Transformaciones VI + Pociones

[Valentina Ricci Yaxley]

—¡Maldita sea! ¡Maldita sea! —repetía una y otra vez la joven mientras daba vueltas por su habitación— Ya es la hora y aquí sigo, sin poder salir —refunfuñaba en voz alta.

Valentina continuaba frotándose el rostro con todos los jabones habidos y por haber sin ninguna mejora visible. Por suerte, hacía ya un buen rato que su elfina Ellie se había puesto en marcha en busca de ayuda, y uno de los elfos del castillo familiar iba ya en busca del director para ponerlo al tanto de su situación. No era nada formal llegar tarde a su segundo día de trabajo, pero era preferible antes que presentarse con esas pintas y ser la comidilla de tdo el alumnado hasta Merlín sabe cuándo.

—Señorita Ricci, he traído el preparado lo más rápido posible del Magic Mall —Las palabras de Ellie sonaron para la pelirroja como si de una bendición se tratara.

—¡Al fin! Muchísimas gracias. De tener que haberlo hecho yo, no se cuánto más habría llegado tarde. —En seguida, tomó el frasco y lo ingirió al completo. —Esperemos que esto sea suficiente para recuperar mi bello rostro. ¡Ah! Y recuerda amenazar de muerte de mi parte a los niñatos de la primera planta, que se que han sido ellos los que han jugado con mi té.

A toda prisa, terminó de acicalarse y vestirse con unos pantalones hippies anchos y coloridos y una blusa básica color blanco. En su bolso metió algunos frascos y salió corriendo hacia el exterior. Una vez en las afueras y tras comprobar que las inflamaciones iban desapareciendo, se desapareció para aparecerse en los terrenos de la Universidad.

—Madre mía, ya han pasado como quince minutos. Elvis me va a crucificar boca abajo —iba diciendo mientras aceleraba la marcha hacia el Ateneo de Conocimientos. Caminaba atravesando los jardines cuando escuchó cierto ajetreo de alumnos proveniente de la orilla del lago. La muchacha no pudo evitar acercarse a curiosear un poco. Total, qué más daba ya ir tarde cinco minutos más que menos.

Cuál fue su sorpresa que, mientras cambiaba su rumbo para dirigirse hacia lo que parecían unas gradas, pudo distinguir la voz del director de la Universidad. Sin estar demasiado segur de que se tratara de él, fue acercándose cada vez más apresurada hasta poder confirmar que era el mismísimo Elvis, el cuál se encontraba junto al profesor de Transformaciones y un grupo de varios muchachos.

—¡Señor director! Perdone la demora, pero ya sabe que he tenido cierto... problemilla en casa —se disculpó cuando apenas quedaban rostros en su piel de aquel fatal accidente—. ¿Qué hace aquí? Oh, bueno, no me quiero entrometer en sus asuntos. Por cierto, ¿sabe dónde se encuentran mis alumnos? Espero que no se hayan marchado a casa viendo que no llegaba —preguntó preocupada—.

[Mei Black Delacour]

Parpadeó varias veces al ver llegar a Elvis, lo cual la sorprendía ya que no lo esperaba allí, pero en cuanto dijo el motivo por el cual se les unía lo comprendió, pensando en que el pobre debía de suplantar a un profesor cuando ya de por sí tenía mucho trabajo encima por hacer. Al cabo de un rato llegaron un par más, Axel e Ishaya, a quienes saludó con una sonrisa y un “buen día” murmurado.

 

En cuanto todos estuvieron presentes, Matt comenzó con la clase, por lo que, mientras el hombre hablaba, la castaña se sentó sobre el suelo, mirándolo desde arriba y sintiendo cómo el césped rozaba sus piernas, ocasionándole picazón y cierta molestia, pero no importaba demasiado, a fin de cuentas estaba fresca y eso se agradecía. Oyó la explicación, asintiendo en ocasiones y luego escuchando lo que sus compañeros tenían por decir. Ishaya se le adelantó, mencionando la única ley de Gamp que recordaba. Había pasado tanto tiempo desde que las había estudiado que ya se le habían olvidado casi todas…

 

–La verdad es que yo no recuerdo las otras dos, – admitió por lo bajo, sintiéndose un poco avergonzada por ello, pero de todas formas elevó la voz para poder hablar – pero escuchando a mi compañero Darian me surgió una duda: la ley de que no se puede crear vida donde no la hay, ¿se refiere a que no pueden invocarse animales o sencillamente a que no puede crearse a partir de algo no vivo? Si es en el segundo caso me genera una fuerte contradicción para con el caso de un Morphos aplicado a una roca para convertirlo en un cachorrito, por ejemplo.

