Ravenclaw ╬ » Castillo de la Familia Ravenclaw « ╬ (MM B: 101487)

[Juliene Black Lestrange]

Y entonces la había desnudado, no pudo más que soltar una risilla, el exhibicionismo no solía ser lo suyo, pero tomando en cuenta de que la Ravenclaw estaba desierta no había mucho problema con que los elfos observaran los atributos de su acompañante y los propios, sin embargo, fue inevitable pensar en todo el trauma que le acarrearia a los mismos. No pudo seguir la línea de sus pensamientos, pues sintió a la mujer deslizarse por su cuerpo, teniendo que tomar el marco de la puerta como soporte para no dejarse caer, al ser liberada de su placentera prisión sólo atinó a enfocar la cocina en su mente y en cuestión de minutos se encontraron allí.

 

— ¿Ensalada, entonces?

 

Le dedicó una ligera mordida a su cuello, en tanto liberaba sus manos, disponiendo todo lo necesario sobre la barra de la cocina, sacando de su mente la fantasía de colocar a la Gryffindor en la misma para disfrutar de una cena diferente, se suponía que debía llamar a los elfos para que hicieran todo aquel asunto, dejar de actuar como un muggle cualquiera, sin embargo su ánimo había mejorado considerablemente luego de la visita de su hermanastra que no le importaba actuar de esa forma, se dispuso a picar las frutas para colocarlas luego en un bol, sonrió.

 

Regresó a atender a la mujer, deslizando sus manos sobre uno de sus mechones rubios, debía admitir que era algo que le agradaba, siempre había tenido debilidad por aquella tonalidad de cabello, posó el bol frente a ella, disponiéndose a admirar como se alimentaba para recuperar las fuerzas que minutos le había hurtado al beber de ella, disfrutando con deleite su desnudez.

 

— Alessandra— llamó su atención— ¿Y si te quedas unos días?

 

No la dejó responder, sólo la besó.

Editado 13 de Febrero del 2016 por Juliene Black Lestrange

[Leslie Ashryver PB]

Asami ya estaba acostumbrada a mostrar su desnudes antes de todo el rollo de su muerte a causa de un viejo demonio, ella era libre de hacer lo que quería, seducia a cualquier hombre o mujer antes de comérselos pero eso cambió ya hace 200 años suspiro pero los labios de Juliene sobre su cuello hicieron que su cuerpo se erize.

 

En el camino a la cocina no encontraron a ningún elfo lo que hizo que Asami se preguntará ¿quien le prepararia la ensalada? Se llevo una gran sorpresa al ver como Juliene sacó todo para la ensalada. Asami levantó una ceja para mirar a la castaña divertida ante tanta atención.

 

-Con...- no pudo terminar su frase que los labios de Juliene hicieron presión sobre los de ella.

 

Asami corrió el bol sin haber probado ningún bocado y atrajo a la Black Lestrange, como estaba sentada sobre una silla alta abrio sus piernas para que Juliene pegara su anatomía a la suya.

 

-Me quedaré solo si duermo contigo en tu cuarto- le susurro entre sus labios que no se despegaron.

 

Su lengua recorrió cada rincón de su boca, deleitandose con cada roce de sus lenguas y cuerpo. Asami le mordió con rudeza el labio de la vampiro.

 

-Alimentate de mi otra vez-le pidió entre jadeos.

 

Ya no era Alessandra quien hubiera tenido que alimentarse para estar mejor, no, ahora era Asami y su cuerpo generaba glóbulos rojos cada segundo.

 

-Creeme bebé esta vez todo lo que quieras- le dijo a Juliene tirando su cuello para atras.

 

@@Juliene Black Lestrange

[Juliene Black Lestrange]

Gruñó.

Una de las cosas que adoraba Juliene de toda aquella singular situación era el poder que bien fuera Alessandra o Asami le otorgaba sin detenerse a meditarlo, no sólo se trataba de la sensualidad, sino del control que se debía tener para cumplir las expectativas de una mujer que se le entregaba de semejante forma, no solo para que le brindara placer , también para servirle de alimento, logrando que su deseo fuera en aumento. Era irónico que durante sus doscientos años de existencia siempre deseó tener a las personas subyugadas a sus mandatos, rechazando por completo la institución del sexo, ahora podía ver cuanto tiempo había perdido a causa de esto.

