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Felias Snape Triviani

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Todo lo publicado por Felias Snape Triviani

  1. @@Candela Triviani en mi ficha tengo que hacer montones de actualizaciones, pero estaba esperando la aprobación de la Trastero y la ficha secundaria para ponerse con eso. Con esto de las actualizaciones mensuales, usted vio... Y si, soy el hijo pródigo JAJA. Porque he salida de guatemala para meterme en guatepeor Es la única forma de describir a esta peculiar familia... (?) jajaj. Bueno, etiquetaré a la doña madre para que nos lea Fumus away. EDITOOOOO! (24/02/2017) para repostear la ficha, al haber cambiado de nick y personaje cambian un poquito las cosas xD Agatone no tenia ni ton ni son para con los Triviani pero Felias es el unico hijo de Alyssa, por lo que primoso de la malvada de Candela Asi que hay que ponernos al día. Ahora si, vuelvo a etiquetar a @@Candela Triviani y a la señora madre @@Alyssa Black Triviani para que veamos esto (?)
  2. -¿Que me he equivocado de persona?- repitió Lestrange. Si, había posibilidades de que aquello hubiese ocurrido porque Snape no le habría enviado a un lugar con personas cuyos tratos eran poco menos que humanos. La mujer que se encontraba de pie del otro lado de la verja no parecía dispuesta a extender una mano solicitante si primero no reconocía quién era él o a que había acudido. Las cosas se estaban saliendo de control y Agatone no sabía cuánto más podría durar. En ese momento apareció otro hombre al que Lestrange apenas pudo ver, pues la silueta del elfo le impedía ver correctamente. El joven rubio se incorporó lo que pudo y apoyó la espalda en la fría y herrumbrada verja. -Posiblemente me haya equivocado, pero sos la única demonio que puedo sentir en varios kilómetros alrededor- cerró los ojos, adolorido. El parsimonioso fluir de la sangre por sus venas se aquietaba de a poco e iba perdiendo sensibilidad en su hablar, cuya fría voz exhalada humaredas de aliento vil, negruzco. Parecía que no le iban a ayudar si no cooperaba por lo que se dispuso a responder hasta donde su moral le permitiría. -Snape. Él me envío aquí. No sé cuáles son vuestros métodos, apenas le conocía. Pero sé que aquí podrán... contenerme.- Era demasiado utilizar aquellas palabras aunque en su interior de verdad se sintiese cada vez más un monstruo. Pero admitirlo en voz alta lo volvía más aterrador, más real. Se sentía menos humano conforme pasaba el tiempo, conforme perdía las emociones que le habían llevado hasta allí. -Será por poco tiempo. Necesito contención hasta que esto termine.- solicitó. @@Candela Triviani (perdón por tardarme xD).
  3. -Para, para, para... ¿Usted me está diciendo que hasta que el sistema mágico de esta tienda ministerial, la cual se supone debe debe ser la más rápida de Londres, no procese mi orden de compra no puedo registrar la siguiente?- respondió molesto el joven vampiro. En realidad ya lo sabía y la mujer no le había dicho nada nuevo, pero había tenido la urgencia de ocuparse en algo para evitar la incómoda mirada de la mujer de cabellos rojizos a su lado quien, con esos grandes y saltones ojos, se lo devoraban. Pudo ver como la dependiente le aceptaba la compra a la otra mujer, llevando poción incorpórea y poción vigorizante. Agatone rió por lo bajo dado que él no solía comprar pociones simples porque él mismo era muy bueno en la creación de las mismas pero, en el caso de que las que quería llevar ahora mismo, era por simple disponibilidad de tiempo. -No se preocupe doña. Todo a su debido tiempo; la burocracia es engorrosa pero no podemos vivir sin ella. Tome, aquí de nuevo mi compra. Espero no dejarme nada fuera por ahora porque en caso contrario deberé volver y mi socio me espera para la apertura del local en Diagon. Por suerte estamos aquí a la vuelta.- Tampoco quiso decir en voz alta que se estaba quedando sin galeones y no podría comprarla Poción de la Verdad cuando hubiera. Acomodó su cabello rubio hacia atrás, cansino, deseando salir de una vez de aquel lugar y hacer acopio de todos los quehaceres que le quedaban pendiente para aquel día. De hecho, ahora que lo pensaba, tenía que volver a subir. ¿O dónde estaba la planta de las criaturas? -Disculpe, señorita.- quiso saber mirando los negros ojos de la dependiente cuyo peinado le llamó la atención, le hizo recordar a alguien. -¿En qué planta puedo comprarme un Dragón? Me dijeron que no sería capaz de cuidarle pero, ¡claro que puedo!- _________________________________________________ ID: 54044 Nick: Agatone Lestrange Link a la Bóveda Trastero: 109765 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 80665 Fecha: 2017-02-13 Poción: Esencia de Díctamo Puntos: 40 Precio: 2000 Poción: Poción Herbovitalizante Puntos: 20 Precio: 1000 Total de puntos: 60 Total de Galeones: 3000 _________________________________________________
  4. Hola gente linda Tengo una duda; recién vi que aprobaron la ficha de mi personaje secundario y leí que pusieron que se reservaban los posteos para mis siguientes personajes... ¿Esto como es? ¿Si quiero poner más personajes secundarios (sin pasarme del límite de 5) tengo que postear las fichas en ese mismo topic creado por mi y por debajo del comentario de Don Zurin? No sé si se entiende mi pregunta. Muchas gracias y vuelva prontos (?).
