Mael Blackfyre

— Muy bien, Adam, excelente —comenté cuando el joven alumno, había empezado a explicar son sus palabras, aquellas respuestas que le pedía. Dejé de revolver los pergaminos. Ya había encontrado lo que necesitaba. Lo miré—. Recuerda que con los muggles hay que ser muy precavidos. ¿¡Te imaginas si llegan a vernos curando heridas en un abrir y cerrar de ojos!? O restaurando piel quemada como si fuera lo más natural. Los muggles son avariciosos y nos querrían para eso y muchos más. No podemos solucionar sus problemas, nosotros ya tenemos los nuestros. Tomé los pergaminos con algunas imágenes. En el primer cuadro mostraba a un hombre con heridas. Éste no podía ni moverse ni hablar, así que una figura lo estaba curando al lado. En el segundo cuadro, predominaba el fuego y se encontraba una víctima con quemaduras. El humo ocupaba toda su garganta, sus ojos lloraban, pero la imagen cambiaba a un salvador, apagando el fuego, aliviando sus heridas y despejando sus vías respiratorias. En la tercer y última imagen, el cuerpo casi inerte de una bruja. Se notaba que su pecho casi ni se movía, su piel pálida era demasiado alarmante. Estaba casi desmayándose. — Como verás, éstas son algunas emergencias que requieren primeros auxilios. Claramente que algunos encantamientos nos pueden servir mucho. ¿Conoces algunos? ¿Sabes realizarlos? Por ejemplo, el Ennervate. En el tercer cuadro aunque sea te daría tiempo para hacer algo más. El joven que está quemado claramente necesita Episkey y algo que le permita respirar, como un Anapneo. ¿No crees? Son hechizos sencillos. Estoy seguro que puedes sanar heridas muy bien. De momento vamos a practicar eso y luego continuamos. ¿Te parece? Me levanté del pupitre, dejando aquellas imágenes por si Adam necesitaba repasarlas. ¿Y por qué no, algún que otro alumno que estuviera aburrido esperando a que la clase empiece? Apunté al espacio vacío que había en el aula, cerca de dónde estábamos nosotros para no interrumpir la zona de Historia de la Magia, y con unos movimientos complicados de mi varita, aparecieron tres figuras en el suelo. Claramente que no eran personas de verdad, pero se podían tocar, se escuchaban los gemidos, la sangre era muy real e incluso el olor a chamuscado que largaba uno de ellos, inundó el salón. — Tenemos éstos tres casos. Me gustaría ver cómo te desenvuelves con ellos, con lo que hablamos recién —apunté al pupitre que tenía más cerca, y aparecieron montones de pociones, de frasquitos con líquidos de colores extraños y otros con soluciones viscosas. También había otras cosas que ayudarían a curarlos—. No sólo son los hechizos que hablamos. Van a requerir pociones, otros encantamientos, ungüentos y lo que tengas en tu arsenal. Puedes preguntarme lo que necesites Me hice a un lado para que éste comenzara con su trabajo. Claramente que si hacía algo mal, se daría cuenta porque la persona, o un reflejo de ésta, se moriría como si fuera una persona normal y desaparecería del aula. Asi que esperaba que para cuando terminara, los tres ejemplos que habíamos visto en los cuadros, fueran restaurados y le hubiera aplicado primeros auxilios como se debía. La persona que estaba quemada gemía de dolor. Sabía que la ibamos a curar pero en el transcurso emitía esos sonidos. El que se desangraba pedía que lo ayudáramos, mientras se sostenía las heridas para no perder más sangre. Levanté la vista y me pregunté si aquello no habría sido mejor llevarlo fuera, para no molestar a mi compañera Anne. @@Adam Lockhart

La mesa estaba preparada afuera y había una gran diferencia con el panorama que había visto a la entrada. Se habían encargado de que estuviéramos cómodos y calentitos para poder disfrutar del ambiente y al parecer, de hablar un poco. Di algunos bocados para intentar acercarme un poco más a todos. Suluk preguntó algunas cosas sobre las habilidades y rápidamente todos se pusieron a contar sus experiencias. No estaba enterado de la variedad de opiniones que había y de lo personal. Las respuestas variaban mucho y tal vez por esa razón, es que había tantos interesados por aprender con la Arcana. No era el único animago y podía admitir que allí me sentía un poco más cómodo con personas que esperaban lo mismo que yo. Ya iban diciendo todo lo que pensaba, pero no podía quedarme callado porque otros dijeran lo mismo, por eso esperé a que Juliens dijera lo de la ropa. ¡Era cierto! También me sucedía. — Yo creo que el deseo de cada uno, ayuda a ésta habilidad. Hay muchas veces que uno lo utiliza y no necesariamente es por necesidad. En mi caso, recurrí a ella porque deseaba poder ser un poco más libre. La animagia me ayudaba a poder extenderme, a diferencia de estando con los pies sobre la tierra, que es más complicado con todas las responsabilidades —claramente no iba a decirles que era gracias a que podía convertirme en un búho, porque sabía que otros con otros animales, podrían sentir lo mismo. »Es algo muy complejo, por todas las cosas que nombraron mis compañeros. Porque no hay que olvidarse de quienes somos. Porque va más allá de lo que puedes hacer en tu forma animal« por eso estaba de acuerdo en que cuando uno se transformaba, se asemejaba a lo que cada uno podía sentirse identificado con un animal. La animagia no se elegia, sino que al momento de transformarte, lo hacías en cierto animal. Y todo dependía del deseo inconsciente y la fuerza para ello. Allí cada uno tenía su visión pero eran muy similares. Incluso en las personalidades. ¿Acaso Lyra recordaría nuestro encuentro como animagos? Estaba seguro que si. Era la única persona que conocía mi habilidad. Ni siquiera mi esposa lo había sabido hasta tiempo después. Estaba seguro que por eso había adoptado la forma de un búho, porque allí, desde lo alto de una rama, podía ver todo, escuchar todo y estar tranquilo.

