Galería de Arte-Rindo (MM B: 109841)

[Hayame Snape Potter Black]

La vampiro pelirroja no había podido evitar alzar una ceja hasta arriba y rechistó entre dientes

-Pues cóbraselo muchacha... habemos dos presentes más aca, claro que lo vimos... vamos, que todas tenemos los ojos en él, no es como si pudiera pasar desapercibido...

Dejó salir una risita corta y de ahí le dió una mirada de reojo rápida a su hermana

-No te recuerda a algo, mi querida hermana?... aquellos preciosos tiempos de gloria, con la muerte en nuestros cuellos... era una verdadera delicia jajajaja

Se cubrió levemente la boca con la punta de los dedos para después, suspirar y ver en dirección de la pobre Tamarindo que con justa razón estaba enfadada, a nadie le gustaba que borraran así sin más un trabajo que con esfuerzo y dedicación había salido adelante para dejarse ver como una maravilla

-Te podemos hacer de testigos si gustas... yo no tengo problema alguno

Se encogió de hombros sonriendo un poco con las manos hacia los lados y un gesto de fingida inocencia

-No lo va a poder traer de vuelta... así que definitivamente tendrá que pagártelo -asintió la vampiro viendo a la chica, con un poco de incomodidad por su sentir- me sorprende que no lo hayas maldecido todavía...

[Tamarindo]

En un arrebato de ira y locura, me arranco de las manos la varita al muchacho y sin mas, intento rompersela, me lo pienso, ni siquiera me habia sido dificil quitarsela, estaba con ella en alto, ahi, a la vista de todas y simplemente se la quité. Sin ella no podía hacer magia, y si se la rompia, Ah, otro gallo cantaría.

 

--¡¡¡Te mereces que la rompa!!!

 

Y ya no lo pensé mas, la rompí en dos, y tiré los trozos al suelo. Lo miré cabreada.

 

--Ojo por Ojo, señorito. Al menos tu puedes conseguir otra varita, Yo estaré por siempre sin ese cuadro.

 

Y seme vinieron las lagrimas de la rabia y la impotencia que tenia por lo que había pasado. Estaba con miedo de lo que pudiera pasarme, ahora que habia roto su varita... pero qué podía haber hecho...? Ese señor se estaba portando de lo mas desagradable, yo no soy mala persona, pero es que... me sacó de mis casillas...

 

Estaba temblando y con lagrimas en los ojos. Todo aquello se había ido un poco de las manos...

[Hayame Snape Potter Black]

Los ojos de la vampiro se abrieron como platos al ver lo que se dirigía a hacer la chica al respecto del otro y al ver el movimiento apuntó al chico, veloz

-Silencius!

Benditas clases en su época dorada. No quería iniciar una pelea pero tampoco iba a dejar que lastimaran a la chica, por lo que corrió en dirección de esta para abrazarla y alejarla de aquella persona sin dejar de apuntarle al otro con la varita negra y una expresión que decía claramente "Ni lo pienses siquiera, no hagamos esto más peligroso para ninguno"

-Tamarindo, linda, tranquila!!

La verdad era que entendía su dolor y su rabia al haber perdido algo tan valioso para ella y que le había costado tiempo. Era verdad, una varita se podía recuperar en comparación de una pintura que iba con el alma de quien la creaba en cada trazo, cada pincelada, cada canción, sonrisa y mirada que otorgaba la creadora para reflejar lo que a su mente venía.

Pero no esperaba terminar siendo testigo de una acción así y estaba segura de que a partir de ese momento, las cosas no serían tranquilas ni por diferencia

-Sagitas!!

Llamó la pelirroja sin dejar de ver al chico, esperando que esta pudiera ayudarla de alguna manera. Todos sus sentidos titilaban en rojo, no por nada tenía tantos años encima y experiencia a patadas pero esperaba que la sabiduría de la mujer de cabellos purpuras fuese suficiente para traer paz a ese momento

Benditos dioses del averno... todo había sido tan inesperado...

[Tamarindo]

N ome creía l oque habia hecho. ¡SACRILEGIO! Romper una varita a otro mago, algo inaudito, pero lo había hecho... y estabamos todos en shok, o al menos yolo estaba, el resto no respondia mucho. La Hayame algo dijo, pero no le hice mucho caso... creo que me dijo que me tranquilizara, pero temo todas las represalias que pueda tener ahora a consecuencias de estos actos tan bandálicos que tuve.

 

--Y ahora qué?

