El Día de la Amnistía

[Mael Blackfyre]

MINISTERIO DE MAGIA
Despacho de Dirección de Seguridad Mágica.

Un caos. Todo era realmente un caos.

Si de alguna manera había pensado que aquel sería un día tranquilo, estaba equivocado. Los problemas dentro del país eran complicados. Pero no podía pasar desapercibido que en el exterior, habían ocurrido cosas (o nunca habían desaparecido) que si alguien pensaba ignorarlas, iba a pasarla realmente mal.

Y sin contar que las noticias volaban a la velocidad de la luz. Los hechos ocurrían con tan solo un movimiento de varita, por lo que para cuando habían llegado esos rumores a mi oficina ya era tarde.

Tal vez la Asamblea que estaban llevando a cabo si había quedado totalmente imperceptible. Era una reunión entre muggles que jamás me había enterado que estaba ocurriendo. Pero la gran importancia a todo eso era que magos estaban en medio de todo eso y más con todo lo que habían hecho. No solo que habían matado a Amanda Hookstraten y Roman Jones. ¿Quiénes eran? No tenía idea. Pero un mago había hecho de las suyas y gracias a la comunicación, había llegado ésa noticia.

Y más cuerpos alrededor. Y el edificio encendido en llamas. Y el ejército de la OTAN llegando donde se encontraban los de la ONU. Eso se sumaba a que varios directores del Ministerio estaban amuchados allí, reclamando sobre la postura de ministerio.

Había leído ciento de veces aquellos informes. Las ediciones del profeta habían llegado tan solo habían salido de la imprenta. Estaba sentado en mi escritorio, tomando mi cabeza con mis manos con los codos apoyados sobre la madera. Una docena de magos y brujas estaban casi a los gritos.

— ¡No podemos dejar esto asi, no señor! ¡Muggles asesinados! ¡Magos haciendo lo que quieren! ¡Es una locura!

— La ministra retomó el estatuto del secreto. ¡Debemos castigarlos!

— Ellos han atacado primero. ¿O se olvidan los ataques que hubo? La ONU no hizo más que empeorar la situación.

Los quería callar. Pero había tenido la mal idea de reunirnos entre todas las cabecillas de aquella institución con el objetivo de lograr un plan. Un plan que automáticamente se anulaba porque las decisiones siempre tenían dos posturas, sin poder llegar a un acuerdo. Había demasiados puntos importantes que no podíamos dejar pasar.

— Hay que avisarle a la Ministra, de inmediato. Mandar un aviso a la Confederación sobre esto. Y comunicar a la comunidad mágica de que la situación es complicada, que no salgan de sus casas. Magos y muggles peleando en una guerra. ¿Les parece poco?

Había llegado a comentar eso, solamente. Aún cerrando los ojos intentando que todo eso se solucionara en un abrir y cerrar de ojos. Pero era imposible. Tardamos alrededor de una hora más para que al menos hicieran mejor la parte organizativa, aunque había llevado la peor parte porque tenía que si o si, investigar contra los magos que habían estado relacionado contra aquellos asesinatos.

A los cinco minutos de irse el último director, la puerta sonó. No quería abrirla, quería mantenerme allí en silencio esperando que se fuera. Pero no podía. Me acerqué y abrí la puerta, encontrándome con otra persona (por suerte)

— Shelle. Wo. Pareciera que te acabo de invocar. ¿Estás enterada de lo que pasó?

Le di un leve abrazo y un beso en la frente. Y la invité a pasar.

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[Dana Gryffindor]

"Para quién.."

 

Aquél interrogatorio causaba cosquilleos en el estómago del mago. Temeraria, muy temeraria aquella bruja al pararse ante él y hacer aquellos planteos ¿Acaso esperaba que responda? Dio una pitada al cigarrillo mientras meditaba sus palabras.

 

-Parece que a usted sí le incumbe mi lucha- dijo torciendo los labios en una mueca -Dígame, señorita ¿Qué pretende que le diga? ¿Qué respuesta es la que está buscando?

