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Kahlan Blackthorn

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Todo lo publicado por Kahlan Blackthorn

  1. — Si está en lo correcto, Señor Malfoy. Claro que se necesita un telescopio y otros elementos para observar las estrellas y todos los cuerpos celestes que componen nuestro sistema solar y el universo— expuso al sentir la presencia del hombre. Volviendo su atención a las palabras de Beltis, ella tenía una percepción propia de lo que era nacer con estrella o sin ella. Pero para Black Lestrange era sencillo reconocer esos detalles en una persona, solamente se necesitaba la conexión correcta con los números de la fecha de nacimiento y el resto era pan comido en apariencia. — Nos encontramos entre el limite de lo real y lo ficticio, pero estamos levitando sobre el planeta tierra. Se que suena descabellado, pero la magia nos permite llegar mucho más allá de lo que nuestra mente nos muestra a simple vista —volteaba las tablillas para mostrar con más claridad lo que intentaba explicar a sus alumnos. La trinidad mágica armónica, estaba asociada al número tres, expresando a la divinidad y representando a todos los conceptos que están conformados por tres componentes, retomaba la palabra con serenidad—Los reinos naturales se dividen en tres y estos son: el reino mineral, el reino vegetal y el reino animal. En la alquimia representa los tres principios que son el azufre, el mercurio y la sal —chasqueando los dedos apareció estos sobre una mesa improvisada. — Si se traza un triángulo apuntando su punta hacia arriba, se esta representando al fuego. En caso contrario, si la punta esta apuntando hacia abajo, entonces se está representando al agua, si este se presenta apuntando hacia arriba, pero una línea lo divide de forma horizontal, entonces se simboliza al viento y por último, si esta apuntando hacia abajo su punta y es dividido por una línea horizontal tenemos delante de nosotros simbolizado al elemento tierra— dibujo en el aire con su varita las cuatro figuras geométricas dividiendo dos de ellas por la mitad con una linea horizontal. Otro triángulo se anexo a los cuatro que ya flotaban en el firmamento, este no se encontraba dividido por la mitad, sino que estaba completo y resaltaba en su base una cruz— Aquí tenemos la representación del azufre. El cuadrado también es empleado dentro de la Alquimia, empleado para representar a los cuatro elementos que existen dentro de la naturaleza y ustedes deben conocerlos y esos son: agua, tierra, fuego y aire. De ahí la conexión que tienen con las estrellas y los signos que representan a las doce constelaciones del zodiaco, justo por eso cite lo de nacer con estrella—indicó desviando su vista hacia un par de telescopios que levitaban delante de sus pupilos. — Podemos ver el infinito dentro del universo, porque este no tiene fin y diversos estudios, nos han permitido conocer un poco más de este. La aritmancia lo representa con el número 8 que al ser colocado en posición horizontal es la forma que denota. En el símbolo del infinito se presenta la dualidad de lo masculino y lo femenino, el nacimiento y la muerte, el día y la noche y finalmente el ying y el yang como fuerzas mutuamente dependientes, se deben reconocer y equilibrar estás fuerzas opuestas —concluyó su perorata, esperando las dudas que surgieran de cada una de sus explicaciones, sobre los elementos que forman parte de la Astronomía y la Aritmancia. @@Crazy Malfoy, @Beltis
  2. ID: 31143 Nick: Juv Malfoy Croft Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla): Bóveda Trastero de Juv Malfoy Croft Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Boveda de Juv Malfoy Croft Nivel Mágico: XXXVIII Fecha: 2019-11-09 Criatura: Ave del Trueno Puntos: 80 puntos Precio: 4000 galeones Criatura: Crup Puntos: 40 puntos Precio: 2000 galeones Total de Puntos: 120 puntos Total de Galeones: 6000 galeones
  3. El mar era impredecible en todo momento, jamás se podía reconocer la reacción que este tendría al ser regido por la madre naturaleza. Pero los magos tenían a su favor un arma sumamente poderosa, cargada de magia y conjuros que le permitirían al conocedor de estos regir a placer cada uno de los cuatro elementos. Ella en particular, casi siempre usaba el fuego para devastar zonas que lo necesitaban reduciendo a cenizas arboles de enorme tamaño y grandes zonas plagadas de vida — Iremos al fondo del mar, espero que traigan ropa cómoda y lo necesario para pasar un largo rato debajo de aguas plagadas de diversos peligros. Aprenderán a como se puede originar un remolino, además de intentar descubrir que provoco que la Atlantida y todos los que habitaban en ella, desaparecieran en un abrir y cerrar de ojos —hablaba tras la aparición de sus alumnos. Era interesante la forna en que la puntualidad se aplicaba a los magos y brujas que habitaban dentro de Londres. Su reloj biológico y personal, estaba sincronizado con la hora de Nueva Zelanda, no le importaba restar un poco de tiempo a toda aquella faena. — No ha sido demasiado tiempo, no hay porque disculparse —asintió murmurando un hechizo inaudible para los presentes. Cubriendo su cabeza con una fina capa transparente, no era un casco burbuja como tal, pero si le ayudaría a mantenerse lucida debajo del mar. No necesitaba aire para respirar debajo de este, pero no era el mismo caso con sus pupilos. Sumergiéndose en el inmenso cuerpo de agua, esperaba que le siguieran sin demorarse más de la cuenta. — Corpo, aquarius, vitale, protecto, mortalis—recitó para proteger a todos los que estaban con ella, nadando con pericia hacia donde estaban las ruinas de tan invaluable monumento. Dentro de los libros se mostraban fotos que casi siempre, distaban mucho de la realidad. Colores que no plasmaban la verdadera belleza de esas obras creadas para ser admiradas hasta el final de los tiempos, lastimosamente para la civilización Atlante la naturaleza y sus elementos, no les dieron un final del todo benevolente. Estaban ahí para desenmarañar todo aquello, empleando el poder de la meteorología e impedir que las aguas se enturbiaran en su contra. Sintiendo la serenidad en su respiración extrajo de su chamarra de piel una pequeña brújula encantada, siempre le señalaba el sitio correcto y nunca era errática en su lectura. Activando su sentido de alarma, prefería esperar por los jóvenes que le seguían y no perderlos de vista. Delante de ella pedazos de roca atrapados entre la arena, sepultando debajo de está vidas nocentes, aunque ante sus ojos no eran nada más que la prueba de que todo principio tiene un final. — Eternus, Revitale, Terra, Corpo, Humane, Condenae—terminaba su conjuro invocando a las almas de los caídos, dándoles la potestad para enseñar lo que los llevo a la ruina. Suceso que quizás inicio en el suelo marino y se elevó fuera de este, si un maremoto se desató en ese sitio ella sin duda lo sabría en un momento. @ @ @ Nerón Blackthorn Morsmordre