No estaba seguro si la mejor manera de empezar la clase había sido aquella. Los alumnos se habían empezado a molestar desde que nos habíamos desaparecido del aula, pero siempre en todas las clases, había de ése tipo de alumnos. Conocía muy poco a los presentes, sin embargo recorrían muchas emociones allí. Mi prima Sagitas notaba su temor. No sabía a qué, pero sus ojos me lo indicaban. Gatiux y Juliens estaban más confiados pero no me ayudaban a responder mi pregunta. Mi atención fue dirigida a la persona que luego se presentó como Asuhr. Su acento la delataba como alguien extranjero, y se había armado un gran debate. Claramente que algunos guerreros Uzza me habían explicado que aquellos casos sucederían. Era parte del contrato. Y no pude evitar sonreír. Era un intercambio, su conocimiento valía más que aquel aprendizaje. Tenían los papeles, viviendas y muchas cosas más que pocas personas sabían. Por eso cuando Sagitas se alertó por las legalidades, solté una sonrisa. — Gracias, Hades, por la ayuda —miré a mi compañero, había ayudado a que todo el debate se calmara. No podía cortar todo el monólogo que había explicado aquella estudiante extranjera y todas las preguntas que habían surgido por ése tema. Sabía que muchos intentaría continuar hablando pero no estábamos para conversaciones. Si alguien quería hablar más tranquilo, estaba seguro que podrían sacar a pasear a Asuhr y de paso hacerla conocer Londres y sus alrededores—. Sagitas, quédate tranquila que todo se encuentra en regla. Asuhr, por ahora nadie va a visitar Azkaban, aunque luego podremos explicarte lo que desees. Tampoco nadie será ejecutado hoy. »Es un gran honor poder contar con tu presencia entre nosotros« le dije con una reverencia a modo de saludo. Mientras los chicos se calmaban, el momento había llegado. Habían estado tan enfocados en sus conversaciones sobre los papeleos, las ejecuciones, Azkaban, los contratos y demás, que nadie se había percatado que aquel viento y las nubes se habían juntado en un mismo lugar. ¿Por qué había tanto silencio? Miré por detrás de ellos en el momento que una luz, tan blanca como la nieve, brillaba al nivel del suelo, la tierra temblaba un poco y a lo lejos, empezó a escucharse un bullicio, como si una multitud estuviera gritando. —Lo que vamos a intentar hacer con éste libro... —miré a Hades cortando mis palabras. No llegaríamos a hacer introducción a nada más. Las demostraciones habían sido ya suficientes. Pero todas las miradas, porque eso sucedería, estaban enfocadas en unas figuras de piel oscuras y vestidas con trapos y cueros, se acercaban acechándonos. Nos habían encontrado. A pesar de todos los encantamientos protectores y la magia que rodeaba al lugar, habían podido encontrarnos. Aquella era el motivo de la calma del viento. Le hice una seña a Hades, debíamos ir al sitio donde se encontraba el plan B—. ¡Nos han descubierto! ¡Al sur! Directamente debemos llegar a una cueva que hay hacia ésa dirección Les hice unos gestos con las manos para que reaccionaran. Aquellas personas era una de las tribus que vivía dentro de la selva amazónica. Era uno de los sitios naturalmente más grandes del mundo y eran pocas las personas que sabían de la existencia de aquella comunidad mágica. Claramente que no eran como nuestros magos londinenses. Se acercaban a la manera de vivir de los Uzza, pero a la vez eran muy diferentes. Tenían lanzas. Algunos unas sogas con unas esferas pesadas en cada punta. Seguramente las usaban para capturar a sus presas. ¡Y dardos! No me sorprendería que contuvieran líquidos tranquilizantes. ¿Llegaríamos todos? ¿Los chicos sabrían defenderse? Solamente esperábamos que no empeorara la situación.

El momento de la tranquilidad había terminado. Inmediatamente una figura que pocas veces había cruzado, me saludo amablemente, intentando saber si allí era el sitio de encuentro para la clase de Animagia. Asentí con una sonrisa. no me había dado cuenta que al llegar temprano, pasaría eso en cada persona que se presentaba. Y así fue, Lyra, una gran amiga cayó en segundo lugar, como también lo hicieron sus preguntas. A éstas se le sumaron las de Juliens, aquel mago que había cruzado en varias ocasiones dentro del Ateneo. No tenía muchas ganas de contestarles, no me parecía ponernos a platicar de una manera social cuando faltaba demasiado poco para conocer realmente a la profesional, asi que me limitaba a asentir y a sonreir. Luego de que se acercara la cuarta persona, hizo presencia Suluk, la Arcana de la Animagia. Un escalofrío recorrió mi espalda cuando nos ordenó que entráramos. Hubiera sido incapaz de entrar a su casa sin invitación alguna. Claramente que la teníamos pero era parte de nuestros modales, tal vez alguien extranjero tenía otras costumbres. Abrí un poco la boca cuando los fue reconociendo uno a uno. Realmente estaba mostrando de todas las cosas de lo que era capaz. Asentí con la cabeza a modo de saludo y una sonrisa, aunque pude distinguir en el brillo de sus ojos que algo le molestaba. No necesitaba leerle la mente. Algo me decía que sería demasiado estricta y eso me incentivaba más. — Si, maestra —no sabía como referirme a ella. Porque no era una simple profesora. Y dirigirme con su apellido o nombre me parecía mucho más informal. Era alguien que nos guiaría más allá de la habilidad. Sabía muy bien que aprenderíamos muchos significados de la vida. Aunque me había sorprendido su primera orden. ¿Acaso lo hacía para que entráramos en confianza? ¿Para bajar nuestras energías? ¿Para ganar tiempo? No era una orden que me molestara y la prefería antes que otras—. Hola, perrito. Seria mejor si supiera como se llaman Todos se habían puesto a hacer algo. Me acerqué con pasos firmes pero movimientos suaves, para acercar mi mano a uno de ésos animales. Dejé que el malamutes más cercano me oliera aunque se mantuvo en su postura. De a poquito me acerqué, para llegar con la punta de mis dedos por detrás de su oreja. No tenía señal de que no le gustara, o seguramente la Arcana no los dejaría a disposición de un desconocido y lo podría llegar a atacar. Cerca había un cepillo, asi que intenté peinarlo suavemente. Aproveché ya que algunos compañeros se encontraban limpiando el piso. A los segundos, otros semejantes a aquel perro se acercaron. Uno se mantuvieron un poco más alejados pero otros inclusive intentaban golpearlo con su hocico. Al parecer Suluk hacía aquello seguido. Me agradaba poder brindarles aquella atención, siempre mi vida era tan acelerada que pocas veces me ponía a realizarlo con mis propios animales, siempre se encargaban mis niños junto a los elfos de la Gryffindor. Cuando terminé con todos, ya habían llegado algunas personas nuevas, Sally y Sofia, e inmediatamente se sumaron a los quehacer. La nueva sorpresa allí es que comeríamos todos juntos. Sin esperar mucho tiempo más, ayudándome con mi varita, hice que una bolsita de tela, que contenía alimento, flotara a centímetros del sus platitos para que mientras éstos comían, pudieran ir a sus lugares donde dormían. No estaba tan mal, sin embargo bastaron algunos encantamiento que desaparecieron pelos, rastros de nieves y hasta huesos. Debería luego agregarle alguno de aquellos premios que seguramente su dueña les iba dando. Me pasé una mano por la frente mientras me daba la vuelta. Habían puesto una mesa afuera, porque el grupo se había duplicado. Suluk nos invitó a que salgamos a comer algo. Hasta ése momento no me había dado cuenta de hambre que tenía, asi que intenté acomodarme entre algunos compañeros.

