Dana Gryffindor

Mientras el mago se ponía de pié la bruja terminaba de beber su té de hierbas, dejando la taza vacía junto a la del Gryffindor y observando como ambas desaparecían dejando apenas la marca circular en el mantel. Antes de que su padre se retirara, la pelirroja se puso de pié y encaminó sus pasos hacia el hombre cuyas singulares canas se dejaban ver en la barbilla. Apoyó ambas manos en sus anchos hombros para luego colocar su cabeza sobre el hombro derecho de Elvis, alimentándose del calor de su padre, tratando de encontrar un trocito de luz entre tantas tormentas.

Claire... el oscurus... Ulrik... la marca que ahora llevaba en su cuello... el inquisidor... y el maldito amor había nacido en su pecho por un hombre del cual deseaba estar a kilómetros.

–Deja tranquilos a los elfos– murmuró en el oído de su padre –cocinaré tu platillo favorito, sabes que me encanta cocinar–.

Besó la mejilla del mago y separándose de el giró sobre sus talones, dejó la varita sobre la mesa y se dispuso a escribir una lista con el anotador que llevaba en su bolsillo.

–¡Wickyy!– gritó, la diminuta elfina doméstica de la periodista apareció con una sonrisa en sus labios –Wickypedia, compra estos ingredientes, pasa por la vinoteca de Arianne y que te de su mejor escoses, un cabernet marca... Don David reserva 2016, y un baileys para el postre... bueno y elije una botella para tí, sé que te encanta el licor de menta, puedes comprar uno si quieres.

La elfina dio saltitos de alegría y con un simple chasqueo de sus dedos desapareció.

Un rato después, mientras Shelle dejaba descansar la masa de harina y huevo envuelta en un repasador sobre la mesada, al ritmo de la melódica música de Malukah, la elfina apareció con un carrito repleto de mercadería.

–Llename un vaso con ese escocés y ayudame con el relleno de los raviolones, hay que procesar toda la verdura que has traído– La periodista observó las agujas del reloj, pronto llegaría el invitado y si no estaba la comida lista, ni su padre, quizás un poco de whisky lo podría entretener.

Ya estaban apunto de terminar de cocinar cuando Wickypedia se dispuso a poner la mesa con un elegante mantel color carmín, platos negros, vasos, copas, servilletas de tela blanca con costuras doradas, y una bolsa de arpillera con pan recién preparado.

Extrañaba estar allí, en su casa, sentirla su hogar. La vida le había llevado a no pertenecer a ningún sitio, a tener que escapar incluso de ella misma, se sentía bien tener un lugar donde era bien recibida.

@

@

@ Gracias! Mira estaba esperando que @ finalice la ceremonia On rol para hacer todos los cambios juntos y no volver loca a Sagitas jaja pero si! Ya cree la ficha de mi personaje secundario que es el que va a integrar la familia y lo puse como miembro de la Triviani en su ficha. Pasa que aún no me lo aprueban. *lloro*

ID de usuario: 90949

Nick Actual: Shelle Dumbledore B.L

Nick Nuevo: Shelle Katherine Gryffindor

Premio obtenido: Sala de Menesteres

Subtitulo: Periodista, Magisk Politike

Premio obtenido: Pasadizos

Llave (Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw, Slytherin, Ilvermorny o maestra): llave de Slytherin

Lo hice con el celu espero que esté todo bien

Una mueca torció los labios de la bruja quien apretó con más fuerza su taza de té para llevarla a sus labios, el líquido burdeo calentó su garganta dándole una caricia.

-La sede central de la editorial, en Dinamarca, fue destruida a petición del antiguo ministro de aquel país- encogió sus hombros -jamas di el brazo a torcer y el gobierno danés conspiraba con el enemigo que ambos conocemos.

Apretó la porcelana con sus dedos, había escuchado las últimas palabras de Ulrik por su teléfono, escuchó como entraban a la sala donde él estaba y le arrebataba la vida, dejándola al cuidado de su hija Claire quien se había vuelto una abominación.

-Sin embargo- el rostro de la bruja permanecía petrificado, no gustaba mostrar sus debilidades, cualquiera podría aprovecharse de ellas. Aun cuando confiaba en su padre, prefería mantener ciertas distancias -Estableci una nueva sede frente al banco mágico de Gringotts. Cuando gustes, siempre serás bienvenido al establecimiento.

