Shadowhunters (MM B: 108774)

[Zoella Triviani]

Me aparecí a las afueras del negocio de Aries, #ElHashtag lugar donde en la parte superior estaba el bar Shadowhunters. Había recibido la carta de mi novia invitándome apresuradamente a la boda de su prima Kaori con mi compañero en la marca Aries. Iba subiendo las escaleras del local cuando me detuve a inspeccionar lo que cargaba puesto y mi olor.

 

- ca***o - Llevaba unos jeans de mezclilla rasgados gracias a una pequeña lucha con la cría de un Kneazle, una camisa blanca de tirantes y colgando de mis caderas una camisa manga larga a cuadros verde y mis zapatos deportivos para trabajar. Venía del concilio, hoy me había dedicado a limpiar la trastienda llenándome de uno que otro elemento desagradable he impregandose en mi cuerpo el extraño aroma a animal. Y no, a mi ya no me molestaba era tanto el tiempo que pasaba dentro del Magic Mall que ya no percibía eso como un olor extraño. Con una floritura sobre mi cuerpo cambié el aroma, por algo más grato al olfato de los demás, aunque manteniendo aún las manchas de suciedad en mis ropas seguí subiendo, esperando llegar a tiempo para la ceremonia.

 

Pasando por la puerta que da entrada a la fachada del local veo a la pareja frente a _mi novia, quien estaba hermosa como cada vez que la veo. Cuando nuestros ojos conectaron le dediqué una sonrisa y tras lanzarle un beso fui a sentarme en la ultima fila de sillas que estaban a su alrededor.

 

@@Dennis Delacour @ @ @ Nerón Blackthorn

[Dennis Delacour]

La Delacour observaba a la pareja quien parecía que se encontraba en un sueño, definitivamente cuando había amor no importaba el momento o el lugar para consolidar su unión, lo único que importaba era que fuese la persona indicada la que fuera de tu mano aquel día y eso era lo que podía ver en aquella pareja, sobre todo agradecía la felicidad de su prima ya que la familia había pasado por muchas cosas recientemente y merecía tener un momento de dicha y amor en su vida. Ella esperaba que en algún momento fuera su turno y últimamente lo pensaba más desde que la Trivini se había cruzado en su camino, pensar en ella era ser feliz con el solo hecho de que existiera.

 

Esperaba por las palabras que fueran a pronunciar para cada uno de ellos y proseguir con la ceremonia cuando la puerta se abrió de nuevo y quien hizo ingreso al local no era otra persona que su hermosa novia, por la vestimenta podía deducir que venía de su trabajo y que había pasado directamente al local al recibir el mensaje que la rubia le había enviado a ella cuando lo hizo también con la familia.

 

Radiante como siempre su belleza radica en su ternura y en todo lo que representaba sin importar como vistiera, le dedicó una sonrisa enorme al verla lanzarle aquel beso y de inmediato su corazón palpitaba más deprisa, ahora no solo estaba feliz por su prima y Aries sino también el hecho de que para acompañar su felicidad estaba Zoe, y claro su sobrina Alessandra.

 

Quedo a la espera de las palabras de los novios quienes sólo podían dedicarse en ese momento sonrisas enamoradas y miradas que parecían indicar que estaban en su propio mundo y olvidándose de todo alrededor.

 

@ @ @Tiberius Nerón Blackthorn

[Ky.]

—Espera cariño, es nuestra boda y quiero fotos. No estamos presentables para nuestra boda.

La escuchó y de inmediato sus ropas sufrieron una transformación, ella tras unos cuantos minutos a los ojos de él parecía un ángel. Las ropas de él fueron mutando hasta quedar en un traje azul cobalto, con varias runas bordadas con hilos de oro, llevaba una camisa negra sin corbata, él no estaba acostumbrado a sentirse atado y el usar corbata era lo que le hacía sentir, por lo que opto por no usar. A diferencia de Kaori, él no había necesitado peinarse por lo que se encontraba listo unos minutos antes que la mujer que se iba a convertir en su futura esposa.

