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Mackenzie Malfoy

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Todo lo publicado por Mackenzie Malfoy

  1. Bueno, al final resulta que no era tan grave. Vamos bien, sólo es necesario corregir errores que obviamente se han cometido, pero el sistema puede funcionar. Como dije, mil caminos distintos podría habernos deparado el destino con sólo un par de cosas diferentes. Voy a opinar sobre vuestras sugerencias. En algún caso, me veo obligada a comentar sobre comentarios, aunque procuraré evitarlo. Sagitas: La sangre debería correr al río por los que fueron a molestar a tu face, mail y skype, pero no debería haber corrido ningún tipo de sangre al río por la clase en sí, porque vas bastante de acuerdo con los profesores y conmigo misma. ¿Que las cosas se salieron de lo que se pretendía? Sí. Sólo eso. Han habido posteos cortísimos, de los que dudo que lleguen a cinco líneas (en mi pc no llegaban, pero es que tengo una pantalla que parece una pista de aeropuerto, así que tengo que suponer que sí lo hacían). Tienes suerte de tener una pantalla así, pero sí, sí que llegaban en todos los casos a las 5 líneas. De todos modos, no importaría tanto la cantidad como la calidad. No necesariamente tocho = buen rol. Odio los roles largos que encima no aportan nada o que, creyendo que aportan, aburren hasta las piedras. No debería ser el debate cuántas líneas tiene un rol, sino cuán divertido fue ese rol. Así que mi opinión sobre los roles cortos es esa. El rol debe tener la extensión mínima suficiente para ser coherente y aportar al rol. Si además logra divertirme, se llevará mi aprecio y mi valoración extra. Y si además logran mantenerme la atención pendiente del posteo, a pesar de que sean varias páginas de word lo que tenga leer, entonces se lleva mi más profunda admiración. Pero tanto odio los roles cortitos que no aportan nada, como los grandes tochos que tampoco aportan nada. El tocho que no aporta puede tener, quizás, un plus de esfuerzo, lo mismo que el rol cortito que no aporta puede tener, quizás, un plus de táctica por usar bien un par de hechizos. Estoy contra los que creen que simulacro significaba entrar a matar así, sin más, y creo que hubo un gran error desde el principio, rolear el escenario de la sabana y abrir dos grupos en off, pero en on, nadie sabía nada. ¿Qué ocurre ahí? Que aunque yo sé lo que es un simulacro, mi personaje no sabe más que está en un lugar con mucho calor y que nos miramos unos a otros sin saber qué hacer. Sí, fue un error de partida. Motivado por las prisas y por pensar que las pautas podían darse después del posteo del Uzza. No hubo ninguna intención ni premeditación para que ocurriera lo que luego ocurrió. De ese error hemos tomado buena nota y trataremos de enmendarlo. Hemos tenido que rolear supuestamente lo que sucede porque el UZZA y los profesores se han olvidado de rolear lo que se esperaba en rol de nosotros. Y porque los roleros se han olvidado de rolear que preguntaban qué ocurría para que les contestaran los profesores y porque los roleros postearon también entradas que no aprovecharon para situar el rol. Y porque los roleros dieron por bueno el off y lo integraron tácitamente en un rol sin ni siquiera molestarse tampoco en justificarlo. Cuidado que aquí hay para todos. ¿No somos todos roleros expertos y con experiencias? Pues todos debimos haberlo hecho mejor. Además, ¿aquí nadie se ha dado cuenta de que a los profesores les afecta también esta prueba? Ellos aún tienen que vincular los libros, deben hacer la prueba igual que el resto para los Uzza se los vinculen. No estaban en una posición rolística fácil como para acharcarles a ellos la culpa de esto. No es un profesor que pueda hacer de master en un momento dado y arreglarlo todo de un plumazo, eran 6 profesores y se encontraban en una situación en la que, on rol, eran tan aspirantes como todos los demás. En 24 horas era complicado que 6 masters pudieran ponerse de acuerdo para corregir bien ese error inicial. Esto no va a pasar en otras clases, pero en ésta sí pasaba, porque a los profesores no se les ha regalado el libro, ellos también tienen que ganárselo. Así que, para claridad y coherencia rolística, daría más o menos una pauta a seguir antes de abrir el topic de "enseñanza práctica de hechizos del libro" Totalmente de acuerdo, como ya he explicado. ** apertura del topic por un UZZA, no sé quien es el que abrió el nuestro y reconozco que me conformé con los pocos datos que dio sobre sí mismo, sin ir al topic de fichas a informarme. Dejar claro ahí lo que los Uzzas guerreros esperan de estos ingleses incultos. Estoy de acuerdo. ** posteos de todos y cada uno de los profesores que dirijan un grupo, sea el mismo de la parte teórica o diferente, pero nombrando cada uno a su equipo de forma rolística (incluso ponernos un color en la frente, como en GLADIATOR, donde a los que que servían para luchar se les ponía una raya roja y a los que servían para morir, una raya amarilla, o algo así), dándonos reglas básicas para enfrentarnos al otro grupo porque es necesario probar in situ los hechizos nuevos integrados en un enfrentamiento. Los profes que sean, uno de cada bando o por otro criterio no creo que importe, ya que aquí son grupos mixtos de todo un poco que han de luchar contra otro mixto de todo un poco. Sí, ahora sí importa que haya parejas de profesores. Más adelante cuando los hechizos estén implantados, ya no hará falta y se podrá seguir las reglas de funcionamiento de la sección que hablan de que sólo habrá un profesor. En lo demás, estoy de acuerdo. ** exponer un motivo tal vez no tan... directo como el de "tú-mata-a-aquel". Se me ocurre que cada grupo tenga algo que el otro deba tomar, como cuando se estira de una cuerda y hay que coger un pañuelo, o como el de proteger un objeto o una bandera o algo que puede ser diferente en cada clase que se haga, para romper la monotonía. Estoy de acuerdo. ** que alguien (supongo que rolísticamente sólo el UZZA en cuestión podría hacerlo) se encargue de resucitar y devolver al caído en batalla de nuevo, mientras esté el topic de rol abierto. ¿Es que Gatiux se iba a quedar ahí sin poder practicar el libro porque se la habían cargado así sin más? Y mira que ella luchó, mis felicitaciones porque dice que hacía tiempo que no dueleaba y se atrevió a plantar cara ahí, sin más) No, obviamente no se iba a quedar y, de no haber posteado yo, habría posteado algún Uzza. De todos modos, lo dejaremos explicado en las reglas o en el manual de alguna forma, que no se trata de ir a matar a nadie o de sacar a nadie de la batalla antes de tiempo y que si alguien muere en el duelo, que sea resucitado por el Uzza. Al menos, en cuanto a lo que se refiera a batallas conjuntas o en la prueba final. En duelos no lo veo tan necesario, si finalmente retornamos para estas clases al sistema de duelos para practicar los hechizos, antes de la prueba final. ** que se hagan normas básicas que faciliten los duelos, ahora no se me ocurren pero estoy segura que aquí los duelistas, si no son estrictos, podrán encontrar normas que impidan que todos contra uno y uno sin poder defenderse de todos. Sí, somos un equipo, pero en el futuro, cuando usemos los poderes puede que los usemos con alguien más o como individuos solitarios, no sólo se usarán en batallas. Se me ocurre que, por ejemplo, y en función del número de alumnos, se impida atacar a una persona que ya esté herida si aún hay un miembro del equipo sin recibir nada de nada. Aquí ha sido claro como los duelistas se han atacado entre ellos y figuras como Sagitas, Heliké y otros estábamos allá chupándonos el dedo. Incluso un profe puede obligar a intervenir a uno de sus pupilos si ve que se escaquea y no está participando. Estoy de acuerdo con tu última sugerencia del párrafo: que se impida atacar a una persona que ya esté herida si aún hay un miembro del equipo sin recibir daños. Incluso un profe puede obligar a intervenir a uno de sus pupilos si ve que se escaquea y no está participando. Por lo demás, en el futuro, cuando usemos los hechizos, muchos los usarán sólo en roles, tanto los específicos de rol como los de rol y duelos. Otros los usarán en batallas, otros en duelos, otros en torneos otros en todas partes. La clase debe ser para todos y el libro debe explicarse en todas sus funciones, rol y duelos. ** sobre todo, el rol, la acción, el construir una aventura juntos. Que la parte técnica (dos hechizos en negrita remarcados y nombrar la persona a la que se va a atacar o de quien se defiende) no sirva de excusa para anular el rol del conjunto No entiendo esta sugerencia. Si lo que pides es cohrencia, en eso coincido. Si estás pidiendo que los hechizos no cuenten para nada, en eso no estoy de acuerdo. ** mayor corrección de los profesores (por cierto, se supone que ellos también saben ya esos poderes, ¿no?) en vivo y en directo, que si yo lanzo un rayo a alguien que tiene un avis por delante me griten, "no, no y no, ¿no ves que ya tenía una defensa delante y que no ha servido para nada?" Reconozco que es supone un mayor esfuerzo de los profesores para estar presentes, pero cualquiera podría corregir, no el de tu bando. Eso no sé si dejaría pie a que ellos también duelearan o sólo se pasearan por la zona controlando si lo hacemos bien o mal. Con esta sugerencia no estoy de acuerdo. Piensa que sólo serviría para complicar y confundir el rol. Sobre todo, si se habla de una batalla, ya no de un duelo y peor todavía cuando sea una batalla con mucha gente como lo era ésta. Verás, voy a usar el mismo ejemplo que tu has puesto. Imagina que llega un profesor y en ese caso concreto que dices, que me imagino se refiere al finite que lancé yo al Silencius que te había lanzado Yu a tí, llega un profesor y rolea lo que dices: "no, no y no, ¿no ves que ya tenía una defensa delante y que no ha servido para nada?" Pues sería un problema porque estaría corrigiendo mal. Un avis no puede tragarse ni parar efectos. Jamás podría haber parado el silencius. Lo único que haríamos con esa corrección a destiempo sería confundir a la gente. Durante el rol, sí que pedí que las correcciones y aclaraciones se rolearan a ser posible o se aclararan en off lo antes posible, pero un simulacro es algo mucho más complejo como para poder andar corrigiendo sobre las marcha. Es mejor dejarlo rodar, contestar las dudas que vayan surgiendo en el topic en off y al finalizar se puede decir lo que estuvo bien o lo que estuvo mal, para que todos podamos aprender. Por ejemplo, en el caso de mi finite, lo que estuvo mal no fue lo que dices, sino que el silencius de Yu estaba intercalado a tu segundo episkey, por tanto, tu acción ya había ocurrido y el finite se convertía en ocioso. A parte de eso, también estaba mal lo de las 2 horas que no lo cumplí en absoluto, pero más allá de las muchas reglas que incumplí a conciencia ayer, tenía un deseo incontrolable de rolear lo que roleé. Rolear que te quitaba un silencius de encima era muy interesante en aquel momento, puedes creerme. Hoy en cambio, no tengo ganas de rol. Se me han ido absolutamente todas. ** se me ocurre, ante lo de arriba, que se dijera, dos puntos menos por errar con un hechizo tan básico, o dos puntos más por usar muy bien remarcado ese hechizo del libro. Y, sobre todo, que morir o no morir no sea lo que genere el aprobar o suspender la asignatura. Que se salven siempre los que hayan perecido para que no se estanquen. Bueno, esto estoy de acuerdo, pero no creo que sea nada para modiificar o rectificar. Ya está en las reglas y ya está también en los criterios establecidos. Morir o vivir no tiene nada que ver con aprobar o suspender. Lo mismo con la exigencia, que dices más abajo. Incluso no permitiría que se tomase el siguiente libro hasta que hubiera un mes de descanso con el anterior, para relajarse de lo que es/ha sido seguir esta clase. Yo estoy extenuada. Así se haría un mes entero o más si es preciso, de clase, entre teoría y práctica, y no habría que correr en trámites de compra, aprobación, gringotts, moderación y petición del siguiente libro en la academia. Yo también estoy extenuada. Ya no sólo es si tomaré o no el siguiente libro sino si siquiera seguiré con lo que tengo entre manos ahora mismo. Pero el hecho de que tu o yo estemos extenuadas no debería ser óbice para que quien no lo esté y tenga ganas pueda seguir con las clases, ¿no crees? Leah No me voy a extender mucho, ya lo he dicho más arriba, pero coincido en que la cantidad de líneas no determina si un rol es bueno o no. A pesar de eso, yo creo que es obvio que ha habido muchos posteos de puro trámite para lanzar dos hechizos sin más en este simulacro. No todos, desde luego que no, pero sí que los ha habido. Por tanto, veo bien la sugerencia de aumentar calidad y coherencia y también veo bien la sugerencia de que el rol corto no se asocie a mal rol, porque no son sinónimos. Coincido en que no se debe echar tierra a los profesores, espero que no pienses que este topic es para eso. Hablar y querer mejorar no es echar tierra. Ver lo que opina la gente tampoco. Bastian Yo coincido en que las reglas son muy mejorables. Pero si tenemos esas reglas, con esas reglas hay que probar los poderes de duelos. Ya llegará la hora de poder meterles mano y mejorar las propias reglas. De todos modos, las reglas de la batalla sí son perfectamente simplificables. Sofia No sé de dónde ha salido esa confusión sobre de lo que trataba la clase, porque en ningún momento se ha engañado a nadie. En las reglas está dicho de qué van estas clases y cómo funcionan y lo que se valorará. Ahí están desde que se aprobó la reforma hace más de un año. Sobre tus sugerencias: 1. Especificar que dentro de la calificación o de la clase habrá duelos o simulacros o lo que sea y ya veremos como usuarios si hacemos a un lado nuestro disgusto y adquirimos los libros o pasamos de ello Las reglas lo vienen especificando desde hace 1 año. Como también especifican que el rol será una parte fundamental e imprescindible en estas clases. 2.Hacer tal vez, mas que una redada un duelo de maximo dos personas, se hace en las clases de duelo, uno contra otro, seria mas facil ver en que fallamos al usar los hechizos y no se tal vez "perderia el miedo" que dice Zack que tenemos Yo también voy en la línea de los duelos cara al futuro, sin perjuicio de que se haga una prueba final de otro tipo. Es lo que estaba inicialmente establecido, de todos modos. Aquí el problema era la cantidad de gente. 3. que se pida un minimo de lineas superior a las 5 de los asaltos normales, que den mas priorirdad a hacer un rol mas o menos real que solo lineas para justificar Como dije, para mi cantidad no es igual a calidad. Lo que se debe pedir es coherencia y aportar al rol, no líneas. Xell Siento que estés conmocionada por algo en lo que no has sido parte. Es lamentable, sí. Ojalá no te afecte para cuando lo seas. Esto no es un topic ni para dar apoyo ni para tirar tierra. Date cuenta que aquí no hay una única víctima y queda, sinceramente, fatal que vengas a apoyar a una sola de las víctimas. Perdón por decirlo, pero así me siento y así se sentirán los demás a quienes todo esto les ha afectado y los profesores que se han dejado los cuernos también en todo esto. No, probablemente no te vea el pelo. Ni a ti ni a nadie, sinceramente. Mis ganas están por los suelos. Las culpas que le echas a Zack sin saber nada de nada para juzgarlo, por favor, échamelas a mi, si no te importa. Y perdón si no vine a opinar antes y preferí dormir la siesta antes que andar por el foro, pero no soy fitipaldi, dormir suele ser necesario y contesto con bastante agilidad, a pesar de todo y de mi infinta flojera en estos momentos. No sé si tu posteo ayuda, pero sí, yo también lo espero. Ojalá se solucione todo. Y si no, que salga el sol por AndeQuiera. Yo estoy al límite de lo que puedo y deseo aguantar. Sally Sí, hubiera sido una buena idea para esta situación de tanta gente. De todos modos, algo así, aunque más simple, se viene diciendo en la oficina también sobre todo para terminar esta bendita clase.
