Misión A oscuras... todavía

[Sophie Elizabeth Granger]

Despidió a sus perros de sombra mientras escuchaba lo que decía su compañera sobre Violeta. Esa extraño parecido a sus poderes que tenia la joven bruja pero sin control alguno sobre ellos. Esa oscuridad que ella misma había sentido el poco tiempo que estuvo en su cuerpo, tan parecida a la propia. El hecho de saber donde estaba una de las principales bases del Inquisidor y que por cierta coincidencia era uno de los emplazamientos que mas buscaba la fortaleza errante. Dejo que la Potter invocara al príncipe demonio para después decirle lo que la había tenido tan distraída

 

- No se que tanto sepas del Inquisidor mas allá de que pretende robarnos la magia. Una misión de la Orden para rescatar a cerca de 2000 bebes, nos llevo a conseguir una pista sobre el. Su base principal esta en Alaska, justo el lugar preferido de la nuestra Fortaleza y donde mas tiempo permanece. Ademas, la mision que nos trajo de inicio aca nos llevo a descubrir que la niebla que secuestraba a los habitantes de este pueblo era magia oscura muy poderosa. No puedo dejar de pensar que el famoso y desquiciado Inquisidor fue uno de los nuestros, alguien que en algún momento perteneció a los Oscuros - le contó a su compañera mientras esperaban a Seere.

 

Mientras tanto la bruja decidió que era momento de invocar ella misma algo, no tan poderoso como un demonio pero igual de malvado, aunque mas controlable. Se levanto y dibujo con su varita un pentagrama en el suelo, después, imito a su compañera y con un puñal de plata, corto su mano pero en vez de dibujar en en la misma, dejo caer un poco en el centro mientras hacia su convocatoria de espíritus.

 

- escucha mi llamado alma en pena, te ordeno que vengas a mi, hazte presente ahora . Apenas había terminado cuando un hombre con bata, llena de sangre y sin la mitad de la cara apareció en el centro del dibujo e intento atacarla. La rubia no se movió ni un centímetro mientras se reía de los vanos intentos del fantasma por alcanzarla.

 

- que quieres bruja, por que molestas mi descanso - dijo cruzado de brazos al ver que no podía alcanzar a su victima

 

-descanso? no estarías aquí si estuvieses en paz, basura. Necesito que me des un poco de información. Seguro aun recuerdas lo que hacías en el faro y seguro aun recuerdas a una chica llamada Violeta. - dijo mientras caminaba por el perímetro del pentagrama. - No lo se bruja, mi memoria es mala desde que morí, que puedes hacer para refrescarme la memoria.

 

- que te parece no dejarte sellado para siempre en ese lindo dibujo abajo de ti - dijo levantando la mano como si fuese a hacer algun hechizo para dejarlo atrapado. Aquello fue suficiente para que el espíritu se rindiera y hablara como cotorro. Una vez que obtuvo la información dejo que se fuera.

 

Definitivamente trabajaba para el Inquisidor cuando  lo habían matado unos días atrás, en el desastre del faro, aunque nunca lo había visto en persona. Su trabajo era encontrar magos entre la población de aquel pequeño pueblo, de preferencia jóvenes. Pero también debían encontrar muggles con cierta característica en su sangre, una que los hacia buenos receptores para lo que sea que hicieran para separar la magia de los magos. Era una condición poco común donde la sangre no presentaba factor RH pero esta condición extrañamente si era común en Ravenrock. 

 

Sabía que el hospital a donde los mandaban estaba en algún lugar al sudoeste de Inglaterra pero no sabia donde, nunca les contaban todo, por seguridad de la organización. Había escuchado rumores sobre como experimentaban con los sujetos que ellos mandaban, al parecer habían fabricado una maquina que podía extraer magia de un sujeto pero no era muy agradable y aun no encontraban como transferirla a otro sujeto. La mayoría acaba loco o muerto. Fuera de eso no sabia mas.

 

- Están tratando a esa chica con pinzas, vamos a permanecer aquí para siempre - dijo mientras se levantaba de la banca y entraba a la casa a toda prisa. - Lo siento Violeta. Escendia - dijo mientras desaparecia y tomaba control de la chica. No podían preguntarle nada ni molestarla porque sus poderes se descontrolaban, pero si ella podía permanecer el tiempo suficiente en control, podía retener sus explosiones de energía negativa y podian preguntar o hurgar lo que quisieran sin miedo a salir despedidos.

 

- vas a recordar lo mas que puedas pero no vas a sentir nada, sera como ver una pelicula - ordenó a la mente de la chica, que se quedó tranquila y asintió con la cabeza - hagan lo que tengan que hacer - dijo a través de los labios de la chica

[Ellie Moody]

—Espera, Madeleine.