Estaba con el semblante tranquilo, aunque una inquietud irrumpía en sus pensamientos.

-Lo siento si hago muchas preguntas- murmuró apenada -Un mal hábito de mi profesión.

Los ojos azules de la bruja se situaron en el enorme reloj de pared cuyas delgadas agujas indicaban las siete de la tarde.

-Sé que dices estar ocupado- sus manos recorrieron la mesa hasta envolver las anchas y cálidas manos de su padre -Me gustaría que cenaramos juntos, papá, invité a una persona que nos ayudará en nuestra lucha y deseo que lo escuches.

La bruja recordó la aventura en el hospital donde los bebés mágicos habían sido secuestrados y el estómago se le contrajo de solo pensar que alguien intentara romper con tantas vidas inocentes, vidas de magos que no podían defenderse.

@

@

Off: perdón si alguna palabra está fuera de lugar. Lo escribí con el celu antes de ir al trabajo y el autocorrector a veces me juega en contra xD

Eros Triviani

El mago arrastraba una pesada bolsa, escabullendose por la entrada trasera del cementerio para que el celador no lo detectara.

Debía ser rápido, cavar alguna tumba y arrojar allí el cuerpo ¿Quién sospecharia? A esas horas de la noche nadie podía verlo.

Sin embargo una luz acaparó la mirada del mago quien rápidamente se mantuvo oculto tras la estatua de un Ángel.

Pudo divisar que se trataba de un duelo que se libraba allí, aunque gracias a la noche y su borrosa vista no pudo ver de quiénes se trataba.

Tomó asiento sobre la bolsa que traía consigo, acomodándose en la espalda del cadáver.

Se acomodó un poco más para poder contemplar el espectáculo, intentando no ser visto.

Off: Datura me invitó (?) Rolee así nomas con el celu jaja

De a poco, la bruja recobraba el calor de su cuerpo y el dulzor de aquella sangre sanaba sus heridas internas provocadas por el veneno del lycan. Al ver lo que había hecho, la bruja mantuvo en sus brazos a aquél hombre cuyo cuerpo se había debilitado.

Cruzó el brazo de Gabriel por sus hombros e intentando sostenerlo lo dirigió hacia una puerta cercana donde se percibía una habitación. Sosteniendo el peso de su cuerpo en sus hombros, logró recostarlo en el único módulo de un sillón de pana color hoja y se quedó contemplando la mirada perdida del mago.

¿Cuánta sangre había bebido? Esperaba que no fuera un familiar muy cercano a Lady o la asesinaría. Ya se había metido en bastantes problemas al beber sangre de licántropo, solo esperaba un poco más de paz en aquella noche tan bulliciosa.

Se arrodilló junto al mago y sacó un pequeño paquete donde tenía un chocolate y se lo ofreció al joven.

–Come, te hará bien algo dulce– dijo acercando la pequeña barra a sus labios.

@@Gabriel W Diggory

Una joven enfermera atravesó el umbral del hospital acaparando los ojos de la Gryffindor. Aquello sería parte de su boletín semanal, la eficacia de la atención entre los escombros de San Mungo. Mungo Bonham estaría orgulloso por tanta eficacia por parte del cuerpo médico.

El joven pelirrojo también había acudido al encuentro con la enfermera y fue él quien se encargó de explicar la situación.

Contempló cómo una camilla se deslizaba por una rampa en dirección hacia ellos y ayudó a colocar en ella, suavemente, a la mujer inconsciente.

–Su vida está en tus manos– dijo con intimidante voz la periodista.

Shelle se volvió al pastor quien se observaba con verdadero desasosiego.

¿Otro grupo? Recordaba haber visto el cielo oscurecer, y una sensación aprisionó la marca en mi cuello. Seguro que algún grupo de mortífagos se encontraba realizando disturvios en la zona. Una mueca se dibujó en los labios de la pelirroja que intentó disimular tras una fingida tos.

–¿Está seguro que un hombre de dios puede aventurarse ante el fuego cruzado de dos grupos agresivos?– inquirió la periodista –No es que desconfíe de sus habilidades, pero quizás tanta agresividad altere su compasión.

Levantó sus hombros para dejarlos caer nuevamente.

