El Parque de las Lamentaciones y Circ dels Joglars (MM B: 102350)

[Albus Severus Black]

Allí me encontraba.. Nuevamente en la madriguera apunto de recibir un nuevo ahijado. Siempre producia en mi una alegria increible estos eventos, recibir alguien para formarlo, capacitarlo.

 

Allí estaban.. Los nuevos. Yo estaba en la cocina como normalmente hacia cada vez que pasaba por la madriguera. No se que rayos tenían las galletas de aquí pero insolitamente eran las mejores.

 

Mientras disfrutaba de ellas, oía como presentaban a cada uno. Yo no le di importancia tal, en ese momento sólo esperaba él que designarían para mi y de pronto oí un nombre.. "Una nueva aspirante.. Su nombre Beryl Serenity! Un aplauso para ella"

 

Él pedazo de galleta que estaba en mis labios a punto se de ser mordida se cayo de allí al oír aquel nombre. Camine unos pasos y la mire. Nuestras miradas se cruzaron, no podia hablar..

 

Algo sucedió con ella que salió corriendo de aquel lugar y desapareció. Le seguí y por él rastro de magia llegue al lugar donde estaba. Allí sobre él césped, hundida en llanto estaba ella. Me acerque lentamente y ella al sentir mi presencia allí me miro. --que haces aqui? -- fue su pregunta. -- pues vi que saliste de tu iniciación en la madriguera.. Que paso? -- le pregunte mientras me acercaba aun mas y sacaba un pañuelo de mi chaqueta y se lo entregaba.

 

@@Beryl Serenity Hawthorne

[Beryl Serenity Hawthorne]

-Lo siento mucho, Albus, pero al volver a verte después de mucho tiempo la culpa y el tormento me han doblado, enserio lamento mucho haberte herido de esa forma tan cruel, y sabes que es lo peor?- dije.

 

Ahí estaba parado frente a mí, solo podía ver como me miraba mientras sacaba todo lo que me estaba matando por dentro, me había enamorado de él, en ese momento solamente quería saltar a sus brazos y besarlo pero tenía miedo de que me regresará lo que hace tiempo le hice.

 

Me levanté del suelo y tome el pañuelo que me ofreció, estaba hecha un desastre, nunca antes me había afectado alguien como Albus Severus Black, ahora tendré que compartir más tiempo con él ya que la orden lo ha convertido en mi padrino, me armé de valor y le confesé mis nuevos sentimientos.

 

-Lo peor de todo es que me he enamorado de ti, tú sabes perfectamente que nadie me afectaba hasta que ahora, no sé como pasó y quiero que sepas que no quise herirte pero sabes muy bien que mi familia me tenía cegada con filosofías desde pequeña pero he decidido iniciar de nuevo mi vida, dame la oportunidad de demostrarte que he cambiado y que esto que siento es verdad-dije tomando sus manos llena de lágrimas.

 

 

No sé qué iba hacer pero recuperaría el amor de Albus, estaba dispuesta a comenzar de nuevo, olvidar el pasado y hacerlo completamente feliz, no quería volver a herirlo solo quería vivir a su lado y amarle siempre.

 

@@Albus Severus Black

[Albus Severus Black]

Me acerque a la chica y le mire.. No me gustaba ver llorar a nadie y menos a ella. Que era lo que le pasaba? Esas lágrimas serian por su familia? Era culpa de estar traicionando su crianza mortífaga?

 

Yo sabia que Beryl era hija de gente que simpatizaba con las cosas oscuras.. Con gente que muy probablemente fueran de la marca.. Cosa que era una acusación y que no sabia a ciencia cierta si era así. Lo cierto es que apenas la hermosa rubia comenzó a hablar todo se fue aclarando.

 

Me quede en shock al oír su confesión.. A la verdad en mi pasado esta mujer me movió él piso muchísimo. Camine a unos pasos de ella dándole la espalda porque no sabia como reaccionar ante lo que habia oído. Ella seguia hablando y hablando y sus palabras me retumbaban en la cabeza al igual que caían como cuchillos en mi corazón al saber que siempre le alejaron de mi. Era por ser un feniaxiano? Era por seguir la luz?