Al momento de entrar al local, se percató de la presencia de Alessandra, una de las Matriarcas Delacour y Rambaldi, busco con la mirada si venía acompañada, pero eran las mismas personas que habían iniciado aquella boda.

—Imagine que llamarías a tu novia, enfadosita. Pero, por lo que veo has llamado a otra persona, —miró a Alessandra y le dedicó una sonrisa. —Bienvenida a mi boda, ¿Quieres algo de beber? —le preguntó mientras caminaba atrás de la barra que estaba en el local. ¿Qué diablos estaba haciendo? Estaba a punto de casarse, pero en lugar de seguir el protocolo estaba haciendo el mayor tiempo posible.

No era que no deseaba ser unido a Kaori, era más que su subconsciente estaba a la espera que alguien de su familia por pura suerte apareciera por la puerta del lugar o alguien que le hiciera sentirse en familia, aunque fuera una compañera de bando. Ese era su verdadero interés por la que deseaba que Dennis hubiese invitado a su novia Zoella a su boda, no le importaba que fuese una Yaxley, le tenía un cariño especial a pesar de despreciar a la mayoría de sus familiares, cosa que le parecía extraño, pero él era así.

No había podido alargar más el tiempo, Dennis les había pedido sus votos para dar inicio. Ambos magos se quedaron viéndose a los ojos, una sonrisa traviesa se asomó en su rostro, aún no estaban casados y ya pensaba en todas las cosas que harían apenas estando solos. Instintivamente, mordió su labio inferior y cuando estaba a punto de decir sus votos vio que la Yaxley aparecía por la puerta. Siempre había tenido la curiosidad por sus escases de cabello y deseaba preguntarle por eso, pero no era el momento, así que volvió a concentrarse por la única mujer en aquel lugar que le importaba.

Con su varita apareció una caja de terciopelo negro que se quedó flotando frente a ambos, en su interior había dos pares de broches de la runa de boda y la de amor hechos de oro con varios diamantes incrustados en cada par de dijes, y mientras la cajita de iba abriendo dando paso a los cuatro dijes, él comenzó a decir sus votos.

—El amor brilla como el fuego, el tipo de llama más brillante. Todas las aguas no pueden apagar el amor, ni las inundaciones lo pueden ahogar. —comenzó a decir. Tomo uno de los broches con su mano derecha, el de la runa de amor y se lo colocó justo en el pecho, donde se encontraba el corazón y mientras lo hacía siguió hablando. —Ahora colócame como un sello sobre tu corazón, como un sello sobre tu brazo: Porque el amor es tan fuerte como la muerte. Y así estamos atados: más fuertes que las llamas, más fuertes que el agua, más fuertes que la muerte misma.

Aquellas palabras eran propias del ritual de bodas nefilim por el que habían aceptado casarse, por lo que al momento de colocarse ambos el broche de la runa de amor dio inicio a decir sus votos.

—Aku cinta kamu. Te amo Akane —hizo una pequeña pausa para mirar los hermosos ojos café oscuro y prosiguió —Mi amor por el tuyo, mi corazón por el tuyo y mi alma por la tuya, Kaori Matsudaira. Ahora y por todos los siglos de los siglos. Hasta que los ideales de cada uno nos lleguen a separar, hasta ese momento, estaremos unidos a pesar de todo. —cuando él empezó a hablar de ideales, realmente desconocía que la mujer frente a él pertenecía al bando contrario y que sus ideales eran muy diferentes muy a pesar de que ellos se amaran tanto como lo estaban haciendo.

[Valky]

Kaori.

La sorpresa que se llevó al notar la presencia de Alessandra en el local, fue muy grata para la pelinegra, no esperaba que nadie más asistiera a la improvisada boda y el que la rubia se hubiera dado el tiempo para acompañarlos, le alegró el corazón, y no solo porque quería mucho a su prima, sino porque sentía, a través de ella la presencia de los demás Delacour.