  5. Aun estaba esperando que le cobraran por las pociones que acababa de adquirir, deseando que a pesar de sus pobres cálculos no habría poción de la verdad para él, cuando notó la mirada de una mujer. Primero se sintió acosado y luego, intimidado. Miró de reojo a la bruja mientras llenaba el pergamino de compra y le reconoció en el instante. Cabello largo con rizos y de color rojizo, unos orbes profundos, castaños y de mirada penetrante que en aquel momento escribían con delicada y esbelta caligrafía. Si Agatone no se confundía, aquella mujer había sido Miembro del Wizengamot que reconocidos honores. Quizás ella también le reconoció pero no por haber sido parte de algo importante o recibido medallas consagradas sino por un pequeño escándalo que le había llevado un rápido juicio ante los Miembros del Wizengamot. Fue la segunda vez que se ruborizó ese día y por el mismo problema: varias personas que al mirarle tuvieron recuerdos poco agradable sobre él. -Que tal...- dijo en voz baja deseando que no le haya oido cuando la mujer le volvió a mirar. Esquivó sus saltones ojos castaños para ver otra vez al dependiente que se había quedado hablando con quien parecía ser un Brujo (Warlock) de gran jerarquía. -Vamos hombre, que no eres el único-. Aprovechó esos minutos para completar nuevamente otra ficha de compra; estas pociones las podía hacer él mismo pero como al siguiente día abriría nuevamente su local de varitas mágicas (esta vez con un socio, Arcanus), no tendría tiempo de preparar pociones para tener en reserva. Y, realmente admitiéndolo, tenía curiosidad de la calidad de la Esencía de Díctamo que vendían en el Magic Mall. _________________________________________________ ID: 54044 Nick: Agatone Lestrange Link a la Bóveda Trastero: 109765 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 80665 Fecha: 2017-02-13 Poción: Esencia de Díctamo Puntos: 40 Precio: 2000 Poción: Poción Herbovitalizante Puntos: 20 Precio: 1000 Total de puntos: 60 Total de Galeones: 3000 _________________________________________________ @@Darla Potter Black
  6. Cuando el hombre le estaba diciendo a su socio que aun quedaban dos muestras de Poción de la Verdad, se maldijo a si mismo por no haberla agregado a su ficha. Necesitaba conseguir algunas "verdades" cueste lo que cueste y por eso había llevado la suerte líquida con amortentia, esta segunda en reemplazo del veritaserum. No se complacía en admitir que sus métodos de persuación eran los mejores pero, como alguien alguna vez dijo, una persona sumamente enamorada también suele revelar sus más intrínsecos secretos. -Disculpe disculpe, ¿dice que quedan dos poción de la verdad?- sabía que el lugar estaba lleno de gente y posiblemente algunos de quienes compraron antes que él podrían haberlo llevado pero aun así, tenía que intentarlo. -¡Aguarde! ¡Cancele mi compra anterior ahora mismo!- sacó su varita para maldecir al hombre y que le devuelva el dinero. ¡Los efectos del veritaserum otorgarían una tasa de éxito sumamente superior a la amotentia! O quizás Agatone no quería tener a alguien enamorado de él; tan simple como eso. En vez de realizar un conjuro sobre aquel hombre, tomó rápidamente un nuevo pergamino y lo llenó con un simple movimiento de su varita. En caso de que no pudiese adquirir la poción de la verdad, sabía quien se había llevado una: @Arcanus. Ahora tendría que pensar como robarle una cuantiosa cantidad. Con respecto a la otra poción, "Elixir de la Vida", quería evitar pensar el tipo de experimentos que haría con ella. Después de todo, su fallido intento por preparar dicho filtro había sido un fiasco. -Por favor señor, no le de el veritaserum a este hombre- agregó al leer de reojo el pergamino del hombre cuyos ojos azules y cabello de plata solicitaba (@). ¿¡Cuántos más iban a llevarse lo que él precisaba!? Pero el dependiente ignoró a Agatone (quien sería un don nadie al lado del ojiazul y su lamebotas) por lo que el vampiro desistió. Aún así, entregó la ficha como la había puesto. -¡Maldición!- agregó. _________________________________________________ ID: 54044 Nick: Agatone Lestrange Link a la Bóveda Trastero: 109765 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 80665 Fecha: 2017-02-12 Poción: Veritaserum Puntos: 160 Precio: 8000 Poción: Elixir de la Vida Puntos: 160 Precio: 9500 Total de puntos: 320 Total de Galeones: 17500 _________________________________________________ Off rol: según cálculos Bastian se llevó la última xD Que va mi personaje la quería asi que por eso la agregué en la ficha jaja. Si esto es así, tomen las pociones que SI estén en stock Muchas gracias!
