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๑۩♚۩๑ Mansión Black Lestrange ๑۩♚۩๑ (MM B: 78195)


Mia.
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El sonido de guitarras comenzó a sonar, conformando una bella melodía, diferente a lo que había escuchado hasta el momento, pero muy agradable. Él le había pedido ejemplos de la rebeldía de la que ella había hablado, pero se limitó a reír tranquilamente, negando con la cabeza mientras se ponía en marcha hacia la salida más próxima hacia el jardín. 

La mesa que aguardaba era de piedra, rodeada por tres bancos del mismo material. Se sentó y dese allí distribuyó los platos y cubiertos, dejando a su lado el sitio para el dueño de casa. Observó unos segundos el cielo nocturno, despejado y salpicado de estrellas. Una gran luna en cuarto creciente se centraba como coronando la noche. 

Allí lo aguardó, aunque solo fueron unos minutos hasta que la alcanzó, con aquel bol y otras dos botellas de cerveza. Le sonrió mientras él dejaba la cena en el centro de la mesa. Se quedó paralizada ante aquella palabra que escapó de los labios del rubio pues nunca la había llamado de ese modo. -¿Amor? - repitió divertida, mirándolo con picardía. -Siéntate, tranquilo, no necesito nada más, se ve realmente muy rico -agregó con ternura, poniéndose de pie para servir ambos platos. 

Una vez que terminó, tomó su botella de cerveza y la alzó hacia él -¿Brindamos? -preguntó con una sonrisa,  sentía que ese momento era perfecto, que nada podría arruinarlo. 

@ Illidan Black Lestrange

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Se sintió un tanto inquieto, al darse cuanta de la palabra que había usado. - Y no me lo dejaste pasar... - Soltaría, depositando el bol sobre la mesa, junto a las botellas cerradas. Aun así tenían dos más una cada uno. A medio terminar. 

Se maldijo así mismo unos instantes por ser tan boca floja, pero era consiente que no podía negar sus sentimientos, ni reprimirlos, era obvio que si se relajaba con ella, el día que sienta algo más fuerte, por más de no querer decirlo, su inconsciente lo traicionaría. 

La luna se posaba sobre ellos, rodeada de estrellas, un cielo despejado y magnifico, agradeció en silencio la selección de la castaña en cuanto a donde cenar. Tomó asiento, mientras ella se ponía de pie, para servir ambos platos. El la miraba, imaginando si así podrían ser todos sus días y noches, él y ella juntos. 

La analizó, repartiendo la cena, tras eso tomaría su botella, proponiendo un brindis, él haría lo mismo. - Empiezo yo... - Se tomaría unos segundos, para intentar borrar la tonta expresión de su rostro, la cual le generaba el centenar de sentimientos que despertaban en él. - Brindo porque te hayas negado a rechazarme, porque seas tal cual eres conmigo, y por que sigas aceptándome tal cual soy... - Sus palabras se apagaron, y regalaría una tonta sonrisa a la Gryffindor. 

@ Mica Gryffindor

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Contuvo la risa al poner en evidencia a Illidan, aquella palabra la había desorientado pero se sentía bonito. Lo miró de reojo hasta terminar de servir, parecía algo contrariado pero luego una sonrisa se instaló en el rostro de él. Se preguntaba en qué estaría pensando el rubio, ya se atrevería a indagar al respecto, pero primero debía concentrarse en su acción si no quería derramar parte de la cena.

Él tomó la iniciativa y propuso los primeros motivos de ese improvisado brindis, que enseguida dibujaron en el rostro de la castaña una sonrisa. Lo miró unos segundos a los ojos, al tiempo que chocaba su botella con la de él y bebía unos pequeños sorbos. 

-Yo brindo por muchas noches más como esta, por todo lo que me haces sentir y por la forma en que me miras -se sintió demasiado cursi en ese momento y no pudo contener una risita al tiempo que volvía a chocar su botella, completando el ritual del brindis. -Te quiero -admitió finalmente, consciente de que no se lo había dicho nunca y dispuesta a repetirlo muchas veces más. - Ahora comamos o vamos a comer todo frío -agregó riendo y tras dejar su botella en la mesa se dispuso a probar la cena.