 

Voltee y consegui que la mujer estaba cerca de mi. --Beryl me quedó loco con todo lo que has dicho.. No imagine que fuera así. Yo te perdono todo eso que paso.. Perdonar es recordar sin dolor y es lo que comenzare a hacer. -- dije a la catira.

 

Me acerque y le abrace, sentí como ella me tomo muy fuerte y bese su frente. -- bien.. Ahora eres mi ahijada Beryl, debemos volver a la madriguera. Allí debo enseñarte algunas cosas muy interesantes que debes saber y que este no es un buen lugar para hablarlas. -- le dije a mi ahijada mientras caminabamos hacia un buen lugar para desaparecernos.

 

La mire caminar.. Recordaba a cada paso que daba como me encantaba antes esta mujer. Muchos momentos muy lindos viví con ella hasta que de pronto llego a mi cabeza él recuerdo de alguien quien actualmente salia. Ambas eran mujeres increíbles.. A ambas les apreciaba infinitamente..

 

Aquella cascada de cabello rubio se volteo y me miro.. Yo solo le mire y Sonreí. -- quieres que volvamos a la madriguera ya? Debes ir a algún lado mas? -- le pregunte.

 

@@Beryl Serenity Hawthorne

[Sagitas E. Potter Blue]

Habían secuestrado a "Chicharro", mi dragón del Circo, aunque no me había quedado claro quien había sido, si mi compañero de bando Noah junto a Cindy u otras personas y ellos estaban allá por pura casualidad. Decidí que había que buscarlo, por supuesto. No en vano el nombre de Chicharro venía de "Achicharrador" porque tenía la costumbre de carbonizar a todo el que se encontraba a su lado.

 

-- Hay que evacuar el Parque, aunque no creo que haya mucha gente, ¿no? También habría que avisar al Ministerio...

 

Esto último lo dije muy flojito porque, en realidad, era algo que no quería hacer. ¿Cómo iba a justificar que había "perdido" un dragón? Si lo había perdido, se me caía el pelo. Si lo habían secuestrado tendría un punto al que agarrarme para eludir responsabilidades, aunque... ¿Cómo podía demostrarlo?

 

Me adentré en el Parque de las Lamentaciones, con un buen bisteck de toro envuelta en un papel de cocina, dentro de una bolsa. Era la comida preferida del dragón y, si lo encontraba, lo podría entretener antes de que se comiera un humano. Ojalá que no se hubiera ido muy lejos y que los que lo habían secuestrado no lo hubieran pagado con su vida.

 

Caminaba despacio, observando todo matorral, la zona del mirador, la cueva... Llegué hasta los bancos y encontré a uno de mis elfos hablando con una persona mayor. Me sorprendí al reconocerla. Era la abuela de @.

 

-- ¿Pero qué hace aquí? ¿No tiene frío?

 

No es que hiciera mucho frío pero siempre había sentido decir que los mayores suelen tenerlo. Me acerqué a ella, tanto para ver si mi dragón estaba cerca como curiosa de saber el motivo de su visita al parque a aquellas horas. Parecía saber mucho de dragones y si algo me gusta a mí es hablar por los codos de criaturas.

 

-- ¿Tantos dragones conoce? Yo tengo de varias clases pero el más chulo es el Colacuerno Húngaro, me tiene enamorada.

 

Me senté en el banco, a su lado, olvidándome (un poco) de que estaba buscando un dragón perdido.

[Beryl Serenity Hawthorne]

-Gracias, no sabes cuánto esperaba esas palabras saliendo de tus labios-dije mientras lo abracé con fuerza.

 

Era genial volver a sentir los abrazos del hombre que ame desde hace tiempo y no me negaría la oportunidad de volver a conquistar su corazón, lo amaba, lucharía por estar con el sin importar que traicionara a mi familia y a mi propia tía.

 

Después del cálido abrazo, se volvió hacia mí y dijo que debíamos volver a la madriguera, ya que todos estarían seguros preocupados de mí por salir de manera tan dramática del lugar hace un rato, quería contarme cosas privadas sobre la orden pero ante debía saber algo.

 

-De acuerdo, pero antes quiero saber algo- dije para luego continuar- ¿Aún me amas? Déjame entrar de nuevo a tu corazón-añadí.

 

Le planté un beso en la mejilla y seguí caminando un poco más adelante que él, me había propuesto desde aquel instante que no sé como pero seria la mejor mujer para el Black también ahijada, remediaría mis tonterías de adolescente rebelde mortifaga y me convertiría en una gran fenixiana.