 

Miré a Hayame, que parecía la unica dispuesta a contestarme o al menos a hacerme caso (?) (es que la gente no vuelve por el rol T_T les di dias y no volvieron D;) y la miré suplicante por una respuesta o una solución a todo este embrollo que acababa de pasar.

 

--¿Qué será de mi ahora? Seguro que me mandan a Azkaban y ritan la llave, los dementores se me van a comer, dejaré de existir y nadie podrá cuidar a mis criopuff que viven en la casa de mi suegris

 

me eché a llorar desesperada por mi futuro proximo... ¿Qué iba a ser de mi? T_T Tengo el pompis rachado desde que nací D:

[Hayame Snape Potter Black]

-Ay linda...

La mujer suspiró y se acercó bien a la dueña de aquel local, abrazándola contra si y comenzando a acariciar su cabeza para calmarla al respecto de lo que había pasado, no dejando de ver los trozos de la varita y preguntándose qué pasaría a continuación puesto que se imaginaba que por la propia sorpresa, su hermana y el otro chico no se movían ni decían nada

O quizá era que el otro mago no lo hacía porque intentaba controlar su ira o porque al saberse desarmado y habiendo dos brujas presentes que podían tirarle hechizos en conjunto, no era muy conveniente hacer escándalo al respecto

-No pasará nada, no te va a mandar nadie a Azkaban, tranquila...

Animaba la vampiro pelirroja para luego volver a ver a su hermana abriendo mucho los ojos con gesto de "no eas mala mana, que se que te has asustado pero AYUDAAAAAA!!"

Finalmente la Snape movió su propia varita para hacer aparecer una taza de té y ponerla delante de la jóven

-Ten... esto te ayudará- aseguró sonriendole de forma cariñosa- solo hay que darle diez galones al caballero para que se compre otra varita y ya... no hay más lío que eso- intentó animar de nueva cuenta para luego darle una mirada amenazante a aquella persona "pobre de ti como le digas algo ¬¬"

[Tamarindo]

Agarré la taza de té, supongo que la habia echo "aparecer" de mi mueble donde tenia tés, agua y cosas para invitar a los amigos y clientes a tomar algo, sino a saber, que magia tan poderosa que hace aparecer...

 

en fin, que me tomé el té y me tiré en el sofá a tranquilizarme... el abrazo me habia hecho bien, al menos me habia cortado la histería de no saber que iba a pasar...

 

Asi que de repente, tranquilizandome del todo, miro a la pelirroja esta de Hayame y con ojos grandes y ahora, extrañamente inexpresivos, como cuando te an una mala noticia y no la asimilas, le dije:

 

--Que tonta soy, no te invité ni te ofrecí nada de beber o comer. ¿Quieres algo?

 

La miré con grandes ojos, sin pestañear mucho, de forma que a lo mejor incomodaba a la muchacha de delante... Ya no les Hacía caso a Sagitas y al niño este o señor que se habia presentado creando todo este desastre... parecían tan ausentes que ya ni sabia si seguían o no...

 

Miré al suelo y vi la varita rota... pero ya no me causaba ningun sentimiento de culpa o de miedo por lo que pasara... Será que ese abrazo de Hayame tenia algo mas que solo ayuda? O es el té que estaba con algo dentro? En mi tienda lo unico que uso para los clientes es veritaserum sin que lo sepan... (les ayuda a soltar todo lo que les pregunto) pero esto... esto no podia ser veritaserum, era algo más... No podía estar tan vacía de repente... yo no soy asi...

[Hayame Snape Potter Black]

La chica de cabellos rojos permaneció observando fijamente a la muchacha que tenía delante para después suavizar el gesto y regalarle una corta pero enternecida sonrisa

-Esta bien... -dijo con un tono de voz bajito, no quería alterarla de más- no ha pasado nada, no es nada que no se pueda remediar con unos pocos galeones

Cerró los ojos y volvió a sonreírle a la dueña del negocio para después andar hacia donde estaban los trozos de varita e inclinarse a recogerlos, apenas parpadeando por la calma que mantenía aunque no por ello era descuidada y no seguía sosteniendo firmemente su varita de fresno, por si acaso tenía que defenderse de repente

-Cualquiera se desesperaría en una situación así...- dijo- yo solía correr a patadas de mi casa a quien me incordiara, así que...

Volteó aún de cuclillas en dirección de aquella mujer y le sonrió aún más con los ojos cerrados pero mostrando alegría

-En verdad eres de lo más agradable, ahora entiendo porqué mi hermana me sugirió que viniera a darte una visita y a observar tu arte- aseguró

[Tamarindo]

Con lo ultimo que me dijo la señora de pelo rojo y vampiresca, reaccionéun poco mejor, los halagos siempre me gustaban y mas despues de una situación de estres y abstraccion como este que acababa de sufrir, aun no sentía nada en mi interior... y no sé si era cosa del té que me habia dado hayame, pero estaba muy rara y nome sentía del todo a gusto...

