emitió un craqueo de descarado fastidio. La joven suspiró resignándose al hecho de que una poción multijugos no sirviera para esconderse de una lechuza, tan bien como servía para camuflarse de los humanos. Observó que llevaba una pequeña nota atada a la pata y la extrajo con aprensión. No le gustaban las lechuzas inoportunas, solían traer noticias no deseadas. En esta ocasión, las noticias que traía la lechuza quizás no fueran algo indeseado, pero desde luego eran de lo más inoportunas. - ¡La Universidad! ¡Los encantamientos! ¡El curso! -Empezó a girar sobre sí misma, a dar pasos sin rumbo, adelante y atrás, a un lado y a otro. -¿Cómo es posible que se me olvidara? -No se cuidó en silenciar sus pensamientos. En medio de aquella devastación, dudaba que nadie le estuviera prestando atención. Miró de nuevo el pequeño pergamino y dio un respingo. El curso estaba a punto de comenzar. -¡Diablos! ¡Diablos! ¡Diablos! ¡Cien Diablos en cien infiernos! ¿Qué hago yo ahora? Afortunadamente, la poción multijugos dejaría de hacer efecto pronto y volvería a ser ella misma. Pero no estaba segura de que le apeteciese acudir a aquella clase siendo ella misma. Muy bien, si hay que ir, se va. -Se dijo a sí misma, echando a correr a toda velocidad y desapareciéndose tres calles más allá, rumbo a la Universidad y al pasadizo de acceso a la clase que se indicaba en un mapa adjunto a la carta, que Mackenzie no estaba muy segura de entender. Se apareció a poca distancia de la Universidad y, al momento, notó que los efectos de la multijugos habían desaparecido por completo. Tomó un poco de aire y echó a andar, concentrada en un plan que había empezado a fraguar durante su veloz carrera. No, definitivamente, no. Acudiría a esa clase, pero no como Mackenzie Malfoy. Le daba demasiada vergüenza acudir a una clase de conocimientos. Podía tener sus propias razones, pero no estaba dispuesta a compartirlas con nadie. ¿Qué pensaría la gente si veían a la Vice-Ministra de Magia aparecer en una clase de la Universidad? Se suponía que era una erudita, no una vulgar estudiante. Sí, con la llegada de la Universidad, se pretendía que el acceso a estudios de postgrado resultara atractivo no sólo a magos novatos recién graduados, sino también a los más sabios y poderosos. Sin embargo, el cambio era muy reciente y las viejas costumbres, aún estaban muy arraigadas. No quería aparecer en El Profeta, como la Vice-Ministra que había tenido que volver al colegio. Por precaución, se había inscrito en la clase como Mackenzie Yellbridge y, afortunadamente, pocos conocían a la Vice-Ministra por ese nombre, aunque constara oficialmente registrado como suyo propio en el Ministerio de Magia. Sí, un nombre desconocido y un poco de metamorfomagia y nadie tendría porqué saber quién era ella. Volvía a estar vestida con sus tejanos y una sudadera vieja. Calzaba deportivas y su pelo castaño cobrizo estaba atado en una coleta. Con un aspecto tan informal, no sería fácil que la reconocieran. La mayoría de los magos y brujas estaban acostumbrados a verla formalmente vestida. Por si acaso, la metamorfomagia hizo su parte: su cabello se volvió negro como el azabache y se acortó hasta el cuello. Su coleta, ahora, apenas era un gracioso redondel que le llegaba hasta la nuca. Sus ojos cambiaron el matiz y el verde fue tornándose de un tono gris azulado. Seguía siendo alta y esbelta, pero la sudadera desdibujaba sus formas. Se miró en un espejo que portaba en la mochila y se dio cuenta de que parecía más joven, poco más que una adolescente. Sonrió, consciente de que no sería fácil que la reconocieran. Quizás sus más íntimos, acostumbrados ya a los cambios de aspecto propiciados por su habilidad metamorfomaga, pero no esperaba cruzarse a ninguno de sus íntimos por el aula de encantamientos. Cuando entró en la Universidad, no pudo evitar sobrecogerse. Había estado allí varias veces durante su creación, pero verla acabada y a punto para recibir a los estudiantes le hizo sentir una punzada de orgullo. ¡Era tan hermosa! ¡Tan colosal! Nada más cruzar las puertas de la muralla que la rodeaba, toda ella construida de un cálido adobe, a modo de las fortificaciones diseminadas por los desiertos árabes, sintió que el invierno inglés desaparecía y se sumergía en un vibrante verano oriental. El calor resultaba seco, a pesar de la brisa que le acariciaba el rostro, mezclada con minúsculos granos de la arena levantada del suelo. Sólo faltaba que se desatara una tormenta del desierto. Por si acaso, Mackenzie sacó un amplio pañuelo de la mochila y se envolvió la cabeza, protegiéndose el rostro. Avanzó hasta el lugar señalado, sin percatarse de lo tarde que era y de que probablemente el profesor se disgustara si llegaba con retraso a la clase, pero no podía por menos que detenerse a contemplar los palacios orientales, la gran biblioteca de Alejandría, las residencias de estudiantes situadas en albergues de una sola planta, construidos también con adobe y arcilla. La mayoría eran de planta cuadrada y tenían estanques y jardines orientales en el centro de la vivienda, rodeados de arcos apuntados con hermosas decoraciones florales. Alrededor del claustro que formaban los arcos, se diseminaban las habitaciones de los estudiantes. A Mackenzie no le extrañaba que aquellas residencias hubieran tenido tanto éxito, a pesar de que los alumnos con suficientes medios económicos podían arrendar una casa particular y hasta uno de los palacetes. Pero aquellos albergues estudiantiles eran una maravilla, todo lujo y comodidad, sin perder ni un ápice el exotismo oriental. Mackenzie tenía la sensación de encontrarse en el mismísimo Egipto y realmente, de una forma mágica, así era. Habían conseguido traer la Universidad a tierras británicas, preservándola piedra por piedra, incluso conservando el clima y las condiciones geográficas de aquellas latitudes tan lejanas. No le extrañó, en medio de aquel exotismo, que el pasadizo se iniciara en una pirámide. El profesor le había comunicado en la carta que había cinco obstáculos y la joven no tardó en adivinar el primero de ellos: No había puerta. Probó con un Dissendium, sabía desde sus tiempos en Hogwarts que solía servir para abrir puerta secretas. Y, efectivamente, allí estaba la puerta, en la base de la pirámide, pequeña e imperceptible entre los enormes bloques de piedra. Un Alohomora y la puerta se abrió con facilidad. Nada más entrar a la pirámide, la puerta se cerró tras ella y la oscuridad fue total. No se molestó en volver a abrirla, era más fácil encantar su propia varita añadiéndole luz. - ¡Lumus Máxima! La bruja casi estuvo a punto de gritar cuando tres momias con vendas desparejadas y bocas abiertas y putrefactas se lanzaron veloces contra ella y la tiraron del pañuelo que todavía llevaba cubriéndole la cabeza. No quedó mucho de él. - ¡Desmaius! Parecía que aquel pasadizo tenía sus secretos. El profesor no había querido ponérselo fácil. Dudó si sacar la varita de sauco, pero prefirió seguir con su más íntima, Solveig. Por muchos obstáculos que hubieran dispuesto en aquel pasadizo, Solveig bastaba y sobraba para todos ellos. Se apartó de las momias aturdidas y avanzó unos metros. No había recorrido mucho trecho, cuando escuchó un sonido inconfundible. Agua. Había una corriente de agua por allí cerca y no parecía, precisamente, un arroyuelo. El sonido se hizo más fuerte y Mackenzie no tuvo dudas de que una corriente de agua se aproximaba a gran velocidad hacia ella. A la luz de la varita, vio como la corriente de agua entraba en tropel por el pasadizo como un gigantesco surtidor que todo lo llenaba. - ¡Glacius! - Gritó sin pérdida de tiempo. El encantamiento surtió efecto, pero el problema ahora era una gigantesca masa de hielo que bloqueaba el pasadizo. No quería hacer volar aquella masa de hielo por los aires, así que usó algo más suave. - ¡Reducio! - Le aumentó la potencia con un poco de arqueomagia y a Mackenzie le costó poco trepar por la ahora reducida montaña de hielo. Le recordó sus escaladas muggles con Sebastian y sonrió complacida. Durante un buen rato el camino apareció despejado. Casi estaba por creer que los obstáculos se habían acabado cuando un zumbido la sobresaltó. No era exactamente un zumbido, más bien parecía un gracioso, pero pujante, tintinear. Y venía de arriba, justo encima de su cabeza. Alzó la cabeza. ¿Qué era aquello? Parecía fino y delgado y volaba en círculos encima de su cabeza. No tardó en comprobarlo cuando uno de aquellos objetos se le clavó en la mano con la que se protegía el rostro. ¡Agujas! ¡Eran agujas zumbates! - ¡Impervius! Avanzó deprisa, apartándose del enjambre de agujas. Ya no se fiaba. Mejor convocar a su patronus, no fuera a ser que lo siguiente que se encontrara fuese con alguna maldición egipcia. El pequeño pegaso de luz, casi una réplica de Enigma, su pegaso negro, apareció enseguida. Guiada por él, el resto del camino fue fácil. Por fin logró llegar a una puerta verde y, de ahí, al aula. No era exactamente como se la esperaba. Tal vez, acostumbrada a sus clases en la Escuela de Arqueomagia de Florencia, pensó inconscientemente que el aula de encantamientos sería un lugar parecido. Nada más lejos de la realidad. Curiosamente, tampoco era una estancia en la que se respirara el aire a nuevo que impregnaba toda la Universidad. Pupitres agrietados y manchas de humedad en las paredes eran indicios de un deterioro que Mackenzie no había esperado encontrar. Iba a murmurar una disculpa por su lamentable impuntualidad cuando se dio cuenta de que en la clase no había nadie, con la propia excepción del profesor, un joven rubio con unos llamativos ojos verdes y una incipiente barbita rasposa surcándole el mentón. Así que no era la única que se retrasaba, después de todo. Confirmó que no se había equivocado, realmente llegaba muy tarde a la clase. Esperaba que el profesor no se hubiera puesto de mal humor por la falta de puntualidad de todos sus alumnos. Y eso que tenía noticias de que eran unos cuantos. Extrañada, activó el detector que guardaba en su bolsillo. Como Vice-Ministra, estaba acostumbrada a llevar aparatos que le garantizaban su seguridad. Sus escoltas solían ser demasiado aburridos, para llevarlos siempre