~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Anthony R. Dracony M.]

Mirando el techo sintió que la cabeza le daba vueltas, cerró sus ojos miel, era una suerte estar sentado en un mullido sillón, descansando la cabeza...de otro modo hubiera caído al suelo.

 

Se tocó la frente para ver si tenía fiebre, no. Era solo que...el esfuerzo de adentrarse en este libro, había sido como estrellarse contra un muro de roca sólida. No le había pasado antes esto. Solía vivir entre las páginas de aventuras, como hizo con Atreyus.

 

Sonrió al recordar. Eso le encantó, Atreyus, el guerrero que fue a combatir la "nada", él, se sintió el amigo de Atreyus acompañando sus aventuras, cabalgaron juntos, él en su thestral negro"Sombra", todas aquellas cosas que compartió con él, las había sentido, era como haber vivido, se perdía en esos mundos extravagantes, maravillosos... y ahora...ahora parecía encontrarse con serios obstáculos.

 

Se quedó quieto, atento...quizás y la respuesta llegará de pronto.

[Andrew Potter333]

Me detuve frente a el llamativo cartel del negocio, era lo que estaba buscando desde hace tanto tiempo y que aun no no habia encontrado: Una Librería.Camine suavemente hasta la puerta del negocio mientras mi larga capa negra hondeaba entre mis pasos y el viento.

 

Finalmente abrí la puerta del local y me encontré con la agradable sorpresa de que el local enfundaba un aroma de calidez y de familia, aunque esperaba que solo fuera el aroma y la decoración. Odiaba a los niños y no quería encontrarme a una familia numerosa correteando por ahí, llegue hasta el centro del lugar tratando de ver en donde podría ubicarme, no sabia si subir las escalaras hacia los otros pisos o simplemente ya empezar a buscar algún libro en el piso donde me encontraba.

 

-¿Alguien seria tan gentil de atenderme?-Dije con un un tono de voz que sonaba mas a una orden que a un amable pedido.

[Alecsa Atkins]

Hacia ya varios meses que se encontraba alejada de las calles de Ottery y del callejon. Últimamente solo prefería estar en su habitación o salir por las noches a caminar por las calles, por eso hasta a ella misma le extrañaba encontrarse en aquel lugar. Alejó de sus labios el cigarro que disfrutaba y lo apagó con un pisotón de sus botas. Expulsó el último rastro de humo y alejando su espalda de la muralla se encamino en dirección hacia la enttrada de aquel local que poseia cierto libro que le interesaba.

Detestaba haber tenido que mandar a sus elfos a realizar aquellos encargos al extranjero, o si no facilmente hubiesen sido ellos quienes realizarian ese estupido trabajo, pero no podía esperar por aquel libro.

Se acomodó su cabellera suelta en uno de sus hombros mientras su gabardina blanca se ajustaba a su cerpo. El resonar de sus tacones hacia eco por las callejuelas concominantes hasta que llego a la entrada de la libreria.

 

- Genial, a encontrarse con el mundo -una mueca de desagrado se apodero de su rostro e ingreso al recinto a paso firme, queria entrar y salir.

 

En cuanto entro noto ese repugnante olor a famliaridad, algo que la hizo arrugar el ceño y querer salir pronto del lugar. Iba a llamar a alguien pero vio como alguien se le adelanto.

Con cierto disgusto se giró y vio a quien hablaba. No le reconocía, pues era de esperar, ultimamente no conocía a nadie en aquellos lugares.

 

-Veo que el servicio es tan incompetente en este lugar que uno debe gritar para que le atiendan -agrego con desagrado alzando la voz para que la escucharan quienes ahí atendian, incluido el otro sujeto que había hablado.

[Andrew Potter333]

Suspire enfadado, trataba de controlar mi ira y de no intentar destruir y quemar todo, mi amor por los libros eran lo único que me permitían mantenerme correcto frente a esta situación tan desesperante que parecía habitual en casi todos los negocios de el callejón

 

Pude escuchar una voz que venia de la entrada, odiaba la gente que gritaba pero pude escuchar sus palabras con claridad y debí admitir que la falta de modales era necesaria, su apreciación fue la mas correcta de las definiciones sobre Ottery que jamas habia escuchado. Era algo bastante esperanzador ver a alguien con cierto sentido común en este lugar.