  7. Le sorprendió al joven Lestrange cuando, aun habiéndole aprobado la compra, el dependiente le había remarcado un pequeño error en su ficha de compra que ponía como fecha varios días atrás. Se preguntó si de verdad aun no sabía en que día estaba o simplemente se había quedado estancado en el pasado. Tenía que admitir que aquel dejo de vergüenza le hizo ruborizarse porque era más fuerte que él sentirse indecente e impío ante la demostración de errores en público. Para su suerte, no había sido el único en equivocarse. Una mujer de llamativo pelo violeta (o algún color similar de la gama del violeta, pero claramente muy llamativo) también parecía vivir en el pasado aunque, desgraciadamente para ella, la bruja sí tuvo que volver a rellenar la ficha nuevamente. -Como alguien dijo una vez, no podemos vivir sin la burocracia- expresó con una sonisa. Era un comentario completamente fuera de lugar pero con un pobre intento de aligerar el ambiente para la mujer. De repente, mirando aquellos saltones ojos marrones se le vino a la cabeza un recuerdo del Callejón Diagon. Temió que no sea un recuerdo agradable por lo que esquivó la mirada y volvió al dependiente quien le hizo un comentario sobre su demora en la adquisición del libro. ¡Que no se lo recuerden! -Pues no he estado muy al tanto sobre los poderes vinculantes de estos libros. Si si, vivo dentro de una cuchara- exclamó casi con disculpa aunque no sabía por qué. Lo que escuchó a continuación si llamó su atención; aparentemente aquel hombre alto, delgado, de mirada amarillenta, conocía el paradero de ciertos libros muy poderosos que parecían provenir del mismísimo Merlín. Agatone se preguntó si serían demasiado para él. -Disculpe, buen hombre. Creo que llevaré un libro más si no es mucha molestia.- La peliviolácea agradecia la compra previamente dudando sobre el día en que se encontraban. Aparentemente aquel lugar tenía algún tipo de desorden temporal que debía ser solucionado cuanto antes. ¿Cómo era posible que alguien entrase a una tienda un día y saliera una semana después? La mujer le ofreció una invitación al dependiente con una pinta y luego le miró a él. -¿Vienes conmigo Felia... Agatone?- El vampiro se quedó helado. Le había reconocido. -Yo... creo que voy de salida.- con un movimiento de su varita lanzó el pergamino con la orden de compra a la cara del hombre y luego salió disparando a la salida, acalorado, avergonzado y preguntándose si había sido buena idea acudir allí. _________________________________________________ ID: 54044 Nick: Agatone Lestrange Link a la Bóveda Trastero: Nro. 109765 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Nro. 80665 Nivel Mágico: IX Fecha: 2017-02-12 Nombre del producto: Libro de la Fortaleza Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Nivel (del libro): 5 Precio: 5000 Precio total: 5000 _________________________________________________ Off rol: Ehm, una cosita. No sé si corresponde que realice la compra de este libro ahora dado que, ya habiendo comprado el libro nivel 1 y la Logia debidamente certificado dicho libro, aun no se han realizado los descuentos en mi bóveda personal ni actualizado el perfil. En caso de ser posible, seria genial si se pudiese aceptar la compra. En caso contrario me volveré a pasar por aquí Muchas gracias! @ @@Ernest Macnair Wilfred
  8. Buenas, vengo a agregar el link del negocio en Diagon para que la bóveda quede completa. De todas formas lo detallo aquí abajo. Nombre del Negocio: Sánix's Link a la Bóveda del Negocio: Bóveda nro. 109795 Trámite a Realizar: Agregar link al Negocio en diagon (este) y agregar porcentaje de ganancias de los dueños (50% cada uno). Cualquier otro dato que falte hacédmelo saber muchas gracias!
  9. Debía admitir que empezar a recorrar aquel Magic Mall desde el tercer piso y hacia abajo no era lo más sensato que se pudiera decir del joven, pero por alguna extraña razón así lo había querido. Luego de salir de la tercera planta y bajar a la segunda donde sabía podía adquirir las mejores pociones existentes (o al menos elaboradas con la mejor mano), revisó su pequeño monedero de piel de moke para asegurarse que aun le quedaban galeones. Por suerte, aquella persona que le había dejado una pequeña fortuna antes de desaparecer se había esmerado en que esta durara por bastante tiempo. Al entrar a la planta se dio cuenta de aquellos vapores nacarados y de diferentes aromas que abrumaron sus sentidos. Si no fuese porque era un experto en la elaboración de las mismas no hubiese podido reconocer ninguna de ellas, cosa que no fue así. Podía distinguir e identificar cada poción según su color, tipo de humareda e incluso movimientos superficiales. Pasó los siguientes veinte minuto adorando aquellos filtros que eran extraños incluso para él, esas mágicas sustancias que se arremoliban en diferentes cazos. -Buenas noches- saludó. -Disculpe por el horario, espero que no sea muy tarde. O muy temprano..- concluyó, para luego ver quien sería el co-propietario de su sociedad cerca de él, realizando algunas compras. -Señor Arcanus, ¿se ha dado cuenta que se ha llevado la última poción de la verdad? ¿Cuánto quiere por ella? ¡Debe ser mia!- Con un ligero movimiento de su varita completó un pergamino amarillento con la compra solicitada. _________________________________________________ ID: 54044 Nick: Agatone Lestrange Link a la Bóveda Trastero: 109765 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 80665 Fecha: 2017-02-12 Poción: Felix Felicis Puntos: 160 Precio: 9320 Poción: Amortentia Puntos: 160 Precio: 8550 Total de puntos: 320 Total de Galeones: 17870 _________________________________________________ @Arcanus
  10. Aquel día volvió a cruzar el ascendor habiendo visto previamente al mismo hombre desaliñado como la vez anterior. Ahora no cabía duda que aquel no era linyera alguno sino que su objetivo allí encubría algo más que un simple portero. Era, seguramente, de algún tipo de clan guardián o grupo de investigaciones secretas. Quién sabía. Agatone avanzó por aquella planta con superficies de mármol, la misma que tan solo una semana atrás le había parecido el paraíso en la tierra, un lugar repleto de bienes materiales tan valiosos que dudó siquiera andar sobre ellos. A pesar de seguir sintiéndose extraño en aquella tienda mágica, avanzó con cautela para encontrarse a la misma mujer que le había atendido oportunamente. -Buenas noches- saludó, cuya pétrea vos retumbó en los pasillos de la planta. -Hace unos días hice una compra y a pesar de la primera aceptación, el libro que llevé no pareció ser el correcta. Quisiera realizar unos cambios si es posible- No era exactamente lo que había sucedido, pero era una buena excusa para poder concluir con aquella compra descrita en su tarea de pendientes, una lista que llevaba guardando por muchísimos años. _________________________________________________ ID: 54044 Nick: Agatone Lestrange Link a la Bóveda Trastero: Nro. 109765 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Nro. 80665 Nivel Mágico: IX Fecha: 2017-02-05 Nombre del producto: Libro del Aprendiz de Brujo Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Nivel (del libro): 1 Precio: 1000 Precio total: 1000 _________________________________________________
  11. Buenas noches! Vengo con unas consultas que espero no cuenten como edición mensual (en caso contrario esperaré al siguientes mes para la edición general ) 1) En mi perfil figuran como puntos de objetos -490-, cuando este número era el anterior a quitar las compras que se habían realizado en el evento de los Juegos del Hambre. Hoy, la suma de puntos de objetos y pociones es 650. ¿Podrían chequer esto por favor? 2) Por otro lado, al ver que han agregado el link a la bóveda de mi nuevo negocio, Sánix's, noté que cuando habían quitado anteriormente los negocios cerrados se dejaron "Siglo IX" el cual fue cerrado junto con los demás por Moderación/Gringotts debido a inactividad. El único negocio abierto hoy en día es el recién abierto Sanix. Muchas gracias! Saludos.