— Ale… gracias por venir —saludó a la bruja con un abrazo y beso en la mejilla —Ven junto a nosotros, que serás nuestra testigo — añadió.

Esperaba que Dennis hubiera llamado a la chica con la que últimamente la veía muy acaramelada, Zoella. Si bien se trataba de una Yaxley, se las había ingeniado para que Aries sintiera un cariño especial por ella, sin duda el tenerla ahí no solo alegraría a su prima Dennis, sino que también a su casi esposo.

Las palabras de Dennis pidiéndoles que dijeran sus votos y la llegada deZoella, hicieron que perdiera el hilo de sus pensamientos. No había preparado sus votos. Su mirada se posó en la de Aries y aquella sonrisa traviesa que tenía en el rostro le dejo claro que estaba pensando en cualquier otra cosa menos en los votos. Las mejillas se tiñeron de un suave color rosa, pues sin querer uso la legeremencia en el Black Lestrange y se enteró de lo que tenía pensado hacer cuando estuvieran solos.

Abandono de inmediato la mente de Aries, antes de que los colores en sus mejillas se hicieran más notorios. Una cajita de terciopelo negro apareció frete a los dos magos, Kaori no pudo evitar preguntarse desde cuando el Black Lestrange los tenía en su poder, ella sabía de su existencia, pero imaginó que los duendes tardarían más en hacerlos.

—El amor brilla como el fuego, el tipo de llama más brillante. Todas las aguas no pueden apagar el amor, ni las inundaciones lo pueden ahogar. —repitió aquellas palabras junto a Aries, mientras con su mano tomaba una de las delicadas joyas, cuya forma era la de una runa que representaba al amor y se la puso al Black Lestrange a la altura corazón. —Ahora colócame como un sello sobre tu corazón, como un sello sobre tu brazo: Porque el amor es tan fuerte como la muerte. Y así estamos atados: más fuertes que las llamas, más fuertes que el agua, más fuertes que la muerte misma. —Al terminar de hablar la pareja magos tenían puestas las runas del amor y del matrimonio, uniendo así sus almas para siempre, incluso más allá de la muerte.

Las palabras que a continuación salieron de los labios del rubio hicieron que el corazón de la Delacour palpitara fuerte, lo amaba con locura. Se perdió en su mirada y todo a su alrededor pareció esfumarse, en ese momento las únicas personas que importaban eran ellos dos y lo que se estaban prometiendo el uno al otro.

—Prometo amarte siempre, incluso cuando me provoque ahorcarte — dijo sonriendo para luego ponerse sería —prometo nunca olvidar que este es un amor para toda la vida, prometo amarte de todas las formas posibles ahora y para siempre… estas marcado en lo profundo de mi corazón… de mi alma, no importa si algún día algo nos intente o nos pueda separar, sé que sin importar lo que suceda nuestro amor nos traerá de regreso, sé que nuestras almas encontraran la forma de volverse a encontrar y estar juntas nuevamente, aunque sean vidas y cuerpos diferentes, nuestras almas fueron creadas para estar siempre juntas y así será por siempre… Aku cinta kamu. Aries —

Al final de sus palabras habían quedado tan cerca que fácilmente podría besarlo, pero necesitaba escuchar a Dennis decir oficialmente estaban casados. Ese beso sellaría su amor, sería el primero siendo marido y mujer, sintio mariposas en el estomago y su corazon latía tan fuerte que parecía que se le iba a salir del pecho.

—¿Ya lo puedo besar? —Preguntó con una sonrisa en su rostro.