 

Pone los ojos en blanco, pero se detiene y asoma la mirada por encima del hombro. Frunce ligeramente el ceño al observar a Graves hacer desaparecer lo que parece ser un trozo de pergamino doblado, pero no dice nada al respecto. Madeleine está notablemente impaciente; necesita buscar a los miembros de la Orden Oscura y compartir su hallazgo, necesita hacer algo más que esperar. Más le vale al paladín tener algo bueno que decir; la experiencia que vivió hace apenas unos minutos con Violeta la tiene con las emociones a flor de piel y no cree que pueda tolerar cualquier asunto banal.

 

—No hablas como un paladín —replica Madeleine, cruzando los brazos sobre el pecho. A pesar de que no conoce los secretos de la Orden de la Mano de Plata, es de conocimiento común el arquetipo de paladín: puros, correctos, idealistas. No es que conozca profundamente a Graves, pero no está segura de cómo lo que le acaba de decir encaja allí. Está la posibilidad de que se permita hablar con un poco más de franqueza, pues no hay más paladines en aquella ocasión. Es eso lo que le hace pensar que quizás no debería confiar en él, pero, por otro lado, no es que tenga una opción. Ella no elige a sus compañeros de bando, así que debe aguantárselos de la mejor manera y trabajar como pueda con ellos—. Ese nombre no se me hace familiar. ¿Bruja o muggle?

 

Puede parecer una pregunta tonta, pero teniendo en cuenta las cosas que están ocurriendo se trata de un cuestionamiento totalmente válido. Es cierto que la niebla era mágica, pero también habían muggles involucrados: el cuerpo militar que había invadido Ravenrock, que aparentemente vigilaban a sus habitantes, e incluso los propios muggles desaparecidos. Eso no significa que sea una lucha de magos contra muggles, sino más bien de personas inocentes contra personas que no lo son tanto.

 

—Hice que Violeta recordara un poco —musita luego de unos momentos—. Sentí lo que ella sintió. La mantuvieron recluída, probablemente obligándola a reprimir su magia, y después fue sometida a un procedimiento donde rompieron el vínculo que la unía a su varita mágica. Sin su varita mágica para canalizar la magia de la forma en que ella lo aprendió, por no mencionar el asunto de la reclusión y represión, esta mutó en algo diferente. Se convirtió en una fuerza completamente destructiva, implacable, caótica, y lo afirmo con seguridad porque conozco muy bien ese tipo de magia. No entiendo por qué o para qué, pero eso fue lo que le sucedió. Y, sí, creo que tienes razón: crearon en su interior similar a un obscurus, pero no creo que encaje perfectamente en esa descripción. Quizás alguien más pueda obtener más piezas de este rompecabezas y seamos capaces de darle forma lo más pronto posible, no podemos olvidar a los demás desaparecidos.

 

»Pero definitivamente, lo que le hicieron, no tiene nombre. Es un tabú.

 

Mientras hablan, dentro de la habitación de Violeta las sacerdotisas permanecen con la muchacha. Madeleine escucha sus voces amortiguadas, pero no distingue lo que dicen. Nuevamente, tiene pensado ir a buscar a los demás cuando, como si le hubieran leído la mente, aparece Granger; sin embargo, la mujer camina muy concentrada hasta la habitación de la muchacha e irrumpe en ella.

 

—Creo que deberíamos ir a ver qué sucede —le dice a Graves.

 

Entra justo a tiempo para escuchar a una de las sacerdotisas ofrecerle una varita mágica. Madeleine sacude levemente la cabeza, pero comprende que ella tiene otra perspectiva. Todos tienen información diferente. Graves se hizo con la identidad de una de las doctoras, ella logró entender parte del procedimiento al que fue sometida Violeta, aunque todavía falta averiguar qué encontraron las sacerdotisas; deben unir aquellas piezas, para poder actuar.

 

—Una varita mágica no le es necesaria a estas alturas —repone Madeleine, quien ha tenido suficiente tiempo para reflexionar acerca de la condición de la muchacha. No quiere decirlo en voz alta, pero no se trata de que la hayan separado sólo de su varita, sino que eliminaron su capacidad de canalizar su magia mediante una—. Existen otras formas de canalizar la energía, incluso una tan caótica. Lo que Violeta necesita, es volver a poner en orden sus emociones y, quizás, un profesor de Uagadou.

 

Madeleine no cree poder ayudarla con ninguna de las dos cosas, pero si hay algo que puede aportarle es dejar de temer sus poderes y entender que no la dominan, sino que ella puede dominarlos. Por más terribles que puedan llegar a ser, no es un camino imposible... aunque tampoco es fácil. Sin embargo, no parece tener la oportunidad de abordar ese tema debido a que Granger pierde la paciencia. No le sorprende, conoce el carácter de la bruja pero no puede evitar volver a sentirse culpable por usar de esa forma a Violeta.