  4. El velo que cubría sus pensamientos caía delante de sus orbes de distintas tonalidades, la serenidad del recinto era hipnotizante y seductora. Uno a uno los números se alinearon en perfecta sincronía, tras la presencia de Beltis, sacándole del trance en el que se encontraba Black Lestrange. El nexo que tenía con la mujer era demasiado fuerte, nada podía quebrarlo o dañarlo de algún modo, curioso como el destino de las personas era regido por los números o las estrellas. Se decía desde la antigüedad que cada persona nace con buena o mala estrella, justamente por eso su afán de estudiar ambas ciencias a profundidad. — Estamos donde quiera llevarte tu mente o tu destino. Este sitio, solamente es un parte aguas, no es real del todo, sólo lo será si tu quieres que lo sea—expreso obsequiándole una sonrisa afable. El tiempo se movía a su propio ritmo, rigiendo a su antojo cada uno de los acontecimientos y situaciones que marcaban la vida de un ser mágico o muggle. Sabía que la mujer estaba ahí para aprender sobre Aritmancia y Astronomía, dos lineas que llevaban al mismo punto al final de todo aquello. Un par de tabillas se elevaron del suelo, plasmadas en ellas estaban dos constelaciones conocidas dentro del mundo espacial. Ella le denominaba de esa forma, encontrado la conexión exacta a todo aquello. Sumas, restas, multiplicaciones o cualquier clase de nexo con las matemáticas salia sobrando, salvo la interpretación que le daría a cada una de las cifras. — Cada ser nace con un numero de vida y una estrella que le protege o guía su camino dentro de este plano. No hablo que cuando eras pequeña y te ocurrían cosas sin razón de ser o estar, sino de la base principal de la Aritmancia, aquella que esta compuesta por tres elementos fundamentales y son conocidos como la Trinidad Armónica, la magia (naturaleza), el ser (hombre) y el espíritu (flujo mágico)—abriendo poco a poco su interior dejaba que el flujo mágico actuará sin barrera alguna que se lo impidiera. — No tengas miedo confía en las habilidades que posees, porque de ese modo te será mucho más sencillo conectarte con la Aritmancia y poder manejarla sin dificultad y entrelazar lazos con la Astronomía—invocando las dos simbologías más importantes dentro de la Aritmancia las retrato con un cumulo de estrellas que les dieron una forma definida. Eran un circulo y un cuadrado, se decía que los antiguos Egipcios los usaban para representar todas las ciencias, el símbolo del origen, invisible, un espacio cerrado y un ciclo eterno. Dentro de la tradición popular el circulo es el símbolo de la protección, trazar un circulo así mismo o alrededor de un objeto con las herramientas y materiales indicados, te protegerá de la energía oscura o magia negra. Toda esa explicación la realizó de forma mental, para que Beltis reconociera el flujo espiritual de la Malfoy y se pudiera conectar con ella sin tener que usar las palabras. Las estrellas se alinearon a favor de la bruja, permitiéndole abrir un poco más la coraza dentro de la cual muchas veces solían resguardarse los hechiceros que deseaban aprender tan complicadas artes mágicas, no era sencillo entenderlas, pero conocer los secretos que cada una albergaba era fascinante al final de todo aquello. @Beltis Morsmordre
  5. La Atlántida era un mito dentro del mundo muggle, pero para los seres mágicos coquetear con la idea de su existencia era un mangar difícil de digerir. Empero, pero para la Nigromante, atreverse a retar a ciertos mitos, si que le resultaba una aventura extrema sin duda. Entrometerse en lo que muchos consideraban sólo una alucinación, figuraciones que no tenían, ni pies ni cabeza, locuras que rayaban en lo absurdo y derivarían en la enfermedad mental de ultima moda. — Veamos si se arriesgan a mojarse un poco, aunque tal vez mis planes vayan mucho más allá—siseó entornando sus ojos hacia un barco que estaba dentro de una botella. Parecía ser un viejo navío de la armada inglesa, recuerdo de uno de sus tantos viajes a su amado Londres. Ahora habitaba dentro de Nueva Zelanda, ya que su cargo de Primera Ministra, el sacaba más tiempo del debido y eso le limitaba un poco el placer de viajar por donde le diera la gana. Pero ahora su atención estaba centrada en emplear la magia que poseía en beneficio de unos cuantos, jamás se considero un ser benevolente y esa situación no haría la excepción. — El bien es para quien ha crecido con el y yo, no tengo el más mínimo acercamiento con cosas como esas—calzándose una chamarra de piel, alistaba todo para su nueva clase. Le resultaba interesante esa clase de interacción, posiblemente se enriquecería con los conocimientos que se aportaran por ambas partes. Ella llevaría la batuta, pero no por eso limitaría la participación de sus queridas alumnas. Sus ojos se mantenían fijos en el oscuro firmamento, controlando una parte de este con el izquierdo, aquel que tenía una tonalidad un poco más clara que el derecho, causando un desajuste en el clima todo a causa de su heterocromia del iris. No le molestaba esa pequeña cualidad, ya que le ayudaba con su habilidad como Metamorfomaga. — El estado del tiempo se altero un poco, pero en manos de esas tres mujeres estará poner todo en orden —chasqueando la lengua se dispuso a desaparecer rumbo hacia la Isla de faro donde se encontraba ubicada dicha edificación. El sitio que se vio azotado por la madre naturaleza, provocando que con su poder el faro de Alejandría se viera reducido a nada o al menos eso cuentan las leyendas, para ella eran solo chismes que pasaban de boca en boca y no tenían un origen fidedigno o veraz que los sustentará del todo. Desaparecieron en medio de una ventisca gélida, enviaba el mensaje a sus alumnas, apresurarse y darle alcance en el sitio pactado. @ @ @ Nerón Blackthorn