  2. Lyra, no, imaginas mal. Te lo dije por el MP pero veo que no me leíste. No se trata de que si viven en la batalla, apruebas y si mueres, suspendes. Nunca se ha tratado de eso. El rol es importante, el saber usar el libro es importante, la coherencia debería ser importante y quien lanza hechizos sin ton ni son sólo para que vayan a parar a una lista interminable de hechizo lanzado, hechizo intercalado, no demuestra demasiado. Además, tal y como erróneamente (asumo mi culpa, pues es más mía que de nadie) hemos planteado las cosas en el simulacro, alguien puede morir en 3 posteos por más que haya hecho el mejor posteo de todo el topic en cuanto al uso de los hechizos del libro. Y ¿entonces qué? ¿tiene que abandonar el rol? ¿dejar de interactuar? ¿obligarla a ser inactiva durante el resto de la semana? No tiene sentido, cuando no se trata de vivir o morir sino de rolear y usar los poderes del libro. Sagitas, no sé quién ha sido el anónimo ni los otros que se han dedicado a echarte la culpa de algo que no la tienes en absoluto, pero tienen mi más absoluto desprecio y siento en el alma que su visión sea tan corta de miras y no se den cuenta de que se están echando piedras contra su propio tejado. No sé quiénes habéis sido, pero aparte de estar muy errados, os estáis cargando los duelos, que asumo que tanto os gustan. No, estos libros no se hicieron para los bandistas, erráis del todo los que pensáis así y os haría falta revisarlos bien, no vaya a ser que os llevéis una sorpresa en el momento que menos deseéis. Estos libros se hicieron para integrar el rol y los duelos, para fomentar el rol dentro de los duelos y para fomentar los duelos dentro de los roles. Estos libros se hicieron para que fueran usados por todos, bandistas y no bandistas. Estos libros se hicieron para darles poderes adicionales a todos los usuarios, con independencia de que estén en un bando y teniendo en cuenta que cuanto más Nivel tengas en el rol, con independencia de que estés en un bando o no, también tendrás más poderes. Los que pensáis que rol y duelos llevan caminos separados, erráis también. Centraros sólo en los hechizos, desposeerlos del rol y os encontraréis dentro de poco tiempo con un juego incapaz de actualizarse, incapaz de innovar, pero muy capaz de crispar a la gente que acaba por entender los duelos como algo que sólo sirve para atacar, ningunear y apartar. Los duelos sin el rol, tienen los días contados. Centraros sólo en el rol, desposeerlos de la gracia y el dinamismo que dan los hechizos, de la adrenalina de los duelos, de los poderes que pueden hacer que un rol "cuente", que sea ordenado y coherente, que pongan límites a lo que es razonable rolear por el perfil de los personajes, que ayuden a crear grupos, equipos y estrategias conjuntas; desposeer a los roles de todo eso y, a la postre, os encontraréis con un rol incoherente, soso y aburrido, donde cualquiera será superman, batman, spiderman, Merlín y Dumbledore aún tiempo, por no decir los dioses mismos del Olimpo, con todos sus superpoderes sin límite, incoherente, anodino y tedioso. Pero peor aún, os encontraréis con roles aislados, en áreas aisladas, sin capacidad para crecer ni enganchar a la gente por mucho tiempo. Tardará más que la otra vía, quizás, pero también será más drástico que la otra vía, porque el rol sin duelos acabaría con muchas más cosas que los duelos sin rol. El propio foro, mismamente. Así que sí, Sagitas, no te equivocas. Estos libros se hicieron para integrar rol y duelos, pero recuerda que en ese tandem, tanto monta, monta tanto. La idea no era que los duelistas los utilizaran en sus acotados lugares y los roleros los utilizaran en sus villas protegidas, la idea era unir, integrar. La idea es que surgieran tramas que pudieran ser dinamizadas por hechizos en cualquier lugar, en cualquier momento, así fuese en el ministerio o en una familia o en un negocio o en una redada o en un asaltos o en una captura o en las cien mil maneras nuevas y diferentes en las que rol-duelos integrados podrían llegar a evolucionar para mejorar el rol. Y sí, esto exigía mucho de estas clases. Era necesario que rol y duelos comenzaran a integrarse bien, que tanto rolistas como duelistas vieran en los poderes de los libros un punto de unión. Coincido en que el simulacro no nos ha salido muy bien, pero pensad que hablamos de 24 horas y que el resto de la clase, con sus fallos y sus cosas a mejorar, en general, no ha ido tan mal. Desde el principio asumimos el riesgo de equivocarnos y precisamente porque estas clases eran importantes no se hizo una implantación de golpe como en tiempos ocurrió con conocimientos, sino que esta parte la hemos planteado como beta. Asociado a cualquier beta está el hecho de que los usuarios que testean opinen sobre lo testeado, pues la idea es esa, rediseñar, rectificar y mejorar a través de la experiencia de todos. Por supuesto que sería muy bueno que aportarais vuestras sugerencias. No me parece mala idea del topic, pero de alguna forma este topic ya cumple esa función. Durante la primera fase de la clase, queríamos evitar pms para que todas las dudas y sugerencias de esta beta vinieran por aquí y todos nos enteráramos a la vez de todo. En la segunda fase se plantearon los pms por estrategia y eso fue un error, lo reconozco. Deberíamos haber hablado por aquí, donde estaba toda la clase. Creo que no era la intención ni de los profesores ni de administración que este simulacro se convirtiera en un topic de asalto/redada al uso normal. La idea era hacer una batalla entre dos equipos pero dentro de una trama de rol. Y la primera responsable de que no haya sido así soy yo, no porque pretendiera otra cosa, sino porque me equivoqué en la forma de diseñar las cosas para llegar a lo que quería. No hay que echar las culpas a nadie, pero menos que a nadie a los profesores. Las cosas se hacen con la mejor intención, pero veces no salen como uno quiere que salgan. Lo que hay que hacer es rectificar, aprender y seguir intentándolo. Que todo esto se haya salido de madres y provocado tanta crispación, no dice mucho bueno de nadie. Seguramente, hubiera habido mil caminos temporables posibles en los que, una acción de alguien, hecha de otro modo, habría evitado toda esta crispación, pero lamentablemente, no ha sido ese el camino elegido por el destino xD Por algo será, a la postre y al cabo, aquí estamos. Antes de que deis vuestras opiniones, sugerencias y os expreséis de la forma que queráis, quiero aclarar las bases de esta clase para que todo el mundo tenga claro lo que se pretende. Veo mucha confusión que incluso me extraña, porque hay cosas que sí estaban claras desde un principio. Luego sí, me parecerá genial que entre todos logremos encontrar el mejor camino para que estas clases sean atractivas, interesantes y aporten al rol de los usuarios. La primera cosa que quiero aclarar es que estos libros tienen poderes para rol y poderes para duelos. Desde el principio, la idea para estas clases era la siguiente: - Un rol donde se pudieran probar todos los hechizos (tanto los generales para rol y duelos, como los específicos para sólo rol). - Un duelo en donde se fuera asimilando el funcionamiento de los hechizos para duelos y se los hiciera interactuar con otras listas de hechizos ya existentes, para comprender la forma en que unos hechizos afectan a otros. - Una prueba final, de tipo batalla rolística que al final llevara al rol de vinculación del libro. Todo esto está explicado en el funcionamiento de esta sección de la Universidad, donde en todo momento se deja claro que en estas clases el rol es tan importante como los propios hechizos. Por otro lado, no se establecen diferencias entre los libros primeros y los que dan los últimos, salvo porque para evitar tantas cuentas organizativas, los primeros libros los daban profesores y los de más nivel los Uzza. Este esquema previsto se rompió para la beta por dos motivos: 1) Los hechizos no estaban probados en la práctica. Iba a ser la primera vez que se probaran y convenía que hubiera dos profesores, uno por bando, porque a pesar de que esto no sea de bandos, si se ponía un único profesor, corríamos el riesgo de que los hechizos de los libros nacieran desbalanceados por la propia visión subjetiva que cualquier que diera la clase en primer lugar les imprimiera. 2) Había muchos inscritos y no queríamos dejar a nadie fuera, pero resultaba complicado adaptarnos a este esquema en una clase con tanta gente. Al ser una beta y al haber tanta gente, decidimos centrarlo a un rol en donde se utilizaran los poderes y luego en una batalla rolística en la que, siguiendo una trama, pudieran probarse los hechizos de duelo en una batalla, porque sin esta fase, todos nos quedaríamos cojos en cuanto al aprendizaje de los libros. La segunda cosa que quiero dejar clara es que yo insistí en que tenía que haber batallas reales y me reafirmo en ello. Bien entendido que por batallas reales no me refiero a batallas tipo asaltos/redadas sin rol y al uso de lo habitual, sino que me refiero a batallas en las que, siendo el rol algo absolutamente fundamental, se utilicen las reglas de asaltos y duelos y todas las listas de hechizos, dando prioridad, por supuesto a los hechizos de los libros. En definitiva, el objetivo de esta "batalla real" ya se un duelo o un simulacro o lo que sea, es que, dentro de una trama de rol, los hechizos de duelos sean utilizados con las reglas que les aplican normalmente y junto a los hechizos con los que, en la realidad, tendrán que interactuar. No se puede aprender de verdad unos poderes que sirvan para duelos y asaltos y cualquier otro tipo de batallas si esos hechizos no se utilizan con las reglas de una batalla. Si sólo los relegamos al rol, los ninguneamos y los desvalorizamos, porque los poderes para duelos, además de para el rol cuentan también en duelos. Por tanto, hay que aprender a manejarlos. Me reafirmo en esta parte. Creo que es importante que estos poderes se prueben todos ellos en toda su extensión y con todas sus aplicaciones y eso hace imprescindible utilizar, en algún momento, las reglas de asaltos y duelos. Y por último, la tercera cosa que quiero dejar clara, antes de que empecéis a opinar, aunque pienso que esta parte sí ha quedado medianamente clara, es que los libros son un poder importante e implican mucho en el perfil y la experiencia del mago/bruja. En estas clases se va a exigir compromiso e implicación en el rol. No basta con hacer cuatro o cinco posteos de trámite y decir, ya he cumplido, así que me voy. Tanto en habilidades como en libros se va a exigir. Aclarado esto, ¿cuál es para vosotros la mejor forma de hacer estas clases?
  3. Nunca comprendería a los ingleses. Cuanto más observaba la batalla, menos cosas comprendía. Miró a Badru a lo lejos, deseando con toda su alma que hiciera algo, pero Badru se limitaba a sonreir mirando como se desarrollaban los acontecimientos, sin intervenir. Nunca le había caído bien aquel Guerrero, por más que intentara disimularlo, su Honor no estaba del todo en orden. Quizás fuera por la confusión que sentía o por el enfado que ya empezaba a despertarse dentro de ella, pero en honor a la verdad, no era la primera vez que tenía aquella impresión de Badru. Fuera como fuese, tal vez estaba siendo injusta con él, pero Asuhr estaba ya cansada de un expectáculo que distaba mucho de ser honorable. ¿Qué pretendían aquellos aspirantes? Pelear bravamente, era honorable. Dejar tirado a un contrincante que no era tu enemigo atado con unas cuerdas, sangrando copiosamente y sin su varita, era todo lo contrario. Al oponente caído había que tenderle la mano, felicitarle por lo bien que hubiese peleado, remarcarle sus aciertos y ayudarle a recuperar honor. Ni siquiera Badru había curado a Gatiux ni la había retirado de la batalla, lo que quería decir que, incluso en su precario estado, quería exigirle que siguiera luchando. Asuhr sabía que había tiempo de sobras para que alguien se acercara a curarla, pero no podía soportar verla ahí tirada sin que nadie de los presentes se preocupara por su estado. No podía consentir que tal deshonor cayera también sobre ella. Si esa era la prueba, más allá de saber utilizar el libro que se le iba a vincular, acertaría con lo que ya había decido hacer. Si no lo era... bien, su Honor era antes que nada. Corrió hacia la chica de cabello violeta, casi la única con cuyas acciones se había sentido identificada cuando estaban en la selva. Las aves que había conjurado para que la protegieran aún la seguían. - Curación - Pensó apuntando a Gatiux, sabiendo que aquel conjuro la dejaría sin la energía necesaria para volverlo a pronunciar otra vez, pero consciente de que lograría reponerla lo suficiente. Ahora necesitaba una varita, pero no tenía ninguna que estuviera segura que se adaptaría a la bruja. Ya que había gastado la energía que le permitiría volver a usar la Curación, Asuhr decidió crearse alguna defensa adicional. - Morphos -pronunció apuntando a una roca de suficiente tamaño, que al momento tomó la forma de un guepardo de colmillos afilados y poderosas garras. El se encargaría de protegerla junto con las aves que todavía volaban a su alrededor. Al menos de momento. - Evanesco -apuntó a la cuerda que amordazaba la boca de Gatiux. -Vamos, levántate, no sé qué pretende Badru, pero no me fío. Algo raro está pasando.