 

Como en un principio, siente aquella amenaza latente en el aire, cuando la bruja posee a Violeta de una forma que Madeleine reconoce perfectamente. Sin embargo, luego de un momento el ambiente se calma. ¿De alguna forma, la Magia de la Oscuridad se lleva bien con la suerte de obscurus —por darle algún nombre— que mora en su interior? Es una posibilidad peligrosa, pero quizás útil.

 

—Creo que Granger es capaz de controlar la magia de Violeta —dice, aunque quizás eso sea evidente viendo lo que está ocurriendo. Eso sólo reafirma su seguridad de que Violeta podría hacerlo por sí misma, en algún momento—. Naturalmente, por supuesto...

 

Vuelve la mirada hacia sus compañeros, esperando que hagan alguna pregunta. Ella, por los momentos, no cree que haya algo más que necesite saber.

Editado 15 de Julio del 2020 por Ellie Moody

[Sagitas E. Potter Blue]

La interrupción de nuestra tranquila y relajada conversación con Violeta me hizo enarcar una ceja al mirar hacia la puerta. Entraban varios compañeros y solté un "¡Vaya...!" cuanto uno comentó que la varita no era necesaria.

 

-- ¿Tú crees? -- comenté, de forma insolente. Al instante noté que nuestra paciente se ponía tensa y sentí un ruido del Elemental de Piedra, que me alertaba, nos alertaba a todos. Sonreí de forma automática y murmuré un Aigné con la que dirigí una sensación de sosiego hacia el aura de la muchacha.

 

Si no fue mi hechizo, tal vez fuera el conjunto con los que seguro cada uno de los presentes intentábamos ayudar a la aún chiquilla que había sufrido tanto en tan poco tiempo. Lo importante es que se calmaba, que era lo que ella necesitaba.

 

-- Si te apetece una varita, sólo tienes que decírmelo. Tendrás que volver a aprender a canalizar la magia porque tú sabes hacerlo, aunque "algo" te lo esté impidiendo. Sólo es un paso, como aquel que se rompe una pierna y tras no usarla unos días, tiene que apoyarse en muletas para volver a caminar. -- ¿Entendería el símil? Era una hechicera sin control, tal vez aquella referencia muggle le fuera desconocida si antes era capaz de usar los Episkey sin más. -- Puedes con ello y nosotros, todos nosotros -- y el movimiento con la mano incluí a las sacerdotisas y al resto de compañeros presentes, -- estamos aquí para ayudarte a superarlo, para recuperar la normalidad.

 

Me levanté y dejé libre mi asiento, por si alguien más quería acercarse.

 

-- Hay mucha gente y necesitas descanso. Esperaré fuera.

 

Ello iba dirigido para la muchacha pero también para mis compañeros de la Orden. Violeta estaba cansada y necesitaba reponer fuerzas y nosotros nos empecinábamos en molestarla, como si tuviéramos derecho a hacerlo, como si tuviéramos una causa justificada, sin disculparnos por ello. Suspiré al quedar al lado de la señorita Moody y le miré a los ojos.

 

-- Estuvo recluida en Cornualles. Creo que podríamos dejarla en paz un rato para que se recupere.

 

Después salí a respirar el aire del mar. Es increíble lo que iba a echar de menos el vaivén de las olas y el olor a sal cuando volviéramos a casa.

Editado 17 de Julio del 2020 por Sagitas Potter Blue

[Valky]

En algún lugar de Cornualles.

—…De nada sirven las escusas. —Dijo una mujer de cabello entrecano. Su rostro estaba sereno a pesar de que estaba furiosa por la falla de seguridad que había tenido el laboratorio. Uno de los empleados le entregó una carpeta con la información del sujeto de prueba que increíblemente había logrado escapar.

Los nudillos de las manos de la mujer se hicieron blancos de lo fuerte que estaba sujetando la carpeta, ¿se podría tener tanta mala suerte? > pensó la bruja cuando leyó el nombre del lugar del cual era oriunda la paciente que había escapado y al que seguramente regreso. Ahora con mayor razón tenía que traerla de regreso o acabar con ella. Las pruebas y muestras, según el inventario, no habían sufrido daño, aquello era lo único que a la mujer le importaba.

—No quiero cabos sueltos. —Dijo finalmente en dirección a un hombre vestido con un uniforme militar de color negro.

— El chip implantado nos ha dado la ubicación exacta, solo estamos esperando a que usted de la orden —informó y eso pareció enfurecer aún más a la mujer.