–Probablemente Zahil detectó más hostiles y se quedó resistiendo para permitir nuestro paso– metió ambas manos en los bolsillos de su capa –¿Cómo prefiere regresar? Con una aparición o quizás sabe realizar aquél lindo portal que realizó Zahil.

No terminaba de hablar cuando una jovencita se apareció ante ellos con ánimos de asistir de manera urgente a la padeciente. Realizó una leve inclinación a modo de agradecimiento a la jovencita y regresó los ojos al pastor.

@ @@Rory Despard @@Hades Ragnarok

Noooo era hija ilegal (? O adoptiva de Ada y Shelle jaja

Coffmalvada era en la Gryffindor t.tcofcof

Creo que hice terrible spam así que mejor lleno mis líneas xD

Por cierto hay que hacer grupito de wp y darle la bienvenida *.*

@@Gabriel W Diggory aaww aceptado como hijo y nada de portarse mal con mamá o tu abuelo te avadea (? Aunque siempre se puede hacer una excepción:perv:

Justo estoy de viaje y regreso en unos días ^^

@ a darle la bienvenida al nieto *.*

Con un leve gesto de su muñeca, la pelirroja retiró un mechón rebelde que había caído sobre sus ojos mientras escuchaba con atención las palabras del canciller. Echó un pequeño vistazo a su vuelapluma que ha ya se encontraba en movimiento rescatando cada palabra de Von Alexandros. En su cabeza unas cuantas preguntas ya se habían formulado a medida que el canciller hablaba y una mueca se torció en los labios de la bruja quien levantó una ceja ante la broma del mandatario. Sabía que la verdad saltaba a relucir a través del ludo vicio del chiste, sin embargo mantuvo su semblante despreocupado y ceremonioso para continuar con la entrevista.

Cuando el canciller terminó de dar su testimonio, la bruja se mordió, instintivamente, el labio de solo pensar en quienes mantendrían la postura del egipcio. Inspiró hondo y observó que la pequeña pluma se encontraba inmóvil en el aire, lista para anotar la siguiente pregunta.

–Verá– inició la bruja –Dice tener bajo su control el accionar de las políticas muggles de su país, sin embargo ¿Espera romper relaciones con países miembros del OTAN posibilitando la baja de su participación en esa organización? ¿También romperá lazos económicos de países como Egipto o posiblemente Inglaterra? ¿Ha contemplado las consecuencias del ultimátum que ha efectuado en el estrado? ¿Cómo piensa enfrentarse a ellas?

Paró de hablar, la pluma escribió sus palabras y se detuvo a la espera de una respuesta.

@@Kraven Von Alexandros

off: ya me perdí jaja

Ada había hecho un verdadero milagro con aquél decrépito castillo, el lugar digno de una boda mortífaga. La pelirroja estaba ansiosa por ver a sus compañeros un poco más relajados y dispersos. Después de todo se lo merecían. Tiempos oscuros se venían tras las nupcias y un pequeño halo de felicidad no venía mal.

Se separó de los brazos de la ministra y acomodó el escote de su vestido que se había destartalado por el movimiento.

–Iré a ver si la novia necesita ayuda– dí unos pasos y me detuve –puedes venir, o también puedes relajarte con un trago en el bar–.

Retomó la marcha, cruzó por el bar donde una ráfaga cargada de conversaciones se apoderó por unos segundos de sus oídos que no pudieron discernir ni una sola palabra de lo que hablaban sus distendidos y animados compañeros de bando. Subió las escaleras laterales del vestíbulo principal y encaró hacia la habitación de la Macnair.

Me mordí el labio mientras observaba la puerta de algarrobo cerrada, aquellas fiestas me ponían demasiado nerviosa, en especial las... novias. Sin embargo sabía que los nervios de la novia eran mayores a los míos y esperaba encontrarla un poco más ansiosa que al Ragnarok quién se había dedicado a beber en la tranquilidad de su habitación.

Golpeé la puerta y aguardé.

–Soy Shelle ¿puedo pasar?–.

@@Ada Camille Dumbledore
@

Eros Triviani

Estalló a carcajadas mientras observaba la sangre brotar del cuerpo del francotirador. Arrojó la colilla de cigarrillo al suelo y la aplastó con la punta del zapato. Tenía la daga ya envainada en su cinturón y la garganta le molestaba un poco, quizás una buena bebida calmara al mago. Pero la noche empezaba a volverse interesante cuando observó una gran calavera escupiendo por la abertura de su boca una enorme serpiente que se enroscaba en el cielo e iluminaba la oscuridad de la noche opacando el brillo insignificante de las estrellas.

