Jump to content

Videncia


Sajag
 Compartir

Publicaciones recomendadas

No le agradaba el hecho de ser tuteada por algún profesor, pero sin ganas de llevarle la contraria al arcano que tendía delante de ella, simplemente asintió ante su pregunta. Podría llamarle por el nombre que sus allegados más cercanos usaban para referirse a ella, aunque dudaba que fuese a ser durante mucho tiempo. Prestando atención, a sus siguientes palabras, esbozó una sonrisa, claro que era interesante y bastante peculiar.

—Lo sé, no es algo muy usual de percibir… pero quizás tiene algún motivo el que lo haya podido visualizar. —soltó con tranquilidad y una media sonrisa.

Poniéndose cómoda en la silla en la que se encontraba sentada, notó como en esos momentos aparecía por la puerta una bruja de cabellos tan rubios como los de ella. Se trababa de Juve, una vieja amiga, socia y familiar, considerando la posibilidad de no prestarle mucha atención, como ella había hecho consigo, lo descartó, tenía un poco más de consideración, por lo que la saludó con una cabezada seca y prestó atención nuevamente a Salag.

—La videncia no es una ciencia exacta, es una parte cósmica que muchas veces debemos interpretar de la manera más neutral posible. Porque, todo puede ser alterado, puede que una acción diferente, nos lleve hacía otro desenlace o destino. —comenzó a explicar su punto— Solo nos muestra un atisbo de aquello que puede llegar a pasar.

Sabía que sus palabras eran ciertas, por tanto, no se puso nerviosa y conservó por completo la calma, deseando encontrar la conjugación de oraciones correcta para responder a la primera pregunta, porque se había saldado directamente a la segunda.

—Lo creo, porque así es como la siento, pero como lo he dicho, puede que no sea lo correcto y solamente sea un aviso de que algún ser se estará perdiendo y eso desencadenará que sea complicado para cierto grupo delictivo seguir coexistiendo en Londres. —soltó por fin, esperando no haber sido demasiado escueta.
5pBSVaz.jpeg

8kKbsCi.gif|| sgN2plD.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sajag era un gran Vidente pero también era intuitivo. Sabía el "favor" que le hacía la muchacha concediéndole que le llamara por su nombre, Mia. Ella se concentró en meditar su frase pero notó que no era receptiva a esa familiaridad. El Arcano, al notar que no era de su agrado, decidió respetarla aunque le hubiera dicho que sí podía tutearla.

 

- Su respuesta es totalmente correcta, Srta. Black Lestrange, la Videncia nunca podrá ser exacta porque depende de emociones humanas. ¿Qué parte de nosotros mismos dejamos entrelazarse en las predicciones de lo que hacemos? Por eso, llegar a ser un buen Vidente es muy difícil. Muchos de los charlatanes que usan nuestro Don como un oficio con el que estafar a los pobres ilusos, utilizan la labia y la comunicación no verbal de ellos para "interpretar" los sueños o los hechos acaecidos de la forma que el cliente quiere oír. Es una pena...

 

El Arcano contemplaba a la otra mujer que acababa de tomar su tisana. Era un ejercicio sorpresivo y, por segunda vez ese día, el orondo hindú sintió que sus dos pupilas tenían un pasado interesante para ver lo que estaban vislumbrando en aquellos posos del Té. Notó que se despertaba del ligero letargo en que se había sumido con su Visión y acercó un vaso de agua, sin decir palabra, por si quería tomar algo fresco que le hiciera volver a la normalidad.

 

- ...porque ensucian nuestro nombre con la peregrina idea de hacerse ricos con una Habilidad que no poseen. No niego que puedan tener un talento para entender ciertas partes místicas de nuestra Habilidad - ya les incluía como si ellas fueran Videntes vinculadas porque había visto su futuro y sabía que, en algún momento, lo conseguirían. - Pero la interpretación de nuestras Visiones deben de estar libres de cargas emocionales. Por ejemplo, lo que acababa de decir...

 

Sajag había asistido a una Visión de una parte de la vida diaria del pueblo londinense al que se había mudado pero del que no participaba. Aún así, entendía perfectamente la alusión que había hecho la muchacha.

 

- ¿Cuánto de su deseo personal no estará grabado en ese mensaje que nos ha dado a la señorita Malfoy Croft y a mí...? Las interpretaciones son tan amplias... Eso me sugiere que les voy a mostrar unos grabados y quiero que cada una me diga, sin pensar, lo primero que se le ocurra al verlas. Cuentan una historia y tienen mucho guardado, más de lo que muestran. Tienen que saber Ver y saber Interpretar.

 

Con un leve movimiento de su mano, un par de libros se acercó a ellas y planearon hasta abrirse en una página en la que enseñaron un par de imágenes diferentes. El primer libro mostraba una escena campestre, sencilla y apacible pero... ¿sería realmente así? La segunda imagen mostraba a un empresario dirigiéndose a la puerta de su almacén, un acto cotidiano en una ciudad corriente pero... ¿qué tan real sería esa interpretación?

 

- Sepan ver más allá de lo que se muestra y capten con su Ojo Interior lo que realmente sucede. Cada una elija una de ellas. Después les enseñaré a interpretar las manchas de cera de las velas.

 

Se sentó de nuevo y esperó, pensando que no se le debía olvidar, tras aquel ligero ejercicio de Despertar del Ojo Interno, que tenía que matizarle a la señorita Croft su definición de la Videncia, sobre la exactitud del día y la hora de un suceso. Pero eso sería en un ejercicio posterior.

m1Q3ONE.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Los orbes azul oscuro de la Nigromante estaban centrados en un punto fijo, no entendía como el Arcano era capaz de transportarle a diversos sitios solo con sus palabras. La imagen del hombre dirigiendo sus pasos hacia el almacén donde se encontraba su empresa, contrastó a la perfección con su experiencia dentro del mundo de los muertos. Ella prefería llamarlo tártaro o puerta del infierno, jamás se topo con Hades o alguno de los dioses designados por los muggles para darle el control de ese sitio a un personaje en partícular o al menos alguien que pudiera tener un rostro con el cual identificarse.