  6. Un templo antiguo rodeado de varias columnas, cuerpos rocosos que se elevaban con elegancia y fuerza delante de los ojos de Black Lestrange. Arañando por momentos el oscuro cielo, danzaban alrededor de ellos pequeños cubos que contenían números en sus cuatro caras, destellando como lo hacia el astro rey, al dejarse ver las primeras horas de la mañana, acariciando con su cálida luz un nuevo amanecer. Acomodaba su capa de viaje, recostando su dorada cabellera sobre su hombro izquierdo dejando a la vista una cifra que acompañaba a su marca de Caín. El tiempo apremiaba en esos tiempos, convirtiéndose en moneda corriente dentro del mundo mágico. — Veamos que les depara el destino a mis nuevos alumnos, espero esta vez no tener que ir descontando a los presentes —curvándose las comisuras de sus labios, no tardaron en transformarse en una lóbrega y tétrica sonrisa. Poco a nada recordaba de la última cátedra que impartió, quizás vagamente deambulaba en su memoria, el ver correr la sangre de una mujer italiana y el cuerpo inerte de otro sujeto. Detalles sin importancia que poco a poco, se desvanecían igual que lo hacían las huellas que dejaban los turistas sobre las arenas del desierto. Comparaciones vagas que solía asociar con algunas situaciones cotidianas, dejándose de lado el típico recordatorio de siempre. Avanzando por el templo elevaba la punta de su varita un poco más arriba de su barbilla, recitando algunos cánticos en arameo y algunos más en antiguo egipcio. Atrayendo las fuerzas que le ayudarían para aderezar todo aquel berenjenal. Tenia dos personas conocidas dentro de sus pupilos, le resultaría extraño volverse a topar con su padre adoptivo y la mujer que por muchos años jugó el papel de madre dentro de la vida de la Nigromante. Jank le resultaba conocido, pero no tenía más datos a la mano sobre su persona, posiblemente el tiempo dentro de ese recinto daría pie a que pudiera indagar un poco sobre su vida. El cielo se abrió poco a poco, dejando a la vista un tapete oscuro como el ala de un cuervo, pero plagado de pequeñas luciérnagas que destellaban a su propio ritmo. Las constelaciones de Capricornio y Escorpio, enmarcaban todo aquello con su presencia majestuosa, brillando a todo lo que daba cada una de las estrellas que las conformaban. A su vez los libros de Aritmancia que trajo consigo expulsaban varias de sus paginas, empujándolas hacia el firmamento formando un mural que detallaba con lujo de detalles de que iría aquella clase, acompañada por la astronomía que le daría un toque mucho más misterioso a todo aquello. — La misiva, ya ha sido enviada—siseó manteniendo aquel gesto intacto en sus labios. Ansiando verlos aparecer envueltos en un tornado de oscuridad e incertidumbre, no restaba nada más que aguardar, para dar inicio a todo aquello. Tomando con parsimonia su gromorio, lo abrió en la parte que hablaba del destino de los seres vivientes mágicos y no mágicos, curioso tema para relajar un poco la mente sin duda. @@Crazy Malfoy, @Beltis, @@Jank Dayne
  7. —Flechas de fuego —pensó Black Lestrange, brotando de la punta de su varita una andanada de flechas que impactaron en la bruja. Quemando su cuerpo, causándole heridas que le causaría un profuso dolor. La sonrisa en los labios de la Alemana se ensanchó tal y como lo hace la boca de una anaconda que disfruta de un delicioso aperitivo. Las palabras de su alumna tenían un poco de razón, pero era mucho más complicado sacarse de encima algún hechizo proveniente de los libros de hechizos. Los uzzas eran seres sumamente sabios, nunca dejaban cabos sueltos y la joven delante de ella estaba a punto de comprobarlo. —Hay cosas peores que un imperio, no tiene idea de los alcances que la magia de los Uzzas tienen en contra o a favor de los magos que habitan dentro de nuestra sociedad. Al igual que los Arcanos, no suelen irse por las ramas—apuntó con la vista al grimorio que estaba a sus espaldas — Poder emplear el poder de los muertos a nuestro beneficio es mucho más provechoso que lanzar un sectusempra o un avada kedavra. Hay mejores formas de matar mucho más lastimosas y humillantes. Justo por eso las leyes magicas persiguen como sabuesos a sus presas, para que el mal no se expanda más allá de los limites que ellos “creen” que pueden controlar—asintió pensando en su siguiente ataque. — Daga del sacrificio—apareciendo en su mano una daga afilada, empuñando la misma sobre su brazo hizo un corte profundo. Su sangre empapó un poco el suelo, causándole una sensación placentera al sentir el poder que brotaba de esa incisión sobre su anatomía—Immolo Oppugnare— siseó sacrificándose para agredir con el mismo corte e infringir el mismo dolor en su alumna. Ahí estaba impreso parte del poder del que tanto se hablaba dentro del mundo de los Uzzas, simplemente el donde causar lesiones más certeras que lanzar un golpe limpio sobre el rostro de un viejo enemigo. — Espero que haya aprendido la lección —sentenció desvaneciéndose con el grimorio en su surda y el otro libro que uso como artefacto de enseñanza. Lucrezia estaba completamente sola dentro de ese sótano, esperaba que pudiera encontrar la salida y curarse lo antes posible. @@Lucrezia Di Medici Di Médici
  8. // Octubre 2019 \\ Leyes Magicas & Defensa contra las Artes Oscuras APROBADOS Lucrezia Di Medici DESAPROBADOS Emmet Haughton Gaunt
  9. — Poseo la potestad para permitirles usar maldiciones imperdonables, pero no entiendo la necedad de hacer uso de ellas dentro de una clase. Me imagino que su insistencia radica en como defenderse de ellas o intentar comprender el daño que son capaces de infringir en un ser mágico o muggle—explicaba entornando sus ojos hacia el libro una vez más. La magia avanzada, no siempre era comprendida de primera mano y era sensato enseñarlo con pelos y señales. — No necesitan un avada kedavra o un crucio, para destruir o mermar a un rival. Existen hechizos o encantamientos mucho más afectivos, dentro de la magia antigua. Diversos magos y grandes hechiceros crearon cada uno de ellos, pero como todo mal, también encontraron la forma de contrarrestarlos con éxito. La defensa contra las artes oscuras y las leyes mágicas, suelen ir de la mano de forma indirecta. Vea la reacción de su contrincante, no tuvo que lanzar un protego o silencius, para