Atacó el pezón de la Delacour, tomando con sus manos las caderas para mantenerla quieta a pesar de sus contracciones, sonrió con ese brillo juguetón en sus orbes, quien diria que solo era necesario saber donde tocar para tomar la voluntad de otra persona, lamió cada porción de piel que se encontraba a su disposición, sopesando hacer realidad su reciente fantasía. Un sonido de satisfacción salió de su garganta ante la premeditación, asi que fue inevitable tomar el ligero cuerpo de su amante y disponerlo sobre la barra de la cocina, devorandola con la mirada.

-- No te irás de este castillo bajo ninguna circunstancia.-- acotó, decidida.

Sus manos se cernieron sobre los muslos de la chica, pronunciando discretos circulos, a la par que sus labios se encargaban de atender aquellos montículos que tanto le fascinaban, sí, en definitiva aquella era una cena más interesante que la mezcla de frutas que se cernía sobre el suelo, la había tirado en su despliegue de adrenalina, ya lo limpiarian los elfos.

Alimentate de mi otra vez.

Sus palabras resonaron en cada fibra de su ser, enviando descargas placenteras que provocaron nuevos gruñidos de su parte, deseando tomar a la Gryffindor de todas las maneras posibles, continuó con sus caricias hasta que la percibió cercana al climax y no hizo más que unir sus labios una vez más para acallar su grito. Cuando percibió que se recuperaba, no hizo más que sonreirle con satisfacción, ayudandola a descender de la barra, deteniendose unos minutos a degustar el olor que producía su cuerpo.

--Ya me alimentaste, Alessandra-- ronroneó deslizando su nariz por su cuello-- ¿Qué te parece un baño antes de dormir? Prometo controlarme esta vez, me has satisfecho suficiente por hoy.

Le dio un beso fugaz, antes de tomar su mano, procediendo a regresar a su habitación, la noche se había cernido por completo sobre el castillo y aunque no fuera de la importancia de la castaña sabía bien que era lo suficientemente tarde como para mantener a su acompañante despierta. Asi que aunque las circunstancias le otorgaba el derecho de compartir el baño, sólo le proporcionó la indumentaria necesaria a la joven para que entrara al cuarto de aseo personal y descansara cada uno de sus músculos.

-- Te esperaré en la cama, ya sabes.

Y así lo hizo, había aceptado la propuestade tener una invasora en su alcoba, resultaba divertido si lo meditaba, jamás se imaginó compartir tantos momentos intimos con alguien que hacia pocos años habia reconocido como una hermana, sonrió, dudaba poder verla de esa forma de nuevo. Y fue entonces que cerró sus orbes esmeralda, permitiendole al cansancio hacerse con su cuerpo, obligandola a dormir cuando se suponía que no debía hacerlo, al igual que muchas de las cosas que habia prácticado aquel día.

Quédate Alessandra

Fue el último pensamiento coherente antes de desfallecer.

[Leslie Ashryver PB]

Asami entró al cuarto de baño adolorida pero satisfecha del sexo hace solo segundos en la cocina, cuando la bañera se lleno de agua caliente entró despacio hasta que su cuerpo se relajó. Sus pechos tenían las marcas de dientes de Juliene al igual que su cuello y sus labios que estaban inchados, su intimidad también le dolía pero era un dolor gratificante habían llegado al clímax tantas veces que la ensalada termino en el suelo y ella sobre la mesa.

 

-Juliene- susurro su nombre con los ojos cerrados sabiendo que ella se encontraba del otro lado de la pared desnuda.

 

Sumergió su cabeza para calmarse un poco, su cuerpo era humano por lo que se cansaba con rapidez y debía descansar o terminaría dormida mientras estaba con Juliene. Salió del agua después de prender la ducha y encontró a la matriarca dormida pidiendo que Alessandra se quedará.

 

-Claro que si mi amor- le susurro para después darle un beso en los labios.

