Gala de Beneficiencia - Consulado Italiano

[Ada Camille Dumbledore]

La gala había sido bastante entretenida había pasado tantas cosas en ella, pero lo único que faltaba por hacer estaba justo encaminándome a hacerlo y en una excelente compañía, Monsieur @ Thanatos L. Lestrange había cumplido su palabra y estaba junto a mi en la pista de baile. Ya en posición, mi mano en la sobre el hombro del caballero y la otra mano con la mía guiando el baile. Me agrado la firmeza con la que me guio, siempre lo había visto como una persona reservada desde que lo vi en la fiesta de la familia Dumbledore, aislado y serio, pero sus ojos grises mostraban calidez. La verdad es que me resultaba agradable y a veces lo podía sentir hasta cierta timidez en él, seguro guardaba un secreto porque esos ojos misteriosos lo dejaban ver claramente.

La posición erguida de mi espalda y los codos altos como en la posición propia del vals, tenía una gran sonrisa al saber que o

Por fin empezaba a bailar, otras parejas se habían animado a lo mismo y sonreía de poder hacerlo, a veces me sentía bailando solo una niña con anhelo de sentirme libre al moverme por la pista. La música empezó a sonar y guiada por el Lestrange empezamos a movernos por la pista. Su voz me sacó de mis ensoñaciones.

 

- La verdad que si Monsieur y el baile ha sido lo que necesitaba para seguir mejorando la noche. Si de he de hacerle una confesión: siento cierta afición por la subastas y más si mi hermano empieza a sufrir porque gaste mi dinero.

 

Le comente mientras guiñaba el ojo me divertía desesperar a Fleamont, era algo que solíamos hacer siempre y nos agradaba a ambos. Disfrutaba del baila además de hacerlo bastante bien el Italiano.

 

- Pues déjeme decirle que usted baila muy bien, y guía excelente, la realidad es que ha sido una fortuna poder bailar con usted y ganar en la Subasta.

 

Sonreí mientras nos dejábamos llevar por el ritmo de la música, luego me asalto una duda que por supuesto no dejaria de cuestionarle.

 

-Su apellido es Lestrange, ¿ha nacido usted en Italia? , pues el origen de los Lestrange es Francés y sus dos ramas una están en Francia y la otra en Inglaterra…

 

Lo dije viéndole a los ojos, eran grises y parecían refulgir con las luces del salón

 

[Kahlan Blackthorn]

Macnair se había tomado un tiempo lejos de la comunidad mágica londinense, pero no estaba demás retomar las viejas costumbres y agradecer la invitación extendida por el Ministerio Italiano. Lamentaba que su buen amigo Kyle, no anduviera disponible en esos instantes, pero le dejaba a ella la oportunidad de disfrutar de una encantadora velada. El vestido que lucía era negro con detalles en plateado, bordeando algunos de ellos su cintura espigada, ascendiendo hasta su busto enmarcando este de una forma elegante y que dejaba poco a la imaginación.

— Una promesa es una promesa—esbozando una misteriosa sonrisa en sus labios, no dudo en entrar como toda una dama al recinto. Caminando con la elegancia y el porte que le caracterizaba, lucía unas sandalias en color blanco con algunas incrustaciones de diamantes, resaltando más aún lo atractiva que era al lucir esa clase de indumentaria. Las miradas de los caballeros se posaban en sus angelicales, pero desafiantes facciones—Es tan habitual, ya no me extraña que lo hagan—poniendo los ojos en blanco entregaba la chalina que llevaba en los hombros a un hombre que le extendió la mano con delicadeza. 

Vaya que se habían esmerado con eso de la organización y el dar una buena imagen delante de los altos mandatarios de otros pauses. Tal y como lo suponía y su sexto sentido jamás le fallaba, deslizándose como una áspid en medio de la arena, detectaba a su “victima”. Si podía llamarle de ese modo a un príncipe, jamás les veía como seres que eran imposibles de tocar o peor aún ni siquiera mirarlos de reojo. Ella nunca se dejaba amedrentar por nada y solía retarse así misma para obtener lo que deseaba a cualquier costo.

