Jump to content

Mael Blackfyre

Magos Expertos
  • Mensajes

    8.039
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    104

Todo lo publicado por Mael Blackfyre

  1. «I N D I C E · D E · B I E N E S» Objetos Mágicos Clasificación A: Falsoscopio Monedero de piel de Moke Recordadora Vuelapluma Polvos Flú Clasificación AA: Varita de Roble Cadena y dije de plata Anillo de oro Nimbus 3000 Orejas Extensibles Saeta de Fuego Radio conmemorativa Clasificación AAA: Pensadero Puertas Mágicas Espejos Comunicadores Capa Camaleón Clasificación AAAA: Águila de la Sabiduría Gema de la Desaparición Moto Voladora Navaja Mágica Multiuso Set de Quidditch Clasificación AAAAA: Huevo de Bola de Fuego Chino Aletiómetro Mineral Eteria Mineral Plaeria Mineral Interia Mineral Vulkos Alfombra Voladora Totem del Boggart Pociones Mágicas Clasificación A: Doxycida Clasificación AA: Poción Animalis Remedio para quemaduras Clasificación AAA: Poción crece-huesos Poción Reabastecedora de Sangre Esencia de Díctamo Poción para Olvidar Filtro de los Muertos Sueño Angelical de Amor Poción Agudizadora de Ingenio Clasificación AAAA: Fluido Explosivo Destilado Borra Recuerdos Clasificación AAAAA: Zumo de Mandrágora Elixir de la Vida Veritaserum Felix Felicis Poción Multijugos (x2) Amortentia Criaturas Mágicas Clasificación X: Gata Siamés Lechuza Clasificación XX: Aethonan Clasificación XXX: Hipogrifo Fwooper Ashwinder Duendecillos de Cornualles Cangrejo de Fuego Gorros Rojos Crup Billywig Doxy Bugdog Bundimum Kneazle Kneazle Negro Shrake Mackled Malaclaw Crup de Tres colas Clasificación XXXX: Kelpie Occamy Fénix Snidget (2) Grifo Thestral Unicornio Ave del Trueno Swooping Evil Baby Unicornio (2) Graphorn Yeti Kappa Baby Fénix Clasificación XXXXX: Nundu Serpiente Cornuda (2) Colacuerno Húngaro Criaturas en la Reserva: Criatura: -- Clasificación: -- Puntos de poder: -- Libros de Hechizos Libro: Libro del Aprendiz de Brujo Libro: Libro de la Fortaleza Libro: Libro de la Sangre Libro: Libro del Equilibrio Libro: Libro del Druida Libro: Libro del Caos Libro: Libro de los Ancestros Libro: Libro de las Auras Libro: Hermes Trimegisto Libro: Libro de Merlín Poderes de Criaturas Tipo de Poder: -- Consumibles en Batallas Mano de la Gloria (2) Polvo de Oscuridad Peruano Poción Lágrimas de Fénix Poción Curativa Consumibles Especiales: Llave de Slytherin Llave de Ravenclaw Llaves Baby (2) Llave de Gryffindor Llave de Hufflepuff
  2. Mael Blackfyre logró encontrar el acceso a aquella tan ansiada bóveda. El difunto patriarca Gryffindor había protegido muy débilmente sus pertenencias dándole acceso a cualquier familiar sanguíneo que quisiera hacerlo. Por eso que Mael, reforzó cada centímetro de aquella bóveda. En primer lugar había que entregar un pago de sangre. Una vez dentro, además de los Ángeles, había que dejar alguna antigua reliquia familiar que tenga un gran significado personal. Y por último, sellar y firmar un contrato, para vincularte al nuevo dueño de la trastero ante algún futuro favor a deuda. http://i.imgur.com/4RTwacR.jpgEn una de las cámaras subterráneas en Gringotts, se encontraba la Bóveda Trastero de Elvis. La cantidad de objetos, papeles y libros importantes, tenía que resguardarse en aquella zona de alta seguridad, porque algunos poderes podían complicarle la vida a cualquiera que no supiera cómo manejarlo. La entrada era algo sencilla, completamente lisa de un roble demasiado fuerte y protegido con algunos encantamientos como para que la derribaran con magia. Tan sólo se necesitaba ser un Gryffindor sanguíneo para poder llamar a la aldaba de oro 41con forma de león que se encontraba sobre la madera. Unos tres escalones daban paso a una gran bóveda. Todo era de piedra, las paredes, el techo y el piso. Por encima, se podía disfrutar de un hueco, donde atravesaban los rayos de luna que iluminaba cada rincón. Claramente todo era producto de la magia porque estaba muchísimos metros por debajo de la tierra. En aquella cúpula, había varios agujeros distribuidos para que pudieran contener tarjetas, pergaminos y papeles que pertenecían a las criaturas, pociones y objetos propios. Centellaban pequeñas motitas de luz y algunos aterrizaban en el suelo como si se trataran de copos de nieve. Era un clima cálido, teniendo todo una tenue luz azul. Justo enfrente de la puerta, en la pared opuesta había dos guardianes con enormes alas. Eran estatuas que las habían puesto allí para que vigilaran cada objeto dentro de la bóveda, y que nadie ajeno a la familia lograra entrar. En ése caso, Los Ángeles tomaban vida y los aprisionaban, para desaparecer y llevarlos hasta el hall del mismo banco. Muchos magos y brujas intentaron saltar aquella barrera, pero los guardianes se ofuscaban ante cualquier material como si fueran fantasmas o patronus. Y no eran afectados por ningún hechizo. Éstas dos, resguardaban la entrada a una cámara más pequeña, como si fuera un estudio. Seguía habiendo huecos y estantes para contener más rollos de pergaminos, adornos y más posesiones distribuidos en las tres paredes. Toda la cámara era iluminada por pequeñas antorchas. Había una mesita, tres o cuatro sillones mullidos y dos grandes bibliotecas, también conformada por pequeños bloques de piedra. Éstas contenían los famosos Libros de Hechizos. Aquello tenía muchísima importancia para Elvis, porque formaba parte de su poder, así que en ésa habitación solamente podía pasar él, donde con una gota de sangre alcanzaba para entrar. http://i.imgur.com/V13znLO.jpg .................................................... • Perfil de Comprador del MM: 194 Indice de Bienes → #2 Objetos Mágicos → #3 Pociones Mágicas → #4 Criaturas Mágicas → #5 Libros de Hechizos → #6 Poderes de Criaturas → #7 Consumibles en Batalla → #8 Fecha de Próxima Actualización: 01/03/2021
  3. Las puertas del Magic Mall estaban abiertas una vez más y con eso, significaba que toda la comunidad mágica caería sobre la tienda para gastar la cantidad total que contenían dentro de sus bóvedas. Por eso ni bien pude, cuando surgió un rato libre de mis quehaceres dentro del Ministerio. Las puertas me daban la bienvenida y no tenia mucho tiempo, asi que me encaminé hacia la planta donde se resguardaban las pociones. Era un lugar tan lujoso que te daba miedo a caminar por si se caía algo. Lo atendía uno de los empleados, Fredson. No estaba seguro si me recordaría en mi corto plazo siendo parte del Concilio, pero mis modales no se quedarían afuera por eso. —Buenas tardes. Hola, Fred —salude cuando llegué al umbral de la puerta y lo atravesé. Allí se encontraba con algunos clientes, entre ellos mi nieta Adryanie y mi lider dentro de la Orden del Fénix, Mei. Que saludé con una gran sonrisa y un movimiento de mi mano. Pero me dirigí hacia las estanterías. Como Auror muchas de ésas pociones me ayudarían para un mejor trabajo, pero estaba seguro que las usaría en mi trabajo dentro de mi bando, allí eramos muchos más propensos al peligro y a las heridas—. Me gustaría comprar la poción de Animalis, que tanta intriga me produce, y el remedio para quemaduras. Le comenté mientras me acercaba al encargado de aquella planta. Le entregué aquel pergamino con los datos que necesitaba. Era una excelente servicio el tener que ir al banco Gringotts a pagar aquellos productos. Los duendes hacian todo lo posible para manejar el dinero de la comunidad mágica. Esperaba que me diera el aprobado y estaba seguro que me llevaría algunas cosas más.