—est****os, cada minuto que pasa fuera de las instalaciones pone en riesgo todo por lo que hemos estado trabajando… Arreglen este maldito problema ¡YA! — por primera vez había levantado la voz.

Efectivamente, el paciente 13 aún permanecía en Ravenrock. Pronto un grupo de elite bastante numeroso conformado no solamente por magos se puso en marcha, el objetivo principal era el de recuperar el espécimen, pero si las cosas se llegaban a complicar las ordenes eran disparar a matar.

En Ravenrock

Kaori prefirió mantenerse al margen en el interrogatorio, eran muchas personas, todas queriendo respuestas de lo que estaba sucediendo, todas atormentando a Violeta con preguntas que la hacían revivir situaciones que, sin duda, habían sido traumáticas. Por un momento se descubrió pensando que quizá haberse convertido en madre la estaba afectando, pero pronto se dio cuenta de que en realidad no quería intervenir, sus métodos quizá podrían ser demasiado bruscos para la joven.

Tenía una taza con café en sus manos, se dirigió hacia la habitación en donde Violeta había descansado, al menos, por un par de horas. ‹‹Bueno quizá estaba equivocada›› pensó al ver como la Granger se las había ingeniado para poseer el cuerpo de la joven y doblegarla por completo, para que les contara absolutamente todo lo que le habían hecho las personas que la habían mantenido cautiva.

Un par de preguntas rondaron por su mente más no pudo formularlas, pues en ese preciso instante un gran estruendo en la planta baja, seguido por otros más distribuidos por toda la casa los tomaron por sorpresa. Todo sucedía demasiado rápido, en el grupo que los estaba atacando no solo había magos lanzando hechizos a diestra y siniestra, tan solo con el objetivo de causar distracción, sino también muggles, que empezaron a dispararles.

El polvo y el humo de unas granadas que habían lanzado por todas partes limitó considerablemente la visibilidad de los presentes. Kaori optó por agacharse y mientras lo hacía su mirada se posó en la joven que presa del hechizo de Zahil, no había tenido la capacidad de reaccionar a lo que estaba sucediendo a su alrededor. ‹‹Violeta… vienen por Violeta›› murmuro tosiendo a causa del humo. Sacó su varita, conjurando rápidamente un Detritus para cubrirla, más su esfuerzo fue en vano, una mancha roja se extendía por el pecho de la joven, el disparo le había impactado a la altura del corazón, no habría forma de salvarla.

—Objetivo realizado… todos de vuelta a la base — alcanzó a escuchar, por un instante estuvo tentada a congelarlos a todos, de atraparlos, de acabar con ellos. Pero esas personas tan solo eran piezas de un enorme mecanismo que se había puesto en funcionamiento desde hace mucho tiempo y que cada vez se iba perfeccionando, tenían que acabar con el problema de raíz.

Conteniendo sus ganas de vengar a Violeta, convocó unas pequeñas criaturas de sombras, eran unas serpientes diminutas, que, siguiendo con sus órdenes, un par de ellas, consiguieron camuflarse en el equipo que los había atacado, los estaba dejando marchar, sí, pero solo así conseguirían la ubicación exacta del lugar en el que estaban realizando experimentos, usando a personas inocentes como si se tratara de ratas de laboratorio.

[Ellie Moody]

 

Pasan unos breves e incómodos momentos, y nadie parece atreverse a dirigirle la palabra a Violeta. Madeleine desearía ponerle fin a todo aquello, sólo porque el sentimiento de culpa comienza a ser excesivo. Recuerda cuando era más joven, más inocente, y encontraba detestable la postura que ella misma está tomando ahora; recuerda que le indignaba la crueldad innecesaria, la deshumanización de las personas por verlas como instrumentos para un fin, la manipulación y el engaño. Pero, sin embargo, ahí está. Sin embargo, parte de ella sabe que debe ser una niña grande y aguantárselo, pues aunque no lo parezca están en una batalla contra un enemigo invisible y no saben cuánto tiempo tienen a su favor. Necesitan que ella, la única pista que han logrado conseguir en las últimas semanas de letargo, los conduzca a los demás. Y es una terrible responsabilidad que colocar sobre ella, pero...

 

«Habías prometido que tú los encontrarías, no ella. ¿Qué más quieres de ella? ¿Qué más le quieres sacar?». Aprieta con fuerza la esfera de hielo que contiene las lágrimas plateadas.

 

Se sobresalta ligeramente al escuchar que alguien habla junto a ella, se había ensimismado por unos pocos instantes.