 

-Vienes conmigo, Padrino?-dije mientras extendía mi mano pidiendo la suya.

 

@@Albus Severus Black

Editado 2 de Enero del 2018 por Beryl Serenity Hawthorne

[Albus Severus Black]

Seguia sorprendido con toda esta declaración que Beryl me estaba dando. Realmente jamas me imagine que esto lo sintiera ella hacia mi..

 

Ella habia vuelto a mi porque ahora era mi ahijada.. La orden del fénix me la había puesto en las manos para guiarle y llevarla hasta él primer nivel allí.. Pero seria la orden o seria él destino?

 

No sabia que decirle la verdad, no sabia que responder a todo esto. Mi corazón estaba dividido, cuando quise algo con ella, ella me rechazo.. Ahora me decía que era culpable su familia.

 

Voltee hacia ella y le respondí. -- mira Beryl, yo no negare que fuiste muy importante para y que lo sigues siendo..-- me acerque a ella y le abrace. -- porque nunca antes me dijiste esto.. Porque ahora.. -- le mire fijamente a los ojos.

 

--debemos volver a la madriguera cielo..- dije mientras la soltaba. -- ven y tocame para desapareceremos hasta allá. Ella entonces se acerco y me tocó, yo la tome y mirandola muy fijo acerque mis labios hacia los de ella..

 

 

@@Beryl Serenity Hawthorne

[Sapphira Black Lestrange]

No sé porque caminaba por ese lugar , se llamaba parque de las lamentaciones pero era como si tuviera una especie de sexto sentido que la hacía ir hacia ese lugar , como que algo la llamaba no sabía cómo explicarlo y mientras caminaba ve a dos personas hablando muy juntas pero cuando las identifica y ve que uno de ellos era Albus quien se supone que era su pareja , su novio la persona con la que pensó que formaría una vida pero que equivocada estaba, pero la estaba traicionando porque ve como acerca su labios a los de Beryl hija adoptiva de su madrina.

En esos momentos hervía de cólera, la rabia invadía cada parte de su cuerpo y lo poco de rasgos humanos que conservaba desaparecieron dejando a lugar a la vampira que era , sus ojos celestes volvieron a ser rojos y brillaban de rabia con ganas de querer matar a alguien , se acerca a la feliz pareja y los enfrentaría.

- Todos los hombres están cortados con las mismas tijeras le grito con toda la rabia y la estampo un cachetada con toda la fuerza que podía – Me traicionaste confié en ti , confié en tu amor , eres un traidor , te entregue mi corazón y tú lo acabas de romper en mil pedazos , tu traición es peor que una estaca clavada en el corazón prefiero mil veces una estaca que volver a sufrir por amor y luego me dirijo a Beryl la familiar traidora – y tú eres una traidora parece que ni en hasta en tu familia se puede esto es un estaca clavada por la espalda.

- Te odio Albus Severus Black por esto que me acabas de hacer, ojala sean bien infelices juntos y no puedan ser felices y luego tu señor Black no vengas a lamentarte porque las mujeres te hace sufrir , porque ahora está haciendo sufrir a la persona que te quiso y te entrego cuando había jurado no volver a amar y jamás te había traicionar

@@Albus Severus Black @@Beryl Serenity Hawthorne

[Sagitas E. Potter Blue]

En el Parque:

 

El asiento estaba frío, ¿cómo aguantaría estar allá sentada la abuela de mi sobrina? Eyre era una mujer excepcional pero era mayor. Temía por sus huesos. Estaba segura que pronto necesitaría una poción pimentónica para paliar el entumecimiento de los músculos por estar tanto tiempo sentada en un lugar tan frío.

 

-- ¿Quiere que vayamos a la carpa de Dirección del Circo? Allá podemos tomar algo calentito -- le ofrecí. Si Heliké se enteraba que no era galante con su abuela, capaz de matarme.

 

Le señalé el lugar no muy lejano, junto al Parque de las Lamentaciones, en el que se veía una leve luz. Los miembros del Circo seguro que aún seguían buscando el dragón. ¡Demonios, me había olvidado del Dragón perdido! (Secuestrado no hasta que lo verificara). Unos gritos me hicieron volver la cabeza hacia el otro lado y quedé allá, como boba, señalando un punto del parque y mirando hacia el otro diametralmente opuesto.