Disfrutó los sabores logrados, estaba realmente muy sabroso. -Vas a tener que cocinar para mí seguido...- le advirtió, divertida, deseando realmente más invitaciones suyas a hacer lo que fuere, no le importaba la excusa realmente.

@ Illidan Black Lestrange

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Mica repartía los alimentos en partes iguales, aquel lo observaba un tanto inquieto. Ella era un bálsamo para sus heridas, las cuales dejaban de molestarlo, con cada minuto que pasaba con la Gryffindror. Como viejas amantes que regresan del olvido el rubio sentía retornar sentimientos en su pecho. Volvió a su lugar cuando ella seguía con el brindis.

Levantó la mirada enfocándose en ella, no sin antes chocar su botella y beber un sorbo. Captó sus palabras cuál estrella fugaz, y las atesoro intentando no olvidarlas jamás. "Por todo los que me haces sentir", lo grabaría en su pecho de poder hacerlo.  Chocaría su botella con la de ella, para escuchar las siguientes palabras. "te quiero". Una sensación que no puedo explicar lo recorrió de pies a cabeza. Llenando aquellos espacios vacíos, de retazos que lo completaron de un momento a otro. Pues así se sintió, completo, vivo.... Feliz. 

Quiso ponerse de pie, lanzar el contenido de la mesa y poseerla allí mismo, pero sus palabras lo llamaron a al realidad. Una sonrisa sincera y amplia se dibujó en el rostro del Fenixiano. - Yo también te quiero... - Le diría. Apagando sus deseos de anular la cena allí mismo. 

Se centró en su plato, aun arrepentido por no cancelar la cena, comenzó a comer, no estaba nada mal, aun así las palabras de ella se lo confirmaban. - Puedo cocinar para ti cuando lo desees... - Diría, apagando la idea de invitarla a vivir con él. ¿Qué le pasaba?, la noche recién daba comienzo y él pensaba mucho más allá de eso. - Del postre te encargas tú... - Agregaba atacando el resto de su plato. 

@ Mica Gryffindor

 

 

 

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Aquel pequeño instante que su respuesta se demoró se sintió eterno, veía en los ojos de él que más cosas pasaban por su mente, pero no logró descifrarlo. Finalmente correspondió aquel sentimiento y la reconfortó, ampliando la sonrisa que la Gryffindor no lograba borrar de su rostro. 

-Sí exigiré que lo hagas seguido -bromeó mientras se encargaba de aquel delicioso platillo -¿Postre? ¿Seguro que querrás postre? -bromeó en un intento bastante malo de sonar provocativa que terminó en una carcajada. La cena estaba deliciosa y la cerveza acompañaba de maravilla. -¿Dónde estuviste los últimos años? No recuerdo verte por aquí creo yo...- quiso saber. 

Necesitaba hacer cientos de preguntas que se le ocurrían en ese momento,  pero debería aventurar de a una por vez para no espantar al caballero. Mientras manejaba el tenedor con su zurda, acariciaba en forma inconsciente la rodilla de él. Sus verdes ojos no podían apartarse de los de él, aunque los obligaba por momentos para evitar hacer desastres con la comida sobre su vestimenta. 

-¿Por qué Italia? ¿Tienes raíces allí? -continuó,  le intrigaba que muchos de los habitantes de antaño de aquella comunidad ahora estuviesen instalados en Italia y, no solo eso, sino a cargo del Ministerio Mágico. Sabía que la familia Triviani tenía ese origen, realmente lo había escuchado recientemente pues no había prestado mucha a tención al linaje, pero no que todo el resto tuviera alguna conexión con el país que ahora gobernaba. 

Continuó su cena aguardando la respuesta, el plato empezaba a tener pequeños huecos, pero la noche apenas comenzaba, sabía que no terminaría al vaciarlo.

@ Illidan Black Lestrange

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Aquella carcajada lo alegró de sobre manera, alternando entre bocado y bocado una mirada con ella, al parecer le había gustado la comida, la cual no era nada compleja cabía aclarar. Al parecer ahora tenía muchas excusas para frecuentar a la dama, y saciar su apetito era una de ellas. - Quiero Mica de postre... - Diría retrucándola, para luego sorber de su botella. 