— Lamento la interrupción—miraba al par de magos. Una joven que parecía ser la hija de un miembro del consulado y aquel hombre que le aseguro que el robaría su Ford Anglia en caso de que fuera de color rojo— Señor Fleamont, ¿no?—preguntaba conociendo la respuesta a su cuestionamiento— Vengo a que cumpla con su amenaza, porque creo que como todo un caballero debe cumplir con su palabra, ¿no es así?—ensanchaba el gesto que engalanaba sus labios con una sonrisa retadora. Las deudas eran de honor y ella sabía a la perfección como cobrar las mismas y con James, no era necesario andarse por las ramas. El desafío estaba sobre la mesa, tomarlo o dejarlo estaba en manos del Francés, aunque no dudaba que por llevarle la contra, intentará darle un giro interesante a toda esa divertida situación. 

Alargando la mano tomaba una copa de vino blanco, bebiendo un largo trago de la bebida, relamió con delicadeza lo que pudiera haber quedado en sus carnosos y sensuales labios. Esperando una respuesta del caballero, porque no se movería de ahí hasta ver las palabras de este transformadas en un hecho palpable y certero para la Nigromante. La rubia le miraba con suma atención, delineando cada una de sus facciones con ese par de gemas azul oscuro que eran capaces de desnudar el alma de cualquiera, pero prefería mantener el misterio durante más tiempo. 

@ James Fleamont Potter

[Ashley Emily Black Lestrange M.]

Ashley no quitaba la mirada a la pareja de aquel momento, muchos pensamientos pasaban por su cabeza, antes de hablar con Cillian ella era un puño de sentimientos encontrados y ahora se sentía de lo mas tranquila y serena, muy en el fondo de su corazón sabia que aquel sentimiento se tenía que ir. Se dio unos pequeños golpecitos en el pecho cuando escucho hablar a James.

- Si, realmente ella merece lo mejor de lo mejor, - Ashley tomó una copa de vino y se sentó a un lado de joven que le respondió algunas de las preguntas de la ojiverde.

- ¿Aburrido? - Pregunto Ashley mientras miraba a todos lados - ¿estas bromeando? No te imaginas todo lo que trabajamos, fueron mis primeros trabajos dentro del ministerio.

Ashley soltó una risa traviesa al escuchar el comentario del vice-ministro francés acerca de tantas preguntas, que esta estaba realizando. - No, claro que no, en realidad tengo algunos meses, y estoy tratando de conocer gente.

- ¿Chicos? Los mejores estan ocupados, o algunos ni siquiera te miran - respondió mientras realizaba una pequeña mueca de tristeza. - bingo - dijo ante el comentario de James - Si, no te rías pero vine a esta fiesta con mi Padre.  - Ashley pudo sentir como sus mejillas se ponían rojas ante su respuesta, y esperar el comentario que diría James.

No pasó mucho tiempo cuándo una rubia se acercó a James y Ashley para decirle algunos reclamos o insinuaciones a Francés. - Ahí está tu diversión - le dijo acercando a su oído, mientras recordaba que le parecía aburrida la Gala. 

@ James Fleamont Potter

[Malum Luxure]

Me había perdido en mis pensamientos por un largo rato mientras miraba a Ada bailar con Thanatos pues era uno de los premios que había logrado, luego una situación extraña entre Juv y James en la cual no me iba a meter junto con Ashley...no sabía que pensar pues mi "hijo" a mi ni me miraba así que por qué yo no haría lo mismo(?

En aquel momento de incertidumbre mi tío Ludwig se me acercó agradecía por qué yo había ganado la puja por su clase y me recordaba que el dinero recaudado iría para "la cura", aunque estaba perdida de ese tema algo entendía, pero lo que más me llamó la atención fue lo bien funcionó el hechizo de familiaridad, hizo que el mago se sintiera en confianza conmigo como si hablara con la misma Lady, aquello fue un triunfo bastante bien aceptado, volviendo a la realidad me entrego el sobre que contenía el certificado y preguntó donde me gustaría la clase, los temas a ver y demás detalles.