  12. -¿Quién eres?- supo escuchar luego de lo que le pareció una eternidad. -¿Qué quieres?- Haciendo acopio de todas las fuerzas que pudo reunir, alzó la vista. Una gris mirada le observaba con aprensión, unos ojos calculadores ocultos tras una piel infinitamente blanca. Venía acompañada por un pequeño elfo que parecía dubitar entre el miedo y la incertidumbre. Agatone intentó incorporarse, evitando pensar en el dolor de su pecho con aquellas venas que habían dejado de funcionar. Ya no corría sangre por ellas sino que esta se había estancado para siempre. Su fría piel se había endurecido al igual que su voz, pero el proceso no se encontraba completo por lo que el dolor no parecía menguar. -Lestrange- musitó con una débil voz. Al intentar volver la mirada a la bruja, apoyó su mano en la hierba pero terminó sobre la mancha de aquella sustancia negruzca que había emanado. Con un dejo de repugnancia bajó la vista intenando respirar calmadamente. -He recibo órdenes de... de acudir aquí en caso de... de que esto se descontrolara- concluyó. Agatone sabía que aquella era una pobre explición en un intento de buscar ayuda, pero no sabía si sería prudente mencionar el nombre de aquien le había dado dicha información. Y por otro lado, no podía evitar el desasosiego y vergüenza por encontrarse en aquel enredo. Desesperado. Pero las órdenes habían sido claras: si el proceso se salía de control, en el castillo de los Triviani encontraría ayuda. El problema era que Agatone no sabía qué tipo de ayuda necesitaba, y la primera impresión de aquel magnánimo castillo no había sido positiva. Más allá de que él mismo se consideraba más monstruo que humano con cada minuto que pasaba, no podía evitar la sensación de estar dirigiéndose hacia su propia perdición. Pero, ¿habría salvación para alguien como él? -Yo...- dudó. -Quizás ya lo haya notado, pero me encuentro en una situación comprometida. Quizás usted...- volvió a detenerse, mirando nuevamente los ojos de la mujer, de esa infernal mirada que parecía no emitir emoción alguna. ¿O era Agatone quién ahora era incapaz de percibir emociones humanas? -Quizás usted pueda ayudarme- @@Candela Triviani
  13. No sé porqué estoy aquí Claramente me he perdido. En fin, tras la inalcanzable libertad del yugo del cuchareo, heme aquí Candela, primero, hoy que ya es viernes me pondré con el rol; quería que sea algo lindo, quería dedicarle una buena cantidad de tiempo Y por otro lado, ya estás habilitada por eso que ya sabes qué EDITO para cancelar esta inscripción y repostearla con datos actualizados (aprovechando que aun no ha sido tomada en cuenta xDDD)
  14. Agatone pensándolo unos segundos, extendió su mano y estrechó la de Ariam. -Tenemos un trato- concluyó. Ahora todo dependería de él y su relato de porqué se encontraba allí. Debería sonar convincente y asegurarse de no dejar cabos sueltos porque cualquier error o palabra fuera de contexto y podría ser malinterpretado, y más conociendo los artilugios que lo habían llevado hasta allí: muggles. Puso en mano en su bolsillo del ajustado pantalón color arena y, con ayuda de su otra mano, extrajo un objeto demasiado grande para que cupiera allí sin ayuda de magia. No era necesario ver la clara de incertidumbre de Ariam dado que a continuación aplacaría su escepticismo. -Es un computador portátil, un objeto muggle, solo que lo he manipulado mágicamente para usarlo a mi antojo.- apretó un botón y se encendió una pantalla. -Lo he creado para intentar descubrir el paradero de...- pero su frase quedó en el aire ante la interrupción de una grácil joven de cabello castaño y rizado que corrió a abrazar el morocho musculoso en quien Agatone había reparado al entrar en la sala. Se preguntó si aquello era una señal de que no debía seguir hablando sobre sus objetivos, dado que ahora la plausible distracción de aquella mujer era oportuna, por lo que Agatone se apresuró a responder su pregunta sobre Charlotte quien minutos antes había abandonado la sala. -Sé que se llama Charlotte, no más que eso. Y por suerte todo marcha sobre elfos.- @@Patri Gryffindor L @AriamAshar016
  15. Luego de haber aparecido en las afueras del hechizos antiaparición, el joven Lestrange cayó de rodillas y un rugido ensordecedor brotó de su garganta, un sonido que helaba los huesos, la sangre y hasta su propia alma. ¿Tendría alma? Agatone se lo había preguntando decenas de veces en lo que llevaba como vampiro y, a pesar de no haber podido obtener una respuesta clara, sabía que al menos estaba maldito. Eran novato en aquella condición y posiblemente aquel era el problema por el que no podía controlar las extrañas y contradictorias emociones que recorrían su cuerpo. -Por Chuck- susurró con exaperación, centrando sus dedos cual garras aldededor de su garganta para intentar calmar aquella sed, aquel deber que a medida que pasaba el tiempo era más difícil de enfrentar. Era como lejía ardiente que recorría sus venas, escalofríos incontrolables que tensaban sus músculos, movimientos convulsivos que le dificultaban la respiración. Eran sentimientos y emociones humanas que luchaban por permanecer con él mientras la ponzoña, aun después de tanto tiempo, quería ganar el reinado que era su alma. Vomitó con un movimiento espasmódico de su abdomen aunque nada salió de su boca. Luego de la segunda arcada una sustancia negra cayó en el suelo manchando su barbilla, sin llegar a ser del todo líquido ni gaseoso. La misma tiñó el verde cesped y emanó un abominable hedor a putrefacción. Sabía que podrían haber sucedido cosas graves que no habría de saber enfrentar, pero estaba seguro que al ser un mago podría controlarlas. Un mago... He allí el dilema. Un muggle que se convertía en vampiro tenía la travesía más fácil pero, cuando aquel veneno mortífero interfería en un cuerpo saturado de magia, eran dos los diferentes poderes que luchaban dentro de él para hacerse con su identidad. ¿Cómo nunca había oido de otros magos vampiros en aquella situación? ¿Qué le había causado símil padecimiento? Aun se encontraba lejos de la puerta del imponente castillo que otrora le hubiese fascinado. Pero en aquel momento, con los rayos rutilantes de infinitos colores que surcaban su campo de visión, apenas sabía lo que se encontraba delante de si mismo. Y no había más magia que pudiera utilizar porque sus ultimas energías las había consumado al aparecerse. No era la primera vez que se preguntaba si estaba en el lugar indicado pero, al haber recibido expresas instrucciones de su victimario que lo había sumergido en aquel infierno, estaba dispuesto a hacer lo necesario para terminar con su suplicio. -¡Triviani!