Shadowhunters (MM B: 108774)

[justo]

- Me temo que no, Albus, tendrias que alcanzar mi nivel y eso...es imposible, ya lo sabes.

- ¡Lastima! es una tecnica muy util.

- Lo supongo ---repuso riendo--- siempre fuiste muy curioso Albus. Pero sera mejor que hablemos con el joven Nott antes de que se desmaye.

- Veras Theo ---dijo Dumbledore--- este es mi amigo Manuel. Ahora se hace pasar por alumno de intercambio y sus poderes, ya lo has visto, son formidables.

- Profesor ---dije reponiendome de la sorpresa--- ¿cree que es prudente que...?

- ¿Que sepa nuestro pequeño acuerdo? Por supuesto que si. Pero no temas, tu secreto esta a salvo con el.

- Si usted lo dice...

- Y bien ¿que querias?

- Es sobre Lockhart profesor, a mi me parece un farsante.

- Lo es, pero tiene su utilidad.

- No le comprendo.

- Servira de señuelo mientras buscamos un profesor competente. Ya me he puesto en contacto con uno.

- Pero con el aprenderemos poco...

 

- ¿De veras...? Me decepcionas Theo, tu y Granger sois los mas inteligentes ¿no es asi?

- Si, bueno...en eso estamos de acuerdo.

- Pues vuelve tranquilo a tu SC y recuerda no hablar a nadie de lo que has visto esta noche. De todos modos nadie te creeria..

- En eso le doy la razon, buenas noches tengan los dos.

- Adios Theo ¡buenas noches!

Y sali del despacho. Dumbledore tenia razon con respecto a Manuel ¿quien iba a creerme? Yo mismo no me lo creia y lo habia visto. ¿Quien demonios era Manuel...? Algo me decia que terminaria averiguandolo.

Y el tiempo me dio la razon.

[Valky]

Kelian.

Si, algo sabía sobre los demonios. Cuando era tan solo un niño le gustaba jugar por los túneles y pasadizos del castillo de sus padres y escuchaba conversaciones que contenían secretos, recordó en ese momento uno referente a su madre y al escuchar lo que Delacour le decía, su curiosidad aumentó, quizá se diera el tiempo de buscar la manera de entrar al castillo sin la ayuda de su hermana.

—Si, creo que te he entendido bien… de hecho ahora que mencionas aquello de que pueden entrar al cuerpo de otra persona, tengo la sospecha de que mi madre era así. Una noche escuche a mis padres hablar sobre un medallón que contenía el alma que antes había sido la que ocupaba el cuerpo de mi madre y de alguien más… pero no recuerdo el nombre — dijo sin saber si se explicó bien —tenía solo cinco años en ese entonces y lo que decían no tenía mucho sentido para mí—añadió encogiéndose de hombros.

Siguió comiendo las patatas, sin dejar de prestar atención a lo que Alessandra le decía. No estaba del todo convencido de creerle lo que decía sobre Kaori, quizá si la volvía ver su opinión sobre ella podría cambiar, y dado que se iba a quedar unos días más, esa oportunidad podría darse.

—Siento lo de tus hijos… aunque al menos han vuelto como fantasmas —dijo con sinceridad —y de cierta manera los tienes cerca —El hubiera dado cualquier cosa por que sus padres se quedaran con ellos, aunque sea en forma de fantasma, pero en vida habían sido nigromantes y entendían la muerte de una forma diferente o al menos eso intentaba creer él.

Casi se atraganta con la ultima pregunta que le hizo la rubia. Por su cabeza no había pasado nunca la idea de ser el responsable de una nueva vida. Había tenido algunas noviecitas pero el viajar constantemente le dificultaba tener algo estable y a sus veinte años la verdad es que no le importaba. Lo que si estaba seguro era que hasta el momento no había dejado ningún hijo regado por el mundo.

—No. Aun tengo una vida por delante, además soy demasiado irresponsable como para tener hijos —dijo riendo —Eso y que primero tendría que encontrar una novia a la que le gusten los chicos lindos de cabello azul —añadió bromeando.

 

Al poco rato y casi sin darse cuenta había terminado de comer y ahora estaba bebiendo el refresco que había dejado el elfo. Las papas y la hamburguesa habían estado deliciosas.

 

—Espero poder conocer a tus hijos. ¿Ya han pensado en algún nombre para el que viene en camino? —Preguntó.