 

— Quizás sea el final de sus días o solo es una puerta que se abre hacia una nueva oportunidad—golpeaba con suavidad su barbilla con su dedo índice. Mojando un poco sus labios volvió a dirigir su atención hacia la imagen, no pasando por alto que algo le atraía hacia la postal de la escena campestre, gente sentada cómodamente, admirando el destello que emana de lo que simula ser una fogata y para los más duchos o expertos era la viva imagen de una bola de cristal. Ahí radicaba el meollo de todo aquello, fragmentos que podían interconectarse sin tener relación de primera mano. El hombre estaba solo en un ambiente oscuro y los pobladores de la postal campestre en un clima nublado, pero grato para pasar el día fuera de casa.

 

Una a una varia dudas emergieron en su cabeza, el hombre con el abrigo, las escaleras, las paredes y la entrada. Todo aquello armaba una maraña de ideas que le daban fragmentos de pasado, presente y aderezados con un poco de futuro. El sujeto iba a morir, enfrentaría algún peligro al cruzar esa puerta o solo su imaginación le estaba jugando una mala pasada. Ya no estaba bajo los efectos de la tesina administrada por el arcano y tampoco sentía el ardor de su marca de Caín o la cicatriz que tenia sobre el lado izquierdo de su pecho. Estar dentro de esa morada limitada su percepción a un grado medio, quizás nada de que preocuparse o tomar a tan a la ligera.

 

Ambas escenas me permiten ver el presente, pasado y posiblemente el futuro. En la primera veo a un grupo de personas, despreocupadas, disfrutando de un día nublado sin más preocupación que la de una tormenta que parece no dar señales de vida del todo. O tal vez sea una reunión improvisada dentro de los Campos Elíseos, aunque no descartó que sea solo un engaño de el fin de la humanidad. No puedo dar una definición exacta, ya que todas las posibilidades son viables y arriesgarme a dar un juicio final, no seria lo más sensato a decir verdad—tomaba un poco de aire. Su vista permanecía centrada en la pared del almacén, analizando a detalle la misma pudo asemejarle con una prisión muggle o centro de readaptación social.

 

Puede ser un abogado que tiene secretos que esconder de los que ama o solo es un sujeto que va a realizar un inventario. Sin embargo, yo creo que hay algo turbio dentro de todo esto, el sitio parece lejos de la civilización, ubicado en una zona de difícil acceso. Presiento que algo esconde y no desea que nadie lo sepa, lo que mi ojo interior me revela es desgarrador. Hay varias cajas de madera acomodadas por tamaños, marcadas con lineas rojas y negras, sobre estas tarjetas con diversos datos. Nombre, edad, y nacionalidad—tragaba en seco estaba visualizando a un traficante de personas o órganos. Estaba dejando que sus pensamientos se descolocaran un poco, provocando que su ojo interno se desbocará como un caballo brioso que recorre una pradera a todo galope.

 

No deseaba estar en lo cierto, pero ver desde otra perspectiva las cosas, no siempre daba la cara más linda. Le aterraba estar delante de algo que dejaría una profunda huella en ella, bastaba solo un quejido para despertar su temor hasta ese entonces infundado. Respirando profundamente intentaba en vano tranquilizar los acelerados latidos de su corazón, el perder el control de sus emociones era algo que no podía permitirse y les frenaría en el acto.

 

Ahí estaba presente ese ardor que escocia su nívea piel, Caín y la marca de su pecho ardieron como brasas quemando una a una las emociones y sentimientos que estaba experimentando Malfoy. Recuperaba el control y no volvería a perderlo, no si deseaba que su mente manejará con claridad lo que el pasado, presente y futuro le mostraba por medio de las visiones que percibiera su ojo interno.

 

Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

BwJfDFR.jpeg

Básicamente ya eres la mitad de una maldición

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Curioso el gesto que la muchacha rubia y alta. Era hermosa, en el canon de Belleza de los magos londinenses, pero aquel gesto la hacía parecer aún más elegante, golpeándose la barbilla con el dedo índice. Para el Arcano, le resultó muy curioso que intentara descifrar la imagen segunda, la del hombre solitario delante de una fachada, cuando sus Ojo miraba a hurtadillas la otra imagen. Era como una lucha interior que la sacudió y la alteró. Sin embargo, la joven Malfoy se superpuso a esa sensación y habló de lo que creía que significaban aquellas dos fotos. Sajag se acercó a ella y le puso la mano en el hombro. Sabía que no le gustaba el contacto físico, así que duró menos que un suspiro, tomó los libros y los acercó más a la otra pupila, que ahora estaba silenciosa, para que pensara en su respuesta.

 

- Me ha parecido una respuesta muy digna. He de decirle que se acerca mucho a la realidad de quién fue ese hombre. Por lo que he visto de su interpretación, sé que ha visto la historia y lo que hizo.

 

El Arcano suspiró ahora. Bien cierto era que, a veces, la Videncia no era un Don sino que más bien parecía un castigo. Todo Vidente debía tener un fuerte coraje y un temple aguerrido, algo que poseía aquella bruja. Le hizo un gesto para que se acercara.

 

- Dejemos que la señorita Mia se concentre con sus propias revelaciones. A veces, el Ojo Interior necesita un tiempo para mostrarse. Mire, aquí... Junto a esta mesilla de madera. Deje que quite el mantelito.

 

Al hacerlo desaparecer, la superficie aparecía manchada con goterones de cera reseca. Se notaba que había tenido mucho uso. El Arcano depositó siete velas encima y sopló contra la que llevaba en la mano, dejó caer un hilillo de cera en media cáscara de huevo y la puso dentro. Después la colocó delante de la joven. Hizo lo mismo con las otras y las colocó formando un semicírculo.