[Dennis Delacour]

La Delacour escuchó las palabras de ambos magos mientras se observaban a los ojos, era algo bastante gratificante de ver el amor que se profesaban aquel par incluso sin decir palabra alguna, sus expresiones, sus miradas, sus gestos y hasta el lenguaje corporal indicaba lo mucho que se amaban a cualquiera que viera aquella escena sin necesitar saber absolutamente nada más.

 

Aquellas palabras calaron hondo en el alma de la rubia, el pensar en la fuerza del amor y cómo unía a dos personas cuando estaban destinadas a estar juntas, además de que era fuerte y resistente si se cuidaba y alimentaba cada día. Fijó su mirada entonces en su novia que observaba toda la ceremonia y no pudo evitar sonreír, aunque no pudiera decirle en ese momento lo mucho que la amaba sabía que la Trivini lo sabría solo con ver su mirada llena de amor en ese momento.

 

Cuando los novios terminaron de decir sus votos tenía los ojos un poco aguados ante lo lindo de aquel momento, no pudo evitar reír ante las palabras de su prima Kaori. — Por la autoridad que me confiere el ministerio de magia en pleno y como oficiante y testigo de la unión aquí realizada en este día, los declaro marido y mujer de aquí hasta que su amor lo permita. Y si ya lo puedes besar — dijo con una enorme sonrisa. Hubiera querido que toda su familia estuviera presente pero al menos estaba feliz de que su prima tuviera al menor una pequeña representación. — Bienvenido a la familia Aries — le dijo al Black Lestrange cuando todo terminó.

 

@ @ Nerón Blackthorn @ @

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra Delacour

-Reportera del Profeta

 

 

Alessandra aparecio en las calles del Diagon dias despues de la boda de sus primos. Miro los negocios que la rodeaban pero paso de ellos ya que su meta era ir al negocio de su primo Aries para esperar a su madre Kytta.

 

Sabia que desde su revelacion como miembro activo de la Orden nunca habian hecho nada para llevarlos a la justícia y tampoco habian salido muchas notas sobre los revelados solo sus nombres y ahi quedo todo, lamento la desaparicion de su abuela Mei y de Elodia, ambas lideres de la Orden habian desaparecido del mundo magico ¿casualidad o algo mas? No lo sabia pero ese dia debia aprovechar para sacar la mayor informacion que pudiera.

 

Llego al local de Aries, donde de habia llevado la boda, e ingreso al lugar para elegir una mesa alejada, necesitaba un lugar privado y tranquilo para la entrevista. Se sento y saco su vuelapluma y su blog de nota, un elfo se le acercó con su libreta para anotar lo que deseaba.

 

- Café negro y una torta entera de chocolate- le dijo.

 

Se quedo esperando a que la Rambaldi apareciera para poder dar comienzo con todo.

 

 

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3

[Valky]

Kelian.

Hace tan solo un par de días que había regresado a la ciudad, no es que tuviera pensado en quedarse, tan solo tenía algunos asuntos que arreglar y por más que lo había intentado ya no pudo darle mas largas. Envuelto en una túnica de viaje, Kelian decidió que primero pasaría por algo de beber, en los últimos meses había adquirido cierto gusto por el vodka, quizá se debía a que tenía raíces Rusas, quizá solo le gustaba el sabor, en todo caso poco importaba.

Ingresó al primer bar que encontró, uno que estaba sobre una tienda cerrada cuyo cartel rezaba Shadowhunters. El interior estaba algo obscuro y por la hora había solo un par de clientes, entre ellos una joven rubia cuyo rostro le resultó familiar. Haciendo memoria, el joven mago recordó que aquella bruja realizó una inspección en el Bratva hace un tiempo atrás.

—Un vodka en las rocas —pidió al camarero que se había acercado al lugar en donde estaba sentado en la barra —Y el mejor de sus cocteles… por favor— pidió.

Mientras esperaba que el cantinero preparara las bebidas, el Karkarov se despojó de la túnica y acomodó la camiseta gris que llevaba puesto a juego con unos jeans de mezclilla, pasó los dedos por su cabello en un intento por arreglarlo. Cuando las bebidas llegaron, bebió un trago y tomó el coctel en la otra mano.

