La Taberna de la Tia (MM B: 78619)

[Helike R V PB]

Hago una reentrada que ya me perdí otra vez jajaja

 

On:

 

Necesitaba esparcirme un poco, después de mis labores como buena señora de ama de casa y madre primeriza de una niña. Mi marido se ocupaba de mí y lo agradecía, cierto, pero también necesitaba despejar mi mente y si podía ser con una buena botella de whisky de fuego, sería lo mejor. Después de arreglarme un poco en la habitación común que tenía con Matt, mientras me miraba al espejo, comprobaba que todo estuviese correcto (el traje pantalón chaqueta negro, con botas de piel de dragón, camisa de seda y la cazadora del mismo material que los zapatos). Até el pelo en una cola de caballo alta y tomé la varita y el morral de cuero, en dónde poseían mis mejores pertenencias además de, por supuesto el oro para gastar...

 

Me aparecí en la calle adoquinada de Diagón, metros abajo en dónde se suponía que estaba el local de mi tía Hayame. Pero me gustaba desplazarme mientras mi vista se iba regodeando de todo lo que contenía esa vía, para la vida diaria de cualquier mago o bruja. Siempre me encantaba pasearme por ahí, o simplemente detenerme en una terraza para tomar un helado de limón y disfrutar de lo más variopinto del lugar. Pero en éste caso, encaminé mis pasos hasta la taberna en dónde, al entrar se percibía un rico aroma a limón. A pesar de que, hacía un par de meses que no iba por allí, éste parecía conservarse como siempre.

 

Lo que más lamentaba era que, por dónde había pasado, apenas había gente comprando y no era como hacía algunos años en dónde había días que, el lugar estaba a rebosar de gente, con sus animales alborotando, con críos comprando cosas para Hogwarts, o encontrándome con extraños brujos que hablaban lenguas diferentes. Parecía mucho más muerto y no podía evitar sentir un poco de lástima. El tema de la guerra lo había trastocado todo y, me parecería raro que no hubiese asaltos de la Marca Tenebrosa o de la Orden del Fénix. Pero sabía que no tardarían en llegar...

 

Tanto pensar le hacía que le doliera la cabeza, más bien las sienes así que, en cuánto bebiese un par de tragos de whisky de fuego, seguro que se me pasaría tantas preocupaciones como tenía en la mente. En cuánto me adentré al lugar, ni cuenta me daba de quién estaba ahí dentro. Así que, fui hasta al fondo y vi a uno de los elfos, me senté en uno de los taburetes y le solté...

 

- Una botella de whisky de fuego y un vaso mediano con mucho hielo... y rapidito, que no tengo todo el día -le gruñí mientras el sirviente obedecía, poniéndome mala cara...

[Hayame Snape Potter Black]

A la bruja de cabellos rojos le salió una enorme gota de sudor en la nuca al ver la manera en la que su sobrina política entraba en la taberna y le daba órdenes a uno de sus elfos que parecía estresarse por aquellas maneras en las que las órdenes le eran dadas; un escalofrío recorrió al criado y entonces, vió con dudas a la dueña de aquella taberna como si dudara de obedecer a la clienta pero la Snape asintió con la cabeza para que la dejara ser

Si Heliké estaba de esa manera entonces significaba que lo mejor era dejarla desahogarse con la bebida que quisiera y de la manera en que a ella le pareciese mejor

Mejor no interrumpirla

El elfo suspiró un poco y comenzó a preparar la bebida que le había pedido la Rambaldi y mientras eso sucedía, otro le llevó el desayuno prometido a la dueña de la taberna y le colocó los alimentos en la mesa antes de inclinarse sonriéndole y retirándose hacia atrás; por un instante pensó en preguntarle al elfo qué pensaba él acerca de la guerra pero prefirió dejarlo así, esperando a que Lisette respondiese a las cuestiones que le había dejado momentos antes de la llegada de las visitas

[Sagitas E. Potter Blue]

Asomé la cabeza, sólo un trocito, por la puerta del almacén de la Taberna de la Tía. El resto quedó escondido para la imaginación de quien me viera por allá, haciendo ruido. Seguro que alguno vendría a ver qué hacía.

 

-- ¡Yo también estoy aquí! -- le grité a mi hermana Hayame, aunque ya hacía rato que ella había preguntado si había alguien. -- ¡Estoy haciendo un pipi-can para Bichote!

 

Ya había bautizado al crup que mi hijo pequeño se había encontrado, aunque estaba segura que nadie le llamaría así. Había dejado al perrito de doble cola en la taberna porque no quería llevarlo ni a casa ni al negocio hasta haberlo desparasitado. Ahora que estábamos en guerra, no quería poner en peligro a los niños y no había buenos veterinarios pues muchos habían huido. Y al circo no lo podía llevar sin poner en cuarentena al resto de mis criaturas. Seguro que a Hayame no le importaría tener una semanita o dos a Bichote hasta que estuviera segura que nadie corría peligro.