 

Observó su gélida piel, el brillo inusual de sus ojos, la ansiedad brotando por los poros de su cuerpo. No era humana por lo que debía ser precavido, un paso en falso y aquella criatura podría ejercer algún tipo de fuerza inesperada sobre él. Sin embargo el mago se encontraba pasivo, atento a cualquier ataque, pero enseñando que no tenía miedo, que aquella charla era como cualquier otra que pudiera tener con un brandi de por medio.

 

-Yo lucho por mis intereses, al igual que usted y que todos. No pretendo más que lo que me atañe y no debo explicaciones por mis actos a nadie.

 

Avanzó unos pasos más hasta encontrarse a solo unos centímetros de la bruja, la observó fijamente a los ojos con aquella sonrisa torcida y levantó su varita.

 

-Espero no tener que usarla- dijo con tranquilidad -No encuentro motivo para destruir este agradable sitio.

[Darla G Dumbledore]

con Eros Triviani en Nantucket, Massachusetts

 

Negó con la cabeza, aquel hombre podía exasperarla un poco, no era una fanática antitabaco pero con gusto le hubiera hecho tragar el segundo cigarrillo que había encendido. Lo midió viéndolo de pies a cabeza, no podía explicarle que sus asuntos le importaban medio knut, pues se negaba a dar datos sobre sí misma. Negó con frialdad.

 

--Por lo visto nada útil --respondió Tessa observando el gesto en tensión del mago, podía sentir como palpitaba la vena de su cuello, dando paso al fluído vital, cada leve variación de su circulación denotaba que el hombre apenas estaba en tensión, sabía manejar bastante bien sus emociones, definitivamente debía tratarse de un asesino profesional. Cosa que sus siguientes palabras parecieron confirmar.

 

La belga se mantuvo firme aunque el mago se había acercado a ella, jamás había temido en las batallas, aunque fuera la más joven del clan, aquella situación ya la estaba aburriendo.

 

--Pues tendrá que dar igual cuenta de sus actos y... no la use entonces --dió un paso atrás e hizo una rápida floritura descendiente y en espiral con su varita --¡expelliarmus! --el rayo rojizo salió disparado directo hacia el pecho del castaño mientras ella susurraba un --detritus --haciendo que una fina capa de un gas grisáceo, apenas perceptible la cubriera por completo, el efecto la protegería de los ataques del mago y no le importaba que pudiera pasar con el lugar, para ello estaba preparado y hechizado para que ningún no maj se acercara a la villa.

 

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Editado 30 de Noviembre del 2020 por Scarlet Akane

[Dana Gryffindor]

Finalmente la situación superó a la europea cuando el mago se acercó lo suficiente como para bañarla con con el humo de su cigarro, al parecer está vez no lo desaparecería pero verla empuñar su varita de aquella manera lo alertó.

-Silencius- dijo el brujo silenciando las palabras que pudieran salir de los labios de la bruja provocando que solo saliera un "expe..."

El mago se alejó hasta la puerta de la habitación y mirando al techo observó que sobre la bruja había una araña cargada con faroles y detalles en cristal.

-Descendo- al instante la araña cayó sobre la bruja quien empezaba a cubrirse por un gas grisáceo.


-Siento que hayamos llegado a esto, bella dama, pero sinceramente no se que busca de mi. Lo hecho, hecho está y usted no podrá evitar la guerra que no hemos comenzado nosotros siquiera. Esta guerra la iniciaron por miedo y nosotros les volveremos realidad sus pesadillas.

Hacia tiempo que no tenía una víctima en sus mano, quizás la situación ameritaba poder saciar sus deseos. Tenía su daga envainada en su cinturón, siempre lista para atravesar la garganta de quienes lo desafiaban.

 

 

 

--- Shelle ---

Tras tocar la puerta de la oficina de su padre, Shelle tuvo que esperar un largo momento para tocar nuevamente ¿Acaso no se encontraba allí? Estaba dispuesta a girar sobre sus talones y buscarlo en otro sitio cuando la puerta se abrió revelando el rostro preocupado del Gryffindor. Aquella muestra de cariño padre e hija era lo único que la sostenía en aquel caos.