  4. La señal no había llegado. La batalla estaba avanzada y Asuhr llevaba ya cierto tiempo observándola, pero aún no sabía en qué bando debía luchar. No solía preguntarse por las órdenes de sus Maestros. Todos habían demostrado suficiente sabiduría como para poder confiar en que, cualquier reto o prueba que propusieran, tendría un sentido, un fin. Después de todo, y antes que nada, estaba el Código de Honor. No era la primera vez que Asuhr se enfrentaba a pruebas que, al principio, no lograba desentrañar. A menudo, los maestros exigían algo más que saber utilizar el Conocimiento. La Sabiduría, los Códigos y el Honor eran esenciales en el aprendizaje de cualquier Guerrero Uzza. La joven Uzza no lograba adivinar lo que de ella se esperaba. Elvis y Hades no le habían indicado qué hacer y, verlos efrentados, implicaba que no podía determinar con cuál de los dos Maestros debería luchar. Badru tampoco había dicho nada. Y en cualquier caso, Badru no era su Maestro. Sería un Guerrero Uzza pero no era el Maestro de Asuhr. Si se equivocaba, que viniera Rasori en persona a castigarla. Aprovechó el rato que estaba allí agazapada para invocar alguna protección, no fuera a ser que alguien la atacara, antes de que pudiera entender lo que tenía que hacer. Ya no se fiaba de su interpretación inicial, había tantos hechizos yendo de un lado para otro que bien pudiera ser que aquella prueba consistiera en una especie de todos contra todos. O peor aún, que los Guerreros Uzza se hubieran empeñado en exigirles alguna demostración adicional de honor, además de obligarles a utilizar los hechizos. Fuera como fuera, Asuhr decidió observar y protegerse mientras tanto. - Avis. Al momento la invocación tuvo lugar y unas aves lo suficientemente grandes y hermosas surgieron para proteger a la joven Uzza de cualquier ataque de alguno de sus antiguos compañeros o alguno de los desconocidos. ¡A saber! Una mujer que Asuhr no conocía acababa de silenciar a Sagitas. No es que Asuhr creyera que un poco de silencio le iría mal a la bruja de cabello violeta, pero a pesar de su última recriminación cuando aún estaban en la selva, a la joven Uzza le había caído bien y gracias a ella se había enterado de cosas sobre los ingleses. Algunas aún no las terminaba de comprender, pero había sido un gesto por su parte. Había honor en ella, por más equivocada que estuviera. - Finite incantatem -Asuhr apuntó hacia Sagitas- Habla todo lo que quieras, me gusta cuando no callas, aunque intenta no echarme en cara que quiera pelear contra indígenas que me quieren matar, ¿eh?
  5. Asuhr no entendía nada. Aquellos ingleses estaban absolutamente locos. No entendía porqué el Maestro Hades no iba a poder utilizar algún que otro truco para poner a prueba a sus aprendices. Rasori lo había hecho con ella muchas veces y nunca se le había ocurrido protestar. Al contrario, siempre le exigía mayores retos que pusieran a prueba sus capacidades. Tampoco entendía que se pusieran a jugar con criaturas que no podían controlar o que una batalla pudiera acabar convertida en una boda. Si aún hubiera sido una boda obligada, tal vez podría llegar a entenderse. ¿Pero consentida? ¿De verdad Sagitas se habría casado con aquel indígena? Aún no podía creerlo. O que la recriminaran a ella y a Gatiux querer pelear. ¿Acaso no se trataba de eso? Locos de remate. Al final, todo se había salido de control y una de sus compañeras había sido malherida por algo mucho peor que el rasguño de un dardo indígena. Asuhr se alegraba de la rápida intervención de Elvis y Anne, pues no podía evitar sentirse un poco culpable por su discusión anterior con Catherine. Y de pronto, Badru apareció en medio de todo aquello, en el momento más inesperado. Su presencia imponente, una sola palabra y el gesto de su mano, que señalaba el portal que acababa de abrir en medio de la selva, habría bastado para que todo el grupo obedeciera sin hacer preguntas, sin dar un paso atrás. Aún así, Elvis les conminó a darse prisa, probablemente tratando de aprovechar la confusión que la aparición del Guerrero Uzza habría provocado en los indígenas para lograr que todos salieran intactos de allí. Todavía estaba algo confundida con aquellos ingleses como para echarse a correr, por lo que no pudo evitar quedarse rezagada. había decidido que era mejor pensar despacio y actuar despacio, hasta que pudiera tener más información para entender sus actos. Cuando se acercó al Guerrero Uzza que mantenía el portal, Mackenzie estaba a su lado y casi todos habían cruzado ya el portal. - Hola Badru, parece que esta mañana se te comió la lengua el gato. ¿Qué te dieron para desayunar? ¿Gachas con veneno de doxy? Pensaba que los ingleses se desayunaban con diamantes todos los días -Comentó Asuhr con sarcasmo. Asuhr se encogió de hombros cuando el Guerrero Uzza le regaló una sonrisa y continuó señalando el portal sin añadir nada. Puso los ojos en blanco y giró la cabeza a un lado y a otro, decidiendo con resignación que era hora de cruzar el portal. El sol que la espesura de la selva había ocultado por tanto tiempo lucía ahora en el cielo con todo su esplendor. Con grata satisfacción sintió el agradable calor en su cuerpo y observó un paisaje que, aunque sin llegar a ser el gran desierto de su querida Tierra de Uzza, se le parecía mucho más que la extraña selva que acababa de abandonar. Por una vez, desde hacía muchos meses, una cálida y entrañable sensación de hogar la invadió y la llenó de alegría. No más nieve, no más frío, no más selvas ni inmensas extensiones de agua. Aquel lugar era una bendición, aunque fuese por poco tiempo, pues a Asuhr no se le escapaba que la presencia del Badru sólo podía significar una cosa. La vinculación del libro estaba próxima, aunque antes tendrían que superar una prueba mucho más difícil que todo cuanto habían afrontado hasta el momento. Observó una basta extensión de terreno llano y de escasa vegetación en donde varios animales y criaturas mágicas campaban a sus anchas. La mayoría de ellos eran bien conocidos por Asuhr, pues aquel hábitat, no era muy distinto a la tierra que la había visto nacer. Algunas bestias parecían deambular alrededor de sus compañeros, como si los estuvieran protegiendo de algo y a la joven Uzza no le costó adivinar que eran defensas. Varios rayos salieron despedidos a un lado y a otro del terreno y diversas invocaciones aparecían al movimiento de una varita y desaparecían poco después. Aquella era una batalla, de eso no cabía duda, pero era una batalla en campo abierto y despejado, casi un duelo. Lo que más le sorprendió fue ver que no sólo había mucha más gente que la que había asistido a su clase, sino que sus propios compañeros luchaban en bandos contrarios. Nunca había llegado a saber cuántos aspirantes al libro se habían inscrito y era la primera vez que se daba cuenta de que probablemente debía de haber habido otros grupos con otros Maestros. Aquellos ingleses estaban demasiado ansiosos por aprender el Conocimiento, no iban a esperar, si podían conseguirlo más pronto que tarde. Y, sin embargo, tuvo que observar un rato la batalla para darse cuenta de quién luchaba contra quien. ¿En cuál de los dos grupos debería luchar ella? Miró hacia Badru, esperando alguna indicación, pero este permanecía impertérrito observando la batalla. Sus dos maestros se encontraban en grupos separados. ¿Con cuál de ellos debería luchar? Miró en dirección a ellos, esperando una señal, una indicación, alguna pista que le dijera lo que tenía que hacer. Para evitar exponerse antes de que estuviera segura de qué lado debía luchar, se acercó sigilosa a una pequeña elevación del terreno que la ocultaría lo suficiente de momento. Llevaba sus cuchillos dispuestos, sus amuletos y anillos bien colocados, su varita en la mano. Incluso sus escasas ropas, un ligero pantalón, un breve top y unas sandalias, resultaban perfectas para aquel clima. Se agazapó detrás del montículo que la ocultaba parcialmente y esperó alguna señal o indicación para unirse a la batalla.
  6. Se levantó del suelo como una autómata al escuchar las palabras de su compañero de clase, casi sin prestar atención a lo que decía, como si su voluntad hubiera quedado aletargada y obedeciera por un reflejo inconsciente. Estaba tan confundida que su mente no era capaz de procesar lo que escuchaba a su alrededor. Ni siquiera cuando Suluk volvió a insistir. Casi no podía oírla. Su mente flotaba todavía en algún lugar, perdida entre las visiones que acababa de ver en el Espejo de Cliodne. No sabía muy bien qué había sucedido ni porqué había sucedido y, aún así, algo le había quedado muy claro después de aquella experiencia. La joven inglesa tenía una relación personal con un Ktam. Ashur no tenía muy claro qué tipo de relación, pero indudablemente aquel hombre que había visto junto a ella era un Uley. Un Uley vestido al modo inglés y viviendo en una mansión inglesa, pero Ktam de la cabeza a los pies. Y había algo más relacionado con él, algo en lo que era mejor no pensar, pues si el espejo mostraba verdad, aquel hombre estaba tan relacionado con ella misma como el espejo había mostrado que lo estaba con la joven inglesa. Era algo tan inconcebible que la joven Uzza no podía creerlo, como tampoco podía -o quería- creer en el extraño vínculo con aquella mujer, Mackenzie. Y lo cierto era que había una relación entre ellas, fuese cual fuese, el espejo lo había dejado claro. Una relación que las enfrentaba, pero al mismo tiempo, un vínculo que las señalaba como parte de una misma cosa. ¿Qué cosa? ¿Qué era lo que las relacionaba? No, no tenía respuestas, salvo quizás... Asuhr había visto la visión que todos esperaban ver en el espejo. Muy breve, sí, pero tan intensa que compensaba su brevedad. Su visión de fuerza, el pleno conocimiento y aceptación de su naturaleza más primaria. Y, casualmente, aunque de raíces bien distintas, compartía la misma forma que la de Mackenzie. Suspiró, tratando de apartar de ella los ojos de aquella mujer que, en el último instante, la había mirado a través del espejo. Se concentró en el desierto, en la arena cálida rozándole la piel, en la caricia del sol alimentando su sangre, tan helada como la nieve. Invocó la fuerza del basilisco que observaba desde las dunas más altas y la seguridad del agua, manando de las mismísimas arenas del desierto y, por primera vez en su vida, se meció con placidez en el canto de aquel fénix, que por más que no lo quisiera, le estaba vinculado. Respiró hondo, absorbiendo la paz y fortaleza que le inspiraba aquella visión y se sintió libre por primera vez en toda su vida. Asuhr ya no era Asuhr. En su lugar, se alzaba una enorme cobra real de más de 5 metros de altura, poderosa y letal como ninguna otra serpiente y, al mismo tiempo, prudente, antigua y sabia. Sus ojos reptilíneos, de un verde intenso, miraban asombrados a la clase. Había conseguido su transformación.
  7. Ficha actualizada para consignar la medalla de experiencia adquirida en el pack de la Subasta de Navidad 2015: * Medalla Especial Subasta Navidad 2015: 10000 puntos. Actualizo también medallas y perfil.
  8. Asuhr ya se alejaba en busca de Sagitas, cuando las palabras de la extranjera a la que llamaban Cath la hicieron detenerse, aunque eran tan fuera de lugar que ni siquiera se molestó en volverse a mirarla. ¡Qué gente tan egoísta, prepotente, necia y desapegada! Lo malo no era ya la falta de honor, sino la falta de pasión que demostraban. ¿Les importaría algo aparte de su propio trasero, el de su hombre y los de sus probables catervas de vástagos tan egoístas y desapegados como ellos. ¿Cómo no iba a despreciar a aquellas gentes? Echó a andar sin volverse y sin contestar a palabras tan necias. En la Tierra de Uzza, cuando alguien hacía preguntas de niño, recibía respuestas para niños y, si como tal se comportaba, así mismo era tratado. Sin detenerse, apuntó con su varita a un hormiguero y utilizando el Anillo de Amistad con las Bestias, enseguida supo cuál de todas aquellas hormigas era la hormiga reina. Todas la seguirían. Y eran unas cuantas, todas ellas rojas y de suficiente tamaño para servir al propósito que pretendía. - Orbis bestiarum -pensó, dándole una orden precisa a la hormiga reina- ve y lleva a todas las hormigas al trasero de Catherine, que le pique bastante, pero no intentéis hacer hormigueros donde no procede, ¿eh? Con una sonrisa, siguió andando, aunque lentamente. No quería alejarse demasiado, hasta que la hormiga reina le dijera que su objetivo estaba alcanzado. No tardó en llegarle la noticia, gracias al Anillo de Amistad con las Bestias y a que aún no había recorrido suficiente distancia como para perder la comunicación. Cumplido su objetivo de darle una pequeña lección Uzza a la prepotente extranjera, Asuhr echó a andar más deprisa y escuchó a Anne y después al resto que habían decidido ir a buscar a Sagitas. Se alegró de que, al menos, la mayoría hubiera decidido no huir. Cuando estuvieron cerca del poblado, Hades les mandó quedarse en la retaguardia para sacar a Sagitas ante cualquier eventualidad. Decía que iba a entregarse, pero Asuhr dudaba de que fuera a hacerlo. Aún así, era una orden directa de uno de los Maestros y la chica no podía hacer otra cosa que obedecer, por poco que le gustara aquella orden. Por lo menos los anillos le permitirían no perderse nada de lo que fuera a suceder. Los murmullos de los indígenas eran cada vez más altos y las voces de Sagitas y Hades llegaban con la suficiente claridad como para darse cuenta de que nada iba bien. Ni los indígenas habían aceptado la entrega de Hades ni tampoco habían escuchado a Sagitas. Las cosas se ponían feas y Asuhr no estaba dispuesta a quedarse sin hacer nada. Pero la orden de Hades había sido clara y directa. - Debemos ir con ellos -se atrevió a sugerir, mirando a Elvis. El Maestro no tuvo tiempo de responder. De pronto, su Anillo Detector de Enemigos le alertó de un peligro inminente. El ataque iba a venir de todas las direcciones. Asuhr se giró en redondo, observando. Seguramente, los demás estarían alertados también, si tenían activado el anillo. Pensó una Salvaguarda Mágica un instante antes de que un círculo de indígenas los rodearan y una lluvia de dardos envenenados comenzara a caer sobre ellos. Asuhr echó a correr, tratando de escapar de aquella emboscada. Todavía con forma intangible, atravesó el círculo de indígenas y llegó hasta donde se encontraban el Maestro Hades y Sagitas. - Nos han rodeado y vienen más hacia aquí -anunció- matémoslos ya de una vez, esta gente no se anda con contemplaciones.
