~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Darla G Dumbledore]

Un estremecimiento recorrió su cuerpo al sentir el peso del cuerpo de él sobre el suyo propio, gimió bajito disfrutando del calor y la protección que éste le daba. Era un mezcla de pasión y ternura que la volvía loca y la hacía perder la cabeza, el simple roce de sus pieles hacía que olvidara que existía algo más en el mundo, eran ellos, nada más. Uno tras otros los gemidos de ambos escapaban siguiendo el ritmo de sus almas y sus cuerpos al fundirse en las miradas y la piel.

 

No necesitaban decirse nada, las caricias, los gestos, las miradas lo decían todo, las piernas de la vampiresa jugaban contra las caderas del mago que la poseía, que era su dueño, su mitad perfecta. Una sonrisa escapó junto con un gemido de placer al escuchar las palabras de su amado.

 

--Suya mi amor, solo suya mi dueño, tú eres todo para mí, te adoro, te amo tanto --su cabeza daba vueltas y su cuerpo ardía hasta dejarla agotada pero aún con fuerzas para besar y acariciar al hombre al que pertenecía en cuerpo y alma, al que se entregaba en forma total e incondicional.

[Anthony R. Dracony M.]

Me sentí muy agradecido con las palabras de Tommy, le Sonreí mientras el hacia su reverencia. Volví a la lectura, rebusque entre las líneas aquel pasaje:

"El juego debe de haber llegado a su fin porque los "muertos" se levantan ajustando sus sombrerotes torcidos. Ahora empiezan las protestas.

Thimothy tiene algo que decir:

---Seria justo que de vez en cuando cambiar amos los papeles. La próxima vez, quiero ser yo el terror del Oeste. Soy tan bueno como tú y además soy hijo del sheriff de verdad. Así que...

Este es un asunto delicado. Kid no admite que ningún otro pueda hacer su parte.

---Si tú eres hijo del sheriff, yo soy hijo del verdadero terror del Oeste, la pistola más rápida de Arizona---contesta indignado.

---Más rápida debió de ser la pistola que le llenó el cuerpo de plomo--- interviene Crackers con sarcasmo.

---idi***, no sabes lo que dices. Mi padre fue golpeado por la espalda por un cobarde. Si no, nadie hubiera conseguido sacar la pistola antes que él. Todos le querían, solo los malos le temían. El protegía a los débiles, castigaba a los bellacos...

Kid está enfadado de verdad. Si no fuese su jefe, pensarían que está a punto de llorar..."

 

Cerré el libro, ya sin culpa deje que se deslizará por mi mejilla aquella lágrima de tristeza...también Kid tiene sentimientos, es el jefe. Tuvo un padre, él lo adora y lo admira, como envidio a Kid. Al menos él lo conoció, yo quisiera saber del mio.

¿Será como el padre de Kid?¿cómo podré dar con él? ¿estará ...estará muerto?

 

Aquella idea me asusto, me levante de golpe, el libro cayo al piso pero solo había algo en mi mente: ¡tengo que encontrar a mis padres! Salí con rapidez, no sabía ni donde empezar pero pensé que no lograría nada pasivo, así que mejor sería dar algunos intentos, tal vez alguno de ellos fuera el certero y me diera al fin la respuesta.

[Darla G Dumbledore]

Leto, elfo de Darla

 

Leto se encontraba en el nivel de la cafetería para el público, cuando el joven mago había salido disparado del local, se acercó a la mesa que había ocupado, levantó el servicio, verificó que Antoni no hubiera olvidado nada y procedió a dejar todo en orden. El pequeño se ocupó de verificar que todos los elementos fueran acondicionados y que el lugar luciera una vez más impecable. Un suave aroma a café y vainilla inundaba el lugar.

 

El pequeño elfo se acercó a la barra y pasando tras ella se acomodó en una banqueta alta para los que estuvieran en ese momento ocupándose del lugar. Sus redondos ojos miraron todo a su alrededor, estaba tranquilo y por el momento no había cliente que fueran a tomar algo o a leer, así que rebuscó en un cajoncito bajo la caja. Sonrió feliz al encontrar uno de los libros que solía ojear mientras estaba libre y no había nada que limpiar o alguien a quien atender. Discretamente empezó a ojearlo.

[Anthony R. Dracony M.]

Entre al local y vi que el pequeño Leto, estaba en la barra, lo vio leer y me sonrei. Llegue con paso ligero y me pare frente a la barra, esperando que se percatará de mi precencia.