 

Entonces sentí la voz de Heliké quien pedía algo fuerte. Ahora asomé algo más que la nariz y la contemplé a distancia. ¿Estaba bebiendo?

 

-- ¡Oye, tú! ¡Qué estás embarazada! (o dando el pecho, que ya no sé en qué momento vivimos ahora). ¿Quieres dejar de beber, que la niña se va a quedar lela? Ya bastante tiene que soportar por tener una madre como tú.

 

Sí, lo sé, no perdía un momento en el que podía meterme con mi sobrina.

[Lisette Ryddleturn]

Una enorme gota de sudor corrió por la nuca de la Ryddleturn al escuchar a la Potter Blue que ahora se asomaba y que gritaba no solamente por lo del pequeño cachorro sino también por lo de la muchacha que acababa de llegar

Era como saludar a un buenos días donde toda la familia lo hacía a gritos para no solamente oirse entre ellos sino que también los vecinos de los negocios aledaños las escuchasen

-Me da mucho gusto ver que si has decidido quedarte, querida Sagitas

Saludó Lisette volteando desde donde se encontraba preparando unas cuantas cosas más para llevar a la mesa de la vampiro, sonriéndole con gusto a la mujer de cabellos violetas

-Vas a compañarnos a desayunar también?... a tí puedo servirte galletitas y té, últimamente se han puesto bastante de moda así que estaba pensando en crear un surtido de galletitas diferentes por mes y por día, lo mismo con el té

Le ofreció antes de comenzar a reir con gracia y acercarse al otro lado de la barra para comenzar a preparar unas cuantas cosas para que Sagitas pudiera comer con todas ellas

Y quizás poner una barrera algo firme entre las mujeres y ella misma por si decidían empezar a pelearse a maldiciones del otro lado de la barra, ella no quería terminar maldecida

[Hayame Snape Potter Black]

La vampiro había tomado otro de sus periódicos para leer después de haber dejado el primero a un lado y había tomado su enorme taza de café pero al momento de escuchar la voz de su hermana, todo tembló y terminó cerrando los ojos mientras que algo de aquel café se regaba en la superficie de la mesa; uno de los elfos domésticos llegó corriendo con un trapo para limpiar la suciedad que se había hecho con aquel líquido marrón sobre la mesa y la vampiro hizo una mueca, alzando la mirada

-Qué demonios es un pipí-can?

Preguntó esperando a la respuesta de la otra bruja

Si, ella sí que se imaginaba que se iban a quedar ahí porque así era la comodidad y era lo bueno de que su taberna dispusiese del segundo y del tercer piso a modo de posada; pero a veces incluso a ella se le olvidaba ue aquel era su amado negocio y no precisamente una de las mansiones familiares donde se podían gritar de todo

-Oh por Voldemort, no empiecen a discutir por eso... si Heliké quiere emborrachar a la cría de una vez, déjala, al fin que es mitad vampiro mitad lobo, no?

[Helike R V PB]

Di un bote por el susto. ¿Sagitas estaba en la taberna? Debí imaginármelo... En ausencia de Hayame, ella se había ocupado de casi todos los negocios de la familia... Pero ni siquiera había llegado a mojar los labios cuando escuché sus gritos. Sí, porque primero por el aroma intuí que debía estar cerca y no me equivocaba. No pude evitar responderle de la misma manera.

 

- ¡Déjame en paz, maldita bruja de los demonios! - había dado un golpe seco y por esa causa, la mitad del líquido ambarino se esparció por encima de la barra - maldita sea - farfullé y susurré un 'fregotego' que dejó la barra impoluta. Pero al terminar, volví a rellenar un poco más de alcohol al vaso.

 

- La niña está perfectamente cuidada por Galadriel. El país está en guerra, los Médici están en Ottery y tenemos dificultades para mantener los negocios porque la gente ha huído... ¿Quieres más? - la amenacé con la varita -pues, no me toques las narices -rechiné los dientes a causa de la rabia y a decir verdad, aunque no solía coger grandes borracheras, ese día, necesitaba huír de todo. Quizá no fuera lo más práctico, pero, conseguía evadirme un poco de la realidad...

 

off: como dije en rol, se supone que en la clínica, un mes antes, Heli ya dió a luz xDDD así que, actualmente estoy desembarazada, no sé si se dice así peeero xD así tb me invento una palabra nueva (?)