Un objeto sobre el escritorio, empezó a girar descontroladamente y a despedir pequeñas volutas de humo grisácea. Levanté la vista de aquellos libros en los que me había sumergido, mientras me preguntaba quién podía ser la persona que me estaba buscando a ésas hora de la mañana. Cerré aquel pesado tomó y me levanté, bordeando el escritorio y acercándome a la puerta. Cuando crucé algunas de las ventanas, podía admirar que afuera todo se encontraba nuevamente blanco, la nieve había caído durante toda la noche pero a ésa hora no. Me acerqué hacia la puerta y ésta, se abrió sola. Allí cerca de las gárgolas, había una bruja rubia que pude reconocer inmediatamente como Samantha. Había sido alumna varios meses atrás. También la había cruzado dentro del Ministerio de Magia, y ahora se encontraba sentada allí. ¿Por qué no había tocado al puerta? — ¿Me estabas buscando o deseas un poco de tranquilidad allí? Éste es uno de los mejores pisos para pensar —le comenté con una gran sonrisa. Mi compañera Agatha no se encontraba, había salido incluso antes de que el sol rompiera en el horizonte. Le hice una seña por si quería adentrarse. No recordaba si había algo más que hacer pero estaba seguro que no me molestaría pasar unos minutos, con una taza de café mientras Samantha me contaba el motivo de su visita. @@Samantha Sokal

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¡Hola Alishya! BIENVENIDA a la familia. Ya Ley te dijo todo. Esperamos que pronto puedas unirte al rol de la familia. Cuando tengas tu boveda, si queres podes venir a dejarla aca asi la agrego al árbol genealógico que esta en el primer post, tanto del registro como de la mansión ^^ Cualquier cosa nos avisas. Yo sería tu abuelo, ya que soy el padre de Ley y de Kytta ^^ Saludines! @@Alishya @BrujaOesed ************************************* Árbol Actualizado *************************************

Hola Concilio Beio. Tenía algunas dudas. Y sé para que sirven las llaves. Pero mas preguntas van un poco más aparte. ¿Tienen fecha de vencimiento? ¿Tenemos que si o si usarlas para los huevo de dragón o podemos esperar a esos futuros productos (si no leí mal)? Pregunto porque si por ejemplo, en un mes quitan las llaves, entonces conviene comprarlas ahora. En cambio si en un tiempo se pueden usar para otras cosas, la reservo porque ya estoy medio pobre xD Gracias por las respuestas! :3

En aquel transcurso, aparecieron dos personas más en el aula. Me agradaban cuando los alumnos eran puntuales, porque aquellos procedimientos de esperarlos, de darles la bienvenida y todo los protocolos que se acostumbraban, me aburrían demasiado. La última clase que había tenido, era aquella, así que podía decir que toda la información la llevaba muy fresca en mi cabeza. Me levanté del escritorio para mantenerme en pie. ¿Quedaba mal que siendo director y profesor de ése sitio me sentara allí? No lo creía. — Buenos días Adam... —le guié un ojo. La disimulación había sido muy poca, así que entendí a la perfección de porqué quería especializarse en aquella magia. Yo lo había hecho por lo mismo. Miré al joven que conocía de vista de algún lado. Se presentó como Dylan y tras dirigirle una sonrisa y una reverencia con la cabeza, le hablé: — Es un gusto, Dylan. Mi nombre es Elvis. Lamento haberles interrumpido su espacio, pero hubo un pequeño desentendido. Aquí Anne será tu bella profesora. ¡Y so se olviden de Juve! Una hermosa señorita que parece que va a matarte, pero en realidad es alguien muy especial. Le dije riendo de mis propias bromas. ¿Cuántas veces me había parecido eso de Juve y cuántos momentos juntos habíamos compartido? Siendo ambos directores de un departamento, habíamos hecho más que una simple reunión con café. De hecho era con una de las mejores directoras que me llevaba. Le dirigí una reverencia, sabía muy bien que no se iba a tomar mal aquello, de echo esperaba que sonriera por eso. Luego me di la media vuelta y miré a Adam. Apoyé una mano en su hombro para dirigirlo al punto contrario del aula, para no molestar tanto a Anne. — Nosotros dos iremos hacia ése rincón. Esperamos a que alguien más aparezca y mientras vamos entrando en tema —cuando llegamos, nos sentamos en dos pupitres enfrentados. Debía repasar que todo estuviera en orden antes de ir a la práctica. Con un movimiento de mi varita, después de que Adam tomara asiento, hice aparecer una media docena de pergaminos. Y una pila de papeles que indicaban muchas cosas. Mientras quería que el joven alumno se relajara. ¿Y porqué no empezar con hablar del tema?—. ¿Qué nociones tienes de los Primeros Auxilios? ¿Haz realizado alguno en tu familia o trabajo? ¿Para tí, cuáles son realmente los primeros auxilios? Sabía que mi alumno contestaría a todas y cada una de mis preguntas sin problema. Nuestras voces no iban más allá de dos o tres pupitres, para que no se mezclara con la charla de Historia. Claramente que no quería que me contara en detalle, sólo lo suficiente para que me diera pie y poder empezar con la introducción. Aproveché esos segundos mientras hablaba, para revisar los papeles. No encontraba lo que buscaba pero levantaba la vista y asentía por cada respuesta. @ @@Adam Lockhart @@Dylan Kyle Myrddin