 

- En la antigüedad, los Videntes leían las lágrimas de las velas para saber los infortunios de quienes acudían a ellos a conocer su futuro. En sí, una vela arde sin más, no tiene ninguna función. Sin embargo... Cuando alguien respira a su lado sin apagarla, las llamas se inclinan a un lado o a otro, y las lágrimas de la cera se vuelcan en regueros continuos o discontínuos, de forma monótoma o rauda... Si sabes ver una interpretación en todos esos signos, te sorprendes de la información que puedes arrancar del suspiro de un individuo. Sin embargo, se requiere paciencia - algo que notaba que ella no tenía con un carácter que intuía impulsivo, pero aprendería a dominarlo con aquella Habilidad, estaba seguro. - Hay que dejar que la vela se consuma para conseguir ver una inclinación de las lágrimas y de las llamas.

 

Agitó las dos manos para darle una mayor velocidad a las velas que aceleraron su proceso para derretirse, dejando caer cera líquida por los lados.

 

- ¿Quiere probarlo? A veces, hay que cerrar los ojos para poder ver desde dentro la respuesta a la pregunta. Susúrrela, si quiere, no hace falta que la diga en voz alta. Compruebe las lágrimas de las velas, como se desarrollan, dicen que siete es el número mágico porque es el conjunto de todas lo que tiene que valorar. Si sólo cae una lágrima hacia la derecha, su respuesta será positiva a lo que ha preguntado, puede significar fortuna en algo o que encuentre la solución a los conflictos. Si fuera a la izquierda, por lo contrario, la respuesta será negativa, con problemas en ciernes en varios campos de su vida, que tanto puede ser en el amor como en el trabajo o la amistad. Si caen varias lágrimas que se acaban juntando, compruebe también hacia que lado pero implica que superará todos y que se alternarán momentos de paz con otros menos tranquilos, habrá problemas que resolver. Si no se juntaran las lágrimas, suele traer un mensaje tranquilizados, tendrá momentos grandes de tranquilidad que le ayudarán a superar cualquier incertidumbre. Si alguna se para y hace que se amontonen el resto de lágrimas, sin llegar al suelo, la solución está a la vuelta de la esquina por lo que quedarán solucionados. Si cayera rauda hasta la mesa, se acercan noticias agradables que no esperaba...

 

El Arcano dejó de hablar. Él, por naturaleza, era una persona poco habladora y, desde que estaba en aquel Ateneo, se comunicaba más de lo que solía con el resto del mundo.

 

- Como comprenderá, ésta tampoco es una ciencia exacta está sujeta a mil y uno posibles factores que cambiará el rumbo de la cera. Y, sin embargo... ¿Qué creo usted que le contestará a la pregunta que haya formulado?

m1Q3ONE.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El rostro de Mia se había girado ligeramente hacía la derecha, mientras sus ojos se entornaron un poco, estaba completamente sumida en sus pensamientos, intentando entender las imágenes que venían a su mente con la imagen campestre que el arcano había puesto delante de ella. Sí bien, tenía la opción de elegir la segunda, una mucho muy sencillo de explicar, porque era obvio que el hombre que se encaminaba por un camino poco iluminado y que se dirigía a una puerta, tenía un destino incierto, algo le decía en su interior, que la primera imagen era la indicada.

 

Olvidando por completo, durante algunos segundos que se encontraba acompañada, llevó su diestra hasta su cabello, jugueteando con uno de sus rizos, uno de sus muchas manías cuando estaba enteramente concentrada, de ese modo pasaron aproximadamente unos cinco minutos o quizás más, hasta que logró encontrar las palabras exactas para explicar lo que sentía y veía con su ojo interior al tener la imagen tan gravada en su mente, tanto que estaba segura que podía replicar el dibujo sin necesidad de verlo, solo de memoria.

 

—Creo que la primer imagen es interesante, porque puede estar haciendo referencia a un hecho del pasado, aunque algo en mi interior me dice que no es así, que es algo que puede llegar a ocurrir —comenzó a explicar con tranquilidad, respirando profundamente—. Vemos a algunas personas, tomando un descanso a lado de un riachuelo, quizás intercambiando palabras con el grupo montado sobre el caballo... todo eso, podría pasar como algo normal en una localidad de clase humilde muggle o algún pueblecillo.

 

Las palabras comenzaron a salir de sus labios, casi de manera tan fluida que de no conocerse bien, diría que algo estaba tomando posesión de su interior, intentando explicar lo que pasaba o lo que sentía en ese momento. Aunque, intentaba mantener la calma, sabía en esos momentos, que su ojo interno había despertado y había que dejarlo continuar explicándose, porque era la manera más sencilla de pasar por esa preparación que el Sajag estaba brindándole, cerrando una milésima de segundo los ojos, miró fijamente al arcano.

 

—Sin embargo, algún acontecimiento importante debe estar por ocurrir, algo que les hará celebrar —continuó con su explicación—, esta noticia o lo que sea que vaya a ocurrir los llenará de gozo y podrán festejar con música y pasar algún momento ameno al lado del fuego. Sus rostros se notan felices y extasiados, como si eso fuese lo que estaban esperando para que su vida tomará un giro que les cambiará por completo. —terminó de explicar.

 

Notando como el pequeño nudo en la garganta comenzaba a eliminarse, se relajó por completo. Había permitido que sus percepciones salieran por completo a la luz, esperando acertar y que la siguiente ocasión, fuese mucho más sencillo y menos desgastante físicamente, porque el controlarse, le costaba trabajo, y sentía la necesidad de luchar contra eso, pero no debía hacerlo, debía dejarse llevar. Miró las acciones del arcano y esbozó una media sonrisa, velas, eso era algo interesante. Por lo que permaneció en silencio unos segundos, observando solamente y prestando atención a sus palabras.