 

Se colocó la ropa interior y se metió en la cama pasando un brazo por el pecho debla castaña, apoyó su cabeza en su pecho y se durmió para dejar que Alessandra se hiciera con su cuerpo.

 

@@Juliene Black Lestrange

[Juliene Black Lestrange]

No llegaron a la habitación, su cerebro estaba demasiado concentrado en los gemidos de Alessandra como para verificar algo más, ni siquiera tenía idea como es que habian llegado al comedor, lo sabía solo porque la había colocado sobre la mesa para explorarla a su antojo, se sentía desesperada por provocarle sensaciones, la primera vez no se había sentido tan extraña, pero ahora percibía todo de una manera diferente. Y necesitaba tomarla lo antes posible, se había contenido demasiado, rasgó aquellos pantalones lanzandolos lejos al igual que la blusa que ya había roto con anterioridad.

-- Eres mía, dilo.-- exigió, presionando sus dientes contra la piel de ese par de niñas que la hacian delirar, un gemido brotó de sus propios labios-- Dilo, Alessandra, te lo suplico.

Volvió a besarla, intentando calmar todo aquel desborde de adrenalina, en tanto sus dedos se inmiscuian sin ningún permiso previo a la anatomia de su amante, obligandole a sostener su cintura con fuerza y seguiratrayendola hasta sus labios, estaba completamente segura que sus ojos ardian, pero más allá del deseo estaba una nueva necesidad que no sabía como controlar, detuvo sus caricias de repente, iniciando un camino en descenso con su boca, besando el interior de sus muslos hasta que su lengua sustituyó aquel par de intrusos dedos. Escuchó aquella hermosa sinfonía que brotaban de los labios de la Delacour, mientras continuaba en su seria labor de brindarle un orgasmo decente, ahí mismo, en el acogedor comedor de la Ravenclaw y seguramente siendo observadas por todos los elfos del castillo. La sintió cercana a la cima del placer, asi que se encargó de atender con sus manos los otros tramos de su piel, hasta que su grito le indicó que debía dejar su posición para brindarle un beso a sus labios, así lo hizo.

-- Es muy pronto para decirlo, lo sé, pero...-- la atrajo hacia si con determinación, abrazándola-- te necesito, Alessandra.

Se retiró unos instantes para tomar su rostro y volver a besarla, en esta ocasión dejando atras toda lujuria o doble intención, era un beso que solo pretendía afirmar lo que había dicho, necesitaba a la fenixiana en su vida y a diferencia de sus otros amores, no iba a permitir que se fuera.

-- No pretendía tomarte aquí, pero ya sabes como soy de impulsiva-- se acercó a impregnarse de su esencia y el olor que desprendia su cabello--. Comprenderás que ahora que te tengo desnuda en mi comedor, no se me antoja otra cena que tu cuerpo, ¿no?

@

[Leslie Ashryver PB]

Su corazón brinco y su cuerpo se estremeció ante la idea de que Juliene se volviera a alimentar de ella. Aún tenía las marcas en su cuello y siempre que las veía recordaba el placer que sintió tenerla dentro de ella. La Gryffindor se levantó de la mesada con bastante dificultad, Juliene la había poseído apenas ingresaron sin darle tiempo a nada ahora su anatomía pedía a gritos ser tocada otra vez y su cuerpo estaba algo sudoroso por lo de recién.

 

-Pero antes- ahora le tocaba a ella abrirle el apetito a la castaña.

 

Le quitó el vestido dejando al descubierto su cuerpo completamente desnudo, Alessandra la arrincono contra la pared fría la tomo de los cabellos y la beso con fiereza tocando su intimidad, los gemidos ahogados de su amante hacían que los dedos de la Knight jugueteran un rato mientras tanto su otra mano recorría el cuerpo de la matriarca Ravenclaw.

 

-Tu también di que eres mia-le dio otro beso dejando que sus dedos le dieran placer -porque yo puedo ser tuya- le dijo con unsa sonrisa.

 

La beso para tomarla de los muslos y subirla donde minutos antes había estado ella, sin despegar sus labios Alessandra se corrió el pelo a un costado dejando su esbelto cuello al descubierto.