—Usted habla de líderes nefastos— dijo contemplando la majestuosa serpiente —de la falta de unión—.

Una mueca se dibujó en sus labios y escondió ambas manos en los bolsillos.

—¿Sabe? Se dice que hay muchos magos que pertenecen a bandos muy curiosos, uno de ellos se caracteriza por eso que ahora mismo vemos en el cielo— sacó nuevamente la cajilla de plata y la abrió lentamente con una mano, empujando hacia arriba con su pulgar —¿A caso esa secta no tiene líderes? ¿A caso La Orden del Fénix no los tiene? —

Tomó un cigarro con la otra mano y guardó la caja, se dedicó a olisquear el agradable aroma a tabaco seco.

-He oído muchas cosas sobre estos bandos... y la palabra unión no siempre surge en una conversación- recordó el mandado que la cronista le había pedido que hiciera, no había piedad alguna en sus ojos, esa mujer podía matar a su mejor amigo si era provocada ¿Dónde estaba la unión allí? Sabía que pertenecía al bando de la serpiente, pues la había visto en el cuello de la pelirroja y dudaba que fuera un simple tatuaje, emanaba excesivo poder.

—Un placer, Serpens— notó cierta necesidad de reafirmar su nombre dos veces ¿Por qué sería?

@

El beso fue más pasional de lo que esperaba, el deseo corría por las venas de ambos provocando un palpitar desenfrenado en sus petreos corazones.

Él la traía hacia sí por su cadera, ella no soltaba su cuello y un beso volvió testigos a las muñecas de la unión de los inmortales que se entregaban a la pasión.

¿Seria culpable la sangre? La sed los volvía animales, seres que no podían controlar sus instintos y que siempre querían más. Pero no era solo la sangre lo que los convertía en bestias y Shelle lo sabía muy bien.

Por un instante se preguntó si lo correcto sería separarse de aquel mago y marcharse de inmediato. Pero como si se estuviera alimentando, no podía parar.

¿Donde estaba la respetada y pulcra periodista? Revolcándose en un suelo polvoriento rodeada de muñecas. Sería mejor que aquello no saliera en el titular de mañana.

-Lo sé- dijo pegada a su cuerpo, rodeó la cintura del vampiro con sus delgadas piernas, atrapandolo. Buscó la botella que había quedado apenas a su alcance, debió estirar el cuerpo y los brazos para llegar a ella, al tenerla en sus manos dio un trago largo y se la ofreció.

-O eres masoquista, o no le tienes miedo a la muerte- le dijo con una sonrisa traviesa -de cualquier modo eres muy imprudente por dejarte consumir así.

@

Shelle Gryffindor

Con cansinos pasos, un mago de avanzada edad se acercó al atril donde los mandatarios habían precedido, su voz pausada y tranquila anunciaba el receso de una hora, dando tiempo a la comunidad para beber algo y entablar conexiones. En cuanto el mago descendió del escenario una nota apareció frente a la pelirroja cuyos ojos brillaron al leer la respuesta del canciller.

-Con permiso- dijo con cordialidad a @@Anthony Ryvak Draconi y haciendo una leve reverencia a la reina @ -Los veo luego.

Suavemente se levantó de su asiento acomodando su vestido y caminó con pequeños y suaves pasos hacia la puerta de acceso a la sala de conferencias, pasando por el lugar donde se encontraba @ a quien saludó con un ademán y aligeró sus pasos hacia la sala de descanso donde el señor Von Alexandros se encontraba.

Cargaba sobre su hombro una cartera cargada de papeles y su fiel compañera: la vuelapluma. La bruja encontró al canciller sentado en una de las mesas de la cafetería y se acercó a él con delicadeza.

-Buenos días, Canciller- dijo con elegante porte y su fría mirada sobre los avellanos ojos del canciller -Si no es molestia...

Se dispuso a tomar asiento frente al mago oscuro, el semblante de la bruja se había ensombrecido tras escuchar lo que los mandatarios tenían para decir, y aún faltaba la palabra de la actual ministra de Inglaterra @@Sagitas Potter Blue, pero esperaba tener al menos una copa en su estómago antes de escuchar las barbaridades que diría aquella mujer.