- exclamó con vesania, con ojos llorosos, mejillas enrojecidas y el palpitar de corazones a la distancia que lo indusían en un frenesí incontrolable-¿Cómo... demonios... haré...?- susurró con pesar. Aún recordaba los sentidos y emociones humanas con los que había crecido, aquel desarrollo de años que lo habían llevado hasta ese momento que creyó su vida estaría completa, feliz y radiante de prosperidad, hasta que un ser demoníaco lo convirtió en lo que era en ese momento: un monstruo. Miró el libro que cayó del bolsillo de su chaqueta de cuero marrón, un pequeño libro que había adquirido tan solo dos días atrás y que ponía "Libro del Aprendiz de Brujo". Era irónico, porque sabía a ciencia cierta que aquel libro le enseñaría secretos hasta ahora desconocidos pero que aquel momento de desesperación, de nada le serviría. Lo lanzó a un costado intentando ponerse de pie y caminar hacia el castillo, cuando una horda de elfos domesticos pasó corriendo por su lado llevando el cuerpo de un hombre que, sin duda alguna, estaba muerto. -¡Dios mio! ¿A dónde he venido?- agregó con un vehemente desasosiego, sabiendo que allí podría encontrar dos cosas: salvación o perdición.
  16. El joven Lestrange estaba esperando a que le dieran el libro o que la mujer, que resultó llamarse Broohilda, le dijera que el pergamino entregado estaba en orden. Pero antes de que alguna u otra ocurriese un hombre apareció detrás de ella, algo que sorprendió a Agatone quien dio un paso hacia atrás, no solo por la inesperada aparición sino por la imagen cual david enviada por eros que había surgido. Aquello atontó por un minuto al rubio quién tardó en reaccionar ante la azulada mirada de quién reconoció como otro vampiro. Este mismo se hizo cargo de la situación tomando el pergamino e indicándole al rubio dónde podría ubicar el libro buscando, en la biblioteca que estaba al lado. Agatone caminó el sendero indicado sin dejar de ver todo a su alrededor dado que cada objeto sobre cada piedra ornamentada era un lujo que jamás había podido apreciar. Todo era mármol, todo era reliquia, todo era valor. Lujo sobre lujo, antiquísimo y soberbio. Era un lugar donde claramente él nunca podría pertenecer. -¡Me lleva el diablo!- gritó mientras retrocedía unos pasos. Había intentado coger el tomo de cuero marrón oscuro de un libro titulado "Libro de la Sangre". ¡Pero si no iba a robarlo! A menos que todos los objetos tuvieran encantamientos para detectar si el "comprador" tenía o no una pila amontonada de galeones en su bóveda personal. ¡Aquello era ilegal! ¿O no?. Para evitar posteriores accidentes, Agatone se aseguró que el libro que tomó leyera "Del Aprendiz de Brujo" porque iba a terminar mal en caso contrario. Volvió a la grata presencia del vampiro encargado de la planta y posó sus bicolores ojos sobre azules y se perdió en ellos unos minutos, hasta que este le confirmó que la compra había sido exitosa. No recordaba haber tomado los galeones de su bolsillo. Pestañeó confuso varias veces y se apresuró a salir. -¡Espero verlo otra vez!- gritó mientras se acercaba al ascensor, aunque el hombre ya estaba atendiendo a otra mujer. -señor como-quiera-que-se-llame...-. @@Emmet Haughton Gaunt
  17. Había estado seguro que podría seguir con aquella pesquisa que se había propuesto con respecto a ese tal Elvio pero, luego de la partida inesperada de Charlotte a través de una rota ventana y la pregunta directa de Ariam, a Agatone le había quedado claro que no había sido lo suficientemente audaz para esconder sus intenciones. La pregunta le había llegado tan repentina que el rubio quedó helado mientras repartía la segunda mano de naipes. -Si no dejaras de mirar a tu alrededor no serias tan obvio- le dijo Ariam. -Yo...- empezó el vampiro, nervioso. Se detuvo en los movimientos con los naipes, volvió a juntar la baraja, la acomodó y la dejó a un costado. ¿Podría confiar en ella? -Veo que a ti no se te puede engañar, Ariam- empezó. Iba a ser una larga charla así que mejor ponerse cómodos. Tomó la pitillera de la chaqueta de cuero marrón que llevaba puesta y al tiempo un cigarro levitó hacia sus labios, el cual encendió con un movimiento de sus dedos. Había empezado con aquel mortal hábito de fumar hacia poco tiempo, precisamente cuando empezaron los acechos. -Antes que nada, quiero decirte que mis intenciones no son malas. ¿Me crees? - Preguntó alzando la vista y mirando a la trigueña a los ojos. -Si es así, te contaré porqué estoy aquí- @AriamAshar016
