Stormride Ghost Ship (MM B: 102158)

[Axel Rexdemort]

Habían pasado un par de meses desde que Axel, dejo su barco en el callejón Diagon en busca de nuevos reliquias o simplemente aumentar su colección de objetos inútiles, por lo que reabrir su local le causaba emoción y sobre todo recordar viejos tiempos. Fue así como llegó y miro con la boca abierta su barco de arriba abajo, nada había cambiado. Axel llego con un pequeño gato purpura recostado en sus brazos, al momento en el que subió las escaleras aspiro con orgullo el aroma del barco, la madera, la humedad, todo seguía tan bien como antes, Axel sonrió ampliamente y pudo notar que el pequeño animal ronroneo un poco, parecía muy adormilado, Axel solo lo dejo un momento en la cubierta del barco, donde el animal empezó a jugar con sus garras sobre la madera vieja.

 

Buscando su varita, mientras se acercaba a la puerta más grande de la cubierta, abrió la puerta del lugar, donde el aroma a humedad se hizo más evidente. El hombre solo dio un par de pasos dentro y sintió que había regresado a su casa, miro hacia adentro y el armario estaba cerrado, los espejos cubiertos, y el escudo de la familia Rexdemort desde el otro lado de la habitación.

 

Axel salió nuevamente a la cubierta, donde el gato arañaba un poco el mástil, para caminar hacia el timón de madera, el cual seguía igual de duro, nadie en su vida podría mover un timón de madera roída así si evitar que se rompiera en dos, sin más Axel solo silbó hacia el Horizonte, desde ese altura podía ver infinidad de locales en el callejón diagon lo que lo hizo sonreír una vez más, bajando nuevamente para entrar a la habitación una vez más.

 

-Hora de limpiar un poco – Dijo al gato, el cual ahora se acercaba a las escaleras superiores cercanas al timón. Axel se acercó a su vieja mesa de madera, y tomo un pedazo amarillento de pergamino que se encontraba allí. El hombre lo reviso rápidamente, y sacando su varita la giro entre sus dedos para que la misma se transformara en una pluma de ave, para buscar con la mirada el tintero más próximo y rezar para que no estuviera seco.

 

Perfecto. – Susurró el hombre, mientras escribía de la forma más clara posible.

Saludos madrina, te mando esta carta para informarte que he regresado a Ottery, no se cuanto tiempo pueda quedarme, por lo que quería ponerme en contacto contigo, hay tantas cosas que quiero contarte, y además te traje un pequeño regalo, desde las islas de la Polinesia, espero que puedas venir pronto a mi local, el barco ese viejo, ya sabes donde esta al fondo del callejón, cerca de la tienda de música, creo que sigue siendo música. Como sea, te mando un abrazo y espero que estés muy bien.

Atte. Axel Rexdemort

 

Termino de escribir el hombre, para doblar el papel y escribir con letra grande. @@Lyra Katara Selwyn

Cuando Axel salio, vio por fin a su pequeño jobberknoll Alaska volando alrededor del gato purpura mirándolo de una forma curiosa. – Alaska déjalo.- Acercándose al ave para levantar el brazo derecho, donde el avecilla con plumaje azul se posó.

 

-Vas a llevar esto a Ottery, a la mansión Selwyn, recuerdas a mi madrina Katara, quiero que le des esta hoja personalmente. – Colocándole el papel en la pata derecha y transformando nuevamente su pluma en su varita, para ajustar el papel a la pata del animal.

 

No tardes, de acuerdo! – Exclamo el hombre levantando el brazo mientras el pajarillo alzaba el vuelo y se perdía entre los edificios del callejón Diagon.

 

-Pues manos a la obra. – Dijo Axel al gato, el cual ahora se encontraba afilando sus garras en el timón de madera. – Hej ese timón le perteneció a un barco de Erick del rojo, un gran pirata muggle, así que te cobrare la reparación eh gato! –

 

Cuando escucho los pasos de alguien subiendo, Axel solo se apresuró para gritar. – Estamos cerrados aun- caminando un poco para ver a un joven de cabello verde, y distinguir que era @, un chico que acababa de conocer hacía unos dias (xddd) en la reserva mágica.