5pBSVaz.jpeg

8kKbsCi.gif|| sgN2plD.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La voz del Arcano la mantenía serena y tranquila, aquella sensación que despertaba en ella, le extrañaba sobremanera a Malfoy. Jamás se había sentido tan cómoda dentro de una clase y mucho menos en compañia de un ser que parecia que hablaba poco y casi todo lo dejaba a la interpretación de sus muecas o gestos. El tacto con su hombro fue breve, pero sumamente reconfortante, provocando en ella una marea de confusiones. ¿Cómo podía con solo verla descubrir su aversión hacia el contacto fisico?, ¿Qué le hacia pensar que el carácter impulsivo de la rubia, acabaria sucumbiendo ante el don de la Videncia?.

 

Si que sabía como aventurarse a sacar conjeturas apresuradas, quizás todo aquello tenia que ver con la forma en que interpretó ambas escenas que terminaron por desdibujarse en su memoria. Un grupo de velas fueron colocadas en un peculiar semicírculo. Las explicaciones dadas por el Arcano captaron por completo la atención de la Nigromante, dejando que poco a poco la luz que emanaba de esos cuerpos de cera se volviera uno con el azul oscuro de sus ojos Prefiero que sea en voz alta, no quiero que usted se pierda un solo detalle de lo que yo vaya aprendiendo—musitó cerrando sus ojos visualizando las velas notando que la flama se movía de un lado a otro, inquietas por momentos como siendo azotadas por una ligera brisa. Gotas se iban desparramando poco a poco por el cuerpo blanquecino, delineando un camino que se cortaba antes de tocar el fin de la misma. Imágenes se mostraban en tonos sepia, desconocidas para ellas de primera mano.

 

Una leve sonrisa se asomaba en sus labios, latidos pausados eran emitidos por su corazón, rnegatividad y positividad estaban situadas en dos platillos dorados, sujetados cada uno de ellos por lazos del mismo color. Una balanza de gran tamaño soportaba el peso de ambas posibilidades, si era negro o blanco, no era lo que destacaba en el mensaje, sino lo que el mismo escondía detrás de esas lágrimas de cera. Era como mirar los ojos de 7 personas diferentes, fragmentos de sus vidas y partes de su destino, enmarcados por desgracias, alegrías y sinsabores. Una a una tonalidades de diversos colores, le escudriñaban con severidad— Han pasado por mucho y siempre se han podido levantar de cada caída— un grupo de lagrimas se inclinaron hacia la izquierda, tal vez los augurios relevados por estás no fueran tan alentadores como esperaba.

 

El dolor que experimentaba al notar la mirada de una joven de castaños cabello, no hizo más que causar en ella un esfuerzo mayúsculo. Sus músculos se tensaron de golpe, entrecortándose su respiración, causando una sensación de asfixia que poco a poco iba mermando sus fuerzas. Las emociones de cada una de las lágrimas eran como dagas afiladas, buscando una piel donde clavarse y causar heridas sanguinolentas y lacerantes Un don siempre acarrea grandes responsabilidades, no solo momentos gratos e inolvidables— repetía mentalmente una y otra vez, escapando de sus labios esa frase que dentro de poco se volvería un mantra para la rubia.

 

Deseaba saber, si sería capaz de sobrellevar una nueva carga como la que le dejará haber entregado parte de su vida en el mundo de los muertos. Las cicatrices siempre nos recordarían que el pasado fue real y no paso en vano por nuestra vida, lastimosamente no era lo que deseábamos o esperábamos, pero casi siempre nos dejaba una enseñanza que dejaba una honda huella en nuestra vida. Ella estaba felizmente casada o eso pensaba, pero ahora con las cosas que acontecían dentro de su vida en Londres, ya no estaba del todo convencida de que eso fuera totalmente cierto. La única duda que deseaba que fuera respondida en esos momentos, no era nada del otro mundo y se atrevería a cuestionar a las velas y obtener una respuesta, si era negativa tendría la madurez para superarlo sin perder la cabeza y si era positiva, no dudaría en agracedecerle al hombre ,el haberle enseñado a entender como un pequeño trozo de parafina era capaz de revelar tantas cosas.

 

Solo deseo saber una cosa de momento—respiro profundamente antes de proseguir— Hace tiempo contraje matrimonio con un hombre maravilloso, no es que lo enaltezca más de lo debido, pero para mi es lo mejor de lo mejor. ¿El y yo continuaremos juntos por toda la eternidad?,¿Qué nos depara el destino como pareja y si es algo malo, no deseo que esto de me esconda detrás de una cortina de humo?— soltaba interrogante. Una a una las lagrimas seguían descendiendo por la vela, entrelazándose un par de ellas, mientras que otras se alejaban, generándole una sensación de desasosiego. Sería verdad que todo era un simple sueño y ya era momento de despertar, seguramente se estaba dejando llevar por los nervios o posiblemente el falso temor de no estar cerca del ser amado desde hacia mucho tiempo.

 

 

http://i.imgur.com/2kJP8.png

 

Era el 25 de noviembre un día sumamente especial para la vampiro, envuelta en una fina sabana blanca despertaba de un sueño reparador. A su lado dormía plácidamente su prometido, sumido en un profundo sueño que le hizo balbucear algunas palabras, acallando cada una de ellas depositaba un beso en sus cálidos labios. Estaba emocionada, nerviosa y un tanto descontrolada, jamás se imagino verse casada dentro del mundo mágico, ya que nunca le agrado la idea de unirse eternamente a nadie, ni siquiera en unión libre. Pero el Malfoy supo como conquistar de una forma que nadie más lo había hecho, atrapándola en un sueño que poco a poco, le hizo ver la vida desde otra perspectiva.

 

Tengo la familia que siempre he soñado o me hiciste soñar...—mantuvo una parca sonrisa en sus labios. No era adepta a sonreír por todo, simplemente se dedicaba a mostrarse como era. Pero ese hombre era capaz de generar en ella sensaciones y emociones que creía extintas en su interior, reírse, jugar e imaginar una vida llena de placeres y cero preocupaciones, no era precisamente la postal que vivió en sus antiguas relaciones. Uno a uno aquellos hombres de su pasado, cayeron por un precipicio sin fin, pero no el que sería su esposo, aquel tenía un sitio especial en la vida de la rubia y daría la vida por mantenerlo cerca de ella costará lo que costará.