  9. Asuhr había estado deambulando por aquel bosque, observando, escuchando y meditando. No había tenido muchas oportunidades de comunicarse con aquellos seres medio humanos medio bestias. Lo había intentando con el Anillo de Amistad con las Bestias, pero sólo funcionaba -y no del todo bien- con muy pocos de aquellos seres. Precísamente, con aquellos que menos conciencia humana tenían y, por tanto, más habían olvidado. A pesar de las dificultades de comunicación, al no ser ella misma una animaga, había aprendido mucho. Sabía que la habilidad era peligrosa, eso era indudable. Sabía que no requería de varita, pero sí requería de fortaleza interior, de voluntad, de valentía y coraje para vencer los miedos y, sobretodo, de libertad. Asuhr cada vez era más consciente de que la sensación de libertad que muchos habían comentado la noche anterior, no era por convertirse en un animal, sino antes al contrario, precisamente se transformaban porque habían desarrollado una capacidad para sentirse libres, para comprender la verdadera esencia de la libertad. La joven Uzza siguió a Bertie cuando éste vino a buscarla para llevarla junto a la Arcana. El sendero que atravesaron era tan hermoso que Asuhr no podía más que maravillarse ante la exhuberancia de la naturaleza en aquel lugar. Quizás comenzaba a acostumbrarse a los árboles y las plantas y, lo que aún era más extraño, a las corrientes de agua que atravesaban los caminos, pues en aquella ocasión no sintió pánico ni extrañeza cuando llegaron al riachuelo. Todo lo contrario, de aquel lugar emanaba paz. Un ahogado gemido de asombro se escapó de la boca de Asuhr al contemplar la casa a la que Bertie la había conducido. Todavía maravillada, entró al salón y no pudo dejar de admirar a Suluk cuando ésta comenzó a hablar. Era una SinHonor, pero desde luego aquella mujer era notable. Extraña, sabia y maravillosa a un tiempo. Cuando la anciana terminó de hablar, sus compañeros comenzaron a acercarse al espejo. Asuhr prefirió no precipitarse. Al fin y al cabo, de todos ellos, ella era la que menos experiencia tenía con la habilidad. Cuando Mackenzie se acercó al espejo, quedaban ya muy pocos alumnos que no lo hubieran probado ya. No se había fijado bien, pero Asuhr creía que sólo faltaban Mackenzie y ella. Se agitó nerviosa, consciente de que enseguida sería su turno. - Muéstrame quién soy -pronunció Mackenzie con voz clara e imperativa frente al espejo. La joven a quien Asuhr consideraba responsable, en primer lugar, de que su Pueblo hubiera tenido que acceder a enseñar el Conocimiento a aquellos ingleses no se molestó en ordenarle al espejo que ocultara la visión a los demásy Asuhr pudo ver como, tras las palabras de Mackenzie, el espejo reflejaba una espesa niebla que se fue dispersando en un torbellino de imágenes. Un dragón emergió de la niebla en primer lugar y su llamarada dio paso a unos ojos verdes que se miraban en un charco de agua plateada, de un gris tan diáfano que destellaba reflejos azulados. Luego aquella visión giró en una sucesión de imágenes tan rápidas, que Asuhr apenas podía distinguirlas. Algo que parecía un caballo volaba por un cielo nocturno repleto de estrellas, hasta que uno de aquellos luceros estallaba en rayos de luz púrpura que caían del firmamento convertidos en pequeñas runas iridiscentes. Varios signos que Asuhr no comprendió se sucedieron a continuación y, en medio de todos ellos, una energía fluía incesante de todas partes y de ninguna, envolviendo toda la escena y creando más y más imágenes, que parecían nacer de esa energía. De pronto, el remolino de imágenes cesó y la imagen se quedó fija en una estancia apenas iluminada por el fuego que crepitaba en una chimenea. Junto a ésta, descansaba una criatura de proporciones colosales. Era una serpiente gigante, de más de quince metros de largo y poderosos colmillos, tan grandes como la mano de una persona adulta. En su enorme cabeza, de la que despuntaban dos pequeños cuernos escamados, lucían dos ojos ambarinos de maléfica mirada. Asuhr nunca había visto una criatura semejante. Era tan impresionante que su imponente presencia no le había dejado fijarse en el resto de la escena que el espejo de Cliodne había invocado para Mackenzie. Un hombre estaba sentado en un butacón junto a la chimenea y acariciaba a la gigantesca criatura. Sobre su regazo descansaba enrollada una cobra real de más de cinco metros de largo. Era una serpiente peligrosa, Asuhr conocía bien aquella especie, de veneno y fuerza letales y tan ágil como la más avispada de sus presas. El hombre murmuraba algo entre silabeos de una forma que a Asuhr no le resultaba desconocida. Parecía que la criatura, la bestia y el hombre mantenían una animada charla y casi le pareció entender lo que decían. Y entonces el espejo cambió la perspectiva y mostró la imagen desde el ángulo contrario. Ahora Asuhr podía ver el rostro del hombre sentado junto a la chimenea. - ¡Uley! -Más que una palabra, casi había sido un silencioso gemido, salido desde el lugar en donde habitaban sus más profundos temores, cuando el Espejo de Cliodne mostró el inconfundible rostro y la imponente presencia de un sagrado Ktam. Temerosa, pero sobre todo muy confusa por aquella inesperada relación de Mackenzie con los Ktam, que aquel artilugio mágico había puesto de manifiesto, Asuhr se acercó hacia el espejo. Mackenzie todavía estaba allí, absorta en la visión que el Espejo de Cliodne le estaba revelando. ******* Sintió una presencia inesperada junto a ella y la visión que mostraba el Espejo se deshizo en un instante. El remolino de imágenes volvía a sucederse en aquel reflejo y Mackenzie sintió una punzada de melancolía. Afortunadamente, la imagen había sido muy vívida y la conservaba en su interior. Su padre, ella y Ares charlando en la mazmorra de la Mansión Malfoy junto a la chimenea, en una de aquellas noches en las que el amanecer les sorprendía divagando sobre cualquier tema. No sabía porqué la chica Uzza se había acercado al Espejo antes de que ella terminara su turno. Pero no le sorprendió la mala educación de aquella adolescente. Si no había bastado su primer encuentro en la oficina de inscripciones de la Universidad, había hecho gala ya de su escasa educación en unas cuantas ocasiones más durante la clase de animagia. Con un suspiro de resignación, se giró para dejarle el lugar frente al espejo. Al fin y al cabo, Mackenzie ya había visto lo que necesitaba. Cuando Mackenzie intentó avanzar, sus pies, sin embargo, no la obedecieron. Estaba, literalmente, clavada en el sitio. Mackenzie miró a su alrededor, tratando de evaluar la situación. No parecía que nadie la hubiera atacado y Suluk miraba desde el fondo del salón con interés, más no parecía alarmada. A su lado, Asuhr intentaba también moverse, con tampoco éxito como ella misma. ¿Qué estaba pasando? - Ya he terminado, no me muestres más -le ordenó Mackenzie al Espejo. Tal vez, su incapacidad de moverse se debía a algún efecto extraño que había provocado Asuhr al acercarse antes de hora. El Espejo de Cliodne desdibujó las imágenes, convirtiéndolas en pura niebla, pero el reflejo no cesaba y los pies de Mackenzie seguían clavados al suelo. - Tal vez si le pides tu turno como es debido, me suelte a mi -le comentó Mackenzie molesta a Asuhr. - Muéstrame quién soy -le ordenó Asuhr al Espejo de Cliodne, asintiendo dubitativa y, un segundo después, debió darse cuenta de que había olvidado algo, pues añadio- sólo a mí. Una fuerza poderosa y tenaz surgió del reflejo neblinoso que mostraba el espejo y las envolvió a ambas. Sus manos se unieron en un gesto reflejo e involuntario. Mackenzie podía ver en la expresión que mostraba el rostro de Asuhr la misma perplejidad y molestia que sintió ella misma, al verse unidas contra su voluntad por algún tipo de fuerza invisible y extraña. Iba a quejarse, pero la niebla se disipó en el cristal del espejo y las visiones que se fueron sucediendo en él le impidieron hablar. Un volcán estalló en llamas, pero en lugar de lava, eruptó dos poderosas criaturas que luchaban entre ellas con la muerte en la mirada. Mackenzie supo que ella era el dragón y Asuhr el basilisco contra el que luchaba. Una llamarada de fuego de dragón surcó el cielo, pero cuando el reflejo se disipó tenía al basilisco detrás de ella, mirándola... La imagen del espejo cambió de pronto, mostrando a Enigma. Intentaba alcanzar la cima de una cumbre elevada, pero un extraño fénix, de plumaje negro, verde y plata, extendió sus enormes alas y le cortó el paso. La imagen se deshizo en niebla y una sucesión de rápidas imágenes pasaron ante sus ojos. De pronto, dos cobras reales idénticas se miraban la una a la otra con gesto amenazante, sus cinco metros de altura elevados desde una arena ardiente en mitad de un paisaje desértico. Dos pares de ojos reptilíneos, púrpuras unos, verdes los otros, se miraban fijamente destellando bajo un implacable sol. No muy lejos, un ave fénix cantaba una mágica melodía y, de alguna forma, supo que aquel sonido era una llamada de agua, aunque no lograra comprender lo que eso significaba. Como tampoco lograba comprender porqué el espejo le mostraba aquellas visiones, si Asuhr le había ordenado que mostrara las suyas y sólo para ella. Todo se había sucedido de forma rápida e incomprensible y en aquel momento Mackenzie no tenía ni idea de qué significaba todo ello. Notó que las imágenes en el Espejo de Cliodne iban a desaparecer, pero entre la niebla que acompañó al último reflejo, Mackenzie distinguió el rostro de su padre, mucho más joven de lo que ella recordaba, acompañado de una mujer de cabellos rojizos y ojos grises, que vestía una túnica de un blanco inmaculado y hablaba una lengua extranjera que Mackenzie reconoció. El reflejo despareció por completo del Espejo de Cliodne y la fuerza que la unía a Asuhr se desvaneció, haciendo que ambas cayeran al suelo, impelidas por la inercia de querer contrarestar la extraña experiencia que, en contra de sus voluntades, se habían visto obligadas a sufrir. - ¿Quién eres? - Se preguntaron la una a la otra al unísono, todavía en el suelo, pero con las varitas apuntándose al pecho y las miradas incendiadas de ira.
  10. Cuando terminaron de hacerse la foto, Mackenzie se dio cuenta de que tenía agarrada a Xell por la túnica, casi como si se estuviera apoyando en ella. - ¡Oh! Lo siento Xell -movió la cabeza confundida en el interior del casco burbuja- espero no haberte arrugado la ropa. Todavía estaba un poco aturdida. ¿Sería el champagne? Vio llegar a Matt y lo saludó con la mano. Se quejaba de que no le hubiéramos esperado para beber champagne, pero todavía les quedaba una botella. Mientras Xell y Matt se enzarzaban en una amena charla sobre mareas y cráteres lunares, Mackenzie se dispuso a descorchar la botella. Quizás fuera por la escasa gravedad de la luna, pero el corcho no quería salir. Mackenzie tiró un poco más y el corcho salió a toda velocidad elevándose hacia aquel cielo sin atmósfera. Detrás del corcho, un chorro de champagne salió despedido de la botella cómo si hubiera sido succionado por algún tipo de conjuro succionador. Se expandió sobre sus cabezas, se dispersó en gotitas y siguió elevándose hacia arriba. -¡Anda, qué tonta! Nos hemos quedado sin champagne. Mei señaló un punto determinado en el horizonte y les hizo mirar hacia la Tierra. Estaba hermosa, una parte iluminada por el sol, la otra oscura y en sombras, pero repleta de millones de puntos luminosos, que dibujaban en el contorno de los mapas terrestres la posición de las grandes ciudades. Las palabras de Mei fueron tan hermosas como la belleza de aquella imagen. - Ver la tierra desde aquí resulta... -Mackenzie no sabía cómo describir aquella experiencia, desde luego no se le ocurría ninguna frase tan profunda como la de la profesora- resulta inspirador -concluyó. Mei continuó con la explicación, hablándoles sobre las primeras teorías del universo y preguntándoles por el mago-astrónomo que había sido uno de los primeros en postular el modelo geocéntrico. -Ptol...-Mackenzie iba a contestar, pero se cortó en seco al notar una extraña vibración bajo sus pies. -Creo que el mago al que te refieres es Ptolomeus. Para él, el universo era una.... -algo muy extraño estaba ocurriendo- ¿qué está pasando? La vibración ahora era tan fuerte que hizo que todos se tambalearan. Más que una vibración parecía que la luna se hubiera puesto en movimiento, acelerándose a cada instante. ¿Qué había hecho Mei? La había visto mover la varita y después todo había temblado. Mackenzie miró al horizonte, primero hacia la Tierra, qué parecía estar acercándose, después en la dirección opuesta, donde júpiter era cada vez una esfera más y más grande. Como si la luna fuera un vehículo espacial que viajara a toda velocidad hacia Jupiter. Y entonces sintió como una fuerza poderosa tiraba de sus sentidos. - ¡Es la gravedad! ¿Qué está pasando? Es como si todo el sistema solar estuviera siendo atraído hacia Júpiter y Saturno. Júpiter cada vez estaba más cerca, ahora podía ver la mancha roja girando ante ellos a toda velocidad.
  11. Me vengo a anotar yo también: Nick: Mackenzie Malfoy ID: 12497 Conocimiento: Idiomas Nivel de Magia: 33 Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=72468 Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=77601
  12. Había estado muy confusa por todo lo que iba conociendo sobre las costumbres inglesas, pero al menos una parte de aquella confusión desapareció cuando el chico poderoso convocó a su fénix y se elevó con él. Ahora lo entendía. Aquel era un fenix, tal vez. Se parecía mucho, desde luego. Pero al mismo tiempo, no era un fénix. No era como los fénix de la Tierra de Uzza. El plumaje del fénix del chico poderoso era rojizo y carecía por completo de las plumas multicolores que caracterizaban a las fenix de la Tierra de Uzza. Por lo demás, eran muy parecidos, pero Asuhr hubiera apostado todo el Conocimiento a que aquel fénix con el que se había elevado el chico poderoso no podía hablar ni podía vincularse. No, aquel fénix puede que fuera un pariente lejano, pero distaba mucho de ser un fénix sagrado. Sagitas acababa de ser curada cuando Asuhr llegó a la cueva. Por lo visto, había tenido algún percance. Fuera lo que fuese, estaba solucionado y todo parecía haber salido bien. Hasta que sus compañeros comenzaron a hablar. - ¿Cómo os atrevéis a hablar así a los Maestros? Ellos están aquí para mostrarnos el camino, pero somos nosotros los que necesitamos aprender. Ellos ya pasaron sus pruebas, a buen seguro. -La joven estaba indignada. -¡Claro que esta prueba es cosa de ellos! Por supuesto que sí. Ya hayan enojado a los indígenas, ya sea que nos hayan traído aquí sabiendo que entraríamos en conflicto, lo han hecho para poner a prueba nuestra capacidad y darnos la oportunidad de aprender. Deberíais estar pidiendo mayor dificultad, más retos, más pruebas, en lugar de estar queriendo desapareceros sin más. Hay Maestros, allá en la Tierra de Uzza, que cuando ponen a prueba a sus aprendices les quitan la posibilidad de aparecerse y desaparecerse. Mi Maestro allá no solía hacerlo, decía que todos debemos conocer nuestros límites y nunca perder la oportunidad de decidir. El me daba la oportunidad de huir ante cualquier reto, pero jamás se me pasó por la cabeza. Al contrario, le exigía más y mayor dificultad. Sólo Sagitas parecía decidida a ir más allá con la prueba y, cuando anunció que se iba al poblado, Asuhr quiso seguirla. Siempre es más seguro ir en parejas y, por más que todo hubiera sido un equívoco, aquellos indígenas se habían mostrado muy peligrosos. Hubiera podido ayudarla a defenderse, pero Sagitas se fue tan rápido que a la joven Uzza no le dio tiempo de seguirla. Comprendió perfectamente las palabras de Elvis y la amenaza de hacerles olvidar el conocimiento y con ello perder la posibilidad de vincular el libro, le pareció más que justificada. - Yo voy, Maestro Elvis. ¿Viene alguien conmigo? Asuhr comenzó a andar con decisión hacia el poblado, sin pararse a mirar si alguien la seguía. Encontraría a Sagitas como fuera. Activó el Anillo de Escucha y elevó una oración a la Diosa Uzza para que Sagitas no tuviera activado el Anillo contra Oídos Indiscretos.