[Anthony R. Dracony M.]

El chico caminaba con esa determinación de acabar pronto con la empresa. La búsqueda de la espada, le estaba resultando bastante complicada.

 

Según sugerencia de un mago, le recomendaba que fuese a Hogwarts, al parecer, ahí había ido el duende que había fabricado la espada de Godric Griffyndor. Pero aquel plan tenía un inconveniente ¿cómo se suponía que pediría hablar con él, si no conocía su nombre? y lo más lógico, es que le pedirían explicara el para que lo buscaba.

 

Lo más sencillo era ir a comprarla a algún otro sitio y este local en especial, le parecía el más adecuado para encontrar lo que buscaba. Porque las espadas eran cosa de piratas.

 

Un grito le hizo de conocimiento, que no estaba el local abierto, miro hacia la dirección en que provenía aquella voz, y cual no fue su sorpresa, que era Axel, la sorpresa le hizo detenerse un segundo, jamás pensó que aquel joven tuviera un local y uno tan especial y único.

 

Sonrió un tanto por admiración y perplejo por aquel encuentro tan inesperado-

 

-- ¡Hola! ¡Jamás imagine que te encontraría tan pronto! ¡ey! ¿es que eres el dueño de este local?¿o es de tu familia?

 

Espero a que el joven respondiera, antes de que él mismo explicará el motivo de acudir hasta ahí.

Editado 25 de Noviembre del 2015 por Antoni Tonks

[Axel Rexdemort]

- ¡Hej! – Exclamó con gusto el Rexdemort, acercándose hacia el joven Tonks una vez que lo hubiera reconocido, para sonreír ampliamente sin importarle su diastema la cual Axel siempre evitaba mostrar. – Bienvenido Antoni. – Acto seguido, Axel prosiguió ofreciéndole su mano como era de costumbre para saludar al mago, y darle una palmada sobre la espalda; hacía poco tiempo que conocía al muchacho pero aun así parecía ser un mago confiable.

 

- Parece que nos estamos topando continuamente. – riendo un poco para animarlo a pasar al barco. Mostrándole al joven mago el camino hacia la cubierta.

 

- Estas en lo correcto, estás viendo al capitán del barco… literalmente.- Riendo con una carcajada para sí mismo, una vez más el mal sentido de humor de Rexdemort aparecía en una conversación.

 

- Este barco fue rescatado de las aguas del Øresund al norte de mi país, es un verdadero barco vikingo dl reino de Lejre según los historiadores. – Moviendo un poco las velas de tela negra, para que no molestaran al joven Antoni que entraba a la cubierta del barco. – Es un poco viejo, pero aún así es toda una joya. – Sonriendo una vez más mientras Axel mostraba a su invitado la parte inferior de la roda decorada con cráneos humanos.

 

– Mi familia dejo hace tiempo Ottery, la mayor parte se encuentran en Dinamarca y Suecia, así que yo modifique este barco para tener un lugar donde vivir.por ahora – Tomando un cráneo entre sus dedos para intentarlo hacerlo sonreír pero sin éxito, para reír una vez más y volviéndolo a colocar sobre la roda.

 

 

- Muchos curiosos entran al barco, solo por el aspecto lúgubre del mismo. – Dijo mientras se remangaba las mangas de su camisa negra y despeinaba su cabello.

 

- So… Entonces viniste al barco por su apariencia o buscando algún artefacto pirata, quizás te pueda ayudar un poco. – Acercando un barril de madera que se encontraba al lado de una de las estatuas de la cubierta, para que Antoni tomara asiento.

[Anthony R. Dracony M.]

¡Ahora entendía aquello de que "el mundo da muchas vueltas"! Vio como Axel caminaba hasta él, ese día estaba mejorando mucho, la grata sorpresa de encontrarse con el mago, le puso de inmediato de buen humor, se sintió alegre con su bienvenida y también sonrió abiertamente, de verdad, no había pensado en encontrarse con alguien conocido pero coisidir con ir al local de Axel, era así como ver que el cielo se abría después de estar nublado.

 

Correspondió al saludo del mago, le agradó la camaradería y ya sentía al joven como un amigo.

