Kahlan Blackthorn

La Opera CONSQUISTADA POR LA MARCA TENEBROSA El tiempo se había detenido dentro de la Opera, reinando el silencio dentro del recinto. Hasani se quedo absorta en sus pensamientos, sintiendo un agradable presentimiento sobre algo que estaba a pocos minutos de acontecer, tomando el trozo de ticket que quedaba en sus manos lo pulverizo en el acto. Para su mala suerte las batallas contra la Orden del Fénix, no eran más que una leyenda urbana que iba pasando de boca en boca. Lastimosamente para ellos, no les quedaba nada más que soñar con volver a batirse a duelo contra la Marca Tenebrosa—Quizás en otra vida—terciando una lóbrega sonrisa en sus labios, acariciaba su máscara con parsimonia. Era momento de salir de ahí, ya que la conquista de la Opera había sido exitosa para el bando oscuro. Siempre era grato tener sangre fresca en las manos, pero en está ocasión solo pudo disfrutar el evento que se presentó en el escenario. —Vayamos al Arco del Triunfo, no hay mejor sitio para celebrar que ese—levantándose del asiento dejaba una mirada fulminante en uno de los presentes. Sus ojos se centraron en su compañero de bando, acariciando su varita debajo de la túnica que llevaba no dudo en sacarla y juguetear un poco con ella. Enfilando sus pasos hacia la salida, no pudo evitar soltar una carcajada llena de satisfacción. —Lástima me quede con ganas de...—ladeó la cabeza—Tú sabes causar un poco de destrozos, pero al menos tenemos este sitio bajo nuestro dominio—ambos magos continuaban con su andar hacia el Arco del Triunfo. Ahí estaban ya congregados varios de sus compañeros de bando, muchos de ellos pudieron conquistar varios sitios para darle ventaja a la marca por sobre sus rivales. Saludándoles con un gesto afable, no le extrañaba que su bando continuará dominando todo el mundo mágico. —Nos hemos hecho con algunos espacios, pero no podemos dar nada por sentado—dando una palmadita sobre su hombro se felicitaba sin hacer demasiado aspaviento. El viento agitaba nuevamente si cabellera, no quedaba duda de que el clima les estaba jugando a su favor. Todas las cartas fueron lanzadas y la mano ganadora se ensombreció, dándole una cachetada con guante blanco a los fenixianos. Ahora se preparaba para dar el siguiente golpe, fraguando la mejor forma de emplear la habilidad que poseía. Sus conocimientos y las habilidades que poseía, ahora tendrían una verdadera utilidad para la Vidente. Aunque solo una de ellas pudiera ser empleada en favor de sus compañeros y ella misma, entes siniestros estaban a nada de jugar a su favor como siempre lo hacían una vez que ella los necesitará—Existen de aliados a aliados, no hay duda de ello—acariciando su alianza de Nigromancia respiraba con sobrada tranquilidad. Fidelio

Resultado del Dado: 9 Captura La Opera Las miradas de los curiosos despertaron un poco la molestia de la Vidente, jamás le gustó ser el foco de atención. Aunque era imposible no darse a notar, sobre todo porque se puso a cantar como lo hacían las soprano dentro de la Opera, disfrutaría de ese sitio sin lugar a dudas. La elegancia que se desprendía del escenario mezclada con las voces angelicales de los miembros de una opera prima. Aunque le agradaba la idea de ver una tragedia estilo romano, no le quedo más que conformarse con una pantomima mal armada y estructurada. —No es tan malo—encogiéndose de hombros estrujaba un poco el boleto de acceso. Nuevamente se vio rodeada de muggles, simplemente volvió a contenerse y no verse rebasada por la cólera. Su varita continuaba resguardada en la pretina de su pantalón, resguardada aún detrás de su máscara no le quedo más que continuar con su andar elegante. Sus ojos captaron a una presencia amiga o eso le dictaba su instinto primario, quizás la marca no estaba tan lejos de su alcance y el sabor de la complicidad se impregnaba en su paladar. Sin decir palabra alguna le saludaba con una cabezada, dando por sentado que el gesto sería devuelto por el mago. Una lóbrega sonrisa apareció en sus labios, abrazando la misma con cierta arrogancia, recordando que era mala para entablar una conversación con los rocíen llegados y era una buena idea agarrarse de ese evento para intentarlo. Acercándose poco a poco a donde estaba su camarada, no se atrevía a decir su nombre, no le dejaría en evidencia. —Parece que será una velada interesante—indicó entregando el ticket al hombre de la entrada. Sintiendo la cercanía del hombre que momentos antes se sintiera acogido por la presencia de la Vidente. Su buena suerte se la debía a la querida Triviani, no le quedaba la menor duda de que ella siempre le echaba su buena mano y si no, ya sufriría la misma suerte que esos dichosos arcanos que se transformaron en algo más que un simple dolor de cabeza. Ya tendría tiempo de elaborar la mejor venganza, pero ahora era ideal centrarse en otros intereses que sin duda alguna rondaban por su mente. La orquesta tocaba armoniosamente acompañando al cuarteto de tenores, resaltando el de estatura mediada seguido por otro que era alto como un poste. Relacionarlo con un trol, no contuvo la risita que escapaba de sus labios. Recobrando la compostura, no dejaba de ser seducida por las voces de esos hombres. Elevándose por el aire dejaba que sus pensamientos traspasaran esas paredes y revolotearan con libertad Fidelio