  13. - ¡Xell! ¡Xell! ¡Ven aquí! Mira esas burbujitas en la superficie. Mira como hacen ploff y choff cuand saltas sobre ellas. -Obviamente, los cráteres de la superficie lunar no hacían ni ploff ni choff, pues no había aire que pudiera transportar sonido alguno. Pero a Mackenzie le gustaba imaginar que el polvo que levantaban cuando saltaba sobre ellos, hacía algún sonido conocido. Siguió avanzando por la superficie lunar, pero Sagitas la llamó y se giró en redondo. Avanzó donde señalaba Sagitas, hasta llegar a un lugar en el que había una pisada junto a una banderita. - ¡Anda, pero si esto lo dejaron las muggles y aún sigue aquí! ¡Qué bobos! ¿Es que no vieron que la luna está llena de pisadas de magos? Se giró en redondo para señalar las innumerables pisadas de magos y no vio ninguna. - ¿No estaban aquí hace un momento? Juraría que había cientos de pisadas. Muuuuuchasss ¡hip! ¡Uy perdón! -se tapó la boca con la mano- ¿Qué querías una cámara de fotos? Claro que llevo una, compre una en el Magic Mall no hace mucho o era un reloj familiar? ¡Qué lío llevo! ¡Tantas compras acaban por no dejarte saber lo que tienes! ¡Vamos, vamos, la foto! Mackenzie se colocó junto a Sagitas y Xell y puso su mejor sonrisa, sacando la botella de champagne que le quedaba en el bolsillo de su túnica y mostrándola a la cámara. ¿Estaba Fenrir por ahí? Seguro, un lobo no se iba a quedar sin aullarle a la luna. - ¿Os dais cuenta de que podemos oírnos? ¿Será el casco burbuja y ese horrible traje de astronauta que lleva Sagitas o será que hemos descubierto una nueva forma de comunicación mágica? ¿Dónde está Mei? Debería de venir a beber un poco de champagne.
  14. - ¿Culpa? ¿Tener un fénix? - Asuhr miró confusa a Sagitas. ¿Lo dices por lo de el Maestro Elvis? No, el no tiene culpa. Aunque hay quien no opinaría así. En mi tierra, lo ejecutarían por ello, si sospecharan que el Maestro Elvis es un Uley no consagrado. ¿Pero cómo es eso posible? El Maestro Elvis es inglés, no puede ser un Ktam ni siquiera tener sangre Ktam. Asuhr no entendía. Elvis no podía tener sangre Ktam, como sí le ocurría a ella, para su deshonra. Entonces, ¿realmente tenía un fénix o se había equivocado al interpretar lo de "fenixiano"? De pronto calló en la cuenta de lo que había dicho Sagitas. - ¿Has dicho que tienes un feníx comprado? -Subrayó con una mueca de incredulidad y cierto desprecio la palabra comprado. -¿Cómo se puede comprar un benú? Espera, espera, has dicho que tu fénix se llama Benu... el nombre sagrado -Asuhr abrió los ojos asombrada, como si no pudiera creer las palabras de Sagitas? - ¡No puede ser! Miró con incredulidad a Sagitas, tapándose la boca con las manos. Había pronunciado el nombre sagrado en voz alta, sin darse cuenta. Y no una, sino dos veces ¿De verdad Sagitas tenía un fénix con el nombre sagrado? Ella lo había pronunciado diferente, pero tal vez fuese que Asuhr no había captado bien el acento. - No entiendo. ¿Cómo se puede comprar un fénix? En mi tierra, los fénix no se compran. Todos los Ktam tienen uno que se vincula a ellos desde el momento en que hacen los Votos del Agua. Se vincula a ellos por el Don del Canto, que sólo los Ktam poseen. Nadie más puede poseer un fénix. No se acercan a nadie que no sea Ktam, no les hablan, no se vinculan a ellos. No entiendo que aquí se pueda atrapar y domesticar a una de estas aves. En la Tierra de Uzza no se puede, ni siquiera los Ktam podrían vender los suyos aunque quisieran. Están vinculados, son parte de ellos. Cada Uley y cada Uleya son Uno con su fénix. Son aves tan sagradas como los propios Ktam. Nadie trata de cazarlos, porque son sagrados, pero aunque lo hicieran rompiendo todos los Códigos de Honor, un fénix jamás le serviría de mucho a nadie que no fuese un Ktam. Sólo sería para ellos una criatura mágica más, pero jamás conseguirían que se vinculara a ellos. Asuhr había quedado muy confundida. Las costumbres de los ingleses parecían deshonrosas, pero sobre todo eran muy extrañas. Incomprensiblemente extrañas, fuera de toda lógica. Observó como Sagitas estudiaba el libro con Catherine y luego cómo se elevaban ambas en las águilas arpía. Asuhr decidió que no era momento de divagaciones. Ya pensaría sobre los ingleses en otro momento, ahora le preocupaban más los indígenas. - Orbis Bestiarum -pensó, concentrándose en una de las águilas que los sobrevolaban y en la orden que quería darle. -Llévame a la cueva -añadió a sus pensamientos. Ashur no tuvo problema en controlar a la hermosa águila que, envuelta en un halo dorado, se posó junto a ella para que la montara. Agarrándose a su cuello con una mano y recordando lo que el Maestro Hades había hecho con los tocones de madera, apuntó con su varita a la maleza suelta y enredada que cubría el suelo de aquella selva como una red de lianas, púas, ramas y hojas. - Espejo de Niebla Vitae -Pronunció. La red de maleza se animalizó, elevándose del suelo con la forma de una criatura informe con miles de ojos con forma de hoja, innumerables púas afiladas como cuchillos y un cuerpo rugoso y desigual formado por las lianas que tan pronto se elevaba como reptaba por la superficie, apoyado en garras de mil tamaños y formas distintas, pero todas ellas poderosas. Era como si una red viva recorriera la selva, atrapando en su malla todo cuanto encontraba a su paso, envolviéndolo entre sus púas afiladas. Aterrizó en la cueva y se despidió del águila arpía que tan bien le había servido con un gesto respetuoso.
  15. Afortunadamente, la astronomía era un tema que se prestaba a la especulación. Por ello, el pequeño descuido de Mackenzie apenas tuvo consecuencias, puesto que todos se pusieran a divagar sobre los misterios que rodean a nuestro sistema solar. La suerte se alió con ella, cuando la conversación comenzó a centrarse en torno al planeta desaparecido. - ¿Los Inefables algo que ver con la teoría del planeta desaparecido? No, claro que no, eso ocurrió hace muchos milenios y por entonces no existía el Ministerio de Magia. Ni siquiera se han puesto a investigar sobre la existencia de posibles restos de aquella explosión. ¡Los muy necios! Si lo hubieran hecho, tal vez no estarían tan ofuscados con esa puerta que nunca se abre. Conocerían mucho más de la naturaleza de la magia antigua, que al principio de los tiempos era mucho más potente que ahora. ¡El Champagne! ¿Se le había subido a la cabeza? Antes metía la pata hablando más de la cuenta sobre proyectos clasificados del Ministerio y ahora se le iba la lengua con una teoría de arqueomagia también clasificada y secreta. Menos mal que en aquel preciso momento llegó Matt, Fenrir gruñó y la atención volvió a desviarse. - Hola Matt, me alegro de verte. Hola Fenrir, lobito guapo -Mackenzie les sonrió a ambos. Iba a decir algo más pero Mei continuó con la clase y tras una breve explicación les instó a que tocaran la esfera que representaba la Tierra y comprobaran sus condiciones de atmósfera y superficie. Mackenzie tenía curiosidad. Quería ver cómo funcionaba aquel planetario y la Tierra era una esfera que ofrecía confianza. Se acercó despacioy lentamente acercó la mano al planeta, deslizando un dedo muy suavemente hasta tocar la esfera. Al momento, Mackenzie tuvo la sensación de encontrarse en las capas altas de la atmósfera terrestre, aunque era consciente de que no estaba allí, sino en el interior del planetario. - Buff, como cuesta respirar aquí arriba -con un encantamiento casco burbuja, se atrevió a adentrar toda su mano en la esfera, hasta tocar la superficie del planeta en una zona dónde sólo había mar, en muchas millas a la redonda. Mackenzie tenía la sensación de estar allí, en medio del mar, pero a la vez era consciente de que estaba en el planetario. Parecía fácil y seguro. Un buen método de exploración planetaria. Cuando dejó de estar en contacto con la esfera que representaba la Tierra, regresó al planetario y vio a Sagitas curiosear la Luna. - Mei, esto es seguro, ¿verdad? Parece que podremos volver sin problemas. No esperó contestación y, volviendo a realizar el encantamiento casco-burbuja, tocó a la esfera que representaba la Luna y se adentró en ella. - Esto es divertido, Sagitas. Mira cómo saltamos. Aquí de un salto te plantas al otro lado. ¿Vamos excursión a aquellos cráteres? ¿Tu crees que habrá extraterrestres? Sería genial ver alguno.
  16. Define pronto xD A ver, la idea es hacerlo a continuación, pero si la pregunta es si lo vamos a hacer ya, pues no creo, en estos momentos no cabe y, además, creo que debemos poner cuidado con la implantación de los nuevos conjuros y de las nuevas clases. Por más que las criaturas sean un poder más y que las clases vayan a tener cosas en común con estas otras, pienso que es mejor ir paso a paso, que la implantación de todo esto es compleja y los nuevos poderes tienen que asentarse bien. Entonces, lo que te puedo decir es que no creo que lo hagamos dentro de un mes, porque no va a haber tiempo material y por lo que te digo, es mejor ir paso a paso. Pero tampoco creo que estas clases deban tardar mucho en empezar. Las secciones ya están creadas, el estilo de clases será similar, así que será menos difícil de implantar que esto otro. Por la preguntas que haces, pienso que algo de esto ya intuías y es que es de cajón que quien mucho abarca poco aprieta. Mejor ir paso a paso. Sin prisas pero sin pausas. ¿Cuánto tardaremos? 1 mes, 2 meses, 3 meses? La verdad que espero que no sea más de eso, pero no puedo asegurarlo. Sobre cuantos usuarios llegan a tener 510 puntos en criaturas, pues me entró la curiosidad y me he ido a verlo. Son 13 en estos momentos. Y con 500 puntos o más 14. Danyellus, sobre tu primera pregunta, los poderes para asaltos y duelos son hechizos igual que los neutrales o los de bandos. Hay que entender sus definiciones en el mismo contexto que las otras. Si pone que no consume acción, es que no consume acción en un asalto o duelo. Si no pone nada, pues como cualquier hechizo, consume acción. Sobre tu segunda pregunta, precisamente hace un rato actualicé niveles y creo que subiste un nivel. Solemos hacerlo todas las semanas, a veces más de una vez por semana. Lo que ocurre es que estas navidades ha pasado el tiempo muy rápido y muy ocupado a nivel forero, por lo que se me había ido el santo al cielo. Pero no es lo habitual, lo normal es que al menos una vez por semana se actualicen niveles. No se espera a que los trámites estén todos completados porque eso es imposible de controlar para todos. Quiero decir, que puede ocurrir que en una actualización te pille con los galeones descontados pero todavía una compra sin terminar de subir al perfil. Puede ocurrir, pero en general, esos casos tampoco hacen oscilar mucho el nivel y, en cualquier caso, quedan arreglados en cuanto se actualiza a la siguiente semana. No se puede controlar que todo en todas partes y para todos los usuarios esté totalmente actualizado en todas partes, porque somos un foro donde cada uno hace las cosas en un momento dado y no todos a la vez. Y en cuanto a tu tercera pregunta, si te refieres a conocimientos y habilidades, no se puede. En cuanto a libros de hechizos tampoco es tan así, por lo que se debería atender al rol de cada clase. Aquí ha habido una mezcla de on-off. Yo dije en una oficina algo que después se ha roleado como si lo hubiera dicho Mackenzie. La cuestión es que en las clases de libros de hechizos queremos que los nuevos poderes se enseñen y se prueben con toda la lista de hechizos, neutrales, bandos, libros, porque es la única forma de probar bien unos hechizos, haciéndolos interactuar con el resto de hechizos que se van a manejar en un batalla. Si para ello hay que dar permisos, crear hechizos confundus equipables, un aura especial, poderes enigmáticos de los Uzza o lo que sea, pues lo haremos, pero deberían ser cosas que se rolearan en las clases y ahí se diga mediante el rol lo que se puede utilizar, porque unas veces podrán ser todos, otras veces jugaremos con hechizos bonificados, etc. No es muy diferente de lo que ya se ha hecho otras veces en la academia. Sea como sea, esto sólo aplicaría a las clases de libros, no al resto de la universidad.