 

-Esto no es solo aqui-Le dije a la mujer con voz firme y con un semblante serio en mi rostro-Todos los negocios de el callejón son iguales-Asevere con un dejo de asco en mi voz.

 

Me acerque un poco a la mujer sin parecer un entrometido, tampoco me agradaba hablar con desconocidos así que no tenia ganas de generara una interacción amistosa, pero quería demostrarle mi respeto y no tenia intención de ser un maleducado con ella.

[Darla G Dumbledore]

Leto, elfo de Darla

 

A Leto le habían dado la orden de que dejara al joven @ que leyera tranquilo en la sala del primer piso y que solo se acercaran cuando él los llamara pero Leto había aprendido a observar a las personas y estaba seguro que el mago no se sentía del todo bien. Despacito buscó bajo el mostrador y preparó en una bandeja una jarra, un platito y un vaso de cerámica.

 

Tras verificar que todo estaba en orden, colocó una bonita servilleta navideña, al tono con todo el local y se acercó al mago, apoyando la bandeja sobre la mesa junto al mago.

 

--Leto le trajo al señorito unas barras de chocolate y galletas y una jarra con leche tibia si el señorito desea algo más Leto estará en la barra --dijo el elfo haciendo una profunda reverencia hasta el piso y luego se retiró mientras escuchaba voces en el piso inferior, seguro de que Tommy se encargaría de las personas que acababan de llegar. Era extraño, nunca solía haber tantas juntas.

 

Tommy, elfo de Darla con @@Andrew Potter333 y @

 

El elfo había recibido todas las indicaciones de su ama y se las había transmitido a los otros dos elfos de ella, mientras observaba como el elfo del amo Seba atendía a un reportero que lo buscaba él había ido a dejar unos libros encargados en la salita de despacho. Cuando volvía escuchó el ruido de la puerta, parecía que alguien había entrado y salido de inmeditado pero no, se equivocaba, porque tras la voz mandona de un hombre había sentido la de una mujer, igual de despectiva. Se preguntó si se trataría de mortífagos, ya que su ama siempre le había enseñado que ese era el comportamiento habitual de ellos.

 

Cuando llegó al área principal del local encontró a la pareja de magos enfrascados en una charla, aunque parecían mantener una cierta distancia como si no se conocieran antes de entrar allí.

 

--Tommy está aquí para servir a los clientes, si el señor mago y la señorita son tan amables de decirle a Tommy qué necesitan, Tommy los atenderá con todo placer --dijo mientras se inclinaba tanto como su ama le había enseñado para no disgustar a los magos y brujas y mantenía la mirada baja para no disgustarlo si eran de los que odiaban a los de su raza.

[Alecsa Atkins]

Pensó que ninguna respuesta llegaría a sus oídos o mejor dicho eso esperaba, hasta que las palabras pronunciadas por aquel chico llegaron a sus oídos, provocando que su mirada se dirigiera con cierta fiereza hacia él. Asintió levemente ante sus palabras, pues bastante razón tenía. Notó como él se acercaba ligeramente y su cuerpo se tensó en señal de alerta, aún no estaba acostumbrada a volver a tener cercanía con alguien.

 

Notó como el la observaba y se notó a si misma observándole con un poco más de amabilidad, aunque aquello no se podía llamar exactamente ser amable. Iba a hablar cuando escucho la voz del elfo que llegaba a atenderles.

 

- Ya era hora –gruño alzándole una lista de tres libros al ser que le hablaba – Necesito esos libros, eran para ayer pero tardaste demasiado –las palabras casi las escupía sin dirigirle la mirada al pequeño ser- y tu –dijo en dirección al hombre en el que tenía aún su vista fija – Es poco común conocer a alguien que tenga un punto más crítico de la ineficiencia que están mostrando estos barrios de antiguo prestigio. Alecsa Atkins es mi nombre por si te interesa – agregó en señal de presentación.

[Andrew Potter333]

Contuve las ganas de ser simpático con el elfo, la chica que estaba delante de mi lograba cohibirme pero extrañamente, al mismo tiempo no podía dejar de observarla, era como una obra de arte majestuosa.

 

No me gusto la forma en que ella se dirigió al elfo, pero no sentía ganas ni de defenderlo ni de quejarme. No podía parar de verla y ya me sentía como un idi*** al estar tanto tiempo ahí parado, tenia que hacer algo de una vez.