1d10

París era considerada la cuidad el amor. Ella no creía en cuentos muggles que rettataban ese sitio como el paraje ideal para enamorarse y perder la razón en medio de una bruma rosada cargada de corazones y aromas que marearían a un ser como ella. Se decantaba por enamorarse de la muerte y el dolor, el ver sangrar el cuello de un desgraciado que cayó en sus manos y para su mala suerte se transformará en su cena. Sus orbes de dos tonalidades diferentes destellaban como las brasas ardientes de una chimenea recién encendida, aspirando el aire europeo sentía cierta nostalgia al estar lejos de Nueva Zelanda. Aunque se le antojaba surfear un poco en Australia, echaba de menos sus ratos de ocio. Ahora la Nigromante tenía más ocupaciones que el Primer Ministro Ruso y eso era decir demasiado en su caso. Ahora sus metas estaban centradas en tierras Londinense de momento, pero no descartaba escaparse a Nueva Zelanda. Ratos de ocio bien ávidos y retribuidos con la buena compañía, momentos que se veían eclipsados por una batalla cargada de sensaciones gratificantes y extrañas por momentos. Moverse entre las sombras era pan comido para ella, pero prefería llevar siempre en sobre su marmórea faz su máscara. Vieja compañera que siempre le echaba más que una mano amiga, confidente que resguardaba en su material los secretos más oscuros que poseía Hasani. Su varita estaba escondida entre sus ropajes, aunque para ser sinceros solo una túnica verde esmeralda protegía su anatomía. Perderse en medio de la multitud era una buena opción, pero el mezclarse con los muggles siempre le había provocado una inaguantable alergia. Les consideraba inferiores a ella, pero al estar en sus terrenos debía morderse un poco la lengua y no dejar que las cosas se le salieran de las manos. El autocontrol era algo que aprendió a dominar los meses que estuvo alejada del mundo mágico, ahora era una persona mucho más centrada y mental. Empleando nuevas estrategias para destantear a sus enemigos, mostrándose imperturbable la mayor parte del tiempo—Es bueno sentirse de este modo—asintió caminando de forma despreocupada sin rumbo fijo. El aire agitaba sus cabellos provocando que se elevarán un poco, creando una atmosfera cargada de misterio a su alrededor. Continuaba con su andar dejándose llevar por el ritmo de la música que sonaba a lo lejos o eso ella lo que percibía. Flidelio

Las runas antiguas suelen ser un tema que se aprende mayormente de forma teórica y estudia las escrituras antiguas en la magia rúnica. Para ella la mejor manera de aprenderlas es aplicando el abecedario antiguo y dos palabras destacan dentro de este. Chasqueando los dedos aparecía delante de ella levitando la caja que contenía tabillas de madera del tamaño de una ficha de domino, dos saltaron de la caja hacia la palma de su surda. — Aquí tenemos dos runas que estarán muy presentes dentro de la clase. Ehwaz que significa: asociación y Eihwaz que significa: defensa—la voz de la rubia se elevaba por encima de los miembros del consejo. Cada uno de ellos pudo haber empleado la lectura de algunos pergaminos que contenían la magua rúnica impresa en ellos. Descifrar cada uno de los simbolos y grabados, otorgaba al descubridor el poder de controlarlos a su beneficio. Detestaba los temas relacionados con la política, pero era la mejor forma de enfrentar a sus alumnos con el manejo de las Runas. Asociarse con los grupos poderosos siempre acarreaba ganancias para los países aliados, beneficios de carácter económico y bélico que serían usados en el momento justo—Vean al hombre que preside la asamblea, percátense de la seguridad que emana de su persona y pregúntense una sola cosa—desvió su vista hacia el par de magos. — ¿Qué clase de hechicero usaría de forma tan descarada el sello de la runa de la buena fortuna en la solapa de su traje?—el nombre de está retumbo en su cabeza — Uruz—siseó tomando la runa de la caja. La fortaleza de lograr todo lo que se deseaba, tesón que ayudaba al portador de esa trozo de madera de la seguridad más avasallante que jamás de haya visto dentro del mundo mágico. Para ella era una pantalla bien confeccionada y estratégicamente detallada para captar la atención y aceptación de varios de los altos mandatarios. — Tyr—la victoria provenía de ese símbolo que plasmará sobre la mesa. Uniendo ambas runas daba como resultado la fortaleza que le llevaría hasta la victoria. Asintiendo de mala gana dejaba que el par de magos analizaran lo expuesto por la Vidente, invitándolos a sumergirse en el mar inmenso que era conocer el verdadero poder que poseían las runas antiguas dentro del mundo mágico. Sus oídos captaban cuchicheos detrás de su ubicación, provenientes de un grupo de ancianos que acariciaban sus largas barbas blancas con parsimonia. — Los números están asociados a los animales mágicos, pero eso lo veremos más adelante. Ahora tiene una tarea por delante—comentó sentándose cerca del primer ministro de Rusia. Aquel hombre no contaba con la misma seguridad que el continuaba hablando, perorata que se transformará en un cantó que le comenzaba a resultar estridente y sin sentido. @@David James Dumbledore @@Nate Weasley