 

-Bebe- la incitó a morderla.

 

@@Juliene Black Lestrange

[Juliene Black Lestrange]

 

Tenía que acostumbrarse al cambio de roles, se enfrascaba tanto en obtener el placer de su compañera que se olvidaba que aquel tipo de actos requerían dos participantes, volvió a recordarlo una vez aquellas manos se deshicieron con agilidad de su vestido y procedieron a tocar allí donde lo requería, los gemidos comenzaron a brotar de su garganta sin poder contenerlos, en tanto su cuerpo se arqueaba sin ningún pudor hacia la Delacour en una clara búsqueda de atención, si en alguna ocasión le habrían dicho que estaría teniendo sexo en el comedor de su hogar jamás lo hubiese creído y menos si le agregaban el factor de quien era su acompañante en la labor.

 

Y cuando sentía la cúspide cercana, ella volvía con su entrega total, sus incisivos aparecieron sin ni siquiera meditarlo demasiado, en tanto ella se acercaba al cuello de su amante, además de procurar que no hubiese ningún milímetro que las separara, deslizó su mano libre al interior de la blonda, soltando un gruñido antes de clavar sus colmillos en la piel expuesta, aumentando el ritmo de su caricia en el cuerpo ajeno, ninguna de las dos había respondido nada en concreto, pero en ese momento de completa intimidad, no existía modo de escapar.

 

— Eres mía, Alessandra— acotó, dejándose llevar por el placer—, y sí, también te pertenezco.

 

La atrajo consigo a la mesada, dedicándole un suave beso en su cuello, soltando una breve risilla al admirar el ambiente romántico dónde habían terminado demostrando su necesidad, desde el sitio más rosa y cursi de Japón hasta una mansión en completo abandono, en definitiva, nunca podría ser totalmente normal.

 

— Deberías tener una novia más romántica, ¿no crees?— indagó con una leve sonrisa— Aunque novia suena terriblemente horrible y cliché, ¿te parece llamarme mía? Así sí yo hago lo mismo, no se verá tan mal.

 

@

[Leslie Ashryver PB]

La Gryffindor sonrió y apoyó su frente con la de la castaña con la respiración agitada, le gustó la palabra novia pero la bruja no pensaba igual pero aún asi debía admitir que tener otro nombre para su relación le era más atractivo.

 

-Mis relaciones románticas no duran nada- fruncio el ceño recordando los padres de sus hijos -solo quiero alguien a mi lado- le acarició los labios con la llema de sus dedos.

 

Romance, aquella palabra la hacía sonreír. Si le hubiesen dicho que Juliene era romántica hace dos meses se le hubiera reído en la cara pero resultó grato y sorpresivo que resultará ser una persona cariñosa -"nunca terminas de conocer realmente a alguien"- y su madre volvía a tener razón. Le acarició la mejilla deleitandose con su suave piel.

 

-Eres mia- sonrió cuando la dijo. Eso ya lo hacía oficial estaban juntas -pero ambas sabemos que estas casada- le dijo con el ceño fruncido -no me malinterpretes se que Cillian tiene los mismos gustos que Alec y Matthew pero ¿que dirán los demás de nuestra relación? - eso era lo que le interesaba.

 

En pánico se tocó el vientre, su pequeño hijo ¿que dirían los demás de el? Su familia lo amaría sin duda pero ¿los padres de sus compañeros? No le gustaba pensar en eso.

 

-Nuestro hijo Juliene- le dijo abrazandola -¿que pasará con el?-

 

@@Juliene Black Lestrange

[Juliene Black Lestrange]

-- Pues si saca un poco de mi carácter estará más que bien.-- hurtó un nuevo beso de sus labios, mientras la estrechaba entre sus brazos-- Él estará bien, Alessandra, yo me encargaré de eso.

Cerró sus orbes unos instantes, llevando a su mente la imagen de su habitación, sólo fue cuestión de segundos para que se materializarian en su cama perfectamente tendida y fue inevitable colocar una sonrisa de suficiencia, desapareciendola antes de que la Gryffindor la viera, ya no deseaba hacerla enojar por aquél día. Si le preguntaban podría permanecer en esa intimo abrazo los siglos que le restaban de vida, percibiendo la tranquilidad que la fenixiana le proporcionaba.