 

Alguien gritaba, sí, pero no parecía estar en peligro. Más bien estaría en peligro a quien encauzaba su ira. El viento nos traía retazos de sus quejas: "...bres están cortados con...", "me traicionaste...", "te entregue mi corazón..."

 

-- Huy, creo que por ahí hay una pelea de enamorados.

 

¿Intervenía o me alejaba? No me gustaba meterme en problemas ajenos...

[Hayame Snape Potter Black]

Corría

O volaba? La verdad era que ya no le importaba, solo sabía que se dirigía a paso ráudo hacia aquellos terrenos del Circo que tantas memorias y amores siempre le habían llevado; extrañaba todo, desde su aroma a palomitas hasta al enano gruñón que siempre amenazaba con sacarla a patadas a pesar de que ya había sido maestra de ceremonias del lugar anteriormente

Cómo estaría todo, cómo estarían sus amadas plantas, el enorme y peligroso invernadero, su querida "Morita" a la que ya le iba llegando la hora de un pronto registro adecuado

En un momento se quitó las botas para no batallar con los tacones y siguió avanzando a toda prisa por el sitio; ni siquiera se había preguntado si ya estaría cerrado a esas horas, ella solamente quería volver a uno de los tantos hogares que tanto añoraba durante esas largas noches de viajar sin detenerse a descansar

-HE REGRESADO!!

Exclamó nada más acercarse a la carpa donde estaba el ingreso

-SAGITAS, GRUMPY!!... están aquí?

Volvió a llamar

Si, el enano no se llamaba Grumpy pero el apodo debería de bastar para que aquella criatura se molestase y se dejase ver... o no?

[Sagitas E. Potter Blue]

En el Circo:

 

El elfo pegó un grito al despertarse de esa manera tan brusca. Alguien gritaba...

 

-- ¿Quién...? ¿Qué...?

 

El elfo elevó sus orejotas y asomó la nariz prominente por la puerta del Carromato de la Enfermería, donde se había dormido mientras velaba a uno de los hipogrifos que había sido operado. Nada grave, se había tragado parte de un cuerpo que no debía y le había sentado mal. Sólo que no quería darle quebraderos de cabeza a la dueña y no se lo había dicho. ¿Cómo justificar que se hubiera comido lo que no debía...?

 

No había nadie allá fuera. Tal vez lo hubiera soñado... Cerró la puerta con cuidado cuando volvió a sentir gritos. Esta vez no había duda. Una histérica gritaba allá fuera.

 

El elfo salió e intentó comprobar quién era para ayudarle. Sin embargo, en cuanto la reconoció gritó a su vez, pero de terror. Después echó a correr, dejando la puerta abierta. Por cierto, que el hipogrifo también se despertó y, después de expulsar una bola de pelo (¡no queráis saber más o habría que llamar a las autoridades!) saltó de la camilla y se dedicó a perseguir al elfo, quien gritaba y huía despavorido.

 

En el Parque:

 

Sagitas oyó los gritos al instante. Una voz lejana preguntaba por algún Grumpy. Le extrañó pero no dijo nada. Esperaba que, quien fuera, se callara o exaltaría a los animales. Entonces otra voz más aguda y atemorizada se impuso. Era uno de los elfos del Circo.

 

-- ¡Ama Sagitas, ama Sagitas! ¡Las leyendas son ciertas...! ¡Ha vuelto! ¡Está aquí! ¡Ha vuelto!

 

-- ¡Por los dioses, calla, no grites tanto! ¿Quién ha vuelto?

 

-- Ella... ¡ELLA! ¡Está aquí! ¿Evacuamos el Circo? ¿Sálvese quien pueda?

 

Sagitas enarcó una ceja. ¿Quién...?¿Leyendas...? ¿A quién se refería...? El elfo pareció darse cuenta que no la entendía y señaló al Circo.

 

-- ¡¡ELLA!!

 

Sagitas miró en la dirección y solo veía la silueta cercana del Circo y a un hipogrifo que correteaba con una cuerda enganchada al cuello que podría lastimarlo si se enrollaba en alguno de los árboles.

 

-- ¡Demonios, Stellarus! ¿Quién dejó la puerta de los rediles abierta?