 

Al fin despiertas, dormilón—atinó a decir volcándose hacia sus brazos, le encantaba habitar en ellos y perderse en sus hermosos ojos azules. El tacto con su pecho desnudo aceleró de golpe los latidos de su corazón, contrastados con la respiración entrecortada causando en ella un estupor que le hizo apretar los ojos y contener el dolor que azoraba su pecho. El recuerdo del ataque que sufrió su amado permanecía fresco en su memoria, heridas se extendían por sus extremidades como las raíces de un árbol bajo la tierra, marcando un camino carmesí que le mantenía entre la vida y la muerte. Culpa de ella por no pensar en las consecuencias, no podría perdonarse el haberlo expuesto a tal peligro y ser ella la orquestadora de todo aquello.

 

Todo aquello comenzó porque ella fue su profesora dentro de Hogwarts, quién se iba a imaginar que terminarían siendo una pareja más allá de convivir dentro de una clase dentro de la Universidad. Casualidades del destino ponerles dentro de la misma senda, obligarlos a caminar la misma regañadientes desde el inicio. Ella no estaba del todo convencida de todo aquello, no hasta que otra joven se les unió en la travesía y le dio un vuelco interesante al asunto. Los tres se embarcaron en una maquiavélica aventura, rodeada de criaturas feroces que solo buscaban arrancarles la vida y de ser posible desaparecer sus restos de la faz de la tierra. Malfoy siempre se caracterizó por ser impulsiva y descabezada, no por nada casi siempre se metía en sendos problemas que le causaban dolor de cabeza a sus padres y hermanos.

 

Pero que más daba, si nació para ser una ser libre e independiente, justamente por eso sus clases dentro de la Universidad marcaron un precedente de lo que era capaz de hacer en contra de sus alumnos, desde ponerlos en peligro de muerte hasta provocar que ellos se mataran unos a otros para obtener la aprobación de la enigmática hechicera. Pero aquel joven, no tuvo que esforzarse demasiado en hacerse notar, debido a que poseía cualidades que lo hacían estar presente sin emitir una sola palabra. Eso era lo que le agradaba a la ojiazul, percibir la esencia más pura de las personas sin siquiera entablar una charla con ella . Poco a poco el escenario cambio, ya no estaban dentro de la lujosa habitación, sino rodeados por un nutrido grupo de dragones, esfinges y erumpents. Sobrevolando amenazantes otro par de dragones que expulsaban bolas de fuego, canicas que al impactar en el suelo provocaban llamaradas que elevaban sus lenguas a gran altura.

 

Saldremos de esto como sea—le prometió elevando su varita emanando de esta un rayo que golpeaba con violencia el costado de un colacuerno, arrancando de sus fauces un gruñido que retumbo igual que un trueno. Sus ojos estaban puestos en ese pequeño bribón, si era capaz de acabar con el, el resto no serían más que un simple juego de niños para la Nigromante. Hábilmente movía de un lado a otro su varita, invocando algunas criaturas que le plantaban cara a las que ya estaban dentro del campo de batalla, imponentes hipogrifos lanzaban zancadas contra las esfinges, causando en ellas algunas heridas que no tardaron en desatar la furia de estas.

 

Volvía a estar delante de ella el semicírculo de velas, lagrimas extendidas por cada una de esas siete columnas, salvo por un grupo que se amontono sobre la superficie de madera, asemejándose a un montón de tierra que escondía debajo de su polvoriento interior un cuerpo agonizante. Buscaba por todos lados a su amado, removiendo la tierra con sus manos, arañando la superficie con desesperación y furia, no deseaba enfrentar que tal vez era demasiado tarde para salvarlo y tendría que vivir con el recuerdo de que jamás volvería a tenerle a su lado. Moviendo la cabeza con fuerza abría los ojos lentamente, ya no deseaba obtener aquella respuesta, porque el temor de descubrir que todo era una ilusión, si que le causaría un pesar con el que no sabría lidiar por mucho que lo intentará.

 

Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

BwJfDFR.jpeg

Básicamente ya eres la mitad de una maldición

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El Arcano estaba atento a la muchacha pero no se olvidaba que la otra pupila estaba aún estudiando las imágenes iniciales. Estaba atento a las dos porque, en el fondo, ya había visto la respuesta de la segunda. Le pareció que se había tomado demasiado tiempo para contestar pero el Ojo Interior estaba ahí, al acecho y, por fin, había conseguido sacar una historia satisfactoria sobre lo que había sucedido y que iba a suceder. La Videncia era así de especial.

 

-- Muy bien, Señorita Black Lestrange. Si hubiera seguido mirando, hubiera encontrado aún una historia más allá de la historia que nos ha facilitado. Ese es el Don de la Videncia. Sin embargo, queridas pupilas, han de saber que lo que vean, por muy real que les parezca, no tiene porqué ser la auténtica verdad. ¿Ya les expliqué la fábula del grupo de ciegos y el elefante, que se cuenta en mi India natal? Bueno, no importa, se resume en que todos tenemos la verdad al alcance de la mano pero no toda nuestra verdad es la verdad total sobre algo. Es decir, hemos de ser siempre humildes en nuestras predicciones y reconocer que el margen de verdad que vemos no tienen porqué ser toda la verdad o la verdad concreta que necesitamos ver sobre un hecho concreto. Hemos de vivir siempre con la ambigüedad de nuestras visiones y sólo el tiempo y el uso nos hará ser cada vez más certeros.

 

Le hizo una seña para que se acercara al grupo de velas. La Señorita Malfoy Croft estaba haciendo su interpretación y él sabía que la mujer que se incorporaba había escuchado toda su explicación anterior, con lo que no volvió a explicarla, al menos que ella quisiera hacer alguna observación.

 

-- Mantengamos el silencio de momento, para no interrumpir la concentración de su compañera.