Levanto la cara y le dije:

 

---¡hola!, buenas tardes. ¿serias tan amable de buscarme libros en donde pueda ver los fabricantes más reconocidos de varitas? es muy importante!, he pensado visitarlos a todos, alguno de ellos tiene que poder identificar la varita de mi madre...si es que en verdad es de ella. Necesito nombres así como su localización.

 

Ladeé la cabeza hacia un lado y mi sonrisa seguia en mi rostro, pues la estupenda idea me tenía muy esperanzado en lograr mi propósito.

[Darla G Dumbledore]

Leto, elfo de Darla atendiendo a @

 

El elfo dió un pequeño brinco, a pesar de que había oído la campanilla de la puerta no había esperado que los pasos del mago llegaran tan rápido directamente a él. Generalmente la gente entraba, ojeaba las estanterías, tomaba algún libro o si no encontraba lo que buscaba recién ahí se dirigía hacia alguno de los elfos para que lo ayudaran. Pero al ver de quien se trataba no pudo evitar sonreír al levantar la vista.

 

--Buenas tardes señorito Tonks, Leto le va a buscar ya mismo los libros sobre fabricantes de varitas, tome asiento y Leto le traerá lo que usted necesita --dijo mientras guardaba el libro que había estado viendo bajo el mostrador, debía tener más cuidado, no a todos los magos le parecía bien que un elfo anduviera leyendo.

 

Se alejó a paso rápido tras hacer una profunda reverencia, mientras buscaba en la Sección de Varitas mágicas libros sobre fabricantes de varitas se quedó pensando en lo que había mencionado el mago. Quería ver si reconocían a la varita de su madre, oh, eso significaba que había encontrado a ella, o al menos eso de ella. Leto lanzó un suspiro triste, ningún mago o bruja se separaba así de su varita, no sin un fuerte motivo, esperaba que se la hubieran robado o perdido, o regalado.

 

Leto puso en su delantal varios ejemplares y se dirigió hacia donde estaba Antoni, y fue depositando los libros que había conseguido.

 

--Este es El Diccionario del Fabricante, éste otro es la Wikia de los Fabricantes, aquí está Variedades de Varitas y sus Fabricantes, Varitas Internacionales es interesante también y este último es la Guía e Historia de los Locales del Callejón Diagón, allí encontrará los vendedores y fabricantes de varitas que estuvieron o están en el Callejón, incluyendo a los herederos del más conocido en Londres la Familia Olivander.

 

Leto se quedó con sus brazos cruzaditos al frente, sosteniendo aún el borde del delantal donde había transportado los libros que le había solicitado Antoni. Esperaba a ver si el mago deseaba algo más o si lo despachaba.

[Aleister Crowley]

Me adentré al lugar con energía, yendo directo a un tumulto de libros. Tenia metido en la cabeza la idea de que tenia que aprender lo necesario antes de entrar a la academia. Quería llegar avanzado, e ir un poco más adelante. La mágia me fascinaba, y queria aprender lo que pudiera, ya que era un novato en el gran arte. La duda era una sola: ¿Habia que afiliarse a algún club de lectura en este lugar para sacar los libros?, ¿habia que llevar algún papeleo?, ¿había que pagar por libro?.

 

Saqué uno al azar, y lo quedé mirando por un rato. "Animales Fantásticos". Alcé la mirada, y me puse a buscar a algún asistente o ayudante. Ni idea por dónde comenzar, son miles de libros. Aunque supongo que hay que comenzar por el inicio, pero ¿cuál es el inicio?

[Anthony R. Dracony M.]

Sonri con satisfacción. La señorita Darla había enseñado a Letto a leer, solo un gran amante de los libros podría haber regalado "la llave" para disfrutar de ellos: el conocimiento y dominio de la lectura.

 

---Buenas tardes Letto, muchas gracias, eres muy gentil. Me parece perfecto, entonces me voy al primer piso.Lo vi hacer la reverencia y salir en la búsqueda de los libros que necesitaba.

Yo me encamine a ese sillón que me gustaba en el primer piso y me senté cómodamente. Tenía un poco de risa al recordar como Letto me había llamado "señorito"

 

Trate de calmarme mientras esperaba impaciente mi solicitud...quizás y pronto mi sueño de encontrar a mis padres se hiciera realidad. Suspire y enlace las manos suplicante...que los encuentre!