  4. ¡Hola Sherlock! Creo que no nos hemos cruzado antes pero venía a darte una ayudita aunque sea. Hablo masomenos de lo que tengo idea, pero muchas cosas vas a tener que preguntar. Por ejemplo con la Academia. Es una de las cosas que cambió, ahora llamándose Universidad. No sé en qué etapa estabas de la Academia, pero seguro que no vas a tener que hacer todo de nuevo. Si la terminaste, no. Si estabas en el nivel básico (Duelo y Rol) seguro que ahora sea como estar en el Nivel I. O si estabas en la parte avanzada (con Duelo, Rol, y Bando y Perfil) entonces ahora sea el Nivel II. Te recomiendo que le mandes un mensaje a las directoras para plantearles tu situación, o en el topics de Inscripciones! Respecto a las reformas, hubo muchos cambios pero muchos aún no te influyen, por diferentes situaciones. Asi que podes entrar al subforo que dice "Manual de Rol" y leer algunos que si te tocarían, como las fichas de personajes, la Universidad, lo del Ministerio con su nueva modalidad. Y despues temas que estes relacionado, como si tenes algún negocio o familia a cargo. Cualquier duda podemos seguir en contacto por mensaje si así lo deseas! es cuestión de leer y vas a acomodarte sin problema!
  5. ¡Hola Kytta! Entonces pasarías a ser de nietecita a hijita xD ya modifiqué el árbol como tal! Y tuve que ascender de generación a tus hijos como mis nietos. Y a los que eran tataranietos como bisnietos xDD Decí que me percaté de ése detalle. Aunque es lo de menos! Ya siendo todo actualizado y toca editar a vos solamente tu ficha. Y todo sigue igual gracias por pasarte por acá!
  6. Mael Blackfyre

    Hacía un año....

    Te quiero, nietita mia! te mereces eso y mucho más <3
  7. Anne! Si! ¿Solamente les puedo pedir un favor? Fijense que en la parte de Historia, el item quedó sin color D: no quedo en negrita y en colorcito como el resto de los items. Y al finalizar la historia, hay varios parrafos que dejé a propósito que sea entre spoiler. Pero no sé porque no quedó. Solamente seria eso porque el resto quedó bien!! Si les resulta más fácil, puedo traer los codigos de la ficha entera asi solamente copian y pegan y no se enroscan!! me avisan ^^ EDITO: Dejo la ficha completa, asi siendo más fácil (porque dejando los códigos se deformó) ASi editan éste topic y toman los codigos. GRACIAS DE ANTEMANO ...........................................................................
  8. Aquel hipogrifo era magnifico. Desplegó sus alas inmediatamente que también lo hacían mis esferas de luz y remontó vuelo rodeando el lago. Era silencioso y su luz tranquilizadora. Se convertía en guardián, así que ambos estábamos más tranquilos. Tras obtener información de pese sitio, decidimos que lo mejor era regresar. Retomamos el camino invisible que habíamos hecho entre los árboles, esquivando algunos troncos, saltando algunas raíces hasta que volvimos a la fuente, lugar donde la soledad era la persona a cargo del jardín. Apunté a dos estatuas que vigilaban su hogar. Gracias al encantamiento que podía realizar, le di vida. No era por defensa, sino para que nos ayudaran a la vigilancia del sitio. Éstas bajaron de sus pedestales y sus pasos eran duros, pegaban contra el suelo, casi tan rápido como podían. Al cabo de media hora, dieron toda la vuelta a la edificación. Les había costado porque había ciertos rincones por los que no podían atravesar y tenían que buscar otra salida. Cuando llegaron, dándonos un reporte tranquilo, regresaron donde correspondían. No quería que la familia nos tildara de vandálicos. Solo aprovechábamos el escenario que nos brindaban. —Sólo nos queda el interior del castillo. Pero creo que lo mejor es dejarlo para otro momento —mi compañera asintió. No era bueno ingresar en el hogar cuando había personas. Debíamos camuflarnos de una manera civil, porque portando aquellas máscaras podíamos ocasionar una batalla innecesaria. Tomamos el camino de regreso, ése que nacía en la entrada del castillo y casi con un kilómetro y medio de distancia, llegaba a la verja. Cuando llegamos y salimos unos cincuenta metros, le dediqué un abrazo a Lisa—. ¿Podemos vernos más tarde en el Grimmauld Place? Está bueno compartir un café y hablar más tranquilos. ¿Te parece? Y acto seguido, ambos desaparecimos rodeados de aquel humo blanco. La oscuridad nos envolvió y nos alejamos del Castillo de la familia Crowley. http://1.bp.blogspot.com/-5nDmsalkp94/TaWXKsPqIkI/AAAAAAAAAA0/TbazhaPRQdg/s1600/fenix.gif
  9. —Oh, nada fuera de lo normal. Una esposa casi loca, un hijo por llegar, un trabajo que me quita todo el tiempo y una familia que mantener —le comenté a Lisa mientras atravesábamos los primeros árboles que seguramente iban a darnos paso al lago. La edificación estaba tranquila. Las luces del castillo empezaban a prenderse, pero prefería verificar el estado de ésta antes de irnos. Seguramente para muchos los jardines era un espacio innecesario que corroborar pero ¿Qué sucedía si la familia tenía algún sitio oculto con magia? ¿O alguna especie de bóveda subterránea? La magia podía hacer muchas cosas y entre ellas estaba nuestra manera de pensar—. ¿Y tú? ¿Cómo has estado? La última vez te vi dentro del cuartel ocupada pero no quise interrumpir para saludarte. No necesitaba levantar mucho la voz para comunicarme con mi compañera. Ambos caminábamos entre los árboles, no alejándonos demasiado de la mansión. El lago nos e encontraba muy lejos pero solamente teníamos que echarle un rápido vistazo. Estaba