El Arcano del Loco había logrado envolverlas en su maraña de demencia, provocando el error inevitable de las brujas al lanzar los dados. Parecía que estar dentro de esos terrenos nublaba los sentidos de las personas y afectaba severamente el raciocinio de estás, arrastrándolas a experimentar breves episodios de locura. Hasani trastabilló un momento antes de correr al lado de la Triviani, sintiendo embotada la cabeza presa de un mundo de alucinaciones que provocaban que sus pies se sintieran como atiborrados de plomo. — Al final la locura es la única compañía que nos quedará—sonrió apareciendo en sus labios un gesto descolocado. Era como su sus dientes se hubieran transformado en afiladas cuchillas y sus facciones se vieron afectadas por cortes profundos que sangraban a borbotones. Se estaba proyectando desde lo más profundo de su ser uno a uno los rostros de los magos y brujas que masacrara sin piedad se hacían presentes en su persona. La pesadez en sus extremidades poco a poco iba disminuyendo, dándole la fuerza para emprender la carrera junto a su compañera. La marca de Caín que reposaba en su cuello del lado izquierdo, escocía con más fuerza que nunca. Cubriendo sus ojos un par de manos brotaron desde su espalda, nada de eso tenía coherencia para la calva, pero la Nigromante lo entendía a la perfección. Entregar la última porción de su alma a la pirámide, donde realizará la prueba de Nigromancia, no le acarreó nada más que poder ilimitado dentro del mundo de los muertos. Pavonearse con seres que eran capaces de lo que fuera con tal de obtener una nueva alma en sus filas. —Que se quede con lo que quiera, ya no puede estar más loco de atar—se mofaba del Arcano que les perdió de vista. Ahora delante de ellas apareció una entidad imponente y desafiante, retadora desde la punta de los dedos de los pies hasta la última hebra de cabello que nacía de su cabeza. Le gustaban esa clase de retos enfrentarse a seres que podrían ser sus símiles sino estuvieran atrapados entre los dos mundos. La terquedad era una cualidad muy arraigada en la Vidente, transformándola en una persona que pocas veces se pensaba el actuar antes de hablar y viceversa. Eso no afectaba en lo más mínimo su desempeño dentro del mundo mágico y en cambio la dotaba de tesón desmedido para enfrentarse a lo que fuera. — La superioridad mal empleada puede derivar en irse de bruces contra el suelo y romperse la crisma en mil pedazos—sus palabras eran como afiladas puntas de flecha que buscaban dar en el blanco. Zoella continuaría con la tirada de dados, ya que Juv se había centrando en encontrar el punto débil del Arcano del Emperador. El exceso de confianza y la mala estrategia que aplicará contra el par de hechiceras. @@Zoella Triviani

La locura era una forma de expresar el control que se poseía sobre las personas, aquellos que lograban domarla, no sufrían los embates de perder la razón por exceso de poder. Sus ojos miraba al Arcano del Loco, riendo como un maniático que arrastraba los pies meciéndose de un lado a otro. Las palabras del Arcano de la Muerte habían sido una advertencia clara para el par de brujas, pero eso no despertó el menor temor en las féminas que estaban dispuestas a sacrificar lo que fuera necesario para salir victoriosas de esa mazmorra. — La Nigromancia se ha llevado la poca humanidad que quedaba en mi, ya lo que pierda será insignificante— la dureza en sus palabras era palpable. Cada una de las habilidades que tuvo que enfrentar dentro del Mahoutokoro, no se comparaba con estar dentro de esa sala de profecías. Aunque cada uno de los Arcanos era diferente a los que conocía, ni eso provoco en ella el mayor malestar. Aprendió a dominar sus impulsos, reservándose el estallar en el momento adecuado y no antes de ser necesario. — La locura es un placer reservado para pocos, mírenme a mi—hablaba con autoridad el ente delante de ellas. Perdió la razón al tener frente a sus ojos riquezas incalculables y el poder de obtener todo lo que deseaba sin mayor esfuerzo. En pocas palabras todo se le obsequió a manos llenas, transformándolo en lo que era actualmente. Estando encargado de entorpecer, el andar de los hechiceros que osarán hacerse con los premios que otorgaba llegar hasta el final de ese recorrido. — ¿Cuál es el costo que debemos pagar?, porque no creo que nos dejes continuar sin obtener algo a cambio—indicó la rubia revisando lo que quedaba en su interior. Recuerdos de un pasado que estaba a nada de sepultar para siempre, ya nada le ataba a ese mal sabor de boca. Ahora todo se mostraba mucho más nítido y real, alcanzando la satisfacción que tanto deseaba, mirarse al espejo y ver algo más que un simple reflejo que no le despertaba nada. — No hay mucho que quitarles o quizás si—rascaba su barbilla analizando a las dos brujas. Detectando que perdieron demasiado antes de lo esperado, dejando la mayor parte de su vida en sitio que no supieron darle el valor debido. Triviani y Hasani en el pasado compartieron los mismos intereses y defendían con su vida misma los ideales oscuros. Ahora era todo muy cambiante, mutando a los deseos y metas buscaban cristalizar. — Algo debe interesarte, sino para que el otro arcano, permitió que nos encontraremos contigo—la Nigromante se mostraba impasible. Sentía un infinito respeto por los Arcanos, jamás desobedecería los designios que ellos revelarán o las pruebas que impusieran para que los magos demostrarán que eran merecedores del reconocimiento que eso obsequiaba. Otro par de dados aparecieron delante de las brujas, Zoella sería la encargada de volver a lanzarlos y retar a la suerte una vez más. —Estás en lo cierto, todavía posees algo que ha despertado mi interés y curiosidad por tu persona—murmuró arrancándolo de tajo del interior de la Vidente. La sensación fue imperceptible para ella, como si le sacarán un cabello del hombro, pero sin rozar su marmórea piel. Sus ojos estaban fijos en el Arcano del Loco, expresándole con una cabezada su agradecimiento, acto que por quién le mirará sería considerado descabellado y hasta desconcertante. @@Zoella Triviani

