Mansión "Ojo Loco" Potter Blue (MM B: 78439)

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame sostenía firmemente a su hermana y después de ver como aquel hombre se dirigía a la puerta ella condujo a la matriarca hasta uno de los sillones mas largos donde depositó su cuerpo con cuidado para evitar que terminara lastimándola aún más

Solo faltaría eso

-Te has portado muy bien -rió la Snape cerrando los ojos con agrado ante las expresiones de su hermana, era obvio que seguía adolorida- aprovecharé la chimnea para preparar mi caldero y ahora que tengo un nuevo elfo, podré...

Se detuvo en lo que hablaba y se enderezó para observar a Babila

-Oh!... una elfina?

Inquirió parpadeando un par de veces para luego, mover la cabeza

-Hazla pasar, quizá tenga algún mensaje importante -indicó pero entonces se erizó al recordar que aquella era la mansión de su hermana, no la suya- ah!!! Bueno, si no hay problema por Sagi, claro... qué opinas hermana?

[Ela Karoline]

 

La puerta se abrió y la criatura de ojos grandes y almendrados tuvo que levantar la cabeza, sus orejas se movieron de forma nerviosa, ese eran un espécimen grandísimo, como pocos que ella había visto y hablaba raro, atropellado o se comía las palabras, ja y su ama la corregía todo el tiempo, tenía que traerla y presentarle a este señor.

 

--Soy una elfina, que no ve mi vestido ¿a que es bonito?-- dio una vueltecita tratando de exhibirlo, ella ignorante de la cultura del negrito. Entonces escucho desde adentro que la hiciera pasar, una voz que no le era familia y decidió escabullirse por el espacio que quedaba entre la puerta y las piernasas de Babila para mirarle la espalda unos pocos pasos del lado de adentro.

 

--Feixac viene de parte de la amita Cye Lockhart y trae un presente para la amita Sagitas-- dijo mostrándole la cajita con los macarons, pero de inmediato la resguardo contra su pecho, no se fiaba de aquel gigante, no, no, se la daría a la pelivioleta en su mano o en su defecto a Harpo, y entonces una ideas escalofriante cruzo por su cabeza.

 

-Usted, usted, noooo--- se puso rojita y avanzo hacia el morocho apuntándole con sus pequeños dedos a modo de amenaza --¿Usted le quito el puesto a Harpo? ¿Lo han despedido por su culpa? Pues sepa que Harpo tiene muchos amigos, Feixac es amiga de Harpo, grandote tisnao-- concluyo tratando de que lo último sonara como un insulto, estaba iracunda de solo pensarlo y entre eso y los señalamientos las galletitas se estaban siendo batidas, con suerte quedaría una que otra intacta, sino tocaría polvito de macarons, ay no por eso también la retaría.

[Sagitas E. Potter Blue]

Sé que soy una bruja de gran valor y proezas pero, ¿por qué desaprovechar los mimos cuando me los ofrecen sin pedirlos? Así que puse morritos de nuevo y me recosté en mi hermana, quien me ayudó a alcanzar un sillóncito donde descansar la pierna.

 

-- Me he portado bien -- repetí sus palabras. -- ¿Me darás un caramelo, manita?

 

Sí que es cierto que usé un tono de burla porque sabía que era demasiado mayor para pedir esas cosas pero sí, quería mi caramelo por ser buena chiquilla. Con ella me sentí tan protegida como si fuera una niña pequeña. Ahora que pensaba, no tuvimos una infancia junta, ¿qué hubiera sido de nosotras si lo hubiéramos hecho? Permanecí un rato en silencio, pensando en ello, mientras Babila atendía a aquella elfina que estaba en la puerta. Me interrumpió en mis pensamientos la frase de Hayame. Le di un zape que no pudo evitar al estar de espaldas hacia mí.

 

-- Tú mandas también en la casa, mujer, que para eso eres mi hermana. -- Después le hice un gesto a la elfina, que no sé si llegó a verlo porque Babila tapaba toda la entrada con su presencia. -- ¿Un presente para mí? ¿De Cye? ¡¡Genial!! Entra.

 

Aplaudí con fuerza. Como había dicho antes, los Lockhart eran grandes amigos de la familia y siempre tenían detalles que yo no me esperaba. Y lo que yo no me esperaba era que la elfina le chillara (con esa vos de pit0 tan estridente) a Babila por quitarle el puesto de Mayordomo a Harpo. Arqueé una ceja, sorprendida y divertida, ante la reacción de Feixac y la respuesta de Babila.

 

-- No me yamo grandote tisnao, señà elfina. Soy Babila, er ke asé tó en esta kasa de l'ama Sagità. I pué pasá poke ella lo a dixo, no poke sescabulla entre mi patas, pequeñaja.