Caminaba entre los senderos que marcaban los jardines de la Universidad. No habían pasado algunas horas de aquellos nuevos movimientos que ya había habido algunos desacuerdos entre los guerreros Uzza y los Arcanos. No se habían visto en persona, porque su guerra llevaba siglos atrás, pero las quejas de depositaban algunos lo hacían más que nada para molestar a los otros. Solamente rescataba una cosa de todo eso: podía ser peor. Miré el reloj que llevaba dentro de mi pantalón y pude darme cuenta que faltaban pocos minutos para la hora del encuentro. El señor Pippin nos había dicho a todos cuando nos inscribimos, la hora y el lugar. Aunque no había sido tan exacto. Mientras caminaba, podía admirar muchos sitios desde el exterior. El Campus estaba invadido de alumnos, principalmente disfrutando del sol mientras estudiaban debajo de los árboles. Caminaba mientras intentaba aplastar un poco más mi cabello. ¿Por qué después de tantos años lo continuaba haciendo? Ya crecía despeinado y no podía hacer nada para evitarlo. Aproveché el camino hacia el exterior de los terrenos de la universidad para tomar aire, disfrutar de los rayos de sol y de la poca tranquilidad que me quedaba. Cuando quise acordar, me acercaba cada vez más. Miré y hacia el otro, tratando de ver si lograba divisar a alguien. Fruncí los labios, intentando recordar algo que había dicho la persona que nos inscribía, pero mi cabeza se había ido para otro lado entre tanto relato repetitivo. ¿Cuántas veces había escuchado aquello? Ni siquiera sabía si todo era verdad. Aquella pequeña casa parecía ser el punto de reunión pero no había carteles ni nada. ¿Acaso sería dentro? No estaba seguro y no era de las personas que se entrometía hasta aquel punto. ¿Y si tocaba la puerta? ¿Y por qué mejor no esperaba? Había llegado unos minutos antes. Estaba seguro, o esperaba, que alguien más viniera, tal vez si se acordaba de lo que teníamos que hacer. Me apoyé sobre el tronco de un árbol. Había una pared que bordeaba toda la casa. Alcancé a rozarla con la punta de mis dedos y sentí el calor que había absorbido gracias al sol. El jardín estaba demasiado cuidado, y si no estaría esperando para saber algo sobre aquella Arcana, seguramente me hubiera tendido con los brazos estirados, para poder disfrutar de ése sitio. No entendía si era porque me había relajado o porque había algo de magia que me rodeaba, pero sentía una energía diferente. Cerré un poco los ojos. A lo lejos, muy a lo lejos, se escuchaba algún murmullo de personas hablando. Una lechuza atravesó el cielo, ululando tranquilamente. ¿Acaso estaría listo para ése viaje? Todo lo que sabía, lo había leído en libros o lo había escuchado. Era algo que deseaba pero no sabía cuánta disposición necesitaba para hacerlo. Creía y quería hacer eso. Muchas personas lo tomaban como una enorme responsabilidad pero a mi me parecía que me serviría para distenderme. Cuanto más tenía que poner de mí, más me gustaba.

Me levanté del sillón en el que me encontraba y algunos pergaminos se cayeron al suelo. Hacía horas que me encontraba dentro de mi despacho sin que mi compañera me ayudara. Aquel día era uno de los que marcaría la historia dentro de la Universidad, porque los aspirantes tanto a los Uzza como los que estudiarían con los Arcanos, empezaban en unas horas. Por eso estaba invadido de papeles y no me había dado cuenta de la hora que era. No entendía cómo hacía, pero ser Director de la Universidad no me había sido algo tranquilo. Hacía algunos meses que había adquirido aquel puesto y ya había tomado suplentes varias clases y no se repetía ninguna. A veces no me daba cuenta de lo mucho que había avanzado porque gracias a Merlin, todo el conocimiento estaba dentro de mi cabeza. Claramente que había estudiado y deseado ser mejor en el transcurso de los años, pero no era de las personas que solía detenerse en el pasado. Con un movimiento de mi varita, ordené todos los papeles en diferentes categorías que terminaría de leer después. Salí de la oficina y a la mitad del pasillo, se abrió un pasadizo secreto. Desde que había asumido en mi cargo, la Universidad hacía eso para conmigo. El pasillo era oscuro, tenía unas cuantas antorchas que iluminaban aquel techo, paredes y suelo de piedra. Corría alguna que otra rata y una lechuza estaba dispuesta a cazarlas de a una, aunque me observó largo rato mientras pasaba por su lado. ¿Cómo había entrado? Mi mente estaba concentrada en los Guerreros Uzza que había estado hablando aquella mañana. Al parecer los Arcanos se estaban empezando a mover por zonas donde éstos consideraban sagradas. Era una guerra continua. Y éstos grandes viejos magos, muy sabios, no parecían querer recibir ordenes. Pero todo eso se me olvidó cuando me impactó algo de lleno, ni bien salí del pasillo. La puerta por la que iba se desvaneció y la bruja que había chocado casi se había caido. Había estado a punto de pedirle que tuviera cuidado por dónde iba, pero el que había salido de golpe era yo. Pero luego, vi que se trataba de nada más y nada menos que Anne, una ex compañera. La saludé con una enorme sonrisa y una reverencia, mientras juntos ibamos en la misma dirección. Recordaba el número de aúla que me tocaba para impartir la clase de Primeros Auxilios y miré extrañado cuando ella entraba a la misma. — Si, Anne. Hoy me toca dar clases, Primeros Auxilios —miré de reojo la hoja que había estado leyendo Anne. Mágicamente debajo de Juve apareció el nombre de Dylan. ¿De dónde lo conocía? El pequeño número 12, indicando el aula estaba en la hoja de la bruja. Y en la mía, justo encima del alumno que me tocaba instruirlo, mi ahijado Adam Lockhart. ¿Se nos habría traspapelado? ¡No podía ser! Todas las aulas estaban ocupadas. Pero una idea surgió en mi cabeza—. ¿Te molesta si compartimos aula? Creo que hubo un traspapeló y no hay lugar. ¡Dime si te molesta! Que puedo ir cerca del lago con mi alumno para impartir la clase. Asentí a las palabras que la bruja dedicaba por los desinteresado en aquellas especializaciones. Si compartíamos aula, tal vez los otros alumnos escucharían las palabras del otro profesor y eso sería un incentivo para que se anoten de manera cruzada. Aunque no estaba seguro durante cuanto tiempo debía estar con aquel cargo. Como ex Auror y actual miembro de la Orden, que además trabajaba como Curandero en el centro clandestino de mi bando, tenía los conocimientos necesarios para impartir aquello. ¿Anne se mantendría en el aula? ¿Hablaría durante horas? Pude recordar que jamás había tomado una clase de Historia. Tal vez si escuchaba algo que me interesara, podría anotarme luego. Me senté sobre el escritorio, a esperar que los otros dos alumnos lleguen.