seguro que con algunos movimientos de varita veríamos que todo era tan normal como pensábamos. Ibamos casi pegados entre nosotros. Solamente esperaba que ninguna raíz traicionera sirviera para que nos tropezáramos. La tranquilidad llegaba a incomodarme a veces. —¿Oyes el agua? Estamos cerca —y así era. Al cabo de mínimos minutos llegamos al borde de éste. La ladera nos daba una vista extensa de todo aquello, la luna iluminándose en el agua, algunos objetos reflejándose en ella y la tranquilidad del sitio. ¿Cómo una familia que contenía a mortífagos en ella, o era lo que creíamos, podía estar tan tranquilos en éste sitio y destruir otros? Con mas esmero intentaría defender ése lugar. Miré a Lisa para ver si quería hacer algo en especial o hacia los habituales encantamientos de rutina. Movi mi varita por segunda vez. En esta oportunidad salieron una docena de esferas plateadas, un poco más tenues que la luz del patronus. Se extendieron como flechas hacia diferentes direcciones del lado, atravesando todo. Éstas serian capaces de reconocer tanto personas, como objetos o lugares ocultos.
  10. —Ahora que llegaste me encuentro mejor —le dirigí una reverencia con mi cabeza a modo de saludo. Casi había estado a punto de nombrarla. Sabía que no había problema porque nadie más se encontraba entre nosotros. Pero tenía que acostumbrarme que por algo usáramos aquellas máscaras. Y que todo dentro del mundo mágico tenía oídos. ¿Y si las estatuas le avisaban a los patriarcas? ¿Y si nuestras sospechas de que por allí podía haber algún movimiento mortífago se hacían sólidas? —. ¿Quieres ir a dar unas vueltas? Todo se ve demasiado tranquilo. Aunque admito que me encantaría poder deambular por el interior del castillo Le hice una seña a Lisa para que bordeemos la fuente. El agua que largaba ésta caía en pequeños hilitos. El ruido era muy tranquilizador y podía quedarme allí durante horas, tendido sobre el pasto a merced de los rayos del sol. Pero teníamos que investigar. Ver los movimientos. Solamente esperaba no alertar a ningún familiar. Era una visita casual, no teníamos nada personal. Si alguno aparecía le diríamos que estábamos ayudando a vigilar que nadie sospechosos se acercara a su casa. Como muchos nos pediríamos que nos fuéramos o que no nos necesitáramos. Y nos iríamos. Porque no éramos ni mortifagos, ni asesinos ni vandálicos. Solamente buscábamos la tranquilidad y la paz. — ¿Hay un lago en éste sitio? Es enorme ¿Quieres ir a ver? —saqué mi varita. El sol aun nos brindaba un poco de su luz, aunque las sombras eran las protagonistas de aquel sitio. La copa de los árboles se movía un poco, sumándose a la música natural que brindaba la fuente. Pero todo nos serviría para ayudarnos a mantenernos escondidos. Hice algunos movimientos de mi varita mientras murmuraba algunas palabras. Algunas ondas invisibles recorrían varios metros tan rápidos como la luz y me indicaban que estábamos solos. Podíamos empezar a caminar.
  11. El sol se estaba ocultado detrás del horizonte. Ya las sombras jugaban entre los objetos y la brisa se hacia cada vez más fría. Llevaba una túnica negra como la noche y algunos detalles estaban en plateado, que seguramente cuando se hiciera más tarde, brillarían con la luz de la luna que aún no había aparecido. Caminaba con un paso constante. La Orden del Fénix aún se mantenía viva, como la llama de un fénix resurgiendo cada vez. Pero solamente tenía que vigilar aquellos terrenos, me había llegado una leve inquietud. Todas las familias eran sospechosas de algo. Conocía a sus miembros pero era mejor ser precavido. Portaba la máscara de luz que protegía mi identidad. Aunque podía ir con la tranquilidad que tenía al ser director del Departamento Auror, no podría hacer nada si alguien aparecía a entrometerse en nuestros caminos. Además tenía que dar la cara y eso significaba que podría poner en peligro a mi familia, ya más de lo que estaba. Llegué a aquella hermosa verja, tan decorada, tan grande y con gran estilo. Empuje levemente aquellos hierros y la puerta se abrió. Había mucho que recorrer y aún tenía que encontrarme con mi compañera. ¿Dónde demonios estaba? —Expecto Patronum —no necesitaba traer muchos recuerdos felices en mi mente para realizar aquel guardián plateado con la forma de un gato. Éste se materializo y recibió la orden de ir a buscar a Lisa e indicarle que ya había llegado y que la esperaba en la fuente, como habíamos quedado. Aún nos separaba una gran distancia. Mientras la verja se cerraba, el patronus salía corriendo entre los árboles y avanzaba, pude levantar la vista hacia la elevada edificación tan imponente que no pude contenerme—. Es grandioso. Ottery se caracterizaba por contener enormes mansiones y grandes castillos. Y éste era realmente hermoso. Su fachada era muy llamativa, aunque aún tenía que avanzar por aquel camino que era largo. Estaba acostumbrado a no caminar tanto dentro del territorio de la Gryffindor pero éste lo triplicaba en su tamaño. Los árboles pasaban a ambos lados. Podia escuchar el ruido de agua ondeando. Un lago. Aunque no podía verlo en todo su esplendor. Al cabo de diez minutos llegué cerca de la fuente. Me coloqué la capucha. Los últimos rayos del sol iluminaban todo de un color rojizo. Las estatuas parecían que me observaban. ¿Sería parte de la defensa de la familia? Aunque no tenían que defenderse de nada, no estaba alli para destruir nada, mi varita descansaba en el bolsillo interno de la túnica.