frenar su ataque fue mucho más allá de los hechizos convencionales que suelen usarse dentro de los duelos— indicaba con una media sonrisa en sus labios. Su mirada gélida escrutaba con dureza el rostro de Lucrezia, detectando en ella un ligero atisbó de temor mezclado con ganas de aprender más de lo que podía digerir de primera mano. — Le aconsejo que lea y analicé las leyes que rigen nuestra sociedad, no la meterán a la cárcel por lanzar una aguamenti o algo parecido. Pero no tendrá la misma suerte, si se empeña en usar las maldiciones imperdonables, admiro su tenacidad y sed de aprender de ellas, pero antes de correr debe aprender a caminar y antes de eso, no estaría mal que gateara. Paso a paso las cosas se aprender de una forma más efectiva y dinámica, piénselo y preste atención al siguiente suceso dentro de la clase —elevando con elegancia su varita paso por su mente un conjuro. —Arena de hechicero—los huesos cristalizados de un mago muerto se desprendieron de la punta de su arma, rodeando a Lucrezia con una arena que levitó entornó a ella cegándola, dándole la posibilidad de emplear solo hechizos de tipo efecto o invocaciones. Era momento de que pensará como defenderse y aprender a atacar de una forma más certera y efectiva. Emmet estaba en el radar de Malfoy, jugando con todas las posibilidades que le surcaban la mente, no dudo en decantarse por la más siniestra de todas ellas. Recordando cuando se vio bajo los efectos de aquel hechizo, decidió que era buena idea ponerlo en práctica y ver que tan diestro era el Gaunt para defenderse de aquel y no perder la vida antes de poder contrarrestarlo. —Cinaede—sentenció notando que alrededor del hombre un gas invisible surgió y penetró en sus vías respiratorias, cortándolas en el acto impidiéndole recibir aire para poder mantenerse en pie y respirando con fluidez. Debía ser rápido en su accionar para evitar morir y caer rígido como tabla sobre el suelo, además de evitar que el veneno llegará a su sangre y complicar mucho más la situación en la que se encontraba. Era momento de apretar las tuercas y colocarlos al borde del precipicio, confiaba en que podrían sortear aquellos ataques y en caso contrario de no hacerlo, ya tenía preparados dos servicios funerarios. @@Lucrezia Di Medici Di Médici @@Emmet Haughton Gaunt Link de interés Clic here
  10. Evitando prestar demasiada atención al pequeño exabrupto, protagonizado por su alumna. Apareció en sus labios una sonrisa lóbrega y relajada, no se dejaba llevar por esa clase de situaciones, no habia necesidad de estallar como una bomba y de ese modo expresar el descontento que le generaba tomar las clases dentro de Castelobruxo. Cada uno de los profesores, brindaba parte de su tiempo y dedicacion a las clases, pero reacciones como esas, solamentele impulsaban para aferrarse más a la única idea que le tondaba la cabeza noche y día. —Puede tener una clase normal, si lo desea o colgarse de una de las lamparas. Ya su reacción de hace un momento, no me deja mucho de donde agarrar y creo que lo mejor es pasar de dicho tema.No se preocupe, acepto su disculpa—se percató de que otro estudiante les acompañaba luego de soltar aquella perorata — Parece que las cosas se animarán más de lo previsto asintió escuchando las disculpas del Señor Gaunt y volvía su atención a Lucrezia. Aprender solo lo fundamental de defensa contra las artes oscuras, no era un mal inicio y la cosa se aderezaba de formas demasiado extrañas. —No hay nada que disculpar, puede unirse a esta peculiar clase sin inconveniente alguno — tomando un tomo de la mesa que estaba detrás de ella, analizando el titulo lo abrió con parsimonia, notando una mueca de extrañeza en los dos magos—Tienen uno idéntico en sus manos, no pregunten como ha llegado ahí —tosió aclarando un poco su garganta. Sus ojos deambulaban por la primera pagina del libro, encontrando le mensaje oculto por el escritor—Encantamientos Mágicos Superiores y Avanzados, interesante titulo sin duda. Puede practicar con su compañero, lance un ataque que consideré le puede causar daño y el se defenderá como lo crea conveniente —sujetando su varita con elegancia y fuerza, les daba vía libre. Ella intervendría sin duda alguna, pero lo haría en el momento justo y preciso. — Nada de maldiciones imperdonables de momento, porque más adelante nos tocará analizar las leyes que las castigan y de que modo podemos evitar el ataque de cada una de ellas. Excepto el avada kedavra, ya que esa maldición no tiene algo que la contrarresta y siempre es efectiva, útil y muy certera sin lugar a dudas —prestando atención a sus alumnos espero que adquirieran la postura de ataque e iniciará toda esa faena cargada de cosas entretenidas y un espectáculo sin igual. @@Lucrezia Di Medici Di Médici @@Emmet Haughton Gaunt
  11. La iris de sus ojos cambio levemente de color a un carmesí profundo, tras verse acompañada por su única alumna. No le extrañaba la falta de interés por las Leyes Mágicas o la Defensa contra las artes oscuras, porque las cosas no estaban para prestarle atención a nada más que los intereses personales que le convenían a cada ser que habitaba dentro de esa sociedad. Ella por su lado pasaba por alto banalidades como esas, no era algo que le sacará el sueño y mucho menos truncará sus ganas de salir a matar a destajo. Aunque dentro de ese sótano debía mantener la compostura o al menos brindar una pantalla infranqueable. —¿Qué conoce de las leyes que rigen nuestra sociedad?, no importa que sea lo más básico. Me interesa saber con que nivel podemos comenzar, aunque le diré que trataremos desde el origen de las primeras leyes hasta las actuales, temas delicados para los momentos que esta viviendo la sociedad mágica—sonrió avanzando por el lugar. Apareciendo su oscura varita en su surda, giraba esta sobre la punta de su dedo corazón con pericia y astucia. Cada uno de sus movimientos era meticulosamente pensando y analizado, ya no realizaba las cosas por impulso y lo agradecía a la tenacidad que adquirió al alejarse del mundo de la magia. —Un mago puede atacar a otro con magia y creer que se librará del peso de la ley. Puede que este en lo correcto, si no ha empleado magia oscura o hechizos que estén implicados con ella directa o indirectamente. Es como lanzar un avada kedavra en medio de una plaza atestada de muggles, ellos no saben que es magia asesina—canturreó con sarcasmo— Pero creen saber que la persona frente a ellos esta desmayada o presa de un estado catártico. Ambas posibilidades son viables, pero creo que debemos empezar por escuchar su respuesta a mi interrogante, ¿no lo cree?—colocando su brazo izquierdo bajo su busto, no le sacaba la mirada de encima. Esperaba que el tiempo ayudará a los otros dos estudiantes, porque no de hacer acto se presencia, no se detendría a esperarlos mucho más. La puntualidad era un privilegio y pocos eran los que podían gozar de este, lastimosamente no era algo que se viera muy a menudo dentro de las clase de conocimientos. Pero ella estaba ahí para cumplir con itinerario y no lo dejaría a medias por detalles como esos. @@Lucrezia Di Medici Di Médici