 

@

[justo]

A todo esto he de añadir que Dap y yo estabamos comenzando nuestro romance. No es que fuera algo repentino, nos conociamos desde niños, pero consideramos que habia llegado el momento de probar suerte en el amor.

Y nos vino muy bien. Ambos necesitabamos un motivo para abstraernos de Draco y su nueva mania de la "sangre limpia". Ya habiamos tenido algunas discusiones al efecto y no queria que nos dijesemos algo irreparable que hiciera polvo nuestra amistad.

Pero el caso es que eramos felices juntos. Paseabamos por los jardines mientras probabamos algunos hechizos sencillos de transformacion organica y, uno de esos dias, tuvimos un encuentro.

- Buenas tardes pareja ---dijo el enigmatico Manuel --- ¿podria hablar con Theo un momento?

- Creo que es mejor que os deje solos ---dijo Dap--- ya nos veremos querido.

La vi marcharse de inmediato. Una cosa tenia Dap, y con los años no ha cambiado, un tacto admirable para no herir sentimientos.

- ¿De que se trata? No quisiera parecer grosero pero estaba con mi novia.

- Lo se, Theo, pero tambien se que te gustaria saber mas cosas de mi ¿me equivoco?

- Admito que si. ¿Es tan evidente?

- Lo es. Te gustaria saber quien soy yo y tambien porque cambio mi apariencia a voluntad.

- Y tambien que es lo que buscas en mi ---tercie--- perdona mi curiosidad pero...

- Ya. Antes de seguir te hare dos peticiones. La primera es un ofrecimiento de amistad incondicional.

- ¿Y la segunda?

- Esta condicionada a la primera ¿ que contestas?

- Acepto tu amistad. Tengo pocos amigos. Ahora dime la segunda.

- Eres muy directo y yo tambien lo sere. Theo, yo no soy un estudiante cualquiera, a decir verdad podria ser un profesor si quisiera.

Editado 7 de Junio del 2019 por justo

[Valky]

Kaori.

Los últimos días Delacour había estado un poco atareada. Se había inscrito a una clase en el Ateneo y también tramitó su solicitud para que la Arcana de la Oclumancia, cuyo nombre no recordaba en ese momento, le enseñara a proteger lo más preciado que podía tener una persona, su mente, en donde no solo estaban sus recuerdos, sueños y preocupaciones… estaban ocultos todos sus secretos.

—Listó señorita, ya podemos ir a revisar la propiedad —dijo un mago bajito y regordete, haciéndola volver a la realidad. El hombre terminó de meter un par de artefactos más en un maletín y luego lo cerró.

—Si claro… —respondió la bruja que no se molesto en corregirle sobre su estado civil, no llevaba una alianza matrimonial como para que él supiera que desde hace unos meses formaba parte del grupo de señoras. —Si me permite… —dijo posando su mano en el hombro de Peter para así ser ella quien guiara la aparición conjunta.

Varios segundos después el par de magos se apareció en la enorme bodega en donde se almacenaban más de mil botellas de diferentes licores. Evitó aparecer en la entrada pues no quería incomodar a los clientes que seguramente estaban pasando un rato ameno.

—Es por aquí, sígame por favor… —pidió saliendo de la bodega para posteriormente dirigirse a la puerta que dentro de poco sería el ingreso a su hogar. —Le comenté que conseguí los planos originales… —le contó mientras de forma distraída abría la puerta.

Grande fue la sorpresa que se llevó la pelinegra al ingresar, se percató de que alguien dormía plácidamente sobre la improvisada “cama” que ahí había. Estaba a punto de sacar la varita y lanzar un chorro de agua al extraño, cuando este giró, revelando que se trataba de un apuesto mago rubio, su esposo. ¿Pero qué hacía ahí? ¿Cuándo había llegado?

—¿Quiere que me encargue de él? —preguntó Peter en un susurro, no se lo veía muy convencido de querer hacerlo.

 

Kaori sonrió de forma amable, aquel gesto le hizo dar cuenta de que a Peter no le gustaban los enfrentamientos, seguramente era un mago hogareño.

—No hay necesidad… es mi esposo— guardó la varita mientras cruzaba la habitación en dirección al Black Lestraange —Puede seguir avanzando… es por esa puerta, los planos están sobre una mesa de lado derecho —indicó.