consigo. Notó que se activaba el encantamiento homenum revelio que el aparato llevaba incorporado y no detectó ninguna presencia en la clase, salvo la del profesor. Excelente -pensó- llegaba tardísimo, pero al menos, no era la última. - Hola, profesor -saludó la joven con una sonrisa. -Soy una de sus alumnas, la primera tardana que llega. Espero que disculpe el retraso, pero me costó seguir las indicaciones en esta nueva Universidad. ¡Es tan rara! ¿A qué necio se le habrá ocurrido traer Egipto a Inglaterra? Bueno, qué importa. El caso es que siento llegar una hora tarde, pero ya sabe lo que dicen, más vale tarde que nunca. En ese momento, la bruja interrumpió su verborrea, pues la puerta se abrió y varios alumnos comenzaron a entrar en la clase. Mackenzie suspiró aliviada, cuando el profesor apartó la mirada hacia los recién llegados. Al menos, si había que llevarse broncas por el retraso, todos se la llevarían a la vez, no le tocaría a ella aguantar el primer chaparrón. Mackenzie aprovechó la necesaria interrupción, para ir a sentarse a la primera fila. Cuando todos estuvieron dentro, el profesor se presentó y les dio la bienvenida. Genial, al menos por el momento, no habría bronca. Mackenzie levantó la mano cuando el profesor les indicó que se presentaran. - Bueno... ya que antes me lancé a hablar como una boba... pues eso, si no le importa, empiezo yo misma. Hablaba en una mezcla de lentitud y rapidez. Rápida con las palabras, lenta con las ideas. Esperaba parecer lo suficientemente boba -un poco de teatro, convenía a la situación-, después de todo. - Mi nombre es Mackenzie Yellbridge, acabo de llegar a Inglaterra de un viaje muy largo, ya me perdonará, todavía ando un poco desorientada. Ya sabe, trasládores, apariciones, autobús noctámbulo... en fin, ¡quién tuviera galeones para pagarse un viaje decente! Verá, -continuó, sin prisas, pero sin pausas- soy inglesa, pero después de terminar Hogwarts, hace dos años, me marché a Australia con unos parientes. Quería hacer un curso especial de magia aborigen y también estudiar las propiedades del pelo de canguro. ¿Sabía que puede usarse en filtros de amor? Bueno, el caso es que terminé con eso y aquí estoy. ¿Que porqué quiero cursar esta clase? -Continuó. Mucha palabrería junta ayudaría a dar la apariencia que pretendía. - Pues verá, me cansé de los filtros de amor. La realidad es que me sirvieron para poco, ¿sabe? Bueno, el caso es que ahora quiero probar con los encantos. Quizás pueda sacarles más partido que al pelo de canguro. Le dedicó una amplia sonrisa al profesor, sacada de su repertorio de sonrisas bobas e insulsas, pero afectuosas y amables. Además tenía que tomar un poco de aire antes de continuar. Hablar tanto sin decir nada, empezaba a parecerle una tarea agotadora. Todo fuera por su camuflaje. - ¿Los encantamientos? Los encantamientos son los rayitos de colores. ¡Son tan lindos! Hacen que la gente se ría o que las tazas bailen o que las cosas vuelen. Observó al profesor tratando de evaluar su reacción. Convenía que la catalogase de entrada como una necia total. Así su camuflaje estaría más seguro. Pero claro, tampoco quería ser suspendida vilmente y, después de todo, tenía interés en aquella clase, aunque no fuera un interés muy convencional. - ¡Ah! Pero supongo que usted pregunta, en realidad, por una definición más convencional, ¿verdad? Sí, me la sé, la tuve que repetir veinte veces hasta que se me quedó en esta cabeza mía -río lo más est****amente que pudo aparentar. - Vale, los encantamientos son un tipo de magia que trata de encantar objetos o personas, añadiéndoles propiedades, para que hagan cosas que no harían normalmente. Con un encantamiento no se alteran esencialmente las propiedades de lo encantado, pero aumentan o cambian esas propiedades. -Un poco de reiteración intencionada, contribuiría al espectáculo. - Le añades propiedades a algo, pero no cambias su estructura, al contrario que una transformación, que sí cambia la estructura molecular del objeto o de la persona. Pueden hacer que las personas se rían y bailen y también pueden hacer que las cosas se muevan, leviten o hablen. A menudo, los encantamientos son un cajón de sastre, pues se suele decir que todo lo que no es una transformación o una maldición, es un encantamiento. Esperaba haber parecido un loro repitiendo algo de memoria y sin mucho conocimiento de lo que habla. Apretó a Solveig entre sus manos, dispuesta a usarla según lo que indicara el profesor. Tenía también muy cerca la varita de sauco, pero estaba a buen resguardo debajo de su sudadera, nadie se percataría de ella. Iba a ser divertido utilizarla en una clase de encantamientos, aquella varita era muy buena en esa materia. Aunque, pensándolo bien, Solveig también lo era. - ¡Ah! Me queda una -añadió contando torpemente con los dedos. -Los hechizos que tuve que utilizar para llegar hasta aquí. Pues... a ver si me acuerdo de todo -torció el labio, como si le costara recordar y movió los labios en silencio lentamente, mientras repetía una extraña cuenta con los dedos. - La verdad que no sé si me acordaré de todos. Pero a ver, un Dissendium para descubrir la puerta secreta de la pirámide, un Alohomora para abrirla, -se señaló el tercer dedo-, Lumus Máxima para quitarme esa horrible oscuridad de encima -abrió mucho los ojos, como si de verdad le asustara la oscuridad-, Desmaius, para paralizar a las momias que querían matarme, Glacius para convertir en hielo una furibunda corriente de agua ¡que se me quería tragar! -Se llevó las manos al cuello, con gesto horrorizado. - Y también un Reducio para encoger la montaña de hielo que se formó y poder trepar por ella y luego un Impervius para quitarme de encima unas espantosas agujas que me iban a dejar marcas en la piel y finalmente convoqué a mi Patronus, porque me daban miedo los antiguos faraones y sus maldiciones oscuras. Mackenzie se quedó tocándose la yema del tercer dedo de la otra mano, había contado 8 hechizos, nada menos. Y esperaba haber dado la apariencia de tener dificultades hasta con esa mínima cuenta. Sonrió al profesor y abrió un poco la boca, con gesto est****o, como no sabiendo qué más decir.
  18. No te preocupes, dejemos las cosas como están respecto a los exámenes oficiales, no se trata de forzar las cosas, por supuesto. Síguelo haciendo en uno general porque me imagino que van a ser pocos roles por usuario. Sinceramente, me gustaría más uno por examen, pero he estado viendo los últimos exámenes de vuelo y aparición y me temo que si lo hiciéramos un topic por examen, se nos iban a quedar topics muy cojos de posteos. De todos modos, tenemos que darle una vuelta más a esos exámenes. Sí que me gustaría que en el futuro pudiera ser un topic por examen. Pero de esto mejor lo hablamos con calma por la oficina de directores. De momento, mejor seguir con un topic general. Sí, los posteos cuentan en todas partes, siempre que sean en subforos con contador de mensajes.
  19. http://i.imgur.com/IH0Ppkl.png Dicen que el dinero no da la felicidad, pero ayuda a encontrarla. La verdad, nunca creí que fuera cierto. No serán pocos los que achaquen esta creencia mía al hecho innegable de que he tenido de todo desde la cuna. Sí, muchos me dirían que no aprecio lo que tengo en todo lo que vale y, sin embargo, desde el fondo de mi corazón, sé que el dinero no da la felicidad ni ayuda a encontrarla. Antes al contrario, entorpece esa búsqueda, crea recodos y abruptos desfiladeros en el camino que lleva a ella, lo envuelve en espesas brumas y lo difumina entre las nieblas que rodean las palabras inalcanzables. Y aquí estoy yo, recorriendo mi particular camino de dagas, para llegar a mi bóveda de alta seguridad. Trasteros, las llaman también. ¡A saber porqué! No, no me lo puse fácil. En parte, por seguridad. Quizás el dinero y las posesiones no dan la felicidad ni ayudan a encontrarla, pero tampoco es prudente descuidar lo que uno se ha ganado, encontrado o heredado. Y en mi caso es mucho lo ganado, encontrado y heredado. Más aún, la bóveda de seguridad contiene reliquias y tesoros de gran valor para el conocimiento de la Magia Antigua que por nada del mundo desearía perder. Además, tampoco a otro cualquiera que se hiciera con ellas, le supondrían una mejora de su felicidad personal. Más bien, muchas de las cosas que allí guardo serían auténticos peligros para los profanos. Pero no cabe duda que la seguridad no es la única razón por la que... bueno.... hice lo que hice. Supongo que quería recordarme a mi misma mi particular creencia en torno al dinero, cada vez que recorriera este difícil camino. Abro las puertas de Gringotts y tomo aire, hasta lo más profundo del estómago. Sé que allí empieza todo. Un duende no tarda en alzar la cabeza, mirarme, y apresurarse a venir a atenderme, antes de que tenga que acercarme a ninguna ventanilla. Ser la Vice-Ministra de Magia tiene sus ventajas, al menos no te hacen esperar ni te empapelan con agotadores trámites. - Miss Malfoy, bienvenida. Supongo que viene a visitar sus bóvedas, ¿no es cierto? ¿Todo en orden con sus cuentas? ¿Va bien el negocios de Hight Flights? Este duende se olvida a menudo de que hace años que soy una mujer casada. No le contradigo y acepto con una sonrisa cordial el título de "Miss". En realidad, casi prefiero no recordar aquel accidente de mi vida. Tampoco me molesto en contestar sus otras preguntas. De sobras sabe él que mis cuentas estan en orden y que el negocio de Hight Flights va pésimo, pero no tengo intención de cerrarlo, ese negocio es la vida de Alfred y, aunque ese engreído piense que lo hago por mí misma y por jorobarle a él, lo cierto es que mi única razón para no cerrarlo es Alfred. - Sí, Olokguff, pero no he venido a visitar mis bóvedas normales, sino la otra -contesto en duendigonza. - ¿Se refiere a su cámara de alta seguridad? ¿La Bóveda 31.070? -También él me replica en duendigoza, pues sabe que manejo esa lengua. En su tono noto cierto miedo, pero lo dejo estar. - Así es, Olokguff. Sin más preámbulos, me doy la vuelta y me encamino hacia la escondida puerta que da a un pasillo lateral en el hall de Gringotts. Me quedo parada allí, decidida a enfrentarme a mi propia magia y a la de los duendes. Veo a Olokguff, que