  12. Varios tomos descansaban dentro de una oficina, tenuemente iluminada por un par de velas, que eran testigos silenciosos de códigos y leyes que debían ser cumplidos por la sociedad mágica. Los magos que no cumplían con esos mandatos, casi siempre terminaban tres metros bajo tierra o pudriéndose en una celda de 4x4, lastimero final para seres que tenían el poder ilimitado en sus manos y por malas decisiones, no eran capaces de emplearlo de forma sabia y en favor de los que les rodeaban. —Cada uno es el arquitecto de su propio destino —aquel susurró escapó de sus labios, tal y como lo haría un jilguero de su jaula, tras verla abierta de par en par. Sus ojos deambulaban por cada uno de esos tomos, revisando y analizando el titulo que se asomaba con dificultad entre las sombras. Estatutos firmado desde hace muchos años atrás, generaciones que valoraban a las personas por lo que eran y no por lo que poseían. Pequeña cualidad que no solía destacar en los magos actuales, nunca faltaba el que deseaba hacerse notar por los medios errados, pasando por encima de sus amistades y seres queridos. Pero la ley era un campo minado, atiborrado por infinidad de trampas que tarde o temprano cobrarían venganza. Alargando la mano tomo un par de libros, pergaminos y algunos viejos escritos roídos por el tiempo— Ya es hora —echaba una última mirada al recinto que volvería a visitar en otro momento. No sin olvidar los hechizos que llevaba impresos en un viejo trozo de piel agrietado y con olor a tabaco. Hurto perpetrado en su última visita a Ucrania, aquel viejo mago no supo ni por donde le llego el golpe y perdió lo más valioso que poseía. Las estrategias letales para protegerse contra las Artes Oscuras, aquella clase le resultaba sumamente entretenida y aunada a Leyes Mágicas. Defensa contra las Artes Oscuras, se volvía todo un deleite en toda la extensión de la palabra, iban de la mano tal y como lo hacían los hermanos pequeños. Aunque el primero castigaba al segundo por portarse mal y no seguir los lineamientos marcados por sus padres. Avanzando con paso firme por el pasillo, descubrió un pasadizo secreto que le llevo al sótano el viejo ministerio de magia, estaba abandonando y sería la punta de lanza para dar punto de partida a todo aquello. Solo tendría tres alumnos y le resultaría mucho más sencillo manejar ambos temas, intercalarlos entre ellos y crear un amalgama perfecta de cabo a rabo. Volver a dar clase de forma esporádica, no era tan mala idea y le permitía varia un poco los métodos que implementaba en cada uno. Siempre aprendía algo nuevo de sus alumnos y esperaba sin duda que ellos hicieran lo mismo. Descendiendo por la escalera, no tardó en enviar las misivas correspondientes para Emmet, Valkirya y Lucrezia. @@Emmet Haughton Gaunt @@@Lucrezia Di Medici Di Médici
  13. // Septiembre 2019 \\ Primeros Auxilios APROBADOS Xell Vladimir Potter Black Crazy Malfoy DESAPROBADOS Hannity Jane
  14. —Morir es una palabra fuerte, digamos que paso a un plano más grato, al que habitamos actualmente —sonrió desviando su vista hacia el cumulo de rocas apiladas, tal y como solían agrupar a los cadáveres en las épocas de guerra. Su cuerpo se tensó al imaginarse como sería la perdida de su padre para el mundo mágico, quizás varios miembros de la élite se cuestionaría dicho suceso. Lanzando interrogantes sobre la poca precaución que se tomo para impartir dicha materia, primeros auxilios perdió al ministro de magia por un tecnicismo que rayaba en lo absurdo. —La sangre es capaz de dar vida, pero también puede quitarla—la sobriedad de sus gestos petrifico por un breve instante a su alumna. Crazy y Hannity, solamente figuraban como un par de espectadores, perdidos en el limbo o posiblemente absorbidos por el temor de salir de ahí con los pies por delante. La naturaleza solía ser bastante caprichosa, altanera y prepotente. Especialista en causar destrozos a diestra y siniestra, justo eso era lo que los tenía sumergidos en tremendo berenjenal. Abriendo con parsimonia aquel texto, deslizaba su indice por cada una de las lineas plasmadas en el papel—Hechizos diversos que aprenderás, pero igual empleo el poder de la Nigromancia. El arte de devolver la vida a las personas que la han perdido de forma abrupta o accidental —parafraseó con astucia. La joven estaba atenta a las explicaciones de la fémina, Crazy no estaba muerto, pero tampoco estaba a salvo de verse seducido por la coqueta y juguetona tentación de rendirse a los pies de la huesuda. —Si la gema destella encegueciendo por completo tus ojos, quiere decir que sigue dentro de nuestro plano. En caso contrario, ya ha trascendido y el proceso de resucitación será mucho más complicado. Suele ser tedioso la primera vez, pero si le tomas el gusto al asunto, resulta demasiado entretenido zambullirse en el mar oscuro que habita dentro del mundo de los muertos, cientos y cientos de almas pululan a diestra y siniestra, deseosas de hacerse con una victima que agregar a su colección —le señaló la gema de color amarillo, invitándola a cerciorarse con sus propios ojos y acciones, si el Malfoy aún pertenecía al mundo de los vivos. @@Xell Vladimir Potter Black