 

Sabía, Veía, que la alta vampiro estaba teniendo un terrible dilema amoroso con la lectura de las velas y sonrió afablemente al verla avanzar, despacio, por la bruma de la respuesta a su pregunta. Pensó que era un buen momento para un mantra silencioso que apoyara su búsqueda y, con un leve movimiento de su mano, una barrita de incienso prendió su punta en el inciensario más cercano a la mesita ratonera, expandiendo un leve aroma por el aire que serviría de ayuda.

 

Cuanto todo finalizó, sintió empatía por ella, aún sabiendo que sería demasiado suya para reconocer el sufrimiento que llevaba guardado por dentro.

 

-- Venga por aquí, señorita Croft, acompáñeme... Va a hacer usted su última prueba conmigo, pues la creo muy capacitada para ir hacia el portal. Pero antes... Acuéstese aquí, en este camastro. Tiene sábanas limpias, no pene por eso. Quiero que se duerma y que se fuerce a tener una Visión sobre el animal peligroso que le espera en el Laberinto y al que deberá vencer para alcanzar la Pirámide de su gran prueba. ¿Necesita ayuda para dormir? Tras el gran aporte de energía que ha hecho, leyendo las velas, creo que caerá sin necesidad de nada pero... Si quiere...

 

En la mesita había un pequeño frasquito con una poción sencilla de adormidera que le ayudaría.

 

-- Usted, señorita Black Lestrange, le toca pasar por lo mismo. Ahí tiene las velas y puede empezar cuando quiera.

 

A la vez que él hablaba, las velas parecieron crecer de nuevo y aparecer como recién encendidas, completamente limpias y sin gotas visibles, listas para su uso por la pupila.

Editado por Sajag
m1Q3ONE.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Estaba agotada mentalmente más no fisicamente, tal vez sus energías estaban centradas en perderse en un profundo sueño. No le tenía miedo a las criaturas mágicas y mucho menos a los muggles, quizás solo a las que tenían más de ocho patas o solían colgarse por las paredes ayudadas por telarañas. No, erroneó pensar que un araña le causaría un daño mayor al que pudiera provocar un Erumpent, pensaba en ríos de lava rodeandola por todos los flancos, ya no estaba dentro del mundo de los muertos y eso lo tenía claro y bien asimilado.

 

Pero, ¿Por qué esa imagen seguía proyectándose en su cabeza y azorando con dureza sus recuerdos?. Había salvado la cuenta con las dos personas que volvió a la vida, salvo por la que se ató a ella muy a su modo y sin pensar en las consecuencias de todo aquello. El camastro el esperaba como los brazos de una madre acunan a su pequeño, abrigándolo con un calor abrazador que poco a poco le condujo al mundo de los sueños. La suavidad de las sabanas era impoluta e invitaba a perderse en esa grata ensoñación, arrastrándola por un paraje que le conducía a otra dimensión.

 

Le intrigaba lo que cada uno de los portales ocultaba, no solo por los secretos que celosamente los Arcanos que poseían a cada una de las habilidades, ocultaban a capa y espada. Al menos el Arcano de la videncia, no estaba del todo reacio en brindar un poco de todo el manantial de conocimientos que poseía, no por nada la experiencia que brotaba de sus ojos, le reconfortaba sobremanera dándole la confianza necesaria para seguir su andar por el camino que la videncia comenzó a trazar para ella desde que entro a ese hogar.

 

Sus parpados permanecían cerrados y su rostro plácido mantenía en sus rojizos labios una sonrisa afable. Sus pasos eran seguros y definitivos, dejándola sentir a la tierra que no temía por nada de momento ya tendría de que preocuparse más adelante y ahora imaginaría a detalle como seria la prueba con la que se vería cara a cara. Un cielo despejado le daba la bienvenida a un mundo desconocido para ella, montañas cubiertas por nieve se extendían a lo lejos, obsequiándole una postal digna de un mural que si se lo propusiera colocaría dentro de su habitación en la mansión Malfoy.

 

Los rugidos desaforados de una bestia captaron su atención, apresurando su andar se topo con un par de dragones los cuales estaban enfrascados en una encarnizada batalla. Uno de ellos parecía estar defendiendo el nido que estaba bajo sus patas, alejando las fauces amenazantes de su rival del pequeño ser que estaba dentro de su cascarón— Eso es todo lo que cualquier madre o padre haría por salvaguardar la integridad física y mental de un hijo— atrayendo a su memoria los rostros de sus hijos. Hacía tanto que no tenia contacto con ellos y lo prefería de ese modo, no estaba en posición de excusarse por su larga ausencia y tampoco se sentía con la necesidad de darles explicación alguna.

 

Volviendo a desviar su vista hacia el par de bestias aladas, deslizando sus pasos con sigilo hacia donde estaba el nido siseó un cántico que calmaría, al ser que dormitaba pacíficamente No te sucederá nada malo, he visto que serás un dragón fuerte y muy poderosocerrando sus ojos le cedió la visión a su ojo interior, detallando cada uno de los pasos que tanto ella como el dragón daría por el mundo mágico. Posiblemente se cruzarían en el futuro y esté tendría la oportunidad de devolverle el favor a la Nigromante.

 

Dejando atrás todo ese peculiar paraje en su viaje, divisaba una manada de Unicornios que disfrutaban de agradable clima. Observando que uno de ellos avanzaba con paso sigiloso y meditabundo, analizando cada uno de los gestos del animal, le parecía escuchar que intentaba comunicarle algo— No todos los seres hablamos el mismo idioma, pero si poseemos la capacidad de comunicarnos de otras formas...—esbozando una media sonrisa en sus labios, invitaba al pequeño acercarse a ella. Dándole una ligera palmada en su lomo, buscaba de algún modo reconfortarlo sin lugar a dudas y mermar un poco la pena que aquejaba a tan hermoso ejemplar.