 

--- Al menos esta vez no nos aguarda ninguna fiera hostil-- Dijo riendo al joven mago, estar visitando tanto sitio, ya le había traído algo muy bueno. Atendió a la indicación de su nuevo amigo para tomar el camino para ir a la cubierta.

 

Aquello era emocionante, nunca antes había subido a un barco, la madera crujía bajo sus pisadas, no supo porque recordó sobre "caminar por la tabla", aunque sonrió por escuchar a Axel designarse como el capitán.

 

--- ¡Wuou! entonces aviseme capitán cuando sea hora de zarpar...--rió junto con Axel, le encantaba lo que el joven decía.

 

Presto atención con gran interés sobre lo que contó del barco -- ¿Vikingos? ¡los hombres de mar sin miedo en el corazón! -- Con un gesto agradeció al mago que apartara aquella tela ¡que bien! eran de su color negro que consideraba tan elegante, vio el lugar con ojos de asombro y más aún cuando vi todos aquellos cráneos -- ¡Genial! ¿ellos los reunieron? o...¿tú lo hiciste amigo? ¡cuenta!¡vamos!

 

Le vio tomar un cráneo, se pregunto el motivo, era extraño y se quedo incrédulo mirando le.

 

-- ¿lúgubre? yo creo que es fantástico, la verdad, me paseo por Diagón, no tengo mucho que hacer, no suelo comprar, más bien, es por parar el tiempo. Aunque es un mejor lugar para vivir, hay días que me siento como tigre enjaulado, o simplemente encerrado, ¡atrapado!-- Se sentó sobre el barril y su gesto preocupado desapareció al recordar al mago Reacon, ese excéntrico mago, prefería sentarse sobre un barril antes que una silla o sillón, ahora él estaba sentado igual, tal vez y luego le vería.

 

Escucho sus preguntas y de inmediato recordó a que acudió al barco.

 

-- ¡ah, si! pues veras. Un día fui con mi amiga Lady a la feria, me reto a lanzar cuchillos, afortunadamente resulto bien, luego pensé en usar algo más ...diferente, pero como es difícil conseguir una guadaña, pensé en una espada. ¡Pero ha sido complicado! he ido a cuatro locales y si no los destruyen, el dueño desaparece, los empleados i*iotas no me atienden y...bueno, que no he hallado un lugar donde vendan espadas, una tan siquiera...¿los piratas usaban espada, no es cierto? crees...que puedas venderme una, quiero aprender a usarla.

[Axel Rexdemort]

Axel acento varias veces a los comentarios de Antoni, mientras acercaba un segundo barril para sentarse él mismo y continuaba escuchando la historia del joven con cabello verde, mientras movía la cabeza de arriba abajo y colocaba su mano derecha sobre su barbilla.

 

- Bueno sabes, que vender armas no es tarea sencilla, no muchas personas las compran, pero creo que llegaste al lugar adecuado. – Sonriendo maliciosamente, para levantarse y apuntar con la mano a una puerta al fondo. – Sígueme. – Exclamo el joven dirigiéndose hacia ella y abriéndola un estrecho pasillo rodeado de oscuridad aparecía.

 

-Cuidado con los escalones, vamos a bajar.- Avanzó Axel esperando que Antoni lo siguiera. – Esta es la parte interior del barco, es donde tengo la mayoría de objetos a la venta. – Llegando a una puerta de madera negruzca, la oscuridad ahora era más evidente, era obvio se encontraban en las entrañas el barco. – Pasa, pasa, no seas tímido. – Abriendo el paso a una habitación, donde varios trozos de tela tapaban los objetos de la misma y un débil farol iluminaba el recinto.

 

- Una disculpa, apenas me voy a poner a limpiar. – Dijo apresurado, para acomodar el farol y dar más luz al lugar, donde las sombras se difuminaban con varios muebles cubiertos, y la mesa central de la habitación, donde las hojas de papel, trozos de tela, y polvo reinaban.

 

- Entonces, te gustan las armas. – Limpiando la mesa, para acercar un objeto envuelto en una sucia tela.