 

—Ahora mismo estamos en la península de Cornualles —responde Madeleine por lo bajo, intentando imaginar un mapa en su cabeza. Ravenrock está en Cornualles, muy cerca del Canal de la Mancha—. Así que no la llevaron muy lejos, quizás por eso su Aparición fue exitosa.

 

Pero ¿en qué lugar del condado la tendrían? ¿En alguna localidad cercana a Ranverock o quizás en el centro administrativo de Cornualles? No cree que aquello sea algo de lo que Violeta les pueda dar muchos detalles, pero está el nombre de la doctora que Graves averiguó. Acortar la búsqueda a Cornualles podría hacer que encontrar a la doctora Marie Tenenbaum fuese mucho más rápido. Y en caso de tener más de una coincidencia, la información que ella (y posiblemente alguien más del grupo) había descubierto sobre el procedimiento, podía ayudar a identificar a la persona y quizás a la organización detrás de aquella pesadilla.

 

Madeleine abre la boca para explicarles su razonamiento a sus compañeros, pero las palabras se ahogan en su garganta cuando escucha un estruendo provenir debajo de ellos. La casa parece estremecerse y todo sucede demasiado rápido. Siente los cristales helados acumularse en sus manos, preparados para salir hacia donde ella los dirija pero se da cuenta de que no puede ver nada y el polvo colapsa sus pulmones. Comienza a toser e intenta ver algo a través de las lágrimas con los que sus ojos intentan limpiarse a sí mismos, pero se siente confundida. ¿Es eso polvo peruano de oscuridad instantánea o son simplemente los escombros de la casa? Quisiera congelar toda la escena, apartarlos a todos, pero usar sus poderes sin el menor sentido de la orientación es un peligro para los demás y para sí misma.

 

Cree escuchar la voz de Kaori, diciendo algo entre un ataque de tos pero no distingue las palabras. Sin embargo, se da cuenta de que no necesita comprenderla cuando escucha un sonido seco. Y, entonces, comienza a oler a sangre...

 

«¿Qué es lo que acaba de pasar?».

 

Es una pregunta tonta, pues lo sabe muy bien. Comprende perfectamente qué es lo que ha sucedido.

[Sophie Elizabeth Granger]

No logro gran cosa entrando en ella más que ver en primera fila lo que los demás le habían preguntado y ella había narrado. Quería sentirse mal por la chica pero en realidad sus sentimientos hacia mucho que se estaban adormeciendo. De pronto mientras veía más de cerca la sustancia que le habían suministrado a Violeta comenzó a escuchar muchos ruidos. Los estaban atacando y lo mejor era salir de la posesión para intentar detenerlos. Apenas se materializó y se encontró en una nube de humo y por un lado de ella, apenas librando su cara, logro ver de reojo una bala. Para cuando pudo reaccionar la joven y descontrolada bruja ya había terminado de caer en un charco de su propia sangre sobre la cama donde estaba descansando.

 

Miro la cara de la chica, que aún tenía los ojos abiertos y una expresión de sorpresa en la cara. Por lo menos no sintió dolor, pensó. Se acercó a ella y cerró sus ojos que se le figuraban acusadores, como reclamando las promesas de los otros de cuidarla. Hizo un gesto de disgusto, aún tenían mucho que preguntar pero ahi ya no habría respuestas, a menos que la trajeran como un alma en pena, pero hasta a ella se le hacía grotesco, con su muerte tan reciente. De un momento a otro la familia de la chica iba a entrar y no iba a ser ella la que explicara lo que paso, para eso estaban los demas, asi era, iba a huir como una cobarde. Lo mejor era esperar afuera, no le gustaba lidiar con los humanos.

 

- mataron a la chica - le dijo a Darla mientras se sentaba junto a ella y cerraba los ojos con cansancio. Se apretó las sienes y se pregunto porque aquel escuadrón asesino no había aprovechado una sala llena de magos para intentar llevarse a alguien más. Ademas algo le daba vueltas la cabeza, cuando estuvo dentro de ella por segunda vez, lo volvió a sentir, solo que esta vez más fuerte.

 

- hay...había rastros de magia oscura dentro de ella - dijo haciendo una pequeña pausa - como la que se siente cuando estas cerca de la fortaleza errante. Maldita sea, casi puedo asegurar que ese sociópata fue uno de los nuestros.

[Juliens]

—Hablas como la gente que nos llevó a la decadencia

 

Hobbamock no tiene intención de insultar a la bruja, espera que ella lo entienda. Durante la historia de las guerras pocas personas lo han entendido: el fin si justifica los medios. Dicho así suena frío e impropio. Pero aveces las verdades lo son. Lo sabía Dumbledore, lo sabía Sirius Black e incluso lo sabía Molly Weasley cuando no dudó ni por un segundo lanzar una maldición imperdonable que le arrancó la vida a Bellatrix. Están en una guerra que se ha salido de control en gran medida por gente tibia que duda cuando tiene que ensuciarse las manos. Él no tiene dudas, él tiene remordimientos. Tiene el peso de las decisiones que ha tomado y de las cosas horribles que ha tenido que hacer.