conoce lo que me espera, mover la cabeza a un lado y a otro. Me encojo de hombros. De sobras sé que nunca ha aprobado aquellos hechizos. Sin embargo, saca una enorme llave y me adelanta para abrir la pequeña puerta de madera de ébano, mientras pronuncia un secreto conjuro. Mi cámara de alta seguridad no se encuentra en los más profundos subterráneos de Gringotts. Se accede a ella desde este pasillo lateral del Hall, en un principio, reservado para uso exclusivo de los duendes. Allí guardan sus más preciadas reliquias y también las remesas de galeones dispuestas para enviar al Ministerio. Al contrario de lo que muchos creen, Gringotts no es más seguro cuanto más profundo. Todo depende del tipo de hechizos y maldiciones utilizadas como protección por los duendes. No puedo evitar una sonrisa al recordar cómo convencí a la cúpula del banco mágico para que me dejara disponer de una de sus cámaras más privadas para convertirla en mi propia cámara de seguridad. Aquel mismo pasillo está protegido por un encantamiento fidelio y nadie sabe quién es el guardián del secreto. En cualquier caso, yo lo conozco y Olokguff también. Por eso estamos ahí. A un lado y a otro varías puertas cerradas nos dan la bienvenida. Todas ellas parecen estar vivas y se retuercen y murmuran cuando pasamos. De algunas de ellas, surge una neblina gris de la ranura que pega al suelo. Cuanto más avanzamos, más lúgubre y estrecho se vuelve el pasillo. Al final, cuando llegamos a la puerta que nos interesa, Olokguff y yo ya no cabemos uno al lado del otro. Olokguff se adelanta frente a la puerta cerrada y pone la mano sobre un cuervo dibujado en las paredes de piedra. Le veo cerrar los ojos y concentrarse. Sé que está pronunciando el conjuro que librará a la puerta de su encantamiento de clausura. No, no es un alohomora, estamos hablando de duendes, no de chiquillos. La puerta se abre a un lugar indescriptible. La mejor manera de definirlo es como la Nada. Detrás de la puerta, no hay absolutamente nada. Sólo vacío. Sé lo que es aquel lugar y Olokguff también lo sabe: una estancia infinita. Un lugar fuera de los márgenes del tiempo y el espacio. La conocida sensación de vacío se apodera de mi estómago y siento ganas de vomitar. Miro a Olokguff preguntándome si él también siente lo mismo. Sé que si en ese momento diéramos un solo paso, nos perderíamos para siempre en una eternidad vacía y oscura. Olokguff me pide mi sello personal y le entrego mi anillo. Con gesto serio y circunspecto que no deja traslucir si también su estómago se siente torturado por la misma sensación de vértigo y nausea, estampa el sello sobre una cerradura mágica que hace aparecer de la nada con un giro de su mano. Un breve destello surge a nuestros pies y recorre la nada de la estancia infinita como un rayo. Un instante después, una fluorescente línea verde surca el vacío que nos rodea, en dirección a ninguna parte. Con cuidado, pues la delgada línea no mide más de 50 centímetros, doy un paso y luego otro. Con mucho cuidado, pues sé que un paso en falso, es la muerte en el mejor de los casos. En el peor... nadie sabe lo que ocurre cuando te pierdes en un lugar fuera de los márgenes del tiempo y el espacio. Puede que vagues eternamente entre el oscuro vacío de la nada o puede que... no, no voy a pensar en eso ahora. La sensación de mareo se intensifica mientras recorremos la delgada línea verde, atravesando la estancia infinita. Olokguff va delante, yo lo sigo a poca distancia. Me cuesta imaginarme cuánto tiempo estamos tardando en recorrerla. Es fácil perder la noción del tiempo en aquel lugar. Cuando por fin alcanzo a ver la puerta al otro lado de la línea verde no puedo evitar un suspiro de alivio, a pesar de que sé que lo que viene ahora es mucho peor que lo ya recorrido. Me despido de Olokguff, pidiéndole que me espere junto a la puerta. A partir de ahí, debo seguir sola. La quinta defensa no puede ser superada por nadie distinta de mi misma, ni siquiera por un duende. Me da la llave de la bóveda 31070, mi cámara de seguridad, y se gira para no ver lo que está a punto de ocurrir. Aunque sé que lo sabe y sé que lo desaprueba, también sé que sabe que, a partir de ahí, prefiero la soledad. La quinta defensa es un encantamiento de arqueomagia. Se basa en el poder de la mente para encerrar y esconder aquello que no quiere ser recordado. Esa misma fuerza fue la que conjuré el día que encanté el acceso a mi cámara de alta seguridad. Nadie puede encontrar ese acceso, nadie que no sea yo misma puede abrir esa puerta. Pero la única manera de que la puerta se me abra, es invocando aquel doloroso recuerdo que sirvió para esconderla. El encantamiento para encerrar y esconder lo que uno no quiere que sea encontrado y revelado se llama Olvido, pero como todos los encantamientos de arqueomagia, no basta con utilizar la varita. La mente debe estar dispuesta. Es más fácil concentrar la mente para pronunciar un Olvido que hacerlo para pronunciar su contra-hechizo, el encantamiento que desentierre lo que la mente se ha encargado de ocultar. Y mucho más peligroso, pues no siempre uno es lo suficientemente fuerte para recordar... - Memoria videre. Ut me videritis. Ya está, ya está hecho. Cuando abra los ojos... Un dolor intenso me sobrecoge en lo más profundo de mi alma. Y allí está él, abriendo la puerta encantada, justo en aquel momento, en que mis ojos se detienen en los suyos, tan negros y profundos como siempre. Respiro hondo, sé que es sólo un reflejo, aún así... La puerta da a una cámara de piedra, fría y gris, y una niebla parece surgir del suelo, pues apenas puedo ver mis pies, mientras camino con la vista fija al frente, sin pararme a pensar en el recuerdo que me acompaña, sabiendo que tendré que soportarlo hasta que alcance a estar dentro de mi cámara de seguridad. Como todos los recuerdos, éste es insidioso. Ha comenzado, esta vez, por las palabras dulces y los gestos tiernos, igual que entonces, cuando la persona que ahora veo claramente a mi lado, era mucho más que el reflejo de un recuerdo olvidado. Me habla de estrellas y de cielos lejanos, me habla de otros mundos, de dimensiones escondidas y perdidas. Tengo que hacer un gran esfuerzo por no escucharle, por no quedarme prendada de sus palabras como lo hice entonces, cuando aún confiaba en él, cuando la vida aún se vestía con colores brillantes. Sin pretenderlo, me paro a pensar en lo que vino después. Su traición, su deseo, sus mentiras, su violencia. En ese momento, quisiera volver a enterrar el recuerdo en lo más profundo de mi mente. Sería fácil, pues ya está allí. Pero no puedo hacerlo o mi cámara de seguridad quedará oculta también para mí. Ahí está, la sexta defensa. Ya no queda nada. Me pregunto qué acertijo tendrá hoy para mi la esfinge. Suele ser bastante inteligente y aguda y me gusta que me ponga a prueba cada vez que visito mi bóveda trastero. Es una defensa muy típica y de moda entre los magos más poderosos, pero me encantan las esfinges, no pude evitar poner una ahí. - Son dos hermanos que se devoran el uno al otro. Primero, el hermano devora a la hermana, se la traga, pero más tarde le devuelve la vida. Luego, la hermana devora al hermano y también más tarde le devuelve la vida. ¿Y tu, Mackenzie Malfoy, sabrás decirme quiénes son estos dos hermanos? - ¿Quieres ponérmelo fácil hoy? -Sonrío. Para una experta en Historia de la Magia, ese es un acertijo muy fácil.- El día, es el hermano. La noche, la hermana. La esfinge se aparta y me deja ver tres puertas. No siempre es la misma puerta la que conduce a mi bóveda. Eso depende del humor de la esfinge. Pero suele dejarme una pista que sólo yo sé interpretar. Si me equivocara, sería devuelta a a la estancia infinita y esta vez no habría línea verde para pasar al otro lado. Allí está, sé que no me he equivocado. Revelio, pronuncio, apuntando con mi varita a la puerta del centro. Nada más pronunciar el hechizo, mi cámara de alta seguridad y bóveda trastero se materializa ante mi vista. Un arco de media punta, envuelve la hermosa y amplia puerta rodeada de finas columnas con capiteles florales. Las hojas de la puerta, son de madera de caoba labrada con runas. Dos gárgolas con forma de dragón custodian la puerta y me saludan con un pequeño aleteo. En el centro de la puerta, un círculo con una estrella de cinco puntas se ilumina y, al instante, la puerta de mi bóveda trastero me abre el paso. _______________ ░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░ __________ ♔ Link al Perfil de Comprador MM: 256 ♛ Indice de Bienes ۩ Objetos Mágicos 〠 Pociones Mágicas ♞ Criaturas Mágicas ۞ Libros de Hechizos ♘ Poderes de Criaturas ♙ Consumibles en Batallas Fecha de próxima actualización: __________
  20. Sí, el proceso es automático, aunque no es menos cierto que para que el automatismo funcione los perfiles deben tener los datos bien puestos, porque al fin y al cabo, el cálculo de niveles y rangos sociales es una fórmula basada en esos datos. Así que a los modes sí que hay que hacerles monumentos porque hacen un gran trabajo para que los perfiles estén al día. Y no sólo a ellos, a cualquiera de los equipos que tienen que ver con cosas que cuentan para el nivel, academia, gringotts, concilio.... Todos tienen que hacer su parte para que al final las cosas estén actualizadas en el perfil y las matemáticas y la informática hagan el resto. Para que tengáis una idea más clara. Voy a hacer ahora mismo una actualización de niveles, ahora que ya tenemos los conocimientos eliminados y las medallas puestas, al menos los que lo hemos pedido. Dado que el magic mall ha estado cerrado y que no se han puesto en marcha todavía los cursos en la universidad, no es probable que los niveles hayan variado mucho, salvo por los efectos de galeones y posteos, principalmente. Autorevisaros vosotros mismos y si veis algo que no os cuadre, nos lo comunicáis. Así si hay que ajustar algo o corregir algún perfil, lo hacemos ahora, para que sea más fácil después, cuando todo ruede, actualizar diariamente. Lo que cuesta hacer la actualización.... pues desde que postee, hasta que edite este mismo posteo. Edito: Actualización de niveles y rangos sociales completada. Cualquier incidencia, nos la comunicáis.