Holi xD Edito para DECLINAR mi petición de baja del bando mortifago y pido de forma respetuosa que no se proceda a realizar ningún cambio dentro de mi ficha o perfil y tampoco en las listas. Saludos xD

ID: 31143 Nick (con link a la ficha): Juv Macnair Hasani Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla): Bóveda Trastero Juv Macnair Hasani Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Juv Macnair Hasani Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: XL Fecha: 2021-01-04 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): link a la certificación del Concilio Criatura: Colacuerno Húngaro Puntos: 160 P Precio: 15,000 G Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): link a la certificación del Concilio Criatura: Wampus Puntos: 160 P Precio: 8000 G Total de Puntos: 320 puntos Total de Galeones: 23,000 galeones

Necesito volver a llenar mis arcas *-* ID: 31143 Puntos: 10,000 Gracias de antemano :3

Escuchar la voz de la muerte era capaz de helar la piel de un ser común, pero no de alguien como la Vidente. Ella era capaz de ver más de lo permitido por los dioses, quizás su conexión con esa habilidad se estaba volviendo mucho más estrecha, uniéndolas como a una madre con su bebé al saber que se está gestando dentro de ella. Sus ojos divisaban al ente que se proyectaba desde la profecía, aquella esfera destellaba con fuerza cegando por momentos al par de hechiceras. — No lo consideres una visita de cortesía, estamos aquí por otros motivos—mostrándose retadora ante ese ser. No le movía ni un solo cabello, el temor no encontraba hogar dentro de la vida o existencia de la Nigromante. La fuerza que brotaba desde lo más profundo de su ser, despertó sus ansías por escuchar con atención las palabras de la deidad de la muerte. El ser elegidas por esa profecía les obligaba a meterse en la boca del lobo, lo que eran capaces de hacer por recibir algunas recompensas valiosas a cambio. — La muerte no es una transformación sencilla de asimilar, pero suele enseñar mucho a los que la experimentan— la voz incorpórea retumbaba dentro de las oscuras paredes. Desprenderse de algo intimo y muy personal, no era una tarea sencilla y menos un proceso agradable para nadie— Dejarán parte de ustedes en este sitio, recorrerán todo a ciegas, dando palos de ciego y sentirán una asfixiante sensación de querer escapar—la duda aumentaba con cada segundo que transcurría. — Andarán por pasajes desconocidos, pero en ese viaje revivirán también cosas que creyeron sepultadas y que emergerán para complicar su andar— cada instrucción era almacenada dentro de su cerebro— Antes de proceder tienten a la suerte y vean si está de su lado o en contra suya—soltó lanzando un par de dados contra el suelo. A Zoella le tocaba esa desafiante tarea, dependía de ella el destino de ambas brujas. @@Zoella Triviani

Holi :3 Pues me paso a pedir que de ser posible se cambie el nombre de mi ficha, Gracias de antemano a quien realice el cambio, dentro de poco actualizaré mi ficha con el nuevo formato. Saludos :3

@@Nate Weasley Dale, gracias por el dato de acomodarlo de esa forma *-*. Sos lo más, ya mismo dejo la ficha completa para realizar el tramite de forma correcta. Nick: Juv Macnair Hasani Link a la Bóveda: Bóveda Rol de Personaje: Primer Ministra de Nueva Zelanda. Espía Infiltrada en el Ministerio de Magia Australiano. Información Adicional: Obtuvo el cargo debido a su excelente desempeño dentro del Ministerio de Magia Neozelandés, ganándose la confianza de los altos cargos. Aunado a eso decidió convertirse en espía para ayudar al sitio que la vio nacer y darle armas, para desenmascarar las irregularidades inexistentes dentro de la élite politica del MACUSA Australiano Feliz Año, Nate aunque sea atrasado. Saludos y gracias de nuevo :3