  15. — La muerte no es tan sencilla de perpetrar o invocar —aquella voz se dejo sentir dentro del aula. Destellando en su cuello una piedra amarilla, instrumento que era usado para curar o subsanar algún tipo de daño. Claro si el mismo era infringido con el poder de la magia y no por un simple accidente muggle, escuchaba un ligero chirrido en el suelo, arañazos suplicantes que demandaban su atención. La misiva enviada por la dirección de Castelobruxo, le informaba que debía suplir a la profesora de Primeros Auxilios, para su buena suerte contaba con el tiempo disponible para cumplir con su deber catedrático. — Un placer, Juv Black Lestrange, seré su profesora en esta ocasión—se presentaba con un ligero movimiento de su surda. Mirando con expectación el suceso que protagonizaba su padre, curiosa la forma en que las cosas iban a desarrollarse dentro de esa aula— El cielo y el infierno, no son sitios sencillos de conocer y cuando se llega a ellos, posiblemente se experimenten vivencias del pasado o del futuro que no pudimos concretar—caminaba con calma hacia donde estaba tumbado el cuerpo del hombre. Los signos vitales en este eran demasiado débiles, pero no lo suficiente como para arrastrarlo hacia los brazos de la parca. El par de féminas se limitaron a mirar a la recién llegada, plagada de amuletos y anillos que le brindaban el poder de emplear las habilidades y conocimientos que los libros le habían otorgado— Se debe tomar el pulso y detectar los signos vitales, aunque sean pausados o débiles, todavía se le puede salvar la vida—extendiendo su mano apareció sobre su palma un amuleto de color negro. La magia negra era su fiel compañera, amiga inseparable en momentos tan especiales como esos. — Determinaremos que le causo estar en ese estado, posiblemente un ataque cardíaco o algo mucho más delicado—empleando sus conocimientos médicos, no tardó en revisar los latidos del corazón y el pulso de Crazy. No descartaba que estuviera experimentando una breve ensoñación, viviendo un desprendimiento de su cuerpo. El alma era algo complicado de entender o tratar, pero ella estaba ahí para enseñarlos a regresar a un espíritu al cuerpo que lo contenía y sanar toda clase de heridas o daños. Deslizando sus manos por el pecho del Primer Ministro, invocaba la magia que la piedra escondía en su ser, destellante brillo que envolvió por completo el cuerpo del sujeto. —Presten atención a cada uno de los conjuros, no solo es magia al azar— cerraba sus ojos rezando un conjuro en una lengua extraña. Ya tendría tiempo de explicarles con lujo de detalles, el significado de su poder y el beneficio que este causaba en quién era empleado. Continuaba con su ritual sacando de su capa de viaje un libro de tapa rojiza, aquel que le encantaba leer por largas horas, aprendiendo que la sangre es capaz de dar o quitar vida sin lugar a dudas. @@Crazy Malfoy, @@Xell Vladimir Potter Black @
  16. — Lamento la demora, pero acomodar mis tiempos a los nuevos cambios —tosió para aclarar su voz — No es lo mío, no termino de acostumbrarme y no creo que lo logre. Pero, no creo que eso haya sido el motivo de tu visita o ¿si?—le cuestionó apoyándose en el respaldo de la silla. La marca dormía en alguna parte de su anatomía, no volvería a sentirla como siempre en su antebrazo izquierdo, pero la añoranza de tan peculiar grabado radicaba en la devoción que le profesaba desde que pudo mirar la crueldad que era capaz de azotar al mundo mágico. — Veo que te has puesto cómodo, no hay problema con ello —chasqueó la lengua dibujándose en sus labios una lóbrega sonrisa. El sentir el frió que brotaba del local vació, voces acalladas por la máscara de serenidad que se plantó como una hierba mala en su recinto personal. Recorrer con la azul mirada cada mesa y silla, silencio era todo lo que rodeaba al par de hechiceros, no quedaba nada del pasado que pudiera ser rescatado o valiera la pena salvar. Echaba de menos las charlas con su hermana Mía, reconocía que el amor, le había dado con tuvo a la Black Lestrange. Ella por su parte prefería mantener esa parte sumida en una total privacidad. — ¿Cómo van los preparativos de la boda?, no aludas el tema o intentes escapar por la tangente —se dejaba caer en la silla, ordenándole al cantinero un buen bourbon. Ese placer, no se lo sacaba ni a golpes el destino o la falta de interés por los recientes acontecimientos, ya que no le sacaban de balance en lo absoluto—Me extraño que me contactarás, sabías que no volvería y aún así te arriesgaste a tentar al diablo y esperar ansioso a que hiciera acto se presencia —mojando sus labios con el licor, apartó brevemente su vista de la de su interlocutor. Las preguntas iban y venían en su cabeza, amontonándose como un enjambre de abejas entorno al panal. La curiosidad muchas veces mató al gato, pero a ella le encantaba la idea de coquetearle descaradamente a la duda, esperando que la muy ladina, no buscará escaparse como agua entre los dedos. @León Crowley
  17. Aritmancia Agosto Aprobados Darla Potter Black Seba Granger Zack Ivashkov Patrick Colt
  18. —El infinito es algo que no se puede definir con palabras exactas, pero la Aritmancia puede arrojar un poco de luz sobre las dudas que el mismo genera o los secretos que esconde —explicó a nadie en particular. Darla se mostraba interesada en el fractal, quizás secretamente deseaba saber lo que el mismo le tenía deparado. El futuro era un inmenso universo de posibilidades, buenas o malas, dulces o amargas. Pero lo más importante era interpretar con sabiduría todo lo que esas figuras deseaban comunicarle a cada uno de los hechiceros. Ella por su parte escuchaba con atención cada uno de los mensajes e interpretaba con certeza cada señal que se proyectaba hasta en el objeto más mínimo. La elección de Zack, no fue para nada pensada o analizada con detenimiento. Justo eso era lo que causaba un impacto mayor en el estudio de la ciencia madre, no guiarse específicamente en lo que dictaba en pensamiento, sino lanzarse a descubrir lo que ofrecían los instintos que poseía cada ser mágico. Sus ojos se centraron en el mortifago, analizando lo que escondía detrás de esa personalidad tan enigmática y dominante por instantes. —Tu elección ha marcado algo dentro de tu destino, nada de lo que ocurra tendrá que ver directamente con tus acciones físicas. Sino que tu espíritu combativo te va a devolver todo lo que hayas perdido, ya sea un objeto mágico valioso o que alberga gran poder o solo la fuerza necesaria para llegar más lejos de lo que te has imaginado —centraba su atención en la Potter Black —El fractal no tiene una forma definida está es fragmentada a irregular, justamente por eso el destino de las personas que eligen dicha forma, no es del todo claro o preciso. Suele