  12. Hola @@VioletaPlata2332 que gusto verte posteando por ésta familia. Si, es un enriedo total el foro cuando recién entras, pero vas a ver que de a poco vas a ir entiendo todo. No es un juego complicado, sino detallado, asi que vas a ir de a poco. Repecto a nuestro parentesco, te acepto como hija ^^ Yo soy uno de los patriarcas de la familia asi que nos ahorramos tener que esperar que alguien más acepte xD Respecto a la boveda es algo que se abre dentro de Gringotts. Pero antes que eso necesitas armar una ficha a tu personaje. Asi que te recomiendo que leas todo donde dice "Ministerio de Magia" con atención. No hay apuro de leer TODO. Con que empieces con tu ficha, luego tu bóveda y empieces a familiarizarte, ya con eso podes arrancar. Cualquier cosa podes enviarme un MP con tus preguntas o agregarme al Skype (que lo tengo en mi perfil) Ahi te agregue al árbol genealógico!
  13. Hola Galedra!! Es un gusto poder recibirte en la mansión Gryffindor. Primero porque hace muuucho que nos conocemos y segundo porque entras en lo que sería la primera generación de la familia. Hacía mucho que nadie entraba en ése nivel, ya me estaba acostumbrando siempre a ser papá, abuelo, bisabuelo y tatarabuelo xDD Asi quecomo ya te dije, sos bienvenda. Cuando quieras te esperamos en la mansión para rolear. Tambien si necesitas ayuda con la historia, porque queres modificar algo, hablamos y te cuento masomenos como fue todo. No hace falta demasiado cambio, puede ser "hermano adoptivo" y listo, se entendería que por la relaciòn cercana te mudaste con nosotros xDDD Ya edite tanto el registro como la mansión :3
  14. —¿Seis o siete veces? —murmuré mientras dudaba sobre las veces que había que revolver aquella poción. El líquido había cambiado en diferentes colores. Ahora era de un color bastante, claro, mientras que pequeñas burbujitas levitabas escasos centímetros y explotaban mostrando motitas de luz, como cuando el sol atravesaba los cristales de una ventana. Revolví algunas veces más mientras la voz de mi prima hizo que levantara la vista. Efectivamente la poción estaba lista y en ése momento, como si el Inferi lo supiera, comenzó a caminar contra nosotros. Nos había descubierto—. ¡Aquí tienes! Le entregué la poción embotellada a mi prima Sofia. Parecía justo que después de haberla preparado durante algunos minutos fuera ella la que lanzara el frasco a modo de granda. Las indicaciones nos decían que luego de hacer eso, explotaría y emitiría una luz tan cegadora y fuerte que seria el tiempo justo para bordear la mesa, esquivar al Inferi y salir a la siguiente sección, donde aún nos esperaban dos pociones más. Estaba listo, tenia la varita en mi mano y con la otra le había hecho unas señas a Cissy para que estuviera lista—. ¡Ahora, Sofia! El Inferi se había acercado muy lento, pero estaba a unos dos metros de distancia. Podía ver sus ojos blancos, su piel putrefacta y algunos cabellos que colgaban a ambos lados. En una vida antigua había sido un mago bastante fuerte. No estaba seguro si lo era ahora estando muerto pero aquella poción nos daría la posibilidad de irnos sin salir heridos. Me coloqué a un lado de la mesa con Cissy y del otro estaba Sofia. Pude ver como la botella surcó el aire y al impacta, la criatura retrocedió. Me tapé los ojos para ubicar el espacio al que teníamos que atravesar y salí corriendo. Los tres escapamos.
  15. La oscuridad dejo de nublarme la vista para dar paso al verde, un camino y el comienzo de un castillo. Avancé algunos pasos para encontrarme con la verja de la familia Tonks, no estaba tan lejos de la Gryffindor y era por eso que había decidido aparecerme dentro de la misma. Me había tomado algunos minutos arreglarme para la ocasión. ¡Una boda! Y era de dos conocidos, que podía admitir que hacía bastante que no hablábamos pero cuando sucedían dichos eventos, concurría a todos ellos. Todas mis responsabilidades me limitaban un poco de tiempo aunque pudiéramos tomar una taza de café para ponernos al día. Atravesé la verja y caminé por los senderos que se dirigían hacia la fachada, aquella edificación de mármol blanco y que pronto seria el escenario de aquella boda. ¿Por qué no les había comprado algo? Justo en ése momento recordé que iba con las manos vacías y eso me fastidiaba un poco, pero no podía regalarles cualquier cosa, prefería hablar con ellos, o con alguien que los conociera mejor y luego enviarles algo. ¿Acaso se mudarían en ése hogar o irían a otro? Seguramente me enteraría más tarde. Llegué a la entrada en tal solo algunos segundos. Mi túnica color negra era bastante simple, pero lo que la diferenciaba de la de trabajo es que esta tenía los bordes, los broches, el interior plateados y los arabescos sobre la espaldas del mismo color. Todos éstos se agrupaban en la base de la túnica, la zona que rozaba mis talones y que al mirarlos fijamente, parecía como si se movieran solos. Tenía el cabello algo desacomodado pero era inútil intentar aplastarlo. Entré y lo primero que vi fue la alfombra. Un aroma a lavanda me inundo la nariz y me quedé anonadado con la luciérnagas que si no las hubiera observado por algunos segundos e más, hubieran pasado como estrellas como me había parecido al principio. —Esto realmente es hermoso —murmuré mientras observaba que sobre la pared opuesta, después de un largo tramo se encontraba un altar de madera y Vladimir. ¡El futuro marido! ¿Lo podía ir a saludar ahora o tenia que esperar al finalizar la ceremonia? Ante cualquier precaución esperé a que se diera cuenta que había llegado y alcé una mano, saludándolo. Me encaminé hacia la derecha de aquella habitación. Aún no había llegado casi nadie.