Intentó dedicarle una sonrisa tranquilizadora al canciller mientras sacaba su anotador y lo apoyaba sobre la mesa al tiempo que la vuelapluma salía disparada de su cartera para apoyar el plumín sobre la hoja.

-Le agradezco por aceptar mi invitación- cruzó lentamente las piernas hacia un costado de la silla -Esperaba verlo irritado después de escuchar al mandatario de los países africanos.

El mago se había dispuesto a tomar la sangre de sus venas, la confundida bruja comprendió que el vampiro no buscaba desarmarla. La observaba con una mirada que pocas veces había experimentado y aquellos serenos ojos devolvieron la calma al corazón de la bruja quien se dejó acariciar los cabellos mientras disfrutaba de la extraña sensación de ser consumida por los colmillos de aquel ser.

Las lágrimas fueron desapareciendo hasta que el mago paró de beber y se dispuso a secarlas con sus dedos. Intuitivamente, sin pensar, apoyó su mano en la gélida mano del vampiro provocando que este acariciara su mejilla. Escuchó sus palabras y una sonrisa se dibujó en los labios de Shelle.

-No lloraré- dijo, se sentía extraña, no era común en ella mostrar así sus debilidades -Pero te devolveré lo que me has dado.

Posó sus manos al rededor del cuello de Albus, por debajo de su largo cabello, y con ternura acercó los labios para dar un tierno beso sobre los suyos. Sintió cómo se incineraba su pecho ante el tacto de sus labios y por un segundo se percató del temblor de sus manos, temblor que quiso controlar, sin lograrlo, apretando aún más el cuello del mago.

Su cabeza era un bullicio de pensamientos, no estaba segura de lo que hacía ¿a caso la cordura se había quedado afuera de Voodoo Dolls? Un mar de sinrazones envolvía a los brujos y ella no hacía más que nadar rodeada de naufragios de emociones.

@

Podía sentir como un fuego abrasaba con cada milímetro de su cuerpo, incinerándola por dentro, destruyendo lentamente lo poco que le quedaba de vitalidad, sintió cómo sus azuladas orbes ardían tomando un tono más rojizo al rededor, y un punzante dolor de cabeza la apuñaló como una estaca en la cien. Sus manos temblorosas se acercaron al mago a quien apenas podía oír gracias al bullicioso caos en sus pensamientos ¿Cómo pudo haber permitido que Ada se hiciera daño de aquella manera? Maldita sea aquel lobo cuya ponzoña aún corría por sus debilitadas venas.

-Lo...siento- dijo con apenas un hilo de voz, clavando sus uñas en el hombro del muchacho para atraerlo hacia ella- solo un poco...

Lo tomó entre sus manos con una fuerza sobrehumana y clavó sus colmillos en el cuello de @@Gabriel W Diggory. No deseaba arrebatarle la vida, pero no estaba segura de si podría tener control alguno de sus movimientos. Los hilos de sangre empezaron a caer por el contorno de sus labios cayendo sobre la pulcra camisa de la víctima.

Podía sentir el perfume del joven, a naranja amarga mezclada con nuez, cada sangre era un mundo como los vinos que tanto se dedicaba a degustar. Lo acercó más hacia su cuerpo y acarició el cabello del muchacho para que este se relajara mientras ella le arrebataba la sangre de sus venas. Finalmente pudo controlarse y despegó lentamente los colmillos de su cuello.

-No temas- dijo con el mago aún entre sus brazos y dedicándole una suplicante mirada a quien había sido su víctima -me has salvado la vida y te lo agradezco.

Las vestiduras se habían teñido de escarlata y el ambiente se había cubierto con el aroma de la sangre de ambos magos.

Por un momento el silencio reinó en la sala, interrumpido por el crepitar de las velas de los candelabros que iluminaban las paredes de madera.

La noche había caído como un manto sobre la ciudad y se escuchaba el rechinar del pequeño letrero de metal sujetado por cadenas con el nombre de la tienda. La bruja casi percibió el ulular de una lechuza que debió posarse en un pequeño hueco que había sobre en la pared junto al cartel. Podía escuchar cómo el viento provocaba silbidos que anunciaban una posible tormenta.

Y entre aquel concierto que de pronto llenó las paredes de la sala, la bruja sintió un abrazo que le arrancó lo poco que le quedaba de alma.