 

-Luego de darle los libros a la Señora-Dije con un tono de voz que ni yo mismo me reconocía-Tráeme una lista de los libros que se publicaron en el ultimo tiempo-Le di las ordenes al elfo, pero mi ojos verdes se encontraban en los ojos de la mujer-Soy Andrew Potter-Hice una pequeña reverencia y agregue-Es un gusto conocerla, Alecsa-Antes de que el elfo se alejara le grite-Dado la larga espera que sufrimos, debes traernos algo de beber-Y luego de pensarlo por un segundo dije-​También tráenos algo de comer-Volví a mirar a Alecsa y le pregunte-¿Usted que quiere?-

[Anthony R. Dracony M.]

Estaba sintiéndome de lo peor. Mantenía mis ojos cerrados. Escuche una voz, un elfo se acercó, puso una charola en la mesa cercana, mire por curiosidad, sus palabras me daban a entender que aquello era un trato amable hacia mi.

Musite un gracias leve:

 

---no te hubieras molestado Letto, no era necesario, gracias de cualquier forma. Si, así lo haré, gracias

 

Mire como hacia la reverencia. Espere hasta que se retiró y no mirara. Saque mi varita y apunte hacia aquellas barras...

---¡Evanesco!---aliviado vi como desaparecían de la charola, me recargue en el sillón, era tan molesto para mi en solo verlo...pero el elfo no podía saberlo, era un secreto que no quería mencionar a nadie.

 

Me quede pensativo sopesando probabilidades.

[Alecsa Atkins]

Su mirada color miel en ese entonces estaba fija en los ojos verdes de su ahora acompañante. Entrecerró los ojos al momento que sintió un leve sentimiento de… ¿Vergüenza? Ya no sabía cómo llamarle, ya que desde hace algún tiempo su corazón solo sentía crueldad, frialdad, dolor. Escuchó atenta las palabras del joven que se había presentado como Andrew y respondió a la presentación con un leve asentimiento de cabeza, sin apartar la mirada de él.

 

- Me gustaría un café, simple. Y que revises nuestros pedidos en cuanto puedas mientras buscamos un lugar donde esperar - su voz era mas suave, ya que su frialdad estaba… ¿apagándose?

 

Negó levemente intentando salir de aquella hipnosis en la que estaba envuelta con el chico y alejo la mirada en dirección a donde podrían sentarse. No conocía bien el lugar, por lo que tendrían que buscar. Suspiró y miro de reojo a su acompañante para no volver a quedarse en ese estado de trance.

 

- Busquemos un lugar donde conversar –su voz era como un susurro mientras intentaba volver al estado de corazón de piedra como ella le llamaba, aquel en el que no permitía que nadie le hiciese daño – Y esperamos que Tommy nos lleve nuestro pedido

 

Se giró mientras se quitaba su gabardina dejando al descubierto su blusa roja y sus jeans negros y empezó a encaminarse hacia unos asientos vacíos que había divisado, mientras su andar provocaba que su cabello se moviera en un vaivén ya acostumbrado para ella.

[Andrew Potter333]

Sus ojos color miel eran mas atractivos que cualquier libro de todo el negocio.Cuando menos me lo esperaba yo ya estaba tratando de leerlos,aunque era difícil,pero algo en apenas minutos habia cambiado, era como si la frialdad que estaba presente se hubiera esfumado.

 

-Yo voy a querer lo mismo que la Señorita-Le lance al elfo una mirada de disculpa, en otra situación yo ya hubiera estado gritándole a quien sea que se atreviera a faltarle el respeto a cualquier elfo del mundo, pero hoy no podía, Alecsa me tenia maravillado en una manera tan extraña que ni yo mismo podía describir.

 

La seguí hacia los asientos mientras miraba su cabello moverse de una manera muy exquisita. "Todo en ella es exquisito" pensé por un momento mientras mi mirada pasaba de su cabello hacia otras zonas por debajo de sus caderas.

 

Cuando estábamos a punto de llegar, apure mi paso para moverle el asiento, ahora que empezaba a recuperar mis sentidos y abandonaba por un momento ese trance endemoniado que sus ojos me habían dado, quería ser lo mas educado posible. Me divirtió para mis adentros que tal vez esa necesidad de ser educado era parte de aquel maldito trance, pero no, yo siempre era educado.

 

-Bien-Dije con un suspiro mientras me sentaba en el asiento contiguo-¿Hace mucho que no venias por estos lares?-La mire esperando su respuesta.