  17. Se había marchado a dormir a la residencia. A Asuhr no le importaba madrugar más de la cuenta y aún no tenía la confianza suficiente con aquellos ingleses para compartir una noche entera con ellos. No pudo dormir mucho aquella noche. Intentaba recordar lo que la Arcana había dicho sobre la animagia y también las palabras de sus compañeros. Quería aprender y, al no ser todavía una animaga, cualquier dato le era importante. Pero pensar en lo que había aprendido, no le resultaba fácil. Las últimas escenas de la noche volvían a su cabeza una y otra vez. Comprobar lo peligrosa que era la habilidad no le ayudaba a tomar decisiones. Hubiera querido aprender a practicar por su cuenta, descubrir cuál era el animal que la identificaba, concentrarse en él y tratar de ser uno con él. Pero practicar por su cuenta podía ser muy peligroso, bien claro lo había dejado la Arcana Suluk con aquella excursión nocturna. No era la primera vez que se enfrentaba a una lección difícil. Rasori, su Maestro allá en la Tierra de Uzza, le había hecho enfrentarse más de una vez con lo desconocido. Sin embargo, decidió que sería mejor esperar para practicar. Aún no sabía lo suficiente para intentarlo. A la mañana siguiente se despertó temprano. Aún no había salido el sol, cuando salió de la residencia camino a la casa de Suluk. Como a mitad de camino, tuvo la sensación de que algo o alguien la seguía. Miró al cielo, oteando entre los árboles en busca del habitual benu que siempre la seguía, pero no lo vio. Sin embargo, estaba segura, no estaba sola, algo o alguien la venía siguiendo desde hacía rato. Activó el Anillo de Escucha y oyó claramente el ruido de algo arrastrándose por la tierra seca del camino. Se agazapó detrás de un arbusto y no tardó en divisar una serpiente. Era una cobra de gran tamaño, pero se arrastraba de una forma ágil y elegante, confundiéndose con el paisaje. Asuhr se preparó para atacarla. No iba a dejar que una cobra real la mordiera. - ¡Quieta! Soy yo. Buenos días. -La cobra real se transformó en una sonriente Mackenzie que se ajustaba el cabello, ligeramente despeinado. - ¿Me seguías? - ¿Yo? ¡Que va! Llevaba tu mismo camino. A la casa de la ancianita, ¿verdad? Mackenzie hablaba con suficiencia, como si estuviera jugando a un juego que sólo ella conocía y se estuviera divirtiendo a su manera. A Asuhr le ponía enferma. Además, no podía evitar pensar que aquella mujer era la responsable de todo. Culpable de trasladar de lugar la Universidad. Culpable de obligar a los Uzza a cumplir el Segundo Contrato. Culpable de hacer trabajar juntos a Arcanos y Uzza. Culpable, culpable, culpable, de que ella estuviera allí, después de todo. Sin decir palabra, se aligeró el paso, dispuesta a dejar atrás a Mackenzie. - ¡Eh, chiquilla, no corras tanto! -Mackenzie sonreía de forma jocosa, como si sólo tratara de importunar a Asuhr. -Vamos bien de tiempo, aún no ha salido el sol. Por más que Asuhr intentaba ir rápido, Mackenzie le igualaba el paso. Tampoco era cuestión de echar a correr, así que se resignó a andar con ella el resto de camino hasta la casa. - Hola Gatiux - saludó Mackenzie al llegar a la casa- ¡Vaya Felicity, por fin llegaste! Te caerá regaño, no lo dudes -sonrió con picardia y le guiñó un ojo a la interpelada. -¿Juve? ¿Eres tu? No sabía que también te habías apuntado a esta clase. Me alegro de verte. La bruja se giró en redondo, en busca de algo, hasta que dio con la mesa del desayuno. - ¡Vaya cuanta cosa rica! ¿Vais a ver a los hombre-elefante? Yo de momento, me quedo a desayunar, tengo hambre. Ya tendré tiempo más tarde de que se me agríe el desayuno, pero de momento, lo voy a disfrutar. Asuhr observó como Mackenzie se sentaba a la mesa y Gatiux salía de la casa, seguramente en busca del portal. Ella también quería volver a aquel lugar que habían visitado la noche anterior. Tenía la sensación de que aquel extraño bosque repleto de animales que no lo eran o de seres humanos que ya no lo eran -según como se viera- le ofrecería algunas respuestas. ¿Cuánto de humano quedaba en aquello seres? No podría utilizar la habilidad para hablar con ellos, pues aún no era animaga, pero tenía el Anillo de Amistad con las Bestias y esperaba que pudiera darle un cierto entendimiento con aquellas desgraciadas criaturas. Se encaminó hacia la casita con el portal que la Arcana les había mostrado la noche anterior y lo atravesó sin ninguna dificultad. Supuso que Suluk lo había dejado abierto para ellos. Al llegar al otro lado, el sol despuntaba en el horizonte de una mañana clara y sin nubes. Era un amanecer hermoso que contrarestaba el triste espectáculo de cientos de seres deformes, parte humanos, parte animales, que deambulaban por los alrededores. Era muy difícil saber cuánto había de una parte o de otra en ninguno de aquellos seres. Asuhr vio a Bertie, el hombrecito con cuerpo de conejo con el que había hablado Suluk la noche anterior, entrar en una de las casas más grandes de aquel bosque, con un plato de comida en la mano. - ¿Puedo acompañarte? -Le preguntó la joven Uzza. Bertie se encogió de hombros y asintió con la cabeza humana. Asuhr podía ver que aquella cabeza tampoco era del todo humana. Una de sus orejas estaba agachada y encogida, pero tenía claramente la forma de una oreja de burro. Le extrañó. Había pensado que la deformidad de Bertie procedía por completo de una transformación en conejo mal lograda o bien de no haber podido regresar del todo desde su forma animaga de conejo. Hubiera querido preguntarle, pero no se atrevió. Siguió a Bertie al interior de la casa. Por fuera, toda ella tenía las paredes de roble y las ventanas adornadas con hojas y ramitas. Por dentro, casi todo era de madera. Había una cama y, a su lado, una mesa y una silla, en la que estaba sentada una mujer de cabellos dorados y enormes ojos grises, tan claros, que casi parecían de plata. Daba la impresión de que la hermosa mujer hubiera atrapado dos lunas en sus ojos. Era muy hermosa y no observó ninguna deformidad en ella. Bertie se acercó a ella y dejó el plato de comida en la mesa. Luego le puso una servilleta encima de la camisola de la mujer y empezó a darla de comer, una cucharada tras otra. - ¿No puede comer sola? -Preguntó Asuhr. Bertie negó con la cabeza y permaneció en silencio, absorto en su tarea de dar de comer a la mujer. Asuhr acercó una banqueta que había junto a una pequeña chimenea y se sentó a la mesa, al lado de la hermosa mujer. La observó un buen rato, tranquila y confiada. Le sonrió y la mujer le devolvió la sonrisa. Fue entonces cuando Asuhr se atrevió a intentar conversar con ella. - ¿Cómo te llamas? -Preguntó a la mujer, confiando que era una buena forma de iniciar una conversación con una desconocida. La mujer no contestó. Tampoco hizo ningún gesto y Asuhr tuvo la impresión de que no le había entendido, ni siquiera parecía haberla escuchado. - ¿Es sorda? -Preguntó muy bajito a Bertie, por si acaso la mujer no lo era y su pregunta la ofendía. - No puede entenderte. No sabe lo que es el habla. -Respondió Bertie. Su voz tenía un timbre extraño, como si no fuera del todo humana. Era más aguda de la cuenta, recordaba mucho al sonido que hacen los conejos al mascar la hierba. - ¿No sabe que le estoy hablando? ¿Acaso... -no estaba segura si hacerle esa pregunta a Bertie, pero finalmente se decidió, tenía que saber más- ... acaso ha perdido la razón? Bertie negó con la cabeza. No parecía que fuese a decir nada más, pero finalmente, al cabo de unos minutos, se decidió por hablar. - Ella no es humana. Nunca lo ha sido. Es una gacela. Una hermosa gacela a la que llamamos Luna Veloz, porque sus ojos son tan hermosos como un rayo de luna y le encantaba corretear por el bosque. Era muy ágil y rápida. - ¿Una gacela con cuerpo de mujer? ¿Qué le pasó? ¿Esto es consecuencia de la animagia? ¿Cómo puede serlo? - La Animagia es una habilidad muy peligrosa, por eso el Ministerio se cuida mucho de controlarla. A veces las transformaciones salen mal y uno se queda a medio camino, otras veces, no se puede regresar del todo a la forma humana. Hay quien se vuelve loco o pierde la razón o la inteligencia. Pero en ocasiones también resulta peligrosa para los animales. Un animago que se transformaba en ciervo se hizo amigo de Luna Veloz. Solían correr juntos y recorrer los bosques de noche y de día. Mucho se querían Luna Veloz y el mago, pero los animales son libres y las gacelas lo son especialmente. Quería a su compañero de juegos, pero también amaba la soledad y contemplar la luna por la noches y corretear con un guapo macho de su propia especie que la amaba. El animago sintió terribles celos. Se enfureció cuando Luna Veloz dejó de correr con él todas las noches, para frecuentar a su bello galán. Quiso poseerla, tenerla con ella para siempre.... el amor es una fuerza poderosa y terrible. El mago la apresó, la recluyó en su propia casa y, poco a poco, Luna Veloz dejó de ser una gacela salvaje y se convirtió en algo diferente, un animal domesticado y sometido. Con cada día que pasaba con aquel brujo, Luna Veloz se volvía más humana, hasta que un día..... un día Luna Veloz se olvidó de lo que era. Desde entonces, está así. No es humana, pero tampoco es ya una gacela. Si aquel brujo utilizó artes oscuras o si sólo fue el resultado de un amor desgraciado y posesivo, nadie lo sabe. Pero Luna Veloz no es un caso único, raro sí, pero no único. Asuhr no sabía qué pensar. Aquella historia le recordaba a un cuento que había escuchado de niña, el de una rana que se convertía en príncipe, ante la furia de una niña descortés. Después de todo, los cuentos siempre contenían algo de verdad en ellos. Salió de la casita, dejando a Bertie con Luna Veloz. Tenía que saber más.
  18. Por segunda vez, el Maestro Hades acudía en su ayuda. Esta vez, de no haber sido por la gran bóveda de tierra, raíces, hojas y madera, creada por Hades, Asuhr habría muerto ahogada, porque no sabía nadar, amén del pánico que le provocaban las grandes corrientes de agua. En la Tierra de Uzza, no había siquiera riachuelos. Para encontrar un poco de agua con la que saciar su sed o limpiarse la piel, los Ktam tenían que buscar durante días, incluso ayudándose por poderosos conjuros que sólo ellos conocían. Notó la mano de Gatiux en su hombro, cuando el peligro pasó y reaccionó tratando de ponerse en movimiento, pero algo la paró en seco. Gatiux sangraba. Tenía un corte profundo en un brazo del que manaba una gran cantidad de sangre. La joven no parecía haberse dado cuenta, pues hablaba como si nada y se concentraba en unas Águilas Arpía que andaban en la cercanía, pues Asuhr también pudo sentirlas al prestar atención, ayudada por el Anillo de Amistad con las Bestias. - Espera Gatiux -la agarró por el brazo sano, justo cuando la chica se disponía a moverse otra vez -. ¿Has visto el corte que llevas en el brazo? Hay que curarlo, está sangrando mucho. Asuhr se preguntó qué era mejor utilizar. Llevaba el Amuleto de Curación colgado al cuello, pero también podría utilizar el conjuro Curación. Ambos eran instantáneos y muy eficaces. Decidió utilizar el amuleto, el conjuro consumía mucha energía y si se utilizaba una vez, luego había que reponer fuerzas antes de poder volverlo a utilizar. Se concentró y sintió en su piel el calor del amuleto, un topacio amarillo colgado de su cuello. Éste empezó a destellar vivos colores, mientras la herida en el brazo de Gatiux se curaba y cerraba por completo. La piel quedó suave, sin ningún asomo de cicatriz. - Creo que puedo sentir esas águilas arpía. Tienes razón con el Orbis Bestiarum, podríamos conseguirlo. Aunque cuanta más gente utilice el conjuro, antes nos sacarán de aquí. Y también sería muy buena idea utilizar el Espejo de Niebla que dices. No conozco el conjuro que antes utilizó Hades, pero con el Espejo de Niebla podría utilizarlo para convertir los árboles en fieras. Si todos lo utilizamos, habrá tantas fieras que los indígenas no podrán avanzar. Para cuando acaben con ellas, las águilas ya nos habrán acercado lo suficiente a la cueva. Asuhr miró a Gatiux con respeto. Si hubiera nacido en la Tierra de Uzza seguramente sería una gran guerrera. Sabía lo que había que hacer como si hubiera nacido para la guerra.
  19. No entendía nada. ¿De qué acusaba Gatiux al Maestro Elvis? Asuhr no tenía ni idea de lo que significaba ser un fenixiano. Por la palabra, le sonaba a fénix. ¿Ser un fenixiano era que tenía un fénix? De pronto, el corazón le saltó en el pecho de puro sobresalto. ¡Elvis tenía un fénix! ¡Claro, con razón lo había acusado Gatiux! Los fénix eran sagrados, sólo los Ktam podían domesticarlos y hacerse acompañar de ellos. Escrutó el cielo en busca del ave que la seguía y comprobó, con alivio, que el fénix no estaba cerca. ¡Por favor, no vengas, vete, no me sigas, no quiero que me acusen de fenixiana! ¡Bastante tengo con que los Ktam me ejecuten si descubren que un benú me sigue! La joven sintió compasión por el Maestro y se alegró cuando Sagitas salió en su defensa. Estaba terriblemente confusa, porque no terminaba de comprender que un conjuro cualquiera tuviera relación con un fénix o porqué una pared de tierra era tan importante. Poco importaba si lo que estaba diciendo la joven servía para defenderlo. Aunque cada palabra que decía, en lugar de aclarar la anterior, lo único que provocaba era una mayor duda y confusión. Por lo visto, había acertado. Sagitas era una especie de Ktam. No tenía muy claro lo que significaba ser una sacerdotisa, pero la profecía que acaba de hacer, así lo demostraba. Porque eso que había dicho del riachuelo era una profecía, ¿no? ¿Pero porqué si ella era sagrada defendía a Elvis que tenía un fénix? Y luego, eso que había dicho el chico poderoso de que era un infiltrado. ¿Infiltrado dónde? No le encontraba sentido alguno. También él estaba profetizando. Por lo visto el riachuelo se iba a elevar. Decía que se lo había dicho el Anillo. ¿En serio? Rasori jamás le había dicho que se pudieran hacer profecías con ninguno de los anillos. Pero además, era todo muy raro. Los Ktam hacían profecías pero ni siquiera ellos podían profetizar algo que fuese a ocurrir en los próximos minutos. De haber sido así, cuando la tierra tembló y escupió cientos de gusanos de arena que cayeron sobre la Tierra de Uzza ávidos de sangre, hacía ya dos generaciones, no habría muerto tanta gente. Estaba profetizado, solían contar los Nahm-Uzza, pero nunca se pudo profetizar el momento exacto en el que ocurriría. Tal vez el joven poderoso fuese poseedor de algún conocimiento secreto. Hablaría con los Guerreros Uzza que estaban en la Universidad, quizás encontraran oportunidad de firmar algún Contrato para ganar ese Conocimiento. Asuhr se acercó a Elvis, mientras se acercaban hacia la cueva. No quería importunarle mucho, pero quería que supiera que lo entendía. - No te preocupes -le dijo en un susurro- yo te entiendo, no es culpa tuya que tengas un fénix. Le iba a decir algo más, pero se quedó callada cuando su propio anillo empezó a emitir la señal de alerta que le avisaba de un inminente peligro. Debían de estar cerca del riachuelo que había nombrado Sagitas, pero algo iba mal. Había indígenas del otro lado, podía oír sus gritos con el Anillo de Escucha y el Detector de Enemigos le avisaba de un ataque inminente. Y entonces lo sintió a sus espaldas, cuando una pared de agua comenzó a elevarse sobre ellos, como si algún conjuro hubiera extraído todo el agua del riachuelo y la hubiera lanzado hacia ellos. Asuhr sintió pánico. El agua la aterrorizaba y además no podía comprender cómo ningún mago era capaz de desperdiciarla de aquella manera. El agua era vida. No se jugaba con la vida.