 

—No estoy seguro, pero creo que es una bruja

 

La charla no continúa por mucho tiempo pues deben regresar al lugar en dónde está Violeta. Por un momento se limita a escuchar pues no hay muchos que hacer. Y aunque ha evitado decir las palabras en alto llega el momento de decirlo. Todos deben saber a que se están enfrentando. Si alguno sospecha debe ver que no es el único en sospechar.

 

—No necesita una varita porque no podrá usarla. Los Obscurial son solamente los instrumentos de la oscuridad que vive en su interior. Hay momentos en que la chica controla al obscurus y puede estar consiente. Pero no será así por mucho tiempo. Llegará un momento en que el obscurus se saldrá de control e intentará matarnos a todos.

 

Hobb está tan acostumbrado al descontrol que lo que sucede no le sorprende. Fueron descuidados por la fuerza de la costumbre. Los ataques con misiles no les enseñó absolutamente nada: los nomaj tienen armas y herramientas que escapan de su entendimiento. Alguna de esas herramientas guió al pequeño ejército hacia ese lugar.

 

No actúa a tiempo, la chica muere por un proyectil que impacta en su corazón.

[Sagitas E. Potter Blue]

A oscuras... Todo se había quedado a oscuras...

 

Alguien gritaba, un chillido rabioso que se escapaba como un chirrido entre los dientes cerrados, alguien pedía ayuda... Intenté mantenerme firme pero me costaba mucho respirar. Algo me impedía hacerlo. Hasta que me di cuenta que era yo quien se desgañitaba en un lamento largo y agotador. Dejé de hacerlo para que el aire entrara en los pulmones y luché contra el deseo de volver a lanzar otro, tan largo, tan doloroso, como el anterior.

 

No lo hice porque al jadear pude ver las caras de una familia herida que gritaba por mí y me arrancaban un cuerpo sin vida de entre los brazos, una hermana que gritaba un nombre que no olvidaría en mi vida, "Violeta, Violeta, Leta...", un padre que preguntaba un "¿por qué...?" que sonó a acusación más que a duelo. Gateé entre los escombros para alejarme de ellos, para dejarles en ese dolor pero sin dejar de mirarles y recordando que minutos antes le había prometido una varita, una vida después de esto, un descanso...

 

Un descanso eterno.

 

Sentí el rugido que crecía en mis oídos, ese ruido inmenso que azota una y otra vez contra el rompeolas intentando romperlo. A lo lejos, el oleaje rompía contra un faro derruido y se sentía el grito de las aves que huían de aquel huracán súbito que había nacido en la costa. Mi estado de ánimo parecía contagiarse de aquella fuerza incontrolada de la Naturaleza, aire y agua, tierra y fuego y mi furia crecía y crecía y...

 

 

El aura rosada casi blanquecina flotaba ante mis ojos. La reconocí. Su sangre se secaba en mis manos. Quedé un segundo paralizada. Todo pareció paralizarse a mi alrededor. Analizaba la pregunta. Al final, asentí.

 

-- Aún quedan desaparecidos -- afirmé. Ni recordaba cómo había vuelto a entrar a la casa, cómo había intentando salvar la vida de la muchacha asesinada, cómo había gritado al ver que no podía conseguirlo, cómo mi furia invocaba a los elementos que se mostraban con oleaje, tornados, lluvia y leves estremecimientos de tierra. No lo recordaba, pero cuando me levanté del suelo y caminé hacia los presentes miembros de la Orden, todo desapareció. Tenía un fin claro a todo aquello y algo de venganza en mis labios cuando murmuré: -- Hemos fallado con ella pero... Aún quedan desaparecidos.

Editado 18 de Julio del 2020 por Sagitas Potter Blue

[Darla G Dumbledore]

La Granger se había marchado como siempre, parecía que iba tras la peor de las opciones, lo supo en cuando la vió moverse. Lo pensó, lo pensó mucho. Si todo debía irse al garete. Tomó con firmeza su varita justo cuando un viento la atrajo hacia otro lado, las alas del caballo de Seere. Se acercó donde el demonio, descuidando lo que ocurría tras ella, creída de que un lugar lleno de magos no sería ningún problema.