 

-¿De verdad preguntas?- dijo con ironía mientras pasaba a su oficina y sin preguntar servía dos vasos con whisky y le entregaba uno a su padre -lo necesitaremos.

 

La muerte de Amanda había sido obra de la Gryffindor pero aquello no iba a comentárselo al jefe del departamento de seguridad, sin embargo sacó de su cartera el periódico de su diario y lo depositó en la mesa.

 

-Estés o no a favor de esta guerra, padre- dijo con seriedad -la tenemos en nuestras cabezas y si no actuamos rápido tendremos el ejército de Rusia y Estados Unidos complotados para volarnos la cabeza.

 

Dio un sorbo al whisky buscando un poco de tranquilidad, sin embargo la cabeza iba a explotar debido a una montaña rusa de pensamientos que empezaba a salirse de control.

 

-Te necesito- fue todo lo que pudo decir -escuché sobre armas que disparan la vacuna anti-magia y allanamientos de la ONU en Ottery, donde viven nuestros amigos... ¡Nosotros!

Editado 30 de Noviembre del 2020 por Shelle Dumbledore B.L

[Darla G Dumbledore]

con Eros Triviani en Nantucket, Massachusetts

 

Los eventos ocurrían tan rápido desde el momento en que decidió levantar la varita hacia el mago que casi ni tiempo había tenido de darse cuenta que había sido más rápido de lo que ella esperaba logrando silenciarla, evitando así que lo desarmara. Definitivamente era un hombre de acciones rápidas y no se debía volver a confiar.

 

No necesitaba escuchar claramente su nuevo hechizo, qué si lo había hecho para escuchar el tintineo de la lámpara sobre ella. Sin dudarlo rodó sobre si misma, olvidada totalmente del traje de secretaria que llevaba, la pollera se rajó convirtiendo sus costuras laterales en tajos mientras la belga apuntaba al mago pensando en un zancadilla. El efecto del lazo mágico que se cerró sobre los tobillos del hombre fue instantáneo haciéndolo caer de bruces mientras comenzaba su discurso sobre quién inició la guerra y por qué.

 

--A estas alturas solo deshacerme de usted --respondió la vampiresa mientras se lanzaba en rápida carrera hacia él y un nuevo hechizo pasaba por su mente, el confundus le daría tiempo de llegar hasta él y desarmarlo, cuando no clavarle los colmillos gracias al efecto de confusión y desorientación temporal que produce.

 

--No sientas pena por llegar a las armas si no te importa ser parte de una maldita guerra que solo nos llevará a más muertos de ambos lados --gruñó furiosa, ya lo había vivido con la Akane y hasta la rumana lo había entendido al final, aunque su sed de venganza hacia su marido jamás hubiera cesado.

 

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Editado 30 de Noviembre del 2020 por Scarlet Akane

[Thoth]

Estados Unidos - Rueda de Prensa

 

Uriel Luxure

 

Allí se encontraba observando hablar a los encargados de las naciones ,le sorprende la declaración del remplazo de Amanda Hookstraten ( @@Nate Weasley ). Este ser anunciaba una medida de pacificación a la comunidad británica con procedencia mágica, por ello fue que en Ottery la presencia de la OTAN con armas que poseía la vacuna, aquella que suprimía el gen mágico. A esto se le suma como en rueda internacional el gobierno del Reino de Egipto declarará un bloqueo económico en la frontera maritima, acausando a ese gobierno por proteger esa comunidad.

 

Y fue allí, que entre el viento comenzaba a sonar una melodía, y fue así como los inicio de la guerra se daban parte, los planes del Inquisidor marchaban acorde al plan, este comenzaba mover las piezas del trablero de ajedrez, mientras que los mortífagos (@@Aaron Black Lesntrange ) buscaban por otro fuente al Santo, y el mundo mágico no se lograba poner de acuerdo en luchar o no, estos seres arrogantes pronto conocerán el poder de un enemigo oculto en la sombras.