• UNIVERSIDAD • -Ateneo de Habilidades y Magias Arcanas- ¡Bienvenidos! Los Arcanos se encuentran a su disposición para que puedan participar de las clases a las que se inscribieron con el Sr. Pippin. Son seres antiquísimos, sabios y esperan que todos puedan llegar al final de cada aventura. Asi que sepan aprovechar sus habilidades e intenten no morderlos porque no van a dudar ni un segundo. Ya pueden pasarse por los topics ^^ Los topics permanecerán abiertos. No se cierran. Asi que de ahora en adelante, cada vez que el señor Pïppin apruebe su inscripción, tienen permiso para postear. ¡Pero deben estar primero aceptados! Los inscripciones hasta el momento son: Legilimancia Mónica Malfoy Haughton Metamorfomagia Cissy Macnair Nigromancia Taurogirl Crouchs Mistify Malfoy Sagitas E. Potter Blue Oclumancia Darla Potter Black Animagia Juliens Malfoy Lyra Katara Selwyn Sofia Elizabeth Granger G Sally Sigel Felicity Elvis F. Gryffindor Mackenzie Malfoy Aine Malfoy Gatiux Juv Malfoy Croft

¡Hola! Aprovecho a estrenar el topic, a invitarlos nuevamente a que se pasen por acá sobre cualquier duda de las clase, de los conceptos, de lo que quieran ^^ No vamos a utilizar los MP, asi que éste va a ser la vía de comunicación entre alumnos-profesores. De paso vengo a dejar cómo se dividieron los grupos, aunque en cada topic aclara que personas están en cada uno ^^ Grupo 1 → LINK Sam Claflin Lyra Katara Selwyn Leah A. Ivashkov Pik Macnair Felicity Malfoy Helike Rambaldi Vladimir Grupo 2 → LINK Juliens Malfoy Sagitas E. Potter Blue Mackenzie Malfoy Catherine Stark Gatiux Anne Gaunt Grupo 3 → LINK Sofia Elizabeth Granger G Mei Black Delacour Aine Malfoy Adryanie Valkyria Black Lestrange Agatha M. Gryffindor Gracias ^^

• UNIVERSIDAD • -Libros de Hechizos- Las clases sobre los Libros de Hechizos, dan comienzo. Espero que todos sepan disfrutar de ellas después de mucho tiempo de estar armándolas. Por ésta tanda, por ser las primeras, todos los inscriptos se separaron en TRES grupos. El contenido va a ser el mismo y la idea es que se aprenda lo mismo. Por otro lado, no van a existir MP's de por medio, asi que todas las dudas se van a llevar a cabo en el topic OFF que se abrió: "Consultas y Sugerencias", mientras que las clases van a mantener la parte rol y seguramente más adelante otras cosas.

http://i.imgur.com/3dcg0Qv.png ¡Hola chicos! Espero que hayan tenido un lindo fin de año. Venia a avisarles que las inscripciones para el mes de enero, ya cerraron. Todos las inscripciones que realicen luego de éste post, serán dirigidas para el mes de Febrero. Muchas de las clases ya se encuentran abiertas en la sección de Conocimientos. Espero que sepan disculpar el retraso de pocas de ellas, por las fiestas y demases. Cualquier error o consulta que tengan, no duden en pasar por el topic correspondiente ^^ Y algunas de las clases fueron creadas para dos conocimientos, asi tenían posibilidad de ser abiertas. Los profesores se encargarán de enviarles MP :3 ....................................... ~Inscripciones para Enero~ ¡Gracias!