 

—Aquí tienes lo que querías —Darla tomó el papel que el demonio le tendía, observando sorprendida los químicos mezclados y la experimentación que decía aquel memorando que se había realizado para separar la magia de las venas e intentar utilizar el canal de la madera para que los muggles pudieran utilizar la magia contra sus portadores originales.

 

—Gracias —murmuró cuando a sus espaldas sintió el escándalo que ocurría, se giró justo cuando el demonio que había cumplido su cometido se desaparecía. Les estaban atacando

 

La Potter Black sintió como la sangre le ardía en las venas y sus ojos echaban chispas entre rojas y verdosas, lo cual era un problema, Scarlet estaba teniendo un rendija para escapar de su control ante la ira de la vampiresa. Quizás por ello la bruja no dudó en utilizar la convocatoria de espíritus, sin considerar que el primer espíritu agresivo y ahora también malvado, sería el de la propia Violeta, no fue ella la única que apareció allí, sino los espíritus de todos los que habían fallecido por culpa de la experimentación y no dudaron en atacar al grupo de muggles que habían lanzado el ataque, la Potter Black no tenía idea de quiénes eran ellos y cómo habían logrado llegar e intentar irse, pero el espíritu de Violeta y de sus compañeros volaban vengativos y furiosos desgarrando la piel de quienes la había herido física y explotando los vidrios de las ventanas atravesando los rostros y cuellos del grupo que intentaba marcharse compacto.

 

Darla corrió hacia la casa, intentando saber qué había ocurrido realmente, sin entender cómo podía estar el espíritu de la joven que venían a ayudar allí fuera atacando a los hombres que habían llegado tras ella. Lo que vio le heló la sangre, la joven yacía llena de sangre, podía sentir su metálico aroma llamándola a comer.

 

—Pensé que la podíamos ayudar… que podríamos ayudarla a canalizar su magia —le daba pena, le daba odio, le daba una sensación de que todos habían fracasado. No tenía idea de que alguno de sus compañeros habían querido meterse en sus recuerdos, en su mente, en su cuerpo una vez más. Definitivamente ¿y si los de la formula tenían razón y era mejor no tener magia? Un fuerte dolor de cabeza la invadió, haciéndole retorcer la mano sobre la varita. Era Scarlet gritando en su interior, no la quería oír.

 

—Necesito aire —murmuró para nadie, mientras volvía hacia afuera, buscando lo que había ocurrido con los espíritus, ya no quedaban más, habían dejado un rastro de cadáveres tras ellos antes de desaparecer, salvo por un rastro de sangre que parecía desaparecer al costado de un camino. ¿Podría haber sobrevivido alguien e irse en un vehículo o se había desaparecido? Quizás le estaban esperando, quizás era un mago, pero en ese momento el dolor que le quebraba la cabeza no la dejaba pensar e igual, poco importaba, ella sabía que con la cantidad de sangre que había allí no sobreviviría ni una hora.

Editado 19 de Julio del 2020 por Darla Potter Black

[Ellie Moody]

En un inesperado giro en la cadena de acontecimientos de la misión, Violeta es asesinada justo en los brazos de la Orden del Fénix, un golpe tan doloroso como avergonzante. Se presume que la joven bruja fue rastreada por la misma organización que la secuestró y realizó atroces procedimientos en ella, una organización compuesta tanto de magos como de muggles y que parece tener estrechas relaciones con instituciones legítimas e incluso el gobierno de Gran Bretaña (además, se presume que puede tratarse de una facción relacionada con la famosa figura del Inquisidor). Hombres leales a esta organización, llegaron a Ravenrock, ubicaron el lugar donde la Orden del Fénix mantenía a Violeta y acabaron con su vida por causas mayores, a pesar de lo importante que podría haber sido para toda su operación.

 

Por un momento pareciera que la Orden del Fénix se encuentra al igual que en un principio, sin ninguna pista y ninguna esperanza, pero en el breve tiempo que se mantuvieron junto a Violeta pudieron obtener información. Pudieron obtener información fragmentada acerca del procedimiento al cual fue sometida, que la convirtió en algo similar a un obscurial al romper el lazo que la unía a su varita mágica; obtuvieron información sobre una de las personas partícipes, la doctora Marie Tenenbaum; obtuvieron información acerca del lugar donde la mantuvieron recluída, muy cerca de Ravenrock, en una localidad del condado de Cornualles.