  20. Sintió un atisbo de culpa cuando Xell confundió a Mei con una alumna. Entre el cambio de profesora de última hora y la presencia extraña del champagne en la clase era normal que Xell hubiera llegado a una conclusión equivocada. La saludó y la alivió comprobar que Sagitas deshacía el equívoco con naturalidad. Mei empezó la clase y presentó con gracia tanto a sí misma como a la asignatura. Cuando la sala se convirtió en una representación en tres dimensiones del sistema solar, Mackenzie pensó que había bebido mucho champagne. Aún así, el efecto era tan impresionante que no pudo evitar dejar escapar un suspiro de asombro. La luz de la sala había quedado muy disminuida. Su única fuente ahora era un sol lejano, aunque conforme se movían hacia él, la luz aumentaba. No mucho, pues Mackenzie sabía bien que, en el espacio, sin una atmósfera que refleje, disperse y refracte la luz, la oscuridad era basta y extensa. Y tal era la sensación que la Malfoy en medio de aquel planetario. De pronto, sentía que estaba en medio del espacio, contemplando el sistema solar, sus órbitas girando alrededor del sol, la mayoría de ellas, en el sentido contrario a las agujas del reloj, aunque Venus lo hacía en sentido diferente y el eje de rotación de Urano parecía estar inclinado hasta quedar casi perpendicular a su plano orbital. Había visto el sistema solar muchas veces desde el gran observatorio que la Mansión Malfoy poseía en su biblioteca, pero nada era comparable a la sensación de estar en medio de él, contemplándolo desde el espacio, con un sensación de ingravidez que Mackenzie no podía decir si era real o tan sólo obedecía a un efecto reflejo de su mente, por la perspectiva de observación. Más aún, aquella representación en tres dimensiones también parecía emular el sonido de las estrellas y de los cuerpos celestes que sólo puede oírse desde el espacio exterior. La joven sólo lo había escuchado en un par de ocasiones y ambas fueron dentro de un sueño. Por más que había tratado de recordar aquel sonido en tiempo de vigilia, nunca lo había conseguido. Sólo le quedaba la sensación de lo soñado, la intensa paz, la cadencia de la más hermosa melodía. - La Gran Mancha Roja de Jupiter es el vórtice de una enorme tormenta. Se sabe que lleva muchos años activa y que gira en el mismo sentido que las agujas del reloj, al igual que el planeta. No obstante, en su centro, los movimientos son mucho más atípicos y variables. Los vientos pueden llegar a alcanzar los 400 km/h y es díficil saber las extrañas condiciones de presión, temperatura, electromagnetismo y dinámica que puedan regir en el interior de esa tormenta. Más aún cuando Jupiter, al igual que Saturno, es un gigante gaseoso. Algunos magos han tratado de investigar y hace unos diez años se patrocinó una misión a Jupiter de 12 inefables. Pero ninguno regresó. De pronto se tapó la boca con las manos. ¿Cómo había sido tan idi***? Movida por el entusiasmo de la explicación y la bella visión de cuanto estaban contemplando, había hablado de una misión clasificada y altamente secreta que además había sido uno de los mayores fiascos ministeriales.
  21. ¡Con unas alas! El corazón de Asuhr saltó con un gozo alegre, ágil, inconsciente, indómito. Se sentía bien, se sentía realmente muy bien. Volar, surcar los cielos azules infinitos, dejar que el viento te acariciara la cara, sentir el agua condesada en las nubes rozándote la piel, escuchar la sinfonía de las estrellas y el canto vacilante de la luna en las noches silenciosas, oler las fragancias del mundo ascendiendo hacia la Diosa, enfrentarte a las tormentas de arena, cara a cara, rugiendo, poderosa como el viento. Era hermoso. Tan hermoso como el canto de un benu.... El gozo de un instante se transformó en horror al siguiente. ¡No! ¡Jamás! ¡Ningún benu! No quería alas. Libertad, sí. Alas no las necesitaba. - Tienes razón -sonrió a Elvis, disimulando la turbación interior- me gusta la libertad. Mucho, realmente. Pero las alas me resultarían... molestas -no se le ocurrió otra palabra que lo definiera mejor-. Escuchó a Sally, la siguiente que tomó la palabra y, de alguna manera, se tranquilizó. Decía que el animal en el que lograbas convertirte tenía mucho que ver con la personalidad. Realmente ella tenía muy poco que ver con el benú. El fénix sagrado era para los Ktam, con sus cantos y sus premociones, su vida serena y su espíritu tranquilo y sabio. Asuhr era una Guerrera o más bien aspiraba a serlo, pero tal era el destino que había pronunciado durante los Votos del Agua. Supuso que debería elegir un animal fuerte, pero a la vez ágil. Un animal peligroso y luchador. Sí, tal vez era como decían y se corría el peligro de hacer daño a los demás, pero lo mismo ocurría en las guerras. Trataría, además, que fuera un animal libre e indómito, pues la sugerencia de Elvis le seguía gustando, a pesar de que no quisiera alas. ¡Alas! ¿Qué pasaría si estaba equivocada? ¿Y si Elvis tenía razón? ¿Y si su indigna ascendencia Ktam suponía que realmente tuviera afinidad con aquel ave, aún a su pesar? Evidentemente, los Ktam la ejecutarían si tan solo sospecharan del extraño gusto de aquel benú por seguirla a todas partes y no tenía la más mínima intención de intentar transformarse en uno, pero la mera posibilidad de que aquella fuera su afinidad animal, la preocupaba demasiado, por lo que decidió realizar la pregunta que le daba vueltas en la cabeza. Tal vez tuviera suerte y no hubiera la más mínima posibilidad. - ¿Se puede uno transformar en un fénix como animago? - No estaba segura de que los ingleses hubieran oído hablar alguna vez de los benú, los fénix sagrados que habían nacido de la explosión del corazón de Osiris, por lo que prefirió preguntar por la criatura que sí sabía que les era más cercana.
  22. La chica que recopilaba papeles como los Nahm-Uzza se había apresurado a intervenir para evitar una pelea entre Asuhr y el chico poderoso que la joven Uzza aún no sabía como se llamaba. Por lo visto, a Sagitas le costaba comprender que los Guerreros Uzza o, en el caso de Asuhr, los aprendices de Guerreros, eran la clase social más baja entre los Uzza. Asuhr no sabía cómo explicarlo, pero desde luego no tenía nada que ver con la estatura. ¿Entre los ingleses el respeto social se media por la estatura? Si así era, entonces esa chica debía de ser una Alefa, por lo menos. Asuhr no sabía cómo explicarle y, además, por la cara que ponía el joven poderoso, la joven aprendiz se daba cuenta que una tormenta estaba a punto de explotar. - Somos los más bajos, porque entregamos todo nuestro honor -respondió, preguntándose a su vez si Sagitas la iba a entender. Para ella era algo obvio, todo su honor no le era propio, estaba al servicio de la Diosa. Los Ktam tenían mucho honor que podían guardarse para ellos y, por ello, eran los más venerados entre los Uzza. Todos debían tener honor y, si cumplías los preceptos, te asegurabas una buena cantidad de él, pero la diferencia estaba en el servicio. Los que servían, como era el caso de los Guerreros, no se quedaban con su honor, lo entregaban en ese servicio, pero si tu Glorioso Destino era ser un Alefa, un Taikir o un Hakim podías quedarte para ti una parte de ese honor y, por ello, se te debía un respeto. ¿Cómo explicarle todo eso? A decir verdad, tampoco ella conocía todos los preceptos que determinaban cuándo se recibía honor y se entregaba honor. Y aún podía complicarse más, pues como explicaban los Nahm-Uzza, cuanto más honor se entrega en este mundo, mayor honor se recibe en los Jardines Celestiales. Iba a explicarle, o intentarlo, al menos, pero Sagitas cambiaba de conversación tan rápido y la tormenta en el rostro del chico poderoso estaba tan pronta a estallar, que Asuhr se dio cuenta que no le daría tiempo, como así tampoco iba a poder explicarle a la joven del pelo violeta para qué eran cada uno de los anillos, que era lo que le estaba preguntando en aquel preciso momento, cuando las palabras del joven estallaron como estallan las dunas cuando los gusanos de las arenas salen agitados a la superficie. Aquel joven se atrevía a acusarla de deshonor. ¡Deshonor! ¿Cómo podía ser tan necio? ¿Es que no era capaz de comprender que si podía entregar tanto honor, sirviendo en tierras tan lejanas, separándose de su pueblo y de su Maestro era porque, precisamente, había acumulado mucho honor? Ella no se rebajaba, al contrario, se ensalzaba. Recuperaba parte del honor entregado al cumplir la prueba impuesta por su Maestro. Y lo peor era que también estaba insultando a sus propios Maestros, incurriendo en el más grave deshonor. ¿Cómo podía hablarle de deshonor alguien tan indigno? La irá creció dentro de ella como un vendaval imparable. La furia se apoderó de sus músculos y los tensó. La adrenalina hizo presa en su corazón y lo avivó. Ni siquiera recurrió a su extraño poder, pues se convirtió en un viento furioso y se movió con la velocidad del rayo. Su cuerpo giró en una graciosa llave de combate, tantas veces practicada con Rasori, a la vez que su mano derecha tomaba la varita y la izquierda el puñal de colmillo de acromántula. En menos de un latido, Asuhr tenía al joven poderoso inmovilizado y con su cuchillo apuntando donde a ningún hombre le gusta que apunten los cuchillos. - ¡Necio, cállate o este puñal no se parará en tus pantalones! ¿Qué sabes tu del honor? ¡Aprende a respetar a tus Maestros, al menos! Ellos tuvieron que pasar por durísimas pruebas o te aseguro que ningún Guerrero Uzza les habría otorgado el Conocimiento. Es un gran honor para mi estudiar con ellos, pues siendo extranjeros, fueron capaces de alcanzar tal honor. Precisamente en aquel momento, Hades, uno de los Maestros ingleses, cayó del cielo ante ellos, exigiendo aplausos. A la joven le hizo gracia, a pesar de la furia que sentía, le recordaba mucho a Umi, cuando pedía alabanzas después de hacer una travesura. Seguía estando enfadada, pero la repentina aparición del Maestro hizo que soltara al joven poderoso de mala gana y activara su Anillo Detector de Enemigos, no quería ser presa de un ataque imprevisto en respuesta al suyo. Y aunque sus sentidos estaban entrenados para ser ágiles, activó de paso el Anillo de Escucha. El de Salvaguarda contra Oídos Indiscretos lo tenía ya activado de antes, pues de ningún modo hubiera querido que nadie que no fuera el joven poderoso oyera lo que le acababa de decir. Aún le extrañaba que los demás no pudieran utilizar los anillos del libro. Si repasaban sus libros, seguro que durante la clase, podrían leerlos. Bastaba la voluntad de un Maestro para que pudieras obtener el conocimiento. Cuestión distinta era que ese conocimiento necesitaba entrenamiento, además de que, mientras el libro no se vinculase, también el mero deseo del Maestro bastaba para que olvidases todo cuanto habías leído y aprendido. Asuhr estaba escuchando a Elvis cuando éste la saludó y confirmó lo que había dicho Sagitas. Se alegró cuando dijo que no debía preocuparse por los papeles ni por Azkabán. Era un alivio saber que todo estaba en regla. Pero la alegría no tardó en desvanecerse, convertida en asombro e ira cuando Elvis dijo que era un honor tenerla ahí y....¡le hizo una reverencia! ¡Por la Diosa Uzza, una reverencia a una servidora, como si fuera una Ktam! Aún no había salido de su asombro e indignación cuando Sagitas también le hizo una reverencia diciendo unas palabras de las cuales no comprendió ni la mitad. Pero la reverencia ya era suficiente para que la ira coloreara su rostro de un marcado tono carmesí. - No me debes honor, Maestro -se contuvo como pudo y lo dijo con la voz más calmada posible. Tenía que compensar tan horrible lacra en su honor, por lo que fue ella la que se tumbó en el suelo de aquella selva, con los brazos extendidos, en señal de máximo respeto-. Sólo soy una humilde servidora. Todavía estaba en esa posición, cuando escuchó los gritos de Elvis y, al mismo tiempo, su Anillo Detector de Enemigos comenzó a alertarla de un inminente ataque. No se podía mover, aún no había terminado de limpiar su honor manchado, habían sido dos reverencias. ¡Dos! Oía las voces de sus compañeros, las palabras de Elvis, mandándolos ir hacia el sur y encontrar una cueva. Activado como estaba el Anillo de Escucha, podía oir, incluso, las voces de los indígenas, gritando en una lengua extraña, a sus compañeros que se lanzaban a correr, a la brava chica de pelo violeta que se había presentado como Gatiux sugiriendo cubrir su huida con árboles para entorpecer la persecución, a Sagitas que se había enganchado a algo, al joven poderoso lanzando hechizos, el ruido de una explosión, los indígenas que se acercaban más y más.... pero no podía moverse sin antes terminar de lavar su honor, por lo que se mantuvo firme, permaneciendo tendida en el suelo, boca abajo y con los brazos extendidos. El vocerío le decía que los demás corrían ya lejos, fuera de peligro, pero ella seguía allí. El ataque hacía que el honor manchado se lavara rápidamente, pero aún así no juzgaba que hubiera pasado el tiempo suficiente. Quizás lo justo para poder defenderse, aunque fuera de forma precaria. El Anillo Detector de Enemigos le avisaba que debía tener a los indígenas encima, rodeándola. Apenas podía verlos, boca abajo como estaba y le resultaba difícil apreciar si eran magos o muggles. Sin embargo, si utilizaba una Marca de Sangre, lograría que al menos uno de ellos la obedeciera. Con eso bastaría, pero debía esperar a que se acercara para poder tocarlo. Escuchó los pasos cautelosos hacia ella, seguramente no entendían porqué no huía. Y entonces, un chispazo estalló en su mente con un halo negruzco. ¿Qué había sido eso? Por un momento, le costó recordar su nombre y dónde estaba. Luego todo volvió, junto con la premura que le provocaba el inminente ataque. Todo, salvo la idea que antes se le había ocurrido. ¿Qué iba a hacer? Recordaba haber pensado una estrategia de defensa. ¿Cuál era? Era un conjuro, estaba segura. Uno que había practicado con Rasori muchas veces. ¿Pero cuál? No lograba recordarlo. Probó con otro, invocando imágenes de su entrenamiento con Rasori. Nada. ¿Qué le estaba pasando? No podía recordar los conjuros. Y entonces pensó en la Salvaguarda Mágica y... funcionó. Asuhr se volvió intangible en el preciso momento en que uno de los índígenas trataba de agarrarla. La mano del indígena tan sólo apretó el aire. Esperaba que su honor se hubiera repuesto lo suficiente, porque al ver que los demás indígenas le lanzaban dardos, llegó a la conclusión de que era hora de moverse. La Salvaguarda Mágica no duraría demasiado y si aquellos indígenas podían utilizar magia, su defensa era muy precaria. Convertida en un sutil resplandor, su silueta tan vaga e imperceptible como la de un fantasma a toda velocidad, corrió alejándose de los indígenas en dirección a una pared de tierra que acababa de ser invocada por Elvis. Su silueta intangible atrevesó con facilidad la montaña de tierra y llegó al otro lado, donde los demás ya estaban colocando árboles y otros obstáculos para impedir la persecución. Su forma intangible se desvaneció cuando el efecto de la Salvaguarda Mágica se agotó y Asuhr volvió a ser ella misma. No sabía ni cómo había logrado mantener el efecto tanto tiempo. Pero agradeció su suerte. Suspirando de alivio, comprobó que su Anillo Detector de Enemigos no le avisaba de ninguna amenaza inminente. Y los sonidos que le llegaban desde la distancia, gracias al Anillo de Escucha, le decían que los indígenas aún estaban a cierta distancia. Tenía un recuerdo vago de algo que había aprendido con Rasori, que podría ayudarlos, pero no lograba recordar qué era. Cada vez que intentaba recordar el Conocimiento aprendido con Rasori, su mente giraba como en una nebulosa que le impidiera recordar. Salvo cuando había acudido a la Salvaguarda Mágica y a los Anillos que estaba utilizando. Fue entonces cuando se le ocurrió la terrible sospecha que casi era una certeza. Había olvidado todo el Conocimiento aprendido con Rasori, salvo cuando se trataba de Conocimientos de los dos primeros libros. Repasó mentalmente todos los poderes de esos libros y se dio cuenta de que recordaba perfectamente las enseñanzas de Rasori. En cambio, si trataba de pensar en los poderes de libros superiores, su mente se volvía a convertir en el torbellino negro que la impedía recordar. Así que, después de todo, el viejo Rasori sólo le estaba permitiendo recordar libro a libro. Tenía sentido, ahora se daba cuenta. Asuhr ayudó a mover árboles, lanzando un Mobiliarbus tras otro, hasta que se formó una imponente muralla de troncos. Cuando la muralla estuvo terminada, Asuhr se acercó hacia donde estaba Elvis, en ese momento hablando con Sagitas. Por lo que pudo escuchar, la chica estaba convencida de que no eran enemigos. Bueno, quizás de ella no lo fueran, pero a Ashur le habían lanzado unos cuantos dardos, aunque no hubieran podido atravesarla. - ¿Cómo es eso de que no son enemigos? A mi me han atacado. Por la manera de hablar de Sagitas, a Asuhr le recordó a una Uleya. Igual se había equivocado y esa chica no era una Nahm-Uzza inglesa, sino más bien una Ktam inglesa, igual hasta podía "ver a través del agua" y pronunciar profecías.