  16. Los setos nos limitaban solamente a caminar por estrechos senderos sin saber realmente por dónde ir. Desde que había puesto un pie sobre aquellos caminos, pude sentir una energía extraña. Tal vez no había nada pero estaba tan acostumbrado a encontrarme con grandes sorpresas, buenas o malas, que no debía jamás bajar la guardia. Era una clase. Heliké no debía descuidarnos ni por un segundos, pero aunque nos estuviera observando, o eso creía, podría pasarnos algo. Pasaron masomenos quince minutos mientras los tres charlábamos, si a eso se le podía decir charla. Cissy comentó algunas ideas que podían servirnos. —Es una excelente idea. Me ofrezco a ser la primera poción, aunque estaría más tranquilo si me ayudan —Cissy proponía que dupliquemos el libro y que recordemos las cosas que teníamos que usar para la poción. Asi que hicimos eso mientras intentaba orientarme con la varita. Era un hechizo básico, casi lo hacía por inercia. La varita indicó que doblemos a la derecha y le hice una seña a las chicas que sin dudarlo, me siguieron—. Es por aquí… Pasamos de no poder ver nada, a encontrarnos con una especie de espacio libre. Calculaba unos quince metros. En las paredes opuestas de aquel seto, empezaban otros senderos, seguramente que llevaban a la segunda poción. Pero mientras tanto, teníamos una mesa con montones de frascos, bolsas e ingredientes para hacer la poción. Había un pergamino que indicaba el nombre y un caldero. Que cuando nos acercamos, brotó de la nada una llama color azul. Apoyé mi varita sobre la mesa. Tomé algunos frascos mientras algunos los podía reconocer. Las instrucciones eran claras. Y aún no habíamos llegado a la hora de comienzo de la clase. Así que teníamos siete horas antes que el laberinto se cerrara. Tiré algunos ingredientes al caldero. Teníamos que cortar algunas hojas y aplastar otras. Las chicas se pusieron a la par. Era bueno tener ayuda. Pero en ése momento, entre las sombras, una figura se caminaba como si le estuviera doliendo hasta el último músculo de su cuerpo. Un cuerpo muerto, putrefacto, tan oscuro como la noche. Sus ojos eran blancos y parecía no prestarnos atención. —Un Inferi —lo pude reconocer sin siquiera haber pasado dos segundos. Mis estudios en las artes oscuras y en las que estaban en contra de ellas me daban todas las condiciones para darme cuenta de ellas. Había visto el caldero al principio y no me fijé en el resto de la poción. Pero me di cuenta que aún no corríamos peligro. Algo me decía que nos atacaría si queríamos atravesarlo sin terminar la poción. Pero también otra voz murmuraba dentro de mi cabeza que cuando estuviéramos a punto de terminarla, también nos atacaría para que hiciéramos uso de ella—. Antes de echar éstos, debemos revolver unos tres minutos. ¿Encontraron los cabellos de sirena? —revolvía en sentido a las agujas del reloj. Las chicas seguramente ya lo habían encontrado. No faltaba mucho para terminar la poción.
  17. Al final la clase había empezado. Cuando quise recordar, la profesora no me había contestado lo de la varita. No sabía si era porque me había ignorado o porque era una pregunta muy tonta, pero era algo que daba por hecho que no, no se podría usar la varita para despejar aquel laberinto. Si queríamos aprender y salir victoriosos de allí, teníamos que preparar las pociones. Me encaminé hacia el pergamino que tenía mi nombre. Mi prima Sofia se adelantó por lo que al principio no entendía a lo que se refería. Pero luego de leer las tres pociones que teníamos que elaborar, le dirigí una sonrisa. —¿Y llevarte toda la diversión? ¿Estás loca? —guardé las instrucciones dentro de mi bolsillo. No sabía si Cissy nos seguiría o querría tomar su camino pero era hora de empezar. Me puse al lado de mi prima con una gran sonrisa—. Me imagino que iremos juntos ¿No? Me llamó la atención y me gustaría ver cómo ése cuerno de Erumpent puede fallar y hacerte explotar —rápidamente me aseguré de abrazarla mientras la obligaba a empezar a caminar a mi par. Atravesamos el umbral de la entrada al laberinto. »¿Crees que la primera poción esté muy lejos? Deberemos encontrar primero el caldero« le pregunté a mi prima mientras ambos nos sumergíamos en los rincones misteriosos que contenía ése sitio. No sabía porque algo me decía que por el momento el peligro no empezaba aún. Si necesitábamos primero hacer la poción, por lo menos en ése primer tramo, no nos encontraríamos con nada peligroso. Aunque mi varita la tenía guardada dentro de mi manga izquierda, por las dudas Llegamos a una pared compuesta de arbusto, de muchos metros de algo. Teníamos que elegir, izquierda o derecha. Miré a mi prima a ver hacia dónde quería que nos dirigiéramos.