  18. Era una irrisoria situación la que se estaba llevando a cabo en aquella sala. Por un salo, la risueña y trigueña mujer que había ofrecido jugar los naipes se encontraba cómoda en aquella situación a diferencia del joven rubio que, simplemente sobrellevando la situación con el único fin de poder infiltrarse en las habitaciones superiores, sonría forzosamente mientras barajaba un mazo de naipes españolas que había hecho aparecer con un movimiento de su varita. La otra bruja, la rubia, con una sonrisa había dicho que lo había embrujado y que el vampiro amanecería en forma de sapo. Por un lado eran contradictorias las emociones que se veían en su rostro como si de repente allí no quería estar y, por otro lado, sonreía y hacía chistas. Estuvo clara la respuesta cuando con una excusa de que traería algo para tomar, salió por una puerta. ¿No podría haber llamado a un elfo? -Bueno, Ariam, solo somos tu y yo hasta que vuelva Charlotte.- Repartió los naipes sobre la mesita baja entre ambos, tres naipes a cada uno y depositó el mazo a su derecha. -Sos mano. Y sin jardinera.- Volvió su cabeza a las escaleras, previendo formas de subir sin ser visto. @Meiftie @AriamAshar016
  19. Muy buenas! Sé que es tarde para las clases de Febrero, así que vengo a apuntarme para las clases de... Marzo? Oh dios, falta mucho tiempo xD Pero que va, ya lo dejo asentado. Muchas gracias! Nick: Felias Snape Triviani ID: 54044 Conocimiento: Aritmancia Nivel de Magia: IX (si se actualiza estaría en XI) Link a la Bóveda: Nro. 80665 Link a la Ficha: Nro. 79704 (edité para cambiar el conocimiento 5 veces. Este es el definitivo porque cursaré el mismo que un par de usuarios más).
  20. A pesar que odiaba ir de compras, no tenía más remedio. O quizás existía otra opción pero sabía qué tipo de horribles cosas habían sucedido por haber cuestionado la voluntad de su mentor quien al día de hoy se encontraba desaparecido. Pero el joven vampiro no quería arriesgarse a desobecer sus órdenes por más cuestionables que sean dado que, por cientos y cientos de años, quién lo había mandado allí había demostrado el poder de regresar una y otra vez. No era astuto contradecirle. Por ese motivo era que aquella tarde el joven y neófito vampiro de cabellera rubia se encontraba en un extraño cuarto de escobas aparentemente abandonado, sucio y con un insoportable hedor a humedad que, si no fuese por el cortante y candente olor a whiskey que lo interrumpía, habría cubiértose la nariz. Buscó la procedencia de ese segundo olor y era un hombre de aspecto taciturno, descuidado, cuya acerba mirada se clavaron en sus ojos bicolores. Agatone se preguntó si de verdad se encontraba ebrio y qué debería hacer a continuación. Ninguna idea salió de su cabeza, por lo que simplemente avanzó para obtener una mejor vista hasta que pudo visualizar una puerta al lado del hombre. Al ver que este seguía mirándolo fijamente pero sin atinar a atacarle o hacer movimiento alguno, Agatone continuó su camino hasta aquella puerta que, al llegar, resultó ser un ascensor que no dudó en tomar. -Contraseña- indicó una voz que provino de ningún lugar en particular. Agatone miró a ambos lados pero estaba solo, a excepción de un pequeño tablero numérico que apareció frente a él. -Ajá, aquí vamos-. Ahora sabía para que servían los números que le habían dado en la entrada del mall, o eso creía. Al introducirlos, la voz volvió a hablar pidiéndole nombre completo, número y rango de identidad como el motivo de la visita. -Yo...- No le habían informado que algo de eso sucedería y por un leve instante tuvo miedo. Pero, si aquel lugar de compras era oficial nada grave debería suceder, ¿verdad? La cuestión es que la entrada era un simple armario de escobas cuyo ingreso estaba restringido para personal del mall, por lo que técnicamente él no debería estar allí. Decidió arriesgarse -Soy Agatone Lestrange, ID número 54044 y Dragón de Oro. Solo vengo a...- sabía a qué venía, pero la carta que hasta allí lo había enviado hablada de extrema condifencialidad... O quizás eran secretos los demás puntos sobre una tal Hermandad antigua y poderosa y la magia que aprendería en el porvenir. Que más da. -Vengo para la adquisición de un...un libro de hechizos- -Un gusto señor Lestrange. Adelante- Agatone respiró aliviado y el ascensor comenzó ascender hasta la tercera planta. No se había dado cuenta de los temblores que le recorrían el cuerpo por lo que, para intentar calmarse, rebuscó con dificultad una pitillera dentro de la chaqueta marrón que vestía y un cigarro voló a su boca. Con un movimiento de su mano encendió la punta, pitó con los ojos cerrados y luego exhaló, cuyo humo en forma de caballos alados se perdieron dentro de la tercera planta que acaba de aparecer frente a él. -Me lleva el...- se quedó mudó al entrar. En ese momento pudo relacionar un monton de ideas que con el tiempo se había cuestionado en su cabeza con respecto a su mentor, el señor Snape, quien era griego. Pudo ver reflejado en aquella colosal construcción las características de una personalidad hasta ahora irreconocibles. Aquella planta del mall, era impresionante. Parecía que el suelo había sido creado con magia porque, a su entender, no había forma de que todo el suelo de mármol blanco no tuviera divisiones, o que aquellas inmensas columnas fueran tan impolutas. Era una representación clara de un estilo olvidado y de una civilización perdida, pero que allí se reunían las características en un solo lugar. -¿Señor?- lo interrumpió la voz de una señora grande mientras Agatone estaba comenzando a ver los pedestales con objetos que allí se ofrecían. Al volver la vista a su interlocutora, ella le sonrió -Bienvenido a la Sección de Objetos Peligrosos y Potencialmente Mortales del Magic Mall, ¿en qué puedo ayudarle?- -Yo... Un libro- aun le costaba hablar después de haber visto aquel lugar, tan esplendoroso, y pensar que él se había acostumbrado al cuchitril del Callejón Diagon donde vendía varitas. ¡Varitas!. Parecía que había vuelto a nacer y que sus ojos veían por primera vez. La mujer volvió a interrumpirlo y le señaló una inmesa vitrina repleta de libros que, claramente y a simple vista, no eran los que uno podría conseguir en Flourish & Blotts, apenas afuera del mismísimo Magic Mall. -Ah, si, claro claro. Necesito el... Libro del Aprensor del Brujo- La mujer con otrora sonrisa le entregó un pequeño pergamino el cual Agatone completó con un movimiento de su varita y volvió a entregar, a la espera de que se le permita aquella compra, después de todo, la entrada hacia aquella planta no habia sido fácil lo que daría a entender que cualquier tipo de bien comerciable adquirido en aquel lugar era complemente ilegal. No había duda. _________________________________________________ ID: 54044 Nick: Agatone Lestrange Link a la Bóveda Trastero: Nro. 109765 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Nro. 80665 Nivel Mágico: IX Fecha: 2017-02-05 Nombre del producto: Libro del Aprendiz de Brujo Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Nivel (del libro): 1 Precio: 1000 Precio total: 1000 _________________________________________________