Negué con la cabeza mientras que Hades realizaba sus palabras con aquellas intenciones. Habíamos impartido clase juntos muchas veces. Y siempre hacía aquello pero admitiéndolo, jamás me ponía en contra de eso, porque los chicos mostraban mucha más atención cuando les hablábamos y sentía la presión necesaria para desenvolverse con aquellos duelos. Esperé a que les hablara e indicara como íbamos a proseguir. El libro actuaría como traslador y nos llevó directamente a dónde llevaríamos la clase. — ¿No crees que en el camino puede sucederles algo? ¿Quién piensas que debe poner la cara ante las autoridades por la desaparición de alguno? —le comenté aunque ya era tarde. Los alumnos habían aparecido a unos cien metros de distancia. Hades lo había planeado todo para que conocieran el lugar, para que se sintieran en el centro del ambiente con los ruidos, el follaje, los olores. La selva amazónica era un lugar mágico por naturaleza. Los muggles creían que eran peligrosos. Los chicos al fin llegaron luego de algunos minutos. Tenía una camisa negra arremangada. Sostenía mi varita mientras intentaba aplastar mi cabello, que gracias al viento de ése momento, me lo revolvía aun más. Para no perder la costumbre, mi compañero realizó algunos movimientos. Revisó una zona pensando que había algo, luego intentó de alguna manera inhibir a los aprendices de aquel poder. La diferencia es que no eran recién iniciados. Todos se pusieron al frente de nosotros, claramente pensaban que sería una clase, donde les dábamos una parte teórica y luego ellos hacían su trabajo. Pero habíamos estado semanas junto a algunos Uzzas, aprendiendo costumbres, intercambio conocimientos. Habíamos pasado por montones de pruebas que ni siquiera nos permitían que recordemos. Era una especie de retiro espiritual que nos había permitido de ahora en más, enseñar aquellos poderes. ¿Cuánto sabrían de ellos? ¿Alguno habría revisado sus lineas? — Nuevamente, bienvenidos —interrumpí a Hades luego de que bromeara sobre las criaturas. Debíamos ponernos serios y empezar ése camino juntos. Nada de eso era un juego y las personas que teníamos adelante lo sabían. Me quité algunas imágenes de mi cabeza, de aquel aprendizaje y esperaba que todos pudieran obtener el buen uso del libro. Y no por nada se llamaba así— Permítanme presentarnos, aunque creo que nos conocemos todos. Él es Hades y yo soy Elvis. Hemos estado estudiando algunas semanas el libro y los Uzza nos permitieron trasladar su conocimiento. Así que siéntanse orgullosos y encárguense de mostrarnos que su honor es merecedor de ésto. Moví mi varita y en mi mano apareció el Libro de la Fortaleza. Rezaba muchas palabras en una lengua que no conocía. Había dibujos, había historias. Había pactos. ¿Cuántos de ellos sabían sobre el pueblo Uzza y Merlín? Solamente esperaba que nadie contara, porque además no podían, sobre lo sucedido en aquel retiro espiritual. Los guerreros no ganaban dinero con sus conocimientos, sino que pedían ésto mismo a cambio. Por segunda vez saqué ésas imágenes de mi cabeza, esperaba que tuvieran memoria y se acordaran de los poderes. — Para empezar, no queremos perder tiempo con presentaciones. Lo importante es el libro. ¿Acaso conocen el origen del nombre? ¿Por qué a éste lo denominaron Fortaleza? —aquella pregunta no esperaba que la respondieran pero tal vez alguien se animaba a romper el hielo. Carraspeé mi voz y proseguí hablando: — Nos gustaría ver cómo son capaces de usar algún poder del Libro del Aprendiz o de la Fortaleza, o de intentarlo por lo menos. Una pequeña demostración para tener una idea de lo que pueden o saben hacer. Vamos, ¿quien empieza...? Lo primero que queríamos hacer era que se desenvolvieran. No podíamos empezar aquello con temores o ansiedad. Debíamos hacerlos entrar en confianza porque si no, no podrían terminar aquello. Todos pensaban seguramente que toda la clase sería así, alguna muestra de poder, o preguntas que responder. De reojo pude ver que detrás de todos ellos, más lejos del sitio donde habían aparecido, el viento que se había levantado, se formó en un pequeño huracán que desembocó en un pequeño punto. Y el viento se detuvo y desapareció. Claro que de eso nadie se daba cuenta, porque era la señal para nosotros de que faltaban unos minutos. Debíamos hacer tiempo con eso. ...................................................................... Poderes de los Libros de Hechizos: LINK Grupo 2: Juliens Malfoy Sagitas E. Potter Blue Mackenzie Malfoy Catherine Stark Gatiux Anne Gaunt

U N I V E R S I D A D - Ateneo de Poderes y Magias Guerreras - ¡Hola futuros guerreros! Queríamos avisarles desde dirección, que a partir de éste momentos, los que se inscriban para matricularse, quedan inscriptos para la siguiente tanda que se impartirá, ya que las vacantes han sido completamente ocupadas. Dentro de poco, van a poder realizar los cursos, los que se anotaron hasta acá. ¡atentos! Dirección de la Universidad

@@Dylan Kyle Myrddin @ @@Patrick Colt. Hubo algunos cambios en el foro, pero solamente si se fijan, fue el nombre. Lo que conocíamos por la Academia de Magia y Hechicería, y luego por Universidad, ahora lo tenemos como Hogwarts. O sea que éste ultimo, es donde se imparten las clases de Introducción a la Magia, Magia Avanzada y Duelo Avanzado. Si ya terminaron la Academia, que si, entonces no pueden volver a cursarla. Lo que si pueden, es postear en los topics de las Salas Comunes, el gran Salón, y los roles y tramas que se vayan armando con el paso del tiempo ^^ El resto, ya empezarán en el mes de Enero a ser llamados para empezar con "Quinto año" que es la clase de Introducción a la Magia ^^

Se me erizaba la piel cada vez que lo pensaba. Y Ley no estaba ayudando demasiado. Claramente que para cualquier persona estaría actuando normal: después de un pesado día laboral, se quería ir más rápido de lo normal. Debíamos parecer claramente que habíamos realizado todo sin problema. Mientras bajábamos las escaleras, que se nos había unido Romina, pude rebuscar algunas cartas viejas que había llevado por precaución. ¿Qué nos aseguraría eso? Simplemente que habíamos hecho un cateo de rutina, como les habíamos prometido. — Hemos finalizado, Zack. Lamento de verdad nuestra presencia en el castillo. Pero fue necesaria —me acerqué dónde estaban, que se encontraba casi acostado sobre uno de los sillones. En ése instante, Ley ordenó que era hora de irnos. Lunática y Kirara, que recién había llegado, podrían seguirla detrás. Romina ya había escuchado la petición desde antes. Me acerqué al joven patriarca y tendí mi mano para estrechárselas. Y le dirigí una reverencia a cada uno de los presentes. Cuando volví la vista sobre los ojos de Zack, deseaba con todo mi corazón analizar hasta el rincón más pequeño de su cabeza. Estaba seguro que algo podría sacar, pero allí no podía—. Les dejo éste pequeño certificado, para que nadie más los moleste. De verdad, agradecemos su ayuda. Aquel papel solamente rezaba el nombre del departamento y anunciaba que habían realizado un cateo exitosamente, sin encontrar nada sospechosos. El Cuartel de Aurores los apartaba de aquellas sospechas y aparecían algunas palabras mas con el gran sello del Ministerio. Pero nada extraño. Estaba seguro incluso que ése papel llegaría más rápido a la basura que yo a la Gryffindor. Ley ya estaba atravesando el umbral de la puerta, cuando los demás empleados la siguieron. Fuí el último en salir y aquel peso en el estómago no se aliviaba. Allí pude salir. El camino de regreso se hacía eterno. Realmente tedioso. Sentía como si algo extraño sucediera a mis espaldas, pero no debía girarme. Cuando llegamos a la verja, fuimos trasladados nuevamente a Londres. Apoyé mi mano sobre mi pecho, que era donde llegaba el monedero. Podía sentir la katana. Necesitaba unos pocos minutos. Tan solo... Pero no debía ir a la Gryffindor, para nada. ¡Debía ir al Profeta! Aquello sería noticia y nos daría tiempo de más. Cuando regresamos al punto inicial y todos estábamos a salvo, le comenté a Ley que los encontraría en la Macnair.