 

Guardó silencio, cavilando también en la otra posibilidad. En realidad, luego de haber mencionado aquella opción, casi de inmediato se percató de que la ley podía llegar a ser un poco inexacta tal vez. La Orden del Fénix había logrado producir magia de tal tipo que incluso podían convertir sus patronus en seres reales, por lo menos por un tiempo, ¿no estaría contradiciendo eso a una de las Leyes de Gamp? La magia de la fuente del Templo Blanco era realmente poderosa, y en ese momento no sólo lo reafirmaba, sino que incluso le daba más veracidad a ese pensamiento que era transmitido a todo miembro del bando.

[That is not my name]

- En resumen, - tomé la palabra una vez que Mei terminó de hablar - las cinco excepciones son la comida, el amor, el dinero, la información o sabiduría y la vida.

 

Sonreí porque sabía que no se habían mencionado todas, era mi forma de concluir con las aportaciones de la clase debido al comentario de mi líder de la Orden, algo que sin duda daría pie a la explicaicón de mi sobrino en esos momentos ya que, en efecto, las excepciones de las 5 leyes.

 

- Creo que todos concemos perfectamente el conjuro "morphos", un hechizo que aprendemos una vez que hemos terminado nuestros estudios básicos de magia y hechicería; creo yo, si me permite profesor, que el conuro que mencionó Mei transfiere un estado de algo no vivo en una ilusión de la vida misma, ¿correcto? Porque aunque hagamos esa transformación, el objeto no se mantendrá en cachorro, apoyando las mismas leyes, simplemente es una pantalla más no se genera la vida. No sé si esté en lo correcto.

 

Justo en esos momentos la profesora de pociones había llegado con nosotros y, para no interrumpirnos, jaló a Elvis Gryffindor aparte de todos para poder preguntarle un par de cosas que gracias a mi anillo de escucha pude entender a la perfección sin que andie se deira cuenta. Al parecer la nueva profesora no sabía ni siquiera a quién le daría clases y que Axel estaba ahí, presente, esperando a poder cursar su conocimiento.

 

Regresé la atención a Matt y a mis compañeros, lamentablemente no podía hacer nada en esos momentos ya que no me correspondía, a pesar de ser miembro del claustro del ateneo y que poseía el conocimiento para impartirlo, digamos que no entraba en mi jurisdicción.

[Matt Blackner]

El primero en tomar la palabra para nombrar las Leyes de Gamp fue Ishaya, mencionando la primera ley, referente a la comida, la cual todo el mundo conocía. Asentí, pues su explicación era acertada, pero saqué la varita y tomé una piedra que había recogido en el camino hacia las gradas.

 

- Exacto. la primera Ley hace referenca a la comida y la imposibilidad de crearla de la nada. - apunté a la piedra con mi varita y la transformé en una manzana, roja, brillante....casi pedía un mordisco. - Os gusta? tiene el aspecto de una manzana y si no me hubierais visto probablemente intentaríais comerla....pero a pesar del exterior, no deja de ser una piedra. No es una manzana real, solo un engaño visual. Aunque podría servir como cebo.

 

Acabé mi pequeña aclaración con un gesto de la cabeza, dando la palabra al joven Macnair para que continuara nombrando leyes. En este caso, dijo dos: las referentes al amor y a la vida.

- Asi es. No podemos crear el amor de la nada, aunque existen distintas pociones que pueden crear una falsa ilusión de amor. Embotan los sentidos y engañan a nuestro cerebro para hacernos creer qeu estamos enamorados por otra persona, pero en cuanto pasaran sus efectos esa sensación irreal desaparecería. En caso de querer prolongar sus efectos deberíamos suministrar dosis constantes de estas pociones.

 

Pensaba pasar a explicar la siguiente ley pronunciada por Darian cuando una joven llegó. Parecía agobiada y en seguida caí en qeu debía ser la profesora de pociones. Dejé que Elvis la atendiera pues Mei formulaba una pregunta acerca de la vida. Si no podía crearse vida...como podían transformarse objetos en animales?

 

Ishaya era listo, no cabía duda. No solo mencionó las dos leyes que faltaban, sino que además explicó en cierto sentido la duda qeu su compañera había expuesto en voz alta. Asentí satisfecho antes de continuar explicando.