La joven lanzaba una pregunta ahora, interesándose un poco más en su pasado. - Pues, no recuerdo bien cuál fue mi motivo, pero renuncie al mundo mágico, fingí ser un Muggle durante todo este tiempo... Me dedicaba a la Politología, una ciencia muggle la cual me apasiona... - Contaría, recordando la tranquila vida que tuvo durante todos esos años, Lejos de los problemas del mundo mágico.

Termino demasiado rápido de comer, por lo que cruzaría sus brazos sobre la mesa, dejando a un lado aquel plato, para ahora dedicarse a mirarla, mientras ella le escuchaba. - Para nada, No tengo relación alguna con Italia, hasta ahora... - Diría mientras la observaba, le encantaba verla, más ahora que la castaña se soltaba más con él. - Cubias y Alyssa si los tienen, y bueno, para esos cargos se necesita gente de confianza, somos un grupo muy unido... - Explicaba, pensando en lo afortunado que era al tener personas así con las que contar. 

- ¿Y tú?, cuéntame, ¿Cuál era ese pendiente que tanto te alejaba de mí? - Preguntaría sonriente, aunque curioso. Sabía que la Gryffindor estaba saliendo de una relación cuando la conoció, pero no tenía más datos sobre eso, tampoco de su pasado. 

@ Mica Gryffindor

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Su risa se prolongó ante el comentario de Illidan, bebió también de su botella casi llegando a vaciarla y se concentró en su plato mientras escuchaba la respuesta a su primera pregunta. Sentía una curiosidad extraña, como la necesidad de indagar en cada detalle, aunque debía contenerse si no quería espantarlo tan pronto. 

-¿Politoqué? -se quedó a medias con aquella palabra que creía nunca haber escuchado -¿Y qué hacías exactamente? - agregó, llevando uno de los últimos bocados a su boca. La explicación de por qué todos pertenecían en ese momento al Ministerio Italiano sonó convincente, y era agradable saber que él se encontraba trabajando con su gente de confianza. 

Entonces llegó el momento de cambiar de roles, pasando a ser ella quién debía responder ante la mirada sonriente del rubio. Sin embargo sintió cierta incomodidad, no por él sino por el tema en cuestión. Apartó el plato y estiró su mano para entrelazarla con la de él, intentando encontrar las palabras. No tenía nada que ocultarle.

- Como te conté, estaba saliendo apenas de una relación cuando llegaste. Fue una relación muy bonita, de las más lindas que he vivido, a decir verdad... pero él consiguió un trabajo que le consume demasiado tiempo y hace que esté constantemente viajando, y aunque nos esforzamos por mantener la relación, no funcionó. - Explicó antes de alzar su mano para acariciarle la mejilla con dulzura. -En un principio estaba negada a seguir adelante, pero no pude seguir negando todo lo que me pasaba contigo -dibujó una sonrisa en su rostro, un tanto melancólica, no le gustaba pensar en ese tema pero estaba segura de lo que quería. 

Terminó el contenido de su primera botella y la dejó junto al plato, sobre el cual cruzó los cubiertos en señal de haber terminado. 

@ Illidan Black Lestrange

 

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Sonrió, como si ella fuera a entender lo que decía, no lo consideró. - Es aburrido, Política Muggle... - Diría divertido. Se acercaría a ella, y pasaría su pierna por encima del banco, dejando una de cada lado, quedando enfrentado a ella. Cada uno ocupando un banco, pero muy próximos. 

Ahora le tocaba a ella responder, y su tono de voz se le haría de lo más tierno. Era la primera vez que escuchaba a una mujer. Hablar de ese modo de una ex pareja. Sin malas anécdotas, o intenciones. Pues parecía que su relación había sido buena, y si no siguió fue por causas ajenas a ellos. El rubio parecía cautivado, no solo por la manera en que ella lo contaba. Si no también por la madurez que percibía en ella al hablar de estas cuestiones. Que claramente no eran sencillas de afrontar. 

- Y no sabes lo feliz que me hace que no hayas podido negarlo... - Le dirá, un tanto sensibilizado por la situación, Adelantaría sus brazos y la tomaría por la cintura, apenas levantándola y atrayéndola hacia sí. Dejándola caer sobre su regazo, una pierna a cada lado, en la misma posición que él ocupaba sobre el banco. Enfrentados y a centímetros de distancia el uno del otro. 