 

- Este bebé se llama Eugune. Es una falchion que conseguí en un viaje a Malta, http://i.imgur.com/nZUVpT1.png?1 puedes ver que tiene solamente un filo y no es tan grande. Anda pruébala. - Exclamó Axel ofreciéndole a Antoni el arma en la mano. – Puedes ver que no es pesada, intenta dar unos giros, es muy liviana, pero es por la hoja simple. – Axel explicaba a Antoni, mientras caminaba al fondo de la habitación a lo que parecía un gran espejo cubierto.

 

 

http://i.imgur.com/58PqFpR.png- Si quieres algo más… poderoso. – Cargando un segundo paquete, para ponerlo en la mesa y desenvolverlo. – Ella es Lucina, puedes ver que esta nena es mucho más grande, exactamente 80cm del mejor acero de Liechtenstein, esta espada larga fue parte de la colección real del principado, fue muy difícil conseguirla, vamos úsala. – Ofreciéndole la segunda espada al joven que parecía haber clavado sus ojos en la gran hoja de Lucina. – Lucina tiene doble filo, por lo que es un arma más peligrosa, además de eso podrás ver que es mucho más pesada, la hoja es doble reforzada y la pequeña curvatura de la punta, es una estocada muy peligrosa.

 

 

Sonriendo un poco Axel caminó hacia la parte izquierda de la habitación. – Oye, ¿Qué tal están esos músculos? - Para reír un poco más y desnudar su brazo derecho haciendo un gesto para mostrarle sus bíceps.Ambos rieron, así que Axel se dio media vuelta, y le quito una gran tela a lo que parecía un poste.

 

El grandulón se llama Basil. – Mostrándole la gran espada que se encontraba recargada en el muro. – Basil es un mandoble del siglo http://i.imgur.com/mFQRuhU.png XVI y mide exactamente 2 metros, 25 centímetros. – Parándose a su lado, se podía ver que la espada era mucho más grande que Axel. – Pesa 8 kilos, por lo que es una espada muy pesada, necesitas una gran fuerza y agilidad para usarla, además usar las dos manos. Cuando la conseguí en Luxemburgo intente probarla y puedo decirte que es una tarea muy difícil, mira acércate, la hoja tiene un ancho de 10cm lo que hace que esta espada, sea para dar unos golpes fortísimos. – Antoni parecía emocionado, por lo que Axel seguía sonriendo.

[Anthony R. Dracony M.]

Se quedo pensando sobre eso...seguramente era eso, después de todo, los magos tenían sus varitas, salía sobrando las armas blancas...su gesto cambio al escuchar a Axel, ¿ya llegue al lugar adecuado?

 

-- ¡Que bien! ¡Claro, vamos!

 

Le miré como sonrió y luego se levanto del barril donde estaba sentado, como si fuese un reflejo, yo también lo hice, su mano señalo y me hizo mirar, ahí al fondo se veía una puerta, ambos fuimos hacia ahí. Axel abrió la puerta y avanzamos por un pasillo que parecía fabricado para una sola persona, no conocer otros barcos me tenía como turista, mirando con detenimiento lo nuevo con gran asombro, Esta vez descendíamos por una escalera, Axel me advirtió de los escalones, quizás hubiese alguno con trampa, como aquellos de la pirámide, en que aquellas momias nos capturaron y nos tuvieron cautivos, era igual de oscuro, aunque la humedad, era algo que no le tenía contrariado.

 

Llegamos a una puerta y Axel la abrió, decía que ahí tenía la mayoría de las cosas que vendía, era raro, todo estaba cubierto, como suelen hacer algunos pueblos cuando hay un difunto, cubren todo. deseche aquel recuerdo leído y mi amigo arreglaba el farol y vi que iluminaba mejor.

 

Cuando Axel me dijo que apenas estaba por limpiar, me explique el porque estaba todo así, apenas regresaba, seguramente no había podido estar en el barco hasta hace poco, no quise preguntarle cosas personales, tal vez para ello debía pasar más tiempo, para dar pie a confidencias.

 

Un brillo rojizo cruzo mis ojos miel al escucharlo, y con voz entuciasta le dije:

 

-- Mucho, me agradan sobre manera. -- No sabía si era bueno o malo, pero por el momento no le mencionaría su daga de plata, era...como un juguete, pero que le hacía sentir que había un agrado por esa clase de armas.