-- Deberíamos bañarnos, aunque no quiero moverme, estoy muy cómoda aquí-- le proporcionó un suave beso en su mejilla--. Respondeme algo... ¿dónde estuviste todo este tiempo? ¿por qué inmiscuirte en mi vida justo cuando ya empezaba a no verle sentido?

Evocó una carcajada, ocultando su rostro en la espalda de su acompañante, besándola alli sin poder contenerse, necesitaba marcarla en cualquier efimero lugar de su cuerpo.

-- Qué terriblemente cursi me pones, Delacour, se supone que esto sólo sería sexo casual y mira como terminamos.

La recostó en la cama, haciendo lo propio a un lado, observándola con un brillo peculiar en sus orbes esmeraldas, juntó sus labios en su frente y permitió que un suspiro se escapara de su boca. Entendía bien sobre los amores fugaces, ella los había tenido, aunque resultaban de esta forma por sus propias decisiones y no porque ellos estuvieran dispuestos a desaparecer. Demasiadas malas decisiones en su vida, era el momento para que todo cambiara.

-- ¿Crees que me importa un poco lo que digan los demás?-- indagó con determinación-- Sólo tienes que observar mi vida, un completo desastre, pero siempre termino haciendo lo que quiero y siendo sincera lo que me importaba del mundo exterior ya está dentro de esta habitación, además vino con sorpresa incluida.

Tomó su mentón, obligándola a enfrentarse a su mirada, entendia que veian la vida de formas diferentes, pero existia algo en lo que debian coincidir.

-- Nos pertenecemos, eso es lo que debe importarte, no los demás.

Y la besó, sin más.

@

[Leslie Ashryver PB]

Aquello empezó a preocupar a la Knight, ninguno de sus ex le había dicho aquello y Juliene no tenía porque hacerlo porque después de todo llegaron a eso por dejarse llevar por la lujuria de momento. Solo en ese momento su cabeza tenía la leve idea de que todo eso fuera un simple sueño.

 

Bostezo de forma involuntaria, se acurruco más al pecho de la castaña pensando todo lo que le había dicho. No debía dejarse llevar por lo que los demás dijeran pero muchas veces los niños eran crueles y siempre se aprovechaban de eso.

 

Sus besos la encendían, por sus venas corría fuego y el deseo de que la hiciera suya pero no era el momento de repetir lo que sucedió en la cocina. Separó sus labios de los de Juliene para ver cada expresión de su rostro, quería que todo quedará guardado para cuando la castaña desapareciera porque al final siempre ocurria.

 

-Dicen que las cosas buenas se hacen esperar- sonrió para darle un beso en la mejilla -¿cursi? Es bueno amar Juliene eso nos hace ser personas- sabía que la castaña hizo cosas que era mejor dejarlas en el pasado lo que importaba era que quería corregir todo eso.

 

Alessandra se levantó de la cama llevándose la sabana con ella para cubrir su cuerpo, estaba con un poco de sueño y cansada, tenía que hablar con Bodrik para que le resetara unas vitaminas para el bebe y ella, caminó al vestidor de Juliene y recordó que su ropa no estaba porque no había llevado no le quedo de otra que usar unas prendas de su ¿novia? Pensar en esa palabra la hacía sonreír, tomó unos pantalones y una camisa y se vistió al ser tan baja tuvo que arremangar los pies y la camisa la puso adentro de los pantalones porque también le quedaba bastante grande.

 

-Si quieres bañarte aprovecha que tengo que llamar a Bodrik- le dijo acercándose a ella y darle un beso -yo...yo, te quiero- le dijo al final no quería espantarla diciéndole que la amaba -estaré abajo- le sonrió y se marchó del cuarto con su garganta hinchada por el llanto.

 

-Mar-llamó a la elfina. La criatura apareció mirando a su ama alarmada-no es nada solo ve y busca a Bodrik, por favor- con eso la elfina desapareció en busca de su prima.

 

@@Juliene Black Lestrange

@@Bodrik