 

Olvidándose por un momento de trago amargo que paso, pero no dejándolo completamente de lado. De un momento a otro, aquel día despejado se vio truncado por una oscuridad que abrazaba ferozmente el horizonte, sepultando todo en una postal que era digna de compararse con el final de los tiempos. Ya no existía paz dentro de ese portal, ya no reinaba la serenidad que momentos antes cobijaba al dragón y al pequeño unicornio. Ahora solo se percibía un aroma a sangre y metal, garras que se afilaban rasgando las rocas de una de las montañas, varias cabezas danzaban una lejos de otra, evitando a toda costa dañarse o se desataría una pelea que no vería fin.

 

Reconocía ese aroma a piel agrietada por el tiempo, acompañado por el sabor ácido que le amargo el aliento. Una hidra era el animal que le acompaño en sus tiempos de estudiante, protectora que consideraba una fiel amiga y ahora está retadoramente deseaba sacarle del mundo de los vivos para llevarle al de los muertos, pero no contaba con la resistencia que Malfoy mostraría ante tales ataques. Siete cabezas pensaban mejor que una, pero en ese caso esas siete no estaban unidas a un cuerpo que contará con inteligencia y raciocinio.

 

Encogiéndose de hombros, le invitaba atacarle lanzar su mejor golpe o mordida. Retarla a mostrarse como era realmente un ser despiadado y sin la más minina gota de compasión en su ser, no permitiría que un ser de esa calaña le quitará la oportunidad de hacerse con la habilidad de la Videncia. Si en su momento su lado más bondadoso, no la hizo flaquear ahora menos daría un solo paso hacia atrás, contaba con las armas necesarias y no se pensaría dos veces usar cada una de ellas, aunque eso conllevará volver a dejar parte de su alma en el proceso.

 

Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

BwJfDFR.jpeg

Básicamente ya eres la mitad de una maldición

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

—El ojo interior puede fallar, lo entiendo… la videncia es un don que no siempre es acertado y que hay que practicar para dominar. —susurró más para sí que para el arcano.

 

La fabula que acaba de escuchar, le hizo recordar que todo era cambiante, nadie tenía en sus manos la verdad total de lo que ocurriría, porque una mezcla de factores biológicos, fisiológicos, sociales, políticos e incluso económicos formaban parte de ese todo que era el futuro. Cerrando durante unos segundos los ojos, intentó asimilar toda esta información, cayendo en cuenta que le costaba, más de lo que había siquiera pensado el abrir su ojo interior, su mente funcionaba de manera lógica y poco emocional, y eso hacía que tuviera que esforzarse de más para entablar esa conexión con su interior.

 

Tenía que dejarse ir, eliminar esas barreras que durante años había creado. Necesitaba, dejar que su interior tomará el control, solamente de esa manera lograría recibir los mensajes y los interpretaría de la manera más objetiva posible. Considerando, que esa era la única opción que tenía, se acercó hasta el sitio que Sajag le indicó. Visualizando las velas que tenía delante, sintió como su respiración comenzaba a incrementarse lentamente, dejando en claro que estaba nerviosa, y eso no le agradó, porque conocer la respuesta a un cuestionamiento, que la tenía en incertidumbre desde hacía algunos meses, no era fácil.

 

Las llamas comenzaron a arder lentamente, bailando un vals zigzagueante, lento y acelerado en algunas ocasiones, justo como los pensamientos que atravesaban su mente, necesitaba formular su pregunta, o no llegaría a ningún sitio, por lo qué con un suspiro profundo, tomó el valor que sentía que había extraviado durante los minutos anteriores.

 

— ¿La relación con Zack se verá afectada por haberle ocultado que era el padre de mis hijos? —su voz a penas fue audible, al mismo tiempo que sentía como casi temblaba al pronunciar el nombre de su mejor amigo.

 

Fijando su vista en las velas, la llama comenzó a incrementar su tamaño, mientras que el vaivén se estabilizaba y comenzaba a generar que cayeran algunas gotas de diversos tamaños alrededor de la cera que aún no se consumía, diversos tamaños, y a ambos lados se mostraban. No había una señal clara, eso era algo lógico, así que cerró los ojos durante un segundo y se sumergió en la visión de un pasado, que le hubiese gustado olvidar.

 

O.o.o.o.o.o.o.o.o.o

 

Castillo Arkins

 

El clima era demasiado caluroso para lo que le gustaba, sin embargo, comenzaba a creer que todo era producto de la cantidad de alcohol que había consumido, porque podía ver caer los copos de nieve a través del cristal de la ventana. Sí, debía ser el alcohol que corría por sus venas, el que provocaba que su temperatura corporal subiera considerablemente a cada paso que daba, eso sin contar, que estos eran un tanto inestables, pero al observar que sus amigos tenían las mismas condiciones, soltó una risotada, estaban perdiendo la compostura, y poco les importaba.

 

Cediendo ante el poco razonamiento que aún tenía, se acercó hasta el lugar en donde se encontraba el Ivashkov. Tomándolo por los brazos, le indicó que quería bailar y disfrutar, sin hacer demasiado esfuerzo él aceptó y comenzaron a bailar al ritmo de la música que alguno de los otros presentes había hecho sonar en un viejo tocadiscos. Podía sentir la euforia correr por sus venas, y esa fue la que justamente la llevó a provocar al mago, fundir sus labios en un beso, al estar tan borrachos y con sustancias poco legales en sus sistemas, no supieron en que momento ocurrió o que fue lo que pasó exactamente, pero continuaron con otro tipo de caricias.

 

El calor de la atmosfera que los rodeaba, los incitó a desprenderse de algunas prendas y eso fue justo lo que hicieron, hasta que no hubo ningún punto de retorno. A pesar de estar consciente de que debía parar, no lo hizo porque en esos momentos solamente le importó, querer tener más que una amistad y hermandad, y era justamente lo que estaba obteniendo. Dejándose llevar, disfrutaron del momento, hasta que perdieron el conocimiento por que sus cuerpos, no soportaron más todo a lo que estaba siendo sometidos.