  21. El código nuevo que voy a editar en el post 1, lo dejo aquí, que en el otro no cabe por las imágenes. http://i.imgur.com/Rr5LvgE.png http://i.imgur.com/trSZICC.png Datos Personales: http://i.imgur.com/wrhDIee.png Nombre del Personaje: Mackenzie Malfoyhttp://i.imgur.com/jgaufg5.png Sexo: Mujer Edad: Joven Nacionalidad: Inglesa Familias: Malfoy Padre(s) Sanguíneo(s): Crazy Malfoy y Mistify Malfoy. Padre(s) Adoptivos: -- Trabajo: Vice-Ministra de Magia http://i.imgur.com/trSZICC.png Poderes Mágicos: http://i.imgur.com/wrhDIee.png Rango Social: Órden de la Cruz Dorada Bando: Neutral Rango dentro del Bando: -- Nivel de poder mágico: 21 Puntos de poder en objetos: 60 Puntos de poder en criaturas: 1140 Habilidades mágicas: Animagia (Cobra Real) (Registrado. Ver apartado de Registros) Oclumancia (Ver apartado "Otros datos") Metamorfomagia Conocimientos Especiales: Historia de la Magia G Runas Antiguas G Cuidado de Criaturas Mágicas Defensa Contra las Artes Oscuras Primeros Auxilios Medallas: Transformaciones Conocimiento de Maldiciones Idiomas Aritmancia Pociones Astronomía Encantamientos Total Experiencia en medallas: 28000 Exp http://i.imgur.com/trSZICC.png Perfil del Personaje: http://i.imgur.com/wrhDIee.png Raza: Humanahttp://i.imgur.com/PLJqDLh.png Aspecto físico: Su rostro es ovalado y sus facciones suaves y armoniosas, produciendo una belleza elegante y serena. Es alta y delgada, con formas bien proporcionadas, pero no voluptuosas. Piel bronceada, ojos rasgados de color verde, nariz recta, boca generosa, de labios bien perfilados y sensuales. Cabello castaño, con mechas doradas y cobrizas, que recuerda mucho el color de un desierto de dunas al atardecer. Sin despreciar los tejanos y la ropa informal, tiene predilección por lás túnicas largas, de color gris perla, violeta o verde o, simplemente, negras. Cualidades psicológicas: Su personalidad es ambigua. Para muchos, Mackenzie es una persona reservada y distante, incluso fría. Otros, en cambio, ven en ella a una mujer entregada, apasionada y rebelde. Mackenzie puede parecer extrovertida un instante y, al siguiente, dar la impresión del más absoluto hermetismo. En lo que todos están de acuerdo, es en su indomable genio y en su carácter cambiante. Sin lugar a dudas, uno de los rasgos más diferenciadores de su personalidad es su capacidad para adaptarse a cualquier situación. Esta capacidad innata de mutabilidad y cambio, de adaptación a situaciones y personas, que ha estado también muy potenciada por sus constantes viajes, le ha servido para ser muy apreciada por sus dotes diplomáticas. Inteligente, culta y refinada, disfruta con los pequeños placeres y las reuniones sociales, aunque su verdadera pasión apenas es conocida por muchos magos de Ottery: la Arqueomagia. Quizás su pasión por la Arqueomagia haya sido el detonante de otro de sus rasgos de carácter más claro: su vocación por la investigación. Si a Mackenzie le preguntaran cómo se ve a sí misma, ante todo y sobre todo, más allá de sus obligaciones políticas actuales, a las que considera un mal necesario, ella se siente y se ve a sí misma como una investigadora. No se puede pasar por alto, tampoco, el amor que se siente por su padre, Crazy Malfoy, a quien profesa una enorme admiración y con quien tiene una singular afinidad. Tampoco se puede obviar la lealtad de Mackenzie hacia su familia. Su corazón es Malfoy y gran parte de lo mucho que Mackenzie se exige a sí misma, es por estar a la altura del apellido que ostenta. Historia: http://i.imgur.com/k0y2PSV.png Mackenzie es la primogénita de Crazy Malfoy, nacida de la unión de éste con Mistify Malfoy. Se crió entre algodones y caprichos, en el seno de una familia poderosa y rica. Mack, como solían llamarla sus padres y sus hermanos, era una niña consentida y mimada que nunca se conformaba con un "no". Inteligente y de carácter fuerte y prepotente, siempre estaba ideando travesuras y la forma de escapar indemne de ellas. Congenió mucho con un Ainé, una niña que pasaba grandes temporadas en la Mansión Malfoy y que tardaría años en descubrir que eran hermanas de padre. Se hicieron grandes amigas y compañeras de travesuras. La relación con Ainé fue, cuando menos, curiosa. Pues así como ella solía pasar temporadas en la Malfoy, también Mackenzie visitaba con frecuencia la Potter Black, en donde vivía Ainé. Podía pensarse que aquellos intercambios sólo eran fruto de la amistad que había surgido entre ellas, sin embargo, Mackenzie sospechaba que detrás de aquellas visitas estaban los borrones y quemazos en el viejo árbol genealógico de la familia Malfoy. Sea como sea, si Mackenzie llegó alguna vez a descubrir aquel secreto, poco importa ya, aunque recuerda con cariño a Antara Black, la madre de Ainé, a quien Mackenzie, desde muy niña y sin saber porqué, llamaba abuela. A pesar de ser auror -y de los quemazos en el árbol familiar- Mackenzie siempre ha considerado a la antigua líder auror como su abuela adoptiva y, cuando era pequeña, le gustaba airearlo, para disgusto de sus padres y, quizás, para provocarlos a que le dieran una respuesta decente a sus muchas dudas y preguntas, que jamás llegó. Desde niña, Mackenzie sueña ocasionalmente con un Dragón con el que puede comunicarse en sueños. Este dragón ha estado muy relacionado con los principales acontecimientos de su vida, como la aparición de Solveig, su varita mágica, el encuentro con los Yellbridge * en Italia, el nacimiento de su primera hija o su matrimonio. Uno de los recuerdos más agradables de la infancia de Mackenzie es cuando su padre le compró a Ignis Aestus Ferus (el calor abrasador del fuego) su colacuerno único a quien suele llamar simplemente "Fer". Tenía entonces 7 años, aunque era un regalo de mayoría de edad, así que su padre no se lo entregó hasta el día en que cumplió 18 años. Mackenzie nunca supo porqué su padre quiso comprar un regalo de mayoría de edad con tanta anticipación. Quizás fuese previsión, quizás dinero sobrante, quizás una forma de disfrutar él mismo un tiempo del dragón. Nunca le preocupó demasiado. Incluso llegó a pensar que su padre tenía celos de la devoción que Mackenzie sentía por aquel dragón especial que se aparecía en sus sueños y quiso darle una indicación clara a su hija para que dejara de creer en cuentos de hadas. ¡Quién sabe! Puede que sólo pretendiera hacerle un regalo de mayoría de edad digno de la primogénita de los Malfoy o tal vez sólo era una forma de decirle lo mucho que la quería. El caso es que apenas tenía 7 años, cuando el patriarca de los Malfoy la llevó a conocer Oriente Medio. No era el primer viaje al que se la llevaba, en realidad, a Crazy Malfoy le gustaba que su hija viera mundo desde pequeña y solía llevarla con él en sus viajes. En este en concreto, tras varios días de visitas a El Cairo, Luxor, Jordania y Bagdad, atravesaron el desierto de Arabia y llegaron a Riad. Fue en el palacete de un excéntrico jeque árabe, famoso mago y potentado petrolero, que cubría su cuerpo con una túnica blanca y su cabeza con una especie de velo coronado por lo que a la pequeña bruja le pareció un enorme "cero", donde Mackenzie vio por primera vez a Ignis Aestus Ferus, un dragón legendario, que fue suyo al cumplir 18 años. Estudió en Hogwarts, logrando altas calificaciones en TIMOS y EXTASIS. Durante un viaje a Italia con sus padres, Mackenzie conoció a Vivien y Percy Yellbridge *, dos arqueomagos que regentan una Escuela de Arqueomagia en Florencia. La bruja mostró, ya en ese momento, una habilidad innata para esta ciencia, considerada secreta por quienes la profesan. Es por ello que los Yellbridge pidieron a los Malfoy que dejaran viajar a Mackenzie a Italia durante los periodos de vacación escolar en Hogwarts, que, a veces, se prolongaban durante estadías más largas. Más adelante, tras acabar los estudios en Hogwarts, Mackenzie se matriculó en la Escuela de Arqueomagia de Florencia y pasó allí tres años de intensos estudios, combinados con viajes de investigación por todo el mundo. Sus conocimientos de Historia de la Magia, Runas Antiguas, Idiomas, Artes Oscuras, Maldiciones, Encantamientos, transformaciones y aritmancia son legendarios y muy valiosos en sus investigaciones. Los Yellbridge se convirtieron en sus tutores y maestros y la bruja, acostumbrada a viajar con ellos y a alternar con las más altas autoridades de todos los países, magos y muggles, empezó a ser conocida como Mackenzie Yellbridge. Durante esa época, conoció a Sebastian Crowld *, un peculiar y misterioso arqueomago que trasladó a la bruja su afición por la escalada muggle. http://i.imgur.com/e1wpVYF.jpgLa arqueomagia es la ciencia que estudia la magia antigua y los objetos y reliquias mágicas de la antigüedad. Es una ciencia increible y sorprendente cuyos secretos no resultan fácilmente comprensibles para la mayoría de los magos. Acostumbrados al estudio de la magia antigua y a rastrearla en recónditos yacimientos y poderosos objetos, los arqueomagos acaban por desarrollar una sincronicidad con determinadas fuerzas mágicas ancestrales, que perviven en los seres vivos y en las cosas. En Mackenzie, sin embargo, esa sincronicidad era innata y la facilidad para rastrear ese tipo de fuerzas de manera casual fue lo que llevó a los Yellbridge a fijarse en ella de niña. No todos los arqueomagos desarrollan esa capacidad de la misma manera. En Mackenzie, la conexión parece producirse mejor con determinadas fuerzas oscuras, como las que la llevaron a encontrar a Enigma, su pegaso negro, con quien la bruja mantiene una conexión especial y cuyos ojos tienen el mismo brillo violacéo que los Mackenzie cuando sincroniza con ese tipo de fuerzas. Algunos piensan que además de estudiar arqueomagia Mackenzie aprovechó su estancia en Italia para estudiar las artes oscuras de antiguos nigromantes y alquimistas y que sus viajes con Sebastian Crowld a recónditos lugares del planeta para practicar escalada muggle, no eran más que una pantalla para ir en busca de los más antiguos secretos de magia oscura. Adquirió un gran conocimiento de las artes oscuras durante ese tiempo, al igual que sobre magia antigua, maldiciones y encantamientos. A su regreso a Inglaterra, entró en la Marca Tenebrosa. Los aurores sospecharon de sus actividades mortífagas durante un tiempo, pero nunca pudieron llegar a descubrirla ni a plantear ningún cargo contra ella. Más adelante, tuvo que dejar la lucha activa, dado que corría un gran riesgo de ser descubierta y, dada su