  18. Cuando el sol se asomaba por el horizonte, justo en ése momento, una lechuza empezó a acercarse cada vez más hacia la mansión Gryffindor. Aún faltaba para el correo matutino pero por alguna razón sabía que ésa carta iba dirigida para nuestra mansión. Los hogares en Ottery estaban bastante separados, a veces por cientos de metros, por lo que no estaba la posibilidad de que se dirigiera a algún edificio vecino. Abrí la ventana para que el animal no se chocara con los cristales. Se posó sobre el borde de la cama, justo al lado de Annick que yacía dormida. Extendió la pata y le quité la carta mientras retomaba vuelo. Dentro de unas horas empezaba la clase en el Ateneo, Pociones para ser exactos. Mi corazón dio un brinco, era una de las habilidades que más me gustaban y sabía que dentro del mundo mágico eran muy importantes. ¿Sino como ayudaría a la Orden del Fénix a realizar algunos labores? ¿Cómo haríamos nuestros patrullajes cuando no quisiéramos ser nosotros mismos? ¿Cómo salvaría a algún compañero cuando estuviera en peligro y todo se enfocaba en la creación de una poción para algún veneno o enfermedad extraña? Dejé el pergamino sobre la mesita, así cuando mi esposa se levantara, sabría donde me había ido. Unas cuantas horas más tarde, a mitad de mañana estaba listo. Me había puesto una camisa de seda blanca con unos pantalones negros. Mis zapatos eran igual de oscuros y mi pelo se despeinaba en cualquier dirección. Me rasqué la barbilla para preguntarme si no era mejor que me afeitara un poco, pero sabía que era cuestión de algunas horas para que volviera a aparecer ésa sombra que siempre quedaba intacta. Cerré los ojos y aparecí en la Universidad. Ser profesor allí tenía sus ventajas. No era parte del Ateneo pero si de la Academia y ahora todo era un solo lugar. Me acerqué al laberinto, era un lugar extremadamente oscuro. Había sacado la cuenta de que las últimas dos clases de conocimientos habían sido tan oscuras como ésas. Primero Artes Oscuras. Después Conocimiento de Maldiciones. Y ahora Pociones. Era extraño que me metiera de lleno en algo por lo que tanto luchaba, pero si quería erradicarlo, debería saber a lo que me enfrentaba. A unos cuantos metros se encontraba Helike, nuestra profesora. Claramente que había sacado a la deducción ya que ella nos había avisado de la clase. La entrada al laberinto parecía llamarnos. Cualquier persona coherente se alejaría, pero sabía que debía enfrentarme a las cosas que habitaban por allí y eso en cierta parte, me emocionaba. —¿Podremos usar nuestras varitas, profesora? —no sabía si era una pregunta estú,pida, pero estaba seguro que aquellas pociones, o eso era lo que nos había indicado, podrían salir mal. ¿Y si por querer defenderme terminaba herido? No quería desaprobar aquel conocimiento pero sería casi por inercia el defenderme con mi varita. Aunque podía usar algunos trucos sin ella, y nadie lo sabría. ¿Quién más sería mi compañero? La profesora se había retirado y pude ver un pergamino que recitaba mi nombre. En ése instante mis dos compañeras llegaron. una de ellas era mi prima Sofia que me saludo, alegremente. Le respondí de la misma manera. Luego le di un beso en la mejilla a Cissy—. No tengo mucha idea pero estoy seguro que puedo intentarlo.
  19. Las cosas a veces sucedían tan rápido que realmente no sabía como no reaccionábamos o no sabíamos realmente cómo. Estaba tan claro como el agua que aquel movimiento estú.pido de detener el tiempo había sido solamente para obtener más de éste a cambio, pero esos segundos pasaron a la velocidad de la luz y había servido para las chicas se dieran cuenta de la situación. Katara fue tan ágil como una ardilla, aunque sabía que sus encantamientos no iban a servir mucho más que el mío. Y lo que me preguntaba lo dudaba, poderes así solamente servirían para alborotar la situación. Si los mandaba a volar regresarían en un santiamén. Pero fue la voz de Cissy la que me hizo reaccionar. Estuve todo el tiempo abrazado a la oscuridad, encerrado en mis preocupaciones y siendo carcomido por las dudas de ése sitio que jamás se me había ocurrido lo que la bruja proponía. ¡Que idio.ta! ¡¿Cómo no se me había ocurrido invocar un Patronus?! Era algo tan común, algo que me caracterizaba y que usaba a diario que se me había escapado por completo. Era un sinónimo a si me hubiera olvidado que era un mago. Rocé el hombro de Katara para agradecerle por sus preocupaciones. Era una excelente bruja y ambos teníamos el mismo objetivo. “O por lo menos todos lo tenemos, que sería salir de allí sanos y a salvo.” Pensé mientras retomaba algunos pasos en lo que habíamos escapado con la bruja. Había hecho su trabajo de mantener aquella puerta abierta, pero estaba en duda cuánto tiempo duraría. Mientras tanto la figura no parecía querer rendirse. Y las voces allí parecían más exaltadas. Mackenzie estaba instruyendo a Cissy. ¿Qué estaban haciendo? ¿No se daban cuenta que cuánto más tardaran menos tendríamos posibilidades de salir? Pero recordé, por segunda vez, que debía ayudar en algo. No era un característico héroe. Sabía que enfrentarme a la criatura sería de locos, moriría en el intento. — Expecto Patronum — mi varita casi ni se movió. A mi cabeza me llegaron los rostros de mi esposa Annick; de mis hijos que deambulaban la mansión, de mis nietos que jugaban entre los árboles. De mis amigos, que tanto nos habíamos reído la tarde anterior. Incluso de ver a las mismas personas que tenía al lado, pero saliendo de ése templo. Había tantas cosas que no sabía si era por la oscuridad o por los recuerdos mismos, pero cuando se materializó me llenó de energía y mi mente se despejó de todos los miedos. Entendía porqué antes no se me ocurría una manera de salir, el templo nos obligaba a no pensar. Y Mackenzie parecía en el mismo estado, pero un poco peor. Estaba entregándole unas cosas a Cissy cuando mi gato sagrado de Birmania, empezó a deambular a nuestro alrededor como protegiéndonos de aquella energía positiva. Todo se vio más claro. Su luz interior, de un color plateado brillaba tan fuerte como la luna y el pequeño animal sabía cuál era su objetivo, ayudarnos a resistir un poco más. Dudaba que fuera como los dementores. La criatura tal vez se reposó un segundo, pero si era como la magia que habitaba ése sitio, no dudaba en que podría comerse a mi guardián o simplemente caminar a su lado como si fueran buenos amigos. Mi intención simplemente era darles tiempo para el plan que habían formado allí mismo.