  23. Había salido con los demás y se había acercado con ellos a la mesa en donde la cena estaba ya dispuesta. A pesar de la nieve que se extendía por todo el jardín, no hacía mucho frío y, rodeaba de los fuegos que había dispuesto la SinHonor en torno a la carpa bajo la que estaban cenando, tenía que reconocer que se estaba bien allí. El firmamento lucía hermoso, todo cubierto de estrellas, que podían entreverse a través del techo transparente que los cubría. La cena era rica y abundante y, a pesar de que estaba cocinada de forma exótica, Asuhr tuvo la impresión de estar de vuelta en la Tierra de Uzza, degustando uno de los exquisitos platos de Shera. Se sentía bien y, al mismo tiempo, extrañamente triste. Estaba rodeada de gente que como ella quería aprender, pero se sentía sola. Había tantas cosas que la diferenciaban del resto de sus compañeros que le costaba sentirse parte de aquel grupo. La mayoría de ellos se conocían de antes y charlaban amigablemente, incluso recordando anécdotas y travesuras, como hacen los viejos amigos o los hermanos de sangre. Ella, por el contrario, no conocía a nadie. Y peor todavía, jamás había tenido un hermano de sangre. Lo más parecido que había tenido a un hermano era Umi, el sobrino de sus padres adoptivos, Daud y Shera. Pero Umi había muerto una fría mañana de primavera, hacía ya tres años. Y en cuanto a sus amigos, todos habían quedado en la lejana Tierra de Uzza. Y luego estaba Suluk, la SinHonor. No hubiera sabido decir qué estaba esperando encontrarse Asuhr, pero desde luego no esperaba encontrar a una anciana cargada de arrugas, pero de mirada siempre sonriente y amable. Iba preparada para el desprecio y se había encontrado con alguien a quien le costaba despreciar, aunque solo fuera por su ancianidad y el respeto que imponía. Pero más allá de eso, a cada gesto de la Arcana, Asuhr adivinaba dentro de ella, la fortaleza de la tierra, la sabiduría del viento y la alegría del agua. ¿Cómo podía despreciar a alguien así? Y, sin embargo, era una SinHonor, una Arcana, heredera de los antiguos subyugadores. Por si tuviera pocos motivos para sentirse extraña y sola, todos los allí presentes parecían haber experimentado ya con la habilidad. La mayoría se podía transformar y todos tenían conocimientos que ella ignoraba e incluso le costaba comprender, por novedosos. Rasori, su Maestro, le había hablado muy poco de la habilidad y allá, en la Tierra de Uzza, no era una habilidad frecuente, era más bien de una rareza extraordinaria. Tal vez aquel había sido el motivo que le había llevado a Asuhr a elegirla en primer lugar. No era que le molestara que los demás supieran más que ella. En cierto modo, escuchándolos, estaba aprendiendo y lo agradecía. Pero sentía que tenía muy poco que aportar en aquella conversación y, por ello, la mayor parte del tiempo, había estado callada, intentando mantener a raya la tristeza y la melancolía que estaban haciendo presa de ella. Cuando Lyra comentó que había sentido la tentación de transformarse a raíz de su enojo con Ashur por querer tocar los libros, ésta no pudo evitar sonrojarse y la sonrisa afectuosa de Lyra no hizo que se sintiera mucho mejor. Siguió escuchando a los demás, mientras picoteaba unos dulces, hasta que una voz la sobresaltó. - ¿Y tu? ¿Te transformas en algo? La pregunta la pilló por sorpresa. Era Mackenzie quien la interpelaba, después de haber explicado los pormenores de su transformación en cobra real, con los que no parecía tener muchos problemas, salvo quizás el hecho de que, según comentaba, hacía mucho tiempo que no practicaba la transformación y tenía miedo de no sentirse ya tan identificada con aquel animal. - ¿Yo? - Asuhr tragó deprisa un trozo de manzana. Quería hablar, pero tenía las palabras atascadas en la boca. No le salían. - Yo... -repitió, encogiéndose de hombros- pues no, no me transformo en nada. Espero aprender a hacerlo, pero hasta hoy lo desconocía todo de la habilidad. Ni siquiera sé con qué animal me siento más identificada para intentarlo. Por instinto, levantó la cabeza, temerosa, tratando de averiguar si el fénix que la perseguía a todas partes se encontraba allí. Pero no lo vio y respiró aliviada. - Supongo, por lo que decís, que me falta conocer un poco más mi naturaleza animal. De pronto, se le ocurrió una idea. Era peligrosa, pero dado lo mal que ya se sentía, no creía que, dijeran lo que dijeran, se fuera a sentir peor de lo que ya estaba. - Según vosotros, ¿qué animal podría encajarme? No sabía si eso serviría mucho para descubrir un poco más sobre su posible naturaleza animal, pero tal vez la ayudara a saber si los demás la veían tan extraña como ella se sentía.
  24. @ Me corrijo lo que te explicaba el otro día. La idea era que fueran como los conocimientos y esa parte te la dije bien. Lo que no te expliqué bien es que, precisamente, por ir como los conocimientos, al final, no hay ninguna diferencia en el nivel entre hacer primero una habilidad que se tiene o una habilidad nueva. A ver si me explico bien. Con los conocimientos ---> se te quitan ---> te dan una medalla ---> haces el curso ---> obtienes la experiencia del curso. Con las habilidades que no vas a conservar --->están en ficha hasta junio como retenidas ---> se te quitarán en junio si no las has cursado---> te darán una medalla por la retirada de la habilidad retenida ---> haces el curso más adelante ---> obtienes experiencia Con las habilidades que vayas a conservar ---> están en ficha como retenidas hasta hacer el curso ---> haces el curso ---> la habilidad pasa de retenida a adquirida ----> te darán una medalla por la retirada de la habilidad retenida O sea, una habilidad preexistente en el momento de la implantación de la v3 siempre va a dar medalla, porque siempre se te acabará quitando y tendrás que hacer el curso por ella. Si no la haces antes del plazo de 6 meses, tendrás la medalla, pero la experiencia de la habilidad la tendrás cuando hagas el curso. Si la haces antes del plazo de 6 meses, tendrás la medalla al momento de hacer el curso, dado que si no no se te computaría en el nivel ese curso que has hecho. Pongo ejemplos: Fulanito: Tiene Nigromancia y Oclumancia Ahora mismo suma por ellas 12.000 x 2 = 24.000 experiencia Antes de junio, realiza los dos cursos de Nigromancia y Oclumancia. En el momento que termine de hacer los cursos, tendrá: Nigromancia adquirida: 12000 Oclumancia adquirida: 12000 Medallas: 12000 x 2 = 24000 Total: 48000 Menganito: Tiene Nigromancia y Oclumancia Ahora mismo suma por ellas 12.000 x 2 = 24.000 experiencia Antes de junio, realiza los dos cursos de Parsel y Animagia, pero no cursa las habilidades que antes tenía. En junio tendrá: Parsel adquirida: 12000 Animagia adquirida: 12000 Medallas (Nigromancia y Oclumancia retiradas): 12000 x 2 = 24000 Total: 48000 Es decir, lo mismo. Y tampoco varia en el tiempo, porque mientras no tiene la medalla, tiene las antiguas habilidades, luego la experiencia le suma en todo momento lo mismo. Da igual hacer primero las nuevas que las viejas, siempre va a ser lo mismo. Es el mismo funcionamiento que los conocimientos. Fulanito Tiene 4 conocimientos, se le retiraron 2: 2 conocimientos gratis: 2 x 4000 = 8000 2 medallas por conocimientos retirados: 2 x 4000 = 8000 Vuelve a cursar los 2 conocimientos retirados: 2 x 4000 = 8000 Total: 24.000 Menganito Tiene 4 conocimientos, se le retiraron 2: 2 conocimientos gratis: 2 x 4000 = 8000 2 medallas por conocimientos retirados: 2 x 4000 = 8000 Cursa otros 2 conocimientos, pero diferentes a los retirados: 2 x 4000 = 8000 Total: 24.000 Siento si me expliqué mal antes y ojalá que ahora esté claro.
  25. Así que nadie tenía interés en el estudio. Todos deambulaban por la casa haciendo tareas domésticas como si fueran niños o gente sin destino que cumplir. Allá en la Tierra de Uzza, la casa quedaba al cuidado de quienes no elegían un Glorioso Destino que cumplir durante los Votos del Agua. Hacer su trabajo era quitarles honor a los menos favorecidos. No estaba bien. Pero entre aquellos ingleses, todo era extraño y raro y ahora tenía que oírse regaños por no ayudar y por querer encontrar un libro que le aportara Conocimiento. Se apartó, no obstante, de la estantería ante la vehemencia de la chica de ojos café y se acercó hacia el escritorio, a ver si allí tenía más suerte. Entonces vio allí a aquella chica a la que había visto en las inscripciones, Mackenzie, junto con otra chica que si no había escuchado mal, era su hermana. Iba a apartarse cuando la joven de ojos cafés que la había regañado se acercó al grupo y se disculpó, para sorpresa de Asuhr. - Encantada de conocerte. Yo me llamo Asuhr y no voy a robar el honor de quien sea que esté a cargo de las tareas de esta casa. He venido a aprender, no a limpiar –aclaró Asuhr, esperando que la chica que se había presentado como Lyra la entendiera. –Oye, te he visto antes convertirte en una gata persa. ¿Cómo se hace? No has utilizado varita y parece que mantenías tu propia mente, aunque tu cuerpo fuese el de un gato. No sé si soy la única, pero la verdad que no me han entrenado aún en esta habilidad. Mackenzie debía haber encontrado algún papel importante y Asuhr pudo escuchar parte de la conversación entre ella y un joven que dedujo debía ser un familiar de ella, a juzgar por la conversación. - No te preocupes Bastian, no te deshereda todavía. Aunque si te digo la verdad, este testamento debe ser una broma de mal gusto -dijó Mackenzie. La chica no dijo nada más, pero parecía contrariada, cuando se dispuso a salir a cenar. Parecía que todo el mundo había olvidado que afuera hacía muchos grados bajo cero, incluida Asuhr, que también se dirigía hacia la puerta, para salir al exterior, cuando oyó la voz de la chica que había preparado la cena, haciéndoles caer en la cuenta de que afuera hacía mucho más frío del que era recomendable soportar. - Creo que tiene razón –comentó tímidamente, cuando la otra joven salió al exterior de forma inexplicable-. Sería mejor que cenáramos dentro, a no ser que alguien conozca encantamientos para cambiar el clima exterior.

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