posición, la Marca consideró oportuno protegerla. De ahí que se le haya dado el status de mortífaga en vacaciones. http://i.imgur.com/8Vw8RGH.pngEn línea con su carácter caprichoso y rebelde, Mackenzie se casó con Boss, un auror que jamás fue aceptado por su familia como legítimo esposo. Tiene dos hijos gemelos, nacidos de ese matrimonio, Derek * y Sophie *. El primero ha adquirido los rasgos físicos de Boss, pero la afinididad por las artes oscuras de los Malfoy. En cambio Sophie, de cabello claro y ojos azules, se parece más a los Malfoy, pero nació bajo el signo del fenix. Además de Derek y Sophie, Mackenzie tiene otras dos hijas, que no concibió con Boss, Az y Mitsuki. Mitsuki nació cuando la bruja era apenas una adolescente, durante una estancia en Italia con los Yellbridge. Debido a circunstancias aún no aclaradas, Mitsuki fue declarada muerta a las pocas horas de nacer y Mackenzie así lo creyó y no volvió a verla ni a hablar de ella con nadie hasta que Mitsuki se inscribió en la Academia de Magia y Hechicería. Derek ha sido educado en la Fortaleza Tenebrosa por su padrino, Glenin Black y la pequeña Sophie pasó grandes temporadas con Lyra Katara Ryddleturn, por quien siente un afecto muy especial. No pasó mucho tiempo antes de que Mackenzie se desengañara de Boss, al que hoy en día considera un capricho de adolescente. El rápido ascenso de Mackenzie en el gobierno del mundo mágico no sorprendió a nadie. Estaba muy unida a su padre cuando éste se convirtió en Ministro de Magia. Desde muy joven, compartió con él la responsabilidad de ayudarle a gobernar y fue nombrada miembro del Wizengamot y Vice-Ministra de Magia. Los azares de su matrimonio, así como el nacimiento de los gemelos, la mantuvieron apartada de sus investigaciones en arqueomagia. No obstante, la bruja siempre pensó que las retomaría una vez criados los bebés, compaginándolas con su puesto en el Wizengamot y como Vice-Ministra de Magia. Y así fue. A pocos días de tomar posesión del cargo, algo ocurrió que la llevó a tomar una decisión drástica. Tras dejar a Sophie al cuidado de Katara y a Derek bajo la tutela de Alessandro, la bruja desapareció de la faz de la tierra. Los últimos rastros conocidos fueron un par de notas que sendas lechuzas entregaron a las matriarcas de la Ryddleturn y de la Potter Black, una rosa roja dejada en la mansión de su esposo y una bolsita con cenizas dejada en el castillo de los Black. Se dijo entonces que había utilizado la daga recortadora de recuerdos y que regaló casi todas sus pertenencias a su hija Mitsuki y a otros miembros de la familia. Se llegó a especular con su muerte, sin embargo, Mackenzie se las ingenió para tomar posesión del cargo y quedó oficialmente investida como Wizengamot, tras lo cual volvió a desaparecer. Durante meses vivió alejada de Londres, la mayor parte del tiempo la pasó en compañía de Sebastian, bien haciendo escalada muggle por las más altas y peligrosas cumbres del planeta, bien realizando investigaciones de arqueomagia en los principales yacimientos de los cascos polares. Actualmente, vive entre Florencia y Londres. Viaja constantemente para atender sus deberes como Vice-Ministra de Magia, que compagina con un trabajo de profesora en la Escuela de Arqueomagia de Florencia. Sin embargo, no le quedó más remedio que abandonar sus investigaciones y retornar a la política. Aunque no es lo que más le gusta, lo considera un deber. Fue educada para dirigir y gobernar, desde niña sabía que su destino estaría entre los más altos dignatarios, manejando los hilos del mundo. * Personajes inventados que no coinciden con usuarios presentes o pasados del foro. http://i.imgur.com/trSZICC.png Pertenencias http://i.imgur.com/wrhDIee.png Objeto mágico legendario: Varita de Sauco. Objetos mágicos: Objeto: Varita mágica Solveig Clasificación: AA Puntos: 20 Objeto: Daga recortadora de recuerdos Clasificación: AA Puntos: 20 Objeto: Anillo con un caducéo grabado Clasificación: AA Puntos: 20 Mascotas y criaturas mágicas: Criatura:Caballo Alado raza Aethonan (3) Clasificación: XX Puntos de poder: 60 Criatura: Caballo Alado raza Granian (1) Clasificación: XXX Puntos de poder: 40 Criatura: Caballo Alado raza Thestral (3) Clasificación: XXXX Puntos de poder: 240 Criatura: Caballo Alado raza Abraxan (3) Clasificación: XXXXX Puntos de poder: 480 Criatura: Caballo Alado raza Pegaso (1) Clasificación: XXXXX Puntos de poder: 160 Criatura: Colacuerno Húngaro (1) Clasificación: XXXXX Puntos: 160 Puntos Ver más sobre sus criaturas en el apartado de Otros Datos. Criaturas en la Reserva: -- Elfos: Hamilton: Es uno de los elfos más antiguos de la Mansión Malfoy. Es altanero, engreído, pedante, misógino y gay. Fiel hasta la médula a la sangre pura y, en especial, si es Malfoy, ve con recelo a los miembros adoptados de la familia. Para él, la única sangre pura que existe es la sangre Malfoy no mezclada. Armand, el indómito fantasma de la Mansión Malfoy, le tiene cierto respeto, quizás por esa fidelidad a la sangre. Hamilton cuidó desde pequeña a Mackenzie y considera que es la única de la familia que merece llevar el apellido Malfoy. De joven sirvió en el mismísimo Palacio de Buckimham, al servicio de una tía de la Reina de Inglaterra, antes de que aquella bruja donara al joven elfo a los Malfoy, en reconocimiento por ciertos servicios. A menudo, Hamilton se vanagloria relatando la historia de sus padres y se jacta de que su familia lleva ya generaciones sirviendo a la nobleza mágica europea. Sus padres sirvieron a Rasputín y se marcharon con él, cuando éste se traslado al palacio de los zares, Nicolás y Alejandra, en los años previos a la Revolución Rusa. Tiempo después, tras la muerte de Rasputín, y el asalto de los bolcheviques al palacio, que acabó con la ejecución del Zar, la Zarina y de todos sus hijos, la familia de Hamilton huyó a Francia y fueron acogidos en París por el Conde Saint Gilles, un mago muerto en extrañas circunstancias tras haber apoyado la causa de Grindewald. Fue allí donde nació Hamilton, al inicio de la segunda guerra muggle, cuando los alemanes invadieron Francia y Grindewald se hizo con una gran cuota de poder en el mundo mágico. Y de nuevo su familia tuvo que huir, tras el asesinato de Saint Gilles, esta vez a Inglaterra, pero una vez más, el destino guió a los elfos a la casa de una aristócrata, la tía de la Reina, quien poco después, lo donó a la familia Malfoy, donde el elfo echó raíces al punto de considerarse un miembro más de la familia y no uno de poca importancia. En su fuero interno, está convencido de que da más la talla de un Malfoy que muchos de los que llevan el apellido. Daría su vida por la familia, por la casa y por proteger el honor del apellido Malfoy. http://i.imgur.com/trSZICC.png Licencias, Tasas y Registros: http://i.imgur.com/wrhDIee.pnghttp://i.imgur.com/JoxmqLF.png Licencia de Aparición: Obtenida Licencia de Vuelo de Escoba: Obtenida Registro de Animagia: Consta inscrita en la Oficina Contra el Uso Indebido de la Magia, como animaga declarada. http://i28.tinypic.com/348t5le_th.jpg (Ampliar) Datos en el Registro de Animagos: Ver Entrevista y datos del animal en el que se transforma: Nombre Completo: Mackenzie Malfoy Yellbridge Animal en el que se transforma: Cobra Real o Cobra Reinahttp://i820.photobucket.com/albums/zz126/fee-absinthe/mackcopy.jpg Rasgos específicos del animal en el que se transforma: Este espécimen es la serpiente venenosa más grande del mundo y procede de Birmania. El ejemplar en el que me transformo mide 5 metros de altura. Es de color negro y tiene una forma delgada y elegante, con sinuosas vetas de un color verde oliva y pardas. Sus ojos deberían ser broncíneos, pero han adquirido una tonalidad violácea, al igual que los ojos de mi caballo volador y los míos propios en determinadas ocasiones. Foto bajo su forma animaga: Ver a la derecha el retrato realizado por Marius Malfoy de Mackenzie Malfoy y su transformación en Cobra Real. Otros Antecedentes que quiera aportar: Desarrollé la capacidad animagia cuando todavía estudiaba en Hogwarts, si bien entonces la transformación se producía en una cobra mucho más pequeña. Fue a raíz de mis estudios de arqueomagia en Florencia cuando la transformación adquirió su potencial actual. También la característica transformación de los ojos de la Cobra Real en la que me convierto se produjo por aquel entonces. Algunas anotaciones realizadas en el registro: De pequeña tenía terribles pesadillas. En esos sueños, yo era las fuerzas oscuras. Yo era el fuego maldito, las necrohands, el miedo irracional que sólo un káidan es capaz de invocar, el fuego negro, el rayo maldito.... a veces, en esos sueños, me transformaba en terribles criaturas. Casi nunca podía controlarlas y la mayor parte de las veces despertaba envuelta en sudor y tiritando. En ocasiones me despertaba en las mazmorras junto a Ares, el basilisco de los Malfoy y, entonces, no temblaba, ni sudaba. No sabía porqué, al igual que tampoco sabía cómo había llegado allí en sueños, pero el caso es que Ares era un bálsamo para aquellos sueños. Muchas veces, en lugar de retornar a mi habitación, me quedaba allí dormida, junto al basilisco. A veces oía hablar a mi padre desde su lugar secreto. Me parecía que hablaba con Ares y éste le contestaba, pero no podía entender sus palabras. Era un sonido envolvente, musical, mágico.... y, sin embargo, no podía entenderlo. Cuando empecé a estudiar en Hogwarts, descubrí, al poco tiempo, que mi padre debía hablar en pársel con Ares. Busqué por cien mil libros en la biblioteca, buscando alguna forma de aprender el lenguaje de las serpientes, hasta quedar convencida de que el pársel no se podía aprender, era una habilidad innata y muy infrecuente. Así que desheché la idea de aprender a hablar pársel. Si la habilidad no se había materializado ya en mi, quizás no lo hiciese nunca. Era muy buena estudiante y destacaba en la asignatura de transformaciones. Hice mil preguntas a los profesores y me leí todos los libros que había en la biblioteca de Hogwarts sobre los animagos. Quería convertirme en una serpiente. Deseaba entender aquellos sonidos, saber lo que mi padre le decía a Ares, lo que éste le respondía. Quería ser parte de aquella música, de aquel sonido envolvente que curaba todas mis pesadillas. En el tercer curso de Hogwarts conseguí realizar mi primera transformación animaga. Por entonces, me convertía en una cobra de un metro de largo. Era parda y tenía los