 

Estallé en risas. Espero que Feixac no se lo tomara a mal y me diera el regalo antes de que lo espachurrara.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame dejó escapar una risa divertida ante la discusión que se traían entre la elfina que se veía muy nerviosa ante menudo tamaño de hombre y Babila que lucía hasta ofendido por la manera en la que la criaturilla parecía ponerse sumamente nerviosa; a la Snape hasta se le figuraba casi la relación de un par de hermanos aunque realmente no les había visto convivir tan juntos.

-Anda! Pero qué animos tienen!

Comentó la de larga cabellera pelirroja deteniéndose un momento de lo que había planeado hacer para colocarse las manos en la cadera, como si de una madre se tratase

-Que hay una herida aquí en la sala!!

Añadió para después, palmearle con cariño la cabeza a su hermana que parecía todavía más divertida si se podía con las reacciones de aquellos dos

-Y si, te daré tu caramelo antes de que Harpo también me regañe por estarte subiendo el azucar, pero como yo te estoy cuidando, es cosa mía- se rió levantado una mano para llamar a su propio elfo... pero entonces, se quedó congelada en su lugar y parpadeó confundida, terminando por reclinarse un poco al lado de su hermana sin dejar de ver a los otros dos y con gesto confundido- hmmm Sagi?... que es "Tisnado"?

[Ashley Peverell]

La niña de cabello dorado parecía que se quería asomar a esa mansión grande, su hermana Hayame le había dicho que no iba a haber ningún problema si quería ir y unirse a la casa como teniendo una segunda familia pero seguía muy asustada por la fama de la poderosa bruja que habitaba en el lugar y ella seguía pensando que si se descuidaba probablemente se la iba a terminar comiendo.

La hechicera pelirroja y vampiro le había dicho que no, que no la iban a comer pero es que a través de los retratos y pinturas se oían muchas cosas y en la otra casita no le había parecido que la hechicera con la que su hermana se hablaba tuviese muy buena opinión sobre ella.

¡Pero ella era un dulce, un ángel pisando la tierra y un ser lleno de luz que solía derramar bondad por dónde estuviera!

¡No le podía caber en la cabeza que alguien no la pudiera querer también!

Sin contar a la mujer de cabello rojo fuego que aunque la abrazaba, le regalaba dulces y se portaba bien con ella la mayoría del tiempo parecía que quería meterla en un saco y secuestrarla de malas maneras.

Dejó escapar un gritito y comenzó a asomarse un poco por las ventanas, de esa manera estaría más segura de que no iba a haber trampas y podría saludar a las personas quizá la verían antes que la dueña de la casa.

[Hayame Snape Potter Black]

Un tic aparecía en el ojo de la Snape que seguía sin entender a qué referencia venía esa palabra de la que le había hablado a su hermana pero tampoco podía hacer mucho mientras esta siguiera riéndose y no le prestara mucha atención al asunto, por lo que se volvió a enderezar y se rebuscó entre los bolsillos del traje que llevaba encima

-Anda... un caramelo para que no sientas dolor y por haberte portado tan bien

Le sonrió guiñándole un ojo y le extendió a su hermana de cabellos violetas lo que parecía una bolita ambarina de miel semi transparente pero que al tacto no era pegajosa sino que tenía la superficie lisa como una canica y daba un aroma entre floral y frutal

-Me he tomado el tiempo de hacer estos dulces porque mientras los chupo suelo tranquilizarme- se explicó- encontré un libro entero de recetas de caramelos con todo tipo de efectos entre los diarios de Severus, incluidos los caramelos de limón de Dumbledore que iba con una pócima tranquilizante... y he hecho mis propios experiementos por mi cuenta y debo de decir, que no saben nada mal

Rió un poco y se dió la vuelta para dirigirse en dirección de la chimenea, chasqueando los dedos por lo que de inmediato su elfo Czésar hizo aparición, inclinándose profundamente hasta el suelo

-Me llamaba el ama?

-Si... trae mi caldero y mi kit de pociones, que tengo que hacer unas cuantas para mi nueva paciente- observó con gracia a Sagitas y le guiñó un ojo- tal vez podamos hacerle crecer un tentáculo en la espalda...

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Regresar???. No lo creia esta era la...mmmm...si habia perdido la cuenta de cuantas veces habia desaparecido de imprevisto. Claro siempre habia a donde regresar y lejos a uno le entraba un gorrion tremendo a ver a los suyos. Si porque incluso hasta a Amya tenia yo entre los mios...era una de esas sensaciones de odio amistad que no se explicaban o simplemente porque me gustaba molestarla. Lo mismo iba para saguitas y los demas. En fin que extrañaba el departamento y puede que me pasara o puede que no pero primero tendria que hacer una visita obligada. Claro esperaba que el asunto de la ballesta hubiese quedado zanjado.