Los diversos idiomas que se hablaban alrededor del mundo, siempre despertaban el interés de muchos magos. Ahora más que nunca con los cambios que se efectuaron dentro de la comunidad mágica, vital era contar con la fluidez necesaria para entender a los interlocutores de otros países vecinos. Intercambios de información o solamente para entablar lazos afectivos, jamás podría descartarse el toparse con alguien que hablara sirenio o duendigonza. — Nunca se sabe lo que uno se va a topar dentro de esas reuniones, no paramos para sorpresas—comentó la rubia. Terminando de acomodar las runas antiguas dentro de su mochila. Además de algunos tomos que contenían varios idiomas que se hablaban fuera y dentro del agua. En está ocasión solo tendría dos alumnos y eso hacía mucho más llevadera su tarea dentro de la clase. Nunca le gustaba separar los conocimientos, sino crear un nexo sin que uno interfiera con el aprendizaje del otro. La clase se desarrollaría dentro de una sesión entre países aliados, buscando derrocar a los ministros que no apoyaban los cambios que ellos deseaban implementar dentro del ámbito comercial. Era fácil mezclarse con esa clase de políticos, empleando el lenguaje del movimiento del dinero a favor de sus capitales personales, dándoles lo que deseaban obtener en apariencia. Aunado a eso usar las runas antiguas para descubrir las verdaderas intenciones de cada uno de ellos, conociendo su año exacto de nacimiento, el mes y el nombre de pila. — Hablaremos la jerga que gusten, solo hay que aparecer en el momento ideal—soltando una carcajada para amenizar un poco el ambiente. Preparándose para hacer acto de presencia una vez que la presentará el hombre que estaba a cargo de esa labor. Sus alumnos debían estar en camino o eso sospechaba la Nigromante, revisando que las misivas fueran enviadas en tiempo y forma. La primera era un tigre blanco y la segunda un león, quizás el emplear los trasladores ya se le estaba volviendo una mala costumbre. En muchos casos era más recomendable confiar en las lechuzas, pero se decantó por mantener la información como clasificada—Ya llegarán—le reconfortaba la seguridad que exudaba por los poros. Aunque todo eso era un artilugio para no dejar en evidencia su condición como vampiro y levantar una polvareda por tan insignificante detalle. No se podía tapar el sol con un dedo y no era un secretos a voces que algunos muggles se colaban a esos sitios, posiblemente para buscar una forma de acabar con los magos. — Insensatos—vocifero acomodando su cazadora de piel, ajustando la pretina de sus jeans ahí donde estaba guardada su varita. Siempre la mantenía presta para realizar algún ataque o solamente para darles un susto a los que buscarán pasarse de listos. Escuchando detrás de la puerta un nutrido grupo de cuchicheos, pudo detectar con claridad a un par de magos hablar amenamente en sirenio y a otros tres en duendigonza. Sus sospechas dieron en el clavo, pululaban los secretos y la manera más astuta de mantenerlos debajo del agua era parlar en lenguas que solo algunos eran capaces de entender. Un sonoro crack le saco de su inofensiva travesura, notando que el primero de sus alumnos apareció en el lugar. Esperaría unos minutos antes de presentarse, para darle un momento más al otro hombre que completaría el grupo de la clase. @ @ @@David James Dumbledore

@@Nate Weasley Holi Nate :3 Gracias por el aviso, ya mismo lo corrijo. Acá la corrección, espero que este no exceda el tamaño permitido y se pueda colocar dentro de mi perfil. Primer Ministra de Nueva Zelanda // Miembro del MACUSA Neozelandés-Espía Infiltrada en el Ministerio de Magia Australiano Saludos *-*