presentar sobre saltos o obstáculos que el sujeto en cuestión debe aprender sortear para llegar a la meta anhelada —se cruzaba de brazos recordando otro tema a tratar dentro de la clase. —La alquimia también forma parte de la Aritmancia y es la ley que rige todo lo existente es lo que dicta que las cosas son como son y no de otra manera. Según la Alquimia el mundo de rige bajo siete entes, intocables e indestructibles que abarcan diferentes aspectos de la vida. Estos entes son, la fuerza de la naturaleza y la conforman cuatro elementos, estos son el aire, agua, fuego y tierra, que juntos en distintas proporciones conforman toda la materia, convirtiendo lo intangible en físico y en lo perceptible por los sentidos —hizo una corta pausa antes de continuar. Notando que Seba y Patrick, parecían estar en otra galaxia muy diferente en la que estaban Zack, Darla y Juv. —El tiempo es el encargado de que todo tenga un transcurso que debe seguir, un lineamiento una evolución y este a su vez se guía por el destino. Se ve alterado por la voluntad desembocando en la muerte, junto con el ente de la fuerza de la naturaleza, este ente hace que las cosas envejezcan físicamente. Voluntad es el ente de la fuerza vital, el que permite que cada ser sea individual y tenga el control sobre su propia existencia —tomando en su mano una pirámide la destruyó al cerrar sus puño—El destino es el que abarca todo lo que le sucederá a un sujeto, ya sea bueno o malo. Este entrelaza todas las existencias, acto-consecuencia, formando una red que siempre desemboca en la muerte —aquella vieja amiga era tan fiel cuando se le requería. —Muerte es el único ente que permanece encerrado, silencioso hasta que llega el momento en que el ser concluya su existencia dentro del plano que habita. Dándole paso al final de su destino, solo lo poseen las criaturas vivas y el amor, este ente provoca los sentimientos, destacando entre ellos el amor y el odio —quedaba en silencio, dejándolos sumidos en una profunda meditación. @@Zack Ivashkov, @@Darla Potter Black, @@Seba Granger, @@Patrick Colt
  19. La paz de su turno se vio perturbada de un momento a otro, jamás acabaría de entender el afán de los muggles por querer llamar la atención a toda costa. Ahora los críos que estaba cuidando con tanto ahincó estaban a nada de perdería vida, aquella muchedumbre saltaba como loca entre pelotas de playa, toallas y algunas sillas plásticas que les ocasionaron tropezarse sin remedio. —¡¡¡ Maldita sea !!!—apretó los dientes con fiereza sintiendo un sabor metálico escapar de sus encías. Era inaceptable romperse la crisma por una publicidad tan insignificante ante sus ojos, pelotitas de diversos colores y panfletos que vendían cualquier clase de artefacto inservible o de un solo uso. Echando una mirada a la piscina donde estaban los pequeños, gritaba a los que aún no estaban dentro del agua que se replegaran hacia la pared. La orden era tajante y directa, no podía emplear la magia, pero si su poder de convencimiento. —Quédense donde están, el resto de los niños escúchenme con atención. No pierdan la calma, agárrense de la mano del que tengan a su lado y ambos manténganse en la zona más baja de la piscina. Yo iré por cada grupo sin perder la calma, evitando que esta horda de salvajes me compliquen la labor —sonreía con suficiencia metiéndose a codazo limpio entre la multitud. Escuchando a lo lejos el chillido de un niño de escasos 5 años, alargando al mano le tomaba obligándolo a colgarse de su cadera, aferrándose como un chimpancé bebé a ella. —No te sueltes o la pasarás muy mal— le advirtió llevando su antebrazo izquierdo flexionado delante de ella como un escudo. Gritos y alaridos causaban un repiqueteo en sus oídos, parecían cuervos graznado ante un trozo de carne. El niño se mantenía afianzado a la rubia, intentando no perder de vista el sitio que esta ahora le estaba sirviendo como un refugio improvisado. Su misión era sacar a todos los niños sanos y salvos, no le importaba cuanto tiempo le tomará lograrlo.
  20. Nick: Juv Malfoy Croft ID: 31143 Habilidad: Hablante del Parsel Rango Social: Órden del Caduceo Nivel de Magia: XXXVIII Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): Nunca curse la academia Nº de conocimientos que se poseen: 14 Link a la Bóveda:Boveda de Juv Malfoy Croft Link a la Ficha: Ficha de Juv Malfoy Croft
  21. — Al menos se mantienen jugando como chiquillos civilizados, aunque no me extrañaría que algo estén planeando sus cabecitas maquiavélicas —se mordía el labios inferior, intentando espantar de su mente sus recuerdos de infancia. No existía nada grato en ellos, salvo escaparse por las noches para causar desastre dentro de Ottery, abarrotando las calles con gritos y lamentos ensordecedores. Lanzándose al vació mataba a destajo a cualquier ser, no-mágico que se le cruzará por el camino. Pero ahora estaba sujeta a salvar la vida de los críos, porque de perder uno sólo se echaría la soga al cuello y volvería a reprobar ese conocimiento. Sus pensamientos estaban fijos en la piscina de los niños, no se escuchaba nada más que risotadas dentro y fuera del agua. Salvo por una pequeña que se empeñaba en lanzarse al chapoteadero sin salvavidas. ¿Por qué los pigmeos se empecinaban hasta el cansancio en hacer su santa voluntad?. Su turno era demasiado extenuante de momento, deseando poder saborear un poco de sangre, tragaba saliva controlando sus impulsos. Una tonada desvió su atención hacia otro sector del centro acuático, echar un pequeño vistazo no le arrancaría la vida a sus alegres acompañantes. Ojalá Mía y Pik, estuvieran pasándola mucho mejor que ella. No dudaba que su hermana, estuviera dándose un tentempié con los bañistas o quizás planeando alguna travesura. La sangre de los Black Lestrange era demasiado propensa a meterse en problemas, no por nada siempre el par de féminas le causaban sendos dolores de cabeza a su padre Jock. El hechicero jamás de dio abastó para criar al par de jóvenes, pero que más nada todo aquello en ese momento, si sus pensamientos estaban centrados en ir a investigar y salvar el pellejo de ella y sus compañeros de clase. — Dar lo que sea necesario, para conservar este empleo y luego de eso salir corriendo sin mirar atrás —sonaba un poco melodramática, pero era la postura que todo aquello, le estaba obligando adoptar muy a su pesar.