 

Asi pues, quitandome el polvo del camino toque la puerta. No sabia si saldria un elfo domestico o no...pero lo que si era claro es que de no abrir no seria la primera vez que me colase por la ventana. -Hola hay alguien???

 

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[Hayame Snape Potter Black]

Bueno, quizás un tentáculo no, a su hermana la molestaría bastante como si lograse que alguna de sus pociones le hiciese algo de aquella manera, pero...

Dejó escapar una risita por lo bajo conforme su elfo se inclinaba y se retiraba al sótano de la mansión para ir a llevarle todas las cosas a la vampiro, que aún observaba a su hermana con un gesto maligno y travieso

-Un tentáculo, quizas dos... así podrías hacer más cosas a la vez y abrir obsequios de otras mansiones a toda velocidad

Movió las cejas varias veces con la sugerencia para después, alzar la mirada en dirección de las ventanas por el ruido que había escuchado pero algo le decía que esta vez no se trataba de su diminuta hermana asomándose para ver si era bien recibida; sus ojos se fueron en Babila y la pequeña elfina que aún discutían y frunció levemente los ojos, no con molestia sino con algo de confusión

-Esperabas a alguien más de visita, Sagi?

Preguntó la Snape

-Babi... parece que hay alguien en la puerta- avisó al hombre negro que seguía nervioso con la otra criatura mágica a sabiendas de que probablemente, no le haría gracia si ella misma iba a abrir, pero...- QUIÉN EEEEEEEEEEES!!? -gritó puesto que no quería moverse mucho de donde estaba la bruja herida so riesgo de que se pusiera de pie y corriera a saber donde

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Ohhh, al parecer estaban dejando a un lado la buena educacion en la Mansion. Al menos antes te habrian la puerta para despues aventartela en la cara. Pero que se podia esperar de una señora que regentaba la casa como si fuese su circo. En fin esperaba que al Perenela estuviese aqui con el pequeño Sean o sino siempre molestar a Sagitas parecia un buen plan. Asi que espere, unos segundos mas cuando oi del otro lado de la puerta la voz para nada melodiosa de alguien gritando quien era. Pues era yo..qiuien sino.

-Pues Alguien...quien sino?- dije en alta voz esperando que me oyera- vengo en busca de esa matriarca de pelo violeta que se hace llamar Saritas-

Mi error al final de esta sentencia fue bien a proposito. Para ya cogerle el ritmo a eso de tomarle el pelo a la pelivioleta. Una lastima que no hubiese traido bañadores para regalar. Mejor lo anotaba en mi agenda mental.

 

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[Sagitas E. Potter Blue]

Mana lo había dicho: había una herida en la sala. Y necesitaba mimos. Y, además, me prometió un dulce. ¿Qué más necesitaba para ser feliz?

 

-- Tisnado... Creo que se refiere a sucio de hollín, negro...

 

Y mi premio fue... una golosina. La metí en la boca y miré alrededor, gozando de aquel dulce tan exquisito, hasta que Hayame dijo que era de su propia elaboración. Ahí creí que moriría por envenenamiento fraternal. ¡Dioses! Si hasta deliraba. Acababa de oír una voz que me sonaba a alguien a quien querría matar si lo encontrara... ¿Por qué aquel dulce de Amya me hacía pensar en Sean, si seguro que ya estaba muerto por alguno de los secuaces que había mandado en su búsqueda?

 

-- Creo que... ¿De qué dijiste que era este caramelo, mana?

 

Pero ella estaba fuera y me decía algo de una visita.

 

-- ¿Lo cuálo mana? -- pensar y chuperretear el caramelo era como muy difícil de compaginar. --¿Por qué griTAAAAAAS... ?

 

Sentí los pasos de Babila, imposible no oírlos con lo fuerte que pisaba. Sentí que se abría la puerta, imposible no oírlo cuando una corriente de aire movían mis cabellos y sentía frío en la pierna recién curada. Sentí que decía algo de Sean y pensé que estaba soñando.

 

-- NO GRITEEEES, HAYA, QUE ESTOY DURMIENDO -- le dije y me crucé los dedos en la barriga, uniendo las dos manitas y cerrando los ojos. Si estaba dormida era mejor estarlo cómoda, ¿no?

 

Pero aún con los ojos cerrados sentía hablar a Babila.

 

-- ¡Señó Sian! ¡Kágradable verle...! ¡Kuándo a venío! Pase, ombre, pasé ke comerá kon nosotro. Tenemo a una elfa que nos a traío galletas pá lama Sagita y seguro ke nos invita. ¿A kién viene a vé? Sarita nostá, no pués no la conosco pero la Sagita estará mú contenta de vele.

 

Buenazo de Babila que no recordaba que Sagitas quería matar a aquel muchacho.

Editado 13 de Marzo del 2018 por Sagitas E. Potter Blue