- No se preocupe señorita Black, no todos suelen conocer las cinco Leyes. - la animé. - Verá....no es vida real, como la conocemos. Los animales pueden invocarse al tiempo que se crean a partir de algo no vivo. Incluso pueden obtener las mismas características que los seres reales en los qeu se basan. Como el señor Tonks ha explicado, el morphos es el hechizo básico de transformación, válido tanto en el primer como segundo nivel. Gracias a él podemos dar la capacidad de la vida, pero solo en su aspecto más superficial. Si creamos un cachorro, parecerá vivo a todas luces, pero no necesitará alimentarse o dormir, no se reproducirá y aunque pasen 100 años, no envejecerá. Estará "vivo" pero no será un ser vivo. Por ejemplo.[/i

 

Rebusqué en mi mochila, que estaba sobre la mesa. No tardé en sacar una talla de madera, un dragón de juguete qeu había tallado yo mismo para mi hermano Ithilion y que siempre traía a la clase. Para los que hubieran estado alguna vez en la Potter Black, era una reproducción de Drago, el dragón familiar.

- Draconiffors - murmuré.

 

De pronto, el dragón agitó la cabeza, seguidamente extendió las alas, y con un pequeño gruñido emprendió el vuelo desde mi mano. Se paseó por la zona, pasando junto a los alumnos antes de regresar hacia mi, posándose sobre mi cabeza y exhalando una pequeña llamarada.

- Lo ven? es un dragón. Tiene las escamas duras, sus colores, vuela e incluso escupe fuego. Respira...si no fuera por su tamaño pasaría por uno real. - Mini Draco escupió fuego de nuevo, agitando las alas desde mi cabeza. - Aunqeu en el fondo, sigue siendo un juguete de madera.

 

Dejé qeu el dragón me bajara por el hombro y se pasease por la mesa. Mientras mantuviera el hechizo, me seguiría donde fuese.

- Bien, les mostraré el movimiento de varita para la transformación. - era sencillo. consistía en trazar un círculo en sentido contrario a las agujas del reloj, empezando con un ligero movimiento de muñeca hacia la izquierda antes de realizar la circunferencia hacia la derecha y de abajo hacia arriba, sin necesidad de demasiada amplitud en el giro.

 

- La forma de terminar con los efectos de la transformación es el Finite. Sencillo, verdad?

 

Tan solo faltaba una pequeña aclaración acerca de los hechizos específicos para la transformación de objetos en otros objetos y objetos en seres vivos antes de poder saber la utilidad de la puerta roja, qeu permanecía plantada junto a la mesa, pero antes, prefería esperar por si los alumnos tenían dudas o algo qeu comentar.

[That is not my name]

Sonreí ante la explicación de Matt, la verdad es que se estaba desenvolviendo bastante bien en esos momento sy me snetía orgulloso, no sé por qué, de tenerlo como profesor.

 

Tomé asiento en esos momentos por supuesto, mientras esperaba a que el resto de mis compañeros tuvieran alguna duda o comentario que quisieran realizar en ese momento, mientras que, de reojo, veía la situación entre Valentina y Elvis, esperando a que se diera cuenta de que Axel estaba en espera de recibir su entrenamiento para certificarse en el conocimiento de pociones.

 

- Anda Adam, - dije mientras daba un codazo a mi hijo, - anímate a preguntar algo, de esta forma todos podemos continuar con la clase, ¿o me dirás que no tienes ni una duda del tema?

 

Sonreí ampliamante porque, bueno, en ese momento no tenía ninguna itnerrogante que hacer hacia mi sobrino y tampoco veía necesario hablar por el simple hecho de hacerlo, sería algo poco educado en esos momentos.

[Darian Mcnair]

Entre la duda de Mei y la llegada de la profesora que estaba reemplazando Elvis, el profesor Blackner había dado una impecable explicación sobre la pregunta de Mei. La misma duda que salio de los labios de la joven, había surgido en mi mente mientras explicaba las otras dos leyes, por el solo echo de que me causaba una contradicción a lo que yo ya sabia y tenia como parámetro referente. Por suerte la aclaración me sirvió para apaciguar la duda y nos había mostrado como el movimiento de la varita, que al parecer no necesitaba ser ejecutado con mucha dificulta, sino que era un movimiento fluido y sencillo

 

 

Pero ante la contestación de una duda, hizo surgir otra en mi mente. Veo como Ishaya incentiva a Adam a hacer un pregunta, pero se ve que el muchacho no se le ocurría nada, todavía quedaban preguntas para hacer, así que tomo la palabra de nuevo y tiro otra incógnita para poder debatir

 

-Siguiendo el hilo de lo que explico recién profesor, mi lógica me dice que si yo pudiera infligirle el daño suficiente para lacerar ese mini draco, en vez de sangrar tendría que salir la astilla de la madera no? ya que es la materia base con la cual esta formado ese ser efímero . Entonces si yo usara el hechizo "Vera Verto" para convertir un ser vivo en un objeto inanimado, digamos un canario en un vaso de vidrio y lo dejara caer, ¿el mismo hechizo lastimaría al canario, ya que es un ser vivo o el hechizo se anularía ? -

 

 

Creo que la respuesta seria básicamente "vuelve a su estado normal" pero quería escuchar como el profesor me daba una respuesta contundente como había hecho con la anterior cuestión, la clase se estaba poniendo interesante y llevaba un buen ritmo, me estaba gustando cada vez mas poder participar en este conocimiento.