Hayley Marshall-Kenner MACUSA Neozelandés Nueva Zelanda se mantenía en un bajo perfil, poca o nula injerencia tenía dentro de los líos que Gran Bretaña protagonizaba. Pero ante los ojos de una espía como ella, no se podía pasar por alto esa clase de sucesos, información valiosa pasaba de boca en boca. Tal y como lo hace un delicioso mangar recién preparado, Hayley lo sabía a la perfección, dar la presión necesaria a las tuercas debidas y todo caía por su propio peso dentro de sus manos. — No nos incumbe y Hasani, no ha autorizado que nos metamos en ese problema. Toca esperar y esperar...—la voz de un hombre mayor llegaba hasta ella como la porra de un Troll. Siempre le ataban de manos, nunca dejaban que saliera a dar unas cuantas hojeadas al terreno, al menos para sacarse la ira contenida desde hacía un par de meses. Atenerse a las ordenes de la miembro principal del MACUSA, no saltarse la línea de mano y mucho menos una orden directa. Ir y venir como un barco sin rumbo, arrastrado por las olas del mar, caprichosas y arrogantes a la hora de hacerlo divagar en sus oscuras aguas. — Ya lo se ordenes son ordenes—levantando los brazos sobre su cabeza, agitaba estos como las ramas del sauce boxeador. Nada le costaría asestarle un par de puños al viejo, pero eso le haría ganarse una semana o quizás dos lejos de su papel como espía. Agradecía poseer la habilidad de la metamorfomagia, nadie caería en cuenta de que detrás de esa maraña castaña y esas facciones endurecidas por la rabia, descansaba la verdadera Juv Macnair Hasani. El teléfono no sonaba, no existía señal alguna de la persona que daría luz verde. — Debe haberse perdido en litros de bourbon, como no suele causarle el mayor malestar. Como lo haría, si es vampiro—negaba con la cabeza. Sintiendo la mirada de un joven cerca de su nuca, escudriñando cada uno de los movimientos de la mujer. Era como cortarla por la mitad como lo hace un cuchillo caliente sobre mantequilla. Era incomodo tratar con el, tener que darle explicaciones de porque respiraba o no lo hacia. Poniendo los ojos en blanco se sentó con elegancia detrás del escritorio, rebuscando entre una pila de papeles y trozos de pergamino. Cuidando de no despertar las sospechas de esos dos, tenerlos ahí era peor que estar sujeta por el cuello por una anaconda enfurecida. — Modera tu forma de dirigirte a ella, no se te olvide que te saco de las calles vagabunda de mala muerte—que sacarán a colación su pasado, poco o nada le agradaba a Kenner. Soportar las habladurías de como se ganaba la vida, jamás se vio dentro de un antro de mala muerte o prostíbulo. Sino que ella fue mucho más allá de lo que se podía pensar, asesina a sueldo módico y demasiado humillante para el resto. Mataba indigentes como ella, pero vendía los órganos de estos a los ricos que pedían un poco de clemencia mal ávida a la muerte. — No te pases de listo, idi.ota—su tono era amenazador y retador. Le llegó al limite y estallar fue el único recurso viable en esos instantes. Los ojos del hombre le devolvieron una mirada afable, pero falsa desde su perspectiva—Sea lo que haya sido en el pasado, ahora goza de la confianza de Hasani. Ahora tu debes moderar tu vocabulario o terminarás con algo más que un merecido palmo de narices—el gesto de la castaña fue una cabezada seca.

El Gryffindor olímpicamente paso de Hasani, ya tendría tiempo a ajustar cuentas el mago en otra oportunidad. Ahora necesitaba echarse a la bolsa unas cuantas criaturas o objetos valiosos, venderlos en el mercado negro le volvía agua la boca. Aunque ya tenia bastante dinero en sus arcas, no estaba demás incrementar las riquezas y poder costearse a placer alguna habilidad o libro de hechizos. No cabía duda de que la pobreza solía ensañarse con algunos magos y brujas, ella no era la excepción a esa regla. — No es como en los viejos tiempos, ahora todo cuesta más que un ojo de la cara y eso es decir mucho—torciendo un poco la lóbrega sonrisa que se plasmará en sus labios. Continuaba con su sigiloso andar, imitando por momentos a un felino en plan de lanzarse a cazar alguna clase de antílope. Infinidad de barcos se proyectaban apilados como los pisos de una pirámide, alcanzando el último de ellos el tan deseado trofeo. Dando un pequeño respingó sintió la cola de su crup, golpear de forma incesante su pierna izquierda. ¿Qué demonios hacía en el puerto?, ¿Cómo dio con exactitud con la ubicación de la Nigromante?. Esas y otras tantas interrogantes se aglomeraban en su cabeza, posiblemente la correa no fue del todo eficaz. Aunque no le cuadraba que una de sus mascotas desacatará de esa forma su orden, pasando por alto el castigo que podría ganarse por abandonar los terrenos de los Macnair. Alargando la mano para darle una palmada en el lomo, no recibió a cambio un gesto amigable, sino todo lo contrario unos colmillos que estuvieron a nada de clavarse en su surda. — Bien decía yo, esté pequeño no es de mi propiedad— ladeando la cabeza reconoció su fallo, al detectar que solo una colita de movía como reguilete. Y es que la otra le fue cercenada de forma indolora o eso es lo que había intentando que creyera de dicho proceso. Nada en la vida o dentro de la inmortalidad se librará de causar dolor o alguna clase de satisfacción y ella lo pudo comprobar en carne propia. Perdidas miles y asesinatos en su contra otros tantos, pero eso no le causaba ninguna clase de sentimiento de culpa o algo similar. Lo supo al nacer en las sombras, jamás vería a la luz del sol como una amiga confiable o algo que le brindará un calor real o satisfactorio. El pensar en eso le causaba malestar, aversión al astro rey, solo le veía como algo que era útil para una porción de la población mientras que para el resto pasaba sin pena, ni gloria ante sus ojos. Tomando por el lomo al can, no le permitió el lanzarle una nueva mordida— Ahora eres mi rehén—riendo por debajo amarraba a la presa a su costado. Si se le ocurría ladrar para llamar la atención, no le quedaría nada más que ponerle un bozal o noquearlo con algún hechizo. Retomando su plan original, rebuscaba en las bolsas de su chamarra le frasco que le sacará de encima a ese viejo traficante— Veamos que tan eficaz es la porquería que vendes—derramando unas gotas sobre la madera del navío, detectó que se hizo un boquete a través de está. Colándose por ese hueco, no dejaría el mismo expuesto a la mirada de los curiosos derramando gotas de otro frasco lo sello en un santiamén. Ahora era momento de indagar dentro de la bodega, haciéndose de algunas cosas de valor y otras tantas que podía anexar con placer a su colección personal.