 

La chimenea, fue lo primero que logró ver en cuanto abrió los ojos. Sin entender, en donde estaba, trató enfocar y sintió el brazo de alguien rodear su vientre, prestando más atención, se dio cuenta que se trataba de Zack, ¿qué había pasado? Al verse, en esa situación, lo imaginó, y no quiso aceptarlo, al menos no, porque eso significaría un cambio en su relación y no estaba lista para afrontarlo, tenía miedo. Levantándose, con ayuda de su varita mágica, se vistió y logro colocar algunas prendas sobre el cuerpo de su amigo.

 

—Tengo que irme, el deber llama. —fueron sus palabras para el mago, mientras lo movía un poco, aprovechando para despertarlo.

 

Abandonando aquella habitación, supo que un secreto se cerniría entre ellos dos. Porque, sí él no era capaz de recordar, que era lo que había pasado… ella, no se lo recordaría. Además, no había sido la primera vez, que ocurría, así que sabía que podía vivir con ello o eso era lo que creía. En su interior, sabía que debía ser honesta, pero no podía, no cuando reclamos y poca credibilidad se presagiaba en su futuro.

 

O.o.o.o.o.o.o.o.o.O

 

Abriendo los ojos, pudo ver las figuras que se creaban con la cera de la vela, tenían diversas formas, las cuales eran complejas de interpretar pero que estaba segura tenían cierto significado oculto, por lo que permitió que su ojo interno, se hiciera cargo una vez más, eliminando de su mente, todo aquello que le complicaba la conexión. Las lagrimas de las velas, continuaban cayendo, una a la izquierda y otra a la derecha, parando a la mitad, para dividirse, quedando dos gotas de una, eso era lo que estaba ocurriendo con todas las lágrimas, ¿misterio? Posiblemente, no, sabía que no era así.

 

—Habrá una pausa o un punto intermedio antes de encontrar la respuesta, supongo que algún acontecimiento definirá que tenga una respuesta positiva o negativa, asimismo, debo tranquilizarme, porque será consecuencia de mis decisiones lo que ocurra. —su voz sonó tranquila y mucho más alta que hacía unos minutos.

 

Permitiendo que las velas, continuara consumiéndose, se acercó hasta ellas una vez más, y al encontrarse con dos semicírculos en cada una, eso la tranquilizo, porque significaba solamente una cosa, que tendría éxito en su confesión, pero el trabajo para mantener su relación como se encontraba actualmente con el Warlock, sería duro y pesado, algo que estaba dispuesta a conseguir, porque era uno de sus mejores amigos y de los pocos en los que podía confiar su vida.

 

—Esfuerzo y algunos sacrificios, eso es lo que hay que realizar para alcanzar el fin… —añadió, para sí misma.

 

Sintiendo como en esos momentos, su cuerpo estaba cansado y como su corazón latía rápidamente, miró al arcano y esperó su siguiente instrucción.

Editado por Mia Black Lestrange
5pBSVaz.jpeg

8kKbsCi.gif|| sgN2plD.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La mujer vampiro dormitaba en el camastro que el Arcano le había facilitado. Su sueño no era apacible y se removía entre las sábanas que la cubrían. El Arcano había decidido voluntariosamente no VER lo que sucedía porque prefería la sorpresa de la Prueba que iba a proponerle que pasara. Era inevitable que supiera lo que el Destino la deparaba, ser el Arcano de la Videncia quitaba sal a la vida. Por ello, mientras Juv Malfoy Croft soñaba con lo que iba a ser su periplo por el camino hacia la Pirámide del Ateneo, él prestó atención a la muchacha que leía las velas.

 

Para su sorpresa, la pregunta que hizo era también de pareja. El hindú sonrió ligeramente, casi todos hacían preguntas sobre el futuro con una pareja, pocos de sus alumnos habían hecho preguntas sobre otros temas. Incluso él, ahora recordaba, había preguntado sobre la muchacha que le había jurado esperar en aquel campo de azafranes, bañados por el sol de una tarde calurosa, allá en su India natal. Suspiró, olvidando que aquella chiquilla ya había fallecido hacía mucho tiempo, rozando con sus manos el borde del tiempo y sintiendo, de nuevo, la piel de sus dedos sobre su mano, en un juramento que pronto olvidarían ambos. Para él, sin embargo, aquella chiquita con una larga trenza negra, con la piel morena manchada por el polen amarillo del azafrán, le perseguiría hasta el fin de sus tiempos, aunque ella hubiera fallecido y hubieran tenido otras experiencias posteriores por ambos lados.

 

Volvió al presente al sentir la voz de la muchacha. Había tomado su tiempo para analizar las gotas de las velas y las fluctuaciones de las llamas. Tenía razón, primero de todo, sus decisiones eran la solución a su problema. Era algo que sólo ella podría solucionar, así que no hacía falta hablar más del tema.

 

- ¿Se encuentra bien, querida?

 

Había un deje amable en la voz del Arcano. Estaba cansado. Últimamente se cansaba demasiado, como si supiera que el final se acercaba. También lo estaban las dos mujeres que le acompañaban en aquel momento. Le indicó que imitara a la mujer que dormía, señalándole un camastro que, hasta el momento, había permanecido oculto a la vista de todos.

 

- Lo mismo para usted, Señorita Black Lestrange. Intente ver qué animal le espera en el laberinto, el último paso hacia la pirámide y el portal. La noto cansada, sé que se dormirá al instante. Después, cuando se despierte, le preguntaré si quiere pasar la prueba, lo mismo que haré con su compañera. Espero que no se asuste con el desarrollo de su sueño.

 

Mientras esperaba que la mujer se acostara, se dio la vuelta. Era el Arcano de la Videncia y sabía que el protocolo le obligaba a un cierto respeto por las dos muchachas en un lecho. Sonrió levemente. No le hacía falta mirar. De espaldas, ya "veía" lo suficiente.

m1Q3ONE.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.