Mantendría las manos de la cintura de la castaña unos momentos. - En serio que lo que me está pasando se me hace difícil de explicar... - Susurraba mientras levantaba sus manos lentamente recorriendo la espalda de la dama, llegando hasta su nuca. - Me tienes perdidamente loco... - Acariciaría su rostro, mientras que con la siniestra entrelazaría sus dedos con los cabellos rizados que nacían de su nuca. 

Anularía la distancia para besarla con euforia, sus labios sobre los de ella, explorándolos, con más energía en antes, entre la pasión y la violencia, si se podría explicar de algún modo. Sus manos no tenían posición fija, pasaban de su rostro, a su cintura, sus muslos, y así, aleatoriamente.

Su lengua buscaba la de ella, mientras su corazón, luchaba por salir de su pecho, con duros y constantes golpes. La luna seguía envidiándolos desde lo alto, luchando con las luces artificiales, en una competencia, por saber quien participaba más de aquella noche. Illidan se desataba, y se entregaba a ella, ya sin miedo al rechazo, ya sin un principio de incertidumbre que le importase. Solo eran él y ella. 

@ Mica Gryffindor

 

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Intentó analizar las reacciones de Illidan mientras hablaba, pero en su rostro no hubo muestra de molestia alguna ante la historia que acababa de contar. Había sido sincera, simplemente eso, narrándole la decisión más difícil que había tenido que tomar en el último tiempo, pero comprendiendo que todo tenía su “por qué”. De hecho ella lo encontraba en esos ojos comprensivos que la miraban con tanta ternura. 

Escuchó sus palabras y amplió su sonrisa, alejando todo rastro de melancolía. Sintió cómo sus brazos la atraían a él y se dejó llevar, acomodándose sobre sus piernas, sintiendo su cuerpo mucho más cerca. Puso sus brazos sobre los hombros de él, cruzando sus dedos detrás de la nuca, entre sujetándose y atrayéndolo.

Se ruborizó con sus palabras, sintiendo sus manos recorriéndole la espalda -Tú me tienes loca a mí…- respondió en un susurro justo antes de que sus labios se encontrasen con los de él, entregándose a un beso mucho más ansioso que los que se habían dado antes. Las manos de él se aventuraban por su silueta mientras sus lenguas empezaban una enérgica danza. 

Su respiración empezaba a entrecortarse y los latidos en su pecho eran cada vez más fuertes. La racionalidad de la Gryffindor se había alejado por completo, aquella noche solo le importaban sus sentimientos, su única guía en ese instante. Una de sus manos se acomodó entre los cabellos de él, mientras su cuerpo buscaba acortar la distancia aún más ¿era posible? Lo dudaba pero seguía necesitando que así fuera.

@ Illidan Black Lestrange

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No había espacio entre ellos, el pecho de ella pegado al suyo, ambos entrelazados, él recorriendo la silueta de la joven, como si necesitara verla sin mirar, a puro tacto. Ella podría sentir, como el rubio se agitaba, intentando realizar varias acciones a la vez, casi perdiendo la coordinación. 

Su lengua masajeaba la de ella, a la vez que sus labios se entrecerraban en cada movimiento, sobre los de ella, para luego volver a repetir la acción una y otra vez. La tomó por los muslos y la apreso con su pelvis, repitiendo una y otra vez aquel beso, que esperaba sea eterno. Detuvo su respiración un instante. Aun con los ojos cerrados, cortaría el beso. Fueron apenas unos segundos. Hasta que  los abrió para mirarla. 

Ahora él se mordía el labio, mirándola con un deseo nunca antes visto. - Aquí no... - Diría sin poder borrar esa tonta y desafiante expresión de su rostro. Seguían totalmente pegados, y la temperatura de sus cuerpos llamaba a más. No supo entender como logro detener aquel momento, tampoco quiso hacerlo. Pero lo hizo.  - ¿Quieres subir? - Le preguntaría a la Gryffindor. 

- Dios en serio que te quiero... - Agregaría volviéndola a besar. Esperando la respuesta de la castaña. - Vamos a estar más cómodos allí... - Se refería a su cuarto. Y lejos de los ventanales que los custodiaban a un costado. - Pero no pienses que vas a descansar, o mirar series... no te dejaré dormir en toda la noche... - Agregaría. Sin soltar, aun con sus manos en los muslos de la joven. 

@ Mica Gryffindor

 

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