  21. http://i680.photobucket.com/albums/vv161/Felias/2zzXE.png Nombre: Agatone Lestrange Edad: 24 Nacionalidad: Inglés Raza: Vampiro Personaje principal al que está asociado: Felias Snape Triviani Relación con el personaje principal: Víctima de un abuso de Felias Snape, quien causó su vampirisimo. Aspecto Físico: Es un joven de una altura considerable (casi metro ochenta), aunque este no es su rasgo característico. Lo que bien podría notarse a simple vista es, precisamente, sus ojos, una heterocromía de naturaleza extraña; el derecho es de un color naranja con rendijas negras enmarca una naturaleza única en el mundo mágico, unos genes de los cuales el mismo Agy poco conoce. El ojo izquierdo, por otra parte, es simplemente de un fuerte color miel, casi como el oro. Su cabello es de un rubio intenso, tanto que a veces se confunde con plateado. Lo lleva rapado en la nuca y un poco más largo en la parte superior. A parte de su curvilínea nariz y la pálida piel, no hay rasgos notables que se deban detallar. Bajando por su cuerpo, la única marca que posee desde que tiene uso de razón es, sin duda alguna, el tatuaje de una runespoor en su espalda. Cualidades Psicológicas: Siempre se ha destacado por su inteligencia, capacidad de cálculo, resolución de problemas y pensamientos fríos. Desde pequeño fue un joven meditador, algo que le llevó a pensar de dónde había sacado tales prácticas siendo su padre adoptivo nada semejante a él. De todas formas, siempre creyó que le faltaba algo a su personalidad. Siempre tuvo la necesidad de buscar los orígenes de su vida, su ascendencia, algo que a pesar de su inteligencia le costaba descubrir. Es compasivo, amable; ama a los seres vivientes y, aún así, nunca dejaría que nada se le cruce en su camino para completar sus objetivos. Cambió radicalmente al convertirse en vampiro por causa de Felias Snape; hoy en día a pesar de su seguridad como mago, suele encontrarse en momentos debilidad embargados por el terror, la angustia y la depresión. Historia: Agatone siempre supo que no conocía la total verdad sobre su vida. Desde pequeño fue el hijo único de su adoptivo padre; el mimado, el consentido, el niño que tenía todo lo que quería, y más. Pero no era suficiente, le faltaba algo. Y no por caprichoso o avaro dado que siempre se sintió a gusto con lo recibido. Pero sabía que ser adoptado no era algo que simplemente hubiera sucedido por casualidad; había una historia detrás que nadie quería querer contarle. Desde que tiene uso de razón, posee ese extraño tatuaje de una runespoor en su espalda, una marca de nacimiento (o al menos desde pequeño) que siempre le cautivó. Sabía que tenía un significado intrínseco y demasiado importante para él, un significado que lamentablemente desconocía. Pero de a poco, se acercaba su cumpleaños número diecisiete, un momento en que la mayoría de edad le permitiría poder buscar con libertad el verdadero paradero de su ser, la verdadera procedencia de Agatone Lestrange. Porque el saber que sus padres habían sido fieles servidores al Señor Tenebroso, no eran datos de mucha ayuda. ¿Quién había sido en realidad Bellatrix Lestrange, o, mejor dicho, Bellatrix Black? ¿De dónde provenía el clan de los Lestrange, con su padre Rodolphus? ¿Qué significado tenía el misterioso tatuaje de su espalda? Esas y muchas más, eran preguntas que para él tenían importancia, y que aún hoy en día no tenían respuesta. Pero si había una cosa de la que estaba completamente seguro, y era que él no era hijo único. A todo esto, se le debería sumar el hecho de que hacia tan solo dos años, Agatone sufrió el ataque de un vampiro quien, no permitiéndole acercarse a los brazos de la muerte, llenó de veneno maldito las venas del joven convirtiéndolo desde ese momento y para siempre, en una bestia: un vampiro. Esto llevó a Agatone a recluirse durante meses para aprender a controlar su sed, algo que al principio había sido tan difícil como pedirle a un alcohólico que se resistiese a beber teniendo cientos de botellas frente a él. Había creído encontrar el control en la reclusión y aislamiento que él mismo se habí autoimpuesto pero se dio cuenta que comenzó un proceso completamente nuevo de dolor y desesperación cuando volvió a mesclarse entre magos y brujas, teniendo la imperosa necesidad de controlar su sed que sucumbía a los inmundos deseos de su ponzoña interior. Otros datos: Hace pocos días en la actualidad y luego de salir de su reclusión, sufrió una decaída por el proceso incompleto de conversión en vampiro que, acrecentado por la magia en él, provocó dolorosos síntomas, visiones, vómitos de veneno fermentado y un claro incremento en sus deseos de asesinato, emociones que siempre intentó y sigue intentando reprimir. Su varita es de Cedro, núcleo combinado con un pelo de cola de aethonan y un pelo de veela; mide 28cm y altamente flexible a la vista. Su patronus es un aethonan. Inconscientemente sufre del Síndrome de Estocolmo. Son trillizos con su hermano Lysander Lestrange y su hermana Tara Lestrange. Aún no les conoce. Condiciones de utilización: No es un personaje compartido.