ojos verdes. Mantuve mi habilidad en secreto y, de esta forma, muchas veces escuchaba a mi padre hablando en pársel sin que se diera cuenta. A veces hablaba con Ares y otras veces.... le gusta hablar sólo a veces, ¿sabes? Aprendí muchas cosas durante aquellas noches furtivas. Al tiempo, conocí a Viviana y Percival Yellbridge y comencé a estudiar la ciencia en la que, al acabar Hogwarts, me gradué. La arqueomagia. El conocimiento de la magia antigua me permitió comprender el sentido de aquellas pesadillas y me permitió, también, desarrollar la habilidad de la animagia. En la Escuela de Arqueomagia de Florencia, dejé de temer a las fuerzas oscuras y aprendí a controlar los elementos que las rigen. Un buen día descubrí que podía ser una criatura tan terrorífica como las de mis sueños y no tener miedo. http://i.imgur.com/trSZICC.png Otros Datos: http://i.imgur.com/wrhDIee.png Otros datos: Sobre la Oclumancia: Durante su infancia, no comprendía sus sueños y estos se tornaban en terribles pesadillas en las que la bruja se veía unida a fuerzas oscuras que no era capaz de determinar si la dominaban o era ella, por el contrario, quien las dominaba. Fue desarrollando un fuerte control mental, para evitar que esas fuerzas penetraran en su mente más allá de lo necesario y, con el tiempo, tras estudiar y comprender a fondo las Artes Oscuraas, esta habilidad se transformó en una gran capacidad oclumántica. Hobbies e intereses: Aficionada a la escalada muggle. Gran lectora y amante de los caballos alados. Regenta un Parque Natural en las montañas de Escocia llamado Hight Flights que es una conocida reserva natural de criaturas aladas de todo tipo. Sobre su varita Solveig: Costó mucho encontrar una varita para Mackenzie. Finalmente, su varita apareció una mañana debajo de su almohada, justo antes de ir de Hogwarts, tras haber tenido un sueño con un dragón, en el que éste le entregaba una varita fabricada a partir de los nervios de su propio corazón. Este dragón nunca se ha apartado de los sueños de Mackenzie. Solveig es de madera de acebo, es flexible y mide 27 cm. Patronus: Su patronus adopta la forma de un pegaso negro muy similar a Enigma, pero más pequeño. Historia de Enigma, su pegaso negro: Los pegasos no pueden ser domados a voluntad, sino que son ellos mismos quienes deciden convivir con algún mago o no y el mago no debe considerarlos nunca una pertenencia. Desarrollan con los magos a los que sirven una conexión especial, al punto de que es posible la recepción mutua de pensamientos, imágenes y emociones, ya sea del mago al pegaso o del pegaso al mago. Esta conexión es tan fuerte que, en el momento en que aceptan la compañía de un mago o bruja, adquirieren una característica física del propio mago, como símbolo de adhesión voluntaria al mismo. Enigma encontró a Mackenzie en lo alto de una cumbre, en las Montañas Blancas de Creta, mientras hacía escalada muggle con Sebastián Crowld. Más información sobre Enigma: Capa: Negro azabache, con un pelaje sumamente suave y brillante. Este color es otra rareza entre los pegasos, pues su color más habitual es el blanco o el gris. Iris: Ojos de color violeta. Altura: 1,75 metros hasta la cruz. Peso: 505 kilos. Edad: Desconocida (La primera vez que lo vi fue en las Montañas Blancas de Creta, en estado salvaje, cuando era un potro, así que probablemente tendrá unos 5 años). Velocidad máxima en vuelo: 100 km/hora a galope. Altura máxima en vuelo: 20.000 metros, si bien en un concurso de altura, Enigma llegó a traspasar la troposfera, adentrándose en la estratosfera. En realidad, nadie tiene muy claro qué altura máxima pueden llegar a alcanzar los pegasos. Alimentación que recibe: Pastos naturales. Lugar del mundo en dónde se puede encontrar: En todas partes y en ningún lugar (ver otros datos). Otros datos: Enigma es un pegaso, una criatura mítica de gran rareza, al punto de que no está catalogado en la mayoría de los libros sobre Animales Fantásticos. http://i.imgur.com/N1AjMxA.pngEstas criaturas han tomado su nombre de Pegaso, el caballo alado que, según la mitología, nació de la sangre derramada por Medusa cuando Perseo le cortó la cabeza. Dicho caballo alado fue propiedad de Perseo, el semidiós hijo de Dánae y Zeus, si bien éste no llegó a montarlo. Los pegasos no pueden ser domados a voluntad, sino que son ellos mismos quienes deciden convivir con algún mago o no y el mago no debe considerarlos nunca una pertenencia. Si hay algo que un pegaso no sacrificará, eso es su voluntad. Son fuertes como un Abraxan y veloces como un granian. Alcanzan alturas muy superiores a las de otros alados, incluso pudiendo rozar los límites de la troposfera terrestre. Se dice que pueden aparecerse y desaparecerse, si bien esta facultad no ha podido ser corroborada ni desmentida. Desarrollan con los magos a los que sirven una conexión especial, al punto de que es posible la recepción mutua de pensamientos, imágenes y emociones, ya sea del mago al pegaso o del pegaso al mago. Esta conexión es tan fuerte que, en el momento en que aceptan la compañía de un mago o bruja, adquirieren una característica física del propio mago, como símbolo de adhesión voluntaria al mismo. Los pegasos no suelen codearse con los humanos, pero en las raras ocasiones de asociaciones de magos y pegasos, son criaturas fieles hasta la muerte. Pueden vivir muchos más años que un caballo alado normal y alguna leyenda asegura que nunca llegan a morir del todo, sino que descansan en el antiguo Olimpo, a la espera de volver a ser invocados. Enigma me encontró en lo alto de una cumbre, en las Montañas Blancas de Creta, mientras hacía escalada muggle con Sebastián Crowld. Desde entonces, no nos hemos separado. Tenemos una conexión muy marcada, mucho más intensa de lo que suele ser habitual, lo que, probablemente, se deba a mi conexión con la arqueomagia, aunque dados los pocos estudios existentes sobre estas criaturas, incluso entre los arqueomagos, resulta difícil de precisar. Enigma tiene los ojos de un color violáceo intenso, característica que adquirió al conocerme, por asociación con el color en el que se transforma mi iris en determinadas circunstancias. Historia de Ignis Aestus Ferus, el colacuerno húngaro: Es un dragón enorme, de unos 10 metros de largo y unas 4 toneladas de peso. Su figura resulta imponente, pero al mismo tiempo mantiene una gracilidad señorial, especialmente durante el vuelo. Su cuerpo está cubierto de escamas negras y tiene dos cuernos en la cabeza de color broncíneo y varios pinchos a lo largo de la enorme cola, del mismo color. Sus ojos son amarillos y su llama alcanza más de 15 metros. En una de sus patas, tiene una extraña cicatriz en forma de círculo que según como se mira parece grabado con los símbolos cuneiformes de escritura de la antigua Babilonia. El carácter de la criatura es violento y caprichoso. Necesita un espacio de 120 kilómetros cuadrados para él sólo y se vuelve irascible en espacios pequeños o ante la presencia de otras criaturas voladoras. En determinados momentos puede alterarse mucho si no se le cumplen ciertos caprichos. Perteneció a Nerón, que llegó a nombrarlo Cónsul de Roma y gobernador de la Galia. No obstante, la historia de este peculiar dragón es aún más antigua, pues tuvo mucho que ver con Nabucodonosor y con el incendio que destruyó el Primer Templo de Jerusalén, el Templo de Salomón. Además de los incendios de Roma y Jerusalén, Ignis Aestus Ferus, cuyo nombre significa el calor abrasador del fuego, ha estado muy, pero muy relacionado, con otros incendios famosos como el que destruyó Londres en 1666. Más información sobre el Colacuerno Húngaro: Nombre de la criatura: Ignis Aestus Ferus Apodo: Fer La familia Malfoy se refiere a él, generalmente, por su apodo. Por alguna razón, al patriarca de los Malfoy el apodo le resulta gracioso. Raza: Dragón Colacuerno Húngaro http://i.imgur.com/SiremNC.pngDescripción de la criatura: Es un dragón enorme, de unos 10 metros de largo y unas 4 toneladas de peso. Su figura resulta imponente, pero al mismo tiempo mantiene una gracilidad señorial, especialmente durante el vuelo. Su cuerpo está cubierto de escamas negras y tiene dos cuernos en la cabeza de color broncíneo y varios pinchos a lo largo de la enorme cola, del mismo color. Sus ojos son amarillos y su llama alcanza más de 15 metros. En una de sus patas, tiene una extraña cicatriz en forma de círculo que según como se mira parece grabado con los símbolos cuneiformes de escritura de la antigua Babilonia. El carácter de la criatura es violento y caprichoso. Necesita un espacio de 120 kilómetros cuadrados para él sólo y se vuelve irascible en espacios pequeños o ante la presencia de otras criaturas voladoras. En determinados momentos puede alterarse mucho si no se le cumplen ciertos caprichos. Hace unos años, Mackenzie tuvo que organizar una representación de la ópera muggle Nabucodonosor de Verdi en los bosques que rodean a la Mansión Malfoy para que éste dejara en paz las granjas muggles de los alrededores, actitud que a punto estuvo de costarle a Mackenzie una denuncia por violar el Estatuto para el Secreto de la Magia. Dada la peligrosidad de la criatura y el hecho de que sólo obedece las órdenes de Mackenzie y Crazy Malfoy, y no siempre, la criatura vive en una zona muy poco transitada de los bosques que rodean la Mansión. Fuertemente protegida por el encantamiento Fidelius, para que nadie no autorizado pueda acercarse al dragón, la zona está rodeada de una leyenda negra entre los Malfoy. Ningún miembro de la familia, en su sano juicio, osaría a acercarse siquiera a las proximidades, pues desde pequeños son sabedores de que en ese lugar habita una fiera terrible. Alimentación que recibe: Su plato preferido son los humanos, aunque cuando no le es posible degustarlo, se alimenta también de cabras, ovejas y cualquier clase de ganado. Mackenzie mantiene un rebaño de ovejas para el alimento diario del dragón. Lugar del mundo en dónde se puede encontrar: La mansión Malfoy. Otros datos: El día que Mackenzie alcanzó la mayoría de edad, su padre, Crazy Malfoy, le sorprendió con un gran regalo. Él sabía de su gusto por los dragones, incluso había oído comentar a las mujeres de la casa que la niña solía soñar con uno y que incluso la misteriosa aparición de la varita de Mackenzie era fruto de la conexión con ese dragón. Quizás fuesen celos de la devoción que Mackenzie sentía por aquel dragón especial, quizás una indicación clara para