La buena suerte siempre estaba del lado de Hasani, lastimosamente en esa ocasión sus cálculos fueron errados. La cita con Zoella ya había pasado del tiempo estipulado, el tomarse unas cuantas copas con esos viejos socios, no hizo más que embotarle un poco la cabeza y olvidar todos los pendientes que tenía. Calzándose una cazadora de piel negra, ajustaba sus jeans a sus caderas guardando la varita en la pretina del pantalón, metiendo los pies en unas botas de dragón, saltó como pudo por la chimenea desapareciendo en el acto. Calaveras y huesos rondaron por sus pensamientos, recordando vagamente sus años como directora del departamento de Misterios. Se la vivía dentro de la sala de las profecías, escuchando los relatos y maldiciones que cada una de ella depositaba en algunos desdichados magos. Encontrar la forma de impedir que aquellas acciones tan aberrantes acontecieran dentro del mundo mágico, no era una tarea sencilla de concretar, simplemente dejaba que todo fluyera y que sucediera lo que tuviera que suceder. Saliendo disparada por la chimenea, aspiraba profundamente el poco humo que aún levitaba en el ambiente. Vieja costumbre que tenía recordar los sitios que pisaba y lo bueno o malo que los mismos dejaban en su persona, apresurando el paso se enfiló hacia el elevador más cercano—Va a matarme, seguro que si— dando un respingó escuchaba la voz mecánica que anunciaba cada uno de los pisos. La novena planta era la suya, agitando con parsimonia sus dedos, aguardó un momento antes de salir de la caja de metal. — Nos mataremos mutuamente— concluyó llegando hasta donde estaba la Triviani, no hizo falta cruzar una sola palabra entre ellas. La tensión podía cortarse con un cuchillo y causar algo mucho más serio y devastador. Vamos que no era para tanto, ahora debía mentalizarse para pasar sin error alguno la mazmorra y obtener los tan anhelados premios que la misma ofrecía a los valientes que se atrevían a meterse en sus terrenos. @@Zoella Triviani

Escudriñaba todo desde su escondite, si que se había tomado demasiado tiempo para aparecer detrás de esas cajas de carga que estaban cerca del puerto. Los barcos entraban y salían cada dos o tres horas, respetando el horario como un reloj suizo bien aceitado y recién lustrado. El brillo que brotaba de sus ojos era poco común en la Vidente, sentir el deseo de hacerse con algunas criaturas y objetos sin tener que pagar por ellos, solamente tomarlos y llevarlos a un sitio donde nadie jamás pudiera encontrarlos. — Justo en el talón de Aquiles—respingo notando que se comenzaba aglomerar la gente. La voz de Elvis le hizo recordar uno de sus encuentros en el pasado, pero el mismo no departían amenamente. Siempre que se topaban terminaban enfrascados en una encarnizada batalla, aunque no podía negar que tenerlo como compañero de profesorado había sido una experiencia por demás enriquecedora. Ahora las cosas pintaban muy diferentes, colocando a ambos hechiceros en lados opuestos de la balanza. Hasani siempre buscaba obtener su beneficio personal ante todo, dejando por debajo los intereses de los que le rodeaban o necesitaban una mano amiga dentro del mundo mágico. Sus pensamientos rondaban entorno a robarse unas cuantas criaturas, porque no incluir en el pack algunos objetos que fácilmente remataría con sus contrabandistas al doble de lo que valían en realidad. — Preservar o hurtar, he ahí la cuestión—se cuestionaba sin importarle el resultado de su mención. Jamás podría conducirse por el camino del bien, porque por sus venas corría la maldad pura. Asesina que iba dejando cuerpos ahí por donde iba, asegurándose de aniquilar a todos los testigos de sus actos atroces—Los buenos espías saben como borrar hasta el más mínimo rastro—esbozando una lóbrega en sus labios, intentaba no perder de vista su único objetivo. — Si le hacen caso y se retiran, no volveré a poner en tela de juicio su poder dentro del mundo mágico—bromeaba al imaginarse excusándose con el Gryffindor. Sería como rendirle pleitesía al peor de sus enemigos, inconcebible era considerar esa est****a posibilidad. Preferiría mil veces ser devorada por una hidra enfurecida que doblar las manos y dar por sentado el triunfo del hombre. Deslizándose con cuidado mantenía oculto parte de su cuerpo, sintiendo la brisa marina agitar un poco su cabellera. Las olas rompían con fuerza contra la madera, sirviéndole como un camuflaje improvisado. Avanzando poco a poco hasta situarse cerca de donde estaba Elvis, negando con la cabeza lamentaba que ninguno prestará atención a las advertencias lanzadas por el hombre. Quizás había perdido su poder de convencimiento, nada era para siempre y ella pudo comprobarlo en carne propia, renunciar a lo conocido y tener que empezar casi desde cero. — El comienzo no es el problema, sino saber como ascender de nueva cuenta hacia la cima y mantenerse ahí eternamente—concluyó su perorata apareciendo su varita en su surda—Como miembro del MACUSA de Neozelandes, no puedo permitir que se cumplan está clase de delitos. Todos los implicados en el robo o desaparición de criaturas o objetos mágicos, serán puestos bajo custodia y enjuiciados de encontrarse alguna clase de culpabilidad en su contra—fingía a la perfección su papel como un miembro que buscaba el bien, pero detrás de la cortina de humo escondía sus verdaderas intenciones.