Letto había encontrado antes ese libro especial que había leído hace un año, tenía que confiar en que esta vez también lo haría.

 

Después de un tiempo que me pareció muy largo, el pequeño Letto volvió y me fue entregando todos los libros que había encontrado del tema. Lo abrace feliz:

 

---¡oh, Letto! ¡eres de lo mejor! Deja me todos, los leeré aquí, muchas gracias.Le dedique una gran sonrisa y abrí el primero de aquellos libros y me puse a leerlo con gran avidez.

 

 

Elfo de Darla Potter Black con el mago Aleister Crowley

 

El pequeño Letto hizo una reverencia y se retiro a la barra, descendió la escalera y entonces vio que había un mago que al parecer estaba algo desorientado. Encamino sus pasos hasta él y se presentó haciendo una profunda y respetuosa reverencia.

 

---Bienvenido señor, es un placer que nos honré con su visita. Soy Letto y estoy para servirle, solicite lo que usted guste que Letto se lo traerá, libro o lo que guste tomar. Tenemos una gran variedad de títulos. Usted puede comprar o leer en la primera planta, si gusta algo más diga usted, que Letto le ayudará.

 

El joven elfo volvió hacer una reverencia y espero pacientemente a que el mago se expresará.

[Aleister Crowley]

Al instante apareció un elfo. Cuan esclavizados estaban estos seres, me dije para mi. Más continué sin preocupación, resignandome, y me decidí a pedirle algún libro, ya que tanto lo deseaba.

 

-Con que eres Letto- Sonreí mirandole- Yo soy Aleister, un placer. No, no, no te agaches así, ni que fuera dios. Ya,ya, anda, dime, ¿qué libro me recomiendas? Aún no entro a la academia, no sé con qué empezar- dije un poco más bajo mirando de reojo al resto esperando que no escuchen.

 

-¿Mucho trabajo?- Le pregunté.

[Seba Granger]

Luego de amarnos una vez mas como tantas veces lo habíamos hecho desde que estábamos juntos me mantuve sobre su cuerpo por unos minutos, disfrutando del calor que emanaba de ella, de la sensación que mi cuerpo sudado sentía con el rose del suyo. Me encantaba poder decir que ella era mi mujer, saber que después de todo lo que habíamos pasado juntos nada nos podría separar tan fácil, era cierto tal vez no viviríamos el mismo tiempo al ser un simple mortal, pero si sabía que trataría de dejar mi vida en cada día que pasáramos juntos.

Tras algunos arrumacos mas debíamos comenzar por ponerlos las ropas de nuevo, no estábamos en el mejor lugar para seguir demostrando las pasiones el uno por el otro, y menos salir así como estábamos hacía nuestros aposentos ya que no sabíamos si el local tenía clientes.

-Te amo mucho, espero podamos continuar con esto mas tarde- dije sonriendo a mi chica mientras la besaba una vez mas en los labios, recorrí una vez mas su piel con mis dedos antes de liberar su cuerpo del mío.

[Darla G Dumbledore]

Darla con Seba en el depósito - zona prohibida al público

 

Su respiración seguía agitada y la de él, sonrió, cielos, le encantaba verlo así, sentirlo así, tenerse ambos el uno al otro. Jamás podría entender todo lo que él provocaba en ella, era como si toda su vida le hubiera faltado algo y hasta que él no llegó no había descubierto que no era algo sino alguien, alguien que no completaba un faltante en su vida en realidad, sino que la hacía más perfecta. Ahora valía la pena vivir por alguien y supo dos cosas, estaba dispuesta a renunciar a su inmortalidad si él iba a morir o a rogarle fuera inmortal para vivir la eternidad con ella.

 

Acariciaba su espalda, sintiendo su calor, su humedad, su corazón palpitar y su cuerpo, ahhh, su cuerpo, era magnífico, en todos los sentidos. Darla lo veía con adoración y amor y lo besaba con ternura mientras seguían mimándose sobre la improvisada 'cama' sobre las cajas de pedidos sin abrir.

 

--Te amo --susurró con ternura --y te aseguro que si seguimos --río mientras volvía a besarlo, como amaba a ese hombre, estaba dispuesta a todo por él. Un ronroneo escapó de sus labios mientras las manos de él la recorrían con ternura y ella le correspondía dibujando corazones en su espalda.

Editado 3 de Febrero del 2015 por Darla Potter Black