-No lloro por tu sangre- dijo con un hilo de voz y apoyó la cabeza en su pecho -hay algo en ti... algo que frena mi accionar, y ante la incertidumbre no puedo más que llorar.

Podía sentir que el mago estaba débil

débil, había perdido demasiada sangre y la periodista no pudo más que acercar la muñeca a sus labios.

-Bebe- dijo con tranquilidad -Ya no te haré daño.

@

RESUMEN

@

Hay 4 hilos de rol ocurriendo al mismo tiempo en la ciudad de Londres


1ero:

2do:

3ro

4to

Escuché con calma sus palabras, mientras veía las olas romper contra la orilla y el sonido arremeter contra sus oídos, hubiera deseado que Danny pudiera escuchar aquellos sonidos que el mar nos regalaba, una gaviota cruzó el cielo y nos regaló su canto acallado por las nubes.

Mientras escuchaba, saqué el laúd que tenía colgando en mi espada, aquél fiel compañero, y cuando terminó de hablar le dediqué una suave melodía a los amigos . Canté alto para que Danny pudiera escucharme, aunque algunas notas se me fueron por mis deseos de llorar. Al terminar devolví el instrumento a mi espalda y abracé a mi amigo que se quebraba.

-Te quiero, amigo- dije con las lágrimas cayendo por mi mejilla, me partía el corazón verlo así pero sabía que era necesario, sabía que tenía que soltar todo lo que sentía o guardaría ese dolor en su pecho para siempre.

-¿Quieres que nos quedemos un rato aquí, mirando la espuma y deleitándonos con las sensaciones que la isla nos ofrece?- dibujé una sonrisa en los labios.

@@Danny Lestrange

Por un instante estuvo poseída, aquel sabor recorrió su cuerpo y encendió su espíritu como pocas veces lo había hecho. Podría arrancarle su alma, consumirlo por completo, pero algo hizo que la bruja se detuviera, una pizca de piedad ante un hombre que se entregaba ciegamente a la muerte.

Con total dificultad, separó sus colmillos del gélido cuello del mago y se mantuvo allí, observándolo a los ojos con extrañeza, buscando alguna razón ¿Acaso deseaba morir? Entre cerró los ojos y finalmente apoyó su frente contra la del mago, sintiendo sus cabellos en la frente aplastarse y una pizca de calor al contacto de ambas frías pieles.

-¿Por qué no me detienes?- dijo apretando los ojos y tratando de controlarse. Demasiado impulsiva, demasiado. Estaba saliéndose de sus reglas ¿No podía matarlo y ya? Arrojaría el cuerpo al Támesis y dejaría que la corriente se lo lleve, como tantas veces había hecho con los cuerpos de sus víctimas, víctimas que lucharon hasta el último segundo por su vida, pero él...

-Dime porqué- repitió con un hilo de voz, y sin saber porqué algunas lágrimas empezaron a brotar de sus ojos mojando los afilados pómulos del mago.

@

Shelle y @@Danny Lestrange

Los rayos de luz resplandecían en lo alto, iluminado en verde follaje de la isla de la gran Te Fiti. Había sido un viaje largo, difícil. Los años habían pasado y en aquél sitio un recuerdo esperaba. Tomé la mano de mi amigo mientras la brisa nos despeinaba a ambos y caminábamos sobre los largos cabellos de la diosa, de suave y fino pastizal hasta llegar a un pequeño muro de flores.

-Ten cuidado con las espinas- dije a mi amigo mientras lo cogía entre mis brazos para que no se lastime y atravesábamos juntos por las rosadas y alucinantes flores que formaban la corona de Te Fiti.

Al tomar a mi amigo entre mis brazos pude sentir los latidos de su corazón en la palma de mi mano, estaban acelerados, temblaba y provocaba que yo también tiemble contagiada por su angustia.

-Estoy contigo- susurré a su oído mientras me separaba de él al atravesar las flores, pero nuestras manos se mantenían unidas, dándose fuerza.

Finalmente llegamos al punto más alto de la isla, el mar se abría ante nuestros ojos y se visualizaba a lo lejos esa fina línea que une agua y cielo. Las olas marchaban con total lentitud y la espuma de mar danzaba en la orilla, no todo era tristeza, también había una sensación de alegría, de encuentro.