[Axel Rexdemort]

Levanto un poco la mano derecha para hacerle un ademán de saludo a Ishaya el cual llego después del danés, al parecer era una clase muy concurrida la de transformaciones y al ver que Elvis solo tenía un caldero, era de suponer que el sería el único alumno de Pociones. – Ok…- Dijo tras un suspiro, al menos tendría atención personalizada lo que siempre era bueno.

 

Sin embargo su atención se clavó en el otro grupo de alumnos, antes de que el director dijera palabra alguna. El otro profesor hablaba de leyes y técnicas de magia, Axel se cruzó de brazos mientras escuchaba con disimulo al docente.

 

Las transformaciones no eran un campo muy usado por el mago, pero solo conocía lo básico, por lo que le pareció bastante interesante, fue cuando algo llamo nuevamente su atención y su curiosidad.

 

Una linda jovencita se acercaba corriendo, Axel la miro de arriba abajo en silencio y su sonrisa apareció dentro de su barba. Entonces ella era Valentina. El tatuado miro con alegría la escena de ella y el director de la Universidad, solo levanto un poco la mano derecha para dedicarle una sonrisa con los ojos a aquella mujer.

 

-Creo que solo seré yo, profesora. – Dirigiéndose a la pelirroja, para acercarse y ofrecerle una pequeña reverencia, era la primera vez que veía a la famosa Valentina Ricci; su nombre era bastante conocido en el círculo de los Warlocks, Zurin hablaba de ella a cada hora, y por fin Axel conocía a la encantadora señorita Ricci.

 

Se arremango las mangas de su camisa y sonrió una vez más, el muchacho Rexdemort estaba listo para la clase.

[Matt Blackner]

La profesora de pociones hablaba con Elvis. Parecía nerviosa, seguramente apurada por haber legado tarde a la clase que impartía. Axel se presentó como el alumno de su asignatura, asi qeu los dejé hacer, mientras observaba a mis cuatro alumnos.

 

Mei permanecía en silencio, seguramente pensando en la explicación qeu acababa de dar respondiendo a su pregunta, al tiempo que observaba como Ishaya daba un codazo a @@Adam Lockhart pues el joven seguía en silencio desde que se presentara en la clase. Agaché la cabeza, mordiéndome el labio inferior para no reir. Prefería no meter demasiada prisa a los alumnos, pues solían estar nerviosos y a algunos no les gustaba exponer sus dudas en voz alta.

 

Aun asi Darius tenía una nueva cuestión que expuso en voz alta, siguiendo además con la que poco antes expuso su compañera: si infligíamos daño a aquello que transformábamos, como afectaría al objeto o ser?

 

- La verdad es qeu no "sangraría" pero si, lo qeu veríamos es el material del que está hecho el objeto transformado. - me daba pena romper el pequeño dragón, asi que volví a tomar la manzana, apuntándole con la varita. - Diffindo

 

La manzana se partió por la mitad. Durante unos segundos, bajo la reluciente piel de color rojo se pudo apreciar la piedra gris con pequeños cristales que brillaron bajo la luz del sol, antes de que toda forma o aspecto de manzana desapareciera quedando solo la piedra inicial partida por la mitad.

 

- Si hubiera sido una pata de animal hubiéramos visto piedra bajo el pelaje y la piel, como ha ocurrido con la manzana. Además, como bien habréis observado, si causamos daños lo bastante importantes, el hechizo de transformación también se anula. Asi creo qeu también respondo a tu segunda pregunta Darian: En realidad las dos cuestiones se cumplen; si los daños son lo bastante graves, como el hecho de que tu vaso se hiciera pedazos, el hechizo se anularía, perdería su efecto. Pero al mismo tiempo, lamento decir qeu el canario sufriría los daños. Al fin y al cabo, estás destruyendo su cuerpo.