Había bajado la voz para no despertarlo, seguramente había llegado cansado y aquel lugar siempre fue su refugio. Se lo veía tan apuesto ahí dormido y despreocupado de todo que sin darse cuenta Kaori había estirado su mano hasta rosar la suave y tibia mejilla de su esposo.

 

@ Nerón Blackthorn

[justo]

- ¿Y por que no lo eres?

- Los profesores llaman mucho la atencion pero los alumnos no. Tu sabes que se esta preparando algo ¿verdad?

- Se por mi padre que planean la vuelta de Voldemort ¿cuando y como? no lo se.

- Por eso tu colaboracion es imprescindible y tambien por eso Dumbledore te acepto. Pero lo que no sabes es que Dumbledore trabaja para mi.

- ¿Como?

- Nos conocimos hace 80 años en Egipto, Flammel nos presento.

- Pero...¿tu cuantos años tienes?

- Bastantes, pero no es el momento ni el lugar de decirlo. Estas a tiempo de dejarlo todo, yo lo entendere.

- ¿Seguiriamos siendo amigos?

- Si.

- Gracias por tu confianza. Pero no os abandonare, todo el mundo tiene una mision en la vida y la mia esta a la vista.

- Tal vez si...o tal vez no.

Y ahi nos separamos. No se lo que quiso decir al final pero los interrogantes sobre mi nuevo amigo no habian hecho sino comenzar.

[Ky.]

Era la tercera noche en la que dormía en las inmediaciones de Shadowhunters sin su esposa en la misma cama, aún no podía ver a Kaori y dormir con ella por las cosas tan atroces que realizaba cada que salía de viaje. Temía que, en alguna de sus pesadillas, ella se diera cuenta de lo que se dedicaba su ahora esposo cuando este se iba de viaje de trabajo. Pero si sus pesadillas eran terribles, sus recuerdos cuando estaba despierto lo eran aún más, ya que todo era más vivido, los gritos en su cabeza de los niños a los que había hecho ver como sus padres fallecían, le taladraban de una forma inusual la cabeza, era por eso que apenas despertaba se hundía en el alcohol para tratar de olvidar un poco aquel pesar.

A la mañana siguiente de aquella tercera noche, sintió el calor de las manos de Kaori que acariciaba su rostro buscando que se despertara, Black Lestrange la miraba con una sonrisa mientras comenzaba a tratar de sentarse en el colchón y de esa forma quedar más cerca del rostro de Delacour para darle un pequeño y tierno beso en los labios de su esposa, a la que trató de hacerla quedar con él en la cama para poder almorzar algo juntos, pero la joven de ascendencia japonesa ya tenía otros planes por lo que no accedió a los planes del metamorfomago por lo que no le quedó de otra que levantarse de la cama para acompañar a su esposa a ver las decoraciones de su casa en la parte superior del Bar.

Cuando se encontró con Peter, aún estaba en calzoncillos y sin pudor alguno estrecho la mano de aquel hombre que parecía un tanto incomodo con la forma de actuar del metamorfomago. Aun sin importarle lo que le hacía sentir a Peter este comenzó a hablarle de la habitación en la que lo había encontrado. Aries quería que aquel lugar se mantuviera alejado de la casa en la que viviría con Kaori, así que le pidió una doble entrada y que ningún ruido pudiera escaparse de la habitación que este le indicaba.

Peter asentía mientras apuntaba todas las indicaciones que Black Lestrange le dictaba, cuando terminó de pedirle esos cambios le dejó claro que la decoración de lo que quedaba de casa que era más del 80% iba a quedar en manos de Delacour que parecía emocionada mirando revistas y folletos para la decoración de la casa, desde muebles y pintura. La vio tan entretenida mirando y planeando a detalle cada habitación que no la quiso interrumpir, así que bajo al bar a tomar una copa mientras hablaba con su elfo y este le contaba que había pasado con su esposa.

Solo hacía falta chasquear los dedos para que Fabricio apareciera frente a él, el elfo se había vuelto como su elfo personal, cuando este desapareció el local de decoraciones y Fabricio se quedó sin lugar al cual servir. Aries miraba a la criatura servicial mientras bebía una copa del mejor Whiskey que se servía en aquel sitio.

—¿y bien? —le pregunto al elfo.