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja pelirroja observó a las mujeres que ahora se gritaban de un lado a otro y por unos instantes, se quedó congelada en la mesa moviendo los ojos de un lado a otro; ya se había olvidado del elfo que ahora le servía más café cuando había tirado la segunda taza o de lo que le había preguntado a la Potter Blue momentos atrás y que tenía algo que ver con aquel pequeño perro mascota que se habían encontrado y que seguramente, ahora correteaba por alguna parte de su negocio sin vigilancia y muy probablemente, comiéndose las zapatillas de los huéspedes o marcando territorio en todas partes

La boca casi se le iba al suelo de la pura impresión y el elfo a su lado dejó escapar un fuerte suspiro y alzando la mirada, le retiró la taza de la mano antes de que la derramase por tercera ocasión

-Ama, tirar la baba sobre la mesa no le da precisamente una buena imagen

Dijo con paciencia pero entonces la Snape arrojó su periódico de chismes amarillista sobre la situación de la guerra a un lado, haciendo que su elfo diese un grito de la impresión y del susto y entonces la vampiro tomó su varita y se hizo aparecer un bote grande de dos litros de palomitas con mucha mantequilla y caramelo

-Crees que eso ahorita me importa?... esto es genial!!

Exclamó extendiendo una mano para señalar a las dos brujas (una de ellas a la que ya se le notaba la borrachera) que ahora discutían

-Si no fuera porque me da flojera, vendería boletos para que la gente viera como se van a matar, creo que es justo el tipo de espactáculos que necesitamos

Dijo sonriendo ampliamente y con los ojos muy brillantes

[Lisette Ryddleturn]

-Hayame!

Le gritó la bruja rubia a la otra bruja repentinamente molesta por la actitud que estaba tomando acerca de las discusiones de las otras dos brujas y que parecía alentarlas a maldecirse

Uno de los elfos le dió varios tirones a su vestido, después de todo el haberse estirado para asomarse por la barra en cierta manera era un riesgo para la chica al quedar cerca de la zona de rango

-Uy!

Al siguiente momento abrió mucho los ojos al darse cuenta de lo que había hecho y se inclinó por detrás de la barra otra vez, esperando poder ocultarse apropiadamente sin recibir consecuencias

En verdad no podía creer que esas dos chicas se pusieran a pelear de aquella manera y solamente porque se veían después de un buen rato, cuando habían estado tan apartadas hasta ese momento

-Vaya reuniones familiares

Gimió la chica sentándose en el suelo mientras que cerraba los ojos y apoyaba la cabeza hacia atrás, colocándose las manos sobre las rodillas dobladas y sintiendo a un elfo que le daba palmaditas para calmarla y consolarla un poco

[Hayame Snape Potter Black]

El elfo que estaba al lado de la vampiro pareció querer agarrar un poco más de paciencia y se dió cuenta de que la cafetera que llevaba consigo ya era un riesgo en sí misma, por lo tanto la dejó a un lado en el suelo; ni siquiera se atrevía a llevarla hasta la barra so riesgo de que la Potter Blue y la Rambaldi comenzaran a arrojarse maldiciones, una le diera a él y entonces terminara empapado en café ardiente y con quemaduras de segundo grado por todo el cuerpo

La mera idea de aquello no era una que le entusiasmase demasiado por mucho que los elfos estuvieran acostumbrados a los castigos físicos, eso no quería decir que los disfrutaran o no dolieran

Por lo tanto, decidió también subirse a una silla y comenzar a colocar los periódicos ordenados en una pila para después bajarlos a la silla que estaba al lado de su ama; que si estos se prendían en llamas también y tomando en cuenta de que la taberna era casi toda hecha de madera (mágica, pero madera al fin y al cabo) solo faltaba con que todos terminasen como parte de una muy bonita y grande pira funeraria

Y ahora que lo pensaba...

-El fuego, el fuego!! -le gritó al resto de elfos comenzando a hacer aspavientos con sus manos

[Lisette Ryddleturn]

La chica comenzó a arrastrarse hacia un lado de la barra cuando comenzó a escuchar al otro elfo que estaba gritando y se asomó por un lado, aún agachada con su pequeño pecho pegado al piso

-Qué está diciendo?

Le preguntó a uno de los elfos que estaba a su lado y que parecía también entornar los ojos como si quisiera entender un poco de lo que su compañero decía desde tan lejos

La que mejor se veía era la bruja pelirroja que como siempre, brillaba en expectación por la batalla por venir y la Ryddleturn se pasó una mano por el rostro queriendo ser un poco más paciente

-Como quisiera que esa chica le pusiera ese mismo entusiasmo para las batallas y el despedazamiento de sus propios familiares en intentar calmarlos de alguna manera

Gimió la rubia y se apoyó en una de sus manos, todavía mirando preocupada todo lo que podía y aún sin entender porqué el pequeño elfo parecía tan afectado cuando todavía la guerra de varitas no comenzaba