 

Dejo la superficie de una mesa libre para poner a la vista una exquisita arma, era un tanto diferente y aunque le escuche nombrarla como Eugune, no me extraño, mi "arma mágica" la llame "cobra", seguramente que teníamos inclinación por darles un nombre.

 

Escuche como me daba las características que la hacían conveniente para mi, no era alto, ni de gran fuerza, era mejor que no me inclinará por algo fuera de mis habilidades. Así que tome aquella arma para sentir su peso, era realmente ligera, Axel me animaba a dar unos giros.

 

La tome por el mango...¿unos giros?bien, moví mi muñeca en círculos, luego imagine tener un contrincante enfrente y moví la espadaa para detener un golpe a mi pecho, saque el arma hacia un lado, se sentía bien, ahora debía ir yo al ataque, hice mi brazo hacia atras un poco para luego con fuerza dar un golpe al frente hundiendo la espada... si, al parecer era lo más conveniente, la voz de Axel me hizo girar a verlo poner otro paquete sobre la mesa, ahora me mostraba una espada mucho más larga.

 

El me explico que era más poderosa, no sabía sobre metales, cierto, pero si era acero, al menos sabía que era de lo más fuerte o resistente. Me asombro tanto el nombre como escucharle decir que era más pesada, cuando me dijo que la usara, lo dude un poco, pero igual la tome, recordé a mi compañero Leonardo y como me hablaba de su katana que decía que no tenía filo en uno de sus lados.

 

Peligrosa...que atractivo sonaba, la tome entonces, o... oh, era muy notoria la diferencia, tendría problema con ella, un mal movimiento y yo mismo me podría herir, era irónico pero mejor tener suma precaución con esta.

 

Parecía que Axel me llevaba de una maravilla a otra, entonces me pregunto:

 

-- Oye, ¿Qué tal están esos músculos?

 

Timidamente lo miré, no ejercitaba ni nada, así que solo levante los hombros, él en cambio me enseño sus bíceps, me contagió con su risa, pero preocupado pensé en que tenía mucho camino adelante que recorrer, si acaso quería tener el mismo desarrollo muscular.

 

Entonces si que me asombro, me enseño a "Basil" y no pude evitar un grito:

 

-- ¡Santo cielo! ¡pero que barbaridad! ¡Vaya espada! -- le miraba embelesado mientras Axel me iba contando sobre esa arma formidable...ni en sueños pensar en tenerla o usarla, pero al menos podía admirarla.

 

-- ¡Son de lo mejor que hubiese imaginado! pedía una, ahora están estas tres a elegir...¡oh vaya!-- Mis ojos iban alegres de una a otra.

[Axel Rexdemort]

Axel solo podía continuar sonriendo, se sentía muy bien con la compañía Antoni ya que a muchos en Ottery les aterraban las armas, por lo que “presumir sus juguetes” a alguien que lo entendiera, le daba suficientes motivos para no borrar su expresión divertida en el rostro.

 

- Tengo muchas más armas aquí, no solo espadas, tengo arcos y flechas, cuchillos, mazos, chakrams, incluso tengo báculos y varitas. – Continúo riendo para, ir por una nueva caja. - Sinceramente, creo que este bebé te va a encantar. –

 

Axel acerco una nueva espada, donde la vaina de color negro con detalles dorados sobresalía. – Esta de aquí no tiene nombre. – Desenfundando lentamente el arma, para mostrarle una espada nueva. – Es una Wakizahi y de las mejores- girando el arma de una forma en la que Antoni pudiera ver bien la hoja. – Es acero templado, el mejor de Kobe, en Japón; puedes ver que esta arma es sorprendente, no es muy pesada creo que tiene el mejor peso para una espada corta además solo mide 60cm. – Tomando la hoja de la punta para darle a Antoni la empuñadura. – Tómala, ¿Cómo la sientes? Es similar a una katana, pero si miras con cuidado su filo es más delgado, lo que significa que puede hacer mucho daño.