  22. Había intentado evitarlo, no tener que recurrir a aquel último recurso por temor a expresar más de lo debido, pero durante las últimas horas se había incrementado con creces y temía no poder controlarlo. El jóven neófito se escondió detrás de un árbol a un lado de la imponente edificación que se erigía frente a él. Miró con recelo a ambos lados de la mansión, preguntándose una vez más si estaba haciendo lo correcto. Cruzó sus brazos con fuerza sobre el cuero marrón de su pecho y avanzó en silencio, intentando mantener un ritmo constante, ignorando el dolor que crecía en su garganta y transformaba la necesidad en hálito de vida. Nunca hubiese creído tener la necesidad de buscar ayuda, pero había sido más tiempo humano que vampiro y aún le atemorizaba liberar su fuerza interior y dejarse llevar, arrastrado por el deseo de resquebrajar, el contacto colmillo sobre cálida piel, garras sobre músculo y sangre en su mentón. El hombre que lo había llevado a aquella situación luego de haberlo convertido en un monstruo había desaprecido años atrás, y solo le había dejado el contacto de una mujer si las cosas se salían de control... Control. ¿Qué era el control? Para él, un vampiro que llevaba solo unos pocos años como depredador y escondido de los mortales humanos para evitar "accidentes", perder el control significaba una sola cosa: asesinato. Quizás no era lo que un vampiro de verdad consideraba control. Sus orbes bicolores habían comenzado a percibir lo que lo rodeaba en diferentes tonos de rojo, como si cada objeto y ser viviente de Ottery St. Catchpole le recordara aun más la sed que crecía en su interior, la necesidad de sangre que había podido aplacar viviendo escondido y que, al salir a la luz, no fue menos que un bombardadeo de emociones humanas olvidades hacia años mescladas con sentimientos nuevos a los cuales con cada minuto que pasaba, más difícil se le hacía enfrentar. Al llegar a la herrumbrada verja negra se dio cuenta cuánto le costó; se llevó una mano nerviosa al rubio y platinado cabello para acomodarlo hacia atrás pero tuvo que sujetarse fuertemente la garganta para evitar emitir un rugido de rabia. Alzó la vista y no puedo ver más que piedra del otro lado de la verja, a lo lejos, mostrándole el camino que aún faltaba por transitar. -Maldición- rugió por lo bajo cuando la dulce pestilencia de sangre borboteante por frescas venas le llegó desde la distancia. Se preguntó si sería buena idea seguir allí suplicando ayuda para evitar convertirse en lo que más odiaba, lugar donde precisamente se encontraban las criaturas que por siglos sirvieron de alimento a sus antepasados: humanos. Sabía que allí estaban, los sentía; la calidez de sus pieles, los corazones palpitando con embriaguez, los pulmones exalando alientos de vida que él, el pequeño Lestrange, tanto ansioso tomar. -Diga su nombre y cuál es el motivo de la visita- Se sorpredió al escuchar esas frías palabras porque había creído estar solo. Pero no era un ser viviente, eran dos estatuas guerreras que había cobrado vida y le impedían el paso por la puerta. Podría intentar derribarlas, pero no era el mejor mago de Ottery ni mucho menos y lo más probable es que fuese magia antigua y poderoso lo que imbuía aquella piedra parlante. -Haughton... Busco a una tal Mó-Mónica Haughton- exaló con pesadumbre, pesadez, intentando ignorar las emociones contradictorias que crecían en su interior. Se arrodilló en el suelo de hierba intentando concentrarse en la pequeña brisa que le traía el aromo de los árboles de la residencia. Un escalofrío irritante corría por sus venas. Un ansia de venganza, de poder. Su miedo cambiaba de forma convirtiéndose en adrenalina, en algo amargo pero placentero. Apretó los dientes y su mandibula se torció. La sed de matanza ahora era necesidad, y el anhelo de venganza en un respiro prioritario. La tregua insoportable de la abstinencia manaba por sus arterias como lejía ardente tensando sus músculos y multiplicando su deseo en mil. Cerró los ojos y comenzó a visualizar rayos refulgentes de colores oscuros como la misma muerte que lo cegaron, impidiéndole así, obedecer el anhelo de matar otra vez.
  23. Consumibles en Batallas Nombre: Poción Curativa Descripción: Tarjeta Categoría: AAAAA Precio pagado: 1000 Fecha de compra: 17.02.2017 Link a la certificación: enlace Nota: No se permiten más de 5 consumibles en inventario.
  24. Poderes de Criaturas Tipo de Poder: Descripción: Tarjeta Precio pagado: Fecha de adquisición: Licencia de uso:
  25. Libros de Hechizos Nombre: Libro del Aprendiz del Brujo Descripción: Tarjeta Nivel: 1 Precio pagado: 1000 G Puntos obtenidos: -- Fecha de compra: 11.02.2017 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí Nombre: Libro de la Fortaleza Descripción: Tarjeta Nivel: 5 Precio pagado: 5000 G Puntos obtenidos: -- Fecha de compra: 13.02.2017 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí En situación transitoria y sin poder hacer uso del libro: Nombre: Libro de la Sangre Descripción: Tarjeta Nivel: 7 Precio pagado: 7000 G Puntos obtenidos: -- Fecha de compra: 05.04.2017 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: No

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