  20. Me hubiera gustado realmente ponerme a debatir sobre lo que realmente era ése sitio, porque Mackenzie y Cissy sabían tanto sobre magia antigua, qué demonios hacía Mistify en ése templo y porqué todavía no habíamos salido de allí. Pero era un debate que podía llevar horas y la oscuridad parecía hacerme más real a cada segundo que pasaba. Miraba de vez en cuando todos los ojos que se empezaban a materializar. ¿Eran criaturas o solamente alguna especie de encantamiento? Estaba seguro que ambos. Se escucharon varios crujidos, algunos pasos de más y como la habitación se había atestado inmediatamente de algunas presencias extras. Mi varita estaba aferrada entre mis dedos. Ni por un segundo me animaba a bajar la guardia porque sentía que algo extraño iba a suceder. No pregunté quién era el que había empezado a atacar a ésas cosas que nos estaba acorralando. De a poco podía darme cuenta de la forma que tenía, lobunas. Pero prácticamente estábamos tocando fondo. No había salida. Algunos fogonazos más hicieron que notara como se acercaban más. Hasta que la lanza de Mistify volvió a reaccionar. Todo porque entre medio de aquellos lobos, había aparecido una figura humana. O por lo menos tenía forma como tal. Si no hubiera sido por aquellos destellos de luz, jamás me habría dado cuenta que estuvo todo el tiempo entre nosotros. ¿O tenía la forma de sus semejantes? Todo pasó tan rápido que me preguntaba como podría haber reaccionado así y si serviría para algo. Era extraño como había empezado ésa clase, pero si podía salvar a algunos o todos en aquel templo, lo haría, aunque luego caiga detrás de interrogatorios y acusaciones. — Titempos —murmuré entre los gruñidos, el destello enorme de luz, la explosión de los lobos hechos de sombras y en el momento que ésa figura, extendía unas alas horripilantes. Mi varita lo apuntaba especialmente a él, rezándoles a todos los dioses para que funcionara. Me di vuelta, empujando a quien tuviera atrás, intentando que reaccionaran. Si no los habíamos derribado hasta ahora, menos lo haríamos con ésa especie de bestia—. ¡Vayamos! ¡Ya! No tenemos tiempo —había una puerta detrás. ¿Se podría abrir? Intentaba arrastrar a todas las personas, ni siquiera sabía a ciencia cierta si lo había detenido. Había congelado el tiempo en un radio de cinco metros a la criatura. Tan solo por cinco segundos. Solo cinco míseros segundos. Si no había servido para nada, podría volver a intentarlo.
  21. Me había quedado tan anonadado con las imágenes perfectas que acababa de ver, que no me había dado casi ni cuenta de todo lo que había hecho. En primera instancia se me había pasado por alto que me encontraba en otra habitación de las que se habían escapado Bridget y Mackenzie, pero sin darme cuenta, había regresado a mis pasos y misteriosamente me había encontrado en compañía de éstas mismas brujas. La segunda estaba casi desmayada. Y también llegaban Hades y Katara. ¡Era una suerte! Caía de a poco. Me habían brindado tanta tranquilidad ésas escenas de casi un mundo perfecto que las sombras, las voces y lo que sucedía lo miraba como si fuera una fina capa de una película que pasaba sobre mis ojos. Como si todo eso que sucedía en la habitación fuera el sueño y no lo otro que había visto. Pude sentir una fuerte energía oscura. Se sentía en las paredes, en el aire, en el medio de mi pecho. Cuando una nueva figura apareció, pude al fin reaccionar. Seguramente los recién llegados, como gran querida Cissy, me habían hasta visto de una manera colgada. La supuesta profesora, nos preguntaba qué hacíamos allí. ¿No estaba claro? Por suerte mis compañeros le respondieron, sin necesidad de tener que explicarle. Una voz desde lo más profundo resonó. Lo pude escuchar dentro de mi cabeza y en mi corazón. Iba a preguntar qué demonios estaba sucediendo, si alguien se había metido en un lio, cuando pude ver que en los rostros ajenos también tenían el mismo rostro extraño. ¿Cómo que nadie entraba ni salía? “un precio que deberá pagarse” Eso si que realmente me alarmó. —¡Hey! ¡Hagan algo! —exclamé con mi voz un poco entrecortada. El retumbar fue tan fuerte que parecían miles de explosiones. Sentía como si me estuvieran mirando de cada rincón de aquel cuarto. Cada vez era más oscuro pero lleno de magia. Lancé varios contraembrujos pero nada funcionaban. Unas tres o cuatro estelas de luces casi blancas impactaron en aquellas puertas, pero solamente parecían iluminar más el sitio. Era como si no estuviera haciendo nada—. ¿Y tú qué haces aquí, Mistify? ¿Por qué estabas desde antes? ¿Qué demonios es éste sitio al que nos trajo ése pajarraco? —por un segundo me había olvidado de mi caballerosidad y a quiénes me dirigían. En mis expresiones no se encontraba enojo ni enfado contra ella. Tal vez si nos explicaba de ése sitio podríamos ver de qué se trataba y a lo que tendríamos que enfrentarnos. Aguardé aunque mi varita se mantenía aferrada entre mis dedos. No sabía que era lo que me confirmaba mis deducciones, pero algo me decía que la magia que conocía, la que usaba en lo cotidiano, no me iba a servir para nada. Miré a Mackenzie por primera vez. Estaba en el suelo y parecía recién despertarse. Me acerqué a ambas brujas y le ofrecí a la viceministra si quería que la ayudara a levantarse. No quería encontrarme con que debíamos salir corriendo y que ella estuviera allí, tan desprotegida.
  22. Por ahora, es el último conocimiento al que me puedo anotar. Espero poder seguir subiendo de nivel para ir adquiriendo todo lo que ya no tengo Me anoto para el mes de abril ^^ Nick: Elvis F. Gryffindor ID: 66173 Conocimiento: Pociones Nivel de Magia: XIII (13) Link a la Bóveda: Bóveda Nº 78420 Link a la Ficha: Ficha de Elvis F. Gryffindor ¡Gracias!