 

-Es de las pocas espadas samurái que no están en museos, por lo que puedes notar que no es arma común y corriente. – Observando como Antoni hacia algunos movimientos, Axel sonrió para volver a hablar. – Vamos a probarlas. – Acercándose al mandoble que se encontraba en su espalda, para moverlo un poco. – Toma la wakizahi, y a Lucina yo llevare a Básil y creo que puedo con Eugene, pero ten cuidado. –

 

Axel levanto con las dos manos la gran espada, para dar un giro y llevarla a la puerta, despues tomo la segunda espada usando su varita. – Cuidado con los escalones. – Volvió a repetir una vez que Axel empezó a subir los escalones con el mandoble entre sus manos. Fue así como los dos hombres volvieron a subir a la cubierta del barco, Axel camino lejos de Antoni, y coloco la falchion en el suelo, para levantar la gran espada Básil con sus dos manos. – No es tan pesada cuando te acostumbras. – Volviendo a reír, parecía que Axel ya se sentía cómodo con su arma entre sus manos. – Practiquemos un poco pues, en guardia. – Levantando sus manos a la altura del hombro, y bajando el arma en forma vertical con si se tratase de un escudo.

[Anthony R. Dracony M.]

Sus ojos brillaban ante la expectativa de comprar todos aquellos "entretenimientos" la vista se le iba de uno a otro, aunque Basil le había impresionado bastante, mejor aprender a usar cosas a su habilidad y fuerza, por eso pensó en una ballesta.

 

Con interes se acerco a Axel cuando le aseguro que le gustaría un especial juguete que llamo bebé, esperaba que fuera porque fuese pequeño, tal vez una daga o un cuchillo. Con curiosidad dejo un momento el arma que tenía en la mano, el ton y las palabras de Axel le aseguraban que tenía algo mejor y se alegro de acertar.

 

Una nueva espada le estaba mostrando, sería que soñaba con un arma así o por que al fin veía una, le encanto al verla, como una esponja fue "absorbiendo" con forma natural toda aquella información y sus ojos se clavaban con admiración en ella, su gusto fue complacido cuando su amigo Axel le acerco la empuñadura diciéndole: – Tómala, ¿Cómo la sientes? Es similar a una katana, pero si miras con cuidado su filo es más delgado, lo que significa que puede hacer mucho daño

 

-- Gracias, pues la siento muy bien, como una "amiga"

 

El chico entonces se dio gusto de cortar el aire, era tan grato sentir que podía oírla, que dio varios movimientos al aire. Volteo a la carrera cuando le escucho decir algo increíble:

 

– Vamos a probarlas. Toma la wakizahi, y a Lucina yo llevare a Básil y creo que puedo con Eugene, pero ten cuidado. –

 

Se hubiera caído de bruces si estuviera en el borde de un puente, de inmediato se emocionó con la invitación.

 

-- ¡siii! ¡vamos!

 

El chico obedeció como si hubiera esperado por aquello desde siempre ¡Que suerte! pensó el chico y tomo las espadas para subir a cubierta de nuevo.

 

Se sentía emocionado tanto como la vez que entro a hurtadillas a aquel lugar prohibido para él, solo para darse el gusto de mirar de cerca los dragones...así de grande era la emoción que sentía, entendía porque Axel le recomendaba cuidado, aunque él había sufrido varios cortes anteriormente, además de mordeduras y de rasguños de su halcón peregrino. sabía en carne propia, de lo peligrosas que podían ser las armas blancas y a pesar de ello, sentía una fascinación por ellas.

 

Este era su primer contacto y práctica con espadas, sus ojos alegres vieron como Axel re alejaba para colocarse en guardia, él miro ambas espadas ¿podría usar ambas? las sostenía sin dificultad, abrió su compás y miro con entusiasmo al mago, verle tomar a Básil, le confirmaba que sabía bien el manejo del arma, ¿porque retrasar entonces la diversión? mucho podría aprender del mago, él no tenía más que el amor a ese arte, pero no sería "leyendo" como se volvería diestro, era necesario practicar.

 

Empuño ambas armas, la que tenía en su diestra un poco más arriba que la otra, avanzo hasta Axel, sería mejor iniciar, así que dio un golpe al increíble Básil, el sonido que produjo el choque de ambas armas era como una música que deseaba seguir escuchando y dio otro golpe sus pies y cuerpo despertaron moviéndose al compás de aquella adrenalina que recorría su cuerpo...