  22. — Si puede saber la misma con lujo de detalles, pero debe interpretar con certeza cada uno de los números y el mensaje que estos le proporcionan —extendió su surda para percibir parte de la energía de Zack— Está más cerca de lo que crees, no te ha abandonado del todo y puede que pronto regresé a tu poder —deslizaba su mano por un puñado de cartas que apareció en su mano. Las palabras de Darla captaron la atención de la vampiro, brindar información errónea sobre una persona o alguien en particular, no implicaba que la lectura de la Aritmancia fuera del todo errática, solamente que era imprecisa y generaría dudas en el sujeto que recibiera dicha predicción. — Se pueden falsear datos, pero eso no repercutirá en todo lo que el futuro le tenga deparado a una persona. Es simple, podemos decir que una pareja tiene un pequeño traspié y alguien decide deshacerse del hijo que tuvieron, dándolo en adopción como bien lo mencionas. Adquiere otro nombre, apellido, nacionalidad y hasta fecha de nacimiento. Su futuro fue cambiado de momento, pero eso no quiere decir que haya sido de forma definitiva o concluyente, porque nada en el mundo es definitivo y creo que eso lo sabemos como magos —terció una lóbrega sonrisa que arañó sus orbes lapislázulis. Continuaba con su caminata, analizando una a una las dudas que se formulaban en la cabeza de sus alumnos. — El lenguaje de la Aritmancia es el que entiende la armonía y el orden de las cosas, mediante la existencia de la magia, y los sabios Egipcios fueron los primeros en descubrir cómo está ciencia.magia funcionaba. Realizando diferentes experimentos, llegaron a la conclusión de que la expresión primordial de está ciencia podía darse a través de ciertas formas geométricas armónicas, a continuación les daré a conocer todas y cada una de ellas—les obsequiaba una replica exacta de cada una de ellas. Resguardadas dentro de un cofre de caoba los cuatro se abrieron en el acto de golpe, acompañados por un resplandor verde esmeralda— Circulo- esfera, cuadrado-cubo, triangulo-pirámide, espiral, infinito, fractales, etcétera. Sólo podrán elegir tres de todas las formas que les acabo de mencionar, elijan con tino y mucha sabiduría—aguardó impaciente la elección de los presentes. Patrick se había quejado de la ausencia de las presentaciones, pero para ella no era necesario entrar en esos menesteres y perder tiempo valioso repitiendo los nombres que cada uno poseía. Estaban ahí para conocer lo que el futuro les tenía reservado, no para escarbar en el pasado que poco a poco comenzaba a quedar sepultado en sus vidas, aunque no era mala idea escarbar un poco en ello tal y como lo hizo Zack a la hora de preguntar sobre el paradero actual de su katana. La elección de cada uno les daría el poder de descubrir lo que escondía tan celosamente su fecha de cumpleaños, nombre de pila y el resto de sus datos personales. @@Zack Ivashkov, @@Darla Potter Black, @@Seba Granger, @@Patrick Colt
  23. Hola Pues me paso a votar por Aaron Black Lestrange , creo que las razones son muchas y el espacio para desglosarlas muy corto xD. Además no deseo extenderme más de la cuenta, solo diré que confío en el perfil que posee su personaje y dará mucho de que hablar y tramas interesantes para mantener el ministerio ardiendo como la mismísima Troya. Saludos :3
  24. Holi Pues solo me paso a reiterar mi voto por Zack. Confío plenamente en su criterio y madurez para llevarnos por la senda correcta como bando y brindarnos planes y estructuras que nos harán crecer mucho más dentro del juego. Posee experiencia y mucha capacidad a la hora de negociar y buscar un punto medio que derive en un acuerdo equitativo para todas las partes. Confío en vos Zackito de Te :3 Saludos
  25. —Genial, no me puede tocar nada mejor que lidiar con los críos —poniendo los ojos en blanco, intentaba comerse su veneno. Falta de practica en ella, por lo que se les escapó de los labios —Llegamos en tiempo en forma, no nos íbamos a poner a saltar de un lado a otro como liebres descarriadas o ¿si?—colocando sus brazos en jarra sobre su cintura prosiguió—Yo creo que no—encogiéndose de hombros, esperaba no ahorcar algún crío que le sacará de sus casillas. ¿Para que demonios trabajaría de guarda-vidas?, si tenía todo lo que deseaba a sus anchas. Pero parecía que su terquedad, le volvía a ganar esa partida sin remedio. —Intentaré no comerme algún niño o volarle la cabeza con un remo —riéndose por debajo miraba a su hermana y luego a Pik. Menuda tarea la que les habían encomendado, cuidar la vida de seres que poco o nada debían importarles. Contendría sus ganas de clavarles los colmillos a varios de ellos, olvidando que su hora de comida debía ser aderezada con varios litros de sangre. Colocadose la camiseta blanca, recordó que no llevaba objetos muggles, salvo el pareo que cubría la parte baja de su traje de baño. Ni loca se lo sacaría de encima, no dejaría que nadie mirará sus piernas o que algún chiquillo aprovechará para colgarse de ellas, al hacer alguna pataleta o algo parecido. —Nos van a descontar, pues ni que nos fueran a pagar una millonada o ¿si?—jugueteaba con la idea de hacerse millonaria, si claro sacando a mocosos del agua sin esfuerzo alguno. Sin duda se iba arrepentir de todo aquello, pero si empleaba sus dotes en oclumancia, quizás suprimiría todos esos sin sabores que estaba a poco o nada de atravesar. Encaminando sus pasos hacia la piscina para niños, gritos y alaridos le daban la bienvenida a la vampiro. Una horda de críos estaban nadando animadamente dentro de la piscina, lanzando una pelota de colores, gritando el nombre del que era tocado por la misma, recordándole un juego muggle conocido como “encantados”. Si lograba mantenerlos jugando por un largo rato y lejos de los problemas, no le costaría nada aguantar 8 horas. Aunque si deseaban que ella formará parte de todo aquello, pues se quedarían con algo más que un palmo de narices, jamás pudo soportar a los niños y ese empleo, no le haría cambiar de parecer, ni aunque le ofrecieran un millón de libras esterlinas o una suma más alta que esa.

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