que su hija dejara de creer en cuentos de hadas, puede ser que pretendiera hacerle un regalo de mayoría de edad digno de la primogénita de los Malfoy o tal vez sólo era una forma de decirle lo mucho que la quería. Probablemente, fueron todas esas razones al mismo tiempo las que llevaron al patriarca a regalarle un dragón de leyenda el día en que cumplió 18 años. Sin embargo, aquel regalo no fue una sorpresa para Mackenzie. Ella, al contrario que la mayoría de los Malfoy, conocía a aquel dragón y sabía, desde hacía muchos años, que un día sería suyo. Lo conoció durante uno de los muchos viajes en los que Mackenzie acompañaba de pequeña a su padre. Apenas tenía 7 años, cuando el patriarca de los Malfoy la llevó a conocer Oriente Medio. Tras varios días de visitas a El Cairo, Luxor, Jordania y Bagdad, atravesaron el desierto de Arabia y llegaron a Riad. Fue en el palacete de un excéntrico jeque árabe, famoso mago y potentado petrolero, que cubría su cuerpo con una túnica blanca y su cabeza con una especie de velo coronado por lo que a la pequeña bruja le pareció un enorme "cero", donde Mackenzie vio por primera vez a Ignis Aestus Ferus. Los ojos de padre e hija se iluminaron con un brillo especial cuando el jeque les narró la historia del dragón, cuyo nombre tenía un significado muy claro: el calor abrasador del fuego. - Perteneció a Nerón les comentó el árabe con una sonrisa típica del coleccionista que sabe que sólo esas palabras bastan para que el mundo codicie con ansia lo que sólo el posee. Y al ver el interés dibujado en los ojos de su auditorio, fue a buscar una pequeña caja de plata labrada de cuyo interior extrajo un antiguo manuscrito y se lo entregó al patriarca de los Malfoy. A los senadores de Roma: Yo, Claudio Nerón César Druso, César del Imperio Romano, declaro que es mi divina voluntad nombrar a Ignis Aestus Ferus, Cónsul de Roma y gobernador de la Galia. - ¿Al dragón? Mackenzie, que a pesar de su corta edad conocía a la perfección la historia muggle y mágica, se había quedado estupefacta. Su padre se limitó a mirar al mago árabe de forma impenetrable, mientras le devolvía el viejo pergamino. - Al contrario que su tío Calígula que logró otorgar a su caballo Incitatus el título de Cónsul de Bitinia, Nerón no tuvo éxito en su intento de convertir en Cónsul al dragón. Era un muggle demasiado peligroso y son muchos los que opinan que la comunidad mágica tuvo un papel protagonista en la preparación del golpe de estado que obligó a Nerón a suicidarse. > > El jeque volvió a sacar otro antiguo pergamino de la cajita de plata y, de nuevo, se lo tendió al patriarca de los Malfoy. Vimos cómo el César recorría Roma cabalgando a lomos del dragón. El loco lo había vestido con una toga y de su cuello pendía una gran cadena de oro que sostenía un medallón con el símbolo de Rómulo y Remo. Tocaba su lira y declamaba sus horrendas composiciones poéticas mientras miraba arder a Roma. Las enormes llamaradas que salían de las fauces del dragón incendiaron el Circo Máximo en pocos minutos y de allí continuaron extendiéndose por todo el sureste. El dragón bramaba furioso, ávido de fuego, incendiando todo lo que encontraba a su paso, mientras el César tocaba su lira y recitaba poesía. Ninguno de nosotros fue capaz de controlar a la bestia y el César logró salvarse gracias a los cuerpos de los cristianos que el dragón iba atrapando a su paso y que saciaron el hambre y la ferocidad de semejante criatura, durante los cinco días en que duró el incendio. Recomendamos a su excelencia que intervenga urgentemente en la política muggle y detenga ya de una vez la imparable carrera de asesinatos y excentricidades de este tirano. En cuanto al dragón, a pesar de su historia legendaria, es imposible de domar, por lo que recomendamos que sea sacrificado a la mayor brevedad. Aurelio Tito Vitilio Comunidad Mágica de Roma - No fue éste el único incendio en el que Ignus Aestes Ferus ha participado continuó hablando el jeque-. Supongo que han oído hablar del incendio que destruyó Londres en 1666. Los muggles se lo achacan a un panadero y los magos a una cría de galés verde, si bien ni unos ni otros tienen razón. Mackenzie y Crazy miraron hacia el lugar donde reposaba el dragón, un oasis excavado en pleno desierto, y el jeque árabe asintió. - ¡Ajá! Ignis Aestus Ferus es un dragón con un pasado muy oscuro. ¿O debería decir un pasado ardiente? Rió ante su propia gracia y Mackenzie vio cómo tenía que llevarse una mano a la cabeza para que el cero que sujetaba el velo no se escapara de su sitio. Ciertamente, su historia viene de muy antiguo, ya el propio Nerón se hizo con éste dragón por su terrible leyenda. En realidad, tendríamos que remontarnos a los tiempos de Nabucodonosor y al incendio que destruyó el Primer Templo de Jerusalén, el Templo de Salomón. Puede que fuera entonces la primera vez que Mackenzie decidió que estudiaría historia antigua. Miraba alternativamente al dragón, al árabe y a su padre con ojos como platos, sin poder salir de su asombro. - Claro que hubo otros incendios menos importantes, -siguió el árabe con tono despreocupado- como el del dirigible Hindemburg, ¿han oído hablar de él? Ignus Aestus Ferus se cruzó, casualmente, con el zeppelín en Nueva Jersey y no le gustó nada ver a otra criatura surcando el cielo, menos aún a una criatura tan fea y desconocida para el. Bastó una simple llamarada para acabar con él y con el insano uso de los dirigibles como medio aéreo para el transporte de pasajeros. Alhamdulillah. El árabe se llevó una mano al pecho en señal de gracias a su Dios y aspiró el humo del narguile que tenía delante. - Sin duda alguna, el hidrógeno que aquellos dirigibles utilizaban como combustible no tenía las ventajas del petróleo una sonrisa irónica se dibujó en el rostro de Crazy Malfoy. Una tos incómoda se apoderó del jeque, que decidió cambiar de tema. - Podría hablarles también del incendio de Chicago... - No es necesario. Crazy Malfoy se puso de pie y tomó la mano de su hija. -¿Cuánto? Mackenzie no pudo llegar a contar la descomunal suma de monedas de oro que su padre puso en las manos del jeque árabe, aunque tenían que ser muchas, muchísimas, a juzgar por el brillo de los ojos de éste, iluminados por el resplandor de las monedas. - Baraka Allah fik aquella fue la última de las innumerables expresiones de agradecimiento y bendición, con las que el árabe les obsequió mientras se despedía de ellos. Ya afuera observó como su padre dominaba, aunque no sin esfuerzo, a aquella bestia y la montaba con ella en brazos. - ¿Te gusta? Le preguntó su padre mientras surcaban el aire. - Mucho contestó la niña. - Es tu regalo de mayoría de edad. Mackenzie lo miró extrañada. - Papá, sólo tengo 7 años. - Entonces aún me quedan 11 años para poder disfrutarlo yo mismo. Luego será tu turno. A una señal del mago, el dragón dio un giro vertiginoso en el aire, dejando claro que no iba a perder un solo minuto de su propio turno para disfrutarlo. Cronología de cargos: OFF Rol: Administradora de los Foros de HarryLatino (Septiembre 2008 - Hasta la actualidad) Moderadora Global en los Foros de HarryLatino (Noviembre 2007 - Agosto 2008) Moderadora Zonal en los Foros de HarryLatino (Abril-Octubre 2007) Vidente en la Torre de Adivinición en HarryLatino.com (2006 - 2007) ON Rol: Vice-Ministra de Magia desde la creación del Ministerio hasta la actualidad Miembro del Wizengamot hasta su modificación con al implantación de la v3 Miembro de la Confederación de Warlocks desde la implantación de la v3 Miembro de la Marca Tenebrosa (2008-2009) alcanzando el rango de Mago Oscuro Otros méritos: Organizadora del Torneo del Dragón Dormido. Organizadora de los Mundiales de Quidditch. Organizadora de los HL-Awards. Co-Organizadora del Torneo de los Juegos del Hambre. Co-Creadora de las versiones v.1, v.2 y v.3 del Rol. Ganadora de tres ediciones del Concurso de Relatos. Organizadora del Concurso de Familias de 2009. Organizadora de 8 ediciones de galas de San Valentín, Halloween y Navidad. Fundadora del Club de Rol. Premios y reconocimientos: Premios Academia 2009: Excelencia Académica http://i50.tinypic.com/4trjio.gif Premios HL Awards 2010: Leyenda del Mejor Rol http://i31.tinypic.com/vpu78g.jpg Estatuilla || Blinkie || Certificado Mejor Administrador Estatuilla || Blinkie || Certificado Mejor Rol Estatuilla || Blinkie || Certificado || Certificado Mejor Miembro del Wizengamot http://i32.tinypic.com/2di1u7s.gif Estatuilla || Blinkie || Certificado Mejor Ficha de Personaje http://i29.tinypic.com/2vtd1sn.gif Estatuilla || Blinkie || Certificado Mejor Entrevista de El Quisquilloso (entrevistada) http://i27.tinypic.com/727kpg.gif Estatuilla || Blinkie || Certificado Premios del Bosque Prohibido 2012 El mejor rol del bosque 2012: "Historia de la Historia" Certificado || Estatuilla El mejor guión: "Historia de la Historia" Certificado || Estatuilla El mejor personaje de un rol (femenino): Zora, de "Historia de la Historia" (Mackenzie Malfoy) Certificado || Estatuilla El mejor personaje de un rol (masculino): El Rey de Uruk, de "Historia de la Historia", movido por Mackenzie Malfoy. Certificado || Estatuilla El mejor villano de un rol: Las Mujeres de la Noche, de "Historia de la Historia", movidas por Mackenzie Malfoy. Certificado || Estatuilla Premios del Bosque Prohibido 2013 El mejor rol del bosque (ya cerrado): Historia de la Historia Certificado || Certificado mini || Estatuilla Otros Premios Reconocimiento de adviento 2012: Por su dedicación al foro y el empeño que le brinda para seguir creciendo. Certificado || Diploma http://i.imgur.com/trSZICC.png Links de Interés Referentes al Personaje: http://i.imgur.com/wrhDIee.pnghttp://i.imgur.com/JoxmqLF.pnghttp://i.imgur.com/JoxmqLF.pnghttp://i.imgur.com/JoxmqLF.png Link al Perfil de Comprador MM: -- Link a Boveda Personal: http://www.harrylati...showtopic=72468 Link a Bóveda Trastera: -- Link a Boveda de Negocio: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/87651-boveda-negocio-high-flights-altos-vuelos/ Negocios activos: ^Hight Flights^ Registro || Topic de Rol Negocios cerrados: -- Link a Boveda Familiar 1: http://www.harrylati...showtopic=78526 Link a Bóveda Familiar 2: -- http://i30.photobucket.com/albums/c337/Tres_Changas_Locas/Alicia/mejorficha.png
  22. Hago actualización completa de ficha. Código anterior: No me deja subir el código nuevo completo por las imágenes. Aviso también que edito el perfil para ajustarlo a ficha.