 

--Grac... Gracias por el halago

 

mi voz sonaba indiferente del todo, vacía deemociones... yo que suelo ser la alergía en persona, jovial y risueña me estaba dando cuenta por dentro que estaba inexpresiva, pero a la vez que me daba cuenta,no podía reaccionar diferente, mi cuerpo y mi cabeza no era capaz de cambiar lo que estaba haciendo conmigo misma de cada al exterior. Ni siquiera sé explicarlo yomisma como para que lo entienda el lector XD

 

Recogí los trozos de varita rotos y los tiré a la basura... luego les prendí fuego y miré como se quemaba todo lentamente, conmirada perdida y de psicopata a la vez

 

--Creo que con el tiempo que ha pasado y no reaccionó, ya no los va a querer...

[Rory Despard]

A diferencia de otras ocasiones, esta vez voy por el atestado Callejón Diagon con un firme objetivo: Dar con un buen lugar donde puedan hacerme un retrato.

Si de mí hubiese dependido, no me habría visto involucrado en semejante asunto, pero la cuestión formaba parte de esos absurdos deberes que tenía que atender como la matriarca de la Familia Evans McGonagall que era. Mi elfina esa misma mañana, y la mañana anterior a esa, y de hecho las mañanas de todo ese maldito mes, no había dejado de dejarme el recado en distintos tonos de voz, como probando con cual conseguiría doblegar mi voluntad.

Pues bien, tanta insistencia había rendido sus frutos. Envuelta en una gabardina gris que caía hasta la rodilla, cubriendo parte de los pantalones de mezclilla que traía, y el cabello recogido en una coleta, seguí andando.

No recordaba dónde exactamente, pero el nombre de la Galería de Arte- Rindo había emergido como un buen lugar para encargar ese particular pedido. Así que sumamente atenta intentaba encontrar el lugar, y a la vez, no estrellarme con la muchedumbre. Finalmente, cuando empezaba a rendirme, di con el lugar.

La fachada, con aquella puerta de cristal, daba un toque distinguido al lugar, y me dio una excelente corazonada de que posiblemente la buena reputación que el negocio tenía estaba bien ganada. Con cuidado, ingresé al local, y por un momento la blancura de sus paredes me apabulló. Pero, tras el impacto inicial, era bonito apreciar las distintas obras cuidadosamente expuestas.

A simple vista podía distinguir unos sofás un poco más al fondo de la estancia. Mas tímidamente, apenas di un paso hacia delante, y entonces llamé hacia el interior.

- Buenos días ¿se encuentra la artista disponible? Vengo interesada en la elaboración de un retrato.

Off: Lo prometido @@Tamarindo

[Hayame Snape Potter Black]

La mujer de cabellos rojos sonrió con suavidad y asintió ante las palabras y acciones que daba la dueña del negocio, terminando por bajar levemente los párpados y sostener ella misma una taza de té fuerte

-No, ni creo que los vaya a necesitar ahora

Dijo mientras que se acomodaba en el sillón presente y alzaba las piernas de forma que quedaba sentada de lado, en una posición bastante cómoda; y es que se le figuraba que si comenzaban a crear un ambiente mas ligero, más de amistad y familiaridad en aquella habitación en la parte posterior entonces hasta las cosas lucirían mejor

Incluso su hermana Sagitas se había quedado callada por el momento, probablemente pensativa ante todo lo que había ocurrido a su alrededor

Y es que no la culpaba la verdad, era mucha acción, muchas explosiones, mucha lucha de fuerzas y de voluntades por todos lados y las iras de Tamarindo como bien había comprobado la Snape, eran de temer; por lo tanto le pareció incluso a ella que lo más adecuado iba a terminar siendo el no alterar en nada los pensamientos o la calma de su hermana, por lo que dió un nuevo sorbo a la taza de te que tenía y volteó la mirada a otro lado

Y luego, volvió a hablar

-Ya se!!

Dijo sonriéndole a la Hufflepuff con una luminosidad en los ojos que hacía que su iris pareciese fuego intenso

-Me permitirías ver lo que estabas haciendo a mi hermana? la verdad es que adoro el arte, adoro este tipo de cosas y a mi también me encanta hacer algo de vez en cuando... pero en tus cosas veo que tienes mucha habilidad