— Oh si, yo. Llevaré éstas dos últimas pociones. Por ahora —le comenté al señor que nos estaba atendiendo tanto a Jank como a mi. Terminé de rellenar los datos que faltaban y cuando se secó un poco la tinta, le entregué el pergamino para que corroborara todo y me confirmara que estuviera todo bien. Mi bóveda se llenaba de a poco con todo lo que quería. Mientras aproveché a decirle aquellas cosas a Jank, me había olvidado que mi amigo era de la Logia. — Pueden darle unos días libres a los empleados del Magic Mall. ¿Eh, amigo? Su atención es perfecta, no deben desanimarlos. ¡O pagarles un buen aguinaldo! —le comenté a mi compañero, aunque no sabía si ya se tenía que ir. Cuando Fredson me confirmó que todo estaba bien, le dirigí una reverencia y lo saludé, deseándole felicidades y que disfrutara con su familia. Con todos los productos deseados, salí de aquella planta. ............................................. Planilla de Compras para Personajes: ID: 66173 Nick: Elvis F. Gryffindor Nivel Mágico: XVIII (18) Link a la Bóveda Trastero: Nº106707 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Nº78420 Fecha: 2015-12-29 Nombre del producto: Amortentia Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente) AAAAA Puntos por unidad: 160 puntos Precio: 8550G Nombre del producto: Poción Agudizadora de Ingenio Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente) AAA Puntos por unidad: 40 puntos Precio: 2000G Precio total: 10550G Total de Puntos: 200 puntos

http://i.imgur.com/3dcg0Qv.png ¡Veo que las vacaciones les renovó las energías! ¡MUCHOS INSCRIPTOS! Asi nos gusta, que hagan trabajar a los profesores de la Universidad Como siempre, unos días antes que cierre la fecha de inscripciones (Que vamos a dejarla abiertas hasta el dia 1 de Enero, inclusive. Luego de eso quedarían para las clases de Febrero) Venía a corroborar los que ya estan inscriptos y los que no pueden por diversos motivos. Los que no menciono, es porque ya estan anotados en sus clases. Solamente una cosa: Hay clases donde solamente están anotados un solo alumnos. Estamos viendo de que éstas se lleven con normalidad, pero hay algunos anotados en clase donde no tienen profesor. Asi que luego nos pondremos en contacto para ver si desean cambiarse a otra que ya tenga alumnos o esperar al mes siguiente. @. Eres nivel II. Ya posee tres conocimientos. Asi que debes esperar a subir dos niveles para tomar el proximo conocimiento. @@Bodrik Ya posees los 6 conocimientos, que es tu limite al ser nivel XII Debe esperar un nivel mas, si antes del 1 de Enero, subis al nivel 13, entonces te pido que vengas rapidito y te vuelvas a inscribir que te metemos en la clase sin problema ^^ y sino, te esperamos para Febrero. @@Allen Joe Walker. Ya postee los tres conocimientos. Debe esperar dos niveles mas para el proximo. Es un conocimiento cada tres niveles, arrancando del nivel 1 .................................................... Respondiendo a @@Mynerva de Weasley Intentamos que para el día 2, estén abiertas. Sabemos que el dia 1 va a ser complicado, pero aunque abra el dia 1, vamos a tener consideración por si alguno no se puede pasar La clase de Leyes con tu inscripción ya se abriría ^^

— ¡No avances ni un pie más, Ley! Escúchame... —claramente mi hija había reaccionado como yo había esperado. De hecho se había comportado como cualquier persona lo haría, pero lo que jamás entendía, es que así no era la cuestión. En un puesto como se encontraba ella, tenía que ser razonable, pensar más allá del problema que se le presentaba, pensar con la cabeza en frío. ¿Qué menos podía esperar de un Gryffindor? Me había costado años entenderlo y agradecía estar allí en ése momento—. ¿No te das cuenta de que son solo palabras? Una túnica ¡Por Merlin, hija! Me acerqué unos pasos a ella. Claramente la había tomado por sorpresa y lo peor que nos encontrábamos en el peor momento. Había lanzado un encantamiento para que no nos escucharan y habíamos cerrado la puerta. ¿Pero qué sucedería si alguien venía? No quería ni pensarlo. Mi cabeza giraba a mil por hora. Me había encontrado en situaciones simulares pero la gran mayoría habían terminado mal. Me aferré a su brazo y la di vuelta para quedar cara a cara. — Ahora eres tú la directora del departamento. Eso lo entiendo y sé que eres capaz. Pero déjame hablarte como padre, como ex director y como alguien más en la Orden... Ésto es una mala idea. Corremos peligro nosotros, los chicos que están abajo y Jank. Imagina las situaciones, bajas al comedor, los acusas y empieza una batalla campal ¿Crees que saldrás con vida, que todos lo haremos? ¿Y luego que hacemos con la información que nos falta de Jank, quién nos la dirá? ¡Piensa, muchacha... piensa! Le hice algunos gestos aunque todo en un sentido amable. Estábamos a tres pasos de atravesar aquella puerta y que empezara el caos. Me encaminé hasta ésta y la abrí sólo un poco. No había nadie en el pasillo, ni de los suyos ni de los nuestros. Teníamos ¿unos segundos? Se empezaron a disparar unas ideas y podríamos lograrnos, pero hasta no estar afuera, no me confiaría. Cerré la puerta y le ordené que dejara la katana sobre la cama. Cuando lo hizo, la apunté con la varita: — ¡Geminio! —solamente esperaba que fuera entiendo cual era mi intención. Teníamos que salir de allí como si nada de eso hubiera sido encontrado. Teníamos que encontrar alguna manera de alejarnos de los Ivashkov y encontrar tiempo con algo más. Si tardábamos pocos minutos más, se empezarían a cuestionar qué estábamos haciendo. Ésta maldición actuó de inmediato. La katana brilló de un color rojizo y con un estallido mudo, se duplicó. Era totalmente idéntica—. ¡Pon la copia dónde estaba y salgamos de aquí! Finalizamos el cateo. Ley, te lo digo en serio, es lo mejor. Aproveché ése momento y rebusqué entre mis ropas aquel monedero de piel de moke que llevaba para ésas ocasiones. Con un movimiento de mi varita, la katana original flotó sobre la cama y fue introduciéndose dentro de él. No sabía porqué, pero me daba escalofríos tocarla, como si una magia oscura hiciera algo. Cuando aquella arma mortífaga estuvo dentro cerré el bolso y lo volví a meter entre mi ropa. Le hice una seña a mi hija. ¿Lograríamos actuar como si no pasara nada? Deshice el encantamiento muffliato cuando decidimos salir, ella ahora ordenaría a todos irnos. Antes de salir le comente que iría al profeta ya mismo, no sabía cuánto duraría aquella fachada.