No había tenido que decir más, ya que el elfo le había contado con lujo de detalles lo que había hecho su mujer mientras este se encontraba de viaje. Entre lo que le contó fue que Kaori se había visto en dos ocasiones con su antiguo pretendiente el joven Asturias, cosa que le hacía sentir molesto y le daban ganas de golpear al tipo ese que no había entendido cuál era su lugar al lado de Kaori, que en realidad no tenía lugar al lado de la señora Black Lestrange y se lo iba a dejar en claro a ella.

—Señora Black Lestrange, venga un minuto. —grito llamando a su esposa que era la primera vez que la llamaba de esa manera. —Fabricio, retírate. —le ordenó al elfo y la criatura sin esperar una segunda instrucción desapareció dejando a su amo sólo.

[Valky]

Kaori.

A pesar de que la intención de Kaori no había sido despertar a su esposo de lo que parecía ser un placido sueño, lo hizo. El mago de cabellos dorados sonrió al verla, mientras se sentaba y se acercaba hacía ella para besarla e intentar persuadirla de que se quedara con él. La pelinegra estuvo muy tentada a hacerlo si no fuera porque ya tenía la mayor parte de su día planeado y tenía al encargado de la remodelación inspeccionando el lugar.

—Lo siento… cariño—dijo entre beso y beso —Pero no sabía que habías vuelto —añadió intentando ponerse en pie — ¿Por qué no me avisaste que llegabas antes? —preguntó al cabo de un rato de estar jugando con su esposo sobre el colchón, lo había extrañado mucho.

A la joven no le hubiese costado nada averiguar ese tipo de cosas usando la legeremancia, pero se había prometido a sí misma no usarla en su esposo, aunque moría de curiosidad por saber cuál fue la razón para que él no fuera directo a verla ¿Sería acaso que no la echo de menos? Alejo al instante esa idea de su cabeza, debía ser algo más.

—Si lo sabía no hubiera traído a Peter y podíamos pasar el día juntos— hizo un puchero, observando como finalmente el Black Lestrange se ponía en pie y la ayudaba a hacer lo mismo. —Ven… vamos a librarnos de Peter rápido y ver si sacamos tiempo de almorzar —Dijo la pelinegra tomando de la mano a su esposo para que la acompañara a donde se encontraba el contratista.

Peter se encontraba realizando algunas mediciones en lo que se suponía sería el área de la cocina cuando ellos llegaron, este se acercó al esposo de Delacour, sin poder ocultar que le resultaba algo incomodo verlo en boxers. Enseguida empezaron a hablar de temas un poco técnicos que ella no entendía del todo así que fue en busca de unos folletos en donde había varias cosas que le gustaron.

Cuando ella volvió Black Lestrange ya no estaba, frunció el ceño y supuso que fue a cambiarse pues tendrían que salir. Termino de hablar con Peter quien le aseguró que al siguiente día empezaban ya a trabajar, le entregó el adelanto por la obra y lo observó marcharse bastante contento. Al poco rato su esposo la llamó, de una forma poco habitual cabe destacar.

—¿Desde cuando me llamas así? ¿Qué paso con el romanticismo? —preguntó riendo cuando se acercó a él, lo abrazaba de la cintura y se ponía de puntillas para robarle un beso.

—¿Que pasa amor?... porque tienes esa cara larga… no me digas que te tienes que volver a ir — dijo observando el semblante serio que tenía su esposo.

[justo]

Aunque ahora comprendia muchas cosas de Manuel tambien estaba confuso. ¿Quien o que era Manuel? Porque nosotros somos magos, no dioses, y el parecia ser mas cercano a los segundos que a los primeros.

Pero esas ideas pronto pasaron a un segundo plano debido a una serie de acontecimientos bastante inquietantes. Una noche, cuando ibamos del GS a nuestra SC vimos un gran tumulto en un pasillo, nos acercamos anhelantes y vimos una escena de aparente horror, la señora Norris colgaba boca abajo de un adorno de un muro mientras en la pared, escrito con sangre, habia escrita una frase: "La camara de los secretos ha sido abierta. Temed, enemigos del heredero".

Nos habiamos quedado petrificados al verlo, solo se oyo entonces una voz familiar, la de Draco, diciendo:

- ¡Temed, enemigos del heredero! ¡Los proximos sereis los "sangre sucia"!

Le mire con cara de desaprovacion mientras el me devolvia la mirada con rostro desafiante. Temi que ahi se hubiera acabado nuestra amistad, aunque mas tarde, en la soledad del dormitorio, hablamos sobre lo sucedido y acordamos que no le cesuraria mas por esa expresion. Como le hice ver con cierta cordura, prodriamos llegar a decirnos palabras que no sentiamos y complicar nuestra vida.