—Hola… puedo invitarte un trago… — sí, así de osado era. —La ultima vez estabas trabajando, no creo tener tan mala suerte dos veces —bromeo el joven que, a pesar de haber puesto el coctel frente a la bruja, no se había sentado.

 

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[Leslie Ashryver PB]

<<Típico>> pensó.

 

La Rambaldi no había hecho acto de presencia para la entrevista, al contrario tuvo que guardar todo porque no habría nada que escribir, era el colmo, siempre le hacia lo mismo, necesitaba algo y la dejaba en espera.

 

-Gracias!- le dijo al elfo cuando llego con su pedido.

 

Se limitó a comer y beber lo que habia ordenado, mientras se ponia a ver el correo que su elfina le habia alcanzado despues de estar varias horas ahi sentada. Un sobre del ministerio le informaba sobre su cambio de empleo.

 

-Bueno al menos ya no debo preocuparme por las notas- dijo mas relajada pero eso no evito que su enojo por Kyttara se desapareciera.

 

Estaba tan metida en sus pensamientos que no sintió cuándo alguien se le acercó, la Nigromante levantó su cabeza sobresaltada para ver a un muchacho de cabellos azules frente suyo, le sonaba de algún lugar pero no recordaba de dónde.

 

-Disculpa, te conozco?- le preguntó apenada.

 

 

 

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[Valky]

Kelian.

El joven, a pesar de que no había sido invitado a sentarse, lo hizo, después de todo la bruja no le mostró mala cara y tampoco había rechazado la bebida que le había llevado, al menos de momento. Ya estando frente a ella el ojimiel sonrió al notar lo apenada que estaba al no reconocerlo y no la culpaba, se habían visto una sola vez.

—Solo nos vimos una vez… pero fue suficiente para grabarme tu nombre… Alessandra — dijo el mago bebiendo un poco del vodka —Soy Kelian Karkarov…dueño del Bratva — añadió y ya que quizá la bruja seguía sin recordar añadió —Hiciste una inspección hace un par de meses.

Ahora que se ponía a recordar, nunca le devolvieron el anillo que el suponía y era de su difunta madre Valkyria, quizá podría convencerla de que se lo regrese, apelar al lado sentimental y hacerse con la poderosa joya, aunque eso en realidad sería un plus comparado con la posibilidad de hacer buenas migas con la hechicera.

—Espero que esta vez no estés trabajando… aunque no me atrevería a apostar — comentó mirando hacia el sobre que estaba sobre la mesa, el sello del Ministerio saltaba a la vista.

 

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[Leslie Ashryver PB]

La Nigromante vio al joven sentarse y dejarle un vaso con un líquido color rojo.

 

-Oh!- exclamó al recordar al joven.

 

 

Cuándo le habló del negocio se acordó de cuándo era fiscal por parte de la Orden, el rostro del joven apareció en su mente cuándo pasaron junto a Garry por un viejo espejo. Habia sido dificil volver pero lo habian logrado aunque siempre se pregunto que habia pasado con aquel objeto.

 

-Claro que me acuerdo- exclamó felíz tomando el cóctel que habia sido muy amable en llevarle -tuvimos el problema del espejo- le miró divertida.

 

La Delacour observo como los ojos del joven se dirigian al sobre con el sello del ministerio, y sonrio mientras le daba un sorbo largo a su bebida, el alcohol le produjo escalofrio en su cuerpo, desde sus dias practicamente encerrada en el museo de su tia se habia vuelto adicta al café, habia probado todo el cafe que existia para no dormirse.

 

-No, no estoy trabajando- le dijo riendo -me acababo de enterar que me aceptaron en otro trabajo- le explicó encogiendose de hombros.

 

-Que te trae por acá?- le preguntó curiosa.

 

 

 

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