 

Y éste era el momento del caos, donde Seth se encontraba complacido por el accionar del Archimago de la Muerte, su nombre sería recordado, pero la tierra que forjaría héroes, esos hombrees y mujeres que no optaron luchar, era momento de luchar, y la muerte comenzaría a reclamar a los inocentes, pero los planes del Inquisidor, no era suprimir la magia, era algo más, y pronto se darían cuenta, pero quizás eso fuera demasiado tarde. Sin embargo, pronto cada quien eligió su camino, quizás la Orden del Fénix le tocará trabajar cons sus enemigos por un bien común, o será que su lealtad y sacrificio de años de rencor podría más que el fin de Gran Bretaña.

 

Sin embargo, en Egipto eran los Archimagos y Regente quienes gobernaban, estos se habían hecho del poder del mundo muggles, era un sola voz la que se escuchaba, pero esto lo ignoraba el mundo, los magos que eran obligados a tomar la vacuna eran los sangre sucias, esos impuros considerados como escoria, allí la supremacía de la sangre era lo que regia, dignos eran pocos de poseer voluntad de los dioses. Y aunque, todo pronostico lucharían hasta la muerte. Sin embargo, las arenas de ese territorio puede esconder más misterios de lo que muchos aguardan.

[Mael Blackfyre]

MINISTERIO DE MAGIA
Despacho de Dirección de Seguridad Mágica.

Aquellos cabellos rojizos que atravesaron el umbral de mi oficina me hiceron acordar a su hermana. Era lo único en lo que Lunática y Shelle se parecían, porque eran como el sol y la luna. No entendía como eso había pasado pero tenía que admitir que era lo único que me quedaba, mis dos pequeñas hijas.

— A favor de una guerra. Yo. ¿Estás loca? —comenté mientras la jovencita realizaba un encantamiento para hacer aparecer dos vasos de whisky. Lo tomé por simple modales, porque no era una bebida que me gustara realmente. Pero disimuladamente lo dejé en la mesa, como quien quería la cosa—. Lo que ahora más me importa en la Gryffindor. Cuentas conmigo. ¿Qué idea tienes en mente?

Era algo que no preguntaba hacia años. ¿Por qué? Porque sabía leer las mentes pero me había prometido que no leería la mente de mis propios hijos. Me senté sobre la mesa, mirándola terminarse su vaso. Comentó sobre la ONU. No podía llevar la cuenta de las veces que había escuchado aquella palabra.

— La ONU es lo que menos me preocupa, hija —¿estaba bien decirle que tan solo con un movimiento de la varita podíamos hacerles olvidar hasta su nombre? — Lo que más temo es lo que tenga pensado el Inquisidor —de lo que si estaba seguro, era en no comentarle sobre mis sospechas entre el Inquisidor y Aaron Yaxley.

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[Dana Gryffindor]

Pudo ver que aquel gas que cubría a la mujer se movía rápidamente esquivando la araña que cayó al suelo con un estrepitoso sonido de cristales rompiéndose y observó cómo se desparramaban por toda la sala, algunos llegaron a dañarlo cuando el mago tratabilló debido al lazo que la mujer había lanzado a sus pies, apoyó el filo de su brazo derecho al caer donde la capa lo protegía de los cristales rotos y si bien alguno logró penetrar en su piel, el dolor era leve.

 

Desde el suelo, sin perder tiempo en levantarse, el mago empuñó su varita y rápidamente, por si la bruja le lanzaba algún hechizo murmuró:

 

-Protego- un fino halo de luz salió de su vartita convirtiéndose rápidamente en un escudo que consumió el efecto que la bruja lanzaba hacia el italiano.

 

-Merde.

 

Dijo incauto viéndose desprotegido. Por un segundo se preguntó si debía anotarla en su libreta, sin embargo algo le decía que aquella europea no debía morir, al menos no aún.

 

-Nuestros muertos serán héroes en esta guerra por la libertad.