  23. De nada^^ La experiencia no se refleja en ninguna parte, salvo en lo que se refiere a Medallas. Se calcula con una fórmula a partir de los otros datos que sí aparen en ficha y/o perfil. Lo que a ti se te reflejará es el Nivel Mágico y el Rango Social. Sobre cuándo pasará a computar la experiencia por aprender un conocimiento en la universidad, pues en el mismo momento en que te pongan el conocimiento nuevo en el perfil, una vez que termines el curso. Quizás decir en el mismo momento sea un poco exagerado, pero vamos, una vez que el conocimiento o una compra nueva o cualquier cosa que de experiencia haya sido reflejado en tu ficha/perfil, en cuanto le demos click para actualizar niveles (que lo haremos prácticamente a diario cuando empiece el juego a rodar), te aparecerá el Nivel que te corresponda. Si has subido de nivel, te lo computará. E igual con el rango social.
  24. Cómo se obtiene experiencia La experiencia que un personaje tiene en el juego viene determinada por la suma de experiencia que ha obtenido en distintas categorías del juego que van marcan su avance en el mismo. Estas categorías son: los posteos que hace, los galeones que tiene en su bóveda personal, los puntos que tiene acumulados por haber comprado objetos, pociones y criaturas en el Magic Mall, los conocimientos que ha aprendido, las habilidades que posee, los poderes aprendidos (libros de hechizos y poderes de criaturas) y un apartado adicional que son las medallas y que pueden conseguirse de muchas maneras: premios rolísticos, reconocimientos especiales, compensaciones, etc. No todos los apartados dan la misma experiencia. Por ejemplo, los posteos computan menos, a efectos de la experiencia, que poseer un conocimiento. La graduación se establece en función de lo que cada categoría aporta al avance del personaje. La idea es que cuanto más avance tu personaje en el juego se vaya haciendo más sabio y poderoso, en definitiva, con mayores habilidades mágicas y con cada escalón que suba tenga acceso a cosas aún más poderosas. En la siguiente tabla te resumimos la experiencia que da cada categoría y el máximo que se puede obtener de experiencia en cada categoría. Por ejemplo, en galeones, el máximo de experiencia que puedes obtener en ese apartado es de 50.000, que se corresponde con 250.000 G en bóveda (250.000 G x 0,2 exp = 50.000 exp). Si tienes 300.000 G en bóveda no te sumarán más experiencia que si tuvieras 250.000 G, que es el tope máximo establecido para los galeones. http://i.imgur.com/xvBVD6D.png Como puedes ver en esa tabla, el máximo de experiencia, actualmente, en juego es de 500.000 exp. Si un personaje llegara a superar ese tope, el nivel no le subiría, seguiría estando en el nivel máximo, que actualmente, es 50. Con el tiempo, cuando se haga una ampliación del juego, se pueden subir niveles por arriba implantando cosas nuevas que den experiencia. Por ejemplo, dentro de 1 año, por decir algo, cuando ya mucha gente haya llegado al nivel 50, se puede poner una experiencia en juego de 600.000 que se corresponda con 60 niveles y un nuevo rango social. Y para que los personajes puedan subir esos niveles, se pueden añadir habilidades nuevas o conocimientos u otro libro de hechizos o todo eso junto o algo nuevo en el juego que también aporte experiencia. Correspondencia de Experiencia, Niveles y Rango Social: Si os fijáis, cada 10.000 exp se sube de nivel. Sin embargo, en el Nivel 1, esto no es exacto, dado que la fórmula redondea a cero decimales, es decir convierte el resultado en un número entero, redondeándolo al número entero más próximo. La siguiente tabla os mostrará cuánta experiencia hace falta para subir cada nivel y a qué rango social corresponde cada nivel. http://i.imgur.com/9DVcNO1.png Fijaros que mientras un personaje no es graduado (Nivel 1 de la Academia) su rango social seguirá siendo Aprendiz, tenga el nivel que tenga. Ejemplos: Para clarificar cómo funciona la experiencia, a continuación vemos unos ejemplos. Éste es un caso de un personaje que tiene 7000 posteos, 125000 galeones en la bóveda personal, 2000 pùntos de criaturas, 1000 puntos de objetos, 4 conocimientos, 1 habilidad, el primer libro de hechizos y medallas que dan 8000 exp. http://i.imgur.com/EqyDYPi.png Fijaros como da igual en la fórmula tener 2 medallas de 4000 que 2 conocimientos que dan 4000 cada uno. En la siguiente tabla vemos el caso de un usuario que tiene Nivel 0 y, por tanto, no le sale la imagen de Nivel en el perfil. http://i.imgur.com/rW6G2pU.png En este otro caso, se ve cómo aunque el personaje ha alcanzado 10000 experiencia, el nivel le sube igualmente a 1, por el redondeo para convertir el nivel en un número entero. http://i.imgur.com/UKmZwnL.png Aquí podemos ver un caso en donde se han alcanzado los topes máximos de posteos y galeones. Veréis que no calcula la experiencia unitaria x los galeones o los posteos, sino que toma el tope máximo permitido en cada categoría. http://i.imgur.com/pIaEV68.png Por último, éste podría ser un ejemplo de un personaje de nivel alto. Pensad que se pueden llegar a sobrepasar los 500.000 de experiencia, a través de las medallas. Los libros de hechizos y las graduaciones de la academia dan medallas, al igual que los conocimientos y habilidades que se eliminen por el régimen transitorio, pero periódicamente habrá otras oportunidades para conseguir medallas. http://i.imgur.com/WEULL2o.png Qué experiencia nos computa realmente cuando compramos algo en el Magic Mall: Cuando compramos algo en la tienda, por un lado, entregamos galeones, por lo que nuestra experiencia baja, pero al mismo tiempo, lo que compramos nos reporta mucha experiencia. En la siguiente tabla podéis ver cuanta experiencia real se acumula con las compras. Esto no aplica cuando un usuario tiene alcanzado el tope máximo computable de galeones en bóveda, puesto que en ese caso, si después de comprar sigue en el tope máximo, la experiencia no le va a bajar en ese apartado y los puntos de criaturas y objetos le sumaran la experiencia íntegra, sin que le baje nada por los galeones gastados. http://i.imgur.com/pxhWiju.png Qué experiencia nos computa realmente cuando adquirimos conocimientos y habilidades: Podéis verlo en la siguiente tabla: http://i.imgur.com/E4Nt95z.png Qué experiencia nos computa realmente cuando adquirimos poderes: Los libros de hechizos y poderes de criaturas dan mucha experiencia, a pesar de su coste en galeones. Por un lado, nos suman 6000 exp por cada poder (en total son 12 poderes, 10 libros y 2 poderes de criaturas). Por otro lado, nos dan medallas. La siguiente tabla resume la experiencia que ganamos. http://i.imgur.com/d6HO10K.png Espero que os sirva y dedicado a Mia que hizo la sugerencia.
  25. Yo sólo me pregunto, por si quien me lee se quiere hacer la misma pregunta. Si la razón es que "se puede poner nervioso al estudiante", qué es más divertido, qué se ponga nervioso al estudiante o que no se le ponga nervioso? ¿Qué puede ocurrir si se le pone nervioso? ¿Desparticiones? ¿Tartamudeos? ¿ Locura pasajera? ¿Qué diga lo que no debe? ¿Que se aparezca en las Bahamas en lugar de en Londres? Y, por el contrario, ¿qué puede ocurrir si no se le pone nervioso? ¿Examen rapidito y sin complicaciones? ¿Dos posteos y a casa? ¿Una horica corta? xD ¿Y para qué? ¿Para que en mi ficha se ponga rápidamente que tengo aprobado el examen? ¿Y? ¿En qué me afecta eso? Por lo tanto, ¿qué preferís? ¿Un rol de dos posteos y a casa, soso, típico y sin demasiadas complicaciones, aunque ahora se le haya dado al examen un cierto aliciente por el tema de los dados, o bien un rol de algún posteo más pero con muchas más sorpresas y diversión? Esa es la pregunta que mi hago. Yo, como Sagitas, lo tengo claro xD Sea como sea, vayamos a lo rápido. Cualquier usuario puede abrir roles con la temática del subforo. Las salas para los exámenes de vuelo y aparición están a cargo del departamento de transportes. Los exámenes de vuelo y aparición son competencia del departamento de transportes. Respetad esa coherencia y sois tan libres como queráis de abrir los topics que creáis conveniente y de inventar las historias que os apetezcan. En definitiva, respondo a tu pregunta. Sí, pero que la historia respete la coherencia. Sé que a ti no te tengo que decir esto y tampoco quiero matar sorpresas con posibles tramas que se me ocurre que puedas estar pensando, pero no sé si se me va entender del todo bien por parte de todos los usuarios que me lean. Éste es el peligro de estas cosas xD Bueno, un ejemplo muy obvio, que creo que no matará demasiadas sorpresas: On rol, si alguien utiliza la sala de exámenes de vuelo sin autorización del departamento de transportes, eso es un delito. Ahora bien, ¿está permitido ser malo? Por supuesto, nos encanta que haya malos en nuestro rol. Pero sabed que estaréis roleando que sois malos y hacéis cosas malas xD Que nadie luego se queje si se le echan encima los del depa de transportes, la oficina del ministro, los inquisidores y hasta los aurores, que todo puede pasar, hasta que salgan en la prensa. Como nota off rol: que el título del topic se diferencie lo suficiente de los títulos que se ponen en los exámenes legales, para no liar demaisado a la peña xD Por cierto, aprovecho para decir que está visibilizado el módulo de medallas, así que ya se puede ir viendo cómo queda eso en los perfiles. Y que nadie se extrañe de mi perfil, que yo no tengo todavía nada editado ni me sube experiencia, pero a nivel de gráficos sí los he puesto todos los que tenemos ya hechos a modo de exposición durante unos días. Los créditos a Alicia, que es una artista. Edito: Vale Mía, haré un tuto sobre eso también. Gracias por la sugerencia.

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