Sabía que su amigo estaba allí para despedirse de una persona que fue importante en su vida y sabía que aquella espuma que bailaba ante su presencia era también el recuerdo que habían ido a buscar. Una lágrima escapó de mis ojos, sostuve con mayor fuerza su mano.

-Mira aquella espuma de mar- dije señalando las danzarinas aguas -¿No sientes su presencia? Ha venido a saludarte, a darte las gracias por estar aquí, diciendo adiós.

Un suave aire nos envolvía y se llevaba lejos nuestras lágrimas, había dulce aroma a flores, a la humedad de la hierba, a mar.

Título de la canción: Hijo de la luna

Nombre del cantante/grupo: La cantan muchos artistas muy buenos.

Genero musical: se canta en varios estilos como pop, rock o metal.

A quién la dedicas: para quien la aprecie.

Dedicatoria: no es una letra que dedicaría a alguien en particular. Pero traten de escucharla con algún artista que les guste y que la cante así la disfrutan ^^ es de mis canciones favoritas. Me encanta la versión de Saratoga

Tonto el que no entienda

Cuenta una leyenda

Que una hembra gitana

Conjuró a la luna hasta el amanecer

Llorando pedía

Al llegar el día

Desposar un calé

"Tendrás a tu hombre, piel morena"

Desde el cielo habló la luna llena

"Pero a cambio quiero

El hijo primero

Que le engendres a él

Que quien su hijo inmola

Para no estar sola

Poco le iba a querer"

Luna quieres ser madre

Y no encuentras querer

Que te haga mujer

Dime, luna de plata

¿Qué pretendes hacer con un niño de piel?

Ah-ah-ah-ah, ah-ah-ah-ah

Hijo de la luna

De padre canela nació un niño

Blanco como el lomo de un armiño

Con los ojos grises en vez de aceituna

Niño albino de luna

"Maldita su estampa, este hijo es de un payo

Y yo no me lo cayo"

Luna quieres ser madre

Y no encuentras querer que te haga mujer

Dime, luna de plata

¿Qué pretendes hacer con un niño de piel?

Ah-ah-ah-ah, ah-ah-ah-ah

Hijo de la luna

Gitano al creerse deshonrado

Se fue a su mujer, cuchillo en mano

"¿De quién es el hijo? Me has engañao' fijo"

Y de muerte la hirió

Luego se hizo al monte con el niño en brazos

Y allí le abandonó

Luna quieres ser madre

Y no encuentras querer que te haga mujer

Dime, luna de plata

¿Qué pretendes hacer con un niño de piel?

Ah-ah-ah-ah, ah-ah-ah-ah

Hijo de la luna

Y las noches que haya luna llena

Será porque el niño esté de buenas

Y si el niño llora

Menguará la luna para hacerle una cuna

Y si el niño llora

Menguará la luna para hacerle una cuna

La locura había gobernado en el alma de aquellas brujas. Una de ellas sedienta y la otra con la sangre escapando de sus venas. Algo debía hacer, podía ver como su amada padecía

padecía y su piel se volvía cada vez más Blanca.

La pelirroja buscó en la liga bajo su vestido, la varita que llevaba escondida, la tomó entre sus temblorosos dedos y murmuró:

-Episkey- un halo de luz verde iluminó la delicada muñeca de la muchacha y cerró la herida.

Sin embargo había perdido bastante sangre por lo que la acomodó suavemente entre las sábanas y besó su frente con ternura.

-Ire a buscar un suero que te reanime, princesa- susurró y salió de la habitación.

En la puerta vio a @Taison_Greyback... ¿Espiando?

Pasó a su lado y solo se detuvo para mencionar:

-Ella necesita ayuda, suero y quizás una transfusión de sangre- sentía como el pecho se le retorcía al pensar que ella estaba así por su culpa.

Continuó por el pasillo hasta cruzarse con @@Gabriel W Diggory, el caballero que le habían presentado en la fiesta.

-Si planeas ir con tu amiga, será mejor que la dejes descansar- dijo con la garganta ardiendole tanto que debió llevar una mano a su cuello, necesitaba beber o la sangre de aquel lobo iba a destruirla por completo.

@@Ada Camille Dumbledore

Título de la canción: Shy

Nombre del cantante/grupo: Sonata Artica

Genero musical: folk metal creo

A quién la dedicas: a esos amores que se vuelven obsesión :0

https://youtu.be/JxZcFArCeKs