[Axel Rexdemort]

Axel sonrió maliciosamente, al ver como su oponente se preparaba. Al parecer Antoni no era un novato total en el campo de las armas, pues al ver la forma en la cual el joven hombre empuñó dos sables a la vez como los antiguos samuráis, se podía observar la emoción por empezar el combate.

 

Antoni daría el primer golpe lo cual sería adecuado, pues el gran mandoble de Axel era un arma pesada y requería una maestría en su uso, la cual obviamente el danés no poseía, conocía los movimientos básicos de esa gran arma pero estaba listo para aprender en ese momento. Por lo tanto Axel posó los ojos en su rival cuando este se acercó y dio el primer estoque. El golpe produjo un fuerte estruendo, las manos de Axel temblaron un momento por el impacto, pero por la posición de la espada, podría contra-atacar.

 

Axel dio una fuerte patada a la hoja del arma, en la posición en la que se encontraba le daría un golpe directo en el frente al chico de cabello verde y lograría aturdirlo - Hej – Exclamó confiado, pensando que el movimiento golpearía a Antoni en el abdomen y quizás lo hiciera caer de bruces, pero poco duro su seguridad, al ver como el joven solo retrocedía un par de pasos sin daño alguno. – Bwa – Intentó Axel contemplar la situación, mientras subia la ceja derecha de su cara.

 

Su gran espada y la fuerza de Axel eran superiores a las de Antoni eso era notorio, pero el joven mago era mucho más veloz y preciso. Quizás sus golpes no llevaran demasiado poder, pero la agilidad de cada uno y la misma agilidad que demostraron los movimientos de Antoni hicieron dudar al Rexdemort, de su posición.

 

Axel bajo su poderoso mandoble y dio un giro intentando atacar las piernas de Antoni, pero una vez más la velocidad del joven Tonks era demostrada.

 

- Genial, eres muy hábil, eres endiabladamente bueno!! – Usando la mano derecha para colocar el arma cerca del suelo y sonreir bastante alegre. Así volver a atacar desde un ángulo mucho más difícil de esquivar, ahora subiría el arma casi 45° grados hacia arriba, esperando la reacción de su contrincante.

[Anthony R. Dracony M.]

Era cierto que antes no había portado armas, solo los puños. En aquel pasado odiado, había tenido que aprender a liar con chicos a golpes. Mal había sido la más de las veces, porque era solo contra un grupo, mucho penaba por ello, salvo aquellas ocasiones en que la furia se apoderaba de él y ocurrían desastres "raros" a los oponentes.

 

En ese entonces no se lo explicaba, ahora que se hallaba entre magos lo entendió, su naturaleza mágica le hacia lograr lastimar aquellos crueles jóvenes y salía de difíciles emboscadas.

 

Intentaba no "dormirse", era imprescindible que actuará con reflejos rápidos, así como ir "planeando" sus posibles movimientos, sentía arder su pecho con el gusto de probarse, si fuera alguna clase de veneno, le agradaba sentir esa sed, que le impulsaba a medir su habilidad. No podía ser mucha, pero estaba emocionado por el inicio que tenía en compañía con Axel.

 

Antes de dar el tercer golpe, hubo de retroceder para esquivar un acercamiento de Axel que manejaba a Basik hacia su abdomen, por entonces busco otro ángulo por el cuál entrar, solo que tuvo que dar un salto para esquivar la hoja que pasaba a sus pies, era un tanto parecido a estar frente a una cobra, de eso si sabía, leer en los ojos del reptil su siguiente movimiento...

 

Por la forma como tomo Axel el arma, temió por lo que implicaba ¿a donde moverse? y raudo se tiro al piso, rodó como tronco alejando se del peligro e impregnando fuerza a su espalda y piernas se impulso al frente para de un salto incorporarse sin necesidad de soltar las preciosas compañeras de sus manos, su frente se aperlo de sudor...si no iba con cuidado recibiría un llegue...

 

Abrió la boca como un pez a la vez que sonreía, avanzo de nuevo hacia Axel, etesto golpes uno detrás del otro usando ambas armas y luego giro para quedar de frente, su derecha en alto a la defensa y su izquierda presta a salir al frente desde la cintura.