-Gracias a ti y es un gusto ayudar siempre que se puede tío.- Mi atención se centró solo en su persona buscando una silla y sentándome a su lado para continuar la conversación sin perder detalle de lo demás. -Será maravilloso repasar los viejos conocimientos en pociones, teniendo en cuenta que hace mucho que termine el colegio y que no volví a realizar casi práctica alguna sobre la materia...- Le sonreí de manera amena, tomando dos copas de un elfo que pasaba a mi lado y entregándole una. -Bueno la clase puede ser en mi casa pues ahí hay equipamiento o donde tú prefieras no tengo inconveniente en ello, en cuanto el tema a repasar lo apropiado podría ser la poción de la del éxito, pues nunca está de más tener un respaldo por las dudas.- Le comenté con calma mirando la copa un segundo y luego a él nuevamente. -Un veneno también no sería una mala opción...pero lo dejaré a tu criterio, no tengo problema en adaptarme a lo que me digas, mandas una lechuza a Luxure o al palacio de Schönbrunn y confirmamos todo a tu gusto.- Le dile con total seguridad, levanté un poco la mano con mi copa y buscando que me imite. -Brindemos juntos por un excelente momento de tío y sobrina!.- Esperando que choque su cristal con el mío.

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@ Ludwig Malfoy Haughton

[Thoth]

Lycan observa a los presentes,  y observo el comportamiento de @ Malum Luxure  , en verdad era curioso como se relacionada con ciertos seres, pero ella sabra que es lo que hace en cambio el regente egipcio, no tenia animos para seguir esa reuniom, si a eso se le puede llamar, igual su pareja se quedo en sus pensamientos,  por eso se acerco a el ( @ Ernest Dumbledore  ) y le dijo telefónicamente,  sin la necesidad de tener la habilidad,  ya que poseia un saber de los Senecales de Caronte que le permitio sustituirlo,  no le gustaba emplearlo, pero dado las circunstancias,  quizás sea necesario. 

 

-Al parecer debere dar un respiro de estos seres, estare pendiente. Y no es necesario que este cerca, solo debo emplear este arte oscuro para comunicarme,  quizás a muchos no le agrade, pero es uno de mis medios para lograrlo. - El nigromante estaba claro que muchos lo pueden confundir con alguna habilidad,  pero no lo era, sin embargo este no le daria clases a muchos para que la voz del egipcio fuera escuchada en su mente. Este tenia mas de una opción y ahora no se limitaría a emplearlo,  ya que por algo tenia ese nivel de magia. Y ahora mas que nunca usaria todo su saber. 

 

En eso se giro y comenzo apartarse del grupo, aun no se iba pero no deseaba estar cercano a ciertas compañias.

[Cillian Haughton]

No sabía como ni en que momento había llegado hasta los jardines del castillo, pero ahí estaba. Se sentía un poco abrumado por todo lo que había ocurrido en la gala, el espectáculo que el había dado al ir de nuevo tras de Luna. No había avisado a nadie que saldría o por lo menos eso pensaba, pero esperaba que Ludwig no se molestara por haberlo dejado solo en medio de aquel evento tan importante.

Caminaba lentamente entre el pasto, hasta el momento en que decidió que lo mejor sería retirarse. ¿Qué caso tenía seguir en aquel lugar si no tenía animo alguno de volver a dónde estaba sucediendo todo? Estaba seguro de que aquel evento estaba casi por terminar así que quizá y solo quizá no estaba haciendo nada malo al irse.

Pero aún así debía avisar a Ludwig, no podía dejarlo, así como así. Así que rebusco entre su monedero de piel de moke un trozo de pergamino y su vuelapluma, los cuales utilizó para escribirle una nota a su prometido que posteriormente encantó para que llegará en forma de memo interdepartamental hasta su destino.

Siento haberme retirado, así como así, pero no podía interrumpirte en un momento tan importante como lo era la subasta así que simplemente he salido durante algún punto de la misma y ahora he decidido ir a casa. Te prometo que recompensaré como debe ser.

@ Ludwig Malfoy Haughton

[Thoth]

 

La bruja apareció en el evento,  esto por indicación de Azrael Lycan y solamente por el, el mago tenia preparado una sorpresa para su pareja, sin embargo,  todo indicaba que ese mago se encontraba sumiso hasta el más profundo de sus pensamientos. Esto no era de extrañar,  Lycan no buscaba relaciones sencillas, pero si las valora más que su vida. Este modo de actuar no era algo que a la vampireza le gustara o fuera a practicar,  igual eran gustos y preferencias de algunos seres. 