 

Metí las manos en los bolsillos. Tocaba enumerar los hechizos específicos antes de empezar con la práctica de verdad:

- Bien, mientras se os ocurren más preguntas, pasaré a enumerar una serie de hechizos específicos, ya que no solo el morphos sirve para transformar. Los del primer nivel, que transforman los objetos en otros objetos, son Duro que transforma los objetos en piedra, Glisseo hace que la superficie de los objetos se vuelva resbaladiza, incarcifors crea una jaula, muy útil para atrapar cualquier cosa, y por último, scribbliffors hace que los objetos pasen a ser plumas.

 

Tomé le vaso de granizado que había llevado por la mañana mientras me dirigía hacia las gradas y lo lancé sobre las cabezas de Ishaya, Darius, Mei y Adam. Apunté hacia el vaso con la varita y murmuré el último hechizo. Al momento, estalló en una nube de plumas blancas que descendió sobre sus cabezas.

- Es muy divertido, genial para gastar una broma....y efectivo para salvar la vida de alguien....a mi al menos me ha librado un par de veces de ser aplastado por un muro.

[That is not my name]

La clase continuó su curo normal, viendo como a mis compañeros de aquella coasión se les respondían als dudas que surgían mientras avanzábamos en el curso debido a que, si, no todos podíamos conocer por completo la forma en que funcionaban todos los hechizos, por algo estábamos en ese lugar.

 

Sonrei cuando sentí las plumas caer sobre nosotros, a veces se me olvidaba que había ciertos conjuros que provocaban simple placer sin llegar a realizar tantos movimientos; al estar durante tantos años en medio de una guera mágica silenciosa, fría hasta cierto punto, perdía por momentos los pequeños detalles que enriquecían el día a día. Esto era un punto favorable para Matt y para la materia en cuestión, algo que me permitía disfrutar aún más la clase.

 

- Ahora yo intentaré uno de los conjuros, si me permites.

 

Apunté mi varita directamente debajo de los pies de mi hijo, Adam, para que el rayo saliera con total presición mientras me alejaba un par de pasos de él y que no me afectaran los efectos del mismo.

 

- ¡Glisseo!

 

La baldoza se tornó resbaladiza, provocando la pérdida de equilibrio del Lockhart y una sonrisa en mi rostro.

 

- Si profesor, -continué hablando - creo que funciona a la perfección este hechizo, aunque me gustaría intentar el duro en su cabeza...

[Mei Black Delacour]

Oyó la respuesta de Ishaya y luego la de Matt, corroborando lo que el primero había dicho y extendiéndola, aclarándole completamente la duda. Mei asintió, esta vez ya con la duda despejada, pero no dijo nada por el momento, sino que se dedicó a observar a todos atentamente desde su posición tan… baja, a fin de cuentas seguía sentada sobre la hierba fresca.

 

La duda de Darian era bastante similar a la de ella, sólo que al caso inverso, lo cual le produjo intriga también. Hacía ya mucho tiempo que no transformaba a un animal en algún objeto inanimado, justamente porque temía que algo pudiese sucederles. No era muy amante de aquel tipo de transformaciones, pues le daba la impresión de que no debía ser algo realmente satisfactorio para los animales, ¿quién podía garantizarles que no les dolía algo? Y ni hablar cuando los hechizos salían mal…

 

Luego de ello, el profesor comenzó a seguir un poco más con las explicaciones, por lo que volvió a centrarse en lo que hablaba. Reconoció varios de los hechizos, aunque ciertamente se sorprendió con otros, pues no sabía que el Glisseo tenía otros usos además de convertir las escaleras en una divertida resbaladilla. Ah, sí, recordaba haberlo utilizado en un duelo hacía muchos años atrás, ¡había sido tan divertido! Sobre todo porque había tomado por sorpresa a su contrincante.

 

Sus ojos brillaron, alegres, al ver la magia tan sencilla y hermosa que hacía Matt sobre ellos antes de que el granizado callera sobre sus cabezas. Las plumas, en su lugar, descendieron lentamente, algunas alejándose con la brisa que llegaba y otros posándose en la cabeza de los presentes.

 

–Qué bonito – murmuró, alcanzando a atrapar una pluma, mirándola intensamente, como si se tratara de una niña –. Yo probaré otro – comentó luego, sacando al fin su varita de entre sus bolsillos.

 

Miró de un lado a otro, buscando algo a lo que utilizar para su experimento. Hasta que lo encontró: vio un par de calderos un poco más allá, de esos que Elvis había traído, y aprovechando que parecía que no los utilizarían aún, apuntó a uno de ellos.

 

–Duro – dijo, haciendo que un rayo impactara en el metal y desde el punto donde el rayo había impactado, comenzó a convertirse en piedra de un color gris oscuro y expandiéndose hasta cubrir en su totalidad el caldero.