 

Dijo empuñando su varita hacia la mesa ratona donde el aura gaseoso se encontraba.

 

-Confringo- murmuró intentado que la mesa se hiciera añicos y las estacas dañaran a la mujer cuya raza, sospechaba, era vampiro.

 

Levemente intentó ponerse de pié, los años le empezaban a pasar factura a la hora de ser efectivo en una pelea, esperaba ganar, deseaba sonsacarle información a la rubia.

[Thoth]

Estados Unidos - Rueda de Prensa

Uriel Luxure

El mago vio la preocupación de los medios de comunicación, por lo que se levanta y con determinación de tomar nuevamente la palabra. Camina lentamente, allí los otros integrantes le mira, el comunica en privado por ese instrumento muggle de comunicación, que hablaría. Y le es concedida su palabra, en ello un tiempo de silencio se crea, las cámaras le enfoca.

-Hoy deseo hablar como persona ajena a mis funciones diplomática.- Hace pausa. -por lo que al ser empresario en los medios de comunicación. He decido y tomado la libertad en acuerdo con todos los países en crear un obelisco de cristal, que sirva como un principio para honrar a los caídos en el atentado...-

 

En ello una música envuelve el ambiente, producto a la magia de sus lacayos (aurores egipcios) ocultos entre los medios de prensa, a la cual este representaba. Y mientras que éste seguía hablando, dejando a todos cautivos como si fuera que estuviera lanzando un encantamiento, pero no era algo así, sino el uso de su retorico que podía mover masas, o bien era otra cosa.

 

-sufrido hace unas semanas, días, pero quedará en nuestra memoria, pero mi llamado es a la paz, así como lo han hecho los lideres religioso, la guerra no es algo que sea bueno, debemos perdonar.- Este discurso era una artimaña, ya que conocía el transfondo de los planes del Inquisidor, y como la comunidad mágica había encendido el fuego para continuar la guerra inciada por ese ser, al cual tenía como aliado. -Aunque, es mi postura personal.-

 

Y termina de hablar, dando vuelta, y viendo como los otro le miraban algo feo, ya que no podía estar a favor de esa decisión, al menos no públicamente, y otro toma la palabra, y da algunas palabras de felicitaciones, por esa iniciativa de donar terrenos para las posibles muertes, un cementerio que no cobraría y ofrecería todos los servicios religiosos gratis.

[Darla G Dumbledore]

con Eros Triviani en Nantucket, Massachusetts

El sonido de los cristales habían llenado la escena, los restos, en su mayoría pequeñas astillas habían sido disparadas pero sin causar daños significativos aunque Tessa podía sentir el aroma metálico de la sangre, no era demasiada, apenas como un corte con una hoja de papel, pero eso bastaba para que llegara hasta ella. Gruñó por lo bajo, el hombre debía estar herido.

Como fuere, él estaba caído y obviamente muy desorientado, insultando en francés e intentando detener el efecto con un protego, o más bien debía haber intentado detener las astillas, y encima seguía hablando de los muertos, maldito asesino. Sus instintos surgieron también con el siguiente hechizo que él lanzara intentando con aquel rayo explotar la mesa junto a la cual estaban los dos cadáveres.

Proyección mágica, pensó en forma impulsiva y casi sin concentrarse como debía para realizar aquel hechizo, no lo tuvo muy en cuenta sin embargo al ver como la mesa y los restos de madera desprendidos de ella se desviaban hacia el mago, al que, por continuar en el piso ya dio por acabado.

La belga desvió su atención del caído y se aproximó a los dos cuerpos que yacían en el suelo, lo mejor sería que los llevase a donde pudieran rendirles los homenajes correspondientes a sus status sociales, pensó la rubia mientras deshacía los hechizos que impedían la desaparición del lugar.

—Mobilicorpus —susurró acercando a Jones al cuerpo de Amanda y se inclinó sobre ellos tomándoles por las muñecas, lista para desaparecerse de regreso a Nueva York. Un sonido a sus espaldas la sobresaltó pero quizás ya era tarde.

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