Como suponía, Zack había reaccionado de una manera tranquila pero bastante alterado para lo que estaba preguntando. Solo deseaba poder terminar con todo aquello y que no empeorara más. Negué con la cabeza, admitiendo que había utilizado tal vez la definición incorrecta ¿Aun que quién podía contradecirme que una mano que servía para los ladrones no podía llegar a ser tenebrosa? Su fama hablaba por si sola pero no entraría en debate. Y Elaena parecía quererlo: — Oh, discúlpeme, señorita. Pero creo que el whisky está nublando su cabeza. Mi pregunta no iba dirigida hacia ninguna acusación. Solamente quería corroborar que cualquier objeto dudoso, pudiera pertenecer o no al Magic Mall. Y tan solo con saber que es de allí, nos alcanza. Luego si usted tiene un objeto que hace ruido, salta o baila, no es de nuestra incumbencia —hasta el momento había ignorado a aquella bruja. No había dejado de hablar ni por un segundo. Y al parecer su llamado de atención era porque el mago que tenía al lado, Zack, la ignoraba bastante—. Pero era solamente para que nos quedemos tranquilos, Zack. Estoy seguro que todo va a estar bien y nos iremos en unos pocos minutos. Les dirigí una reverencia con la cabeza, de nuevo. Ya había perdido la cuenta de la cantidad de veces que había hecho eso. Miré hacia detrás de la sala, notando que Romina y Ley habían desaparecido de la sala. Y que Lunática aún se encontraba analizando la zona dónde la había dejado. Y también alguien nuevo llegaba. No tenía ni idea de quien era. Sin embargo, en aquel instante cuando me había dado vuelta, sentí un ardor que llegó a atravesar las dos capas de ropa que tenía hasta inclusive el pecho. Ley me estaba llamando, aunque no podía desaparecerme allí mismo. Seguramente me buscaba en los pisos superiores. — Iré a corroborar en los pisos superiores que esté todo bien y ya luego los dejaremos en paz —pasé rápidamente por al lado de aquella enorme pantera. Era una ejemplar adulto y me producía un escalofrío. Pero si pensaban que podía sentirse como una amenaza, era un concepto errado. Tan solo un movimiento con mi varita y tendría el cuello quebrado. ¡Y los Gryffindor eramos leones! Un animal mucho mejor que aquel, con mas valentía, fuerza y vitalidad. Llegué a las escaleras y las subí de dos en dos. ¿Dónde estaba Ley? Caminé unos pasos, para ver que se encontraba dentro de una de las habitaciones—. ¿Qué sucede, Ley? ¿Ya terminaste aqui, por qué no nos vamos y...? Pero mi voz se entrecortó y pude ver con las cosas que se había encontrado mi hija. Me recorrió un escalofrío más fuerte desde la base de mi espalda hasta la nuca. Si quería terminar con aquello y rápido, estaba equivocado. De hecho aquello era mucho peor. Por mi cabeza pasaron muchas imágenes: Nosotros bajando con aquellas cosas, los patriarcas negando todo y aumentando su tono de voz, las palabras empezaban a ir y venir, pero también lo hacían los hechizos. Y no quería seguir imaginándome. Estábamos dentro de las fauces del inframundo. Se me ocurrían miles de salidas pero a la vez ninguna. — Ni lo pienses. Deja eso ahí y nos vamos de aquí. Ley ¿Tu sabes cómo va a terminar ésto? —conocía a mi hija. Sabía lo que quería hacer. Pero estaba seguro que había otras formas. De hecho si bajábamos con aquello, sería darle el arma que nos mataría. Y sería en vano tener pruebas de lo que realmente sospechábamos de aquellas personas.

— Oh, no. Claro que no, señorita Molier. Era solamente para saber si el Magic Mall tenía un protocolo. ¿Se imagina si por un descuido se suelta alguna pequeña criatura y crea un caos? Prefiero evitar algo asi —le comenté a la joven que había aprobado mi compra reciente, junto a Amya, que la había cruzado hacía algunas semanas atrás en mi mismo local. Recordé que había visto otras dos criaturas, asi que aprovecharía aquel momento para tomarlas e irme. Asi que aproveché y volví a tomar un formulario. La pluma recorría aquel papel con trazos bien marcados y garabatos redondeados, pero las letras se leían claramente. Esperé a que se secara la tinta mientras le daba algunos soplos y releía para ver si todo se encontraba bien. Nunca había tenido problema con las compras allí, a diferencia de otros. Pero siempre podía suceder. Mientras tomaba la jaula con aquellos bichitos voladores, esperaba saber como me llevaría las nuevas adquisiciones, tenían un fuerte olor. ¿Algún encantamiento burbuja? Estaba seguro que si. ............................................................................... Planilla de Compras para Personajes: ID: 66173 Nick: Elvis F. Gryffindor Nivel Mágico: XVIII (18) Link a la Bóveda Trastero: Nº106707 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Nº78420 Fecha: 2015-12-28 Nombre del producto: Bundimun Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente) AAA Puntos por unidad: 40 puntos Precio: 2000G Nombre del producto: Dugbog Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente) AAA Puntos por unidad: 40 puntos Precio: 2000G Precio total: 4000G Total de Puntos: 80 puntos En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Dragones de Oro

¡Hola modes! Venia por un detalle mínimo, pero tal vez luego traiga alguna complicación, que claramente no lo es, pero por las dudas. En una compra anterior de criaturas, cuando las agregaron al post de Criaturas Mágicas, que sería el #5, pusieron a dos criaturas como que se encuentran en las reservas. Sé que claramente las pusieron al final de la lista, pero quedaron como que estan en la reserva, cuando en realidad tengo el rango para que no estén. Que sería el Gorros Rojos y el Crup. Aprovechaba a avisarles ahora, ya que deben actualizar mi bóveda con las compras nuevas y así hacen todo de un solo tirón Y una pregunta. Cuando llegue al nivel para controlar una criatura que esta en la reserva. ¿Solamente vengo aca a avisar que la saquen de la reserva?