 

En cambio,  su deber era sencillo y asi que solo cumplió con su deber o más bien con el trabajo que sus obligaciones con el regente egipcio implicaba,  no era de extrañar que por eso la bruja llego tarde, solo como acto de rebeldia a el, pero su trabaje pegado al cuerpo era elegante, era la primera vez que Riddle vestia de gala con un color negro y diamantes en su vestido. Y por extraño que parezca ella tenia el cabello suelto, el cual le llegaba hasta la cintura,  sus tacones eran de catorce centímetros de alto, pero caminaba con gracia y sultura. 

 

La bruja busco en el ambiente a la persona con quien debería reunirse,  y tal fue así que pronto lo vio, fue por el, a los otros simplemente no le interesaba conocer. 

[Thanatos L. Lestrange]

 Los pasos habían llevado a la pareja hasta el centro de las pistas de baile. Era un placer ver las telas de colores zarandeándose en pliegues por doquier. Las capas y vestidos lanzaban destellos al encontrarse con las luces. La danza visual era a veces aún más maravillosa que el solo hecho del vaivén tan placentero. Sonrió hacia adelante, observando a la joven francesa al escuchar sus motivos para molestar a su hermano.

- Es algo natural, debo decir  que hay pocas cosas que disfrutara más en mi juventud que sacarle canas a mi fratello. - sonrió nostálgico.- Siempre necesitamos algo de contraste para poder vernos de lejos. - la ocurrencia le había, por un instante, plantado una creencia que iba más allá de un simple consejo. Suspiró algo anonadado por los sentimientos que surgían como cosquilleos en la nuca.

 Sonrió cuando la mujer lo elogió por su capacidad de bailar. La verdad hacía años había aprendido a seguir la cadencia musical con sus pies.

- Debo decir que aprendí a bailar a la fuerza. Mi difunta esposa no me hubiese perdonado abandonarla en la pista de baile. - sus comentarios lo hacían sentir un viejo melancólico. Quizás debía dejar de tomar alcohol. Hizo un ademán en negativo con la cabeza a un elfo que pasaba con otra botella de champagne y se volvió nuevamente a la joven, cuyos ojos refulgían de interés. Tenían una llama que probablemente sus propios ojos habían perdido hacía años.

 Realmente hacía mucho tiempo no disfrutaba de un baile...

- La verdad que eso de Lestrange es algo difícil de explicar. Cortaría el baile. Si bien me crié en Italia, mi familia de sangre es la Snape, aunque nuestro castillo en ruinas solo sea un triste recuerdo de su magnificencia. - sabía que ahora otros Snape habían alzado la voz, pero no conocía a ninguno de ellos y no estaba muy seguro de si realmente eran personas de fiar. Todos sus familiares cercanos habían desaparecido... todos excepto Illidan.- Mi hermano, en cambio,- mencionó señalando al rubio que seguía cuchicheando con su prometida- se crió con los Lestrange. Quizás él tenga algo más de su cultura.

Se quedó unos instantes en silencio, disfrutando del paso y de la música y de la dulce compañía de la bruja. 

- ¿Y qué me dice de usted? ¿Los Dumbledore también son franceses?

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@ Ada Camille Dumbledore

[Ada Camille Dumbledore]

Estaba maravillada de poder bailar tan a gusto con él señor Thanatos, la verdad no sólo era un caballero sino un gran bailarín, lo que me hacia sentir feliz de haber podido ser su pareja de baile. Llevaba el ritmo en las venas definitivamente y eso me agradaba, me comentó que había aprendido a bailar por razón de bailar acompañado de su difunta esposa, lo queme pareció un hecho muy tierno de su parte, pues esas acciones por amor son algo muy memorable.

-Me alegra que la recuerde con cariño y su gesto déjeme decirle que fue absolutamente precioso lo que hizo para ella, yo empecé a bailar ballet a los 4 años en la opera de París por petición de mi abuela, pero esa no era mi vocación ciertamente.

Sonreí divertida de verme con el tutu corriendo tras mis hermanos para poder jugar con ellos, mientras ellos huían de mí mi pregunta, basada sólo en la curiosidad de pasar horas en los registros del Ministerio de asuntos mágicos de Francia mirando todas las genealogías que habían allí guardadas. Al escuchar sus palabras logré ver a Illidan con una joven que reconocí como una Gryffindor, creía era la hermana del difunto patriarca.