ID: 31143 Nick (con link a la ficha): Juv Macnair Hasani Link a la Bóveda Trastero: 107280 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 78357 Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Fecha: 2020-12-27 Poción: Felix Felicis Puntos: 160 P Precio: 9320 Poción: Filtro de la paz Puntos: 10 P Precio: 500G Total de puntos: 170 P Total de Galeones: 9820

Buscaba el sitio ideal para relajarse, aunque contaba con dos mansiones a su disposición. Jamás acababa de sentirse del todo cómoda, siempre necesitaba su espacio propio y personal, aquel donde pudiera perderse en la inmensidad de sus pensamientos y alejarse de Londres por un breve instante. Azai estaba en Nueva Zelanda, concluyendo algunos negocios a nombre de Hasani. Era bueno contar con una personal tan leal y confiable, porque eso le daba tiempo para centrarse en otros asuntos de índole personal. — Este sitio tiene buena pinta—indicó al sentirse extrañamente conectada con ese lugar. El comprarse un departamento, siempre fue uno de los placeres que jamás pudo darse debido a la carga de trabajo. Dejando de lado toda la tensión acumulada se decantó por aventurarse y conocer los servicios que ahí se ofrecían. Entrando en el lugar, acomodaba su dorada cabellera sobre su hombro izquierdo. — Buen día, estoy interesada en un apartamento en el quinto piso. Deseo saber si es posible que el mismo no sea compartido con otro inquilino—parafraseó dirigiéndose a la joven que parecía ser la encargada. Los celos por su privacidad nunca tuvieron un freno o limite, ahora no les pondría uno, ya que sabía que hacerlo era una tarea en vano—No importa pagar un poco más por ese privilegio, aunque no me malinterprete. De no ser posible, buscaré como adaptarme a los lineamientos que aquí se manejen—agregó esbozando una lóbrega sonrisa en sus labios. El forjarse un destino fuera del seno familiar, comenzaba a transformarse en un sueño que estaba a poco de cristalizarse. Invitaría a sus familiares a su nuevo hogar, demostrándoles que no necesitaba depender de ninguno de ellos. Valiéndose de su cargo dentro de Nueva Zelanda, le era sencillo adquirir sin mayor dificultad sitios donde vivir por largo o corto tiempo. Trayendo a su mente las cabañas que poseía en Australia y que un aliado le ayudo a conseguir por un módico precio. — Pronto nos volveremos a encontrar, estoy segura de ello—asintió recordando los asuntos pendientes que tenía dentro de tierras Australianas. No por nada su nacionalidad le permitía entrar y salir a su antojo, entablando conexión con altos mandos de ese país, afianzando el poder que poco a poco logro cosechar y que le otorgo desde el inicio grandes dividendos.

Holi xD Pues como he decidido a formar parte activa del rol dentro del CMi, solicito que se modifique uno de los puestos que ocupa mi personaje y el mismo se agregue. Espero que no haya problema con la solicitud que hago, si existe algún inconveniente pido de la manera más atenta y respetuosa que me lo hagan saber. Aquí la ficha: Nick: Juv Macnair Hasani Link a la Bóveda: Bóveda Rol de Personaje: Primer Ministra de Nueva Zelanda // Miembro del MACUSA Neozelandés-Espía Infiltrada en el Ministerio de Magia Australiano, coleccionista de objetos malditos. Información Adicional: Obtuvo el cargo debido a su excelente desempeño dentro del Ministerio de Magia Neozelandés, ganándose la confianza de los altos cargos. Aunado a eso decidió convertirse en espía para ayudar al sitio que la vio nacer y darle armas, para desenmascarar las irregularidades inexistentes dentro de la élite politica de Australia. Saludos *-*

Holi xD Paso a cambiar algunos puntos por galeones, ya que me hacen falta los dineros para poder cursar un libro de conocimientos y subir a un nuevo nivel *-*. ID: 31143 Puntos: 19,000 Gracias de antemano, saludos :3

@@Niko Uzumaki Revise y el nivel que poseo, solo me permite tener 16 conocimientos y debo esperar para cursar otro a menos que el de bando, no se tome en cuenta y entonces me quede un cupo para cursar uno más en Castelobruxo. En en caso de las habilidades solo me permite 5 y ya poseo las 5 que me permite el rango 39. Justo por eso lo comentaba a menos que este en un error y haya leído mal. Justo por eso lo consulto contigo que eres mode y me podes dar una respuesta más acertada.

Holi Pues me ha surgido una duda respecto al tema de los niveles, porque yo actualmente soy 39 y debo esperar para cursar más habilidades y conocimientos. Siento que el tiempo de espera es demasiado extenso, al menos en mi caso y me gustaría saber si es posible (si se quiere, pues se puede), hacer un poco más flexible ese asunto y no hacernos esperar tanto. No es tanto por la subida de nivel, sino porque me interesa cursar una nueva habilidad y quizás otro conocimiento. Saludos :3