 

La pista del nombre y la ubicación les permite ubicar a la exitosa Marie Tenenbaum, una doctora y bruja con residencia en Truro, ciudad que es el centro administrativo de Cornualles. La doctora es la heredera y actual presidenta de Tenenbaum Futuristics, una empresa vanguardia en sus investigaciones de ingeniería genética usando tanto conocimientos muggles como mágicos que, en teoría, no realiza experimentos en seres humanos. El edificio de la empresa se encuentra en Truro, que pueden rastrear fácilmente gracias a los hombres que asaltaron la casa de seguridad, quienes se marcharon con unos "regalitos" en ellos. Debido a la caída del Estatuto del Secreto Mágico, los laboratorios no están ocultos de las personas no mágicas y en su plantilla de trabajo figuran tanto magos como muggles, supuestamente buscando la forma de unir ambos mundos en algo provechoso.

 

Este edificio alberga laboratorios sofisticados y muchas mentes brillantes, pero esconde algo muy turbio de lo cual la Orden del Fénix tiene conocimiento. Son ellos los culpables de lo ocurrido a Violeta y probablemente también de su muerte.

 

◈ ◈ ◈

◇ El edificio de Tenenbaum Futuristics está ubicado en una concurrida zona de Truro, totalmente expuesto a la vista de los transeúntes. Sólo se permite el ingreso del personal autorizado y las visitas son registradas minuciosamente.

◇ El resto del edificio es monitoreado por cámaras de seguridad alteradas para funcionar correctamente incluso con tanta magia en el aire, además de personal de seguridad equipado con la famosa "medicina" inhibidora de magia.

◇ Los sujetos de experimentación están en habitaciones individuales, encerrados en cápsulas que inhiben su magia y que pueden abrirse mediante un panel de control del sistema de seguridad, protegido con una contraseña.

◇ La mayoría de los empleados de Tenenbaum Futuristics son totalmente leales a su jefa por el miedo que sienten por ella e incluso algunos están de acuerdo con sus retorcidos planes, por lo que se mostrarán hostiles y/o temerosos al reconocer intrusos.

◇ Uno de los proyectos de ingeniería genética más conocidos de la empresa, es la manipulación de criaturas mágicas y animales no mágicos. Estos seres modificados genéticamente para ser totalmente letales, saldrán al ataque al momento en que se revele la presencia de intrusos o algo sospechoso ocurra.

◇ La doctora Marie Tenenbaum puede comunicarse a través de los altavoces que están en todas las habitaciones y pasillos, por lo que de detectar actividad sospechosa puede alertar a sus empleados o incluso hacer que los sujetos de experimentación se vuelvan contra la Orden del Fénix. También puede intentar convencer a los miembros de la Orden de comprenderla y apoyarla, aprovechándose de su capacidad de manipulación... y una poderosa maldición de sugestión, que actúa dentro del edificio y se alimenta por el sonido de su voz (esto quiere decir, que puede ejercer cierto control mental mientras se le escuche y se le preste atención).

◇ La oficina de la doctora Tenenbaum está en el último piso del edificio. En su interior hay una cámara blindada, protegida adicionalmente con encantamientos defensivos y es donde la doctora se mantiene oculta al darse cuenta de que hay intrusos en el edficio.

 

Objetivos de la tercera fase

 

◇ Infiltrarse en Tenenbaum Futuristics y superar los obstáculos que se presenten ◇

◇ Buscar a las personas desaparecidas y cualquier posible víctima de los experimentos ◇

◇ Utilizar los conocimientos especiales de tu clan ◇

Objetivos especiales de la segunda fase [Habilidad de bando]

Los personajes que estén desarrollando la habilidad de bando,

tendrán un desafío adicional en cada fase.

◇ Desmantelar de raíz las operaciones de Tenenbaum Futuristics ◇

 

 

Esta será la última fase de la misión, que permanecerá activa por el resto del mes. A partir de ahora y con el fin de mover un poco más la trama, pueden guiarse por la información dada por el narrador y rolear su llegada al edificio de Tenebaum Futuristics, así como de sus pensamientos e impresiones acerca de todo lo que ha ocurrido. Hay muchas cosas que hacer en estos diez días, de modo que es importante que se enfoquen en hacer posteos con bastante contenido (y no me refiero estrictamente a cantidad de líneas), donde se involucren y se empapen con el trasfondo y los detalles de la historia y orienten a sus personajes a lograr los objetivos de la misión, así como de demostrar cómo sus conocimientos y habilidades les ayudan a superar este reto.

 

Recuerden que hay muchos más detalles que intervienen en la historia y que cada uno de ustedes desarrolló en las últimas páginas. por no mencionar todavía es una historia que se puede seguir enriqueciendo. No se limiten a esta rápida síntesis.

 

Lean detenidamente y aprovechen los detalles proporcionados, además de tener en cuenta los obstáculos mencionados. Estos deben ser roleados por ustedes, al encontrarse en los escenarios descritos.

 

Y eso es todo por ahora. Aprovechen el tiempo y los posteos!

 

Editado 19 de Julio del 2020 por Ellie Moody