Pero un cierto desasosiego comenzo a recorrer el castillo. Era indudable que los profesores estaban entre preocupados y asustados. Lo que tambien note al comentar el suceso con Manuel es que este no parecia sorprendido por el mismo aunque no podia ocultar cierta preocupacion. Otro enigma mas.

Todo parecia indicar que Harry habia petrificado a la señora Norris y era la creencia general que el era ese supuesto heredero pero algo me decia que no era asi. En primer lugar no estaba claro el porque no habia huido antes de que lo pillaran y en segundo lugar no creia que estuviera tan loco como para hacer eso. No, alli habia un misterio que resolver. Y fue Hermione, como siempre, la que dio con una posible solucion.

[Ky.]

—No.

 

Fue una negativa firme mientras su vaso con whiskey descansaba en la barra del bar, tenía muchas formas de empezar aquella conversación, pero el resultado era siempre el mismo, si ella se negaba a hablar con la verdad la cosa terminaría en una separación, por lo que opto por ser franco y directo al dirigirse a ella.

 

—La verdad, es que me preguntaba, ¿con quien es que has estado saliendo? —le cuestionó y le dio la espalda unos segundo para que pensara en lo que caminaba del otro lado de la barra y le servía un vaso de whiskey en las rocas para que dialogarán amenamente sobre a dónde era que se dirigía su mujer cuando él no estaba y con qué persona.

 

Era más que obvio que Black Lestrange conocía el nombre de la persona con la que se veía su esposa, si él hubiese conocido a Asturias en otras circunstancias posiblemente... no, la verdad es que ni en otras circunstancias ellos serían grandes amigos, por el contrario Aries llegaba a ser una persona muy celosa con lo que era de él y conocía la historia entre Kaori y el joven mago.

[justo]

Ya habia indicado anteriormente de la participacion de Hermione en la resolucion del misterio. La verdad es que no tardo mucho en revisar la biblioteca por si encontraba algun dato que le permitiera salir de dudas pero no fue asi. Su frustracion era evidente. Yo la comprendia. Era frustrante no encontrar nada relativo a la historia del colegio en nuestra bien nutrida biblioteca, pero tampoco desespero y, al final, dio con la solucion.

Nos encontramos en la clase de Historia de la Magia del profesor Binns. El profesor Binns era uno de los seres mas aburridos que os podeis imaginar. En primer lugar era un fantasma. Se decia que un dia se murio y siguio dando clases como si tal cosa. Era la clase ideal para echar unas cabezaditas cuando veniamos agotados de otras materias. Bastaba con leerse bien el libro y los apuntes sobraban. La verdad es que el profesor ni se enteraba. Como nadie le preguntaba nada daba por supuesto que estabamos atentos y no se inmutaba.

Pero aquel dia todo cambio, porque advirtio sorprendido que Hermione habia alzado la mano.

- Profesor ¿podria hablarnos de la Camara de los Secretos?

Al oir esas palabras muchos despertamos de golpe y nos pusimos a escuchar. El profesor algo irritado repuso:

- Mi asignatura son los hechos comprobados, no las leyendas absurdas, sigamos...

- Pero profesor ¿no es cierto que las leyendas tienen un poso de verdad?

- Si, bueno, eso se puede admitir. Bien, veamos, esto es lo que se sabe de esa leyenda...

Nos quedamos expectantes y atentos, creo que Bins estaba sorprendido de tanta expectacion en su clase.

- Bueno ---comenzo--- como todos ustedes saben Hogwarts fue fundado hace 1.000 años aproximadamente por los 4 grandes magos de la epoca, Godric Gryffindor, Helga Hufflepuff, Rowena Ravenclav y Salazar Slytherin.

Juntos, levantaron el castillo con el fin de educar a los hijos de magos lejos de las miradas indiscretas, como ya saben, en esa epoca los magos sufrian persecucion por los muggles. Durante un tiempo hubo gran armonia entre ellos aunque con el correr de los años hubo discusiones.

Salazar queria ser mas selectivo con los candidatos, el queria hijos de magos y no de muggles o mestizos de ambos. Intento convencer a sus compañeros y, tras algunas discrepancias, abandono el castillo.