  23. Lo único que podía seguir mirando en aquel sitio era simple oscuridad. Aunque la puerta que nos había dejado pasar, podría servir para observar todo en detalle, parecía como si no existiera. La luz allí era algo desconocido. La presencia de algo extraño se hacía más fuerte y parecía como si te nublara la cabeza. No podía pensar con claridad, parecía como si todo lo que había aprendido se esfumara como el humo en medio de grandes ráfagas. Claro estaba que no eran deducciones que estaba intentando solucionar, porque ni Bridget ni Mackenzie parecían estar. Escuché mi nombre lejos. Volví a dejar la puerta de entrada a mis espaldas, sin pensar que lo más sensato hubiera sido alejarme lo más posible de aquella pirámide y regresar a Londres. ¿Por qué había viajado? ¿Por qué me había preocupado por Mistify? Conocía muy poco a la bruja pero mis ideales eran más fuertes y cuando algún inocente se podía encontrar en peligro, iba intentar ayudar con todo lo que tenía a mi disposición. Y era gracioso que en ése instante, mientras una figuras oscuras deambulaban a mi alrededor como fantasmas, todo mi cuerpo recibió una descarga de dolor. Cerré los ojos, mordí fuerte y mis rodillas tocaron el suelo. Me tomaron tan desprevenidos que jamás pensaría que mi compañera me había atacado. ¿Por qué ése sitio nos castigaba? ¿Tal vez Mistify había llegado allí por equivocación y había sufrido lo mismo? Era un dolor conocido de todas maneras pero al cabo de pocos segundos ésas sombras se fueron de la habitación y el dolor se fue. Mi varita no había funcionado para mostrarme lo que había. El silencio actuaba como algo opresivo en mis oídos. Me levanté. Las voces no dejaban de resonar aunque eran palabras que no entendía. Intenté tocar algo al frente y encontré el marco de una puerta. Atravesé aquella salida sin dudarlo. No podía andar a oscuras sin saber lo que me había atacado. Era una puerta totalmente diferente de las brujas que también habían escapado sin que lo supiera. — ¿Bridget? ¿Mackenzie? ¿Dónde se encuentran? —exclamé. Mi corazón se alivió un poco al ver que la oscuridad allí no era tan oscura. Mi voz resonó hasta el hueco más lejano, aunque no podía distinguir si había un techo. Respiré profundo mientras me daba cuenta que las jóvenes no estaban allí. ¿Cuántas puertas más había? Tal vez las chicas habían encontrado otro lugar para escapar y sin dudarlo, lo habían hecho. Era una lástima, el grupo cada vez se dividía más. ¿Y si ése era el objetivo? El templo lo estaba logrando. Avancé dos pasos pero unas imágenes empezaron a recrearse delante de mí. Me dejaron atónito. Como si de repente ése lugar horrible fuera mi hogar. La oscuridad palpable se convirtió en estelas blancas que invadieron la habitación. Solamente había logrado distinguir algunos marcos dorados, extrañas runas que jamás entendería y más picos. Todo eso perdió interés dentro de mi cabeza cuando pude reconocer a algunos familiares. Parecían especialmente felices, pero no por una buena noticia sino porque ya no pasaban preocupaciones por su mente. Me había acostumbrado tanto al ver todos los días, esa sensación en el rostro de las personas que cuando vi que estaban tan relajados no podía dejar de observar. Mi esposa era la que más se mostraba alegre. Su sonrisa era algo que me reconfortaba el corazón. — Si, cariño. Tus hermanos y yo iremos a jugar al jardín después del almuerzo. Tu padre vendrá más tarde —su voz era como una canción emitida por un fénix, de ésas que llegaba hasta el fondo de tus huesos y calmaba cualquier temor. Los niños, más pequeños y grandes aún, parecían celebrar ésa noticia. Algo había cambiado en el mundo mágico y de saberlo lo habría entendido de antemano. Las escenas cambiaron un poco al mostrar el Atrio del Ministerio más calmo. La gente iba y venía, comentando las nuevas noticias, relajándose después de un día extenso de trabajo pero había paz. El Profeta ya no mostraba asesinatos, pedidos de captura o noticias horribles. Las Artes Oscuras no existían. ¿Qué había pasado? ¿Cómo era eso posible? No sentía la presión de vivir con temor las 24 horas del día, todos los días, todos los meses, durante años. Por alguna extraña, pero excelente razón, los motífagos se habían disipado. No había peligro en las calles. No había corrupción dentro del Ministerio. Claro estaba que la magia siempre se encargaba de mostrar algunos problemas, como mantener el estatuto del secreto o las graves enfermedades que los sanadores curaban día a día, pero eran problemas que se podían solucionar. Y para todo eso portaba un gran cargo dentro de la Institución. Estaba claro que me encantaba ser director del Cuartel de Aurores, pero en ésas imágenes, era alguien superior a eso, capaz de decidir y mantener la paz como Primer Ministro, lo que estaba buscando hacía años para poder cambiar el mundo. Algo capaz de pensar en que no tenía que hacer nada más. Solamente disfrutar de mi familia y terminar aquella vida sin complicaciones. Las voces extrañas seguían en mi cabeza como si alguien las recitara detrás de mis orejas. ¿Por qué veía aquello? ¿Qué era lo que me pedia? Me estaba ofreciendo aquello, algo que había visto imposible desde que habían matado a mis padres y mi vida había cambiado. Por un momento pensé que podía resultar.
  24. Pide ver aquella expresión extraña en los ojos de Mackenzie. Claramente que después había sacado la deducción que era de preocupación y ansiedad. ¿Quién iba a pensar que los hijos salvaban a los padres? En mi caso siempre era al revés, siempre cargaba el temor de que le pasara algo a mis hijos y no pudiera hacer nada, por eso que de alguna manera era algo diferente. Me sorprendió lo rápido que reaccionó aunque era lo único que teníamos como opción y era mejor adentro que afuera con la tormenta. Tras unos pasos rápidos atravesamos por el camino que Bridget había indicado. Admiraba a las brujas como llevaban la delantera, con un porte difícil de corromper. ¿O yo sólo tenía aquellas extrañas sensaciones? De una manera sorprendente la oscuridad se volvió más física. Sentía como si miles de ojos nos estuvieran observando desde cualquier lado. Podía escuchar los pasos de mis compañeros que iban hacia adelante y me preguntaba qué era lo que las hacía aferrarse a la idea de atravesar todo eso. ¿Por qué se me había tan dificil? Constantemente se me aparecía la imagen de mi esposa, pero los intentos de Mackenzie para esfumar la oscuridad me distraían. “Vamos a perdernos. Ésta oscuridad nos va a llevar a un callejón sin salida” lo pensé. Pero una fuerza mayor evitaba que les comunicara mis preocupaciones. Iban tan solo a un metro de distancia cuando no encontramos algo sorprendente. Había una pirámide delante de nosotros. El frío continuaba produciéndome escalofríos desde mi cintura hasta mi nuca. Miré a las chicas y Mackenzie fue nuevamente, la primera en reaccionar. Tanteaba las paredes como si éstas le dijeran o supieran algo. Iba a proponer una idea pero una luz formó una especie de puerta y las dudas resaltaron. —Entremos. El lugar nos mostró el camino —aquellas palabras las había comentado. Casi hasta parecía que alguien me había lanzado un Imperius para que lo dijera. No sabía si las chicas se iban a animar, pero avancé como si unas manos gigantes me dieran el empujoncito que me faltaba, como si una voz seductora nos llamara desde el interior de ésa edificación. Me giré mirando a las chicas a ver si les parecía buena idea. Ninguna se había negado. Levanté mi varita. Cada sacudida emitía una pequeña luz que era apagada por la oscuridad. Pero llegué a distinguir unas escaleras y un pasillo. Entre más oscuridad. Pero las voces nos indicaban que siguiéramos. Le hice una seña a ambas y nos sumergimos allí

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.