-Que pequeño es el mundo, a Illidan lo conocí en París hace mucho tiempo, es un viejo amigo. No sabía que eran hermanos ustedes dos.

Lo mire sonriendo, las veces que habíamos compartido con Illidan poco había hablado de su familia y alguna vez había mencionado tener hermanos pero jamás sus nombres. Las palabras a continuación no las esperaba, además que poca gente lo hacía.

- No, la verdad son ingleses, mi abuela materna Rosalíe era Francesa. Mi madre me dejó desde que era un bebé al cuidado de su familia materna en París, allí mis hermanos y yo crecimos. Por ello es que Inglaterra lo conocí ya siendo una adolescente, además que mi primer apellido no es Dumbledore… es Malfoy, mi padre es Hasam Malfoy pero jamás he usado su apellido, uso los apellidos de mi madre. Creo que me sientan mejor

Confesé un poco apenada, además que sabía que mis nombres eran iguales a los de mi abuela y el tercer y cuarto nombres de mi madre, eso lo aburriría.

-y para seguir siendo indiscreta con usted, ¿después de su querida esposa no le ha interesado otra dama?, bueno siempre le he visto sólo, junto al ministro y siempre trabajando.

Pregunté sonrojado me un poco por el atrevimiento de preguntarle sobre su vida privada al señor @ Thanatos L. Lestrange

 

 

 

[David Augustus Lestrange]

—Sí, estoy bromeando. —comentó con una sonrisa respondiendo a la mujer que le acompañaba (@ Ashley Emily Black Lestrange M. ). No lo decía completamente en serio cuando afirmó que era aburrido. Si bien es cierto que para el joven se trató de un acontecimiento más, no podía pasar por alto que la mayoría de los presentes habían disfrutado. Y, dado que ahora tenía un trabajo que le hacía tener que organizar eventos en algunas ocasiones, entendía todo el trabajo que había detrás.

Movió negativamente la cabeza, tratando de animar a la aprendiz.

—Seguro que te miran, pero tú no te das cuenta... —afirmó con firmeza. No lo conocía lo suficiente como para saber qué chicos le gustaban, qué chicos le llamaban la atención y en qué chicos se fijaba, pero no le hacía falta para saber que seguramente a la joven no le faltarían pretendientes. Se veía que tenía una personalidad que llamaba la atención, su impulsividad para no saber morderse la lengua le parecía muy divertida. —¿No hay ningún caballero que te produzca cosquillas en el estómago? —preguntó. No sabía cómo habían acabado hablando de la vida íntima de cada uno, pero ahí estaban. Y una vez que se empezaba a profundizar en cuestiones personales era difícil frenar.

No pudo evitar que se le escapara una pequeña carcajada. No se estaba riendo del hecho de que hubiera venido con su padre, pero le parecía muy gracioso que hubiera acertado. Solamente se lo había dicho para molestarla un poco, pero ahora que sabía que era verdad abandonaría el tema. 

—¿Trabaja contigo? —preguntó a Ashley fijándose en la rubia que se aproximaba hacía ellos. Su rostro le resultaba familiar, pero apenas sabía nada de ella.

Tratando de hacer memoria, no tardó en recordar en qué momento la había conocido. Habían tenido un pequeño incidente. El resumen de lo ocurrido era que se había salvado de un atropello por los pelos y ella había acabo chocando contra un árbol. Nada grave, quien más había sufrido seguramente había sido el bonito Ford Anglia que conducía. Un vehículo que si bien volaba, no era tan genial como aquel coche que su hermana le había regalado una vez en París. Un coche absolutamente muggle, pero tan bonito que conservaba como una de sus posesiones más apreciadas.

—Las palabras se las lleva el viento, ¿no lo sabías? —cuestionó con una sonrisa. No esperaba volver a verla después de lo ocurrido, pero parecía que el destino no había pensado lo mismo. —¿Qué quiere, señorita...? (@ Juv Macnair ) —preguntó sin estar seguro de su identidad. Esperaba, eso sí, que le ayudase a recobrar la memoria acerca de lo que habían hablado. El francés era un mago que solía usar las palabras para librarse de muchas situaciones, el juego de palabras y la manipulación eran una de sus señas de identidad.